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Módulo 3

La Sociedad
Anónima
11. Sociedad anónima.
Principios generales
“La forma anónima en la sociedad realiza la separación y
coordinación de los tres elementos económicos de las
empresas: capital, dirección y trabajo”. (Richard E. Muiño O,
2004, p. 397).

11.1. Definición y denominación


social. Importancia económica
La sociedad anónima es la persona jurídica que actúa bajo
denominación social, a través del presidente del directorio,
esencialmente revocable, donde los socios –cuyos nombres
no se registran en el estatuto– responden sólo por el aporte
comprometido, que es representado en acciones. (Richard y
Muiño, 2004, p. 398).

El uso de este tipo societario no se limita a las grandes empresas por la


complejidad y onerosidad de la figura, sino que también es utilizada en la
práctica por empresas familiares o pequeños comerciantes, quienes
advierten en este tipo societario la ventaja de la fuerte limitación de la
responsabilidad y la libre circulación de las acciones que la integran.

No hay otra institución mercantil que refleje como la sociedad anónima en


su evolución los cambios políticos, sociales y económicos de las épocas
respectivas en el país.

La importancia económica de las sociedades anónimas radica en que


permiten la acumulación de capital, limitan la pérdida del aporte sin
responsabilidad para los accionistas a quienes se les permite transferir su

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participación sin alterar el capital social y constituyen un instrumento eficaz
para la asociación de capitales a un nivel de gran empresa.

Pensemos que la figura de la sociedad anónima representa sociedades de


tan sólo dos socios, como así también a empresas multinacionales cuya
actividad es de enorme envergadura e impacto en el mercado y la vida
económica.

En cuanto a la denominación social, no pueden utilizar razón social porque


no existen socios con responsabilidad solidaria.

Sí pueden utilizar denominación subjetiva.

Además, la denominación debe contener la expresión “sociedad anónima”,


su abreviatura o la sigla S.A., en resguardo de los terceros contratantes con
la sociedad.

11.2. Caracteres. Subtipos.


Sociedades de familia, cerradas y
abiertas
Las sociedades anónimas pueden ser caracterizadas de la siguiente manera:

 Actúan con denominación social.

 Su capital social está representado en acciones.

 Los socios limitan su responsabilidad a la integración de las acciones


suscriptas.

 Poseen un enfoque prioritario sobre el capital y no sobre la persona


de los socios, motivo por el cual la alteración del elenco de accionistas
no implica una modificación del estatuto.

 Tienen la exigencia de un capital mínimo para su constitución.

 El órgano de gobierno es la asamblea de accionistas.

 La administración se encuentra a cargo del directorio.

 La representación y uso de la firma social está en cabeza del


presidente del directorio.

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 La fiscalización se establece a una Sindicatura o Consejo de Vigilancia,
aunque puede prescindirse de estos órganos y ejercer los socios
individualmente el control de los actos societarios, salvo cuando la
existencia de los órganos de fiscalización sea obligatoria.

 Sometimiento de la sociedad al control estatal.

En cuanto a los subtipos de sociedades por acciones, encontramos, por un


lado, a las sociedades por acciones en general, y por el otro, a las sociedades
con participación estatal mayoritaria.

Dentro de las sociedades por acciones en general, hay dos clases:

a) Las abiertas: hacen oferta pública de sus acciones o recurren al


público en general para que realicen aportes o contribuciones.

b) Las cerradas: no hacen oferta pública y dentro de ellas podemos


subclasificar en:

o Las que no superan el monto del art. 299 LS.

o Las incluidas en el art. 299 LS, para las cuales la ley impone
otras exigencias.

11.3. El proceso de constitución


11.3.1. Forma. Requisitos
La ley establece la constitución de las sociedades anónimas por instrumento
público, por acto único o por suscripción pública conforme lo establece el
art. 165 LS, aunque la práctica demuestra q la forma de acto único es la única
utilizada.
En los casos que la forma elegida para la conformación de la sociedad
anónima sea el acto único, el instrumento debe contener:
 Los requisitos del art 11 LS.

 Describir la naturaleza, clases, modo de emisión, características de las


acciones y régimen de aumento de capital.

 La suscripción del capital, monto y forma de integración y el plazo


para saldar lo adeudado que no podrá exceder de dos años.

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 La elección de los miembros del órgano de administración y de
fiscalización, estipulando el plazo de duración de los cargos.

La constitución de la sociedad anónima por suscripción pública implica un


complejo procedimiento que ha desalentado su uso, que requiere:

1) Redacción por los promotores de un programa de fundación.

2) El programa deberá contener datos completos de los firmantes


(promotores), las bases de estatuto social, la naturaleza de las
acciones, la determinación de un banco que, previo contrato con los
promotores, tendrá a su cargo la recepción de las suscripciones y los
anticipos de integración en efectivo y, finalmente, los beneficios que
los promotores se reserven, las firmas deberán ser certificadas.

3) Plazo de suscripción, que no podrá exceder los tres meses, contados


desde la inscripción del programa en el Registro Público.

4) Los inversores deberán suscribir un contrato de suscripción con la


entidad bancaria designada, que deberá contener además del
programa fundacional, expresos detalles sobre la cantidad de
acciones que suscribe cada uno de los inversores y el monto de la
integración, que no podrá ser inferior al 25% del valor nominal de las
acciones suscriptas. Deberá contener, además, la fecha de la
asamblea constitutiva, que debe realizarse dentro de los dos meses
de la fecha de vencimiento del período de suscripción. Si la
suscripción total del capital social fracasase, los contratos se
resuelven de pleno derecho y la entidad bancaria deberá restituir a
cada interesado el importe correspondiente, sin ningún tipo de
descuento.

5) La asamblea constitutiva deberá tener lugar con la presencia del


banco inversor y será presidida por un funcionario de la autoridad de
contralor, quedando constituida con la mitad más una de las
acciones suscriptas.

6) Si se resolviese en la asamblea constituir la sociedad, se redactará su


estatuto, se procederá a la valuación provisional de los aportes no
dinerarios, la designación de los directores y síndicos y el plazo de
integración de los saldos de los aportes en dinero.

7) Se labrará un acta con todo lo allí acontecido y será suscripta por


quienes se designen a tales efectos, conjuntamente con los
delegados de la entidad bancaria y el presidente de la sociedad,
inscribiendo este documento en el Registro Público.

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11.3.2. Trámite e inscripción
Tanto el contrato como el reglamento en su caso deben ser presentados a la
autoridad de contralor para el control de los requisitos pertinentes.

Debe cumplimentarse con la correspondiente publicación de edictos por un


día en el Boletín Oficial, el que deberá ser confeccionado y contener los
requisitos conforme lo establecido por el art. 10 LS.

El contrato constitutivo, al igual que el reglamento, deben ser inscriptos en


el Registro Público.

11.3.3. Período fundacional


Un tema que reviste especial importancia y que en la práctica profesional
genera fuertes inquietudes y suele ser motivo de consulta permanente es el
tema de la sociedad en formación.

La discusión se centra, como podrá inferirse en las posibilidades de


actuación de esta, hasta lograr la inscripción en el Registro Público cuando
adquiere plena personalidad jurídica y la consecuente posibilidad.

El art. 183 LS dispone en relación a los actos cumplidos durante el período


fundacional que los directores sólo tienen facultades para obligar a la
sociedad respecto de los actos necesarios para su constitución y los relativos
al objeto social cuya ejecución durante el período fundacional haya sido
expresamente autorizada en el acto constitutivo.

Además establece la responsabilidad de los directores, fundadores y la


sociedad en formación, quienes son solidaria e ilimitadamente responsables
por estos actos mientras la sociedad no esté inscripta.

Por los demás actos cumplidos antes de la inscripción, la responsabilidad es


ilimitada y solidaria para las personas que los hubieran realizado y los
directores y fundadores que los hubieren consentido.

A su vez, el art. 184 LS reza:

Asunción de las obligaciones por la sociedad. Efectos.


Inscripto el contrato constitutivo, los actos necesarios para la
constitución y los realizados en virtud de expresa facultad
conferida en el acto constitutivo, se tendrán como
originariamente cumplidos por la sociedad. Los promotores,
fundadores y directores quedan liberados frente a terceros de

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las obligaciones emergentes de estos actos. El directorio
podrá resolver, dentro de los tres (3) meses de realizada la
inscripción, la asunción por la sociedad las obligaciones
resultantes de los demás actos cumplidos antes de la
inscripción, dando cuenta a la asamblea ordinaria. Si ésta
desaprobase lo actuado, los directores serán responsables de
los daños y perjuicios aplicándose el artículo 274. La asunción
de estas obligaciones por la sociedad, no libera de
responsabilidad a quienes las contrajeron, ni a los directores
y fundadores que los consintieron.1

11.4. El capital social


El capital social cumple diferentes fines en la sociedad.

Internamente, permite determinar el grado de participación de los


accionistas en cuanto al reparto de las utilidades y la soportación de las
pérdidas; fija también el quórum y mayorías necesarias para la adopción de
las resoluciones sociales y, eventualmente, la intensidad de los derechos de
los accionistas.

En relación con los terceros, el capital social funciona como garantía para los
acreedores de la sociedad, en cuanto revela el patrimonio que existe en la
sociedad para hacer frente a las obligaciones contraídas.

Un aspecto a tener en cuenta es la integración del capital y su vinculación


con el desarrollo del objeto social, que debe respetarse todo a lo largo de la
vida de la sociedad, en tanto se encuentra íntimamente ligada a la
personalidad jurídica de la misma, pues la finalidad propia de la sociedad
sólo podrá llevarse a cabo si se cuenta con los medios necesarios para ello.

Lo contrario expondría la insolvencia de la sociedad, cuyas consecuencias no


deben ser soportadas por terceros.

La integración del capital social es tratada en el art. 187 LS, donde se


establece que la integración en efectivo no podrá ser inferior al 25% de la
suscripción, debiéndose completar el saldo dentro del plazo máximo de 2
años.

El cumplimiento de dicho requisito se acreditará con la boleta de depósito


en un banco oficial correspondiente.

1Ley 19.550. Ley General de Sociedades. Boletín Oficial de la República Argentina. Buenos
Aires. Argentina, 25 de abril de 1972. Inspección de Personas Jurídicas.

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Recordemos que, en cuanto a los aportes no dinerarios, deberán suscribirse
e integrarse en su totalidad al momento de la constitución, pudiendo estos
sólo comprender obligaciones de dar, susceptibles de ejecución forzada, que
pasan a ser propiedad de la sociedad.

Es de destacar que la suscripción de los aportes debe ser total en el


momento de la constitución, surgiendo de manera clara quienes son los
titulares de las acciones en que el capital social se divide.

El porcentaje mencionado de integración es respecto de cada socio y no del


capital social, pero corresponde sólo al acto constitutivo y no rige en los
casos de aumento de capital, donde por lo general la asamblea que resuelve
esa medida delega en el directorio la época de emisión, forma y condiciones
de pago.

El plazo de dos años referido es el plazo máximo en el que se deberá integrar


el aporte y debe surgir de manera clara del contrato social, de otra forma el
cumplimiento de la integración es exigible desde la fecha de inscripción de
la sociedad en el Registro Público.

11.4.1. Principios. Capital mínimo. La función de


garantía
“La intangibilidad del capital social refiere al conjunto de principios y normas
que tratan de asegurar el valor mínimo del capital social indicado en la
documentación social como resguardo de los terceros acreedores” (Richard
y Muiño, 2004, p. 421).

La citada función de garantía del capital social frente a los terceros


acreedores de la sociedad es de suma relevancia para la seguridad de las
transacciones comerciales, por lo que nuestra legislación la protege a través
de normas donde se establecen determinados principios que tienden a
asegurar esa función de garantía.

Dichos principios son:

1) Principio de determinación del capital social: exige a la sociedad que


se constituye la mención expresa de su cuantía en el estatuto, siendo
una cláusula de obligatorio acatamiento.

2) Principio de intangibilidad del capital social: prevé una serie de


normas que tienden a evitar la disminución de dicho capital y
mantener la relación entre este y el patrimonio de la sociedad.

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La ley general de sociedades aspira a que el capital y el patrimonio
social sean coincidentes.

3) Principio de capital mínimo: el art. 186 LS establece la exigencia de


un capital mínimo para constituir una sociedad anónima que puede
ser actualizada por el Poder Ejecutivo Nacional por decreto cuanto lo
considere necesario.

El mismo artículo establece que el capital debe suscribirse


íntegramente al momento de la constitución.

11.4.2. Aumento de capital. Requisitos. Derechos de


suscripción preferente y derecho de acrecer
El aumento de capital es el acto social por el cual la asamblea decide fijar el
capital social en un número mayor al que ha sido fijado en el estatuto.

