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MIGUEL DE CERVANTES ¥ LUDOVICO ARIOSTO. LA CUEVA DE -MONTESINOS Y LA GRUTA DE MERLIN JOUIA BeNavent y MeJosé BERTOMEU Universidad de Valencia Poutria parecer reiterativo y carente de interés el planteamiento por nuestra parte de un tema que ha sido abordado con solvencia por algunos de los hispanistas e italianistas de mayor renombre, desde hace mas de un siglo, nombres como Benedetto Croce, Ferdinando De Maurino®, A.X. Forcione, Francisco Lopez Estradat, Eugenio Meles, Kenneth P. Allen’, Joseph Fucilla’ 0, mas recientemente, Magdalena Nallim y Graciela Romano, ete sta circunstancia no satisface, sin embargo, la reflexion sobre la relacién que mantuvo Cervantes con la literatura italiana medieval y del Renacimiento, ya que hay " Benedeti Croce, tf Caporale Cervantes a Giulio Cesare Conse en "Due Famaso del Cervantes”, lomensje» Meera Pt 1899, pp.t6l-d 2 ferinando de Maino, "Ceremies, Cortese, Capo and thee foareys #0 Po Language Quarter), XIX, 938, y timbidn, "Fl Vinje de Cervantes y la Comed entacey Foreign Language Oust) (1956), pp Alban Keith Focsione, “Cervantes, Fema, and the Romana polemic", Revue de Literature Compan, 570) yp 35453 ‘rencice Lipex Estrada “Lain tomo 11852). pp 1-9 sitio Mele “il Cervantes rottre dn madsigale del Bebo © uniotiava del Tansilo™, Giormale Storico della Leterstura lina tomo 3 1885), pp 457-0. Kenneth (Allen, ska Golaten de Cervantes ef Dcurs fnogro al compere de! romanal de Gira inthe, Revista lispanien Meera, kono 39 (1976-77), pp 52-8 = ossph Fil, "El papel dat Corteyano en la segunda Fate del Qu asso eel Quijote” en Relaciones pane Valanas, Anejo 58 ce avila 195), pp. 17 26,9 pp. 27-97 respectivamente * Nilim, Magdalen E. y Romano, Graciela Caranies TI Simposio Nacional Leet del Siglo de Oro Nalin nsssus,” MLO (Modern ‘le Date” KF. in italiane on La Galatea so Cervantee", Comparative Literature, 1 “Pros de Sannnzaro y de Fislegia Espann, Madi Ms ‘Presncia del Orlando Furiosu en el Quijote’ en ol (1997), Carles O. lise pp 2 Miguel de Coromntes y Lino Avvo, La can de Montevnns ya grade Merl algunas cuestiones que han queddado excluidas de Tos planteamientos de les estedoses citados. Hemos pedido observar como algunos estudiosos temen quitar parte del brille a Ta obra de Cervantes si ven demasiado cla haya trasiadado a su obra. No podria jam: recoge #0 ideas alli donde se encuentren y su genio las tran nueva y personal de su propio mundo. Harold Bloom observaba en una de sus recientes obras que la gran genialidad de Don Quijote de la Mancha se basaba en el hecho de que, en oposicion a la obra d Shakespeare, los personajes se escuchaban entte sty que, en estas conversaciones, Shan convenciendo mutuamente de sus propias posturas, transformandose a su vez en. sores que se ayudaban a comprender Jo que en principio se presentaba ajeno a ello, € Gecir, el resultado final era gue Don Quijote hacia suyo el mundo de Sancho y Sancho el de Don Quijote Miguel de Cervantes escuché con la. mayor atencién las obras que lefa, a acogié y aprendio en ellas a buscar las distintas vias que su creacion le exigia, unente un verso, o tna cita, que el autor ser asi, E] pensamiento de Cervantes -ma en una situacion Pereemes en Ios famosos topos de la laboriosidad de las abejas que Petrarca habia relomado de Seneca pera hablar de la imitacion y tendremos una idea aproximada de To que intentamos exponer. “as abejas vuelan Sobre las flores, toman el polen y con cella hacen algo completamente nuevo, la mic