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{© MASSON, SA Felocopir sn atone en 60. Extraido de: Millon, T. y Davis, R. (1998). Trastomos de Ja personalidad, Mas allé del DSM-IV. Capitulo 3, 85- 139, Barcelona; Masson. [CAPITULO 3 Desarrollo de la personalidad origen, secuencia y evolucién ‘Una de las tareas mas complicadas pero tam bién mis gratificantes en el estudio de la ciencia médica y psicolégica, es averiguar los fundamen- tos del desarrollo de Ia psicopatologia. Algunos autores han llamado etiologia al estudio de la cau salidad y otros, etiopatogenta, Este estudio intenta plantear la importancia de un ntimero de facto- Fes que determinan la patotogia y demostrar como estos factores, que no se relacionan de una forma manifiesta, estan interconectados para dar lugar a un cuadro clinico. Con el fin de desen marafiar la intrincada secuencia del desarrollo se combinan los siguientes métodos: pruebas de laboratorio, historias de casos, observacién clini- ca investigacién experimental En primer lugar, examinaremos brevemente 1a logic, la terminologia y los problemas asocia dos al estudio de las causas del desarrollo, y demostraremos que existen enfoques etiolégicos alternatives que son compatibles, necesarios ¥ ities. Q LOGICA ¥ TERMINOLOGIA DEL ANALISIS CAUSAL DEL DESARROLLO Determinados acontecimientos preceden otros en el tiempo y suele asumirse que ef segun- do grupo de suceios 5 una inevitable conse- ‘cuencia de los primeros. Fste tipo de asociacio- nes se llaman causales, es decir, los acontecimien- tos anteriores son 2 scausa» de los posteriores. Sin embargo, la causalidad, tal come se wiliza en la afirmacion «A es la causa de Bo, no es més que una descripcién de una asociacién observada empiricamente entre A y B, en la que A ¢s sie pre previa a B. Los fildsofos sefialan que no existe,una razén lgica para asumir que las relaciones que se han dado en una determinada secuencia temporal en el pasado seguirin dandose forzosamente en el futuro. Naturalmente, cuanto mas duradera y ‘mis regular haya sido una asociacién en el pasa do, con mayor seguridad podremos predecit que seguira déndose en el futuro. Pero esta idea se basa en la verificacién de observaciones empiri cas y no en procesos deductivos légicos. Unica: mente podemos proceder a utilizar el término si tenemos muy en cuenta esta limitacién del signt- ficado de causalidad. Muchas personas han sido condicionadas a pensar sobre la base de un esquema simple de Causalidad, segiin el cual un Ginico acontecimien- to, conocido como la causa, provoca tn nico efecto. Sin embargo, los cientificos han observa- do que los resultados finales concretos normal mente provienen de Ia interaccién de numerosas causas. Ademés, es frecuente que una tnica causa entre a formar parte de varios resultados finales. Cada uno de estos tesultados finales puede emprender una cadena de acontecimien- tos independientes, que tendrén lugar en dife- rentes secuencias. E] estudio de la etiologia del desarrollo es complicado, sobre todo por el hecho de que un determinado resultado final, por ejemplo, una enfermedad fisica, puede estar producido por tuna secuencia causal cualquiera entre varias que pueden ser diferentes y, algunas veces, incluso son mutuamente excluyentes (p. ¢j., uno puede acatarrarse por un resiriado 0 por tn virus). A partir de lo que se ha dicho hasta este momento, ¢s obvio que Ia causalidad en psicopatologia no es una simple cuestion de que una dnica causa prodiizca un tinico efecto. En realidad, es dificil desenredar los diversos ¢ intrincados caminos que conducen a la patologia. En filosofia, las causas se suelen dividir en tres clases: necesarias, suficientes y contribuyentes. ‘Una causa nerasaria es un acontecimiento que debe preceder a otro para que este tiltimo ocurra. Por ejemplo, determinacios teéricos postulan que Los individuos sin un defecto genético con- creto jams serén esquizofrénicos. Ademés, defienden que, para