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BOLILLA 14

PRUEBA DOCUMENTAL
Regulación en el Código Civil y Comercial de la Nación:
Dentro del Libro Primero (Parte general), en la parte correspondiente al Título
IV (Hechos y Actos Jurídicos), el Capítulo 5 (Actos Jurídicos), Sección 3°
(Forma y prueba del acto jurídico), regula la cuestión de la forma y prueba
documental, abarcando un total de 47 artículos (art. 284 al 331 CCCN).
Luego de referir, nuevamente, a la diferencia entre los actos jurídicos no
formales (regidos por el principio de libertad de formas –art. 284 CCCN-), y los
actos jurídicos formales (cuya formalidad viene impuesta por ley -285 CCCN-),
distinguiendo dentro de estos últimos los casos de formalidad requerida a los
fines probatorios (art. 1020 CCCN), de la requerida a los fines solemnes,
subclasificando, en este último caso, la solemnidad absoluta y la relativa (art.
285 CCCN), el nuevo CCCN regula la eficacia de la prueba documental en
sentido amplio.
A partir de allí, el CCCN mantiene la clasificación tripartita de los documentos
escritos, en instrumentos públicos, privados y particulares, brindando mayor
espacio a estos últimos, incorporando las figuras del documento electrónico, los
documentos no escritos, la correspondencia privada y los libros contables.
Podríamos clasificar en cinco (5) las especies documentales tipificadas en el
nuevo CCCN, que a su vez pueden tener subclasificaciones.
Esquematizando la regulación del CCCN tenemos que:

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Documentos en papel: señala el CCCN, en su art. 286, que: “La expresión
escrita puede tener lugar por instrumentos públicos, o por instrumentos
particulares firmados o no firmados…”.
a- Instrumento público (arts. 289 a 312). Establece tres géneros: i- las
escrituras públicas, sus copias o testimonios; ii- los instrumentos que extienden
escribanos o funcionarios públicos con los requisitos de ley; y iii- los títulos
emitidos por los Estados Nacional, provincial o CABA según las leyes de
emisión (art. 289 CCCN).
Respecto del valor probatorio del instrumento público, dispone el art. 296 del
CCCN, que: “El instrumento público hace plena fe: a) en cuanto a que se ha
realizado el acto, la fecha, el lugar y los hechos que el oficial público enuncia
como cumplidos por él o ante él hasta que sea declarado falso en juicio civil o
criminal; b) en cuanto al contenido de las declaraciones sobre convenciones,
disposiciones, pagos, reconocimientos y enunciaciones de hechos
directamente relacionados con el objeto principal del acto instrumentado, hasta
que se produzca prueba en contrario”.
Esta norma distingue: i- por un lado el valor de plena fe que corresponde
asignar al instrumento público en sí mismo, y en su contenido relativo a los
hechos auténticos cumplidos por ante el oficial público (aclarando que esa
plena fe se extiende, no hasta que el documento sea “argüido de falso” –art.
993 CC- sino hasta que sea “declarado falso” –art. 296 CCCN-, haciendo ver
que el valor sólo se pierde por la decisión judicial que recepta la tacha de
falsedad); ii- por otro lado el valor de presunción que corresponde asignar a los
hechos autenticados, relatados por las partes al escribano (admitiendo prueba
en contrario, aunque aludiendo al contradocumento como prueba decisiva entre
partes –art. 298 CCCN-).
Además de la regulación general del instrumento público, el CCCN regula el
valor de las escrituras y sus copias, aclarando que “…La copia o testimonio de
las escrituras públicas que expiden los escribanos es instrumento público y
hace plena fe como la escritura matriz. Si hay alguna variación entre ésta y la
copia o testimonio, se debe estar al contenido de la escritura matriz” (art.299
CCCN).
Una novedad del CCCN, son las actas notariales. El mismo prevé: “Se
denominan actas los documentos notariales que tienen por objeto la

