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POLÍTICAS DE LA GLOBALIZACIÓN

Book · May 2016

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1 author:

Katia Milena Martinez Heredia


Universidad del Atlántico
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1
  

A mi adorada madre Edith María Heredia Piñeres, por su amor incondicional.

A mi adorado padre Osvaldo Enrique Martínez Polo, por su amor eterno.















2
  

A mi familia entera por el apoyo moral y económico a la causa intelectual.

A los co-autores del libro, quienes aceptaron el reto académico de estar en acuerdo y en
descuerdo.

A mis profesores, compañeros de estudio y compañeros de trabajo por hacer parte de mis
discusiones.

























3
     

   =   > 
Candidato a Doctor en Ciencias Sociales de la Universidad del Zulia, Economista de la
Universidad del Atlántico, Magister en Ciencias políticas. Docente e Investigador. Titular de la
Facultad de Ciencias Administrativas, Económicas y Contables de la Universidad Autónoma
del Caribe, Barranquilla, Colombia. fredyalbertoalvarez@gmail.com

        


Post Doctora en Gerencia en las organizaciones, Ciencias de la Educación, Gerencia Pública y
Gobierno y Ciencias Humanas. Doctora en Ciencias, Mención Gerencia. Magister Scientiarum
en Administración Ambiental. Magister Scientiarum en educación Abierta y a Distancia.
Socióloga. Profesora de Doctorado. Coordinadora de Formación y Desarrollo de Talento
Humano de la Red de Investigación Estudiantil. REDIELUZ. Investigadora Nacional, avalada
por el Observatorio Nacional de Ciencia y Tecnología (ONCTI) del Ministerio de Ciencia y
Tecnología de Venezuela. Nivel C. daliaisbelia@gmail.com

     
Doctor en Ciencias Sociales, Antropólogo. Docente Investigador, titular de la Facultad de
Ciencias Sociales y Humanas en el Programa de Comunicación Social y Periodismo de la
Universidad Autónoma del Caribe. Barranquilla, Colombia. david.luqueta@uac.edu.co.

       = 
Magíster en Comunicación. Socióloga. Docente e Investigadora, adscrita al Grupo de
Investigación Comunicación y Región, en la Universidad Autónoma del Caribe. Barranquilla,
Colombia. claudiabeltranr@hotmail.com

     @  = 
Doctora en Ciencias Sociales, Socióloga, Magister scientierum en Ciencias Políticas y Docente
jubilada con categoría de titular en la Universidad del Zulia, Venezuela. Profesora activa en
posgrado en la Maestría de Desarrollo Social y en el Doctorado en Ciencias Sociales de la
División de Posgrado de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad del
Zulia. Investigadora del Centro de Estudios Sociológicos y Antropológicos de la misma
Universidad. ebermudezh@gmail.com


4
     @=  
Licenciada en Educación. Magister en Pedagogía. Doctora en Educación. Postdoctorado en
Políticas Públicas. Profesora Titular Jubilada de la Universidad del Zulia Maracaibo. Estado
Zulia. Venezuela. teresitaalvarez@hotmail.com




























5
  

Este libro constituye un avance a la investigación en Ciencias Sociales, desarrollado a lo largo
del estudio Doctoral en Ciencias Sociales mención Gerencia, desde el año 2012 al 2016, al
interior del Alma Mater de la Universidad del Zulia en Maracaibo Venezuela. Es una invitación
a la Comunidad Científica Colombiana y Latinoamericana a repensar nuestro universo del
conocimiento desde distintos campos del saber y desde distintos enfoques que ponen en diálogo
lo cualitativo y lo cuantitativo, logrando con ello acercamientos y reflexiones a la luz de
problemas comunes.



























6
  
 Pág.
INTRODUCCIÓN DE LA «««««««««««« 9
AUTORA
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PRÓLOGO «««««««««««« 12
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EPÍLOGO «««««««««««« 15
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La globalización capitalista: Estadio «««««««««««« 20
de organizaciones en crisis
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La globalización capitalista en las «««««««««««« 33


organizaciones económicas
contemporáneas:
Análisis local de las PYMES desde
las TICS
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Medio Ambiente en crisis: «««««««««««« 46


Desafíos de un planeta finito en el
escenario de la globalización
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El sentido de la cultura en el «««««««««««« 59


desarrollo de los pueblos en la era
global
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7
%.#%-+4'(&+(

Hacia una Universidad «««««««««««« 76


Investigadora, Educadora y
Administradora de lo público en el
contexto de la globalización
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+,#-,8,:%/+2



























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Pensar la vida humana, en su sentido más amplio, debe aproximar a los intelectuales de estos
tiempos a reflexiones muy profundas, así como caóticas sobre sus propios problemas, es decir,
sobre los acontecimientos inusitados que día a día marcan puntos de encuentro y desencuentro,
de equilibrio y desequilibrio, de constancia e inconstancia, de linealidad y movimiento, que son
el resultado histórico de eso que se es cuando se es ser humano. Encontrar respuestas sobre las
condiciones intrínsecas o extrínsecas a estas realidades es una discusión que ya teóricos
contemporáneos dieron hace algún tiempo sobre la naturaleza humana y que no se repetirán
aquí; la importancia que adquiere prestar atención a los asuntos humanos, a los problemas
humanos y a los devenires humanos, desde una visión humanista, compleja y transdisciplinaria,
serán los desafíos epistemológicos a tales cuestiones.

De lo humano hay un entramado complejo de realidades y realizaciones que hacen posible


preguntas ontológicas como, qué somos como seres humanos en el mundo de hoy no en el de
ayer, preguntas epistemológicas como, qué saberes y conocimientos hemos adquirido a lo largo
del tiempo que nos permiten asumir ciertas posiciones, creencias, valores y pensamientos, y
preguntas ideológico- políticas como, qué roles ocupamos en la historia que determinan
nuestro criterio y nuestra relación de poder con el otro.

De los problemas humanos surge multiplicidad de fenómenos de carácter político, económico,


social, cultural, religioso, cada uno de ellos enmarcados en una complejidad de factores
asociados e interrelacionados que acercan y aproximan a ciertos abordajes. El poder, por
ejemplo, es en sí mismo un problema del sujeto en tanto hace parte de su condición como ser
humano y de su realidad como sujeto libre. Es por tanto, el poder un problema teórico y
práctico a analizar, cuya discusión propone una serie de elementos contextuales que no se
pueden abandonar.

