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GACETA MEDICA DE MEXICO. 185 TERATOLOGIA. Estadio sobre varias monstraosidades endocimianas obserradas en esta capital. z MEDTADOS de Julio de 1891, varios periddicos politicos y papeles sueltos anunciaroxi que en el Hospital de San Andrés de esta ca- pital habia un hombre fenomenal, un hombre—madre (sic), ol pri- mero y tinico en su especie; un jardinero, indigena, de 22.afios 399 a6 edad, Hamado Canuto Rosas, que en la nalga izquiorda tenia un enorme tumor del cual uno 6 dos grandos cirujanos acababan de sacar un felo porfectamente conformuilo. Algunos do osos periddicos, “E] Mundo” entre otros’, ilustraron la noticia con dibujos ( verdaderos mamarrachos), que on. vor do servir para quo los lectores se formaran una idea mas exac_. ta y més clara del fenémeno, por lo incorrecto y lo fantastico de ellos sir. vieron solo para acrecer la admiracién del vulgo, naturalmonte dado 4 ff bulas y patraiias, sobre todo si se prestan 4 comentarios descabellados como sucedia en esto caso quo por su indole propia daba material de sobra para que las gentes los hiciesen 4 todas sus anchas. Toeaba 4 Ja ciencia desdo entonces poner los hechos en claro pinténdoles con el hermoso colorido de In verdad, acéerima enemiga de pondoraciones y embustes, deseribiéndoles como de suyo se oftecen 4 ]as contemplativas miradas de las personas que cultivan Ja rama de la gran cienoia do la organizaciéa que tiene por objeto el estudio de lz Monstruosidad y de los fenémenos & que éste da lugar (que por tan justos titulos han fijado la atencién de los sabios y filésofos de to- dos los siglos), y clasificarle con entera sujecién 4 las reglas de eso ordena- miento convencional, verdaderaments admirable, quo s0 llama clasificacién teratolégica. Amistosamente invitado por mi distinguido colega Dr. D. Rafael Lavista para historiar el caso de Canuto Rosas, sin més prembulos, y con- fiado on la ilustracién y galanteria do tan selecto auditorio, procedo 4 ex- poner cuanto he visto y meditado sobre el particular, Hamando en mi auxi- lio, para el logro de mi intento, algunos antecedentes indispensables no de 1 Too ¥, mim. 617, jueves 16 de Jutio do 1991. 136 GACETA MEDICA DE MEXICO. todos conocidos, en virtud do ser contadas las personas quo aqui se con: sagran & las disquisiciones teratoldgicas, Jo cual de paso divé no deja de ser muy sensible, vistas su importancia y trascendencia, Es cosa perfectamente averiguada por cnantos se ocupan en inspec« vionar cadfveres humanos, que en ciertas partes del cuerpo, como las ér- bias, l piso de la boca, el cerebro, los ojos, el mediastino anterior, los pal- mones, el mesenterio, los testfculos, los ovarios, et ceatera, se desarrollan 4 ovasiones unos quistes 6 bolsas que contienen grasa, polos, diontes, co» lostorina, huesos, glindulas sudorfparas, folleulos sebéceos, papilas y epite- Nos diversos (esto iltimo en los sacos), quo vistos con el microscopio tie- nonel aspecto de los do la piel. Estos quistes, llamados dermdideos, general- mente globosos ti ovoides, son duros, y su tamaiio varfa desde el de un huevo do gallina, 6 menos, hasta el de wna caboua de adulto, Los dientes, quo 4 voces son numerosos, se encuentran engastados en lu pared quisticn 6 adheridos & pedazos de hueso 6 de cartilage. Hn un caso mencionailo por Schnabel su méimero pasiba de cien, y Plonequet refiere otro en el que se contaron trescientos', Obsérvanse casos tan rares como este que copié de la obra del Profesor Kiwisch: “Una joven do diez y siete afios se vid atacada de nua hinchazdn del ovario izquierdo, quo Hegando i Ios veintiuno se extendia hasta mis abajo de larodilla, » ta y ocho afios, y Te auptosia descubrié quo el saco ovarico sélo pesuba 14 Hibras, y que contenfa otras 40 de masa adiposa, espesa, meliforme, moz- clada con muchos cabellos de diversos tamafios, rizos de dos pulgadas de largo y del gracso del dedo pulgar, parocidos grefins, y multitud de pelos cortos en In superficie interna de aquel enorme zurr6n. Halléronse ahi, _ Ademis, 8 cencreciones dseas de formas irregulares, una de las cuales te. nin 7 y otra 10 pulgadas de largo, y como 2 do ancho. Uno de esos hue- 805, do forma piramidal, presentaba 7 dientes molares y 1 incisive, con- tandose hasta 9 hnesos sucltos. Laos diontes eran tan grandes, porfectos y duros, como los de un joven de 20 afios,” El iitero, sus anejos y contiguos han sido muchas veces asiento do esas masas fetales, amorfas 6 deformes, y os cosa por demas sabida que idiondo su civeunferencia 4 varas. Murié dlaadad de trein- 4 Gaillard Thomas.— Zratado prdctice de fas enfermedades de tas mujeres. GACETA MEDICA DE MEXICO. 137 surgen y so dosarrollan también sobre los sitios mismos adonde se ha no- tado Ja evolucién accidental 6 por exror de lugar, de fetos normales; 6 lo que es lo mismo, sobre todos aquellos puntos aionde ha podido ser fielmen- te contrastada preiiez extrauterina. Asi, Corvinus, on su optisculo titu- lado De conceptione tubdrica, ha descrito un hueso con dos melas, encon- trado por 61 mismo en una de las trompas de Falopio. Schiitser y Seorti- gagna hallaron produceiones organieas antitogas, aunque més complejas, en la cavidad abdominal. Y yo he tenido la fortuna de diagnosticar la exis- tencia de un quiste derméideo situado en el ovario derecho de una dama norteamericana, esposa de Mister Daniel Turner, Superintendente del “Bspress do Wells Fargo y 02,” atendida por el Dr. Schmidtlein primero, después por el Dr. Semeleder y por mf, en ol “Hotel del Jardin,” y muer- ta el afio de 1886 de inanicién en el curso de un puerperio borrascoso. Li pieza anatémica, que extrajo mi distingnido disefpulo Dr. D. Ramén Ma- efas on el acto do embalsamar el cadaver, curiosamente preparada, como desilo luego s0 echa de vor, me oxime del trabajo do entrar en muchos por- menores descriptivos, bastindome con hacer fijar la atencién de los cir cunstantes sobre los. dientes incisivos existentes en el quiste abierto de delanta atrés, dos sitnados 4 la izquierda y uno & la derecha dél'anverso, y sobro la blonda, ensortijada y fina eabellera quo se ve lidcia ol opuesto Jado; estando patentes, asimisino, porcién de pelos més cortos disemina- dos en otras partes anfractuosas del intérior del quiste ovdrico dérméidea quo he tenido Ia honra de dar 4 conocer 4 Ja Academia, y cuya historia man- tuve inédita hasta hoy. Véase la figura nim, 1, Los huesos encontrados en los quistes derméideos, comunmente son informes 6 indeterminables. En algunos casos, y por eirennstancias espe- ciales, ha podido clasificérscles sin embargo; v. g, cuando presentan al- veolos, no so ba vacilado en referitlos d los maxilares. Ciertos detalles do consistencin y forma han permitido, & veces, roferitlos & rocas ti otras por- clones de los temporales. El tamatto de los huesos, su niimero, el de los dientes, sus clases, tomporarios 6 permanentas, la cantidad, la longitud y clase de los pelos, dan & entender quo el desarrollo de esas masas parasiti- cas no deja de ponerse de manifesto aun cuando queden reducidas & su menor expresién; quiero decir, & un contadisimo nimero de sistemas or- ginicos; do donde debomos inforir quo ol estado en que los monstrnos pa- risitos so ofrecon & nuestra vista, por sencillo 6 imperfecto quo so le supon- ga, realzaento os un desarrollo avanzado si so le compara con el modo de ser del prototipo de esta clase de monstruos, que anmquo desconocido hasta Tomo XXVUT.