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1-FABRICACIÓN DE SAHUMERIOS

Los materiales y La base

Para hacer sahumerios en general se utiliza harina de madera, no aserrín. La harina es más fina, parece
talco y actualmente se la puede conseguir en comercios que se especializan en insumos para sahumerios
artesanales.

De no ser posible llegar a uno de ellos algo parecido se logra pasando aserrín por una procesadora y
luego tamizándolo.

Desde ya la tarea es engorrosa y tiene un cierto riesgo, ya que la harina de madera que se comercializa
no tiene aroma ni color propio y si procesamos aserrín es probable que tengamos allí diferentes tipos de
maderas, cada una con su propio aroma y color.

Por otro lado el costo de la harina de madera común es muy bajo y no justifica que nosotros utilicemos
nuestro precioso tiempo en elaborarla.

El medio de unión

Se lo suele llamar también aglutinante y/o adhesivo.

Es muy importante, ya que es lo que va a transformar todos los elementos que utilicemos en una masa
que solidifique con la forma que nosotros decidamos.

Para ello debe cumplir ciertas características:


Datos para tener en cuenta

La goma gatthi, la goma guar, el alginato de sodio, y la goma xantan en algunos países solo las venden
en cantidades grandes.

El agar-agar es caro igual que la gelatina, ya que son utilizadas comúnmente para consumo alimenticio
humano.

La goma arábiga puede ser sucia y pegajosa, pero hay algunos tipos utilizables, de todas maneras suele no
ser el mejor aglutinante.

La goma guar puede ser de las más faciles de conseguir.

Existe otro aglutinante que es incomodo para algunas cosas porque se disuelve en alcohol y es pegajoso,
pero resulta útil especialmente cuando se van a realizar pequeñas cantidades de varitas y es la resina
copal.

También hay artesanos que aglutinan con productos que podemos encontrar en la cocina, como harina de
trigo o fécula de maíz, pero son difíciles de manejar.

El detalle

Para que el aglutinante actúe y lograr homogeneizar el producto hace falta un medio liquido, generalmente
se utiliza agua, menos en el caso de la resina copal que ya explicaremos.

Siempre averiguar si el aglutinante disuelve en agua fría o caliente, o en otro medio liquido.

El salitre

Muchos de los materiales que forman parte de un sahumerio si bien son combustibles, no queman parejo,
para solucionar esto se utiliza nitrato de potasio o salitre.

No ser generosos con el salitre, respetar las cantidades indicadas o el sahumerio quemara excesivamente
rápido y puede soltar chispas y mucho humo.

El nitrato de potasio hace que el sahumerio dure menos, no exagerar.

Para lograr una distribución pareja del nitrato se lo disuelve previamente en el agua necesaria para la
preparación que se esta haciendo.

Los colorantes

En general todos los colorantes sirven para sahumerios, pero los ideales son los específicos, ya que
tomaran tonos más fuertes porque son concentrados y además no modifican en nada la fragancia.

La forma ideal de aplicar el colorante es sumergiendo el sahumerio en una solución de colorante, fragancia
y alcohol, que puede manejarse en partes iguales de colorante y alcohol y luego un porcentaje de fragancia
que varia de acuerdo a la concentración de la fragancia y al gusto personal del elaborador o comprador.
Las fragancias

La elección de la fragancia es muy importante.

Tengamos en cuenta que si bien no solo de la fragancia depende el éxito del sahumerio, esta es una
parte fundamental del mismo y debe ser especifica para ellos.
Las fragancias se comportan en forma diferente de acuerdo al uso que les demos, por ejemplo: no va a
suceder lo mismo si colocamos determinada fragancia en un hornillo, en una vela o en un sahumerio.

Además el resultado que espera el usuario también es diferente.

Varitas o varillas

Con resina
Varitas con resina copal
Materiales necesarios

· harina de madera o aserrín fino, 4 cuch. soperas


· fécula de maíz 1/2 cuchara sopera
· carbón vegetal molido 1/2 cucharada sopera
· nitrato de potasio 1 cucharita de café
· agua 250 cc
· resina copal 25 grs.
· alcohol 50 c.c.
· esencia cantidad necesaria
· alcohol 100 cc.
· Colorante a gusto

Pasos o Las varillas de base.

