You are on page 1of 20
7 Serie popular Era (@) Escaheado con Camscanner Primera edicién en francés: 1964 Titulo original: Introduction 4 la théorie économique marxiste © 1972, Etudes et Documentation Internationales, Paris Primera edicién en Serie popular Era: 1973 Segunda edicién: 1974 Traduccién: Daniel Wagner Derechos reservados en lengua espafiola 1973, Ediciones Era, S. A. Avena 102, México 13, D. F. Impreso y hecho en México / Printed and Made in Mexico Escaneado con Lamscanner 1. LATEORIA DEL VALOR Y DE LA PLUSVALIA Todos los progresos de la civilizacion estin determi- nados, en ultimo andlisis, por el aumento de la productividad del trabajo. Mientras la produccién de un grupo humano es apenas suficiente para mantener en vida a los productores, mientras esa produccién necesaria no deja ningtin excedente, es imposible la divisi6n del trabajo, la aparicién de artesanos, de artistas 0 de sabios. Con mayor raz6n, es también imposible desarrollar las técni- cas que requieren esas especializaciones. El producto social excedente En tanto que la productividad del trabajo es tan baja que el producto del trabajo de un hom- bre s6lo alcanza a cubrir su. propia manutencion, no se registra tampoco una divisién social, no hay diferenciaci6n en el interior de la sociedad. En tal caso, todos los hombres son productores, todos se encuentran en el mismo nivel de indigencia. Todo incremento de la productividad del tra- bajo, por encima de ese bajisimo nivel, crea la posibilidad de un pequefio excedente, y desde el momento que hay un exceso de produccién, des- de el momento que un hombre produce mas de lo necesario para su propio mantenimiento, puede aparecer la posibilidad de lucha por el reparto de ese exceso de produccién. +A partir de este momento, la totalidad del tra- bajo de una colectividad no estd destinada exclu- 9 Escaneado con Lamscanner sivamente a la manutencion de los productores, Con una parte de ese trabajo es posible liberar ay un sector de la sociedad de la necesidad de traba- jar para subsistir. 7 Cuando esa posibilidad se hace real, una parte de la sociedad puede constituirse en clase dominante caracterizindose especialmente por el hecho de que se ha emancipado de la necesidad de trabajar para atender a su propia manutenci6n. ‘A partir de entonces, el trabajo de los produc- tores se descompone en dos partes. Una parte de ese trabajo sigue efectudndose para proveer a la subsistencia de los productores; la lamamos tra- bajo necesario. Otra parte de ese trabajo sirve al mantenimiento de la clase dominante; la denomi- namos trabajo excedente. : Tomemos un ejemplo claro, el de la esclavitud en las plantaciones, tanto en el caso de ciertas regiones y ciertas épocas del Imperio romano cuanto en el de las gtandes plantaciones de las Indias occidentales 0 de las islas africanas portu- guesas, a partir del: siglo XVII. En general, en todas las regiones tropicales el amo ni siquiera le ofrece al esclavo la alimentaci6n; éste debe obte- nerla por su cuenta trabajando, los domingos, un Pequefio terreno cuya produccién le estd reser vada para alimentarse. Seis dias por semana el esclavo trabaja en la plantacién; ese trabajo, oe peodctos no le pertenecen, rinde entonces waa trodueto social excedente que los esclavos ibandonan en cuanto Jo han producido, pues per eo Nanette sus amos. : te dias, se ieee que en este caso es de sie~ pone por tanto en dos partes: el 10 trabajo de un dfa, ef domingo, es trabajo nece- sario, es un trabajo con el cual el esclavo crea los productos necesarios para su mantenimiento, para que él y su familia puedan subsistir; el trabajo de los otros seis dfas es trabajo excedente, es un tra- bajo cuyos productos pertenecen exclusivamente a los amos y sirven para mantenerlos, para aten- der a su sustento y también para enriquecerlos. ‘Otro ejemplo es el de los grandes dominios de la alta Edad Media. Las tierras de estos dominios se dividen en tres partes: las tierras comunales, que siguen siendo propiedad colectiva, es decir los bosques, prados, pantanos, etcétera; las tierras que el siefvo trabaja para atender a su subsisten- cia y a la de su familia; y finalmente las tierras que aquél trabaja para mantener al sefior feudal. | in general, la semana de trabajo es aqui de seis | dias, y no de siete, Se divide en dos partes igua | jes: tres dfas por semana el siervo trabaja la tierra quyos productos le pertenecerdn, y tres dias tra- baja, sin recibir ninguna remuneracién, la tierra del seflor feudal; proporciona trabajo gratuito para la clase dominante. Podemos designar con términos distintos a los productos de estas dos clases muy diferentes de Trabajo. Cuando el productor se dedica al trabajo necesario, produce. el producto necgsario. Cuando _tealiza taibajo