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ALA DE CASACIÓN CIVIL

Exp Nº AA20-C-2010-000658

Ponencia del Magistrado: A.R.J..

En el juicio por prescripción adquisitiva, iniciado ante el Juzgado Primero de Primera


Instancia en lo Civil, Mercantil y Bancario de la Circunscripción Judicial del Estado Carabobo,
por las ciudadanas A.L.B. y A.C.B.M., representadas judicialmente por el abogado F.M.B.,
contra BORDONES Y COMPAÑÍA SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA,
representada judicialmente por el abogado J.M.B.S.; el Juzgado Superior Segundo en lo
Civil, Mercantil, Bancario, Tránsito y de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la
mencionada Circunscripción Judicial, conociendo en apelación, dictó sentencia el 9 de junio
de 2010, mediante la cual declaró parcialmente con lugar el recurso de apelación
interpuesto por la parte demandante del juicio, parcialmente con lugar la demanda por
prescripción adquisitiva, por vía de consecuencia, modificó la sentencia dictada en fecha 1
de junio de 2009, por el Juzgado Primero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y
Bancario de la Circunscripción Judicial del estado Carabobo, y declara “…a los sucesores de
la finada A.C.B.M., ciudadanos A.G.B. y Napoleón Guidice Bordones, propietarios por
prescripción adquisitiva de la casa y el terreno sobre el cual está construida…”, y ordenó la
protocolización de la decisión una vez quedara firme, en la Oficina de Registro Público de
Primer Circuito del Municipio V. delE.C..

Contra el referido fallo de alzada, anunció recurso de casación la representación judicial de


la parte demandada, el cual, una vez admitido, fue oportunamente formalizado e
impugnado. No hubo réplica.

Concluida la sustanciación del recurso y cumplidas las formalidades de ley, esta Sala pasa a
dictar sentencia, bajo la ponencia del Magistrado que con tal carácter suscribe el presente
fallo.

RECURSO POR DEFECTO DE ACTIVIDAD

Con fundamento en el ordinal 1° del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil, se


denuncia la infracción del artículo 243 ordinal 4° ibídem, por incurrir en contradicción en los
motivos.

Por vía de fundamentación el formalizante expresa lo siguiente:


…En efecto, en la sentencia objeto del presente recurso, se lee:

…Omissis…

De la transcripción anterior queda evidenciado que la parte actora solicitó que se le declarara
propietaria de la casa y el terreno en la que se encuentra construida, cuya ubicación y linderos se
han descrito ut supra, pero la recurrida al constatar que parte de dicho terreno había sido vendido
a unos terceros, hace la salvedad que la usucapión no puede prosperar sobre la totalidad del
terreno sino sobre la casa, y la parte el terreno que no se vendió, y no obstante ello (sic) a
continuación declara que la parte actora adquirió por prescripción la casa y el terreno en la que
está construida, señalando como linderos los mismos indicados por la actora en el libelo de la
demanda, lo cual pone en manifiesto una contradicción irreconciliable en los motivos que se
destruyen unos con otros, que constituyen el vicio de inmotivación, pues si con anterioridad había
declarado que no operaba la usucapión sobre todo el terreno, por haberse vendido una parte, mal
podía declarar después que había operado la prescripción adquisitiva sobre la casa, y el terreno en
que está construida señalando como linderos los mismos indicados por la parte actora en su libelo
de demanda, es decir sobre la totalidad del terreno.. (sic).

En este sentido la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia, en sentencia N° 0052,
dictada el 7 de julio de 2005, asentó:

…Omissis…

En razón de lo expuesto solicito que se declarada (sic) CON LUGAR la presente denuncia…

(Subrayado del formalizante).

Para decidir, la Sala observa:

El formalizante alega que el juez de alzada incurrió en motivación contradictoria, pues por
una parte decide que no hay derecho a usucapir el terreno, y al final declara la prescripción
adquisitiva del terreno y de la casa, con lo cual incurrió en la infracción del artículo 243
ordinal 4° del Código de Procedimiento Civil.

De los requisitos formales que debe contener toda sentencia, previstos en el artículo
243 del Código de Procedimiento Civil, se encuentra en cuarto lugar el referido a la
motivación, es decir, los motivos de hecho y de derecho que deben sustentar y
fundamentar toda decisión.

La motivación de la sentencia, se encuentra constituida por el conjunto de razonamientos


lógicos, expresados por el juez al analizar los hechos alegados y probados por las partes y
subsumirlos en las normas y principios jurídicos que considera aplicables al caso. El
cumplimiento de este requisito es necesario para que las partes puedan comprender las
razones del fallo, para que queden convencidas que lo decidido es objetivo, justo y no
arbitrario, y en caso de desacuerdo, obtener el control de la legalidad de lo decidido,
mediante el ejercicio de los recursos pertinentes.

No obstante, no debe confundirse la falta absoluta de fundamentos con aquellos que sean
escasos o exiguos, por cuanto éstos últimos no configuran el vicio de inmotivación, como
tampoco lo constituye la falta de señalamiento de las normas aplicables al caso concreto.
Así lo ha establecido la Sala en sentencia Nº 83 de fecha 23 de marzo de 1992, y reiterada
en sentencia de fecha 13 de marzo del 2007, caso: J.A.A. contra Corp Banca C.A. Banco
Universal.

Asimismo, esta Sala ha señalado en sentencia N°34, de fecha 4 de marzo de 2010, caso:
E.C.L.D., contra la sociedad mercantil SEGUROS CARACAS DE LIBERTY MUTUAL, C.A. que el
citado vicio de inmotivación puede configurarse a través de las siguientes modalidades:
…a) Cuando los motivos son tan vagos, generales, inocuos, ilógicos o absurdos que impiden
conocer el criterio jurídico que siguió el juez para dictar su decisión; b) Cuando en la sentencia hay
una falta absoluta de motivos tanto de derecho como de hecho; c) Cuando surge una contradicción
entre los motivos y el dispositivo, y; d) Cuando hay una contradicción en los motivos, que es lo
ocurrido en el presente caso…

. (Vid. Sentencia de fecha 20 de diciembre de 2006, caso: Inversiones Longaray C.A, contra
M.S.V.). (Negritas de la sentencia).

Al respecto, la Sala ha indicado que “...la motivación contradictoria, como ya se señaló,


constituye una de las modalidades de inmotivación del fallo y se verifica si los motivos se
destruyen unos a otros por contradicciones graves e irreconciliables, generando así una
situación equiparable a la falta de fundamentos y ello conllevaría a la infracción del ordinal
4º del artículo 243 del Código de Procedimiento Civil...”. (Vid. sentencia de fecha 3 de mayo
de 2005, caso: M.A.R.T., contra M.E.Q.C.). (Negritas de la sentencia).

La Sala en el presente caso, reitera los precedentes jurisprudenciales y reafirma que la


contradicción entre los motivos del fallo ocurre cuando el juez establece en una misma
decisión, dos razonamientos que entre sí se destruyen o desvirtúan, generando un estado
de confusión, que indudablemente trae como consecuencia que el fallo carezca de
fundamentos y, por ende, se configure el vicio de inmotivación establecido en el ordinal
4° del artículo 243 del Código de Procedimiento Civil.

En el caso examinado, como bien se señaló ab-initio, el formalizante denuncia el vicio de


motivación contradictoria, supuestamente existente entre dos considerandos de la parte
motiva de la recurrida.

Al respecto, y tomando en consideración los señalamientos de la denuncia formulados por


el recurrente, la Sala observa que la sentencia de alzada textualmente estableció desde el
folio 211 al 213 de la 3era pieza del expediente, lo siguiente:

…CONSIDERACIONES PARA DECIDIR

La pretensión de la parte demandante consiste en la declaración a su favor de propiedad


por prescripción adquisitiva, de un inmueble que afirma haber poseído por más de veinte
(20) años en forma pacífica, continua, ininterrumpida, pública, inequívoca y con intención
de tenerla como propia, constituido por una casa y su solar, identificado con el Nº 86-73
ubicado en la parroquia San B. del municipioV. del estadoC., y cuyos linderos generales son
los siguientes: Norte: que es su frente con calle Comercio; Sur: con casa y solar que son o
fueron de J.M.M.; Este: con casa que es o fue de M.R. deA.; y Oeste: con calle Uslar.

La propiedad de la casa es un hecho admitido por ambas partes en la presente causa,


quienes afirman pertenece a la sociedad mercantil Bordones y Compañía S.A.

La parte demandada por su parte rechaza que a las accionantes les corresponda el derecho
de adquirir la propiedad del inmueble en litigio por usucapión, con fundamento en los
siguientes argumentos:

Que la sociedad mercantil Bordones y Compañía S.A., siempre ha realizado actos de


administración y disposición sobre el inmueble de su propiedad objeto de la presente
controversia, y en este sentido, el 23 de julio de 1973 dio en venta al ciudadano E.P.S., el
solar que formaba parte dicho inmueble y sobre el cual también pretenden las
demandantes adquirir la propiedad por prescripción adquisitiva.

Que las demandantes ciudadanas A.L.B. y A.C.B.M.; son simples detentadoras del inmueble
en litigio, por cuanto al comienzo lo han ocupado como hijas del causante común
ciudadano N.B., quien además era padre de la totalidad de los integrantes o accionistas de
la sociedad mercantil Bordones y Compañía S.A.

Y que después del año 1.972 han ocupado el inmueble porque entre la sociedad de
comercio Bordones y Compañía S.A., y las ciudadanas L.B. y A.C.B.M., existe un contrato
verbal de comodato y en virtud de ello, se encuentran obligadas a cuidar del inmueble
dado en préstamo, así como al pago de los servicios de agua, electricidad, aseo y demás
servicios públicos necesarios.
Expresa que las demandantes han sido y siguen siendo simples detentadoras de dicho
inmueble, pues, siempre han estado en conocimiento de que han poseído en nombre de
otro, ya que su representada lo que ha hecho es tolerarlas, en gracia de que son hermanas
de la totalidad de los accionistas de su representada, amén de que han estado en
conocimiento de los actos de administración y disposición que sobre dicho inmueble han
venido realizando tanto su común causante, N.B., como su representada. Y que la sociedad
de comercio Bordones y Compañía S.A., nunca ha tenido oposición alguna por parte de las
demandantes, cuando vendió el deslindado solar e hipotecó la casa, lo que realizó fueron
actos de verdadera posesión sobre el inmueble en cuestión.

Para decidir esta alzada observa:

La prescripción latu sensu está prevista en el artículo 1952 del Código Civil que dispone: “La
prescripción es un medio de adquirir un derecho o de libertarse de una obligación, por el
tiempo y bajo las demás condiciones; determinadas por la Ley.”

El autor Gert Kummerow define concretamente la prescripción adquisitiva como el Modo


de adquirir el dominio y otros derechos reales por la posesión a título de dueño durante el
tiempo regido por la Ley. (Obra citada: Bienes y Derechos Reales, quinta edición, pág. 315).

Por su parte, el artículo 1977 del Código Civil, dispone:


Todas las acciones reales se prescriben por veinte años y las personales por diez, sin que pueda
oponerse a la prescripción la falta de título ni de buena fe, y salvo disposición contraria de la Ley.

Como se observa, el elemento constitutivo de la prescripción adquisitiva o usucapión es la


posesión, y la característica general es el transcurso de un determinado tiempo.

Asimismo, para la consumación de la prescripción adquisitiva, la normativa contenida en el


artículo 1953 de la ley sustantiva civil exige como constante la posesión legítima de la cosa
sobre la cual se pretende adquirir el derecho real, debiéndose entender la posesión
legítima como la define el articulo 772 eiusdem, aquella que es continua, no interrumpida,
pacifica, pública, no equívoca y con intención de tener la cosa como suya propia.

Resultando concluyente, que para adquirir por prescripción la propiedad sobre un inmueble
se requiere que el demandante haya ejercido sobre él, la posesión legítima por el
transcurso de veinte (20) años.

Con las constancias de residencias emitidas por la Prefectura de la Parroquia San B. delM.V.
delE.C., insertas a los folios 30 y 31 de la segunda pieza del expediente, que este juzgador
valoró, quedó demostrado que las ciudadanas A.L.B. y A.C.B.M., se han residenciado en el
inmueble objeto de controversia por más de sesenta años, por lo que en el caso sub iudice
se encuentra demostrado que las demandantes han tenido la posesión en forma continua e
ininterrumpida y que se encuentra satisfecho el lapso requerido para usucapir. ASI SE
ESTABLECE.