Conforme a las reglas que gobiernan al capital social en las sociedades por
acciones y siguiendo las disposiciones previstas en el art. 188 LS, el aumento
o reducción del capital social no opera de forma automática, sino luego del
cumplimiento de una serie de requisitos exigidos por la ley cuya finalidad es
brindar transparencia y protección a los accionistas y a los acreedores de la
sociedad.

Los requisitos que deben cumplimentarse para la decisión de aumento son:

a) Decisión asamblearia que lo disponga. Cuando se trate de una


sociedad que haya previsto en el estatuto el aumento y el mismo sea
de hasta el quíntuplo del capital originario, puede ser resuelto por
asamblea ordinaria (art. 188 LS). Si por el contrario, la previsión no
ha sido establecida o el aumento sea superior al quíntuplo, la toma
de la decisión le compete a la asamblea extraordinaria (art. 235 y 244
LS).

b) Suscripción e integración del capital. Posteriormente a la toma de la


decisión correspondiente del aumento, corresponde la emisión,
suscripción e integración. Deben diferenciarse dos supuestos: a) si el
aumento se realiza con efectiva suscripción e integración de las
acciones a emitirse, deben cumplirse los recaudos de publicidad
establecidos en el art. 194 LS a los fines de permitir el ejercicio a los
accionistas del derecho de preferencia, como paso anterior al
ofrecimiento de las nuevas acciones a terceros; b) si dicho aumento

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se realiza a través de la capitalización de cuentas que se encuentran
en el balance, o a través de la revaluación de activos, deberá
respetarse la participación de cada accionista, pudiendo realizarse la
emisión de los títulos, de manera inmediata posterior al aumento del
capital social.

c) La inscripción registral. El aumento de capital implica una


modificación al estatuto, ya que uno de los elementos esenciales
requeridos para la constitución de la sociedad (el capital) es alterado
en su número original.

Los pasos descriptos para la implementación del aumento del capital social
generan distintos efectos que le son propios.

Respecto de la decisión de la asamblea, habilita a aquellos socios


disconformes a ejercer su derecho de receso, pudiendo incluso impugnarse
dicha resolución.

Respecto del segundo paso, se autoriza a los socios a invocar, frente a la


sociedad, la reforma del capital social, a los fines del quórum, cómputo de
mayorías y régimen de distribución de utilidades, aun cuando los títulos no
hayan sido emitidos, pues basta la suscripción de las acciones emitidas como
consecuencia del aumento del capital social para que los accionistas ejerzan
los derechos que derivan de las primeras, para lo cual no tiene ninguna
relevancia la emisión de los títulos correspondientes.

Las formas de aumento del capital social están previstas en la ley general de
sociedades, y son:

1) Nuevas aportaciones de los socios. Será necesaria la decisión


asamblearia correspondiente que fije el monto del aumento,
conjuntamente con la forma y condiciones en que habrá de pagarse
la parte del capital que no se desembolsa al suscribirlo, pudiendo ser
delegada dicha actividad al directorio.

2) Por capitalización de reservas. Deberán existir reservas disponibles


que permitan su implementación, que deberán provenir de
beneficios obtenidos en ejercicios anteriores; no se exigen nuevos
desembolsos a los socios, entregándoseles nuevas acciones en
proporción a su participación. Se trata de una simple transferencia
de la cuenta de reservas a la cuenta de capital, por supuesto no podrá
tratarse de las reservas legales, sino de las llamadas libres o
facultativas.

3) Por capitalización de utilidades. Deja sin efecto la distribución de


utilidades y transforma estas en acciones que son entregadas a los

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socios, en proporción a su participación. Debemos destacar que el
aumento de capital por capitalización de reservas o utilidades debe
admitirse con carácter excepcional, pues si bien benefician a la
sociedad, en miras de su desarrollo y expansión, priva a los
accionistas de las utilidades correspondientes, obligándolos, para el
caso de capitalización de utilidades, a suscribir de manera forzada un
aumento de capital por decisión de la mayoría.

De modo similar ocurre con las reservas facultativas, que también se


detraen de las utilidades a distribuir, es por ello que se exige una
serie de recaudos, a los fines de evitar abusos por parte de las
mayorías, a saber: 1) Que las reservas respondan a un criterio
prudente de administración. 2) Que se explique su constitución en la
memoria, de manera clara y precisa, explicitando las razones de su
necesidad. 3) Que sean aprobadas por las mayorías del art. 244 LS,
cuando se exceda el capital social y las reservas legales.

4) Revaluación de activos.

5) Por conversión de debentures u obligaciones negociables.

6) Cuando los acreedores de la sociedad concursada o fallida aportan su


crédito.

Ahora bien, debemos tener en cuenta lo normado por el art. 190 LS, que
tiende a proteger el principio de intangibilidad del capital social, y prevé que
no podrán emitirse nuevas acciones si las existentes no se encontraren
suscriptas en su totalidad.

No se diferencia en el texto legal entre los distintos tipos de emisiones, lo


que resulta coherente atento no sólo se atienden de esta manera los
intereses de los terceros, sino también del accionista, que se encuentra
facultado para oponerse a una capitalización de reservas o utilidades,
cuando existe un saldo pendiente correspondiente a un aumento de capital
resuelto con anterioridad, que debe ser cubierto con la capitalización
efectuada.

Si la suscripción resulta insuficiente, los suscriptores y la sociedad no se


liberarán de las obligaciones asumidas, salvo disposición expresa en
contrario prevista en la emisión.

Tal es el problema que puede presentarse cuando se ha decidido un


aumento de capital y emisión de acciones y la suscripción de las mismas no
cubre el total de esa emisión.

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¿Qué ocurre si hay mora en la integración del
capital?

Antes que nada, debemos decir que las disposiciones previstas en los
artículos 192 y 193 LS en nada contradicen lo dispuesto con el principio
general del art. 37 LS, sino que vienen a complementarlo en el caso
particular de las sociedades anónimas, atento sus características distintivas.

El socio que no cumpla con el aporte en las condiciones convenidas incurrirá


en mora por el mero vencimiento del plazo, debiendo resarcir los daños e
intereses que ocasionare.

Se suspenderá asimismo de manera automática el ejercicio de todos los


derechos que sean inherentes a las acciones en mora, sean de naturaleza
patrimonial o política, debiendo seguir la sociedad los mecanismos previstos
para su cumplimiento efectivo, que, en caso de silencio estatutario, deberá
exigirse judicialmente.

Sin embargo, el estatuto podrá establecer otros mecanismos como los que
trataremos a continuación:

1) Disponer que los derechos de suscripción de las acciones en mora


sean vendidos en remates públicos o a través de un agente de bolsa,
si se trata de una sociedad cotizante. Los gastos de remate e
intereses moratorios deberán ser afrontados por el suscriptor
moroso, que eventualmente deberá responder por los daños y
perjuicios ocasionados.

2) Establecer la caducidad de los derechos de suscripción del moroso,


lo que producirá efectos previa intimación a integrar en un plazo no
mayor de 30 días, con la pérdida de las sumas abonadas en caso de
incumplimiento.

El contrato social podrá disponer ambas sanciones, quedando en manos del


directorio determinar el procedimiento a seguir, o más conveniente.

Por otro lado, debemos aclarar que, respecto del primer supuesto, el socio
moroso deberá responder por el saldo del precio cuando la acción fuera
vendida en un monto que no permitiera a la sociedad cubrir el valor de las
acciones, en caso contrario, vale a decir si existiera un saldo a favor, deberá
ser entregado al exaccionista.

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Si se elige el camino de la caducidad de los derechos, la sociedad podrá
proceder a la enajenación de las acciones, previa intimación.

Con relación al derecho de suscripción preferente, normado en el art. 194


LS, tiene como fin asegurar la posición del accionista dentro de la sociedad
para evitar una decisión asamblearia que modifique su participación en la
sociedad.

En el art. 194 LS se establece que para los casos de aumento de capital con
nuevas aportaciones, debe ser ofrecido con prioridad a los titulares de
acciones, evitando una eventual disminución en la participación societaria
de estos con la incorporación de las nuevas acciones emitidas.

Debemos entender el derecho de suscripción preferente como el derecho


patrimonial del accionista que tiende al mantenimiento de sus derechos de
participación en la proporción existente, al tiempo en que se decide una
nueva emisión de acciones dentro de la sociedad y acrecer cuando algún
accionista deja de ejercitar ese derecho.

De esta manera, se intenta evitar la dilución patrimonial que implica todo


aumento del capital por nuevos aportes y los derechos políticos del mismo,
conservando el poder de voto en la asamblea y el pleno derecho de
información sobre la gestión societaria.

Con lo dispuesto en el art. 194 LS, se confirma que el grado de participación


de cada accionista dentro de la sociedad constituye un elemento
fundamental que debe tenerse en cuenta a los fines de la adquisición del
carácter propio de socio, ya sea en el contrato constitutivo, o bien con
posterioridad, y en mérito de ello, frente a las distintas situaciones que
puedan resolver un aumento de capital, se establece este derecho de
preferencia como mecanismo útil para la protección de la participación
accionaria del socio, evitando que esta quede reducida hasta límites que
puedan impedirle el ejercicio de derechos esenciales.

Como Anexo al tema en estudio, se sugiere la lectura del


siguiente archivo: Anexo 3 - Grispo, J. D. (Noviembre 2006).
Reflexiones sobre el derecho de suscripción preferente Abeledo
Perrot JA 2006-IV-1184 - SJA Lexis Nº 0003/012938. Recuperado
el 11 de junio de 2015. Recuperado de
www.abeledoperrotonline.com.ar

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11.4.3. Aportes irrevocables
Esta figura surge de la necesidad de brindar a la sociedad fondos que se
imputan como “aportes” para ser capitalizados en una futura asamblea con
el carácter de irrevocables para que la persona que aporta los fondos evite
reclamarlos antes que se produzca el aumento del capital.

La entrega de fondos a la sociedad jamás puede ser calificada


como aporte cuando todavía no se celebró su acto necesario,
la asamblea general de accionistas que resolvió el aumento
del capital social… Jamás puede hablarse de aporte sin
emisión de acciones y tampoco emisión de acciones sin un
acuerdo asambleario que incrementó dicho capital. (Nissen,
2006, p.402).

Si bien posee un nombre llamativo, para Nissen (2006), el aporte irrevocable


es un vulgar préstamo, sin plazo, que otorga al prestamista un crédito en
contra de la sociedad, y puede tener ese crédito según la forma habitual y
usual del contrato de suscripción de acciones y sin que ello afecte el ejercicio
del derecho de preferencia de los demás accionistas.

11.4.4. Emisión de acciones bajo la par. Reducción


del capital social: Voluntaria, por pérdida del capital y
obligatoria. Amortización de acciones

La emisión bajo la par, técnicamente, implica lanzar a la oferta pública una


acción con un precio de suscripción inferior a su valor nominal.

Conforme lo establece el art. 202 LS, son nulas, excepto que se trate de una
sociedad de las que cotizan en bolsa.

La prohibición de emitir acciones bajo la par se justifica en la necesidad de


proteger la intangibilidad del capital social.

En los casos autorizados, el capital se mantiene intacto en razón de que la


diferencia negativa se debe imputar a reservas libres o revalúos autorizados
(Roitman, Aguirre, Chiavassa, 2009).

La reducción voluntaria del capital social se produce cuando hay un exceso


de capital en virtud de la inversión oportunamente efectuada en relación
con las necesidades que involucra la actividad que se desarrolla y la

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envergadura del negocio, con lo cual se impone la necesidad de efectuar una
rebaja.

Conforme lo establece el art. 203 LS, debe ser resuelta por asamblea
extraordinaria previo informe fundado del síndico como sustento técnico y
profesional para tal decisión.

La protección al capital como garantía para los acreedores de la sociedad


impone en el art 204 LS la necesidad de publicación e inscripción de la
reducción de capital y otorga el derecho a oposición para los socios
minoritarios y los acreedores, conforme lo regulado en el art. 83 inc. 3° LS.

La reducción de capital por pérdida es un supuesto en el que la propia


realidad de la actividad lo impone, por lo cual la asamblea extraordinaria
resuelve adecuar los números establecidos en la oportunidad en que se fijó
el capital con la situación financiera reflejada en el patrimonio neto, en
resguardo de los derechos de terceros (art. 205 LS).

Conforme lo dispone el art. 206 LS, la reducción de capital es obligatoria en


los casos en que la pérdida insume las reservas (tanto facultativas como
obligatorias) y el 50% del capital social.

