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  • 1.3.4. Satué, Enric. Londres y París, Las Capitales Del Diseño Gráfico Comercial Del Siglo XIX

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    agustina buyan solari
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    1.3.4. Satué, Enric. Londres y París, las capitales del diseño gráfico comercial del siglo XIX

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    Capitulo cuarto Londres y Paris, las capitales del diseio grafico comercial del siglo XIX S53. Uns las primers verines des columns de ance, Logi ‘lems, mesa de siglo nx Inglaterra —que aventajé a toda Europa en el desarrollo del capitalismo— conté con dos cit= cunstancias sumamente favorables para convertirse cn la primera potencia politica, econémica e indus trial del mundo. De una parte, el entusiasmo y la habilidad historica con que emprendié el proceso de mecanizacién de la antigua industria artesanal y, de otra, la fortuna de disponer durante casi las dos terceras partes del siglo de la enérgica figura de la Reina Victoria al frente del Imperio Britinico. El siglo ha echado a andar bajo el signo de la aucomatizacin en toda Europa, y aunque al perié- dico The Times (simbdlico por tantas razones tipo- irificas) le cabe el honor de inaugurar oficialmen- teen 1814 la era de la mecanizacion de la industria de la impresién, al incorporar a sus tallers la nue- va miquina semiautomatica proyectada por el ale- man Friedrich Koenig’, la evolucion de los utiles éempleados hasta entonces en la impresién de hojas de papel habia caminado ya un trecho importante, fundamental. Dieciocho afios antes, en 1796, el musico ale- min Alois Senefelder inventa en Munich, casi por azar, la litografia, un procedimiento que superard definitivamente el obsticulo que significaba la apli- cacién del color en los impresos y que permitira al propio artista realizar el molde con suma facilidad, cvitando asi la hasta entonces obligada participa cién de los grabadores de oficio. Cuenta el propio inventor que un dia, al hacer Ja lista de la ropa que su madre entregaba a la lax vandera y no disponer de papel, lo hizo provisio- nalmente con el pincel y barniz de aguafuerte sobre tuna de las lisas piedras calizas que tenia a medio pulir. Al dia siguiente, antes de borrarla, atacé toda la superficie de la piedra con el acido nitrico que usaba para grabar con el fin de obtener un relieve susceptible de ser entintados? ‘Tres afios de experimentaciones culminaron, de tun lado, con el descubrimiento de que este tipo de piedra disponia de unas propiedades quimicas que no necesitaban relieve alguno para seleccionar las partes impresoras de las blancas; de otro lado, el torculo manual de presion regulable que invent6 para imprimir este nuevo molde de piedra fue el 07 precedente de la famosa maquina plano-cilindrica que Koenig presenté al mercado inglés en 1814. Con todo ello, acababa de nacer el tercet procedi- mento de impresion® que, dicho sea de paso, des- perté un interés muy relativo cn Inglaterra. Este proceso tecnolégico conlleva un cambio conceptual verdaderamente notable. La sustitucién de las atcaicas prensas por los nuevos ingenios me- >! tikimas décadas del siglo, unos niveles de consumo). realmente importantes: el tabaco. La competencia ~ que se establece en el mercado internacional entre las distintas labores procedentes de Cuba, Virginia, ‘Turquia y los Balcanes, principalmente, estimula a gs fabricantes a competir en la presentacién de este articulo del que se autoexcluye, en cierta medida, Francia, pais que ha nacionalizado la manufactura y distribucion de tabacos desde antiguo. En cam- bio, la capacidad exportadora del cigarro cubano genera una iconografia barroca y variada que con- cede a este producto un aspecto tan peculiar que bien puede decirse que «la litografia ha quedado desde entonces asociada a la industria del tabacow*! La-competencia entre ingleses y americanos poten- cia igualmente una carrera iconogrifica espectacu- Jar en Ia presentaciin de cajetillas de cigarillos que en estas dos décadas (la tiltima del xix y la primera del xx) tipfica definitivamente este tipo de articu- Jo em unos pocos cuales han Ilegado sin apenas variacién al mercado _ actual. 