—15. 138 GACETA MEDICA DE MEXICO, hoy, debe do oxistir sin embargo, como existen, siendo conocidos ya, los prototipos de las producciones correctas 6 normales, animales y vegetales. ‘Los tuinores Ilamados molas y las producciones accidentales Hama- das egagrépilos, ninguna conoxién tienen con los quistes derméideos ni por su origon ni por sus earacteres propios. Ln vagnedad, 6 mejor dicho, la confusion que reina todavia respecto de este punto, en gran parte depen- de de quo bajo la designacién de molas so comprenden estados de organi- acién muy distintos, Separando, como se debe, de las verdaderas molas, diversidad de tumores uterinos Hamados por los ginccologistas, ibroi- deos, cistofibromas 6 tumores fibroquisticos, sareomas duro y blando, os- cirro, encefaldideo, epitelioma, pélipos celulares, glandulaves y fibrosos, ol término mola se simptifica y queda reducido & su riguroso significado. Por él se da A entender actualmente Ja existencia dentro de la cavidad de Ja matriz, de una masa carnosa 6 vesiculosa procedento de la retencién total 6 parcial de Ia placenta 6 de las membranas ovulares directamente transfiguradas. La palabra con que se designa esta especio de produecio- nes, aun cuando, como dice Thomas, no sea ni elegante ni oportuna, est de tal suerte sancionada ya por tantos afios de uso, quo seria diffeil cam Liazla 6 imposible abandonarla. La formacién de las molas reconoce un origen exclusivamente patolégico, Su existencia se debe & la suspensin prematura y morbosa de una prefiez intrauterina no seguida de Is expul- sién completa de las partes constituyentes del huevo muerto. Privado de vida el embrién, adherida la placenta fetal é la uterina por sus naturales conexiones conjuntivas y vasculaves, bajo ciertas condiciones, hasta hoy ignoradas, recibiendo las pariae colas el alimento para el producto y para ellas destinado por la naturaleza, crecen, pero suftiendo & Ja par modifi- caciones tan peculiares, que acaban, cambiando su estructura y forma, por quedar convertidas en masas organizadas amorfas dentro do las cuales ya con algunos restos irrenbsorbibles 6 intransformables del producto de con- cepcién ahi abortado; salvo aquellos casos en los cuales el embridn es arras- trado afuera do la matriz por las olas amnisticas (se snpone, previa rot: ra de Ta fuente) 6 se Tiguidificw, covforme suede con mucha frecuencia en las prefieces incipientes quo abortan, 6 que no pueden Hegar & Ia madurez, que os lo propio. Siendo éste el nico mecanismo de la produccién de las molas, ya carnosas, ya oesiculares (lhidropesia de fas vellosidades eorviales) resulta do ali que estia compuestas de dos partes distintas: una esencial, coustante, constitufda por la placenta y las membranas transformades, y otra accesoria g inconstante, constituida por los restos eerdaderamente oa- davévicos del feto. GACETA MEDICA DE MEXICO. 139 Dentvo del estémago 6 de los intestinos héllange ciertos tumores, com- puestos do cabellos, mucosidades, y alginas cosas més, que tierien un ori gen idéntico at do los Hamados egagrépilos 6 beeoardes de Alemania quo suclen encontrarse én las vias digestivas do las cabras, toros, Yacas y otros ramiantes, Dichos-egagrépilos estén formados prineipalmenté de los pelos que los animales mismos tragan al lamersé,y de mucosidades coneretas, que los movimientos peristélticos del estémago ¢ intestinos aglomerari forman- do bolas émborradas; soliendo suceder que también contengan restos vo- gotdles y substancias caledreas.' Por lo tanto; no son del dominio de la teratologia, sino de la patologia, los hechos que como especiménes pongo & continuacién y cuantos mds estuvieren en su caso, El Profesor Schén- born reficre que una muchacha venia quejindoso de dolores gastricos des- de la edad do 18 afios, not4ndosele un tumor en la cavidad abdominal, in- clinado hacia Ja derecha del abdomen, mévil, y dislocable on direccién de las falsas costillas. Consultado Naunyn, crey6 qite se trataba de un caso do rinén mévil. Operada la muchacha, y oxaminado el tumor, result6 for- mado de cabellos cortos aglutinados con moco, declarando hasta entonces Ia paciente que hacia 4 afios haba adquirido Ja mala mafia dé mordor Ia punta de sus trenzas y arrancar Io que mordia para hacer bolitas que des- pués se tragaba. Jaccoud, citando 4 Brechet, cuenta qué un muchacho do 16 aitos so tragaba cuantos cabellos habia 4 las manos. A su muerte ha- avon adentro del estémago y de los intestinos delgados, bolas de cabellos, una de las cuales tenia por nicleo un hueso de cereza. Estos y parecidos tamores han sido calificados, 4 ocasiones, de carcinomas del ostémago, con- forme resulta de los hechos citados por Samuel Cooper; 6 de bazo movil; 6 de otras varias cosas, entro ellas, quistes derméideos. Casos parecidos 4 cstos hallé citados por Bandeman, Alfredo Poland, Georges May, Ritchic, Palemén Best, John Russell, I. Immén, John Borg de Estocolino, y otros varios autores, Hechos estos esclarecimientos indispensables, vuelvo 4 tomar el hilo de mi disctirso para ocuparme en otra cuestién més compleja que la do las molas, la que se relaciona con los monstruos menos informes que los der- méideos, aunque siempre deformes, los monstruos parasitarios. Por mucho que sea lo vario y singular del vinewlo que liga Ins par- tes componentes de los monstruos dobles, los monstruos patasitarios, sean de la clase que fueren, desde los Hamados quistes. derméideos hasta los 1 En ciertes épocas que se ha observado gran mortalidad en los rebasios, en snuchos de los ani- rales muertoa #0 han encontrado ogagrédpilos adenitro del estimago, Littré y Robin, Dice. Nystén, 140 SA DE MEXIUO. polimelianos, todos, sin excepeidn, se refieren al ingerto de un individuo muy pequeiio, muy imperfecto y