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NICARAGUA INDIGENA

ORGANO DEL INSTITUTO INDIGENISTA NACIONAL

SEGUNDA EPOCA

No.

40

MANAGUA - NICARAGUA

1965
NICARAGUA INilIGENA
ORGANO DEL INSTITUTO INDIGENlS-TA NACIONAL

SEGUNDA EPOCA

No.

40

MANAGUA- NICARAGUA

1965
INSTITUTO INDIGENISTA NACIONAL
Managua, D.N., Nicaragua, C. A.

Director:
Doctor LORENZO GUERRERO
Ministro de Gobernación y Anexos

Secretario:
EUDORO SOLIS

COMITE EJECUTIVO:

Doctor Alfonso Ortega Urbina. por el Ministerio de Relaciones Exteriores.


lng. Andrés García, por el Ministerio de Economía.
Doctor Ramiro Sacasa Guerrero, por el Ministerio de Hacienda y Crédito Público
Doctor Gonzalo Meneses Ocón, por el Ministerio de Educación Pública.
Doctor Tomás Lacayo Montealegre, por el Ministerio de Fomento.
Coronel José D. García, por el Ministerio de Guerra, Marina y Aviación.
Don Alejandro Abaunza Espinosa, por el Ministerio de Agricultura.
Doctor J. Antonio Tijerino M., por el Ministerio del Trabajo.
Doctor Alfonso Boniche, por el Ministerio de Salubridad.

NICARAGUA IND!GENA
REVISTA DE CULTURA

Organo del Instituto Indigenista Nac;onal, adscrito al Instituto


Indigenista Interamericano con sede en México, D. F.

2 EUDORO
DIRECTOR
SOLIS
La circuncisión· femenina en los aborígenes
de la Región Neotropical
Dr. J. A. de Argumosa

La "circuncisión femenina" (1), desde el punto de vista etnológlco, tiene un


sentido distinto no solamente al que se da a la circuncisión masculina -"cortar
el prepucio alrededor del glande"-, en relación con su etimología, sino que
abarca una serie de maniobras que afectan a los órganos genitales externos
de la hembra humana, en distintas etapas de su vida social, y a veces, inclusive,
acompañadas de actos realizados en zonas a'ejadas de la región vulvar.

Si la Antropología de las partes blandas (2) se hubiera desarrollado al tenor


de la Antropología física en general, no coba duda que hoy exist'rio una Antropo-
logía fís'ca cultural (3), es decir, que las mutilaciones y mod.ficocíones étnicas
de las partes blandas habrían sido ya estudiadas y sistematizadas, lo que nos
proporcionaría una visión de conjunto con propia personalidad.

Por otro lado, la tardía entrada en escena de la Soc'oloqic. en el campo de


la Antropología cultural, por razones varias, ha sido causa de que estos rasgos
culturales, con base anatómica, hayan sido comenzados a estudiar más recien-
temente que otros.

En términos generales, nosotros hemos clasif'cado la llamada "circuncisión


femenina", en sentido lato, de acuerdo con la anatomía y prácticas etnológicas,
en los siguientes apartados:

Excisión
Clítoris .
Destrucción

Distención
Laceración
Ninfas . . .... ···········¡� Excisión
1
Infibulación

En la Región Neotropical son muy escasos los datos que poseemo i c,-e·cr,
de estas prácticas. no obstante, reseñaremos los recogidos, siendo su caracterís-
tica la imprecisión anatómica.
Los Sáliva, al octavo día circuncidaban sus párvulos, sn exceptuor a las
niñas, no cortando, sino lcstirnóndolos con una sangrienta transfixión, de que
solían morir algunos de uno y otro sexo (4). Esta nación, incluida en el Area
de Guayana, que dentro de las Areas Culturales de Venezuela Prehispánica abar-

3
ca todo el territorio situado al Sur del Orinoco. es citada -Saliva-, en lo que a
la circuncisión respecta, como poseyendo un rasgo común con Mesoamérica (5).
He aquí los textos del P. Gumilla recogidos por nosotros:
"La circuncis.ón, señal y divisa dada por el mismo Dios a su escogido pue-
blo, _(aunque con la variedad, que el largo uso de los tiempos introduce en to-
dos los usos y costumbres) se halla entre aquellas noc.ones Gent les. Los "56-
livas", cuando lo eran, y los que restan en los bosques. al octovo día circunci-
daban sus párvulos sin exceptuar a !as niñas, no co tondo sino last'mándo1os
con una sangrienta transfixión, de que solían morir a'gunos de uno y otro
sexo." (6).

"Las varias Naciones de "Culloto", "Urú" y otros ríos, que entran en Apure,
antes de reducirse a la Santa Fe, eran más crueles en dicho uso, y más inhuma-
nas en esta ceremonia, añadiendo heridas considerables por todo el cuerpo
y brazos; cuyas cicatrices se ven en los que viven hoy, de los que nacieron en
aquellas selvas: no hacían esta carnicería hasta los diez o doce años de edad,
para que tuviesen fuerza para la evacuación tan notable de sangre, como se
seguía, de más de docientas heridas, que daban a las inocentes víctimas de su
ignoran:::ia. Yo encontré el año 1721 un chico moribundo en dichos bosques,
cuyas heridas se habían enconado, y tenía el cuerpo lleno de asquerosas ma-
terias. Para que no s'ntiesen la punta afilada, con que atravesaban las carnes,
embriagaban de ont arncno a los pacientes de ambos sexos, porque nadie se
escapaba de esta scnqr.ento ceremonia; entre los Indios "Guamos" y "Othoma-
ces", son igualmente crueles las señas de la circuncisión." (7)

Steward y Fa ron se refieren a los Sáliva en el siguiente párrafo:

"At the age of puberty, both boys and girls are usually subjected to certain
rites, the details of which vary considerably throughout the orea. The rites for
girls are usually intended to ensure ther physi:al well-beino as well as to
celebrate their transition to womanhood. According to the lo:::al culture, she may be
whipped, required to dance, scorified. hove her hair cut. hove her clitoris excised
as among the Sáliva and in the Montana or be qiven drugs. Puberty rites for
boys are somewhat less common that those for girls, and they tend to consist of
initiction into the status of manhood. Certain tribes may merely cut the youth's
hair. pierce h's nose. o• circumcise him (SáHvc). but in the lmver Amazon ancl
in the Guiones. he is subiected to more rigorous treatment in which he must prove
his physical courooe and his skill. For example, he may be tied in a bed of
ants or forced in cther "tnys to endure ant bites. He may be required to show
his skill in hunt'nq and his fortitude in going without food for a certain period.
In sorne oreas the initiatory ceremonies are formal and involve a secret religious
so:::iety of the kind prev'ously mentioned". (8)

Un resumen de las relaciones de los Sáliva con los a:::tuales Piaroa del Te-
rritorio Amazonas (Venezuela) puede verse en un capítulo que Wilbert dedica a
estos últimos (9), donde consigna que Rivet (1921) estableció las semejanzas
lingüísticas entre los S-:íl"v::i. Pioroo v Macó. "El ldor-io Piaroa se clasifica corno
perteneciente al nrupo 5,;rva. cuva · indenendencia fuP. reronocido 1-im:� rnur+«.
tiempo, aunque los nombres Sáliva y Piaroa se utilizan para distinguirlo".
El Sáliva fué uno de los nueve grupos de lengua del VaJle Orinoco. esta-\:ilecido
por Gilij (1780-84: 3, p. 205); como id'omas componentes nombra Atures, Piaroa
y Quaqua.

4 Al tratar Fray Pedro Aguado "de la pacificación y nobla:ión de la ciudad de


To:::aima, hecha por el capitán Hernando Vanegas fv\anosalvas", "en el año
de mil quinientos cuarenta y ses". en el Nuevo Reino de Granada. se refiere
a los "indios Ponches", acerca de los cuales dice: "Tienen estos bárbaros una
ceremonia o costumbre muy perjudicial y dañosa para ellos, aunque no hacen
mucho caso del daño que de ella se les sigue y viene; y es que a las criaturas
hembras que nacen, a los ocho días o diez, así como nacen les cortan con unas
cañas o piedras cierta parte de carne que en el miembro o vaso mujeril tienen,
y lo que le cortan lo secan y hacen polvos con los cuales después refriegan
la herida para que se consuma y seque la otra parte que queda o puede crecer
para que no crezca y quede igual; y el daño es que muchas criaturas mueren
de estas heridas, y así entre ellos hay muy pocas hembras". (10). Y más adelante:
"Los casamientos entre esta nación Ponche se hacen con mucha facilidad, porque
en estando la criatura sana de la herida que dije le dan a los ocho o. diez días,
luego el indio que la quiere por mujer da a la madre una sarta de cuentas o
una pampanilla de las que atrás quedan dichas. y así queda hecho .el casa-
miento. Esta sartilla o pampanilla ha de guardar la madre para cuando la des-
posada sea de edad para poderla traer". (11).

Se conocen con el nombre de "Chamas" tribus vecinas a los Kashibo, en el


Perú, "conocidas indiferenciadamente de "Chamas" (12), con las que mantienen
contactos pacíficos. Pues bien, entre los Ch:im::is del Ucayali, y en relación con
los ritos de la pubertad, no hay período de reclusión, pero celebran una gran
fiesta, en la que tiene lugar la circuncisión femenina, no verificándose tal cere-
monia hasta pasados algunos meses de la aparición de la menarquia, y pu-
diendo estar ya la muchacha desflorada e incluso casada (13). "Armée d'un petit
couteau courbé, á lame de bambou trés tranchante, la protic.enne désignée pour
opérer, coupe, semble-t-il, le clítoris. Mais il est difficile de savoir au juste ce
qu'elle coupe, puisque aucun civilisé ne vit faire l'opérotion et que les lndiens
sont réticents pour I'expliquer. Les couteaux de métal sont en tout cas prescrits ici.
Seul, le bambou, presque aussi tranchant qu'un rasoir d'oilleurs. est autorisé.
D'oprés les lndiens consultés. ou leurs causeries entre eux, il semble que cette
opération ait pour but de rendre la femme insensible aux contacts superficie!s ou
á tout autre rapport que la pénétration du rnóle, mais les lndiens expliquent
plutót l'opérotion en disant que, sans elle, la femme répand une mouvolse odeur
par son organe." (14).

La familia lingüística Pano, de cuyo stock participan los Kunibo, fue con-
siderada hasta 1888 formando parte del grupo Tupi, de acuerdo .con la clasifi-
cación anterior de von Martius ( 1867), pasando a ser considerada independiente
merced a los estudios de Raoul de la Grassiere (1888); desde entonces han apa-
rec'do una serie de trabajos sobre las tribus. subtribus y grupos locales de la
citada familia lingüística (15). Los mitos de origen, como en el caso de los
Kunibo, son demasiado vagos para poder explicar una fecha aproximada y el
lugar del primitivo habitat; lzaguirre relata al respecto, "Buicoco de oriqen di-
vino es el primer hombre de los Kunibo; Buicoco tuvo por esposa a Titeisa o
Ch:chi y por princpoles hijos a U�hl y Ch-:iy civcrs Psriosas f, ,n.ron H..-,�,-,v ,, Cfú:ie,
respectivamente, habitaron una hermosa colino de las alturas de occidente don-
de pronto se multiplicaron hasta que no siendo la cuna de su nacimiento sufi-
ciente a contenerlos la obondonoron y bajando por las vertientes del Gran Pa-
jonal. bajaron a la llanura y se apoderaron de las extensas y opocibles riberas
del Ucayali" (16). Hacia 1690 los Kunibo realizaron incursiones guerreras por el

5
bajo Ucayali; Grupos de Kunibo entraron en contacto con los "bloncos" en 1682,
cuando hacían incursiones por el bo]o Huallaga, en tanto que muchos otros gru-
pos se hallaban esparcidos por la amolia región del río Ucayali, alcanzando
inclusive los ríos Pachitea y Aguaytía (17). De acuerdo con el P. Bernardino Iza-
guirre, una de las olas Pano más primitivas que se movilizaron por el Ucayali
fueron los Kunibo, que llegaron a poblar extensos territorios de esa área, domi-
nando desde la quebrada del Tahuania hasta la desembocadura del Tapiche.
Posteriormente, el frocc.onorniento de la tribu, por rompimiento de contactos,
originó diferentes grupos locoles. que fueron aislándose. La penetración de
otros grupos migratorios, como los Shipibo, arrin::onó a los Kunibo hacia el
Pachitea, tras sangrientas contiendes guerreras. (18). El dislocamiento de los
Pano fue tan grande que dió origen a la formación de numerosas tribus autóno-
mas, muchas de las cuales, se segregaron aún más, perdiendo a su vez el
control de sus miembros, y dando nacimiento,· de -esta manera, a múltiples
grupos locales que se tornaron la mayoría de las veces independientes; en
ciertos casos la aculturación lingüística fué tan intensa, que varios grupos cam-
biaron de idioma. (19).