Disolver el nitrato de potasio en el agua, sumergir por un rato las varillas, escurrir y dejar secar bien Si
las varillas son de buena calidad este paso puede obviarse

El aglutinante

Poner en el alcohol con un día de anticipación la resina copal, luego que este disuelta filtrar y pasar a
un recipiente en el que se puedan sumergir las varillas sin ensuciarse los dedos ya que se pegotea
mucho.
Un tubo de ensayo del largo adecuado es muy aconsejable, porque además el vidrio es fácil de limpiar.

Los sólidos

Mezclar muy bien todos los polvos, tamizarlos y colocarlos en un recipiente en el que quepan.
Haciendo las varillas

1. sumergir una varilla en el liquido obtenido de la dilución en alcohol de la resina copal, previamente
colado o filtrado.
2. pasarla por la mezcla de polvos y presionar suavemente, como haciendo una milanesa, sacudir para
retirar el polvo que no se adhirió.
3. repetir la operación hasta lograr el grosor deseado.
4. dejar secar muy bien.
5. preparar una mezcla con el alcohol, el colorante y la fragancia, por ejemplo, 50 cc de alcohol, 50 cc
de colorante, 20 cc de fragancia.
6. pasar por ella las varillas cuando estén bien secas, dejarlas unos segundos para que absorban, se
nota que ya no tiene capacidad de absorción porque se dejan de producir pequeñas burbujas alrededor
de las mismas.
7. dejar secar muy bien

No deben ser muy gruesas estas varillas porque podrían quemar mal

A mano

Para realizar sahumerios modelados a mano se debe preparar una masa en la que intervienen los
siguientes componentes:

harina de madera
aglutinante
fécula de maíz
nitrato de potasio
agua

La proporción puede ser:


8 cucharadas de harina de madera
1cucharada de aglutinante
1 cucharita de café de nitrato de potasio disuelta en un pocillo de agua
1 cucharada de fécula de maíz
1 cucharita de aceite de lino o aceite mineral

La forma de preparación es la siguiente:


disolver el nitrato de potasio en el agua
tamizar los otros polvos
ir agregándoles el salitre obtenido, poco a poco
incorporar también el aceite de lino o mineral para que elastice la pasta.
si sobra agua no importa, si falta agregar, esto se modifica de acuerdo a la cantidad de humedad del
ambiente y al tipo de harina y aglutinante usados.
Debe quedar una masa plástica, fácil de trabajar.
Podemos modelarla con nuestras manos; como conos, cilindros, varitas no muy finas, pero sin madera
interna, o con la madera, depende del resultado que estemos buscando.
Obtenido el sahumerio, dejar secar.
Cuando este bien seco sumergir en una mezcla de colorante, fragancia y alcohol, de la misma forma
explicada para las varitas.
Dejar secar nuevamente.

A estos sahumerios se les puede dar forma con moldes o estirando la masa y cortándola con
cortantes.
Sahumerios naturales

Le llamamos así a los sahumerios realizados con polvos con aroma propio, en general también con color
y sin fragancia y colorante.

Se realizan reemplazando parte de la harina de madera por harinas de otros materiales fragantes, por
ejemplo

Sándalo
Incienso
Mirra
Eucalipto
Cáscara rallada y seca de cítricos
Especias y muchos otros más.

Para saber si algo que vamos a utilizar huele bien, debemos quemar un poco sobre un carboncillo de los
que venden en las santerías, luego si podemos usarlo, tener en cuenta que no todo lo que huele de
buena forma lo hará al quemarse, un buen ejemplo es la menta, hagan la experiencia.

Consideraciones generales

Tener especialmente en cuenta que la mayoría de los sahumerios que


adquirimos de buena calidad, son elaborados bajo terrible secreto.

Las formulas y proporciones varían muchísimo de acuerdo al aglutinante que se utilice, si se adquieren
los productos en algún comercio especializado pedir las formulas, así con una parte de lo aquí volcado
mas esas formulas podrán obtener sus propias formulas.

