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correcto, no obstanie, queda por discutir su sustento en la teoria y en la investigacién y sus consecuencias politicas. Fste es un tema que merece particular atencién y que nos lleva a tres asuntos de fondo: ¢Cuél es la posicién te6ri ca que hace posible y deseable la afirmacién de que la exis- tencia sexual de las personas cs ‘diversa’? Qué ‘acio- nes tiene para la manera de pensar las identidades sexuales? Qué implicaciones politicas tiene un concepto de diversidad sexual para referirse no s6lo a la diversidad entre la totalidad de las personas de una sociedad, sino a la sexualidad dentro de cada persona? Oo Los discursos dominantes del campo sexual: su visién integrista?? a (ELLGREPTONMAPTIVERATNEROATISURE cn cl campo sexual (GHARAHIONAES rcglas mismas de organizacion del apo esto @s, las ideologias dominantes que construyen la ello, a la com- prension de las ideologias que organizan el sistema de distin- [59 cién sexual; con ello me reliero @llsisteHaGerepRSErTacIO> que sustenta este ensayo, aay SCRORKEREFICAPOVsistemamattiancal (Rubin, 1975). Este siste- ma, como verembs mas adelante, GIBBS fundamental mente en dos ideologias poderosas: el androcentrismo y el HEtERSexismo. Por su importancia para entender este siste- ma de opresién sobre la existencia sexual, asi como lad calidad que introduce el concepto de diversidad sexual, nos extenderemos en el @RaUSiS Me ese{Sistenialeelbinaroe del WaNHGREAMONSy andlisis nos servird para despejar muchas de las creencias, valores, supuestos y concepciones que persis- ten incluso en personas que en otros aspectos se consideran Progresistas o luchadores contra toda forma de opresién 1. El binarismo sexual A menudo, cuando se define el concepto género se le distin- gue del concepio sexo; se dice entonces que el sexo se refic- rea la dimensién biolégica y el género a las expectativas de comportamiento socialmente asignadas a los sexos. EI gene. ro aparece asi como una const Gn social, mientras que el sexo aparece como el dato duro, lo bioligico, Sin embargo, el concepto sexo es también una SOMSTHLEGON SOCial, es decir ‘es uma categoria que nos permite ordenar la realidad de cler. ta manera y eso tiene particulares efectos de distineidn social ¥ Politicasi?* Tai vez se entienda mejor este asiuntosi-anali- ZoImos una frase de uso comin (incluso entre activistos} “son una pareja del sexo opuesto”, Por qué pensamos que ToS SeX0S seoponeN?. ¢c6mo hemos llegado a pensar que un Sexo se opone a oiro? Esta concepcién de los sexos opuestos, ademas de con- tener una concepeién machista de ver al oifo como opuesto, contiene una concepcin heterosexisia que considera a Ins vVarones y a las mujeres como sexos opuestos que se comple. ‘mentan. La idea de que existen slo dos sexos v que ademas ae se oponen y complementan, es una idea central del sistema sexista. Es la parte dura del sistema de representaciones, pues parte de una supuesta evidencia bioldgica, corporal material, el pene y la vagina, Un entievistado, ngentero agrénomo, del norte de México, en mi trabajo de campo lo dijo asi en su defensa homotdbica de la antinaturalidad de la practica homosexual: “Por eso el hombre tiene un pene y la mujer una vagina, uno entra en Ia ota, para eso estan, es como el tornillo y la tuerca”. Pero(@ifG5SERvainiGs 16S/eueTpOS no encontramos nada que nos indique ni oposicidn, ni com- plementariedad en sf mismos. En realidad Ja concepcién de (a oposicion y complementariedad)se deriva de una concep- ci6n sexual patriarcal que sUponeyqueHOs|SCxOs|Seqderinen por los genitales y anuncian que el fin de Ia préctica sexual es la reproduccidn y, por lo ianto, debe ser entre hombre y mujer. Esto es, la ideologia reproductivista y la ideologia heterosexista, E! binarismo sexual es la ideologia y préctica de truir dos sexos de los cuerpos humanos. Esta ideologia y prdctica, como ya vimos anteriormente, se encuentra ligada a ideologias centrales del patriarcado: su visién reproducti- lad y su heterosexisno. Pero @bifaHSitG) sexual tiene que enfrentarse a una serie de evidencias cor- porales que nos muestran que cl asunto de formar dos sexos Derfectamente distintos (ademas de opuestos y complemen- tarios} es mas un trabajo conceptual y quindrgico que una GGiistataci6n de la nanuraleza (Wilchins, 2004) sto es lo que ‘bos muestra esa varledad sexual que durante mucho tiempo se Hamé hermatroditismo y que hoy se reconoce dentro de esa realidad més amplia llamada intersexualidas!: “personas gue facen con caracteristicas sexuales cromosémicas, gona- dales, genitales u hormonales que no coinciden con las cate- sgorias sexuiales binarias de macho y hembra humanos” 25 Estas variantes sexuales al nivel biolégico han sido cla- sificadas por la ciencia de varias manetas. #| llamado sindro- fie de Tumer eonsiste en que cl par cromosémico 23, esto es, el relacionado directamente con lo que en occidente se entiende como sexo biolégico, no es un par sino una X, En este caso Ja persona tiene un desarrollo gonadal diferente, tienen genitales externos de hembra, pero no existe un desa. rrollo de ovarios. Ciertas cazactcristicas sexuales secundarias no aparecen, al menos que se sigan tratamientos hormona- ies. £1 llamado @iiQFORENMOKHNEEEHKED por su parte, se ca- racteriza por tener, en lugar del par cromosbmico, un tio cromosémico: XXY. GUB)génilales exlernos son delmatho, Pero generalmente diferentes al ideal y durante mucho tiem. Po muchos textos se refirieron a esos genitales como atrofia- os: En Ia literatura cientifica se han sefialado algunos otros fasgos relacionados con su musculatura menos desarrollada y su gran talla lambién existen los humanos con crom amados superhombres y las supermujercs en la literatura cientifica. SOEALOIGUCEED pecta a los sexos cromosémicos. Existen, sin embargo, va~ iantes que involucran otros aspectos que contribuyen. a construir lo que llamamos sexo: “el sexo gonadal, el sexo genital y el sexo hormonal En este sentido se sefialan en la literatura sobre el tema GOSWARAMIES(1a ciencia sexista suele lamarlos fendémenos). Unartic cllas consiste en geFSGMaSIque SIERUGTEDHONESEIO® mosémnicamente hembras experimentaron una sobreprodve ci6n de hotmonas machos.2° A