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ACCITON ][]llE lENTREGA DE JLA COSA VEN][]llIDA - JLA ElRRONEA ~NTElRlP'RE'Jl.'A- _" '\
CRON ][]lE JLA JLEY COMO CAUSAL ][]lJE CA SAC~ON - EN CONTRA ][]lJEJL DEUDOR
CONS'lI.'li'.!I.'UK][]lO EN MORA ][]lE CUMIlP'JLlIlR UNA OBJLKGACKON EXmTE UNA JP'RE-
SUNC~ON DE CUJLlP'A - COMO lP'UlEIDE IDESVKR'Jl.'UARSE D][cHA PRJESUNC~ON.­
FUERZA MAYOR y CASO FOlR1'1UJ[']I'O ~ lLA KMPREYKSRlB~JLRDAD DJEJL EVENTO
QUE :LOS CONS'lI.'liTUYE HA DE SER 1lJN A ~MlP'RJEY[§JIB"II:LRDAD lffiUMANA - ElL
COM:JPlRADOR DE COSA ARRENDAlllA.. CUYO ARRJENDAMJIENTO NO ESTA OlBLlf-
GAIDO A RESPETAR, 'li'RENE NO SOJLO IDRRECHO A REClLAMAR lLA RJES,][,R'R'UClION
IDlEJL ARRENDA'Jl.'AllUO, SRNO TAMBlfENJLA ACC][ON DE ENTREGA CONTRA EL
VENIDEIDOlR

11.-11a in~eIl"pretaci@n errónea de ll2i. lley venido mientras no se haga imposible, y en


ha de ser índependíente de los hechos illlle- poner diligentemente los medios pall."a l!I\\lIla la
batidos. JEs el juicio equivocado que eJl ju- Imposíbtlídad no se presente. Si el lI."esmll1\alállo
gador se forma del sentido y alcance állle álle- era realizable y no se realizó, o si COlDl c¡¡eIl"~
terminado precepto legal. JEs, por tal1ll1l.o, U111llla diligencia puállo evitarse que .se hieiera im-
noción abstracta, doetrmaría: en reswbállc posible, el deudor es responsahle.
(]le una torcida hermenéutica. 3.-lLa. obligación de dar, que es la l11lue
Si el error de ínterpretaeíén se pIl"le1l.ellllálle contrae el vendedor, contiene la de entre-
álleducir de nas pruebas meJl juicio, pOli' lb1lIl.~illli'­ gar la cosa, y, además, si ésta es un euerpo
se aplicado Ia ley a situaciones de hecJlM~ no cierto, la de eonservarto hasta la entrega, 'i:
acreditadas suficientemente; entonces en con- empleando en su eustodía el debido c1Illidaállo,
cepto de la violación será indiIl"ecto, y ha- so pena de pagar los perjuicios al acreedor
brá de ocurrir, si se quiere romper la sen- que no esté en mora de recibir (arficules
tencia por el primer motivo de casación, a la 1605 y 1606 C. C.).
demostración de error de derecho o de eIrJr@Jr Como la entrega de la cosa es oblígncíém
de hecho manifiesto en la apreeíaeíén me JllllS állel vendedor, éste será respensable si, jpl1Ill-
pruebas que sustentan el faBo. diendo, no la verifica, o si la entrega líl>PIr-
2.-11as obligaciones se contraen para (1)\IllJlllIl- tuna se hizo impcsibne poli." S1Ill cunnpa, es Ille-
plírse, lHIay una presunción de 0,
culpa en a¡¡unñelDl cir, si no se puso la diliigencia o cuídado álle-
no las satisface en el modo y tiempo álle- bído para evitar el caso forllll¡¡~o, del C1Illa]
bidés, porque el incumplimiento es UD llt~­ sólo responde cuando sobrevíene por su clIlll-
che o una omiisión que afecta el derecho aje- pa o hallándose en mora de cUllllI1llpHr, a m.e-
no. lEl deudor puede destruir esa pll."es1llllDlCiÓlDl nos, en este último evento, que 110 fortwMo
probando que su incumplimiento o~eáll~ió hubiera también dañado la cosa en jwmeIr del
a fuerza mayor o caso fortuito que sebreví- acreedor <articulo 11n12 C. C.).
no sin culpa y antes de estar constim«1lo en

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4.-11os elementos esenciales de la fl\lleIrZlll
mora (artículo 16041 C. C.) ll"ero. como la mayor o caso fortuito son lo ll.Mll"lItlEWlI§lI-
culpa proviene de no obrar con Ia állilligelDl- BlLJE, noeíén.que no es ni puede ser absolu-
.cía o cuidado que la ley gradúa SI!lg1Íllm lla ta en derecho, ylo iuesistiblle, que sí: tie-
naturaleza del contrato (artículo 63 'JI TIDri- ne ese carácter, pues no bastan dificultades
mer inciso del 160410 C. C.), resulta que al más o menos graves, COlDl Itas cuales tIrojpliie-
deudor, para exenerarse de responsm~iliálllll<Ill, za a cada paso la actividad den hembre, sin
no le basta probar el caso fortuito, sme tam- que por ello se junstifidlue el Incumplimíente
bién que empleó la diligencia o lC111idaillo , de sus compromisos.
debido pan hacer posible la ejecución álle su l1a imprevisJibJilidad ha de ser humana, en
obligación. el sentido de que la previsíén no esté al all-
lEsta consiste en realizar el resultado eon- canee de los medios ordiinarios (]le «¡¡une állis-

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.1JIDlIJiIICIIAlL 685

pone el obligado, y ha de referirse a las eir- tiene el derecho, no la obligación, de de-


eunstancias en que, sin su culpa, esté colocado mandar la restitución del arrendatario cuyo
el agente. 1P'0rque, por ejemplo, una tormen- eontrato ha terminado o no está obligado a
ta que sobreviene cuando el deudor está en respetar, pero no pierde por ello la acción
camino y no tiene dónde guarecer la mercan- de entrega de lo vendido contra su vendedor,
cía que neva, es para él un caso fortuito derecho que es correlativo de la obligación
o fuerza mayor, pero no lo será para quien, de éste.
a~tes de partir, pudo ver todas las señales
que la presagiaban, a pesar de lo cual se Corte Suprema de Justici'a.-Sala de Casación Ci-
aventuró imprudentemente a la travesía. lIJiel vil.-Bogotá, junio siete de mil novecientos cin-
mismo modo -yen otro ejemplo- si la cuenta y uno.
