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El noviazgo cristiano

Base Bíblica: Mateo 1:18-19

Idea a reflexionar: La relación existente entre María y José, lo que implicaba para ellos.

Objetivos:
1. Que los adolescentes conozcan:
- ¿Qué es el noviazgo?
- ¿Cuál es el propósito del noviazgo cristiano?

2. Que los adolescentes reflexionen acerca de su propósito con el noviazgo y el de Dios

Desarrollo de la lección:
1. Técnica: Lluvia de ideas: Hacer una lluvia de ideas acerca de lo que entienden los juveniles por
noviazgo. Se debe concluir con una definición llevada por el maestro o crearse una partiendo de las
ideas aportadas por los juveniles.

2. Entregar lápices y hojas para que respondan la sgte. Pregunta: ¿Para qué un(a) juvenil tiene
novio(a)?. Pida respuestas sencillas y francas.

Esta respuesta la debe conservar el juvenil hasta concluir la reunión, para que así compare su
propósito personal con el de Dios. Luego Ud. puede recogerlas y de este modo enriquecer su
conocimiento acerca de lo que piensan sus juveniles sobre el tema.

3. Es necesario proveer información a sus juveniles acerca del desposorio, para ello puede hacer una
entrevista a una joven desposada o a su pareja. Puede utilizar vestuarios referentes a la época.

4. Dividirse en grupos y reflexionar acerca del texto central. Para ello puede apoyarse en las sgtes.
Preguntas:

- ¿Qué tipo de relación tenían María y José?


- ¿Cómo comprobar en el mismo pasaje que María y José no habían tenido aún relaciones sexuales?
- ¿Por qué José iba a dejar en secreto a María?
- ¿Cómo se sentía José ante la aparente traición de María?
- ¿Dios estaba a favor de la relación de José y María?

5. Plenaria y resumen:
Valorar en qué coincide el propósito de Dios para el noviazgo y el de los juveniles

6. Oración:
Concluir con una oración en la que pidan al Señor aprender y aplicar a nuestras vidas su propósito
para el noviazgo.

Carta al Consejero:
Para los judíos el desposorio era un compromiso legal entre dos personas de sexo contrario para
culminar en el acto matrimonial. En Dt. 20.7 y 28.30, se hace referencia a mujeres desposadas. El
desposarse era un estado tan firme como el matrimonio, al punto que no podía ser disuelto excepto
por divorcio. Se asemeja a lo que actualmente llamamos noviazgo.

El noviazgo según el diccionario Cervantes es el estado de novio o novia, que a su vez significa
prometida(o) en matrimonio. En el pasaje que narra el nacimiento de Jesús encontramos el caso de
María, la madre de Jesús y de José (Mt.1.18; Lc.1.27;2.5).

En el v.18 de Mt.1, dice que María estaba desposada de José (noviando). En el desposorio, los judíos
pronunciaban votos de matrimonio y la costumbre establecía un intervalo por lo común de un año
antes de que la esposa se estableciera en el hogar del marido y se consumara la unión física. Fue
durante este intervalo que María concibió del E.S.

En el v.19 usan la asignación de marido a José, siendo este el término que se usaba para un novio. La
frase "..antes que se unieran" que forma parte del v.18 confirma junto al v.25 que María y José no
habían tenido relaciones sexuales.

Al ser el desposorio una relación legal, José para separarse, podía acusar publicamente a María por
fornicación y así recibir el castigo propio de éste caso que era ser apedreada (Dt.22:23-24). José
resolvió dejarla secretamente, o sea disolver el contrato matrimonial de una forma privada.

Podemos concretar de éste relato:


1. Que el desposorio era un acto legal lo que indica su seriedad.
2. El objetivo era el matrimonio, lo que implicaba ser cuidadosos al escoger la pareja.
3. Mantener una relación de pareja fuera de los desposados era penalizado.

Si lo llevamos al contexto actual el noviazgo como el desposorio es un acto aunque no reconocido


legalmente si muy serio; cualquier relación fuera del noviazgo es considerado infiel e indigna y el
objetivo, así como lo que implica, es desde el punto de vista cristiano el mismo que el desposorio.

Muchos pueden ser los objetivos de los adolescentes para iniciar o man-tener relaciones de noviazgo.
Puede ser que su propósito sea recibir comprensión y cariño que le ha sido negado por sus familiares
o perso-nas cercanas; experimentar sensaciones propias de la edad adulta y así sentirse como uno de
estos; algunos persiguen estar a la moda y otros son llevados por la presión grupal. Hay adolescentes
que buscan en el noviazgo una reafirmación de su identidad sexual y personal, también los hay que lo
utilizan como un medio para ser aceptados por otros.

Cualquiera que sea el objetivo que persigue el adolescente con una rela-ción de noviazgo, es válido
ayudarle a reflexionar si éste concuerda con el plan de Dios para su vida.
El noviazgo del Cristiano

Quiero compartir mis pensamientos acerca del noviazgo cristiano. Es probable que mi punto de vista
suene muy extraño para algunos. Mi modo de pensar no viene de Estados Unidos ni de otra cultura. Mis
convicciones acerca del noviazgo fueron formadas por la Biblia, y también como resultado de mis
observaciones.

Creo que el noviazgo cristiano debe incluir una abstinencia total de contacto físico. Esto incluye negarse
los besos, los abrazos, estar tomados de la mano, etc. Creo que los novios no deben estar en situaciones
donde se encuentran solos, en lugares no públicos, donde no hay cristianos. Yo no llegué a pensar así
hasta tener 19 años. Yo antes me reía de personas que tenían estas “ideas raras”. No más. Ahora
compartiré mis tres razones básicas por tener estas convicciones.

I. Mis observaciones

A través de los años, he observado muchos novios cristianos caer en el pecado de la fornicación. En
muchos casos eran cristianos piadosos, que parecían tener un deseo profundo de agradar a Dios y hacer el
bien. Algunos eran amigos míos. Me dolió profundamente al ver el alto porcentaje de novios cristianos
que se caían en la trampa de fornicación, en la cual se deleita Satanás. Vi vidas y testimonios arruinados.
Noté la vergüenza que aflige a los que no se niegan lo que Dios ha reservado para el matrimonio. Al
observar todo esto, determiné en mi corazón que yo haría todo lo necesario para evitar ser tentado con el
pecado de la fornicación. Ahora ha pasado nueve años desde esa decisión, y Satanás no ha logrado que yo
caiga en su trampa. He tenido varias novias, y con dos de ellas habíamos hablado brevemente sobre la
posibilidad de casarnos. Yo sé lo que es el deseo fuerte de querer tocar la bella mujer que amas, la mujer
con la cual quieres pasar el resto de tu vida. No soy un eunuco. Creo que tengo los mismos impulsos
como otros hombres que no se niegan a tocar su novia antes de casarse.

II. ¿Qué dice la Biblia?

1 Cor. 7:1 ...bueno le sería al hombre no tocar mujer;

Prov. 6:27-28 ¿Tomará el hombre fuego en su seno sin que sus vestidos ardan? ¿Andará el hombre sobre
brasas sin que sus pies se quemen?

1 Cor. 10:23 Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.

1 Ped. 2:11 Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos
carnales que batallan contra el alma.

Rom. 13:14 ...no proveáis para los deseos de la carne.

Gal. 5:24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.

III. Negarse el contacto físico puede demostrar que el amor que uno siente es verdadero.

Vivimos en una sociedad que piensa que el estar enamorado es evidencia de un amor verdadero. Un amor
verdadero digno de matrimonio incluirá sentimientos de estar enamorado, pero la infatuación por si sólo
no es amor. Muchas veces los novios piensan que tienen un amor verdadero uno por el otro, pero es
posible que en realidad es solamente una atracción física, que se está alimentando por excitarse
mutuamente al estar acariciándose. Si un amor es verdadero, la pareja debe estar dispuesto a negarse toda
clase de contacto físico hasta casarse. La Biblia dice que “...El amor es sufrido...no hace nada indebido,
no busca lo suyo...Todo lo sufre...todo lo espera, todo lo soporta...” (1 Cor. 13). Deben estar dispuestos a
esperar, si es que su amor es verdadero. Cuando una persona recibe placer física de su novia o novio,
¿cómo podrá estar seguro que siente un amor verdadero? El placer es muy engañoso. Dios nos ha hecho
de tal modo que podemos sentir una atracción física muy fuerte hacia el sexo opuesto. Esta atracción por
si sola no es pecado. Depende de lo que hacemos con esa atracción.

Hay mucho énfasis en lo físico en muchos noviazgos cristianos. SI UNA PAREJA CRISTIANA NO
ENCUENTRA GUSTO EN HACER LAS COSAS SIMPLES DE LA VIDA JUNTOS, UN
MATRIMONIO ENTRE ELLOS SERÁ UN FRACASO. Hay 168 horas en una semana. Ustedes que son
casados-- preguntense: ¿Cuánto tiempo pasan en todas formas de contacto físico con su esposa o esposo
en una semana? ¿El 1%? ¿3%?

Aquí tengo una cosa más para preguntarse. Una pareja cristiana que ha experimentado todo menos la
fornicación, estará siempre enfrentándose con esa tentación. ¿No sería mejor pelear la tentación de querer
besarse durante el noviazgo, en vez de la tentación de la fornicación? ¡Amen! Es posible tener un
noviazgo cristiano sin contacto físico, y luego tener un matrimonio exitoso. Conozco a varios que así lo
han hecho. Aunque yo he tenido novias, nunca jamás he tocado a una de ellas en forma romántica. Me
porté como un caballero. No estoy diciendo esto para hacerles pensar que soy un mejor cristiano que
todos los demás. Cuando se trata de enseñar a los jóvenes que no debe haber ninguna clase de contacto
físico durante el noviazgo, muchos responden diciendo, “Pero tú eres viejo...tú ya eres casado...tú no te
portaste de esa manera antes de casarte, etc.” Pero los jóvenes de mi iglesia no pueden usar esas excusas
conmigo. Ellos saben que soy casi joven todavía, (27) y que soy soltero. Quizás alguien como yo puedo
tener más impacto al escribir estas cosas. No lo sé.

Conclusión:

No estoy diciendo que el hecho de estar besándose o abrazándose es fornicación. Pero al hacerlo, es como
estar jugando con fuego. Por causa de mi falta de experiencia, voy a compartir lo que otros me han
relatado sobre este proceso peligroso:

La primera vez que los novios se toman de la mano, es una experiencia maravillosa. La satisfacción es
inmensa. ¿Cómo puede ser posible que esta experiencia tan exquisita sea pecado? Pero al pasar el tiempo,
uno desea ir más allá del estar simplemente tomados de la mano. Seguramente hay algo que traerá aún
más satisfacción. Se besan. Ahora el estar tomados de la mano parece juego de niños en comparación al
agrado que les trae un beso. Pronto se besan más seguido, y por tiempo mas largo. Luego quieren aún
más, pero por supuesto sin cometer fornicación. Se abrazan. Luego los abrazos son más fuertes y
apretantes. Lo que siente uno por el otro es inexplicable. Para demostrar su afecto uno por el otro en esta
manera tan personal, se encuentran solos más y más. Al pasar el tiempo no se dan cuenta que ya no
hablan tanto uno con el otro, porque el contacto físico les trae más satisfacción. Hasta ahora, los novios
no se han puesto límites, excepto la fornicación. Pero al encontrarse solos, excitados por este contacto
físico sin barreras, es casi imposible que eviten caer en la trampa favorita de Satanás.
"3 Reglas para el noviazgo"

"Todas las cosas me son lícitas, más no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, más yo no me dejaré domin

¡Al grano! Digamos que tienes una que otra espinilla o granitos negros en la nariz, que estás tan flaco(a),
que pareces poste de luz, que estás un poco pasado(a) de peso. Probablemente se te para el cabello como
espinas o lo tienes
tan lacio, que pareces trapeador mojado. El caso es que,
seas como seas, aquel o aquella chica(o) bonita(o), te mandó saluditos, ¡GUAU! La vida
te sonrie, el sol brilla sobre ti. ¡Vas a tener novia(o) ! más vale que te pellizques, no sea que se trate de un
sueño.

La chava(o) no es cristiana(o), pero es muy buena onda.


No fuma ni toma y está más guapa(o) que las chavas(os) del grupo.
Además, le gustan las cosas de Dios y nunca te dice nada por ir a la iglesia. Te ha dejado entrever, que si
te le declaras, se hara tu novia(o) y tu piensas..."ya de novios, la(o) voy a ganar para Cristo". Entonces...
Te tragas la mentira del diablo.

#1 La regla número uno es que el cristiano nunca jamás, never, nobody, nel, cero hawai, en ningun
momento, bajo ninguna razón; puede andar con alguien que no sea de la familia de Dios. Aunque tu
digas, "Es que la quiero un guatatal" o "Es que no hay muchachas(os) cristianas(os) en mi iglesia" o "por
poquito y es cristiana(o)." A esto, Dios le denomina yugo desigual(2 Corintios 6:14-16) y por si fuera
poco, ¡lo enfatiza seis veces! ¡no me creas a mi, búscalo! ¿Cómo fue que cayó Salomón? Andaba muy
bien, ¡hasta escribiendo en la Biblia!, pero empezo a echarle ojitos a unas paganillas muy simpáticas y de
ahí en adelante, todo se le fue de pique. Si tú eres de Dios, tienes qué obedecer en lo fácil y en lo difícil.
El sólo busca tu bienestar. El otro compa es un león buscando a quien devorar, ¡quiere robar, matar y
destruir! Dile que tú eres "private property", que se busque otro más tonto(a) o más rebelde, porque en lo
que a ti respecta, vas a obedecer a Dios.

La regla número uno es: No andarás con nadie que no siga a tu Señor.

