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Ante la comisión de un delito, siempre hay un equipo de policía experto en

recabar pruebas para descubrir cómo, quién y por qué se han cometido esos
hechos. Su labor consiste en esclarecer las circunstancias del hecho delictivo
para que el engranaje procesal pueda comenzar y actuar. Pero, ¿qué experto
realiza estas labores? ¿El criminólogo o el criminalista? Para saber la
respuesta, en primer lugar deberemos responder qué es la criminalística y en
qué se diferencia de la criminología.

La criminalística es una ciencia forense de carácter empírico y multidisciplinar,


íntimamente ligada a la criminología y al derecho penal. Su objetivo
es investigar la escena del crimen para demostrar cómo se cometieron los
hechos delictivos, quiénes fueron sus protagonistas y a qué motivaciones
responden.

Por su parte, la Criminología es la ciencia que abarca de forma interdisciplinar


el estudio de la conducta criminal—el delito cometido, el autor, las circunstancias
y causas que explican ese comportamiento—con la finalidad de prevenir esas
conductas violentas y lesivas y proponer medios de control social e
intervenciones para la reinserción de los delincuentes. Por lo tanto, volviendo a
la pregunta del inicio, quien se encargaría de recabar pruebas sería el
criminalista, no el criminólogo.

¿Qué estudia la criminalística?


Esta rama multidisciplinar se apoya en métodos y técnicas de las ciencias
naturales—desde la física, la química y la biología a la medicina o la grafología
—para demostrar cómo, quién, cuándo y por qué se ha cometido un hecho
delictivo. Los criminalistas desarrollan su trabajo en la escena del crimen,
reuniendo pruebas y evidencias, y en el laboratorio, donde analizan los datos
recabados y realizan pruebas aplicando el método científico para demostrar
sus hipótesis.

La labor de los peritos criminalistas es clave para la Administración de Justicia.


Las pruebas periciales son uno de los medios de prueba principales durante el
proceso penal.

¿Cómo desarrollan su labor los criminalistas? Para describir el proceso que


sigue un perito criminalista, podemos recordar esas imágenes que tantas veces
hemos visto en televisión en series de resolución de crímenes: analizan la
escena donde se ha producido un crimen u otro hecho delictivo, como un robo, y
se sirven de múltiples técnicas para recabar datos que sean de utilidad en su
investigación: desde evidencias físicas (huellas dactilares, restos de tejidos
sintéticos y otros materiales) a testimonios de potenciales testigos.

Esta primera recolección de pruebas, las piezas de un puzzle aún por construir,
dan paso al trabajo de análisis en el laboratorio. Se realizan todo tipo de pruebas:
se estudian los documentos recabados, se analizan las huellas dactilares, se
observan las imágenes de la escena que se han tomado, se realizan retratos
en base a las descripciones hechas por los testigos… Este trabajo de campo y
de laboratorio da lugar a un informe que servirá como medio de prueba en un
potencial proceso en contra del autor del delito.

Qué es la criminalística
La criminalística es una disciplina del Derecho Penal que se encarga de
demostrar y explicar un delito, determinar sus autores y la participación de
éstos, a través de un conjunto de procedimientos, técnicas y conocimientos
científicos.
Por medio de la criminalística se recrean los hechos acontecidos y se
demuestra de manera científica lo ocurrido en un delito cometido por una o
varias personas.

La actividad criminalística comprende actividades y procedimientos


minuciosos para demostrar y recrear de manera correcta y efectiva los
hechos ocurridos, empleando los instrumentos y armas utilizados en el
hecho y, basándose siempre en los conocimientos y técnicas científicas para
señalar a los autores del delito.
Las técnicas criminalísticas son comprobables, lo cual da un gran porcentaje
de certeza de que lo demostrado fue lo que realmente ocurrió, es decir, es
la verdad de los hechos probada a través del conocimiento científico.

La búsqueda de la verdad en un hecho delictivo se basa en un conjunto de


principios básicos y fundamentales que rigen la criminalística, entre ellos:

 La preservación del lugar del hecho o delito cometido.


 Observación minuciosa del lugar de los acontecimientos, así como su
fijación.
 Continúa el levantamiento de todos los indicios encontrados, los cuales son
enviados al laboratorio para su análisis.
 Por último, la cadena de custodia de los indicios y pruebas encontrados.

Vea también Crimen.