conducta irregular o imprudente del deudoi"
le permite prever la reacción natural den (Magistrado ponente: DI'. Alberto Holguín
acreedor o de terceros, no podrá escudarse Lloreda)
en los actos de autoridad que sobrevengan
como consecuencia lógica de, su ínconsulte 'En demanda de 29 de octubre de 1945, Pablo A.
proceder, pues él habrá dado ocasión a ellos. López, vecino de Guacarí, pidió' contra Elisa
lLos expositores y la jurisprudencia están y Tulia Arizabaleta Plaza, vecinas de Cali, las si-
acordes en que lo imprevisto ha de tener guientes declaraciones:
una causa extraña al obligado, como lo es- 1~ Que las demandadas estaban obligadas, de

tán en que lo irresistible ha de serlo abso- conformidad con la compraventa que consta en
lutamente. lLa locución "a que no es posible la escritura 1809 de 17 de julio de 1945, de la no-
resistir", que emplea la definición legal den taría 1~ de Cali, a entregarle la finca de 'Pomá',
caso fortuito, es tan expresiva que es inú- que le vendieron por ese instrumento, situada
til buscar otra que pueda tener un sentido en el municipio de Palmira, departamento del
más exacto. Y aunque podría pensarse que 10 Valle del Cauca, fundada ~ <un lote de terreno de
irresistible en la acepción del Código, ad- 353 fanegadas y 5.000 varas cuadradas, y com-
mUe cierta relatividad en cuanto al sujeto puesta de potreros de pasto artificial, llanos, va-
de la obligación, el texto legal no permite rias casas de habitación, plantaciones, de caña de
desviaciones acomodaticias. Mientras el agen- . azúcar, arroz, plátano y otros cultivos, una mata
te tenga ,a su alcance medios que lo capaci- .de guadua, corrales, cercas de alambre .divísorias
tan normalmente para afrontar lo imprevis- con los predios vecinos y demás anexidades, por la
to, no estará en presencia de un caso fortui- aIinderación allí expresada. ',,-;- .~
to, pues la posibilidad de cumplir, no obs- 2110 Que, de acuerdo con el referido contrato, las
tante el suceso inesperado, excluye el ele- demandadas debieron entregarle la finca a más
mento absoluto de la irresistibilidad. tardar el 16 de agosto de 1945.
5.~Cuando el cuerpo cierto perece, entre 3110 Que las demandadas se constituyeron en mora
otros casos, porque deja de estar en el co- y consecuencialmente se hicieron responsables del
mercio, se extingue la obligación ( artículo pago de perjuicios, por no haberle entregado ma-
11129 C. C.), salvas las excepciones legales, terialmente la finca dentro de los treinta días si-
entre las cuales figura la del primer inciso guientes a la fecha de la escritura de venta.
del artículo 1I.7311.: que la pérdida ocurra por 4110 Que al demandante pertenecían todos los
culpa o durante la mora del deudor, caso en frutos de la finca a partir del 17 de agosto de
el cual la obligación cambia de objeto, dis- 1945.
posición ésta que, a su turno, sufre la excep- 5110 Que las demandadas están obligadas a pagar-
ción del inciso 29: que el cuerpo cierto, es- le el valor de los perjuicios que le causaron por
tando el deudor en mora perezca por caso· no haberle entregado oportunamente la finca in-
fortuito que también lo habría hecho perecer cluyendo los frutos que ella produjo desde el 16
en manos del acreedor. de agosto hasta el 7 de septiembre de 1945, fecha
iS.-lEn virtud de la compra de la cosa ésta en que verificaron la entrega.
arrendada, seguida de la tradición inscrita, 6!J. Que, por razón de los frutos durante ese lap-
cuando de bien raiz se trata, el comprador so, las demandadas .deben pagarle la suma de -seis
.1J1lJj[J)lIiOllAIL

mil ciento noventa y nueve pesos con sesenta cen- opusieron, por tanto, a las peticiones de la deman-
tavos ($ 6.199.60). da y propusieron las excepciones de "petición
7f!. Que las demandadas deben pagar las costas indebida" y "carencia de acción" y cualesquiera
del juicio, si Io afrontan. otras que resulten probadas según el artículo 329
Son hechos de la demanda: la compraventa y del Código Judicial.
sus principales estipulaciones, entre las cuales Sentencia reclll11'rida.-El juzgado del conocimien-
figura laobligadón de las vendedoras de exigir to falló el negocio el 19 de octubre de 1946, absol-
inmediatamente la restitución del predio a Re- viendo a las demandadas de todos los cargos, sin
migio Montealegre, arrendatario del mismo según' costas. El demandante apeló de ese fallo, que fue
contrato con ellas celebrado por la escritura 90 confirmado por el Tribunal Superior de Cali en
de 15 de enero de 1943, de ia notaría 1~ de Cali ;
sentencia de 22 de octubre de 1947, contra la cual
el incumplimiento de la obligación de entregar la interpuso el actor el recurso de casación, que fue
finca dentro del plazo estipulado, que venció el
admitido y legalmente sustanciado, por 10 cual
17 de agosto de 1945, lo cual ocasionó perjuicios
procede la Corte a decidirlo.
al demandante, quien dejó de percibir los frutos
El Tribunal funda la absolución de las deman-
que se colectaron desde esa fecha y hasta el 7 dadas en que éstas "no están obligadas a responder
de septiembre, tiempo en que hubo de pagar pas-
de las obligaciones demandadas, como queda de-
tajes para sus ganados: el arroz cosechado y los mostrado al tratar del caso fortuito o fuerza ma-
pastajes pagados durante ese lapso valieron seis
yor que les impidió hacer al demandante la en-
mil ciento noventa y nueve pesos con sesenta 'cen- trega oportuna de la finca".
tavos ($ 6.199.60); las demandadas, en repetidas
conversaciones, ofrecieron al demandante pagar- La sentencia hace consistir el caso fortuito o
le los perjuicios expresados, incluyendo en ellos fuerza mayor en dos hechos: 1Q La renuencia del
el valor de la cosecha de arroz pendiente, que le arrendatario Montealegre a restituir la finca a
pertenecía, pero después se negaron a ello, como las arrendadoras, dificultad que, en sentir del Tri-
puede verse en la carta que le dirigieron con fe- bunal, si en apariencia era previsible por ellas,
cha 2 de octubre de 1945. no lo era en realidad, dado que el arrendamiento
En derecho, apoyóse la demanda en los artícu- terminaba ípso facto por la venta del predio, y
los 1494, 1551, 1602, 1849, 1880, 1882, 1884, 1886 y que automáticamente, por el mismo hecho de la
demás disposiciones concordantes del Código Ci- venta, las arrendadoras pasaban a ser propietarias
vil, y 734 y siguientes deLJudicia1. de las mejoras. 29 El embargo y secuestro pre-
. Aceptaron las demandadas la realidad de la ventivos de la próxima cosecha de un arrozal
compraventa y de las estipulaciones consignadas existente en la finca, decretado y practicado con-
en la respectiva escritura, inclusive el pago del tra Montealegre por el Juez municipal de Palmira
precio al contado; aceptaron también que Ia fin- el 9 de agosto de 1945, a petición de su acreedor
ca vendida no le fue entregada al comprador el Jacinto Martini.