#2 Los chicos y las chicas no se conforman con cualquier cosa, los chicos buscan una con forma de reloj
de arena y cara de Thalia y las chicas buscan uno que este fuerte, alto, ojos claros bueno para no
hacerselas tan larga algo así como Silvestre Stalone. Es natural que queramos una muchacha(o) guapa(o),
pero eso es cosa de niños inmaduros.
Dios dice, "no te claves en su exterior, cuando lo que importa es lo interior" (1 Samuel 16:7), La que
ahora esta guapa(o) y flaquita(o), al rato se pondrá arrugada(o) y gordita(o). Lo que hoy tiene figura de
reloj de arena o esta muy fornido y alto, se pondrá como reloj de escuela o como tinaco rotoplas: ¡bien
redondita(o)!
El propósito del noviazgo es buscar una pareja para el matrimonio. Más vale que no busques una
ganadora de Miss o Master Universo, sino que alguien que tenga carácter y buenos sentimientos.
Cinco años despúes de la boda no te va importar que esté guapa(o), lo que vas a querer es que te apoye, te
anime y que tenga aguante en las buenas y en las malas. De nada valdrá lo guapa(o) que esté, sino que
sepa estimarte, serte fiel. Lo cierto es que, muchas veces, la gente más guapa es la que menos carácter
tiene. Son personas que se han rifado la vida confiados en que están "chulos o chulas", y tienen "amigos"
por su bonito aspecto.
Nunca tuvieron qué modelar su carácter y su personalidad. Jamás se vieron forzados a ser lindos,
flexibles, tiernos y comprensivos, porque se ganaban las amistades a base de popularidad. Ya de grandes,
se han vuelto egoístas e inmaduros. Ya crecidos son ignorantes de lo que es tener una buena relación y
una amistad generosa, incapaces de pensar en los demás. ¡Cuidado! No todo lo que brilla, es oro.

Regla número dos: Busca personas bonitas en lo interior. El físico no importa tanto. La belleza exterior
es pasajera, mientras que lo noble, se refinará con el paso de los años.

#3 Alguno de nosotros jovenes, ya quiere tener una pareja, ya que se siente presionado porque se puede
convertir en el blanco de los chistes y las sospechas de sus cuates: "'¿tendrá volteada la canoa?" "Será
Livais" La premura no nos permite oir la voz de Dios: "El que se apura como loco, es un loco."
(Paráfrasis de Proverbios 21:5) ¿Cuál es la prisa? ¿Porque tanto apuro por casarte? Una de las causas
principales de la raquítica condición de la familia es nuestra sociedad, es que la gente se casa demasiado
joven.
¡No te preocupes por lo que piensen los demás! Tú sabes quién eres: una persona que no busca
conformarse a las normas de la sociedad, sino que quiere vivir su vida de tal manera, que Dios pueda
decirle: "Bien hecho, buen siervo(a) fiel."

Regal número tres: ¡Trucha, Tranquilo(a), calmadón(na)


¿Cuál es la prisa?

Se cuenta de un ermitaño que vivía solo en una cueva con su hijo de 15 años. El hijo nunca había
conocido al pueblo más cercano no tampoco había visto a otra gente. Pero para celebrar sus 15 años su
padre decidió llevarlo al pueblo para que lo conociera y para comprarle un regalo. Salieron desde la
mañana y llegaron primero a la talabartería donde su papa le enseño una montura. Después le llevo a la
tienda de artículos deportivos y le enseño los mejores cuchillos para la casería.

Mientras caminaban en la calle, encontraron a una muchacha como de 15 años; el joven preguntó a su
padre, "¿Qué es eso?" Su padre, tomado por sorpresa, no había que contestarle, porque no quería que su
hijo se interesara en una chica todavía. Entonces, rápidamente le dijo, "Es un ganso, mi hijo", y seguían
caminando y viendo en las tiendas.

Durante el transcurso del día el muchacho conoció perros finos, rifles y pistolas.
Al fin del día el papa voltea al joven y le pregunto: " Bueno, mi hijo, te he enseñado muchas cosas hoy,
estoy dispuesto a comprarte lo que más te gusta. Dime ¿cual has escogido?" Sin titubear ni por un
momento, el muchacho le contestó, Papa quiero un ganso".

La atracción sexual entre un joven y una señorita es tan antiguan como el mundo mismo y se origino en la
mente de Dios. Fue Dios quien dijo, "No es bueno que el hombre este solo; haré ayuda idónea para él".

Después de formar a la mujer del mismo cuerpo de Adán, entonces Dios la trajo al hombre para que se
gozaran juntos en una relación matrimonial plena.

El pecado original no fue el sexo, fue su desobediencia al mandamiento de no comer del árbol. El sexo
fue creación de Dios para bendecir a la humanidad. Tu sexualidad, joven, es un don divino, pero es un
don tan delicado que te puede traer gran felicidad o te puede destruir.
Según un estudio de la revista Teenage(juventud), 99% de los jóvenes dijeron que las relaciones sexuales
antes del matrimonio es el problema numero uno que enfrenta la juventud hoy en día.

Vivimos en un mundo promiscuo. El mensaje de la música moderna, de la televisión, revistas, películas,


de los compañeros de la escuela y por todos lados es: " Si te sientes bien, hazlo " o " todo el mundo lo
esta haciendo".

Una muchacha cristiana escribió, "Estoy cansada de oír en la televisión o leer en cualquier revista que
abro: Cuídate en tu vida sexual, Señorita, procura usar anticonceptivos para evitar enfermedades o
embarazos no deseados. ¿Por que no nos aconsejan mejor guardar el sexo para el matrimonio?"

Estoy convencido de que hay miles y miles de jóvenes cristianos, como esta señorita, que desean
consejos sanos, consejos basados sobre la Palabra de Dios, y quieren que alguien les hable bien claro y
directo.

Por eso, estoy escribiendo este librito.


Tengo mas de 30 años de estar felizmente casado y muchos años de ser líder espiritual, observando y
aconsejando a personal que están sufriendo las consecuencias de no tener su sexualidad bajo control.
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¿PORQUE EL NOVIAZGO?

Muchas personas se casan y después de poco tiempo dicen, "Pues, yo no conozco a mi pareja ". Entonces
¿de qué sirvió el noviazgo? ¿De que platicaron? ¿Nada más "¡Qué chula!", "Te adoro”. "Eres muy
guapo"….
Etc.

El noviazgo debe ser un tiempo para conocerse el uno al otro en un nivel mental, emocional y espiritual,
pero sin llegar al nivel físico. Es un tiempo para ser amigos, para aprender a hablar, para compartir ideas,
sueños y metas, para orar juntos, Pero ten cuidado con los besos y caricias porque esto puede reducir tu
relación a algo únicamente físico e impedir que se desarrolle en las otras áreas.

"El matrimonio basado sobre pasión en vez de amor no durara, o será un infierno en la tierra ". En el área
del sexo somos hechos de tal manera que si tenemos una probadita, queremos más. Un poco de acariciar
el lunes, el martes queremos mas, y el miércoles aun más. El sexo es como un fuego: no es posible jugar
con fuego y no quemarse. El fuego dentro de la chimenea es maravilloso, porque da calor a toda la casa,
pero sacándolo de allí, es capaz de destruir toda la casa.

El sexo dentro del matrimonio es bello y maravilloso, pero fuera de allí destruye vidas.

Yo no creo en los noviazgos no muy cortos ni muy largos. Debe ser lo suficiente largo como para
conocerse bien, pero no demasiado largo para que la tentación sexual sea un problema grande. Creo que
entre un año y dos es suficiente.

Después de mucho tiempo la pareja todo, menos el sexo y ¡qué frustración y que tentación! Hay un dicho
"el amor es ciego, pero el matrimonio abre los ojos ".

Joven, abre tus ojos ahorita y no dejes, para conocer las debilidades de la otra persona.
¿Son cosas que te molestan mucho ahora? Si es así es, te molestaran aun más después de la boda.

Y no pienses, señorita, "yo lo cambiare" porque probablemente el no cambiara, a menos que Dios lo haga.
La mujer que asume la "tarea" de cambiar a su marido por medio de "consejos" o manipulación, llegara
a ser una esposa machacadora" o "Mortificadora" y su hogar se tornara en un lugar de pleitos y odio. Si
algún joven me dijera "Pero no podemos casarnos sino hasta dentro de seis años, porque tenemos que
terminar mis estudios y establecerme primero en un trabajo" yo le daría este consejo: sean amigos.
Salgan a pasear y a platicar en grupos con otros jóvenes cristianos. Si esta chica es la persona que Dios
tiene escogida para ti ella te esperara, y si no es, no la quieras de manera alguna.

¿CON QUIEN Y CUANDO DEBO CASARME?

Tu, joven cristiano, no tienes el derecho de casarte con nadie que no sea cristiana. Dios dice, "No os
unáis en yugo desigual con incrédulos"(2 Co. 6:14) Ni tengas una novia no cristiana, porque el propósito
del noviazgo es conocerse y decidir si esta persona es la "correcta" para el matrimonio. Leemos lo del
Rey Salomón, hijo de David:
"Pero el Rey Salmón amo además de la hija de Faraón, a muchas mujeres extranjeras … gentes de las
cuales a Jehová había dicho a los hijos de Israel: No os llegareis a ellas, ni ellas se llegaran a vosotros;
porque ciertamente harán inclinar vuestros corazones tras sus dioses. A estas pues, se junto Salomón con
amor. Y tuvo setecientas mujeres reinas y sus mujeres desviaron su corazón. Y cuando Salomón era ya
viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos, y su corazón no era perfecto con Jehová su
Dios, como el corazón de su padre David". ( 1 Reyes 11:1-4). En su vejez, Salomón escribió vanidad todo
es vanidad".

Era un viejito amargado, viendo la vida como una vanidad, porque él no supo controlar sus pasiones. De
todas maneras, el solo hecho de que la otra persona sea cristiana no basta. Hay muchos matrimonios entre
cristianos que son un "infierno en la tierra”. Uno siente un llamado para servir al Señor y la otra persona
esta contenta con solo asistir a la iglesia los domingos; uno tiene sueños y metas grandes y la otra persona
es conformista. Se un joven de oración y busca a Dios, confiando que Él tiene la pareja ideal para ti.

Salmos 37:4 promete "deléitate asimismo en Jehová y el te concederá las peticiones de tu corazón". Se
dice que lo "opuestos se atraen " y es cierto en algunas áreas de la vida especialmente en cuanto a nuestro
temperamento. No es nada extraño que un acelerado "colérico”, con un carácter fuerte y cualidades de
líder, se case con una mujer calmada y pacifica que una muchacha sanguínea platicadora y extrovertida se
enamore de un joven quieto, "melancólico" e introvertido. Sin embargo cuando llega al asunto de las
metas en la vida, las convicciones espirituales los interese, el nivel educativo y nivel socioeconómico,
cuanto más tengan en común mas posibilidad habrá de tener felicidad y armonía en el matrimonio. De vez
en cuando un joven cristiano me pregunta, "¿y como voy a saber quien es la muchacha que Dios tiene
para mí? " Yo le respondo, " te vas a enamorar de ella y además tendrás la confirmación de Dios en tu
espíritu" Si eres una persona de oración, puedes esperar que el Señor revele su voluntad perfecta para tu
vida pero no en una manera mística.

Esta revelación viene a través del amor genuino hacia la otra persona, la paz de Dios en tu corazón y por
los consejos de otros cristianos maduros. Aunque somos espirituales, no creo que Dios pase por alto los
sentimientos humanos y naturales del amor. Yo sé que el Señor me dio como esposa a Gloria, pero
también fue un proceso natural. Me enamore locamente de ella. No recomiendo a nadie que se case
mientras no este enamorado de la otra persona, aun si dijere, "Dios me mostró que fulana va a ser mi
esposa". Yo he oído de tales casos y algunas veces "Fulana" no estaba convencida. Sí Dios té lo mostró
entonces empieza a cultivar una relación de amistad con ella, y si es de Dios, los dos se enamoraran. Si no
hay muchos jóvenes cristianos en tu Iglesia, no te desesperes, sino ponte a orar y a tomar pasos prácticos
para que Dios te pueda contestar. Yo vengo de un pueblito pequeño en el estado de Pennsylvania, y
Gloria vivía como a 3,000 kilómetros de distancia en el Estado de Missousi; por una "coincidencia"
planteada por Dios …los dos nos encontrábamos en una conferencia cristiana en una iglesia pequeña en
otro estado, Ella había orado por un esposo cristiano con deseos de servir al Señor; yo había pedido a
Dios una esposa cristiana. Ya que no había en nuestras congregaciones locales la respuesta a esas
oraciones, Dios hizo el "milagro" de que nos conociéramos a miles de Kilómetros de nuestras casas.

Mi yerno tiene un testimonio bello en esta área. El tenia casi 28 años de edad cuando se caso con mi hija,
porqué él había esperado la mujer que Dios tenía para él. Su mama se desesperaba y por varios años le
aconsejaba que ya era tiempo de conseguir novia. El siempre respondía "no mama no tengo que buscar
novia, Cuando encuentre la mujer que Dios me esta preparando yo sabré".

Y así sucedió: Cuando el y Sheri mi hija se conocieron (lejos de las casas de ambos) los dos sabían que
eso era la voluntad de Dios y su amor mutuo lo confirmaba.

¿CUÁL ES LA EDAD IDEAL PARA CASARSE?

Algunas personas están maduras a los 19 años y otras no lo son ni siquiera a los 40 años entonces no
puedo dar una edad cronológica. Sin embargo un versículo en Génesis 2:24 revela algo importante: "Por
esta causa dejara el hombre a su padre y madre y se unirá a su mujer y serán una sola carne". Si tu no
puedes dejar a tus padres, física, emocional y económicamente, cualesquiera que sea la razón, entonces no
estarás listo para casarte. Esto no quiere decir que el joven tiene que haber comprado una casa con todos
sus muebles antes de casarse. Casi siempre hay luchas y sacrificios financieros los primeros años. MI
esposa y yo nos casamos con muy poco en cuanto a cosas materiales, pero una cosa que si tuvimos fue la
determinación de administrar bien los pocos ingresos y vivir dentro de nuestras posibilidades. La persona
que no sabe vivir dentro de sus posibilidades estará pidiendo fuertes conflictos matrimoniales.

Es preferible que la pareja recién casada viva en una choza humilde con pisos de tierra, en vez de vivir
con los papas de uno. Por muy buenos que sean los padres, es imposible que haya dos familias (y dos
cabezas) bajo el mismo techo sin tener conflictos fuertes.

También tiene que venir una separación emocional. La muchacha que siempre tiene que recurrir a la
mama para que la ayude a resolver sus problemas no esta lista para casarse, Y el joven que tiene
"mamítis" que no puede hacer decisiones sin consultar con su mama tampoco esta listo para casarse.

Requiere madurez de parte de ambos.

¿ESTAS ENAMORADO O ENCAPRICHADO?

Según cierto estudio, hecho por unos sicólogos, la persona media experimentara el flechazo de cupido de
7 a 10 veces durante su vida.

Entonces necesitamos preguntarnos: "cuándo la llama del amor llega, ¿cómo puedo saber si es amor
genuino o solamente encaprichamiento?"

