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UNIVERSIDAD CIENTÍFICA DEL PERÚ

Facultad de Derecho y Ciencias Políticas

CARRERA: DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS


CICLO: VI – 2017

MONOGRAFÍA

ASIGNATURA:

DERECHO ADMINISTRATIVO II

TEMA:

El Sistema Contencioso
Administrativo
DOCENTE:
Dra. BETTY QUICHCA QUISPE

ALUMNO

Armas Viera, Lennie

Noviembre – 2017

EPÍGRAFE

1
Hay que vigilar a los ministros que no pueden hacer nada sin dinero y a aquellos que
quieren hacerlo todo sólo con dinero.
Indira Gandhi (1917-1984) Estadista y política hindú.

DEDICATORIA

2
A mi querida esposa Karla e hijos, Fabiana,
Matias Francisco y Joaquín, quienes son el
motivo para seguir en el camino de la
superación.

Lennie

INDICE

3
I. INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………..Pág. 05

II. ANTECEDENTES…...………………..……………………………………………Pág. 06

III. DEFINICION……………..………………………………………………………….Pág. 09

IV. OBJETO…….……………………………………………………………………….Pág. 09

V. PRINCIPIOS DEL PROCESO CONTENCISO ADMINISTRATIVO…………...Pág. 10

VI. SUJETOS DEL PROCESO………………………………………………………...Pág.12

VII. LAS PARTES DEL PROCESO CONTENCIOSO………………………………..Pág.12

VIII. VIA PROCEDIMENTAL…………………………………………………………….Pág.16

IX. LOS MEDIOS PROBATORIOS……………………………………………………Pág.17

X. MEDIOS IMPUGNATORIOS……………………………………………………….Pág.18

ADMISIBILIDAD Y PROCEDENCIA………………………………………………Pág.18

CONCLUSIONES…………………………………………………………………...Pág. 21

RECOMENDACIONES……………………………………………………………..Pág. 22

ANEXOS.……………………………………………………………………….........Pág. 23

BIBLIOGRAFIA Y WEBGRAFIA…………………………………………………...Pág. 26

I. INTRODUCCIÓN

4
Dentro de un Estado constitucional existen diversos mecanismos para hacer
efectivo el principio de constitucionalidad asegurando con ello no sólo la real
vigencia de la Constitución y la ley dentro del Estado, sino, además, la
efectividad de las situaciones jurídicas de los particulares. El proceso
contencioso administrativo es uno de los medios de control del poder, y en
particular, una de las formas como el órgano jurisdiccional realiza un
control de la Administración. Dicho control tiene por finalidad dar efectividad al
principio de constitucionalidad y a las situaciones jurídicas de los ciudadanos
ante cualquier exceso en el uso del poder por parte de la Administración, de ahí
la trascendencia de su estudio.

En el presente trabajo, pretendemos dar una revisión general del proceso


contencioso administrativo desde la óptica del derecho procesal, pues es
evidente que siendo el contencioso administrativo un proceso que supone el
ejercicio de la función jurisdiccional del Estado, es objeto de estudio del
derecho procesal, lo que incluso ha determinado que de un tiempo a esta parte
haya surgido una nueva rama conocida como “derecho procesal administrativo”.

En ese sentido, en el presente trabajo se analizaran las normas de la Ley


del Proceso Contencioso Administrativo (Ley 27584) que fuera publicada en el
Diario Oficial El Peruano el 07 de diciembre de 2001; elaborada por la
Comisión designada por el Ministerio de Justicia el mismo que sirviera de base
a la Ley posteriormente aprobaba por el Congreso de la República; así como las
diversas normas modificatorias.

II. ANTECEDENTES:

5
El proceso contencioso administrativo ha transitado por una interesante
evolución que remonta sus orígenes a las luchas por limitar el poder del
Estado. El origen del proceso contencioso administrativo se encuentra
precisamente en un importante periodo de lucha por la libertad y la democracia,
en un momento en el cual comienza a predicarse la necesidad de un control
del poder del Estado y la de un reconocimiento de los derechos fundamentales de
los ciudadanos.

 El contencioso administrativo en el Perú


En el Perú el antecedente del proceso contencioso administrativo puede ser
ubicado en la Constitución de 1867, cuyo artículo 130 establecía que: “La
ley determinará la organización de los Tribunales contenciosos-
administrativos, y lo relativo al nombramiento de sus miembros”.

Posteriormente, el anteproyecto de Constitución elaborado por la Comisión


Villarán propuso asignarle al Poder Judicial la resolución de los “recursos
contencioso administrativos” para lo cual se hacía necesario agotar la vía
administrativa’. Como vemos, con dicho Proyecto se apostaba por una
jurisdiccionalización del control de la Administración Pública. Sin embargo,
dicha propuesta no fue recogida en la Constitución de 1933.

