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ALBERT ELLIS & MARCIA GRAD POWERS EI secreto para superar el abuso verbal Como salir de la confusion emocional y recuperar el control de tu vida EDICIONES OBELISCO. PRIMERA PARTE FASCINADA POR EL CUENTO DE HADAS, DESOLADA POR LA REALIDAD CAPITULO 1 Erase una vez. Erase una vez una nitita que softaba con encontrar a sit Principe Azul y ‘ivir feliz por siempre jamés. Yo (M.G.B) era esa nifiita. Quizd tu también 22 eras: junto con millones de otras mujeres de todo el mundo. NUESTRA HISTORIA Erase una vez en que erefamos que un dia caerfamos rendidas a los pies de um bello Principe Azul que nos amaria y protegeria para siempre. Entonces ‘nes mostrarfamos jubilosas y nos sentirfamos completas. Nos sentiriamos ‘san especiales como una princesa: una princesa moderna e independiente con opiniones, metas y quizé una carrera propia. Nuestro principe nos sereciaria y adorarfa y nos colocaria con amor en un pedestal: una posi- ‘ion de alta estima, dignidad y honor. Y, cuando por fin encontramos a nuestro Principe Azul, quizé esto fue asi... durante algin tiempo. Luego, un dia, nuestro principe, convirtiéndose de repente en alguien menos encantador, nos lanz6 unas cuantas palabras hirientes, Para algunas Se nosotras, las palabras fueron tan sutiles que duclamos que pudieran sig- nuficar lo que sabfamos que significaban. Para otras, las palabras fueron tan escaradas que dificilmente podiamos creer que realmente hubiésemos ‘sido lo que sabfamos que habiamos oido. Nos sentimos aturdidas, nos seatimos heridas, y nos sentimos tristes. Simplemente no podia ser. Por a supuesto que nuestro principe no diria ni aria nada que nos hiciese sen- timos mal. Después de todo, era nuestro amor, nuestro destino. Nos dijo que nos Io estabamos imaginando todo 0 que no habia que- ido decir nada con ello. Insistié en que por descontado deberiamos saber que nunca dirfa 0 haria nada para herirnos. Al notarnos inseguras, dijo que dejésemos de darle tanta importancia. Algunos de nuestros principes nos echaban la culpa de todo, Mas tarde, algunos decian que lo sentian, que nos amaban y que no sabian or qué nos habjan hablado de aquella manera. Nos dijeron que se sen- tian presionados, 0 que estaban preocupados por algo y que no habia sido su intencién desahogarse en nosotras; que no nos lo mereciamos. Después nos suplicaron el perdén y prometieron que nunca més volve- rfa a suceder. Y nosotras les creimos. Pero si que volvis a suceder de nuevo... y después otra vez més. Las palabras de nuestro principe golpeaban con fuerza, como un puho, Y cortaban con tanta rapidez como una daga. Se nos hizo perder el equilibrio. Nos aferrébamos a nuestro pedestal mas y més fuerte, nues- tra mente daba vueltas y més vueltas, més y més répido. No podia ser. {0 si? No podiamos estar seguras. Quizé lo estabamos imaginando, pero no Io cretamos asi. Quiz4 lo estabamos inflando de manera des. proporcionada, pero entonces ¢por qué nos sentiamos tan mal? {Era nuestro principe de verdad tan mezquino? No, no podia serlo. Seguramente tenfa que haber una raz6n por la que decia las cosas que decia. Nos formulébamos preguntas. Analizsbamos. Haciamos obje- clones. Tratébamos de hacer todo lo que él decia que deseaba. Procur4bamos resolver los «malentendidos» de manera légica. Intentamos hablar con 41, le suplicamos, y le explicamos cémo nos sen tiamos. Cuando nada de esto hizo ningtin bien, tratamos con todas nuestras fuerzas de expulsar de nuestras mentes los incidentes doloro- sos y pretendimos que todo seguia yendo bien. Pero en el fondo, en nuestro interior lo sabfamos con certeza, lo mismo que nuestro esté- mago, que comenz6 a agitarse. ‘Dia tras dia, las palabras hirientes fueron cada vez mis certeras y atravesaron nuestro corazén. Nos aferramos a nuestro pedestal con mas fuerza que nunca, tratando con cada fibra de nuestro ser el evitar ser derribadas de nuestra posicién. Pero los ataques siguieron legando, y acabaron por estrellarnos contra el suelo. Una y otra vez, consternadas, 22 es hiclese sen- ino. no habia que- > deberiamos nos inseguras, todo. Mas = no sabjan 2 que se sen- © no habia mereciamos, 2 més volve- vez més. Las, 0 un puito, zo perder el fuerte, nues- > podia ser... naginando, manera des- a mal? jEra bodia serlo. 2s cosas que femos obje- se deseaba, era logica mo nos sen- 5 con todas es doloro- i fondo, en sestro est6- s certeras y tal con mas 4 evitar ser legando, y asternadas, ‘nos repusimos y volvimos a subir sobre nuestro pedestal. Tras un tiem- Po, ya no fuimos capaces de volver a reunir fuerzas para alzarnos de suevo. Pero ya no importaba. Ya no segufamos creyendo que nuestro lugar fuera allé arriba. La vida en el suelo era triste, vacia, solitaria y dolorosa. Dejamos de confiar en nuestros propios instintos y de creer en nuestra propia valia, Ya casi ni sabiamos quiénes éramos. Pasébamos més y mas tiempo haciéndonos preguntas, preocupandonos, confiando, esperando, tratan- do de resolverlo, y sintiéndonos confusas. Analizabamos, explicdbamos, nos defendiamos, suplicébamos, rogabamos, gritabamos, amenazébamos ¥ lorébamos. Cuando nada de todo esto funcioné, nos sentimos enfa- dadas y frustradas, atemorizadas y perdidas, y Horamos més. Al final, creimos que nos estabamos volviendo locas. Notébamos tan menudo un nudo en el estémago que olvidamos cémo nos sentiamos cuando no lo teniamos. Andabamos con cuidado, caminébamos pisan- do huevos, esperabamos el siguiente acontecimiento, y nos preguntéba- ‘mos con ansiedad quién apareceria: el amoroso Dr. Jekyll que, muy en el fondo, realmente creiamos que era nuestro compafiero, o el odioso Mr. Hyde en el cual se transformaba con mas y més frecuencia. Poco 2 poco, tan lentamente que casi no nos enteramos que estaba sucedien- do, estuvimos hartas. Con el tiempo, estuvimos hartas de estar hartas Habfa una cosa de la que nos sentiamos seguras: no nos habjamos ima- ginado que seria asf. Nos sentiamos impulsadas a determinar qué habia ido mal: lo que habjamos estado diciendo y haciendo, 0 no diciendo 0 ‘haciendo, que estaba transformando a nuestro Principe Azul en un hirien- te adversario. Tratamos de averiguar cundo nos habiamos convertido en ¢l enemigo, y por qué perdiamos batalla tras batalla en una guerra que no ueriamos librar, que no comprendfamos, que no podiamos creer que estuviéramos librando y —lo peor de todo— que nos sentiamos total- mente incapaces de parar. Alli sentadas, totalmente solas, rodeadas por el aos, sin ninguna idea de hacia donde girarnos en busca de refugio 0 con- suelo, recordando cémo solia ser todo —y a veces todavia lo era— y dese~ ‘amos y esperamos e incluso rezamos para que las cosas mejoraran, ‘Tras un tiempo, una nicbla insensibilizadora se asents e hizo que todo fuera mucho més oscuro que nunca. A pesar de todo, nos desplazamos con dificultad a través de ella buscando Jas respuestas que nos liberarian del dolor, la confusién, y el temor. Atormentamos nuestros cerebros en 23 busca de una solucién, nuestra vida parecia depender de encontrar una manera de arreglarlo: pero {cémo? El intentar resolverlo todo se convir- U6 en nuestra ocupacién diaria, después en nuestra preocupacién