De los devenires humanos es cierto que la Historia, como ciencia, ha dado cuenta de
investigaciones e indagaciones que han sido institucionalizadas, como investigaciones que han
marcado las distintas etapas de la historia de la humanidad. La preocupación más latente en esta
investigación es poder re-problematizar y re categorizar los paradigmas instituidos, repensando
los objetos y sujetos que los transforman y los emancipan, teniendo en consideración los
aspectos individualizadores y totalizantes del mundo moderno, desde a una perspectiva
emergente que propicie el interés sobre asuntos humanos, problemas humanos y devenires
humanos, igualmente históricos, que logren redimensionar el pensamiento político
contemporáneo.
9
Dicha apuesta teórico y práctico se constituye en un escenario conceptual de análisis, de
discusión, de interpretación, de descripción y de síntesis de aquellos fenómenos en movimiento
y en ruptura que han provocado que tanto los actores, como sus discursos y sus lugares se
trasgredan y se reposicionen, a saber, por los cambios y las luchas logradas, a partir de un haz
complejo de relaciones de poder. El campo político, pensado como campo de reflexión y de
discusión que no se agota en la mirada científica del discurso oficial e instituido, permite abrir
la discusión sobre nuevos saberes individuales y colectivos de los sujetos que emergen, quienes
ponen en cuestión realidades complejas, vislumbrando espacios de dialógico y de cambio desde
el mundo de la vida, que incluye el reconocimiento de nuevas prácticas, referentes alternativos
de comunicación y sujetos que se visibilizan en espacios de deliberación, disertación y
movilización global. La globalización es el escenario y el contexto histórico que ha logrado
intensificar las relaciones económicas, políticas y socio-culturales a escala planetarias,
sucumbiendo todas las esferas de la vida en sociedad y los sistemas que en ella existen.

Una investigación de este estilo resulta interesante dadas las recientes transformaciones de los
sistemas económicos, sistemas políticos y sociales, luego de una serie de sucesos de casi medio
siglo que se consideran son los eslabones o huellas que han quedado perpetuadas en la historia
de la humanidad, luego de la segunda guerra mundial, y que hoy permiten caracterizar esta
realidad denominada para muchos intelectuales como globalización. Como diría Francis
Fukuyama, asistimos % #'%"#,-(+#, al cerrarse nuevamente un ciclo de acontecimientos y
fenómenos, dejando que el liberalismo económico y político, la "idea" de Occidente, finalmente
se imponga en el mundo, evidenciándose en el colapso y agotamiento de ideologías
alternativas.

Se hace relevante entender que desde los orígenes de la guerra fría, la caída del bloque soviético
y la desintegración de la U.R.S.S. (Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas), la caída del
Muro de Berlín, y la finalización del conflicto bipolar, el Nuevo Orden Mundial, liderado por
las potencias occidentales europeas y norteamericana consolidaron las bases para la
reestructuración mundial desde el posicionamiento del sistema económico capitalista, como
sistema económico imperante.

Ello incluyó el montaje de los Organismos Internacionales como el Fondo Monetario


Internacional, El Banco Mundial, en primer lugar, y la Organización de las Naciones Unidas
respectivamente, quienes se encargaron de reordenar el mundo, demarcarlo geo-políticamente y
diseñar las políticas internacionales en términos del Derecho Internacional para la totalidad de
10
los países asociados. Ello quiere decir que desde los años 90, los países líderes se reunieron en
Estados Unidos de América (U.S.A.) para impulsar los cambios necesarios que facilitarían las
relaciones internacionales a escala global. Fue así como dese el llamado Washington Consensus
se impulsaron legal y jurídicamente las políticas internacionales a través de procesos de
internacionalización y transnacionalización de la economía sobre fronteras territoriales y
culturales, debido al comercio y a las nuevas relaciones de inter-dependencia de las Naciones.
Dicho modelo se denominó neoliberal, basado en una economía de mercado abierta y flexible.
Luego de más de dos décadas, la mayor atención ha estado concentrada en la expansión del
comercio internacional, de la economía local-global y de los mercado financieros a escala
planetaria, gracias al desarrollo de las Tics (principalmente la internet), en apoyo con los
estados-nacionales que colaboran en el proceso, aun cuando las condiciones son de asimetría
política, económica y cultural.

Es notorio reconocer que la globalización ha permeado todos los sistemas existentes,


incluyendo el sistema socio-cultural. Los procesos de intercambio económico antes de la guerra
fría suponían acuerdos de importación y exportación reducidos, nada comparados con lo que es
observable en la era global; es un fenómeno en expansión a escala planetaria, que permea a los
sujetos actuantes, los lugares y sus discursos en las dimensiones económicas, políticas y socio-
culturales. Es también un proceso de homogeneización de los sistemas que pone en relevancia
lo cuantitativo sobre lo cualitativo, los bienes privados sobre los bienes públicos, ahondando en
la cultura del consumo, del individualismo, de la competencia, de la acumulación y del dinero,
profundizando valores, o si se quiere, valores propios de la globalización económica.

Ahora bien, dichas transformaciones en la era global marcan una nueva pauta de
comportamiento, un nuevo sentido en el orden de las cosas, la interpretación de un mundo
diferente y diverso con todo lo que ello contiene. Desde esta perspectiva, la triada de los
sistemas (Económico-Político-Socio-Cultural) permite hacer algunos análisis, ya que se han
considerado sistemas imperantes, lo que más tarde permitirá justificar las diversas relaciones de
poder que se tejen y que se reposicionan.

El sistema económico imperante, el capitalismo, prioriza al mercado y la propiedad privada


como escenario real, a sus agentes económicos, tales como empresas multinacionales y
corporaciones transnacionales, así como a los monopolios quienes asumen funciones
mercantiles y de producción, expandiéndose globalmente, y a los gobiernos nacionales que
coadyuvan en la dinámica y consolidan las políticas internacionales de libre mercado, de
apertura económica, de inversión extranjera, de privatización y de desregulación de la
11
economía. De esta manera, la sociedad se adapta a los cambios presentados y se reposiciona de
diversas formas, en su rol de clase asalariada, proletaria o trabajadora explotada, en su rol de
ciudadanía crítica que se empodera de su realidad problemática, o en su rol de clase burguesa
que toma la dirección de clase política o clase burguesa emergente en condiciones que han
permitido su movilidad social, debido a factores educacionales o institucionales. No quiere
decir que al interior del sistema haya menos violencia, se pueden imponer las políticas de
acuerdo a escenarios que se consolidan por vías legales, pero no dejan de ser menos
conflictivas.