csio se Je llama hiperplasia suprarrenal. La/el recién nacido/a tiene genitales internos de hembra y érganos genitales extcrnos de macho. Otra varian- tc relacionada con la produccién hormonal s¢ llama cl testi- Gilo feminizante: En este caso, en ¢! Ambito cromosomicol@e tata de un individuo XY, macho, pero con 6rganos genitales extemnos de hembra; no obstante, no tiene ovaries. Este variante es atribuida a la trayectoria hormonal durante la etapa embrionaria (menos hormonas macho). En la literatu- ‘entifica se lama “deficiencia del esteroide 5-alfa reduc- tasa” a una variante sexual que consiste en nacer con un par XY pero con genitales externos ambiguos, con un escroto ‘que parece labios mayores y la ausencia de pene o presencia de un pene que parece clfioris y con testiculos que no des- Genden.27 En general a estas personas se les considera hom- bres, pero otras son consideradas mujeres. A la edad de la pubertad, con la activacion del sistema hormonal, expen- mentan el descenso de los testicilos y la aparicin de rasgos sexuales secundarios de macho, el pene crece, ocurren crec- Giones y la penetzacién puede ocurrir, pero sin inseminacién idebido a la condiciOn de Ta uretta (Dorats, 1999}. Est claro que las variantes cromosémicas y la presen- cia de genitales hembras y machos, externos ¢ intemos, asi comu de rasgos sexuales secundarios diversos nos remiten a una realidad sexual que lejos esta de ser atrapada por nues- tros estrechos conceptos binarios. (airealidall (Ge la inieIses xualidad, una realidad en la que se encuentra entre 1% y 3% de la poblacion, segin varios autores como Fausto- Sterling y Dorais,?® GORE videnieiajejueyen olaueyconciere al sexo biolégico en la especie humana, lo que existe es un ‘continuo, no Una dualidad. Hay mucho mas que macho y hembra, hay dualidad en una sola persona, hay ambigiiedad en otras. La naturaleza bioldgica del ser humano no es bina- ria, el binarismo sexual es una construccién cultural. Gia estudiosa del tema sefiala que al menos existen cinco sexos en la especie humana: hembra, macho, el hermalrodita ver dadero (quien posee un testfculo y un ovario), el pseudo- hermafrodita macho (que tienen testiculos y algunos aspec- tos de la genitalidad de las hembras, pero no ovarios) y las pseudohermafroditas hembras (quienes tienen ovarios y algunos aspectos de los genitales machos, pero no tienen tes- a FR or Sue HEGIGS). Menciona, ademas, que las caracteristicas de macho © hembra pueden variar en cada una de las catega (Fausto-Sterling, 1993) 29 La manera de lidiar con esta realidad de Ja naturalevs Por parte de los dispositives de poder médico ha sido, sic embargo, tratar de ajustar a la naturaleza al binarismo occi- dental y su concepcién de que s6lo dos sexos existen y deben de existir A una operacién conceptual que atranca en un fundamentalismo o integrismo sexual y con una lectura etafisica de Ja naturaleza (@SB6quivOED IalBAWFSIezAt oes un error de la naturaleza’), sigue una operacién quirdretea La(Ginigia pediatti@> intervienc para hacer realidad nuestros dogmas sexuales y calmar las ansiedades inducidas de los padres, las instituciones médicas y la sociedad. 3\(ASfCOHIGISE utiliza el bisturio el cuchillo para conformar a las mujeres de ciertas sociedades al ideal cultural de mujer a través de Ia remocién del clitoris © a los bebés en varones a través de la Gircuncisién ritual, asi nuestra sociedad utiliza el bisturf para hhacer hombres o mujeres &n afios recientes muchas personas que suftieron en la infancia y sin su consentimiento este tipo de operaciones comenzaron a organizarse para reclamar la violacion de sus derechos humanos y a cuestionar los criterias binatios de la sociedad que los hace o los hizo pasar por monstruos, es el caso en Estados Unidos dc ls Sociedad Intersexual de Nortea- Iérica (Isa, por sus siglas en inglés). Un interesante mo 10 politico en este sentido, eritico del binarismo sexis se avizora a futuro en nuestro pais y cn el mundo, (lgHO® (TEAERIAIES sin embargo, Gil la mBdidalen Guellviven en disgusto hacia su condicién sexual y sienten perienecer a una ientidad sexo-generica diferente a a asignada desde la lancia, preticren sic “2 inlanchprefieen consderarse denn de Ta eoeponn eI La transexualidad hace referencia a aquellos varones y mujeres en el mbito cromosémico, genital y gonadal que, sufriendo una disonancia entre su cuerpo y su sentido de identidad sexual (a qué sexo sienten pertenecer), $€ someten a una operacin quirtirgica en su edad adulta con ei fin de transformar sus Organos genitales externos y realizar otres modificaciones corporales. Existe, Io que se conoce como, un proceso de reasignacion sexual que mvolucra iundamental- mente los genitales, A pesar de que tas operaciones se reali 7an con cl aval de instituciones médicas, (QS WAS|EFaNSERa les se enfrentan a miiltiples dificultades tanto en su proceso de transformacién corporal como en su proceso posterior de jintegraciGH social) El costo de las operaciones y Tos trata~ mientos que las acompaiian no pueden ser solventados por Ia mayoria de las personas transexuales en nuestros paises y Jos intentos de legislar para que corran a cuenta del sistema de salud priblica encuentran resistencias propias de la incom- prensién, como considerar que se trata de cirugias estéticas superfluas. La realidad es que (iWehOs|inidividUOs|Eeanisexa 1eS§presentam comrinmente fastomos emocionales que tie nen que ver con las dificultades juridicas y médicas para cambiar su identidad social, empezando por sv nombre, asf como por la violencia del entorno» Fstas dificultades se tra ducen en @bstaculos pata conseguirlemipleo) cn faseguridadl ecoHGMIEAy en(@coso policiaco y vecinal GUE a menudo, repercuten en su capacidad para solventar los gastos médicos Jnvolucrados en su transformacion. Fsta incapacidad impac~ ‘a, por su parte, en sus Ondiciones We pobreza miargitialidad § Mala sdlud! Aunque en nuestros paises Tatinoamericanos no hemos desarrollado una concencia politica extendida y amplia alrededor de la discriminaciGn que sufren las pers: has transexuales, menos atin una reforma legal y médica al respecto, ya GiiVEHOs paises Wel fmiundo Sey OIrecel gratuita mente el servicio de cambio de sexo y los servicios