7 _Al amparo de esta poderosa industria se generan dos tipos de_productos complementarios en_los ; — cuales el papel y su disefio constituyen, también, sus_elementos bisicos: el papel de fumar y cl inmenso fondo icénico de cajas, cajetillas y paquetes de cigarros y cigarillos, papeles de fumnar Y caja y estuches de fésforos, de muy variado len- guaje y tratamiento grifico, son el producto _de -ereaciones en gran parte anénimas, de las que hay que lamentar la escasa exigencia metodolégica de una espuria diseiplina que tiene en la casualidad el principal baremo de los aciertos y fracasos conse- guidos. Hasta muy entrado el siglo Xx no se pro-_ duce Ia intervencién del disefiador grifico profe- sional (y ello siempre en circunstancias ocasiona- les), lo que arroja un saldo igualmente ambivalen- te, alternando eficaces soluciones con errores injus- tificables tal y como podré comprobarse en los capitulos siguientes. El resultado es que, por ahora, la mayor parte de estos productos se siguen dise- fiando fuera de los circulos de influencia de los disefiadores grificos de mayor prestigio. La fotografia y el cine, otra revolucis ’ Al abordar los origenes de la invencién de la fotografia poco importa dilucidar el dato hist6rico, todavia en litigio, de si corresponde al inglés James Fox Talbot o al francés Louis-Jacques Mandé Da- guerre Ia gloria de perfeccionar los experimentos realizados por Joseph-Nicéphore Niepce 0 por ‘Wedgwood, quienes consiguieron en 1826 fijar las primeras fotografias. El caso ¢s que a partir de 1839, Daguerre y Tal- < _bor, Talbot y Daguerre, completan el invento y divulgan un sistema de representacién grifica —el este sigh IVENS® Carninite 74, Anime: Carel comeing 1900-1910. __de mayor credibilidad desde la éptica del recep- tor— verdaderamente revolucionario. La sencillez y exactitud de ese proceso de elaboracién —o re- presentaciin— de la forma abre 1a a cteacion de imagenes a todo aquel que disponga simplemente de un minimo de sensibilidad y_de uno de aquellos acajones oscuros», sin necesidad de pasar por los largos aprendizajes de los clisicos mé- todos de representacién figurativa (dibyjo, pintura, escultura, grabado). En el campo profesional de la smultiplicaciin de imagenes exactas para la prensa y la publicidad, ha sonado asimismo la hora de la progeesiva ¢ irreversible desaparicién del grabado xilogrifico y caleogrific. Al igual que en el siglo xv, cuando la tipografia. sconsumé la primera alianza historica entre mé- 4quina y cultura para la difasion de esta 3, también ahora la fotografia se insertari a este pro- ‘ces0, completando y pote 1 conocimi -humano a través de la comunicacién visual, Desde los. horrores de la guerra.a la constatacién de_la ‘dentidad, desde la exploracién espacial al vencedor de una prucha deportiva, desde el diagnéstico mé- dico al artistico, este medio de representacién que ‘trataba, miméticamente, de expresarse en.términos pictsricos, se convierte progresivamente en el més autorizado testigo-de nuestra época de la mano de su capacidad referencial absoluta y de la peculiar estructuracién del pensamiento occidental que, desde los griegos,suele trascender al conocimiento tinicamente aquello que previamente ha visto. Bastarin escasamente cincuenta afios (otra vez 85 75. Aodnii: Carel orc Logi. 1900-1910, los ciclos de Kondratieff) para que la fotografia se popularice hasta el extremo que, en_1889, la ‘empresa Eastman Kodak utilizaba ya_un eslogan comercial (que muy bien podrian suscribir los pu- blicitarios acruales) profundamente indicativo del masivo éxito del nuevo invento: «Usted apricta cl botén y nosotros hacemos todo lo deméss** La resistencia opuesta_por los_partidarios_inte- resados de los sistemas de representacién tradicio- rales y el arraigo de dibujantes y grabadores a la estructura industrial de periédicos, revista y libros, fetras6.un tanto la normalizacion del uso profesio- tal de la técnica fotogrifica. Pero, en realidad, en cuando el alemin Georg Meissenbach y.otros con- cluyeron las investigaciones y experimentos para adaptar el procedimiento forogrifico ala reproduc cin mecinica de originales para la impresion (ini- 86 ciadas en 1878), con la sucesiva aplicacion de la trama reticular al forograbado, el heliograbado, el fotolito y el fotocromo, et., la