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HORA SANTA

MISIONERA
Jesús mío, tú te servirás de nosotros para manifestar a todas las naciones que no necesitas más para obrar
maravillas en un alma. Te abandonamos nuestra miseria para que tu misericordia tenga anchísimo campo en
que ejercitarse y te entregamos nuestra buena voluntad por manos de María, la primera misionera.

ORACIÓN (todos)

Jesús Eucaristía; centro de mi existencia


que mi primer pensamiento al despertarme vaya hacia Ti
y te salude en tu Sagrario.

Que mis ocupaciones; deberes de estado y


aún los menores movimientos de todo el día
se vean vivificados por esta fuerza misteriosa
y eficaz que brota de esta Hostia Santa.

Para ti quiero vivir


unir mi existencia a tu oblación amorosa
en Ti quiero vivir, y ofrecerme constantemente
bajo la acción del Espíritu Santo, en tu unión,
como una alabanza al Padre de los cielos.

Jesús Eucaristía, quiero vivir mi existencia


contigo en una unión indestructible,
en una donación mutua de amor generoso,
de entrega sin condiciones, en una unión de
afectos, anhelos y esperanzas.

Que por ti trabaje hasta agotar mis fuerzas


que por ti me esfuerce en secundar en mi alma
la acción transformante del Espíritu Santo.
Qué por Ti me afane en ser delicado
en el cumplimento; en mi vida de la voluntad
del amadísimo Padre.

Y cuando el momento del descanso llegue;


sea para Ti, Jesús Eucaristía
mi último pensamiento.
Amén.

Canto

1
ACCIÓN DE GRACIAS
Jesús Eucaristía, pan partido para dar vida al mundo, gracias porque nos has llamado a seguirte, porque nos
invitas constantemente a escucharte, a permanecer a tu lado, a compartir la vida contigo.
Jesús Eucaristía, pan partido para dar vida al mundo, gracias porque nos llamas a la conversión,
vigorizándonos para dejarlo todo e ir tras de Ti, cambiando nuestra forma de pensar y de vivir, aceptando la
cruz de cada día, que es tu misma cruz; en la conciencia de que morir es alcanzar la vida.
Jesús Eucaristía, pan partido para dar vida al mundo, gracias porque nos llamas a conocerte, amarte y
servirte, porque nos acompañas a través de la vida sacramental fortaleciendo nuestra conversión inicial.
Jesús Eucaristía, pan partido para dar vida al mundo, gracias porque nos llamas a vivir en comunidad,
participando de la vida de la iglesia, en el encuentro con los hermanos, en una vida fraterna y solidaria.
Jesús Eucaristía, pan partido para dar vida al mundo, gracias porque nos llamas a compartir con otros, la
alegría de ser enviados, gracias porque compartiendo tu misma misión nos haces constructores del Reino.

ADORACIÓN
Sea por todos conocido y amado
Todos: nuestro Señor Jesucristo.
Guía: Padre Santo, que nos has compartido a tu Hijo, enséñanos a compartirte con
aquellos que no te conocen y a compartir nuestra propia vida. Padre nuestro…
Guía: Cristo, Pan de vida, danos fuerza para caminar con firmeza hacia la casa del Padre
cumpliendo tu mandato misionero y anunciando con alegría tu Reino. Padre nuestro…
Guía: Espíritu Santo, fuente de vida, no permitas que en ningún rincón de la tierra
vivamos sin la Eucaristía, Pan de vida eterna y alimento del alma. Padre nuestro…

Señor Jesús, Dios de la vida, estamos aquí reunidos como familia misionera, queremos
adorarte, queremos permanecer en tu presencia, queremos escucharte.

Todos: Que te alaben Señor todos los pueblos.


Jesús Resucitado, Tú estás entre nosotros que nos hemos reunido para adorarte, por
el amor que derramas en nuestros corazones. Que te alaben Señor todos los pueblos.