médicos, SOGialeSWIERAIESAIESTAPODIAGONEn América Latina la orga- nuzaci6n de la poblacién transexual ticne poco tiempo, aun- gue ya empieza a hacer escuchar su voz con creciente {uel za en el espacio legislativo y cultural 2. El binarismo de género Hl sexismo hace derivar del dualismo sexual antes menci avo, otro dualismoel dualism de. genes la ST OB usd os coer machos ys euerpes hens se derivan sposiciones diferen ir, perc BEnSAT ¥actuar Se sipone «te los aches biologie es bredispuestos naturalmente a desplegar una sere de digo gone lads mescu as yas hembras Boga ots Gocialesde-varones imujerescon sus consecuencias dees niveles de poder econéinico, politic, sot, SSH MliNGas bor as ideologies sexisas@leonsieralasexpresiones de ea Puesia naturaleza corporal distinta (hormonal, cerca eam z gonadal jLa gran paradoja consiste, sin embargo, en tages aed contra une diversidad de dspstivos de ; iduo y socialmente caracteristcas que, siendo consecuentes, habrian de expe sarse naturalmente y sin_ningin condicionamiento sevia), Fsta paradoja y @HUCHaSeUIMeclad 14s GBHipOladeRepolage co han mostrado que los conceptos masculine y lene mies Su_uso para clasificar de tal 0 cual manera conductas, obje, 10s, seres. cualidades y relaciones, son completamente atbir trarios, construcciones sociales heredadas. No hay nae intrinsecamente masculino en el eolor avalon tee bance vaqueras o en una forma de caminar, por decitlo llanamen. te, como nada femenino en el color rosa, unas apmillas 0 una forma de tomar la taza del calé. Q(ORSIBBtiGadauee género alribuidos a los colores y a Jo que sea son siempre convenciones sociales y, como tales, sujetas a disputa y a cambio. Un uso equivocado en muchos activistas que refleja esta concepcién dominante que naturaliza las construcciones de género al remitirlas a las propiedades corporales es prect- samente la referencia equivoca a los genitales con conceptos de género, esto es, llamar genitales masculinos y femeninos a Jos genitales de hombres y mujeres, respectivamenie. No exisien genitales masculinos o femeninos, pues lo masculine y lo femenino no son propiedades intzinsecas a las cosas 0 sercs, sino un significado atribuido y que se pretende natura- lizar desde la lectura patriarcal, que es la lectura dominante. Cambiar el lenguaje es empezar a cambiar las concepciones. En ese mismo equivoco se encuentran las frases ‘sexo feme- nino’ y ‘sexo masculino’ o, pero atin, ‘personal femenino’ y ‘personal no’, para decir machos y hembras biolégi- cos, 0 de plano hombres y mujeres. Ciertamente, OSEGUS vyocos reflejan cuestiones ideolégicas de fondo que tienen que ver con la naturalizacién de las diferencias de género, pero también con el integrismo de género que se deriva de esta ideologia que rexpite al cuerpo lo que son conductas aprendi- das: la nocién de que las personas con genitales machos estan. destinados por la naturaleza y al mismo tiempo deben paradoja) volverse masculinas, esto cs, hacerse hombres, mientras que las personas con genitales hemibras estan desti- nadas y deben volverse femeninas, esto es, mujeres. En este sentido, el hombre femenino o la mujer masculina o los hombres y mujeres que integran comportamientos y cualida- des consideradas masculinas y femeninas en su propia perso- aly en diferentes grados y circunstancias (androginas, (fa vestis o transgéneros) no pueden ser aprendidas con esta conceptuacién binaria integrista, al grado de que su identi- ficacién como hombres y mujeres s¢ pone cn entredicho. En la medida en que estos sujetos cuestionan la sux esta Haturalidad de las construcciones de género, la socie~ Gad patriarcal construye sus dispositives de saber/poder para conformarlos/as a sus concepios y regimenes de identidad Como la ideologia dominante no puede admitir que estd equivocada, entonces plantea que quienes estén equivocados son los cuerpos y las mentes: asi, se dice: “faltan o sobran hor- monas", “sus genes son diferentes", “tienen un hipotdlamo del sexo opuesto”, “padecieron problemas de identilicacién cou sus padres o madres”, etc¢cra, (ned SUbsiste en este planteamiento la idea de que la naturaleza se equivaca La Patologizacién de la disidencia de género desde la medicina 0 desde la psicologia, a uravés de ese invento homefdbico y mis6gino llamado “Desorden de Identidad de Género” (con el que sc diagnostica a la nifia que no le atraen las mufiecas «al nifio que prefiere el teatro al ftitbol), es el correlato de la vio- lencia de padres y familiares, de compafieros de escuela, de compajieros de trabajo, de vecinos, de cualquiera que consi- dere su tarea tx obligacién hacer valer y forzar la adscripcion a las concepciones dominantes de género, Ciertamente(@ibinarismo de génerolinvolueendemee de esa concepcién dual e integrista de los géneros masculino y femeniny otro elemento, @l aindfoeehitismio: fa ideologia y Dréctica cotidiana de jerarquizar a las personas, los objetos y {os seres del mundo segtin sus connotaciones de género, y de colocat como superior a lo masculino y a los varones. La otra cara del androcenirismo, hemos dicho, es la misoginia, el desprecio a lo considerado culturalmente femenino y a las mujetes, Pero también a los hombres que no cumplen ef ideal social de masculinidad. El desprecio homofdbieo haci os varones afeminados que lega a niveles inimaginables de brutalidad (como su encierro en hospitales psiquidtticos o st. muerte) 0 menos visibles, pero no menos brutales, cor burla cotidiana en las escuclas priblicas y privadas (el bulling Sees por expresién de género) que conduce al suicidio (Dorais, 2000), a trastornos emocionales duraderos 0 al fracaso lat, es producto del andzocentrismo incorporado por los sue; tos, as{ como del desprecio en general hacia Io femenino. hombre afeminado parcciera remunciar al poder derivado de su potencial masculinidad en la sociedad y recordarnes que ésta, la identidad masculina, es aprendida socialmente, lo cual resulta ingeyptable desde el sistema patriarcal. Por su parte, la mujetsasculina cs vista como alguien que ambi- ciona un poder que la sociedad sexista ha reservado cr sujetos que tienen pene y se portan de manera masculina ‘Amibos restilian amenazantes, es por eso que algunas perso- nas consideran que hay que