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Editorial

Estimados lectores:

Con mucha alegría y con apertura del Espíritu quisiera pre-


sentarles este nuevo número de nuestro boletín formativo
de la organización de los seminarios latinoamericanos que
tiene por finalidad ofrecer una colaboración a la formación
de los seminarios.

En este ejemplar podemos seguir profundizando en las


reflexiones del Santo Padre Papa Francisco sobre el llamado
a los sacerdotes para prevenir algunas “enfermedades” ecle-
siales, y el encuentro con sacerdotes, religiosos y religiosas,
consagrados y consagradas, seminaristas y sus familias de
procedencia en Colombia, y la homilía sobre el buen pas-
tor que toca la carne herida. Estas magnificas reflexiones
son un aporte significativo de mucho valor para la forma-
ción en los seminarios. Valdría la pena hacer momentos de
compartir con toda la comunidad educativa y los equipos de
formadores.

La sección de reflexión aporta varios temas de gran relevan-


cia. Se puede ver el testimonio sacerdotal del Padre Cacho,
originario de la iglesia de Uruguay como un hombre muy
comprometido con su gente y la evangelización; de igual
manera del mártir Padre Aplas.

Otros dos temas importantes para la formación son: Inte-


racción de las dimensiones humana y espiritual en la for-
mación inicial según la nueva Ratio. La reforma litúrgica y
la formación sacerdotal; en la dimensión de una iglesia en
salida las hermanas Juanistas han desarrollado un proyecto
del año misionero Juanista en la
COMISIÓN EPISCOPAL
perspectiva de “primerear” a la
Monseñor Anuar Battisti
Arzobispo de Maringá
vida consagrada.
Monseñor Freddy Antonio Bretón Martínez
Arzobispo de Santiago de los Caballeros
Monseñor Ignacio Francisco Ducasse M. En crónicas y actividades es
Obispo de Valdivia
Monseñor Gabriel Villa Vahos posible ver los procesos pastora-
Obispo de Ocaña
Monseñor Rafael Valdivieso Miranda les y sentir “cum ecclesia”, según
Obispo de Chitré
nos aportaba la visión del Beato
CONSEJO EDITORIAL:
Pbro. Ricardo Araya, Argentina
Presidente
Mons. Oscar Romero.
Pbro. Vinicio Urdiales, Ecuador
Vicepresidente
Pbro. Nicolás Renán Aguilera, Bolivia Cordialmente y en comunión de
Vocal países Bolivarianos
Pbro. Guy Boursicaut, Haití oraciones,
Vocal Caribe y Antillas
Pbro. José María Bacci, Honduras
Vicepresidente suplente
Vocal Centroamérica y México
Pbro. Cristino Bonhert, Paraguay
Vocal Cono Sur
Pbro. César Braga de Paula
Secretario Ejecutivo DEVYM / OSLAM
Foto portada: Pbro. César Braga De Paula
Secretario Ejecutivo
Departamento de Vocaciones
y Ministerios
CELAM

“Celebrando 40 años del Seminario


de La Guaira - Venezuela”
Foto contraportada:

Encuentro del Papa Francisco


con el Comité Directivo del CELAM

Bogotá, D.C., Colombia


Impreso en Colombia
Printed in Colombia. Bogotá, 2017
Publicación semestral de la Organización
de Seminarios Latinoamericanos OSLAM
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OSLAM
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2 OSLAM 71
Reflexión

La reforma litúrgica
y la formación sacerdotal
Gonzalo Guzmán K.
FACULTAD DE TEOLOGÍA PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE
PGGUZMANK@GMAIL.COM

1. Liturgia de naturaleza popular.


El deseo de los padres conciliares
del Vaticano II
Sin lugar a dudas hoy, a una distancia de algo más
de cincuenta años del Concilio Vaticano II, la reflexión
litúrgica ha ido decantando y profundizando sus raí-
ces en el deseo del mismo Concilio. Es sabido que su
primer documento no es fruto de un trabajo de pocos
días o algunos meses sino heredero de todo el difí-
cil y largo camino de un poco más de un siglo del
movimiento litúrgico. Las ideas centrales de este y de
sus gestores principales lentamente fueron ganando
espacio en la reflexión teológica y el magisterio pon-
tificio del siglo XX. Recientemente con ocasión de la
68 Semana litúrgica nacional italiana el Santo Padre
Francisco ha hecho un importante discurso en el que
dedica dos planas para presentar dicho recorrido