duran- te cada minuto, Por qué nuestro principe no podia entender nuestro dolor? {No sabia cudnto le amabamos? {No se daba cuenta de que era nuestro Principe Azul, el hombre que habjamos sofiado y esperado durante toda nuestra vida? {El hombre con el que habiamos contado para convertir en reali- dlad nuestro suefio de ser feliz, por siempre jams? Por qué éramos capa- ces de dominarlo todo en el trabajo pero no podiamos manejar esto en ‘uestro hogar? (Y por qué podiamos tener éxito con las demés personas de nuestra vida pero no con esta persona que para nosotras era la mas importante? (Seguia teniendo sentido alguna cosa? Continuamos tratando de manera desesperada de penetrar en lo insondable y de arreglar Jo que era imposible de arreglar, hasta que al final algunas de nosotras desistimos: pero no supuso ninguna diferencia, De todas formas, se nos dejo solas, temblando en la oscuridad, pregun- tandonos si estabamos perdiendo la cabeza. Preguntindonos qué le pas6 @ nucstro mejor amigo: el maravilloso Principe Azul que acostumbraba @ cogernos entre sus brazos y consegufa que el mundo entero se evapo- tase. Preguntandonos si alguna vez podriamos volver a sentir lo mismo. Y preguntandonos en qué parte del camino nos habiamos perdido. Nos sentiamos heridas. Nos sentiamos condenadas. Nuestra vida y nuestro corazén estaban llenos de tristeza y confusién, vacio y desesperacién, No velamos salida. Sélo teniamos preguntas sin respuesta, problemas sin solucién, y no podiamos hablar sobre ello con nadie, ni siquiera con nuestra mejor amiga La historia que acabas de leer {suena como tu histori? Si es as, algu- ‘hos de los siguientes sentimientos y experiencias puede que describan tus sentimientos y experiencias: * Experimentas ese «sentimiento certero» de que algo no va bien, pero no sabes qué es. + Tesientes como si se te hubiese anulado, pero no puedes concretar Ja causa 24 Ts compajiero pasa del encanto a la ira sin avisar, con frecuencia dote con la guardia baja, eces te trata como si fueras su enemiga. A menudo se enfada por = cosas mas insignificantes. Lo que parecen problemillas a menu. 2» se convierten en grandes batallas. for parte del tiempo te sientes como si estuvieses pisando ©s, tratando de no «ponerte en su camino». ates trastornada, tensa, agotada, triste o deprimida, y fuera de rol la mayor parte del tiempo. ie enfada a tu compafiero un dia es diferente de lo que le enfa- ‘ sigutente. Con tanta rapidez. como arreglas algo él pone obje- mes, empieza a criticar, a quejarse o a enrabiarse por otra cosa, Parece que no puedas hacer nunca lo suficiente para satisfacerle. pera que sepas lo que esta pensando y sintiendo, para que te anti- es a sus necesidades y deseos no expresacios, y que los lleves a la Practica por propia iniciativa. © sientes como si te hallases ante una situacién sin triunfo posi- Sie. No importa lo que digas o hagas, ni lo que dejes de decir 0 jes de hacer, tu compaiiero lo retuerce para que parezca que estas equivocada. 7 sientes frustrada porque tus intenciones y comentarios son salinterpretados. Encuentras dificil mantener una conversacién ica o resolver «diferencias». Tu compafiero utiliza mucho de lo aque dices para atacarte o criticarte de manera personal, sin impor= = cudn poco amenazadoramente lo expreses. Hay momentos en es que te sientes resentida. Raclonalizas el vil comportamiento de tu pareja y fabricas excusas re él, Incluso llegas a mentir para cubrirlo. Analizas las conversaciones después de que hayan tenido lugar, inten- tando averiguar lo que realmente sucedi6, eémo podrias haberlo controlado de forma diferente, y si te pertoca una parte de culpa. Las conversaciones y las intenciones que al principio parecian cla- ras se han vuelto embrolladas. Te sientes confundida y dudas de tu visi6n sobre las cosas. A veces teres estar volviéndote loca. Ta pareja saca lo peor que hay en ti, haciendo que hagas y digas cosas por las que te desagradas a ti misma, sin embargo no parece parat. Con frecuencia te sientes inadecuada, incapar, estipida y mal con- tigo misma, Si tienes hijos, te sientes desgarrada entre tu relacion con tu pareja yen protegerlos de él. El trato que te otorga delante de ellos soca- va tu autoridad y control Es posesivo y celoso del tiempo que dedicas a tus hijas, a otros miem- bros de la familia, 0 a amigos. Le molesta el tiempo que pasas en el trabajo 0 practicando actividades en las que él no est4 involucrado. Intenta controlar cémo vistes y con quién hablas. Te stentes limitada, vigilada, examinada, y acusada de cosas que no has hecho, ‘Tu pareja te desprecia o te insulta. Es mezquino contigo, después quiere sexo y te culpa porque no estés de humor. A veces se enfada tanto que tira o rompe cosas. No importa cusnto des, cuanto afecto despliegues, 0 qué palabras amorosas digas, no le puedes convencer de que le amas tanto como 41 te ama a ti. Su necesidad de amor y.aliento es insaciable. Cuando tu compafiero acttia de manera agradable, tiendes a olvi- dar su conducta hiriente anterior y crees que ha cambiado y que las cosas mejorarén. Piensas que quiza los buenos tiempos pesarén rns que los malos. ‘A menudo te sientes sola, incluso cuando tu pareja esta justo a tu lado. Afioras a aquél que solias conocer y amar. No puedes explicarle a nadie Por lo que estés pasando. No crees oder explicar lo que esté ocurriendo de una manera que otra per- sona pudiera entender, Y temes que parecerés «la mala» porque la otra gente ve a tu pareja como una persona encantadora, maravi- losa y simpatica Te sientes atrapada y sin esperanza Si este capitulo ha descrito tus experiencias y sentimientos, entonces te encuentras en una relacién verbalmente abusiva. Pero no desesperes: aunque tu historia esté lejos de acabar, debes saber que todavia puedes vivir feliz por siempre jamés: aunque quizé no de la manera que una vez creiste. Puede que esto no sea facil de creer ahora mismo, pero pronto descubrirés que cada una de nosotras escribe su propia historia y puede crear el final que desee, Es cuestiGn de aprender cémo. Por tanto, viaja con el Dr. Ellis y conmigo mientras nosotros te guiamos con amor por Ja nueva senda de libertad emocional. CAPITULO 2. Saber la verdad: tu primer paso hacia la libertad emocional eCuntas veces has pasado el dia con tu pareja sabiendo que algo iba mal, Camb Poder averiguar qué era? (En cudntas ocaslones has emperado 4 temblar sin tener idea del porque? (Con cuainta frecuencia une conver- On con tu compafiero ha empezaco pareciendo normal y l6gica, para Ba nolendo més absurda, més comfusa y ms molesta al it aveneueie? Y més insensato con tha salido perdiendo», y entonces te ha situaciones cuando no estés Incidente 1 Cuelgas el teléfono tr dice, «Dime, {con quién hablabas esta ver? ras una breve conversacién. Ti compatiero ¢Otra vez con Mary... 0 con ta tire? Pasas demasiado tiempo hablando cor “sobre ti, No tenes ideas propias.» Incidente 2 Explicas a tu pareja un ineidente en el mercado en el que otra compradora ha sido desagradable contigo, Sabes que no fuiste la causa de su ira, Tu compatiero dice, «Bueno, algo debes haber hecho para cabrearla 0 no te Inubiera dicho eso.» Incidente 3 Recibes un ascenso largo tiempo