excedente, produce el producto social excedente. | “EL producto social excedent | quella parte de la produccidp, realizada por la Glige de los productores, pero de la que se apro~ pia la clase dominante bajo cualquier forma que Fea, ya bajo la forma de productos naturales, © de \ i ees por tanto Escaneaago con vamScanner mercancfas destinadas a la venta, 0 de dinero. La plusvalia no es otra cosa que la forma mo- netaria del producto social excedente. Cuando la clase dominante se apropia de la parte de la pro- duccién social que hemos denominado “producto excedente” exclusivamente en forma de dinero, no se habla ya de “producto excedente”, sino.de “plusvalia”. - a Esta no es mds que una primera aproximaci6n a la definicion de la plusvalfa que daremos luego. {ual es el origen del producto social exce- dente? Este aparece como resultado de la/apro- ‘piaci6n gratuita que no es acompafiada por ninguna contraparte en valor— @e| una par. uando el esclavo trabaja dos dias por semana en la plantacién del amo y éste acapara todo el producto de ese trabajo sin dar en cambio ninguna remuneracién, el origen de ese producto social excedente es el trabajo gratuito, el trabajo no remunerado que efectia el esclavo en beneficio de su amo. Cuando el siervo trabaja tres dfas por semana la tierra del sefior, el origen de esa renta, de ese producto social excedente, es también el trabajo no remunerado, el trabajo gratuito que proporciona el siervo. | Veremos a continuacién que el-origen de la plusvalia capitalista, es decir, de los ingresos de la clase burguesa en la-sociedad’ capitalista, es exac- tamente.el mismo: es el trabajo —no remunerado, el trabajo gratuito, el. trabajo proporcionado sin recibiren cambio otro valor— del proletario, del asalariado. 12 Mercancias, valor de uso y valor de cambio Tenemos ya algunas. definiciones bisicas, que son los instrumentos con los cuales trabajaremos en las tres exposiciones de este texto. Hay que agregar algunas otras. i Normalmente, todo producto del trabajo huma- no debe tener alguna utilidad, debe poder satisfa- cer una necesidad humana. Se dir entonces que todo producto del trabajo humano posee un. valor de_uso. Utilizaremos este término de dos maneras distintas. Hablaremos del valor de uso de una mercancfa; hablaremos también de valores de uso, diremos por ejemplo que en tal 0 cual sociedad no se produce mas que valores de uso, es decir, productos destinados al consumo directo de quie- nes se los apropian (productores o clases dirigen- tes). Pero ademas de ese valor de uso, el producto del trabajo humano puede tener otro valor, un valor de cambio. Se puede producir también, no para el consumo inmediato de, los productos 0 de las clases dominantes, sino para cambiarlo en el mercado, para venderlo. La mayorfa de los pro- ductos destinados a la venta no constituye ya una produccién de simples valores de uso, sino una produccién de mercancias. En consecuencia, una mercancfa es un produc- to que no ha sido creado con el fin de consu- mirlo directamente, sino con el de cambiarlo en el mercado. Por tanto, toda mercancta debe tener ala vez un valor de uso y un valor de cambio. Tiene que tener un valor de uso, pues si no lo tuviera nadie la comprarfa, dado que no se com- 3 Escaneaago con vamScanner fa. si con el fin de consu- pra una mercancia si no ~“ wtisfacer con eS irla en tiltima instancia, de see 4 Si una mercancfa no alguna necesidad. Si Me At ore item valor de uso para nadie es invendi- ose ningun ¥: uso. pare i Bie, se ta habré producido imitilmente, y no tiene ningin valor de cambio precisimente porque care- todo valor de uso. : cee rons odo producto que tiene un valor de uso tiene también un valor de cambio. Lo que le da un valor de cambio, ante todo, es el haber sido producido en una sociedad fundada sobre el cambio, en una sociedad donde el cambio es una prictica comin. jExisten sociedades donde los productos no tienen valor de cambio? En la base del valor de cambio, y con mayor razon del comercio y del mercedo, se encuentra un determinado grado de division del trabajo. Para que los productos no sean inmediatamente consumidos por sus produc- tores, es necesario que no produzcan todos la i Si en una colectividad determinada ion del trabajo.o ésta es s6lo rudi- mentaria, es obvio que no hay razones para que aparezca el cambio.)Normalmente, un productor de trigo no tiene nada que cambiar con otro pro- ductor de trigo. Pero a partir del momento en que se da una division del trabajo, en que hay contactos entre grupos sociales que producen pro- ductos que difieren en su valor de uso, puede establecerse el cambio primero de modo’ ocasio- ‘l, Iuego de modo generalizado~ Entonces co- mienzan a aparecer gradualmente, al lado de los Productos