La amortización de acciones tiene lugar cuando la misma sociedad emisora


adquiere sus acciones (con el producto de ganancias realizadas y líquidas)
para cancelar los derechos emergentes de ellas, reembolsando su valor a los
accionistas.

De este modo, se realiza una devolución progresiva a los socios del valor de
su aporte.

Un ejemplo lo constituye el caso de yacimientos que se agotan naturalmente


(Zunino J. 2007).

El art. 223 LS establece que el estatuto puede autorizar la amortización total


o parcial de las acciones, bajo los recaudos allí establecidos.

11.5. Las acciones


El capital de las sociedades anónimas es representado en acciones.

Entre las funciones que cumplen las acciones, podemos afirmar que
acreditan la posición de su titular en relación con la sociedad emisora,
fijando su participación en ella y estableciendo a partir de su suscripción una
situación que otorga facultades, derechos y obligaciones entre el socio y la
sociedad.

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Si bien nuestra legislación indica que todas las acciones deben tener el
mismo valor nominal expresado en moneda argentina (art. 207 LS), nada
obsta que otorguen diferentes derechos.

Por esa razón, está plenamente aceptada la emisión de distintas clases de


acciones, con la salvedad de que en cada clase deberán existir iguales
condiciones.

11.5.1. Requisitos de las acciones. Características.


Forma de los títulos
Conforme lo establece el art. 208, los títulos pueden representar una o más
acciones y ser al portador o nominativos, endosables o no.

El art. 211 LS dispone que el estatuto establecerá las formalidades de las


acciones y determina las menciones esenciales que debe contener:

1) Denominación de la sociedad, domicilio, fecha y lugar de constitución,


duración e inscripción;

2) El capital social;

3) El número, valor nominal y clase de acciones que representa el título


y derechos que comporta;

4) En los certificados provisionales, la anotación de las integraciones que


se efectúen. Las variaciones de las menciones precedentes, excepto
las relativas al capital, deberán hacerse constar en los títulos.2

A su vez, según lo dispone el art. 280 LS, las acciones pueden representarse
en:

 Títulos: pueden representar una o más acciones (art. 208 LS) y ser al
portador o nominativos, endosables o no. A partir del dictado de
la Ley N° 24.587, los valores negociables privados emitidos en el país
y los certificados provisionales que los representen deben ser
nominativos no endosables.

 Certificados globales: las sociedades que hacen oferta pública


pueden emitir certificados globales que representen una

2Art. 211. Ley General de Sociedades Nº 19.550. Boletín Oficial de la República Argentina,
Buenos Aires, Argentina, 25 de abril de 1972. Inspección de Personas Jurídicas.

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determinada cantidad de acciones, para su inscripción en regímenes
de depósito colectivo (art. 208 LS).

 Acciones escriturales: el estatuto social puede autorizar que todas las


acciones o algunas de sus clases no se representen en títulos. El tema
lo desarrollamos en el punto siguiente 11.5.2.

 Certificados provisionales: estos certificados pueden emitirse


mientras las acciones no estén integradas totalmente. Cumplida la
integración, el titular puede exigir la entrega del título definitivo o la
anotación en cuentas de acciones escriturales (art. 208 LS).

11.5.2. Clases de acciones: Al portador, nominativas,


escriturales, ordinarias y preferidas
Podemos efectuar la clasificación de las acciones teniendo en cuenta
diferentes aspectos:

En relación con su circulación:

1) Acciones al portador: pueden transmitirse por la mera tradición. El


titular ejerce los derechos respectivos sólo con la exhibición del
título.

2) Acciones nominativas: pueden ser endosables o no. Son endosables


cuando se transmiten por endoso y pueden circular libremente
aunque su titular debe inscribirse en el libro Registro de Acciones
(art. 215 LS) para poder hacer valer los derechos. Son no endosables
si su trasmisión se realiza vía cesión y requieren la inscripción en el
libro Registro de Acciones (art. 215 LS).

En relación con los derechos que otorgan, podemos diferenciar a las


acciones en:

1) Privilegiadas: confieren más de un voto por acción. La ley les impone


restricciones, como en los casos en que debe votarse por
modificaciones sustanciales en el contrato de la sociedad, supuestos
en los cuales sólo tendrán derecho a un voto.

2) Preferidas: otorgan a sus titulares distintos derechos patrimoniales,


dentro de las siguientes modalidades: a) cobro preferente de las
utilidades hasta determinado porcentaje; b) pago de un dividendo
fijo, si existiesen utilidades; c) acciones con privilegio de percibir
como dividendo un interés fijo.

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Como contrapartida, por lo general, las acciones preferidas tienen
limitaciones en la participación de la administración y gestión de la
sociedad, ya que en la mayoría de los casos sus titulares son meros
inversores, que únicamente buscan una rentabilidad por su
inversión.

Las acciones escriturales son aquellas cuya emisión, transferencia,


gravámenes y constitución de derechos reales sobre ellas debe ser inscripta
en cuentas llevadas a nombre de los titulares de las acciones por la sociedad
que las emite, bancos comerciales o de inversión o caja de valores autorizada
a tal fin.
La calidad de los accionistas titulares se acredita conforme el comprobante
de la apertura de su cuenta y los movimientos que se inscriban.

11.5.3. Transmisibilidad: Principio general y


limitaciones estatuarias
En cuanto a la transmisibilidad de las acciones, el principio general indica
que pueden circular libremente (art. 214 LS), pudiendo sólo limitarse por
alguna disposición estatutaria que así lo prevea, sin prohibirla de manera
absoluta.

Este principio es válido tanto para acciones nominativas o escriturales.

En las primeras, la transmisión se perfeccionará con la entrega material del


título, la correspondiente anotación de la misma en el libro de Registro de
Acciones pertinente y la inscripción, siendo estos requisitos integrativos y
constitutivos de la transmisión.

En el caso de las acciones escriturales, la sociedad emisora o


la entidad que lleve el registro cursará el aviso
correspondiente al titular de la cuenta en la que se efectúe el
débito por transmisión de acciones, dentro de los 10 días de
haberse realizado la inscripción.3

El libro de Registro de Acciones está previsto en el art. 213 LS y debe ser


llevado en legal forma, tal como se ha tratado el tema en el Módulo 1, con
todas las formalidades de los libros de comercio.

Allí deberán asentarse las distintas clases de acciones de la sociedad, sus


derechos y obligaciones, el nombre del suscriptor, las transferencias que se

3Art. 215 Ley General de Sociedades Nº 19.550. Boletín Oficial de la República Argentina,
Buenos Aires, Argentina, 25 de abril de 1972.

17
realicen y los eventuales derechos reales que graven las acciones
nominativas.

De su debido asentamiento e debida inscripción, surgirá su oponibilidad.

11.5.4. Usufructo, embargo y ejecución de acciones


El usufructo de acciones es un derecho real que se constituye sobre las
acciones.

Se encuentra regulado en el art. 218 LS, que admite la posibilidad de que el


usufructuario sea quien cobre los dividendos y el nudo propietario posea la
titularidad de las acciones y el cobro de la cuota liquidatoria (excepto que se
pacte una solución diferente) y los derechos políticos.

En cuanto al embargo y la ejecución de las acciones, los arts. 56 y 219 LS


contemplan la posibilidad de que los acreedores particulares del socio
deudor embarguen las acciones para su posterior ejecución forzada.

11.5.5. Bonos de goce y de participación


Los bonos son títulos que la sociedad puede emitir de una naturaleza
diferente a las acciones, ya que otorgan a sus titulares el derecho de
participar en las utilidades sociales.

Podemos clasificarlos en:


a) Bonos de goce: se encuentran regulados en el art. 228 LS. Se emiten
a los titulares de acciones que han sido amortizadas y les confiere el
derecho de participar en las ganancias o en el producto de la
liquidación si la sociedad se encontrara en disolución, luego del
reembolso del valor de la acción no amortizada.
b) Bonos de participación: pueden emitirse por prestaciones que no
sean aportes de capital y sólo confieren el derecho a participar en las
ganancias del ejercicio (art. 229 LS).

18
11.5.7. Los debentures y las obligaciones
negociables
Los debentures son títulos de deuda que pueden emitir en
forma exclusiva las sociedades por acciones, siempre y cuando
tal emisión estuviere prevista en los estatutos.

Su aplicación en la práctica es escasa.

“El artículo 325 LS dispone que las sociedades anónimas, incluidas las de la
sección VI, y en comandita por acciones podrán, si sus estatutos lo autorizan,
contraer empréstitos en forma pública o privada, mediante la emisión de
debentures”4.

Podemos efectuar una clasificación de los debentures en el siguiente cuadro:

Figura 1

Fuente: Elaboración propia basada en Nissen, 2006, p. 422.

La emisión de debentures con garantía flotante afecta a su


pago todos los derechos, bienes muebles e inmuebles,
presentes y futuros o una parte de ellos, de la sociedad

4Art. 325 Ley General de Sociedades Nº 19.550. Boletín Oficial de la República Argentina,
Buenos Aires, Argentina, 25 de abril de 1972.

19
emisora, y otorga los privilegios que corresponden a la
prenda, a la hipoteca o la anticresis, según el caso5.

Los debentures con garantía especial son aquellos que afectan a su pago
bienes determinados de la sociedad susceptibles de hipoteca (art. 333 LS).

La garantía especial debe especificarse en el acta de emisión con todos los


requisitos exigidos para la constitución de hipoteca y se tomará razón de ella
en el registro correspondiente. Les serán aplicables todas las disposiciones
que se refieren a la hipoteca, con la excepción de que esta garantía puede
constituirse por el término de cuarenta (40) años.

La inscripción que se haga en el registro pertinente surte sus efectos por


igual término.

Los debentures con garantía común otorgan a sus titulares el cobro de los
créditos en iguales condiciones que los acreedores quirografarios.

En cuanto a los debentures convertibles en acciones:

1º) Los accionistas, cualquiera sea su clase o categoría,


gozarán de preferencia para su suscripción en proporción a
las acciones que posean, con derecho de acrecer;

2º) Si la emisión fuere bajo la par, la conversión no podrá


ejecutarse en desmedro de la integridad del capital social;

3º) Pendiente la conversión, está prohibido: amortizar o


reducir el capital, aumentarlo por incorporación de reservas
o ganancias, distribuir las reservas o modificar el estatuto en
cuanto a la distribución de ganancias6.

Las obligaciones negociables se encuentran reguladas por la Ley


Nº 23.962.
Las ventajas que presentan frente a los debentures han provocado en la
práctica el desuso de estos últimos.

Pueden ser emitidas por las sociedades por acciones y su emisión otorga a
los accionistas el derecho de preferencia y de acrecer para la suscripción de
obligaciones negociables.

5 Art. 327 Ley General de Sociedades Nº 19.550. Boletín Oficial de la República Argentina,
Buenos Aires, Argentina, 25 de abril de 1972.
6 Art. 334 Ley General de Sociedades Nº 19.550. Boletín Oficial de la República Argentina,

Buenos Aires, Argentina, 25 de abril de 1972.

20
Los accionistas disconformes pueden ejercer el derecho de receso (art. 11
Ley Nº 23.962).

Para un desarrollo más profundo del punto, remitimos a la


bibliografía Nissen R. (2006). Curso de Derecho Societario (p. 421
a 426).

21
12. Sociedad anónima. El
órgano de gobierno: la
asamblea de accionistas

12.1. Definición y caracteres

La asamblea es el órgano de gobierno de la sociedad anónima,


donde se reúnen los accionistas conforme los procedimientos
establecidos por la ley y el estatuto para decidir los asuntos
atinentes a la sociedad para la cual ha sido convocada.

La asamblea de accionistas se caracteriza por:

a) Es el órgano de gobierno de la sociedad.

b) Es un órgano no permanente, ya que no funciona


ininterrumpidamente, sino que sus decisiones surgen como
consecuencia de la convocatoria, deliberación, votación y decisión.

c) Posee facultades indelegables con competencia exclusiva, no


pudiendo suplirse su competencia por otros órganos de la sociedad.
Es por ello que se puede decir que la asamblea es soberana porque
sus decisiones, pese a que pueden ser impugnadas por los socios,
están por encima de los demás órganos societarios, quedando
subordinados a sus acuerdos. Sin embargo, esa sumisión no es
incondicional, toda vez que nunca podrá validarse una decisión
ilegítima o contraria a los intereses de la sociedad.

d) La validez de sus decisiones implica el respeto a las formas para


permitir la participación y evitar el abuso por parte del grupo de
control. Debe cumplir los recaudos de convocatoria, deliberación y
votación previstos en el estatuto y conforme lo dispuesto por la Ley
General de Sociedades.

e) Sus decisiones, en tanto se hayan adoptado en respeto de la ley, son


obligatorias. Es importante notar que la voluntad de la asamblea
sustituye las voluntades particulares de sus integrantes, formándolas
y transformándolas para lograr la voluntad de la sociedad.