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La reforma litúrgica y la formación sacerdotal

histórico litúrgico, para con- cia, con el mismo título y en


cluir, afirmando: «Después de el mismo grado, no la iguala
este magisterio, después de este ninguna otra acción de la
largo camino podemos afirmar Iglesia (2).
con seguridad y con autoridad
magisterial que la reforma litúr- Es el pueblo de Dios consagrado
gica es irreversible» (1). por el Bautismo que injerto en
el único sacerdocio de Cristo
Vista dicha contundencia se ejerce este mediante ritos y ora-
hace imprescindible acudir a la ciones (3), que por la acción efi-
comprensión que Sacrosanctum caz del Espíritu Santo donado
Concilium tiene de la Sagrada en el misterio pascual eleva un
Liturgia, en donde esta es defi- culto agradable al Padre por el
nida como: que el mismo hombre viene
santificado.
el ejercicio del sacerdocio
de Jesucristo. En ella los La comprensión litúrgica del Vati-
signos sensibles significan cano II supera el distanciamiento
y, cada uno a su manera, producido entre el pueblo de Dios
realizan la santificación del y la Sagrada Liturgia, es más,
hombre, y así el Cuerpo Mís- uno no puede existir sin el otro.
tico de Jesucristo, es decir, Como dice el Papa Francisco,
la Cabeza y sus miembros, «Por su naturaleza la liturgia es
ejerce el culto público ínte- de hecho “popular” y no clerical,
gro. En consecuencia, toda siendo –como enseña la etimolo-
celebración litúrgica, por gía– una acción para el pueblo,
ser obra de Cristo sacerdote pero también del pueblo» (4). De
y de su Cuerpo, que es la este modo, en cuanto acción del
Iglesia, es acción sagrada y para el pueblo, los fieles cris-
por excelencia, cuya efica- tianos, pueblo de Dios, están lla-

(1) FRANCISCO, Discurso del santo padre francisco a los participantes en la 68 semana litúrgica
nacional italiana, Roma 2017, en (descargado el 16 de septiembre de 2017):http://w2.vatican.
va/content/francesco/es/speeches/2017/august/documents/papa-francesco_20170824_
settimana-liturgica-nazionale.html.
(2) SC 7.
(3) SC 48.
(4) FRANCISCO, Discurso del santo padre francisco a los participantes en la 68 semana litúrgica
nacional italiana.

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Reflexión

mados a participar conscientes, aquel grano de trigo que muere,


piadosa y activamente en cada que se abaja (8), para dar fruto. Él
celebración litúrgica, ellos en sí ha mostrado el camino de entrar
mismos son sacrificio vivo (5) en la cultura renunciado a las
que junto al sacerdote se ofrecen categorías propias. Esa es la diná-
a Dios (6). mica litúrgica-sacramental. La
celebración litúrgica debe tener
Separar la liturgia del pueblo como centro a Dios, uno y trino,
afirmando que esta es propia y a los hombres, concretos, con
(casi privativa) de Dios o que su sus rostros alegres y dolientes.
lenguaje es divino y no humano Todo el plan de salvación tiene
o que por su carácter sagrado no por destinatario primero la huma-
le pertenece al pueblo es errar en nidad. Toda la dinámica litúrgica
lo más propio de la sacramenta- gira en torno a dos movimientos,
lidad de la Iglesia. Esta existe y ascendente y descendente, la glo-
se da en el hoy eclesiológico, en ria de Dios y la santificación de
particular en la celebración de los hombre. ¿Es posible retirar
los sacramentos, gracias al mis- lo humano del hoy litúrgico de
terio de la encarnación del Verbo la salvación (9) si en toda la eco-
que sigue la dinámica de toda nomía de esta Dios se ha valido
la economía de salvación. Dios precisamente de lo humano
para darse a conocer a sí mismo para redimir al hombre?
y su voluntad no la ha hecho
sino en la historia humana, con Acogido este giro fundamen-
lenguaje humano, con palabras tal irreversible se comprende la
y con obras íntimamente cone- urgencia de un correcta forma-
xas que permiten a los hombres ción litúrgica, que como dice
participar de su vida divina (7). Papa Francisco, esta educa-
Cristo, momento culmen de la ción tanto en pastores y fieles
Revelación, es el paradigma de es siempre nueva (10). Para el

(5) Cf. Rm 12, 1.