esperado en el trahajo. Excitada, ‘no puedes esperar para explicdrselo a tu pareja. Cuando lo haces, te contesta, sBien, un ascenso. [Fenomenall» Después no abre la boca y se muestra mathu- morado durante una semana, Incidente 4 Ta pareja y ti vais camino de la fiesta de Navidad de su empre- sa. Te dice, «Quizé seria mejor que no hablaras mucho esta noche. En realidad, serfa lo mejor» Desliza su brazo a tu alrededor y te mira a Tos ojos. “Sabes que te lo digo esto por tu bien, verdad?» Incidente 5 Ti pareja y ta asistis a una reunién social. Pasas un rato con~ versando con un hombre que ensefta musica, una de tus pasiones desde siem= pre. La conversacién es muy interesante. Estas animada y la disfrutas con intensidad, Més tarde tu compafiero te echa bronca por hablar con otro hombre, di- iéndote que nunca pareces tan excitada cuando hablas con 61. Te acusa de fli tear y te dice que siempre le ignoras cuando estéis con otras personas. Después se lanza a una diatriba sobre otras ocasiones en que le «desairaste» en reuniones en favor de tus amigos o familia Incidente 6 Ta pareja y ti estais a punto de salir de la consulta del médico. (Cuando le das el tique de aparcamiento en recepcién, te dicen que ya no vale. Al salir del eclifcio, tu pareja te dice, te ue one 2 ae oaoTe? vvocada! [No sabes nl dénde vas! Yo soy el que tiene un buen sentido de la orien tacion.» Gira a la izquierda ‘Tu pareja sigue conductendo durante algunos minutos, entonces se da cuen- {2 que ha realizado un giro equivocado. Empieza a refunfufar. Comentas que ‘no es un problema muy grave y que lo unico que sucede es que recordaste por {qué lado girar por la florsteria de Ia esquina, Le sugieres que simplemente gire en redondo y vuelva ala esquina desde donde deberia haber girado a la derecha, Te replica con enfado, «Deja de decirme qué tengo que hacer! En primer Jugar, es culpa tuya que hayamos girado por el sitio incorrecto, Estabas parlo- teando tanto, como siempre, que no me podia concentrar en lo que hacia.» Empiezas a objetar pero te interrumpe, «jDéjalol» Hace ehirriar los neurné- ticos girando por completo en medio de una calle, esquivando por poco un coche aparcado, y después baja la calle a toda velocidad. Te slentes atrapada. Con tanta serenidad como te es posible, le pides por favor que se lo tome con ealmna, ‘Tu pareja explota, «Me lo estoy tomando con calmal Siempre piensas que estoy enfadado cuando no lo estoy. Eres tt la unica que se exalta, No estaba ni siquiera cerca de aquel coche aparcado. [Si no te gusta cémo conduzco, bajatel» Después sube el volumen de la radio y te ignora, Incidente 8 Normalmente tu compafiero recoge sus trajes de la lavanderfa, Una mafiana, cuando sas para ir trabajar, te dice que quiere su traje azul Para una importante reunién de negocios al dia siguiente y que no estaré listo hasta la tarde. Te pide que se lo vayas a recoger a la tintorerta. Le con- testas que tienes una reunién a siltima hora de la tarde y que no sabes st odrés legar a la tienda antes de que cierren, Mientras se va en su coche te grita, « y sabes que estd volviendo a ocurrir. De alguna ‘manera se las va a arreglar para arruinar el dia entero. Incidente 10 Tx pareja y ti asistis a una fiesta donde hay una considerable cantidad de bebida, Tias tomarse unas cuantas copas, empieza a bailar de mane- ¥a provocativa con otra mujer. Cuando va hacia el bar, le sigues y le pides que no baile mis con ella. Le comentas que la gente es miraba y que es embarazo- so. Te contesta, «S6lo me estoy divirtiendo, No lo conviertas en un caso federal Sino te gusta, vete.» Estds tan alterada que pides a un amigo que te lleve a casa. Mis tarde, tu compafiero aparece furioso, te despierta, y te grita por haber hecho una escena y marcharte. Le explicas cuén alterada y herida te sentias debido a su conducta, y le recuerdas que €l te mand6 que te fueras si no te agradaba lo que estaba pasando. Te interrumpe, diciéndote, «Estoy harto de tus patéticas excuses. Nunca te dije que te marcharas, Siempre dices recordar cosas que nunca ocurrieron. No estaba haciendo nada malo, nadie estaba observandome, y 3 ipre exageras las cosas.» Después quiere sexo. Cuando te niegas, explicandole que todavia te sientes ‘muy alterada, te contesta, «Oh, geniall La excusa de siempre. No importa. No ‘me hagas ningtin favor. De todas maneras, ya no te encuentro excitante.» Incidente 11 ‘Ta poreja decide cambiat un aplique de Iuz del techo. Te dice que aguantes la escalera y le vayas pasando las herrar itas cuando las necesite. Temes Jo que va a pasar, pero aceptas, esperando que no sea tan malo como To es siem- pre. Le conoces lo suficientemente bien como para no discutir con él, Sostenes la escalera con tanta firmeza como tees posible y le pasas ls herramientas tan prom- tocomo te las pide. Y no le contestas cuando te grita por no saber qué herramienta yaa necestar @ continuacién, Te pide un destornillador. Le alargas uno. Te dice, «jNo, no, no el Phillips, idiotal» Mientras buscas el otro destornillador, te grita, «Sostén la maldita 32 sscalera, (Se esté moviendol» Entonces se rasgurta en la mano y dice, Mira To que me has hecho hacer ahoral» Murmura unas palabrotas, Cuanto més murmura, més se exalta, cuanto masse exalta, més frustrado se slente, y més errores comete. Se le cae uno de los destorniladores. <]Mierdal Dame ese destornillador.» Nerviosa, miras atu alrededor buscando el destornt- Iacor mientras sostienes la escalera. «No sé donde esti. No lo veo, le contes. tas. Vuelve a estallar, «{Cémo puede ser que no vieras donde fue a parr? iEstabas ahi mismol> entonces gruiie, «Estas tareas son el doble de dificiles ‘cuando me estis ayudando.» Lo que crees que significan estos incidentes probablemente no es 1o ue significan realmente. Y lo que crees que significan los incidentes abusivos que de manera rutinaria experimentas en tu relacién es proba- ble que no lo signifiquen, tampoco. Si te encuentras en una relacion ver- balmente abusiva, tu visién de ti misma, o de lo que significa tu relacion, ¥ de cOmo es en realidad tu Principe Azul sufren un continuo desafio, La formula para que acabes con tu confusién y empieces a clasificar las razo- nes de tu dolor se halla en aprender la verdad sobre lo que realmente esta aconteciendo. Para hacerlo, debes desprenderte de tu cuento de hadas lo suflciente como para ver tu relacién por lo que en realidad es, y apren- der algunos de los hechos basicos de ella. Cuanto més aprendas sobre la dindmica de la relaciin, mas probable sera que te des cuenta que mucho de lo que crefas sobre la manera en ue funciona tu relacién no es verdad, y que mucho de lo que crefas de tt Principe Azul tampoco Jo es. Su vsién de la relacin, sus expectativas sobre ella, sus metas, y las motivaciones de su conducta son bastante diferentes de las que tu piensas, que lo son y bastante diferentes de las tuyas propias. Darte cuenta de esto es el primer paso para liberarte del dolor, la confusién y el temor, QUE ESTA OCURRIENDO REALMENTE CUANDO ‘SE ABUSA DE TI VERBALMENTE? Los incidentes que acabas de leer no son lo que parecen. No tratan de vali- dlaciones de recibos de aparcamiento, ni de llegar a la lavanderia a tiempo, ‘ni