1.- Te alabamos por los colores, los sonidos y la alegría del continente africano, donde la
vida estalla en todas sus maravillas. Que te alaben Señor todos los pueblos.

2.-Te alabamos por la danza del encuentro entre culturas distintas en el continente
americano. Pues tu resurrección les ha traído liberación. Que te alaben Señor todos los pueblos.

3.-Te alabamos por todos los testigos del continente europeo, que han donado su vida
para llevar tu Evangelio a todos los pueblos. Que te alaben Señor todos los pueblos.

4.-Te alabamos por los tesoros de sabiduría que los pueblos de Oceanía guardan en sus
islas. Que te alaben Señor todos los pueblos.

5.-Te alabamos por el viento vivificador e irresistible de tu Espíritu que sopla con fuerza creativa en el
continente asiático, donde nace el amanecer del mundo. Que te alaben Señor todos los pueblos.

Canto

2
Del Evangelio según San Lucas (10, 25-37)

Se levantó un legista, y dijo para ponerle a prueba: “Maestro, ¿qué he de hacer para tener en herencia vida
eterna?” Él le dijo: “¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees? “Respondió: “Amarás al Señor tu Dios con todo
tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo”.
Le dijo entonces: “Bien has respondido. Haz eso y vivirás”. Pero él, queriendo justificarse, dijo a Jesús: “Y
¿quién es mi prójimo?” Jesús respondió: “Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de
salteadores que, después de despojarle y golpearle, se fueron dejándole medio muerto. Casualmente,
bajaba por aquel camino un sacerdote y, al verle, dio un rodeo. De igual modo, un levita que pasaba por
aquel sitio le vio y le dio un rodeo. Pero un samaritano que iba de camino llegó junto a él, y al verle tuvo
compasión; y acercándose, vendó sus heridas, echando en ellas aceite y vino; y montándole sobre su propia
cabalgadura, le llevó a una posada y cuidó de él. Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al
posadero y dijo: “Cuida de él y, si gastas algo más, te lo pagaré cuando vuelva.” ¿Quién de estos tres te
parece que fue prójimo del que cayó en manos de los salteadores? “Él dijo: “El que practicó la misericordia
con él”. Jesús le dijo: “Vete y haz tú lo mismo”. Palabra del Señor.

Momento de silencio para la reflexión personal.

Enséñanos Señor Jesús a no pasar de largo, indiferentes, sin detenernos al lado del hermano que está en
necesidad. A comprender y sufrir con el que sufre; a alegrarnos con el que se alegra; a llorar con el que
llora; a hacernos como San Pablo “todo a todos, para salvar a toda costa a algunos” (Cf. 1 Cor 9, 22). A
tener un corazón bueno, compasivo y misericordioso, capaz de enternecerse ante el sufrimiento del otro. Y
también, Señor, ayúdanos a hacer algo eficaz para remediar el dolor. En esto tú eres nuestro modelo de
Buen Samaritano, remediabas sus necesidades espirituales y corporales, consolabas, predicabas el amor del
Padre, curabas enfermedades físicas y sanabas toda dolencia, multiplicabas los panes para darles de comer.
A los ciegos devolvías la vista, curabas a los leprosos, resucitabas a los muertos. Y al final te nos has dado
por entero en la Eucaristía y en el Calvario, para darnos vida eterna.
Tómanos a cada uno y haz de nosotros instrumentos de tu misericordia.
Toda persona dedicada a la misión "es como padre amoroso y solícito que vigila, cuida y ama en todo
momento al hijo amado de su corazón". Ser padre de las almas da sentido a la vida apostólica: "¡Qué
paternidad tan gloriosa! ¡Dar almas a Dios y sustentarlas con el sacrificio! Si no es para comprar almas para
Dios, no vale la pena el vivir La vida no merece el nombre de vida, si no se emplea toda ella en conquistar
vasallos para el Rey inmortal de los siglos".
Este celo apostólico, es también materno, a imitación de María, figura de la Iglesia y no tiene fronteras: "Las
almas nos necesitan en todo el mundo. Y es un mandato divino: Id y evangelizad a todos los pueblos". El
amor paterno y materno pasa por encima de todas las dificultades.