Rivet considera la familia Pano dividida geográficamente en tres grupos,


siendo el primero, al que pertenecen los Kunibo, el más importante. y o::upando
la margen meridional del Amazonas, desde el Jataí, al este, hasta el Huallaga,
al oeste, toda la cuenca del Jovori. las dos márgenes del Ucayali, toda la cuen-
ca del alto Juruá y las propias nacientes del Purus (20). Reich (21). en sus notas
sobre los Kunibo del Urubamba. refiere la circuncisión de las niñas. En la biblio-
qrafía revisada, sobre los Kunibo -Cun:bo o Conibo-, no hemos podido ha-
llar confirmación a la cita de Reich, lamentando no haber tenido ocasión de
consultar la monografía sobre los Kunibo de un autor que vivió algunos años
entre ellos, de César Díaz Castañeda (22).

Julian H. Steward al tratar de las "Tribes of the Montana and Bolivian East
Andes", refiriéndose al "Life cvcle", escribe:

..... - ..... "Záparoans and Cashlbo practiced sorne kind of qlrl's circurncision soon
after birth, and the Záparoans also ceremonially flogged qirl's and put pepper
in their eyes".

"Girl's puberty observances seem to hove been limited to the first menses.
when the Arawakans isolated a girl for 6 months. Special observances include
Arawakan and Chama circurncision, deflowering, and whipping, Tupí removal
of the clltoris". (23)

Julian H. Stsword y Alfred Métraux en "Tribes of the Peruvian and Ecua-


dorian Montana", en el aportado "Life cvcle", dicen:

"The Cashibo removed an infant girl's clitoris at 2 months (Tessmann). but


the Chama performed this rite at puberty. Other Panoan tribes lacked this proc-
tice." (24).

Y también:

"Cashibo girls were subincised during a feast, which started with a contest
of shooting chickens. included dances and a song by women alluding to flowers,
stars, etc., and cu!minated when the neophyte girl. leading dancers, drank herself
to unconsciousness, and an old woman cut her clítoris. A wild orgy in which men

6 fought each other followed (lzaguirre)." (25).

Alfred Métraux, en su estudio "Tribes of the Middle and Upper Amazon


River", y al tratar de las "Tupicn Tribes of the Upper Amazon River", al refe-
rirse a la pubertad escribe:

"Present-day Omagua still shut the girl in a spec.ol compartment of the


hut, where she stays 3 weeks and eats only bananas and fish. No one, not even
her mother, may see her. The confinement of the Cocama girls is less rigorous.
At the end of the period, a feast is celebrated during which the girl drinks herself
into a stupor. She is then token to a compartment built above the ground, where
an old woman cuts the extremity of her clitoris. Ashes are rubbed in the wound
to stop the blood. This rite was obviously borrowed from Pcnoorrtríbes of the
Ucayali River". (26). ·

Julian H. Steward, en la parte correspondiente a "Culture Areas of the Tro-


pical Forests", "The Montaña", dice:

"Cris!s rites are not well developed, and girl's puberty is variously marked
by removal of her clitoris " (27).

Alfred Métraux, reseñando los mitos y cuentos de los indios Cayapo (Gru-
po Kuben-Kran-Kegn), refiere el origen de la serpiente "sucuriju" -anacoflda,
Eunectes mur'nus-, que reviste interés en rela:ión con la ciruncsión feme-
n'no -excisión del clítoris- (28). Estos indígenas brasileños, también llama-
dos Kaiapó, han sido citados por diversos autores, entre los que se encuentran:
Americano Brasil (29); misioneros dominicos (30); Paul Ehrenreich (31). quien reco-
ge en 1888 material lingüístico en su viaje por el río Araguaia, y citando a los
Cayapo "del norte", de dialecto "crodoho" y "uchikring", a los "del sur", de
Sant' Ana de Paranaíba y de José de Mossamedes; Von Schwege (32), que se
refiere, entre otros indígenas a los Kaiapó en el diario de su viaje a Goiás
en 1816; Rosário Farani Mansur Guérios (33); Augusto Leverger (34); Lindblom
(35); Ra;mundo José da Cunha Mattos (36), que en su viaje de 1836 se refiere
también a los Cayapós; Eduardo Arthur Socrates (37), que confeccionó un voca-
bulario "portugués-kaiapó". He aquí ahora el relato que publicó Métraux:

"Un home, en butte á l'hostilité de sa belle-mére qui sans cesse se plaignait


de ce quilpo sso it son temps au ngobe et ne faisait rien á la maison, résolut un
jour de ne pos sortir. Méfiante, sa femme soupconno chez lui une mauvaise in-
tention. Le soir, il lui demanda de ne pos faire un trop grand feu. Dés que la
femme fut endormie. le mari tira son clítoris. il tira toute la nuit, si bien qu'ou
matin, le clítoris étais aussi long que la maison et le mari partit au ngobe.
Constatant ce qui lui était arrivé, la femme se lamenta et essaya de rentrer son
clítoris. sansy porvenir. Sa mére, en la voyant assise, lui demanda pourquoi elle
n'o lloit pos se baigner. "Je ne peux pos, répondit la filie, je suis rnclcde". La
mére pensait que sa filie avait fait l'crnour. Tout á coup, elle vit le clítoris
démesuré et sa fácha. Elle prit une natte, en entoura la taille de la [eune femme
qu'elle emmena á la riviére. Le clitoris traínat par terre, derriére la femme. Un
garc;;onnet le prit pour un serpent et sopprétclt á lui lancer un fléche quand la
mére prévint son geste en criant que c'étoir non une béte mais le clitoris de sa
filie. étiré par le mori".

"Au bord de la riviére, la mére étendit de la paille, la couvrit d'une natte


et y fit coucher sa fil le. En lui recommandant de ne pos crier, elle coupa le clitoris
avec un éclat de taquara. Mais la douleur fut telle que la jeune femme hurla et
7
sévonouit. Le clitoris se transforma en un gran sucuriju (mrokaok) qui se jeta
á l'eou".

"La mére réveilla la jeune fernrna en l'aspergeant d'ecu. Puis elle la baigna,
car elle saignait beaucoup. Elle dut rester couchée. Six jours plus tard, elle allait
rnleux, alors sa mére lui dit. "Ton mari est méchant. Quitte-le". (38).

Joáo Barboso Rodrigues (39), cita la práctica de la "circuncisión para los


dos sexos" entre los Ticunas. He aquí el texto: "Les "malocas" (hameaux) de cette
1ribu sauvage s'étendent depuis les rives du Putumayo, au Pérou, [usqu'ou Soli-
móes, sur la rive gauche. Dans_cette région, les Ticunas sont plus ou moins civi-
lisés et, quoique originaires de Brésil, ils se sont enfuis au Pérou á cause de la
persécution dont ils étaient victimes autrefois; aujourd'hui ils sont plus nombreux
dans ce dernier pays. lis croient á la métempsycose et practiquent la circoncision
pour les deux sexes, le plus souvent la mére et le ministre de cette cérémonie,
toujours accompagnée de fétes". El autor recorrió durante más de tres años,
de 1872 a 1876, el valle del Amazonas. En relación con los Tucuna (Tukuna,
Ticuna) véase el artículo de Curt Nimuendajú (40), quien dice al respecto: "There
are still recollections of circumcision of girls, but not of men, as described by
Father Noronha in 1768".

Algunos autores, raros, hacen constar la ausencia de prácticas de circunci-


sión femenina en una determinada nación indígena, y así, Anduze (41), consigna
que los Waika -o Guaika-, al sur de Venezuela, no proctlcon ninguna forma
de mutilación genital, "ni comprueban la virginidad con la práctica de la infi-
bulación".

Una de las naciones indígenas de las que menos se sabía en la actualidad,


por el aislamiento en que vivían que hobendo sido considerada como de ex--
tracción Caribe hoy sabemos que pertenece al grupo lingüístico Chibcha, la de los
Motilones Mapé o Dobokubi, que a partir de 1960, y sobre todo en 1962 y 1963,
ha sido en gran parte develada, al menos en su parte venezolana, esta nación.
según pusimos de manifiesto en la Academia de C'encias Físccs. Mat2máticas
y Naturales, en nuestro trabajo titulado "Historia y estado actual de los Motilo-
nes Mapé -Dobokubi-" (15 de mayo de 1963), según los datos obtenidos has-
ta la fecha no practica ni en el clítoris ni en las ninfas maniobra alguna, es
dsclr, no encontramos en ella nnquno forma de circuncisión femenno.

BIBLIOGRAFIA

( 1 ) Argumosa, J. A. de.-"Aspectos Ginecológicos Indoamericanos. Circuncisión


femenina". Medicina. México. XXXIX; 323. 1959.
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( 3) Argumosa, J. A. de.-"Ibidem." p. 192.

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1954. pp. 68, 73 y 149.
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( 7 ) Gumilla, J.-"lbidem." 1: 119.

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( 11) Aguado, P.-"Ibidem." 1:458.

( 12) Trujillo Fcrrari, A.-"Análisis del comportamiento económico de los Kashibo


frente a los efectos aculturativos". Revista do Museu Paulista. N. S. Sáo
Paulo. XII :199. 1960. p. 276.

(13) Wavrin, M. de.-"Moers et coutumes des indiens sauvages de l'Amerique du


Sud." París. 1937. pp. 282-284.
Pérez de Barradas, J.-"Las muiscas antes de la conquista". Madrid. 1950-51.
2 vals. 11: 181.

( 14) Wavrin, M. de.-"Les indiens sauvages de l'Amerique du Sud." París. 1948.


p. 123.

( 15 l Trujillo Ferrari, A.-"Análisis del comportamiento económico de los Kashibo


frente a los efectos aculturatívos." Revista do Museu Paulista. N. S. Sáo Paulo.
XII: 199. 1960. p. 207.

( lG) Izaguirre, B.-"Historia de las Misiones Franciscanas y narración de los pro-


gresos de la geografía en el Oriente del Perú. 1619-1921." Lima. 1922-29. 1: 305.

( 17) Trujillo Ferrari, A.-"lbidem." p. 210.

( 18) Trujillo Ferrari, A.-"Ibidem." pp. 211-212.

( 19i Trujillo Ferrari, A.-"lbidem." p. 212.

(20) Ramos, A.-"lntroducáo á Antropología Brasileira." Vol. l. 2a. ed. Río de


Janeiro. 1951. p. 215.

(21) Reich, A. und Stegelmann, F.-"Bei den Indianern des Urubamba und des
Envira." Prefacio de Karl von den Steinen. Globus. Braunschweíg LXXXII!;
133. 1903. p. 134.