Resta por determinar si la posesión ejercida por las demandantes sobre el inmueble
constituido por una casa y solar ubicada en la calle comercio Nº 86-73 del municipio (hoy
parroqui

1. San Blas, del distrito (hoy municipio) V. del estadoC. fue una posesión legítima, siendo
este el quid de la presente causa, toda vez que la defensa de la parte demandada se
fundamentó en el argumento que las demandantes son simples detentadoras del
inmueble en litigio.
En el caso sub litis, la parte demandada delata que las accionantes no han tenido la
posesión legítima del inmueble objeto de la presente querella, en un primer término
por cuanto aduce que la propietaria del inmueble, esto es, la sociedad de comercio
Bordones y Compañía S.A., siempre ha realizado actos de administración y disposición
sobre el mismo, por lo que, en atención a la carga probatoria que instituye el artículo
506 del Código de Procedimiento Civil, el cual impone que las partes tienen la carga de
probar sus respectivas afirmaciones de hecho, debe este sentenciador verificar a priori
que tal circunstancia fue demostrada por la parte demandada.

La representación judicial de la sociedad mercantil Bordones y Compañía S.A.,


menciona en su escrito de contestación a la demanda, los actos de administración y
disposición que alega haber realizado sobre el inmueble identificado con el Nº 86-73
ubicado en la parroquia San B. del municipioV. del estadoC., en los términos siguientes:
…N.B., desde que adquirió dicho inmueble, siempre tuvo, y mantuvo la posesión, dominio y
disfrute del mismo, inclusive la disposición, hechos estos que se materializan de la manera
siguiente:

a) Aportación que hace nuestro [su] causante común, N.B., al capital social de mi [su]
representada, según consta del documento antes citado, de fecha 28 de noviembre de 1972,
acompañado al presente escrito, marcado con la letra ‘G’;

b) Del recibo de pago No. A-071735, por concepto de Impuesto Inmobiliario, al Concejo
Municipal del Distrito Valencia, hoy Alcaldía del Municipio Valencia, del Estado Carabobo, de
fecha 22 de enero de 1976…

…(omissis)…

c) Del recibo de pago No. B-101315, por concepto de Impuesto Inmobiliario, al Concejo
Municipal del Distrito Valencia, hoy Alcaldía del Municipio Valencia, del Estado Carabobo, de
fecha 22 de enero de 1976…

…(omissis)…

d) De la participación dirigida al ciudadano Director de Catastro Municipal, del Concejo


Municipal del Distrito Valencia, hoy Alcaldía del Municipio Autónomo Valencia, del Estado
Carabobo, de fecha 17 de octubre de 1979…

…(omissis)…

e) Del informe de consumos facturados de la Empresa ELECTRICIDAD DE VALENCIA


(ELEVAL), al cliente NICOLAS BORODNES, NIC1197019, y ASEO U.M., de fecha
08/07/2004…

…(omissis)…

…amen de que han estado en conocimiento de los actos de administración y disposición que
sobre dicho inmueble han venido realizando tanto nuestro [su] común causante, N.B., como mí
[su] representada, tal como se evidencia de los hechos siguientes:

…(omissis)…
b) La venta, que realizó nuestra [su] representada, al ciudadano E.P.S., titular de la cédula de
identidad No. 370.390, del solar a que se refiere el documento anteriormente citado, de fecha
28 de noviembre de 1.972…

…(omissis)…

c) Constitución de hipoteca de primer grado sobre la casa, según consta de documento


debidamente protocolizado por ante la Oficina Subalterna de Registro del Distrito Valencia,
hoy Oficina de Registro Inmobiliario del Primer Circuito del Municipio Valencia, del Estado
Carabobo, bajo el No. 55, Protocolo Primero, Tomo 18, de fecha 29 de noviembre de 1973…

. (Resaltados de esta sentencia).

La norma contenida en el artículo 1977 del Código Civil, consagra el tiempo necesario


de prescripción de las acciones reales, al fijar un término de usucapión de veinte (20)
años; por consiguiente, para que los actos de administración y disposición sobre el
inmueble en litigio tengan el efecto pretendido por el demandado, debieron haberse
realizado dentro de los veinte (20) años precedentes a la fecha de interposición de la
presente demanda, vale decir, entre el 17 de septiembre de 1982 y 17 de septiembre de
2002.

Con las pruebas que cursan a los autos quedaron demostrados los siguientes hechos:

• La cesión del inmueble objeto de la presente controversia constituido por una casa y
solar, a los fines de la integración del capital social de la sociedad mercantil Bordones y
Compañía S.R.L., hecha por N.B. fue realizada el 28 de noviembre de 1972, según
consta de documento cursante a los folios 136 al 146 de la 1ra pieza que fue
debidamente valorado por este juzgador.

• El pago de los impuestos inmobiliarios correspondientes al inmueble objeto de la


presente controversia que hiciera N.B. fue el 22 de enero de 1976, según consta los
recibos que rielan a los folios 240 y 241 de la 1ra pieza que fueron debidamente
valorado por este juzgador.

• La notificación que hizo el ciudadano N.B. al Director de Catastro Municipal,


participándole la venta del inmueble objeto de litigio, tuvo lugar el 17 de octubre de
1979, tal como quedó demostrado con la instrumental inserta el folio 149 de la 1ra
pieza, debidamente valorada por esta alzada.

• La venta de parte del inmueble objeto de litigio, hecha por la sociedad mercantil
Bordones y Compañía S.R.L. al ciudadano E.P.S., fue el 23 de julio de 1973, según se
desprendió de la prueba documental que corre a los folios 157 al 160 de la 1ra pieza, y
que fue debidamente valorada.

• La hipoteca que constituyó la sociedad mercantil Bordones y Compañía S.R.L. a favor


de la ciudadana A.R.A. deT. sobre parte del inmueble objeto de controversia, tuvo lugar
en fecha 29 de noviembre de 1973, tal como quedó evidenciado con la instrumental
que corre a los folios 161 al 165 de la 1ra pieza.

• A pesar que la inscripción catastral no fue valorada por cuanto pretendió demostrar
un hecho no controvertido, la misma es de fecha 23 de noviembre de 1979.
Como se observa, la accionada se refiere a diversos actos de disposición y
administración con relación al inmueble en litigo, sin embargo, resulta evidente que los
mismos fueron realizados, en fechas que datan desde hace más de veinte (20) años
respecto a la fecha de interposición de la presente demanda, que lo fue el 17 de
septiembre de 2002, es decir ninguno de los actos de administración y disposición
alegados fue realizado entre el 17 de septiembre de 1982 y 17 de septiembre de 2002.

La única instrumental de reciente data es el informe consignado al expediente,


contentivo de una relación de consumos facturados a un contrato de servicio eléctrico y
de aseo urbano municipal emitido el 08 de julio de 2004, no obstante, tal instrumento
no se les concedió ningún valor probatorio por no estar suscritos por persona alguna
aunado a que uno solo de ellos se encuentra sellado.

Se reitera que la norma contenida en el artículo 1977 del Código Civil, consagra el


tiempo necesario de prescripción de las acciones reales, al fijar un término de
usucapión de veinte (20) años; por lo que, al no demostrar la parte demandada haber
realizado si quiera un acto de simple administración sobre el inmueble en litigio en el
transcurso de los veinte (20) años precedentes a la fecha de interposición de la
presente demanda, resulta improcedente el alegato esgrimido por la accionada
referente a que la sociedad de comercio Bordones y Compañía S.A., siempre ha
realizado actos de administración y disposición sobre el inmueble identificado con el
Nº 86-73, ubicado en la parroquia San B. del municipioV. del estadoC., Y ASÍ SE DECIDE.

Asimismo, la parte accionada fundamenta su defensa dirigida a desvirtuar la posesión


legítima que se atribuye la parte actora sobre el inmueble en cuestión, en el alegato de
que las ciudadanas A.L.B. y A.C.B.M.; son simples detentadoras del inmueble en litigio,
por cuanto lo han ocupado como hijas del causante común ciudadano N.B., quien
además era padre de la totalidad de los integrantes o accionistas de la sociedad
mercantil Bordones y Compañía S.A.

Sobre este particular es menester destacar que la circunstancia de que el finado N.B.
haya sido el padre de las ciudadanas A.L.B. y A.C.B.M.; en nada incide sobre el fondo de
lo controvertido en el asunto sub examine, toda vez que la propiedad del inmueble
cuya usucapión pretende la actora, pertenece a la sociedad de comercio Bordones y
Compañía S.A., que en atención a lo previsto en el artículo 201 del Código de
Comercio, constituye una persona jurídica distinta de la de los socios, y en la cual las
demandantes no tienen ninguna participación social, tal y como se evidencia del
contenido de la copia certificada del acta de asamblea extraordinaria de accionistas de
la prenombrada sociedad mercantil, que corre inserta a los folios setenta (70) al setenta
y cinco (75) de la primera (1ra) pieza del expediente.

La parte accionada delata que “…las demandantes son hijas, como se afirmó antes, de
nuestro [su] causante común, N.B., y como tal han venido ocupando el referido
inmueble, es decir, como simples detentadoras.”.

Debe precisarse que si las demandantes habitaron en un principio el inmueble objeto


de la presente controversia, con el carácter de hijas del finado N.B., en virtud que éste
era el propietario de dicho inmueble, tal propiedad fue transmitida en fecha 28 de
noviembre de 1972, a la sociedad de comercio Bordones y Compañía S.A., según consta
en documento debidamente protocolizado por ante la Oficina Subalterna de Registro
del Distrito de Valencia, bajo el Nº 38, protocolo tercero.

Al efecto, resulta oportuno destacar el contenido del artículo 774 del Código Civil, que


dispone:
Cuando alguien ha principiado a poseer en nombre de otro, se presume que la posesión
continúa como principió, si no hay prueba de lo contrario.

Esta norma consagra una presunción iuris tantum, que admite prueba en contrario y si
bien, en el caso de marras quedó demostrado con las deposiciones de los ciudadanos
M.E.G. de Maldonado, H.V.M., A.J.N.T. y A.H.D., M.A.C.Z., N.E.G.U., L.F.G.R., J.R.M.P.,
debidamente valoradas por este juzgador; que las demandantes vivían en el inmueble
con su padre; con la prueba documental que contiene la transmisión de la propiedad a
la sociedad de comercio Bordones y Compañía S.A. en fecha 28 de noviembre de 1972,
queda desvirtuada la presunción contenida en la norma in comento, toda vez que mal
podían las demandantes poseer el inmueble objeto de litigio en nombre de su padre,
cuando el inmueble era propiedad de la demandada y además este había fallecido.

Asimismo, argumenta la demandada que después del año 1972 las demandantes han
ocupado el inmueble porque entre la sociedad de comercio Bordones y Compañía S.A.,
y las ciudadanas L.B. y A.C.B.M., existe un contrato verbal de comodato y en virtud de
ello, se encuentran obligadas a cuidar del inmueble dado en préstamo, así como al
pago de los servicios de agua, electricidad, aseo y demás servicios públicos necesarios.
Igualmente a los efectos de desvirtuar la posesión alegada por las demandantes, la
demandada argumenta que lo que han hecho es tolerarlas en gracia de que son
hermanas de la totalidad de sus accionistas. Con este argumento la parte demandada
reconoce que a partir del año 1972, cuando el inmueble pasó a ser propiedad de la
compañía, la posesión no continuó en la misma forma como principió, al alegar
expresamente: “ellas, al comienzo lo hicieron como hijas de nuestro común causante, y
después del año 1.972, como simple comodatarias, es decir, que entre las demandantes
y mi representada lo que ha venido existiendo es un contrato de comodato verbis...”

No existe en los autos prueba alguna, si quiera indiciaria, que demuestre la existencia
del contrato de comodato verbal alegado, así como tampoco se desprende de los
medios probatorios aportados por las partes, alguna que demuestre los actos de
tolerancia alegados, toda vez que la sola existencia del parentesco no los demuestra.