del camino co:recto para ir a un restaurante. No se trata de flirtear ni 33 de prestar escasa atenci6n a nuestra pareja en las reuniones sociales, No se trata de malentendidos. No son conflictos corrientes. No se trata de quién dijo 0 no dijo qué. Tienen poco 0 nada que ver con los problemas plante- ados. De lo que tratan estos incidentes es del intento por parte de un miembro de la pareja de controlar al otro. Asentar y mantener este control es la meta real de la pareja abusiva, aunque es probable que él no sea cons- lente de ello, Lo hace enviando mensajes que dicen: «Soy valida», «Teno eres valida», y «No puedes conseguirlo sin mi.» Como los compatieros abusacores expuestos antes, tu pareja no plantea los problemas para solucionarlos, para ofrecerte un consejo «provechoso», 0 Para conseguir cualquier otro objetivo positivo. Sus afirmaciones y su con- Gucta le ayudan a cubrir su necesidad de sentirse poderoso y a establecer un control sobre ti. El centrarte sobre los problemas individuales hace que no ‘veas lo obvio: los problemas no son el problema. El problema es el abuso verbal. El problema es el control que intenta establecer. El problema es la itracionatidad de lo que esta pasando. El problema es todo el proceso inte- activo que tiene lugar entre tu pareja y ti una y otra vez, Durante este proceso interactivo, tu pareja y ti, con papeles especi- ficos asignados, interpretais de manera repetida escenas similares, El dice o hace algo hirlente que provoca una reaccién por tu parte. Tu reaccién es un estimulo para una respuesta de él, y asi sucesivamente. O bien, puede que digas o hagas algo inofensivo que provoque una res. Puesta hiriente por parte de él. Su respuesta sirve de estimulo para una respuesta defensiva por tu parte, que puede servir como estimulo para otro ataque de él, Una vez que seas consciente de lo que esta pasando, podrés identifi- ar temas familiares con normalidad. Por ejemplo: él ataca, tui defiendes. Fr culpa; td explicas, Tu lloras; l se marcha. Ta intentas hablar sobre algo que te estd preocupando; él cambia de tema y te critica por alguna otra cosa; acabas defendiéndote por el nuevo problema. De una u otra manera, interpretdis la misma «danza» verbal, psicol6gica, conductual con el otro una y otra vez, inconscientes de la corriente subyacente que impulsa estas conductas. ‘Tu pareja habla con autoridad y seguridad, pensando que tiene toda Ja raz6n, Bs tan convincente que puede que creas que lo que dice es ver- dad y que lo que hace, como pretende, lo hace de corazén por tu bien, Quiza utilice cualquier combinacién de conductas abusivas, tales como 34 Si tu pareja emplea palabras y con: zada, es probable que seas consciente . dificil de identifica ‘ener resultados demoledores para la psique. Aunque existe una fina linea ent separaremos con el propdsito de di de las que se abusa experimentan 2buso fluctiia y los abusadores util 10s diferentes. ¢ irracional, pueden re el abuso sutil y el descarado, los liscutirlos. La mayoria de las parejas ambos, puesto que la intensidad del lizan tcticas diferentes para momen- EL ABUSO SUTIL Expresiones desaprobadoras y acusstorias, tales como un restro exasperado 0 enfadado, lo cual niega tu pareja, con lo que implica que te imaginas las cosas, Tonos de voz desaprobadores, acusadores 0 sarcasticos, lo cual niega tu pareja, normalmente afirmando que has ofdo mal. Comentarios hirientes emitidos con una voz sincera y preocupad, Criticas sobre tu apariencia, las cosas que dices, ola manera en que las dices, que tu pareja argumenta que son por tu propio bien. Comentarios sobre que estés equivocada, eres estupida, descuida da, inepta o por otra parte corta o incapaz, que tu pareja niega haber querido insinuar o decir en absoluto. Juicios o incluso rechazo sobre la validez de tus ideas, percepciones © sentimientos. Tu pareja insiste en que conoce tus intenciones, pensamientos o sentimientos mejor que ti. Asegura que te conoce mejor de lo que te conoces a ti misma. Te desafia 0 emite observaciones condescendientes sobre tus opi- niones, creencias, elecciones, decisiones, metas, suefios, 0 logros. “Tu pareja siempre te exige pruebas antes de creer lo que dices, Insultos, comentarios despectivos, u observaciones sarcésticas, que pueden incluir réplicas dcidas o desaires hacia ti, tu familia 0 ami- £205, tu trabajo, o las cosas que te gusta hacer. Tu pareja te explica que no quiere insinuar nada sobre ti, no quiere decir lo que piensas que quiere decir, s6lo esta bromeando, te lo estas imaginando, o puede que niegue haber llegado a hacer en absoluto el comentario. Bromas que te rebajan y que tu pareja afirma que te las has tomado mal. Te acusa de ser demasiado sensible y de exaltarte en exceso. Comentarios repetidos de que algin otro, siempre —o nunca— hhace esto © aquello, queriendo insinuar que la otra persona es mejor que td, Cuando consigues algo especial, tu pareja no lo ve ‘como algo importante, Conducta insensible o hiriente cuando mente vulnerable y tu companero. td te sientes particular- on necesidad de la comprensién y el apoyo de Conducta insensible o hirtente que arruina tu humor cuando te Stentes feliz o excitada o cuando estas celebrando algo especial Kepetidas acusaciones de que prestas mis atencién a tus hijos, a otros miembros de la familia 0 a amigos que a el Ta pareja tambien te esté sometiendo a un abuso sutil st hace algo de lo siguiente; Altera tus palabras, distorsionando el significado de lo que dices. Dice lo que tiene que decir, que decis. después se niega a ofr lo que ti tengas Te ignora o no te responde cuando le haces una pregunta, Te paga con sllencios y rechaza que algo esté ocurriendo, Te oculta sus pensamientos y sentimientos, Con frecuencia no aparece en acontecimientos que son importan- ‘es para Ui, ega tarde, o no viste de la manera adecuada Espera o desea que estés en casa esperéndole incluso cuando no sabe 0 no dice cuando Hegara, * Rompe sus promesas y compromisos contigo: acepta hacer cosas pero no las hace, después afirma que se «Deja de armarla por todo.» «No hay nada de qué hablar.» Comentarios vejatorios «Te lo dije.» «Esa es tu opinion.» «No tienes ni la més ligera idea de lo que estas hablando.» «Sélo tu podias hacer eso.» «Eres demasiado sus- 38 ceptible» «No eres tan lista como te crees.» «No hables cuando no tie~ es nes nada que decir.» «No puedo creer que hayas hecho tal cosal» «{Quign te nombré gobernadora del universo?> ue a ELABUSO DESCARADO io 20 Incluso cuando la conducta hiriente es descarada y sabes que estas siendo atacada, puede que no la consideres abusiva. Te puede parecer como si tu pareja y ti simplemente os peleaseis mucho, 0 quiza te digas s. a ti misma que «él es como es», 0 que debido al estrés que padece tiene ne buenas razones para comportarse como lo hace. El abuso descarado i jincluye conductas como las siguientes: ‘¢ Se muestra hipersensible ante los acontecimientos diarios y te culpa ati por su irritabilidad, ira, o por las cosas que le ocurren cuando en realidad no tienes nada que ver con ellas. * Te humilla en ptiblico y en privado. Te habla como si fueras una nifia maleriada: «nunca eres capaz. de hacer algo bien?» «{Cusntas ‘veces te tengo que repetir Ja misma cosa?» «{Dénde vas? {Todavia no he acabado contigo!» = -) © Te grita, te insulta, te amenaza con dejarte, 0 te dice que te vayas. _) ‘* Utiliza observaciones criticas y de culpabilidad, como por ejemplo: «Me pone enfermo que analices (o argumentes) todo hasta la sacie- dad.» «Me ponen enfermo tus excusas.» «Me pone enfermo el soni- do de tu voz.» «Bs culpa tuya, Ti te lo has buscado.» «Si no fuera a por tu estupidez, esto nunca hubiera pasado.» © Te critica delante de vuestros hijos 0 se pone de su parte en una dis- puta, de este modo socava tu autoridad maternal, * Te acusa de flirtear con otros hombres 0 de tener aventuras ctian- do no es asi. Insiste en que te vistas de una forma no provocativa. 