(22) Díaz Castañeda, C.-"Kunibo". Revista Inca. 1 (2): 392. 1923.

(23) Steward, J. H. (ed.).-"Handbook of South American Indians." Washington.


111: 529.

(24) Steward, J. H. (ed.l.-"lbidem." 111:584.

(25) Steward, J. H. (ed.).-"lbidem." 111:585.

(26)

(27)
Steward, J. H. (ed.l.-"lbidem." 111:699.

Steward, J. H. (ed.)-"lbidem." 111:890. 9


(28) Métraux, A.-"Mythes et Cantes des _Indiens Cayapo (Groupe Kuben-Kran-
Kegn)." Revista do Museu Paulista. N. S. Sáo Paulo. XII: 7. 1960.

(29) Brasil, A.-"Cunha Mattos em Goiaz. 1823-1826." Revista do Instituto Histórico


e Geographico Brasileiro. Río de Janeiro. CL: 177. 1927. pp. 198-226.

130) Missionários Dominicanos.-"Os Nossos Indios Cayapós e Carajás". Orgam


da Catechese dos Indios na Prelazia de Conceicáo do Araguaya e Echo da
Prelatura do Porto Nacional. N. l. Pocos de Caldas. 15 de Julio, 1922.

(31) Ehrenreich, P.-"Materialen zur Sprachenkunde Brasiliens. 11. Die Sprache


der Cayapo (Goyaz)." Zeitschrift für Ethnologie. Berlin. XXVI: 115. 1894.
pp. 116-135, 135-136 y 136-137.

(32) Eschwege, L. W. von.-"Brasilien, die Neue Welt in topographischer, geognos-


tischer, bergrnjinnischer, naturhisterischer, politischer und statischer Hinsicht,
wahrend eines elfjahrigen Aufenthaltes, von 1810 bis 1821, mit Hinweisung
auf die neueren egebenheiten, beobachtet. In zwei Theilen". Erster Theil.
Braunschweíg, 1830. pp. 8-104.

(33) Guérios, R. F. M.-"O nexo lingüístico Bororo-Merrime-Caiapó. Contribuicáo


para a unidade genética das linguas americanas." Revista do Círculo de Estu-
dos "Badeírantes". Curitiba. 11: 61. 1939.

(34) Leverger, A.-"Condicoes administrativas da provincia de Matto-Grosso apre-


sentadas em relatorio de 13 de Janeiro de 1852 ao Ministro e Secretario de Es-
tado dos Negocios do Imperio". O Archivo. Cuyabá. 111: 143. 1905. p. 146.

(35) Lindblom, G.-"Thread-crosses (Fadenkreuze) particulary in South America


and Africa." Ethnos. Stockholm. V:89. 1940.

(36) Mattos, R ..J. da C.-"Itinerario do Río de Janeiro ao Pará e Marannáo, pelas


provincias de Minas Geraes e Goiaz. Río de Janeiro". 1836. 2 vals. Vol. 11.

(37) Socrates, E. A.-"Vocabularios indígenas". Revista Trimensal do Instituto


Historico e Geoprophico Brazileiro. Río de Janeiro. LV:87. 1892.

(38) Métraux, A.-"Mytes et Cantes des Indiens Cayapo (Groupe Kuben-Kran-


Kegn)." Revista do Museu Paulista. N.S. Sáo Paulo. XII:7. 1960. p. 35.

(39) Barbosa Rodrigues, J.-"L'Uiraéry ou Curare." Bruxelles. 1903. p. 35.

< 40) Steward, J. H. (ed.)-"Handbook of South American Indians." Washington.


1948. 111:713. p. 715.

(41) Anduze,-P. J.-"Shailili-Ko." Caracas. 1960. p. 223.

10
ANTROPOLOGIA CULTURAL

Dónde estuvieron Ticomega y Maguatega, Patria


primitiva de los Nahuas de Nicaragua?
Dr. ALEJANDRO DAVILA BOLAÑOS.

Los nahuas toltecas tenían por patria original, Huehuetlapállan ("la anti-
gua Tlapállan"), y la situaban muy al norte de su cap:tal, Tollán, hoy Tula,
Hidalgo, México. Los nahuas mexicanos a su vez creían que sus antecesores ha-
bían salido de Aztlán ("Junto a las garzas"); de ahí proviene el nombre de
Aztecas con que también se les conoce. Por su parte los nahuas nicaragüenses,
tenían por patria mítica, Ticomega y Maguatega.

A continuación copiamos literalmente el texto del importante documento,


escrito por el R. Fray Francisco de Bobadilla, en 1538, a quien se le había en-
comendado la misión de averiguar el estado de la fé católica de los recién
bautizados indígenas del istmo de Rivas, y donde aparecen los nombres de
estos lugares. señalados por los nahuas del antiguo señorío de Nicaragua, como
su patria antigua. Este texto aparece inserto, como todo el interrogatorio veri-
ficado por el P. Bobadilla, en la monumental Historia General y Natural de las
Indias, en el libro IV, dedicado a Nicaragua. por el Cronista Gonza'o Fernández
de Oviedo y Valdés.

TEXTO DEL INTERROGATORIO DEL PADRE BOBADILLA

"Hizo después aqueste reverendo padre juntar trece caciques é principales


é padres o sacerdotes de aquellos infernales templos, é preguntoles si eran
naturales de aquella tierra de Nicaragua o de donde vinieron.

Yndio. No somos naturales de aquesta tierra, é há mucho tiempo que


nuestros predecessores vinieron á ella, é no se nos acuerda qué tanto há, porque
no fué en nuestro tiempo.

Frayle. De qué tierra vinieron vuestros passados, é como se llama vuestra


tierra natural donde vivián, é por qué se vinieron é la dexaron?

Yndio. La tierra de donde vinieron nuestros progenitores, se dice TICOME-


GA é MAGUATEGA, y és hácia donde se pone el sol: é viniéronse porque en aque-
lla tierra tenían amos, á quien servían é los tractaban mal.

Fray!e. Aquellos sus amos eran cristianos o indios?

Yndio. Indios eran.

Frayle.

Yndio.
En qué servían? Por qué se vinieron?

En arar é sembrar é servir, como agora servirnos a les cristianos, 11


é aquellos sus amos los tenían para esto é los comían, é por esso dexaron sus
casas de miedo é vinieron á esta tierra de Nicaragua; é aquellos amos avían allí
ydo de otras tierras, é los tenían avassallados porque eran muchos, é desta cau-
sa dexaron su t Erra é se vin'eron á aquella dó estaban."

COMENTARIO DE LOS HISTORIADORES EXTRANJEROS

Esta es la fuente donde los autores no n'coroqüenses que se han ocupado de


nuestro sugestivo e interesante pasado pre-colombino ha servido para elaborar
ingeniosas hipótesis acerca de la ubicación geográfica, significado semántico y
etnolóq.co de TICOMEGA y MAGUATEGA. Y al escribir historiadores extranjeros,
!o hocemos deliberadamente porque hasta la fecha, los pocos autores nacionales
que se han o::upado de estos asuntos, no han hecho más que copiar y trans-
cribir lo que ellos han dicho, sin averiguar si lo que estos escribieron es cierto
y coincide con los modernos conocimientos que hoy tenemos.

Estos historiadores son: Daniel G. Brinton, un raro estudioso yanqui. Walter


Lehman, erudito [udio a!emán. Samuel K. Lothrop, otro curioso arqueólogo grin-
go. Alfredo Chavero, mexicano.

Brinton fué el primero, que en el año de 1883, dió una interpretación se-
mónt.co de Ticomega y Maguatega. Según este autor y agudo conocedor de la
lengua nahuatl, TICOMEGA proviene del azteca TIACHCAUMECA TL, que según
él, quiere decir. "nuestros hermanos mayores", es decir: "los clanes elevados o
más antiguos de la tribu". MAGUATEGA significa para él, derivado de MA-
QUETECA TL, "gente de arriba", esto es, "los moradores de la meseta interior".

Lehman creyó señalar geográficamente el lugar donde estuvieron ubicadas


al identificar estos nombres con dos aldeas mexicanas, existentes en el Estado
de Puebla, cerca de Cholula. Según este autor, Ticomega y Maguatega de nues-
tros nahuas corresponden a Ticomán y Miahuatlán. "El cambio del terminal en
"ega", - escribe Lehman, es influencia de las lenguas vernácul.as de Nicaragua".

Samuel K. Lothrop, basándose en los relatos de los primeros cronistas es-


pañoles de la conquista, enlazó con rara habilidad estos escritos, dándonos una
versión sugestiva de cómo llegaron los nahuas al País. Siguiendo a Juan de
Torquemada, a Fr. Toribio de Motolinía y a López de Gomara, escribió el recorri-
do de los nahuas de México hasta Rivas. Según este autor, después de la caída
de Tula (sig!o XII d.C.), los toltecas se establecieron en Cholula donde vivieron
muchos años hasta que fueron obligados por tribus indígenas más fuertes a
abandonar ..este lugar y dirigirse hacia el Sur, hacia Xoconusco, donde vivieron
sometidos a esclavitud por los Olmecas. Pasado un largo período ("siete u ocho
v'dos de hombres viejísimos"). huyeron de ese lugar y atravesando Guatemala,
Salvador.. Honduras, Costa Atlánti:::a de Nicaragua, Costa Rica y una parte de
Panamá, volvieron sobre sus pasos en busca de un inmenso lago en cuyo centro
había una isla paradisíaca con dos volcanes, estableciéndose en una de sus
costas. en el actual departamento de Rivas. Así explica este autor el arribo de
los nahuas a nuestro suelo.

Por su parte. el Ledo. Alfredo Chavero, escribe que en México pre-cortesiana,

12 vivían dos tribus emparentadas íntimamente: MECAS y TECAS. Los chorotecos


o chorotegas son los que provienen de Ticomega o Ticomeca, es decir los
MECAS de los tecomates y fueron los que llegaron primero a Nicaragua. Años
después, aparecieron en el territorio nacional los Maguatecas o Toltecas, es decir
los TECAS, que encontraron entre nosotros, por la afinidad descrita arriba, el mis-
mo idioma, religión, costumbres, usos, sacrificios, etc.

NUESTRAS OBSERVACIONES

Hemos transcrito anteriormente, en forma sintética, pero tomando la parte más


fundamental, los principales conceptos que sobre Ticomega y Maguatega, y
sobre el probable origen de los Nahuas de Nicoroquc, han escrito estos estudio-
sos historiadores. Según todos ellos, nuestros nahuas eran tolte:::crs;-y la patria
primitiva estuvo en Cholula, en las actuales aldeas de Ticomán y Miahuatlán del
Estado de ?uebla, México. Fecha de arribo: siglo XII o XIV d.C.

Nosotros somos de opinión que el pensamiento de los nahuas primitivos


era sencillo y expresivo, como lo ha sido el de todos los pueblos de la tierra en
su infancia social. Constituían estos nahuas muchas tribus cazadoras y agricul-
toros, fuertemente unidas por el idioma, la economía y la religión. Esta reli-
gión en sus comienzos estaba en relación con sus toscos instrumentos de trabajo,
he:::hos de piedra y madera. De acuerdo con sus necesidades materiales, los dio-
ses nahuas correspondían exactamente con estos deseos. Así, en sus comienzos,
el Panteón nahuatl estaba íntimamente ligado a las cosas materiales y a la di-
v'sión sociol del trabajo. Dioses de la pesca, de la caza, del maíz, de los frijoles,
de los venados, de los conejos, del agua, de la lluvia, del fuego, del aire, etc.