Hubo que esperar varios años para que recién se consagre, al menos a
nivel legislativo, el proceso contencioso administrativo. Y fue recién la Ley
Orgánica del Poder Judicial de 1963 la que, en su artículo 12, consagró con
carácter general, la posibilidad de cuestionar ante el Poder Judicial los actos
de la Administración Pública.

Sin embargo, el hito más importante dentro del desarrollo del proceso
contencioso administrativo se encuentra constituido por la Constitución de
1979 la que, en su artículo 240 estableció que “las acciones contencioso
administrativas” podían interponerse “contra cualquier acto o resolución
que causa estado”. Paradójicamente, existiendo un marco constitucional
que facilitaba el desarrollo a nivel legislativo del proceso contencioso
administrativo éste se dio casi 15 años después. Y paradójicamente tuvo
que ser el propio Poder Ejecutivo, ante dicha omisión legislativa, quien dicte
una regulación sobre el proceso contencioso administrativo (D.S. 037-90-IR)
20. Es decir, el propio ente controlado tuvo que dictar las normas que
regulen su forma de control, pues el Parlamento no lo hizo.

Posteriormente, se dictó la Ley Orgánica del Poder Judicial de 1991, la


misma que reguló el proceso contencioso administrativo. Sin embargo, dicha

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norma tuvo una efímera existencia pues, dicho capítulo fue prontamente
derogado por el Decreto Legislativo 767.

Luego, fue el Código Procesal Civil de 1993 el que reguló el proceso


contencioso administrativo, bajo la designación “impugnación de acto o
resolución administrativa”. Sin embargo, aunque el avance fue sustancial,
dicha regulación tenía, a nuestro modo de ver, dos problemas. El primero
de ellos era regular dentro de un cuerpo que regulaba el proceso civil, un
proceso de distinta naturaleza, cual es el proceso contencioso
administrativo. El segundo de ellos era que el Código Procesal Civil, al
momento de regular el proceso contencioso, dispuso que la demanda
tenía por finalidad que se declare la invalidez o ineficacia de un acto
administrativo, lo que determinó que en muchos casos se pensara que en el
proceso contencioso administrativo sólo era posible un control de legalidad
del acto como en el viejo sistema francés, y que la labor del Poder Judicial
se veía restringida a ello, sin que pudiera pronunciarse sobre el fondo de la
decisión administrativa, limitándose con ello la efectividad de la tutela
jurisdiccional de los particulares que acudían a dicho proceso.

Cabe precisar que, además del régimen general del proceso contencioso
administrativo contenido en el Código Procesal Civil, se dieron diversas
normas especiales dependiendo de la entidad que expedía el acto
impugnado.

Finalmente, mediante R.M. 174-2000-TUS se creó una Comisión a la que


se le encargó elaborar un Proyecto de Ley que regule el proceso
contencioso administrativo. Dicha Comisión concluyó su labor, y el 05 de
julio de 2001 fue pre publicado el Proyecto de Ley del proceso contencioso
administrativo. Posteriormente, dicho Proyecto fue adoptado por la
Comisión de Justicia del Congreso de la República y luego aprobado,
con algunas modificaciones, por el pleno del Congreso de la República.
Luego de su promulgación la Ley del Proceso Contencioso Administrativo
(Ley 27584) fue publicada en el Diario Oficial El Peruano, el 7 de diciembre
de 2001.

La Ley, aunque, tiene cuatro notas caracterizadoras:

1. Tiene al derecho a la tutela jurisdiccional efectiva como el eje central de su


contenido.

2. Propicia un proceso contencioso administrativo tuitivo a favor de los


particulares.

7
3. Establece un proceso contencioso administrativo de “plena jurisdicción” o
“subjetivo”; pues predica un control jurisdiccional pleno de los actos
administrativos que no se restringe a su solo control de legalidad, sino a
un control que supone brindar una efectiva tutela a los derechos e
intereses de los administrados.

4. Concibe al proceso contencioso administrativo como un proceso distinto y


autónomo respecto del proceso civil, pues la naturaleza de los conflictos
que está llamado a resolver es absolutamente distinta a la naturaleza de
los conflictos que está llamado a resolver el proceso civil.

Ahora bien, conforme a lo dispuesto en la Tercera Disposición final de la


Ley que regula el proceso contencioso administrativo, la Ley debería haber
entrado en vigencia a los treinta día naturales siguientes a su publicación,
es decir, debió haber entrado en vigencia el 08 de enero de 2002.

Sin embargo, el 21 de diciembre de 2001 salió publicado en el Diario Oficial


“El Peruano” el Decreto de Urgencia 136-2001 mediante el cual se
ampliaba el plazo de la entrada en vigencia de la Ley que regula el proceso
contencioso administrativo por 180 días. La razón de ello era
fundamentalmente una: el artículo 42 de la Ley que regulaba el trámite
de la ejecución de sentencias de obligación de dar suma de dinero contra el
Estado generaba un alto costo a éste. En efecto, en la medida que el texto
original de la Ley preveía un trámite para la ejecución de sentencias de
obligación de dar suma de dinero, y ello suponía la obligación del Estado
de cumplir con las sentencias, el propio Poder Judicial se encargó, a través
de un inconstitucional Decreto de Urgencia, de suspender los efectos de la
Ley.