destinados a ser direct sildod ‘por ea ser directamente consu- $ productores, otros productos que 4 son creados con el fi in de cambiarlos, las mercan- et En la sociedad capitalista la produccién mer- cantil, la produccién de valores de cambio ha Hegado a su maxima amplitud. Es la primera so- ciedad en la historia humana en la que la mayor parte de la produccién estd constituida por mer- cancfas; Sin embargo, no se puede decir que en esta sociedad toda la produccién sea produccién de mercancfas. Hay dos categorias de productos que siguen siendo simples valores de uso. En primer lugar, esta todo aquello que produ- cen los campesinos para su propio consumo, todo lo que es consumido directamente en las granjas donde se lo produce. Esta produccién campesina para el autoabastecimiento la reencontramos hasta en los patses capitalistas mas avanzados como los Estados Unidos, pero en ellos constituye s6lo una pequefia parte de la produccién agricola total. Cuanto mas atrasada est4 la agricultura de un pais, mayor es la proporcion de la produccién agricola destinada al consumo directo de los cam- pesinos, cosa que ocasiona grandes dificultades cuando se intenta calcular de manera precisa el ingreso nacional de estos pafses. Una segunda categoria de productos que en la sociedad capitalista siguen siendo simples valores de uso y no mercancias, es la que comprende ~ Aun- que requiera mucho trabajo humano, esta pioduc- cién doméstica es una a ;. Cuando se prepara la ‘Sopa, cuando ee cose botones, prod, Peo no para el mercado. 15 Escaneago con vamScanner La aparicién de la produccion ae mesanc(as, seguida de su regularizaciony gener zack n, transform6 radicalmente 1a manera de tra aja de Jos hombres y st manera de organizar la sociedad, La teoria marxista de la enajenacion Ustedes ya han ofdo hablar de la teorfa marxis- ta de la enajenacion. La aparici6n, la regulariza. cién y la generalizacion de la produccién mercan- til estan estrechamente asociadas a la difusion de este fenémeno de la enajenacion. No podemos ahora extendernos sobre este aspecto de la cuestién. Pero es muy importante la comprension de este hecho, pues la sociedad mer- cantil no se limita a la época del capitalismo. Ella abarca también la pequefia produccion mercantil, de la que hablaremos luego. Y hay también una sociedad mercantil poscapitalista, la sociedad de transicion entre el capitalismo y el socialismo, la sociedad soviética de hoy, una sociedad que ain esta fundada en gran medida en la produccién de valores de cambio. Cuando se comprende algunas caracteristicas fundamentales de la sociedad mer- cantil, se comprende por qué no es posible su- perar ciertos fendmenos de enajenacién en la épo- ca de transicién entre el capitalismo y el socia- lismo, por ejemplo en la sociedad soviética actual. Pero este fendmeno de la enajenacion no existe —por Id menos bajo esta forma— en una sociedad due no conoce la produccién de mercanctfas, en la aie ay una unidad elemental tanto en Ja vida ind “ual euanto en la actividad social. El hom- + ¥ en general no trabaja solo, sino eM 16 un grupo con una estructura nica. Su trabajo consiste en directa de la materia prima. actividad del trabajo, la activi cién, la actividad del consut entre el individuo y la socied: un determinado equilibrio nente. Sin duda, no hay por qué idealizar la sociedad primitiva, que esta sujeta a presiones y a catéstro- fes periddicas debido a su extrema pobreza. Ese equilibrio corre el riesgo de quedar destruido en cualquier momento, por la escasez, por la miseria, Por catdstrofes naturales, etcétera. Pero entre dos catastrofes —sobre todo a partir de un cierto grado de desarrollo de la agricultura y de algunas condiciones climéticas favorables— se goza de cierta unidad, de cierta armonfa, de cierto equili- brio, practicamente entre todas las actividades hu- manas. En la sociedad primitiva no se presentan conse- cuencias desastrosas de la division del trabajo, como la completa separacién entre todo lo que sea actividad estética, impulso artistico, ambicién creadora, y las actividades productivas, puramente mecdnicas y repetitivas. Por el contrario, la ma- yorfa de las artes como Ja musica, la escultura, la pintura y la danza, estaban vinculadas originaria- mente a la produccién, al trabajo. El deseo de dar una forma agradable, bella, a los productos que se consumfan individualmente, en la familia o en los grupos de parentesco mas amplio, se integraban de modo normal, arménica y orgénicamente al trabajo de todos los dias: més 0 menos orgé- la transformacién Vale decir que ta idad de la produc- mo y las relaciones ad, estén sometidas a més 0 menos perma- 7 Escaneago con vamScanner No se consideraba al trabajo como una obliga. oh for, cién impuesta desde el