Los nahuas primitivos llamaron o denominaron a sus Jefes o Soberanos


con el nombre de "tecutll", que significa "señor", y no conociendo otro nombre
para sus dioses, usaron este mismo vocablo para distinguirlos. posponiéndolo
al atributo o a la cualidad deseada. Así por ejemplo, al dios de la Vida, lo lla-
maron Tonacatecutli que literalmente quiere decir "señor de la vida". Al Dios
de la Muerte, Mictlantecutli, "señor de la muerte". Al Dios de la Noche, Yoalte-
cutli, "señor de la noche". Xiuhtecutli, "señor del fuego" .. Ometecutli, "señor de
la dualidad". Mazatecutli, "señor de los venados". Etc., etc.

Posteriormente este vocablo "tecutli" evolucionó a "teotl" para designar a


los dioses con exclusividad, entre los nahuas mexicanos; y a "teot" entre los
nahuas nicaragüenses para la misma cosa. advirtiéndose igualmente la presen-
cia de otro vocablo "teyte" para llamar indistintamente dioses y jefes. _Como en
este trabajo nos ocupamos con exclusividad de nuestros nahuas, pondremos
como ejemplo solamente a los dioses de los nahuas de aquí. prescindiendo de
los mexicanos. Según Bobadilla y Oviedo. Bisteot, llamaban al dios del hambre.
Quiateot, al de la lluvia. Migtanteot, al de los infiernos, Omeyateyte al dios
creador. Agateyte se llamaba el jefe de los nahuas de Tecoatega, hoy El Viejo,
Dept. de Chinandega, etc. etc.

El vocablo "Tecutli" para designar a los jefes a soberanos. también lo en-


contramos entre los mexicanos, sin la final "tli" como se acostumbraba en la len-
gua nahuatl. TECU, entra en composición en el nombre de Mo-TECU-zoma,
que siqnifico. "el señor serio". También tenemos otros nombres: TECU- ciztecalt,
"el señor del caracol". Anahuatli-TECU, "el señor del anillo", etc.

Según nuestro criterio. TECU entra en composición de TICOMEGA, que des-


componemos así, TECU- MEGA, o más castizamente, TECU- MECA TL, dos voca-
blos perfectamente identificables, con significado preciso, y que están de acuer-
13
do con el pensamiento sencillo, concreto y claro de los nahuas prirnit.vos. TECU,
derivado de Tecutli, dios. señor; MEGA, variante nicaragüense de Mecatl, gen-
tilicio, vecino. Ticomega, "habitantes del lugar de los dioses". La Patria Aérea
de los Nahuas. Del lugar donde v.ven los señores que crearon el cielo y las
cosas útiles de la tierra.

Gracias al estudo y a las investigaciones de los sabios arqueólogos mexi-


canos, sabemos en la actualidad, que los nahuas orgullosos de su origen, de su
cultura y de su idioma, se autollamaban Nahuat!aca, esto es "hombre-nahuatl"
que bien puede traducirse como "hombre que .habla el idioma nahuatl"
u "hombre que habla el idioma sonoro", pues el último vocablo siqn.fico una y
otra cosa. Los nahuas, como los griegos y romanos, llamaron "bárbaros" (popo-
locatl) a las otras tribus, que no hab1aban el nahuatl, y a las cuales desprecia-
ban y negaban toda civilización y cultura. "Niccn ca nahuatlaca" exclamaban,
esto es: Aquí ser hombre que habla nahuatl, el idioma sonoro y dulce. Este
vínculo. la lengua, fué uno de los más fuertes lazos que los mantuvo unidos a
pesar de la enorme dispersón que tuvieron desde los EE.UU. hasta Panamá. Y
a pesar de que las relaciones entre e'Ios no fueron siempre muy cordiales y fra-
ternales, el orgullo de ser Nahuatlaca, siempre los distinguió de entre las mu-
chas tribus donde vivieron unas veces como raza dominante y otras como
sojuzgada.

Según nuestro criterio y modo de pensar, NAHUA entra en cornposrcron de


MAGUATEGA, (cosas del escribano que no daba mucha importancia a la pronun-
ciación), que semánticamente la descomponemos de la siguiente manera:
NAHUA-TEGA, o para usar los vocablos con más pureza, NAHUA- TECA TL, fone-
mas bien conocidos, con interpretocones aceptadas en todos los dic::ionarios y
que están en consonancia con el pensamiento práctico y nada complicado de
los nahuas primitivos. NAHUA, derivado de Nahuatl, idioma sonoro, dulce; TEGA.
variante nicaragüense de Tecatl, gentilicio, vecino. Nahuatega, "del lugar de
los Nahuas", "de la req.ón de los hombres que hablan el idioma sonoro y dulce".
La Patria Terreno} de los nahuas, de los hombres que hablan el idioma nahuatl.

Ticomega y Nahuatega fueron lugares que estuvieron siempre permanentes


en el pensamiento de los nahuas. La primera era la patria celestial, de los dioses,
de los señores invisibles que en un tiempo de sus vidas se sacrificaron para
crearlos y a quienes les debían todos los dones. La segunda era la patria te-
rrestre, el suelo feliz de sus antepasados, el paraíso donde forjaron sus instru-
mentos de trobo]o, los usos y las costumbres. Por eso estaban indisolub!emente
ligadas. Sería inútl haber pensado, dentro del razonamiento concreto y lógico
de los nahuas prlrnit.vos, una tierra sonora sin un cielo dulce.

Por eso, nosotros oponemos a la significación propuesta por Brinton, y que


nos parece complicada e irreal, la nuestra más sencilla y más acorde con el
pensamiento de los nahuas primitivos. Tampoco podemos admitir la identifi-
cación señalada por Lehman, Ticomán y Miahuatián, muy alejadas fonéticamen-
te y más, del verdadero significado práctico de nuestros nahuas.

Tampoco a::eptamos la deducción de que nuestros nahuas hayan sido tolte-

14
cas. No solamente la ausencia del culto de Quetzalcoatl en Nicaragua es ya un
poderoso argumento, sino (como hemos escrito en otras ocasiones) el nombre de
nuestros lagos es revelador de un culto muy anterior a esta deidad tolteca.
Nuestro Gran Lago como sabemos se llama Coa polco, esto es "lugar de Coa poi".
Nuestro Pequeño lago, Xoiotlán, que quiere decir "consagrado a Xolorl". Coa poi
y Xolotl fueron deidades nahuas muy anteriores a Quetzalcoatl, eran los Geme-
los Míticos, deidades acuáticas de los nahuas primitivos.

Además las curiosas figuras con "el otro-Yo", alter ego, comunes en todo
el territorio nacional es una evidencia más del totemismo de los nahuas primi-
tivos que llegaron a Nicaragua, creencia que estaba muy de acuerdo con su
modo de pensar primitivo, como cuando vivían en Ticomega y Naguatega. Al
encontrar en nuestro País, una tierra feraz y pródiga en bienes naturales, aban-
donaron el totemismo, y las figuras de sus jefes o teytes con el animal protector
se hicieron cada vez menos frecuentes, hasta el grado que cuando llegaron los
españoles, los nahuas presentes no supieron explicar el por qué de las estelas
con animales a cuestas.

Siguiendo el cómputo cronológico cultural de los nahuas mexicanos, noso-


tros creemos que el arribo de los nahuas a Ni::aragua fué muy anterior al llamado
horizonte Teotihuacano, que comienza en Méx"co en el siglo 111 d.C. La presencia
en nuestro suelo de pequeñísimas pirámides de tierra, la ausencia de Serpientes
con Plumas de Quetzal, el culto reliq'oso sangriento y rudo, la inexistencia de
un estado político-social firme y estable, las costumbres sencillas y preocupadas
por la alimentación y la defensa territorial, nos llevan a la conclusión de que
nuestros nahuas estaban más cerca de sus hermanos los nahuas de las regiones
semi-desérticas del Oeste de los EE.UU, que con los cultos y artífices toltecas.
Por eso sostenemos que Ticomega y Nahuatega estuvieron enclavadas en esta
región y que de allí, probablemente en el siglo 111 o IV antes de nuestra era.
abandonaron dcho país y siguiendo hacia el sur la costa del mar arribaron a
Nicaragua felizmente.

15
EUDORO SOLIS

SOBRE CULTURAS PREHISPANICAS


DE NICARAGUA

LEIDO EN LA SESION DE CLAUSURA DEL V CONGRESO


INDIGENISTA INTERAMERICANO, EN QUITO, ECUADOR,
EL 25 DE OCTUJR� DE 1964, COMO DELEGADO DEL
GOBIERNO DE NICARAGUA.

AL LICENCIADO ECUATORIANO
DON ALFREIJO FUENTES ROLDAN,
HOMENA.IE DEL AUTOR.

QUITO - ECUADOR
1964

17
MAYOR es cada día el interés que desperto la VIDA, PASION Y RESURREC-
CJON DE LAS CULTURAS PREHISPANICAS. la v.sión de aquel mundo forcejea su
salida a lo universal, porque además de ser fuente de estudios y de investiga-
ciones para la Arqueología y la Etr,o'.ogía d" todos los tiempos, sus signos de
expresión son las formas clásicas de lo primi1 ivo, como el rumor del principio de
su Génesis pagano. Sus raíces profundas sostienen aún el árbol de la estirpe,
el árbol ombligo de nuestro destino o la ruta de corn'ncntes americanos.

En el Altiplano Andino, como en Meso América, los restos de ciudades an-


ter.ores a la venida de los españoles, demandan su restauración al mundo
octuol, acercar su vitalidad profér.co a los o.os del Arqueólogo, del Historiador,
del poeta, para identificar su conten'do humano, descubrir sus piedras, la in-
mensa soledad de su perfil. Todavía no se ha penetrado totalmente en ese mun-
do misterioso que creó el indio en la heredad del tiempo. Es meritorio insistir,
como hasta ayer, en la búsqueda ordenada da aquel mundo y sacarlo de su
laberinto con el hilo noble de nuestro ornericon'srno. Nosotros somos él y ellos.
De la misma madera genealógica, de la misma agua y transparencia del fondo,
donde todo obedece a la conciencio qerrnnodoro de la Raza. La constancia ha
sido el cuerpo místico que ha logrado grandes descubrimientos de la mentalidad
prehispánica, estatuas de dioses, rnurcles obras de arte en oro, plata y jade,
así como las revelaciones esotéricos de su cerámica. Por la lectura de los libros
de ayer y de hoy, inluso los Cronistas, estamos informados de la v'do de aque-
llos creadores de culturas; de la o-qonlzcción social de los Incas; de la escritura
y sistemas ostronóm'cos y colendóricos de los Mayas; que los Toltecas del Valle
de México fueron grandes artistas, así como del Señorío de los Aztecas. Conoce-
mos en buena parte el pensamiento y la produción literaria prehispón'co de
aquellas culturas, como la lnca'ca, la Maya Quiché y Náhuatl. Los poetas de
aquella época, como lo mandaban los dioses, formaron el destino de los pueblos
prehispánicos. En el Calmécac. Cótedro prehispánica se formaban los rostros
nuevos, se les instruía cómo golpear la tierra, desentrañar su común parentesco
con los lotes y la sabiduría. El Mural que presentaba Américo a la llegada de
los conquistadores, era una pintura como hecha por los dioses, porque todo en
ese mundo pesaba como la luz en la primera edad del hombre. Hallar ese hogar
sea nuestra audaz aventura de hoy. Muchos siglos han estado solos en sus
territorios íntimos aquellos nuestros obuelos. creciendo y poblando su madurez
con el amor de antes para esta AMERICA QUE AMARON. No olvidemos que noso-
tros somos Ellos, la continuidad de la sangre, la unidad del espíritu y la altura

19
de la esperanza. Todo cuanto hemos andado en América, después de su partida
impulsados por el tiempo que cambia la fisonomía de los pueblos más nos
acerca al culto de los fundadores de nuestra ncconolldod Más nos aproxima a
su mundo de ideas y formas, porque aquellos pueblos de Norte a Sur, los te-
· nemes .en el oído, con su lengua materna bellorn ante idiográfica y fonética.
Somos los caminantes de su angustia, los habitantes de su soledad.