pardsito, en otro individuo més grande, Lien conformado en lo tocante & 1a mayor parte de sus érganos, y autdsi- to. Respecto de este punto, como respecto de todo lo quo tiene que ver con la creacién, ora la naturaleza so sujete & las leyes de la normalidad, ora se vea compalsada por las de la anormalidad, obsérvase orden y armonia, ‘To das las especies de seres, perfectos 6 monstruosos, forman una imensa cadena cuyos eslavones so siguen sin soluciones de continuidad. En los Namados monstruos por inclusién 6 endocimianos, so enenentran también dos individualidades distintas por su tamatio y desarrollo; pero con la par- tiotilaridad de que la més pequeiia, 6 sea el pardsito, en lugar de encon- trarse ingertada, como pendiente de algtin lugar del euerpo del autasito, est embutida, encajada dentro de éste. La endocimia, como dice el més eélebre y conspicuo de los teratologistas dol siglo, Geoffroy Saint—Hilai- re, viene 4 consi . stir en una especie de prefiez congénita ordinariamente “extrauterina, y puede que aun intrauterina; prefiex que, zafa esta wlti- “ma, * puede observarse indistintamente en un individuo del sex v mas- “culino 6 femenino.” Los monstraos dobles por inclusién, entre los seres anémalos, forman un grupo distinto & Ja vez que notable, que en la clasificacién general se considera como una tribu divisible en dos 6 mds familias. No han falta- do quienes pretendan que la inclasién monstruosa sea dofinitivamente ele- vada al rango de una de las divisiones genorales primarias de los mons trnos dobles, conforme algunos teratologistas lo han hecho ya. Pero el s2 bio antes citado se opone 4 dicha reforma, en razén & que, cxaminando atentamente, dice, los hechos y las conexiones de estos entre si, no puede tener cabida, por tratarse do una clasificacién fundada en la exacta y se- vera justipreciacién de relaciones puramente naturales, Hn los monstruos dobles por inclusién, como en los monstruos dobles por ingerto, uno de los . individuos componeates es muy imperfecto, accesorio y parasito del otro, del autésite, que es el tinicamente dotado de vida activa propia; y este ca- racter es tan fundamental, resume tan bie: ganizacién, que por st sélo bastaria para reunir 4 enantos lo presentasen en una sola y tinica div Dexcendiendo & consideraciones mas especiales, hay que advertir que los monstruos dobles por inclusién se encadenan tanto con los demés pa- rasitariog, quo gradual 6 insensiblemente se puedo pasae de ellos & algunos los datos esenciales de la or- ién, veduciéndoles 4 la wnidad, por decirlo asi. 1 Hasta hoy no se eonoce un eéto caso auténtion de la segunda variedad. GACETA MEDICA DE MEXICO. 141 de Jos polimelianos, cesorias terminan la serie de los moustruos unitarios; de la propia mane- ra que los monstruos dobles terminan Ja de las monstraosidades dobles. En la larga cadena de las monstruosidades parasitarias, como deeia ha po- 0, los anillos se siguen sin soluciones de continuidad: pero de que los ani- llos so sigan, no se debe concluir que vienen unos de otros; hay entre ellos conexiones de parecido y semejanza, pero no de origen y filiacién. aquellos, por ejemplo, cuyos miembros 6 partes ae~ La inclusién monstrnosa de un feto dentro del cuerpo de su herma- no, por lo que en si vale, constituye una anomalia tan singular, tan nota- ble, que no hay que extr go el asombro, y después el interés de todo el mundo, Esto lo veo rany natural, Tomés Bartolin, en sus Centurias, cuenta un caso (el primero que viera), y enenbeza Ja historia do él con un epfgrafe que pinta bien la frer- te impresién que le hizo el verla. Dice asi: “El embrién prefiado.—El “ titulo de la historia azoraré 4 los lectores. Ciertamente asi lo tengo pa- “ya mi, escribiendo en deleznable papel cosas que ninguna edad jamés ha “visto t ofdo.” Embryo pregnans.—Terrebit lectores historic titulus. Cer- le ipse mihi satis credo dum hee perituree charte illino que nulla etas vidit eel audit. La inelusién monstruosa da un feto ha sido objeto do innumerables trabajos, muchos de los euales se remontan & épocas muy anteriores 4 la nuestra. Algunos datan del siglo XVIII; pero los mas importantes son, sin disputa, los del presente, Pueden citarse, entre otros, los de Lachese, Ollivier, Lesauvage y Dupnytren, en Francia; de Young, Santo Fattori, Meckel, Hergenrosther, Capadosio y do Himly, on otros lugares de Euro- pa. No conozco ningtin trabajo norteamericano ni mexicano respecto del particular. No obstanto los esfuerzos hechos por los autores citados y no citados, la historia de la monstrnosidad por inclusién es muy incompleta, y muchas de sus partes, las més importantes acaso, afin estén en cierne. Hay varias hip6tesis, unas més, otras menos probables sobre la etio- logia d eonjunto de los hechos obs de que Jos autores que se han consagrado é estudiarla les haya faltado ha- Dilidad, sagacidad, y Ins otras dotes que el caso requiere, sino porque el punto de por si esté rodeado de dificultades insupevables; es verdadera- mento peliagudo. Para convencerse de ello basta ponerse & reflexionar que nadie, por habil y perspieaz que so suponga, tiene acceso cerea del pardsi- to de un monstruo endocimiano que vive oculto una vida anémala silen- ar queal principio excitase la ineredulidad, Ine- monstruosidad por inelusién; pero ninguna de ellas explica ol vados; y no so vaya creer quo eso depende 142 GACETA MEDICA DE MEXICO. ciosa que pasa totalmente inadvertida aun para el mismo portador (el au- tésito) enya existencia y particular organizacién sélo so rovelan én cir- cunstancias excepeionales, hijas do la easualidad, como sucedié en él ease de Canvto Rosas, 6 después do suftir graves alteraciones, como acontecié en los inolvidables hechos historiados por Dapuytren y Young. ‘Las formas de esta monstruosidad mejor conocidas son Ja inclusién subeutinea 6 dermocimia, y la inclusién abdominal 6 endocimia. Ein la pri- inera variedad, el pardsito so encuentra encerrado en una cavidad anéma Ja formada por la expansién de los tegumentos del antésito, y su existen- cin sé denuncia por un tumor de tamaiio y figura variables. Los hechos en los cnales se ha encontrado esa disposicién se parecen mas entre sf, por lo que toca 4 Ia situacién del tamor, que por In conformacién del pardsi to incluso. Exceptuando el caso de Gaither, de Naeva York, en que el tu- mor estaba situado en la regién epigstriea, y el de Lecluse, en que el bul- to sobresalfa adelante del ymbis, el tumor por lo comin se halla asenta- do en la parte péstero-inferior del tronco. Su base esté ya un poco mis arriba, on Ia regién sicra, ya un poco mis abajo, en Ia