que pueda aparecer el patrén esquizofrénico, este defecto debe ir acom- paiado de determinacios tipos de experiencias perjudiciales. Segtin esta tori, se.considera que el defecto genético es una causa necesaria, pero no suficiente, de la patologia. Una condicién suficente es aquella que ¢s adecuada en si misma para causar la pacologia; 8s ‘© MASSON, SA. Fotecopin sin autrizacn os un det, ‘Capitulo 3 Desarrollo do la personalidad: oigen, secvencia y evoluctn Ga etiolégicos es insuficiente y poco fable. Como hemos seiialado, seguramente seguira siendo ast, porque las influencias que describen los fenéme- nos psicopatol6gicos son de naturaleza oscura, compleja ¢ interactiva. Los teéricos de todas las. perspectivas pretenden definir un grupo claro de atributos etiologicos, aunque esta pretensién no puede reconciliarse a causa de los complejos pspectos filos6ficot, los limites metodoldgicos ¥ {as influencias aleatorias y sutles, dificiles de desenmarafiar, que definen los trastornos menta- les. Basicamente, fhoy en dia casi todas las tesis son, en el mejor de los casos, conjeturas percep” tivas que, en éltimo término, descansan sobre fundamentos empiricos poco firmes, que reflejan fas perspectivas de no sean tan stiperfluas; son basicas para el crecimiento, un medio instrumental para autoestimularse que ¢s indispensable para la maduracién y ¢l man- tenimiento de las capacidades biolégicas (Ainsworth, Bieher, Waters y Wall, 1978; Bowlby, 1969, 1982; Bretherton, 1985; Volkmar y Provence, 1990) En todo lo expuesto se halla implicita la visién de que las capacidades de maduracién del orga- hismo permiten proporcionar los recursos de estimulacién necesaria para la continuacién de la ‘maduracién: segiin esta tesis, cada etapa del desa- rrollo madurativo estabiece un fundamento de capacidades que constituyen el prerrequisito para el desarrollo y que conducen a él. Por ejem- plo, los nifios con una capacidad sensorial det ciente, por ejemplo, la visién, no podrén manio- brar en su entorno y, en consecuencia, se retra: sar el desarrollo de capacidades motoras como caminar y corer. De forma parecida, los nitios LS MASGON, 6. Fotocoper in sutertacén eb un dia, Capitulo 3 Deserrolo do la personalidad: origen, secuencia y evohiciin 10 @ DESARROLLO NEUROPSICOLOGICO La seccién anterior se ha centrado sinicamen- tc en los efectos determinantes del volumen de la estimulacién temprana. Ahora pasaremos del acudnto» al «cuando»; exploraremos Ia idea de que el tiempo especifico de estimulacién tiene tna relacién directa con su efecto, Cabe hacer la siguiente pregunta: zexisten periodos de la ‘maduracién temprana en los que los efectos de tuna estimulacién extrema son mayores que en ‘otros? Centraremos y limitaremos el interés en la {nteracdén del volumen y el tiempo, y no en el contenido o la naturaleza de la fuente de estimmu- lacién. En la siguiente secci6n se expondran ‘cuestiones relacionadas con los efectos de dife- rentes tipos de estimulos. Por el momento, trata- remos s6Jo la interacci6n en aspectos de «ctsén- to» y «cttindor y no en «qué», En realidad, estos tres elementos son inseparables. Los distingui- mos, pero no sélo con fines pedagégicos: cree- mos que cada una de estas variables puede pro- ducir efectos diferentes y especificables en el desarrollo de la personalidad; por tanto, deben distinguirse para una clarificacién teérica y con fines de investigacion. Se pueden observar dos clases de relaciones entre el efecto de un estimulo y el tiempo de su ‘ocutrrencia: los lamaremos periodos recurventes y periades critica del desarvolle Ta primera relacién se refiere a las necesida- des recurrentes dal tejido, ilustradas mejor en condiciones deficitarias periddicas conocidas como el hambre y la sed. En algunos momentos det dia, la disminuci6n de determinadas sustan- cias nutritivas provoca mayores niveles de activa: cidn neurol6gica y la focalizacién selectiva de los receptores sensoriales. En