Posteriormente, el 16 de marzo de 2002 se publicó la Ley 27684 que


modificaba el artículo 42 de la Ley que regulaba el proceso contencioso
administrativo, es decir, modificó la norma que regulaba la ejecución de
sentencias contra el Estado, disponiéndose además que la Ley debería
entrar en vigencia el 17 de abril de 2002, fecha desde la cual se encuentra
vigente. Asimismo, el 26 de abril de 2002 se publicó la Ley 27709 que
modificó la competencia por razón del grado en el proceso contencioso
administrativo.

Cabe señalar que en la corta vigencia de la ley esta ha sufrido algunas


modificaciones en lo referido a la competencia y la creación de un
procedimiento especial para el proceso contencioso administrativo (Ley

8
N° 28531). Asimismo, la Ley que regula el proceso contencioso
administrativo ha sido objeto de un proceso de inconstitucionalidad que
ha declarado en parte fundada la demanda, en lo referido a la ejecución
de sentencias de obligación de dar suma de dinero contra el Estado.

Recientemente, ha salido publicada en el Diario Oficial “El Peruano” la


Resolución Ministerial N° 026-2006-TUS que dispone la creación de una
comisión con la finalidad de revisar la ley que regula el proceso contencioso
administrativo.

III. DEFINICION:
El proceso contencioso administrativo es un proceso por medio del cual se
pone en funcionamiento la función jurisdiccional del Estado. Planteando una
pretensión que brinde una efectiva tutela a una situación jurídica subjetiva que
ha sido lesionada o que es amenazada por una actuación ilegal o
inconstitucional de la administración pública.

La “finalidad” de la acción contencioso administrativa; Es el control jurídico


por el Poder Judicial de las actuaciones de la administración pública
sujetas al derecho administrativo y la efectiva tutela de los derechos e
intereses de los administrador.

Las Partes En Un Proceso; Son las personas naturales o jurídicas, a quien


el juez de la causa reconoce legitimada para actuar en el proceso,
encontrándose sujetas a los efectos procesales y sustanciales producidos por la
sentencia.

IV. OBEJTO:
El objeto del proceso contencioso administrativo está constituido por la
pretensión material, que una vez postulado el proceso se convierte en
pretensión procesal, que en el caso del proceso contencioso administrativo son:

1. La declaración de nulidad, total o parcial o ineficacia de actos


administrativos.
2. Reconocimiento o restablecimiento del derecho o interés jurídicamente
tutelado y la adopción de las medidas o actos necesarios para tales fines.
3. La declaración de contraria de derecho y el cese de una actuación
material que no se sustente en acto administrativo.
4. Se ordene a la administración pública la realización de una
determinada actuación a la que se encuentre obligada por mandato de la
ley o en virtud de acto administrativo firme.

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Estas pretensiones deben de ser originadas en una actuación realizada en el
ejercicio de potestades administrativas. Siendo impugnables en este proceso las
siguientes actuaciones administrativas:

1. Los actos administrativos, y cualquier otra declaración administrativa.


2. El silencio administrativo, la inercia y cualquier otra omisión de la
administración pública.
3. La actuación material que no se sustenta en acto administrativo.
4. La actuación material de ejecución de actos administrativos que
transgrede principios o normas del ordenamiento jurídico.
5. Las actuaciones u omisiones de la administración pública respecto de
la validez, eficacia, ejecución o interpretación de los contratos de
la administración pública, con excepción de los casos en que es
obligatorio se decida, conforme a ley, someter a conciliación o arbitraje la
controversia,
6. Las actuaciones administrativas sobre el personal dependiente al servicio
de la administración pública.

V. PRINCIPIOS DEL PROCESO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO:


Los principios son los lineamientos preferentes del Derecho a los cuales la
disciplina jurídica les otorga tres funciones: una función interpretativa,
integradora y creativa. El proceso contencioso administrativo se rige por los
principios que se enumeran a continuación y por los del derecho procesal,
sin perjuicio de la aplicación supletoria de los principios del derecho procesal
civil en los casos que sea compatible:

a) Principio de integración.
b) Principio de igualdad procesal.
e) Principio de favorecimiento del proceso
d) Principio de suplencia de oficio.

Principio de integración
El principio de integración del proceso contencioso administrativo; es una
derivación de la obligación que tiene el órgano jurisdiccional de pronunciarse
sobre el fondo de la controversia aún en aquellos casos en los cuales no exista
norma jurídica aplicable al conflicto de intereses propuesto ante el órgano
jurisdiccional.