porineal, ya en maa y otra, 6 ya ocupando la regién gltitea entera. Ex cuanto al tamaiio, va- rfa: pequefio, mediano, grande, y grandisimo euando baja hasta las cor- vas, En un caso que ocurrié on nuestra Maternidad hace afios, el yolu- men del tumor, comparado con el del foto autésito, era enorme segiin pue- do eologirse examinando las fotografias que ropresentan al monstruo re- tratado en tres distintas posturas (Fignra 28). La regién ocupada por el tumor, nataralmente sufre imperfecciones que 4 veces suelen hasta cons titnir verdadevos vicios do conformacién, Ordinariamente el ano se halla fuera de su lugar, desviado aun lado 6 & otro, 6 inmediatamente detrés Jel eseroto 6 de Ia vulva, perforado 6 imporforado, Algo anémalo suele ofrecer también el aparato genital on cuanto & la disposicién de los tes- tienlos 6 de ln vulva, 6 en cuanto & la conformacién del miembro vizil, La médula éspinal puede terminat de wn modo insélito, sin cola de cabae Ilo, por ejemplo, y afectada do fisucn la porcién sacro—coxigen del ra- quis. Abriondo esos tumores y escudrifiando su interior, s6 ve quo estiin fo- vrailos do una menbrana pareoida d las serosas que aisla el contenido de lo que tiene 4 si rededor. Tos vasos del pardisito y de Ins partes parasiticas, esto no obstante, se comunican con los del antésito. Mayer y Olivier vie~ von que las arterias del pardsito, en un caso que estudiaton, se unfan por sa rama principal (que aun pareefa ser una continuacién de ella) con la 1 Himly.—Eccelente noticia sobre tm caso intereaantisimo de st. Op. X. GACETA MEDICA DE MEXIOO. 143 sacra media del autésito, como sucede en los primeros dias del desarrollo del embridn, teniendo un calibre mayor que el de las iliacas primitivas. Esta intoresante obsorvacién fué vecogida y comunicada & Ollivier por Capurdn, y osté mareada con el ntimoro XLV, En un easo que refiere Ma- yer, entre el pardsito y el autésito mediaba una comunicacién nerviosa constitufda por un hilito delicadisimo de la cola de caballo. La conformacién del pardsito es muy variable, y tanto, qne puede de- cirse sin faltar 4 la verdad que no ha habido hasta hoy dos casos iguales. Su conformaci itarics pardsitos 6 4 la de los tiltimos onfaldsitos al menos. La cabeza, muy rudimentaria, in- forme al grado do estar inconocible, segin dicen G. Saint—Lilaixe y otros teratologistas, es la parte que se ve con més constancia, y ofrece 4 veces mse parece 4 Ja de los monstruos vestigios mas 6 menos perceptibles de Srganos seusitives y de masa core- bral; otros, largos cabellos, maxilares imperfectos, con dientes 6 sin ellos, algunas vértobras rudimentarias, trazas indecisas de miembros, como evon- ta Lassono en la “Historia do la Academia do Ciencias,” Paris, 1771. En algunos casos que Ja cabeza ba estado indistinta, se han hallado dentro de la masa parasitica diversas porciones de los miembros, de la columns ver- tebral y aun visceras imperfectas rudimentarias. As{ sucedié en el caso yecogido por Mayer, en el cual, gracias & la cuidadosa diseceién que hizo, logeé poner de manifiesto rudimentos vertebrales, un cuerpo glanduloso in- determinable, celdillas Honas do un Jiquido espeso queal parecer répresen- taban al cerebro, y una asa intestinal con su mesenterio, sus arterias, sus yenas, sus nervios, y hasta sus ganglios y vasos linfaticos. Conforme acaba do verse, en Ja inclusién suboutdnea el parisito esti encerrado dentro de un saco independiente de las cavidades naturales del ceuerpo del autésito, aun enando el tumor sea vecino de ellas, 6 se desarro- Ile ahi, como acoutece con las monstruosidades inclusas en la cavidad ab- dominal, y en In aun profier extrauterina misma sea do la especie que fuere. Aun cuando algunos escritores han admitido la inclusiér monstruo- sa dentro de Ia cayidad de Ja matvriz, los hechos que aducen no estan biew antenticados, y algunos de ellos son verdaderamente fabulosos. Otto y Clanden, eseritores del Siglo XVII, refieren, por ejemplo, que una recién nacida de ocho dias parié naturalmente otra nia bien conformada y viva del tamafio del dedo medio......1 ¥ yo me temo, no sin fandamento, que algunos de esos casos hayan sido mal juzgados, tomando una cosa por otra, Hamando monstruosidades por inclusién intrauterina, y. g, 4 lo quo no eran sino yerdaderas molas, 610 quees lo propio, conforme he dicho antes, 144 GAOEIA MEDICA DE MEXICO, tumores formados por restos cadavéricos procedentes de preiieces intraute- rinas normales abortadas, que merced 4 un trabajo de transfiguracién cuyo mecanismo nos es completamente desconocido, sufrieron las metamérfosis: carnosa 6 vesicular. Las monstrnosidades por inclusin, sean de la especie “endocimia” 6 “dermocimia,” son mas frecuentes de lo que generalmente se cree, Si se consultan las obras especiales de teratologia y las numerosas miscela- neas médieas existontes, so hallaré gran edpia de oleervaciones bien se- guidas, auténticas. Sumando los hechus observados en personas de uno y otro sexo, se no, ¥ el resto al fomenino; con esta particularidad, que el sexo del pardsito co- rnunmente es ignal al del antésito (lo cual se echa de ver por supuesto, cuando los sexos de los primeros son definibles); de donde se deduce que Ja identidad de sexos en los dos individuos componentes de una mons\ sidad doble es una relacién que subsiste en los monstruos dobles, aun tri tdndoso de Ins monstruosidades por inchusién. El nacimiento de estos monstruos, do ordinario se, verifica al término natural de la prefiez, siendo eutésico 6 distésico el parto, segin las cir- cunstancias. Quando el tumor es exterior y no muy voluminoso el trabn- jo se inieia, marcha sin trabas, y concluye felizmente como si no existie- se tal cosa, Asi sueedié en el alumbramiento del monstruo retratado en Ja fotografia adjunta, El caso ocurrié hace afios en una cliente del Dr. Don José Barragén, quien nos Hamé al Dr. Capotillo y & mf para proce- der & In extirpacion del tumor constituide por un monstruo derméecimo que ocupaba gran parte de la regién sacroperineal y toda Ia regin glitea nota que cerea de la mitad de la suma total corresponde al mnsew o- jaquierda del autésito, el cual tumor desvié al ano Ievandolo hacia ade-~ ante, fijéndolo en el contro de un sureo corvo, conforme claramente 0 ve enel retrato (Figura 3%), La extirpacién del tumor (en mala hora pensa- da y ejecutada por las personas antes dichas) tayo un desenlace fanesto, pues el nifio murié 4 poco de la operacién. De paso diré, que analizado el contenido, hallamos distribufdos en léculos al parecer'indopendientes, gra- sa, pelos, huesecillos indeterminables y colesterina. Pero siel tumor tieno un tamatio desproporcionads, la eseena cambia de aspecto: hay necesidad deinterveniz, conforme lo hicieron el célebre partero Capuron, on Parts, y ol Dr. Juan B, Calderén, en nuestra casa de Maternidad, enyo hecho pas6 como sigue, segiin refiero él mismo: “Tna tarde del mes de Soptiembre de 1877, Doiia Josefa Lobo, par- GACETA MEDICA DE MEXICO. 