Posiblemente algunas personas te dirían "NO te preocupes, cuando llegue tu príncipe azul o tu princesa
tu sabrás, experimentaras cosquilleos en él estomago, falta de apetito y caminaras en las nubes" Pero no
es tan sencillo,
Hay una similitud entre amor genuino y amor falso y por lo tanto, algunos jóvenes se confunden y se
casan prematuramente, solo para darse cuenta que ese sentir romántico no era base suficiente para un
matrimonio feliz.

Para ayudarte a saber si en verdad estas enamorado o so estas encaprichado, quiero ofrecerte diez indicios
con los cuales calificar tu relación.

Pero antes de mencionarlos veremos que hay varios factores que ocurren en ambos, el amor genuino y el
amor falso aquí hay tres de ellos:

1. - fuerte atracción sexual


2. - deseo de estar juntos
3. - extrañas y nuevas emociones.

Algunos han pensado que están enamorados porque experimentaban uno o más de estos factores, pero
ellos no necesariamente indican el verdadero amor.

1.- Si estas encaprichado tu mayor interés es la apariencia física de la otra persona y el contacto físico.
Son pocos los factores que te atraen.
Si estas enamorado, tendrás interés en la persona total de el/ella. Hay muchas cualidades que te atraen.

2.- El encaprichamiento tiende a empezar muy rápido, El amor usualmente empieza despacio.

3.- Cuando es encaprichamiento, tu interés en la otra persona será fluctuante, muy intenso y seguro un
día, pero con dudas otro día, El amor genuino, la relación es mas constante, va en asenso.

4.- El encaprichamiento tiene un afecto destructivo sobre tu personalidad, te hace menos eficiente, menos
cumplido en tu trabajo tareas escolares.
El amor tiene un efecto constructivo cobre tu personalidad, te da nueva energía, interés en la vida,
autoconfianza y seguridad.

5.- Cuando estas encaprichado casi todo tu mundo gira en derredor de la otra persona. Tiendes a perder
interés por tu familia, y en amigos y cosas que antes te gustaban. Tu relación tiende a ser exclusiva.
Cuando es amor real, tu mundo se expande para incluir a tu amado.
Aunque el/ella llena tus pensamientos no abandonas tus otras relaciones.
Tu mundo ya es más grande.

6.- El encaprichamiento, no el amor, es ciego; ve únicamente lo que quiere ver. Posiblemente hay grandes
obstáculos en tu relación; diferencias de religión, valores, cultura, etc. pero no haces caso a las señales de
peligro.
Si estas enamorado, reconocerás las fallas de la otra persona pero le amarás sin embargo.

7.- Cuando es nada mas encaprichamiento, la relación se moriría si hay una separación por algún tiempo.
Cuando es el amor, puede sobrevivir una separación y aun crecer mas fuerte.
8.- Cuando es solamente encaprichamiento, los conflictos mataran la relación, pues estos serán mas
frecuentes y más intensos.
El amor puede sobrevivir los conflictos y llegaran a ser menos frecuentes y menos intensos.

9.- Si estas encaprichado, tu relación será mayormente egoísta, piensas en lo que el/ella puede hacer por ti
es una relación de recibir.
Si estas enamorado tu piensas aun más en la otra persona y su felicidad que en ti mismo. Es una relación
de dar.

10.- Si es encaprichamiento, los celos son frecuentes e intensos a causa de la inseguridad.


Si es amor, habrá menos celos. Es natural que haya algo de celos en cada uno de nosotros pero el amor
provoca confianza y seguridad.

Después de leer estos diez indicios si te das cuenta que estas encaprichado y no enamorado, espera y
sigue orando. El tiempo es tu mejor amigo, porque es el gran revelador y gran sanador. Sí tu corazón ha
sido quebrantado, el tiempo lo sanará. También el tiempo puede cuidarte de lanzarte en un matrimonio no
sano, basado en un amor falso.

Un buen consejo seria: ¡Cuándo hay duda, espera! A veces él encaprichamiento llega al amor, pero no
siempre. Toma bastante tiempo y observa que sucede con tu relación: ¿la demora la desbarata? ¿ó la hace
florecer? Casarse demasiado rápido se puede comparar con escupir en la cara de un león. Posiblemente lo
vas a sobrevivir, algunos pocos lo han hecho; pero no te confíes, porque el riesgo es demasiado grande. Si
tu amor es real y esta es la persona que Dios tiene para ti el Tiempo lo revelará.

¿PORQUE ESPERAR HASTA EL MATRIMONIO?

Hay muchas razones por las cuales uno no debe tener relaciones sexuales antes del matrimonio, pero voy
a mencionar solo tres:

1.- Riesgo de un embarazo. De las miles de a un millones de muchachas que salen embarazadas antes del
matrimonio. Casi todas decían, "Yo nunca pensaba que me sucedería a mí".
2.-Destruye la confianza. Si uno tiene relaciones sexuales antes del matrimonio, va a destruir la confianza
y el respeto mutuo que es muy importante para un matrimonio maravilloso. Siempre habrá una pequeña
dudita: " si el no pudo controlarse y esperar hasta el matrimonio ¿cómo puedo confiar en que el siempre
me será fiel, si tuviéramos estar separados por algún tiempo?".

En el ministerio, yo he entrevistado a cientos de personas y en varias de estas entrevistas, hombres me


han confesado, "Después de casarme entro en mi un resentimiento grande por mi esposa, porque
habíamos tenido relaciones sexuales antes y me sentí atrapado, obligado a casarme con ella. Ojalá
hubiéramos esperado."

EL AMOR PUEDE ESPERAR HASTA EL TIMEPO CORRECTO. LA LUJURIA DEMANDA


SATISFACERSE INMEDIATAMENTE.
¿Quieres que tu matrimonio este basado sobre el amor o la lujuria?

3.- Dios dice que NO. La razón más importante que todo es: porque Dios dice que es pecado. El no es un
"quita placeres"; Cuando Él dice "no" es porque Él sabe que algo nos va a dañar y robar el verdadero
placer futuro.
"¿No sabéis que los injustos no heredaran el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios… heredaran el
reino de Dios. Huid de la fornicasión.
Cualquier otro pecado que el hombre cometa, esta fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio
cuerpo peca. ¿ O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual esta en vosotros, el cual
tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo…" 1 Co.6: 9, 18-20.
Dios nos dio una conciencia y es imposible desobedecer los mandamientos de Él sin sufrir las
consecuencias. Y ¿cuales son las consecuencias?

Una es la culpabilidad. Posiblemente tus padres o tu pastor nunca sabrán de tu pecado, pero jamas podrás
escapar de tu conciencia que te diga, "Culpable, Culpable". Mas adelante hablare a los jóvenes que ya han
pecado sexualmente, porque hay esperanza para ellos. Pero cuanto mejor es cuidarse en pureza y no tener
que pasar por el largo y doloroso proceso de limpieza.

¿QUE ES LA PUREZA SEXUAL?

La pureza sexual es mucho más que no cometer fornicación. Es mucho más que no ser un homosexual, ni
una lesbiana. La pureza sexual empieza con los pensamientos. Tal vez tú estas diciendo "yo nunca he
cometido fornicación con una chica". Pero ¿qué tal de las fantasías? ¿La pornografía? ¿Las caricias? ¿La
lujuria? ¿La masturbación?

Hay una palabra muy interesante en 1ª Tesalonicenses 4:3-6 Primeramente san Pablo dice, " la voluntad
de Dios es vuestra santificación: que nos apartéis de fornicacion (relaciones sexuales fuera del
matrimonio); que cada uno de nosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor; no en pasión de
concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios; que ninguno se agravie ni engañe a nada a su
hermano; porque el Señor es vengador de todo esto…"
La palabra "agravie" es el griego significa, "provocar el deseo sexual en otro que no pueda satisfacerse en
santidad". Muchas señoritas no entienden como Dios hizo al varón, El se excita sexualmente por lo que
ve, y por lo tanto, la muchacha cristiana debe tener mucho cuidad con la forma en que se viste y se
arregla. NO estoy diciendo que ella tiene que vestirse como su abuelita del siglo pasado, pero si estoy
diciendo que necesita vestirse en una manera modesta y femenina. Si se viste en una forma provocativa,
posiblemente ella será culpable de prender en el muchacho un fuego que no se puede satisfacer en
cantidad. Ella es tan culpable del pecado como el joven con pensamientos pecaminosos.

Pregúntate, señorita "¿Deseo yo provocar amor y respeto del sexo opuesto? Ó ¿quiero yo provocar
lujuria?" Hay una gran diferencia. Si guardas tu sexualidad para el día de tu boda puedes beber hasta
vaciar la copa del amor físico y agradar a Dios haciéndolo.

DOS MITOS:

Es un mito y una mentira del diablo que el varón necesita experimentar con el sexo antes del matrimonio
y así no ser torpe o ignorante la noche de la boda. Esto es basura directamente del abismo.
Otro mito popular es que es una falta de hombría no tener relaciones sexuales antes de, o aparte del
matrimonio: Un verdadero hombre es aquel que tiene el carácter y valor de decir "No " al pecado.

LECCIONES DEL JOVEN JOSE:


José, un joven en el libro de génesis, es un buen ejemplo de un verdadero hombre. El capitulo 39 registra
la historia de cuando él estaba en la tierra de Egipto, lejos de su familia y lejos de sus amigos.
José era un esclavo en la casa de Potifar, un oficial del gobierno. Dice la Biblia "y que todo lo que él
(José) hacia, Jehová lo hacia prosperar en su mano" (vs. 3) Versículo 6 relata que José era " de hermoso
semblante y bella apariencia". Una versión dice que José era guapo y fornido.

Podemos imaginar que Potifar era un señor grande y muy ocupado en sus negocios, tan ocupado que no
prestaba mucha atención a su esposa, quien probablemente era mucho mas joven que él. La Biblia es bien
franca y dice; "Aconteció después de esto, que la mujer de su amo puso sus Ojos en José, y dijo: Duerme
conmigo". (vs 7) El la rechazo, pero ella no se daba por vencida fácilmente. Versículo 10, nos cuenta que
"día tras día ella le habló" ¡Qué presión y que tentación para un empleado resistir a su patrona rica e
indudablemente bonita! Pero quiero que te fijes en la contestación de José. ¿Cómo puedo pecar contra mi
Dios? Dios era más importante para el que su trabajo o un placer momentáneo. En este momento, José
huyó. La palabra de Dios a ti Joven y a todos nosotros es: "Huid también de la fornicacion". (1 co. 6:18)
y "huye también de las pasiones juveniles" (2:Ti 2:22 No es cobardía ni señal de debilidad correr de una
situación de tentación, es SABIDURIA.
La decisión de José le costo, porque cuando Potifar llego a la casa, su esposa le contó que José había
tratado de violarla y como prueba, ella tuvo en sus manos el saco del Joven. El viejito furioso, mandó a
José a prisión. Por haber dicho " No" José cayo en la cárcel, pero a la vez, Dios le bendijo. " Jehová
estaba con José, y lo que él hacia, Jehová estaba con José, y lo que él hacia, Jehová lo prosperaba."

Un firme compromiso con tu Dios es la única cosa que te dará la fuerza de decir "NO" cuando enfrentas
a la tentación sexual cara a cara. ¡Por hacer decisiones difíciles hoy, mañana tendrás una bendición de
Dios sobre tu matrimonio!
Había otro hombre en el antiguo testamento que no sabia decir "NO".
Encontramos a Sansón diciendo "Sí" a la tentación sexual cuatro veces.
Ambos José y Sansón, cayeron en la prisión, pero José fue de la prisión al palacio y Sansón fue de la
prisión al panteón.

Él murió en manos de sus enemigos. No sea como Sansón y permitirás a tu carne llevarte ala prisión del
pecado y después al panteón espiritual.
"No quiero, Hermanos, que ignoréis que vuestros padres todos estuvieron bajo la nube y todos pasaron el
mar; y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en la mar, pero de los mas de ellos no se agradó
Dios; por lo cual quedaron postrados en el desierto.
Mas estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como
ellos codiciaron. Ni forniquemos, con algunos de ellos fornicaron, y cayeron en un día veintitrés mil".
(1co. 10:1,5,6,8) Los hijos de Israel no entraron en la tierra de Canaan por su pecado sexual, entre otras
cosas. Y tu serás robado de entrar en tu herencia total, en tu Canaan, que es la vida de victoria y
abundancia, si no tienes tu sexualidad bajo el control del Espíritu Santo.

TOMA CONTROL DE TUS PENSAMIENTOS.

El campo de batalla es nuestra mente. Satanás, nuestro enemigo, sabe que si él puede ganar en el área de
nuestros pensamientos, nos tiene cautivos. Pero podemos tomar control y rechazar en el Nombre de Jesús
todo pensamiento que nos va a ensuciar. A lo mejor has oído el dicho.
"No puedes evitar que un pájaro vuele sobre tu cabeza pero si puedes evitar que haga nido allí". Ten
cuidado con lo que ves, a través de la televisión, las películas, videos, revistas, etc. y así evitaras muchas
de las batallas en tu mente.

La decisión firme de no cometer fornicacion, ni otro pecado sexual, tiene que ser hecha ANTES de estar
en el calor o en la tentación. Si no has hecho una decisión antes en tu mente y con tu voluntad, pero para
un joven que desea honrar a Dios es lo opuesto: su voluntad controla a sus emociones.

Hay una promesa maravillosa de Dios en el área de nuestros pensamientos.


"Las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas…
llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo". (2 co. 10:4,5)

Escucha estos cuatro pasos:

SIEMBRA UN PENSAMIENTO, COSECHA UN ACTO.


SIEMBRA UN ACTO, COSECHA UN HABITO.
SIEMBRA UN HABITO, COSECHA UN ESTILO DE VIDA.
SIEMBRA UN ESTILO DE VIDA, COSECHA UN DESTINO.

Estos pasos funcionan para bien o para mal.

Siembra un pensamiento sano, cosecha un acto sano.


Siembra un acto sano, cosecha un habito sano.
Siembra un hábito sano cosecha un estilo de vida sano.
Siembra un estilo de vida sano, cosecha un destino Santo.

Tu, joven, has sido llamado a un destino alto, un destino de hacer grandes cosas en el Reino de Dios. No
has sido llamado a la mediocridad, sino a la excelencia. Y esto empieza con tus pensamientos.

¿QUE HACER SI YA HE PECADO?