Sobre el principio de integración resulta necesario además, aclarar que


la controversia administrativa planteada ante el Poder Judicial puede versar
sobre los más diversos temas: cuestiones laborales, tributarias, mineras,
aduaneras, etc. En estos casos, los jueces, además de los principios del

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derecho administrativo deberán aplicar los principios correspondientes a la
rama del derecho que regula la controversia que ha sido sometida a su
conocimiento.

Principio de igualdad procesal


Las partes en el proceso contencioso administrativo deberán ser tratadas
con igualdad, independientemente de su condición de entidad pública o
administrada.

Si bien el principio de igualdad es un principio que rige a todos los


procesos en general, la Ley ha querido regular de manera expresa dicho
principio para el caso del proceso contencioso administrativo, pues es el
proceso contencioso administrativo uno de los escenarios donde la desigualdad
procesal se hace más evidente.

Por ello, el enunciado del principio de igualdad establecido en la Ley que


pareciera suponer la adopción de una igualdad formal, en realidad debe ser
entendida teniendo en consideración la real situación de las partes en el
conflicto de intereses. Y esa situación no es una situación de igualdad, pues
la Administración tiene, en dicha relación, una serie de privilegios que no
puede trasladar al proceso. El proceso debe ser el instrumento que equipare a
las partes, un instrumento “igualizador”; y ello no se logra concibiendo a las
dos partes del mismo como exactamente iguales, sino procurando en el
proceso que las partes que en realidad no son iguales, lo sean.

Principio de favorecimiento del proceso


El Juez no podrá rechazar laminarmente la demanda en aquellos casos en los
que por falta de precisión del marco legal exista incertidumbre respecto del
agotamiento de la vía previa.

Asimismo, en caso de que el Juez tenga cualquier otra duda razonable


sobre la procedencia o no de la demanda, deberá preferir darle trámite a la
misma.

El principio de favorecimiento del proceso debe ser entendido también en el


sentido que, siempre que exista un defecto de cualquier acto procesal que por
su naturaleza sea subsanable, el Juez debe conceder un plazo y la oportunidad
para hacerlo. Debe, por ello, ser restrictiva la facultad del Juez de rechazar de
plano la demanda, o en general, cualquier acto procesal.

Principio de suplencia de oficio

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El principio de la suplencia de oficio permite que el Juez pueda, de oficio,
corregir, en la medida que esté a su alcance, cualquier defecto procesal que
advierta en el proceso, sin tener que esperar que lo haga la parte. Dicho
principio tiene dos fundamentos: el primero es la concepción del Juez como
director del proceso, y el segundo el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva.
De esta forma, con la finalidad de evitar que el proceso concluya o se dilate por
una deficiencia formal, se establece como deber del Juez que supla
cualquier deficiencia en la que puedan haber incurrido las partes, con lo cual
el Juez debe asumir un rol mucho más activo dentro del proceso, y en
particular, un compromiso para velar que el proceso cumpla con su finalidad
procurando que éste no se vea entorpecido por cualquier deficiencia de tipo
formal. Es por ello que el Juez deberá suplir las deficiencias salvo, claro está,
que dicha deficiencia no pueda ser suplida por el Juez, en cuyo caso,
siempre que la deficiencia sea subsanable, deberá conceder un plazo a
las partes para la subsanación.

VI. SUJETOS DEL PROCESO


 Competencia territorial
Es competente para conocer el proceso contencioso administrativo en
primera instancia, a elección del demandante, el Juez del lugar del domicilio
del demandado o del lugar donde se produjo la actuación impugnable.

 Competencia funcional
Es competente para conocer el proceso contencioso administrativo en
primera instancia el Juez Especializado en lo Contencioso Administrativo.

VII. LAS PARTES DEL PROCESO CONTENCIOSO


Parte en el proceso es todo aquél que demanda o en cuyo nombre se
demanda, y también lo es todo aquel contra quien se plantea una demanda.
Ahora bien, existen algunas condiciones que se exigen para que la actuación
de quien actúa como parte sea válida, estas son: capacidad, el interés para
obrar y la legitimación.

a) La capacidad
En la doctrina procesal se distingue entre la capacidad para ser parte y la
capacidad procesal.

La capacidad para ser parte es la aptitud para ser titular de situaciones


jurídicas procesales. En ese sentido, tiene capacidad para ser parte todo
sujeto de derecho, entre los cuales se encuentran: el nasciturus, las
personas naturales, las personas jurídicas, los patrimonios autónomos y el
Estado.

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La capacidad procesal es la aptitud para realizar por sí mismo las
situaciones jurídicas de las cuales un sujeto de derecho es titular.

La capacidad, tanto la procesal como la capacidad para ser parte,


constituye un presupuesto procesal.