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comprobación de hechos” (art. 310 CCCN); “El valor probatorio de las actas se
circunscribe a los hechos que el notario tiene a la vista, a la verificación de su
existencia y su estado. En cuanto a las personas, se circunscribe a su
identificación si existe, y debe dejarse constancia de las declaraciones y juicios
que emiten. Las declaraciones deben referirse como mero hecho y no como
contenido negocial” (art. 312 CCCN).
b- Instrumento privado (arts. 287, 288, 313 a 317). La nueva regulación sobre
el tema señala “Los instrumentos particulares pueden estar firmados o no. Si lo
están se llaman instrumentos privados…” (art. 287 CCCN).
Respecto de la firma del instrumento privado se dice “La firma prueba la
autoría de la declaración de voluntad expresada en el texto al cual
corresponde. Debe consistir en el nombre del firmante o en un signo” (art. 288
CCCN).
El nuevo CCCN admite la posibilidad de una variedad de firmas del
instrumento privado: i- la tradicional “firma manuscrita” con estampa del nombre
escrito de manera particular; ii- la “firma por signos” que identifiquen al autor; iii-
la firma por “impresión digital” (huella dactilar) y/o suplida por la presencia de
dos testigos (“firma a ruego”), en ambos casos para el supuesto de que el
firmante no supiere o no pudiere firmar (art. 313 CCCN); iv- regulándose
también el valor de la “firma en blanco” admitida, con posible impugnación ante
el llenado indebido o sustracción del título (art. 315 CCCN); v- todo ello sin
perjuicio de la referencia a la “firma digital”, propia de los documentos
electrónicos (art. 288-2, CCCN), y; vi- del uso de la “firma electrónica” también
en esos documentos (Ley 25.506).
Respecto de la autenticación de la firma se dice “Todo aquel contra quien se
presente un instrumento privado cuya firma se le atribuye debe manifestar si
ésta le pertenece…La autenticidad de la firma puede probarse por cualquier
medio…El instrumento privado reconocido, o declarado auténtico por
sentencia, o cuya firma esté certificada por escribano, no puede ser impugnado
por quienes lo hayan reconocido, excepto por vicios en el acto de
reconocimiento…” (art. 314).
Eficacia probatoria del documento privado. “…El instrumento privado
reconocido, o declarado auténtico por sentencia, o cuya firma esté certificada

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por escribano, no puede ser impugnado por quienes lo han reconocido, excepto
por vicios en el acto de reconocimiento…” (art. 314 CCCN).

c-Instrumento particular (art. 286, 287, 319). El CCCN incluye a los


instrumentos particulares como forma autónoma de instrumentación escrita de
los negocios jurídicos, excepto los casos de exigencia de una mayor formalidad
(art. 286 CCCN), reconociéndoles valor probatorio según las prácticas y los
usos del tráfico habitual (art. 319 CCCN).
El nuevo CCCN señala: “La expresión escrita puede tener lugar por
instrumentos públicos, o por instrumentos particulares firmados o no
firmados…” (art. 286 CCCN); “Los instrumentos particulares pueden estar
firmados o no. Si lo están se llaman instrumentos privados. Si no lo están se los
denomina instrumentos particulares no firmados; esta categoría comprende
todo escrito no firmado, entre otros, los impresos, los registros visuales o
auditivos de cosas o hechos y, cualquiera que sea el medio empleado, los
registros de la palabra y de información” (art. 287 CCCN).
Además, el nuevo CCCN prevé guías para la valoración de estos documentos:
“El valor probatorio de los instrumentos particulares debe ser apreciado por el
juez ponderando, entre otras pautas, la congruencia entre lo sucedido y lo
narrado, la precisión y claridad técnica del texto, los usos y prácticas del tráfico,
las relaciones precedentes y la confiabilidad de los soportes utilizados y de los
procedimientos técnicos que se apliquen” (art. 319 CCCN).