145 “tora on jofo del establecimiento, solicits al practicante Sr. Calderén para “ quo auxiliase & N. N., quo so hallaba on trabajo do parto avanzado, pe- “zo que no podia completarse, Habfa salido la cabeza y la parte alta dol “tronco hasta las regiones deltoides quo la vulva dilatada cireundaba to- “talmente, La cara del producto veia al muslo izquierdo de la madre, y “Ja craneana hacia el derecho, cual corresponde & la 2? posicién del par- “to por el vértice. El foto estaba muorto, y la partera ya habia practicado “algunas tracciones metédicas para terminar Ia extraccién. La paciente, prosa de viva excitacién y quo hacfa todo cuanto estaba de su parte para * desennsar, pedia entre gritos y gemidos que la operason desde luego. Mas “para proceder con aciorto y no andar 4 ciegas, ol Sr. Calderén practicé “un reconocimiento extorno 6 interno que Je puso en buena via para ha- “or ol desembarazamiento poniendo salvo la vida de aquella mujer.” Ho aqui el resultado de su tarea, deserita por 61 mismo. on la observa- ein que tengo en mi poder: “Inspeccionando la regién abdominal des- de Inego advert{ que estaba muy abultada. Apenas pasaba el esfuerzo “aferino se doprimian el epigastzio y los hipocondrios, mientras quo el res- “to del vientre permaneefa abultado do wna fosa iliaca 4 la otva, siendo mas “saliente 4 la derecha, y simulando la configuracién wterina propia de los “gbocamientos fetales transversos, Palpando aquello, senti ahi un gran “cuerpo do forma ovoido al parecer uniformemente duro; ambos polos “eran redondeados, duros, mayor el derecho que el izquiordo, y tanto uno “como otro respoctivamente més grandes quo como se ticntan los ex- “tremos cofiilico y pélvico de un foto maduro atravesado. Esta circuns- “tancia y Ia de no haber hallado los caracteres sensibles propios que las “esigualdades fetales revelan por medio de la palpacién abdominal, la- “maron desde Iuego mi atencién y me hicieron pensar en que aquella si- “¢acién tenfa un origen inusitado y anormal. Los resultados obtenidos por medio del estetoscopio fueron totalmento negatives. Situada la mu- ‘Jer en postura toconémica, ongrasada la mano izquierda, Ia deslicé on- “trando por la vulva por el dorso del feto, y ya adentro, noté que como de Ja regién lumbar partia un tumor que formaba cuerpo con el del feto en “ana grande extensi6n, do consistencia dura, que tenfa dos porcionos blan- “dujas sobresalientes: Sospechando entonces que aquella masa estuviese “compuesta de partes sélidas y de partes fluidas, y quo vaciando estas &l- “timas so disminuirfa ol volumen del tumor que tenfa atorado al foto on el “estrecho superior, detorminé puncionarlo, empleando, por falta de un-tro- “car, un largo euchillo vestido on su mayor parte, para usar de la punta Tomo XXVIIT,—19, 146 GACETA MEDICA DE sMixr00. “tan solo. Ghuiado por la mano izquiorda, y resguardando con ella las par- “tes maternas, hub de egar & los puntos blandos del tumor, los cuales, “después de haber sido pieados con la punta del cuchillo, dieron paso & “cosa de 5 onzas de un liquido claro ligeramente cetrino. E! resto de la “masa quedé en el mismo estato do antes, Entonces, adaptando al caso “el procedimiento por maniobras externas que Ja escuela, tocoldgica me- “xieana emplea con buen éxito para hacer la versién del ovoide fetal abo- “cado transversalmente, y efectuada la maniobra no sin alganas dificulta- “des, tirando Inego de Jas axilas del feto durante las contracciones de la “matriz (que por su energia contribuyeron mucho al logro de mis deseos “gyndado eficazmente en estas maniobras por mi compafiero D. Darfo Rios), & poco extrajo al producto y su tumor adyaconte, habiendo dado “cima & 1a emprosa con la extraccién de las parias. Hl producto sucum- “hi6 seguramento por la compresién fuerte y sostenida ojereida por el tron- “co del feto y el tumor sobre el cordén umbilical. El producto era yarén, “muy desarrollado, de 48 cent{metzos de largo, cubierto de abundante can- “¢idad do materia scbicea, y Janngo, y 4 juzgar por las dimensiones‘del “erfneo, la situacién del corn, y los earactores oftecidos por las uiias, “sq tyataba de un feto madnro. EJ ano subsistia en su lugar propio y da~ {2h paso al meconio. Salvo lo del tumor, el producto estaba normalmente “conformado; pudo pues haber continuado viviendo después do nacido si “Ja compresién del cordén umbilical no hubiess ocasionado el enearbona- “siento do la sangre y la asfixia consiguiente. Hl puerperio de la madre “marché sin ninguna novedad. Doce dias después del parto caminaba por “su pie, y pidid su alta, que lo fné concedida desile Ingo. Habiendo da- “do parte del suceso al sefior Profesor D. Juan Maria Rodriguez, Dizec- “tor do la Casa de Maternidad, y, con vista del feto monstraoso, declaré “ante los alumnos de Ia cliniea que esto ora un buen ejemplo do monstruo- “sidad endocimiana, variedad dermécimo; y ocup6 su leceién en domostrar “Jos fandamentos do su parecer ejecutando Ia diseceién del tumor, con lo “cual no dejé duda alguna de su dicho en el énimo de sus oyentes. “Por lo que vespecta al tamaiio, forma y situacién del tumor, las ad- “juntas fotografias del ejemplar teratolégico tomadas on tres distintas po- “siciones, me relevan de describirla en lo tocante 4 eso. El sitio preciso “desu emergencia era la regién sacro—ghitea dol foto parasitifero, sin linea “alguna de demarcacién cutdnea, no habiendo diferencia entre la piel de “éste y la que envolvia la masa parasitica, El contenido se componta de va “zios campartimientos de distintos tamafios separados por masas eélulo— GACETA MEDICA DE MEXICO. Wi ““adiposas, En varios de esos compartimientos se hallé un Iiquido viscoso “opalino parecido & moco. En los demés, y era el mayor ntimero, habia “:nateria orasa, colestorina, algunos pelos y fragmontos osteocalesreos de “forma indeterminable.”