17 de agosto sino el 7 de septiembre de 1945, pero La casación.-El recurrente ataca la sentencia
no por incuria o renuencia de ellas sino por culpa por el primer motivo de casación: violación de ley
del arrendatario Montealegre, quien demoró la sustantiva, que resulta, según él, por tres aspec-
restitución de aquélla contra la expresa volun- tos distintos, lo que lo lleva a formular otros tan-
tad de las arrendadoras, como les consta al de-
mandante y a su apoderado, pues éste actuó en
nombre de ellas en el juicio de lanzamiento que
iniciaron ante el \Juzgado Civil del circuito de Pal-
tos cargos, a saber:
IP'rimer cargo.-"Violación directa del artículo
19 de la ley 95 de 1890, en relación con el inciso
2Q del artículo 1616 del Código Civil".
t
mira, cuando se dieron cuenta de que amistosa- Dice que el sentenciador infringió tales disposi-
mente no se lograría la desocupación del predio ciones "por errónea interpretación de su claro
por el arrendatario. Negaron la existencia de los contenido filosófico y jurídico, interpretación equi-
pejuicios demandados y su responsabilidad al res- vocada que lo llevó a aplicarlas indebidamente
pecto, alegando que el retardo en la entrega de al caso del pleito", con lo cual violó también las
la finca al comprador se debió a un hecho que no de los artículos 1604, inCISOS 19 y 39, 1605, 1606,
pudieron evitar, cual fue la mora de Montealegre 1610, ordinal 3Q , 1872, inciso 29, y 1882 del Código
para desocuparla en la oportunidad debida. Se Civil, por no haberlos aplicado,
<ür.&CIE'l'A,. JUDICIAL 687

Segundo cargo.-Errores de hecho manifiestos sula séptima se obligaron las vendedoras a en-
en la apreciación de las siguientes pruebas: tregar la finca al comprador dentro de treinta dias,
111- La carta de 8 de octubre de 1945, dirigida para lo cual exigirían inmediatamente al arren-
por las demandadas al demandante, "porque ese datario la restitución del predio.
documento emanado de las propias obligadas, no
'l'ercer cargo.-Error de derecho en la apre-
contiene la prueba de la diligencia que les corres-
ciación de las pruebas que °quedan enumeradas,
pondía emplear para cumplir la obligación de en-
"por haberles dado (el Tribunal) no sólo un va-
tregar en toda su integridad la finca de ca,mpo,
lor distinto, sino contrario al que la ley les asig-
que fue materia de la compraventa, dentro del
na, porque ninguna de ellas, ni todas juntas, sir-
plazo estipulado".
ven para dar por acreditada en el expediente, con
2~ Los documentos auténticos que acreditan el
fundamento en la ley, la concurrencia de un caso
embargo y secuestro preventivos decretados y
fortuito liberatorio de la responsabilidad de la par-
practicados por el Juez municipal de Palmira,
te demandada",
porque lo embargado y secuestrado no fue la to-
talidad de la hacienda de Pomá, que mide 353 fa- Como consecuencia de los expresados errores de
negadas y 5.000 varas cuadradas, sino un arrozal hecho y de derecho que imputa al sentenciador,
de quince plazas allí cultivado; porque "para que el recurrente estima que se violaron las mismas
el acontecimiento imprevisto e irresistible se pue- disposiciones sustantivas ya citadas en el primer
da calificar de caso fortuito con relación al sujeto cargo.
de la obligación de que se trata, se requiere que Se considera: El recurrente califica su primer
aquél produzca la imposibilidad de su cum- cargo de violación directa de determinados pre-
plimiento y no una simple dificultad, que no libra ceptos sustantivos, pero en realidad el concepto
de responsabilidad, desde luego que las estipula- de violación lo deduce de errónea interpretación de
ciones de las partes se hacen o deben hacerse so- tales normas, que llevó al Tribunal a aplicarlas
bra la base de las facilidades y dificultades que indebidamente. Y la interpretación equivocada la
puedan presentarse en el curso ordinario de la hace depender de la cuestión de hecho, es decir,
vida de relación y de lucha, y es lógico suponer de que, según él, no está probado el caso fortuito
en cada contratante el propósito de afrontar las invocado por las demandadas: pero cabe observar
últimas hasta donde racionalmente sea posible"; que 'la sentencia no da pie' para afirmar que el
y "porque siendo incompetente el Juez que de- juzgador haya aesconocido la recta interpretación
cretó y ejecutó las mencionadas medidas preven- del artículo 1'? de la ley 95 de 1890, ni el 29 inciso
tivas, las demandadas no hicieron uso de los recur- del 1616 del Código Civil: En ningún pasaje de
sos legales conducentes a hacer ineficaz esa extra- aquélla se ha sentado sobre tales puntos una tesis o
limitación de funciones". doctrina que pueda estimarse contraria a la de-
3~ El poder dado el 13 de agosto de 1945 por las finición legal de fuerza mayor o caso fortuito, o
vendedoras al Dr. Joaquín Navia Belalcázar para al principio de que el deudor sólo es responsable
la acción de lanzamiento del arrendatario Monte- del caso fortuit~ cuando éste sobreviene durante
alegre, y la demanda consiguiente que dicho apo- su mora o por su culpa.
