La conquista material y espiritual de América tiene sus raíces en una serie de factores internos y externos. Entre los factores internos, se encuentran las rivalidades y conflictos existentes entre los diferentes grupos indígenas de América. Estas disputas internas debilitaron a las sociedades nativas y las hicieron más susceptibles a la invasión externa. Además, las divisiones políticas y las luchas internas dentro de los imperios indígenas, como el Imperio Azteca y el Imperio Inca, también jugaron un papel importante en su derrota. Estas divisiones permitieron que los conquistadores europeos aprovecharan las tensiones existentes y establecieran alianzas con grupos indígenas descontentos para lograr sus objetivos. Por otro lado, hay factores externos que contribuyeron a la conquista. Uno de ellos fue la búsqueda de riquezas por parte de las potencias europeas, como España y Portugal. Las noticias sobre el oro, la plata y otros recursos abundantes en América despertaron el interés de los exploradores y conquistadores europeos, quienes vieron en estas tierras una oportunidad para obtener grandes fortunas. Además, el afán expansionista de las potencias europeas desempeñó un papel importante en la conquista. Estas naciones competían entre sí por el control de nuevos territorios y rutas comerciales, lo que llevó a expediciones y colonizaciones en busca de poder y dominio.
Finalmente, la propagación del cristianismo también fue un factor importante en
la conquista espiritual. Los misioneros europeos veían en América una oportunidad para difundir su fe y convertir a los indígenas al cristianismo. Esto se convirtió en una justificación ideológica para la colonización y supuso un cambio cultural y religioso significativo para las sociedades indígenas. En resumen, la conquista material y espiritual de América fue el resultado de una combinación de factores internos, como rivalidades y divisiones internas, y factores externos, como la búsqueda de riquezas y el afán expansionista de las potencias europeas, junto con la propagación del cristianismo. Estos elementos se entrelazaron y contribuyeron al proceso de conquista que transformó radicalmente el continente americano.