Con las declaraciones rendidas por los testigos M.E.G. de Maldonado, H.V.M., A.J.N.T. y
A.H.D., que fueron debidamente valoradas en esta sentencia, quedó demostrado que
las ciudadanas A.L.B. y A.C.B.M. hicieron mejoras al inmueble y cancelaban los servicios
de agua, electricidad, aseo y teléfono, con su propio dinero, lo que denota el animus
domini de su posesión, vale decir, la intención de tener el inmueble como suyo propio.

Igualmente observa esta alzada que desde el año 1973, después de gravada la casa, la
sociedad mercantil Bordones y Compañía S.A. se abstuvo de ejercer las prerrogativas
que derivan de su derecho real sobre el inmueble, verbi gratia, reivindicación,
manteniéndose inerte y por ende dejando a las demandantes la posesión pacífica del
inmueble.
Como quiera que en el caso de marras, quedó demostrado que las ciudadanas L.B. y
A.C.B.M. habitaron el inmueble en forma continua e ininterrumpida, pacífica y con la
intención de tenerlo como suyo propio, de conformidad con el artículo 772 del Código
Civil, debe forzosamente concluirse que la posesión que ejercieron es legítima, Y ASI SE
ESTABLECE.

Ahora bien, la parte demandada alega que la sociedad mercantil Bordones y Compañía
S.A., el 23 de julio de 1973 dio en venta al ciudadano E.P.S., el solar que formaba parte
dicho inmueble y sobre el cual también pretenden las demandantes adquirir la
propiedad por prescripción adquisitiva.

Que el referido solar tiene un área aproximada de setecientos ochenta y ocho metros
cuadrados (788 Mts2), por lo que considera “…que es insólito, como inconcebible, que
las demandantes no se hayan dado cuenta de dicha venta, la cual transformó, visible y
estructuralmente, los linderos originales del mismo…” y en su escrito de observaciones
a los informes invoca el artículo 778 del Código Civil, que establece: “No produce
efecto jurídico la posesión de las cosas cuya propiedad no puede adquirirse.”

Para decidir esta alzada observa:

Ciertamente, como afirma la demandada quedó demostrado con la documental que


riela a los folios 157 al 160 de la 1ra pieza, que en fecha 23 de julio de 1973, la sociedad
mercantil Bordones y Compañía S.R.L. dio en venta al ciudadano E.P.S., parte del
inmueble objeto del presente litigio, constituido por un solar cuyos linderos y medidas
particulares son los siguientes: Norte: por donde mide veintiséis metros con cincuenta
centímetros y que es su frente con la calle Comercio; Sur: por donde mide veintitrés
metros con cincuenta centímetros con inmuebles que son o fueron de M. delC.B. y T.
deS.; Este: por donde mide treinta y dos metros con casa que es o fue de M.R.A. y
Oeste: con casa hoy de Bordones y Compañía, Sociedad de Responsabilidad Limitada a
la cual estaba incorporado dicho solar. Este lindero Oeste se describe del siguiente
modo: desde donde termina el lindero Norte se prolonga en dirección Sur por doce
metros donde formando un ángulo recto en dirección Este y en línea recta mide tres
metros y desde este punto donde forma de nuevo ángulo recto en dirección Sur y en
línea recta mide veintiséis metros hasta encontrarse con el lindero Sur.

Igualmente, con la inspección judicial, practicada el 17 de junio de 2005 adminiculada


con las declaraciones ofrecidas por los ciudadanos M.A.C.Z., N.E.G.U., L.F.G.R., J.R.M.P.,
quedó plenamente demostrado que en el solar que fue vendido en el año 1973,
funciona un taller denominado “La Casa de los Cardanes” en una edificación tipo
galpón, lo que forzosamente nos lleva a concluir que sobre esta parte del inmueble, las
demandantes no mantuvieron la posesión, si quiera precaria desde el año 1973 en
adelante, por lo que la pretensión de adquirir la propiedad por usucapión, respecto al
solar que forma parte del inmueble objeto de litigio no puede prosperar, Y ASI SE
DECIDE.

En esta sentencia ha quedado establecido:

• que con las constancias de residencias emitidas por la Prefectura de la Parroquia San
B. delM.V. delE.C., quedó demostrado que las ciudadanas A.L.B. y A.C.B.M., se han
residenciado en el inmueble por más de veinte años, lo que denota una posesión
continua e ininterrumpida por un tiempo superior al requerido para usucapir;

• que con las declaraciones rendidas por los testigos M.E.G. de Maldonado, H.V.M.,
A.J.N.T. y A.H.D., quedó demostrado que las demandantes realizaron mejoras al
inmueble y cancelaban los servicios de agua, electricidad, aseo y teléfono, con su
propio dinero, lo que denota la intención de las demandantes de tener el inmueble
como suyo propio.

• Que desde el año 1973, después de gravada la casa, la sociedad mercantil Bordones y
Compañía S.A. se abstuvo de ejercer las prerrogativas que derivan de su derecho real
sobre el inmueble, mas aún no ejerció ningún acto de simple administración,
manteniéndose inerte y por ende dejando a las demandantes la posesión pacífica del
inmueble.

Resultando concluyente, que en el presente caso las demandantes lograron demostrar


que han ejercido la posesión legítima por más de veinte años, específicamente desde el
28 de noviembre de 1972, pero sólo sobre la casa y el terreno sobre el cual está
construida, por lo que resulta procedente la pretensión de prescripción adquisitiva
respecto a la casa y el terreno sobre el cual está construida, ubicada en la calle
comercio Nº 86-73 del municipio (hoy parroqui

1. San Blas, del distrito (hoy municipio) V. del estadoC., situada dentro de los siguientes
linderos: Este, casa que eso fue de M.R. deA.; Oeste, Calle Uslar; Norte, que es su frente
calle Comercio; y Sur, casa y solar que son o fueron de J.M.M., cuyo documento se
encuentra protocolizado por ante la Oficina Subalterna del Primer Circuito de Registro
del Distrito V. delE.C.; bajo el Nº 38 del protocolo tercero, en fecha 28 de noviembre de
1972…”.

De la precedente transcripción de la sentencia recurrida, se desprende que sobre la


parte del terreno donde funciona la “Casa de los Cardones”, en una edificación tipo
galpón, las demandantes no mantuvieron la posesión desde el año 1.973 en adelante,
concluyendo que la pretensión de usucapir se declara sin lugar.

Ahora bien, por otra parte, expone que las demandantes lograron demostrar que han
ejercido la posesión legítima por más de (20) veinte años, específicamente desde el 28
de noviembre de 1972, pero sólo sobre la casa y el terreno sobre el cual está
construida, por lo que declaró procedente la pretensión de prescripción adquisitiva
respecto a la casa y el terreno sobre el cual está construida, ubicada en la calle
comercio Nº 86-73 del Municipio (hoy Parroqui

1. San Blas, del Distrito (hoy Municipio) V. del estadoC., cuyos linderos están especificados
en la sentencia recurrida.

En virtud de estos razonamientos, se evidencia que no hubo contradicción en los


motivos, ya que se refirió a la prescripción y usucapión de dos inmuebles distintos uno
del otro, en consecuencia se declara la improcedencia de la denuncia de infracción de
los artículos 243 ordinal 4° ibídem, por incurrir en contradicción de los motivos. Y así se
decide.

II
Con fundamento en el ordinal 1° del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil, se
denuncia la infracción de los artículos 244 y 12 por incurrir en motivación
contradictoria.

Por vía de fundamentación, el formalizante expresa lo siguiente:


…De la transcripción anterior queda evidenciado que la recurrida incurrió en el vicio de
contradicción al haber declarado parcialmente con lugar la apelación, contra la sentencia
dictada el 01(sic) de junio de 2009, El (sic) Juzgado Primero de Primera Instancia en lo Civil,
Mercantil y Bancario de la Circunscripción Judicial del Estado Carabobo, que declaró sin
lugar la demanda por prescripción adquisitiva, del inmueble constituido por la casa y el
terreno sobre la cual está construida ubicada en la calle comercio (sic) N° 86-73 del municipio
(sic) (hoy parroquia (sic)) San Blas, del distrito (sic) (hoy Municipio) V. delE.C., situada dentro
de los siguientes linderos: Este, casa que es o fue de M.R. deA.; Oeste, calle Uslar; Norte, que
es su frente Calle Comercio; y Sur, casa y solar que son o fueron de J.M.M.; incoada por las
ciudadanas A.L.B. y A.C.B.M., en contra de la sociedad mercantil Bordones y Compañía S.,
(sic) lo cual implica que al declarar parcialmente con lugar la apelación dicha demanda
prospera parcialmente, y no totalmente, y por ello procedía la reforma o modificación de la
sentencia dictada por el Juzgado de Primera Instancia, como lo afirma la recurrida, y no
obstante haber hecho esa declaración se observa que la recurrida en el fondo no hace otra cosa
que declarar con lugar totalmente la apelación, incurriendo así en contradicción, al declarar
que los accionantes adquirieron por usucapión la casa y el terreno sobre la cual está
construida, que es el mismo objetó de la pretensión, al coincidir totalmente sus linderos, con el
señalado en el libelo de la demanda, como se constata de los linderos que indica la recurrida
en la parte dispositiva que transcribe a continuación, o sea el de encontrarse ubicada en la
calle comercio (sic) N° 86-73 del municipio (sic) (hoy parroquia (sic) San Blas, del Distrito
(hoy municipio (sic)) V. delE.C., situada dentro de los siguientes linderos: Este, casa que es o
fue de M.R. deA.; Oeste, calle Uslar; Norte, que es su frente calle Comercio; y Sur, casa y solar
que son o fueron de J.M.M..

…Omissis…

En razón en lo expuesto solicito que se declarada (sic) CON LUGAR la presente denuncia…

. (Subrayado de la Sala).

Para decidir, la Sala observa:

El formalizante alega que el juez de alzada incurrió en motivación contradictoria, pues


por una parte decide que no hay derecho a usucapir el terreno, y al final declara la
prescripción adquisitiva del terreno y de la casa, con lo cual incurrió en la infracción del
artículo 243 ordinal 4° del Código de Procedimiento Civil.

En ese sentido y con el objeto de evitar formalismos inútiles y repeticiones tediosas, la


Sala da por reproducidos los fundamentos esgrimidos en el capítulo I, declarando la
improcedencia de la denuncia, pues no existe contradicción en los motivos expuestos
por el juzgador de alzada en la decisión recurrida, mucho más que decidió
parcialmente con lugar la apelación ejercida.

En virtud de lo antes expuesto se declara la improcedencia de la denuncia, y así se


decide.

III
Con fundamento en el ordinal 1° del artículo 313 el Código de Procedimiento Civil,
denuncia la infracción del ordinal 6° del artículo 243, y 12 ibídem, por incurrir en
indeterminación objetiva.

Por vía de fundamentación el formalizante expresó lo siguiente:


…De la transcripción anterior se desprende que la parte actora solicita se le reconozca como
propietaria, al haber adquirido por prescripción, el inmueble constituido por una casa y su
solar, ubicada en la calle comercio (sic) N° 86-73 del municipio (sic) (hoy parroquia) San Blas,
del distrito (sic) (hoy municipio (sic)) Valencia del estado (sic) Carabobo; situada dentro de los
siguientes linderos: Este: Casa que es o fue de M.R. deA.; Oeste: Calle Uzlar, Norte: Que es su
frente, calle Comercio; y Sur: Casa y solar que son o fueron de J.M.M., y no obstante haber
declarado la recurrida que en fecha 23 de julio de 1973, la sociedad mercantil Bordones y
Compañía S.R.L. dio en venta al ciudadano E.P.S., parte del inmueble objeto del presente
litigio, constituido por un solar cuyos linderos y medidas particulares son los siguientes: Norte:
por donde mide veintiseis metros con cincuenta centímetros y que es su frente con la Calle
Comercio; Sur: por donde mide veintitrés metros con cincuenta centímetros con inmuebles que
son o fueron de M. delC.B. y T. deS.; Este: por donde mide treinta y dos metros con casa que
eso fue de M.R.A. y Oeste: con casa hoy de Bordones y Compañía, Sociedad de
Responsabilidad Limitada a la cual estaba incorporado dicho solar. Este lindero Oeste se
describe del siguiente modo: desde donde termina el lindero Norte se prolonga en dirección Sur
por doce metros donde formado un ángulo recto en dirección Este y en línea recta mide tres
metros y desde este punto donde forma de nuevo ángulo recto en dirección Sur y en línea recta
mide veintiséis metros hasta encontrarse con el lindero Sur, por la que la usucapión solo
prosperaba sobre la casa y el terreno en que está construida, en el dispositivo del fallo omite
indicar las medidas, linderos específicas (sic) del terreno restante en el cual se encuentra
construida la casa, al constarse (sic) que los linderos indicados en el dispositivo coinciden total
y absolutamente con los mencionados por la parte actora en su demanda, es decir, antes de la
venta de parte del terreno, desconociéndose así la superficie, medidas, y linderos del terreno
restante en que se encuentra construida la casa, con lo cual la recurrida incurre en el vicio
conocido como indeterminación objetiva.