Si fuiste culpable del pecado sexual antes de recibir a Cristo como tu Salvador, necesitas reconocer que
la Biblia dice. " De modo que si alguno esta en Cristo nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí
todas son hechas nuevas". (2 co 5:17) Toda tu vida pasada esta bajo la sangre de Jesús, enterrada en lo
mas profundo del mar. Pon un aviso al diablo, "No se permite pecar en este mar". Él quisiera atormentarte
haciéndote recordar tus pecados del pasado, pero no se lo permitas.

Si tu dices,"Pues yo caí en pecado después de mi salvación " ¿Qué debo hacer?

1.-Enfretate a ti mismo y confiesa tu pecado. David dijo, "Contra ti he pecado…" Sal. 51:4 El no hizo
excusas por si mismo, no dijo, "Todos lo están haciendo" o "Todos somos débiles”.
Proverbios 28:13 dice, "El que encubre sus pecados no prosperara; mas el que los confiesa y se aparta
alcanzara misericordia" Aquí encontramos el segundo paso.

2.-Apartate del pecado, abandónalo.

3.-Busca el perdón de otros. Si tu joven, has pasado la línea de lo correcto con una muchacha, ve con ella
y pídele perdón, prometiéndole que jamas volverá a suceder.
4.- Perdónate a ti mismo. 1Jn. 1:9 " Si confesamos nuestros pecados Él es fiel y justo para perdonar
nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad". Si Dios me puede perdonar, yo puedo perdonarme a mí
mismo.

EL ABUSO SEXUAL.

Si tu has sido víctima del abuso sexual, perdona a la persona culpable. Reconozco que es muy difícil, pero
el Señor Jesús te ayudara a hacerlo de tu voluntad, no de tus emociones. Perdonar es una decisión.
Declara con tu boca, " Yo perdono a fulano". Hazlo tantas veces como sea necesario, y vendrá a una
sanidad emocional a tu vida. A muchas personas les ayuda confesar el trauma a algún consejero o persona
de confianza, a la vez que declaran su hecho, no persistas en repetirlo. Vive el presente, no en el pasado.

Si sientes que necesitas ayuda, busca a tu pastor y otro cristiano maduro.

APAGA EL FUEGO CON OTRO FUEGO.

En la sierra donde hay bosques, es una practica común apagar los incendios con fuego. Y ¿cómo se hace?
Cuando una sección del bosque se esta quemando, fuera de control, los bomberos van a otra área donde
están por llegar las llamas y allí queman una sección de arboles. Ese incendio, controlado por los
bomberos, quita todo el combustible del camino de las llamas que vienen fuera de control. Llegando allí,
las llamas del incendio se apagan por sí solas.
¿Sabes que apagara el fuego de tus pasiones? El fuego del Espíritu Santo en tu vida. El poder de Dios es
mucho más grande que el poder del pecado; entonces tu tienes los recursos espirituales para resistir y
vencer la fuerza del enemigo. Echa mano de esta promesa: "Mayor es el que esta en vosotros (en ti) que el
que esta en el mundo”. ( 1 Jn. 4:4)

En esta hora Dios esta levantando jóvenes valientes, jóvenes con una fe radical. Sé tu parte de este
ejercito de jóvenes cristianos. Dedícate a la Palabra de Dios, a la oración y se lleno del Espíritu Santo…
¿Noviazgo con no cristianos?

Hay ciertos temas de pastoral juvenil que necesitan ser tratados a pesar de que resulte incómodo, difícil o
incluso comprometido hacerlo. Hemos de llevarlo a cabo porque están ahí, porque son realidades que, tanto
si nos gustan, como si no, las tenemos de pleno en nuestras comunidades y las seguiremos teniendo
siempre. No hablar de estos temas y no dar una orientación pastoral no va a resolverlos ni hará que dejen de
existir, pero si provocará que muchos jóvenes no puedan recibir una luz de orientación en medio de su
situación y, tal vez, con la ayuda del Señor encontrar la sabiduría y el coraje para tomar las decisiones
adecuadas.

Tal vez, llegados a este punto es preciso que establezca claramente cuál es mi posición doctrinal con
respecto al tema. Creo que la Escritura es tajante y meridianamente clara con relación al tema de los
matrimonios mixtos, es decir, entre un creyente y una persona no creyente. En 2 Corintios 6: 14, el apóstol
Pablo indica: "no os unáis en yugo desigual con los no creyentes" Es cierto, que este pasaje no se refiere de
forma específica al matrimonio, sin embargo, no es menos cierto que también se puede incluir el
matrimonio en este tipo de relaciones no recomendadas por el apóstol y, así ha sido tradicionalmente
interpretado por la iglesia cristiana a través de los siglos.

Si el versículo antes mencionado lo leemos a la luz de otra declaración paulina, en este caso la que hallamos
en 1 Corintios 7:39, las cosas quedan mucho más claras. Aquí, el pasaje dice: "Durante la vida de su
marido, la mujer está ligada a él; pero si el marido muere, la mujer queda libre para casarse con quien le
plazca, siempre que se trate de un matrimonio cristiano" (N.T.I.)

Así ha sido siempre la creencia y, en general, la práctica cristiana, casarse en el Señor, es decir, el
matrimonio entre personas que tienen una misma fe, que tienen una relación personal con Jesús y lo aceptan
como Señor y Salvador.

Hasta aquí, la unanimidad de la cristiandad es prácticamente total, sin embargo, a partir de este punto
comienzan las discrepancias entre los creyentes. Algunos consideran que la recomendación de la Biblia
incluye, no sólo el matrimonio, sino todo tipo de relación con personas no cristianas. Por tanto, siguiendo
esta postura, la amistad o el explorar la existencia de posibilidades de matrimonio con personas que no
pertenezcan a la fe estaría totalmente vedada.

Otros, tienen una aproximación diferente al asunto, consideran que la posibilidad de explorar un posible
proyecto común con personas no creyentes sería factible, aunque éste, no podría llevarse a término si la
persona no creyente no diera un paso definitivo hacia la fe en Cristo.

Debido a que pueden producirse malentendidos a la hora de leer este artículo, desearía definir los términos
que voy a usar a lo largo del mismo. En mi modesta opinión existen tres etapas diferentes: amistad/salir
juntos, noviazgo y matrimonio. Es importante definir qué entiendo por cada uno de ellos debido al hecho
que la terminología puede variar de un país a otro a pesar de que hablemos la misma lengua.

El matrimonio es tal vez, el más fácil de definir. Se trata de la unión, de por vida, ante Dios y las
autoridades civiles de dos personas de distinto sexo. El noviazgo, aunque pueda ser usado de forma
diferente en otros lugares, lo describiré como una relación entre dos personas que ya han tomado la decisión
de casarse, formar un hogar y desarrollar un proyecto de vida en común.

La amistad/salir juntos, lo quiero definir como ese periodo en que dos personas se conocen y van
discerniendo la posibilidad de poder desarrollar un proyecto de vida en común. Durante este periodo, un
muchacho y una muchacha van conociendo más en profundidad el carácter, la personalidad, los valores, las
prioridades, las metas en la vida del otro y, será este conocimiento el que ha de llevarles a la decisión de la
posibilidad o imposibilidad de poder desarrollar ese proyecto común que se llama matrimonio. Hay
ocasiones en que el salir juntos desembocará en una ruptura ya que, uno de los dos, será consciente de que
un proyecto de este tipo no le conviene o no le satisfaría. En otras ocasiones, el resultado final será el
matrimonio, ya que se llegará a conclusiones diferentes a las antes mencionadas.

En mi opinión creo que es legítimo para una persona no cristiana tener amistad o salir con personas no
cristianas. Sin embargo, considero que el noviazgo y el matrimonio no deberían de estar incluidos en los
planes del creyente.

Ahora bien, nada más lejos de mi intención que el entrar en polémica con aquellos hermanos que piensan de
forma contraria a la mía y consideran, por tanto, que el creyente no debería ni tan sólo plantearse relaciones
de amistad, sea con personas del mismo sexo o del sexo contrario, si estas no pertenecen al ámbito de la fe.
Respeto profundamente dicha opinión y considero que estos hermanos tienen el derecho y el deber de vivir
conforme a los dictados de su conciencia, sin embargo, creo que merezco el mismo derecho para mi
opinión, la cual también considero basada en la honesta comprensión de las Escrituras.

Quisiera finalizar esta introducción volviendo a reafirmar el carácter pastoral de este artículo. No pretendo
animar a nadie a salir con una persona no cristiana, es una opción peligrosa como después veremos.
Tampoco pretendo justificar a aquellos que han decidido hacerlo. Deseo dar una perspectiva pastoral sobre
una realidad que está ahí y no es posible obviar.

I.LOS INCONVENIENTES DE LAS RELACIONES CON PERSONAS NO CRISTIANAS

Mi dilatada experiencia pastoral entre jóvenes me ha permitido poder observar y, también verme
involucrado pastoralmente, en muchas relaciones entre muchachos y muchachas creyentes y sus parejas no
creyentes. Si he de ser honesto y no faltar a la verdad, he de afirmar que por una de estas relaciones que ha
acabado bien, han habido una gran cantidad que han acabado con el total alejamiento de la persona creyente
del círculo de la fe y la comunión con los hermanos.

También he de afirmar que todos aquellos que acabaron tan tristemente estaban seguros y convencidos de
que a ellos no les iba a suceder, de ninguna de las maneras, una situación de ese tipo. Sin embargo, son
muchos los factores involucrados en una relación entre creyentes y no creyentes y, en muchas ocasiones,
tienen un efecto sobre la vida del cristiano que éste, no puede predecir ni controlar. Veamos algunos de
ellos.

A.Una perspectiva de la vida diferente

En el pasaje antes mencionado Pablo afirma "¿tienen algo en común la luz con las tinieblas?" Los creyentes
somos repetidamente llamados en la Biblia hijos de la luz, del mismo modo, los no creyentes son
denominados como hijos de las tinieblas, personas, que ellas mismas, viven en tinieblas. El contraste no
puede ser más evidente, y esa evidencia se pone de manifiesto de una manera más clara en formas
diferentes, cuando no contradictorias de ver y entender la vida.

Hace unos años, la cultura judeocristiana era la base que proporcionaba la perspectiva básica de la vida de
nuestros países. Por tanto, muchos de nuestros conciudadanos, a pesar de no ser personas nacidas de nuevo,
estaban de acuerdo con muchos de nuestros valores y nuestra cosmovisión. Sin embargo, esto está
cambiando de forma drástica y alarmante. Cada vez más, el consenso cultural que proveía el cristianismo
está siendo puesto en duda y, en muchas ocasiones, abiertamente atacado, cuestionado y rechazado. Como
consecuencia, cada vez hay una distancia mayor entre la forma de ver y entender la vida de cristianos y no
cristianos.

De esta manera, salir con una persona no cristiana significa salir con alguien, que con un alto grado de
probabilidad, ve la vida de forma diferente de tal y como nosotros la vemos. Los antropólogos afirman que
nuestras conductas, la parte más visible de nuestro ser, están directamente marcadas por nuestros valores, y
estos, por nuestra perspectiva de la vida o cosmovisión.

Creyentes y no creyentes vemos la vida de una forma muy diferente y no hemos de engañarnos respecto a
este punto. Nosotros tenemos una perspectiva eterna de la vida. Creemos que todo no acaba con los pocos o
muchos años de existencia que Dios nos conceda. Por eso, vivimos, o deberíamos vivir, el presente a la luz
de la eternidad.

Creemos en un Dios personal que por medio de su Palabra nos ha revelado su voluntad y nos pide y, por
tanto, espera, que ordenemos nuestra vida personal y, naturalmente, familiar a la luz de su revelación. La
perspectiva de una persona no cristiana no está basada en la Palabra de Dios, por lo tanto, tampoco lo
estarán sus valores y, finalmente, sus conductas.

Esto es algo mucho más serio de lo que a simple vista pueda parecer. De la misma manera que no es posible
mezclar el aceite y el agua, es muy complicado el formar un proyecto de vida en común entre dos personas
que tienen perspectivas de la vida diferentes y, en el caso de los no cristianos, abiertamente contrarias a las
enseñanzas del Señor.

Un proyecto de vida en común tan sólo podrá llevarse a cabo si uno de los dos renuncia a sus valores y
prioridades en beneficio del otro. Desgraciadamente, la experiencia nos demuestra que en la inmensa
mayoría de los casos, el cristiano renuncia a los suyos en beneficio de la persona no cristiana.

Durante el noviazgo puede producirse la falsa impresión de que todo marcha bien y de que es posible
sobrellevar la situación. En ocasiones, la única discrepancia parece ser la negativa de la persona no cristiana
en asistir a la iglesia, pero al margen de este "pequeño detalle" el resto de la relación parece soportable y
llevadera.

Pero hemos de ver las cosas con más perspectiva de futuro, ¿sobre la base de qué valores se tomarán las
decisiones acerca de qué metas plantearse como matrimonio? ¿Qué valores determinarán la educación de
los hijos que la pareja pueda tener? ¿Cómo se decidirán o solucionarán los dilemas éticos que se plantean a
lo largo del matrimonio? ¿Cuáles son los valores con los que nuestro futuro cónyuge afronta la vida
matrimonial? ¿Qué concepto tiene de la fidelidad, del matrimonio para toda la vida y un largo etcétera de
serias preguntas que uno, debe plantearse, antes de casarse, no cuando ya no existe la posibilidad de una
vuelta atrás?

En el libro de profeta Amos, en el capítulo 3 versículo 3 se nos plantea una interesante pregunta: "¿Andarán
dos juntos, si no estuvieran de acuerdo?" Es imposible el seguir un mismo camino cuando no existe un claro
y mutuo acuerdo acerca de lo esencial. Del mismo modo, es muy difícil, por no afirmar de manera rotunda
que imposible, el desarrollar un proyecto matrimonial sin haber un claro acuerdo entre los dos cónyuges.
Ahora bien ¿Cuál será la base sobre la que se establecerá este acuerdo? La respuesta no es difícil, o se hace
sobre la base de la Palabra de Dios, o por el contrario, sobre la de los valores de esta sociedad.

B.Los límites de la relación

Una relación entre una persona cristiana y otra no cristiana nunca puede ser completa. ¿Es mi afirmación
temeraria? Honestamente, creo que no. Será del todo imposible el poder compartir toda nuestra dimensión
espiritual con una persona, que en el mejor de los casos no la quiere experimentar y, en el peor de los
escenarios, niega la realidad misma de su posible existencia o esta opuesta a ella.