? ote ‘Torminada la primera parte de mi articulo, en Ia cnal, por las razones quo expuse al fin del preémbulo, he pasado revista & cuantas referencias tienen conexién directa 6 indivecta con las monstruosidades endocimianas, procedo, en esta segunda, & estudiar la de Canuto Rosas particularmente, 4 £n do quo mis oyentes y las personas quo leyeren este memorandum, com- parando las noticias quo forman Ia primera parte con las que contiene esta, segunda, contrasten unas y otras sin dificultades ni tropiezos, y vean con toda claridad un nuevo hecho que por sus cualidades especiales merece Ila~ mar la atoneién de las gentes ilustradas. Hago constar, primeramente, que los antecedentes y notas relativas 4 este.caso, fueron por encargo mfo euidadosamente recogidos por mi apro- vechado disefpulo D, Eugenio Latapf, ¥ que desempetié con tal eficacia y do tan buona voluntad Ia comisién, que miro como un debor significarle mi satisfaccién y reconocimiento, Antecedentes del caso. Canuto Rosas, oriunde de Xochimileo, de 22 afios, soltoro, dedicado 4 las labores del campo, ingresé al Hospital de San Andrés el dia 25 de Mayo de 1891. Durante varios dias estuvo en el “ser- vicio de Cirugia menor,” y luego pasé & la seccin de Clinica quirtirgica, bajo la direccién del Profesor Lavista. Interrogatorio. Preguntado Rosas sobre el motivo de su ingreso al hospital, contest6 que habia venido por eurarse de un tumor que tenia en In nalga izquierda quo no le impedia ningdn movimiento ni faena, pero quo le incomodaba por su tamafio y por tener en él dos lagas supurantes, una desde hacia 13 afios y otra desde hacfa 9. Que con el tumor habia na- eido, y que sogén sabia, on sw principio fué como wn huevo de paloma; poro que con el transcurso do los aiios habia ido creciendo hasta legar 4 tenor el tamagio queso vefa. Quo en distintas épocas habia padocido de al- veras y fistulas por cuyos conductos salfa una substancia semejante al que- so mozelado con pelos. Que sw-salud, en Io restante, como Ia do sus pa- 1 Taaniotior obeervaciéa me fnié romitida de Puebla por condueto do mi diseipulo Dr. D. Lnis Tro- ceonis, el 25 do Febrero del corriente ato. 148 GACETA MEDICA DE MEXICO, rientes do quienes so acordaba, habia sido buena siempre, y que sus deu- dos no tenfan ninguna deformidad. Inspeccién exterior del tumor. Ei tumor impidiculado esté ocupando la regién sacro—coxfgea invadiendo la ghitea izquierda, y su tamaiio es como el de la cabeza de un adulto. La circunferencia de la base mide 53 centi- metros. El didmetro vertical, 17, y el transversal 13, La vertical proyee- tada desdo el punto mas culminante del tumor al plano tangente de la re- gién ghitea derecha, mide 10 contimetros, El tumor es uniforme, regular- mento redondeado, y presenta en la superficie que se contintia con Ia region ghitea izquiorda, varias cicatzices de antiguas llagas y fistulas. Al lado in- temo del tumor hay dos dlceras, una de ellas oblonga, de 5 contimetros de largo y 3 de ancho, y otra irregularmente cireular, de 3 centimetros de did- metro, Estas dos y las otras lagas de que habia padecido fueron siempre causadas por contusiones y rozaduras aceidentales. En la cereania de las ‘ilceras so ven el orificio de una fistula que penetra profundamente y va- rias cicatrices. La piel del tumor es més triguefia quo la de las partes ad- yacontes y que la del individuo todo, y las venas subcutneas abi son muy perceptibles, Hn la parte superior del tumor, & la altura de las articula- ciones sacroilfacas y en direccién de la columna vertebral, siéntese dentro uno como enerpo mévil compuesto de varias piezas, que para algunos son el sacro y coxis rudimentarios, y para otros un pie pequeito. La consisten- cia del tumor no es igual: siéntesele més duro hacia la parto interna y ha- co creer de pronto que sea lipoma, até fijo 6 inmévil. Practicando el tac- to roctal penetra el dodo, y se siento quo ol esfinter del ano no opone la re- sistencia de constumbre. No se tienta la ampolla rectal. Si.se hacen empujes con el dedo adentro para traquear el tumor, légrase con suma di- ficultad moverle muy ligeramento. Bil desarrollo fisico y las aptitudes fisio- logicas propias de los miembros abdominales son enteramente correctos. Diagndstico, Por el hecho de ser congénito el tumor, por el de hallar- se adonde esta, y por el muy clocuente de expeler por el canal fistuloso ‘matorias crasas y pelos, facil fué defini su nataraleza parasitica, La tni- ‘ea dudaque cupo era si se trataba de un quiste derméideo 6 de un tumor endocimiano propiamente dicho. Para el Profesor Lavista, lo tiltimo era lo mas probable. Resolucién. Sogin ol parecer do este cirujano, la indicacién quo im- porativamente se imponia en el caso era aliviar 4 Rosas do las ponalida des originadas por el tumor, quiténdoselo todo, 6 si esto no era posible, substrayendo lo que se pudiese cuando menos. @acera mipica DE MéxIO. 149 Primera operacién. El cirajano hizo en el tumor dos incisiones semi- Tnnares cuyas extremidades quodaron unidas arriba y abajo on diveccién del diémetzo vertical de aquel; dividié una capa de tejidos do 5 centime- tros de grucso y desprondié la porcién cortada, que intoriormonto estaba cubierta de piel velluda y regular cantidad de pelos de 6 centimetros de largo, quedaudo & la vista considorable cantidad de materia crasa hedion- da, Quitada ésta se observé que haeia la parte supotior de la horida ostax ba un cuerpo cilindroide revestido de piel volluda figurando la espalda de tun feto como de seis meses; abajo de él, hacia el lado interno, aparecia un pie sindéctilo, do 7 contimotros de largo? pendiente de la masa parasitica por una prolongacién osco—cutinea de 2 contimotros de largo y 15 mili- motros de grueso, quo segiin todas sus trazas representa Ia pierna de que pende el pie. Arriba de éste, separado de él por un surco poco profundo, vefase otro apéndice tegumentario, que aunque bastante indeciso, por sa figura, por su disposicién, y por estar cerea del pio doserito, pudiora te- nérsole por el otro pie del parisito. Ell largo de esto apéndice mide 25 mi- Hmetros. Hladjunto retrato (Figura 4) pintado al éleo bajo el euidado de mi discfpulo D. Pelasforo Salazar y Rebolledo, pone de manifiesto, con re~ duceién de un poco més de la toreera parte del original, cuantos pormenores acabo de detallar; quiero decir, la horida, y las porciones visibles del pardsi- to incluso. Metiondo la mano izquierda entre el lado extorno de las por- ciones parastticas deseritas, y Ievéndola en todos sontides, tontabase ol fondo anfractnoso de la eavidad y s0 consegaia limitar por detrés la por- cién relevant, encontrando cubiortas de la piel volluda ademas de las par- tos parasiticas, la superficie interna de Ja cavidad toda, Hacia el lado in« torno, hundiase la diestra, pero 4 menor profundidad que al derecho. Ha- cia la parte inferior Hamaba Ia atencién una tiva 6 banda tegumentosa de 5 contimetros de largo y medio centimetro de ancho. Por ser los tejidos del quiste euténeo exeesivamente