…Omissis…

En razón de lo antes expuesto solicito sea declarada con lugar la denuncia de indeterminación
objetiva…

Para decidir, la Sala observa:

Alega el formalizante que el juez de alzada incurrió en la infracción del artículo 243


ordinal 6° del Código de Procedimiento Civil, incurriendo en indeterminación objetiva,
al no identificar el inmueble sobre el cual recae la decisión ni establecer sus linderos.

En este orden de ideas, la Sala, en sentencia N° 182 del 21 de mayo de 2010, caso L.C.
TORROELLA RODRÍGUEZ, contra el ciudadano L.F. GALUPPO MAGNO y la sociedad de
comercio que se distingue con la denominación mercantil INVERSIONES INREP, C.A.,
señaló:
...En relación al vicio de indeterminación objetiva, la Sala, en sentencia N° 11 del 17 de febrero
de 2000, caso M. delC.C. de Santos contra E.J.T.C., expediente N° 99-538, con ponencia del
Magistrado que con tal carácter suscribe la presente, señaló:

La sentencia, conforme al ordinal 6º del artículo  243  del  Código de Procedimiento Civil, debe
determinar la cosa u objeto sobre la cual recae la decisión.
El criterio general que se sigue al respecto, “es que la determinación aparezca directamente
del fallo y no por referencia a otro documento o recaudo fuera del mismo, porque la sentencia
debe bastarse a sí misma, y contener en sí todos los requisitos, menciones y circunstancias que
la ley exige, sin que sea necesario acudir a otros elementos extraños para completarla o
hacerla inteligible”. (Tratado de Derecho Procesal Civil Venezolano. A. Rengel Romberg.
Tomo II. Pág. 277).

La sentencia también debe determinar con toda precisión y exactitud la cosa sobre la cual
versa su dispositivo, por sus caracteres peculiares y específicos, si fuere mueble, o por su
denominación, situación y linderos si fuere inmueble o por su condición causas y constancia si
se tratare de un derecho puramente incorporal.

La doctrina constante y pacífica de la Sala ha establecido que, “…en cuanto al aspecto externo
de la sentencia, el legislador ha sido formalista y su intención es la de que la sentencia se baste
a sí misma y que no sea necesario, por lo tanto, escudriñar en otras actas del expediente para
conocer los elementos subjetivos u objetivos que delimitan en cada situación concreta las
consecuencias de la cosa juzgada”. (Sent. de fecha 7-8-80).

Ahora también, ha dicho la Sala que en los casos en que la cosa u objeto de la sentencia fuere
mencionado en otras partes de la sentencia y no en la parte dispositiva, no hay lugar a
considerar viciada la sentencia por este motivo. (Sent. 20.01.65-26.03.81, entre otras)...

. (Negritas y cursivas del texto).

Tal como claramente se desprende de la doctrina transcrita, no existe el vicio de


indeterminación objetiva si la recurrida establece la cosa u objeto de la sentencia en
otras partes de la decisión.

Ahora bien, para verificar las afirmaciones expuestas por el formalizante la Sala pasa a
transcribir lo pertinente de la sentencia recurrida:

“…CONSIDERACIONES PARA DECIDIR

La pretensión de la parte demandante consiste en la declaración a su favor de


propiedad por prescripción adquisitiva, de un inmueble que afirma haber poseído por
más de veinte (20) años en forma pacífica, continua, ininterrumpida, pública, inequívoca
y con intención de tenerla como propia, constituido por una casa y su solar,
identificado con el Nº 86-73 ubicado en la parroquia San B. del municipioV. del
estadoC., y cuyos linderos generales son los siguientes: Norte: que es su frente con calle
Comercio; Sur: con casa y solar que son o fueron de J.M.M.; Este: con casa que es o fue
de M.R. deA.; y Oeste: con calle Uslar.

La propiedad de la casa es un hecho admitido por ambas partes en la presente causa,


quienes afirman pertenece a la sociedad mercantil Bordones y Compañía S.A.

La parte demandada por su parte rechaza que a las accionantes les corresponda el
derecho de adquirir la propiedad del inmueble en litigio por usucapión, con
fundamento en los siguientes argumentos:

Que la sociedad mercantil Bordones y Compañía S.A., siempre ha realizado actos de


administración y disposición sobre el inmueble de su propiedad objeto de la presente
controversia, y en este sentido, el 23 de julio de 1973 dio en venta al ciudadano E.P.S.,
el solar que formaba parte dicho inmueble y sobre el cual también pretenden las
demandantes adquirir la propiedad por prescripción adquisitiva.

Que las demandantes ciudadanas A.L.B. y A.C.B.M.; son simples detentadoras del
inmueble en litigio, por cuanto al comienzo lo han ocupado como hijas del causante
común ciudadano N.B., quien además era padre de la totalidad de los integrantes o
accionistas de la sociedad mercantil Bordones y Compañía S.A.

Y que después del año 1.972 han ocupado el inmueble porque entre la sociedad de
comercio Bordones y Compañía S.A., y las ciudadanas L.B. y A.C.B.M., existe un contrato
verbal de comodato y en virtud de ello, se encuentran obligadas a cuidar del inmueble
dado en préstamo, así como al pago de los servicios de agua, electricidad, aseo y
demás servicios públicos necesarios.

Expresa que las demandantes han sido y siguen siendo simples detentadoras de dicho
inmueble, pues, siempre han estado en conocimiento de que han poseído en nombre
de otro, ya que su representada lo que ha hecho es tolerarlas, en gracia de que son
hermanas de la totalidad de los accionistas de su representada, amén de que han
estado en conocimiento de los actos de administración y disposición que sobre dicho
inmueble han venido realizando tanto su común causante, N.B., como su representada.
Y que la sociedad de comercio Bordones y Compañía S.A., nunca ha tenido oposición
alguna por parte de las demandantes, cuando vendió el deslindado solar e hipotecó la
casa, lo que realizó fueron actos de verdadera posesión sobre el inmueble en cuestión.

Para decidir esta alzada observa:

La prescripción latu sensu está prevista en el artículo 1952 del Código Civil que


dispone:
La prescripción es un medio de adquirir un derecho o de libertarse de una obligación, por el
tiempo y bajo las demás condiciones; determinadas por la Ley.

El autor Gert Kummerow define concretamente la prescripción adquisitiva como el


Modo de adquirir el dominio y otros derechos reales por la posesión a título de dueño
durante el tiempo regido por la Ley. (Obra citada: Bienes y Derechos Reales, quinta
edición, pág. 315).

Por su parte, el artículo 1977 del Código Civil, dispone:


Todas las acciones reales se prescriben por veinte años y las personales por diez, sin que pueda
oponerse a la prescripción la falta de título ni de buena fe, y salvo disposición contraria de la
Ley.

Como se observa, el elemento constitutivo de la prescripción adquisitiva o usucapión es


la posesión, y la característica general es el transcurso de un determinado tiempo.

Asimismo, para la consumación de la prescripción adquisitiva, la normativa contenida


en el artículo 1953 de la ley sustantiva civil exige como constante la posesión legítima
de la cosa sobre la cual se pretende adquirir el derecho real, debiéndose entender la
posesión legítima como la define el articulo 772 eiusdem, aquella que es continua, no
interrumpida, pacifica, pública, no equívoca y con intención de tener la cosa como suya
propia.

Resultando concluyente, que para adquirir por prescripción la propiedad sobre un


inmueble se requiere que el demandante haya ejercido sobre él, la posesión legítima
por el transcurso de veinte (20) años.

Con las constancias de residencias emitidas por la Prefectura de la Parroquia San B.


delM.V. delE.C., insertas a los folios 30 y 31 de la segunda pieza del expediente, que
este juzgador valoró, quedó demostrado que las ciudadanas A.L.B. y A.C.B.M., se han
residenciado en el inmueble objeto de controversia por más de sesenta años, por lo
que en el caso sub iudice se encuentra demostrado que las demandantes han tenido la
posesión en forma continua e ininterrumpida y que se encuentra satisfecho el lapso
requerido para usucapir. ASI SE ESTABLECE.

Resta por determinar si la posesión ejercida por las demandantes sobre el inmueble
constituido por una casa y solar ubicada en la calle comercio Nº 86-73 del municipio
(hoy parroqui

1. San Blas, del distrito (hoy municipio) V. del estadoC. fue una posesión legítima, siendo
este el quid de la presente causa, toda vez que la defensa de la parte demandada se
fundamentó en el argumento que las demandantes son simples detentadoras del
inmueble en litigio.

En el caso sub litis, la parte demandada delata que las accionantes no han tenido la
posesión legítima del inmueble objeto de la presente querella, en un primer término
por cuanto aduce que la propietaria del inmueble, esto es, la sociedad de comercio
Bordones y Compañía S.A., siempre ha realizado actos de administración y disposición
sobre el mismo, por lo que, en atención a la carga probatoria que instituye el artículo
506 del Código de Procedimiento Civil, el cual impone que las partes tienen la carga de
probar sus respectivas afirmaciones de hecho, debe este sentenciador verificar a priori
que tal circunstancia fue demostrada por la parte demandada.

La representación judicial de la sociedad mercantil Bordones y Compañía S.A.,


menciona en su escrito de contestación a la demanda, los actos de administración y
disposición que alega haber realizado sobre el inmueble identificado con el Nº 86-73
ubicado en la parroquia San B. del municipioV. del estadoC., en los términos siguientes:
…N.B., desde que adquirió dicho inmueble, siempre tuvo, y mantuvo la posesión, dominio y
disfrute del mismo, inclusive la disposición, hechos estos que se materializan de la manera
siguiente:

a) Aportación que hace nuestro [su] causante común, N.B., al capital social de mi [su]
representada, según consta del documento antes citado, de fecha 28 de noviembre de 1972,
acompañado al presente escrito, marcado con la letra ‘G’;

b) Del recibo de pago No. A-071735, por concepto de Impuesto Inmobiliario, al Concejo
Municipal del Distrito Valencia, hoy Alcaldía del Municipio Valencia, del Estado Carabobo, de
fecha 22 de enero de 1976…

…(omissis)…
c) Del recibo de pago No. B-101315, por concepto de Impuesto Inmobiliario, al Concejo
Municipal del Distrito Valencia, hoy Alcaldía del Municipio Valencia, del Estado Carabobo, de
fecha 22 de enero de 1976…

…(omissis)…

d) De la participación dirigida al ciudadano Director de Catastro Municipal, del Concejo


Municipal del Distrito Valencia, hoy Alcaldía del Municipio Autónomo Valencia, del Estado
Carabobo, de fecha 17 de octubre de 1979…

…(omissis)…

e) Del informe de consumos facturados de la Empresa ELECTRICIDAD DE VALENCIA


(ELEVAL), al cliente NICOLAS BORODNES, NIC1197019, y ASEO U.M., de fecha
08/07/2004…

…(omissis)…

…amen de que han estado en conocimiento de los actos de administración y disposición que
sobre dicho inmueble han venido realizando tanto nuestro [su] común causante, N.B., como mí
[su] representada, tal como se evidencia de los hechos siguientes:

…(omissis)…

b) La venta, que realizó nuestra [su] representada, al ciudadano E.P.S., titular de la cédula de
identidad No. 370.390, del solar a que se refiere el documento anteriormente citado, de fecha
28 de noviembre de 1.972…

…(omissis)…

c) Constitución de hipoteca de primer grado sobre la casa, según consta de documento


debidamente protocolizado por ante la Oficina Subalterna de Registro del Distrito Valencia,
hoy Oficina de Registro Inmobiliario del Primer Circuito del Municipio Valencia, del Estado
Carabobo, bajo el No. 55, Protocolo Primero, Tomo 18, de fecha 29 de noviembre de 1973…

. (Resaltados de esta sentencia).