exterior, porque esa actividad era mucho menos forzada, paicho menos agotadora que el trabajo en la so. ciedad capitalista a - en mayor grado a los ritmos propios del organis. mo humano y a los ritmos de la naturaleza. Era raro que las jornadas de trabajo fueran mds de 150 0 200 por afto, mientras que en la sociedad capitalista su mimero se aproxima peligrosamente ‘a las 300, y a veces lo supera, Luego, porque se mantenia esa unidad entre el productor, el pro- ducto y su consumo, porque el productor produ- cia en general para abastecerse 0’ para abastecer a sus familiares, de modo que el trabajo conservaba un aspecto directamente funcional. La enajena- cién moderna deriva sobre todo de la separacion del productor y su producto, que es el resultado de la division del trabajo y de la produccién de mercancias, es decir, del trabajo para el mercado, para consumidores desconocidos y no para el con- sumo del productor. en primer lugar , ctual, porque estaba sometida | El reverso de la medalla es que en el pasado | una sociedad que sélo producfa valores de uso, que s6lo producfa bienes para el consumo inme- diato de sus productores, fue siempre una socie- dad extremadamente pobre. Era entonces una sociedad que no s6lo estaba sometida a los azares de Ja naturaleza, sino que adems limitaba en gra- do extremo las necesidades humanas, por |a misma raz6n de que era pobre y no disponfa mids que de una limitada gama de productos. Las nece- sidades humanas son innatas solo muy parcial- mente. Hay una interaccién constante entre pr 18 duccién y necesidades, a Productoras y ect lo en una sociedad que desa sumo el rendimiento del trabajo, die chine aa gama infinita de productos, el hombre puede co. nocer un desarrollo igualmente continuo de sus necesidades, un desarrollo de sus infinitas poten. cialidades, un desarrollo integral de su huma- nidad. entre desarrollo de la u is losion de las necesidades. La ley del valor Una de las consecuencias de la aparicion y la generalizacién progresivas de la produccién de mercancfas, es que el mismo trabajo comienza a regularizarse, a dosificarse; es decir, que el trabajo Hasta el siglo XIX, y quizds atin hasta el XX, en ciertas regiones de Europa occidental los cam- pesinos no trabajaban de manera regular, no tra- bajaban con 1a misma intensidad todos los meses del afio. En algunos momentos del tiempo de traba- jo sus esfuerzos eran particularmente intensos, pero habfa también pausas notables en su actividad, especialmente durante el invierno. Cuando se des- artollé la sociedad capitalista, encontro en el sec- tor atrasado de la agricultura en la mayoria ae 7 capitalistas, una muy importante reserva, eae Ge obra que iba a trabajar a las fabricas durante 4 0 6 meses por afio, y que podia . cerlo ganando salarios mucho mis bajos, ¥4 OTe Ja agricultura, que ain se explotaba, su 19 Escaneaago con vamScanner parte de las necesidades:campesinas. “Cuando pasamos a explotaciones agricolas mucho mas desarrolladas, mis présperas, como las granjas que rodean a las grandes iudades, granjas gue, en el fondo, estén en vias de industrializarse, comprobamos que en ellas el trabajo es mucho mais regular, que se trabaja mucho mds intensa- mente a lo largo de todo el aio, y que poco a poco se eliminan los momentos de inactividad. Esto es algo que no se aplica solamente a nuestra época, sino también a la Edad Media, digamos, a partir del siglo XII: a medida que nos acercamos it . es decir, a los mercados, el trabajo se hace cada vez ma mas 0 permanente, asemejandose al trabajo que se efec- tia dentro de una empresa industrial. En otros términos: @lantoumastsergeneraliza la = ° orno te avanzada, en una comuna al comienzo del des- arrollo comercial y artesanal de la Edad Media; si se examinan colectividades en civilizaciones como la bizantina, la drabe, la hinda, la china y la japo- nesa, nos llama la atencién la gran integracion existente entre la agricultura y diversas técnicas artesanales y la regularidad del trabajo tanto rural como urbano, por lo cual tanto la contabilidad fundada en el trabajo cuanto la contabilidad en horas de trabajo, se convierten en el motor que da 1a pauta de todas las actividades y de la mism? 20 estructura de esas col dedicado a la ley 4 lectividades. En el capitulo valor de mi Tratado de eco- bajando la tierra para aten n. Alf aplicaba esta po que @ para fab (GaPsepinstmento. Vale decir que se estab! ce de un modo muy transparent inter- En las aldeas japonesas de la Edad Media se practicaba en el seno de la comunidad una conta- bilidad en horas de trabajo en el sentido literal del término. El contador de la aldea lleva una especie de gran libro, en el que anota las horas de trabajo que los distintos aldeanos cumplen en los campos de los demas, pues la produccién agricola se basa todavia, en gran medida, en la coopera- cién del trabajo y la cosecha; la construccién de granjas y la atencién del ganado son actividades comunes. Se calcula muy estrictamente el nimero de horas que trabajan los miembros de una deter- minada familia en beneficio de otra. A fin de afio tiene que verificarse un equilibrio, 0 sea, los miembros de la familia B tienen que oftecerle a los de la familia A exactamente la misma canti- nes Eta, México, 1969. 