40 Se niega a salir contigo, a socializar con tus amigos, familia o cole- gas, 0 a permitir que vayan a tu casa. Te atormenta porque les ves © les llamas, 0 se muestra celoso del tiempo que pasas con ellos. Te aisla de las personas de tu vida que te apoyan. Se niega a compartir el dinero o a permitir que participes en la toma de decisiones concernientes con la economia familiar, Te quita el dinero que ganas, las tarjetas de crédito, o las laves de tu coche, Te prohibe salir de casa o te encierra fuera. Se niega a que trabajes o vayas a clases para prepararte para trabajar. Insiste en participar en tus decisiones personales. ‘Te hace mantenerte despierta 0 te despierta para abusar verbal- mente de ti. Se vaa dormir o hace ver que duerme para evitar escu- char Io que tengas que decir. Intenta practicar sexo contigo cuando estis durmiendo 0 exige sexo cuando te sientes cansada o estas enferma. Espera que practiquéis el sexo poco después de haber sido abusivo contigo. Se enfada y te culpa cuando ests atin demasiado alterada y herida para obedecer. Te confisca o destruye documentos personales, fotos, u otros arti- culos que necesitas 0 atesoras. Rompe, golpea, pega, 0 lanza objetos. Empufia armas de manera amenazadiora. Amenaza con maltratar a tus mascotas para herirte, o los maltrata de verdad. ‘Te amenaza con hacerte dafio a ti o a tu familia Algunas mujesal relacion y minim capaz de reconoces} conducta de tu pas conducta es peor. § hace ninguna dee res.» «Mi situacie§ ticularmente cierse§ descarado, puede mente violentas de § mas cosas. No caigas en ie das y aceptes lo vent manera efectiva Ahora vamos = 22 siva, Es una pe EL SINDROME DES En los inicios pre su «yo apradlil cuando ya esta Io forma hiriente. Ea ciente hacerlo © menudo el abuse , el yo encantador que tu «sabes con certeza» que es su yo real. (Cuantas veces has consumido tu energia con pensamientos de este tipo? EFECTOS EMOCIONALES Al haber ido soportando palabras y conductas hirientes con una frecuen- cia y una intensidad crecientes, es probable que tu suftimiento se haya ido acrecentando. Puede que te sientas como una fracasada en tu relacién y que hayas empezado a desagraclarte a ti misma més y mas. Puede que también te sientas de alguna o de todas las siguientes maneras: Ansiosa, tensa, temerosa, abrumada. Confiundida, desconectada, desorientada, sin equilibrio, descontrolada, Frustrada, impaciente, enfadada, resentida, Solitaria, aislada, vacia, desvalida, desesperanzada. Frégil, hipersensible, deprimida, Inadecuada, incompetente, insegura, culpable, avergonzada, Castigada, atrapada, agotada. Estos sentimientos erdnicos pueden causar efectos sobre tu mente y tu cuerpo, volviéndote vulnerable ante un amplio abanico de problemas fisicos y mentales. Cuanto més intensamente sientas estas emociones y cuanto més persistan, més probable sera que tu mente y tu cuerpo se des- moronen de alguna manera. EFECTOS MENTALES Y CONDUCTUALES Puede que hayas experimentado algunos de los siguientes cambios en tu estado mental y en tu habilidad para funcionar en la vida diaria: 46 Te sientes distraida, preocupada, y tienes problemas para concen- trarte. ‘Ta habilidad para percibir, pensar y razonar esta deteriorada, No confias en tu intuicién, juicio 0 percepciones tanto como soli- as hacer. Tienes dificultades para tomar decisiones. Eres compulsva y tienes pensamientos obsesivos sobre tu situacisn. Otvidas las cosas, extravias los objetos, o eres torpe y con tenden- cia a sufrir accidentes. Duermes en exceso, trabajas sin descanso, 0 te mantienes muy cacupada con el fin de escapar de tus pensamientos y sentimien- tos. Te sientes sexualmente desmotivada por tu pareja. Tienes una aventura 0 desarrollas una adiccion (por ejemplo a comida, el alcohol, las drogas, el sexo, el juego, las compras) En ocasiones tomas tranquilizantes 0 droges para animarte [A veces te sientes incompetente en el trabajo 0 en clase. Tienes problemas para controlar a tus hijos. Te conviertes en una extrafia para ti misma, una extrafia que no te gusta, Eres impaciente y critica, ruda e hiriente. Gritas a tus hijos ¥ cortas a los conductores lentos. Explotas cuando te das un golpe en el codo 0 te rompes una ua. Y un vaso de leche derramada te reduce a las lagrimas o te hace estallar en un frenest de chillidos. Haces y dices cosas que no puedes creer que hayas dicho 0 hecho, Puede que incluso te descubras a ti misma convirtiéndote en una abusadora manifiesta: sino para con tu pareja, si para con tus hijos uotros. Y es probable que te odies por ello. aT EFECTOS FISICOS Un estado prolongado de estrés emocional —especialmente si te sientes fuera de control, abrumada y desamparada— literalmente socava y des- troza tus nervios y tu sistema corporal. Si te hallas en el trastorno emo- ional crénico tipico de las personas que sufren abusos, corres el riesgo de padecer problemas fisicos. Esto puede incluir cualquier cosa desde comunes estados de molestia hasta enfermedades graves. {Por qué stuce- de esto? Porque la mente produce un efecto poderoso sobre la bioqui~ mica del cuerpo. Muiltiples investigaciones han demostrado que las emo- ciones negativas crénicas causan reacciones quimicas internas téxicas que pueden ser muy daftinas. El malestar puede adoptar la forma de nuevas enfermedades 0 de manifestaciones de las latentes existentes. Es proba: ble que también hayas desarrollado algunos de los siguientes problemas que experimentan comunmente las personas abusadas: + Dolor 0 una sensacién incémoda en el estémago, un nudo en Ia garganta, presin en el pecho, sensacién de que no puedes respirar. * Nerviosismo, debilidad interna, tensién muscular, dolor corporal, dolores de cabeza. Estado constante de expectacién. + Fatiga y agotamiento. Te sientes como si estuvieras «consumiday, hubieras sido . Intentas todo lo que se te ocurre para omplacer a tu pareja, para hacerle entender cémo te sientes y eémo per~ bes lo que est ocurriendo, y para detener su hiriente conducta. Pero cus esfuerzos se ven frustrados de manera sistematica. Es natural que esperes que vuestras diferencias puedan solucionarse de una manera razonable y tierna. Pero te frustras intentando resolver Jo 49 que percibes como conflictos mediante la utilizacién de métodos que s6lo pueden ser efectivos en relaciones normales y saludables, como por ‘ejemplo tratando de explicar tu punto de vista y de entender la visién de ‘tu pareja; intentando negociar, comprometerte, o