Método de Investigación Criminalística


El método de investigación criminalística es el conjunto de disciplinas que
sirven para reconstruir los hechos de un delito, así como para identificar
a sus autores e instrumentos o armas utilizados en el lugar de los hechos,
entre éstos podemos resaltar los siguientes:
 Dactiloscopia: se encarga del estudio de las huellas dactilares.
 Arte forense: trata del retrato hablado partiendo de la memoria de la
víctima.
 Balística forense: se encarga del estudio de los cartuchos, balas,
municiones, armas y trayectoria del proyectil.
 Documentoscopía: hace referencia al estudio de los documentos inmersos
en una investigación de un hecho delictivo.
 Fotografía forense: es la toma de fotografías del lugar de los hechos y que
permite la recreación posterior del mismo, así como a las pruebas e indicios
encontrados en el mismo
 Genética forense: análisis de las pruebas o muestras de sangre, saliva,
secreciones, semen, entre otros, encontrados en el lugar de los hechos.
 Odontología forense: es el análisis odontológico de la víctima, de los
sospechosos o autores del delito.
 Toxicología forense: se encarga de hacer el estudio de las sustancias
tóxicas que son encontradas en víctimas o en el lugar del hecho. Se realiza
a los implicados de los hechos estén vivos o fallecidos.
 Grafología forense: estudia las escrituras encontrados en los documentos
implicados dentro de la investigación.
 Antropología forense: determina el sexo, talla, edad y demás
características físicas del autor del delito.
 Informática forense: analiza todos los documentos y sistemas
informáticos.
 Medicina forense: se entiende como el laboratorio donde se analizan
todas las pistas, indicios y pruebas obtenidos de un crimen.
 Patología forense: trata de la posible causa de muerte de un individuo.
Historia de la criminalística
La dactiloscopia fue la primera disciplina auxiliar precursora de la
criminalística, aproximadamente en el siglo XVII, cuando los médicos
tomaron parte de los procesos judiciales y analizaron las huellas dactilares
de los detenidos.

Tras este antecedente se desarrolló más tarde, en el año 1575, la medicina


legal iniciada por Ambrosio Paré y desarrollada por Paolo Sacchias en 1651.

Luego, años después el célebre delincuente francés Eugène François


Vidocq, después de ser incluido en las filas del gobierno de su país en 1809,
se le atribuye los primeros estudios de balística.

No obstante, uno de los más importante criminalistas de la historia fue


Hans Groos (1847-1915), considerado como el padre del análisis sistemático
de las huellas dejadas por el delincuente en el lugar donde se cometió el
delito.

Groos elaboró el Manual del Juez como sistema de Criminalística, y en 1912


funda la Escuela Criminológica de Graz, donde ejerció como profesor y
ejerciendo a la vez como Juez Penal.
En el mismo orden de ideas, en México el profesor Carlos Roumagnac
realizó en el año 1904 desarrolló uno de los primeros fundamentos de la
Antropología Criminal. Años después, en 1920 el profesor Benjamín
Martínez fundó en la Ciudad de México el Gabinete de Identidad y el
Laboratorio de Criminalística de la entonces Jefatura Policial del Distrito
Federal

En 1928, el francés Edmon Locard dio a conocer el Principio de Intercambio


de Locard, el cual ha permitido el análisis de inmensas pruebas en la
transmisión de materias de un objeto a otro, las cuales han favorecido a la
resolución de infinidad de crímenes.

Criminalística de campo
La criminalística de campo es aquella que se encarga de estudiar, describir
y fijar, de manera minuciosa, el lugar donde ocurrió el crimen o del
hallazgo.

Por otro lado, esta rama de la criminalística se encarga de hacer el


levantamiento y recolección de todos aquellos objetos que se consideren
indicios o evidencias de lo sucedido.

Vea también Crimen organizado.

Diferencia entre Criminalística y Criminología


Criminalística y criminología son dos términos diferentes. Sin embargo,
existen muchas confusiones en relación a estos términos debido a la poca o
absoluta falta de información y comparación de los mismos.