Por su lado el sistema político imperante es el Democrático, sistema que funciona a partir de un
Estado débil o mínimo y junto a instituciones públicas que han delegado responsabilidades a los
actores económicos, perdiendo legitimidad. Cuando se privatizan las empresas públicas y el
Estado las trasfiere a través de la venta, es el mismo Estado el que pierde legitimidad ante su
pueblo. Aquel rol del Estado de administrador, regulador, interventor y controlador de la
mayoría de las esferas de la vida, quedó relegado en la era global. Por tanto, el Estado en el
sistema político democrático debate permanentemente con el sistema económico capitalista, en
una lucha permanente entre actores políticos y económicos por alcanzar sus objetivos. En el
ámbito social y cultural la sociedad se adapta a las prácticas institucionales impuestas por la vía
del consenso o de la violencia, modificando los valores, las creencias, los principios ciudadanos
y las prácticas, puesto que el Estado sienta las bases éticas, morales y comportamentales de los
sujetos alrededor de otros sistemas más fuertes o de mayor influencia.

En el sistema socio-cultural, el escenario por excelencia es la sociedad y la cultura, entendiendo


la sociedad como conglomerado plural y rico culturalmente en el que emergen diversidad de
sujetos que la dignifican con sus prácticas políticas, económicas y sociales. El sistema político
articula legal y jurídicamente a la sociedad, poniendo de precepto las concepciones y el
proyecto de nación que se quiere consolidar. No obstante, en un sistema político democrático,
los actores más importantes son los ciudadanos y la economía es una expresión natural de
trabajo y buen vivir que se representa a través de la variedad de sectores económicos que
valoran al ser humano como sujeto productivo y no como sujeto explotado. El deber ser del
ciudadano en la Democracia es participar, como sujeto crítico, histórico, político y social que se
visualiza activamente en la construcción de espacios dialogantes, evitando la corrupción, la
desigualdad institucional, las injusticias normativas y la creación de leyes a favor de los
intereses individuales y no colectivos. Cuando el ciudadano es vulnerado en sus derechos y
aquellos principios consagrados en las constituciones de los estados-nacionales no se cumplen
se empiezan a ver brotes de inconformidad y la sociedad cada vez logra menos
12
representatividad en las instituciones y más participación por vías directas o por medio de
mecanismos de participación ciudadana que garanticen su realización material e inmaterial
como sujetos activos. Ello sucede en el plano local-nacional como en el plano mundial-global,
ya que la ciudadanía cada vez más reclama sus derechos no solo a los gobiernos en sus Estados,
sino también a los gobiernos mundiales que llevan las riendas de la globalización. Dichos
ciudadanos más tarde adquieren la connotación o representación social de movimientos sociales
a escala planetaria.

Ahora bien, el sistema económico capitalista, el sistema político democrático y el sistema


socio-cultural participativo, en el escenario de la globalización toma un cuerpo diferente y
adquiere connotaciones impredictivas, objetivas y subjetivas y también relativas, a la luz de los
sujetos, los lugares, y los discursos que alcanzan el poder. Impredictivas porque no hay un
manual que lo determine; objetivas porque se constituye en el escenario real y concreto, que
devela multiplicidad de realidades; subjetivas porque evidencia la emergencia de un
protagonismo popular que lo enriquece, como práctica inteligible; y relativas porque no hay una
sola identidad, ni un solo protagonista, ni una sola realidad, ésta se inunda de pluralidad y
diversidad.

Sin embargo, hoy podemos decir que, en este escenario de interrelaciones cambiantes hay que
analizar muy bien a los sujetos y a los actores locales como globales que intervienen, en un
complejo entramado de relaciones de poder. Es una invitación a la reflexión crítica sobre el
papel de la política, como articulador de verdaderas reformas en y para la sociedad, en
correlación con la historia del hombre y la historia de la humanidad, que permita integrar la
idea trinitaria de #'#/#.(,(#,)#, Edgar Morin (2010), en vía de un mundo común.
Es por ello que no puede haber una política real y una política ideal, en ambos sentidos la
política sujeta a un pensamiento político develará su propio curso, su propio paradigma, su ruta
epistemológica y su articulación teórico-práctica, hacia la construcción de apuestas políticas
que garanticen los derechos de la humanidad, evitando que aquellos que ostentan el poder
político global abusen de él.

Este libro denominado Políticas de la globalización, se define como una apuesta a la


investigación inter-disciplinaria, para especialistas y público en general, que ayudará a
contextualizar los cambios, las dinámicas y las transformaciones que surgen en el proceso de la
globalización, que atañen a todos en el planeta, afectando nuestra condición de Ser Humano. Ya
entenderán por qué.
     >    
13
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   >      
Las transformaciones históricas son consecuencias de las prácticas socio-económicas de los
colectivos humanos y sus respectivas instituciones estatales. La representación social con la que
se pueden interpretar las bases materiales de esas relaciones, en todo momento, va a depender
de los roles políticos que asuman los sujetos para producir el consenso o la disidencia que hacen
que prevalezcan o no, las tendencias del modelo productivo.

Se deduce, por consiguiente, que el nexo entre la esfera económica de la vida social y el
contexto histórico donde se desarrollan las disrupciones del sistema, no dejan de responder a las
circunstancias y posiciones de sus contradicciones dialécticas.

Las relaciones de producción estás asociadas a los medios y fuerzas productivas que generan,
en el tiempo, la prospección del statu quo del modo de producción que busca su hegemonía, a
efecto de hacer coactivas las fuerzas divergentes que pudieran fracturar el universalismo de la
economía que pretende un sistema unidireccional.

En la Modernidad, se busca unificar los mercados del consumo por medio de la aplicación de
estéticas públicas que garanticen la adhesión simbólica a los patrones de control inmersos en las
representaciones sociales. En tal sentido, se trata, obviamente, de cohesionar y generar
correspondencias socio-políticas, entre la racionalidad económica de la producción con el
mundo de vida de los sujetos sociales que se desarrollan y son identificados en cuanto que
fuerza laboral asalariada del sistema.