adaptarte; consideran- do cual puede ser tu parte de culpa en el «problema» y comporténdote de manera més agradable; intenténdolo con més impetu, haciendo més; disculpandote y aceptando las excusas si es que las hay. Cuando ningu- no de estos métodos funciona, la frustracién te puede hacer intentar escribir el guidn de tu pareja, explicando lo que piensas que no entendi6 cuando trataste de explicérselo. ‘Tu recurso mas probable frente tales conductas es defenderte, expli- carte, disculparte, suplicar, chillar, exigir y amenazar. Desvias el centro de atencién de ti y lo diriges a tu compaiiero. Empiezas a observar, juzgat, dirigis, controlar, manipular, anticipar, adivinar, apaciguar, ayudar, acon- sejar, animar y elogiar haciendo todas y cada una de las cosas que crees que pueden enderezar la situaci6n y acabar con el trato hiriente que estas recibiendo. Puedes encoger tu rmundo para que se ajuste a él, reduciendo la cantidad de tiempo que pasas con otras personas y limitando las acti- vidades que él rechaza. Por desgracia estos métodos normalmente te per- Judican, situindote exactamente donde él te quiere: a la defensiva, Sélo incrementan el abuso e intensifican tu confusion y dolor. (© puede que continties viendo a la gente y participando en las acti- vidades que él rechaza, pero ocultas los hechos y mientes cuando es nece- sarfo para encubrir lo que estas haciendo, Esta solucién tampoco fun- clona, Incluso aunque no lo descubra, vivir una existencia secreta bajo el dominio de un déspota sdlo te afiade més sensacién de inutilidad, des- consideracién y falta de control. Puede que intentes convencer a tu pareja para que te acompafie a una terapia de pareja. Si es como muchos abusadores, se enfacaré por Ia suge- rencia y te dira que eres ti la que necesita terapia: no él. Puede que enton- ces se vuelva atin mds abusivo en un intento de aumentar el control que cree estar perdiendo. O, puede que acuda a terapia para apaciguarte 0 intentar controlar lo que dices o aprendes. Si va por estas razones, las pro- babilidades de que acabe con el abuso son muy pocas o ninguna. Si tu pareja acude a terapla porque desea cambiar su conducta y sal- var vuestra relaci6n, las posibilidades de que pueda detener el abuso algtin dfa mejorarén. Sin embargo, superar un modelo de abuso y con- 50 ic un cambio duradero requiere compromiso y tiempo. Por tanto ten Sdedo con las parejas que acuden a sesiones de terapia durante unas scas semanas 0 un par de meses y afirman estar «curados» de sus modos usivos para siempre. Puesto que el abuso fisico siempre comienza con el abuso verbal, J5es tomar en serio cualquier amenaza de peligro. Si no te sientes segu- =20 tienes miedo de lo que podria suceder, haz caso a tu instinto y con- gue ayuda, algjate de tu pareja, o preferiblemente ambas cosas. Si el 2buso verbal se incrementa y empieza a tirar objetos o a golpear el pufio contra una mesa o la pared, ten por seguro que ti seras la siguiente, En este caso, es importante dar de modo inmediato los pasos para proteger- de los posibles futuros ataques fisicas. Terapeutas del abuso, lineas de ayuda y agencias estén disponibles para ayudarte. Aunque te sientes trastornada en este momento por recordar los cam- bios que has visto en ti misma, es probable que experimentes un alivio al saber que no estés sola en la manera que has estado pensando, cre- yendo y actuando. Muchas personas que han sufrido 0 sufren abusos estén pasando por las mismas cosas que ti, En el siguiente capitulo vamos a responder las preguntas que probablemente te hayas formulado miles de veces. CAPITULO 4 éPor qué, : Por qué tiene que ser as Por qué actita tu parefa de la manera en que lo hace?:De quién es la culpa? 2Y por qué te herirfa a ti, de entre toda la gente? Las respuestas a estas pre- guntas te acercarén a Ja Iiberacién de tu dolor, confusion y temor. POR QUE ES ABUSIVA TU PAREJA? Aunque numerosos factores pueden contribuir a que las personas se con- Viertan en abusivas, existen dos que normalmente son la razén funda- mental de los demés. Primero, puede que tengan tendencias biol6gicas innatas para comportarse como lo hacen. Todos sabemos que las perso- nas nacemos diferentes. Evidencias cientificas han confirmado que todos hacemos con una combinacidn tinica de rasgos inherentes. Muchos se hacen aparentes en la infancia. Algunas personas abusivas, por ejemplo, pueden ser propensas de forma innata a mostrarse ansiosas, hipersensi- bles 0 agresivas. Después las experiencias de su vida pueden conseguir que estas tendencias innatas se hagan mas pronunciadas. Las pautas de conducta como la agresividad y la sumisién son en ocasiones obvias. Un nifio pequehio que empuja a los otros nifios puede convertirse en un nifio que intimida, y después en un adulto que abusa. Un nifio callado, sensible e inseguro quiz se convierta en un adulto dubitativo convir- ndose en el blanco perfecto para el abuso. La segunda razén por la que algunas personas se vuelven abusadoras es Porque poseen una profunda reserva de fuertes sentimientos negativos dolorosos —vergienza, dolor, miedo e ira— provocados por experiencias de la infancia y necesidades infantiles no satisfechas. Sus entornos familia- res infantiles puede que hayan variado, desde ser de alguna manera estric~ tos a abiertamente abusivos. Quiz fueron maltratados o supercontrolados or los padlres u otros adultos, o pueden haber sentido que lo eran. Si se les crié en el abuso, se les ensefié que no eran validos y que no ‘std bien sentir lo que sienten. Y es probable que fueran testigos de cémo ‘una figura paterna abusaba de manera regular de la otra. Si su madre abusaba de ellos o no se protegia a si misma o a ellos del abuso patemno, no es extrafio que hayan aprendido a ver a las mujeres como seres débi- Ies 0 controladores, 0 ambas cosas, y a odiarlas por ello, Con frecuencia, bajo estas circunstancizs, Jos nifios desarrollan una visin distorsionada de cémo funcionan las relaciones, cémo satisfacer las necesidades, y cémo hacer frente a las emociones. Se sienten confundidos por lo que respecta a la masculinidad, las mujeres, el amor, las relaciones, y el poder personal. Aprenden a eyujparar e) amar con el dolor y de muascediaictact con la dominacién sobre los demas y aprenden a desconfiar. Mientras estos nifio crecen, si se van metiendo mas y mas fuertes sen- timientos negativos en la‘protuberante reserva de resentimiento y dolor, la presién se va constituyendo de modo muy parecido ala de un volcén. En parejas explosivas, las erupciones se producen como medio de aliviar Ja presién interna creada por las poderosas emociones reprimidas. Los abusadlores sutiles alivian la presién de manera més lenta, descargandola tun poco en cada ocasién, de forma muy parecida a una tetera humean- te. Ambas clases de abusadores expresan su rabia contenida haciendo lo que son propensos a hacer y lo que han aprendido a hacer mediante el ejemplo y la experiencia. Y el legado sigue y sigue avanzando. Algo crucial es darse cuenta que aunque el detonador de los estallidos de tu pareja abusiva puede parecer externo, realmente es interno. Utiliza lo que dices 0 haces como excusa para descargar su ira acumulada. Cuando esté