La norma contenida en el artículo 1977 del Código Civil, consagra el tiempo necesario


de prescripción de las acciones reales, al fijar un término de usucapión de veinte (20)
años; por consiguiente, para que los actos de administración y disposición sobre el
inmueble en litigio tengan el efecto pretendido por el demandado, debieron haberse
realizado dentro de los veinte (20) años precedentes a la fecha de interposición de la
presente demanda, vale decir, entre el 17 de septiembre de 1982 y 17 de septiembre de
2002.

Con las pruebas que cursan a los autos quedaron demostrados los siguientes hechos:

• La cesión del inmueble objeto de la presente controversia constituido por una casa y
solar, a los fines de la integración del capital social de la sociedad mercantil Bordones y
Compañía S.R.L., hecha por N.B. fue realizada el 28 de noviembre de 1972, según
consta de documento cursante a los folios 136 al 146 de la 1ra pieza que fue
debidamente valorado por este juzgador.
• El pago de los impuestos inmobiliarios correspondientes al inmueble objeto de la
presente controversia que hiciera N.B. fue el 22 de enero de 1976, según consta los
recibos que rielan a los folios 240 y 241 de la 1ra pieza que fueron debidamente
valorado por este juzgador.

• La notificación que hizo el ciudadano N.B. al Director de Catastro Municipal,


participándole la venta del inmueble objeto de litigio, tuvo lugar el 17 de octubre de
1979, tal como quedó demostrado con la instrumental inserta el folio 149 de la 1ra
pieza, debidamente valorada por esta alzada.

• La venta de parte del inmueble objeto de litigio, hecha por la sociedad mercantil
Bordones y Compañía S.R.L. al ciudadano E.P.S., fue el 23 de julio de 1973, según se
desprendió de la prueba documental que corre a los folios 157 al 160 de la 1ra pieza, y
que fue debidamente valorada.

• La hipoteca que constituyó la sociedad mercantil Bordones y Compañía S.R.L. a favor


de la ciudadana A.R.A. deT. sobre parte del inmueble objeto de controversia, tuvo lugar
en fecha 29 de noviembre de 1973, tal como quedó evidenciado con la instrumental
que corre a los folios 161 al 165 de la 1ra pieza.

• A pesar que la inscripción catastral no fue valorada por cuanto pretendió demostrar
un hecho no controvertido, la misma es de fecha 23 de noviembre de 1979.

Como se observa, la accionada se refiere a diversos actos de disposición y


administración con relación al inmueble en litigo, sin embargo, resulta evidente que los
mismos fueron realizados, en fechas que datan desde hace más de veinte (20) años
respecto a la fecha de interposición de la presente demanda, que lo fue el 17 de
septiembre de 2002, es decir ninguno de los actos de administración y disposición
alegados fue realizado entre el 17 de septiembre de 1982 y 17 de septiembre de 2002.

La única instrumental de reciente data es el informe consignado al expediente,


contentivo de una relación de consumos facturados a un contrato de servicio eléctrico y
de aseo urbano municipal emitido el 08 de julio de 2004, no obstante, tal instrumento
no se les concedió ningún valor probatorio por no estar suscritos por persona alguna
aunado a que uno solo de ellos se encuentra sellado.

Se reitera que la norma contenida en el artículo 1977 del Código Civil, consagra el


tiempo necesario de prescripción de las acciones reales, al fijar un término de
usucapión de veinte (20) años; por lo que, al no demostrar la parte demandada haber
realizado si quiera un acto de simple administración sobre el inmueble en litigio en el
transcurso de los veinte (20) años precedentes a la fecha de interposición de la
presente demanda, resulta improcedente el alegato esgrimido por la accionada
referente a que la sociedad de comercio Bordones y Compañía S.A., siempre ha
realizado actos de administración y disposición sobre el inmueble identificado con el
Nº 86-73, ubicado en la parroquia San B. del municipioV. del estadoC., Y ASÍ SE DECIDE.

Asimismo, la parte accionada fundamenta su defensa dirigida a desvirtuar la posesión


legítima que se atribuye la parte actora sobre el inmueble en cuestión, en el alegato de
que las ciudadanas A.L.B. y A.C.B.M.; son simples detentadoras del inmueble en litigio,
por cuanto lo han ocupado como hijas del causante común ciudadano N.B., quien
además era padre de la totalidad de los integrantes o accionistas de la sociedad
mercantil Bordones y Compañía S.A.

Sobre este particular es menester destacar que la circunstancia de que el finado N.B.
haya sido el padre de las ciudadanas A.L.B. y A.C.B.M.; en nada incide sobre el fondo de
lo controvertido en el asunto sub examine, toda vez que la propiedad del inmueble
cuya usucapión pretende la actora, pertenece a la sociedad de comercio Bordones y
Compañía S.A., que en atención a lo previsto en el artículo 201 del Código de
Comercio, constituye una persona jurídica distinta de la de los socios, y en la cual las
demandantes no tienen ninguna participación social, tal y como se evidencia del
contenido de la copia certificada del acta de asamblea extraordinaria de accionistas de
la prenombrada sociedad mercantil, que corre inserta a los folios setenta (70) al setenta
y cinco (75) de la primera (1ra) pieza del expediente.

La parte accionada delata que “…las demandantes son hijas, como se afirmó antes, de
nuestro [su] causante común, N.B., y como tal han venido ocupando el referido
inmueble, es decir, como simples detentadoras.”.

Debe precisarse que si las demandantes habitaron en un principio el inmueble objeto


de la presente controversia, con el carácter de hijas del finado N.B., en virtud que éste
era el propietario de dicho inmueble, tal propiedad fue transmitida en fecha 28 de
noviembre de 1972, a la sociedad de comercio Bordones y Compañía S.A., según consta
en documento debidamente protocolizado por ante la Oficina Subalterna de Registro
del Distrito de Valencia, bajo el Nº 38, protocolo tercero.

Al efecto, resulta oportuno destacar el contenido del artículo 774 del Código Civil, que


dispone:
Cuando alguien ha principiado a poseer en nombre de otro, se presume que la posesión
continúa como principió, si no hay prueba de lo contrario.

Esta norma consagra una presunción iuris tantum, que admite prueba en contrario y si
bien, en el caso de marras quedó demostrado con las deposiciones de los ciudadanos
M.E.G. de Maldonado, H.V.M., A.J.N.T. y A.H.D., M.A.C.Z., N.E.G.U., L.F.G.R., J.R.M.P.,
debidamente valoradas por este juzgador; que las demandantes vivían en el inmueble
con su padre; con la prueba documental que contiene la transmisión de la propiedad a
la sociedad de comercio Bordones y Compañía S.A. en fecha 28 de noviembre de 1972,
queda desvirtuada la presunción contenida en la norma in comento, toda vez que mal
podían las demandantes poseer el inmueble objeto de litigio en nombre de su padre,
cuando el inmueble era propiedad de la demandada y además este había fallecido.

Asimismo, argumenta la demandada que después del año 1972 las demandantes han
ocupado el inmueble porque entre la sociedad de comercio Bordones y Compañía S.A.,
y las ciudadanas L.B. y A.C.B.M., existe un contrato verbal de comodato y en virtud de
ello, se encuentran obligadas a cuidar del inmueble dado en préstamo, así como al
pago de los servicios de agua, electricidad, aseo y demás servicios públicos necesarios.
Igualmente a los efectos de desvirtuar la posesión alegada por las demandantes, la
demandada argumenta que lo que han hecho es tolerarlas en gracia de que son
hermanas de la totalidad de sus accionistas. Con este argumento la parte demandada
reconoce que a partir del año 1972, cuando el inmueble pasó a ser propiedad de la
compañía, la posesión no continuó en la misma forma como principió, al alegar
expresamente: “ellas, al comienzo lo hicieron como hijas de nuestro común causante, y
después del año 1.972, como simple comodatarias, es decir, que entre las demandantes
y mi representada lo que ha venido existiendo es un contrato de comodato verbis...”

No existe en los autos prueba alguna, si quiera indiciaria, que demuestre la existencia
del contrato de comodato verbal alegado, así como tampoco se desprende de los
medios probatorios aportados por las partes, alguna que demuestre los actos de
tolerancia alegados, toda vez que la sola existencia del parentesco no los demuestra.

Con las declaraciones rendidas por los testigos M.E.G. de Maldonado, H.V.M., A.J.N.T. y
A.H.D., que fueron debidamente valoradas en esta sentencia, quedó demostrado que
las ciudadanas A.L.B. y A.C. Bordones Márquez hicieron mejoras al inmueble y
cancelaban los servicios de agua, electricidad, aseo y teléfono, con su propio dinero, lo
que denota el animus domini de su posesión, vale decir, la intención de tener el
inmueble como suyo propio.

Igualmente observa esta alzada que desde el año 1973, después de gravada la casa, la
sociedad mercantil Bordones y Compañía S.A. se abstuvo de ejercer las prerrogativas
que derivan de su derecho real sobre el inmueble, verbi gratia, reivindicación,
manteniéndose inerte y por ende dejando a las demandantes la posesión pacífica del
inmueble.

Como quiera que en el caso de marras, quedó demostrado que las ciudadanas L.B. y
A.C.B.M. habitaron el inmueble en forma continua e ininterrumpida, pacífica y con la
intención de tenerlo como suyo propio, de conformidad con el artículo 772 del Código
Civil, debe forzosamente concluirse que la posesión que ejercieron es legítima, Y ASI SE
ESTABLECE.

Ahora bien, la parte demandada alega que la sociedad mercantil Bordones y Compañía
S.A., el 23 de julio de 1973 dio en venta al ciudadano E.P.S., el solar que formaba parte
dicho inmueble y sobre el cual también pretenden las demandantes adquirir la
propiedad por prescripción adquisitiva.

Que el referido solar tiene un área aproximada de setecientos ochenta y ocho metros
cuadrados (788 Mts2), por lo que considera “…que es insólito, como inconcebible, que
las demandantes no se hayan dado cuenta de dicha venta, la cual transformó, visible y
estructuralmente, los linderos originales del mismo…” y en su escrito de observaciones
a los informes invoca el artículo 778 del Código Civil, que establece: “No produce
efecto jurídico la posesión de las cosas cuya propiedad no puede adquirirse.”

Para decidir esta alzada observa:

Ciertamente, como afirma la demandada quedó demostrado con la documental que


riela a los folios 157 al 160 de la 1ra pieza, que en fecha 23 de julio de 1973, la sociedad
mercantil Bordones y Compañía S.R.L. dio en venta al ciudadano E.P.S., parte del
inmueble objeto del presente litigio, constituido por un solar cuyos linderos y medidas
particulares son los siguientes: Norte: por donde mide veintiséis metros con cincuenta
centímetros y que es su frente con la calle Comercio; Sur: por donde mide veintitrés
metros con cincuenta centímetros con inmuebles que son o fueron de M. delC.B. y T.
deS.; Este: por donde mide treinta y dos metros con casa que es o fue de M.R.A. y
Oeste: con casa hoy de Bordones y Compañía, Sociedad de Responsabilidad Limitada a
la cual estaba incorporado dicho solar. Este lindero Oeste se describe del siguiente
modo: desde donde termina el lindero Norte se prolonga en dirección Sur por doce
metros donde formando un ángulo recto en dirección Este y en línea recta mide tres
metros y desde este punto donde forma de nuevo ángulo recto en dirección Sur y en
línea recta mide veintiséis metros hasta encontrarse con el lindero Sur.

Igualmente, con la inspección judicial, practicada el 17 de junio de 2005 adminiculada


con las declaraciones ofrecidas por los ciudadanos M.A.C.Z., N.E.G.U., L.F.G.R., J.R.M.P.,
quedó plenamente demostrado que en el solar que fue vendido en el año 1973,
funciona un taller denominado “La Casa de los Cardanes” en una edificación tipo
galpón, lo que forzosamente nos lleva a concluir que sobre esta parte del inmueble, las
demandantes no mantuvieron la posesión, si quiera precaria desde el año 1973 en
adelante, por lo que la pretensión de adquirir la propiedad por usucapión, respecto al
solar que forma parte del inmueble objeto de litigio no puede prosperar, Y ASI SE
DECIDE.