La tesis principal que caracteriza a estos modelos económicos de la producción, a partir de la


Modernidad, es crear y fortalecer por todos los medios, una economía de mercado que sea
potencialmente inclusiva de todos aquellos sujetos dotados, por el sistema económico, de
alguna capacidad para el consumo. Y así se convierten, sin mayor conciencia de los procesos
VXE\DFHQWHV GH OD DOLHQDFLyQ LGHROyJLFD HQ ³VXMHWRV´ FRQ FDSDFLGDG SDUD UHSURGXFLU ODV
relaciones de intercambio y de consumo que suscita y promociona el mercado capitalista para,
generalizar v.gr., globalizar, los intereses individuales de un colectivo social que responde a
³LQWHUHVHVFRPXQHV´DWUDYpVGHODVDQDORJtDVGHVXVUROHVGHFODVHV

La tendencia hegemónica de la racionalidad capitalista es, inobjetablemente, radicalizar la


sobreproducción y el consumo a través del control tecnológico del mercado que sirve de
14
mediación para la reproducción del sistema capitalista. A su vez, esto da luz verde a las nuevas
formas de acumulación de capital global al insertar en un sistema de redes telemáticas los
nuevos roles de integración social, más allá de la temporalidad presencial de sus actores.

Este particular fenómeno de la expansión capitalista a nivel planetario, surge como una
consecuencia, inevitablemente negativa, del pensamiento homogéneo e instrumental del
desarrollo de las tecnologías y los inéditos escenarios que apuntan a controles sociales más
alternativos y dialogados. Su efectividad subliminal es mucho más represora que en otras
épocas. Pues, hoy día, los procesos de ideologización están mucho mejor revestidos por las
simbolizaciones de un hedonismo pasivo que subyace en el imaginario político de la hegemonía
del sistema. Los intereses y necesidades se permean mucho mejor a través de la estructura de
consuno del mercado capitalista. De allí la ilusión democratizadora que hace el mercado
cibernético al simular la apropiación de conocimientos por parte del usuario sobre las
representaciones sociales de la realidad.

La globalización del capitalismo, en este sentido, no reviste ninguna novedad para los asiduos
lectores de la literatura que aporta la tradición marxista de la Teoría Crítica a la llamada
³VRFLHGDGGHPDVDV´(OODHVODFRQVHFXHQFLDOyJLFDGHXQPRGRGHSURGXFFLyQTXHDOFXPSOLU
con sus propias leyes del mercado, se reactiva en lo político y repiensa epistémicamente.

Es decir, la hegemonía capitalista no cesa en su rol de Razón universal toda vez que sigue
VLHQGR UHOHYDQWH HVH WKHORV KHJHOLDQR TXH FRPSUHQGH OD +LVWRULD FRPR ³SURJUHVR´ \ JHQHUD
permanentemente, un dispositivo de microfísica de poderes que le permiten su relegitimación a
través de aquellos espacios públicos que le permite a la ciudadanía adherir nuevos patrones de
movilidad social, sin perjuicio del orden hegemónico impuesto.

Pero también, este tipo de hegemonía se cumple en un rol de génesis e innovación para recrear
lo creado, deconstruir lo constituido, repensar lo material por lo virtual, decodificar la
diversidad en la unidad. Y nos convence de lo inagotable de su poéisis tecno-científica, en su
intento para producir la otra episteme que le permita racionalizar su poder de dominio a través
de estrategias y alianza de inclusión ideológica.

La nueva hegemonía del capitalismo persigue el control mediático y comunicativo que le sirve
de plataforma para universalizar su mundo de vida. Para lograr ese objetivo prevé como urgente
acelerar el modelo de producción de su racionalidad histórica, v, gr. la racionalidad cibernética,
para hacer de su omnipresencia la realidad doméstica de nuestras vidas, cada vez más
15
deshumanizadas por la condición de estar-ausencia que rodea la experiencia humana en los
tiempos de la realidad virtual.

Este es el contexto de análisis e interpretación, nos parece, acerca del fenómeno de la


globalización entendida como el tiempo de expansión postcapitalista de la producción y la
plusvalía. Sobre todo, porque somos testigos de que se viene acentuando una forma
completamente desproporcionada y perversa de lo que pudiera llegar a darse como una relación
simétrica entre el tener y el ser, el bien y la justicia, la equidad y solidaridad, de los seres
humanos. Seguimos supeditados a un modo de producir la materialidad de la que pende la vida
de todos, pero debe ser revertido desde La crítica de un humanismo socio-político capaz de
garantizar la paz y el bien en común.

El pUHVHQWH OLEUR ³3ROtWLFDV GH OD JOREDOL]DFLyQ´ HVFULWR SRU OD 3URIHVRUD .DWLD 0 0DUWtQH]
Heredia en colaboración con Freddy Álvarez, Dalia Plata de Plata, David J. Luquetta Cediel,
Claudia Beltrán Romero, Emilia Bermúdez y Teresita Álvarez, es un meritorio esfuerzo por
articular ideas convergentes con sus respectivas críticas, acerca del fenómeno de la
globalización y sus discursos políticos en el plano teórico y empírico de su actual desarrollo.

Nos parece una aproximación interdisciplinar sugestivamente valiosa porque l@s autor@s
apuestan por una claridad conceptual socio-política e histórico-económica que nos permite
situar la complejidad de este fenómeno en diversos contextos que permiten profundizar su
estudio. No propone guías analíticas para su estudio; por el contrario, sugiere posturas que
cuestionan cualquier tipo de dogma científico de la racionalidad, pues se trata de cuestionar el
valor de la Verdad científica absolutizada por los poderes de la política.

Vale decir, no ceder a la tentación de universalizar o abstraer en sí mismo el fenómeno de la


globalización, sino verlo como una superestructura o totalidad de la cultura hegemónica del
postcapitalismo que incide negativamente en las condiciones de vida de la civilización humana.
En un planeta donde todas las esferas de la vida tienen derecho a la existencia autónoma.

1RVHGHEHGHMDU DO³OLEUH DUELWULR´GHODVQXHYDVWHFQRORJtDV ODHYROXFLyQGHODSOXVYDOtDGHO


capital. La crítica contra hegemónica que se asume en este libro le da la bienvenida a una nueva
Esperanza donde los sujetos de la política sean, en todo, sujetos éticos de la Política.