(6) Cf. SC 48.
(7) Cf. LG1. DV 2.
(8) Cf. Jn 12, 24; Flp 2, 6-11.
(9) SALVATORE MARISILI - DOMENICO SARTORE, «Liturgia», en Liturgia, ed. D. Sartore - A. M.
Triacca - C. Cibien, San Paolo, Cinisello Balsamo 2001, 1037-1054.
(10) Cf. FRANCISCO, Discurso del santo padre francisco a los participantes en la 68 semana
litúrgica nacional italiana.

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La reforma litúrgica y la formación sacerdotal

Santo Padre la tarea formativa profesores destinados a impar-


litúrgica consiste en: tir esta materia (13), sino que la
Sagrada Liturgia debe ser con-
[ir] redescubriendo los moti- siderada entre las asignaturas
vos de las decisiones cumpli- más importantes. Esta debe ser
das con la reforma litúrgica, enseñada desde una perspectiva
superando lecturas infunda- teológica, histórica, pastoral y
das y superficiales, recepcio- jurídica en íntima conexión con
nes parciales y praxis que las demás asignaturas de Teolo-
la desfiguran. No se trata gía dogmática, de Sagrada Escri-
de repensar la reforma revi- tura, de Teología espiritual y de
sando las elecciones [no es Teología pastoral. Se debe pres-
una reforma de la reforma], tar especial atención a la unidad
sino de conocer mejor las de la formación sacerdotal (14).
razones subyacentes, tam-
bién a través de la documen- Esta formación teológica debe
tación histórica, como de tener como fundamento una
interiorizar los principios vida espiritual del clero y de
inspiradores y de observar la los candidatos al sacerdocio.
disciplina que la regula (11). «La liturgia es vida y no una
idea para entender» (15), ella
Los padres del Concilio en con- requiere un camino pedagógico
secuencia a su comprensión de de iniciación transformante que
la liturgia arriba explicada y su permita comprender y partici-
afirmación de ella como fuente y par de los ritos sagrados con
cumbre de la vida cristiana (12) toda el alma dejándose “cristifi-
fomentarán la importancia de car” en el pensamiento y en el
esta en la formación y vida actuar (16). La formación espi-
sacerdotal. No solo se deberá ritual en los seminarios, cuyo
poner particular atención en lo pilar fundamental es la Sagrada

(11) FRANCISCO, Discurso del santo padre francisco a los participantes en la 68 semana litúrgica
nacional italiana.
(12) Cf. SC 10.
(13) Cf. SC 15.
(14) Cf. SC 16.
(15) FRANCISCO, Discurso del santo padre francisco a los participantes en la 68 semana litúrgica
nacional italiana.
(16) Cf. SC 17.

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Reflexión

Liturgia, debe buscar un vivir en de campos aislados cada uno


comunicación continua con el del otro, sino que estos se dan
Padre, por Cristo, en el Espíritu, en el unidad de la persona que
haciendo del Sumo y Eterno vive experimentando en la coti-
Sacerdote el principal y mejor dianidad la riqueza y compleji-
amigo de vida (17). “Cristificar” dad de su ser. Desde esta pers-
es vincular existencialmente al pectiva un primer y necesario
misterio pascual, forjando a los paso en la formación litúrgica
candidatos, futuros pastores, en en los seminarios es aquello
verdaderos mistagogos, hom- que el Documento de Apare-
bres del Misterio que «Vivan cida señala como el compartir
el misterio pascual de Cristo la vida a ejemplo de la comuni-
de tal manera que sepan uni- dad apostólica en torno a Cristo
ficar en él al pueblo que ha de resucitado (20).
encomendárseles» (18).
Se debe recordar siempre que
la primera celebración litúrgica
2. Escuelas y casas de cristiana fue la celebración del
domingo como expresión de la
oración de discípulos comunidad creyente primitiva
misioneros (19) que celebraba a su Señor muerto
y resucitado. Si bien la liturgia
¿Cómo enfrentar hoy la forma- es heredera de las tradiciones
ción litúrgica de los seminaris- judías, esta, en el ambiente cris-
tas? Al no ser esta una idea a tiano tuvo y tiene siempre la
entender sino vida misma, es vida comunitaria cristiana, es
complejo abordarla desde una decir el pueblo de Dios concreto,
dimensión solo intelectual o como humus forjador de culto.
inclusive solo celebrativa. La «Todos se reunían asiduamente
existencia de cada seminarista para escuchar la enseñanza de
o sacerdote con sus dimensio- los Apóstoles y participar en la
nes afectivas, sicológicas, inte- vida común, en la fracción del
lectuales, etc. no es un conjunto pan y en las oraciones» (21). Su