Seamos realistas, no podremos compartir aquello que Dios nos está enseñando. Tampoco nuestras dudas,
preguntas, inquietudes o necesidades. Todas nuestras experiencias con relación a nuestra amistad con Dios
tendrán que ser mantenidas en la intimidad personal, ya que, nuestro posible cónyuge, si es positivo,
únicamente nos podrá escuchar paciente y amablemente y, si es negativo, se burlará o considerará
totalmente ridícula toda nuestra vivencia espiritual.

Habrá toda una dimensión de nuestra vida que nunca podrá ser compartida y si lo es, no podrá ser entendida
y correspondida por la persona con la que estemos viviendo. Además, si nuestra relación personal con el
Señor va creciendo y desarrollándose, el abismo irá ensanchándose de forma imparable y la soledad que
experimentaremos en esta área lo hará al mismo ritmo.
Otro de los límites que experimentaremos estará relacionado con la imposibilidad de utilizar los recursos de
Dios para nuestra vida matrimonial. Nuestra fe cristiana nos proporciona una cantidad de recursos de
tremendo valor que facilitan y ayudan a construir una relación matrimonial sana.

Pensemos, por ejemplo, en el perdón. Cuando existe una relación saludable con el Señor es muy difícil el
mantener una actitud de enfado, amargura o resentimiento hacia nuestra pareja. El Señor apela de forma
repetida a nuestra conciencia acerca de la necesidad de arreglar la situación y hacer algo al respecto. El
creyente experimenta que incluso la propia comunicación con el Señor se vuelve difícil e, incluso
imposible, cuando no arreglamos nuestros asuntos pendientes. El Espíritu Santo pone convicción de pecado
y de la necesidad de dar los pasos necesarios para restaurar la relación rota con nuestra pareja.

Pero todas estas dinámicas espirituales que Dios produce en nuestra vida, no se dan en la vida de la persona
no cristiana. Aquella persona que por orgullo se niegue a reconocer ante el Señor su pecado, tendrá serios
problemas en la vida matrimonial para reconocer las faltas y dar los pasos para una reconciliación efectiva.
Es posible que algún lector pueda pensar que su novio, o novia, todo y no ser cristianos son personas
abiertas a pedir perdón. Naturalmente, esto es posible, pero no olvide el lector que he usado el perdón tan
sólo como una ilustración.

Existen muchos otros recursos tales como la humildad, el amor incondicional, el servicio, la paz, la
paciencia, la fidelidad, etc., que Dios produce en nuestras vidas y pone a nuestro alcance y, que un no
cristiano, no podrá experimentar. Mi propia experiencia, tras 22 años de matrimonio, me ha enseñado que
toda relación matrimonial, sea uno cristiano, o no, es difícil y complicada. Sin embargo, los recursos que el
Señor pone a la disposición de la pareja cristiana son de una increíble ayuda en esa preciosa tarea de
construir una relación matrimonial significativa. Uno debe ser consciente de que los mismos, tan sólo
podrán ser experimentados y disponibles para uno de los miembros de una unión entre un cristiano y un no
creyente.

En este aspecto, hay algo que el creyente debe de tener muy claro, es lo siguiente, ¿Hasta qué punto, el tener
una relación personal con Dios es un aspecto no negociable a la hora de plantearme un proyecto de vida en
común con otra persona? Si para el creyente, este punto no es un no negociable, entonces carece de todo
sentido toda la argumentación que podamos hacer al respecto. Volveremos más adelante sobre este aspecto
clave, por el momento, vamos a dar por sentado que se trata de algo que ningún creyente está dispuesto a
negociar.

Cuando le expresemos a nuestro novio/a no creyente la importancia de nuestra relación personal con Dios
es natural que le cueste o no pueda entenderlo en absoluto. Pablo lo explica del siguiente modo: "el hombre
mundano [aquí tiene el sentido de no cristiano] es incapaz de captar lo que procede del Espíritu de Dios; lo
considera un absurdo y no alcanza a comprenderlo, porque sólo a la luz del Espíritu pueden ser valoradas
estas cosas" (1 Corintios 2:14).

Para una persona que carece de una dimensión espiritual, las cosas del Espíritu carecen de sentido y no
puede entender que para nosotros pueda ser algo tan importante. Lo más probable es que esa persona no vea
más allá de nuestra asistencia a la iglesia y ciertos hábitos piadosos que tenemos, tales como leer la Biblia y
orar. De ningún modo puede entender el significado de tener una relación de amor con Dios y de que Él se
involucre en cada aspecto de nuestra vida.

Consecuentemente, no podrá entender el porqué su incredulidad puede ser una razón de tanto peso como
para hacer inviable la relación de pareja e incluso llevarnos a una ruptura de la misma. Tal vez hemos de
ayudarlo a ver las cosas desde su punto de vista o, dicho de otro modo, en categorías que él o ella puedan
entender.

"Te quiero, estoy dispuesta a pasar el resto de mi vida contigo. Eres lo más importante de mi vida y no
pueda imaginarla sin ti (que romántico ¿Verdad?). Quiero compartirlo todo contigo, caminar, pasear, salir
juntos, fijarnos metas, en fin, todo, todo, menos una pequeña área de mi vida. Cuando era pequeña fui
abusada sexualmente, como consecuencia he desarrollado una auténtica aversión hacia todo tipo de relación
sexual. Cariño, no tendremos relaciones sexuales, pero eso sí, podremos disfrutar del resto de las áreas de
nuestra relación. Estoy segura que no te importará"

¿Cómo reaccionaría nuestra pareja? ¿Estaría dispuesta a una vida de matrimonio sin ningún tipo de contacto
sexual? ¿Seguiría pensando que vale la pena una relación de este tipo? Seamos sinceros al respecto, lo más
probable es que nos dijera que en esas condiciones no está dispuesto a seguir adelante. ¿Por qué? Sin duda,
porque en sus categorías, como también en las nuestras, la relación sexual dentro del matrimonio es una
fuente de placer y unión para la pareja. ¿Cómo sería posible vivir con una persona que no quiere o está
incapacitada para dicho tipo de relación? Con toda probabilidad ninguno de nosotros, tampoco una persona
no cristiana, consideraría completa una relación a la que faltara dicho ingrediente.

Una persona no cristiana puede entender a la perfección lo anteriormente dicho ya que entra dentro de
aquellas categorías que puede entender y bajo las cuales funciona. Del mismo modo, hemos de explicarle
que para nosotros, como cristianos, la relación con el Señor es tan importante como la sexualidad, la
comunicación intelectual o el intercambio afectivo. Esto naturalmente, si es que realmente nuestra relación
personal con Dios tiene ese grado de importancia. Tal vez muchos creyentes pueden pensar que renunciar a
Dios es más aceptable que renunciar a una buena relación sexual. Cuestión de prioridades.

Lo que he pretendido por medio de este ejemplo es que ayudemos a la persona no cristiana a entender cuán
importante es para nosotros el que nuestro futuro cónyuge tenga una relación personal con el Señor, y la
única manera de hacerlo es expresándolo en categorías comprensibles para un no cristiano.

II.SI DECIDES SALIR CON ÉL O ELLA

Si has tomado la decisión de salir (vuelvo a insistir, no de comprometerte o casarTe, lo cual, creo que es
contrario a aquello que nos enseña la Biblia) o ya estás saliendo con una persona no cristiana, es muy
importante que tengas en cuenta algunos aspectos básicos que me gustaría comentar contigo de forma más
extensa.

A.La importancia de contrapesos que equilibren tu relación sentimental

Durante la etapa del enamoramiento se produce, con demasiada frecuencia, una pérdida de la objetividad
por parte de la persona enamorada. El enamoramiento ha sido definido como una respuesta emocional a la
imagen que nos hemos creado de la otra persona. El enamorado, por decirlo de otra manera, no ve la
realidad, ve más bien aquello que desea ver. El enamorado proyecta sobre su pareja una imagen irreal,
mezcla de sus deseos, ilusiones y esperanzas y, consecuentemente, se relaciona con la misma y no siempre
con la realidad.

El enamorado no ve, o más bien, no desea ver, la realidad. Los defectos, las primeras y claras evidencias de
que el amado o la amada no son como ellos creían son reprimidos, justificadas y sublimadas. Con una
ilusión, en ocasiones rayana en lo infantil, la persona enamorada desea creerse que todos los posibles
problemas se arreglarán como en un mágico cuento de hadas. De nuevo, es preciso afirmar que el
enamorado no ve la realidad, tan sólo, en muchas ocasiones ve aquello que su ilusión, su esperanza, sus
sentimientos desean ver.

No es una barbaridad afirmar que durante el enamoramiento se produce una pérdida notable de la capacidad
de ser objetivo. Se da el caso, de que en una determinada relación, todas las personas que la rodean, pero no
están involucradas emocionalmente, son capaces de ver y valorar cosas, situaciones, conductas, actitudes,
que los novios no son capaces de ver, o no desean ver. Rara vez los consejos, advertencias, avisos y
valoraciones externas sirven para algo, especialmente si uno de los enamorados cierra sus ojos ante la
realidad y se empeña en ver aquello que desea ver.

Otro de los aspectos que hacen necesario el tener unos buenos contrapesos que equilibren nuestra relación
sentimental es la vinculación emocional que se produce con aquella persona que estamos saliendo. Mi
experiencia pastoral me ha permitido observar que, con gran frecuencia, la persona cristiana es consciente
de su auténtica situación. No es extraño que se llegue a un punto en la relación en que el creyente reconozca
que las cosas no van bien, que la persona con la que está saliendo no manifiesta ningún interés por el
evangelio, o incluso, es abiertamente contraria. El cristiano puede llegar al punto de ser consciente que
aquella relación, de continuar, tendrá serias implicaciones para su relación personal con el Señor, sin
embargo, la vinculación emocional se ha hecho tan grande, que hace doloroso el mero hecho de pensar en
romper la misma.

Llegados a este punto, el creyente puede entrar en una auténtica batalla emocional. Por un lado, será
consciente de aquello que Dios espera de Él, una conciencia, que con frecuencia va en aumento. Por otra
parte, su vinculación emocional y afectiva le producirá un gran dolor al pensar y plantearse la posibilidad o
necesidad de una ruptura. Situaciones de este tipo se resuelven de maneras muy variadas. En ocasiones, el
cristiano romperá su relación con Dios, de esa manera, pretenderá acallar la voz del Espíritu Santo que
redarguye su corazón. Otras veces, el creyente romperá la relación emocional, no sin un profundo dolor y
sentimiento de pérdida.

Creo que la vinculación más peligrosa que se puede establecer entre una persona cristiana y una que no lo
es, es aquella vinculación que está basada en el sexo. Si la pareja tiene relaciones sexuales, sea con coito
incluido, o sin él, la fuerza de la atracción sexual hará mucho más difícil, si no imposible, el romper dicha
relación. Acostumbra a pasar que las parejas que han incluido el sexo en su relación previa al matrimonio,
vean como éste desplaza el resto de las áreas que deben desarrollar como futuro matrimonio. La
comunicación emocional, intelectual y espiritual, mucho más costosas y laboriosas en su desarrollo y
construcción, quedan totalmente desplazadas por el vínculo sexual, mucho más gratificante, fácil de
practicar y fácil de enmascarar como un intercambio emocional.

Aquellos creyentes que estén saliendo con una persona no cristiana y tengan relaciones sexuales, bien sea
por propia iniciativa, o por ceder a las presiones de la otra persona, entran en una dinámica peligrosa. Esta,
no solamente les causará dolor y efectos emocionales, sino que, además, hará mucho más difícil la ruptura
de la relación, incluso, aunque el cristiano haya llegado a una clara comprensión de la necesidad de hacerlo.
El sexo es una trampa que atrapa en sus redes.

B.Tres contrapesos básicos

Quisiera en este apartado poder compartir con el lector los que considero deberían ser tres contrapesos
básicos a desarrollar cuando se tiene una relación con una persona no cristiana.

El primero de ellos sería tener los límites claros. Al decir los límites me refiero a tener decidido si el
matrimonio con una persona no cristiana es una opción válida o no para el creyente. Ya hemos hablado lo
que la Biblia enseña al respecto, ahora bien, cada persona ha de decidir si va a vivir bajo el consejo de la
Palabra de Dios. Todo creyente ha de tener claramente establecido si la fe cristiana es una cualidad no
negociable a la hora de plantearse la relación con una persona de cara a un posible matrimonio.

Además, los límites han de establecerse en frío, es una decisión que debe tomarse antes de comenzar ningún
tipo de relación. Es una decisión que debe estar establecida antes de que el enamoramiento empañe nuestra
capacidad para tomar decisiones sabias y equilibradas.

Si para nosotros es un aspecto no negociable que nuestro futuro cónyuge sea creyente, debemos verbalizar
claramente nuestros límites y expectativas a la persona con la que pretendemos establecer una relación.
Esta, tiene el derecho y la necesidad de entender cuál es nuestra perspectiva de la vida y cuáles son las
exigencias que esperamos de alguien con quien deseamos plantearnos un proyecto de vida en común.

No debemos engañarnos al respecto, también la persona no creyente tiene sus expectativas, sean estas
conscientes o no conscientes, las verbalice o no las verbalice. Sus expectativas están ahí, y serán las que
decidan y determinen que nos acepte o no como la persona con la que construir un futuro común.
Desgraciadamente, para muchos creyentes la fe no forma parte de sus no negociables. Su relación personal
con Dios es moneda de cambio y puede ser sacrificada por un muchacho inteligente, una muchacha
hermosa o una persona que realmente satisfaga sus necesidades emocionales.

Existen jóvenes que nunca se plantearían un proyecto de vida en común con alguno de distinto color de piel,
alguien que estuviera imposibilitado físicamente, o alguien que no tuviera su nivel social. De entrada, son
opciones descartadas que ni siquiera se plantean. Ahora bien, están abiertos a un proyecto de vida en común
con alguien no cristiano, la fe no es para ellos un requisito sine qua non, dicho en castellano llano y claro,
no es una cláusula indispensable del contrato. El lugar que la fe ocupe en el perfil del tipo de persona que
busquemos dice mucho de la importancia que ocupa en nuestras propia vida y experiencia.

Si el creyente tiene claramente establecidos sus límites antes de comenzar una relación y los ha anunciado
con claridad a la persona no cristiana, puede ahorrarse muchos problemas futuros y hacer más fácil la
ruptura si esta fuera necesaria.

El segundo contrapeso es tener una estructura de dependencia mutua. En el idioma inglés existe una palabra
que expresa esta idea con más claridad, se trata de la palabra accountability. La idea que quiero expresar es
que toda persona que se arriesgue a comenzar a salir con un no creyente necesita tener cerca una persona o
personas que puedan actuar de contrapeso en su vida.