=  =  = 


          
16
>
La revolución de las ideas políticas y sociales acontecidas a lo largo de la historia y plasmadas
en la memoria colectiva de la humanidad da cuenta de los fenómenos reformadores y
transformadores surgidos aquí y allá. Es posible hablar de las presiones sociales y políticas que
ejercen todos los ciudadanos del mundo ante las Instituciones Internacionales producto del
devastador efecto de la globalización capitalista y la inminente deformación del sistema mundo,
trasladadas a miles de escenarios de abuso del poder militar, no solo por parte de los Estados
soberanos sino también por parte de Estados extranjeros intervencionistas que usan las vías
gubernamentales para justificar el poder. LlDPDGRV ³LQGLJQDGRV´ PRYLPLHQWRV VRFLDOHV
contrapoderes, sujetos de cambio o sujetos contra hegemónicos, entre otras denominaciones,
son, en sus múltiples lenguajes y discursos, expresiones que dan sentido a los problemas de la
vida. En toda sociedad democrática es posible replantear los discursos y redimensionar el
poder, así como las fuerzas que los sostienen y lo articulan.

Es por ello que las sociedades actuales articulan sus esfuerzos a través de los medios
alternativos de comunicación locales e internacionales que les permita masificar sus esfuerzos y
propósitos, que les ayude a visibilizar sus objetivos y metas, y que finalmente les permita
generar globalmente movimientos globales a escala planetaria, a través de las fuentes de
internet cada vez más consolidadas al servicio de la causa colectiva. Son discursos estéticos que
reclaman, gritan, cantan, bailan, pintan, enuncian, nuevas formas de subjetividad, que se
asoman en la historia y aún no han sido contadas.

Es una expresión lógica de la dinámica del poder visible en las sociedades contemporáneas que
permiten lograr aproximaciones a la certeza de las cosas, a partir de elementos extra-teóricos:
estéticos, como clausura del análisis dentro de la ética y la moral del estado civil. Se han
categorizado como Multitud (Negri y Hardt, 2000), Sociedad Civil (Keane, 1992), Tejido de
Individuos (Virno, 2003), Multiplicidad de Individuos (Lazzarato, 2006), Sujetos Políticos
(Arendt, 1997), Tribus (Maffesoli, 2004), Comunidades o Unidades heterogéneas
(Najmanovich, 2005), Sujeto Insumiso (Salazar, 2008) o como diría Michel Foucault, como
Sujetos Históricos (1982), con nuevas formas de subjetivación, una ciudadanía universal que
contempla la idea de un -"(, en la que la crítica de lo que somos sea al mismo tiempo un
análisis histórico de los límites que se nos imponen y la experimentación de transgredirlos.

El sujeto ha estado presente a lo largo de la historia como sujeto de cambio o sujeto


revolucionario con autonomía propia, no servil, que defiende su soberanía ante las vicisitudes
propias de su época. La resistencia es antagónica al poder establecido, redefinen al sujeto
17
mismo y sus intereses, planteando la defensa de objetivos tanto individuales como colectivos.
Es por ello que, la oposición a los poderes hegemónicos constituidos y consolidados a lo largo
de la historia de la humanidad, encuentra sentido, teniendo en cuenta su modo, tiempo y lugar.
Es un sujeto que se revela permanentemente en distintos periodos de la historia, que se
emancipa en busca de su propia libertad, en busca de su realización física, económica, política y
FXOWXUDO ³/DV GLPHQVLRQHV FRQVWLWX\HQWHV GH ORV VXMHWRV SROtWLFRV LQFOX\HQ OD KLVWRULFLGDG OD
H[SHULHQFLDODLGHQWLGDGHOSUR\HFWR\ODXWRStD´ 5HWDPR]R3iJ 

El período anterior a la guerra fría en medio del conflicto bipolar, la lucha de clases y las
confrontaciones ideológico-políticas tuvieron toda la atención del mundo, grupos sectorizados,
algunos de mayor influencia que otros alcanzaron sus propias reivindicaciones en medio de
escenarios de conflicto y violencia. Los años posteriores a la guerra fría y a la desintegración de
la U.R.S.S., junto a la caída de Muro que dividía a la Alemania occidental de la oriental y al
advenimiento del Capitalismo, como sistema económico totalizante, hace que los sujetos, los
discursos y los lugares adquieran connotaciones múltiples, bajo un amplio contexto llamado
globalización. El sujeto de las gestas sindicalistas anticapitalistas y de la clase obrera del siglo
XIX y XX o la emergencia del movimiento social nacional feminista y ecologista en los años
60 no es ni será el mismo en la era de la globalización. La globalización permeo todo lo que
KDFHPRV³(VWDHQRUPHWUDQVIRUPDFLyQPRGLILFDDEVROXWDPHQWHWRGRORTXHKDFHPRVdesde las
maneras como producimos hasta los modos como consumimos, vivimos, morimos y hacemos el
DPRU´ &DVWHOOV3iJ 

(O OLEUR GHQRPLQDGR ³Políticas de la gOREDOL]DFLyQ´ HYLGHQFLD en términos cualitativos las


múltiples formas que adquiere la globalización como proceso histórico y los análisis inter-
disciplinarios que surgen desde la economía, la antropología, la sociología, la pedagogía, la
política, la comunicación y la filosofía, como saberes que dialogan sobre un fenómeno, o mejor
sobre un problema en común.

(O DUWtFXOR ³La globalización capitalista en las organizaciones económicas contemporáneas:


Análisis local de las PYMES desde las TICS´DUJXPHQWD cómo en la era de la globalización el
sistema económico capitalista ha alcanzado su nivel máximo de expansión, provocando
multiplicidad de crisis, principalmente, la ética y de valores, en términos de la incapacidad para
proporcionar las condiciones políticas, económicas y socialmente equitativas a la población
mundial. Se toma las TICS (Tecnologías de la Información y la Comunicación) como
herramienta fundamental que influye en la toma de decisiones de las organizaciones

18
gubernamentales y no gubernamentales, públicas y privadas locales, para afrontar el libre
mercado en contextos complejos, cargados de incertidumbre y competitividad.