vaseulosos, y por habor salido bastante sangre (sin embargo de los medios hemostaticos que se emplearon) lo cual debilité mucho al paciente, hubo necesidad de sus- pender la operacién, que daré do las diez y media do la mafiana 4 las do- co y euarto del dia 8 de Julio. Atendiése al onfermo durante la operacién 1 Ta syndactyla ofrec patioulridades diveras, Ta romién de os dedos puede comprendeor dim; tre, stro 6 tan ello. Bel prosnta camo ln aparieneas hacen creer quo nn da los dedos nico 7 goo Joy enatroreatantesconfandios cnsttuyen al que tene al lado. La dvisiényrinitiva de Ton deen cxacttadn & vores por Ia exntencia dela ua, queen algunos eases estén nparaias,y otros eonfundidas en una sola que tione de anchura Ia suma de Tos anckos do Tas cinoo. En el easo de Cannto Rosas no hay ni trazas do was. 150 GACETA MEDICA DE MEXICO; con inyecciones hipodérmicas de espfritu de vino. Después de lavar cui- dadosamento lo interior y lo extorior, se llen6 toda In oquedad con gasa yo- doformizada, se eubrié la herida con algodén absorbente, y se aseguré el apésito con um vendaje, Durante el tiempo que transcurrié del dia 9 al 28, ae Tulio sobrevinieron los accidentes que siguen: Miembro superior dere~ cho: flemén, que se extendia desde la parte superior externa del brazo 4 la inferior y externa del antebrazo (el cual flemén so atribuyé fi las inyoo- ciones subenténeas de que hice referencia) y porciones esfaceladas en dis- tintos puntos. La supuracién fué abundante. En Ja region anterior infe- rior del brazo izquierdo so formé un absceso que se atribuyé & la propia causa, En la parte superior externa del muslo izquierdo se formé una vas- ta coleccién de pus que fué preciso hacer salir por medio de dos incisiones. La herida quirérgica, entrotanto, supuraba bastante, y presto se cubrié de yomas carnosas de buena naturaleza. Desde el din que Rosas fué operado sobrevino diarrea que no cesé & pesar de cuanto se hizo por combatirla. Sequnila operacién, 29 de Falio de 1891, Por derecho de primaefa to- ca al Profesor Lavista describir esta sogunda operacién y prosentarla éla Academia con todos sus detalles. Por lo quo & mi toca, redtizcome & bos- quejarla fnicamente. Se comenz6 por quitar desde luego las partes prin- cipales del parésito, sirvidndose para esto del embridtomo de Pajot; des- pués se procedié 4 quitar las porciones parasiticas restantes, y, entre ellas, Je mayor parte de Ia piel y tejido celular que revestian el interior de la ca- vidad. En el curso do la oporacién se abrieron algunos quistes pequeiios que contenfan una sustancia parecida & engrado deslefdo. Bl paciente per- ib poca sangre, gracias al ouidado que se Luvy empleandy diversos ins- trumentos hemostaticos, como pinzas-de Terrier, y otros vatios. Después de lavar Ia herida, que era muy vasta, sa hizo Ja curacién t6pica con ple na sujecién 4 las roglas del arte, Al siguionte dia el estado de Rosas ora sumamente grave. El apésito estaba limpio, las tiras de gasa, empapadas do serosidad sanguinolenta. Se practicé el lavatorio de Ja herida y se cu- 16. A las nueve de I noche del dia 30, segundo de la operacién, murié agnel infeliz. No logré toner datos ningunos acerea de sus ‘iltimos mo- méntos. Autopsia del caddver, 8 de Agosto de 1891. El cadéver no presenta signos de enflaquecimiento, Lo contrario: esté bien musculado. La rigi- doz. est4 mareada en las mandibulas y on los miembros tordeicos y abdo- minales. Hay equimosis on Ja regién dorsal y cara posterior de los mus- los partiendo del pliegue gliteo. Las hay asimismo, annque menos mar- GACETA MMDICA DE MEXICO. 151 cadas, on la parte postorior del cuello. His muy perceptible ol, enfisema en el cuello, el t6rax y los miembros superiores. [il vientre esta exeosivamen- te abultado, ‘Ademés do la herida quinivgica, quo deseribiré luego, se encontraron las quo siguen: Una pequefia en la parte media externa del brazo dere- cho; dos en el antobrazo del mismo lado, Ja primera de 5 contimetros do argo por 3 do ancho, situada on Is parte superior externa; la segunda, jrvogularmento cireular, como de 45 milimetros de didmetro, en la parte jnforior oxterna, Otra de8 centimetros de largo, cubierta de yemas car- nosas, on el brazo izquierdo. Ademés: dos incisiones, situadas, la una, en Ta parte superior externa, y la otra, on Ja parte media del muslo izquierdo, Las cavidades craneana, toricica y abdominal y los Srganos en ellas contonidos, no ofrecieron nada digno de notarse. Herida operatoria. Hacia la terminacién do la columna vertebral se obsorv6, una vasta pérdida de substancia cuya oquodad se ditigia hacia la izquierda y abajo y terminaba & 3 contimotros del ano; tenfa una figu- ra irregulurmonte elipsoide, y media 20 cont{metros de alto & bajoy 15 de través, Los labios de la herida cubiertos de yemas carnosas tenfan 7 con- timotros en su parte més gruesn, que correspondia 4 In mitad del borde, y partiendo do este punto so estrechaban gradualmente, hacia arriba sobre todo, donde median & poco més 6 menos un centimetro de espesor. El con- torno de Ia elipso era muy irregular, particularmento on el Angulo supe- ior, adonde estaba dentado, y so desoubrian las diltimas piezas de In co- Tumna alteradas. Por hacer la diseccién con mayor comodidad, so desarticularon los miembros inferiores y se dividié la columna vertebral 4 1a altura dela dl- tima vértebra dorsal; de abf results separada la pelvis con los drganos en ella encerrados. Principiése la diseccién arriba para examinar los diver- sos érganos, y tarminé abajo, para poder formar una idea exacta de la to- pografia del tumor y de las modifieaciones 6 cambios que su presencia hu- Diese producido en ol esqueleto y los éxganos que eo enconteaban en sus cercanias, La diseooién faé sumamente laboriosa on aan & que la pieza on estudio ya estaba muy descompuesta; no obstante, ella dié los curiosi- simos datos siguientes acerca del sitio donde estaba asontado el tamor, de las rolaciones anatémicas de Ja pared que lo limitaba aislandole de cuan- to tenia en dorredor de sf, y de la admirable disposicién del parsito in- cluso. * Bl tumor estaba situado adelante del sacro y detrés del recto, La su- 152 GACETA MEDICA DE MEXICO. perficie interna de él, anfractuosa, estaba eubierta de piel en los puntos que no fneron atacados por el cuchillo durante las operaciones quo se practi- caron, y en los descubiertos, de tojido eélulo—grasoso, en cuyo espesor ha- bia una multitud de quistesitos fibrosos llonos de substancias viscosas (Itu- | cing). Hacia adelante el tumor se espaciaba on forma de cono, saliendo por | entre el recto y el sacro, partiondo