derado presentó en la misma fecha ante el juez Al contrario, doctrinariamente el sentenciador
civil del circuito de Palmira, "porque esa prueba parte de la base de que el caso fortuito supone
envei de acreditar la debida diligencia para pro- imprevisíbilidad e imposibilidad en el sujeto de la
teger los intereses del comprador, demuestra que obligación, que son sus elementos esenciales, y
las vendedoras incurrieron en mora de veinti- expresamente estampa que "el deudor no respon-
ocho días para exigir legalmente esa restitución de del caso fortuito, sino cuando al acaecimiento
(de la finca), teniendo en cuenta lo estipulado en· de éste, aquél está ya constituido en mora, o cuan-
la cláusula séptima de la escritura número 1809 do el hecho ha sobrevenido por su culpa", afir-
de 17 de julio de 1945, otorgada en la notaría 1~ mación que no es otra cosa que la reproducción
de Cali. Al caer en mora para dar ese paso, incu- de expresas normas legales.
rrieron en una negligencia u omisión, y toda omi- La interpretación, errónea ha de ser indepen-
sión con que se causa un perjuicio a otro es culpa diente de los hechos. debatidos. Es el juicio equi-
que obliga al resarcimiento de perjuicios", vocado que el juzgador se forma del sentido y al-
4l¡\ La citada escritura de venta, en cuya cláu- cance de determ!nado precepto legal. Es, por tan-
JJ1D'ID>lI<DlI&lL

,to, una noción abstracta, doctrinaria; el resultado dose en mora de cumplir, a menos, en este último
de una torcida hermenéutica. evento, que 10 fortuito hubiera también dañado
Si el error de interpretación se pretende de- la cosa en poder del acreedor (articulo 1882 C.
ducir de las pruebas del juicio, por haberse apli- C.).
cado la ley a situaciones de hecho no acreditadas Ya se ha dicho que los elementos esenciales de
suficientemente, entonces el concepto de la vio- la fuerza mayor o caso fortuito son 10 üm][bli"evñsü-
lación será indirecto, y habrá de ocurrir, si se ble, noción que no es ni puede ser absoluta en
quiere romper la sentencia por el primer motivo derecho, y 10 irresistible, que sí tiene ese carácter,
de casación, a la demostración de error de dere- pues no bastan dificultades más o menos graves,
cho o de error de h-echo manifiesto en la apre- con las cuales tropieza a cada paso la actividad
ciación de las pruebas que sustentan el fallo, que del hombre, sin que por ello se justifique el in-
es lo que hace el recurrente en sus cargos segun- cumplimiento de sus compromisos.
do y tercero, que la Sala pasa a examinar. La imprevisibilidad ha de ser humana, en el
Las obligaciones se contraen para cumplirse. sentido de que la previsión no esté al alcance de
Hay una presunción de culpa en quien no las sa- los medios ordinarios de que dispone el obligado,
tisface en el modo y tiempo debidos, porque el y ha de referirse a las circunstancias en que, sin su
incumplimiento es un hecho o una omisión que culpa, esté colocado el agente. Porque, por ejem-
afecta el derecho ajeno. El deudor puede destruir plo, una tormenta que sobreviene cuando el deu-
esa presunción probando que su incumplimiento dor está en camino y no tiene dónde guarecer la
obedeció a fuerza mayor o caso fortuito que so- mercancía que lleva, es para él un caso fortuito o
brevino sin su culpa y antes de estar constituído fuerza mayor, pero no lo será para quien, antes
en mora (artículo 1604 C. C.). Pero como la culpa de partir, pudo ver todas las señales que la presa-
proviene de no obrar con la diligencia o cuidado giaban, a pesar de lo cual se aventuró imprudente-
que la ley gradúa según la naturaleza' del con- mente a la travesía. Del mismo modo -yen otro
trato (artículo 63 y primer inciso del 1604 C, C.), ejemplo si la conducta irregular o imprudente
resulta que al deudor, para exonerarse de respon- del deudor le permite prever la reacción natural
sabilidad, no le basta probar el caso fortuito sino del acreedor o de terceros, no podrá escudarse
también que empleó la diligencia o cuidado debi- en los actos de autoridad que sobrevengan como
do para hacer posible la ejecución de su obliga- consecuencia lógica de su in consulto proceder, pues
ción. él habrá dado ocasión a ellos.
Esta consiste en realizar el resultado convenido Los expositores y la jurisprudencia están acor-
mientras no se haga imposible, y en poner dili- des en que 10 imprevisto ha de tener una causa
gentemente los medios para que la imposibilidad extraña al obligado, como 10 están en que lo irre-
no se presente. Si el resultado era realizable y no sistible ha de serlo absolutamente. La locución
se realizó, o si con cierta diligencia pudo evitarse "a que no es posible resistir", que emplea la de-
que se hiciera imposible, el deudor es respon- finición legal del caso fortuito, es tan expresiva
sable. que es inútil buscar otra que pueda tener un sen-
La obligación de dar, que es la que contrae el tido más exacto. Y aunque podría pensarse que
vendedor, contiene la de entregar la cosa, y ade- 10 irresistible, en la acepción del Código, admite
más, si ésta es un cuerpo cierto, la de conservarlo cierta, relatividad en cuanto al sujeto de la obli-
hasta la entrega, empleando en su custodia el de- gación, el texto legal no permite desviaciones aco-
bido cuidado, so pena de pagar los perjuicios al modaticias. Mientras el agente tenga a su alcance
acreedor 'que no esté en mora de recibir (artícu- medios que lo capacitan normalmente para afron-
los 1605 y 1606 C. C.L tar lo imprevisto, no estará en presencia de un
Como la entrega de la cosa es obligación del caso fortuito, pues la posibilidad de cumplir, no
vendedor, los principios expuestos operan de idén- obstante el suceso inesperado, excluye el elemen-
tico modo: el vendedor será responsable si, pu- to absoluto de la irresistibilidad.
diendo, no la' verifica, o si la entrega oportuna Viniendo, sobre la base de estas ideas, al exa-
se hizo imposible por su culpa, es decir, si no men de las pruebas que el recurrente tacha de
puso la diligencia o cuidado debido para evitar el apreciadas con manifiesto error' de hecho tene-
caso fortuito, del cual, como se ha visto, sólo res- mos que, según la sentencia, "no hay constancia
ponde cuando sobreviene por su culpa o hallán- en los autos de la diligencia empleada por dichas
'señoritas (las demandadas) para obtener de Mon- surgieron relaciones contractuales muy directas
e, -, 'tealegre la restitución de la finca arrendada a entre €l comprador y el arrendatario por escri-
partir del 17 de julio, fecha en la cual se celebró tura pública,
·el contratü de compraventa, hasta el 13 de agosto, "En el caso improbable de que pudiera pros-
día en que las vendedoras confirieron poder al perar una acción contra el señor Montealegre,
D;r. Joaquín Navia Belalcázar para establecer por haber percibido la 'cosecha de arroz pendien-
juicio especial de lanzamiento contra el arrenda- te en la 'fecha en que debió verificarse la entrega
tario Montealegro a fin de obtener la entrega de de la hacienda Pomá, creemos que al comprador
la finca arrendada". Pero, a punto seguido, el Tri- del inmueble corresponde recabar el pago de
bunal aparece atribuyéndole a 'la carta de 2 de posibles indemnizaciones provenientes del arren-
'Octubre, dirigida por las vendedoras al comprador, damiento, por cuanto el contrato se consignó en
virtud probatoria de aquella diligencia o cuidado, escritura pública y el comprador, en tal caso, ad-
anterior al Ú de agosto, que había echado de me- quirió el inmueble con pleno conocimiento y
nos, y encuentra en ese documento la prueba de aceptación de las relaciones contractuales exis-
que "las demandadas estuvieron gestionando des- tentes con el arrendatario Montealegre".