Guía: Por intercesión de tu Santa Madre, te presentamos Jesús Pan de vida, las necesidades de
nuestros hermanos.
1. Por el continente africano y todos los que realizan la misión evangelizadora, para que
fortalecidos por la gracia y sabiduría del Espíritu continúen ofreciendo la ayuda fraterna y
solidaria, dando respuesta a los desafíos de las situaciones sociales y políticas, reflejadas en la
pobreza y la migración. Dios te salve María…

2. Por el continente americano, para que la fe en Jesucristo dinamice la esperanza y la valentía


profética para seguir trabajando por la paz, la justicia y el respeto a la dignidad de todos.
Dios te salve María…

3. Por el continente europeo, para que el Espíritu del Señor haga renacer la experiencia
profunda de la fe, el sentido de trascendencia, y la sensibilidad para recobrar la memoria
histórica del patrimonio espiritual con el que cuentan. Dios te salve María…

4. Por el continente de Oceanía, para que en apertura y respeto a las diferentes culturas se
3
comparta la alegría del Evangelio, el plan salvífico de Dios para su pueblo. Dios te salve María…
5. Por el continente asiático que camina hacia su propia identidad, transformándose en Iglesia
evangelizadora para sí misma y para los demás, desde la pureza de un corazón que busca a Dios
a través de la meditación y la contemplación. Y por quienes son perseguidos a causa de la fe en
Cristo y su compromiso a favor de los que sufren. Dios te salve María…

PETICIONES A JESÚS
Como comunidad llevada por el Espíritu te presentamos Jesús, Pan de vida, las necesidades de nuestros
hermanos con esta súplica: Envíanos, Señor tu Espíritu.
Por el continente europeo, para que aumentes en número y santidad las vocaciones sacerdotales, religiosas
y misioneras, así mismo te pedimos que en las familias acrecientes el amor a la vida y la capacidad de gozar
de ella. Oremos.
Todos: Envíanos, Señor tu Espíritu.
Por el continente africano, para que cada uno de los cristianos viva con autenticidad, buscando siempre el
servicio, haciendo de África la familia de Dios. Oremos.
Todos: Envíanos, Señor tu Espíritu.
Por el continente asiático, para que, a través del diálogo, la Iglesia enfrente el reto de la evangelización en
medio del mundo contemporáneo. Oremos.
Todos: Envíanos, Señor tu Espíritu.
Por el continente de Oceanía, para que vea compensada con dones y carismas la generosa ayuda donada a
través de sus discípulos y misioneros, más allá de sus fronteras. Oremos.
Todos: Envíanos, Señor tu Espíritu.
Por nuestro continente americano, para que avives en nosotros la conciencia misionera, y llenos del Espíritu
Santo sepamos leer los signos de los tiempos, manifestando a cada uno de nuestros hermanos la ternura de
tu amor a través de gestos, sentimientos y actitudes verdaderamente humanos. Oremos.
Todos: Envíanos, Señor tu Espíritu.
Por nuestra Iglesia, para que dóciles a la acción del Espíritu, aprendamos a vivir en fidelidad a Ti Señor
Jesús y a la humanidad, en estado permanente de misión. Oremos. Todos: Envíanos, Señor tu Espíritu
Canto
LETANÍAS AL SANTÍSIMO SACRAMENTO
Señor, ten misericordia de nosotros,
Jesús ten misericordia,
Señor, misericordia,
Jesús, óyenos,
Jesús, atiéndenos,
Dios Padre celestial, [Ten misericordia de nosotros] (todos)
Dios Hijo, Redentor del mundo,
Dios Espíritu Santo,
Santísima Trinidad, un solo Dios,
Pan vivo, bajado del cielo, Dios escondido, y Salvador,
Trigo de los escogidos,
Vino de vírgenes,
Pan sobre–sustancial,
Sacrificio perpetuo,
Ofrenda limpia,
Cordero sin mancha,
Mesa purísima,
Comida de ángeles
Maná escondido,
4
Suma de las maravilla de Dios,
Verbo hecho carne,
Habitante entre nosotros,
Hostia santa,
Cáliz de bendición,
Misterio de fe,
Sacrificio propiciatorio por vivos y muertos,
Antídoto contra el pecado,
Milagro estupendo,
Conmemoración santísima de la Pasión del Señor,
Recuerdo del amor divino,
Abundancia de la divina liberalidad,
Sacrosanto y augusto misterio,
Remedio que da inmortalidad,
Sacramento de vida,
Comida del convite y convidador,
Convite en que sirven los ángeles,
Sacramento de piedad,
Vínculo de caridad,
Hartura de las almas,
Viático de los que mueren en el Señor,
Prenda preciosa de la gloria,