someterlos, violentarlos. casti- garlos, darles una leccidn ejemplar. Por si fucta poco lami el hombre afeminado como la mujer masculina ponen en entredicho el cardcter supuestamente natural de los ice algo que para muchas personas resulta insoportable e intole- rable desde el punto de vista social y personal, 1a sensacion tima de muchas personas homofbicas es de sentirse lentados por la presencia del otro diferente. EO1OIS Earp da su propia potencialidad reprimida, su propia experiencia de represién como parte del proceso social sufrido de aa niacion y feminizaciin respectivas. Un proceso que, hay que decirlo, implicé_una_violencia sobre sus_capacidades humazas. La violencia contra los otros diferentes es una vi 5 Jencia para acallar sus voces internas que le hablan desde lo ‘mds fntimo, asi como una proyeccién de una envidia pro- funda hacia quicn se decide hacer lo que él ella cancelaron 31 Sele por ova partc, Qiao yea ESE que acomparian al binarismo e inegrismo sexual menciona do en el apartado antcrior ginWolucranyanajeoncepeiGrya clonal: la supuesta complementatiedad en el plano co, doméstico y social que garantizan la reproduc« Sw 7 ° ce ordenaila. Concepciones sobre la naturalera masculina y femenina estructuran y Jegitiman asi los roles domésticos v CiialaMEsteDsA hombres y mujeres ¢identidades sociales basics: madre, padre, espona,esposo, hija, hijo, trabajador, arma de casa entre muchos Or 8 Sess alae cas afectivas de ella instrumentates de se commplementan nte para, de nuevo, form. : . formar la unidad reprod: va, tanto biolégica, como si i eva ; ‘octal; la familia, que no es ma i |. que no es mds que ua Eernatiincaa de unidad doméstca: le fama ar. a en y pueden G us pueden existir otras formas de conviven- es na feminismo y los estos de género sobee los varo puesto al descubierto desde h 3 nes an poe le hace tiempo la historia de podery waked que Desibiita estas configuracionessub- as y sociales, pero también las desigualdad: cran. No obstan bre la fal Gran. No bstante, tanto las concepciones sobre la fa $ concepciones dominantes sob: ; re el amor y el con ncepciom y el erotis- mo ‘irven en estos casos como apoyos.ideol6gicos para nar este orden de género dela socelad - ci i son gab menctonar qué ladsidencia de género de huma- os machos 6 hembras que tienen u n bos machos 0 he in comportamiento an- ErGginao eanenero, >2 aunque fue reivindicada en stis ini- ios por el movimicnto gay, ha ido diluyéndose en lactic seneral [a homofobia, sin entender la especiiidad de l xperiencia de violencia pot género no siempre relacionada nla violencia por preferen a \ciassexvialy>d muchas regiones de nuestro pais v de América Latina 'o _ aor: tundamentalmente, ¢ la transgresion piilica de , NO Tanto la experiencia sec ; secreta de tipo hi otic. es iat {eave angusta y lo que tratan de acallar los compa. lc trabajo, de escuela, los ve : Jos vecinos, en el hombre ale. minado y la mujer ma ¢ aaa. ujer masculina, o en el atrevi o ulina, miento del tra- Sti ny @s, en la mayoria de los casos, su supuesta practica Rae privada homosexual, sino Ulltransgresionadesunsordenscle géncro considerada sagrado, por algunos, 0 vital para cons- truir su identidad, sus privilegios sociales y su nocién de seguridad, para otros. La comprension de esta espeeifierdad de la violencia de género es lo que ha lievado a la creacion ‘en Estados Unidos de una organizaci6n especifica en relacion con el derecho de género (Wilchins, 2004). Este derecho de xgénero significa cl derecho a la libre expresion de género que més se nos acomode y cl derecho a cambiar las veces que asf se desee.}4 Cabe mencionar Lambién que, 2 (TSRUdONPEESOs has que se dicen aceptantes de la diversidad sexual, ine!uso hombres y mujeres gays, lesbianas o bisexuales, se muestran intolerantes y hasta justificar la discriminacion hacia las per” sonas que transgreden la identidad de géncro esperada por jas idcologias dominantes. Fsas formas de diseriminacion adquieren modalidades y justiticaciones diversas: “yo soy hombre y aunque sea gay ie tengo que portar como vardn, no como mujer, por Eso no acepto a las vestidas” o “las ves- tidas se pueden vestir como jiralas si quieren, pero yo tengo el derecho a reirme de ellas’, en lo que constituye una argu- mentacign que va acompaiada tanto de un desconocimi to de que la transgeneridad y el llamado afeminamiento de algunos varones 0 la masculinizacién de algunas mujeres no ‘es un mero disfraz o una simple eleccidn (sino que respond a sensibilidades con raigambres profundas como cualquier Sensibilidad), 1o mismo que de una incomprensi6n del valor del respeto ¥ su importancia para la plena vigencia_de los derechos humanos en la vida diaria. En todo caso, Qidayaue? todas las formas de expresion de género son consizucciones sociales y que lo que ahora nos parece normal es un asunte de convencién heredada histéricamente y, en tltima instan- ‘ia, un asunto ideolégico y politico. La normatidad, cuando no es un simple asunto estadistico, € uma pretensiOnideol eros fica de los poderosos, pero, en cualquier caso, no debe servir de principio ara negar el derecho a vivir en la diferenci con respeto y equidad. © Cabe mencionar que a menudo la violencia sufrida Or faughas Petsonas transgéneros a veces las lleva, a su — a a perPorar una transfobia que se expresa hacia sf misinas/oe (hacia sus peopias comipatieras comparieros quié noses en YO pasan verdaderamente por hombres 0 mujeres, del género esperado socialmente en virlud del seve Kee La diferencia con la transgeneridad. SiatccxceremrermIGE sede tr el “0 que adems de involucrar ia Imagen a toves ve on, mena implica rasgos sextiales secundarios: “la modilicretin del vello facial « en el pecho, la! modificacién de los SENOS, wf encionar dos. @NGGseode: modificar fasgos sexuales pri ae tios suele asociarse mas bien con la transextiatidad ”. fier om bien, existe algo que también suele lamarselGi DMEHEHISD arse se refiere fundamentalmeme on expresi¢ 'n comportamental de la sexualidad que involucta da ecto pot Lsar ropas 0 complementos considerados prc aes sexo, En. Auestra sociedad: los varones que se fan con prendas intimas de sus esposas o las mujene que ‘gustan usar calzado masculino por Motivaciones ersticas 1 \eratuta