(17) Cf. OT 8.
(18) OT 8.
(19) DA 316.
(20) Cf. DA 316.
(21) Hch 2, 42.

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La reforma litúrgica y la formación sacerdotal

naturaleza popular requiere el de su comunidad en la que su


participar en la vida común de vida se encuentra compartida.
la comunidad. Es la vida misma Los seminaristas están llama-
del pueblo creyente la que se dos a creer y celebrar el Miste-
ofrece y santifica en la celebra- rio de Cristo en la vida nueva
ción anamnética del misterio cristiana, donde la separación
pascual. Por ello cada casa de entre liturgia y vida lleva con-
formación debe procurar como sigo un empobrecimiento inevi-
porción del pueblo de Dios table de ambas. La liturgia que
caminar con naturalidad en la no asume la existencia cae en el
formación sacerdotal o religiosa formalismo de una ceremonia,
haciendo del memorial del mis- al mismo tiempo el esfuerzo de
terio pascual (Eucaristía princi- la vida sin la celebración litúr-
palmente) el eje articulador de gica es solo una obra del hom-
su vida cotidiana en la que sus bre no abierta al misterio y sin
miembros ofrecen a Dios y san- fundamento (22). Los semina-
tifican por Él todo el caminar rios son casas y escuela donde
formativo. se forman liturgos, hombres del
misterio, no ceremonieros.
La liturgia en cuanto momento
sagrado por un lado signi- Una solemne celebración litúr-
fica una pausa o un apartarse gica debe poner de manifiesto
momentáneamente de lo “coti- mediante su mismo lenguaje
diano profano”, sin embargo la simbólico que dicha porción
riqueza de la liturgia cristiana de pueblo no es una suma de
es que por la encarnación del individualidades sino una casa
Verbo y su misterio pascual la común donde los lazos huma-
comunidad creyente acude a nos se funden en Cristo resu-
aquel acto sagrado llevando citado. La participación en las
como ofrenda precisamente celebraciones litúrgicas y en
aquello “cotidiano profano” para especial la Eucaristía cotidiana
ser santificado. Cada cristiano deben impregnar la vida de los
(seminarista) lleva lo cotidiano seminaristas (23) y también al

(22) Cf. MATÍAS AUGÉ, L’anno liturgico. È Cristo stesso presente nella sua Chiesa, Libreria Editrice
Vaticana, Città del Vaticano 2011, 311.
(23) Cf. CONGREGACIÓN PARA EL CLERO, El don de la vocación sacerdotal. Ratio Fundamentalis
Institutionis Sacerdotalis, L’Osservatore Romano Ciudad del Vaticano 2016, nº 104. (De ahora
en adelante RFIS).