La base para obtener un buen sahumerio es la paciencia y la experimentación.

Para que al perfumarlos realmente queden así cuando se los enciende no hacerlo hasta que no estén
bien secos.

El secado

Este paso es importantísimo, para que el sahumerio huela bien, como se dice en el apartado anterior y
para que no se apague.

Si no hay mucha humedad en el lugar en que estamos trabajando se pueden secar al sol cuidando
entrarlos antes de que caiga, para volver a colocarlos al día siguiente, así hasta que hayan secado.

Se puede hacer cerca de fuentes de calor suave, estufas, radiadores, caloventores, tiraje de hornos,
siempre que sea calor suave, mucho calor de golpe los agrieta.

Se puede fabricar un secador casero con una lamparita y unas rejillas, se colocan los sahumerios sobre
la rejilla junto a la lámpara y se cubren con una caja, a la misma se le practica un agujerito en el
fondo, que será la parte superior, por allí escapara la humedad al actuar el calor de la lámpara.

NO PONERLOS A SECAR EN EL HORNO.


Técnica del sahumado:

1. Preparar los elementos a utilizar (hierbas, carbones, etc.)

2. Meditar sobre el propósito del sahumado. Establecer los objetivos digamos.

3. Encender el carbón, colocar las hierbas o resinas cuando deje de chispear.

4. Ofrecer el humo a la deidad masculina y agradecer lo que se recibe y pedir inspiración (en
las tradiciones chamanicas americanas, se dirige un@ al Padre Cielo)

5. Ofrecer el humo a la deidad femenina (Madre Tierra) y agradecer lo que se recibe. Pedir por
la intención. Invocar su protección.

6. Ofrecer el humo a las 4 direcciones (a los atalayas, guardianes o como prefieras llamarlos,
respetando los puntos cardinales)

7. Pasar el humo por el cuerpo ya sea con la mano o con un abanico de plumas. Otra forma es
interceptar el camino del humo con diferentes partes del cuerpo. Recomiendo hacerlo desde los
pies hacia arriba...

8. Pasar el humo por los objetos (herramientas) y por el espacio sagrado que vamos a utilizar.

9. Al finalizar enterrar en la tierra los restos del sahumado. Ella transformará cualquier rastro
de energía negativa.

10. Agradecer la generosidad a las deidades y/o al Espíritu de la Tierra por la bendición del
Sahumado.

LAS HIERBAS, MADERAS Y RESINAS MÁS COMÚNES PARA EL SAHUMADO.

Albahaca – Para inciensos relativos al amor. También se agrega a los inciensos purificadores
por sus propiedades protectoras.
Apio – Las semillas de apio quemadas junto a las raíces de lirio (azucena) favorece la
expansión psíquica.

Bambú – Seco y molido, quemado sobre carbón se utiliza para romper hechizos.

Benjuí - Se quema Benjuí para purificar sólo o en mix de hierbas. Combina Benjuí, Canela y
Albahaca, y quémalo para atraer clientes a tu negocio.

Canela: Cuando se la utiliza como incienso, genera altas vibraciones espirituales, favorece la
curación, obtiene dinero, estimula los poderes psíquicos y produce vibraciones protectoras.

Cedro: (madera) Uno de los árboles sagrados del mundo celta. Su humo es purificador y
protege de los malos sueños. Estimula la expansión psíquica. Se quema la madera (ramitas,
trocitos de corteza).

Clavo: como incienso el atrae riquezas, elimina las fuerzas hostiles y negativas, produce
vibraciones espirituales y purifica el espacio. Quema Clavo como incienso para impedir que los
demás hablen a tus espaldas.

Comino: se quema como incienso para la protección

Copal: (resina) es muy empelado en las ceremonias chamanicas que implican una expansión
de la conciencia. Estimula la adivinación.

Enebro: Se le agrega a los mix de amor. Su humo favorece la expansión psíquica.

Helecho: Su humo se utiliza para exorcismos.

Jazmín: su humo se usa en rituales para atraer dinero. Quemarlo en la habitación promueve
los
sueños proféticos.