2 tEscaneago con Lamscanner dad de horas de trabajo que durante ese alo cum. plieron los miembros de Ja familia A en beneficio Ge los primeros. Los japoneses de hace casi un | milenio levaron el refinamiento hasta el punto de | tomar en consideracién el hecho de que los nifios| efectian una cantidad de trabajo inferior a la de Jos adultos, vale decir que una hora de trabajo infantil no “vale” mds que media hora de trabajo | adulto; de esta manera se establece una contabi- lidad completa. Otro ejemplo nos permitird percibir claramente la generalizacion de la reeled eammaaTen Ih es el que nos, ofrece la reconversién de la renta feudal. En una sociedad feudal, la superproduccion agricola pue-_ de asumir tres formas distintas: la de renta en tra- bajo, 0 prestacin personal, la de renta en especie y la de renta en dinero. Cuando se pasa de la prestacién personal a la/ renta en especie, evidentemente hay un proceso | de reconversion. En lugar de dedicarle al sefior) tres dias de trabajo por semana, cada periodo de | explotacién agricola el campesino le entrega ahora una determinada cantidad de trigo o de ga- nado vivo, por ejemplo. Se realiza una segunda) reconversion cuando se pasa de la renta en espe- cie a la renta en dinero. Estas dos conversiones tienen que fundarse en) una contabilidad en horas de trabajo bastante ri | gurosa, para que ninguna de las partes resulte pet judicada por la operacién. Si en el momento en | que se efectia la primera reconversin, es decit, cuando el campesino le ofrece al sefior una deter minada cantidad de trigo en lugar de trabajar par 22 1 150 dfas por afio, fueran 7 ducit esa cantidad de trigo solo 15 diene bajo, la reconversion de la renta en trabap renta en especie tendrfa por resultado un brusen empobrecimiento del propictario feudal y un ripi do enriquecimiento de los siervos, Py Por consiguiente, los terratenientes —como bien podfa esperarse— se cuidaban mucho de que en el momento de la reconversién se respetara una equivalencia estricta entre las diferentes formas de la renta. Naturalmente, era posible que la recon- version terminara perjudicando a una de las clases en presencia, por ejemplo a los terratenientes, al producirse un alza repentina de los precios agrico- las luego de efectuarse la transformacién de la renta en especie en renta en dinero, pero esto es el resultado de todo un proceso histérico y no de la reconversion misma. EI origen de esta economfa fundada en la con- tabilidad segtin el tiempo de trabajo se pone de relieve también en la division del trabajo entre la agricultura y el artesanado, en el seno de la aldea. Durante bastante tiempo esa division continta siendo rudimentaria. Cierto mimero de los campesi- nos sigue produciendo una parte de sus vestidos du- rante un periodo muy largo, que en Europa oc- cidental abarca desde la aparicién de las ciudades medievales hasta el siglo XIX, es decir, que dura cerca de mil afios, lo que hace que esta técnica de confeccién de vestidos no sea ningin misterio para el agricultor. Cuando entre agricultores y artesanos textiles se establecen intercambios regulares, se establecen igualmente equivalencias regulares, por ejemplo, 23 Escaneago con vamScanner etro de género por 10 libras de | bras. Por lo tanto, es evi. Tes ensefid a los campe. | de trabajo aproximada. se cambia un m ’ manteca, y no por 100 li dente que la experiencia sinos cual es el tiempo b : mente necesario, para producir una cantidad dada de género. Si no hubiera una equivalencia més 0 menos exacta entre el tiempo de trabajo neeesario para producir esa cantidad de género y el que se emplea para producir esa cantidad de manteca, la division del trabajo se modificarfa inmediatamente. Si al campesino le resultara mas provechoso producir géneros en lugar de manteca, cambiaria efectivamente de produccion, dado que nos encontramos apenas en el umbral de una divi- si6n del trabajo radical, es decir, dado que toda- via no hay barreras infranqueables entre las dife- rentes técnicas y el paso de una actividad econ6- mica a otra es atin posible, sobre todo si con ello se logran ventajas materiales notables. Dentro de las ciudades medievales, por lo de- mis, se habfa Hegado a un equilibrio cuidadosa- mente calculado entre los diversos oficios, que