y la cera”. Se trata de cosechar los frutos de otras y presentarlo en una nueva sintesis original: “no el estilo de este 1 otro autor Sino wn estilo a nuestro modo, surgido de | reelaboracion de much Petrarca indica de forma sutil el proceso de la imitacion: Leer no une, sino muchos autores; no leerlos una, sino muchas veces; no Ieerlos solamente, sino reflexionar sobre tlios y permitir que Ia lectura se deposite en la memoria y, casi olvidada, la lectura se Convierte en estimulo de una creacién nueva, libre, qué tiene del modelo un ligero ‘matiz, una sombra, Io que los pint a, y como el parecido Gel hijo con el pace. Todo es distinto en el fondo, incluso cuando existe un algo feecondide que indica un parentesco espiritual"?. A partir de esta concepcion podemes Conocer qué libros am leer Cervantes y cémo ayucaron a expresarse en sus obtas Desde esta perspective, partiendo de la propia confesién de sus lecturas y releyéndolas con clara voluntad de dislogo, creemos que la presencia de la literatura italiana va mds alls de lo que hasta ahora ha sido sefalado y es nuestra intencion plantesr una feflexion sobre uno de los momentos mejor estudiado y, sin embargo, susceptible de tuna profundizacion mayer. El pasaje perlenece a Don Quijote ie la Mancha. Corresponde a los capitulos oul y XXIV, que giren alrededor del episodio de Ia cueva de Montesinos ‘supe ver enseguida que detras de este famoso pasaje estaba la obra de Ludovico ‘Ariosto, Orlando Furigeo que, en su Canto III narra la bajada de Bradamante a la gruta dle Merlin, Este descenso a la gruta era un Caballerias y probablemente Ariosto lo habia tomado de la Vile di Merino en presa tatiana, que habia sido impresa anteriormente muchas veces. De aqui procede que la ruta albergue la tumba de Merlin, que el espititu viva separado de Tn corrompida Came y que siga ayudando con sus respuestas a los que acucden a pedirle consejo autor es denominan air, atmésf iso muy usado en Ins novelas de rigid por Galo Mann ~ Aled Eugenio Gavin, La cola dal Renaciniont es His Hess. Eapase Calpe 1989 vol, VY/2 Mast Bertone En Ariosto este descenso tiene una finalidad muy clara: Las palabras que Mezlin dicea Bradamante desde la tumba sirven para predecir la suerte de su clescendencia, es decir, la estirpe de la Casa de Este, El mismo Pio Rajaa, autor de una obra Le font ‘all‘Orlando Furioso¥, que marc6 una investigacién modélica erudita y romanica, y que desde 1876 na ha perdido ni una palabra de su marcada referencia para los estudiosos Ue la literatura europea occidental, decia en alusiin a capitulo de la exaltaetén dle la tstirpe de la Casa de Este, como deciamos anteriormente, “purtroppo qui si passa ad tuna parte, di cui jl poema farebbe a meno con molto vantaggio”, pues comprende desde la octava 16 hasta la 59 y, para un lector como Rajna y posteriores rompe sin dduda el ritmo frenetico y apasionante con que iniciaba el poema, uno de los més hermosos de la literatura! La estirpe de los Este, segun Merlin, descendia de los troyanos, ya que tanto Bradamante como Ruggiero tenfan en Troya a sus antepasados. 