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República Bolivariana De Venezuela

Universidad Pedagógica Experimental Libertador.


Instituto De Mejoramiento Profesional Del Magisterio.
Curso: Investigación II

LA MALNUTRICIÓN INFANTIL

Estudiantes:
Facilitador: Mónica Valera. CI 13894.385. Educ. Inicial
Magali Machado Génesis Morillo. CI 24.861.912 Educ. Inicial
Tatiana Bolívar. CI. 14.533415 Educ. Inicial
Marlín Rodríguez. CI. 17720599 Educ. Inicial
CAPITULO I
PLANTAMIENTO DEL PROBLEMA
1. Planteamiento del problema.
1.1. Descripción de la realidad del problema.

La malnutrición en la niñez se presenta como un cuadro clínico


caracterizado por la alteración en la composición del cuerpo, ocasionado por
un desequilibrio entre la ingesta de nutrientes y las necesidades nutricionales
básicas, y puede ser consecuencia de: ciertas deficiencias en la dieta, ingerir
una dieta desbalanceada, trastornos digestivos, trastornos de mala
absorción u otros problemas similares. El niño o niña presenta una alteración
de salud, alteración sistemática irreversible causada por una deficiente
utilización de nutrientes por las células del organismo. El problema de
investigación está basado en las estrategias de acción que se desarrollaron
a través del uso de instrumentos como observación participante y no
participante, la consulta de material de investigación (documentos de lectura,
revistas especializadas, libros), teniendo en cuenta el contexto geográfico,
social y cultural donde se desarrolla la vida cotidiana del niño, encontrando
un 60% de madres cabeza de familia, gran número de puestos ambulantes
de comida rápida, negocios o tiendas de barrio donde abunda comida de frita
y la falta de acompañamiento de los niños, cuando llegan del colegio por
parte de la madre o de adultos responsables. De lo anterior surge la
necesidad de identificar si ¿existe o no malnutrición infantil en niños y niñas
de 0 a 5 años en la población del colegio U.E.E. Consuelo Navas Tovar
ubicado en la carretera vieja Petare – Guarenas Km 1.