estaba inscrito en las cartas y que fijaba casi con | precision de minutos el tiempo de trabajo que era | necesario consagrar a la produccién de los dife- rentes articulos. En tales condiciones, no es con- cebible que el zapatero o el herrerd pudieran obtener por sus productos una suma de dinero igual a la que obtendrfan otros artesanos por prO- ductos que les hubieran demandado un tiempo de trabajo dos veces mayor. También en este caso percibimos claramente ¢! mecanismo de esta contabilidad en horas de ta bajo, el funcionamiento de esta sociedad basada 24 en una economf{a ajustada al tie que caracteriza en general a toda nada de la pequefia produccién m; intercala entre la economfa puramente natural, la que no se produce otra cosa que valores de uso, y Ia sociedad capitalista, en la que se registra la expansion ilimitada de la produccion de mer- cancias. Mpo de trabajo, la fase denomi. ercantil, que se Determinaci6n del valor de cambio de las mercancias Al decir que la producci6n y el intercambio de mercancfas se regularizan y se generalizan en el seno de una sociedad que estaba fundada en una economfa ordenada segtin el tiempo de trabajo, en una contabilidad -en horas de trabajo, com prendemos que por sus orfgenes y por su propia naturaleza, el intercambio de mercancfas se funda en esta misma contabilidad en horas de trabajo, y que la regla general que de esto se deriva es la siguient ia mide segin la duracin del tiempo durante el cual se la produjo. ) Debemos agregar algunas especificaciones a esta definicion general de la teorfa del valor-trabajo, base, a la vez, de la economia politica burguesa clisica, entre el siglo XVII y el comienzo del siglo XIX, de William Petty a Ricardo, y de la teorfa econémica marxista, Gila iepérfecciona. i Primera aclaraciénz/no-fodes los hombres tie- nen la misma capacidad: o/ trabajo, 1a _ misma Humanigades ““E’scaneago con vamScanner energia, ni el mismo dominio de su oficio! Si ¢ valor de cambio de las mercancfas dependiera solo de la cantidad de trabajo realizado indiv;. | dualmente, cumplida efectivamente por cada indi. viduo para producir una mercancia, Nos verfamos ‘ante una situacién absurda: cuanto mas holgazan e inepto fuera un productor, mayor serfa el nt mero de horas que emplearfa para fabricar, por ejemplo, un par de zapatos,.y mayor serfa por tanto el valor de este par de zapatos. Esto es evi. dentemente imposible, porque el valor de cambio or ro “ductores independientes, para poner en iguales | condiciones a todos los oficios en una sociedad que se funda en la division del trabajo y en la contabilidad de horas de trabajo. En tal sociedad, el derroche de trabajo no es algo que merezca | recompensa, sino algo que por el contrario hay que castigar autométicamente. En consecuencia, — quien emplee para producir un par de zapatos — més horas de trabajo que las necesarias én prome- | dio —y este promedio depende de la producti- vidad ‘media del trabajo, y lo establecen, por ejemplo, las Cartas de los Oficios—, ha derrocha- do trabajo humano, ha trabajado por nada, a pura pérdida, durante un cierto nimero de horas, a cambio de las cuales no recibiré absolutamente nada. Dicho de otro modo, el valor de cambio de una mercancfa no depende de la cantidad de tra- bajo que le ha requerido su produccién a cada Productor individual, sino de la cantidad de tr2- | 26 bajo socialmente necesaria para producirla, La fe a mente ni ria” fica: la can- ti ‘iones me- dia ajo existentes en tiene aplicaciones muy impor- tantes cuando se estudia més detalladamente el funcionamiento de la sociedad capitalista. Una segunda aclaracién se impone. {Qué quiere decir exactamente “cantidad de trabajo’? Los trabajadores difieren en sus calificaciones. ;Hay una equivalencia total entre la hora de trabajo de todos ellos, prescindiendo de sus calificaciones? Tampoco en este caso se trata de una cuestion de moral, sino de una cuesti6n que afecta a la logica intema de una sociedad fundada en la igualdad entre los oficios, en la igualdad para el mercado, en la cual las desigualdades destruirfan todo el equilibrio social, Por ejemplo, ,qué sucederfa si la hora de tra- bajo de un peon no produjera menos valores que la misma cantidad de tiempo empleado por un obrero calificado, que necesité un minimo de 4 a 6 afios de aprendizaje para obtener su califica- cién? Evidentemente, a nadie le interesarfa cali- ficarse. Las horas de trabajo dedicadas a obtener la calificacion serfan horas malgastadas; a cambio de ellas el aprendiz que llega a ser un obrero cali- ficado no recibirfa nada. Para que los jovenes quieran calificarse en una econom{a fundada en la contabilidad en horas de trabajo, es necesario remunerar el tiempo que han Perdido adquiriendo su calificacién, es