preparado para descargarse, no importa si estés haciendo o diciendo algo censurable, encontraré algo para abusar de ti de todas maneras. Puesto que nadie es perfecto, tu pareja tendré de manera ocasional razones para enfadarse contigo. Pero incluso entonces, cuando se excite y se comporte de manera hiriente, no lo estaré haciendo a causa de tus 54 cualquier otra om ta abusadora es clones son tan Sam Tu pareja pana control cuando = poderoso ahor= asi. Puede estar Sm de control «esa esté intentando a tando de conse entonces, pero que Por desgracia. = sistema nunca le Ss tacion, aproba siente fo suficieamam real. Nada I fuera de cont ior. Piensa que lll poder sobre las Gem an poder y conti Necesidades = tesca reserva de dali rancia a Ja frustaal Uevos estreses. Sam lidades para sobeail infeliz en el treba mismo por haber a decepciones 0 pram hombre o que um a ponerse bien. Sabrés que la tinica manera de que cambie seré escogiendo cambiarse a si mismo. Cuando dejes de intentar arreglarlo, habrés dado otro gran paso hacia la liberacién. gPOR QUE TU? Si el abuso de tu pareja es el resultado de su propia naturaleza y de sus propios asuntos y tt no eres la causa, entonces por qué te escogid a ti? daquélla a la que se supone que ama més? Quizé haya desarrollado un concepto distorsionado de lo que una relacién amorosa deberfa ser, en especial si crecio en un hogar abusivo o en una cultura que acepta tratar a Jas mujeres como una propiedad. Quizé cree que ser tu pareja Ie auto- riza para tratarte de cualquier manera que le vaya bien; que tiene el dere- cho de ser tu dueiio, tu maestro, tu guardian, tu juez, tu jurado y tu car- celero. Esto puede servir para vuestros hijos, también. O pudiera ser que fueses el objetivo de su ira porque ocupas un papel similar al de su madre © al de otras mujeres que puede que haya amado en el pasado que le decepcionaron, hirieron 0 abandonaron. Cuando reacciona con ira ante ti, puede que en realidad esté proyectando su antigua ira hacia ellas. Podemos seguir y seguir conjeturando razones por las que tti eres aquélla de la que abusa, pero existen dos bésicas. Primero, elegiste estar con él. Puedes decir que no supiste que tu compafiero era «asi» hasta que estuviste realmente comprometida con él, Quizé no eras consciente de Jos signos conductuales que habia. O quiza viste algunos signos pero pensaste que no eran importantes. Q quizé te atrajeron su encantadora © masculina personalidad de 0 «Sdlo te estoy diciendo esto porque te quiero muchisimo»? Esta iese de afirmaciones, y la intensidad que hay detras de ellas, envian men- sejes muy confusos. Justifican la expresion de la ira y Ja infliccion de dolor nombre del amor. No es sorprendente que las parejas abusadas a menu- do confundan la poderosa conexi6n entre ellos mismos y sus parejas como amor, cuando, de hecho, normalmente se trata de algo bastante diferente. Puesto que tu pareja y tu estais henchidos de horrorosas necesidades adquiridas en vuestro pasado y puesto que ambos aprendisteis a asociar amor con a iray el dolor, estos sentimientos se entremezclan hasta que no podéis diferenciar el uno del otro. Equiparas la intensidad del senti- miento con el amor: incluso cuando el sentimiento es dolor. Una de las distinciones més basicas entre relaciones abusivas y no- abusivas es que las saludables relaciones no-abusivas se llenan de amor, no de ira, Las relaciones abusivas, por otra parte, se nutren de ira, no de amor. {Sabes distinguir si tu relaci6n esta basada en el amor o en Ia ira? a diferencia entre una relacion en la que reina el amor y una en la que 1o hace la ira esta explicada con claridad en mi (M.G.P) libro La prince- sa que creia en los cuentos de hades. En el siguiente extracto, el sabio bho que toca el banjo, adalid de la princesa, Henry Herbert Hoot, DrC. Doctor del Corazén), Ie explica lo que es el verdadero amor: 63 verdadero amor significa libertad y crecimiento en lugar de Posesion y limitaciones. Significa paz en lugar de confusién, y seguri- dad en lugar de temor, —Ie explicé Doc, empezando a hablar cada vez ‘mis répldo—. Significa comprensién, lealtad, aliento, compromiso, uni6n, y.. ah, ésta es una parte espectalmente importante para ti, Princesa: respeto. Porque cuando alguien no es tratado con respeto, cas siempre hay dolor; un dolor intenso, perturbador, destructivo, inquie- tante que nunca forma parte de la belleza que es el verdadero amor, La princesa replies, —Ahora lo sé muy bien, todo eso. Y tambien sé que era mi obligecion no aceptar nada menos que respeta, pero sequ- Famente incluso el verdadero amor debe pasar por momentos dificil. Quiero decir que a veces la gente se enfada y dice cosas. —St, pero uno puede estar enfadado por algo que otra persona dice © hace sin menospreciar 0 maltratar a la persons que lo dijo o hizo, El amor verdadero significa avenirse a discrepar como amigos © compa- fieros, en lugar de como adversarios o competidores, porque el verda- ddero amor no trata de luchar 0 vencer. —Su voz se hizo més ata y pro funda, y se irguié, eon et pecho hinchado como el de un pavo real— Y nunca es degradante, nunca es cruel, nunca es agresivo, nunca es vio Jento. Hace de un hogar un castillo, nunca una prisién, QUE TE DICEN ESTAS PRUEBAS SOBRE TU RELACION? Las experiencias diarias te proveen de una intuicion valiosa sobre como te sientes de verdad con respecto a varios aspectos de tu vida. Es impor- tante prestar atencién a estos sentimientos y aprender de ellos. Los son- LUmlentos son sefiales que quieren alertarte de que algo esta o no esté fun- clonando en tu beneficio, Varias situaclones pueden sacar a colacién sen- timientos que dicen mucho sobre lo que esta ocurriendo en tu relacion. He aqui tes interesantes situaciones que puedes encontrar titles LA PRUEBA DE LA BODA, Los mismos sentimientos expresados por Doc sobre el amor verdadero son expresacios con frecuencia en las ceremonias nupciales. Quiza hayas 64 jo por la experiencia de presenciar la boda de alguien o de mirar una da en el cine o por la television, luchando por refrenar las lagrimas al har eémo eran dichas las promesas de matrimonio de que deberian e, respetarse, y ser fieles el uno al otro, y que deberian ser la fuen- incipal de fuerza del otro. Que su hogar deberfa ser un santuario del mundo. un refugio, un lugar de serenidad y renovacin. {Sentiste que la za y el dolor te inundaban mientras recordabas los suefios que una 2 tuviste de cuidar a tu amado, y de ser cuidada? {Te parecio que todo habias deseado simplemente se habia desvanecido? A PRUEBA DE LA TARIETA DE FELICITACION mo te sit ‘Valentin para tu pareja? {Has leido alguna vez tarjeta tras tarjeta que a las gracias por ser adorable, ser maravilloso, ser la luz de tu vida: iejar cada una con un dolor en tu corazén que iba creciendo y cre- sndo? {Se te encogis el corazén y brotaron Idgrimas de tus ojos al darte enta de que la nica tarjeta que le podrias ofrecer con honestidad a tu ja no dirfa ninguna de estas cosas carifiosas? JAcabaste deJando la senda con el coraz6n roto y las manos vacias? ites al elegir una tarjeta de cumpleatios, de aniversario o de LA PRUEBA DE «NUESTRA CANCION» Cuando oyes «nuestra cancion» te sientes