Se trata de alguien a quien nosotros, libremente, damos autoridad para supervisar nuestra vida. Esta
autoridad llevará a dicha persona a hacernos las preguntas difíciles, darnos la perspectiva correcta en los
momentos en que hemos perdido la objetividad, indicarnos cómo ve las cosas desde el exterior y sin la
vinculación emocional que nosotros podemos llegar a tener al salir con alguien no cristiano.

Necesitamos alguien que tenga el valor y la autoridad delegada por nuestra parte para confrontarnos con la
verdad y la realidad. Sin duda, no es una tarea fácil para aquella persona que debe hacerlo, tampoco lo será
para nosotros el vernos confrontados con una realidad que, en muchas ocasiones, no nos gustará ni nos hará
sentir cómodos.

Sin embargo, esta persona puede ser de una ayuda increíble para nosotros. Será el contrapeso que nuestra
relación necesitará. En muchas ocasiones, será la única vinculación con el mundo real, la única luz que nos
marque la dirección correcta en el marasmo y la niebla que producen las emociones descontroladas. Creo
honestamente que la persona que ya se encuentra en medio de una relación con otra persona no cristiana, o
aquella que está pensando entablarla y carecen de este tipo de ayuda, se encuentran en un serio peligro.

Finalmente, el último de los contrapesos sería tener una fuerte relación personal con el Señor. Siempre, en
todo momento de nuestras vidas es preciso mantener este tipo de relación con el Padre. La relación con el
Dios nos permite discernir su voluntad, analizar nuestra vida a la luz de su Palabra y sus mandamientos,
entender la manera en que debemos orientar nuestra vida cotidiana. De la misma manera, cuando estamos
expuestos a la presencia del Señor, el Espíritu Santo nos muestra el pecado en nuestra vida y nos lleva al
arrepentimiento y el cambio.

Cuando pretendemos una relación con alguien no cristiano o ya estamos inmersos en la misma, la relación
con el Señor se hace mucho más vital y necesaria si cabe. Si mantenemos una fuerte y constante comunión
con Él tendremos acceso a comprender la dirección de nuestra relación y los pasos que debemos de dar. El
Señor nos dará claridad acerca de qué pasos y decisiones debemos tomar.

Desgraciadamente, la realidad pastoral me enseña que en muchas ocasiones, los jóvenes que están saliendo
con personas no cristianas tienden a romper su relación personal con Dios y alejarse de Él. Con frecuencia,
esto sucede cuando el creyente recibe de parte del Señor impresiones con respecto a la necesidad de romper
dicha relación. Entonces, tal y como anteriormente mencionamos, se produce una lucha emocional entre el
amor hacia la persona y el sentido de culpa y de desobediencia hacia el Señor. Muchos creyentes,
desgraciadamente, resuelven el problema apartándose de Dios, de esta manera reducen su sentido de culpa y
su malestar ante la desobediencia. Esto ocurre especialmente cuando el creyente consciente o
inconscientemente ha decidido que no romperá dicha relación y la continuará adelante.

III.CUANDO ES NECESARIO ROMPER

Romper una relación sentimental siempre es duro, difícil y, en muchas ocasiones, muy doloroso. Ahora
bien, todo el dolor que una ruptura pueda llegar a producir es preferible a las consecuencias que puede tener
en el futuro una relación matrimonial con una persona no cristiana, consecuencias, que en el mejor de los
casos tan sólo nos afectarán a nosotros, y en el peor, también a nuestros posibles hijos. Sin duda, la ruptura
será más difícil y costosa cuanto más grande sea la involucración emocional entre ambas personas.

Ya hemos mencionado que la relación personal con Dios no está al mismo nivel que un pasatiempo, un
gusto determinado o una opción musical. No se trata de que a una persona le gusta el fútbol y a la otra no.
No es una cuestión de que a mí me gusta el rock y a ti la ópera alemana, especialmente, Wagner. No
estamos hablando de diferencias y disparidades con las que se puede convivir perfectamente, al fin y al
cabo, los cónyuges no han de ser clones, han de tener su propia personalidad.

Estamos hablando de la relación personal con el Señor. Algo que es vital y esencial en la vida de un
creyente. Estamos hablando de nuestra columna vertebral ideológica y vital. La columna alrededor de la
cual se articulan nuestras creencias, valores, prioridades, expectativas y se conforma todo nuestro estilo de
vida. No nos engañemos, no nos dejemos engañar, no es una cuestión de simples preferencias personales o
diferentes puntos de vista.

A menudo el cristiano se ilusiona y mantiene viva la esperanza de que tarde o temprano la otra persona
cambiará. Incluso, puede llegar a espiritualizar su ilusión y afirmar que se ha de tener fe en Dios, su poder y
su intervención sobrenatural en la vida de las personas. Naturalmente, todo lo anterior es cierto, muy cierto,
ahora bien, no debe confundirse la confianza en Dios con la ilusión y la sublimación de nuestras
expectativas.

¿Puede Dios cambiar la vida de la persona no cristiana? Naturalmente, Dios puede cambiar la vida de
cualquier persona que… desee ser cambiada y no tenga un corazón endurecido y rebelde. Nadie puede ser
salvado contra su voluntad. Dios invita, no fuerza. Dios llama, no empuja. Entonces ¿Cuándo debemos
tener esperanzas fundadas?

Cuando llevo a cabo mi trabajo pastoral con creyentes que han establecido relaciones sentimentales con no
creyentes, siempre les doy el mismo consejo. Cuanto antes, deben invitar a la persona con la que están
saliendo a estudiar la Palabra de Dios. Esto puede hacerse ellos mismos juntos, con otra gente, en un
pequeño grupo, o como sea. La forma no es el punto clave. El punto clave es la disponibilidad de la persona
no creyente a exponerse a la Palabra de Dios.

La respuesta a esta invitación es un indicador muy claro de lo que el creyente puede esperar de la otra
persona. No podemos forzar al no cristiano a la conversión. Si Dios no lo hace, no somos nosotros nadie
para hacerlo. Ahora bien, creo que tenemos el derecho a esperar del no creyente un interés genuino y un
deseo de entender y conocer algo que es de tremenda importancia para nosotros.

Por amor, la persona no cristiana debería de estar dispuesta a hacer el esfuerzo de tratar de entender y tratar
de valorar una dimensión de nuestras vidas vital, clave y sobre la que se articula todo nuestro proyecto vital.
Negarse a hacerlo es una clara evidencia de varias cosas. Un desinterés cierto por aquello vital e importante
para nosotros. Una actitud cerrada hacia Dios, que no necesariamente cambiará en el futuro ¿Por qué habría
de cambiar?. Una evidencia del lugar que las cosas espirituales ocupan en su vida. Una insensibilidad por
querer conocernos tal y como somos. Una cerrazón a una comunión integral en ese posible proyecto común.

Sería como si nuestro novio/a nos dijera: Mira, no me hables de tu familia, me tiene totalmente sin cuidado.
No quiero saber nada ni de tus padres, ni tus hermanos. Para mí, es como si no existieran. Tú puedes
relacionarte con ellos. Visítalos tantas veces como desees. Ahora bien, a mí no me inmiscuyas. ¿Cómo te
suena? Violento ¿Verdad? Naturalmente, porque semejante rechazo implica un rechazo de quién tú eres. Es
cierto que la familia debe ocupar su lugar y no inmiscuirse en la relación de la pareja, pero aquí estamos
hablando de un rechazo hacia nosotros mismos. Nosotros no podemos ser entendidos sin una valoración de
nuestros orígenes, especialmente si nuestras familias son positivas, edificantes y de apoyo para nosotros.

Resumiendo, si la persona no cristiana rechaza el estudio de la Palabra, está enviando una señal muy clara
que debería llevar al creyente a una seria reflexión sobre la conveniencia de continuar adelante una relación
con dicha persona. El hacerlo, traerá como consecuencia una mayor vinculación emocional. Esto, implicará
o más dolor si la ruptura se ve necesaria en el futuro, o bien, una incapacidad de tomar las decisiones
necesarias debido a la fuerte dependencia emocional establecida con la otra persona.

Muchos cristianos se cierran a la interpretación de esta señal clave. La ilusión les hace apartar la vista e
imaginar un futuro sobre el cual no tienen ningún tipo de evidencia, eso sí, negando todas las evidencias
que señalan en la dirección contraria. Es posible argumentar que algunas personas han cambado, de una
actitud negativa al principio han pasado, incluso, al conocimiento personal del Señor. Naturalmente, eso es
posible y cierto. Pero eso no debe empañar la realidad de que hablamos de casos minoritarios y que
continuar adelante implica unos serios riesgos que el creyente debe de considerar y sobre los cuales no debe
engañarse. Me parece bien mirar los ejemplos positivos, ahora bien, no debe hacerse a costa de taparse los
ojos ante los negativos y dañinos.

A pesar de todo puede llegar un momento en que la ruptura sea vista por el creyente como algo necesario.
Si esto sucede, hay dos puntos que deberían ser considerados.

A.La disponibilidad a pagar el precio

La vida cristiana tiene un precio. No debemos confundir una salvación gratuita con una vida cristiana fácil.
La historia bíblica y la de la iglesia está llena de ejemplos de personas que tuvieron que pagar un amplio
precio por su fe en el Señor. Incluso hoy en día, en muchos países, la conversión implica un desarraigo
social que incluye el rechazo del nuevo creyente por parte de su familia y amigos.

El discipulado tiene un costo, y éste, es diferente para cada persona. Para algunos creyentes puede ser la
ruptura de una relación que no es correcta a los ojos del Señor. El hacerlo implicará dolor, pero también
crecimiento y maduración. Dios irá formando el carácter de su Hijo en nuestras vidas (Romanos 8:28-29).
Lo contrario, indefectiblemente minará nuestra relación con Dios y puede traer consecuencias negativas en
el futuro.

B.Una cuestión de fe y confianza

Una de las razones que impide a muchas personas cristianas romper una determinada relación, incluso
cuando lo ven necesario y se dan cuenta de los peligros y consecuencias, es el miedo a la soledad, un miedo
que se acrecienta con la edad. Se trata del temor a que no seamos capaces de encontrar otra persona. Este
miedo hace que colocadas en la balanza las ventajas y las desventajas, ésta se incline hacia las desventajas,
que quedarían compensadas por la compañía del alguien en nuestras vidas. Hemos de reconocer, desde el
punto de vista pastoral, que se trata de un argumento de peso y comprensible humanamente.

Es aquí precisamente donde entraría el aspecto de la fe, es decir, de la confianza en el Señor. Creemos que
Dios tiene un plan para la vida de cada persona y que su plan siempre es el mejor. Evidentemente, nunca
tenemos una total comprensión del mismo, y pocas veces de rasgos significativos del mismo. Lo cierto es
que Dios nos da cada día lo suficiente para dar un paso más y seguir confiando en Él. Es por eso que la vida
cotidiana es una ejercicio de fe y, tal y como afirmaba Pablo, "por fe andamos, no por vista"

Si la ruptura se ve como necesaria es preciso confiar en que es la mejor opción del Señor para nuestras
vidas. Que por medio de la misma nos está protegiendo de posibles males mayores y una probable
infelicidad futura y que Él, conforme a su voluntad puede, si así lo desea, proveernos de la persona más
adecuada para nuestras vidas. Pero como todo en esta vida es una cuestión de decisiones y la vida cristiana
no puede ser comprendida sin la confianza en Dios y ésta, necesariamente, implica tomar riesgos que nos
colocan en posiciones de vulnerabilidad.

Quiera el Señor que estas palabras puedan servir para echar un poco de luz sobre la situación de muchos
muchachos y muchachas de nuestras iglesias que están inmersos en relaciones con personas no cristianas.
Quiera así mismo el Señor que de esta manera puedan tomar las decisiones más sabias, correctas y acordes
con la Palabra y la voluntad de Dios, las cuales, serán sin duda las que les proporcionarán mayor felicidad.

IV.UNA NOTA FINAL

Escribo este último punto cuando mi artículo ya estaba terminado. Lo hago animado y motivado por los
consejos de buenos amigos y compañeros de ministerio, los cuales, con sus comentarios me han hecho ver
la necesidad de tratar un tema muy importante.

Si recomendamos que es mejor no entablar relaciones con vistas a un futuro proyecto vital con personas no
cristianas ¿Qué alternativa queda? Especialmente, para aquellas o aquellos que tienen un número limitado
de opciones dentro de su comunidad o iglesia local. Buena pregunta y serio problema.

Desde una perspectiva pastoral debemos de dar respuesta a esa necesidad. Creo que no es honrado el cerrar
puertas a las personas y no preocuparnos por dar alternativas creativas. Sin embargo, estas alternativas son
muy limitadas, tan limitadas, que tal vez sólo existe una opción, fomentar de manera premeditada el
compañerismo cristiano más allá de los límites de nuestra iglesia local.

Los pastores hemos de tener la suficiente visión y sabiduría para darnos cuenta que fomentar el
compañerismo intereclesial e interdenominacional se vuelve, en estos casos, una tremenda necesidad y, tal
vez, la única opción que impida que muchos chicos y chicas busquen una salida a sus necesidades
emocionales fuera del contexto de la comunidad de la fe.

Desde tiempo inmemorial, los campamentos han sido una oportunidad para que muchachas y muchachos
cristianos de diferentes trasfondos y contextos pudieran ponerse en contacto y cultivar amistades genuinas.
Los campamentos y otras actividades de este tipo cumplen una importante función social que no hemos de
menospreciar y, contrariamente, si haríamos bien en fomentar. Por medio de ellos, jóvenes de ambos sexos
que tienen la necesidad legítima de encontrar una pareja, pueden contactar, llegar a conocerse y,
eventualmente, si Dios prospera, salir juntos.

Yo conocí a la que hoy es mi esposa en un campamento interdenominacional. Nacido y educado en una


pequeña iglesia local, mis posibilidades de encontrar pareja eran más que limitadas. De no haberme
involucrado, desde bien joven, en actividades que superaban los límites de mi iglesia y denominación habría
tenido que buscar una salida para mis necesidades emocionales fuera de la iglesia. Dios proveyó por medio
de este tipo de actividades.

En ocasiones, los líderes cerramos la posibilidad de que los jóvenes de nuestras iglesias se relacionen con
jóvenes de otras iglesias, incluso, aunque sean de nuestra propia denominación. El miedo a que puedan
abandonar nuestra congregación e irse a otra nos lleva a este tipo de actitudes. Sin embargo, tal vez no
somos conscientes del peligro que esto puede implicar en algunos casos, ya que al cerrar las puertas al
compañerismo sano y genuino con otros creyentes, podemos empujar a muchachos y muchachas a buscar
en la sociedad no cristiana la respuesta a sus necesidades.