Documentos electrónicos.
El CCCN recepta la figura del documento en soporte electrónico, en
consonancia con la legislación ya existente sobre el tema, especialmente en
materia de firma digital (Ley 25.506).
El documento electrónico, a diferencia del documento papel, encuentra su
“matriz original” en la computadora, la nube o la base informática y no en una
constancia escrita a la manera tradicional (se cambia el soporte papel por el
soporte de bits). Ello así, aunque por algún motivo se genere una impresión
papel de aquel documento inmaterial, pues dicha conversión no cambia la
declaración primaria y original contenida en el documento electrónico. Bajo
estos términos se ha señalado que el documento electrónico “…es toda

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representación en forma electrónica de un hecho jurídicamente relevante
susceptible de ser recuperado en forma humanamente comprensible”.
El documento electrónico está reglado en el nuevo CCCN genéricamente en
los arts. 286-2, 288-2, además de las leyes complementarias.
“La expresión escrita… puede hacerse constar en cualquier soporte, siempre
que su contenido sea representado por texto inteligible, aunque su lectura exija
de medios técnicos” (art. 286); “…En los instrumentos generados por medios
electrónicos, el requisito de la firma de una persona queda satisfecho si se
utiliza una firma digital, que asegure, indubitablemente, la autoría e integridad
del documento” (art. 288).
Al igual que lo que ocurre con el documento papel, en el caso del documento
electrónico pueden distinguirse tres (3) clases, según la mayor o menor
fortaleza de su autenticidad.

Documento con firma digital.


Esta es la versión más rigurosa del documento electrónico, cuya confiabilidad
se ve reforzada por el hecho de exigirse su celebración con uso de una firma
digital. A ella se refiere el CCCN cuando señala “…En los instrumentos
generados por medios electrónicos, el requisito de la firma de una persona
queda satisfecho si se utilizó una firma digital que asegure indudablemente la
autoría e integridad del instrumento” (art. 288 del CCCN).

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La firma digital se distingue de cualquier otra clave o contraseña introducida por
vía electrónica –más allá de cualquier otro tecnicismo- por el hecho de
representar, aquella, una clave oficialmente certificada que garantiza autoría de
su titular. En efecto, es una clave informática oficialmente certificada, a través
de la intervención previa de la autoridad estatal, cuya utilización sirve para
verificar la autoría e integridad del documento, con un altísimo grado de
confiabilidad.
En cuanto al valor del documento digital, la ley 25.506, prevé:
a) Se presume que toda firma digital pertenece al titular del certificado digital; b)
Se presume que el documento digital no fue modificado desde su firma.
c) Se presume que el documento enviado, proviene del remitente que firma.
d) Se presumen originales las reproducciones digitales de documentos
digitales; e) Se presume fecha y hora cierta del documento certificado por
tercero;

Documento con firma electrónica. La segunda modalidad de documento


electrónico, que resulta ser la más común en nuestro medio, debido a la escasa
implementación y funcionamiento de operaciones con la firma digital, se
presenta frente al supuesto del documento electrónico con firma electrónica.
Genéricamente se entiende por firma electrónica cualquier clave o contraseña
–unilateralmente registrada por el propio interesado- que se incorpora a un
sistema informático determinado, para acreditar identificación como usuarios
del mismo, a los fines de poder operar en ese ámbito bajo la identidad
registrada.
Queda claro que, a diferencia de la firma digital, la firma electrónica no cuenta
con las formalidades y certificación de una entidad estatal, debilitando su
eficacia.
La legislación especial en la materia prevé expresamente “Se entiende por
firma electrónica al conjunto de datos electrónicos integrados, ligados o
asociados de manera lógica a otros datos electrónicos, utilizado por el
signatario como su medio de identificación, que carezca de alguno de los
requisitos legales para ser considerada firma digital. En caso de ser
desconocida la firma electrónica corresponde a quien la invoca acreditar su
validez” (art. 5 de la Ley 25.506).

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Evidentemente el concepto de firma electrónica difiere del de firma digital,
porque ofrece menores garantías, no existiendo efectiva constancia de que
quién está del otro lado de la pantalla sea efectivamente quien dice ser.
El valor probatorio de los documentos electrónicos depende del re
conocimiento que pueda establecerse en relación a los mismos, sea por
silencio o admisión de la propia parte involucrada, o por medios de prueba
complementarios.
A los fines de acreditar la autenticidad de un documento informático suscripto
con firma electrónica (frente a su desconocimiento), la doctrina conseja la
adopción de diligencias de prueba anticipada, para lograr la exhibición,
resguardo y/o secuestro de computadoras, con la finalidad de preservar la
matriz a fin de realizar una pericia informática sobre tales medios, sin descartar
la aportación de documentos electrónicos impresos como prueba documental,
complementando ello con el ofrecimiento de informes y oficios a los servidores,
páginas WEB, etc.