incorporacion de la fotografia al medio impreso fue ya irreversible. Antes del fin de siglo, «William Randolph Hearst, magnate de la prensa americana, comenz6 a ilustrar con fotos los articulos del Examiner», El gran pionero de la fotografia de autor, el francés Paul Nadar, publicé en 1886 y 1889 las primeras fotografias de personajes politicas en la prensa. Y mucho antes, en 1848, el propio Fox Talbot parti- cipé en una experiencia editorial premonitoria, al ilustrar con 66 fotografias de obras de arte una edicion de veinticinco ejemplares llamada The An- nals of the Artists of Spain'® El sigho X1X asistird, cinco afios antes de su extin- cién, a la primera proyeccién piblica de una nueva nicia llamada cinematografo, exhibida en por los hermanos Louis y Auguste Lumigre y ‘que, mejorada y perfeccionada con la intervencién de Ja-electronica, constituiri la ultima extension cida de_ese complejo proceso cultural que tie- THe pot érgino perceptor el.ofo humaso ‘Ese dinamico progreso de la industria, la ciencia ¥-la técnica que caracterizari cl siglo xix supone ‘un _impulso radical para la comunicacin visual, aque ve sucesivamente aumentada su capacidad de accién con la implantacién del color, la litografia, Ja mecanizacion de los procedimientos de impre- sin, la aplicacién del nuevo medio de representa- cid (la fotografia) y los albores del cinema. Notas 1. Las miquinss de imprimi, desde Gutenberg a Kesenig,obe- cian al peineipio del plano conte plans, utizndo una forma plana (poradora del molde) consa una presi (portadora del papel) igualmente plana. La diferencia fundamental qe Koenig. csableci, apart dels velocidad del proces de impresin, fue la alteracin sustancial de este principio. La presi plana fue ste ‘ui por uma presi circular, esto, por tn clindro, La rel cin plano con plan se convirio,dende 1814, en plano contra cin Enel sistema aesico, ls Forma plana lene wn movimien- ‘ode vaiven (mucho mis lento) mientras que el lindro dispone, dems, del gran venta de presonae sabre una esrecha por: - ‘idm del molde (casi equivalene a una linea de texto), con Io que la posbildad de conseguir una impeesin parcial y sucesiva de todo et molde perfecciona el resultado de la prsion plana, que actéa de uma sola vez sobre todo el molde, produciéndose con frecuencia wills» en la impresién de alguna zona. Keng, de regreso a Alemania, fundo con Friedrich Bauer la gran empresa Koenig Bauer en 1817, todavia en pic. 2. Alois Senefelder, A. Complee Course of Lithgraphy, Da Capo Pres, lnc. Nueva York, 1977. 3. Histcicamente, el primer procedimiento de impresin fue la ripgrfa, cayo principio impresoe consiste en un molde en relieve que transport, mediante una adecuads prevdn, la ints desde se relive al papel, manteniendo el resto impoluto. Els ‘gundo procedimiento, la calegrafa,utizada dese el siglo xv, ispone de un molde en el cual la inci. del grabado produce ‘enos huecos que, una vez recubiertos de tnt, pasar tambien por presin al papel; en su adaptacion industrial, este proce ‘mientoseconoce con ef mombre de hucoabado. El exer proce Aimiento, bs teria (Uamada actualmente off), se basa en un rmolde ls, es dec, sin relieve ni huecoalguno, que, a waves de 1a sensbilizacin de las zoms a imprimir, és aceptan ls ita grasa mientras el resto la rechaza, ayudado or el agua. La impre- sién indieca (oft), aplicaa la rogafajutamente para evi tar el contacto del papel con el agua ibéndolo asl dels alter iones provocadas por Ia humedad (dilatacioes y contaccones brascs)y neuralizando con ll el problema dl regis (sistema e ajuste de los colores o tnt), ha acabado por dar nombre, injusamente, todo el procedimiento “4. En tpografiase da también el nombre de carat, 0 2 los tips 0 tipo movil, respecsvamente. 5. El cuerpo corresponde, como ya we ha dicho, al eamato del tipo o lea, seg la terminologia tipogrfics, 6. La lera creche o chupada, creaday usadafandamentalmen- te para componer con ella libros de poesia, ellams en sus orig res (cl siglo xox), pertinentemente, pda. Con el secwso de cstechar el tpo se resolvia, en gran parte el problema compositi= vo que planteaban los versos cuy longi excedia a mend la ‘aja tipogrificay obligaba a dobar linea con demasiads fecuen-

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