En esta sentencia ha quedado establecido:

• que con las constancias de residencias emitidas por la Prefectura de la Parroquia San
B. delM.V. delE.C., quedó demostrado que las ciudadanas A.L.B. y A.C.B.M., se han
residenciado en el inmueble por más de veinte años, lo que denota una posesión
continua e ininterrumpida por un tiempo superior al requerido para usucapir;

• que con las declaraciones rendidas por los testigos M.E.G. de Maldonado, H.V.M.,
A.J.N.T. y A.H.D., quedó demostrado que las demandantes realizaron mejoras al
inmueble y cancelaban los servicios de agua, electricidad, aseo y teléfono, con su
propio dinero, lo que denota la intención de las demandantes de tener el inmueble
como suyo propio.

• Que desde el año 1973, después de gravada la casa, la sociedad mercantil Bordones y
Compañía S.A. se abstuvo de ejercer las prerrogativas que derivan de su derecho real
sobre el inmueble, mas aún no ejerció ningún acto de simple administración,
manteniéndose inerte y por ende dejando a las demandantes la posesión pacífica del
inmueble.

Resultando concluyente, que en el presente caso las demandantes lograron demostrar


que han ejercido la posesión legítima por más de veinte años, específicamente desde el
28 de noviembre de 1972, pero sólo sobre la casa y el terreno sobre el cual está
construida, por lo que resulta procedente la pretensión de prescripción adquisitiva
respecto a la casa y el terreno sobre el cual está construida, ubicada en la calle
comercio Nº 86-73 del municipio (hoy parroqui

1. San Blas, del distrito (hoy municipio) V. del estadoC., situada dentro de los siguientes
linderos: Este, casa que eso fue de M.R. deA.; Oeste, calle Uslar; Norte, que es su frente
calle Comercio; y Sur, casa y solar que son o fueron de J.M.M., cuyo documento se
encuentra protocolizado por ante la Oficina Subalterna del Primer Circuito de Registro
del Distrito V. delE.C.; bajo el Nº 38 del protocolo tercero, en fecha 28 de noviembre de
1972…
DECISIÓN

Por todos los razonamientos anteriormente expuestos, este Juzgado Superior Segundo
en lo Civil, Mercantil, Bancario, del Tránsito y de Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes de la Circunscripción Judicial del Estado Carabobo, Administrando Justicia
en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por Autoridad de la Ley, declara:
PRIMERO: PARCIALMENTE CON LUGAR el recurso procesal de apelación interpuesto
por la ciudadana A.L.B., A.G.B. y N.G.B., debidamente asistidos por el abogado F.M.B.,
parte demandante en el presente juicio; SEGUNDO: SE MODIFICA la sentencia definitiva
dictada en fecha 1 de junio de 2009, por el Juzgado Primero de Primera Instancia en lo
Civil, Mercantil y Bancario de la Circunscripción Judicial del Estado Carabobo; TERCERO:
PARCIALMENTE CON LUGAR la demanda por prescripción adquisitiva, incoada por las
ciudadanas A.L.B. y A.C.B.M., en contra de la sociedad mercantil Bordones y Compañía
S.A.; CUARTO: SE DECLARA a la ciudadana A.L.B. y a los sucesores de la finada A.C.B.M.,
ciudadanos A.G.B. y N.G.B., propietarios por prescripción adquisitiva de la casa y el
terreno sobre el cual está construida, ubicada en la calle comercio Nº 86-73 del
municipio (hoy parroqui

1. San Blas, del distrito (hoy municipio) V. del estadoC., situada dentro de los siguientes
linderos: Este, casa que eso fue de M.R. deA.; Oeste, Calle Uslar; Norte, que es su frente
Calle Comercio; y Sur, casa y solar que son o fueron de J.M.M.; QUINTO: SE ORDENA la
protocolización de la presente sentencia, una vez quede definitivamente firme, en la
Oficina de Registro Público del Primer Circuito del Municipio V. delE.C.; SEXTO: SE
ORDENA se estampe la correspondiente nota marginal en el documento protocolizado
por ante la Oficina Subalterna del Primer Circuito de Registro del Distrito V. delE.C.;
bajo el Nº 38 del protocolo tercero, en fecha 28 de noviembre de 1972…”.

De la precedente transcripción se desprende que el juez de alzada sí precisó e identificó


el inmueble sobre el cual recae la decisión de prescripción adquisitiva, lo cual consta no
sólo en el dispositivo del fallo recurrido sino además en la parte narrativa y motiva de la
decisión.

En consecuencia y en virtud de los razonamientos precedentemente expuestos se


declara la improcedencia de la denuncia de infracción del artículo 243 ordinal
6° del Código de Procedimiento Civil, y así se decide.

RECURSO POR INFRACCIÓN DE LEY

Con fundamento en el ordinal 2° del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil, se


denuncia la infracción de los artículos 772 del Código Civil, y 1.953 del Código
Civil ambos por falsa aplicación.

Por vía de fundamentación, el formalizante expresó lo siguiente:


…Con fundamento en el ordinal 2°  del artículo 313 del vigente Código de Procedimiento
Civil, denuncio por parte de la de la recurrida la infracción del artículo 1.953, del  Código
Civil, por falsa aplicación, en concordancia con el artículo 772, ejusdem, por falsa aplicación,
al haber declarado que los accionantes adquirieron por usucapión el inmueble, por haberlo
poseído por más de veinte años, sin que hubieren probado que la posesión ejercieron (sic) es
legítima, pues no basta haber ejercido sobre el inmueble una posesión por más de veinte (20)
años, sino también que la posesión sea legítima, es decir, continua, no interrumpida, pacífica,
pública, no equívoca y con intención de tener la cosa como suya propia.

…Omissis…

De la transcripción anterior se evidencia que los accionantes probaron haber ocupado o


poseído el inmueble por más de veinte (20) años, pero no probaron que esa ocupación fuera
una posesión legitima al no haber probado todos los requisitos de la posesión legítima, cuales
son la de ser continua, no interrumpida, pacífica, pública, no equivoca y con intención de tener
la cosa como suya propia, pues de acuerdo con la recurrida lo único que los accionantes
probaron fue el de haber ejercido una posesión continua, ininterrumpida y pacífica, con la
intención de tener el inmueble como suya propia (sic), que son algunos de los requisitos pero
no todos pues les faltó probar que dicha posesión fuera también pública y no equivoca, por lo
que la recurrida aplicó falsamente el  artículo 772, del Código Civil, al declarar que los
accionantes ejercieron una posesión legítima, pues para que la posesión sea legítima se
requiere la concurrencia o simultaneidad de todos sus requisitos, y o de algunos, y de igual
manera también incurrió en el vicio de falsa aplicación del  artículo 1.977, en concordancia
con el artículo 1.953  ambos del  Código Civil, al haber declarado que los accionantes con esa
ocupación de más de veinte años que erróneamente denomina legítima adquirieron por
usucapión el inmueble, la cual como se ha visto no es legítima por no concurrir en ella todos
los caracteres o requisitos de continua, o interrumpida, pacífica, pública, no equivoca y con
intención de tener el inmueble como suyo propio, por cuanto a tenor de estas dos últimas
disposiciones legales se requiere la concurrencia de la posesión por más de veinte años, y que
esa posesión sea legítima, con la cual resulta también infringido el artículo 1.952, iusdem (sic),
por falsa aplicación, al haber declarado la recurrida que los accionantes adquirieron por
usucapión dicho inmueble sin que hubieran tenido posesión legítima, que es otro de los
requisitos exigidos por el legislador, además del transcurso del tiempo ejerciendo dicha
posesión legítima.

…Omissis…

Como se ha visto de la exposición anterior, y así ha quedado probado, la ocupación que lo


accionantes ejercen en el inmueble no es la posesión calificada o legítima descrita por el
legislador en el  artículo 772, el  Código Civil, sino una simple tenencia o posesión precaria que
tiene su origen en la tolerancia inicial del ciudadano N.B., padre de las accionantes, y
posterior tolerancia de nuestra representada la sociedad mercantil BORDONES Y COMPAÑÍA
S.A., sucesora del ciudadano N.B., la propietaria y poseedora legítima, que les ha permitido
vivir en dicho inmueble en razón de los lazos de parentesco existente entre las demandantes y
los socios de nuestra representada, al igual que lo hizo el causante N.B., por ser sus hijas…

Para decidir, la Sala observa:

Alega el formalizante que le juez de alzada incurrió en la falsa aplicación de los artículos


772 del Código de Procedimiento Civil, y 1.953 del Código Civil, con fundamento en el
hecho de haber declarado con lugar la usucapión ejercida por los demandantes sin
haber probado la posesión legítima sobre el inmueble objeto del litigo.

Esta Sala de Casación Civil, ha establecido mediante reiteradas decisiones, cuál es la


técnica que debe cumplir el recurrente con el fin de que se pueda entender y resolver a
cabalidad, los planteamientos que sustentan las denuncias contenidas en el escrito de
formalización.
En ese sentido, mediante sentencia N° 509, de fecha 21 de septiembre de 2009, (caso:
W.J.B.E., contra M.V.M.), en el expediente N° 09-237, esta Sala de Casación Civil,
haciendo referencia a un pronunciamiento de la Sala Constitucional de este Alto
Tribunal, dejó establecido con respecto a la necesidad de fundamentar cabalmente el
escrito de formalización, lo siguiente:
…la Sala Constitucional en sentencia N° 578 de fecha 30 de marzo de 2007, con ocasión del
recurso de revisión intentado por la ciudadana M.E.L.G. de Jiménez contra decisión dictada
por la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia, expediente N° 2007-000008,
estableció:

...respecto de las diversas infracciones constitucionales denunciadas, estima preciso esta Sala
examinar, en primer orden, la del principio de confianza legítima. En tal sentido, apunta la
Sala, lo siguiente:

La confianza legítima o expectativa plausible se encuentra estrechamente vinculada con el


principio de seguridad jurídica, el cual refiere al carácter del ordenamiento jurídico que
involucra certeza de sus normas y, consiguientemente, la posibilidad de su aplicación, toda vez
que lo que tiende es a la existencia de confianza por parte de la población del país, en el
ordenamiento jurídico y en su aplicación…

…Omissis…

Así lo ha reconocido esta Sala en diversos fallos, entre los cuales cabe indicar el número 345
del 31 de marzo de 2005 (Caso: Funeraria Memorial, C.A.), en donde señaló:

…Omissis…

…el recurso de casación exige el cumplimiento de ciertos requisitos formales imprescindibles y


de particular importancia, relacionados íntimamente con su contenido, dado su ámbito especial
y su carácter de extraordinario, todo lo cual comporta cierta precisión procesal en la
interposición del mismo, cuya omisión no puede ser suplida por el juzgador, aún cuando, en
algunos casos, resulte incomprensible que el exceso de formalismo, genere su
inadmisibilidad…

…Omissis…

Aprecia esta Sala, que la señalada actuación de la Sala de Casación Social, infringió no sólo el
principio de seguridad jurídica sino además la garantía de la tutela judicial efectiva, la cual
lejos de consistir en el derecho a acceder a los tribunales en el tiempo, forma y modo que se le
antoje al ciudadano y al margen de las pretensiones legales, se trata muy por el contrario, de
un derecho de configuración legal. De allí, que deban observarse los requisitos establecidos en
la ley para su acceso, sin que estas exigencias puedan ser tildadas de formalidades no
esenciales…

…Omissis…

…Dichos preceptos legales que regulan el acceso a los recursos, son necesarios, tomando en
cuenta la naturaleza y finalidad del proceso, debiendo respetarse determinados formalismos
que establecen que, ciertas consecuencias, no se tendrán por producidas cuando no se observen
los requisitos de admisibilidad o procedibilidad, todo esto en aras de la certeza y la seguridad
jurídica...
No le es dable a la Sala inferir la intención de la recurrente, que de hacerlo estará
supliendo una obligación propia de ésta y asumiendo funciones que si bien no le son
ajenas, no se corresponden a la inherencia como tribunal de derecho que es; ya que la
precisión y claridad son cargas del formalizante, que van dirigidos a demostrar a la Sala
que de existir la infracción por la recurrida, el mismo fue determinante del dispositivo
del fallo, ya que en caso contrario, estaríamos presentes ante una casación inútil…”.
(Negritas del texto de la cita).

