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INTRODUCCIÓN
Jacob Levy Moreno nació en Bucarest en 1889, adquiriría fama mundial al desarrollar la
ciencia de la sociometría, el método del psicodrama y emprender un trabajo pionero en la
psicoterapia de grupo. Personaje controvertido, Moreno lucho férreamente por la paternidad
de todo concepto o palabra que considerara de su creación. Él mismo ha hecho mención de
que no hay controversia sobre sus ideas, sino que es él mismo la controversia. A nivel
histórico, es interesante destacar el clima intelectual, político y médico de su época, fue testigo
de la caída del imperio Austro-húngaro, conoció a Freud, Adler, Reik, Buber y muchos otros
intelectuales y artistas en la Viena de entreguerras. En 1925 emigra a los EE.UU, donde
realizará el mayor desarrollo y profundización de su obra. Al respecto dice Moreno (1993),
que una psicología de la acción es más afín a los norteamericanos, un pueblo de mentalidad
motriz, educado por una historia de iniciativas y exploraciones y por la filosofía del
pragmatismo. Ir a lugares y hacer cosas –dirá- es más popular para ellos que sentarse en una
silla a leer un libro. Esto explica para él la buena recepción de su obra allí –a diferencia de la
recepción continental y la latinoamericana, iniciada en Argentina- dado que es un sistema que
le permite a la gente actuar y sentir, descubrir cosas y verlas por sí mismas.
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¿Cuál es el inicio, el punto donde se da el acto fundacional? ¿Dónde comienza la historia?
Toda familia, toda institución, posee un mito del origen que va demarcando –de modo explícito
e implícito- una cierta identidad, que se configura generalmente como un todo coherente y
organizando que muestra y encubre a la vez. Esta “historia oficial” podría pensarse como su
carta de presentación ante la comunidad. En este caso es un relato del propio creador acerca
de su creación, con todos los reparos historiográficos que se puedan tener:
“Cuando yo tenía cuatro años y medio, mis padres vivían en una casa cerca del río Danubio. Un
domingo se habían ido a hacer una visita, dejándome solo con los niños de la vecindad en el
sótano de casa. (…) Estaba vacío, con la excepción de una gran mesa de roble en el centro. Los
niños dijeron: “vamos a jugar”. Uno me preguntó: “¿a qué”. “ya sé”, dije, “Juguemos a Dios y sus
angeles, yo soy dios y ustedes mis ángeles”. Debemos construir el cielo primero, así que
arrastramos al sótano todas las sillas que había en la casa, las pusimos sobre la mesa y
comenzamos a erigir un cielo tras otro atando varias sillas juntas en un nivel y colocando más
sillas encima de ellas hasta llegar al techo. Luego todos los niños me ayudaron a trepar hasta
que llegué a la silla más alta y me senté en ella. Los niños empezaron a dar vueltas alrededor de
la mesa, utilizando sus brazos como alas y cantando. De repente un niño me preguntó: “¿Por
qué no vuelas?” Estiré los brazos tratando de hacerlo. Un segundo después me caí y me
encontré en el piso con el brazo fracturado. Está fue, en cuanto puedo recordar, la primera
sesión psicodramática “privada” que dirigí. Fui al mismo tiempo director y sujeto”. (Moreno,
1993: 22-23).
De allí se desprende la famosa definición del psicodrama como: “una especie de psicoterapia
para dioses caídos” (Moreno, 1993: 24).
Podría decirse que el psicodrama como método terapéutico fue desarrollado por Moreno a
partir de sus experiencias tempranas en el teatro de la espontaneidad y en la terapia
comunitaria. Fue un desarrollo gradual y progresivo que finalmente se afianzaría y se
organizaría como tal en Beacon Hill Clinic y luego en el Sociometric Institute de Nueva York. Ya
en 1942, con la publicación junto a Zerka (su colaboradora y segunda esposa) de su primer
trabajo sobre el tema, podría afirmarse que estaban establecidos los principios de la sesión de
psicodrama. Ésta constaba de tres partes: 1. La atemperación. 2. La acción dramática
(dramatización). 3. El intercambio (compartir). El grupo incluía: Protagonista, yoes auxiliares,
director y público. En relación a las técnicas, las principales eran: inversión de roles, técnica
del doble y espejo.
Moreno se atribuye el haber ido más allá de las curas tipo de la época en dos aspectos: 1.
Pasando de lo individual a lo grupal. 2. Pasando de la palabra a la acción dramática. En el
prólogo a su edición castellana de “Psicodrama” dice: “(este) método de psicoterapia
trasciende la palabra y se dirige hacia la acción. Trasciende el análisis y se dirige hacia el ser,
existir, encontrarse. Trasciende el diálogo y se dirige hacia la ejecución, el desempeño de roles,
el entrenamiento en los roles y el psicodrama. El psicodrama es el punto más alto de la
psicoterapia que combina los métodos individuales, grupales y de acción” (Moreno, 1993).