de la espina cidtica izquierda, adondg | estaba fijo. Hacia ambos lados ol tumor se ponia en relaciones vecinales | con los ligamentos sacro-eifticos grandes y poquetios, empujados afuera | siguiendo la direccién del sacro, los de Ja izquierda principalmente. Las | relaciones de los éxganos pélvicos entre si se habian resontido poca cosas | Jo cual consistié probablemente, on que el alojamiento y desarrollo del tu- j mor incluso desde un prineipio so fué haciendo gradualmonte mis bien & costa de Ta pared ésoa (quo so veia estrechada 4 ceder al empuje), que 4 la do los otros tejidos comparativamente menos resistentes.' Las artorias iliacas internas, normales, no enviaban ramas directas al tumor. La sacra lateral, Za media, y las ghitens, al salir do la gran escotadura cifitica le on- viaban varias ramas finisimas. La artoria pudenda interna derecha y sus ramas no ofrecfan nada particular. A Ja izquierda fué imposible hallarla no obstante que se buseé con todo empefio en el punto de su reflexién & nivel de la espina cidtica del propio lado, Los nervios no ofrecfan nada anormal. Por estar muy avanzada Ja descomposicién de las partes blandas, el estudio de In regién perineal se hizo imperfectamonte; razon por la cual nada so puede decir tocante 4 ella. El recto, situado adclaule del tumor, prosentaba sus paredes engrosa- das rodoadas de tojido célulo~adiposo. Soguia su direceién ordinaria ha- cia el ano, pero con estas dos particularidades: no advertirse marcadas sus naturales flexuosidades, y carecer de Ampula, de la que no existfan ni trazas. Las novedades en el esqueleto eran bastante curiosas, Las apéfisis es- pinosas de Ja columna lumbar y los tubéreulos apofisiarios del sacro for- maban un &ngulo recto. La articulacién sacro—lumbar se haefa mediante Ia interposicién do un disco cuneiforme euya porcién més gruesa (aproxi- madamente de 3 contimetros) estaba hacia adelante, Las del sacro yet coxis eran mas acentuadas. Estas piezas se encontraban dosviadas hacia atrés y arriba, como si el primero de dichos huesos hubiese girado en tor- no dol ejo transverso que pasa por Is articulacién Iumbo-sacra, y en vez 1 No son raros los casos de igual naturalera, Otro tanta se ve traténdose de tumnores de diversas oa pPeeies, como eancerosos, aneutieméticos, ete. GACETA MEDICA DE MEXICO. 153 de estar corvo, como de ordinario, es casi plano longitudinal y transver- salmento visto. El coxis signo aunque menos la misma direceién del sacto; su articulacién con éste era mévil y sus tiltimas piezas estaban necrosadas. La pieza adjunta es la pelvis de Canuto: ella pono de manifiesto lo antedicho, salvo en Jo relativo 4 la direccién y movilidad del coxis. (Fi- gura 52) Ho aquf sus medidas: Altura del pubis. del sacro. Anchura de la base de éste . Estrecho superior: Diémotro anteroposterior » transversal . » _oblicuos . Estrecho inferior: Didmetro antero posterior yy. transversal .. 07045 0 115 0111 0 120 0 115 0 110 0 170 0 110 La espina cistica izquierda se hallaba cubierta de una capa cartilagi- nosa, y presentaba una superficie de implantacién circular como de 3 con- timetros de didmetro. Las porciones parastticas extraidas durante la segunda operacion prac ticada por el Profesor Lavista, y que desde luego recogi para su estudio, estaban compuestas de tejido tegumentario, do tojido célulo—grasoso, de huesos, y de vesfculas en racimo Ienas de un liquido viscoso, diéfano 6 in- coloro en unas, y lechoso y opaco en otras. La piel, revestimiento no solo del pardsito sino también de la amplia cavidad quo le contenfa, estaba com- puesta de sus elementos propios: epidermis, gléndulas sebiceas y sudorf- paras, papilas nerviosas y vasculares, y pigmento de color mids claro y lim- pio que el de la piel del autésito, y mucho mis axin que el de la superficie del tumor. Viendo el retrato al dleo, inmediatamente se nota el contraste ontre las tres coloraciones 4 que me refiero, Gran cantidad de vello y do pelos vefanse distribuidos en la sinuosa superficie del pardsito, y mayor todavia en la més ampli del revestimiento eutineo intorno de la cavidad parasftica, Lasubstancia crasa que lenaba los hueeos existentes ahi secom- ponfa do materia sebéicea, de materia cérnea (Keratina), de pelos, y en todo era igual 41a quo en vida de Canuto Rosas se derramaba afuera atrayesando el conducto fistuloso de que hablé arriba. Los huesos eran varios. Uno de ellos, el mayor de todos, que pongo & la vista de mis oyentes (Figura 62) Tomo XXVIIL,—20. 154 GACETA MEDICA-DE MEXICO. rs (triturado en unade sus partes por el embristomo de Pajot que juzgé con- yeniento usar el Profesor Lavista) era de una pieza antes de la operacién, J, Segtin todas sus trazas, est compuesto do las partes correspondiontes & la pelvis y los dos £6mur del pardsito, deformados, por supuesto, al grado do estar desconocibles. Arriba, 6 independionte do aquel se encontré otro, argo, doforme, que tiene cierto parecido con una clavicula, y soldado algo amuis que esté indeciso. Los huesos del pie synddctilo deben ser varios, se- gtin senti; pero no quise descubrirlos por conservar intacta esta curiosidad toratolégica,—(Continuard.) ACADEMIA N. DE MEDICINA. SESION DEL 27 DEJULIO DE 1892. Presidenoia del Dx. Manuel Carmona y Valle. A ls siote y diez minutos de la nocho prineipié Ia sesién. Lefda ol acta de la anterior sin discusién fué aprobada en yotacién econémica. La Secretaria dié cuenta: Con las publicaciones recibidas. — A la Biblioteca 4 disposicién de los socios. Con un volumon correspondiente & Julio de 1890 del Smithsonian ins- titution. —Dénse las gracias. Con los cuadernos 9, 10 y 11 del afio I del Boletfn de Agricaltura, Minorfa 6 Industria. —Igual ‘trimite, El Dn. Sonrano, do turno en esta sesisn, no pudiondo asistir por en- formedad, envid su trabajo titulado “Estadistica especial de los enfermos do tifo que ingrosaron al hospital “Judrez” correspondiente al afio fiscal de 91 & 92,” ol cual fué lefdo por el nvFRascnrro y declarado comprendi- do en la fraccién I del articulo 18 del Reglamento, : El Presmenre concluyé el informe dado 4 la Academia, acerca do Ia onformedad que describe. El Dr. Sramunpnn coneluyé la lectura de su trabajo reglamentario, el cual so declaré comprendido en la fraccién I del articulo 18 del Regla- mento. El Dr. Gavr8o, relator do In comision dictaminadora, rospocto dela sesién solemne, ley6 el dictamen que concluye con estas proposiciones: 12 Lectura de Ia resefia de los trabajos académicos durante el afio de 1891 4 1892, por el primer secretario Dr, Luis E. Ruiz.

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