FILOSOFIA Y EDUCACION:
NUEVAS MODALIDADES DE UNA VIEJA RELACION
Roberto A. FOLLARI'
‘A no pocos produciria eseozor el acercamiento actual de los dos términos bésicos de nuestro titulo. El sentido
comin de la época nos asegura que la filosofia es rémora del pasado, meditacién acientifica (en el sentido
peyorativo de la expresién), pensamiento cerrado sobre si mismo y ajeno a los dos vértices de la forma de
racionalidad propia de nuestro tiempo: Ia ciencia y la técnica
La modemizacién de los procesos mecénicos, la complejizacién en Ia produccién y la administracion
caracteristicas del mundo contemporéneo (analizados desde Max Weber, que se referia al avance
incontenible de “la jaula de hierro”, hasta la Escuela de Frankfurt) han hecho de los modos de pensamiento
{que le son intrinsecos —1a razén técnica, la racionalizacién practicada en los medios y no en los fines— los
linicos que resultan aceptados por los agentes del proceso social.
De tal manera, los profetas del “fin de la filosofia” no se han hecho esperar. Los hay de diferente cuflo,
incluso algunos dentro de la filosofia misma.” Desde fines del siglo pasado, cuando el optimismo histérico
campeaba en tomo de los resultados determinantes que para la humanidad iba a conllevar la ciencia, la
expresion se ha venido repitiendo, Se entendia entonces que el progreso inexorable del mundo Ievaba ala
ventura idealizada de una sociedad sin guerras, sin enfermedades, sin espacios oscuros, en Ja cual la pregunta
por el “sentido” de lo real desaparecia en los logros, Jas comodidades, las posibilidades de lo real mismo.
‘No parecia necesario interrogarse, entonces, por lo filos6fico; en realidad, la ciencia se iria haciendo cargo
progresivamente de todos aquellos campos cognoscitivos que histéricamente Ia filosofia incluyo, y los iria
respondiendo de un nuevo modo, superior, demostrable empiricamente, irrefutable. Se asistia al fin del
‘tiempo de la “meditacion” para pisar la tierra firme de terrenos abonados en la certeza cientifica.
La Primera Guerra Mundial, Ia revoluci6n rusa, la ruptura dela fisica clasica, la aparicién del psicoandlisis, el
surgimiento del fascismo y la crisis econémica de los afios treinta fueron algunos de los fendmenos que, de
manera compleja y contradictoria, sirvieron para dar por tierra con aquella inveterada fe en el futuro y en la
progresién lineal y ascendente del desarrollo de la humanidad. Dos décadas despues de la tranquila profesion
de fe que aun podia mantenerse en 1910, la historia habia perdido su ordenacién, y la racionalidad cientifica
—que era el “corazén” que activaba ese mundo— comenzaba a ser visualizada en sus limites,
Fue aqui que reaparecié la filosofia, es el periodo de auge de los. “irracionalismos” existencialistas que
‘proponen para el. conocimiento cientifico un lugar secundario. Pero se trato de un periodo breve: la reaccion
de los grandes sistemas sociopoliticos ante la crisis estructural no se hizo esperar. Luego de la Segunda
Guerra Mundial, EUA recupero al maximo la mistica del desarrollo y el “self-made-man”, las vias del
crecimiento econémico y la referencia a un pensamiento pragmatista que sirviera a estas posibilidades, nuevas
teorias econémicas reivindicaban Ia eficacia del funcionamiento del sistema econdmico capitalista, apelando
ahora a la mediacién e intervencidn estatal (Keynes). Por su parte, eb,socialismo real se encuentra en la
carrera por la hegemonia militar productiva con el capitalismo industrial; la necesidad de apelar a la
ficiencia se acentiia, de modo que la “razén de Estado”, antes cerradamente ideolégica, ahora toma la forma
combinada de referencia a los “principios” y a la “fundamentacién cientifica” de éstos, cientiticidad
‘entendida de un modo cada vez mas cercano a la del pragmatismo occidental
otro horizonte que l de la propia autosatisfaccion es el que encontramos en la década de los sesentas, antes de
Profesor dela Universiiad Nacional de Mendoza. Argentina. am
nunca B30 3 Jos positivistasLigicos, que han dejado a la filoofla solo et campo de andlisis de la Aigica de los
‘nunciados cientficos", —abandonando de hecho los ot ‘
sci sien hecho Tos grandes problemas sobre la sociedad, la antelope apesimitas andlisis de H.