22
12.2. Clases de asambleas

12.2.1. Ordinarias, extraordinarias y especiales.


Competencia
La competencia de la asamblea no es ilimitada, sino que se circunscribe a los
asuntos que la propia Ley General de Sociedades le otorga.

Hay distintos tipos de asambleas.

Las asambleas especiales son aquellas en las cuales se adoptan resoluciones


que afectan los derechos de una clase de acciones y requieren el
consentimiento o ratificación por parte de esa clase. Se rigen por las normas
respectivas a la asamblea ordinaria (art. 250 LS).

Por el contrario, las asambleas generales se caracterizan porque incluyen la


participación de todos los accionistas.

Las asambleas ordinarias definen su competencia conforme los temas


previstos en el art. 234 LS, por lo que su carácter es otorgado por la
naturaleza de los temas a tratar, siendo ellos: la aprobación de las cuentas
de los administradores; designación, retribución y remoción de los mismos;
determinación de su responsabilidad; aumento de capital dentro del
quíntuplo.

En la asamblea extraordinaria se tratan todos los temas que no están


comprendidos en las asambleas ordinarias, por lo que su competencia se
define por exclusión (art. 235 LS).

Dada la importancia de las decisiones a debatir y adoptar en el seno de este


tipo de asamblea, se ha previsto para ella un régimen de quórum y mayorías
más fuerte o riguroso que el de las asambleas ordinarias.

Sin perjuicio de las diferentes competencias entre las asambleas ordinarias


y extraordinarias, la Ley General de Sociedades permite su celebración en
forma simultánea, siempre que haya quórum y se decida por las mayorías
pertinentes.

12.2.2. En primera y segunda convocatoria.


Asamblea Unánime
La asamblea en segunda convocatoria tiene lugar cuando ha fracasado la
primera convocatoria.

23
Conforme lo dispone el art. 237 2º párrafo LS, debe celebrarse dentro de los
30 días siguientes y las publicaciones correspondientes se deben hacer por
3 días con 8 días de anticipación como mínimo.

Las asambleas unánimes son aquellas que se celebran sin la exigencia de la


publicación de la convocatoria, quedando supeditada su validez a la
presencia de la totalidad de los accionistas, representantes del total del
capital social, debiendo adoptarse sus decisiones sólo por unanimidad (art.
237 último párrafo LS).

12.3. Funcionamiento de la Asamblea


12.3.1. Convocatoria. Forma, medios y plazo

En cuanto al régimen dispuesto para la convocatoria de las asambleas, el art.


236 LS faculta al directorio o al síndico, en los casos previstos por la ley,
cuando lo consideren necesario o cuando les sea requerido por los
accionistas que representen por los menos el 5% del capital social (siempre
y cuando el estatuto no establezca una representación menor).

Podemos efectuar al respecto las siguientes observaciones:

1) El artículo es aplicable tanto a las asambleas ordinarias como


extraordinarias.

2) No es, pese a su apariencia, una facultad (la convocatoria) exclusiva


del órgano de administración o de control, ya que la sindicatura
podrá efectuarla sólo cuando omitiera hacerlo el directorio, lo que
implica la previa intimación al mismo para que realice la convocatoria
requerida.

3) También pueden llamar a asamblea los accionistas que cuenten con


el 5% del capital social, si los estatutos no fijaran una representación
menor, debiéndose indicar los temas que serán motivo de
tratamiento.

Recibida esta solicitud, el directorio o el consejo de vigilancia deberán


convocar a asamblea para que se celebre en un plazo máximo de cuarenta
días, obligación que también corresponde a la sindicatura, si el directorio
hizo caso omiso de su previa intimación al respecto.

Si el directorio o el síndico omitiesen la convocatoria pese al pedido, puede


realizarse por la autoridad de contralor o judicial.

24
Las asambleas deberán convocarse por publicación de edictos durante 5
días, con una antelación de 10 días de anticipación por lo menos y no más
de 30 en el diario de publicaciones legales. Se debe hacer constar en el
respectivo edicto: carácter de la asamblea, fecha, hora y lugar de reunión,
orden del día y recaudos especiales que deberán cumplir los concurrentes.

12.3.2. Depósito de acciones. Comunicación de


asistencia
Conforme lo establece el art. 238 LS, para la asistencia a las asambleas es
necesario que los accionistas realicen el depósito de sus participaciones.

El objeto del depósito es que aquellas personas que concurran a las


asambleas puedan acreditar su carácter de socio, procurando de esa manera
identificar a los titulares de las acciones.

Debemos destacar que este mecanismo era necesario al momento de la


existencia de acciones al portador.

En la actualidad, al existir sólo acciones nominativas no endosables, bastará


con cursar las comunicaciones pertinentes para que se los inscriba como
asistentes, con no menos de tres días hábiles de anticipación al acto
asambleario.

El libro donde deberá registrarse su concurrencia es el Registro de Asistencia


a las Asambleas, que reviste una particular importancia, por dos motivos:

1) Preconstituye una forma incontrovertible de prueba de la presencia


en asamblea de accionistas y acciones en número suficiente para que
sea válida y pueda deliberar.

2) Permite al accionista tomar conocimiento de quiénes son los socios


concurrentes, eventualmente sus representantes y el monto de las
tenencias declaradas, junto con los derechos que derivan de estas
(Nissen, 2010).

El accionista no sólo tiene derecho a la exhibición del mismo, sino también,


en mérito de su derecho de información, a solicitar copias de sus
constancias.

Completado el libro, con la anticipación prevista por el párrafo 1º del art.


238 LS, debe ser suscripto por los accionistas, o sus representantes, el mismo
día de la asamblea y como requisito de admisión al acto asambleario.

25
12.3.3. Orden del día. Quórum. Mayorías.
Celebración. Presidencia. Cuarto intermedio
A continuación, detallaremos los aspectos atinentes a las etapas de la toma
de decisiones en el seno asambleario.

El orden del día constituye el temario que se impone al tratamiento de la


asamblea.

Reviste tal importancia que los temas no contenidos en el orden del día que
sean objeto de decisión son nulos, excepto en el caso de aprobación
unánime.

El quórum constituye el número mínimo de capital que debe estar


representado en la asamblea que autoriza la deliberación válida.

El régimen de mayorías se encuentra establecido en los arts. 243 y 244 LS


que imponen una cantidad determinada para la aprobación de los asuntos
tratados.

La unanimidad en la votación no se exige generalmente como forma


decisoria, salvo en los siguientes casos:

1) Para las asambleas unánimes (art. 237, último párrafo LS).

2) Decisiones no incluidas en el orden del día.

3) Reconducción del contrato social, con plazo de duración vencido y


encontrándose ya inscripta registralmente la designación del
liquidador.

Si bien podemos afirmar que nuestra ley ha adoptado el régimen


mayoritario para la toma de decisiones, este no es ilimitado, sino que debe
estar inspirado en el interés social, ya que en caso contrario estaríamos
frente a un acuerdo adoptado en exceso o desviación de poder.

Recordemos que el interés social es el fin perseguido por la sociedad a través


del cumplimiento de su objeto y debe prevalecer sobre el interés personal
de cada uno de los socios.

Tanto el quórum como las mayorías exigidas han sido previstos por la ley
diferenciando según se trate de asambleas ordinarias o extraordinarias, por
lo que exponemos en forma de gráfico para una comprensión más sencilla,
debiendo tener en cuenta que las disposiciones que contiene corresponden
a la estipulación legal sin perjuicio de una regulación distinta por el estatuto.

26
Tabla 2

Fuente: Elaboración propia.

¿Cómo debe computarse el voto del accionista que


se abstiene?

La respuesta no surge de la ley, pero en general la doctrina entiende que


debe tenerse como voto negativo.

Al respecto, Nissen acertadamente pone en evidencia una clara


contradicción del legislador: no puede considerarse como voto negativo, en
tanto la Ley General de Sociedades no le permite ejercer su derecho de
receso, lo que sólo acontece cuando el socio se ha manifestado en contra de
la decisión asamblearia.

27
En cuanto a la celebración del acto, los accionistas pueden ser representados
en las asambleas, resultando suficiente a tal efecto el mandato por
instrumento privado con firma certificada, salvo que el estatuto disponga lo
contrario (art. 239 LS).

Cabe aclarar que no pueden ser mandatarios los directores, síndicos,


integrantes del consejo de vigilancia, gerentes y empleados de la sociedad.

La presidencia de las asambleas (art. 242 LS) tiene facultades ordenadoras


del desarrollo de la asamblea y, por lo general, se encuentra a cargo del
presidente, el directorio o la autoridad que la haya convocado.

Durante la celebración de la asamblea, todos los accionistas tienen derecho


a voz.

En los casos que la convocatoria haya sido judicial o por la autoridad de


contralor, la presidencia estará en cabeza del funcionario que se haya
designado a tal fin.

Cuando la asamblea no haya completado el orden previsto y necesite


prolongarse, puede pasar a un cuarto intermedio por una vez, para
continuar dentro de los 30 días siguientes (art. 247 LS).

12.3.4. El derecho a voto de los accionistas. La


sindicación de acciones
El derecho a voto en las asambleas es el principal derecho político que
involucra la participación, por lo tanto, le compete a todos los accionistas,
excepto en los casos que tengan un interés contrario al social.

Es una manifestación unilateral de la voluntad del socio en sentido


afirmativo o negativo en relación con una cuestión que ha sido sometida a
consulta.

El derecho a voto es indivisible.

El voto, además, debe ser puro y simple, sin condiciones y debe ser ejercido
en presencia en la asamblea, ya que no existe la posibilidad de votar por
correspondencia o adherir posteriormente (Roitman, Aguirre, Chiavassa,
2009).

La sindicación de acciones es un fenómeno de la práctica societaria dirigido


a formar vínculos entre los accionistas para orientar el derecho a voto de

28
determinada manera y lograr el control ejecutivo de la sociedad o evitar la
dispersión de acciones.

Es un contrato parasocietario, ya que pese a su existencia práctica no ha sido


regulado en la ley y constituye un claro ejemplo de la autonomía de la
voluntad de los accionistas de forjar un contrato no prohibido por la ley, pero
asumiendo las responsabilidades del caso. (Richard y Muiño, 2004)

Entre las clases de sindicación de acciones destacamos a:

 El sindicato de voto, gestión o administración: agrupa a los accionistas


y los somete a votar de determinada manera conforme la directiva
pactada.

 El sindicato de bloqueo: los accionistas se comprometen a no


transferir sus acciones o sujetarla a ciertas condiciones.

12.3.5. La intervención de los directores, síndicos y


consejeros. Inhabilitaciones
La intervención de los directores, síndicos y consejeros está prevista en el
art. 240 LS, regulando la obligación y el derecho de asistir con voz a todas las
asambleas.

En cuanto al derecho a voto, sólo les corresponde en la medida que posean


participación accionaria.

Se establece la nulidad de toda cláusula que establezca lo contrario en el


estatuto o reglamento.

Continúa el art. 241 LS disponiendo que los directores, síndicos, miembros


del consejo de vigilancia y gerentes generales se encuentran imposibilitados
de votar en las decisiones que tengan vinculación con la aprobación de actos
de su gestión, ni en las que se relacionen con su responsabilidad o remoción
con causa.

12.3.6. Formalidades. Actas, firmas y copias


De lo acontecido, debe labrarse un acta dentro de los cinco días posteriores
de la clausura de la asamblea.

Su contenido refiere a un resumen de lo acontecido en cuanto a las


manifestaciones vertidas por los participantes, las votaciones y los
resultados de lo decidido.

29
Todos los accionistas tienen derecho a obtener una copia del acta (art. 249
LS).

12.4. Las decisiones asamblearias


12.4.1. Efectos
El principio general que ya hemos adelantado es que las decisiones
asamblearias son obligatorias y deben ser cumplidas por el directorio (art.
233 LS).

Sin embargo, este principio sufre excepciones:

1) Cuando el socio disconforme ejerce el derecho de receso

2) Cuando las decisiones fuesen contrarias a la ley, el estatuto,


reglamento o adoptadas para perjudicar a un grupo de accionistas en
abuso de las mayorías.

12.4.2. Impugnación de las resoluciones.


Legitimación. Casos. Trámite. Caducidad. Revocación
de la resolución. Responsabilidad
Una de las excepciones a la obligatoriedad de la decisión de la asamblea se
produce cuando la resolución ha sido adoptada en violación de la ley, el
estatuto o el reglamento.