Los conceptos de capacidad para ser parte y el de capacidad


procesal son conceptos comunes a todo el derecho procesal, con lo cual
son aplicables también al proceso contencioso administrativo.

b) El interés para obrar


Es la relación de utilidad que existe entre la providencia jurisdiccional
solicitada y la tutela a la situación jurídica cuya tutela está siendo
planteada en el proceso. Es por ello que el instituto del interés para
obrar sirve para evitar que “se realice el examen de mérito, cuando el
amparo de la demanda o de la defensa sería secundum ius, es decir,
justo, pero resultaría inútil”. De ahí que, un sector de la doctrina señale
que el interés para obrar se encuentra íntimamente ligado al
principio de economía procesal, pues sirve para evitar una actividad
procesal inútil.

Ahora bien, dicha utilidad deberá ser medida en función de la situación


jurídica cuya tutela se reclama con el inicio del proceso respectivo. De
esta manera, si el proceso contencioso administrativo iniciado por el
ciudadano no resulta útil para brindar una efectiva protección a la
situación jurídica sustancial, entonces no hay interés para obrar. Esa
situación se presentaría en todos aquellos casos en los cuales la
situación jurídica sustancial del particular que inicia el proceso no se
haya visto vulnerada o no se encuentre amenazada por la actuación
administrativa, como ocurre en aquellos casos en los cuales la
Administración haya satisfecho al ciudadano en su pretensión.

b) La legitimidad para obrar


La legitimidad para obrar es la posición habilitante para ser parte en el
proceso en ese sentido, se habla de legitimidad para obrar activa para
referirse a la posición habilitante que se le exige al demandante para
poder plantear determinada pretensión; y se habla de legitimidad para
obrar pasiva para referirse a la posición habilitante que se le exige al
demandado para que la pretensión procesal pueda plantearse válidamente
contra él.

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Legitimidad para obrar ordinaria y extraordinaria
Hemos dicho que la legitimidad para obrar es una posición habilitante.
Dicha posición habilitante puede estar determinada por dos situaciones
distintas:

 Por la simple afirmación que realiza el demandante de la titularidad de


las situaciones jurídicas que él lleva al proceso, en este caso estamos
frente al supuesto de lo que la doctrina conoce como legitimidad para
obrar ordinaria; o,
 Por la permisión legal expresa a determinadas personas a iniciar un
proceso, a pesar de no ser titulares de las situaciones jurídicas subjetivas
que se llevan a él, en este caso estamos frente a lo que la doctrina
conoce como legitimidad para obrar extraordinaria.

 Legitimidad para obrar activa


De esta forma, en el proceso contencioso administrativo tendrá legitimidad
para obrar activa quien afirme ser titular de la situación jurídica que haya
sido o esté siendo vulnerada o amenazada por la actuación administrativa
impugnada en el proceso, sin que se exija para efectos de la legitimación
que el demandante haya sido parte del procedimiento administrativo. Dicha
regla de determinación de la legitimidad para obrar activa tiene sustento
en la finalidad del proceso contencioso administrativo de plena jurisdicción,
el mismo que pretende la tutela de las situaciones jurídicas subjetivas, y no
se agota en el solo control de la legalidad del acto administrativo.

Por lo demás, debe tenerse en cuenta el hecho que el proceso


contencioso administrativo debe ser concebido como un instrumento que
brinda una efectiva tutela a las diversas situaciones jurídicas de las cuales
puede ser titular un sujeto de derecho, y en el caso concreto, un particular.

Siendo ello así, una de dichas situaciones jurídicas está constituida por los
intereses o derechos difusos, los mismos que son entendidos como
intereses o derechos cuya titularidad corresponde a un conjunto
indeterminado de sujetos. En este caso, en la medida que la titularidad es
difusa se hace imposible la determinación de quiénes resultan estar
legitimados para poder plantear dicha pretensión. Debido a ello, la Ley, en su
artículo 12148, ha optado por establecer una efectiva tutela de los
intereses o derechos difusos otorgando legitimidad para obrar extraordinaria
al Ministerio Público, al Defensor del Pueblo y a cualquier persona
natural o jurídica. Esta última forma de legitimación extraordinaria es lo
que la doctrina procesal conoce como “acción popular” y se concede bajo el
entendido que los intereses que se desean tutelar forman parte del interés

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público, con lo cual la ley amplía la legitimación concediéndosela a
cualquier persona para que ésta, en nombre propio, pueda iniciar un
proceso en tutela de un interés que, de manera individual, no le
corresponde. La regulación de esta forma de legitimación parte de
otorgarles a los particulares una mayor participación en la tutela del interés
público, y específicamente, en la tutela de los derechos e intereses
difusos.

En los procesos de lesividad la legitimación activa corresponde a la


entidad pública facultada por ley para impugnar cualquier actuación
administrativa que declare derechos subjetivos.