5 na adulacién que los miembros de la Casa de Este gustaban desde siglos antes, En el caso de Boiardo, dle quien toma Ariosto el drbol genealogico, I novedad ern hacerlos descendientes de Héctor de Trova, La fiebre por tener un corigen ilustre nunca fe tan ardliente como en la Edad Media, Pero para no alejamos del objeto de nuestro estudio, velvamos shora a Miguel dle Cervantes y al episodio de [a cueva de Montesinos. Los paralelismos observaclos por los estudioses tie tuna adulacién, pero a sepultura de a en cuenta hasta la descripeién de la sala Merlin y de Durandarte, y nosotros no tenemos mas que enviar al lector a las eruditas ycompi ‘Manica Miguel de Cervantes habia mostrado su acimiracion al principio de la novela, en el famoso examen de las lecturas de Alonso Quijano y la siguiente hoguera de los libros. La admiracion por la obra de Ludovico Ariasto era ura confesién abiesta de reconocimienta. Fl desprecio de Ia traduccion al espanol de Jersnime de Urrea que recientemente ha sido editada por Nieves Muhiz y publicada por Cstedra’ facilitard al -omprobar el acierto de la opinién de los cultos jueces de la biblioteca ras notas de las muds recientes ediciones de Don Quijote d lector actual « {quijotesca y cervantina, 4 lo largo de toda la novela encontraremos muchas referencias al Ovlan Frurioso y en todas ellas se percibe la misma admiracion inicial En la defensa de la obra de Ludovico Arioste habia algo més que la exaltacién ela obra en italiano y la censura de la traduccién espasiola. La bajada a la cueva sirve a Cervantes para hablar del humanista antes de Hegar a la cueva, en una conversacién que, sobre sus proyectos, mantiene el humanista con Don Quijote, un disparate de proyectos de escritura manidos e inittiles como la redaccién del Mete que reunira las mas. peregrinas ‘excentricidades de los mas riiculos e intitiles saberes, oe! libra ol de Ins libres, donde , motes y cifras. foseos 0 ef Ovid. Esp s@ proponia describir setevientas ibreas con sus color "Po Raja Le fom del ro Furioso, Firenze, Sanson, 1876, de esa obra dr de pe deta au alo Calvino, stor psn 1 peer empezats con la cota de un personae que scapa de una wela anterior, en ara referencia Anglia ee Maa del fowma de M. M. Blato, ne lobe de Ariont 2 Baste pombea, por een ‘iigidn por Francisco Ric en soamernoraion del IV Centenario dle aparcn In obra Nis svante, Don Quite de Is Mancha, dir France Rico, Madi insituto Cenntes 1608 2008 -Calana Gutenber Jo Paros (reduce ‘Nieves Mui Machi, Catan, "Letras Universal Miguel de Cervantes y Lae Ariat, La cvcoe de Mamtesinos la grute de Merlin Si en esta primera parte de la narracién es Sancho quien muestra Ia estupidez dle su propésito, la conversacion se completaré con la intervencién de Don Quijote, despues de salir de la cueva, A su salida narra la aventura a sus compaheros yen una nartacign entre grotesca y ridicula, por cuanto se ve envuelto en sus propias mentiras, Don Quijote evitard canfesar que se quedé dormido y ensamblaré improvisadamente tuna historia con pedazas de sus lecturas. Es decir, Don Quijote es plenamente conscfente de la propia farsa de su narracién, Pero dado el cardcter de sus oyentes, el ssuinto queda en tablas: Sancho porque no es Ia primera vez que observa que no encaja fh narracién con los hechos y el humanista porque no ha escuchado absolutamente nada En el episodio cervantino son necesarios los tres personajes para hablar de lo {que Cervantes ley6 y vio en el Canto II del Orando Furinso de Ariosto. ‘Si bien el lector reconoce inmediatamente el paralelismo de la cueva de Montesinos con la de Merlin, can los encantamientos ¥ las revelaciones, como hemos apuntado anteriormente, la relacién de los descendientes de Bradamante seré ‘Quijote con el joven indamental para entender la conversacién que mantiene Di presuntuoso humanista Sancho Panza es ahora ajeno a esa conversacién, pues toca a la vida literorin de Ia época: €] problema de los protectores 0 mece tun