Las grandes fornilcs culturales que dominaban Nicaragua hasta el rno-


mento de la conquista, eran los CHOROTEGAS o MANGUES y los NAHUAS -
NICARAGUAS. Nuestros relee enes culturales son con el Océano Pacífico. El
Atlántico fué quién nos descubr.ó y de él parten . .otros destinos, a lo hispánico
mediterráneo y a la Cultura Occidental.

Entre las culturas indígenas del Pacífico, la más antigua era la de los
Sutiabas, allá en mi Nicaragua natal. " ... y SUTIABA. -es:ribe Don Anton.o
Vásquez de Espinosa en su "COMPENDIO Y DESCRIPCION DE LAS INDIAS OCCI-
DENTALES"-, que es el mayor de la [urisdcción que está una lsquo de la caue-
cera, en el reside el Correq.dor. que prouse el presidente de Guatemala para
su buen Gouierno, y que odrnln'stro justicia, este pueblo de Sutiaba es algo
má.s templado que los otros, tiene los mismos frutos en abundancia y se haze
en él cantidad de sogas, y xarcia, viuen en el algunos españoles y es de mayor
contratación por la abundancia, que tiene de todo, y estar en el camino Real de
esta Prouincia y dos tros de mosquete de la nueva ciudad de León, en el Dis-
trito de este Corregimiento se labra algún añil y ay vn volcán que siempre
está ardiendo, y echando fuego el qua] está en una sierra pequeña. echa
grandes llamaradas de fuego, que perece un campo cuando quema". Era
Suticbo, pues, pob'ación da importancia. Cuatro son los nombres con que se
le designa en las relac'ones de los Crcnistos. TLAPAI\IECA YOPI, porque proce-
dían de TLALPA, México; MARIB!OS. s'nónirno de hombres; NAGRANDANOS,
habitantes de la ]'anura . su prlncpol asiento fué NAGRANDO, a orillas del Xo-
lotlán, desaparecida bajo las aguas del lago a causa de un cataclismo, recons-
truída después con el nombre de Moabita, que significa "cerca de la que se
tragó el agua" y SUTIABA, nombre que ha conservado hasta el día. Vásquez de
Espinosa la cito nuevamente en el siguiente párrafo: "En el Distrito de este
Obispado y Gouiemo de Nicaragua. que son el de la villa y puerto del REALEJO
y prouincia del VIEJO; el de QUESALGUAQUE y SUTIABA; el de MONIMBO,
Masaya, y Managua, el de los CHONTALES, cuia cauecera es Séboco, todos ri-
cos, y de mucho aprouechamiento, porque la tierra es rica, fértil de frutos de la
tierra de mucho comercio. y saca de ellos".

En las relaciones de los cronistas, los Chorotegas se establecieron en Ni-


caragua a princip'os del siglo VI, empujados desde México. La lengua que ha-
blaban los Chorotegas pertenecía al tronco de los Oto-mangues. Poblaron las
costas del Pacífico prlnc'polrnente el Golfo de Fonseca, Costa Rica y la Península

20
de Nicoya. Atados a! tronco original, impus'eron su lengua, religión, costum-
bres y su fina cultura. Dejaron tras de sí un mundo de arte en cada trecho
de siglos, hasta que en los cominos en que señoreaban. se oyó el paso de la
conquista bajo el árbol y sobre el río nicaragüense. Otros, los Nicaraos, eran los
señores del Istmo de Rivas. También allí en::ontramos a los Chibchas y varias
lenguas hocanas en el norte, cerca del lago de Managua.

La noticia más importante y definitiva nos la trasmite OVIEDO Y VALDEZ:


y fuí a la pobloc.ón de Managua, de la lengua Choroteqo, que a la verdad
fué una hermosa é populosa plaza e como estaba tendida a la orilla de aquella
laguna, yendo de León a ella, tomaba mucho espacio; pero no tanto ni oviendo
cuerpo de cibdad, sino un barrio o p1aza delante de otro con harto intervalo:
e cuando más próspero estuvo (antes que €ntrara allí la polilla de la guerra)
fué una congregación extendida y desvariada, como en aquel val'e de Alava
o en Vizcaya é Galicia y en las montañas y en el valle de lbarra e otras partes
están unas casas apartadas é á vista de otras, que tenían mucho compás".
"Pero aquestas de Managua estaban como soga al luengo de la laguna, é no
en tres leguas ni una, pero ovío en su prosperidad d·es mil indios é cuarenta
mil ánimas, y era la más hermosa plaza de todas". Vuelvo a citar a Oviedo y
Valdez: "Yo partí un día veynte é cinco de Julio del año de m:11 é quinientos é
veynte y nueve de la plazo ó pueb!o de Managua, é fuí a dormir a LENDERI;
cuatro leguas a la estancia de aquel hidalgo que he dicho que se dice DIEGO
MACHUCA, que está á par de la baxada del lago que dicen de Lenderi, é obra
de media legua del lago, é oquello mesma noche de Santiago, bhtes que
fuesse de día, partí de la estancia para sub.r al Monte de Massaya é ver a aquel
fuego: é lo que allí hay es una serro muy áspera é de ·dobladas montañas
(PERO POBLADAS DE INDIOS DE LA LENGUA QUE HE DICHO DE CHOROTEGA)"

Según Brinton, CHOROTEGA ES CHOLOLTEGA y le da la s'.gnificación de


los que partieron o los que deben partir. Le da un sentido nómada, siempre en
vic]e, Sin embargo, siglo tras siglo esa gran familia tuvo su hogar en el Istmo
de Rivas hasta León, así como los Nahuas desde la frontera de Costa Rica hasta
et Río O::homogo y los Sutiabas desde León hasta más allá del Estero Real.
Cada quien en sus verdes Repúblicoc, dictaron Leyes, formaron uná Cornu-
n.dcd soberana, rebasaron sus graneros. fundaron la dinastía del ornor, como
el amor a la Naturaleza. Veían en el árbol al dios de las cosechas y en la piedra
el cuerpo de la eternidad.

Los Chorotegas, como lo más n'caragüense, descubrieron el barro, lo aprisio-


ncron como agente de cultura y le dieron forma y expresión permanente. Su
uso fué una afiebrada creación: platos, cántaras, jarros, vasijas y sus origi-
nales urnas funerarias. El lenguaje del barro como un dcrcdo de su soledad
religiosa y ritual!

21
La cerámica era la artesanía de las culturas indígenas. En nuestro tiempo
este arte, influencia al investigador para separar una cultura de otra en el atra-
yente paisaje indígena.
Por ejemplo: en un vaso chorotega o en una ánfora nahuatl, la variación
del -eolor o de la forma, las distinque una de otra, su fondo roe.el o la dimensión
del espíritu creador.

Allá en mi Nicaragua natal hay una ciudad con reminiscencias CHORO-


TEGAS, que el Cronista Oviedo y Valdez visitó en el año a� 1534. Esta c.uucd
se llama Masaya, y en la lengua nahuatl MASALLI, que significa "BIFURCACION".
Lugar de donde partían verlos comnos para el caminante indígena. Yo soy un
chorotega, un tanto poeta y otro tanto indigenista.

Mazayan, hoy Masaya, puede interpretarse también, en opinión del Pro-


fesor Don Luis Cuadra Cea, por lugar donde se adora el Toten Venado: Mazatl
es Venado, Yan es lugar donde se adora el Toten.

Cuatro leguas adelante de Managua - citas del cronista Vásquez de Es-


pinosa - "hazia la ciudad de Granada, está el pueblo de NINDIRI de muchas
frutes, y regalo parece un pedazo de paraíso, hazese en el cantidad de xarcia,
y lona de algodón para velas a los nauios del Piru en este pueblo no hau agua,
y assi vaxan por e'la a vna laguna que tiene junto assi muy profunda, que solo
para escribir cosas de ella, y de este Distrito auia bien que alargar la pluma".
"Adelante está el pueblo de MASAYA obra de media legua de este pueblo.
el cucles de los Mayores de esta prouincia es de mucho recreo, con cantidad de
frutas, mais y otras semillas y legumbres, aunque no tiene agua porque los
indios beben de la Misma Laguna. que los de Lenderi, hozesse en este pueblo
Cantidad de Xorc.o y lona, que es gran trato en esta tierra, y los Corregidores
enriquezen. Cerca de este pueblo está el volcán tan nombrado de Masaya, que
aunque el serro, donde está es pequeño respe:to de la grandeza de los demás,
les exede en cantidad de fuego, y humo que de si arroja, que es de tal suerte,
que cuando haze viento, l'euo el humo tras de sí tan espeso, que porecn vn,a
grande y densa nube".-"A una legua de Masaya está el pueblo de MONIMBO
CAUEZA de este Corregimiento que tiene frutos que los demás, y otros pueblos
que son NIQUINOHOMA, NICARAGUA DE LOS INDIOS", (hoy ciudad de Rivas}.

"Es posible limitar a los nahuas de Nicaragua como un sub-grupo cultural,


porque se ha constatado su origen racial, escribe el distinguido indigenista Doc-
tcr.Eronclsco Pérez Estrada, en su interesante libro "LOS NAHUAS DE NICARA-
GUA'.'. Y agrega "que tales inmigraciones mexicanas precolombinas a nuestro
país, quedaron aisladas de las respectivas metrópolis: TULA, TEOTIHUACAN, y
TENOCHTITLAN". Fray Toribio de Benavente da la noticia de que estos Nahuas
abandonaron México impelidos por la sequía que les impuso salir. Buscaron el

zz
agua de Nicaragua -agua de América- en su, vítol peregrinaje. Tal que a
la venida de los españoles se encontraban en el Istmo de Rivas, construyendo
nuevamente su futuro, su independencia y su lengua domncdoro. Ellos impu-
sieron --escribe Pablo Antonio Cuadra- el respeto al comerc'o imperial de
los mexicanos y agrega el ilustre escritor indigenista y poeta- que desde
México hasta Panamá los prepotentes agentes del cacao azteca, cruzaban Cen-
tro América utilizru:ido una sola lengua, como los griegos de nuestra edad
prehispánica.

Los CHONTALES DE NICARAGUA son los RAMAKI, SUMOS o MOSQUITOS


de nuestra Costa Atlántica. Se dedican a la pesca y son los navegantes de los
grandes ríos atlánticos. Estos indígenas a que nos referimos no tienen rela::ión
alguna, ni lingüística, ni cultural con los CHONTALES de la gran familia Maya
que poblaron la parte Central del Estado de Tabasco, en Méx:co. El término
CHONTALLI del que procede el nombre, fué aplicado por los Mexicanos para
denotar su calidad de "EXTRANJEROS"" y por "Extranjeros" y "Bárbaros" se co-
nocen, porque los nahuatlacas de Nicaragua así llamaban a los que no hablaban
su lengua, igual que los Griegos en el apogeo de su cultura.

Nuestra prehistoria -como visión telúrica y dimensión espiritual, en el


caso de Nicaragua, a la venida de los españoles, está saturada de una profun-
ddod religiosa que linda con la profecía y la mísfca de los primeros cristianos.
Define una personalidad humana instuida en la perfección de Dios, que roza el
misterio y la verdad eterna. Tal se desprende del diálogo que sostuvo el Padre
Bobadilla con el Cacique Nicaragua y que nos trasmiten Ovledo y Valdez, y
Gomara. como es del conoc'rniento de todos vosotros. Fray Francisco de Boba-
di lla interrogó en esa ocasión a los Caciques Chicoyatomal, Cipat, Misesboy,
Tecoteyda. Estos contestaron a las preguntas. textualmente:

"No somos naturales de esta tierra, e ha mucho tiempo que nuestros pre-
decesores vinieron a ella, e no se acuerda qué tanto ha, pero no fue en nuestro
tiempo. "El Padre Bobadilla preguntó de nuevo: De que tierra vinieron vuestros
pasados, e como se llama vuestra tierra natural donde v'vlon, e porque se vi-
nieron e la dexaron?"'