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Reflexión

revés, la vida de los seminaris- una pedagogía mistagógica pre-


tas debe impregnar la celebra- ciosa por la cual conducir a los
ción diaria de la Eucaristía y las candidatos al sacerdocio y a la
demás acciones litúrgicas. Así vida religiosa por el camino de
por ejemplo todo el lenguaje la formación (24). Celebrado
simbólico del ofertorio eucarís- por la Iglesia el año litúrgico es
tico, es decir la procesión hacia un verdadero apoyo en el pro-
el Altar del pan y vino, evoca la ceso de crecimiento comunita-
vida de los formandos y forma- rio y personal ya que este es el
dores que en cuanto sacrificio se desenvolvimiento de una vida
une al de Cristo al Padre para ser real, presente y vivida, es Cristo
transformada en Cuerpo y San- mismo en la Iglesia (25).
gre del Señor.
La confesión, celebración y
contemplación del Misterio de
3. El año litúrgico. Una Cristo siguiendo el ritmo de los
pedagogía mistagógica tiempos litúrgicos ha sido princi-
formativa pal nutrimento de espiritualidad
para los cristianos del primer
La vida de los seminarios y las milenio. Los ciclos litúrgicos
casas de formación no debe son tiempos de salvación en y
ser ajena al año litúrgico, por el para la Iglesia, es la vida misma
contrario esta transcurre en el de la Iglesia que sacramental-
espacio y tiempo cristificado. El mente se vuelve instrumento de
calendario civil, las etapas for- redención (26).
mativas, el ritmo del estudio y
las distintas actividades pasto- Este itinerario existencial tiene
rales pueden opacar los ciclos por guía principal el Espíritu
de la liturgia, replegándolos a Santo por medio de la Palabra de
un segundo lugar. El año litúr- Dios que en la celebración dia-
gico, como señala la Ratio Fun- ria se inserta como levadura de
famentalis última emanada por vida iluminando y fortaleciendo
la Congregación del Clero ofrece el proceso formativo (27). Aún

(24) Cf. RFIS 102.


(25) Cf. MD 201; MATÍAS AUGÉ, L’anno liturgico, 286.
(26) Cf. MATÍAS AUGÉ, L’anno liturgico, 313.
(27) Cf. MATÍAS AUGÉ, L’anno liturgico, 313;SC 51; RFIS 102.

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La reforma litúrgica y la formación sacerdotal

más, el itinerario del leccionario sia con Cristo» (31) ¡qué mejor
en la celebración no es el repaso lugar que el Misterio de Cristo
de un tratado histórico, sino en un itinerario anamnénito epi-
que es la historia de la salvación clético eclesial eficaz para confi-
hecha memorial-sacramento, gurar la identidad presbiteral!
cuya estructura ritual hace posi-
ble el real acceso a la economía En efecto y, objetivamente, el
de salvación. Cada seminario o plan de salvación histórico sacra-
casa de formación en la litur- mental de Dios y la Iglesia se
gia está llamado a ser el palco actúa en el anuncio de la Palabra,
escénico del hoy de la redención en la celebración de los sacra-
cuyos actores principales son mentos y en la oración común,
Dios trino, los formadores y los en el marco de los misterios de
formandos. En este sentido todo Cristo en el año litúrgico. Esta
el proceso propedéutico, disci- pedagogía mistagógica forma-
pular y configurador (28) de la tiva permite recuperar en los fie-
formación encuentra su mejor les y por supuesto en los forman-
y eficaz herramienta en el hoy dos: la riqueza y centralidad del
litúrgico-salvífico ya que es un misterio pascual; la dinámica tri-
caminar concreto en el Espíritu nitaria de todo el culto cristiano,
tras las huellas del Señor, expli- al Padre por Cristo en el Espíritu;
citando y haciendo presente los la única y necesaria medición
diversos aspectos y momentos de Cristo; el importante rol de la
del único Misterio (29). Si la litur- Virgen María en el plan de sal-
gia «es la fuente primaria y nece- vación y la adecuada devoción a
saria de donde han de beber los los santos (32). El año litúrgico y
fieles el espíritu verdaderamente su mistagogía aseguran al semi-
cristiano» (30) y «el sacerdocio narista una sana y fecunda vida
ministerial encuentra su razón espiritual, evitando devocionalis-
de ser en esta perspectiva de la mos o visiones reductivas de los
unión vital y operativa de la Igle- misterios de salvación.

(28) Cf. RFIS 157-179.


(29) Cf. SC 102.
(30) SC 14.
(31) CONGREGACIÓN PARA EL CLERO, Directorio para el ministerio y la vida de los presbíteros.
Nueva Edición, LEV Ciudad del Vaticano 2013, nº 1. (De ahora en adelante DMVP).
(32) Cf. AUGUSTO BERGAMINI, Anno liturgico, en Liturgia, ed. D. Sartore - A. M. Triacca -
C. Cibien, San Paolo, Cinisello Balsamo 2001, 88-89.