De la indigna comunión de tu cuerpo y sangre, [Líbranos, Señor] (todos)


De la concupiscencia de la carne,
De la concupiscencia de los ojos,
De la soberbia de la vida,
De toda ocasión de pecado,

Que te dignes aumentar y conservar en nosotros la fe, reverencia y devoción a este admirable
Sacramento. Te rogamos, óyenos (todos).

Que te dignes conducirnos al frecuente uso de la sagrada Eucaristía con la verdadera confesión
de los pecados. Te rogamos, óyenos.

Que te dignes librarnos de toda herejía, cisma y ceguedad de corazón. Te rogamos, óyenos.

Que tengas a bien concedernos los preciosos y celestiales frutos de este Santísimo
Sacramento. Te rogamos, óyenos.

Que a la hora de la muerte te dignes confortarnos y defendernos con este Viático celestial, Hijo
de Dios, atiéndenos. Te rogamos, óyenos.

Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, perdónanos.


Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, atiéndenos.
Cordero de dios que quitas los pecados del mundo, ten misericordia de nosotros

PRECES POR LAS MISIONES


5
Oh Jesús sacramentado, en tu divino corazón ponemos el continente africano: su gente, sus problemas, su
realidad, sus creencias, sus anhelos, sus temores y sobre todo el ferviente deseo de búsqueda que tienen
para encontrarte.
Todos: Jesús sacramentado en tu corazón divino guarda al continente africano.

Oh divino Jesús que estás presente en los sagrarios de todo el mundo, depositamos en ellos a todos los
hombres y mujeres del continente americano. ¿Quién como Tú, para conocer sus inquietudes, sus
esperanzas, sus proyectos, sus luchas, sus angustias, pero también sus deseos de conocerte, amarte y
servirte?
Todos: Jesús sacramentado, escucha nuestra plegaria y manda abundantes frutos sobre el continente
americano.

Santísimo Sacramento del altar, que de día y de noche estás oculto esperando nuestra llegada, te pedimos
por el continente de Europa. Contempla a sus habitantes, mira a sus familias, ve el rostro de cada uno de
estos hermanos nuestros que aún conservan la fe y tienen su mirada puesta en Ti.
Todos: Jesús, en tu amantísimo corazón sostén a cada uno de nuestros hermanos europeos, para que
todos juntos un día podamos contemplar tu rostro en la patria celestial.

Cristo Eucaristía, que por amor a nosotros haz querido quedarte en las especies del pan y del vino para ser
nuestro alimento en el camino, mueve el corazón de los misioneros y misioneras y haz que surjan nuevos
discípulos que lleven la Buena Nueva a nuestros hermanos de Oceanía, para que conociendo tu palabra y los
valores del Reino aprendan a caminar por tus sendas.
Todos: Jesús hostia santa, banquete eucarístico, fuente de vida y salvación, nos unimos al continente
de Oceanía pidiéndote aquello que ellos anhelan y no saben pedirte.