vo ls Hicid
la crisis producida por el precio del petréleo, y es el que motive los licidos y
Marcuse :
Pero también ese mundo “conform” ha entado en dstocacgn en I actualiad, desde las greta prods
por i prc dela posted soci” El modelo el prdutiieme, emacs act
¢ incapaz de conitar ura forma de re-legitimacién global, se io
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femente estudiado, Sin embargo. si nos ance avec .
contundente de esta rupura ha sido advertido escasamente en los medios
can el nga uivoco qu ex ct stein exe, po el sugimint de fos Ings
iferenciados que promueve la especializacién cada vez mayor, lo que en el campo de la sociologia
een polishes pent oe tate mes nel Head “Pengo” lca est en an
medida dvorciado de os anteriores
Ciencias “de” la educacién: carencias epistemoldgicas y posiein tecnocritica. Lo cierto es que la opeién
teenocritica en el carapo educative mantiene plena presencia. La suposicion de que los problemas de
funcionamiento de la educacion seran superados a través de decisiones técnicas (la implantaciin del uso de
tecnologia educativa, modernizacion de la actividad de aula, utilizacion de medios audiovisuales y plantacion
sistemdtica,eteétera) esta entre nosotros en plena vigencia, alentada en buena medida desde los paises
‘hegeménicos. Esta panicular siwacion, sobre la que vale la pena detenerse, hhipotetizamos que esta
relacionada con una peculiridad consttutiva del pensamiento sobre la educacién.
Fs de destacar que el educativo es un quehacer esttal, una funcion conereta que remite a polticas précticas.
Si.es as, las “Ciencias de la educacin” se encuentran en una condicidn histérica, material, sumamente
diferente alas del resto de las ciencss sociales. Obviamente,éstas tambien se hallan influidas por las politicas
estates v los modelos sociales productivstas. Pero la produccion intelectual en temas de educacin estaria
sometida' una especie de doble determinacin: por una parte la que hace a cualquier discipline social, en
cuanto alos limites del discursotolerado y alas “polticas sobre Io cientifico” que se dé el Estado. La otra
eterminacion, que se “entrecruza” con éta (no se le suma simplemente) es la del control estatal sobre la
Politica edvcaiva,y por tanto sobre la produccion textual que se da sobre las tematicas que le son inherentes
Como ¢s esperable, los margenes con que se cuente, por ejemplo, en una investigacién determinada,
‘ependerin del grado de insercion e influencia de ésta sobre aspectos de las poitcas educativas coneretay
Pero eta ins lvencias son, habiualmens, mucho mis inmediatamente pritieas ules de trabajos
realizadosen otras areas dela reflenin social,
Mis de una vez hemos Uamado Ia atencién sobre las linitaciones de consttuciinepistemologica de los
tseritos sobre temas educativos. Esta satan a la vista si se compara esos textos con los de he eicacns
serials “béscas": sciologa, ntropologia, economia, ciencia politica Incluso ha podido ironizanes no aa
‘azin respecto de que el “nimeto uno” de una dcteminada Sea del petsamiento sobre edicacion (ore
ckmplo, Sociologia de la education) dista « menudo de ser el “nimero uno" de le discipline borcg
comespondiente (en este caso, de la sociologiaa seca).
igemos que una clave de intleccin de ese problema reside en que, en sentido estricto, no existen ciencias
“eer J sducacon, sino “aplicadas”aésta. Dicho de otro modo, no puede considerarse ala esononin gu
elena politica como “siendo para” Ia educacién, dado que sus desarrollo tematicos son sutonomce, a
carpe ngnar que haya ciencias ‘de la educaciin independientes dela clencia Redawensd
carespondiente (V. gr, suponer la sociologia de la educacién marginada
es & supor logia de la educacion marginads a autonoma respecto de la
efecto de Ia difndidanocin que estamos crtieano,
‘educacién, consiste precisamente et 7 ce
asic que ens in caro conceptual ind
‘seas, ae estriado alo edueainn Fs deci ne siende we
de ebicacié, eter, son drs espeiins, qu mo Tesoro
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sexi oven et
‘modenizacion y crisis dela razon”El referido es un espejismo conceptual que tiene enclave socio-historico material: de’ hecho, el “campo”
(otilizamos la expresién en el sentido de P. Bourdieu, como el “espacio social” regulado que congrega @
profesionales que trabajan en un érea “institucional” —una funcién social— comin) de los socidlogos de la
‘educacion esta separado del de los sociSlagos, y el de os psic6logos de la educacién, del de los psicdlogos a
secas. Es mas: un “sociblogo de la educacion” a menudo pertenece al “campo” prictico donde se ubican
pedagogos, psicdlogos de la educacién, etcétera, mucho més que al de los socidlogos mismos. Lo
problemitico es que el fruto de esta escision préctico-real, resultado del especialismo moderno y de la
forganizacién pragmitica de las profesiones, es elevado subrepticiamente a la dignidad de principio
epistemolégico: se supone entonces la existencia de un espacio conceptual propio para los psicélogos de la
ttlucacién, a los socidlogos de ésta, apate del pertinente a la psicologia o a la Sociologia en general.[ El.