necesario que ellos reciban una compensacién a cambio de 27 Escaneago con vamScanner ese tiempo. De modo que completaremos la defi. nicién del valor de cambio de una mereancfa, de la manera siguiente: “fa la hora de trabajo ‘dey obrero calificado hay que considerarla como un trabajo complejo, como un trabajo compuesto, como un miltiplo de la hora de trabajo de un pe6n; el coeficiente de multiplicacién no es, por cierto, arbitrario, sino que se basa en el costo de adquisicién de la calificacion”: Digamos de paso que en la Unién Soviética, en la época stalinista, se dio una explicacién algo imprecisa del trabajo compuesto, y que esta imprecision atin no ha sido corregida. Se sigue diciendo allf que la remunera- cién del trabajo debe atender tanto a la cantidad cuanto a la calidad del trabajo efectuado, pero la nocién de calidad no esté tomada en el sentido marxista, vale decir, como una cualidad mensura- ble cuantitativamente por un coeficiente de multi- plicacién determinado. Por el contrario, se le da un sentido ideologico burgués, y se supone que la calidad del trabajo est4 determinada por su utili- dad social, justificando de tal modo los ingresos de un mariscal, de una bailarina de ballet o- del director de un grupo de empresas, que son diez veces mayores que los de un obrero no calificado. Se trata simplemente de una teorfa apologética, destinada a justificar las muy considerables dife- fencias de remuneracién que existian en la época de Stalin y que siguen existiendo, aunque en la actualidad en proporcién reducida, en la Union Soviética. -Por consiguiente, el valor de cambio de una mercancfa est4 determinado por la cantidad de trabajo socialmente necesario para producirla, Y 28 se considera al trabajo calificado como a un mal- tiplo del trabajo simple, al que se multiplica por un coeficiente mas o menos mensurable. Este es el nticleo de la teorfa marxista del va- lor, que fundamenta toda la teorfa econémica marxista en general. De la misma manera, la teorfa del producto social excedente y del trabajo excedente, de la que hablaramos al comienzo de nuestra exposicion, constituye el fundamento de toda la sociologfa marxista, y el eslabon que une el andlisis sociolégico e hist6rico de Marx, su teo- ria de las clases y de la evolucién de la sociedad en general, a la teorfa econémica marxista y espe- cialmente al andlisis de la sociedad mercantil pre- capitalista, capitalista y poscapitalista. éQué es el trabajo socialmente necesario? Hemos dictio hace un instante que la definicién de la cantidad de trabajo socialmente necesaria Para producir una mercancfa tiene una aplicacin especial y muy importante en el andllisis de la so- ciedad capitalista. Me Parece conveniente tratarla ahora, aunque desde el punto de vista logico su lugar estarfa en la préxima exposicién. -El conjunto de las mercancfas producidas en un pafs y un momento determinados tienen el fin de satisfacer las necesidades de los miembros de | 8a sociedadUna mercancfa que no satisficiera lis necesidades de nadie, que no tuviera un valor de uso para nadie, serfa a priori invendible, no tendrfa ningin valor de cambio, no serfa ya una Mercancfa sino el producto del’ capricho, del Juego desinteresado de un productor. Por otra - 29 Escaneago con vamScanner = parte, para que se mantenga el equilibrio eco, mico, el conjunto del poder adquisitivo existgn® en una sociedad determinada en un momento pr’ ciso y que esti destinado a ser gastado en el cado, y no al atesoramiento, debe ser emplent para comprar el conjunto de las mercancfas, 4° consecuencia, el equilibtio econémico implica qt el conjunto de la produccién social, el conjunt, de las fuerzas productivas de las que dispone |, sociedad, el conjunto de las horas de trabajo dic ponibles, hayan sido distribuidas entre las diferen| tes ramas industriales proporcionalmente a, manera como los consumidores distribuyen 9, poder adquisitivo entre sus diferentes demandas erzas| a 6-) _mico y se presentan juntas la superproduccién y la subproducci6n. Tomemos un ejemplo algo banal: a fines del siglo XIX y principios del XX, en una ciudad como Paris, habfa una industria de fabricaci6n de carruajes, y de diversos vehfculos destinados al transporte con traccién animal que ocupaba # millares 0 a decenas de millares de trabajadores, En la misma época nace Ja industria del auto’ movil, que es todavia una industria pequefia, per) que cuenta con decenas de fabricantes que 0c pan ya a varios miles de obreros. {Qué es lo que sucede durante ese periodo? | numero de vehiculos a traccién animal comien2i a disminuir, y el nimero de automéviles comien za a aumentar. Tenemos entonces, por un 1340) una produccién de vehfculos y enseres pat © 30 imal que tiende a exceder 0 se ajusta al modo de los