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JONATHAN CULLER Breve introduccion a la teoria literaria ‘Teaduccién castellana de Gonzalo Garcia CRITICA Barcelona Primer efi et Bree ve ats. nvimie de 200 i inne pies, a sin ‘wp ances outers Sits my pests, ons ‘nent Sahota en sc bo tealas tpi rep tl o ail eo co” nts gl tne mi ager pm pa ‘Thug LiveRany Toy Nery Shr hide Basi ace: Ba accom econ ©1997 etn Cale End pag tt 12200 tna cass anise, ea Pes bom Cans Stn Penenpe e,s os lin seas Dr a 7200 yr arte 2000 — ROMANYAMATLS 8 A Capea aos) PREFACIO La mayoria de introdueciones a la teotia literaria deseriben tuna serie de «escuelas» de critica, Presentan la teoria como una serie de «enfoques» que compiten entre si, cada uno con postulados y cometidos te6ricos propios. Sin embargo, los ientos te6ricos que se suelen identificar en esas intro- ducciones —como el estructuralismo, la deconstruccién, el feminismo, el psicoandisis, el marxismo o el nuevo historicis :mo—tienen mucho en comin; esa es justamente la razén de que se hable de «teoria» y no solo de teorias particulares. Entiendo que, para presentar Ie teoria, resulta més pric tico discutir las afirmaciones y cuestiones compartidas que repasar cada escuela teérica. Ocupémonos preferiblemente de los debates importantes, que no enfrentan una «escuela» a otra pero sf pueden marear diferencias relevantes dentro de ‘un mismo movimiento. Cuando se trata la teorfa contempo- riinea como ua conjunto de enfoques o métodos interpretat vos enfrentados se pierde gran parte de su fuerza y de su in terés, que la teoria ha ganado a pulso con su enérgico reto a las ideas de sentido comiin y sus investigaciones sobre la pro- duccién de sentido y la configuracién de la identidad huma- na, En este libro he preferido emprender el andlisis de una sucesién de temas de la teoria, centrindome en cuestiones y debates importantes y en lo que creo que hemos aprendido de ellos, Sin embargo, cualquiera que se acerque a un libro de teo: ria literaria tiene derecho a esperar que se le expliquen térmi- ‘nos como estructuralismo y deconstruccién. En el Apéndice se hallarin breves descripciones de las escuelas 0 movimientos criticos mas importantes; pueden leerse para empezar, l inal ‘ consultarse en caso de dda. ;Que disfrutéis! AGRADECIMIENTOS Este libro debe mucho a los estudiantes de mis cursos de troducci6n a la teoria literaria en la Universidad de Comell, que me ban permitido calibrar qué debe explicarse en una in- troduccién gracias a sus preguntas y consideraciones a lo largo de los afios. Me resulta un placer especial expresar mi agradccimiento a Cynthia Chase, Micke Bal y Richard Klein, quienes leyeron y comentaron el original y me invitaron a ‘escribir 0 pensar de nuevo ciertos apartados. Robert Baker, Leland Deladurantaye y Meg Wesling me fueron de particu: lar ayuda y Ewa Badowska, que ha colaborado conmigo en la ‘ensefianza de teoria literaria, hizo contribuciones cruciales en ‘numerosos aspectos de este proyecto. Tiras edmicas © The New Yorker Collection 1137 Dibujo de Benoit Van Innes, © 1991 The New Yorker Magazine, Inc. Pagina 68 © The New Yorker Collection 1998 Peter Stei- ner de Cartoonbank.com. Reservados todos los derechos. Pagina 123 Dibujo de Ziegler, © 1992 The New Yorker Magazine, Inc. ‘Pigina 136 © The New Yorker Collection 1995 Robert Mankoff de Cartoonbank.com. Reservados todos los dere- chos. Pagina 151 © The New Yorker Collection 1987 Roz Chast de Cartoonbank.com. Reservados todos los derechos. 