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que atravesaba EE.UU. Es importante comprender que Moreno, además de su formación como
médico psiquiatra, contaba con el respaldo teórico (sociometría) de conceptos como:
espontaneidad, tele, catarsis, roles, etc. que funcionaban como marco referencial desde donde
sostener una lectura que hacía posible la comprensión de lo que ocurría, a la vez que
funcionaba como guía para el director/terapeuta.
Algunas definiciones
“Se puede definir al psicodrama como la ciencia que explora la verdad mediante métodos
dramáticos” (Moreno, 1993: 35).
“El psicodrama es un método para explorar problemas psicológicos y sociales, animando a los
participantes para que dramaticen los eventos relevantes de sus vidas, en lugar de
simplemente narrarlos. Lo primordial es que la dramatización permita una mayor
autorreflexión” (Blatner, 2005).
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su dimensión de creador. Acerca del proceso creador, en nuestro medio Pavlovsky y
Kessellman han realizado valiosos aportes a nivel teórico y técnico.
● Rol: En Grecia y Roma, las diversas partes dramáticas estaban escritas en “rollos” que
los apuntadores leían a los actores. Con el surgimiento del teatro moderno, las partes
de los personajes dramáticos fueron leídas en “roles” de papel. Cada parte de la obra
teatral se convirtió en un rol. Moreno (1993), lo define como una unidad experiencial
en la que se han sintetizado de un modo singular elementos privados, sociales y
culturales.
Dentro de la misma línea moreniana, para Blatner (2005) una de las consecuencias más
notables que se desprende de este concepto, es la postulación de un modelo plural de la
mente. Según la cual ésta estaría compuesta por muchas partes variablemente en conflicto o
alianza entre sí, separadas o integradas. Conceptualizaciones como esta, constituyen
verdaderos ejemplos de puntos de encuentro en la compleja relación
Psicodrama-Psicoanálisis.
Otro punto a destacar es la asistencia, en 1954, de Raúl Usandivaras, Jorge Mom y Emilio
Rodrigué (todos psicoanalistas y este último analizado por Melanie Klein) al Primer Congreso
Internacional de Psicoterapia de Grupo, organizado en Toronto. Ocasión para que estos
analistas conocieran a tanto a Jacob Levy Moreno como a Samuel Slavson y a su regreso
crearan la Asociación Argentina de Psicología y Psicoterapia de Grupo. Ya en 1957 un grupo de
psicoanalistas (Rodrigué, Grinberg y Langer) publican el primer libro en español sobre
psicoterapia de grupo y en el mismo año se organiza el primer Congreso Latinoamericano en
Buenos Aires (Dagfal, 2009). Estos ejemplos pueden servir de ilustración de la potencia y la
multiplicidad propia del campo grupal, en este caso, ligado al psicodrama.
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En relación a la recepción de la obra Moreniana, es importante la puntualización que realiza
Kononovich (1984) de que la articulación entre psicoanálisis y psicodrama aparece luego del
acercamiento de éste a la psicoterapia de grupo. Los primeros psicoanalistas en interesarse
por el psicodrama han sido aquellos dedicados al trabajo con niños y adolescentes. Estos
terapeutas de grupo, todos ellos con una amplia formación psicoanalítica, buscaban una
técnica y no una teoría. El psicodrama analítico entonces tomó la técnica creada por Moreno,
considerándola como un modo profundamente rico para el abordaje de la fantasía
inconsciente. Descubrieron la riqueza para la emergencia de los afectos al permitir la
adecuada movilización del cuerpo.
Otro punto en relación a la recepción por parte de estos, es que a partir de los trabajos de
Melanie Klein, el juego se había transformado en la vía de acceso regia al material inconsciente
y por ende, parte del setting analítico. Con Donald Winnicott la función del jugar toma una
posición central y será puntal para una larga serie de aportes de diferentes autores y escuelas
en relación al tema. Pareciera así que el psicodrama (que también nació alrededor del juego,
del “como si…”) se ubica con gran comodidad, casi como una continuidad de aquellos
analistas dedicados principalmente al trabajo con niños y adolescentes. Posteriormente
vendrá la valoración y la puesta a prueba en otras poblaciones y contextos (que van desde el
trabajo con psicóticos, hasta la intervención institucional y de la aplicación clínica, hasta la
formación o el desarrollo de competencias mediante rol-playing).
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ELEMENTOS Y ESTRUCTURA DE UNA SESIÓN PSICODRAMÁTICA
-Contextos:
-Roles:
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que sea efectivo el proceso terapéutico y establecer un nexo de unión entre
protagonista y director/a.
4. Audiencia o auditorio: Es el conjunto de personas que se encuentran en torno al
escenario, pacientes y yo-auxiliares. Durante la etapa de caldeamiento, el grupo y la
unidad funcional forman el auditorio. El/a protagonista surge del clima emocional y
cada miembro puede resonar de diferente manera ante lo ocurrido en la etapa de
dramatización, con empatía, distancia, envidia o celos.
5. *Escenario: Sería incorrecto referirse al escenario como un rol, ya que se refiere más
bien a un espacio. De esta manera, es un campo protegido para el/la protagonista, y
el/la director/a.
-Momentos o etapas:
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b. Caldeamiento específico: donde surgirá el/a protagonista (tema o persona).
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BIBLIOGRAFÍA