6REUHHODUWtFXOR³Medio Ambiente en crisis: Desafíos de un planeta finito en el escenario de la


globalización´VHSURSRQHH[SOLFDUTXHHl medio ambiente es la dimensión de confluencia entre
los elementos bióticos y abióticos, dando como resultado un entorno vulnerable, complejo y
finito. El objetivo es analizar el medio ambiente, la crisis y los desafíos que implica pensar y re-
pensar de la civilización humana. Siendo necesario un cambio paradigmático que reubique a los
actores sociales y puedan comprender e interpretar la crisis de este único hábitat llamado Tierra.

6REUHHODUWtFXOR³(OVHQWLGRGHODFXOWXUDHQHOGHVDUUROORGHORVSXHEORVHQODHUDJOREDO´VH
propone explicar el debate teórico y epistemológico que surge sobre la dupla cultura y
desarrollo, desde la visión humanista y la visión económica, al interior del fenómeno de la
globalización. El abordaje implica entender los paradigmas en discusión y su incidencia o
impacto en el escenario local, nacional y mundial, los actores representativos y las reglas de
juego que inciden en la toma de decisiones y en las relaciones de poder que emergen dadas las
condiciones, las jerarquizaciones y las estratificaciones en las prioridades de los Estados-
Nacionales.

Finalmente, ³Hacia una Universidad Investigadora, Educadora y Administradora de lo público


en el contexto de la globalización´HVXQDUWtFXORGHUHIOH[LyQLQWHUGLVFLSOLQDULRTXHYLVOXPEUD
discusiones interesantes en el marco de la discusión nacional e internacional entre las dos
visiones de Universidad de sus investigadoras.

Es una invitación a la Comunidad Científica Colombiana y Latinoamericana a repensar nuestro


universo del conocimiento desde distintos campos del saber y desde distintos enfoques que
ponen en diálogo lo cualitativo y lo cuantitativo, logrando con ello acercamientos y reflexiones
a la luz de problemas comunes.

     >    




19
!'*-"!*)7!#):,#!.)2!*)12!
12!$)-$%-0'!,)7!#)-,%1%,#0)1)1

Capitalist globalization:
Stadium of organizations in crisis

(,!'-,%('(&6&.'#%()-'#,#(',)(%6-#,,#'.'%!#-#&#7')(%6-#(&(+4-#
%+#"$
Katia M. Martínez Heredia

,20-$3##):,
Terminada la segunda guerra mundial en 1945, el panorama de miseria y muerte abrumaban al
mundo, sin embargo, las potencias económicas, políticas, militares y tecnológicas mundiales
como Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Japón, Alemania Occidental y los aliados, lograron
conciliar los mecanismos políticos y diplomáticos que deberían llevar al mundo a su
reconstrucción social, la intención de consolidar y fortalecer las fuerzas en beneficio de la paz
mundial y la negativa a una nueva guerra, llevaría a los países occidentales a asumir una nueva
tensión, denomina entonces como tensión bipolar. No solo Europa estaba divida en dos polos
opuestos, el mundo entero se encontraba en una gran confrontación ideológica que superaba las
expectativas y ponía en permanente rigidez y nerviosismo a todos los países del planeta. 

Se trataba entonces de una nueva guerra, de un nuevo acontecimiento en la historia de la
humanidad, con lo que se demuestra que no habían sido suficiente las dos guerras anteriores y
el mundo esperaba con mucha atención los seguidos momentos.

No obstante, en 1944, un poco antes de la victoria de los aliados sobre las potencias fascistas y
autoritarias que formaban el Eje, U.S.A (United State of America) junto a sus amigos
capitalistas ya se encontraban organizando las condiciones socio-políticas que más tarde
constituirían el denominado Nuevo Orden Mundial. Instituciones como el F.M.I. (Fondo
Monetario Internacional) y el B.M. (Banco Mundial) fueron vehemente impuestas y legitimadas
de cara al proyecto de reconstrucción del antiguo continente en Bretton Woods, conferencia que
tuvo lugar en un hermoso complejo hotelero en Hampshire-U.S.A. Sus estatutos declaran como
principales objetivos la promoción de políticas cambiarias sostenibles a nivel internacional,
facilitar el comercio internacional y reducir la pobreza; pobreza que el mundo europeo estaba
viviendo, como una de sus más críticas en mucho tiempo. Cabe destacar que estos organismos,
además de definir las diferentes políticas reguladoras y conciliadoras a nivel internacional,
20
dieron paso al establecimiento del patrón oro/dólar. Dicho patrón equiparaba el valor de las
divisas a una cierta cantidad de dólares pero siempre a un tipo fijo (es decir, en aquellos años no
había variaciones en este aspecto entre los países regulados por el F.M.I). Esa medida, que es
una de las causas primeras de la creación del Fondo, se mantendría en vigor hasta la crisis de
1973, con la crisis del petróleo, cuando fue derogada la cláusula que regía las regulaciones
monetarias en ese aspecto. 

Así mismo al año siguiente, la O.N.U. (Organización de las Naciones Unidas) es constituida
como la más poderosa de las instituciones internacionales, o mejor como una institución
supranacional, de carácter planetario, que se define como una asociación de gobierno global
que facilita la cooperación en asuntos como el desarrollo internacional, la paz mundial, y la
veeduría permanente sobre la protección de los Derechos Humanos. Todo ello, planteó la hoja
de ruta hacia el denominado Nuevo Orden Mundial que adviene, con las características propias
de nuevos actores y nuevas reglas en el escenario internacional vigentes hasta hoy,
consolidando planes estratégicos, ya no de corte regional, sino a escala mundial y global.

Las dos caras de la moneda estaban muy claramente definidas, el bloque capitalista y el bloque
socialista tenían muy bien puestas las cartas sobre la mesa. Europa estaba divida en dos partes
geográfica y geo-políticamente contrapuestas, cuyo centro o foco permeó las fronteras
alemanas, haciendo levantar en medio de ella un muro. También llamado el Muro de Berlín,
construido allí para contrarrestar la avanzada norteamericana y la ocupación occidental. El
ejército rojo tuvo claro que con la construcción del muro se resguardaban las líneas ante
cualquier ataque futuro, así como también protegería el territorio ganado y los derechos sobre la
población quedarían salvaguardados a toda costa.