Del respeto a las normas deviene su exigibilidad, tanto para los accionistas,
los directores y eventualmente los terceros.

La acción de impugnación de decisión asamblearia del art. 251 LS regula el


procedimiento y los requisitos para su ejercicio.

Los legitimados para su interposición son:

Accionistas que votaron en contra de la decisión, ausentes o que se hubiesen


abstenido

 Directores

 Integrantes del Consejo de Vigilancia o Sindicatura, pues tienen a su


cargo el contralor de la sociedad.

 Autoridad de control

30
La acción se promueve contra la sociedad ante el juez del domicilio en el
plazo de 3 meses de clausurada la asamblea.

Cabe aclarar que el juicio prosigue (excepto se haya solicitado medida


cautelar) cuando se encuentre vencido el plazo del art. 251 LS.

Esta solución se justifica en una cuestión de práctica procesal necesaria a fin


de acumular las acciones que pudieran ser objeto de impugnación de una
misma resolución asamblearia.

Las causales de impugnación pueden ser muy variadas y tienen que ver con
un vicio en la resolución.

Podemos citar a modo de ejemplo y para una mejor comprensión:

 Una asamblea ordinaria que aprueba la fusión de la sociedad.

 Una asamblea celebrada sin cumplir los requisitos de convocatoria


(edictos, plazo necesario).

 Asamblea sin el quórum necesario.

 Una votación viciada en los votos emitidos.

 Una resolución asamblearia que decida vender productos no


autorizados por la ley.

 Una decisión adoptada sin la mayoría establecida por el estatuto.

A su vez, el art. 254 2º párrafo LS establece la revocación del acuerdo


impugnado por asamblea posterior.

Esa resolución tendrá efecto desde entonces, por lo cual no procederá el


inicio o continuación de la acción de impugnación.

En cuanto a la responsabilidad de los accionistas, el art. 254 LS párrafo 1º


dispone que quienes hayan votado a favor de la resolución que se declare
nula, responden ilimitada y solidariamente de las consecuencias de las
mismas.

Ello además de la responsabilidad que pudiere corresponder a directores y


síndicos.

31
12.4.3. La suspensión provisoria de la ejecución de la
decisión asamblearia
La suspensión provisoria de la ejecución de una resolución asamblearia
impugnada contenida en el art. 252 LS es una medida cautelar específica
tendiente a impedir la ejecución de una resolución que ha sido cuestionada,
con el fin de evitar un perjuicio a la sociedad derivado de su aplicación.

El propio artículo establece los presupuestos de procedencia que el dictado


de la medida requiere.

En primer lugar, deben existir motivos graves.

Debe tratarse de un temor fundado de perjuicio para el interés social,


meritado en función de los daños que la aplicación de la resolución
impugnada podría ocasionar.

Debido al marco cognoscitivo reducido de toda medida cautelar, para que


proceda la suspensión de la ejecución es suficiente acreditar la prueba de los
motivos graves con las características que se exige para las medidas
precautorias en general, lo que implica un conocimiento sumario que no
requiere un grado de certeza en el magistrado.

El requisito de “peligro grave” no debe ser sólo circunscripto a la posibilidad


de perjuicios al patrimonio de la entidad, sino que también se encuentra
presente ante las irregularidades advertidas en el funcionamiento de sus
órganos o en la violación al normal y regular ejercicio de los derechos
sociales (Nissen, 2010).

A su vez, la ley impone que no medie perjuicio para terceros, lo que requiere
que la decisión asamblearia haya sido ejecutada o esté en vías de ejecución
con respecto a terceros de buena fe, para quienes la eventual nulidad que
se decrete les resultará inoponible, por cuanto se ha creado para ellos una
apariencia eficaz, en la medida en que no corresponde exigir a esos terceros
investigaciones sobre el funcionamiento sin vicios de los órganos sociales.

La contracautela se requiere como la garantía que el peticionante de la


medida debe ofrecer.

A más de todo ello, debe promoverse la acción de nulidad.

La medida precautoria en análisis resulta accesoria a la acción de nulidad de


asamblea que constituye el proceso principal.

Aún más, se requiere que la acción de nulidad del acuerdo asambleario sea
pedida antes o contemporáneamente a la medida precautoria.

32
12.5. El derecho de receso
La finalidad del instituto no es la de facultar al accionista para que este se
retire voluntariamente de la sociedad a placer, sino que intenta conciliar dos
intereses que se consideran esenciales en el ámbito societario, ellos son:

1) El derecho de la sociedad a modificar sus estatutos.

2) El derecho del socio que no comparte tales modificaciones, que podrá


retirarse frente a las mismas.

El derecho de receso es uno de los más claros ejemplos de carácter


contractual de la sociedad y un remedio contra el poder ilimitado de las
asambleas, a las que no se les impide alterar las bases del contrato, en la
medida en que se permita, a su vez, al socio disconforme el derecho de
retirarse, previo reembolso del valor de su participación.

12.5.1. Definición. Legitimación


El derecho de receso puede definirse como la facultad de todo socio de
separarse de la sociedad, previo reembolso del valor de su participación
social, cuando el órgano de gobierno resuelve reformar el estatuto
alterando las bases que se tuvieron en cuenta al constituir o incorporarse a
la misma, o bien cuando se modifica sustancialmente el ejercicio de sus
derechos.
El derecho bajo examen debe considerarse como excepcional, ya que ha sido
reservado para enfrentar determinadas situaciones que sin dudas no forman
parte del día a día de la sociedad.
Se exige una clara manifestación de voluntad en contra de la modificación
estatutaria adoptada y de su voluntad a ejercer el receso.
Se encuentran legitimados para ejercer el derecho de receso los accionistas
presentes en la asamblea correspondiente que votaron en contra de la
decisión debiendo ejercerlo en el plazo de 5 días y los accionistas ausentes
que acrediten debidamente el carácter en el plazo de 15 días.
En ambos casos, se computa desde la clausura del acto asambleario.

12.5.2. Procedimiento de ejercicio


El derecho de receso requiere de la declaración del socio unilateral y expresa
de su voluntad de receder.

33
El requisito primordial lo constituye la temporalidad de su ejercicio (5 días
para los presentes que votaron en contra y 15 días para los ausentes).
A su vez, podemos efectuar las siguientes consideraciones incorporadas por
la jurisprudencia atento la existencia de algunas lagunas en la Ley:
1) El derecho de receso es indivisible, debiendo ejercerse por la totalidad
de las acciones que posee el recedente.

2) No se requieren fórmulas sacramentales para el ejercicio del derecho,


sino sólo notificación fehaciente.

3) En el plazo mencionado, la declaración debe llegar a conocimiento de


la sociedad.

4) La manifestación de la voluntad debe dirigirse a la sociedad,


representada por su representante legal.

Podemos enumerar como causales legales para el ejercicio del receso:


1) Transformación.

2) Prórroga de la sociedad.

3) Reconducción del contrato social.

4) Cambio fundamental del objeto.

5) Reintegro parcial o total del capital social.

6) Transferencia del domicilio al extranjero.

7) Fusión.

8) Escisión.

9) Retiro de la cotización y oferta pública.

10) Aumento del capital social.

En cuanto a la determinación del valor de la participación del socio


recedente, se debe tener en cuenta en función de los estados contables de
la sociedad, tema no poco discutido, donde parte de la doctrina establece
que se debería realizar un balance especial a tales efectos.

Pero debemos tener presente que la aprobación de los estados contables no


debe ser un mero trámite, sino que es responsabilidad de los socios
custodiar la legalidad y veracidad de los mismos.

34
12.5.3. Plazo. Caducidad. Efectos
Los plazos establecidos por la ley para los socios recedentes son:

En el caso de los accionistas, que hayan estado presentes y hayan votado en


contra de la decisión, dentro del quinto día.

Para quienes hayan estado ausentes y acrediten su condición de socios al


momento de la asamblea, 15 días de su clausura.

Además, “el derecho de receso caduca si la resolución que ha dado lugar a


su ejercicio es revocada por asamblea celebrada dentro de los 60 días de
expirado el plazo de ejercicio para los ausentes”7.

En caso que así sea, los accionistas recedentes readquieren sus derechos y
los de naturaleza patrimonial se retrotraen al momento en el cual
notificaron el receso.

El efecto del ejercicio del derecho de receso es, para el accionista, una vez
notificada la sociedad, queda separado de la misma y desligado del vínculo
de derechos y obligaciones que lo unían.

En efecto, pasa a ser un tercero con un derecho crediticio al reembolso del


valor de su participación cesando también su legitimación para ejercer
cualquier derecho inherente a la calidad de socio.

7Art. 245 Ley General de Sociedades Nº 19.550. Boletín Oficial de la República Argentina,
Buenos Aires, Argentina, 25 de abril de 1972.

35
13. Sociedad anónima.
El órgano de
administración: el
directorio
El directorio puede ser definido como:

el órgano permanente, esencial y colegiado que tiene a su


cargo la administración de la sociedad anónima con las
facultades que la ley y el estatuto le confieren, integrado por
los directores, socios o no, elegidos periódica y normalmente
por la asamblea de los accionistas. (Richard & Muiño, 2004, p.
513).

La Ley General de Sociedades exige imperativamente que en el contrato


social se estipule y reglamente la constitución y el funcionamiento del
directorio, respetando las siguientes previsiones:

1) Reunirse por lo menos una vez cada tres meses y cuando lo requiera
cualquier director;

2) La convocatoria deberá ser realizada por el presidente del directorio;

3) El síndico debe ser convocado a todas las reuniones del directorio,


de las que participará con voz y sin voto;

4) El quórum no podrá ser inferior a la mayoría absoluta de sus


integrantes;

5) Las decisiones se adoptarán por mayoría absoluta de los directores


presentes, salvo que se establezca un régimen más riguroso;

6) Las reuniones de directorio no requieren orden del día, salvo en los


supuestos que sean convocadas por los directores;

36
7) Los directores no pueden hacerse representar en las reuniones, ni
votar por correspondencia, pero en caso de ausencia podrán
autorizar a otro director para hacerlo en su nombre, si existiera
quórum;

8) No pueden participar los directores que tengan un interés contrario


al interés social;

9) Deberá labrarse acta de cada reunión en el libro correspondiente;

10) El acta se deberá redactar mientras se celebra la misma,


resumiéndose las manifestaciones hechas en la deliberación, las
formas de votación y sus resultados.

Dentro del ámbito de competencia del directorio se sitúan todos aquellos


asuntos que no están atribuidos o reservados al órgano de gobierno, es
decir, la asamblea de accionistas.

El directorio, como órgano, se encuentra integrado por personas


individuales, quienes actúan en nombre de la sociedad, lo que se relaciona
con la teoría del órgano oportunamente analizada en virtud de la cual se
descarta toda relación laboral entre la sociedad y los directores.

Ello puede sustentarse por los siguientes motivos:

1) No existe subordinación entre la asamblea (que designa a los


directores) y el directorio. Tan es así que no sólo no está obligado a
obedecer a la asamblea sino que incluso está facultado para
impugnar sus decisiones.

2) La revocabilidad de los directores no requiere invocación de causa,


por lo que no tienen derecho a indemnización alguna.

Para su remoción será necesaria una decisión asamblearia en tal


sentido, lo que se aleja sustancialmente de la estabilidad y vocación
de permanencia del derecho laboral.

13.1. Administración y representación


de la sociedad anónima
Frecuentemente, en los distintos tipos societarios, administración y
representación, si bien como hemos estudiado no son funciones iguales,
recaen en un mismo órgano o persona.

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En el caso de la sociedad anónima, la administración se encuentra a cargo
del directorio, mientras que la representación del ente corresponde al
presidente del directorio.

13.2. Los directores


Nuestra ley societaria adopta la teoría organicista, en virtud de la cual los
directores son funcionarios de la sociedad.

En virtud de ello, cuando los directores despliegan su actuación, es la


sociedad misma la que actúa.

El directorio puede organizarse bajo la forma unipersonal o plural.

En el caso de las sociedades anónimas del art. 299 LS, la unipersonalidad no


está permitida, ya que debe integrarse por lo menos con tres directores.

Cuando se dispone un funcionamiento plural, la actuación es colegiada, lo


que implica que se sesiona y decide en virtud del principio de mayorías.

Por estatuto, debe determinarse el número de directores o facultar a la


asamblea que lo haga.

Al asumir el cargo, los directores deben prestar una garantía por eventuales
daños y perjuicios que su gestión pudiese ocasionar a la sociedad (art. 256
LS).

La garantía constituye una condición para su designación, con lo cual en caso


de incumplimiento opera como causal de remoción.