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Reflexión

4. La Liturgia de las Horas es realizada por el Cristo


total, Cabeza y miembros, que
Horas como escuela ejerce su función sacerdotal
de oración intercediendo por el mundo
entero (35). La ininterrumpida
En la liturgia de la Iglesia se oración que sube al Padre es
encuentran los sacramentos la santificación del tiempo por
(entre ellos su cumbre es la parte de la Esposa de Cristo (36).
Eucaristía), el año litúrgico, los
sacramentales (las consagracio- La celebración del Oficio Divino
nes) y el Oficio Divino. ayudará a los seminaristas a
comprender existencialmente
Los años de formación deben ir la centralidad de la oración (37),
gradualmente introduciendo en cuán importante es en la vida
la riqueza y belleza del Oficio del pueblo sacerdotal orar sin
Divino (33). Este se caracteriza cesar (38) y la necesaria santifi-
por ser fuente de oración trini- cación de las horas del día con
taria, expresión privilegiada de la alabanza divina.
la misión sacerdotal de Cristo y
de la vitalidad del Espíritu Santo, El camino orante de los salmos
realización de la Iglesia y santifi- permite aprender unir mente y
cación del tiempo vivido (34). corazón con la voz (39), esta cele-
bración litúrgica es una escuela
Los años de seminario deben en acto de teología. Los salmos
ser el proceso natural de gustar acompañados de la Palabra
el formar parte de la comuni- divina y de los texto patrísticos o
dad de hombres que se saben de importantes autores en teolo-
asociados al canto divino del gía espiritual permiten pasar del
eterno himno de alabanza. La dialogo personal con Dios al diá-
celebración de la Liturgia de las logo comunitario con Dios, del

(33) Cf. RFIS 105.


(34) Cf. Vincenzo Raffa, Liturgia delle ore, en Liturgia, ed. D. Sartore - A. M. Triacca - C. Cibien,
San Paolo, Cinisello Balsamo 2001, 1072-1078.
(35) Cf. OGLH 17.
(36) Cf. SC 83-84.
(37) Cf. Jn 15, 5.
(38) Cf. 1 Tes 5, 17.
(39) Cf. CEC 1176.

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La reforma litúrgica y la formación sacerdotal

“yo” del individuo al “nosotros” de celebrar la Liturgia de las


de la comunidad (40). No es un Horas, haciendo de esta una
disolverse en la masa, sino crear obligación de amor necesaria
comunión donde cada persona siempre aún en los momentos
es miembro importante del de mayor apremio pastoral o de
único cuerpo. Es un orar por la descanso (43).
Iglesia, con la Iglesia y en la Igle-
sia. De alguna manera se podría
denominar como una verdadera 5. Formar para la
lectio divina eclesial.
celebración. Ministros -
La celebración de la Liturgia mistagogos
de las Horas es una escuela de
silencio y escucha, enseña a Para formar mistagogos es
colocar oído atento al hermano imprescindible conocer los mis-
que reza conmigo y al Espíritu terios de Cristo, la ritualidad y
que responde en los textos. El la teología de las celebraciones
silencio es un espacio precioso litúrgicas. Cada ritual sacramen-
para la interiorización contem- tal es un maravilloso tesoro que
plativa, favorece el resonar de contiene en lenguaje simbólico
la voz del Espíritu en el corazón milenario la expresión celebra-
promoviendo así una estrecha tiva eclesial para que sea puesta
unión espiritual con la Palabra en acto por parte del pueblo de
de Dios y la voz de la Iglesia (41). Dios constituido en asamblea.
Es una propedéutica de discerni- Los seminaristas, los presbíte-
miento, en cuanto permite aca- ros, y porqué no, todos los fieles,
llar lo ruidos externos para leer están llamados a estudiar y amar
la vida personal y comunitaria a los ritos litúrgicos en cuanto
la luz de lo meditado (42). expresión viva de la Iglesia del
hoy de la salvación. Los ritua-
El tiempo de seminario es el les y la celebración en sí misma
momento para forjar el corazón son el punto de partida necesa-
sacerdotal en el compromiso rio para el estudio de la ciencia
público (ordenación diaconal) litúrgica. Esta perspectiva obliga

(40) Cf. DMVP 76.