Documento electrónico sin firma.


Esta posibilidad estaría ahora contemplada en el nuevo CCCN, al señalarse en
dicho cuerpo legal que la categoría del “…instrumento particular no firmado…
comprende todo escrito no firmado, entre otros, los impresos, los registros
visuales o auditivos de cosas o hechos, y cualquiera que sea el medio
empleado, los registros de la palabra y de información…” (art. 287 CCCN).
Documentos varios.
El nuevo CCCN no limita la prueba documental al instrumento escriturario o
lingüístico (papel o electrónico), sino que incluye el registro de hechos o actos
que se exteriorice a través de cualquier soporte, incluyendo así los registros
visuales, auditivos, audiovisuales, etc. Estos documentos están asimilados en
su tratamiento a los denominados instrumentos particulares no firmados, que
comprenden “…los registros visuales o auditivos de cosas o hechos y,
cualquiera que sea el medio empleado, los registros de palabra y de
información” (art. 287 CCCN).
El valor probatorio de estos elementos depende del reconocimiento expreso o
tácito que se haga de ellos, así como de la eventual ponderación que pueda
efectuar el juez, según las pautas ya referenciadas (art. 319 CCCN).

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La correspondencia.
La correspondencia, las cartas misivas, resultan una manifestación de
documentos privados, suscriptos o no por la parte remitente, que tienen la
particularidad de encontrar regulación diferenciada, porque no son presenciales
sino remitidos a distancia, suelen ser unilaterales, suelen contener
reconocimientos o confesiones, y gozan de una protección constitucional de la
confidencialidad.
En este sentido la ley señala “La correspondencia, cualquiera sea el medio
empleado para crearla o transmitirla, puede presentarse como prueba por el
destinatario, pero la que es confidencial no puede ser utilizada sin
consentimiento del remitente. Los terceros no pueden valerse de la
correspondencia sin asentimiento del destinatario, y del remitente si es
confidencial” (art. 318 CCCN).
El valor probatorio de las misivas puede variar, entendiendo la doctrina que,
una vez corroborada su autenticidad, pueden gozar del valor de prueba plena o
completa (ante un reconocimiento entre partes), o de prueba testimonial (en
caso de invocarse una carta de terceros), o de principio de prueba por escrito
(en caso de existir algún indicio), o finalmente carecer de incidencia probatoria.

Libros contables.
Los tradicionales libros de comercio reglamentados en el viejo Código de
Comercio, han sido reemplazados ahora en su funcionamiento por los libros o
registros de contabilidad, previstos en el nuevo CCCN.
Estos libros también constituyen un tipo especial de documentos privados,
porque la información y los asientos que contienen son unilateralmente
asentados por quienes los llevan, no obstante, lo cual, su valor se destaca por
la legalización y formalidades con que deben llevarse estos libros especiales.

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* XVI Jornadas Nacionales de Derecho Civil
Tema: Relaciones entre el Código Civil y Comercial y el Derecho Procesal
Ponencia: La prueba documental en el nuevo CCCN. Autor*: Leandro K.
SAFI.

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Documento: “es toda representación material destinada e idónea para


reproducir una cierta manifestación del pensamiento”.

Régimen legal: el Código Civil y Comercial de la Nación regula la forma de los


actos jurídicos y los requisitos para su existencia y validez.
Por su parte, el Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, regula el
procedimiento para la presentación de los documentos en un proceso.

Oportunidad para la agregación de la prueba documental.


Art. 333. – “El C.P.C.C.N., dispone, como regla, que la prueba documental se
deberá acompañar con la demanda, reconvención y contestación de ambas.
Esto es aplicable a toda clase de procesos (si se encontrare en poder de
parte). Si la parte interesada no tuviera dicha prueba a su disposición, la
individualizará indicando su contenido, el lugar, archivo, oficina pública y
persona en cuyo poder se encuentre (en poder de terceros)”.