13.2.1. Presidente del directorio: Carácter personal


del cargo
Como toda persona jurídica, la sociedad anónima requiere de una
representación que tal como adelantamos, corresponde al presidente del
directorio (art. 268 LS).

Tiene a su cargo encabezar al órgano que tiene como función la


administración y gestión de la sociedad desde el punto de vista interno y
vincular a la sociedad con los terceros para el cumplimiento del objeto social.

El estatuto puede autorizar la actuación de uno o más directores, quienes


pueden actuar en forma indistinta o conjunta.

En los dos supuestos es de aplicación el artículo 58 LS.

38
A su vez, el artículo 266 LS establece el carácter personal e indelegable del
cargo de director.

Aclara, además, que los directores no podrán votar por correspondencia,


pero en caso de ausencia podrán autorizar a otro director a hacerlo en su
nombre, si existiera quórum. Su responsabilidad será la de los directores
presentes.

13.2.2. Requisitos, prohibiciones e


incompatibilidades
El art. 256 LS determina las condiciones requeridas para ejercer el cargo de
director. Establece de modo expreso que no se requiere la calidad de
accionista, exige que la mayoría absoluta de directores tengan domicilio real
en Argentina, aunque todos deben constituir domicilio especial en el país a
los fines de la notificación.

Las prohibiciones e incompatibilidades para ser director están establecidas


en el art. 264 LS. No pueden ser directores:

1) Aquellas personas que no pueden ejercer el comercio;

2) Los fallidos hasta su rehabilitación conforme la ley de concursos y


quiebras.

Es importante aclarar que la Ley Nº 24.522 ha suprimido la


calificación de conducta, por tanto la redacción de este punto en la
Ley General de Sociedades ha quedado desactualizada estableciendo
distintos plazos.

3) Quienes hayan sido condenados con pena accesoria de inhabilitación


para ejercer cargos públicos hasta después de diez (10) años de
cumplida la condena.

4) Quienes hayan sido condenados por hurto, robo, defraudación,


cohecho, emisión de cheques sin fondos y delitos contra la fe pública,
hasta después de diez (10) años de cumplida la condena.

5) Quienes se encuentren condenados por delitos cometidos en la


constitución, funcionamiento y liquidación de sociedades, hasta
después de diez (10) años de cumplida la condena.

4) Los funcionarios de la administración pública que se desempeñen en


un área relacionada con el objeto que desarrolla la sociedad por el
plazo de dos (2) años del cese de sus funciones.

39
13.2.3. Designación: Lista completa; Voto
acumulativo. La elección por clases. Duración del
cargo. Renuncia y remoción
El primer directorio de la sociedad anónima que nace es elegido por los
socios en la constitución en caso de acto único y por asamblea constitutiva
si la sociedad se constituye por suscripción pública.

Posteriormente, y para los directores que sean designados luego, el principio


establecido por el art. 234 inc. 2º LS para la designación de los directores es
el de la mayoría absoluta en el ámbito de la asamblea ordinaria.

Existen diferentes sistemas de elección de los miembros del directorio.

La elección por clases de acciones prevé un beneficio a dicha categoría y


conforme al estatuto los miembros de esa clase de acciones tienen la
posibilidad de elegir uno o más directores (art. 262 LS).

Además del sistema de elección por clases, el estatuto debe reglar el


procedimiento por el cual ha de llevarse a cabo y ponerse en práctica.

Por otro lado, el art. 263 LS contempla el procedimiento de elección por voto
acumulativo.

Este sistema de elección es de tipo proporcional y concede a los socios


minoritarios la posibilidad de lograr designar a un director que los
represente.

El proceso se describe en la ley detalladamente y cada uno de sus pasos


hacen que su comprensión sea sencilla.

Para un explicación detallada y precisa de su funcionamiento,


véase Nissen, R. (2006). Curso de Derecho Societario (pág. 453 a
457).

En cuanto a la duración de los directores en el cargo, el estatuto debe


determinar ese plazo, que no puede exceder de los tres ejercicios (art. 257
LS).

Además, la ley permite la reelección indefinida de los directores (art. 256


LS), con lo cual quienes se desempeñen con capacidad e idoneidad para la

40
conducción de los negocios sociales en beneficio de la sociedad y los
accionistas pueden continuar sin objeción alguna.

El órgano con competencia exclusiva para la remoción o revocación de los


directores es la asamblea de accionistas, ámbito en el que rige, como hemos
dicho, la libre revocabilidad, dándole de esta manera amplio margen para
modificar la composición del directorio cuantas veces lo crea conveniente.

En caso de vacancia temporal o definitiva, el art. 258 LS prevé:

1) En el caso de elección de directores suplentes, estos accederán al


órgano de administración conforme el orden de su elección;

2) Se prevé que la sindicatura pueda designar reemplazante hasta la


celebración de la próxima asamblea, si no estuviese previsto otro
mecanismo para su nombramiento. Respecto de esta última
posibilidad, destacamos que dicha atribución le ha sido otorgada por
la propia ley, no siendo necesario la previa consulta a los accionistas.

Para los casos en que nadie se ofreciese o no se encontrase reemplazante,


lo que es habitual en situaciones de conflicto interno, el síndico estará
legitimado para solicitar la intervención judicial, para poner fin a las
anomalías.

En lo atinente a la renuncia de los directores, a diferencia respecto de otros


tipos societarios que sólo generan daños para el caso de dolo e
intempestividad, en la sociedad anónima la presentación de aquella no
implica inmediato alejamiento, debiendo esperar que el directorio se expida
al respecto, que se tratará en la primera reunión luego de haber sido
presentada.

La continuidad del renunciante puede incluso rechazarse, con fundamento


en que se afecta el funcionamiento del directorio (por ejemplo, deja sin
quórum al órgano), en cuyo caso aquel deberá esperar el pronunciamiento
de la asamblea ordinaria.

Recordemos que el carácter doloso de la renuncia debe ser apreciado de


igual manera que respecto de los hechos ilícitos, vale a decir que exista
intención de provocar el daño.

En cuanto a la intempestividad, se alude a la falta de previsión por parte del


órgano receptor de la renuncia presentada.

41
13.2.4. Remuneración de los directores. Límites
La función y el trabajo que ejercen los directores de una sociedad anónima
son remunerados y ante el silencio del estatuto al respecto, la asamblea
general es competente para fijar dicha retribución.

El art. 261 LS establece que el monto máximo de las remuneraciones que


puedan percibir los directores y miembros del consejo de vigilancia,
incluidos sueldos, no podrán exceder el 25% de las ganancias.

Seguidamente, el citado artículo dispone que el monto máximo se limitará


al 5% cuando no se distribuyan dividendos a los accionistas y se
incrementará proporcionalmente a la distribución, hasta alcanzar el límite
cuando se reparta el total de las ganancias.

Mediante esta norma, la ley ha querido equilibrar el derecho patrimonial


principal de los accionistas al dividendo con el derecho a percibir una
remuneración por parte de los directores, con el propósito de evitar
directores ricos y accionistas pobres.

Asimismo, el último párrafo del art. 261 LS establece una excepción a la


norma para los casos en que exista ejercicio de comisiones especiales o de
funciones técnico-administrativas por parte de uno o más directores, esto
es, que frente a lo reducido o a la inexistencia de ganancias impongan la
necesidad de exceder los límites prefijados, sólo podrán hacerse efectivas
tales remuneraciones en exceso si fuesen expresamente acordadas por la
asamblea de accionistas, a cuyo efecto deberá incluirse el asunto como uno
de los puntos del orden del día.

13.2.5. La actividad en competencia y la prohibición


de contratar con la sociedad
El art. 273 LS establece que los directores no pueden participar en
actividades que impliquen competencia con la sociedad, sea por cuenta
propia o de terceros, excepto autorización expresa por parte de la asamblea.

La sanción que se expresa para el incumplimiento de lo citado es la


responsabilidad del art. 59 LS y por supuesto que constituye justa causa de
remoción.

La norma es coherente y acorde con la defensa del interés social y la


actividad que lleva a cabo la sociedad frente a un interés particular, más aún
de quien desarrolla tan importante función en el esquema social.

42
Por otro lado, y en sintonía con lo recién expuesto, el art. 271 LS dispone la
prohibición del director de contratar con la sociedad.

Si bien parece una norma determinante, en su redacción nos brinda detalles


de lo que el director tiene permitido.

El director puede celebrar contratos que sean de la actividad pero en las


condiciones del mercado.

Podemos citar el ejemplo de una sociedad anónima cuya actividad comercial


es la de elaborar y comercializar productos de panificación (pan, facturas,
etc.).

Si cualquiera sea la causa el proveedor de harina ha aumentado


notablemente el precio de la materia prima para la actividad de la panadería
y un director tiene a su vez un almacén que vende al por mayor harina y a
precios mejorados que el ofrecido por el proveedor, resultaría lógico y
beneficioso para la sociedad que pueda celebrar el contrato en las
condiciones que la ley estipula.

En los casos que los contratos no reúnan esas características, se requiere la


aprobación del directorio o conformidad de la sindicatura si no existiese
quórum.

Además, debe darse aviso a la asamblea.

La responsabilidad solidaria por los daños y perjuicios provocados a la


sociedad si los contratos se desaprobasen será a cargo de los directores o la
sindicatura en su caso.

Los contratos que se celebren en violación a lo dispuesto son nulos, sin


perjuicio de la responsabilidad del caso.

13.3. Funciones del directorio

13.3.1. Reuniones: Convocatoria. Presidencia.


Quórum y mayorías
Una de las exigencia de la ley para la redacción del estatuto es la de
reglamentar la constitución y el funcionamiento del directorio (art. 260 LS).

Primeramente, debemos aclarar que el directorio funciona de manera


orgánica.

43
La ley establece que el directorio deberá reunirse por lo menos una vez cada
tres meses (art. 267 LS), excepto que se estipule una exigencia de mayor
frecuencia.

Igualmente, podrá reunirse cuando los asuntos lo requieran y se considere


necesario.

La convocatoria deberá ser efectuada en la forma que se establezca en el


estatuto por el presidente del directorio o cualquiera de los directores,
siendo en este caso el presidente el encargado de comunicarla para la
reunión dentro del quinto día de haber recibido el pedido indicando el orden
del día de los temas a tratar.

Si ello no se realizara, lo hará cualquiera de los miembros del directorio (art.


267 in fine LS).

La importancia de comunicar el orden del día radica en el derecho de los


directores a conocer de antemano y con la debida antelación los temas que
tendrán tratamiento, debate y resolución con el objetivo de informarse y así
poder ejercer el derecho de voz y voto con el adecuado conocimiento y
responsabilidad.

En relación con el quórum, la ley determina que podrá deliberar con la


presencia de la mitad más uno de sus integrantes, con el objetivo de formar
un debate rico y nutrido de opiniones por parte de los directores.

En relación con la toma de decisiones, si bien el estatuto debe reglarlo, ante


su silencio la ley no da respuesta clara por lo que debe entenderse que rige
la regla de la mayoría de los presentes.

De las reuniones del directorio se requieren que quede constancia en actas


de lo deliberado y resuelto.

13.3.2. Impugnación de las resoluciones.


Legitimación. Casos. Trámite. Caducidad. Revocación
de la resolución. Responsabilidad
Si bien la Ley General de Sociedades no lo ha previsto, cuando una resolución
emanada del directorio de una sociedad anónima ha sido adoptada en
contra de la ley y abusando de las facultades conferidas en beneficio de un
grupo (sean directores o accionistas), puede entenderse que los restantes
directores o los accionistas en su caso se encuentran autorizados para
ejercer tal acción.

44
La impugnación puede fundarse en vicios formales (falsedad en los votos) o
en incompetencia por asumir facultades que no le correspondían por ley o
el estatuto o porque la decisión le correspondía a otro órgano social (aprobar
los estados contables).

La acción se ejercita en contra de la sociedad, sin perjuicio que puedan


sustanciarse también las pertinentes acciones de responsabilidad contra los
directores involucrados.

También pueden comprender defectos de convocatoria o de


funcionamiento, vicios de legitimación, capacidad o consentimiento de los
directores que afecten el quórum o mayorías, e incluso por vicios en el
contenido de la resolución.

13.3.3. Delegación de funciones. Gerentes y comité


ejecutivo
La indelegabilidad del cargo de director establecida en el art. 266 LS no veda
la posibilidad de conferir mandatos para el ejercicio de determinadas
funciones, como actuar en juicio.

Asimismo y teniendo en cuenta la actividad empresarial y la organización


dentro de la sociedad anónima, en distintas áreas o sectores se designan
gerentes para delegar funciones de la administración.

Cabe destacar que la designación de gerentes no excluye la responsabilidad


de los directores, ya que sus funciones se limitan a la administración
ordinaria careciendo de poder para contratar en nombre de la sociedad.