(41) Cf. OGLH 202.
(42) Cf. DMVP 76.
(43) Cf. DMVP 75.

102 OSLAM 71
Reflexión

a la formación litúrgica de los ministro presidente, este dirige


seminarios y casas religiosas la celebración en su calidad de
a adentrarse al estudio de los obispo o preside en cuanto dele-
sacramentos desde los que ellos gado (presbítero) (44), en ambos
son, es decir: celebraciones. La casos como ministro, es decir
teología dogmática, pastoral, en cuanto el origen latino de
espiritual, etc. junto al auxilio de la misma palabra minister: ser-
otras ciencias humanas como la vidor, intermediario, ejecutor,
antropología o sociología deben subordinado. Los seminarios
contribuir a lo celebrativo visto deben educar a la ministeria-
como un lugar teológico, evi- lidad presbiteral cuya máxima
tando todo riesgo de crear esci- expresión se encuentra en la
sión entre lo intelectual y lo caridad y en el servicio litúrgico.
ritual, como si lo primero fuera
lo esencial y lo segundo fuera El proceso formativo debe evitar
tan solo un conjunto de rúbricas. una liturgia cumplida manualís-
ticamente, si bien externamente
El leer la Introducción general al puede lucir por su esplendor, co-
Misal Romano o cualquiera de rre el riesgo de ser estéril en su di-
las praenotadas que introducen mensión popular. El rubricismo es
los rituales de las celebraciones mucho más fácil que adentrarse
sacramentales permite darse en el Misterio y hacerlo presen-
cuenta de las sólidas bases litúr- te mediante una ritualidad sim-
gicas de éstas frutos del largo bólica. Esta segunda vía litúrgica
camino del movimiento litúr- requiere hacer de la asamblea
gico, del mismo Concilio Vati- celebrante y de quien preside ver-
cano II y de la reflexión teoló- daderos liturgos.
gica posterior.
Si por un lado existe la tenta-
Toda la liturgia es acción de ción del rubricismo, por otra
Cristo y del Pueblo de Dios que parte, existe también la tenta-
ejerce su sacerdocio bautis- ción de lo que se podría deno-
mal unido a su Cabeza - Sumo minar el mínimo celebrativo para
Sacerdote; no es propiedad del la validez (45), es decir, leer las

(44) Cf. IGMR 92.


(45) Cf. ALBERTO DAL MASO, L’efficacia dei sacramenti e la “performance” rituale. Ripensare l’ex
opere operato a partire dall’antropologia culturale, Edizioni Messaggero, Padova 1999, 351.

OSLAM 71 103
La reforma litúrgica y la formación sacerdotal

rúbricas como un conjunto de Es tarea importantísima de los


buenas disposiciones lejanas seminarios y casa de formación
de la realidad pastoral concreta, romper la barrera del legalismo
no de carácter obligatorio, sino y del mínimo celebrativo para
más bien como una guía donde la validez y pasar a una perfor-
lo más importante es el espíritu mance (46) celebrativa mista-
que las origina asegurándose de gógica, en la que toda la cele-
la necesaria materia y forma para bración desde su inicio en la
la validez sacramental. Es la ten- convocación pneumatológica de
tación de la necesidad pastoral, la asamblea hasta su fin en la
que si bien existe y es impor- lex vivendi de los miembros del
tantísima, a veces lo cubre todo pueblo de Dios sea entendida
y, con su omnipotencia y buena sacramentalmente.
voluntad, ilumina la creatividad
de tal modo que la celebración, Bajo esta perspectiva, los semi-
si bien no pierde su validez, naristas deben ser formados
empaña el Misterio de Cristo comprendiendo que las rúbri-
creando un hibridismo amorfo cas buscan asegurar el lenguaje
entre los gustos de la asamblea simbólico adecuado para que
celebrante y del presidente. mediante su dinámica interna
reenvíe correctamente a aquel
Para que la liturgia, ejercicio evento salvífico cuyo memo-
del sacerdocio de Jesucristo, rial se está celebrando. Toda la
pueda efectivamente realizar un acción simbólica ritual, debe
encuentro cristificante de ado- ser vista no como un conjunto
ración y santificación mediante de acciones singulares inde-
signos eficaces comunicativos, pendientes y yuxtapuestas, sino
hace uso, gracias a la pedagogía como una red de relaciones que,
de la encarnación, de todo un instituidas por Cristo, asumidas
lenguaje simbólico al que se le eclesialmente y adaptadas a la
debe prestar particular atención. porción del Pueblo que celebra,