Cristo pan de vida y de resurrección, sostén al continente de Asia. Tú que velas por todos los hombres
sedientos de tu amor, mitiga el hambre y la sed de estos hermanos nuestros que sin conocerte te buscan, sin
saber tu nombre te proclaman como Rey y Señor del universo, a través de sus acciones y expresiones.
Todos: Cordero celestial que diste la vida por todos nosotros para llevarnos al cielo, haz que nuestros
hermanos de Asia experimenten tu amor y tu ternura, y a quienes te conocen, haz que te busquen
como el pan bajado del cielo.
AGRADECIMIENTO
Guía: Agradecemos a Jesús porque toca y transforma nuestra vida, haciéndonos discípulos y
misioneros para llevar a todos el Evangelio.
1: Jesús Eucaristía, pan partido para dar vida al mundo, gracias porque nos has llamado a
seguirte, porque nos invitas constantemente a escucharte, a permanecer a tu lado, a compartir
la vida contigo.

2: Jesús Eucaristía, pan partido para dar vida al mundo, gracias porque nos llamas a la
conversión, vigorizándonos para dejarlo todo e ir tras de Ti, cambiando nuestra forma de
pensar y de vivir, aceptando a los demás con actitud abierta y positiva creando lazos de
fraternidad.

3: Jesús Eucaristía, pan partido para dar vida al mundo, gracias porque nos llamas a
conocerte, amarte y servirte, porque nos acompañas a través de la vida sacramental
fortaleciendo nuestra conversión inicial.

4: Jesús Eucaristía, pan partido para dar vida al mundo, gracias porque nos llamas a vivir
en comunidad, participando de la vida de la Iglesia, en el encuentro con los hermanos, en una
vida fraterna y solidaria.
Todos: Padre bueno, compasivo y misericordioso, fuente de alegría, serenidad y de paz, te
damos gracias por el inmenso amor que nos tienes. Jesucristo, misionero del Padre, con la
mirada fija en Ti queremos seguir anunciando la Buena nueva de tu Evangelio. Espíritu Santo,
6
conságranos con tu unción para que con renovado entusiasmo realicemos la misión
evangelizadora de llevar la alegría de la bondad, el perdón y la ternura a cada hermano. Que
María nuestra madre, discípula y misionera interceda por nosotros, nos acompañe en la tarea de
ser contemplativos en la historia, y comprometidos con el proyecto del Reino. Por Jesucristo,
nuestro Señor. Amén
ORACIÓN MISIONERA
Escuchamos a Jesús hablando con todo el corazón a sus discípulos y demostrándoles una gran confianza,
dejando en sus manos la misión de "Id por todo el mundo y anunciar el evangelio...". No estarían solos
siempre contarían con la ayuda del Espíritu...

Estas palabras están dichas para nosotros. Somos continuadores de tu obra. Somos tu compañero en la
misión. Gracias Jesús, me siento agradecido por tu confianza. La mies es mucha y los obreros pocos. Quiero
seguir siendo uno de ellos. Muchas personas están caídas en este mundo y muchos pasamos de largo. Quiero
ser el buen samaritano, conviérteme primero a mí para que yo pueda anunciar la Buena Noticia.

Danos audacia porque en este mundo escéptico y de autosuficiencia, tenemos vergüenza y miedo. Danos
esperanza para dar testimonio de ti en esta sociedad recelosa y cerrada, nosotros también tenemos poca
confianza. Danos amor para llevarte a todos en esta tierra insolidaria y fría, nosotros también sentimos frío
nuestro corazón. Danos constancia en este ambiente cómodo y superficial, porque nosotros también nos
cansamos fácilmente. Conviértenos primero a nosotros, para que podamos anunciar a los demás la Buena
Noticia. Amen

Canto final

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