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GACETA MEDICA DE MEXICO 108 TERATOLOGIA. ‘La Teratologia consagra una atencida particular & las anomalias que resulta de fa separacion de partes ordinariamente unidas, y las divide en anomatia por perforacién y anomalias por divisién. A esta segunda especie perlenece ¢ ejemplar cuyo retrato presento 4 la Academia. Nacié esta nifia en la Casa de Maternidad el 2 de Enero del presente afio. la did A luz Juana Garcia, oriunda dei pueblo de San Angel, de veinticinco aii de edad, mala constitucion, linfatica, nulipara. La crialura vivid cuatro dia solamente, y por no poder mamar $e la alimenlé durante este tiempo con bue na leche de mujer y una cucharilla. Sus vagidos eran continuos, poco intenso y casi instantaneos. La evacuacién de la orina y del meconio eran completa mente regulares. Juterrogada Juana si habia recibido algan golpe 6 caido sobr ei vientre durante la prefiez, contesté negativamente, y atribayd tanto el poc desarrollo de su hija (3.800 gramos) cuanto su mala conformacidu, 4 ua viaj de ida y vuelta 4 pie de aqui 4 Cuernavaca, entre el segundo y lercero mes de embarazo. E] conjunto y los detalles de la anomalia son tan manifiestos en Jas dos fotc grafias que acompaiio, que conceptito indtil detenerme en hacer su descripeidt echandose de ver en el acto que se trata de la divisién de las mejillas, anomali no comin, cuyo conocimiento exacto debemos a Klein, y sobre todo al Dr. N ¢ali,! designada por Laroche con el nombre de division congénita de las mej Mas, la cual depende de Ia falta de union 6 dela unin tardia de dos de las cin principales piezas que segiin los estudios de Serres y Beclard compouen la mat dibula superior en el embriéa; como Ja avomalia llamada «labio leporino» cor siste en la falla de unidn 6 en la unidn tardia del hueso intermaxilar y d maxilar, Ea uno y otra se detiene el desarrollo de los huesos de Ja cara y § origina la deformacidn de !as partes blandas. En el presente caso, ademas de la divisiéa congénita de las mejillas, hay i bio leporino 6 separacién de los huesos intermasilar y maxilar al nivel de I intervalos que separan 4 los incisivos externos y 4 los caninos, y, por allim avance del intermaxilar; de cuyo conjunto resulta un todo monstruoso y repu nante. Creo conveniente hacer constar aqui, que el desencaje del intermaxil: fué indicado primero por Meckel, sefialado luego por Nicati, y que ef hue mismo fué objeto de un estudio especial por parle de Juan Wol-fang Goethe, gran poeta alemin, quien ex profeso escribid acerca de él una Memoria que imprimié en Jena bajo el titulo: Dem Menschen wie den Thieren ist ein Zw chenknochen der obern Kinulade zuzuschreiben. Geofroy Saint-Hilaire | 1 Monstruorum quorundorsm deseripHo, Stuttgard, 1793. Tomo XXII.—14 406 GACETA MEDICA DE MEXICO yacila en decir que el eximio autor de la tragedia «Fausto» fué quien introdujo explicitamente este hecho en la ciencia. Divese que yarias sou las causas eficientes de la presente monstruosidad. Prescindiendo de Ja opinién (aceptada sobre todo por el vulgo), del influjo que en la produccién de esta y otras anomalias, tiene la imaginacién de la madre duraate el embarazo, lo cual no cabe ni puede caber en la ciencia, exhausta de pruebas, Tiedemann la atribuye & lo tardio del progreso vegetativo y de la for- imacibn de los vasos respectivos. Vrolik y Nicali creen que la lengua, que se des- arroila presto en el feto, cuando la cavidad bucal es muy estrecha para coute- nerla, sobre todo inferiormente, puede ser empujada hacia arriba y oponerse a la reunidn de los huesos. Estos analémices apoyan su modo de ver en que en los embriones afeclados de labio leporino se ha hallado la lengua encajada en la beudedura. A ja presencia de un obstaculo mecanico atribuye Saint—Hilaire, padre, la falta de unidn del intermaxilar, el maxilar y las demas porcioues blandas entre si: mas uo cree que la lengua pueda oponerse 4 la reunién. Ex- plica estas y otras anomalias por adherencias patolégicas que suclen establecerse entre el amnios y las partes externas de la mandibula, y por las Lracciones ejer- cidas sobre estas partes por las membranas 6 cuerdas organizadas que en tales circunstancias viuculan al embridn con e! forro interno del huevo, o sea el amuios. 