de el primer momento con Montealegre la entrega Basta la lectura de ese documento para ver
de la finca", pero que para ello encontraron las , que de él no resulta la menor prueba de la diligen-
"dificultades insalvables" del caso fortuito, en sus cia o cuidado que las vendedoras pusieran desde
dos aspectos de embargo y secuestro del arrozal el 17 de julio, fecha de la venta, hasta el 13 de
por la autoridad y renuencia del arrendatario a agosto fecha de la demanda de lanzamiento, para
restituir aquélla a las arrendadoras. hacer posible el cumplimiento de su obligación
La citada carta es del tenor siguiente: "Hemos de entregar la finca al comprador, que había pa-
recibido su atenta carta, de' 8 de septiembre pasa- gado el precio al contado. La afirmación de haber
do, por medio de la cual se sirve comunicarnos estado listas en todo momento a verificar la en-
que ha recibido de manos de nuestro comisionado, trega no significa, en m:anera alguna, que las
señor Jesús Aguirre L., la hacienda Pomá que vendedoras hubieran gestionado desde el primer
le dimos en venta hace varios días. Nos manifiesta momento dicha entrega con Montealegre, como lo
usted igualmente que el arrendatario, señor Re- deduce el Tribunal con evidente error de hecho.
rnigio Montealegre, ya había cosechado un arro- , Antes, al contrario. 'la probabilidad de tales ges-
zal y otros frutos pendientes en la fecha en que tiones no asoma, si se tiene en cuenta que la par-
nosotras debíamo~ haberle entregado el inmueble, te demandada, en diversos pasos del proceso, ha
y que, por lo consiguiente, debemos pagar a usted sostenido que el arrozal en cuestión pertenecía
los perjuicios provenientes de la mora en la en- al arrendatario, y que era al comprador a quien
trega de la finca vendida. tocaba iniciar contra éste las acciones legales
"A1 respecto nos permitimos recordar a usted para la restitución del predio,
que nosotras estuvimos en todo momento listas La única gestión, indiscutiblemente tardía, que
a entregar la finca en la fecha fijada en la es- las vendedoras hicieron a ese, respecto, fue la de-
critura de venta; pero a usted consta, lo mismo manda de lanzamiento de Montealegre, presen-
que al doctor Joaquín Navia 'Belalcázar, que esa tada al secretario del Juzgado Civil del circuito
entrega se demoró varios días, por causas total- de Palmira el 13 de agosto, tres días antes de ven-
mente ajenas a nuestra voluntad e imputables cerse el plazo que las vendedoras tenían para
exclusivamente al -arrendatario, sefior Rernigio la entrega.
Montealegre, contra quien llegamos hasta iniciar La segunda prueba en que el recurrente en-
juicio de lanzamiento, Pero, como por otra parte, cuentra en la 'apreciación del Tribunal un eviden-
usted conoció ampliamente la existencia del con- te error de hecho son las copias autént.icas del
trato de arrendamiento suscrito con el señor Mon- embargo y secuestro preventivos del arrozal, de-
tealegre, el cual consta en escritura pública; es- cretados y practicados por el juzgado 19 muni-
timamos que como a comprador le afectan di- cipal de Palmira el 9 de agosto de 1945,
rectamente cualesquiera contingencias que ten- Considera el Tribunal que tales documentos
gan su origen o se hayan derivado del mencio- demuestran las dificultades insalvables que las
nado contrato de arrendamiento, Aun más: nos vendedoras encontraron para. no cumplir opor-
parece que al verificarse la venta de la finca, tunamente su obligación de entregar la finca de
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JJ1U~rrlCrrAlL

Pomá al comprador, y en esta apreciación in- vos, pues los había renunciado expresamente, era
curre el sentenciador en un error de hecho mani- elemental para las vendedoras prever como cosa
fiesto, desde luego que si la finca mide 353 fa- .probable, con la previsión más humana, que Mon-
negadas y 5.000 varas cuadradas, y el arrozal sólo tealegre podía recurrir a cualesquiera medios para
medía quince, más o menos, resulta palmario que entorpecer o demorar la restitución del predio
las vendedoras, por este aspecto, no tuvieron di- hasta haber cosechado el arrozal que estaría a
ficultad alguna para entregar oportunamente el .punto de siega en la segunda quincena de agos-
resto de la hacienda: las 338 fanegadas que no to. Y tanto más fácil era esa previsión si las de-
fueron objeto de las medidas preventivas. Y el mandadas estaban en la creencia, como lo han
Tribunal no hizo al respecto ninguna distinción sostenido, d~ que los frutos pendientes del arro-
o salvedad en cuanto al alcance parcial de la zal seguían perteneciendo al arrendatario des-
prueba, como ha debido hacerla para que su apre- pués de terminado el arriendo. En tales circuns-
ciación no resultara ostensiblemente errónea. El tancias, era lógico suponer que él no se confor-
embargo y secuestro de la cosecha pendiente, que maría con que la valiosa cosecha pasara a bene-
sí tuvo en concepto de la Sala el carácter de una ficiar al comprador de la finca. .
fuerza mayor, operó solamente respecto del te·, y si aquellos hechos, respecto de la entrega de
rreno ocupado por el arrozal y sobre la cosecha toda la hacienda, pudieran calificarse de casos
misma, pero no respecto del resto de la finca. fortuitos, ellos sobrevinieron por culpa de las
También aprecia la sentencia como prueba de mismas vendedoras, cuya negligencia en instau-
las dificultades insalvables de las vendedoras pa- rar inmediatamente las acciones legales los hi-
ra entregar la finca oportunamente, la acción de zo posibles o, al menos, las inhibió para afron-
lanzamiento que. iniciaron contra el arrendatario tarlos eficazmente.