"La tierra de dónde vinieron nuestros progenitores se dice Ticorneqo o Ma-


guatega y es hacia donde se pone el sol: e v'nieron porque en aquella tierra
tenían amos, a quien servían e los tractaban mal" Vosotros ya sabéis lo que
afirma el historiador Torquemada: que estos indios habían venido de México a
Nicaragua por consejo de los sacerdotes."

Los dioses les mandaron partir. Este m:rndato ha inf!uído enormemente


en el destino viaiero del nicaragüense.

El Cacique Nicaragua. escribe Gomara. "era agudo y sabio en sus ritos


y antigüedades. tuvo grandes plót'cos y discusiones con Gil González y los
religiosos. Preguntó si tenían noticia los cristianos del gran diluVÍ'EY*que anegó
la tierra, los hombres y animales y si había de haber otro; si la tierra se había 23
de trastornar o caer del cielo; cuándo y cómo perderían su claridad y curso el
sol, la luna y las estrellas; porqué eran ron grandes; quien los movía y tenía.
Preguntó la causa de la oscuridad de las noches y del frío, tochondo a la natu-
raleza, que no hacía siempre claro y calor, pues era mejor; que honra y gracia
se debían al Dios trino de los cristianos, que hizo los cielos y el sol a quien
cdorobdn' por Dics".

El indio de América es un vislumbre de la Divinidad. En cualquier territo-


rio ·que se le encuentre antes del impacto de la conquisto, es el árbol más anti-
guo y más cargado de sabiduría. Crearon una cultura extraordinariamente anti-
cipada a su tiempo y que, e_n el de hoy, e s de una densidad de tiempo y mis-
terio formada con elementos como los que estructuraron el pensamiento griego.
Tenían· de la vida, el concepto filosófico que sólo se cdv.erte en la gran tristeza
del ser.

"Pero, ¿algo verdadero digo?


Aquí, oh tú por quién se vive,
· solamente estamos soñando,
solamente somos como quien despierta
a medias y se levanta".

"Son llevadas las flores al reino de la muerte?


Es verdad que nos vamos, es verdad que nos vamos?
¿A dónde vamos, ay, a dónde vamos?
¿Estamos allá muertos o vivimos aún?
¿Otra vez viene allí el existir?"

Decidme, vosotros. si estas rnonfesroclones del ser preh'spónico no os


parecen como de Heráclito, Parménedis o himnos védicos?

Quiero terminar haciendo una evocación de Quito en el momento histórico


que lo une a Nicaragua llevado por las aguas turbulentas de la conquista:

PEDRO DE ALVARADO, GENERAi_ DE GUATEMALA Y SOCONUSCO. armó el


año 1535 unas cinco naves, en las cuales y en otras dos que tomó en Nicaraqua
en el Puerto Real del Realejo, llevó qunientos españoles y muchos caballos.
Desembarcó en Puerto Vie]o y se encaminó a Quito; pasó por el camino grandí-
simo frío, sed y hambre. Puso en cuidado y aún en miedo a Fran:isco Pizarra y
a Diego de Almagro. Les vendió los navíos y artillería en cien mil castellanos,
según más exactamente se dijo en las cestos del Perú y se volvió rico y u Fano
a Guatemala.

24 (Gomara. Historia General de las Indias. ·Tomo I, Pág. 352)


... "Alvarado - Cap:tán General de Guatemala y Soconusco, ostentoso y
cruel condotiero, supliciador del Rey de Texcoco y autor de la matanza de
Toxcalt - había traído una flota y quinientos so'.dados para conquistar el
Reino de Quito, de dos mil indios quichés re:lutados por la fuerza y algunos
centenares de mastines".

"El Capitán Sebastián de Belalcázar - nombre supuesto de Sebastián


Moyano, mozo de mulas que había huído de su ciudad natal española perse-
guido por la justicia - subía lentamente los tramos de la Cordillera al frente de
sus hombres, cuando se encontró cerca de Ambato. con el ejército fantasmal
de Pedro de Alvarado que venía de la costa de Manabí, siguiendo la ruta de las
antiguas invasiones hacia la meseta interandina y que acababa de sufrir serios
descalabros en los combates con el ejército del General Quizquiz. Espectros de
soldados, espectros de indios cubierto; de harapos, se preparaban al encuentro
f nal para la conquista del país del oro. Las d'ez naves que les condujeron
desde Nicaragua habían quedado abandonadas en la costa, a merced de las
tempestades ecuatoriales. Centenares de cadáveres señalaban la ruta de la
e xpedicíón por entre la selva ebria de exholcclones maléficas y alocada de
papagayos, y por la es::alera de rocas vo'cánicas que trepa sobre el lomo helado
de los Andes hasta las nubes. Sesenta soldados e indios quedaron convertidos
en estatuas de hielo, en medio de las ventiscas g/a:iales. Los españoles veni-
dos de las cálidas tierras centrocrner.conc s. se rnorovllcron "del mucho nevar
que hacía tan debajo la Equinoccial".

(Carrera Andrade - Página 137 del Libro "EL CAMINO DEL SOL")

El nombre de Nicaragua - lo repito honrándome - se une al de Quito


en los angustiosos pasajes de su historia. que por su densidad, merece un canto
épico. Vehementemente deseaba pisar esta ferro de Olmedo y Carrera Andro-
de, porque es el "pueblo de la Esmeralda o del ídolo de la piedra verde, del
que descendían los Señores de Quito, que solían llevar como símbolo de su
poder esa p'edra preciosa en su Diadema".

A continuación de esta introduccón, que estimé c::,nveniente, me permito


ha:er las siguientes recomendaciones:

J 9-Que las Facultades de Humanidades de Hispanoamérica proprcien las Cáte-


dras, Seminarios, Conferencias, para el estudio de los textos indígenas, li-
teratura y obras plásticas prehispánicas. zs
27- Instar a los Gobiernos para que se cumplan los diversos tratados y leyes
sobre la incorporación del indio a la cultura de nuestro tiempo, su alfa-
betización, Seguro Social y justa distribución de la tierra por medio de
los Organismos Agrarios.

3,_ Propiciar el estud.o de la cerórnico p ehispónico y de los petroglifos y es-


crituras rupestres del Continente.

4?- Solicitar becas de la Organización de Estados Americanos, por medio del


Instituto Indigenista Interamericano de México, para que, uno o dos jóvenes,
por lo menos, hagan estudios en Centros Especiclizcdos dé! Arqueología,
Culturas Indígenas y Lenguas Indígenas. Esos jóvenes serán escogidos por
los Institutos Indigenistas de los Países Miembros del Instituto Indigenista
Interamericano de México.

26
El borro, expresión de culturo indígena
Por Francisco Pérez Estrada

El barro, es sin duda, elemento bóslco en la cultura n'coroqüense. En él se


han dado muchas formas materiales que muestran aspectos del pensamiento
n'caragüense. Es, EL EX-LIMO TERRIS de la Biblia; la primera forma material
del hombre, según el Popol-Vuh, cuya trcdción es general para M�soamérica.

Su manufactura Indico una etapa cultural en la cual se conocía el fuego;


posiblemente un período sedentario, o cuando menos seminómada. Ello se
puede deducir de los muchos objetos pre-colombinos de ese material. Por ejem-
plo: las tumbas. Estas, vasijas grandes en forma de zapato, demuestran que la
muerte era objeto de un culto religioso que sólo pudo producirse en una etapa
cultural no nómada, puesto que el mismo material buscaba durabilidad y en-
raízaba en un sitio determinado. Por otra parte, la circunstancia de introducir
granos de maíz en las tumbas, confirma un rito, puesto que el maíz, producto
sedentar'o, fué elemento primordial de construcción en un orden trascendental
desde el momento que fué el material defin'tivo para el cuerpo humano, en la
antigua teogonía pre-colombina de Mesoamérica. Ello expone, el uso del maíz
como elemento ritual, un pensornento siempre valedero, si consideramos que
el maíz como alimento y como e!emento de construcción del hombre, significa
la más completa identificación.

El barro tuvo mayor lrnportcnco durante la época pre-colombino debido a


la facilidad con que se adquiría y a la durabilidad del material. Es porque el
uso posterior de la madera haya desp'azado en parte algunos utensilios, pero
no quedan muestras de ellos. S'n ernbor=o se sabe que existieron porque Fer-
nández de Oviedo asegura que 'os sacerdotes católicos C¡Ue vinieron en misión
religiosa destruyeron numerosos ídolos de madera.

El barro implicaba una economía desde el momento que su uso fué tan
general. No podía ser de otra manera la tarea que implicaba un esfuerzo, un
tiempo, y sentido artístico en muchos casos, dedicado a la producción de ob-
jetos útiles y suntuarios.

27
No se encuentra el deta!le de los precios correspondientes a los numerosos
objetos, pero habiendo habido una medida de cambio, el cacao, no habría razón
por la cual el trabajo en barro no tuviese precio.
El hecho que hayan sido las mujeres quienes trabajaban el barro es un
interesante dato peo el sociólogo sobre todo, cuando consta históricamente
que la sociedad pre-colombina nicaragüense, a la llegada de los españoles, ha-
bía establecido trabajos especializados.

La técnica de producción fué manual en parte y en porte me::ánica, ya que


se usaron tornos prlrntivos. sobre el princlp.o del movimiento circular y del uso
de la polea. De esto quedan rastros en pequeños círculos de barro que se en-
cuentran en varias coleccionss particulares en el Museo de Nindirí y en el Museo
Nacional. Ello sígnif::a un incipiente pensamiento mecánico aplicado o la pro-
ducción.

Las formas y los adornos de los objetos de barro completan, hasta cierto
punto, aspectos del pensamiento indígena. Tanto los unos como los otros han
sido clasificados desde el punto de vista arqueológico, pero hace falta su in-
terpretación, la que nos haga conocer esa experiencia humana que puede apro-
vecharse como se está hoc'endo por primera vez en N'caragua; como lo ha::e exi-
tosamente Pablo Antonio Cuadra en su poemario EL JAGUAR Y LA LUNA, como
se podría hacer en pnturo y en e:cultura, para lograr una outéntco modalidad
nicaragüense.

Las esculturas de barro que representan seres hurr cnos dejan ver una idea,
la de no hacer representaciones "noturcllstos". porque en cambio hay numerosos
animales en los cuales el artista se ha deleitado exnlicondo la línea y el volu-
men. Ello significa una especolizo-iión técnica y un gran sentido ortlstico. En ob-
jetos como porongas. se cree estar cerco de la perfección griega y en cacharros
y vasijas hay voredodes de mucho gusto o por lo menos s irn.lores a los que
actualmente col.flcornos como ta'es.

En materia de d buios , los objetos de barro ostentan un claro pensamiento


artístico, la cstilizoción. Muchos son los jaguares, las serpientes emplumadas, los
pájaros. lagartos et:., cuya representación es de la melor calidad. En cuanto
a los colores, fueron dados por materiales m'nerales y vegetales. Actua'mente to-
davía se usa LA PAGUA, tierra colorada que se unta al obieto de barro crudo,
que después de cccido exhibe ese color de fuego sobre el cual se trazan di-
bujos geométricos.