Asimismo, mediante sentencia N° 991, de fecha 12 de diciembre de 2006, (caso:


J.M.V.O., contra J.N.M. y otra), en el expediente N° 06- 303, esta Sala precisó lo
siguiente:
...el escrito de formalización del recurso de casación sin fundamentación, esto es, sin el
razonamiento mínimo de las denuncias, hace imposible comprender cuál es el motivo concreto
por el cual se solicita la nulidad del fallo, lo que conlleva a la inexistencia de la
fundamentación requerida para entrar a conocer la denuncia planteada en el recurso de
casación; mucho más cuando además de haberse dejado de señalar correctamente y de forma
separada la infracción de los artículos supuestamente infringidos, tampoco se haya indicado su
influencia en la suerte de la controversia…

…Omissis…

…de conformidad con lo dispuesto en el  artículo 317 del Código de Procedimiento Civil, los
recurrentes para tener por cumplidas las formalidades mínimas que debe contener el escrito de
formalización del recurso de casación, tienen la carga procesal de observar los siguientes
requisitos: 1) La decisión o las decisiones contra las cuales se recurre; 2) Los
quebrantamientos u omisiones a que se refiere el ordinal 1º del artículo 313; 3) La denuncia de
haberse incurrido en alguno, o algunos, de los casos contemplados en el ordinal 2º del artículo
313 eiusdem, con expresión de las razones que demuestren la existencia de la infracción, falsa
aplicación o aplicación errónea; y, 4) La especificación de las normas jurídicas que el Tribunal
de última instancia debió aplicar y no aplicó, para resolver la controversia, con expresión de
las razones que demuestren la aplicabilidad de dichas normas…

…Omissis…

…carga impuesta al recurrente que no puede ser suplida por esta Sala…

En torno a la técnica necesaria por parte del recurrente, en lo que respecta a las
denuncias por infracción de ley, esta Sala puntualizó, mediante sentencia N° 995, de
fecha 12 de diciembre de 2006, (caso: Matadero Industrial Maracaibo C.A. contra R.B.P.
y otra), en el expediente N° 06-381, lo siguiente:
…la formalización debe contener la “expresión de las razones que demuestren la existencia de
la infracción, falsa aplicación o aplicación errónea”, así como “la especificación de las
normas jurídicas que el tribunal de última instancia debió aplicar y no aplicó, para resolver la
controversia, con expresión de las razones que demuestren la aplicabilidad de dichas
normas…”, (…) En todo caso, la infracción alegada sólo podría dar lugar a la procedencia del
recurso de casación, siempre que resulte determinante en el dispositivo del fallo, por mandato
del artículo 313 del Código citado…

…Omissis…
Este razonamiento debe ser expuesto por el formalizante y no puede ser suplido por la Sala, en
primer lugar, por cuanto no lo permiten las normas que regulan la competencia y actuación de
esta Sala, y en segundo lugar, porque ese afán de tratar de comprender lo denunciado y
complementar aquello que no ha sido expuesto, podría conducir a un pronunciamiento
divorciado de las razones por las cuales el formalizante quiso obtener la nulidad del fallo
recurrido…

…Omissis…

De tal modo pues, que no basta citar en el escrito de formalización las disposiciones legales
presuntamente infringidas, sino que resulta indispensable relacionar las mismas con las
denuncias de infracción que se pretende atribuir a la recurrida, pues es principio de técnica en
la formalización el que toda denuncia debe ser individualizada con la cita del correspondiente
precepto legal infringido y el razonamiento que explica y fundamenta la denuncia…

. (Cursivas del texto de la cita).

Teniendo presente los criterios jurisprudenciales antes citados, que nos explican la
necesidad de que el recurrente fundamente a cabalidad sus denuncias, con el propósito
de que la Sala pueda comprender cuál es el objetivo que se persigue con las mismas,
esta Sala advierte en este caso concreto, lo siguiente:

De los planteamientos formulados por el recurrente, en los cuales se sustenta la


presente denuncia, no se explica cómo, cuándo y en qué sentido se produce la
infracción de las normas delatadas, ni tampoco se da a entender, el objetivo concreto
perseguido, es decir, el formalizante no obstante que indica la norma delatada, no le
indica a esta Sala de qué manera, en qué momento y bajo cuáles argumentos, habría
infringido el juzgador los artículos 772 del Código de Procedimiento Civil,
y 1.953 del Código Civil.

En este sentido, es preciso advertir, que no basta citar en el escrito de formalización las
disposiciones legales presuntamente infringidas, sino que resulta indispensable
relacionar las mismas con las denuncias de infracción que se pretende atribuir a la
recurrida.

Asimismo, es menester destacar, que representa otra deficiencia en la fundamentación


de la denuncia examinada, el hecho de que no se vinculen los alegatos de hecho y de
derecho que en ellas se expresan, con la supuesta falsa aplicación de las normas
delatadas, es decir, los alegatos efectuados por el formalizante con respecto a su
parecer sobre dichas normas, en ningún momento los vincula con la sentencia
recurrida. Dicho análisis no guarda relación, ni formulan algún juicio respecto al
pronunciamiento contenido en la recurrida, vale decir, no existen argumentos concretos
dirigidos a demostrar ante esta Sala que hubo una falsa aplicación de los diversos
artículos denunciados. Motivo por el cual, puede concluirse, que las bases que
sustentan las denuncias, se asemejan más a puntos de vista personal, que a una
motivación dirigida a cuestionar la legalidad de la sentencia recurrida, incumpliendo en
consecuencia el formalizante, bajo estos motivos, con el requisito de mayor
importancia en este tipo de denuncias, como es, aportar una correcta y clara
fundamentación que permita a la Sala comprender el objetivo de la denuncia.
Finalmente, advierte la Sala, que el formalizante en ningún momento explicó de qué
manera incide la delatada infracción en el dispositivo de la sentencia recurrida, -eficacia
causal del error in iudicando- requisito que tiene una gran importancia en la denuncia,
por cuanto, si no se demuestra que la supuesta infracción es determinante en el
dispositivo de la sentencia recurrida, no podrá prosperar la denuncia, ya que podría
configurarse una casación inútil. Por tal motivo, al no explicar el formalizante como
incidirían las supuestas infracciones en el dispositivo de la sentencia que se pretende
casar, incumple de esta manera con uno de los requisitos que debe estar presente en
este tipo de denuncia, como se pudo precisar en los criterios jurisprudenciales
precedentemente citados.

Hechas las anteriores consideraciones, debe reiterarse, que no corresponde a la Sala


suplir las deficiencias del escrito de formalización, sino que es el formalizante, quién
tiene la obligación de aportar una debida fundamentación que explique a la Sala cómo
se produjo la infracción por parte del juzgador. Por ello, tratándose de una denuncia
por falsa aplicación han debido expresarse los motivos que determinen, porqué el
juzgador habría aplicado falsamente en cada caso concreto las normas delatadas, lo
cual no se cumplió, como anteriormente se puntualizó.

Por los motivos antes expuestos, esta Sala declara improcedente la denuncia analizada.
Así se establece.

II

Con fundamento en el ordinal 2° del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil, se


denuncia la infracción del artículo 1.383 del Código Civil, por falta de aplicación.

Por vía de fundamentación, el formalizante expresa lo siguiente:


…al haber desechado los informes de consumos facturados de servicio eléctrico y de aseo
urbano municipal, que la parte demandada promovió marcado con la letra “L” , (Folio 150 al
156 de la 1ra Pieza), por no estar suscrito por persona alguna.

…Omissis…

Si la recurrida hubiere considerado que los recibos y notas de consumo de servicios de


electricidad y aseo urbano, constituyen tarjas y hubiere aplicado el artículo 1.383, del  Código
Civil  hubiese quedado probado que la demandada ejercía actos administrativos sobre su
propiedad a un (sic) en el tiempo que las demandantes ocuparan el inmueble, y en
consecuencia no hubiese declarado la posesión, y en tal razón hubiese declarado SIN LUGAR
la demanda…

Para decidir, la Sala observa:

Alega el formalizante que el juez de alzada incurrió en la falta de aplicación el artículo


1.383 del código Civil, por no considerar que los recibos y notas de consumo de
servicios de electricidad y aseo urbano, constituyen tarjas, pues si lo hubiere hecho,
habría considerado que la parte demandada ejercía actos de administración sobre la
propiedad.
El vicio de falta de aplicación de una norma, se configura cuando el juez deja de aplicar
la norma a los hechos que constituyen el supuesto de hecho previsto en la norma que
dejó de aplicar.

Ahora bien, el formalízate alega que el juez de alzada dejó de aplicar el artículo
1.383 el Código Civil, al respecto la citada norma expresa textualmente lo siguiente:
…Las tarjas que corresponden con sus patrones hacen fe entre las personas que acostumbran
comprobar con ellas las provisiones que hacen o reciben en detal…

De la precedente transcripción se mencionan las denominadas tarjas que, según el


autor M.O., Diccionario de Ciencias jurídicas, Políticas y Sociales, Editorial Heliasta.
Buenos Aires se definen como “Palo o tabla, partidos longitudinalmente con un encaje
en sus extremos, para ir marcando lo que se compra o se vende al fiado, haciendo una
muesca para cada operación. El comprador se lleva una de las mitades el objeto de
madera, y la restante permanece en poder del vendedor. Al efectuar el pago, se cotejan
las marcas; de discrepar, se adopta el número de que coincidan…”.

En sentencia N° 877, de fecha 20 de diciembre de 2005, en el caso: M.A.G., contra la


sociedad mercantil ENVASES OCCIDENTE C.A.:

“…Las tarjas se encuentran previstas en nuestro Código Civil en su artículo 1383, que


textualmente dispone lo siguiente:
Las tarjas que corresponde con sus patrones hacen fe entre las personas que acostumbran
comprobar con ellas las provisiones que hacen o reciben en detal

El Dr. J.E.C.R., expone el significado de las tarjas de la siguiente manera:


…las tarjas en su versión más primitiva, consisten en dos listones o pedazos separados de
madera, cuero u otro material, los cuales reposan en poder de cada parte, y que en materia de
ventas a crédito, cada vez que el vendedor entrega mercancías al comprador, juntan los dos
listones o pedazos y sobre ellos, a su vez en el mismo instante y con un mismo movimiento, se
efectúa una marca que abarca a ambos. Cada muesca corresponde a una entrega, y la
coincidencia de las muescas en ambos listones, prueba el número de entregas. Si tomamos en
cuenta que el CC contempló a las tarjas dentro de la pruebas por escrito, debemos rechazar
que dicho Código se esté refiriendo con exclusividad a la forma primitiva expuesta, y por ello,
pensamos que los documentos-tarjas (escritos) siempre ha sido posible emitirlos conforme al
CC, quien además, no los prohíbe. Esto sin que importe si las tarjas escritas emanan de
máquinas, o son suscritas…

. (J.E.C.R., Contradicción y Control de la Prueba Legal y Libre, Tomo II, Pag 92).

Por otro lado, en un valioso trabajo contenido en la revista de derecho probatorio


dirigida por el Dr. J.E.C., elaborado por la Dra. M.L.T.R., se sostiene igualmente que las
planillas de depósitos bancarios constituyen documentos asimilables a las tarjas, y en
ese sentido se puntualiza lo siguiente:
…Hoy día hay una serie de documentos escritos o impresos que pueden asimilarse a las tarjas,
tales como los vouchers de las tarjetas de crédito, las planillas de depósito de los bancos y por
qué no incluir aquí, las notas de consumo de servicios públicos. En el caso de los documentos
escritos tipo tarjas, cada parte conserva un original idéntico, que debe guardar coincidencia
con el otro original, el elemento característico de estos instrumentos es la coincidencia, lo cual
se evidencia del artículo 1383 del CC,. Anteriormente transcrito; de acuerdo con él, para que
las tarjas hagan fe entre las partes, es requisito indispensable que éstas se correspondan entre
sí, no siendo importante, y hasta irrelevante, la firma de los ejemplares

…Omisis…

…Es importante señalar que desde el momento en que la nota de consumo ha sido
validada efectivamente por el cajero, es cuando queda evidenciado el uso de este
documento-tarja, pues tal actividad indica que la misma se utiliza normalmente para
cancelar los cargos realizados por el uso del servicio público contratado, así como
demuestra que el organismo que presta el servicio tiene el documento-tarja, que debe
contener la misma seña de cancelación. La nota de validación la podemos asimilar a las
muescas o marcas que se les hacía en un mismo instante y con un solo movimiento a
las formas primitivas de las tarjas, pues, el corresponder ambas notas de validación, se
prueba la cancelación del servicio. (…) los documentos-tarjas son medios de prueba
admisibles en juicio, forman parte del elenco de pruebas nominadas (comúnmente
llamadas legales).Revista de Derecho Probatorio, Tomo 9, Paginas 355 -360).