4A cual de eslas causas deber& acusarse en esle caso? Lo ignoro, y, por lo mismo, opto por coufesar paladinamente miignorancia. Mas vale asi, que aven- turarme 4 bogar en el turbio mar de fas conjeturas. Las causas ocasiouales determinantes y eficientes de estas y de otras anomalias por el estilo, son (y fo ‘serio por mucho ticmpo) un misterio impenetrable para los que dedican su tiempo a estudios teralolégicos. Pasaré, por lo mismo, A cosa mas practica: io que concierne al tratamiento quirdrgico de esta deformidad. Dos priacipios inporlantisimos deben presidir al tratamiento. Primero: No debe recurrirse & operaciones plasticas en estos casos, sino cuando la deformi- dad congénita dependa de la simple falta de union y no de falla de substancia. Segundo: dichas operaciones deben hacerse de modo que se eviten las cicatri- ces (Holmes). Nadie igaora, por obra parte, que Jas tentativas auloplasticas, aun en el supuesio de que quien las haga sea id6neo, suelen fracasar empeo- rando la situacién misma que se trata de corregir por su medio. Varios ejem- plos de esta suerte he visto en nitos uacidos en la Casa de Maternidad, opera- dos en el departamento de Iufancia, 4 cargo de persona 4 quien fafama publica pregoua por su destreza y grandes conocimientos quirirgicos. La delicadeza y la falta de resistencia en los recién nacidos son escollos con tra los que se estrellan la previsién, la destreza, y hasta la celeridad al operar, que, 4 no dudarlo, es la cualidad que mas que otra alguna, asegura tos éxitos en materia de operaciones sangrientas, y aud de las que no lo son. GACETA MEDICA DE MEXICO 407 En él presente caso, cualquiera tentativa de operacidn plastica habria frac sado sin duda, no solo por Ja pérdida 6 falta de substancia que hay y se ecl de ver desde luego, sino porque no habria sido posible volver al orden esa ma confusa de organos y tejidos heterogéneos visibles é invisibles. Por estas co sideraciones fué preciso resolverse 4 optar por el Unico camino que quedab quiere decir, alimentar 4 la criatura Jo mejor que se pudiese; aunque respec’ 4 esto estaba previsto también, que el medio de alimentacion adoptado aanics mente serviria para mantener la vida por breve tiempo, en visla de su insut Ciencia. 8 do Febrero de 1988, | JuAN Mania Roorigurz. CLINICA, QUIRURGICA, ABSCESO PROFUNDO DE LA FOSA ILIACA TERMINADO POR LA CURACION. La historia clinica que a grandes rasgos voy a trazar, se refiere Ala enferma que tuve el honor de presentar ante esta respetable asamblea en una de las se- siones pasadas, y constituye un hecho eurioso de absceso profando de la fosa iliaca derecha, terminado felizmente. La paciente atribuia su enfermedad a fa- tigas de marcha por haberse visto durante algén tiempo en la necesidad do ha- cer cuatro veces al dia viajes desde el barrio de Tepito, lugar de su residencia, ala carcel de Belén, Y Ser atacada de su padecimiento en esa época en que uo dolor gravativo cada vez mas molesto le aparecié 4 la derecha de la parte baja del vientre, y aunque continuo, se exacerbaba mas cuando ella se ponia en marcha; su apelito comenzo a disminuir, las digestiones eran dificiles ylacons- tipacién acompaiiaba a estas perturbaciones del aparato digestivo que 4 st vez eran seguidas de un malestar general, Pocos dias después del principio de estos trastornos, no fué posible 4 la enferma levantarse, pues & un aumento en Ja intensidad de los siatomas enuneiados, se agregaba la imposibilidad de mover libremente su miembro abdominal derecho, obligado por el dolor, a estar da continuo en la media flexién de ta pierna sobre e muslo y de éste sobre la pelvis. Un poco mas tarde aparecieron calofrios seguidos de calor fuerte y & veces de sudores irregulares, y en tal estado, veinte dias después del principio de su enfermedad, se resolvié a impetrar los auxilios de Ja Beneficencia publica,

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