habitantes de Paris dis- isitivo; y por otro lado te- trbuye su Poder aca e automoviles que es £0- remos una Prods necesidades sociales; cuando se davia inferie” (ia automovilistica habfa un clima inicié Ia incae dur6 hasta la produccion en serie. ia, menos automoviles de los que requerfa la demanda. como términos ea traccion ani transport ales, que Ni‘ dr las recesidades soc! podemos expresar estos fendmenos en ‘de la teorfa del valor-trabajo? Podemos deeit que en los sectores de la industria vinculada fon la traccién animal se emplea mds trabajo del ’e es necesario socialmente, que una parte del trabajo efectuado por el conjunto de las empresas de esa industria es un trabajo derrochado desde el punto de vista social, es un trabajo que no halla una demanda equivalente en el mercado y que produce por tanto mercancfas invendibles,.Cuan- do en una sociedad capitalista las mercancfas son invendibles, eso quiere decir que se ha malgastado trabajo humano en una rama industrial deter- linada, que’ este trabajo no es socialmente nece- oak sea que no hay en el mercado un poder : a vo que corresponda a sus productos. Un ‘ sin que no es socialmente necesario es un tra- mee Serato, que no produce un valor. Ve- ices que la nocién de trabajo social- mente i necesario comprende una serie de fendme- NOs, ) En ies, la eee Respecta a la industria de los carrua- ios bajan mayor que la demanda, los pre- y las mercancfas no se venden. En la 31 Escaneago con vamScanner industria del automévil sucede lo contrario: \y manda es mayor que la oferta, y por tal razon Precios suben y hay subproduccién, Pero conte, ‘| tarse con estas trivialidades sobre la oferta y™ demanda es detenerse en la consideracién de} ..” pecto psicol6gico e individual del problema cambio, si profundizamos en su aspecto colectis y social, comprendemos qué es lo que hay det” de estas apariencias en una sociedad Organizad, segiin una economfa del tiempo de trabajo. Que Ja oferta supere a la demanda quiere decir que i, produccién capitalista, produccién anarquica, nq planificada, no organizada, invirtié desordenads mente en una rama industrial mas horas de traba, jo que las socialmente necesarias, que ha malgas. tado determinada cantidad de horas de trabajo, que derroché trabajo humano, y que este trabajo humano malgastado no seré retribuido por la so- ciedad. A la inversa, podriamos decir que una rama industrial cuya oferta es inferior a la demanda es una rama subdesarrollada en relacin con las ne- cesidades sociales, y que en ella se emplearon menos horas de trabajo que las socialmente nece- sarias, por lo cual recibe de la sociedad una boni- lel as. ficacion, con el fin de que aumente su produc- cién hasta hacerla corresponder a las necesidades sociales. el ‘Ese es un aspecto del problema del trabajo so- cialmente necesario en un régimen capitalista. El otro aspecto del mismo est4 ligado a las variacio- nes de la productividad del trabajo. Es algo simi lar al aspecto del valor de uso de la produccién, pero haciendo abstraccién de las necesidades ciales. 32 En el régimen capitalista la productividad del trabajo varfa constantemente. De un modo gene- ral, podemos decir que hay siempre tres clases de empresas (0 de ramas industriales): las que refle- jan tecnologicamente el promedio social; las que estin por debajo de éste, y son anticuadas, decli- nantes; y las que superan la productividad media y se encuentran en la vanguardia tecnol6gica. ~ jQué significa decir que una industria o una empresa son tecnol6gicamente atrasadas, que su productividad es inferior a la productividad media del trabajo? Podemos representarlas por el ejem- plo del zapatero holgazén, que citéramos antes, es decir, que se trata de empresas o industrias que en lugar de producir una determinada cantidad de mercancfas en 3 horas de trabajo, como lo exige el medio social de la productividad media del tra- bajo en ese momento, lo hacen empleando 5 horas. Las dos horas de trabajo suplementarias se efectiian a pura pérdida, es un derroche de traba- jo social, de una fraccién del trabajo total a dis- posicién de la sociedad, y a cambio de este tra- bajo malgastado la empresa no recibiré ninguna compensacién de la sociedad. Esto quiere decir que el precio de venta de la produccién de esta empresa o industria que trabaja a un nivel inferior a la productividad media se acercard al precio de costo, 0 caer por debajo de éste; por consiguien- te, la empresa trabajaré con una tasa de ganancia muy reducida, o bien sufriendo pérdidas. _Por el contrario, una empresa o industria cuyo nivel de productividad supere el promedio (como serfa el caso de un zapatero que fabricara dos Pares de zapatos en 3 horas, siendo el promedio 33 Escaneago con vamScanner

You might also like