el 13 de agosto de 1945, con 10 cual incurre el Los errores del Tribunal implicaron la viola-
sentenciador en otro error manifiesto, pues si ción de los principios de derecho que atrás se
aquéllas se obligaron a entregar lo vendido den- expusieron, los cuales están consagrados en las
tro de treinta días, que vencieron el 1& de agos- disposiciones legales sustantivas invocadas por
to, y si en la escritura de venta, de fecha 17 de el recurrente. Algunas se aplicaron índebidamen-
julio, se obligaron también a exigir Inmediata- te a casos que no tuvieron la calidad de fortuitos,
!llllle!ll~e al arrendatario la restitución del predio, o que, teniéndola, ocurrieron por culpa de las de-
lo que prueba la acción de lanzamiento, instau- mandadas; otras dejaron de aplicarse, cuando de-
rada en vísperas de vencerse aquel plazo, es el bieron serlo. ~
patente descuido, la negligencia culpable de las Ya se ha dicho que el secuestro de la cose-
vendedoras en orden al cumplimiento oportuno cha de arroz sí constituyó una fuerza mayor, que
de su obligación. impidió a las vendedoras, absoluta y definitiva-
Los errores apuntados llevaron al juzgador a mente, entregarla al comprador; pero esa fuerza
dar por probada una fuerza mayor o caso fortui- sobrevino (9 de agosto) cuando ellas estaban en
to que no lo está sino parcialmente, pues ni la mora de cumplir la obligación expresa que en la
renuencia del arrendatario a restituir la finca, ni escritura de compraventa habían contraído de exi-
el embargo y secuestro de la cosecha de arroz gir inmediatamente al arrendatario la restitución
son hechos que imposibilitaran a las vendedoras de la finca, único medio conducente para hacer
para entregar lo no secuestrado y embargado, posible su obligación de entregarla dentro del
si hubieran empleado diligentemente los medios plazo estipulado.
de que disponían y a que se habían. expresamen- Y con excepción de la demanda de lanzamiento,
te comprometido para hacer posible I la entrega que, por tardía, acusa una negligencia culpable,
oportuna. Ni el hecho de la renuencia del arren- no hay en el proceso la menor prueba de que las
datario a restituir puede considerarse como su- vendedoras hubieran empleado el debido cuidado
ceso insólito, inopinado, imposible de prever. para obtener de Montealegre tal restitución. De
Si el arrendamiento terminaba automáticamen- donde rectamente se infiere que el secuestro
te por la venta de la hacienda, y si el arrendata- -fuerza mayor- sobrevino también por culpa
rio, al terminar su contrato, carecía de derecho de las deudoras, quienes habrían podido evitarlo
para reclamar indemnización alguna y para re- o, al menos, contrarrestarlo eficazmente si, me-
tener la finca, por concepto de mejoras o culti- diante el ejercicio inmediato de las acciones le-
galés contra el arrendatario, o por cualquier otro raiz se trata el comprador tiene el derecho, no la
medio pertinente, hubieran obtenido la restitu- obligación, de demandar la restitución del arren-
ción del inmueble. Y como la prueba de la dili- datario cuyo contrato ha terminado o no está obli-
gencia o cuidado incumbía a las vendedoras (ar- gado a respetar, pero no pierde por ello la acción
tículo 1604, inciso 39 , C. C.), no es posible exo- de entrega de lo vendido contra su vendedor, de-
nerarlas de responsabilidad en la pérdida de la recho que es correlativo de la obligación de éste.
cosecha, que ocurrió, según se ha visto, cuando ya, y el hecho de que el comprador supiera, al cele-
por su culpa, se hallaban en mora de entregar. brar la compraventa, que la finca estaba en poder
Cuando el cuerpo cierto perece, entre otros ca- de un arrendatario por escritura pública, o que las
sos, porque deja de estar en el comercio, se ex- vendedoras lo hubieran impuesto de esa circuns-
tingue la obligación (artículo 1729 C. C.), salvas , tancia, no tiene más alcance que librarlas a ellas
las excepciones legales, entre las cuales figura de la culpa que habría implicado su silencio al
la del primer inciso del artículo 1731: que la pér- respecto, pero no incide en la diligencia o cuidado
dida ocurra por culpa o durante la mora del deu- que ellas estaban obligadas a emplear para que no
dor, caso en el cual la obligación cambia de obje- se hiciera imposible la ejecución oportuna de su
to, disposición ésta que, a su turno, sufre la excep- principal obligación.
ción del inciso 29: que el cuerpo cierto, estando Rota la sentencia por el cargo de error mani-
el deudor en mora, perezca por caso fortuito que fiesto en la apreciación de las únicas pruebas que
también lo habría hecho perecer en manos del la sustentan, resta a la Sala estudiar, ya como juez
acreedor: de instancia, si están acreditados los 'perjuicios
En el caso sub judice, según queda analizado, que el actor reclama y, en caso afirmativo, si lo
Ia cosecha se perdió por una' fuerza mayor que está suficientemente su cuantía, ya que, como
sobrevino por culpa de las vendedoras, y esa cir- lógicamente se desprende de todo 10 expuesto, no
cunstancia informa su responsabilidad, que ya no aparecen probadas las excepciones de "petición
se refiere ni puede referirse a la cosa misma, que indebida" y "carencia de acción".
ha perecido, sino a su precio.' Aunque el actor, en 'la 6!!- petición de la deman-
Dos responsabilidades concretas pesan, pues, so- da, estima en seis mil ciento noventa y nueve pe-
bre las demandadas: -la de indemnizar al deman- sos sesenta centavos ($ 6.199.60) el valor de "los
dante de los perjuicios consiguientes al retardo en frutos producidos por la finca de Pomá desde el
la. entrega de la finca (inciso 29 del artículo 1882 16 de agosto hasta el 7 de septiembre", es lo cier-
C. C.), y la de pagarle el valor de la cosecha to -que en esa estimación está comprendida tam-
de arroz (artículo 1731), ya que no han probado bién -según el hecho g) de la misma demanda
que ésta habría perecido también, por razón del y' la carta allí mencionada- el valor de los pas-
caso fortuito, hallándose la finca en poder' del tajes pagados a Miguel A. Paredes y el valor de-
comprador, prueba que era de cargo de ellas jado de percibir por concepto de Iecheria, que
(artículo 1733 íbidem). no son frutos de la finca, a los cuales, además
El Tribunal, acogiendo alegaciones de la parte del precio de la cosecha de arroz, limita el deman-
demandada y con el ánimo de exculpar a las ven- dante su acción de perjuicios. '
dedoras, por otro aspecto, de su incumplimiento, Los frutos naturales pendientes en la fecha en
considera que el 17 de agosto el actor "tenía ad- que debió efectuarse Ia entrega del predio (16
quirido el dominio pleno del inmueble y con ese de agosto) pertenecían al comprador. Por C'On-
derecho las acciones competentes consagradas al siguiente, eran suyos los del arrozal que fue co-
propietario por la ley contra los detentadores de sechado por el secuestre en beneficio del arrenda-
su derecho"; pero esta conclusión en nada puede tario Montealegre (artículo 1872, inciso 29, C. C.),
afectar las relaciones jurídicas de las vendedoras pues no hay prueba de que hubieran sido excep-
con el comprador, ni desplazar la obligación que tuados de la compraventa.