Mi propuesta es que los pastores seamos conscientes de esta necesidad y fomentemos que nuestros jóvenes
tengan la oportunidad de estar expuestos a otros jóvenes, aunque no sean de nuestro contexto o
denominación. Animarlos a hacerlo, sabiendo y siendo conscientes de que de esta manera estaremos
favoreciendo y previniendo la posibilidad de que se vean forzados a relaciones fuera de la iglesia.
Del mismo modo, hemos de ver como total y absolutamente genuino el que muchachos y muchachas asistan
a campamentos y actividades motivados, no únicamente por un mayor conocimiento de la Biblia, sino
también por un mayor conocimiento de personas del sexo contrario. Al fin y al cabo, ¿no fue Dios quien
afirmó que no era bueno que el hombre estuviera solo?
Novios Cristianos

¿Cómo debe comportarse una pareja de novios cristianos?, hay quienes recomiendan una abstención total
del más mínimo contacto físico, esto significa no a los besos, no a las caricias, no a los abrazos y no a
tomarse siquiera de la mano. Los hermanos que recomiendan tal tipo de abstención lo hacen con la idea de
evitar que los novios sean tentados a caer en el pecado de la fornicación, ya que lamentablemente la
estadística muestra que cada vez más parejas de novios practican las relaciones sexuales sin siquiera llegar
al matrimonio en el futuro. El hermano Calvin en su estudio titulado “El noviazgo Cristiano” relata lo
siguiente: “La primera vez que los novios se toman de la mano, es una experiencia maravillosa. La
satisfacción es inmensa. ¿Cómo puede ser posible que esta experiencia tan exquisita sea pecado? Pero al
pasar el tiempo, uno desea ir más allá del estar simplemente tomados de la mano. Seguramente hay algo que
traerá aún más satisfacción. Se besan. Ahora el estar tomados de la mano parece juego de niños en
comparación al agrado que les trae un beso. Pronto se besan más seguido, y por tiempo mas largo. Luego
quieren aún más, pero por supuesto sin cometer fornicación. Se abrazan. Luego los abrazos son más fuertes
y apretantes. Lo que siente uno por el otro es inexplicable. Para demostrar su afecto uno por el otro en esta
manera tan personal, se encuentran solos más y más. Al pasar el tiempo no se dan cuenta que ya no hablan
tanto uno con el otro, porque el contacto físico les trae más satisfacción. Hasta ahora, los novios no se han
puesto límites, excepto la fornicación. Pero al encontrarse solos, excitados por este contacto físico sin
barreras, es casi imposible que eviten caer en la trampa favorita de Satanás” el pecado de la fornicación”.
Ciertamente debemos reconocer que aquí narra un proceso muy lógico en el cual muchos jóvenes
experimentan cuando no tienen dominio propio.
Por otro lado hay quienes creemos que la relación de noviazgo es una etapa para conocerse mutuamente y
para compartir buena parte de su vida y experiencias, donde si es aceptable el contacto físico que significa
tomarse de la mano, besarse y compartir caricias tiernas en un marco de absoluto respeto primeramente a
Dios, en el perfecto entendimiento que nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo (I Corintios 6:19) y por
lo tanto no debe ser mancillado, en este tipo de relación no deben existir los besos apasionados, ni las
caricias sensuales que provocan la mutua excitación y mucho menos el escarceo sexual.
La relación sexual, como don de Dios al ser humano, está reservada para el matrimonio que es la única
forma bendecida por Dios, y debidamente registrada en las sagradas escrituras cuando se escribe acerca de
los deberes conyugales (I Corintios 7:2-5).
La Palabra de Dios nos enseña que huyamos de las pasiones juveniles (II Timoteo 2:22), Pablo a Timoteo le
dijo: “ten cuidado de ti mismo” (I Timoteo 4:16a), sabemos que Satanás trabaja arduamente para hacer caer
a la pareja de novios, por ello es necesario vestirse de la armadura de Dios y resistir a Satanás (Efesios 6:11-
18), hacer acopio del espíritu de dominio propio con que nos ha dotado el Señor (II Timoteo 1:7) y estar
siempre firmes en Su Palabra.
Mis hermanos que recomiendan la abstención total de todo contacto físico, no están mal en su
recomendación , Pablo dijo, “bueno le fuera al hombre no tocar mujer”, “pero por causa de la fornicación,
mas vale casarse que estarse quemando” (I Corintios 7:1 y 9), El apóstol sabía perfectamente la debilidad
humana por nuestra naturaleza sexual (leer sexualidad), sin embargo a quienes han decidido no tener ningún
tipo de contacto físico, bien hacen, y quienes si están de acuerdo en tenerlo, no hacen mal, siempre y
cuando sea dentro de un marco de absoluto respeto y temor de Dios.
Es importante por lo tanto, que tanto el Joven como la Señorita, estén primeramente comprometidos con
Dios, y muy conscientes de su responsabilidad para con El y no mancillar su comunión con el Creador al
ser dominados por su carne, es decir que no deben hacer algo que sea motivo de pecado ofendiendo al
Señor y a ellos mismos, terminando por ser infieles a su Salvador.
(Tomado del libro: El noviazgo de Dios
Autor: Jorge Lozano Editorial: Casa Creación)

El Señor está verdaderamente interesado en que un día nos casemos y formemos un hogar feliz, tengamos
hijos y continuemos la raza humana, pero sobre todo que continuemos produciendo seres que conozcan a
Dios para que pasen la eternidad a su lado.
En la palabra de Dios encontramos todo un capítulo dedicado al tema del noviazgo (el 24, de Génesis). En
él se nos dan tantos detalles que verdaderamente sobresale lo minucioso que es nuestro Dios y sobre todo
con este tema que es tan, pero tan importante, ni más ni menos que saber escoger con quien voy a pasar el
resto de mi vida.
La vida consiste en tomar decisiones.
Desde luego no sólo hay que tomar decisiones, sino que hay que tomar las decisiones correctas que nos
lleven a la felicidad en esta vida y a vivir por la eternidad con nuestro Papá celestial.
En 2 Timoteo 3: 16-17 me dice lo siguiente:
Todo lo que está escrito en la Biblia es el mensaje de Dios, y es útil para
enseñar a la gente, para ayudarla y corregirla, y para mostrarle cómo debe
vivir. De ese modo, los servidores de Dios estarán completamente entrenados
y preparados para hacer el bien.
Esto es verdaderamente maravilloso, no hay nada en la Palabra de Dios que esté de más, o que le falte, en
ella encontramos los consejos que necesitamos para edificar nuestra vida.
Comienza diciéndome que la Palabra es útil , no hay nada que no sirva. Todo lo que en ella hay es de gran
utilidad para nuestras vidas diarias, en las grandes decisiones como en las pequeñas, su Palabra siempre
será útil para enseñarnos, para convencernos de nuestros errores, para corregirnos para instruirnos en
todas las áreas de nuestras vida.
El capítulo 24 de Génesis está cargado de información en cuanto a ¿Cómo hallar a mi pareja? Es
verdaderamente detallista la forma en que el Señor nos relata cómo Dios unió a Isaac y a Rebeca. Y si lo

hizo con ellos, también lo puede hacer contigo, ya que Dios no hace acepción de personas.
Hay 67 versículos (ufffffff !!) que nos guían a emprender esta maravillosa aventura de encontrar al
compañero/a de nuestra vida.
Algunos tal vez digan:
- ¡ Pero eso fue hace miles de años, los tiempos cambian, las modas cambian!
Sí, ya sé que todo cambia, sólo que hay dos cosas que no cambian, y seguirán siempre igual: Dios y
nosotros los humanos. Por eso la Palabra de Dios se puede aplicar en cualquier tiempo y en cualquier
persona sin importar la raza, la lengua o el nivel social en el que se encuentre. La naturaleza humana
siempre será la misma.

Comencemos leyendo
Génesis 24: 1-4

Abraham estaba ya entrado en años, y el Señor lo había bendecido en todo. Un día, Abraham

Lo primero que encuentro es que veo a Abraham demasiado preocupado de que su hijo se fuera a casar
con una de las hijas de los cananeos, una unión totalmente desigual.
Abraham quería el mejor matrimonio para su hijo. Así como Dios quiere el mejor matrimonio para ti.
Mientras más cosas en común podamos tener, mejor, el matrimonio será más fácil. Abraham se daba
cuenta que necesitaban tener cimientos en común.
La cultura, el lenguaje, los valores morales y las costumbres de los cananeos eran totalmente diferentes a
los de Abraham y su familia. No había manera de poder unir a estas dos culturas.
¿Cómo aplicamos esto a principios del siglo 21?
Es sencillo, esto significa que debemos analizar nuestras relaciones y ver si tienen suficientes cimientos
en común como para unirnos a esa persona para el resto de nuestras vida.

¿En qué áreas debe haber similitud?

1. En el área intelectual
Que se tengan más o menos los mismos estudios, la misma
educación. No vaya a ser él un genio de la ingeniería y ella con
dificultad puede leer los encabezados de los periódicos.

2. En el área espiritual
Ella ama al Señor Jesucristo con toda su alma, es la primera en el grupo de intercesión,
está desarrollando su ministerio. Y se enamora de un muchacho que cree que las
epístolas eran las esposas de los apóstoles. (¡...!) Ahí van a haber terribles dificultades en
el futuro cercano.

3. En el área social
Por ejemplo, ella pertenece a una familia de buena posición económica y él
viene de un ambiente de delincuencia y marginación.

Ahí van a tener problemas tratando de juntar a sus familias, se van a crear
muchos conflictos entre ellos. Entiéndanme que yo no estoy tratando de que
se casen con su gemelo/a, pero sí que revisemos estas áreas que pueden
causar problemas más tarde.

Algunos han de estar diciendo:


- No, lo único que importa es que nos amemos.
Pues sí, es muy importante que se amen, pero también es muy importante el
revisar todas estas áreas para evitar diferencias que podrían producir quebraduras
en la relación. El matrimonio es difícil en sí, ahora auméntale diferencias, y la
dificultad es aún mayor.

Hay que examinar todos los aspectos y llegar a una decisión. No desechen estos consejos que nos da el
Señor en su Palabra, puede ser fatal para su futuro.
En 2 Corintios 6:14-18 el Señor es bien duro y directo, nos dice:
"No participen en nada de lo que hacen los que no son seguidores de Cristo. Lo bueno no tiene nada que
ver con lo malo. Tampoco pueden estar juntas la luz y la oscuridad. Ni puede haber amistad entre Cristo
y el diablo. El que es seguidor de Cristo no llama hermano al que no lo es. Nosotros somos el templo del
Dios vivo, y si Dios está en nosotros, no tenemos nada que ver con los ídolos. Dios mismo dijo: "Viviré
con este pueblo, y caminaré con ellos. Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo". Por eso, el Señor
también dice: "Apártense de ellos. No toquen nada que yo considere sucio, y yo los aceptaré. Yo seré su
Padre, y ustedes serán mis hijos y mis hijas. Esto lo afirmo yo, el Dios todopoderoso".
No podemos desechar la palabra de Dios sin sufrir las consecuencias.
Necesitamos entender que los mandamientos de Dios vienen de un Padre
Creador que sabe mejor lo que nos conviene que nosotros mismos. Él es
la fuente de toda sabiduría y haremos bien en atender sus consejos. Él
jamás se equivocaría.

La segunda cosa que veo es que Abraham estaba interesado en que el siervo permitiera que el Ángel del
Señor interviniera al escoger a la muchacha para su hijo. Esta es otra área en la que debemos permitir que
Dios intervenga.
Yo digo, ¿por qué aventurarnos a la búsqueda de la persona con la que vamos a vivir por el resto de
nuestras vidas, sin Dios? ¿qué necesidad tenemos de hacerlo a solas si el Señor nos promete que si lo

reconocemos en todos nuestros caminos, él enderezará nuestras veredas?


Realmente necesitamos permitirle al Señor que intervenga no sólo en esta área sino que en todas las áreas
de nuestra vida.

Existe mucha gente que ha llevado una vida difícil en sus casas y creen que van a
encontrar la felicidad casándose, pero yo quisiera atreverme a decirles que la
felicidad no se encuentra en el matrimonio, ni en ninguna otra cosa en la tierra.
La felicidad sólo se encuentra en una persona, y esa persona es Jesucristo. Él es
la fuente de gozo y felicidad.

También hay mucha gente que pierde mucho tiempo buscando a la persona correcta, en lugar de estar
convirtiéndose, él o ella, en la persona correcta, para que cuando encuentre a la persona correcta, formen
la pareja correcta.

Espero que me hayan entendido.


Abraham le dijo a su siervo que no se preocupara, que el Dios del cielo, el cual lo había llamado, él le

enviaría su ángel delante de él, y le ayudaría a encontrar la persona correcta.


Y ciertamente el ángel intervino y el siervo halló a la muchacha que Dios tenía para Isaac. Así que
podemos contar con su guía sobrenatural para el día que le toque a cada uno.

¿Cómo? Orando. El siervo oró antes de encontrar a la muchacha.(Génesis 24:


12-15). Oró cuando la conoció (v. 26-27). Y oró cuando le dieron luz verde para
que ya se la llevara a Isaac (v. 51-52).
Moraleja: Hay que orar siempre, pedir la intervención de nuestro querido Dios.
Yo digo, si Él nos dice que nos quiere ayudar en esto y todo lo demás, qué
necesidad tenemos de hacer esto solos.

Es sólo meternos en el peor lío de nuestra vida.


¿Para qué enfrentarnos a la segunda decisión más importante de nuestra vida, sin Dios?
¿Por qué hacerlo solo, si podemos contar con toda la ayuda del cielo?
Deja que Dios intervenga
Esto es algo que no debemos hacer solos, sino debemos hacerlo acompañados con el Señor. Es,
literalmente, suicidio lento con el Señor fuera de nuestra vida. Permite que Dios intervenga.
En Génesis 24: 16 nos da más áreas que nosotros debemos cuidar y la tercera que yo
encuentro aquí es el área de la belleza. Nos dice que la muchacha era hermosa. No estoy
diciendo que la muchacha o el muchacho con el que te vas a casar debe ser una Barbie o
un Ken, sí sabes a lo que me refiero. Pero lo que sí digo es que por lo menos a ti te debe
gustar. Te debes sentir a gusto con esa persona, que no te

dé vergüenza salir a la calle con ella, que no le pidas que se ponga una bolsa de papel en la cabeza con
dos hoyitos en los ojos para que pueda ver, o le pidas que se vaya por el otro lado de la calle.