(46) La palabra perfomance es usada aquí en dos sentidos. Primero, recuperando el uso
original latino del verbo performo,-are, que significa formar completamente. Llevar una acción
a su máxima realización, en la que cada elemento es importante y se le debe prestar atención.
Segundo, utilizando el sentido otorgado por el filósofo del lenguaje John Langshaw Austin y
recogido por Benedicto XVI en su encíclica Spe Salvi, donde el adjetivo performativo significa
la capacidad de un enunciado de no solo describir un hecho, sino que por el hecho de
expresarse o enunciarse este se realiza. Cf. JOHN L. AUSTIN, How to do things with words, ed.
J.O. Ursom M. Sbisà, Oxford University Press, London 1962; SS 2. 4.10.

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Reflexión

configuran una estructura capaz Benedicto XVI: «[…] la santa


de poner en acto la salvación. La Misa se vive con atención y
celebración litúrgica es anámne- con fe, es formativa en el
sis, no da lo mismo el cómo se sentido más profundo de la
haga memoria, influye directa- palabra, pues promueve la
mente en la presencia del evento configuración con Cristo y
evocado, en la imagen que surja consolida al sacerdote en su
en la asamblea y en el sentido vocación» (48).
que se le dé (47).
Las palabras del Directorio para
el ministerio y la vida de los pres-
6. A modo de bíteros arriba citadas facilitan
conclusión concluir la presente reflexión.
La celebración de le Eucaristía y
El sacerdote está llamado a la de todas las acciones litúrgi-
celebrar el Santo Sacrificio cas son en sí mismas las mejor
eucarístico, a meditar cons- y fecunda escuela litúrgica, no
tantemente sobre lo que este solo en cuenta un aprendizaje
significa y a transformar de ritos, sino que en lo más pro-
su vida en una Eucaristía, fundo de la palabra, al ser las
lo cual se manifiesta en el celebraciones en el tiempo de
amor al sacrificio diario, la Iglesia el hoy de salvación en
sobre todo en el cumpli- ellas se realiza la más honda y
miento de sus deberes de transformante configuración
estado. El amor a la cruz cristológica. En cada una de
lleva al sacerdote a conver- ellas la acción anamnética del
tirse en un sacrifico agra- Pueblo de Dios y la fecunda
dable al Padre por medio de epíclesis del Espíritu Santo per-
Cristo (cfr. Rom 12, 1). […] miten adentrarse en los miste-
Es necesario recordar el rios de Cristo actuantes. Esta
valor incalculable que tiene dinámica litúrgica no es otra
para el sacerdote la celebra- que el camino de formación
ción diaria de la Santa Misa sacerdotal (y cristiana), hacer
[…] Al respecto, enseña memoria de la vida con las pre-

(47) Cf. HENRY MOTTU, Il gesto e la parola, tr. L. Marino, Edizioni Qiqajon Comunità di Bose,
Magnano 2007, 19-21.
(48) DMVP 67.

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La reforma litúrgica y la formación sacerdotal

sencias de Cristo para que sea cuanto corazón de cada diócesis


transformada con el soplo del o comunidades religiosas están
Espíritu en sacrificio agradable llamados a bombear la sabia
al Padre. nueva de la reforma litúrgica,
en su sana y correcta compren-
Desclericalizar la Sagrada Litur- sión teológica y eclesial. Formar
gia y devolverla al Cristo Total, sacerdotes y/o religiosos(as)
cabeza y miembros - pueblo de mistagogos requiere la sabiduría
Dios - asamblea celebrante, en del Espíritu que sabe moldear
su máxima fecundidad mista- en la libertad de los hijos de
gógica, depende en un primer Dios la imagen del Verbo eterno.
momento de las escuelas y casas Formadores y formandos están
de formación de los discípulos llamados a entrar en esta diná-
misioneros. Los seminarios en mica de pedagogía litúrgica.

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