1.2. Antecedentes teóricos.


Acorde con los nuevos patrones de crecimiento infantil de la Organización
Mundial de la Salud (OMS), los niños de todo el mundo tienen el mismo
potencial de crecimiento. En un estudio multicéntrico realizado por la OMS y
la Universidad de las Naciones Unidas sobre el patrón de crecimiento de
base comunitaria sobre 8000 niños del Brasil, los Estados Unidos de
América, Ghana, la India, Noruega y Omán, se demostró que las diferencias
del crecimiento infantil hasta los cinco años de edad dependen más de la
nutrición, las prácticas de alimentación, el medio ambiente y la atención
sanitaria, que de factores genéticos o étnicos. Una adecuada nutrición infantil
se vincula directamente con el logro de los objetivos de desarrollo del Milenio.
En efecto, si no se realizan esfuerzos especiales para atacar los problemas
nutricionales de la niñez más prevalentes en la región (desnutrición
crónica/global y deficiencias de micronutrientes), el cumplimiento del
conjunto de los objetivos del milenio se verá seriamente afectado. La
desnutrición en la niñez menor de cinco años incrementa su riesgo de
muerte, inhibe su desarrollo cognitivo y afecta a su estado de salud de por
vida. Atender a este problema es condición indispensable para asegurar el
derecho a la supervivencia y al desarrollo de las niñas y niños de América
Latina y el Caribe, así como para garantizar el desarrollo de los países. A
nivel mundial, la desnutrición crónica infantil es un problema alarmante, se
registra que casi el 30% de niños menores de 5 años sufren de este mal.
América latina y el Caribe son en extremo heterogéneos, con una gran
diversidad de situaciones entre países y dentro de ellos. Estas diferencias se
expresan tanto en la intensidad en que se presentan los distintos factores de
vulnerabilidad alimentaria, como en las distintas etapas de las transiciones
demográficas y epidemiológicas en que se encuentran. La situación
nutricional en nuestra región es un indicador más de las desigualdades
sociales; asimismo, es causa y a su vez consecuencia de la pobreza.
Mientras la producción de bienes e insumos alimentarios triplica los
requerimientos energéticos de la población, 53 millones de personas tienen
un acceso insuficiente a los alimentos. Esta heterogeneidad en los países de
la región se refleja tanto en problemas de ingesta insuficiente de alimentos
como de desequilibrios en la composición de la dieta. Estos último se
expresan 17 en la falta de micronutrientes (hierro, yodo, zinc, vitamina A) y
en un exceso creciente de macronutrientes (ricos en grasas saturadas), que
se traducen en obesidad y otras patologías. En Latinoamérica y el Caribe, la
desnutrición crónica afecta a 8,8 millones de niños menores de 5 años (16%).
La situación es particularmente grave en los países centroamericanos y
andinos. Guatemala presenta la cifra más alta de la región, que supera los
promedios de Asia y África. En cambio, los países del Caribe angloparlante
no registran diferencias significativas entre la desnutrición global y crónica.
Estudios nutricionales de las últimas dos décadas permiten estimar que en la
región se observa un importante avance hacia el cumplimiento de la meta de
reducción de la desnutrición global (55%). Sin embargo, otra vez, la situación
es heterogénea entre los países. Mientras algunos alcanzaron la meta, otros
han avanzado muy poco o, incluso, registran retrocesos (Argentina, Costa
Rica, Ecuador y Paraguay). Por su parte, durante la década de 1990, el
avance en la disminución de la desnutrición crónica ha sido más lento (19,1%
a 15,8%). Es necesario subrayar que en los promedios nacionales no se
reflejan las grandes disparidades existentes dentro de los países. Por
ejemplo, la probabilidad de que un niño que vive en una zona rural sufra de
desnutrición global es entre 1,5 y 3,7 veces más alta que en un niño que vive
en zona urbana, y al menos 4 veces mayor entre niños indígenas.

En Venezuela, la malnutrición es un problema de salud pública


condicionado por determinantes de la salud, expresados como factores
sociales y de desarrollo asociados con la pobreza y brechas de inequidad
que incluyen causas básicas como la desigualdad de oportunidades, la
exclusión y la discriminación por razones de sexo, raza o credo político;
causas subyacentes como baja escolaridad de la madre, embarazo
adolescente, cuidados insuficientes de la mujer al niño, practicas
inadecuadas de crianza, falta de acceso a servicios básicos y a servicios de
salud, asociados con costumbres y prácticas de alimentación, estilos de vida
algunos ancestrales y otros adquiridos por el cada vez más importante
proceso de urbanización, y causas directas como desnutrición materna,
alimentación inadecuada, e infecciones repetidas. Las cifras revelan que el
estado venezolano hizo esfuerzos sostenidos por reducir la desnutrición
infantil, entre 2005 y 2010, aunque hubo un estancamiento entre 2011-2016,
lo que motivó intensos debates y su 18 incorporación en la agenda pública
nacional, más allá del ámbito de los especialistas en salud y nutrición. La
socialización del problema dejó como resultado avances importantes de un
24%a 16% de reducción de la desnutrición entre los niños, debido, entre otras
medidas aplicadas, a la intervención del Programa Articulado Nutricional, que
replicó las evidencias de intervenciones internacionales efectivas
estableciendo prioridades según momentos críticos del ciclo de vida, tales
como el periodo de crecimiento prenatal o intrauterino y el periodo entre los
0 y 36 meses. El revés de la moneda es que simultáneamente el sobrepeso
y obesidad se incrementan en las zonas urbanas. Paradójicamente, esta
situación coexiste con altas tasas de anemia nutricional, de manera especial
en menores de cinco años y mujeres en edad fértil. En uno de cada cinco
hogares venezolanos, hoy conviven un niño anémico y una mujer con
sobrepeso.