1 QUE ES LA TEORIA? En los estudios literarios y culturales més recientes se oye ha- blar mucho de teoria; pero no de teoria de la literatura, sino de simple «tcorfa», sin mas, Tiene que resultar bien extraio para quien sea ajeno ala disciplina... «Teoria de qué?», en- tran ganas de preguntar. Sorprenderia lo dificil que resulta, responder a eso. No es la teorfa de nada en particular, tam- poco es una teoria exhaustiva que generalice sobre las cosas. En ocasiones la teoria parece incluso no ser siquiera la expli- caciéa de nada, sino més bien una actividad; algo que hace- ‘mos 0 dejamos de hacer. Uno puede andar metido en cues- tones de teoria; ensefiar o estudiar teoria; se la puede odiat 0 tenerle miedo. Nada de eso ayuda, sin embargo, a clavficar gué es la teoria ‘La «tcoria», se nos dice, ha modificado de raiz la natura- Jeza de los estudios literarios; pero quien afirma tal cosa no se refiere a la feorialiteraria, ala explicacién sistemitica de la naturaleza de la literatura y de los métodos que han de anali- zatla, Igualmente, cuando se escuchan quejas sobre el exceso de tcoria en los estudios literarios recientes, no se quiere de- cit que se esté reflexionando demasiado sobre la naturaleza de la literatura o se discuta desproporcionadamente qué ras- {gos caracterizan al lenguaje literario, por ejemplo. Nada de €s0. Es algo distinto lo que se tiene en mente. ‘Mas bien, lo que preocupa es justamente que haya dema- siada polémica sobre cuestiones ajenas a la literatura, demasia dda discusién sobre cuestiones generales cuya relacién con la literatura es apenas manifiesta, demasiada lectura de comple- jos textos psicoanaliticos, politicos y flos6ficos. La teoria son ‘un pufiado de nombres (en su mayoria) extranjeros; significa Jacques Derrida, Michel Foucault, Luce Irigaray, Jacques 12 _Breve introduc a a teors beraria Lacan, Judith Butler, Loui Geum Judith Butler, Louis Althusser o Gayatri Spivak, entre Eltérmino «teortan mmc, qué oe teorfa? Parte del problema ide en el ropio término de «teoria», que apunta en direce AS por eepl hablo dela eer dela latin ‘erie verificada de proposiciones cientificas, "ero entide oe el uso mas corriente de la Pabre ae aT 6 qué crees, por qué habrin is a sae pale pu ibran roto Laura y Miguel? Jue significa «teoria» en este caso? En et Adve un components de especlcon Sinema 1a teoria no es lo mismo que 5 aa cho que» dais entender que elses up Re alcanzo asaberla con seguridad: wospecho que Lan, ha acabado por cansarse del tguismiqus de Mil, po }# nos lo contaré Maria en cuanto pueda hablar ce chee Ina teorfa, en cambio, es una forma de espe én que ne se por una cierta «Tengo la teoria de a Qué ese teora? 13 «que Laura todavia estaba enamorada platénicamente de su pa- drey de que Migue! no selleg6 a transformar en el hombre que ella esperaba>. Una teorfa ha de ser més que une mera hips sis; no puede ser obvia; implica relaciones complejas y de tipo sistemiético entre diversos factores; y no se demuestra ni se des- carta con facilidad, Si tenemos en mente estos aspectos, resulta, ‘mas sencillo entender qué implica la etiqueta de «teoria» La teoria como género En los estudios literarios actuales, la teorfa no es una des- cripcién de la naturaleza de a literatura o de los métodos mis, adecuados para su estudio (aunque ambas cuestiones son par- te de la teoriay se tratarin en este libro, especialmente en los, capitulos 2,5 y 6). Es un conjunto de reflexion y escritura de limites extremadamente dificiles de definir. El fil6sofo Ri chard Rorty ha hablado de un género nuevo, mixto, que na- y de nuestra enaturaleza sexon observa que se ha aleanzado un punto en apg ne Fouctu ons legal aon pedi ; itr orice ata tidad a lo que se perci fa como oscuro empuje sin ombre Detht inom uc eps se moe Qué este teoria? 