La criminología es la ciencia que se encarga del estudio del fenómeno


criminal, es decir, analiza las razones de lo ocurrido, así como, a los sujetos
que lo realizan a fin de buscar y determinar la explicación de las causas del
hecho y detener a los criminales.
Por otro lado, la criminalística busca la demostración de cómo fue
cometido el delito, determina los datos de la víctima, busca el autor o
autores del hecho y comprueba siempre los hechos y acciones a través del
conocimiento científico.
Como se puede notar hay una enorme y amplia diferencia entre ambos
conceptos, ya que la criminología se encarga del estudio del delito y del por
qué, mientras que la criminalística de su demostración, quién cometió el
delito y cómo.
 La criminalística: nociones conceptuales

La criminalística es una profesión y disciplina científica dirigida al


reconocimiento, individualización y evaluación de la evidencia física, mediante
la aplicación de las ciencias naturales, en cuestiones legales[1]. La
criminalística es la ciencia que estudia los indicios dejados en el lugar del
delito, gracias a los cuales se puede establecer, en los casos más favorables, la
identidad del criminal y las circunstancias que concurrieron en el hecho
delictivo[2].

Algunos autores la definen como una ciencia penal auxiliar que, mediante la
aplicación de sus conocimientos metodológicos y tecnológicos, aporta al
estudio evidencias científicas de un hecho presuntamente delictuoso y al o los
presuntos autores del delito”[3]. Esta definición ha permitido ligarla como una
ciencia auxiliar del derecho penal y del proceso penal que se ocupa del
descubrimiento y verificación del delito y del delincuente[4]. En similar sentido,
Maggiore señala que la criminalística constituye una de las ciencias auxiliares
no jurídicas a las cuales el derecho presta la noción técnica del delito o
conjunto de los medios sugeridos por varias ciencias para la comprobación del
delito y el descubrimiento del reo[5].

Es de señalar que, la criminalística en sus inicios era considerada una disciplina


o una simple actividad practica representada por un conjunto de conocimientos
de diversas áreas que debían ser aplicadas técnicamente -sin ningún tipo de
sistematización, método, rigurosidad ni comprobación empírica- en la
investigación y el esclarecimiento de los delitos[6]. Y es a partir del siglo XX,
gracias a los diversos estudios sobre la materia, que la criminalística logra
sistematizar sus conocimientos, adopta principios que rigen la investigación y
los peritos forenses plantean métodos en sus investigaciones. Esta situación
permitió a la criminalística adquirir el estatus de ciencia por su característica de
objetividad, racional, explicativa, descriptiva y demostrativa.

Es así que, en la actualidad no existe duda en catalogar a la criminalística como


una ciencia fáctica o empírica interdisciplinaria porque requiere del auxilio de
las demás ciencias[7].
Esta situación nos permite tomar una postura y definir a la criminalística como
una ciencia de carácter empírico e interdisciplinario, que mediante la
integración de diversos métodos y técnicas estudia, verifica, examina y analiza
vestigios, indicios y evidencias de toda índole y origen, en y/o dejados por
cualquier individuo –sea éste presunto culpable de la comisión de un delito, o
un sujeto totalmente ajeno a cualquier tipo de proceso judicial–, organismo u
objeto, a efectos de determinar las circunstancias, medios e individuos
implicados en el hecho que dio lugar a su estudio e intervención[8].

Esta definición englobada una mirada moderna de la criminalística en armonía


con los conocimientos y tendencias doctrinarias de las cuales hace uso para
cumplir su objetivo.

El objetivo principal es el esclarecimiento de los hechos presuntamente


delictivos y para ellos es necesario recabar e investigar las pruebas o
materiales del delito en la escena del crimen para luego ser analizado en el
laboratorio criminalístico con conocimiento técnico-científico y poder descifrar
las preguntas de ¿qué sucedió? ¿cómo sucedió? ¿dónde sucedió? ¿cuándo
sucedió? ¿cómo se realizó? ¿por qué sucedió? ¿quién lo realizó?

Por otro lado, la labor de la criminalística no se agota en las explicaciones


sobre los hechos cometidos por el crimen, su utilidad va más allá de esto como
ofrecer explicaciones de diversos fenómenos a todas las instancias que
requieran su utilidad[9].

2. Objeto de la criminalística

El objeto de estudio de la criminalística son los vestigios, indicios y evidencias


de toda índole y origen hallados en la escena del crimen[10]. Este estudio se
circunscribe en la recolección de indicios a efectos de obtener datos que
permita descifrar cualquier enigma, la cual puede ser complementado con un
trabajo de inteligencia tendiente a esclarecer situaciones que el supuesto
criminal procura ocultar para evitar asumir su responsabilidad[11].