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Art. 388. - Si el documento se encontrare en poder de UNA (1) de las partes,
se le intimará su presentación en el plazo que el juez determine. Cuando por
otros elementos de juicio resultare manifiestamente verosímil su existencia y
contenido, la negativa a presentarlo, constituirá una presunción en su contra.
Art. 389. - Si el documento que deba reconocerse se encontrare en poder de
tercero, se le intimará para que lo presente. Si lo acompañare, podrá solicitar
su oportuna devolución dejando testimonio en el expediente. El requerido podrá
oponerse a su presentación si el documento fuere de su exclusiva propiedad y
la exhibición pudiere ocasionarle perjuicio. Ante la oposición formal del tenedor
del documento no se insistirá en el requerimiento.
 Adviértase que, el tercero, puede negarse, justificadamente, sin que
pueda obligárselo a acompañar la documental. No así la contraparte, ya
que si no lo hace, en los términos del art. 388, constituirá presunción en
su contra.

Excepciones a la regla.
 Prueba anticipada o diligencia preliminar (por ejemplo, cuando se produce el
secuestro de una historia clínica).
 Supuesto del art. 334.
 Nuevos documentos (art. 335).
 Hechos nuevos (art. 365).
 Prueba esencial. "Recurso de hecho deducido por la actora en la causa
Oilher, Juan Carlos c/Arenillas, Oscar Norberto" C.S.J.N.
 En cualquier momento del proceso, siempre y cuando la otra parte no se
oponga.

*Hechos no invocados en la demanda o contrademanda


Art. 334. “Cuando en el responde de la demanda o de la reconvención se
alegaren hechos no invocados en la demanda o contrademanda, los
demandantes o reconvinientes según el caso podrán ofrecer prueba y agregar
la documental referente a esos hechos, dentro de los 5 días de notificada la
providencia respectiva. En tales casos se dará traslado de los documentos a la
otra parte, quien deberá cumplir la carga que prevé el art. 356 inc. 1)”.

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*Documentos posteriores o desconocidos
Art. 335. “Después de interpuesta la demanda, no se admitirán al actor sino
documentos de fecha posterior, o anteriores, bajo juramento o afirmación de no
haber antes tenido conocimiento de ellos…”.
*Hechos nuevos
Art. 365. “Cuando con posterioridad a la contestación de la demanda o
reconvención, ocurriese o llegase a conocimiento de las partes algún hecho
que tuviese relación con la cuestión que se ventila, podrán alegarlo hasta cinco
días después de notificada la audiencia prevista en el artículo 360 del presente
Código, acompañando la prueba documental y ofreciendo las demás de las que
intenten valerse”.

Fallo Oilher: “si la prueba es esencial puede ofrecerse en cualquier momento


del proceso”.

¿Cómo se ofrece una documental? Depende si se encuentra en poder de la


parte oferente, de la contraria o de un tercero.

Documental en poder de la parte oferente (instrumentos privados y/o


particulares):
1) Carta documento N° 1234, en original, dirigida al demandado, de fecha ///.
Solicito, en el caso que el demandado niegue la autenticidad de la carta
documento aludida, se libre oficio al Correo Argentino/OCA/Andreani, a fin de
que acompañe la carta documento en original (tener en cuenta que el correo
solo la reserva 5 años).
2) Fotocopia autenticada de Historia clínica del Sr. Juan Perez, expedida por el
Dr. Jose Gomez, M.P. N° 6789. Para el caso que el demandado niegue esta
documental solicito se libre oficio al Sanatorio/Clínica/Hospital, a fin que remita
la historia clínica en original, de mi mandante, realizada el día /////.

Documental en poder de la demandada:


1) Se encuentra en poder de la demandada la factura N° 1234, emitida por la
empresa “ERSA”, con motivo de la compra realizada el día ///. Solicito se intime

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a la demandada a acompañar la misma, bajo el apercibimiento previsto en el
art. 388 del CPCyCN.