igual de alegre que una vez te sentiste? {O te sientes deprimida y te preguntas qué es lo que no ha fun- sonado? Cuando escuchas canciones sobre el amor perdido {te hacen tir ganas lorar? {Las canciones que hablan de la devocién amorosa te provocan dolor por dentro porque es lo que esperaste tener, pero no tie- es? {Has desconectado la radio deseando evitar el dolor? {Y, de todas maneras, seguiste sintiendo un gran dolor en el coraz6n? La prueba de la boda, la prueba de la tarjeta de felicitacisn, y la prue- ba de «nuestra cancién», aunque pueda parecer sorprendente, son méto- dos veraces para descubrir tus verdaderos sentimientos sobre tu pareja y ‘tu relacién. (Se desarrollan desde las experiencias comunes de ocho 65 ‘mujeres que eran miembros del «Club Felices-por-siempre-jamés» origi- nal: un extraordinario grupo de terapia en el cual yo [M.G.P] participé.) ‘He aqui una afirmacién que aclarara mejor lo que es tu relacion y lo que no es. Utilizala como criterio para evaluar las relaciones de tu vida. que te transmites a ti misma que son la raiz de tu afliccién. Més que la mayoria del resto de las escuelas de terapia, Ia TREC incorpora una amplia variedad de técnicas. Te anima a utilizar variados ‘miétodos fisicos —como por ejemplo téenicas de relajacién, ejercicios de yoga, y terapia de movimiento— para ayudarte a que te sientas mejor mientras ests aprendiendo y utilizando las muchas técnicas TREC cog- nitivas (pensamiento), emotivas (emocional) y conductuales. La TREC puede ayudarte a reconstruirte emocional y psicol6gica- mente lo suficientemente fuerte como para soportar los rigores del abuso, ‘con su insidioso astillamiento de tu capacidad, tu sensacién de yo, tu autovaloracién, y tu bienestar emocional y psicol6gico. Puede reducir ‘enormemente la intensidad de tus sentimientos negativos. Puede ayudar a que dejes de cooperar en el abuso de tu pareja y a que te niegues a acep- tarlo abusando de ti misma, Te puede preparar para que te enfrentes a tu pareja de una manera que pueda funcionar. Puede ayudarte a vencer los 89 temores que te mantienen atrapada, y si te marchas, te puede ayudar a evitar que caigas en otra relacién abusiva. Tanto si contintias como si abandonas, la TREC puede ayudarte a curar tu dolor y suministrarte la base de una vida més feliz, més saludable y més completa, En el capitulo siguiente aprenderés cémo utilizar la TREC para redu- cir muchisimo tu dolor emocional y movilizar tu innato poder para determinar el nivel de tu propia felicidad y paz mental. RESUMEN DE LAS CINCO PRIMERAS VERDADES BASICAS TREC QUE CAMBIAN LA VIDA + Tia, y s6lo ti, creas tus sentimientos ‘Tu perspectiva de una persona, una situacién 0 un acontecimiento determina tu realidad sobre ellos. + Las personas, las situaciones y los acontecimientos no te perturban. Es tu interpretacién de los mismos y lo que te dices sobre ellos Io que te hace sentirte perturbada. * El pensamiento produce sentimientos, los cuales generan una con- ducta, + La perspectiva de ti misma, de los demés, y de todas las cosas que te ocurren se filtra a través de la pantalla de tus creencias. 90 CAPITULO 7 Cémo funciona el secreto. El ABC para ser racional en una relacién irracional Algunas personas viven con parejas que les humillan con el mas vil de los lenguajes, pero admiten que estas parejas tienen sus propias perturba- ciones. Pasan por alto la mayoria de las palabras de su abusador, se sien- ten disgustadas, y son capaces de seguir con sus cosas con una relativa y escasa dificultad. Otras personas son levemente criticadas por sus parejas yy se lo toman tan en serio que viven en una constante agonfa. Esto mues- tra que no es tanto «qué te dice tu pareja» lo que realmente te perturba, sino «cémo lo escuchas y te lo tomas». El sigue siendo responsable de sus crueles palabras y de su deplorable conducta, pero ta eres en gran parte responsable de exaltarte por ellas Penny era una cliente de la TREC que estaba harta de sentirse des- graciada cada vez. que su esposo, Jack, la criticaba. Sabia que siempre habia sido susceptible, pero no sabia qué hacer. En la terapia se dio cuen- ta de que cuando Jack la criticaba se sentfa igual que la niftita vulnerable que habia sido arhos atrés cuando su madre y su padre la criticaban y ella habfa creido cada palabra Empezé a escuchar qué se estaba diciendo mientras Jack abusaba de ella. Se sorprendié al oir que de su boca de adulta salia la misma voz de niftita que habfa empleado tiempo atrés: «pero es que no To entien- des. Por favor, esctichame...» Fue una revelacién el comprender que cuando Jack estaba irritado con ella, ella habia estado reaccionando igual que si tanto él como sus padres estuvieran enfadados al mismo tiempo. a1 Por tanto habia cuatro personas que no crefan que ella fuese lo suficien- temente buena: su madre, su padre, su esposo jy ella misma! Cuando Penny averigué que sus antiguas creencias irracionales todavia se estaban agitando en su mente y que se habfan unido a sus nuevas irracionales cre encias y pensamientos, y que todas estaban hablando a la vez, entendis porqué se habia sentido tan perturbada. Sus sentimientos de nifiita la habjan seguido hasta la edad adulta, Pero ya no era una nifiita y ya no tenia que seguir creyendo lo que sus padres “9 su marido— decfan sobre ella. Tampoco tenia que seguir creyendo las cosas malas que se decfa sobre si misma. Armada con esta informacién y con el conocimiento de que el maltrato al que Jack la sometfa, no era provocado por quién era ella © qué decia 0 hacia, sino por dolor antiguo, Penny adopts una nueva perspectiva de Io que le estaba sucediendo. ‘A continuaciGn, necesitaba una manera de actuar segtin todo lo que habia aprendido. El] ABC de las Emociones la puso en la direccion correc tay le mostré que podiasilenciar su insano e irracional parloteo mental si lo remplazaba por pensamientos racionales saludables que harian que se sintiese mejor. Encontraba dificil creer que tras afios de ser herida con facilidad y de pensar que no habia nada que pudiera hacer, habia encon- trado la respuesta. También ti puedes aprender cémo sentirte mejor ‘mediante el aprendizaje del ABC de las Emociones, y cambiando tus cre- enclas y pensamientos irracionales siguiendo la TREC. ES TAN FACIL COMO EL ABC En la TREC, a cada uno de los pasos que conduce a una reaecién emo- cional se le asigna una letra descriptiva del alfabeto. Se le denomina el 'ABC de las Emociones 0 el ABC de la TREC. Se trata del fundamento de la TREC. Ahora vamos a retomar lo que ya has aprendido y a tradu- cirlo a la terminologia de la TREC. ‘Algo sucede. Tu pareja te critica, por ejemplo. Ti reaccionas. Te pones a la defensiva o te enfadas, te sientes herida o culpable, Puede que pparezca como si la critica provocase tus sentimientos. Sin embargo, como has aprendido, el ser criticada no es la causa. Tu actitud o creencia sobre ser criticada y las cosas resultantes que te dices a ti misma son lo que ha causado que te sientas molesta. 92 Como pu que deters misma sobs dirés a ti ducta serén jentos ir s emoci diciales. las creencias icra as mas de vierte en ello He aut ux N dete Bo gee Se

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