Fue una de las confrontaciones ideológicas, políticas, económicas, militares, tecnológicas y
comunicacionales más fuerte de todos los tiempos, con una carrera de tensión, amenaza
internacional, terror y miedo global, competencia y emulación permanente durante más de 40
años. El mundo no entendía hacia dónde poner sus ojos, en medio de un ambiente de
hostilidades y contrariedades, liderados por gobiernos obstinados capitalistas y radicales
socialistas, sin ninguna intención de conciliar ni consensuar. Fue una de las épocas en donde el
gasto militar superó las expectativas de ambos bandos, y en donde la capacidad económica de
los países se traducía en su capacidad de inversión, los niveles de producción de los países
capitalistas iba en alza y cada vez más occidente le demostraba al resto del mundo que el
sistema económico de uso permitía alcanzar el desarrollo más rápidamente que cualquier otro
modelo inferior. Las empresas privadas y multinacionales extranjeras cada vez más le
21
demostraban el poder económico al mundo en desarrollo, presentando verdaderos indicadores
económicos en pro de la sostenibilidad y la prosperidad económica, tan buscada por esos años.
Sin embargo, la U.R.S.S. (Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas) afincadas en la idea
de revolución, del cambio social y la transformación de las clases sociales, le explicaban al
mundo que la mejor manera de alcanzar la paz, se daría a partir de la resistencia de oriente,
milenaria hasta entonces.

La Guerra Fría, no bélica, fue fría por su carácter ideológico. Dos pensamientos, dos modos de
vida, dos sistemas económicos, dos modos de producción, dos formas de gobierno, dos tipos de
ciudadanos, dos culturas, dos identidades, dos organizaciones, dos mundos opuestos en total
contradicción. Finalmente la U.R.S.S. cedió ante los problemas económicos y los disturbios
políticos internos y externos. Durante este período, la Unión Soviética llegó a ser el modelo de
referencia para futuros Estados Socialistas. Desde 1945 hasta 1991, la Unión Soviética y los
Estados Unidos dominaron la agenda global. A finales de la década de 1980, el último líder
soviético Mijaíl Gorbachov trató de reformar el Estado con las políticas de la llamada
Perestroika pero la Unión Soviética se derrumbó en sus intentos y fue disuelta formalmente.

Paralelo a ello, se desintegran los países de Europa Oriental, con la ayuda económica de U.S.A.,
el pueblo alemán y su gobierno da paso a la caída del Muro de Berlín y se da por finalizada la
Guerra Fría, ello bajo la consolidación y posicionamiento del capitalismo, como sistema
económico, provocando lo que se conoce hoy como la Globalización. Hugo Fazio Vengoa
explica que: 
Extremando un poco las cosas, podemos conjeturar que se convirtió en un concepto
SRUWDGRUGHXQDDOWDFDUJDµYDOyULFD¶dotado de una capacidad para actuar como guía para
la interpretación de la totalidad social. Guardando las debidas proporciones, la
inclinación a explicar las grandes transformaciones contemporáneas a partir de, o en
razón de la globalización, corre el riesgo de convertirse en lo que fuera la noción de
totalitarismo aplicado al universo soviético durante la época de la Guerra Fría. Su uso
explicativo fue tan grande que finalmente se volvió inoperante, vacío e incluso totalitario
porque en su pretensión explicativa reducía la complejidad de esas sociedades a unas
pocas variables. (2001, p. 1)

Es por ello que cuando se habla de la globalización hay que aludir a un fenómeno complejo,
abierto, plural, una época relativamente nueva que da paso y se desarrolla gracias a las
potencialidades de cada uno de los elementos que participan. De este modo, la perspectiva
histórica, permite develar las particularidades del proceso, sin desconocer que en él hacen parte
22
elementos constitutivos como lo político, lo social, lo cultural, lo tecno-comunicacional y no
solamente lo económico, como se ha intentado decir en círculos académicos donde solo se
valora el nivel económico financiero de la globalización por encima o superior a los demás
factores. Aunque si es importante decir que la globalización se moviliza y se expande a nivel
global y casi planetariamente, por el impulso y fuerza del sistema capitalista que lo potencia y
es determinante, la realidad de la globalización es gracias a un sistema que defiende el modo de
producción y reproducción del capital vía acumulación e inversión de la propiedad privada, los
demás ámbitos de la vida en sociedad quedan inmediatamente afectados y permeados por una
ola de dinámicas económicas propias del modelo.

Es por ello que el objetivo de este artículo es explicar que la globalización económica
capitalista que vive el mundo contemporáneo, ha llegado a una de las crisis más serias y
estructurales de los últimos años, provocando como consecuencia un estadio de crisis de
organizaciones empresariales, económicas y financieras de los países históricamente
capitalistas, lo que significa que la crisis que la globalización vive es una crisis del capitalismo,
es decir, la crisis de la propiedad privada, que incluye a las empresas privadas, nacionales y
extranjeras, multinacionales, sector financiero y gobiernos capitalistas. Todo ello, permitirá
hacer un abordaje teórico-conceptual amplio por referentes que son cualitativamente
importantes a la hora de emitir un juicio de valor sobre el mismo, a fin de explorar las diversas
interpretaciones que hay al respecto del fenómeno de la globalización junto con las teorías
modernas y posmodernas de la organización, de la gerencia y de la administración a la luz de
enriquecer la tesis propuesta.

!'*-"!*)7!#):,#!.)2!*)12!
Los años 90´s fueron para el mundo un período determinante, decisorio y de transición hacia el
mundo globalizado. La bipolaridad ideológica existente había provocado nuevas
transformaciones, evidentes entre los países y en los ciudadanos del mundo entero. Nociones
como inclusión y exclusión, dependencia e interdependencia, globalizados, des-globalizados,
desarrollados y subdesarrollados, industrializados y pre-industriales, serían el nuevo lenguaje a
utilizar dada la compleja connotación que surge a propósito de la globalización.

La década que inicia da paso a un sistema económico, único, uniformador y homogeneizador


para la mayoría de las economías del mundo. El capitalismo se impone como la única vía
posible para lograr el ideal del desarrollo, la modernización y el bienestar ya no a escala local-
nacional sino a escala global-planetaria. La propiedad privada, bienes de producción,
acumulación de riqueza y reproducción del capital serán factores determinantes para el
23
funcionamiento del sistema que impera, ahora de la mano de los gobiernos triunfantes (U.S.A.,
Reino Unido, Francia, Alemania, Japón, Canadá, Italia, y Rusia), quienes ponen las condiciones
generales, liderando su proceso de expansión.