Es preciso destacar igualmente, que los depósitos bancarios vistos como documentos-
tarjas no puede considerarse documentos públicos, por cuanto en su formación no
interviene ab initio, un funcionario público o particular facultado para dar fe pública por
ley. Este documento nace privado y en su contenido constan los símbolos probatorios
capaces de demostrar su autoría y, por ende, su autenticidad.

Una característica particular de las tarjas y de los depósitos bancarios, es que los
mismos carecen de la firma de su autor, recordemos que se trata de un documento que
se forma por la intervención de dos personas, por una parte el banco y por la otra el
depositante, lo que podría dificultar la determinación de su autoría, pues el banco se
limita a imprimir electrónicamente la validación, mediante un grupo de números, signos
y señas, por otro lado, le imprime a la tarja un sello húmedo con el símbolo y nombre
del banco, no impide que ello ocurra, por cuanto los símbolos probatorios que constan
en su contenido, son capaces de permitir la determinación de su autoría…”.

En ese mismo sentido se pronunció la Sala en sentencia N° 573 de fecha 26 de julio de


2007, en el caso: M.G.F., contra la ciudadana MORELLA MIGLIORELLI PORRAS, en la que
expresó:

“…En la obra citada supra, contenida en la Revista de Derecho Probatorio N°V 9, la


autora interpretando el valor probatorio de las notas de consumo de servicio eléctrico,
vistas como tarjas igualmente, hace la siguiente afirmación:

“…El caso de las notas de consumo (…) es muy peculiar, debido a que las mismas
carecen de firmas, lo que hace un tanto difícil determinar su autoría (autenticidad en
sentido estricto), por lo que se hace necesario indagar dentro de su contenido para
ubicar rasgos, señas o símbolos que permitan identificar la fuente de quien emanaron.
Entramos aquí en el mundo de los Símbolos Probatorios.
…el símbolo probatorio no indica un hecho, lo representa, y ante el signo, quien lo ve, por
fuerza directa o indirecta de la ley, debe creer que un hecho en particular ha sucedido, el cual
está representado (vuelto a presentar) por el símbolo…Del símbolo nace una presunción…No
es puridad un medio de prueba, el no es un vehículo de transporte de hechos al proceso, él
aparece grabado o estampado en un bien y es transportado a la causa junto con ese bien, por
los medios capaces de hacer el traslado; pero, cuando ingresa al expediente, como una
abstracción hace presumir iuris tantum un cúmulo de situaciones que se comprendían en él sin
que exista una razón lógica o natural fuera del mandato legal, entre el signo y todo lo que
representa…Pero, los símbolos probatorios, al revés de los hechos que hacen presumir, no está
dirigidos al Juez para que fije un hecho desconocido, sino que tiene como destinatarios al
público, ya que ellos producen como otro efecto jurídico, al ser garantía, información o
identificación de alto nivel masivo. Esta característica hace que los símbolos de por sí sean
autenticantes…

(Cabrera Romero.Oc.II.122.)
En relación con lo anteriormente expuesto, las notas de consumo de los servicios de energía
eléctrica y teléfono, poseen un símbolo probatorio, representado, a través de un logotipo en el
primer caso y de las siglas identificadoras al segundo caso, los cuales son reconocidos
comúnmente por todas las personas por cuanto el mismo se ha incorporado a nuestro quehacer
diario, lo que quiere decir que no hace falta demostrar su autoría por medio de la firma, sino la
misma la vamos a demostrar con la autenticidad que emana de un hecho público y notorio
como lo son los símbolos representativos característicos de estas empresas. (Cursivas del
texto).

Del criterio jurisprudencial precedentemente transcrito, se desprende que las notas de consumo
de los servicios de energía eléctrica y teléfono, no constituyen documentos emanados de
terceros, sino tarjas, lo cual hace evidenciar que el ad quem al considerar que las constancias
emitidas por la Energía Eléctrica de Barquisimeto, C.A., (ENELBAR) y, por el servicio de gas
doméstico Aragas, C.A., promovidas por el demandante, eran documentos privados emanados
de terceros, exigiendo para su valoración la ratificación, mediante la prueba testimonial
consagrada en el  artículo 431 del Código de Procedimiento Civil, incurrió en falsa aplicación
de dicha normativa, por cuanto, las referidas notas de consumo no requieren de la ratificación
para ser promovidas en el juicio.

Sin embargo, el formalizante pretende que dichas notas de consumo sean valoradas como
indicios, por lo que delata la falta de aplicación del  artículo 510 del Código de Procedimiento
Civil. Ahora bien, la Sala observa, que aún siendo valoradas las referidas notas como tal, no se
modificaría el dispositivo del fallo recurrido, por motivo, que el juzgador de alzada determinó
que la posesión invocada por el demandante no era pacífica, con lo cual, incumple con uno de
los requisitos concurrentes y necesarios para adquirir por usucapión…

Ahora bien, de conformidad con la jurisprudencia precedentemente transcrita, los


recibos provenientes de servicios públicos si representan tarjas, pues es posible verificar
de quienes provienen los mismos.

Por otra parte, el formalizante alega que el juez de alzada no valora esos recibos como
tarjas, lo cual hace que no pueda concluir en que el demandado ejercía actos de
disposición sobre el bien inmueble.

Sobre el particular advierte la Sala que los actos de disposición, son aquellos en los que
el titular puede disponer libremente de la cosa, ya sea para vender, arrendar o trasladar
la propiedad.
En ese sentido se evidencia, de la sentencia recurrida que los demandados no
ejercieron ni siquiera actos de simple administración, según se desprende a
continuación de los siguientes extractos de la sentencia recurrida:
…Para decidir esta alzada observa:

Ciertamente, como afirma la demandada quedó demostrado con la documental que riela a los
folios 157 al 160 de la 1ra pieza, que en fecha 23 de julio de 1973, la sociedad mercantil
Bordones y Compañía S.R.L. dio en venta al ciudadano E.P.S., parte del inmueble objeto del
presente litigio, constituido por un solar cuyos linderos y medidas particulares son los
siguientes: Norte: por donde mide veintiséis metros con cincuenta centímetros y que es su frente
con la calle Comercio; Sur: por donde mide veintitrés metros con cincuenta centímetros con
inmuebles que son o fueron de M. delC.B. y T. deS.; Este: por donde mide treinta y dos metros
con casa que es o fue de M.R.A. y Oeste: con casa hoy de Bordones y Compañía, Sociedad de
Responsabilidad Limitada a la cual estaba incorporado dicho solar. Este lindero Oeste se
describe del siguiente modo: desde donde termina el lindero Norte se prolonga en dirección Sur
por doce metros donde formando un ángulo recto en dirección Este y en línea recta mide tres
metros y desde este punto donde forma de nuevo ángulo recto en dirección Sur y en línea recta
mide veintiséis metros hasta encontrarse con el lindero Sur.

Igualmente, con la inspección judicial, practicada el 17 de junio de 2005 adminiculada con las
declaraciones ofrecidas por los ciudadanos M.A.C.Z., N.E.G.U., L.F.G.R., J.R.M.P., quedó
plenamente demostrado que en el solar que fue vendido en el año 1973, funciona un taller
denominado “La Casa de los Cardanes” en una edificación tipo galpón, lo que forzosamente
nos lleva a concluir que sobre esta parte del inmueble, las demandantes no mantuvieron la
posesión, ni siquiera precaria desde el año 1973 en adelante, por lo que la pretensión de
adquirir la propiedad por usucapión, respecto al solar que forma parte del inmueble objeto de
litigio no puede prosperar, Y ASI SE DECIDE.

En esta sentencia ha quedado establecido:

• que con las constancias de residencias emitidas por la Prefectura de la Parroquia San B.
delM.V. delE.C., quedó demostrado que las ciudadanas A.L.B. y A.C.B.M., se han residenciado
en el inmueble por más de veinte años, lo que denota una posesión continua e ininterrumpida
por un tiempo superior al requerido para usucapir;

• que con las declaraciones rendidas por los testigos M.E.G. de Maldonado, H.V.M., A.J.N.T. y
A.H.D., quedó demostrado que las demandantes realizaron mejoras al inmueble y cancelaban
los servicios de agua, electricidad, aseo y teléfono, con su propio dinero, lo que denota la
intención de las demandantes de tener el inmueble como suyo propio.

• Que desde el año 1973, después de gravada la casa, la sociedad mercantil Bordones y
Compañía S.A. se abstuvo de ejercer las prerrogativas que derivan de su derecho real sobre el
inmueble, mas aún no ejerció ningún acto de simple administración, manteniéndose inerte y por
ende dejando a las demandantes la posesión pacífica del inmueble.

Resultando concluyente, que en el presente caso las demandantes lograron demostrar que han
ejercido la posesión legítima por más de veinte años, específicamente desde el 28 de noviembre
de 1972, pero sólo sobre la casa y el terreno sobre el cual está construida, por lo que resulta
procedente la pretensión de prescripción adquisitiva respecto a la casa y el terreno sobre el
cual está construida, ubicada en la calle comercio Nº 86-73 del municipio (hoy parroqui

a) San Blas, del distrito (hoy municipio) V. del estadoC., situada dentro de los siguientes
linderos: Este, casa que eso fue de M.R. deA.; Oeste, calle Uslar; Norte, que es su frente calle
Comercio; y Sur, casa y solar que son o fueron de J.M.M., cuyo documento se encuentra
protocolizado por ante la Oficina Subalterna del Primer Circuito de Registro del Distrito V.
delE.C.; bajo el Nº 38 del protocolo tercero, en fecha 28 de noviembre de 1972…

De conformidad con la transcripción de la sentencia recurrida, se evidencia que no era


posible que el ad quem aplicara el artículo 1.383 del Código Civil, pues el supuesto de
hecho ahí previsto no coincide con los hechos establecidos en la citada norma, debido
a que efectivamente se consignaron las tarjas (recibos de servicio público), pero con
ellas la parte quería demostrar la posesión del bien objeto del litigio, mientras que de
conformidad con la citada norma las mismas son para demostrar la contraprestación de
servicios o bienes que recibe una persona de otra, por tal razón no era posible que el
juez analizara las mismas con fundamento en el artículo 1.383 ejusdem, en
consecuencia se declara la improcedencia de la denuncia bajo análisis, y así se decide.

DECISIÓN

En fuerza de las anteriores consideraciones, este Tribunal Supremo de Justicia de la


República Bolivariana de Venezuela, en Sala de Casación Civil, administrando Justicia en
nombre de la República y por autoridad de la Ley, declara SIN LUGAR el recurso de
casación anunciado por el demandante contra la decisión dictada por el Juzgado
Superior Segundo en lo Civil, Mercantil, Bancario, el Tránsito y de Protección de Niños,
Niñas y Adolescentes de la Circunscripción Judicial del Estado Carabobo, con sede en
Valencia, en fecha 10 de agosto de 2006.

Se condena al recurrente al pago de las costas procesales del recurso.

Publíquese y regístrese. Remítase el expediente al Juzgado Primero de Primera


Instancia en lo Civil, Mercantil y Bancario de la Circunscripción Judicial del Estado
Carabobo, con sede en Valencia. Particípese la presente decisión al Juzgado Superior de
origen, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 326 del Código de
Procedimiento Civil.

Dada, firmada y sellada en el Despacho de la Sala de Casación Civil, del Tribunal


Supremo de Justicia, en Caracas, a los veintiún (21) días del mes de junio de dos mil
once. Años: 201º de la Independencia y 152º de la Federación.

Presidenta de la Sala,

______________________________

Y.A. PEÑA ESPINOZA

Vicepresidenta,

__________________________

ISBELIA PÉREZ VELÁSQUEZ

Magistrado Ponente,

_________________________

A.R.J.
Magistrado,

_______________________

C.O. VÉLEZ

Magistrado,

_______________________________

L.A.O.H.

Secretario,

____________________________

C.W. FUENTES

Exp. Nº AA20-C-2010-000658

Nota: Publicada en su fecha a las

Secretario,

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