El art. 270 LS “establece que el directorio puede designar gerentes generales


o especiales, sean directores o no, revocables libremente, en quienes puede
delegar las funciones ejecutivas de la administración”.8

En cuanto a su responsabilidad, los gerentes deben responder tanto ante la


sociedad como ante los terceros por los actos desemepeñados en su cargo
en la misma extensión y forma que los directores.

Así, en las sociedades anónimas pueden designarse gerentes en las


diferentes áreas de calidad, de ventas, de marketing, de logística y
distribución, de finanzas, entre otras.

Es fundamental aclarar que la ley expresamente dispone que la designación


de los gerentes no excluye la responsabilidad de los directores.

8Art. 270 Ley General de Sociedades Nº 19.550. Boletín Oficial de la República Argentina,
Buenos Aires, Argentina, 25 de abril de 1972.

45
En cuanto al comité ejecutivo, “el art. 269 regla que el estatuto puede
organizar un comité ejecutivo integrado por directores que tengan a su
cargo únicamente la gestión de los negocios ordinarios”9.

El directorio vigilará la actuación de ese comité ejecutivo y ejercerá las


demás atribuciones legales y estatuarias que le correspondan.
En relación con la responsabilidad, la designación del comité no modifica las
obligaciones y responsabilidades de los directores.

13.4. La responsabilidad de los


directores

13.4.1. Principios generales. El estándar de conducta


exigido
La primera obligación que se exige a todo administrador y/o representante
de una sociedad es la de ajustar tanto su conducta al orden jurídico, lo que
incluye el respeto a la ley, al estatuto o contrato social.

Pero, además, la ley establece un estándar jurídico, una pauta interpretativa


de la responsabilidad de los administradores, el deber de actuar con la
lealtad y diligencia de un buen hombre de negocios.

La “lealtad” implica el deber de obrar en ese sentido. “Actuación para


obtener mayores ventajas para la sociedad y sin motivaciones extra sociales
que puedan influir para desviar esa actuación” (Halperin, 1975, p. 187).

La “diligencia de un buen hombre de negocios” implica no solo ser un buen


ciudadano medio, sino actuar con responsabilidad profesional específica
para el tipo de negocios que tiene a su cargo.

La responsabilidad de los directores es una especie dentro del género de la


responsabilidad civil y por lo tanto reposa sobre sus principios generales.

a) Comportamiento antijurídico: implica un obrar contrario al


ordenamiento jurídico.

9Art. 269 Ley General de Sociedades Nº 19.550. Boletín Oficial de la República Argentina,
Buenos Aires, Argentina, 25 de abril de 1972.

46
b) Daño.

c) Nexo de causalidad.

d) Factor de atribución.

El art. 274 LS nos presenta tres supuestos de responsabilidad, que en


realidad podrían absorberse y conformar un único supuesto.

1) Por el mal desempeño de su cargo: nos remite al Art. 59, a este


estándar jurídico que debe ser valorado en el caso concreto
conforme las circunstancias del caso.

La responsabilidad, entonces, es por la violación de la obligación


genérica que pesa sobre el directorio de llevar adelante los negocios
sociales cumpliendo con el objeto social en miras a obtener
ganancias.

2) Por la violación de la ley, el estatuto o el reglamento: en realidad,


podría estar subsumida en el anterior supuesto, ya que ningún
hombre diligente actuaría de este modo.

3) Y por cualquier otro daño producido por dolo, abuso de facultades


o culpa grave: es un supuesto residual, por el que el legislador parece
no haber querido dejar afuera ningún acto que pueda dañar.

Los directores deberán responder ilimitada y solidariamente frente a los


accionistas y los terceros por el mal desempeño de sus cargos.

El hecho de que se trate de una responsabilidad solidaria e ilimitada, surge


como clara consecuencia del carácter colegiado del órgano, que impone a
cada uno de sus integrantes el deber de vigilancia y control de la totalidad
de la administración o gestión de la sociedad.

Alegar, en consecuencia, que no se ha tenido injerencia alguna en la


administración de los negocios sociales, no reviste entidad suficiente para
ser considerada como una causal exculpatoria.

La responsabilidad explicada sólo encuentra como límite cuando se hubieran


asignado funciones específicas y en forma personal, de acuerdo con lo
establecido en el estatuto, habiéndose cumplimentado con la debida
inscripción en el Registro Público.

Ello no implica la desvinculación del director por los daños que se


ocasionaren a la sociedad, sino que simplemente la imputación de
responsabilidad será tenida en cuenta por el juez, siempre que se haya
cumplido con la inscripción referida ut supra.

47
13.4.2. Acción social de responsabilidad. Causales.
Ejercicio. Efectos
La acción social de responsabilidad es la acción judicial que, previo el
cumplimiento de los requisitos legales pertinentes, persigue la
indemnización de los daños y perjuicios sufridos por la sociedad en su propio
patrimonio, en contra de los directores por el incumplimiento de sus
obligaciones.

El bien jurídico tutelado es la propia sociedad, perjudicada por el mal


desempeño de sus administradores en su gestión.

Para promover la acción, es menester convocar una asamblea a los fines de


tratar la cuestión o aunque sea tratar un asunto en cuya virtud se resuelva
promover la acción. Dispuesta la promoción, le corresponde al presidente
del directorio por ser el órgano de representación, la cual debe ser
promovida en el plazo de 3 meses.

A su vez, según su forma de ejercicio, la acción puede clasificarse en:

1) Acción social ut universi: es aquella ejercida por la misma


sociedad en contra de los directores afectados previo debate y
resolución favorable en el seno de la asamblea sobre la
declaración de responsabilidad de los directores y la promoción
de la acción.

2) Acción social ut singuli: es ejercida por los socios, pero no en


interés propio sino en interés de la sociedad.

i. Por cualquier accionista por inacción de la sociedad: en el caso


de que en el término de tres meses quienes tienen a su cargo la
representación de la sociedad no promuevan la acción social ut
universi, la ley legitima a cualquier accionista para promoverla.
ii. Cuando la sociedad ha resuelto la extinción de la responsabilidad
de los directores conforme el art. 275 LS y a esa resolución se
opuso el 5% del capital social por lo menos.

Los legitimados para la promoción de la acción son:

 La Sociedad (previa resolución asamblearia conforme el art. 276 LS).

 Los accionistas a título singular (arts. 276 y 277 LS).

 El Síndico de la quiebra.

48
 Cualquier acreedor en forma individual (arts. 278 LS y 175 Ley de
Concursos y Quiebras).

13.4.3. Acción individual de responsabilidad. Por el


socio. Por un tercero

La acción individual del accionista es la acción que persigue la indemnización


de los daños producidos en el patrimonio personal del accionista, en virtud
de una relación que surge del estatuto social, o que responde a una relación
de naturaleza societaria.

Debemos encontrarnos ante un daño sufrido por el socio en cuanto tal, en


su patrimonio, no respecto del daño indirecto que pueda resultar de un
menoscabo del patrimonio social. Es en favor del perjudicado.

La acción individual del tercero es aquella que le cabe a todo tercero


damnificado por un incumplimiento de los administradores de cualquier
sociedad.

Es una acción de daños.

En síntesis, para discernir frente a un caso concreto cuál es la acción que


corresponde promover, debemos en primer lugar identificar cuál es el
patrimonio afectado:

 Si la víctima es la propia sociedad, nos encontraremos ante la "acción


social";

 Si el perjuicio es sufrido por un accionista o un tercero, nos


encontramos frente a la "acción individual".

Ya dentro de esta última categoría,

o si el daño es sufrido por un tercero ajeno a la sociedad, será


una “acción individual del tercero”.

o si el perjuicio es sufrido por el accionista, habrá de analizarse


cuál es la naturaleza del derecho afectado: si el daño es
incumplimiento de una obligación que une al accionista con la
sociedad en mérito del contrato de sociedad, corresponde la
“acción individual del accionista”.

Si la relación nada tiene que ver con la relación societaria, será la “acción del
tercero”.

49
13.4.4 Exención y extinción de responsabilidad.
Prescripción
Hablamos de exención de responsabilidad cuando el director o directores
no resultan responsables del acto o hecho causante del daño.

Para poder eximirse, el director debe formular la protesta expresa y


asentada en el acta de la deliberación o resolución del órgano de la cual surja
claramente la disidencia y el desacuerdo.

A su vez, se impone la denuncia al órgano de fiscalización.

En cuanto a la oportunidad, la ley establece que debe ser antes que la


responsabilidad sea denunciada al directorio, al síndico, a la asamblea, a
autoridad competente o se ejerza acción judicial.

El sentido es evitar la consumación del daño, no liberar al director de


responsabilidad, por lo que se deberá analizar su conducta en forma íntegra
y ver si su actuación fue idónea para evitar la ejecución de la resolución.

Debe defender el interés social, y no solo oponerse, pero despreocupándose


de la suerte posterior del acto respecto del cual protesta.

En el caso del director ausente en la deliberación y que no conoció la


resolución o el acto dañoso, queda exento siempre y cuando la ausencia o
falta de conocimiento se encuentren debidamente justificados según el
criterio del “buen hombre de negocios”.

De ningún modo puede admitirse que la falta de ejercicio de los deberes


legales o la negligencia sean una forma de evitar responsabilidades.

Por otro lado, la extinción implica existencia de responsabilidad y posterior


extinción, en virtud de la disposición del art. 275 LS.

 Aprobación de la gestión: implica una renuncia genérica a promover


la acción de responsabilidad respecto de los actos potencialmente
generadores de ella. Generalmente, se da en oportunidad de
presentar el balance y la memoria a consideración de la asamblea. Es
una conformidad dada por la sociedad de los actos cumplidos por los
directores, siempre que no haya oposición de accionistas que
representen cuanto menos el 5% del capital social y no que no se trate
de una obligación nacida como consecuencia de la violación de la ley,
estatuto o reglamento.

 Cabe aclarar que no alcanza los supuestos de actos clandestinos u


ocultos que no fueron puestos en conocimiento de la asamblea.

50
 Renuncia expresa de la sociedad: La renuncia debe ser dispuesta por
la asamblea, siempre que no haya oposición de accionistas que
representen cuanto menos el 5% del capital social y no que no se trate
de una obligación nacida como consecuencia de la violación de la ley,
estatuto o reglamento.

 Transacción: el art. 275 impone como requisito que sea resuelta por
asamblea, que no haya oposición de accionistas que representen
cuanto menos el 5% del capital social, y no que no se trate de una
obligación nacida como consecuencia de la violación de la ley,
estatuto o reglamento.

13.4.5. Las acciones sociales y la quiebra de la


sociedad
En el caso que la sociedad se encuentre en estado de quiebra, la Ley Nº
24.522 de concursos y quiebras prevé la acción concursal por dolo, regulada
en el art. 173 y ss. Ley de Concursos y Quiebras.

Es una acción que persigue la condena de los administradores (y terceros) al


pago de los daños y perjuicios ocasionados cuando estos han facilitado,
contribuido, agravado o generado la situación patrimonial del deudor o su
insolvencia, mediante una conducta dolosa.

El bien jurídico tutelado lo constituyen los derechos de los acreedores,


perjudicados por la sustracción dolosa de bienes de la sociedad fallida, o la
conducta dolosa que ha permitido o agravado la insolvencia.

El factor de atribución es el dolo civil, que implica actuar a sabiendas y con


la intención de causar un daño a otro.

La legitimación le corresponde:

 Al síndico de la quiebra (autorizado por la mayoría de capital


verificado y declarado admisible) (art. 173 LCQ).

 Los acreedores, cuando el síndico habiendo sido emplazado para


promover la acción, no lo haya hecho (art. 120 LCQ).

La Ley General de Sociedades establece que las autorizaciones conferidas


por la asamblea no son válidas si la sociedad se declara en quiebra en lo que
respecta a la responsabilidad de los directores (arts. 275 y 278 LS).

51
14. Sociedad anónima.
La fiscalización interna
y externa
El régimen de la Ley General de Sociedades establece tres modos de
fiscalización a través del consejo de vigilancia, la sindicatura y el contralor
estatal.

Según las características de la sociedad anónima, se impone el deber o no


de contar con un órgano de fiscalización interna, externa o prescindir de ella.

Así, las sociedades anónimas no comprendidas en el art. 299 LS pueden


prescindir de la sindicatura, caso en el que el contralor de la actividad queda
en manos de los socios conforme lo previsto en el art. 55 LS.

14.1. El Consejo de Vigilancia


14.1.1. Definición. Normas aplicables
El Consejo de Vigilancia es un órgano de fiscalización colegiado, no
profesional, que está integrado de 3 a 15 accionistas.