Laurel: Hierba protectora y purificadora por excelencia. Se utiliza para la limpieza y


consagración de los espacios sagrados y de las herramientas (junto con el romero y la salvia).

Lavanda: Quemar las flores secas proporciona alivio emocional y combate la tristeza y la
depresión. Asociada a los espíritus de la naturaleza.

Mirra: (resina) asociada a la transformación y a los ritos de paso. En el antiguo Egipto se


quemaba Mirra al mediodía en honor a Ra, y también se humeaba en los templos de Isis.
Quemada como incienso, la Mirra purifica el espacio. Aumenta el poder de cualquier incienso al
que se añada. Su humo también se utiliza para consagrar, purificar y bendecir amuletos,
talismanes, y herramientas.

Muérdago: quemado despeja las energías negativas.

Pino: se queman hojas de pino para purificar y limpiar la casa durante los meses de invierno.
Exorcizan el lugar de energías negativas y devuelven los hechizos lanzados contra nosotros.

Palo Santo: (corteza) vinculada a las habilidades psíquicas.

Romero: es uno de los inciensos más antiguos, tradicionalmente se utilizó para ahuyentar
entidades negativas. Al quemarse es un potente purificador. También despeja el campo mental
y ayuda a liberarse de los temores.

Rosa: Promueve la sanación emocional y el amor. Protege las intenciones puras.

Ruda: Se añade a los inciensos para rituales de curación y de exorcismo.

Salvia: Purificadora por excelencia. Tanto para limpiar los espacios como las herramientas.
También es una ofrenda recurrente en las tradiciones chamánicas.

Vamos a necesitar:

- Ramas de hierbas recién


cortadas

- Hilo de algodón

¿Cómo hacerlo?

En primer lugar, antes de cortar cualquier ramita de cualquier planta, le pediremos permiso a la misma

para realizar el corte, y le agradeceremos por dejarnos utilizarla.

Podemos hacer sahúmos de una sola hierba o de varias, según la intención que querramos poner en el

hogar (protección, amor, abundancia, etc.)

Elegiremos las ramas con mayor cantidad de hojas. Una vez que las hayamos cortado, vamos a

juntarlas y haremos los cortes necesarios para que todas las ramitas tengan el mismo largo, ya sean de

una especie o varias (se dice que siempre tiene que ser en número impar). Vamos a tomar el hilo de

algodón y comenzaremos atando una de las puntas del conjunto de ramas, teniéndolas los más

apretadas posible; luego iremos enrollando el hilo en segmentos de un centímetro aproximadamente,

tratando de que no se escapen las hojas. Se puede hacer un nudo en el medio para mantener la

firmeza del atado y uno sobre el final.

Listo, ya tenemos nuestro sahúmo, pero todavía no lo podremos usar, ya que necesita secarse. Hasta

acá tenemos un atado de ramas y hojas frescas, y para poder utilizarlo, necesitan estar secas.
Para esto lo podemos poner todos los días al sol, o en un lugar oscuro y seco. Lo importante es que no

agarre humedad.

Cuando esté seco y listo para prender, vamos a necesitar junto con nuestro atado una vasija (como la que

utilizamos para la quema de hierbas) y procederemos de la siguiente forma: con un fósforo o encendedor

vamos a prender una de las puntas del sahúmo y lo dejaremos quemar un ratito. Luego lo soplamos o

sacudimos y ya comenzará en ese momento a largar todo su humo y aroma, y lo colocaremos de punta en

la vasija, ya que puede desprender alguna brasa y sería peligroso en el hogar. Y así lo llevaremos por los

lugares que deseamos limpiar y aromatizar, mientras podemos hacerle un poco de viento con alguna pluma

o soplando para que siga largando su humo.

Llegado el caso que se apague antes de terminar, se lo puede volver a encender las veces que sea

necesario.

Cuando lo termine de utilizar, cerciórese de que se haya apagado bien, ya que, al ser ramas secas, una

sola chispa puede encenderlo. Es conveniente cortar lo quemado con una tijera para asegurarse de que

se apague completamente

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