consecuencia, los esti- mulos a los que habitualmente no se les presta atencidn comienzan a dominar y tienen un efec- to notable en el organismo. Por ejemplo, cuando conducimos por una carretera tendemos a adver- tir las sefiales que tienen que ver con la comida si estamos hambrientos; después de una buena comida estas sefiales se hacen mds borrosas. El papel de estos perfodos recurrentes lo desarro- llaremos en una seccién posterior, cuando pre- sentemos la operacién de lo que se’conoce como «motivacién> en el aprendizaje. La segunda, y menos obvia, relacién-entre el tiempo ¥ el efecto del estimulo constituye nues- tro principal objeto de atenciGn en este aparta- do, Se refiere a la observacion de que clertos tipos de estimulos tienen un efecto especialmen- te pronunciado sobre el organisimo en periodos concretos y bien delimitados de la maduraci6n, En estos perfodas o etapas, el organismo respon- de de forma inusual y esté muy influido por la accién de estos estimulos. Concepto de periodos criticos del desarrollo, La idea de que los estimulos producen dife- rentes efectos a diferentes edades casi no puede cucstionarse (p. ¢j, las piernas bien proporcio- nadas de una chica atractiva captan la mirada de los hombres més jovenes y de mediana edad, pero no llaman la atencién casi nunca de nifios preadolescentes ni de hombres en edad senil). El concepto dle periodas sensibles 0 criticos del desarrollo establece algo més. Afirma, en primer lugar, que existen perfodos de tiempo limitados durante los cuales son necesarios estimules con- cretos para la maduracién completa de un orga: nnismo ¥, en segundo lugar, que si estos estimulos se experimentan o antes o después de! periodo critico, no tendran efecto o lo tendran minimo. Por ello, si se dan perfodos criticos sin la alimen- tacién adecuada de estimulos, el organismo sufri- 1 ciertas formas de maldesarrollo que son irre- mediables; no se pueden compensar aunque se presente el estimulo «corrector en un momento posterior. El concepto de periodo critico se presenté ini- cialmente en el campo de la embriologia expert mental. Uno de los primeros investigadores, Child (1941), obserw6 que los tejidos de un embrign que crecian rapidamente eran especiat mente sensibles a la estimulacién ambiental; la esiruictura morfoldgica de las células que prolife raban estaba determinada en gran parte por el ‘carcter del estimulo ambiental al que estaban texpuestas. En fases posteriores, en las que el cre- cimiento se habia enlentecido, estas mismas célu- fas eran resistentes a influencias ambientales. Estos hallazgos embriol6gicos sugiricron que los efectos de los estimulos ambientales sobre la estructura morfoldgica son més pronunciados ‘cuando el credinianto del tgjido es rapido (Kiltackey, 1990; Rakic, 1985-1989). A No esta claro qué mecanismos operan para dar cuenta de Ia interaccién especial entve la esti mulacién y los perfodos de rapido crecimiento neural. En primer lugar, existen datos referentes a que la estimulacién fomenta la proliferacion de ramificaciones neurales y que este efecto es mas pronunciaclo cuando el potencial de erecimiento 8 mayor. En segundo lugar, la estimulacién tem prana puede provocar un proceso selectivo de crecimiento en el que ciertas ramificaciones ester blecen determinadas conexiones interneurons. les que exciuyerra otras. En tercer lugar, pode- | | | | | oo q : : | i | CCaptiulo 3 Desarrollo de la porsonalidad:orgen, secuencia y evolucién sonalidad debe organizarse sobre Ja base de unos jes personolégicos fundamentales cimentados fen Ia teorfa evolucionista, Las siguientes seccio- nes hacen referencia a ellos. Fase 1. Existenca La primera fase, la existencia, se refiere 2 la supervivencia de fenémenos integrados, sean ‘una particula nuclear, un virus 0 un ser humano, contra fuerzas de degradacién entrépica. Los mecanismos evolutivos asociados a esta etapa se relacionan con procesos de polenciacién y preserva iin de la vida, El