aquéllas tenían de entregar a éste la, finca den- La existencia y la pérdida de tales frutos para
tro del plazo convenido, pretendiendo que era su dúeño aparecen plenamente demostradas con
al comprador a quien correspondía buscar la en- los testimonios de Montealegre, Ulpiano Orejuela
trega en acción directa contra el arrendatario. y Ramón Elias Muñoz (fs. 19, 22 y 28 del C. 29),
En virtud de la compra de la cosa arrendada, y reconocidas por el mismo apoderado de las de-
seguida de la tradición inscrita, cuando de bien mandadas en el interrogatorio que formuló a sus
testigos, quienes deponen de conformidad al res- trando justicia en nombre de la República de Co-
pecto, como puede verse en el cuaderno 39. lombia y por autoridad de la ley, casa la senten-
También está demostrado suficientemente, con cia recurrida, pronunciada por el Tribunal Su-
las declaraciones de los nombrados Orejuela y Mu- perior del Distrito Judicial de Cali con fecha 22
ñoz, que Ia mencionada cosecha de arroz pro- de octubre de 1947, y , revocando la de primera
dujo sesenta y seis (66) anegas, pero se ignora instancia, faHa así el presente pleito:
el precio de éstas, pues sólo este último testigo da, lP'rimero.-Las demandadas, señoritas Ellsa y
dubitativamente, el dato de que la anega valía Tulia Arizabaleta Plaza, estaban obligadas a en-
entonces "entre ciento y ciento diez pesos", lo tregar materialmente al demandante, señor Pablo
cual -sobra decirlo- no es prueba completa ni A. López, la hacienda de "Pomá", que le vendie-
pertinente del verdadero valor de tales frutos (ar- ron por medio de la escritura 1809 de 17 de julio
tículos 668, inciso 19, 696 Y 721 C. J.). de 1945, de la notaría 11). de Cali, con todos los
En cuanto a pastajes, el actor sólo hace refe- componentes y anexidades y por los linderos. ex-
rencia -en la liquidación de perjuicios que pa- presados en la primera petición de la demanda.
só a las demandadas en carta de 8 de septiembre Segundo-s-Las demandadas, de acuerdo con ese
de 1945 (f. 9 C. 11')- a los que pagó a Miguel A. contrato, debieron hacer dicha entrega a más tar-
Paredes, por valor de ciento cincuenta y nueve dar el día 16 de agosto de 1945.
pesos sesenta centavos ($ 159.60), pero este per- 'll'e1"cero.-Las demandadas incurrieron en mora
juicio no aparece demostrado, pues el recibo que de entregar al demandante la expresada finca y
expidió dicho señor y que es el folio 2 del cua- se hicieron responsables del pago de perjuicios.
no 21', ni es explícito al respecto, ni ha sido reco- Cuarto.-Condénase a las demandadas, señori-
nocido por el firmante, por lo cual carece de valor tas Arizabaletas, a pagar al demandante, señor
probatorio. López, inmediatamente después de ejecutoriada
Es cierto que los testigos Mario Monedero e esta sentencia y por concepto de tales perjuicios,
Inocencio Ocampo, según lo declaran (fs. 22 y 27 el valor de los frutos del arrozal que existía en
C. 2 9 ) , le dieron pastajes en alquiler al demandan- la finca referida y que fue cosechado por el se-
te para ciento treinta (130) vacas paridas, entre cuestre, señor Eliécer Acosta M., frutos que es-
el 17 de agosto y el 7 de septiembre, pero ya se taban pendientes en la fecha indicada en el apar-
ha visto que el actor ha limitado el perjuicio, por te segundo.
este aspecto, a los pastajes pagados a Paredes El valor de tales frutos se fijará por el pro-
(hechos f), g) de Ia demanda), de modo que no cedimiento del articulo 553 del Código Judicial,
es posible ir más allá de lo pedido. cuando se trate de ejecutar'esta sentencia, teníen-
Respecto del lucro cesante, proveniente de ha- do en cuenta las bases sentadas en su parte moti-
ber dejado el actor de ordeñar el número de va- va.
cas paridas indicado, privándose así de la renta Q·uinto.-Al demandante, señor Pablo A. Ló-
líquida que le producía la leche el único testigo pez, pertenecían todos los frutos de la misma fin-
a quien le consta es Ocampo, pues Monedero nada ca, a partir del 17 de agosto de 1945.
sabe sobre el particular. Vale decir que el he- Sexto.-No hay Iugar a hacer las declaraciones
cho no está probado suficientemente. a que se refieren las súplicas 6l). y 71). de la de-
No estando acreditados perjuicios distintos del manda.
valor de los frutos del arrozal, la Corte habrá de Séptimo.-No hay lugar a decretar indemniza-
hacer en abstracto la condenación por concepto ción por perjuicios distintos del valor de los tru-
de estos últimos, en cuya liquidación posterior tos mencionados y, por tanto, se absuelve de tal
deberá tenerse en cuenta que la cosecha produjo cargo a las demandadas.
sesenta y seis (66) anegas de arroz pergamino, cuyo Octavo.-No están probadas las excepciones pe-
precio, sin empaque, será el que tuviera en la ha- rentorias.
cienda de Pomá, en los primeros días de septiem- Sin costas en las instancias y en el recurso.
bre de 1945, y con deducción del costo de reco- Publíquese, cópiese, notifíquese, insértese en la
lección de la misma cosecha, pero sin que ola in- GACETA JUDICIAL y devuélvase el expediente
demnización total pueda exceder de la suma de al Tribunal de origen.
cinco mil novecientos cuarenta pesos ($ 5.940.00),
en que la cosecha fue estimada por el propio de- A.rtUlrO Sillva llteboUedlo-:MliigueR A.rleaglll m.-
mandante. lP'edro Castillo lP'ineda-A.!berto lHIo!gUlliiJlll ILllo~
En mérito de todo lo expuesto, la Corte Supre- lP'ablo JEmnio MImotas-MaJllluel .1T~ War~Jll'rc­
ma de Justicia, en sala de casación civil, adminis- dro lLeón lltiJlllcón, Secretario.