37 ‘con que To rodeamos, la aplicacién que ponemos en cono- cerlo. De ahi el hecho que, a escala de los sigos, haya lega- do a ser més importante que nuestra alma. La manera en que el sexo fue convertido en el secreto del set del individuo, en un venero clave de nuestra identidad como individuos, se puede ilustrar por ejemplo con la creacién, cen el siglo XIx del es precisamente una de las cusstnns te i omologia, la ciencia del ser, el estudio de lo que se ces Pero «cosa» en el sintagma «ina cosa extraian no se sehen Sie Parte inverosimilalrmacin de a sencillez En cualaree Gus. tla aislamos de este modo, la frase puede generat wag actividad como la que hemos desarrollado: el modelo dc any Vided interpretativa que asociamos con la literary Qué nos dicen sobre la literatura experimentos como es seas Sutin, en primer lugar que ise isla el lenguaje dk tras contexts, sse lo separa de otros propésnon reas Se luce? interretado como la literatura (acondicion de oe posea algunas cualidades que le petmitan responder 4 ee forma de interpretacion), Si la literatura es lengecie deccen textualizado, apartado de otras funciones 0 propisiten os [pie en si misma un contexto, que suscita forms eopeess des de atencidn. Ast, por ejemplo, el lector de litcraea Pres tars atencion ala complejidad potencial del texto y burcerd Stenificadosimplictos; sin que ello implique,ademds, qc Shunciado le esté cxigiendo un comportamiento cence Descibir la witeratura seria, entonces, detenminar re cone junto de supuestos y operaciones interpretativas aplcn el er for en su acercamiento a esos textos Qu sla iteratra, y qué importa lo que sea? 37 muy inconsciente no se Ha estado leyendo dos horas seguidas... pero el muy habia entenado nada, Las convenciones de la literatura ilisis de la narracidn (y englobamos bajo «narraciém> Seco anges peronul «una nora cates a perme sopra ba a formic amr de aprincho dees penis perpen, cold may spel. Por tna parte, nuestia comunicacin daria depende de un con- 38. Breve introduc al tera lteroia ‘encidn fandamental: os participa = eve fa | Jos participantes cooperan unos con sare BOF tanto, sc comprometen a intercambiarse infor aca. relevante para ln conversacién, Si le pregunto sl anu es un buen estudiante y me responde que ne qe la persona com equ habla cpr eon 0 cuanto a la narracién literatia, considerem eS una ae mayor de textos, los etertos a ve ‘osm; la relevancia de estos enunciados no depende ert, r que aportan a su oj ° ee Dlicaitdads, Tato sl expicamos nan arene Uae Samo si escrbimos una novela pala postridd, lo ee be a pena» par de penaybt# cl oxente; que tenga algtin tipo de Balad » featae gO, que clvierta o entretenga. Lo que distingue a k extos literarios de ottos textos expositives igualmente wane. too es que han superad un proce desert Principio de cooperacin exté «hipermronen Bes cio de a excitdads 0 a. a encontremos, sin suponer que carecen de sentile aries Dresupone que las diicalades qu le cama dl lengua et unt ntencin comunicativay, en lugat de inate | Qu esl trata y qué imports lo que sea? 39) tun objetivo comunicativo superior. La aiteratura> es una eti- {queta institucionalizada que nos permite esperar razonable- mente que el resultado de nuestra esforzada lectura «valde la ppenam; y gran parte de las caracteristicas de Ia literatura se Geriva de la voluntad de los lectores de prestar atencién y ex plorat las ambigtiedades, en ngar de correr a preguntar «equé Quieres decir con es0?». ‘Lalitcratura, podriamos conclu es un acto de habla o un suceso textual que suscitaciertos tipos de atencién. Contrasta con otras clases de actos de habla, como es el transmit infor- ‘macién, preguntat o hacer una promesa, En la mayoria de ca- 165, Jo que como lectores nos impele a tratar algo como litera- turaes, sencllamente, que lo enconcramos en un contexto que lo identifica como tal: en un libro de poemas, en un apartado de tna revista o en los anaqueles de librerias y biblioteca. Una ineégnita pendiente Nos queda todavia una ineégnita por resolver. ¢Hlay acaso ‘maneras especiales de manejar el lenguaje que nos indiquen, que lo que leemos ¢s literatura? 