primero tiene que ver con la tendencia de los individuos hacia una mejor cali- dad de vida, y el segundo, con la tendencia con- tra las acciones o entornos que nayen la calidad de vida o incluso ponen en peligro la pro- pia existencia. Estos dos procesos de orden supe- Fior pueden denominarse objeivos existenciales. A tun nivel de abstraccidn superior, dichos mecanis- mos constituyen, fenomenolégica 0 metaférica- mente, la polaridad placer-olor. Muchos seres humanos presentan ambos procesos, los que tienden hacia fa béisqueda de placer y los que evi- tan el dolor. Sin embargo, algunos individuos parecer presentar conflictos en cuanto a los obje- tivos existenciales (p. ¢j., el sidico), mientras que otros muestran deficiencias respecto a tales obje- tivos (p. ej el esquizoide). En términos de etapas evolutive-neuropsicolégicas (Millon, 1969, 1981, 1990), las orientaciones en la polaridad placer dolor se establecen en Ia etapa de «fijacion sen- sorial» del desarrollo, cuyo propésito es la conse cuente maduracién y el refinamiento selectivo de la capacidad innata para Ia discriminaci6n entre las seftales de dolor y de placer. Fase 2. Adoptacin Todo lo que existe existe en un entorno. La primera fase consiste en iniciar la existencia como particula superviviente 0 como criatura viviente, Una vez que ya existe una estructura integrada, mantiene su existencia mediante intercambios de energia ¢ informacién con su entorno. Esta segunda fase evolutiva se relaciona con lo que se ha llamado los modos de adapta- cin. También refleja una polaridad: la orienta cidn pasiva, es decir, la acomodacin ecoligica en el richo ambiental, frente a fa orientaci6n activa, es decir, fa madificacién ecoligica que supone a posi bilidad de intervencién o alteracién del propio entorno, Estos mudos de.adaptacién difieren de los de la primera fase de la evolucién en que tienen que ver con el como perdura lo que debe existr. 103 En términos de desarrollo neuropsicol6gico, esta polaridad se expresa ontogenéticamente como la ‘etapa de autonomfa sensoriomotora», en la que el niio suele pasar de un estito inicial de acomo- dacién relativamente pasivo a un estilo activo de modificacién de su entorno fisico y social. La polaricad acomodacién-modificacién deri- va necesariamente de una expansién del concep- to de sistemas. Mientras que en la fase de exis tencia el sistema tiene un caracter intraorganis rico, Ia fase de adaptacion expande el concepto dde sistema a st secuencia logica, pasando de la persona a la persona dentro del _contexto. Algunos individuos, los de orientacion activa, ‘operan como agentes y tienden a modificar el entorno segrin sus descos. En estos individuos funciona ef modelo de organismo activo. Otras personas, por el contrario, tienden a acomodarse 2 todo lo que se les ofrece, en lugar de intentar ‘cambiar lo que existe, buscando caminos nuevos mis habitables, cuando los que existen en ese momento resultan problemiticos. Para estos individuos, es apropiado un modelo de organis- mo pasivo. Fase 3. Replicaciin Pese a que los organismos pueden estar bien adaptados a sus medios, la existencia de cual quier forma de vida tiene una limitacién en el tiempo. Para poder salvar esta limitacién, los onganismos exhiben patrones de fa tercera pola- ridad, estrategias de replicacion, mediante las cuales dejan progenie, Estas estrategias estén relaciona: das con lo que los bidlogos denominan estrategia ro de autpropagacién, en un extremo, y estrate- gia Ko de educaciin de otros, en el otro extremo. Psicoldgicamente, Ix primera estrategia tiende hacia acciones individuales que los demas perci- ben como egoistas, insensibles, desconsideradas y descuidadas; Ia segunda tiende hacia acciones orientadas hacia Ia edueacién que se consideran afiliativas, intimas, protectoras y_ solicitas (Gilligan, 1981; Rushton, 1985; Wilson, 1978). Al igual que la polaridad placer

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