JJUJI}llCllAJL

RECURSO DE HECHO - CUANDO ES PROCEDENTE ESTE RECURSO

lEl Tribunal no denegó el recurso de casa- que puso fin a la segunda instancia, con constan-
ción, sino que, simplemente, considerand?, cia de sus notificaciones; del memorial por medio
errada o acertadamente, dudosa la cuantía del cual interpuso el recurso de casación; del auto
para los efectos de la concesíéa de este re- que ordenó la fijación pericial de la cuantía y de
curso extraordinario, ordenó su fijación pe- la providencia que no aceptó la reposición de aquél,
ricial. solicitada por el mismo recurrente.
y es claro que no habiéndose denegado el Sostiene que "se trata de un juicio ordinario
recurso, sino sometídose su eoncesíén o ne- con una cuantía mayor de tres mil pesos en la
gación a un previo dictamen pericial, no pro- época de la vigencia plena del arículo 519 del
eede el recurso de hecho que está exclusiva- Código citado ... "; que "la reforma procesal que
mente consagrado para el caso de denega- envuelve el Decreto 3547 de 29 de noviembre de
ción de los recursos de apelación o casación, 1950 (el mismo día de dictarse la sentencia) no
y no para las providencias secundarias que puede en manera alguna regir para el caso ... ":
se dicten antes de resolverse si debe o no que "la ley, dice el Código de Régimen Político
aceptarse el recurso. Municipal y el Civil, no obliga sino a virtud de su
promulgación", y que "si existe la excepción de
Corte Suprema de Justicia.-Sala de Casación Ci- cuando la ley fije el día en que debe principiar
vil.-Bogotá, junio siete de mil novecientos cin- a regir y el Decreto expresó que lo sería desde
cuenta y uno. la fecha de su expedición, debe entenderse que pa-
ra que dicho Decreto hubiera podido regir en to-
(Magistrado ponente: Dr. Arturo Silva Rebolledo) dos los minutos y en todas las horas del día veinte
y nueve, habría sido necesario que él hubiera na-
El 29 de noviembre de 1950 el Tribunal Superior cido antes de ese día ... ": que "si el Decreto fue
de Cartagena dictó sentencia de segunda instan- expedido el día veinte y nueve, nada impide creer
cia en el juicio ordinario propuesto por Nasib Ge- que lo hubiera sido en las horas de la tarde o de
deón contra Manzur Juan y Simón J. Emiliani. la noche", y que "por eso, contra la existencia de
Contra dicha sentencia interpusieron ambas par- la sentencia ya dictada no puede oponerse un man-
tes en oportunidad, por intermedio de sus apode- dato legal extra de cuya vigencia no puede afir-
rados, el recurso de casación; mas el Tribunal, en marse con propiedad -y seguridad que se le hu-
auto de 31 de enero de 1951, con relación al in- biera adelantado en un minuto siquiera a aque-
terpuesto por el demandante, manifestó haber duda lla providencia".
sobre 'la cuantía y determinó someter a peritos
Agrega que "en el presente caso, para que sea
su fijación. (También dispuso no conceder el
aplicable el Decreto, es menester la certeza de que
recurso de los demandados).
precedió a la sentencia. Y eso no Io puede afirmar
Entendiendo el demandante que el no conce-
nadie. Se podría asegurar más bien lo contrario.
dérseleel recurso y someterlo a "dilaciones"
Las sentencias del Tribunal las dictan y firman
como la del peritazgo, "que de suyo envuelven
antes de cerrar audiencias a las cuatro de la tar-
trabas a la admínístración.de Justicia, es denegar-
de. Y los Decretos han venido naciendo en las
lo", en memorial de tres de abril del presente
horas de la noche"; y que analógicamente po-
año recurre de hecho ante la Sala, solicitando
dría aplicarse a este caso el Artículo 95 del Có-
-lo admita de una vez y ordene al Tribunal remitir
digo Civil.
el expediente.
Acompaña copia de los siguientes documentos: Para resolver se considera:
del encabezamiento y parte petitoria de la deman- De conformidad con los artículos 513 y 518 del
da; de Ía sentencia de 29 de noviembre de 1950 Código Judicial, el recurso de hecho procede sola-
mente cuando ha sido denegado el recurso de ape- so, sino sometídose su concesion o negacion a un
lación o casación. previo dictámen pericial, no procede el recurso
Por medio del auto recurrido, de 31 de, enero de hecho, que, como ya se dijo, está exclusiva-
del presente año, el Tribunal de Cartagena, en lo mente consagrado para el caso de denegación de
que respecta a la parte demandante, considerando los recursos de apelación o casación, y no para
que el actor había estimado la cuantía del pleito las providencias secundarias que se dicten, antes
"en más de cinco mil pesos" y que estaba ya vi- de resolverse si debe o no aceptarse el recurso.
gente el Decreto 3547 de 1950 que "elevó a la suma
de $ 10.000.00 la cuantía de que trata el artículo Por lo expuesto, la Sala declara improcedente
519 del C. J." dispuso la estimación de la cuantía, el recurso de hecho interpuesto, y ordena poner
para lo relativo al recurso de casación, por medio en conocimiento del Tribunal de Cartagena esta
de peritos. providencia.
Como se observa fácilmente, el Tribunal no de-
negó el recurso de casación, sino que, simple- Notifíquese.
mente, considerando, errada o acertadamente, du-
dosa la cuantía para los efectos de la concesión de Arturo Silva lItebonlelllo-Mñglllen 1i\delng21-IPe-
este recurso extraordinario, ordenó su fijación dro iCastñllo Pineda - 1i\lbedll) l!llll)ngillúllll lLlloli'e«lJn-
pericial. Pablo lEmiHo Manotas - MlnDuel José Wmll"~
y es claro que no habiéndose denegado el recur- lP'edro Leén lItñnCÓlll, Secretario.

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