2O, por el contrario, cuando, sabemos que algo es literatura le prestamos una atencién di- ferente a la que damos a los peri6dicos y, en resultas, encon- tramos significados implicitos y un manejo especial del len- ‘guaje? La respuesta més factible es que se dan ambos casos; a veces el objeto tiene caracteristicas que lo hacen literario y otras veces es cl contexto literario el que motiva la decisién. Que el lenguaje esté estructurado de forma rigurosa no es su- ficiente para convertir un texto en literario; no hay ningsin texto mas estructurado que la guia de teléfonos... Y no po- demos tampoco convertir el primer texto que se nos ocurta rio con solo aplicarle ese califcativo; no puedo tomar jo manual de quimica y leerlo como una novela Por una parte, entonces, la literatura no es un mero mat coen el que quepa cualquier forma de lenguaje, y no todas las frases que dispongamos en un papel como si fueran un poe- en li pr beasia: funcionar como literatura. A su vez, iteratura es mas que un uso particular del lengusie uch chr no buen estnain deca pele ia; funcionan de un. especial porc fo aaa modo especial porque reciben una aten- Nos las vemos con una estrucn 2 una estructura complicada. Las Despectis se wperpanen parcalmente se casera poe no atece que se derive una sintesis. Podemos pensar que as literarias son un lenguaje con Tasgos y propiedades dis 1no obstante, que la teoria ha propuesto sobre | ae re la naturaleza de la literatura: luna partimos de un punto de vista razonable, pe final debemos hacer concesiones alas ots propuesiag La naturaleza de ta literatura 1. Lalliteratura trae «a primer plano» el lenguaje Se suele decir que la «literatiedad» feside sobre todo en la ranizacin del lenguaje, en una: organizacin particular. ee lenguaje usado con atros ‘Propésitos. La. ite. sus 63 un Lenguaje que trae a primer plano» el propio len Ge i lo rarifica, nos lo lanza a la cara diciendo «: {Mirame [Sey league, para que no olvidemos que eames lenguaje conformado de forma extrafia. La Poesia, peee quizd més evidente que los otros géneros, organiza el soni . La obra lteraria es un suceso lingifstico que pro- yecta un mundo ficticio en el gue se incluyen el emisor, los patticipantes en la acci6n, las acciones y un receptor implici to (conformado a partir de las decisiones de la obra sobre qué se debe explicar y qué se supone que sabe o no sabe el re- ceptor). Las obras literaras se refieren a personajes ficticios y no histdricos (Emma Bovary, Huckleberry Finn, el capitén Alatriste), pero la ficeionalidad no se limita alos personajes y Jos acontecimientos, Los elementos «lefcticos» del lenguaje (elementos de orientacién, cuya referencia depende de la situacién de enunciacién), como los pronombres (yo, ti) 0 los adverbios de tiempo y lugar (aqui, alld, arriba, hoy, aver, mafana),funcionan de un modo particular en las obras litera: rias. El ahora de un poema («Agora que sé d’amor me metéis monja», como dice la cancién tradicional) no se refiere al ins- tante en que se compuso el poema o se publies por primera vee, sino al tiempo interno del poema, propio del mundo fie- ticio de lo narrado. ¥ el «yo» que aparece en un pocma, como el de Lorca «Y que yo me la llevé al rio / creyendo que era, mozuela>, es también ficcional; se refiere al yo que dice el poema, que puede ser muy diferente del individuo empftico, | Federico Garcia Lorca. (Puede haber vinculos muy estrechos entre lo que le sucede al yo poético 0 al yo narrador y lo que | _ehaya suceido al eserior en un momento de su vida, Pero tun poema de un escritor viejo puede presentarse en la voz, 44 _ Breve introduecon la torte litera de un yo poético Joven y viceverss wen y vic sa. Y, de forma mas a el caso de la novela, el ‘natrador, el persis aa eae oer sen eat reco ee Presar