escritor poco o nada podia hacer, como sabemos. Bracamante esta enamorada de un joven hermoso e inconsta Ruggiero, de religion musulmana y sometido a toda clase de percances por parte de Atlante, su maestro, que cree un error ese enamoramiento, cuyo éxito supondra a abjuracidin de su fe musulmana y la conversion a la fe crstiana, previas ambas a la lunion con Bradamante. Bradamante y Ruggiero son cl origen de la Casa de Este; de Cllos deszenderan todos los miembros de tan eminente familia, que sera pacientemente cos de la historia det on de un poema que es puro movimiento. La larga suce: nen cambio mucho. sentido para un lector como Cervantes. Si por una parte constituia la Gedicatoria al protector, el cardenal Hipélito de Este en su caso, per otro delataba la falta de ayuda y de reconocimiento que sufri6 Cervantes. De todos es conocida la ansiedad con que aspiraba a poder dedicar su nove alguien que diera un poco de estabilidad en su tumoltuosa vida, por lo que 20 nos Getendremos aqui. Pero si valdré la pena detenernos en el pasaje de la conversacion posterior a la salida de Don Quijote de la cueva, la que carresponderfa al episodio Siguiente de Bradamante en Ia gruta de Merlin: fundamental en ev sin cuys ayuda nte amado rombrada y ensalzada en uno de los capitulos mas encom género. Para e] lector de hoy es un capitulo que nada aporta 2 Ia in de nombres y sus hazahas ten! = Yo, sehor don Quijote de ls Mancha, doy por bien empleadisima la jornada {ue con vuesira merced he hecho, porque en ella he geanjeado cuatro cosas, La Primera, de haber conocido a vuestra merced, que lo tengo a gran felicidad. La Segunda, con las mutaciones de Guadinna ¥ de las lagunas de Rudra, que me servirin pora ol Osidio ex 2, entender Ia Sntigdedad de los maipes, que, por lo menos, ya se usaban en tiempo del mperadlor Carlomagne, que dijo Diarandarte, cuande al cabo de aquel grende fepacio. que esto. hablande con él Montesinos, cespertd_ diclendo “Paciencia y barajar”. ¥ esta razén y modo de hablar no la pudo aprender que traigo entre mans. Ls ter 158 Filia Beran y Mose Bertame fencantado, sinv cuando no To estabs, en Francia y en tiempo del refed craperador Carlomagno. Y esta averiguacion ae viene pitiparada para et otto libro que voy componicndo, que es Supiementa se Virgil Testy exew queen el sayo no se acordo de poner lade los naipes, ondre yo ahora, que seré de amuchs importancia, y més alegendo tive tar’ grave ¥ tan verdadero como es el sefor Duranxtarte. La cura es faker sabido con cettigumbee el nacimianto del vio Gundiana, ba ignorado de las gentes. ve uesina meteed tiene raz6n - dijo don Quijote pero queria yo saber, ya que Diovichaga merced de que se le lcengia pare imprisnir esos su bres (que lo tudo}, a quien piensa dirigirlos, sens grandes hay en Espana a quien pucdan dirigiese ~ dijo el primo. > Peladoro, olin = No muchos - respondi6 don Quijote ~ y ne porque no fo merezcan, sino que tho quieren adiitislas, por no cbligarse 3 las Tekjey cortesia de sus autores, Un principe conozco yo que puede su falta de los demas, con tantas ventaias, que si me atreviere a d evién que parece se debe al ae, quiz Senpartara la envistia en mie de cuatea yenerosos pechos; pero 1M" de Fe Vega 1 selvas hizo navegar,y el viento: Carlos V fen on soneto de Francisco de Queved Scone: « Los poetas del emperadar: nnevas perspectivas petronquismo espaol» ost Maria Bato Religion yliteraturgapsigepos de Corvantes » Z50. LON 281 a 3a. a9 31 3 39 489 “9

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