Nuestro Dios no es un tirano que te va a obligar a casar con alguien que no te gusta, no
sólo debe ser la voluntad de Dios, sino que debe también gustarte. Debe ser atractivo
para ti, te debe gustar su apariencia. Aunque si sólo te casas con una carrocería, pero
no tiene motor, tu vida va a ser un arrastre continuo.
Hay personas que tal vez no sean unas reinas de belleza, o unos verdaderos príncipes,
pero al conocerlos y tratarlos se da cuenta uno que son hermosos, por sus actitudes, su
carácter, sus talentos.

Y digo esto en serio, no es broma, no sólo lo exterior es lo que cuenta, aunque repito , te debe gustar
también.
Al seguir leyendo, el versículo 16 me sigue dando luz en cuanto a las áreas que debemos cuidar en el
noviazgo y la que sigue es sumamente un aspecto delicado, me dice que la muchacha es virgen.
Esta muchacha no sólo era hermosa sino que también me habla de su moralidad, me dice que en su área
sexual era intachable, virgen.

Yo creo firmemente que la voluntad de Dios es que tanto el hombre como la mujer
lleguen vírgenes al matrimonio. Casi puedo oír a algunos de ustedes pegar un grito al
cielo diciendo: ¡¿Que qué?! Pero, ¿cómo va usted a decir eso? Estos tiempos son
diferentes, eso déjalo para nuestros abuelos o tatarabuelos, pero nosotros somos la

sociedad moderna.
Pues, seremos la sociedad moderna, pero una cosa te digo, en el tiempo de nuestros abuelos no había
SIDA, ni todo el desastre moral que hay el día de hoy, con el hombre moderno y liberado.
Estamos viviendo en una sociedad donde el sexo ha sido totalmente degradado, la virginidad se ha tratado
como mercancía barata. A la virginidad se la trata como algo vergonzoso, y le preguntan tanto a la
muchacha como al muchacho, ¿qué, todavía eres virgen? Como si fuera la plaga o algo de lo que hay que
deshacerse lo más pronto posible.
Cuando Dios creó todas las cosas, incluyendo nuestras habilidades sexuales, dice la Biblia que vio Dios

todo lo que había hecho, y vio que era bueno en gran manera
Cuando vio a Adán y Eva desnudos en el jardín del Edén, no les gritó desde el cielo, tapándose los ojos, -
¡Tápense sucios!
Dios creó todo limpio y sin maldad, desgraciadamente el hombre con su naturaleza caída ha contaminado
todo en esta vida.
Como cristianos hemos dejado que un mundo pagano sea el que le enseñe a nuestros hijos acerca de el
sexo, y nosotros nos hemos limitado a decirles: "No lo hagan, es pecado". Pero no le hemos dicho por
qué, tal vez, porque a nosotros nadie nos lo explicó tampoco.
Yo quisiera dejar algunas verdades en cuanto al sexo en sus corazones y a partir de ahí que ustedes
lleguen a conclusiones y tomen las decisiones correctas que afectaran para bien su futuro.
Primero que nada, el sexo es sagrado, no es algo con lo que se debe jugar, o tratar como cualquier cosa. El
Señor es muy severo con los que usan el sexo antes de tiempo, o fuera de lugar. En 1 Corintios 6: 9-10
dice:
"No se dejen engañar. Ustedes bien saben que los que hacen lo malo no participarán en el reino de Dios.
Me refiero a los que tienen relaciones sexuales prohibidas, a los que adoran a los ídolos, a los que son
infieles en el matrimonio, a los hombres que se comportan como mujeres, a los homosexuales, a los
ladrones, a los que siempre quieren más de lo que tienen, a los borrachos, a los que hablan mal de los
demás, y a los tramposos. Ninguno de ellos participará del reino de Dios."
Si se dan cuanta, en esta lista de personas que no van a poder entrar a vivir por la eternidad en el reino de
Dios, cuatro de los que menciona tienen que ver con el mal uso del sexo o su sexualidad: Relaciones
prohibidas, Infieles, Afeminados, o Homosexuales. Todas estas prácticas a la larga, siempre traen
destrucción en la vida de los que las practican, siempre. Así que Dios, para evitarnos sufrimiento, nos da
las leyes de la vida, que no son para que nos muramos de aburrimiento, sino para preservarnos. Para que
no suframos en esta vida y en la eternidad.
Lo primero que quiero dejar establecido es que el sexo es realmente sagrado. El Señor nos lo dio como la
señal del pacto entre un hombre y una mujer que han decidido unir sus vidas para siempre. Cuando el
hombre entra en la mujer con su miembro y se rompe esa telita delgada que se llama himen, se derrama
sangre y en ese momento se establece el pacto por medio del cual ese hombre y esa mujer quedan unidos
para el resto de sus vidas en espíritu, alma y cuerpo. Ellos dejan de ser dos y se convierten en uno solo.
Por eso es que no podemos andar teniendo relaciones sexuales con uno y otra saltando de cama en cama,
estableciendo pactos eternos de esta magnitud con cualquiera. Esto es verdaderamente algo sagrado que
no podemos pisotear o tomar a la ligera.
Dios nos dio nuestras habilidades sexuales para que a través de ellas llegáramos a tener la relación más
íntima entre el hombre y la mujer; para que aprendamos a dar, a amar; para la preservación de la raza
humana; para que sintamos placer, como la señal del pacto establecido entre el hombre y la mujer. Y es lo
que hace que dejen de ser dos y se conviertan en uno solo.
Cuando escuchas la palabra sexo, ¿qué es lo que viene a tu mente?.
Algo prohibido, algo malo, algo sucio, o algo de lo que no se debe de hablar.
Bueno pues no es nada de eso. Es algo limpio, algo que fue creado por Dios, es un regalo de Dios para
nosotros. Fue Dios el que lo creó, no las revistas eróticas. En Génesis 1: 31 dice: "Y vio Dios todo lo que
había hecho y vio que era bueno en gran manera".
Esto incluye nuestras habilidades sexuales, esos sentimientos que tenemos, esa atracción hacia el sexo
opuesto que no son del diablo, ni es pecado, Dios nos lo dio. Sólo hay que aprender a controlarlos o
vamos a terminar siendo controlados por ellos. Tenemos que aprender a usarlos o seremos culpables de
usarlos mal.
Quiero dejar sumamente establecido algo sumamente importante: Sólo hay un lugar correcto para el sexo:
el matrimonio.
El sexo es para parejas casadas, entre esposos, únicamente.
Ya me imagino todo lo que está viniendo a tu mente. Has de estar diciendo,
_¿Y este quién se cree que es para decirme semejante barbaridad?
_Este sí que esta fuera de onda, es un anticuado de lo peor, arcaico. Hay que ponerlo en el museo de
antropología.
Tal vez tienes toda la razón de pensar así de mí por lo que te acabo de decir, ya que esa la forma de pensar
de la sociedad en la que vivimos. Pero espero que cambies tu opinión después de que acabes de leer este
escrito.
¿Sabías que hay razones poderosísimas por las cuales no debemos involucrarnos en relaciones sexuales ni
antes del matrimonio, ni fuera de él?
Y son razones que no sólo son porque en la Biblia nos lo dice o algún religioso te lo demanda. No, son
razones bien lógicas y reales, o más bien, podríamos llamarlas consecuencias, y resultados que vienen por
no hacerle caso a nuestros Dios amoroso y pensar que nosotros somos más inteligentes que Él.
Sabes, cada vez que Dios nos dice que no a algo es porque Él ve el tremendo peligro y las terribles
consecuencias que hay para nosotros. Desgraciadamente nos creemos más inteligentes que el Señor y
caemos en cada trampa.
Tenemos la libertad de hacer lo que nosotros queramos, a la hora que queramos y con quien queramos,
pero no nos conviene. No porque soy libre, me voy a tirar de un edificio de 10 pisos de cabeza, o voy a
salir a comerme una piedra. Soy libre pero no tonto. No todo me conviene. Tenemos que tener límites, o
seremos destruidos. En 1 de Corintios 6:12 dice algo muy interesante y lógico:
"Soy libre de hacer lo que quiera". ¡Claro que sí! Pero no todo lo que uno quiere conviene, y por eso no
permito que nada me domine. Debemos usar más seguido nuestro cerebro, nuestra inteligencia y nuestra
lógica. Desgraciadamente casi no usamos nada de eso. Yo te invito a que razones las siguientes
consecuencias por usar el regalo de Dios fuera de su lugar. 1. Embarazo. 2. Enfermedades venéreas
3. Tener que casarse (en vez de querer casarse)

NOVIAZGO CRISTIANO

Este apunte es para quienes se consideran cristianos en serio, quienes dieron un paso de fe en Cristo y
quieren crecer en su relación con El. Al joven que no le interesa la vida cristiana ni tiene decidido seguir
este camino, le puede parecer poco importante e imposible de realizar y tiene razón ya que no es posible
seguir este camino sin la obra del Espíritu Santo en nuestras vidas.

Así que es necesario que quien enfrente este tema tenga definido qué quiere hacer de su vida, si quiere
seguir el camino de Cristo o el del mundo, y sepa que a cierta edad ya no puede responsabilizar de esta
decisión a sus padres, escuela, amigos, sociedad, etc., etc., sino que él mismo es responsable de asumir las
consecuencias que acarrean las desiciones que haya tomado.

Si queremos definir cómo es un noviazgo cristiano, es importante que veamos cuáles son las
características que Dios tuvo en mente cuando diseño la relación entre el hombre y la mujer.

Si estas características están presentes en una relación de noviazgo, o existe el interés sincero de ambos
en lograrlas, se podría decir que el noviazgo va por el rumbo de Cristo. Si no hay interés en cumplir estas
características de la pareja cristiana que están en la Biblia, entonces es un noviazgo "carnal", o sea basado
en cualquier otra prioridad (cultural, emocional, sexual, social) pero no en lo que Cristo espera.

Aquí va:

Dios pensó la relación del hombre y la mujer con una "libertad con forma" que es algo similar a lo que
pasa con una pileta de natación: dentro de la pileta puedo tener total libertad y pasarla re-bien, pero esta
tiene límites ya que el agua esta adentro y no afuera.

Yo puedo decir "¡¡quiero ser libre y que nadie me condicione!!" y decidir nadar en el piso de cemento
afuera de la pileta, o pretender tirarme de cabeza en la esquina de mi casa, pero eso solo me traerá heridas
y sufrir grandes papelones.

Cuando el Señor diseñó la relación del hombre y la mujer, la pensó con estas características:

1. Libertad sexual(Génesis 1:27 y 28). "Multiplíquense", "Tengan muchos, muchos hijos (Versión
Popular)" ¡¡Lo primero que Dios le dijo al hombre y a la mujer al formarlos y unirlos, fue que
tengan relaciones sexuales!!

Pero relaciones con…

2. Santidad(Hebreos 13:4) "Todos deben considerar el matrimonio como algo muy valioso. El
esposo y la esposa deben ser fieles el uno al otro, porque Dios castigará a los que tengan
relaciones sexuales prohibidas y sean infieles en el matrimonio"(Versión Popular).

En el tiempo que se escribió este texto bíblico la palabra "matrimonio" era lo mismo que ahora, incluía
únicamente la relación hombre-mujer (no otra) y el cumplir lo que las leyes sociales exigían. Así que
algunos de los límites de la pileta son:

* dentro del matrimonio


* solo hombre - mujer
* no con personas casadas
* y además con …

3. Fidelidad (1ª Corintios 7:39) Si practico el noviazgo sin fidelidad y tengo muuuchas parejas ¡no
voy a convertirme en fiel mágicamente el día que me case!
4. Unidad (Gen 2.24) Atención que algunas versiones dicen "un mismo ser". Esto no es tediosa
"uniformidad" (nos gusta lo mismo, hacemos lo mismo, nos vestimos igual, nos aburrimos lo
mismo) sino una unidad en serio, sin divisiones y posiciones egoístas personales.

5. Largo Plazo (Marcos 10.7 a 9) Para toda la vida, no "mientras lo sienta, mientras el amor no se
acabe, mientras dure la pasión, mientras me satisfaga o me guste". ¡¡Eso puede ser amor de
telenovela latinoamericana (culebrón, en España…) pero no cristiano!!

6. Entrega (1ª Corintios 7:3 y 4) El diseño divino es que cada miembro de la pareja priorice el darse
al otro y no el recibir, ¡Justo al revés de lo que dice el mundo! No es "todo para mi" sino "todo
para el/ella".

7. Respeto (1ª Pedro 3:7) Si hoy no respeto a mi pareja y la trato con enojos, desprecios y abusos;
menos la voy a "honrar" cuando seamos esposos.

8. En un marco de autoridad (1ª Corintios 11:3) Dios, el hombre y luego la mujer es el diseño divino.
La mujer debe estar sujeta al hombre y este a Dios.

9. Amor desinteresado (Efectos 5:25 y 28) El hombre debe amar a su esposa ¡como amó Cristo a la
iglesia! O sea estar dispuesto a dar su vida y renunciar a todo por ella.

10. Para la gloria de Dios (1ª Corintos 10:31) "Todo" para Su gloria.

Si mi relación de pareja me aleja del culto y de la iglesia, si me hace pecar con mi cuerpo o con mi mente,
si me enfría en la fe, si me hace desobedecer a las autoridades, si tenemos proyectos lejanos al servicio al
Señor, si compartimos cualquier cosa menos experiencias de fe….

¿Dónde le estoy dando gloria a Dios?

¡Ok… de acuerdo! estas son características de lo que Dios espera de los esposos pero, si tu noviazgo
actual o futuro no apunta a esto que dice la Biblia.…

¿¿¿Para donde va???

Dios diseñó una pileta hermosa, el agua esta cristalina y a punto, hay varios trampolines y toda clase de
plantas y decoraciones exóticas y llamativas.

¡¡¡Una vez dentro no da ganas de salir porque se la pasa genial!!!.

Hay también algunas piletas de imitación pero son de cuarta: el agua es borrosa y sucia, los que están
adentro se sienten mal porque saben que no es la original. Al entrar no te cobran la entrada, pero después
consumís todo lo bueno que tenés ahí adentro entre frustraciones y aburrimiento.

¿En cuál te vas tirar?

¿De cabeza en el cemento, en la pileta sucia, o en la pileta de Dios?

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