You are on page 1of 2

Seleccionamos a Alfonso (2009): "Hay que describir e interpretar la compleja

relación entre el hombre y la tecnología: él la crea y la utiliza para cambiar y mejorar


su vida; pero, a la vez, la propia tecnología lo transforma sí mismo y a la sociedad."
(p. 7).

En su artículo “La sociedad del conocimiento y los nuevos retos educativos.”, Alfonso
argumenta que el avance de la tecnología de los últimos años puede ser considerado una
tercera revolución industrial, cuyas consecuencias han penetrado fibras socioculturales y
cognitivas muy íntimas.

Para esta autora, la tecnología dejó de ser una mera invención funcional, sino que ha
transformado al hombre. Ya no pensamos como se pensaba antes, no nos relacionamos
de la misma manera, no interactuamos ni aprendemos como se aprendía en el pasado. La
tecnología ha llegado para quedarse y para transformar todo nuestro mundo. Vivimos bajo
un paradigma tecno-económico (Castells, 2000) y que la escuela debe adaptarse a los
cambios que estamos viviendo.

Sin embargo, en su artículo también menciona que “hemos de ser realistas y conscientes
de que estos cambios no nos van a garantizar vivir necesariamente un ‘mundo mejor’ (…)
No debemos ser tan inocentes como para pensar que las TIC se van a poner rápidamente
a disposición de toda la población mundial (…) Hemos de aceptar que la cultura y
tecnología digital están provocando el surgimiento de un nuevo grupo de analfabetos en
las capas adultas de la sociedad occidental” (p. 9) Este aspecto negativo de la tecnología
está fuertemente vinculado a sus bases capitalistas y a la existente brecha digital que ha
provocado el surgimiento de analfabetos funcionales, quienes no tienen las aptitudes y
habilidades necesarias para manejarse en un mundo donde la información abunda en
demasía, pero no garantiza el conocimiento.

Es crucial, entonces, que la escuela tenga como meta “la democratización del uso y
disfrute de las TIC, así como garantizar además el acceso y uso del producto” (p.12). Esta
no es una misión sencilla, ya que la realidad en las escuelas está muy lejos de esta
utopía, en parte por la falta de políticas educativas y de recursos que favorezcan el trabajo
con TIC, pero sobre todo por falta de formación y reticencia docente. Sin embargo, han
existido avances y se espera que poco a poco puedan darse las modificaciones
estructurales necesarias en la forma en que se concibe la educación para que ésta pueda
adaptarse a los tiempos que corren.

You might also like