En los animales de barro y en los dbulos sobre cacharros y vasijas encon-


tramos signos místicos que nos pe-rnit m conocer por ejemplo, la creencia en an-
tiguas divinidades cerno Quetzalcóatl, en la Serpente Emplumada, o Ehecatl, una

28 advocación importante, cuyo signo "LA CRUZ", es un símbolo del agua y del
viento; bien la creencia en el OTRO YO cuyas proyecc'ones míticas se extienden
por todo el continente y cuya creenc.o impl'co toda una filosofía existencial.
Por otra parte, la forma hierática de TODAS LAS ESCULTURAS DE TIPO HU�
MANO parecen delatar una procedencia os.ófico por la semejanza de actitudes
de dichas esculturas.

También existen pequeños objetos cuyo corócter de juguetería es fácil con-


cebir y que se puede explicar no sólo como perfección técnico, sino como un
nivel social superior dentro de las características sociológicas de su tiempo.

Creo que dada la importancia del barro en la época pre-colombino nicara-


güense, bien podríamos designar esa etapa como LA CULTURA DE BARRO, aún
cuando ese material haya seguido teniendo importancia posteriormente.

Después de la conquista española el barro cambió de importancia. Su uso


fué sustituido en algunos aspectos y entre ciertos estratos sociales, pero la
técnica de construcción de edificios traída por los conquistadores, no escatimó,
sino más bien adoptó y adaptó su uso.

Muchas casas coloniales fueron construídas de b'oques de barro llamados


adobes; los techos fueron reemplazados por TEJA ARABIGA y los pisos de mu-
chas casas, aún de mansiones res'denclcles que se pueden ver actualmente en
México, se hicieron de ladrillos de barro. El antiguo material pre-colombino fué
proyectado por la técnica hacia nuevas formas de servicio, Sin embargo, per-
sistió en muchos usos o utensilios de las clases populares que todavía conservan.

Los nuevos materiales de constru:ción no han logrado desplazar todavía


al barro en Nicaragua. Nuevas formas y nuevas técnicas para tratar este ma-
terial le han permitido actualidad. Todavía significa un capítulo importante en
la economía nacional, pequeña y grande. Existen varios centros de productos
alfareros: La Paz Centro de l.eón, Los Cocos de Matagalpa, San Juan de los Pla-
tos, en el Departamento de Masaya, y otros más, de menor importan:ia, disemi-
nados en el sector pacífico del país.

La industria del barro actualmente está ligada a la pequeña economía,


al pueblo, especialmente al elemento nativo. En San Juan de los Platos. por ejem-
plo todavía hay juguetería de barro, cuyas líneas pueden proyectarse hacia for-
mas artísticas actuales. Constituye un capítulo económico de gran importancia,
aunque su actividad sea una labor complementaria de los quehaceres agrícolas.
En la Paz Centro es una industria de importando económica y la confección
de barro para construcción de edificios es toda una industria fuerte en el Depar-
tamento de Managua.

29
La pequeña economía se ha refugiado en el barro. Numerosas casas se
hacen con ladrillos de ese material reemplazando al adobe que también fué
una industria.
¿Será por mucho tiempo el material popular de construcción? Algunos ur-
banistas sostienen que es un material adecuado al trópico. Por otra parte, su
bajo costo sugiere de principio, que podría ser el material que reemplace al
rancho de paja en una campaña por el mejoramiento de la vivienda popular
en el monte. Por otra parte, tiene tan gran sabor, que los grandes señores de
la colonia no lo desdeñaron para los p'sos de sus casas res1denciales. Todavía
se puede ver en Cholula, Guadalajara, Teotihuacán y hasta en construcciones
de lujo, usado discretamente y con mucho gusto.

El futuro del barro en Nicaragua puede ser de mucha importancia, pero su


pasado es una de las bases de la cultura nicaragüense, no sólo en el orden
mental que es de la mayor importancia, sino en el orden material. Por eso tiene
suma importancic su estudio y proyección. El conoc'm'ento de nuestro ser in-
tegral parte de la tierra, como barro o maíz, pues ambos son elementos fun-
damentales de nuestra cultura.

30
PORONGA

Manos precolombinas dieron forma a la sed,


modelaron el agua primitiva.

Fué después de la jícara,


fué después del huacal.

Las mujeres congregaron el barro.


En la plaza lo juntaron.

Barro rojo, como el oriente rojo,


barro negro, como el oeste negro,
barro b'an:o, del color del norte,
barro amarillo del color del sur.

Recorrieron la sed para buscar la forma.

Lo redondearon.

Lo cocieron.

La poronga,
trajo el río a nuestras casas,
recogimos el inv.erno con "quispo!".

Francisco Pérez Estrada.


NICARAGUA ARQUEOLOGICA
Por Doris Stone

(UNA PUBLICACION DE LA ENCICLOPEDIA UNIVERSALE DELL'ARTE)

La República de Nicaragua, independiente desde 1821, conf:na al Norte


con Honduras, al Sur con Costa Rica; al Oeste la baña el Océano Pacífico y al
Este el Mar Caribe. La mayor parte de la civilización arqueológica de Nicaragua
yace todavía en el suelo, sin embargo las diferencias entre las culturas septen-
tr.oncles y meridionales es aquí más evidente que en otras regiones de la Amé-
rica Central. Desde un punto de vsto geográfico, los lagos de agua dulce de
/.\anagua y Nicaragua separan el área crque olóqlco oriental de la occidental.

CIVILIZACIONES PRECOLOMBINAS

N:caragua Oriental

En esta zona se observa un estrecho enlace con la cu.turo de la Honduras


nororiental, ya en las costumbres, ya en la piedra labrada y en la cerámica;
típicos las amplias moles de piedra, los receptáculos votivos y la cerámica no
p'ntodo o monocroma.

Petroglifos, sencillos y naturalísticos ó complejos y estilizados, hállanse un


poco en todas partes, pero particularmente sobre la vertiente caribe, a lo largo
de los ríos, en las cercanías de los rápidos o de cataratas; moles trípodes, sin
orlas, con una altura oscilante entre m. l y m. l ,25, ornadas con una cabeza
amenazante de un reptil, pájaro u otro on.mcl. recipientes líticos y escudillas,
tablillas con dioses-hachas de jade que recuerdan la produ.:ción de la Honduras
nor-oriental.

Peculiares de esta reqron, hasta Chontales, son las hachas monolíticas,


de una sola hoja o acanaladas, a menudo a.:ompañadas por el mango. Del
Departamento de Chontales son típ'cas las coiumnas líticas con figuras esculpi-
das en bajo relieve y cilíndricas. Caraterísticas de estas figuras son: las p.erncs
dobladas, los brazos esculpidos sobre el torso, uno sobre otro; las manos lle-
vando un cetro, una clava o una lanza; la cabeza con venda frontal o con el
motivo der··alter ego", en forma de un animal entero; las minúsculas incisiones
que hacen resaltar el tejido de la indumentaria. Bajo el punto de vista del estilo,
estas estatuas recuerdan la producción de Panamá central y del nor-oeste de la

32
América Meridional, hasta el del Perú septentrional.

A lo largo de la Costa At'ántico se encuentran animales o figuras de


piedra completamente redondas; más allá de ella la distribución de la cerómico
monocroma, incisa y con cplicoc'ones sigue la ladera atlántica entre Costa Rica
y la costa oriental de la América meridional. Con leves variaciones locales, el
estilo fundamental predomina por lo menos hasta las islas de Solentiname por
el oeste. La cerámica típica está decorada con part:culares incisiones y mode-
ladas, ya con simples fajas o módulos. ya con figuras-imágenes. Vasos cilíndri-
cos con base anular y doble mango, que representen la interpretación de ca-
bezas de un animal o de un pájaro cuyo dlbu]o se repite, si bien incompleto,
en el cuerpo de los vasos, aparecen comenzando en el departamento de Chon-
tales a través de toda la Mosqu·t:a hondureña y pertenecen al mismo conjunto
representado por ios correspondientes vasos de alabastro del vol'e de Sula.
Pitos en forma de animales, aves y, raramente, figuras humanas se han halla-
do en toda la zona a lo largo del litoral caribe y en la is!o de Zapatera.

NICARAGUA OCCIDENTAL

Casi toda la parte occidental de N'caragua está embellecida por los lagos
de agua dulce y orlada por el Pacifico. La demostración histórica y orqueolóq'co
prueba la ex'stencia de fuertes contactos con las culturas tardías mexicanas y,
posteriormente, con culturas no mesoamericanas provenientes del Este. Conoce-
mos un solo ejemplar de escultura otr.buible a infujos septentriona'es: una
figura del tipo "Chacmool" descuberto en León, sobre la costa occidental, en
un territorio estrechamente conectado con las tribus de México.

La Nicaragua occ.dentcl es célebre por las estatuas monolíticas, cuyo ori-


gen aún está controvertido. Tales estatuas, cuya altura os::ila entre m. 1,20 y
m. 3,60, a veces colocadas sobre túmu'os con plataforma, fueron halladas en
Subtiaba, en las islas de Momotomb'to Ornetcpe y Zapatera y en la margen
occidental de Chontales. Algunas de ellas llevan el mot:vo del "a!ter ego" sobre
la cabeza, el dorso y las espaldas, o también la cabeza humana está metida
entre las fauces de una fiera o de un reptil. Otras esculturas tienen por base una
columna, con una figura desnuda, sentada o de pe, sobre el capitel. El natu-
ralismo de las figuras humanas contrasta con la estilización de la figura zoomór-
f:ca. Los particulares decorativos consisten en un rostro hurnono representado
sobre el pecho o en la mano de las estatuas, con clavijas encimo de la cabeza,
o de una cubierta a guisa de máscara en la parte inferior del rostro, que semeja
el pco de un ave acuática. Ejemplares análogos encontramos acá y aculla par-
tiendo del México meridional al través de la península de Nicoya, con excepción
del Salvador; el mayor número de ellos, sea lo que fuere, proviene de Nicaragua.
Se ha pensado en una posible proven.enclo del norte, aun teniendo en cuenta
que las figuras septentrionales con el motivo del "alter ego" consisten de ordi-

33
nario solamente en una cabeza humana entre las fauces de un on'mol.

Las moles líticas sin orla, con cabeza sobresaliente y tres patas llanas, es-
culpidas con una técnica parecida a un encoja, dan un carácter gótico a la es-
cultura en piedra y crean un enlace entre la costa del Pacífico y la península de
Nicovo.

En las islas del lago de Managua tienen notable difusión estatuítas-retratos


antropomórficas, generalmente esculpidas en lava, que representan sujetos de
entonces. Algunas están sentadas sobre taburetes de cuatro patas con una
cuña o pata adicional alargada que hace de soporte central y se clava en el sue-
lo; estas figuritas recuerdan una erncncc.ón de la cultura de "Línea Vieja" de
Costa Rica.

Sobre la Costa del Pacífico, particularmente en la zona sud-occidental, los


originales modelados y el tipo de "EFIGIE", que se observan en la cerámica mo-
nocroma del área caribe se repiten, pero sobre cerámica pol.crorno de contornos
negros. Los motivos pintados y la técnica pictórico son estrictamente afines a los
de las esculturas mexicanas. En otras palabras, el tipo plástico fundamental,
común a los territorios de la América Central del nordeste fue probablemente
adoptado por "extranjeros" que inte�p:·etaron pictóricamente sus concepciones
religiosas. En la zona nor-oriental, la cornbncclón de la cerámica modelada
en forma de lagarto y los motivos del conqre io, del lagarto y del escorpión
(conectados con Panamá), con atrevidas elaboraciones de fo-rncs parecidas a
glifos, con tiras y fajas horizontales. sugiere la hipótesis de una precoz difu-
sión de culturas no mesoamericanas dentro de un territorio que después sufrió
influencias septentrionales. Gran parte de la cerámica asignada a la península
de Nicoya tiene su centro de origen en Nicaragua. o es común a entrambas
regiones. Algunas cerámicas parecen estar en específica conexión con determi-
nadas localidades. Típicos ejemplos son los vasos en forma de zapato de la
isla Zapatera, comunes en Nicaragua sur-o:cidental. pero ocasionalmente en-
contrados también por el litoral caribe! de la Américo Central. partiendo del río
Aguán en Honduras hasta la reqón de Línea Vieja (Costa Rico],

Los vasos "Zapatera" por lo general se cree que sen urnas sepulcrales, si
bien la mucha diversidad de tamaños, desde vasos en mlnlcturo a los que
miden m. 1,23 de altura, dan lugar a dudas; ellos pueden tener, o no, man-
gos con lazo, estar sin decoración o tener una cara modelada o aplicada en
relieve.