La tarea primordial de la criminalística consiste en: (i) explorar el escenario


donde se ha producido los hechos materia de investigación; (ii) examinar los
indicios y evidencias que permitan identificar a las personas y los objetos
relacionados con los hechos materia de investigación; (iii) examinar indicios y
evidencias de interés forense y a pesar de no ser de interés forense necesiten
ser explotados por los métodos y procedimientos de las áreas propias de la
criminalística[12].

Y para concretar esa tarea de la criminalística, el perito forense, deberá realizar


las siguientes acciones: (i) proteger, conservar y fijar el lugar de los
hechos; (ii) levantamiento y embalaje del material sensible; (iii) moldeo de
huellas; (iv) investigación dactiloscópica coherente en el lugar de los
hechos; (v) un planteamiento metodológico criminalístico ya sea el caso para
determinar huellas de pisadas, sangre, semen, pelos, fibras, hechos de tránsito,
investigaciones documentales, explosiones y balística, entre otros.

3. Método de la criminalística

El método de estudio de la criminalística es el método hipotético-deductivo. Es


decir, la criminalística trabaja en base a la generación de hipótesis a partir de
dos premisas, una universal (leyes, teorías, principios científicos) y otra
empírica consistente en la observación del problema y la indagación para luego
comprobar mediante la contrastación empírica.

La criminalística como una ciencia especulativa formula leyes de carácter


general. Forma leyes y principios que expresan comportamientos constantes
de los fenómenos que estudia. El método empleado es el método inductivo
consiste en varias verdades particulares que nos llevan a una verdad de
carácter general, conociendo el comportamiento de varios seres particulares
que llevan a un comportamiento o verdad general. La criminalística aplicativa,
aplica leyes o principios de la criminalística especulativa o de laboratorios
científico a casos concretos para resolverlos. Y utiliza el método científico
deductivo, en donde una verdad general nos lleva a una verdad particular

4. Los principios de la criminalística

El planteamiento metodológico criminalístico para la investigación y el


esclarecimiento del crimen debe ceñirse estrictamente a los siguientes
principios rectores de la criminalística, las cuales son: el principio de uso, el
principio de producción, el principio de intercambio, el principio de
correspondencia de las características, el principio de reconstrucción de los
hechos, el principio de probabilidad y el principio de certeza.

El principio de uso

Es de conocimiento que los causantes, en la comisión de algún delito, suelen


usar agentes mecánicos, químicos, físicos o biológicos. Y el principio de uso,
para una correcta investigación de los hechos, clasifica estos agentes
vulnerantes de acuerdo a su característica y naturaleza.

Es así que, el agente mecánico comprende los traumatismos, estrangulación,


heridas por arma blanca o de fuego, etc.; el agente químico, las intoxicaciones,
envenenamientos, quemaduras con ácidos, etc.; el agente físico, quemaduras
por calor, frío o paso de corriente eléctrica, etc.; y el o biológico, los ataques de
animales o enfermedades, etc.

El principio de producción

A raíz que el causante, en un hecho criminal, siempre deja indicios de diferentes


variedades morfológicas que representan elementos reconstructores, el
principio de producción exige la utilización en diversas formas el agente
vulnerante para poder determinar los indicios.

El principio de intercambio

Cuando se comete el hecho criminal siempre existe un intercambio de indicios


de diferentes variedades morfológica entre la víctima, el victimario o el lugar de
los hechos, esto debido a que, durante la comisión, producción, manipulación o
intervención de un hecho criminal, el autor siempre deja algo de sí y se lleva
algo consigo del escenario criminal, ya sea de manera consciente o
inconsciente.

Este principio nos indica que siempre existe un intercambio de materiales del
lugar de los hechos con la víctima y el victimario por su propia naturaleza, v.gr:
si el crimen se realizó en un parque, según este principio, existirá, entre la
víctima y el victimario, manchas de clorofila de las hierbas, el polen de las
plantas; y, esto a su vez, intercambian material orgánico entre ellos como
restos de cabello, saliva, sangre, etc., en cantidades y calidades de acuerdo al
grado de violencia.

El principio de correspondencia de características

Este principio se basa en el principio criminalístico de que “la acción de los


agentes mecánicos vulnerantes sobre determinados cuerpos deja impresas sus
características y figura” y que es humanamente imposible realizar dos objetos
exactamente iguales, lo que permite establecer su origen al análisis detallado o,
incluso, microscópico.

