se nos plantea la pregunta ¿en qué medida influye el periódico en
la decisión de los electores? y se nos comenta que estas preguntas no tienen una respuesta porque la hipótesis «si x rio hubiera sido así, entonces» no es verificable. Ahora se nos hace la misma pregunta pero ahora con la televisión y la conclusión es que en algunos casos es prácticamente seguro que la influencia de la televisión es decisiva y se concluye que «las noticias televisivas influyen de un modo decisivo en las prioridades atribuidas por las personas a los problemas nacionales y las consideraciones según las cuales valoran a los dirigentes políticos», El caso de Estados Unidos es, sin embargo, bastante simple. Cuatro de cada cinco americanos declaran que votan en función de lo que aprenden ante la pantalla. La televisión influye más cuanto menores son las fuerzas contrarias en juego, y especialmente cuanto más débil es el periódico. Los efectos de la videopolítica tienen un amplio alcance. Uno de estos efectos es, seguramente, que la televisión personaliza las elecciones. La televisión nos propone personas (que algunas veces hablan) en lugar de discursos (sin personas). «los medios de comunicación crean la necesidad de que haya fuertes personalidades con lenguajes ambiguos que permiten a cada grupo buscar en ellos lo que quiere encontrar» Estados Unidos e Inglaterra tienen el mismo sistema electoral: el sistema uninominal. pero la incidencia de la vídeo-política es fortísima en las votaciones americanas y más moderada en las inglesas La razón es que el sistema de partidos es débil, debilísimo, en América, mientras que sigue estando fuerte, fuertemente estructurado en el Reino Unido. La cuestión es que la carrera presidencial se convierte en un espectáculo en el que el espectáculo es lo esencial, y la información es un residuo