opiniones muy dif res =a ficcién, la relacién pe sees domly lent ‘egrarse en un contexto que nos aclara oo ‘ean coun lara cmo tomarlo: un ma: ‘ual deinstrucions, ua informe a una XG. Sin embargo, el concepto de ficcién deja abierta, ex, pretacin le atribuye, i quedo con ali Hard Roc Cafe mana sla deo octet $m inviacin concrete identlarn I referencia capac ¥ temporal sein el contexto de la enunciacion eae Sexi por gemplol 14 de junio de 2003 elation ae cuando el poeta Ben Jon. eres humildes son esenciales ic humildes son esenciales para la felicidad horn cee interpretar Hamlet? Entre otras cosas, deberemos fash eemos que trata, pongumos, de los problemas de Principes daneses o bien del dilema del hombre de! Ren; _Giicne gue experimenta cambios en la concepein del yore ‘iat habla de las relaciones en general de los hombres son su madre, o tal vez afronta la cuestién de. cémo una freee | _ Gdn la literature, y ud importa lo que sea? _ 45, sobre Dinamarca; esa es una decision interpretativa, Podemos telacionar la obra con el mundo en diferentes niveles. La fic Gonalidad de la literatura separa el lenguaje de otros contextos en los que recurtimos al lenguaie, y dea abierta a interpreta cn la relaci6n de la obra con el mundo. 4. Lalliteratura es un objeto estético Las tres caracteristicas de la literatura que hemos visto hasta aqui —los niveles suplementarios de la organizacién lingtis- tica, la separacién de los contextos pricticos de enunciacién ylarelacién ficcional con el mundo—se pueden agrupar bajo a encabezamiento de «funcién estética del lenguajen. Esté tica es el nombre tradicional de la teorfa del arte, que ha debatido por ejemplo si la belleza es una propiedad objetiva de las obras de arte o si se trata de una respuesta subjetiva de los espectadores, o también cémo se relaciona lo bello con lo bueno y lo verdadero. Para Immanuel Kant, el te6rico principal de la estética moderna en Occidente, recibe el nombre de «estético» el in tento de salvar la distancia entre el mundo material y ef es ritual, entre el mundo de las fuerzas y las magnitudes y cl mundo de los conceptos. Un objeto estético, como podria ser ‘una pintura 0 una obra lterara,ilustra la posibilidad de reu- nir lo material ylo espiritual gracias a su combinacién de for- :ma sensorial (colores, sonidos) y contenido espiritua (ideas). Una obra literaria es un objeto estético porque, con las otras funciones comunicativas en principio puestas entre parénte- sis o suspendidas, conduce al lector a considerar la interrela- ci6n de forma y contenido, Los objetos estéticos, para Kant y otros teéricos, tienen una «finalidad sin finalidad». Su construcci6n tiene una f nalidad; se los organiza para que todas sus partes cooperen, para lograr un fin, Pero esa finalidad es la propia obra de arte, el placer de la creacién o el placer ocasionado por la obra, no. una finalidad externa, En la practica, esto supone que consi- ad on las historias (ualidades gue pueden ccovenn chvenas hiss), pero que eta no seen corre SEleos. en ete momento estamos descibiendo is heaton | . estétca, de las historias, incluidas las no litcearen 5. Lallteratura es ut 6 cuca €© una construcein interestual La teoria reciente ha defen: crear a parts dear lendi aue ls obras ltraias se terores que las nuevas integoan, epee ees 3 HS aE ran, repiten, rebaten o transfor logiar a una mujer que «cuando (cohen she walks, treads on the | { | i rosas tales en sus meiillas); para camina, pisa en el suelo» Ques le teratura qué imports lo que ses? 47 ground»). El poema tiene sentido en relacién con la tradi- ién que lo hace posible.” Silleer un poema como literatura es relacionarlo con otros, poemas, comparar y contrastar la manera en que crea sentido con Ia manera en que lo crean otros, resulta posible por tan- to leer los poemas