Este principio de correspondencia prescribe que cuando un agente vulnerante


impacta, roza o comprime ciertos materiales de menor dureza deja en ella
impresa sus características, como, por ejemplo: la impresión de las huellas
dactilares, huellas de pisada, los casquillos, etc.

El principio de reconstrucción de los hechos

El principio de reconstrucción de los hechos se encuentra relacionado con el


principio de reproducción, porque el estudio de todas las evidencias materiales
asociadas al hecho, darán las bases y los elementos para conocer el desarrollo
de los fenómenos de un caso concreto y podrán reconstruir el mecanismo del
hecho o fenómeno, para acercarse a conocer la verdad del hecho investigado.

Este principio permite una mirada coger los resultados de los anteriores
principios para poder reconstruir los hechos y saber lo que en realidad sucedió.

El principio de probabilidad

De acuerdo a este principio de probabilidad, cuando se realiza la reconstrucción


de los hechos y los fenómenos se obtiene información precisa de la verdad de
los hechos investigado con un alto, mediano o bajo grado de probabilidad. Este
principio impide dar una verdad absoluta de lo que en realidad pasó.

Por ejemplo, un caso puede reproducirse en mayor o menor grado dependiendo


de la calidad y cantidad de los indicios recuperados y su correspondiente
estudio, no obstante, es imposible reproducir exactamente un hecho debito a
limitaciones y perdidas de datos, por lo que dicha reproducción no será exacta
pero sí con cierta probabilidad que se apoya en la correspondiente
experimentación.

El principio de certeza

El principio de certeza se relaciona con el estudio cuantitativo, cualitativo y


comparativo de los indicios hallados en la escena del crimen para determinar
su procedencia y composición y establecer su correspondencia o no con los
hechos materia de investigación.

El estudio cualitativo, cuantitativo y comparativo de los indicios y agentes


vulnerables se realiza en los laboratorios criminalístico de acuerdo a una
metodología empleado y los procedimientos correspondientes para logar
certeza de su existencia y procedencia.

5. La criminalística en el Perú y su implementación

Antecedentes

En el Perú la criminalística nace con la apertura del gabinete de identificación


antropométrica en la oficina central de la policía el 1 de febrero de 1892. La
criminalística aplicada en el Perú, desde su nacimiento, ha evolucionado en la
forma y modo de investigar los hechos criminales.

En sus inicios, el gabinete de identificación antropométrica aplicaba el


procedimiento técnico científico de identificación de las personas que infringían
la ley y para ello utilizaban el Sistema de Identificación Antropométrica del
Francés Alfonso Bertilón. En 1915, de dejó de lado este sistema al
implementarse la sección de identificación dactiloscópico del argentino Juan
Vucetich. En el año 1924, se adoptó el sistema dactiloscópico español del
método Olóriz también denominado método de Vucetich-Olóriz.
Posteriormente, en 1973, se inauguró el laboratorio de criminalística, siendo su
primer director el inspector Carlos Ramírez Núñez. En el año 1956, se
implementó el sistema pelmatoscopico en la maternidad de Lima para
identificar a los recién nacidos. En 1962 y 1963 se usó las impresiones digitales
para identificar a los electores y poder reorganizar el Registro Electoral del
Perú. en 1965, se crearon los Departamentos de balística, química, física y
grafotecnia, toxicología, biología, ingeniería, fotografía e identificación
odontográfica. En 1973, se creó el Instituto de Criminalística donde
actualmente se especializan los peritos policiales[13].

En este sentido, la Dirección de Criminalística de la PNP, en el año 2013, da un


gran salto en materia de identificación con la adquisición y puesta en
funcionamiento del Sistema automatizado de identificación dactilar (AFIS)
Criminalístico con sus sedes remotas a nivel nacional, que permite la
identificación dactilar en tiempo real de personas involucradas en hechos
criminales. En el año 2014 y 2015, adquiere el sistema de identificación
balística (IBIS) que permite identificar las armas, casquillos y proyectiles que
han sido usados para perpetrar un hecho delictuoso con armas de fuego;
asimismo la adquisición y puesta en funcionamiento como parte
complementaria del AFIS un sistema de reconocimiento facial (SRF) que
permite identificar los rostros de las personas que han participado en hechos
delictivos mediante el cotejo de videos y fotografías con la base de datos del
Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Arroyo, 2016).

