Oscar Dominguez
Septiembres que caminan
Aveces, las definiciones del diccionario son tan pobres que dan
grima. Amigo, por ejemplo es aquel “que tiene amistad, que gusta
mucho de alguna cosa, que siente gusto por algo, que es aficionado
a algo”. Mejor dicho, nada.
Propongo la siguiente definicion: amigo, persona a la que invitamos
a bautismos, primeras comuniones, matrimonios [0 divorcios] y
entierros.
Elaboré mi lista de amigos de los anos sesenta. En ellos rindo home-
naje a todos mis camaradas, hombres y mujeres que en el mundo
son. Van en desorden alfabetico:
ALVARO.- La elegancia en pasta. Tan exquisito para el buen vestir
como para la buena mesa. Estas virtudes se reflejaron siempre a
la hora de brindar su amistad. Era de esos amigos que regalaba el
pescado y ensefaba a pescar. Compartir fue el verso que escogid
para entrar en la inmortalidad de quienes jugamos en jurisdiccién de
su calidad de vida. Era tan buena gente que necesité dos corazones.
Cuando le implantaron el segundo, no resistié la tacada. Fue recogi-
do por el silencio.
FLOREZ: El “Candelo”, cerebro fugado a USA, es una rumba permanen-
te. Se podia confiar en él como en una paloma. No inventé la alegria,
la sonrisa, el empuje ni el optimismo, pero les dio estatus a estos
sentimientos. Para mantenerse aliviada, su familia siempre vivid cerca
de médicos prestantes como el doctor Restrepo Molina. Nos unian
bambucos y boleros y los versos de su pariente, Santiago “El Caratejo”
Vélez, de Titiribi. Para tener con quien hablar en el bus de ida y regre-
SO a casa, Nos enamorabamos de hermanas que fueran bellas.Pretextos informales
MUNOZ: Bueno como el pan. Nunca le conocimos lapsus contra la
amistad. No solo es de los que acompafia a sus amigos hasta el
cadalso. Se ahorca con ellos. Es creador de sonrientes metaforas
filoséfico-literarias. Andando con él, no teniamos que pagar por to-
mar trago en el Bar Montecristo, de Junin con Maturin, de propiedad
de su tio, Pedro Nel, “Menuda”. En vez de hacerles a las meseras
propuestas horizontales, las aconsejdbamos para que regresaran
a casita. Con ese cuento, casi no perdemos la virginidad. Fumador
arrepentido y billarista perpetuo, enamoraba a las hermanas de sus
amigos, a nuestras espaldas. Nunca se hizo como jugador de car-
tas lo que no pudiera repetir como caballero,
FELICIANO: Era el reposado mecenas del grupo. Nos aconsejaba para
que no se nos fuera la mano en vida. Hizo las veces de siquiatra del
grupo, sin sofa. A la hora de enamorar pipiolas, nos llevaba de ventaja a
Elvis Presley y a Bill Halley y sus cometas. También nos aventajaba en
bluyines Lee que él lucia, nosotros no. Abstemio total de trago y ciga-
rrillo. Nunca de mujeres. En momentos de vacas flacas econémicas,
era nuestro Banco de la Republica. Solia irse solitario los viernes en la
noche a barrio de estrato seis a ver cémo se desvestian las bellas. Las
proleterias de su barrio no le alborotaban a bilirrubina. Corono tantas
desnudeces que tenia grabados un par de cucos en sus retinas.
PARRA: Tan BUEN amigo que terminaba enamorando nuestras no-
wias. Hasta que una muchacha de Robledo le puso el freno de mano.
integro, ético, nunca se dio licencias que desdijeran de su condicion
ge hombre de bien. Se puede contar con él, no hasta tres, como en
etverso de Benedetti, sino hasta tres mil. Trabajador incansable, es
‘seleccionista de bypass. Nos unian los tangos de los bares del viejo
‘Guayaquil. Después del cuarto trago, el abuelo Parra reencarna enOct Dominga
ESCOBAR: Siempre fue generoso con lo que tenia y con lo que le hacia
falta. Eramos tan amigos que nos enamorabamos de las mismas
muchachas. Nuestro himno nacional era Satisfaction, de los Rolling
Stones. Nos hacian vale en Tenche (Belén) y en el barrio Buga, de
Envigado. Para rendirles tributo al amor y a la amistad fabricé en
una época eréticas camas y muelles sillas. Con Escobar jugue las
mas bellas e intensas partidas de ajedrez. No nos importaba del lado
de quien estuviera el triunfo o el revés. Encarnaba el escasisimo
milésimo hombre del que hablo Kipling para cantar la llegada del
verdadero amigo. Vive en estado de septiembre perpetuo.
Mis amigos y amigas son septiembres que caminan.