Roberta “Shiva” Washington – Historial

Roberta fue criada por las calles de Viejo Detroit. La vida era dura en Harper Woods: Sus padres murieron
violentamente cuando apenas era una niña y, como tantos otros en su situación, entró en una banda juvenil
por mera supervivencia. Los Ghost Tigers le dieron protección, un tatuaje ultravioleta y un nombre de guerra;
Shiva.

Juntos protegían su territorio de otras bandas y de los incursores del Yermo, formando algo parecido a una
familia. Sobrevivían trapicheando, asaltando a incautos, ofreciendo “protección” a comercios y centros de
salud y dañando a asegurados de Trauma Inc. para robarles material a sus unidades. Como afroamericana
Roberta tuvo problemas con los Ironsides, pero tuvieron que competir por su atención con las bandas
motorizadas, los caníbales, los carroñeros, las mafias y otras amenazas cotidianas.

En cierto momento su banda fue atraída a una trampa y masacrada, pero Roberta logró herir al líder rival
antes de ser malherida. Cuando una Unidad Trauma acudió a salvarlo logró que estabilizaran sus heridas
después de un «¿Tú otra vez?» y una negociación con plomo, pero se desmayó antes de poder sonsacarles
la identidad del asegurado.

Pagó sus curas en el Hospital IDS (que había “protegido” en el pasado) con trabajos para la comunidad.
Constatar que existía un mundo más allá de la mera supervivencia le hizo reflexionar sobre la clase de vida
que había llevado, y sobre la que debía llevar.

En su último día de servicio público un tal Pentecost le ofreció un trabajo. Si cumplía, le daría respuestas
sobre las muertes de su banda y de sus padres —que no siempre vivieron en el Viejo Detroit—, y le daría
poder para castigar a toda la gente mala que le hizo daño alguna vez. «Eso es un montón de gente» —dijo
ella—. «Te daré un montón de balas» —respondió él—. Roberta aceptó.

Apariencia:
Roberta es una joven afroamericana que ronda la veintena, pero su mirada transmite una dureza que
desmiente su juventud. Tiene un cuerpo fibrado, y se mueve con andares chulescos. Su vida le ha dejado
huellas: en concreto varias cicatrices, algunos dientes de metal y un pezón azul (un implante funcional que
reemplaza al original). También lleva un tatuaje ultravioleta de cuerpo entero que representa las líneas de un
tigre.