sexol6gica sobreseL tema suele coinciic en seralye {iu esta forma de travestisino fetichista es ms comntn ening Da ce les de lo GUCSE piensa, ¢ incluso se dice, Otra_varianie det Uavestismo os le acontecer OF razon atisteas, esto‘ ei tteveris cg ‘eallza para representar a alain personaje de atto sexes oh varones que imitan, por ejemplo, a una cantante famosa 0 jas mujeres que realizan fonomimia de un cantante varén”. A csa variance del tra vestisin o GSE SCIe Naima COW OH ECE mino! transfofmisms. Exisie también algo que podriamos Hammar ¢1 travestismo ritual en diversas ceremonias tradicio- nalesMeymuchos|pueblos, en las cuales algunos varones, so- bre todo, pero tambien mujeres, pucden (@Sti8)GOH ROpaS cousideradas propias de otto sexo o pata representar papeles de yénero diferentes ialmente, cabe mencionar que(@SGSIGH Taw Teas xgresién del género socialmente esperado, nada nos dicen en si mismas de la preferencia sexual de los sujetos. Asi, es comin que exisian varones que practican el travestismo feti- chista, poniéndose la ropa de la esposa cuando ella no esta, © estando ella, pero que siguen siendo heterosexuales. Tam - bién existen hombres que han realizado modificaciones a le rasgos sexuiales secundarios y que ‘n preferen- través de hormonas gustan de las prendas femeninas, pero que tic cia er6tica por las mujeres. 3. El binarismo erético y el heterosexismo Los binarismos sexuales y de género adquieren un cierre ide- ol6gico (que genera una sensacién de coherencia y unicidad) ex la heterosexualidad patriarcal, ese producto ideoligico y SGGial del heterosexismo. La hetcroscxualidad patriarcal, en la medida en que dmplicalla SexUalidadl de los Wiierentes, esto es, de los que previamente han sido definidos como opues- {Os coMplementarios, se constituye en el espacio ideoldgi- co cue provee de sentido a los anteriores binarismos, pro- yecténdolos en una finalidad bioldgica y social: la reproduc cidn de la especie y la reproduccidn social de um modelo de pareja y familia donde el macho-masculino-heterosexial Ea : vuelto padre-esposo tiene preeminencia de autoridad v pri- WilegiOs, Al mismo tiempo, fos anteriores binarismos que las. ideologias sexistas naturalizan, transfieren esa naturalidad a un deseo y una préctica sexual institucionalizada: Ja hetero. sexualidad patriarcal. (23¥ideOlogial Teproductivista de 1d sexualidad, aquella que considera que el tinico fin vélido_y natural de las relaciones sexuales es ja reproduccién sc con- vierte en cl pilar fundamental del heterosexismo y del bina rismo sexual y de género. Ta heterosexualidad patriarcal es el. producto del-en- cumbramiento de la heterosexualidad como la tinica idenui- dad sexual valida (por ser la tinica natural o achrde a an plan divino), Involucra la jerarquizaciGn de las identidades erdti- cas diferentes: la identidad homosexual, bisexual, lesbiana y, en general, de relaciones entre otras personas que no sear enire var6n masculino y mujer femenina (come mujer may culina y hombre femenino, hombre femenino y mujer feme- nina, hombre masculino y hombre masculino, mujer feme nina y mujer femenina, etcétera). Asimismo, GVO marginacién y desprccio de otras expericncias eroticas, incluso entre varén mayculino y mujer femenina: sexo anal, fellatio, cunnilingus, fetichismo, etcétera, Todo un mundo de posibilidades de experiencias erdticas y amorosas y de rela- Giones de género_ es condenado, prohibido, desvalorado, Patologizado. burlado, reprimido, censurada e, inchiso, cri. minalizado. Es importante enicnder @OMOINe Buslentalylepine EstalideOlogia heterosexista/En este sentido, cabe recordar lo Cicho anteriormente sobre las ideologias binarias sexuales y de géncro, asi como lo dicho sobre el discurso sexual epzie ductivista: en la medida en que el_tinico-fin valido dela sexualidad, segtin la moral ctistiana dominante, es la repro- ducci6n, sdlo la heterosexualidad vivida de derta manera (orgésmica y genital) es valida. No obsiante, existen otros recursos ideol6gicos poderosos gue sven ee sexism. Estos recursos adquier l irportanl en la medida en que (aS\ideOIOgaSIUe FEED dominantes y la ideologia sexual reproduct pseu legtienida bajo el emibate de nuevas vsiones sobre la sexua~ ‘dad y et placer, procedentes tanto de sierlos movimentos sortafes como gl feminism 10s m36¥imntenrassiineacisn Learn como de Ta inversion capitalista en bienes y servicios relacionados con eT erotsmo 0 QE utilizan el erotismo p. mnsumo de otros bienes, 7 See ‘he interesa entatzar y explorar aqui i manera en que tres recursos ideolégicos trabajan para apun, talar el heterosexismo_a, La ideologia Heterosexiste. del amor, la pareja la familia, . Lu sdeologia que reduce et hhecho homosexual a acto genital y desconoce e! amor entre personas del mismo sexo y, ¢ La ideologla a serail Sexualidades, principalmente la bomosexualida peaeae concepciones hom —yicas, también Hamada hom a, EI heterosexismo y el am: Las concepciones dominantes sabre el amor se apoyen et -y nulren- la ideologia heterosexista a apoyarse y nurrise de las ideologias de género dominantes y su concomftante bina: smo, Fsto es en la medida en que segin esas ideaogias de enero dominantes, MODES M/ETeSMCRER Patra rere TRU nies}, que se oponen y r oe salmete walegeSe'Yunkesey La metstora dela media parame ja se sustenta en estas concepciones sexuales y de género, Asimisnno. prove el fin skimo de 1s anteriores binarsmos: la pateja reproductiva como unidad corporal, psig Sos ; social a través de la cual se reproduce el orden biolbgico social: la familia y la sociedad patriarcal La rebelign femioic. ta y el cuestionamiento de la naturalidad de los roles le ssénero resultan ta: oinenagantes para el pattiarcado precisi® ente por esia razSn-qporque desestabilizan supuestee tap damentales (como la nocidn de ser mitades) y destinos socia les obligados ¢ idealizados: sobre todo, cuestionan el papel de madre-esposa tradicional somctida alos designios del patie. esposo que detenta privilegios silo por ser varon La apropiacién realizada sobre el discurso amoroso se debe entender como una opcracién central de la-osganiea. on pattiarcal. La nacién del. amor como compleinentaria dad natural de sexos y de zéneros es una nocidn fundamen, falideltheterosexisme. 