 Legitimidad para obrar pasiva


En lo que se refiere a la legitimidad para obrar pasiva, ésta le corresponde,
por regla general, a las entidades administrativas’49. En ese sentido, la
legitimidad pasiva se determinará en función de la actuación
administrativa que es impugnada en el proceso contencioso administrativo.
De esta forma, conforme a lo dispuesto en el artículo 13 de la Ley la
pretensión en el proceso contencioso administrativo se dirige contra:

1. La entidad administrativa que expidió en última instancia administrativa


el acto administrativo o la declaración administrativa impugnada.
2. La entidad administrativa cuyo silencio u omisión es objeto del proceso.
3. La entidad administrativa cuyo acto u omisión produjo daños
cuyo resarcimiento está siendo discutido en el proceso.
4. La entidad administrativa y el particular que participaron en un
procedimiento administrativo trilateral.
5. El particular titular de los derechos declarados por el acto cuya
nulidad pretenda la entidad administrativa que lo expidió, en los casos
del proceso de lesividad.
6. La entidad administrativa que expidió el acto y la persona en cuyo favor
se deriven derechos de la actuación impugnada en el supuesto del
proceso de lesividad.
7. Las personas jurídicas bajo el régimen privado que presten
servicios públicos o ejercen función administrativa, en virtud de
concesión, delegación o autorización del Estado están incluidas en
los supuestos previstos precedentemente, según corresponda.
VIII. VÍA PROCEDIMENTAL
La vía procedimental por la que se tramita el proceso contencioso
administrativo son las siguientes vías:

a. Proceso Urgente; y,

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b. Procedimiento Especial.

Proceso Urgente
Se tramita como proceso urgente únicamente las siguientes pretensiones:

1. El cese de cualquier actuación material que no se sustente en acto


administrativo.
2. El cumplimento por la administración de una determinada actuación a la
que se encuentre obligado por mandato de la ley o en virtud de
actos administrativo firme.
3. La relativa a materia previsional en cuanto se refieran al contenido
esencial del derecho a la pensión.

Para conceder la tutela urgente se requiere del merito de la demanda y sus


recaudos, se advierta que concurrentemente existe:

i. Interés tutelable cierto y manifiesto,


ii. Necesidad impostergable de tutela, y
iii. Que sea la única vía eficaz Para la tutela del derecho invocado.

Proceso Especial
Se tramitan con forme al presente procedimiento las pretensiones no
previstas en el artículo 26 de la presente ley, con sujeción a las disposiciones
siguientes.

Agotamiento de la Vía Administrativa


Es requisito para la procedencia de la demanda el agotamiento de
la vía administrativa conforme a las reglas establecidas en la Ley de
Procedimiento Administrativo General o por normas especiales.

Excepciones Al Agotamiento De La Vía Administrativa


No será exigible el agotamiento de la vía administrativa en los siguientes
casos:

a. Cuando la demanda sea interpuesta por una entidad administrativa


en el supuesto contemplado en el segundo párrafo del Artículo 110 de la
presente Ley.
b. Cuando en la demanda se formule como pretensión la prevista en el
numeral 4 del Artículo 5° de esta Ley. En este caso el interesado
deberá reclamar por escrito ante el titular de la respectiva entidad el
cumplimiento de la actuación omitida. Si en el plazo de quince días a
contar desde el día siguiente de presentado el reclamo no se cumpliese

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con realizar la actuación administrativa el interesado podrá presentar la
demanda correspondiente.
c. Cuando la demanda sea interpuesta por un tercero al
procedimiento administrativo en el cual se haya dictado la actuación
impugnable.

IX. LOS MEDIOS PROBATORIOS:


En el proceso contencioso administrativo la actividad probatoria se
restringe a las actuaciones recogidas en el procedimiento administrativo,
salvo que se produzcan nuevos hechos o se trate de hechos que haya sido
conocido con posterioridad al inicio del proceso. En cualquiera de estos
supuestos podrán acompañarse a los respectivos medios probatorios.

En caso de acumularse las pretensiones indemnizatoria podrán alejarse


todos los hechos que se sirvan de sustento ofreciendo los medios probatorios
pertinentes.

Pruebas De Oficio
Cuando los medios probatorios ofrecidos por las partes sean insuficientes
para formar convicción, el Juez en decisión motivada e inimputable, puede
ordenar la actuación de los medios probatorios adicionales que considere
conveniente.

Carga De Prueba
Salvo disposición legal diferente, la carga de la prueba corresponde a quien
afirma los hechos que sustentan su pretensión.

Sin embrago, si la actuación administrativa impugnada establece una


sanción o medidas correctivas, o cuando por razón de su función o
especialidad la entidad administrativa está en mejores condiciones de
acreditar los hechos, la carga de probar corresponden a esta.