Documental en poder de terceros:


1) Cesión de Derechos Posesorios, con certificación de firmas, entre el Sr.
Juan Pérez y Osvaldo Ramírez, sobre el inmueble individualizado (datos del
inmueble) de fecha …, en poder del escribano Sr. Esteban Martinez, M.P. N°
123. Solicito se lo intime, vía oficio, a fin de que acompañe la misma en
original.

 ¿Cómo se cuestiona la autenticidad de un documento?


La respuesta es…depende…si es un instrumento público, privado o particular.
(Vale aclarar que, documento e instrumento, se utilizan como sinónimos).
Instrumentos públicos:
Hay 3 vías posibles: 2 de ellas, están en el CCCN, el cual dispone en el artículo
296 “la vía civil o penal”, sea por acción de nulidad o querella de falsedad como
vías aptas para atacar la validez de un instrumento público.
La tercera, está en el Código Procesal Civil y Comercial de la Nación. Señala el
artículo 395: "la redargución de falsedad de un instrumento público tramitará
por incidente que deberá promoverse dentro del plazo de diez días de realizada
la impugnación, bajo apercibimiento de tenerla por desistida. Será inadmisible
si no se indican los elementos y no se ofrecen las pruebas tendientes a
demostrar la falsedad. Admitido el requerimiento, el juez suspenderá el
pronunciamiento de la sentencia, para resolver el incidente juntamente con
ésta. Será parte el oficial público que extendió el instrumento".
Por lo tanto, ante el traslado de un instrumento público, lo primero que
corresponde hacer es impugnarlo, si se lo pretende atacar por falaz y dentro de
los diez días siguientes deducir el incidente de redargución de falsedad, bajo
apercibimiento de interpretarse desistido ese derecho. Además, se debe
acompañar toda la prueba de la que el incidentista intente valerse.
El precepto indica, también, que el oficial público ante quien fue pasado ese
instrumento -ahora impugnado- formará parte de ese incidente, en atención a
que se requiere integrar la litis en los términos del artículo 89 del Código
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Procesal y el resultado será evaluado y determinado por el juez al momento de
dictar sentencia, más allá de que en casos muy puntuales no se produzca esta
situación.
Por ejemplo: un incidente de redargución de falsedad de una cédula a través
de la cual se corrió traslado de una demanda, porque quien fue declarado
rebelde con motivo de ello sostiene que resulta falso lo atestado por el oficial
de justicia al momento de su notificación, o por alguna otra razón, y se haya
transitado esta vía; es claro entonces que el incidente tendrá por parte a dicho
oficial, ante quien pasó el acto que se reputa falso.

Instrumentos privados y particulares:


El artículo 356 del CPCCN., prevé la posibilidad de "reconocer o negar
categóricamente" documentos privados (si se atribuyen a la contraparte), pero
no se agota allí la cuestión, ya que también, pueden atribuirse a terceros o bien
tratarse de documentos privados que no lleven firma (instrumentos
particulares), por ejemplo, un ticket o una videograbación.
Por lo tanto, hay que distinguir si el documento, tiene o no firma y si esta se
atribuye o no, a la contraparte.
De esa forma, los artículos 390 y siguientes del CPCCN, habilitan el
mecanismo del cotejo (comparar la firma inserta en el documento con la de la
parte a la que se le atribuye, a través de una pericia caligráfica o cuerpo de
escritura), siempre alude a aquellos instrumentos que fueron suscriptos por las
partes.
Cuando se trate de documentos de terceros o no firmados, solo cabe aplicar el
artículo 356
del Código Procesal, en oportunidad de correrse el traslado de la demanda, es
decir, desconocimiento y la aportación de cualquier medio de prueba a través
del cual se lo pretenda desvirtuar (pericial, prueba de informes, testimonial,
etc).
Bibliografía:
● XVI Jornadas Nacionales de Derecho Civil. Tema: Relaciones entre el Código Civil y Comercial y el
Derecho Procesal Ponencia: La prueba documental en el nuevo CCCN. Autor: Leandro K. SAFI.
 Manual de Derecho Procesal Civil, Gladis E. de Midón y Marcelo Sebastián Midón, Contexto, 2020.
● Nociones básicas (teórico prácticas) de derecho procesal civil, Jorge A. Rojas, Rubinzal Culzoni, 2020.

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