12 historia de esta apropiacion esta bor excribitse. pero resulta por dems evidente. (Bl aiio® wy ineUIGTinexistente o cspreciablc SAFaveINha patriareal SGSUUFERIMEH UE infeicainbio de-rMuyjeres y con clo de ae mulacion de propiedades y alianzas durante muchos siglos ‘Rubin, 1975) aparece en lavhistoria de occidente. én. un momento determinado conio un espacio de libertad y auto. noma reclamado de los jévenes hacia los padies. que en Poco tiempo es reinsertado de nuevo en la Kigica de genera ¥ poder dominantes. tl discurso del amor hegeménico es un ISGURSD queaccincide en las dicotomias de género y que anuneialtinalyWita ve, (con todo y sus ejemplos de rebeliia Aue fungen dentro del sistema como moralejas (@UEGUAIGIGe (alfaitiliaipattiareal, que ya no es lo que fue: unidad de pro, duccién (en el Capitalismo se convierte en unidad de consu- ‘01, pero que pretende ser otro tipo de unidad a través del discurso amoroso: unidad psiquica y unidad deseante, com plementaria y plegada en sf misma. : La mascendencia de esta apropiacién heterosexista dei discurso amoroso es evidente cuando se intentan legitimar uniones no heterosexuales en cl plano de los derechos civi- SRC, les. Aunque el discurso reproductivista del matrimonio sigue sienido usado como argumento: ¥el fin del matrimonio es tener hijos, por eso es definido y protegido legalmente”, pa rechazar cualquier extensin de los mismos derechos a unio- ne del misino sexo (un discurso que seguir perdiendo peso conforme avance el controt de la fecundidad y otro modelo de parcja), la disonancia de género y amorosa que ptovocan las uniones del mismo sexo en cl imaginario dominante (aunque cada vez picrda més terreno frente a las luchas del movimiento LGBT) juegan un papel {undamental. En este imaginario, el amor es un asunto no slo de hombre y mujer, también es un asunto de masculino y femenino que se com- plementan, que se distribuyen papeles emocionales y labora- les en el mbito doméstico, en fin, que se distribuyen tam- bién de manera inequitativa la autoridad y el poder. E dis- curso heterosexista del amor incluye todo esto. La disonancia de las umtones del mismo sexo frente al discurso del amor heterosexista estriba en concebir a dos hombres destinados socialmente a tener autoridad o a dos es destinadas a servir, a establecer un vinculo de unién, de complementariedad, de parcja, a acompaiiarse en una unidad de solidaridad y cuidados mutuos, incluso en una unidad reproductiva con hijos/as biolégicos de alguno de los miembros de la pareja o adoptados. (@aqaisoHianiGia amorosa de las parejas del misino sexo frente al patriarcado tiene que ver con el subtexto de género del discurso del amor y de la pareja matrimonial en el patriarcado, la cudl concibe hombres y mujeres en papeles distintos y en relaciones de guales, de poder. En la nocién de familia del discurso heterosexista dominante este aspecto de la divisin de papeles de género de poder entre hombres y mujeres es de supreme importan- cia. La defcnsa del modelo de familia heterosexual y vl alan de deslegitimar a las familias homosexuales ademés de recla- ‘mar la supuesta superioridad de la hcterosexualidad como. Unica sexualidad natural danibicn suele recurrir a la idea del mejor interés de los menores, bajo el argumento de que slo en la familia heterosexual podran aprender los roles de ‘géne- ro naturales segtin su sexo, a través de la imitaciin de los papeles diferenciados entre mama ¥ papa. Esto es, el discur- so heterosexista de la familia se presenta como la_mejor garantia de reproduccidn del integrismo de género. @Bitrata no s6lo pues, de un discurso homotdbico, sino profunda menie sexista ES por eso que dos movimientos que lucharl Por el reconocimiento de jas uniones del mismo sexo han emprendido como parte de su lucha el reconcimiento de los distintos tipos de familia en condiciones de equidad, este incluye tanto a las tamilias homoparentales (constituidas Por Parejas del mismo sexo), como a las familias monoparenta- les, unipersonales, ctcétera. A su Yez, este Intrincado nexo: entre el sexismo y la hamofobia ‘os muestra la 76nd fondo de la alianza social. cultural y politica necesaria entre los movimientos feministas y los inovimientos de la disiden. cia sexual y de género. Nociones novedosas de pareja y de amor, como el amor @onllayente: que ia sociologia considera como una forma de amor novedosa con sus valores de cquidad y comunicacion frente a las formas de amor roméntico basadas en la ideal zacin y el binarismo de género @n6illa Vittlid le fungir como alternativas a modelos que son incapaces de incorpo- rar las aspiraciones de equidad de las mujeres y de un niime. ro creciente de varones y los nuevos valores democrdticos (Giddens 1992). El amor concluyentc ean SHiGnfasis en la conflucncia de proyectos personales, Ja solidaridad y el acompanamiento, en detrimento de las tdentidades de géne- fo diferenciadas se convierte en un discufs6 poderoso sobre cl amor y la pareja quesVai@SiS) imperceptiblementersir-ee quiere. minando cl prestigio simbélico de los modelos de Ss RI idad de pensar en parejas de sexos y géneros distinios a heterosexista, lo mismo que en otras formas de constuir las ic mésticas. Sal ate cue podamos hacer desde el feminismo, desde el trabajo con varones desde una perspectiva de géne- ro o desde la postura de la ~ icrati a m de la eae ie dicando la no-violencia, la equidad y los derechos de abre las puertas simbélicas, al mismo tiempo, a otras formas de amor no heterosexistas ni androcentristas. Dicho de ove manera, las historias de amor tradicional, en la medida en. ‘que naturalizan @lamioreomo li fenémeno de complemens tariedad sexual. de género y er6tic, contribuyen a cimentar el heierosexivno y elandrocentrismo y obstaculizan el avan- ce de la legitimacibn de las relaciones amorosas entre perso nas del mismo sexo. +b, Homofobia y heterosexisme: el silencio sobre el amor entre perso- ‘nas del mismo sexo El nexo naturalizado del discurso amoroso con el heterose- Stfmalv alse ban olenaadnalvisnalcacontydcleie'° social, cultural (simbdlico) y politico en occidente del fend: meno amoroso entre personas del mismo sexo biol6gico (qué decir de la posibilidad de amar indistintamente a aba y