La Dirección de Criminalística de la PNP y la implementación de su función criminalística


policial

La Dirección de Criminalística (Dircri) de la Policía Nacional del Perú (PNP),


según el Manual de Organización y Funciones (MOF -2016), es una dirección de
apoyo policial de carácter técnico, sistémico, normativo, operativo y
especializado, cuyo objetivo es garantizar, dirigir, sistematizar, supervisar y
practicar los peritajes oficiales y emitir informes pecinales para el desarrollo de
la investigación criminal. La Dircri es el órgano encargado de proporcionar a las
Unidades Operativas y Administrativas del Instituto y autoridades competentes,
el apoyo científico-forense, expidiendo dictámenes periciales balística,
grafotenia, ADN, fisicoquímico, biológico, psicológico, entre otros y de
identificación policial. Tambien realiza investigaciones científicas y
capacitaciones y especializaciones del personal policial y no policial en las
áreas de criminalística.
La función criminalística en la Policía Nacional del Perú

La política de fortalecimiento de la función criminalística de la Policía Nacional


del Perú se inició el 2012, en el marco de las políticas de seguridad ciudadana, y
a fin de modernizar la función criminalística policial para mejorar y garantizar la
calidad pericial y la oportunidad de la labor criminalística, se promulgó el
Decreto Legislativo N° 1152 “Decreto que aprueba la modernización de la
función criminalística policial”. Tras la promulgación de este decreto, el
Ministerio del Interior dispuso la conformación de una comisión con integrantes
que laboran en la DIREJCRI de la PNP.

Sin embargo, a pesar de los esfuerzos por reglamentar y protocolizar el decreto


de porque esta presentaba defectos en el diseño al no contar con factores que
permitieran una adecuada modernización de la función criminalística policial.

En el año 2015, se promulgó el Decreto Legislativo N° 1219 “Decreto legislativo


de fortalecimiento de la función criminalístico policial”, con el objetivo de
fortalecer la función criminalística en la lucha contra la delincuencia y el crimen
organizado a cargo de la Policía Nacional del Perú y la finalidad de coadyuvar
de manera técnica y científica a la investigación criminal y contribuir con la
administración de justicia.

Es de señalar que la promulgación de este decreto no tuvo dificultad porque se


basó en los proyectos del reglamento del Decreto Legislativo N° 1152. A
diferencia del anterior decreto, el Ministerio del Interior, dispuso la rápida
reglamentación y protocolización de esta, delegando dicha función en los
miembros de la DIREJCRI de la PNP.

Después de un largo periodo de sucesos políticos y demora en la


protocolización y reglamentación de dicho decreto, el 25 de agosto de 2018 se
publicó el Decreto supremo N° 010-2018-Jus “Protocolo de actuación
interinstitucional de protección e investigación de la escena del crimen” y,
posteriormente, el 16 de febrero de 2021, se publicó el Decreto Supremo N°
001-2021-IN “Decreto Supremo que aprueba el reglamento del Decreto
Legislativo N° 1219, Decreto Legislativo de fortalecimiento de la función
criminalística policial”.
El Protocolo del Decreto Legislativo N° 1219 tiene como objetivo fortalecer la
actuación policial y fiscal para garantizar una adecuada protección e
investigación de la escena del crimen e incrementar de manera potencial las
probabilidades del esclarecimiento del hecho delictuoso y, también, estaría
dirigido a evitar errores que dificulten la investigación y que determine
negativamente el caso. Y tiene la función del protocolo es establecer un
conjunto de procedimientos destinados a generar actividades predecibles en
cuanto a la protección e investigación de la escena del crimen en el marco de
las actuaciones urgentes de investigación realizadas por el/la policía y el/la
fiscal.

Por su parte, el reglamento del Decreto Legislativo N° 1219 regula el


funcionamiento del sistema criminalístico policial, así como sus campos
ocupacionales y, también, regula el Registro de Peritos Criminalísticos,
conforme a lo dispuesto en el Decreto Legislativo N° 1219. Y cuya finalidad
es (i) optimizar el desempeño de la función criminalística policial, a través del
desarrollo de medidas en materia de personal, especialidades forenses,
infraestructura, equipamiento y herramientas tecnológicas; (ii) Consolidar el
funcionamiento del Sistema Criminalístico Policial y su articulación con los
integrantes del Sistema de Administración de Justicia; (iii) Atender las
necesidades de la investigación científica holística del fenómeno delictivo
acorde a la dinámica del delito en la sociedad y la criminalidad; y, (iv) Garantizar
la continuidad del fortalecimiento de la función criminalística policial.

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