X. MEDIOS IMPUGNATORIOS:
En el proceso contencioso administrativo proceden los siguientes recursos:

i. El recurso de reposición; contra los decretos a fin de que el Juez los revoque.
ii. El recurso de apelación; contra las siguientes resoluciones:
- Contra las sentencias, excepto las impugnables con recurso de casación y
las excluidas por convenio entre las partes;
- Contra los autos, excepto los excluidos por ley.
iii. El recurso de casación; contra las siguientes resoluciones:
- Las sentencias expedidas en revisión por las Cortes Superiores:

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- Los autos expedidos por las Cortes Superiores que, en revisión, ponen fin
al proceso; y
iv. El recurso de queja; contra las resoluciones que declaran inadmisible
e improcedente el recurso de apelación o casación. También procede
contra la resolución que concede el recurso de apelación con un efecto
distinto al solicitado.

Requisitos de Admisibilidad y Procedencia


Los recursos tienen los mismos requisitos de admisibilidad y procedencia
regulados en el Código Procesal Civil. Los cuales son:

Requisitos De Admisibilidad De Los Medios Impugnatorios (Art. 357)


Los medios impugnatorios se interponen ante el órgano jurisdiccional que
cometió el vicio o error, salvo disposición en contrario. También se
atenderá a la formalidad y plazos previstos en este Código para cada uno.

Requisitos De Procedencia De Los Recursos Impugnatorios (Art. 358)


El impugnante fundamentara su pedido en el acto procesal en que lo
interpone, precisando el agravio y el vicio o error que lo motiva. El impugnante
debe adecuar el medio que utiliza al acto procesal que impugna.

En caso de que el recurrente no acompañase la tasa respectiva o la


acompañase en un monto inferior, el Juez o la Sala deberán conceder un plazo
no mayor de dos días para que subsane el defecto.

MEDIDAS CAUTELARES.
La medida cautelar podrá se dictada antes de iniciado un proceso o dentro
de este, siempre que se destine a asegurar la eficacia de la decisión definitiva.

Requisitos:
a. Se considera verosímil el derecho invocado. Para tal efecto, se deberá
ponderar la proporcionalidad entre la eventual afectación que causaría al
interés público o a terceros la medida cautelar y, el perjuicio que causa al
recurrente la eficacia inmediata de la actuación impugnable.

b. Se considere necesaria la emisión de una decisión preventiva por


constituir peligro la demora del proceso, o por cualquier otra razón
justiciable. No es exigible este requisito cuando se trate de pretensiones
relacionadas con el contenido esencial del derecho a la pensión.

c. Se estime que resulte adecuada parta garantizar la eficacia de la pretensión.

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Si la resolución final no reconoce el derecho reclamado por el demandante, a
pedido de la parte interesada se procede conforme a las reglas establecidas en
el Código Procesal Civil para la ejecución de contra cautela.

SENTENCIA.
Resolución Judicial que pone fin a la instancia, al proceso, si es un
proceso civil, amparando o desestimando la demandada, si es un
proceso penal el juez se pronunciara por la condena o la absolución del
procesado.

- Sentencias Estimatorias.
La sentencia que declare fundada la demanda podrá decidir en función
de la pretensión planteada lo siguiente:

1. La nulidad, total o parcial, o ineficacia del acto administrativo


impugnado, de acuerdo a lo demandado.

2. El restablecimiento o reconociendo de una situación jurídica


individualizada y la adopción de cuantas mediadas sean necesarias
para el restablecimiento o reconocimiento de la situación jurídica
lesionada, aun cuando no hayan sido pretendidas en la demanda.

3. La cesación de la actuación material que no se sustente en acto


administrativo o la adopción de cuanta medida sea necesaria para obtener
la efectividad de la sentencia, sin perjuicio de poner en conocimiento
del Ministerio Publico el incumplimiento para el inicio del proceso
penal correspondiente y la determinación de los daños y perjuicios que
resultan de dicho incumplimiento.

4. La cesación de la actuación material que no se sustente en acto


administrativo o la adopción de cuanta medida sea necesaria para obtener
la efectividad de la sentencia, sin perjuicio de poner en conocimiento
del Ministerio Publico el incumplimiento para el inicio del proceso
penal correspondiente y la determinación de los daños y perjuicios que
resultan de dicho incumplimiento.

5. El plazo en el que la administración debe cumplir con realizar una


determinada actuación a la que está obligada, sin perjuicio de poner en
conocimiento del Ministerio Publico el incumplimiento para el inicio
del proceso penal correspondiente y a la determinación de los daños y
perjuicios que resulten de dicho incumplimiento.

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6. El monto de la indemnización por los daños y perjuicios ocasionados.

Conclusión Anticipada Del Proceso


Si la entidad demandad reconoce en vía administrativa la pretensión del
demandante, el Juez apreciara tal pronunciamiento y, previo traslado a la
parte contraria, con su absolución o sin esta, dictara sentencia, salvo que el
reconocimiento no se refiere a todas las pretensiones planteadas.

