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Amelia corrió por los pasillos, tal vez eso estaba prohibido en su escuela, pero
ella era bastante desobediente.
—Voy a llegar tarde— habló para ella misma, sin esperar que alguien la
escuchara.
Ambos caminaron por los pasillos, la poca gente allí en la escuela los ignoraba,
pasaba cerca de ellos sin verlos.
Amelia lo miró con preocupación, más no le importó tanto como para ir por su
amigo, Amelia entró a su clase, allí estaban sus compañeros, esta los saludó con
amabilidad y sus compañeros saludaron en respuesta.
—Adrián, no les hables, son almas en pena, vagan por la escuela como si aún
estuvieran vivos— ordenó la maestra de Adrián.
Adrián, tratando de ser valiente, abrió sus ojos solo para ver a su amiga.
Amelia, antes pareciendo una persona normal, ahora era una calavera, no tenía
piel, ni sangre, ni... vida.
Adrián se asustó mucho, retrocedió unos pasos, pero una mano de hueso cayó
sobre él.
La mano esquelética, tomó con fuerza la ropa de Adrián, tratando de que este
no se fuera.
Adrián estaba muy asustado, solo podía gritar tratando de que lo ayudaran.
Adrián vio como su maestra también era una calavera, la maestra calavera trato
de acercarse a Adrián.
Adrián corrió lo mas rápido que pudo, saliendo de aquella escuela tan
aterradora, a medio camino, Adrián tropezó con una roca.
Adrián cayo al suelo por culpa de una roca, asustado, miró como las calaveras lo
seguían.
—¡Mami, Mami, Mami, Mami!, ¡Mami, por favor, ayúdame!— gritó aterrado el
pequeño niño.
Adrián sintió que el mundo se acababa, una calavera, Amelia, lo había agarrado
de la camisa.
El miedo era cada vez mayor, Adrián trataba de decir algo o moverse, pero no
podía, su cuerpo no le hacía caso, Adrián estaba completamente quieto por el
miedo.
Adrián sintió que las demás calaveras tomaban sus manos, este seguía sin
poder moverse por el miedo.
—¿No habías dicho que eres muy valiente?, ¿Por qué nos tienes miedo?—
preguntó la maestra calavera.
—No, no les tengo miedo, yo soy valiente— respondió Adrián mientras cerraba
sus ojos.
Adrián abrió los ojos, esta vez, estaba en su cama, estaba sudando mucho,
había tenido una pesadilla.