Este es el contexto en el que el Ministerio de Salud tiene que elaborar una


agenda de política pública que, por un lado, reduzca las tasas de desnutrición
y mortalidad materno-infantil, y, por otro lado, atienda la novedosa demanda
de discapacidades y muerte por efecto de las enfermedades no trasmisibles
asociadas a la obesidad y al sobrepeso. Actuar en ambos frentes implica
reconocer que un eje crítico es la alimentación de calidad, factor
determinante y común a los dos problemas citados, cuyos patrones
nutricionales exigen un control simultáneo, sin poner en riesgo la atención
que debe prestarse a la desnutrición infantil. Puede ser que el optimismo
respecto al futuro nacional sea un estado de ánimo muy recurrente en los
últimos tiempos; sin embargo, ningún venezolano es ajeno a la certeza de
que la mala distribución de la riqueza mantiene condiciones ominosas que,
por ejemplo, se reflejan en las deficiencias nutricionales y enfermedades
infecciosas presentes en las zonas rurales y pobres, de manera casi general,
y particularmente en la población materno-infantil. Pero hoy la contradicción
redibuja otro fenómeno en el que coexisten sectores sociales de bajos
recursos con una creciente prevalencia de sobrepeso/obesidad y varias
enfermedades no trasmisibles asociadas, así como la anemia.

1.3. Formulación del problema a investigar.


Generar Información a través de encuestas de Apoyo a la Toma de
Decisiones, que arroje valores sobre las principales condiciones e
indicadores nutricionales de los niños entre 0 y 5 años, información que
servirá para tomar acciones para la reducción de la Desnutrición Crónica
Infantil.

1.4. Horizontes de la investigación.

El horizonte de la investigación del presente trabajo se realizar a partir del


mes de noviembre hasta finales del mes de diciembre para recabar toda la
información obtenida de acuerdo a la observación y posibles encuestas que
puedan realizarse a la población del colegio U.E.E. Consuelo Navas Tovar
ubicado en la carretera vieja Petare – Guarenas Km 1.

1.5. Justificación e importancia de la investigación.

Teniendo en cuenta que la población del colegio U.E.E. Consuelo Navas


Tovar ubicado en la carretera vieja Petare – Guarenas Km 1. se evidencia
que, si existe malnutrición infantil en los niños menores de 5 años, además
actualmente no se realizan programas de nutrición y seguridad alimentaria,
no existen comedores infantiles porque algunas personas de la comunidad
se opusieron afirmando que esto traería más problemas de inseguridad y lo
más grave la comunidad en general no tiene acceso a la información
necesaria sobre el tema de malnutrición.
Por lo tanto, dando respuesta a lo anterior nuestro proyecto de
investigación si es pertinente y apropiado para mejorar los hábitos
alimenticios de esta población.

La propuesta es brindar información acerca de la malnutrición por medio


de cartillas o folletos que se entregaran a la población estudiantil del centro
educativo e instituciones interesadas en programas de gestión social y la
puesta en marcha de charlas y posibles talleres de cocina saludable que
permitan cubrir las necesidades nutricionales de los niños, y promover estilos
de vida saludable, sin que esto afecte la economía familiar.

Los niños o niñas de 0 a 5 años de edad y los padres, deben ser orientados
hacia una alimentación más sana, mostrándoles cuales son los diferentes
grupos de alimentos, como deben combinarlos en la dieta diaria y aplicar la
fórmula: alimentación balanceada más actividad física igual estilo de vida
saludable. Es importante reconocer que a la niñez en edad escolar no le
importa el horario de las comidas, ni tiene un control en la manipulación y
conservación de las mismas, de ahí la necesidad de motivar a la niñez, la
familia, la institución educativa y la comunidad para adquirir hábitos
saludables alimenticios, hábitos en el horario para el consumo de los
alimentos, controlando factores de riesgo que incidan sobre el sistema
digestivo de la niñez y disminuyan situaciones de bajo rendimiento escolar.

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