Ejecución De La Sentencia.
La potestad de hacer ejecutar las sentencias y demás resoluciones
judiciales corresponde exclusivamente al juzgado o sal que conoció del
proceso en primera instancia. En caso de que la ejecución corresponda a
una sala esta designara al vocal encargado de la ejecución de la resolución.

Los conflictos derivados de actuación administrativas expedidas en la


ejecución de la sentencia serán resueltos en el propio proceso de ejecución
de la misma. Antes de acudir al Juez encargado de la ejecución, el
interesado, si lo considera conveniente, podrá solicitar en vía administrativa
la reconsideración de la actuación que origino el conflicto.

Pago De Intereses
La entidad está obligada al pago de los intereses que generen el retraso
en la ejecución de la sentencia.

Actos Administrativos Contrarios A La Sentencia


Son nulos de pleno derecho los actos disposiciones contrarios a
los pronunciamientos de las sentencias que se dicten con la finalidad de
eludir el cumplimiento de estas.

Costas y Costos
Las partes del proceso contencioso administrativo no podrán ser condenadas
al pago de costos y costas.

CONCLUSIONES
 El tratamiento de la prueba en un determinado ordenamiento jurídico,
responderá necesariamente a la concepción que sobre el proceso contencioso
administrativo se tenga por el legislador, y en la práctica, por aquella seguida
por el Juez a manifestarse en el proceso.

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 La regulación original establecida en la Ley Nº 27584 distaba mucho de un
sistema de “plena jurisdicción” por el cual se busca asegurar un control de
constitucionalidad y legalidad de la actuación administrativa y brindar una
tutela amplia a los derechos e intereses de los administrados, respondiendo en
algunos casos a un sistema de “mera revisión de la actuación administrativa”.

 La búsqueda de la verdad jurídica objetiva debe permitir la incorporación de


medios probatorios extemporáneos, en aquellos casos en los que resulten
relevantes o decisivos para la justa solución de la causa, o que de no admitirse
y practicarse darían lugar a que se considere como verdad una simple apariencia
que no tiene nada que ver con lo que ocurrió en la realidad.

 La carga de la prueba debe corresponder a la Administración no sólo si en el


proceso se controvierte la imposición de una sanción, sino también
respecto de todo acto administrativo de gravamen, debiendo probarse por
parte de la administración, los presupuestos fácticos que concurrieron para su
adopción.

RECOMENDACIONES
 Debemos tener en cuenta lo indispensable que son las relaciones entre
las instituciones estatales y los ciudadanos se perfeccionen a través de
actos jurídicos ordenados y pacíficos. Logrando que el Estado, a través
de sus representantes, las entidades de administración pública,
satisfagan las solicitudes de los administrados, a fin de otorgarles los

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derechos que les correspondan dentro de una sociedad democrática
eficiente y justa. En el marco de una economía social de mercado. Donde
el ser humano sea la razón principal de su actividad.

 Deben de crearse las bases para una especialización en la materia, que


debería determinar la futura existencia de jueces y salas
especializadas en lo contencioso administrativo, que debería
considerarse de necesidad esencial para asegurar que la actuación
administrativa actué sometida al Derecho y de ese modo las personas
tengan un mejor entender de los procesos contenciosos administrativos
que se llevan

 El estudio que se realiza sobre el proceso contencioso administrativo


crece en importancia, mucho más si tenemos en cuenta que la función
administrativa, ya no es más de monopolio estatal, sino que en estos
tiempos globalizados e informatizados, es delegada (vía concesión o
autorización) a personas jurídicas del ámbito privado. Quienes prestan
servicios públicos o ejercen función administrativa.

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ANEXOS

23
24
BIBLIOGRAFIA

1. GOMEZ VALDEZ, Francisco , Profesor de la UPSMP, “EL PROCESO


CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO.”

25
2. AVENDAÑO V, Jorge ABOGADOS, “La Actividad Probatoria en el
Proceso Contencioso Administrativo”, Informativo Judicial, Agosto de 2007.

3. RIVERO ORE, Jesus Antonio, “Manual de Proceso Contencioso Administrativo”,


Edición Agosto 2005, Librerías y Ediciones Jurídicas.

4. ALARCON FLORES, Luis Alfredo.


“Leyque Regula El Proceso ContenciosoAdministrativo”.

5. LEY QUE REGULA EL PROCESO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO (Ley Nº


27584).

6. PRIORI POSADA, Giovanni F. y BUSTAMANTE ALARCÓN, Reynaldo,


“Apuntes de DerechoProcesal”, ARA Editores, Lima, 1997.

WEBGRAFÍA
7. http://blog.pucp.edu.pe/item/59897/el-proceso-contencioso-administrativo

8. http://www.cal.org.pe/pdf/diplomados/pca.pdf.

9. http://www.monografias.com/trabajos21/ley-contencioso-administrativo/ley-
contencioso-administrativo.shtml#sujetos

10. http://blog.pucp.edu.pe/carlomagnosalcedo

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