camo si en cierta medida trataran sobre la propia poesia: se relacionan con las operaciones de la imagi- hacia y la interpretacién poética. Estamos aqui ante otra no- ‘én que ha sido importante en la teoria reciente: la literatura reflexiona sobre si misma, es «autorreflexivay, Las novelas tra tan hasta cierto punto de fas novelas, de qué problemas y qué posibilidades se encuentran al representar y lar forma o seo- tido a nuestra experiencia, Desde esta perspectiva, Madame Bovary se puede leer como la exploracién de las relaciones, ‘entre la «ida real» de Emma Bovary y Ja manera en que tan- tolas novelas roménticas que ellale como a propia novela de Flaubert dan sentido a esa experiencia. Siempre podemos pre- suntar a una novela (o a un poema) cémo lo que deja implici- to sobre la construccién del sentido es un comentario « la manera en que lleva a cabo la construccién del sentido. En la practica lterara, los autores persiguen renovar o ha cer avanzarla literatura y con ello, implicitamente, reflexionan sobre ella. Pero de nuevo, hallaremos que esta caracteristica se da por igual en otras formas: el significado de un adhesivo de coche, como el de un pocma, puede depender de los ad- hesivos anteriores: el eslogan reciente «Nuke a Whale for Je- sus!» («jHlaga estallar una ballena, por Dios!») no tiene senti- do sin sus precedentes «No nukes» («Armas nucleares no»), «Save the Whales» («Salvemos las ballenas») y «Jesus saves» {fests te salvan), y se podria deci, sin duda, que «Nuke a 5. Setrata dl soneto CXXX de Shakespeare, Podemos hllar un uc so pavecido frente ala tradicin amorosa previa, por ejemplo en el soneto ‘de Lapercio Leonardo de Arpensola que comienza «No fueron tus dinos ‘jos: Ana, / los que al yugo amoroso me han rendido; ni los roxados la Dios, dulce nido/ del cego aio, donde néctar mana». En este caso el bjetiv es clog el ala feat sa sparienci sce: Tu alma, queen tus bras se tasce, os a ue soetar pad la mia.» (IN. del t) 48._Brove introduccon a la tort lterania ‘Whale for Jesus» trata en realidad de los adhesivos. La inter- textualidad y la autorreflexividad de la teratura, por tanto, no son un rasgo distintivo, sino el llevar a primer plano ciet. tos aspectos del uso del lenguaje y ciertas cuestiones sobre la Fepresentacién que se pucden abservar también en ottos textos, ePropiedades 0 consecuencias? En los cinco casos hemos encontrado la situacién que men- ciondbamos mas attiba: estamos ante lo que podemes desert. bir como propiedades de las obras literarias, ante caracteris ticas que las sefialan como literarias, pero que pocifan ser consideradas igualmente resultado de haber prestado al tex. to determinado tipo de atencién; otorgamos esta funcién al Iengusje cuando lo leemos como literatura. Ninguna de estas ‘perspectivas, se dria, puede englobar al resto para convert. se on la perspectiva exhaustiva. Los rasgos propios de la lite. ratura no se pueden reducir ni a propiedades objetivas ni a ‘meras consecuencias del modo en gue enmarcamos el lengua je. Hay para ello una taz6n fundamental, que ya vimos en los _Pequetios experimentos mentales al comienzo de este capil el Iengusie se esiste a los marcos que le imponemos. Es diff. cil convertir el pareado «We dance round in a ring...» en un horéscopo de periédico, o la instruccién «Agitese enérgica, mente» en un poema que agite nuestro énimo. Al watat algo como literatura, al buscar esquemas ritmicos 0 cohetencia, ol Tenguaje st nos resiste; tenemos que trabajar end, trabsjatjan- toad. En definitiva, a eliteraricdad» deva literatura podiia residiren la tensién que genera la interaccin entre el material lingistco y lo que el lector, convencionalmente, espera que seal literatura, Pero lo afirmo no sin precaueién, ples en las

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