oe oe dees nsec a ae Ja apuntamos, escindir a
a apaicién de Ta ciencia de su tronco tedrico-conceptva, la cual leva ala pobreza de la “sociologia de Ts
Sci a ecomom i lcale_plevromes Ce br srmest 2 nites rigors
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Por Jo antedicho es que afirmamas que debe hablarse de ciencias “aplicadas” a la educacin, es decir, de la
sociologia misma, la economia, etcétera, tomadas en sus mas genuinos desarrollos, y derivadas ala temética
ceducativa (a esto debe agregarse Ia acumulacign del background previo que derivaciones anteriores han ido
generando como “espacio” de la disciplina aplicada). Es este el nico modo de rescatar para la discusién
sobre educacion los mejores andlisis de las ciencias contemporineas, y no parciales referencias y
aproximaciones indirectas que pervierten la calidad y el nivel de la inteleccién.
No es de desconocer, més allé de todo lo dicho, que estos principios que exponemos encuentran un espaci
historico con el cual chocan, una oposicidn que deviene de situaciones reales. No hablemos del “narcisism
{que hiere 2 quienes desde Sus enclaves funcionariales 0 una precaria ingenuidad quieren interpretar a lo
“pedagogico” como auténomo, tal como si esto confiriers mayor dignidad a su tarea.* Vayamios a lo sustan-
‘vo, que nos lleva a retomar el hilo del pensamiento expuesto al comienzo: este problema “epistemol6gico”
es-en realidad de orden sociopolitico (en este caso tiene razén Lecourt en su critica a G. Bachelard),* La
Investigacion sobre temas educativos es menos. “libre” que la que el Estado puede fomentar en otras
‘ematicas de ciencia social, por Ia simple razén de que su campo de referencia (y de posible aplicacidn) es
‘mucho mas inmediatamente practico, y hace directa relacién a paliticas estatales,
‘Acesto se agrega otra determinacién que le esti ligada:sise trata de quehacer teérico con referencia prctica
inmediata, la operativizacion establece “per se” un campo propicio al pragmatismo, tendiente a relativizar el
‘igor conceptual y la teoria, para privilegiar lo eficaz. partir de agui, los limites conceptuales encuentran en
realidad que su continente,aquello que los demarca, est més alla de lo puramente conceptual,» naturalm
no se resolver solo en el plano de la discusién conceptual. mea —
Lo cierto es que este problema ‘de base’ dela produccién simbslica sobre la educacion hace a su retrase
relativo en relacin al desarrollo de otras disciplinas sociales, y al hecho de que la ilusidn tecnoctaticn ce
marten alli plenamente presente. Mientras laf en larazén técnica ha entrada ensu eclipse en los paises co
{que tal razon técnica se ha desplegado completamente,’ entre nosotros todavia se
bbasada en ¢/ hecho real de las carencias econdmicas que padecemos. bet tens , nethaay
Desde este horizon prctico difeemte que vivimos en Latinoamérica es compre
ceptable) que también a nivel de Ta coniencl a Fas oes
feérica nos encontremos en un plano dstino, que no
4 mor dren os mis ain icles von estas disp ‘de su superacton,
cries de pienso Silo XX, Mec. 1
Son los casos de Alemania, Francia, Inglaterra, Suiza, et norte de Ital cm
‘No se produce (tan claramente) tal crisis es Son excepciones EUA y Japon. si en EU,
pee ade (an came) lex por el domino roid ge al eee eae he wae et LUA
teenocritica Esto
"acionlidad de Occidente
pa ae i la crisis de la
idea, por wi ubicacion histvicay cultural.mo maduro. A la fe en’el desarrollo y en la
scnocratica;” y tal posicién, que
deja por completo de lado —y
Cuando (pareciera que) 10s
alizacion del presupuesto, Ia
des del capitalist
1 plano te6rico la posicion te
tos pero nunca los fines,
Ia reflexin filoséfica
sadvierte” 10 que esta sucediendo en las socieda
industrializacion indefinidas, se corresponde en el
ree que son racionalizabes los medios y procedimie
esprecia tanto explicita como implictamente—