SGUJEPES)HEsta falta de visualizaci6n no cs inocua, @partede una tecnologia de poder homofobica que va de la mano con Ja construccién misma de la homosexualidad como identidad radicada en el sexo. Desi las tecnologia de poder moderns Qa xualidad se configura con relacion a su sexo, no con relacién ‘au dimension amorosay Fsta reduccion de Ta hi dad a la préctica sexual ha sido una de las tenazas centrales de las ideologias patriarcales, una tenaza invisible dB5GUGD modemo sobre la experiencia homoerdtica se consiruve. dice Foucault (1988), al construir un personaje con relaciin @/una pkictica Sexual, un personaje que se dcline por su sexualidad, que es metonomizado por un eje diacritico: “con quien tienc coito” @ipariiede 1oleual $e 16 obligalacontlrait una identidad, un estilo de vida ¢, mcluso, una politica, $u compleja humanidad se esfuma y aparece en cl imaginariv colectivo, inclusive en el imaginario de muchos que se iden- can a si mismos como homosexuales, @Sm0 Mn Ser Gelini- @ por un deseo sexual especifico, (HRISG}HOR Ta SERUAI? GSGHASEABIB “un hambriento de sexo", Cabe mencionar duc esta sexualizacion ocurre histéricamente tanto con rela ci6n a la homosexualidad entre varones como entre mujeres. La lesbianidad se convierte en el imaginario patriarcal en un asunto de frotamiento de genitales, de clitoris monstruosos y leseos incontrolables: de esta manera, (@uhomOfObia inipe. ante pretende convertir el vinculo amoroso entre dos muje- es en una pretensién imposible (“pues el falo no esta pre- sente y por lo tanto no hay sexo"), en una experiencia ridi- cula o en un hecho socialmente irrclevante. Pero cl nexo de dos mujeres vinculadas amorosamente en solidaridad y en cconomia doméstica @O)s6lONrecuerda lo prescindible Wel pene para ¢l placer erético, sino que amenaza el privilegio y el poder masculino por antonomasia, esto cs, e falo, basado en el control de los cuerpos sexuales, reproductives y-labo- rales de las mujeres. cn e! marco de una imidad doméstica ‘adicionsl, eso que cl feminismo llam6 memorablemente “cl tafico de mujeres entre los hombres” (Rubin, 1975). El vin- culo amoroso entre dos snujercsS@SaUianaelalposibiidae, de una comunidad de mujeres y, por lo tanto, de na rebel- dia al orden patriarcal. simismo, el vineulo amoroso de dos varones recuerda el potencial solidario de los varones, ur poten que no ee gue pasar Fo a competent que tanto fomenta ia soceded-eapialists, ot por Thorn dad de los privilegi tados,?* un potencial que no teme al oy tacto corporal y emocional y se interesa en el otto y sus sean reduccién de los sujetos a su sexualidad no a ine cx, es parte de i ere de poser neterosexa, ist mente, este efecto de poder tiene que ver Com ae 7 a dominantes restrictivas y mortificantes alrededor 7 a sexualidad que construyen el concepto 7 Levies oa sexual, que prescriben los usos de los curpos la disposicon Se a energia ibiina(ineluyendo Ta Wibido cll Fs por ep que nosso los vanes ¥ mujeres homosexuals 35758 mzaers se vuelven sospechosos, sito también ls mujeres jue se apropian de yexpreson su deseo en pristias hetero sexuales, llamadas por la medicina decimonénica nit il nas. Lo mismo sicede com varones y mujeres que tems 2 conducts qe n0 suserten el sexo genital, onsen y teprodietiv. Sin embargo, ninguna de fos perSORAS PO” dics en ese hotizonte de saber poder como to Hamera ‘Michel Foucault, fue tan perdurable como “el 0 la for oe “ol In persona que Hee felaciones sexual com alguien de su mismo sexo. Su trasgresién esta dada ee a ese interés por alguien de sui mismo sexo, sino por la bisa « ee esta posciin paradigmatica dela homosexal- dad com relia la sesaldad no eeproductiva por ss concomitante sexualizacion y patcogizacion, que (ERR contra el estigma homosexual ha ido de ia mano os contra el estigma hacia la sexualidad en general y a estigna hacia a sexuaidad no ceproductiva, no genaliada en particular (de allf el vinculo central con el femit oa Luego pues, la reduccién de la homosexualidad a la sexuali- dad (en el sentido mas limitado del término: genitalidad) trajo consigo la lucha contra el estigma sexual y contra el placer como valor, contra eso que se Hamé: “la represion sexual”. Una vez que esta hucha se ha ido ganando, se empie- van a visualizar los otros dispositivos de poder que surgicron a la par de la construccién de la identidad homosexual, la ya mencionada no visualizacién del fenémeno amoroso y, el més oculto y duradero: el binarismo crético. Antes de pasar a 0s ‘A manera de ejercicio de reconocimien- to de esta diversidad de posibilidades de construcciin de Parejas, y siguiendo las variantes propuestas por Michel Dorais (1999; 114), aunque en este caso aumentadas a par: tir del reconoe de la intersexualidad (construida arti- ficialmente como unidad, pues s6lo trato dc ¢j c podemos encontrar las jos hombres masculinos, dos hombres andréginos, dos hombres femeni: dos mujeres femeninas, dos mujeres andréginas, dos mujeres masculinas, dos intersexuales masculinos, dos inter- sexuales fe oan hombre mascu- lino y hombre femenino, hombre andrégino y hombre mas- culino, hombre femenino y hombre andrdgino, mujer feme- ina y mujer masculina, mujer andrégina y mujer femenina, mujer masculina y mujer andrégina, intersexuial masculino ¢ interscxual femenino, intersexval andrdgino ¢ intersexual | masculino, intersexual androgino ¢ intersexual femenino.@) masculino y mujer masculina, mujer androgina y bombre andrégino, hombre femenino y mujer femenina, hombre masculino ¢ imersexual masculine, mujer masculina € intersexval masculino, mujer femenina ¢ intersexual feme- nina, hombee femenino ¢ intersexual femenino, hombre andrégino ¢ intersexual androgino, mujer andrégiv: intersexual andrégino. Srrpereg erm reneasiey ates a : Try mire arin, fer feeninaeinersexua a mojer femenina c intersexval femienina,, mujer na y hombre masculin, mujer androgina ¥ hombre femenino, mujer androgina ¢ intersexual masculino, mujer androgina e intersextalfernenina, mujer masculina y hotn- bre femenino, mujer masculina y hombre andrdgino, mujer masculina ¢ intersexual fermenino, mujer masculina € sextal andrégino. simismo, nos abre la puerta para como a val supuesto que se trata incluso de an srietios de organizacidn aquellos que han sido privilegiados por el sistema sexista, Ciertamente *GGHOSTORrOSeri"enios eT rata asimismo de un ejercicio que no inchiy personas vinculadas amorosamente de manera clara, cons- ciente y comprometida " ¢ Homofobia y heterosexismo: el binarismo erético Los discursos homofébicos y heterosexistas, como buena parte de las politicas de identidad construidas desde los movimien, fs tsmm, ham tendo Ta descfosiuada (cinevitable?) coined dencia en una vision binaria, dicotmica e integrista del de- 8€0 erotico: 1a polarizacién de los descos ¢ idemiidades hete. rosexual y homosexual. Una vision que, no obstante, @ Guestionadaesde su aparicion en el campo de las identi des sexuales en Occidente. 