La cerámica policroma de la costa occidental ha dado a Nicaragua una


justa fama; lo prueban las [orros-efqie, las patas modeladas en forma de
cabeza-efigie y los motivos serneicntes a qlifos, de hechura delicada. A primera
vista la mayor parte de los motivos ornamentales parecen geométricas. Pero

34
un atento análisis demuestra que se trata de animales estilizados.

Raros son los vasos policromos animalísticos del tipo Uluc. con todo, un
motivo estilizado de monos que recuerda este estilo es bastante Frecuente, ·
máxime en el sur-oeste.

Los estilos policromos de Nicoya con sus fondos bloncos. crema, amarillo-
oscuro, anaranjado claro, rojo-oscuro o negro y con motivos decorativos en rojo,
negro o sepia con contornos negros los hallamos con frecuencia en Nicoya has-
ta la bahía de Fonseca en Honduras. La cerámica "incisa con acanaladuras",
relacionadas con los Nicaraos, se llama así por cuanto las incisiones están hechas
después que el vaso se ha secado.

Los motivos que representan el "Monstruo de la Tierr c" y la "Serpiente em-


plumada" se conectan con la mltoloqío mexicana. El centro de ejecución de esta
cerámica parece haber tenido lugar a lo largo de la línea occidental del lago
de Nicaragua, pero se hace presente tornb'én en Costa Rica y formas por el
estilo aparecen por Veracruz (México).

El estilo "Nandaime", localizado en la ciudad homónima, presenta escu-


dillas con bordes ligeramente encorvados y tres patas con bulbo, una enca-
naladura roja con motivos modelados y p.ntcdos. y, ocasionalmente, un motivo
inciso en el fondo del recipiente. Esta manera se ha difundido desde la penínsu-
la de Nicoya a la bahía de Fonseca.

La cerámica "Luna" tiene su centro en las islas occidentales del lago de


Nicaragua, pero se encuentra también en el área centro-setentrional de la costa,
hasta Nicoya. Formas comunes son escud.llcs sln patas y vasijas con base
anular, o con tres patas. Las patas esrón sustituídas por tubos huecos con una
cabeza modelada sobre el punto de unión con la vos'[o, o si no con cabezas-
efigies, humanas o de jaguar. La pintura consiste en una acana!adura marfil o
blanca con delgados contornos, en color rojo, oscuro o negro, llenados con
anaranjado. Son típicos de la decoración pictórica los motivos, zoomórficos o
geométricos. cara humana, o efigies modeladas y pintadas con cara humana
o de an'males. La cerámica "Managua" ha sido hallada a lo largo del litoral
Pacíf:co, entre los dos lagos, sobre todo en Masaya, y además en la región de
Nicoya. La escudillas trípodes con reborde llano y fondo también llano, ruda-
mente inciso con motivos geométricos, recuerdan los ral'os para pimienta de
los Aztecas. Los motivos pintados comprenden serpientes emplumodos, cabezas
de pájaro y formas geométricas.

La mayor parte de las figuritas que no sean pitos provienen de la región


del Pacífico y en general han sido hechas con troquel; comprenden figuras con

35
cabeza abierta, platos para ofertas, monocromos con figuritas color castaño
oscuro, verde y rojo, figuritas de tipo Lenca y tornb.én formas afines a las de
Nandaime, Zapatera y a la cerámica policroma de Nicoya.
EDAD COLONIAL Y MODERNA

Dominio español desde los primeros años del siglo XVI, colonización rea-
lzcdo por Francisco Hernández de Córdoba, quien fundó· en 1523-24 las ciu-
dades de Granada y León, el país alterna períodos de desarrollo con graves crisis
re'acionadas con las incursiones corsarias que se suceden durante los siglos XVII y
XVIII. Quedan aún en Granada y León notables monumentos del período colo-
nial inspirados por el estilo barroco a veces desnudo y rnoc.zo, a veces rico de
ornamentación plástica. Nuevo impulso tuvo el país con la conquista de la In-
dependencia ( 182 l) y con la fundación de la nueva capital Managua. Escaso
el incremento edilicio de los años sucesivos. con excepción de los grandes pa-
la:::ios de Gobierno construídos en la nueva capital. En el último ventenio un
considerable desarrollo urbanístico ha dotado a 103 grandes centros de moder-
nos y racionales edificios públicos y privados y de barrios residenciales.

CENTROS MODERNOS

GRANADA. - Fundada en 1524 a orillas del lago Nicaragua, la ciu-


dad adquirió pronto notable lrnportonc.c. Varias veces saqueada por los cor-
sarios en el siglo XVII ha conservado, a pesar de todo, importantes monumentos
del período de la dominación españo'a. Son num aroscs las moradas patricias
en la parte antigua con las iglesias católicas en estilo barroco colonial. Notable,
si bien más reciente, la arquitectura del Colegio Centroamérica, sobre el lago,
cuyo museo arquelógico posee numerosas estatuas líticas de las islas del lago
Nicaragua. Muchos son los edificios públicos y privados surgidos en estos últi-
mos años con modernos y raciona'es criterios edilicios.

LEON. - Antigua capital de Nicaragua, fundada en 1523 por Fran.:::isco


Hernández de Córdoba a orillas del Lago de Managua, casi enteramente des-
truída en 161 O por la erupción del volcán Momotombo y reconstruída sobre los
restos de la cercana ciudad de Subtiaba. Saqueada e in.:::endiada por los cor-
sarios en 1680, resurgió y se desarrolló notab!emente en el siqlo XVIII. Aún hoy
algunos viejos barrios guardan el aspecto de aquel período. con calles derechas
y regulares, flanqueadas por casas de un solo piso, con tejados de tejas rojas y
jardínes. Entre los más insignes monumentos del pasado, está la catedral con su
fachada de estilo barroco colonial (el interior rehecho por completo en el siglo
XIX), la Iglesia dominicana La Merced, el Pelee.o episcopal, el Fuerte, (origina-
rornente Convento franciscano). Al siglo XIX pertenecen el Hospital y la Uni-
versidad, fundada en 1899. Entre los museos recordamos el de la Universidad y
el del Colegio Beato Salomón. Aunque haya perdido su antiguo Prestigio con la
transferencia de la sede del Gobierno a Managua ( 1855) la ciudad ha seguido

36
ampliándose, sobre todo en los últimos treinta años.

MANAGUA. - Levantada sobre el lago homónimo hccio mediados del si-


glo XIX, es capital de Nicaragua desde 1855. Const.uido sobre una planta. -o
manera de tablero de ajedrez aparece muy irregular, y gravemente dañada
por el terremoto y el incendio de 1931, ha sido en gran parte reconstruída según
un plano regulador más moderno. Entre las más modernas muestras de arqui-
tectura reciente, la ciudad ostenta su catedral er.qido en 1940 a orillas del lago,
el Capitolio, el Arzobispado, el Pcloc!o Presidencial, la sede de la Legación nor-
teamericana, el Banco de Nicorcqucr, etc. Entre los museos, el de Acahualinca, el
Museo Nacional del Turismo, el Museo Nacional de Nicaragua, el del Instituto
Pedagógico de Varones de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, el Museo
Juan Francisco Aguerrí y otros particulares.

Numerosos los edificios públicos y privados realizados con modernos cr.te-


rios arquitectónicos en el centro y en la periferia, donde han surgido nuevos
barrios residenciales.

37
Imagen del Indio Antes de la (enqulstu

EUDORO SOLIS
Para el escritor
NATALICIO GONZALEZ
Embajador del Paraguay en México

Como lo mandaban los dioses


formábanle el corazón,
hacíanle el rostro sabio,
trasmitíanle el canto,
los dones reten.dos en los viejos padres.

Como lo mandaban los dioses:

Incomunicados
en su mundo
creciendo árbol los hombres
y las madres
poblando las ciudades
de nacimientos para el rito
que vencería a la muerte.

Hubo entre ellos grandes curanderos:


para el mal de parto,
para los maleficios,
para el mordisco de la culebra,
para la estéril y el estéril;
sólo contra el hombre malo y la mujer mala
la majestad de un dios dictobo leyes
con su lengua de fuego.

Como descendientes de sus abuelos


y la moral de medir con la vara que mides
sabían
que el que derriba una pared
lo morderá la sierpe.

38 Estaban divididos en parcelas de dignidad


cada quien en el mando de su quehacer:
El guerrero con sus tlechas innumerables como arenas;
el sembrador abriendo a golpe de pie fa tierra,
lecho del maíz sagrado.

El pescador en el goce
demorado de la presa;
el escultor que grababa en la piedra
los signos que miden la marcha del tiempo;

Los sabedores de las cosas


del cielo y fa tierra,
de la espina para sangrarse,
del curso ordenado de los astros
como los intermediarios
entre sus dioses y el hombre.

El que tocaba el tambor de la muerte


y el que tocaba el tambor de la alegría.
Como una gruesa tea que no ahuma
el hacedor de caras nuevas
y de corazones,
la escritura y la sabiduría.

La mujer repitiendo las voces de su vientre!

39
NICARAGUA INDIGENA
REVISTA DE CULTURA PUBLICADA POR EL
INSTITUTO INDIGENISTA NACIONAL

No. 40 VOLUMEN VI 1965

-=�=·-··-··_··_ .. _··-·._.·_··_· ·-··----- :·:


EN ESTE NUMERO
.·.
1111 1111
:-:
1111 La circuncisión femenina en 1111
:·: los aborígenes de la Región :-:
lf 11
Neotropical . Dr. J. A. de Argumosa
1111
Dónde estuvieron Ticomega y
:·: Maguatega, Patria primitiva :·:
1111
de los Nahuas de Nicaragua? Dr. Alejandro Dávila Bolaños ill!
:-: Sobre Culturas Prehispánicas
de Nicaragua . Don Eudoro Salís
El_ b3:rro, expresión de cultura
1111
:·: indígena . Dr. Francisco Pérez Estrada :-:
1111 Nicaragua Arqueológica . Sra. Doris Stone 1111
:·: Imagen del Indio antes de la :-:
Conquista . Don Eudoro Salís
1111 1111
:·: :-:
1111
EN EL NUMERO PROXIMO
1111
:-: :-:
1111 COLABORACIONES DE: 1111
:·: Dr. Juan Comas. - México, D. F.
:-:
1111 1!11
:·: Dr. Miguel León-Portilla. - México, D. F. :-:
Lic. Don Natalicio González. - México, D. F .
.·.
1111
Dr. Edgardo Buitrago. - León, Nicaragua. :-:
lill 111!

.·. Lic. Carlos Samayoa Chinchilla. - Guatemala. 111,


:-:
Lic. Juan de Dios Rosales. - Guatemala. 1
!11
1111 I! ,
:-: Don Pablo Antonio Cuadra. - Managua, Nicaragua. :-:
1111
:·:
Dr. Juan de Dios Vanegas. - León, Nicaragua. liii
Don Eduardo Pérez Valle. - Managua, Nicaragua.
:-:
1111

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1111

40
Se ruega indicar la procedencia al reprodu­
cir los trabajos contenidos en esta revista.
Correspondencia y Canje a su Director:
3a. Calle N. O., No. 505. - Managua, D. N.

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