Su existencia debe estar prevista de modo expreso en el estatuto que


además debe reglar su organización y funcionamiento.

La designación de los miembros del consejo de vigilancia corresponde a la


asamblea de accionistas y el libremente revocable. Tanto la designación
como su desvinculación deben inscribirse en el Registro Público.

52
14.1.2. Atribuciones y deberes
Podemos enumerar como atribuciones y deberes del Consejo de Vigilancia
las siguientes:

 Fiscalizar la gestión del directorio.

 Convocar a asamblea cuando lo estime necesario o en el caso que lo


soliciten accionistas que representen más del 5% del capital.

 Aprobar determinados actos cuando el estatuto establezca esa


función.

 Presentar a la asamblea sus observaciones en relación con los estados


contables.

 Designar comisiones para examinar las cuestiones que consideren


que corresponda o cuando los accionistas hagan renuncia al respecto.

 Demás funciones y facultades atribuidas por el art. 294 LS a los


síndicos societarios.

14.2. La Sindicatura
14.2.1. Definición. Designación
La fiscalización privada en las sociedades anónimas se encuentra a cargo de
uno o más síndicos, cuya designación corresponde a la asamblea de
accionistas eligiendo a su vez igual número de síndicos suplentes (art. 284
LS).

Como lo hemos adelantado, en los casos de las sociedades anónimas no


comprendidas en el art 299 LS, la sindicatura es optativa, por lo que en el
caso de prescindir de la misma debe preverlo en el estatuto.

La designación corresponde a la asamblea ordinaria, conforme la mayoría


absoluta de votos presentes.

El art. 288 LS prevé para la designación la elección por clases, pudiendo el


estatuto autorizar que a cada una de ellas corresponda la elección de uno o
más síndicos titulares e igual número de suplentes y reglamentará la
elección.

53
En ese caso, la remoción se decidirá por la asamblea de accionistas de la
clase, excepto los casos de los artículos 286 y 296 LS.
También se ha previsto la elección por voto acumulativo.10 (art. 289 LS).

El estatuto precisará el plazo por el cual son elegidos para el cargo, que no
puede exceder de tres ejercicios, no obstante, permanecerán en el mismo
hasta ser reemplazados. Podrán ser reelegidos.11 (art. 287 LS).

Su designación es revocable solamente por la asamblea de accionistas, que


podrá disponerla sin causa siempre que no medie oposición del cinco por
ciento (5 %) del capital social, resultando nula cualquier cláusula en
contrario.

En los casos que la sindicatura fuere plural, la actuación se lleva a cabo


conforme las reglas de un cuerpo colegiado y su nombre es el de "Comisión
Fiscalizadora".

Las normas relacionadas a su constitución y funcionamiento deberán ser


establecidas en el estatuto.

14.2.2. Requisitos para ser síndico. Inhabilidades e


incompatibilidades
La Ley Nº 26.994 de reforma ha modificado el art. 285, que regula los
requisitos para ser síndico, los que quedan establecidos de la siguiente
manera:

 Ser abogado contador público con matrícula habilitante o sociedad


con responsabilidad solidaria constituida exclusiva por estos
profesionales.

 Tener domicilio real en el país.

Las inhabilidades e incompatibilidades están previstas en el art. 286 LS: No


pueden ser síndicos:

1) Quienes se hallan inhabilitados para ser directores,


conforme al artículo 264 LS;

10 Art. 289 Ley General de Sociedades Nº 19.550. Boletín Oficial de la República Argentina,
Buenos Aires, Argentina, 25 de abril de 1972.
11 Art. 287 Ley General de Sociedades Nº 19.550. Boletín Oficial de la República Argentina,

Buenos Aires, Argentina, 25 de abril de 1972.

54
2) Los directores, gerentes y empleados de la misma
sociedad o de otra controlada o controlante;

3) Los cónyuges, los parientes con consanguinidad en línea


recta, los colaterales hasta el cuarto grado, inclusive, y los
afines dentro del segundo de los directores y gerentes
generales.

14.2.3. Atribuciones y deberes. Responsabilidad


El cargo de síndico es personal e indelegable.

Los derechos y deberes de la sindicatura están enumerados en el art. 294 LS,


sin perjuicio de lo que el estatuto pueda disponer.

1) Fiscalizar la administración de la sociedad, a cuyo efecto


examinará los libros y documentación siempre que lo juzgue
conveniente y, por lo menos, una vez cada tres (3) meses.

2) Verificar en igual forma y periodicidad las disponibilidades


y títulos valores, así como las obligaciones y su cumplimiento;
igualmente puede solicitar la confección de balances de
comprobación;

3) Asistir con voz, pero sin voto, a las reuniones del


directorio, del comité ejecutivo y de la asamblea, a todas las
cuales debe ser citado;
4) Controlar la constitución y subsistencia de la garantía de
los directores y recabar las medidas necesarias para corregir
cualquier irregularidad;
5) Presentar a la asamblea ordinaria un informe escrito y
fundado sobre la situación económica y financiera de la
sociedad, dictaminando sobre la memoria, inventario,
balance y estado de resultados;
6) Suministrar a accionistas que representen no menos del
dos por ciento (2%) del capital, en cualquier momento que
éstos se lo requieran, información sobre las materias que
son de su competencia;
7) Convocar a asamblea extraordinaria, cuando lo juzgue
necesario y a asamblea ordinaria o asambleas especiales,
cuando omitiere hacerlo el directorio;
8) Hacer incluir en el orden del día de la asamblea, los
puntos que considere procedentes;

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9) Vigilar que los órganos sociales den debido cumplimiento a
la ley, estatuto, reglamento y decisiones asamblearias;

10) Fiscalizar la liquidación de la sociedad;

11) Investigar las denuncias que le formulen por escrito


accionistas que representen no menos del dos por ciento (2%)
del capital, mencionarlas en informe verbal a la asamblea y
expresar acerca de ellas las consideraciones y proposiciones
que correspondan. Convocará de inmediato a asamblea para
que resuelva al respecto, cuando la situación investigada no
reciba del directorio el tratamiento que conceptúe adecuado
y juzgue necesario actuar con urgencia.12

En cuanto a la responsabilidad, conforme lo dispone el art. 296 LS, los


síndicos son ilimitada y solidariamente responsables por el incumplimiento
de las obligaciones que les imponen la ley, el estatuto y el reglamento.
Su responsabilidad se hace efectiva por decisión de la asamblea.13

Además, “son responsables solidariamente con los directores por los hechos
y omisiones de éstos cuando el daño no se hubiera producido si hubieran
actuado de conformidad con lo establecido en la ley, estatuto, reglamento
o decisiones asamblearias”.14

14.3. Fiscalización estatal


14.3.1. Fiscalización estatal permanente. Sociedades
incluidas
La Ley General de Sociedades ha impuesto un régimen de control externo
para determinadas sociedades, que se encuentra a cargo de la Inspección de
Personas Jurídicas en el caso de la provincia de Córdoba.

Conforme lo dispone el art. 299 LS, las asociaciones anónimas, además del
control de constitución, quedan sujetas a la fiscalización de la autoridad de
contralor de su domicilio, durante su funcionamiento, disolución y

12 Art. 294 Ley General de Sociedades Nº 19.550. Boletín Oficial de la República Argentina,
Buenos Aires, Argentina, 25 de abril de 1972.
13 Art. 294 Ley General de Sociedades Nº 19.550. Boletín Oficial de la República Argentina,

Buenos Aires, Argentina, 25 de abril de 1972.


14 Art. 297 Ley General de Sociedades Nº 19.550. Boletín Oficial de la República Argentina,

Buenos Aires, Argentina, 25 de abril de 1972.

56
liquidación, en cualquiera de los siguientes casos:

1) Hagan oferta pública de sus acciones o debentures;


2) Tengan capital social superior a pesos argentinos ($500)
monto éste que podrá ser actualizado por el Poder Ejecutivo,
cada vez que lo estime necesario;
3) Sean de economía mixta o se encuentren comprendidas
en la Sección VI;
4) Realicen operaciones de capitalización, ahorro o en
cualquier forma requieran dinero o valores al público con
promesas de prestaciones o beneficios futuros;
5) Exploten concesiones o servicios públicos;
6) Se trate de sociedad controlante de o controlada por otra
sujeta a fiscalización, conforme a uno de los incisos
anteriores15.

14.3.2. Fiscalización estatal limitada


La fiscalización estatal limitada, es aquella que lleva a cabo la autoridad de
contralor de las sociedades anónimas que no se encuentra incluidas en el
artículo 299 LS. El control se limita al contrato constitutivo, sus reformas y
variaciones del capital, a los efectos de los artículos 53 y 167 LS.

A su vez, la fiscalización estatal limitada se extiende y la autoridad de


contralor podrá ejercer funciones de vigilancia en las sociedades anónimas
no incluidas en el artículo 299 LS:

1) Cuando lo soliciten accionistas que representen el diez por


ciento (10 %) del capital suscripto o lo requiera cualquier
síndico. En este caso se limitará a los hechos que funden la
presentación;

2) Cuando lo considere necesario, según resolución fundada,


en resguardo del interés público.

15Art. 299 Ley General de Sociedades Nº 19.550. Boletín Oficial de la República Argentina,
Buenos Aires, Argentina, 25 de abril de 1972.

57
14.3.3. Facultades de la autoridad de contralor
La autoridad de control, en caso de violación de la ley, del estatuto o del
reglamento, puede aplicar sanciones de:

1) Apercibimiento;

2) Apercibimiento con publicación;

3) Multas a la sociedad, sus directores y síndicos. Estas


últimas no podrán ser superiores a pesos argentinos seis mil
($a 6.000) en conjunto y por infracción y se graduarán según
la gravedad de la infracción y el capital de la sociedad. Cuando
se apliquen a directores y síndicos, la sociedad no podrá
hacerse cargo de ellas. Se faculta al Poder Ejecutivo para que,
por intermedio del Ministerio de Justicia, actualice
semestralmente los montos de las multas, sobre la base de la
variación registrada en el índice de precios al por mayor, nivel
general, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y
Censos.16

Además, el art. 303 LS expresa que la autoridad de contralor


tiene la facultad de solicitar determinadas medidas al juez del
domicilio de la sociedad competente en materia comercial
tales como:

1) La suspensión de las resoluciones de sus órganos si las


mismas fueren contrarias a la ley, el estatuto o el reglamento;

2) La intervención de su administración en los casos del inciso


anterior cuando ella haga oferta pública de sus acciones o
debentures, o realice operaciones de capitalización, ahorro o
en cualquier forma requiera dinero o valores al público con
promesa de prestaciones o beneficios futuros y en el
supuesto del artículo 301, inciso 2. La intervención tendrá por
objeto remediar las causas que la motivaron y si no fuere ello
posible, disolución y liquidación;

3) La disolución y liquidación en los casos a que se refieren los


incisos 3, 4, 5, 8 y 9 del artículo 94 y la liquidación en el caso
del inciso 2 de dicho artículo.17

16 Art. 302 Ley General de Sociedades Nº 19.550. Boletín Oficial de la República Argentina,
Buenos Aires, Argentina, 25 de abril de 1972.
17 Art. 303 Ley General de Sociedades Nº 19.550. Boletín Oficial de la República Argentina,

Buenos Aires, Argentina, 25 de abril de 1972.

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Referencias

Código Civil y Comercial de la Nación. Aprobado por Ley Nº 26.994 B.O.


08/10/2014 Suplemento. Vigencia: 1° de agosto de 2015, texto según art. 1° de la
Ley Nº 27.077 B.O. 19/12/2014. Honorable Congreso de la Nación Argentina

Ley General de Sociedades Nº 19.550. Boletín Oficial de la República Argentina,


Buenos Aires. 25 de abril de 1972. Inspección de Personas Jurídicas.

Halperin, I. (1975). Sociedad de Responsabilidad Limitada. Buenos Aires: Depalma.

Grispo, J. D. (Noviembre 2006) Reflexiones sobre el derecho de suscripción


preferente {versión electrónica} Abeledo Perrot JA 2006-IV-1184 - SJA Lexis Nº
0003/012938 Recuperado el 11 de junio de 2015. Recuperado de
www.abeledoperrotonline.com.ar.

Nissen, R. (2006). Curso de Derecho Societario. Buenos Aires: AdHoc.

Richard, E. y Muiño, O. (2004). Derecho societario. Sociedades comerciales, civil y


cooperativa. Buenos Aires: Astrea.

Zunino, J. O. (2007) Régimen de Sociedades Comerciales Ley 19.550. Buenos Aires:


Astrea.

www.21.edu.ar

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