5 a FORATTSEED sciiata que lat construccién del perso- ajSIROMOSERHA!. como idemtidad que seliere-seimnasupues. tw naturaleza. es central en la construccidn de las moderna tecnologias de poder alrededor de la sexualidad y el cuerpo en general. Asimisiio vs iste gueganiecrcn eee poder @iHsisteh mas queel elactorrepresivo (cl decis no, o €n la prohibicién) @GeliablaMdelGlera maneraben cl cys cle la (ietiealhomoerstica, en ct hablar de cliad@oRiGnins Patologia, un desorden del cuerpo, un problema psiquico o mental, un problema social, wa natu: raleza de un personae, cl homosexital, para, al mismo tiempo, obrar sobre él de clon, ta manera: psicoterapia, tratamientos hormonales, conting. mientos psiquidtricos, electroshock, programas de teeduca. ién, clases de deporte o trahajos forzados. Esta manera de hablar de la homosexualidad implica un@@iiBiG/Padicallen la manera de concebir una practica sexual. De un acto pecarni- noso de una persona cualquiera, se convierte en una expr, sion de un personaje especial 11 sodomita de los discursos eliglOSOS dice Foucault era alguiereqguescometia un actof@h homosexual del discurso médica mademo (y para el castle Care (GMIRDISHASPOMCMONACAIONMIM, segiin Marie-Jo Bon - net) es tuna especie, un ser diferente. Diferentes estudios nos demuestran (Katz, 1996; Chauncey, 1994; Fuss, 1991; Butler, 1990) que la creacién de la homosexualidad como identidad sirvi6, en la economia simbdlica del patriarcado, para estabilizar a la heterosexuali @ad, identidad novedosa dentro del régimen sexual y de genero moderno, (Ea) KOMOsexUalidad como iaentidad eange Gn) papel|delotredad, que en el ambito simbolico y psiquico ayuda a construir las fronteras simbélicas y psfquicas de la heterosexualidad y ciertamente también de la hombria 0 dentidad masculina Kimmel y Messner, 1995). daa dieotor mia heterosexualidad-homosexualidad (como las dicotomias macho-hembra y masculine-ferenina) se convierte asi en una dicotomia estabilizadora del sistema sexo-género. La rei vindicacién de la homosexualidad, como identidad y no como practica, tiene el paradsyico efecto de estabilizar e in- cluso consolidar los bordes de la heterosexualidad como identidad sexual, presumiblemente homogénea, coherente, €errada) La heierosexualidad se define asi por lo que no es: la homosexualidad, la cual, por su parte, es definida por los discursos homofdbicos dominantes.° Esta misma dicotomia es la que subyace en el uso del término diversidad sexual para referirse a la otredad de la heterosexualidad. 1:s una dicotomia heterosexista, pues (a homoscxualidad sirve como elemento de contraste para cimentar la nocién de la superioridad de la heterosexualidad en Ia jerarquia de las sexualidades pero tambicn, porque produce un efecto simbolico de homogeneidad, coherencia y unicidad que no tiene en si misma, Por esta taz6n, (REO atinyelwieterosexismo, no basta con representar de otra manera la homosexualidad, aunque es necesario, (Hayiahe ir al fondo del dispositivo de poder y @ispatarllaleonstruccion misma del binarismo erético como dos 1 tes, opuesias, homogéneas en si mismas, El binarismo heterosexual-homosexual es una cons. truccién social, es una manera de querer ordenar ta comple ja realidad del deseo erético y de ajustaria a particulares ide. ogias sexuales y de gener. a realidad sobre las capacia, des eréticas humanas y sobre daiiVersi@aeide Iaaviveliedl erotica nos muestra que las categorias de identidad son ina. Aecuadas. Los planteos te6ricos del psicoanalisis freudiann y Jas evidencias que aporta nos permiten seiialar que, més ally del intento de cncasillar el erotismo, (@lGHERBalerGHieS le expresa de manera polimoria y perversa en todas las perso nas, es decir, que puede asumir como objeto de deseo cual, duier ser y objeto y que impulsa la biisqueda del placer, no un instinto reproductivo, aunque la reproduccién sea una Posibilidad o un resultado buscado 0 fivolumtario. Todos Somos bisexuales, seftala Freud, al menos en nuestro poten cial humano, El deseo homosextial existe, dice, porque es una posibilidad humana @@RGue todas laslpersOhas. heros hecho alguna vez una cleccién del objeto de deseo homose. xual, aunque sea en nuestro inconsciente, sciiala este etter (Freud, 1962: 11). La homosexualidad y la heterosexualidad como ident dades erdticas homogeneas, coherentes, estables, son fiecio. hes culturales, producto de una labor social de consiruceion dlc identidades. Lo que se quiere decir con esto, no ¢s quie no existan los deseos y las prdcticas homoerdticas 0 hetcroersti. cas, © que no existan incluso como preferencias, sino, mas bien, que estos deseos y practicas, ¢ incluso preferencias, no €xisten con la unicidad, coherencia, homogeneidad y estabi. dad que se/pretende” Astinismo, lo que se quiere decir es ue GEPREIENSIOD con sus efectos sobre los cuerpos y los descos (y sus concomitantes represiones, incapacidades- mies dlos y sospechosos olvidos (@iehelumia historia personel igedd alidades excluyen- STSSRHRTONSSOSTESUEHH. En fn, to que eso mpi como gayo lesbiana hati post biltado la Tormacién de grapos vy movimientos, aleu que dificilmente se podria haber realizado con términos corns Personas con précticas homoer" @laSaeHtiGaaes Bay) 5 Au, vansgenero o bisezual. por su-parte, pueden Sea siendo utilizadas coerce en Epoeilde aa e 3 a cConsiruir agenites politicos, pero due el ioriaoate caltura al coal anita es a0 hos cate ea eee SS nozcamos la diversidad afectiva y sexual entre y der las personas,

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