Expansión que puede analizarse de diversas maneras. Según Anthony Giddens, (1994), la
JOREDOL]DFLyQ ³SXHGH GHILQLUVH FRPR OD LQWHQVLILFDFLyQ GH UHODFLRQHV VRFLDOHV SODQHWDULDV TXH
aproximan a tal punto los lugares distantes que los acontecimientos locales sufren la influencia
de hechos ocurridos D PLOHV GH NLOyPHWURV \ YLFHYHUVD´ (p. 70). Zygmunt Bauman (2007),
afirma que ³OD JOREDOL]DFLyQ VLJQLILFD TXH WRGRV GHSHQGHPRV XQRV GH RWURV /DV GLVWDQFLDV
LPSRUWDQSRFRDKRUD/RTXHVXFHGDHQXQOXJDUSXHGHWHQHUFRQVHFXHQFLDVPXQGLDOHV´ (p. 45).
Así mismo Fazio (2001), DUJXPHQWDTXH³FRQEDVHHQHVWDVLQWHUUHODFLRQHVQRVyORVHHVWLPXOD
el surgimiento de grandes sistemas, el nivel global, sino que se transforman igualmente los
contextos locales y personales (cotidianos) de experiencia social´(p. 14). 

Ahora bien, la globalización capitalista se empieza a consolidar a partir de la idea de expansión-
transformación, llevada a cabo a partir de nuevos actores y nuevas reglas impuestas en el
escenario socio-político internacional. Reaparece el Estado-Nación, la Iglesia, los Partidos
Políticos, las entidades sub-nacionales como: los grupos étnicos e indígenas; las guerrillas, los
traficantes de drogas, armas y seres humanos, así como los grupos económicos de interés y
empresas o corporaciones multinacionales y transnacionales, los medios de comunicación y las
organizaciones no gubernamentales. ³La necesidad de expansión de las multinacionales está a
la raíz de la mentalidad neoliberal que impera hoy en el mundo´ 5DPtUH]996, p. 3).

Así es como la globalización capitalista es afianzada cada vez más por actores representativos a
nivel planetario haciendo expansiva la onda del fenómeno global, delineando y alineando las
estrategias y apostándole por la transformación hacia todas las esferas de la vida en sociedad, en
consonancia con las acciones gubernamentales del Estado, quien coopera y se redefine para
impulsar de manera categórica el proyecto expansionista de la globalización. Es por ello que la
aparición o resurgimiento de dichos actores se basa en las tradicionales dinámicas del poder que
impulsan a unos y otros a ejercer la fuerza en la consecución de objetivos.

Para captar la atención y las inversiones de las multinacionales, los Estados compiten hoy
por reducir su injerencia en la economía, liberar el comercio, suprimir impuestos y
aranceles, privatizar sectores estratégicos de la economía, contener los salarios,
flexibilizar las condiciones laborales, etc. En mercados cada vez menos regulados, las
multinacionales escapan a casi todo control político local o internacional. En este desfase
24
entre el carácter transnacional de las grandes empresas y el carácter meramente nacional
de las instituciones políticas, habría que buscar, tal vez, una de las razones de la creciente
crisis de legitimidad de las democracias y de la indiferencia de los potenciales electores
ante los partidos y la política. Cada vez más sometidos a los intereses del capital
internacional, los Estados y partidos responden cada vez menos a las aspiraciones de los
ciudadanos. (Ramírez, 1996, p. 4)

Tales interpretaciones dan cuenta de las nuevas prácticas y de los nuevos discursos puestos en
marcha a partir de un sistema global, cuyos elementos se articulan y se solidarizan unos con
otros, de manera concatenada e interrelacionada. El sistema capitalista da las pautas para su
funcionamiento de la mano del modelo Neoliberal, o Liberalismo Contemporáneo, que le
sugiere al Estado-Nación cumplir un papel no protagónico, permisivo, desregulador, flexible y
mínimo, que garantice la participación amplia, abierta, liberalizadora, reguladora y máxima del
mercado, con toda la puesta en marcha de su proceso de transnacionalización, que implica toda
una infraestructura técnica, tecnológica, científica, económica, de inversión privada y de
explotación de recursos a toda escala. A propósito de esto, Manuel Castells, quien ha discutido
ampliamente el tema, aporta que:

Su expresión más determinante es la interdependencia global de los mercados
financieros, permitida por las nuevas tecnologías de información y comunicación y
favorecida por la desregulación y liberalización de dichos mercados. Si el dinero (el de
nuestros bancos y fondos de inversión, o sea, el suyo y el mío) es global, nuestra
economía es global, porque nuestra economía (naturalmente capitalista, aunque sea de un
capitalismo distinto) se mueve al ritmo de la inversión de capital. Y si las monedas se
cotizan globalmente (porque se cambian dos billones de dólares diarios en el mercado de
divisas), las políticas monetarias no pueden decidirse autónomamente en los marcos
nacionales´. (2000, p. 46)

Lo que se observa es una globalización capitalista, dinamizada por el Modelo Neoliberal
QRUWHDPHULFDQR \ DFFLRQDGD D SDUWLU GHO FRQMXQWR GH SROtWLFDV GHQRPLQDGDV ³:DVKLQJWRQ
&RQVHQVXV´ como políticas de choque que fueron sugeridas primero para Latinoamérica y
luego para el resto de los continentes del mundo (ex-Unión Soviética, África, Asia), de manera
acelerada y aplicada de forma idéntica a todas las regiones del globo por las entidades
financieras F.M.I. y B.M., como políticas macro-económicas que sugerentemente llevarían a los
países subdesarrollados a alcanzar el ideal del desarrollo tal como lo había prometido occidente.

25
³En realidad el proceso comenzó en Londres más que en Estados Unidos, exactamente el
27 de octubre de 1987 mediante el llamado #! '!, cuando se desregularon
prácticamente todos los mercados financieros de esa ciudad; siguió obviamente Estados
Unidos y luego se extendió el proceso, volviéndose imparable en cuanto era imposible
retener el capital en un mercado controlado cuando los otros mercados estaban abiertos.
Es un tema un poco técnico, pero sirve para pensar muchas de las crisis presentes en
$PpULFD/DWLQD´ (Castells, 2000, p. 47). 

El problema es que el mundo asumido desde la globalización capitalista hasta finales de la
década de los 90 llevó a la gran recesión económica mundial, haciendo que las pequeñas y
medianas empresas locales de los países subdesarrollados liquidaran, cerraran, o, en otros casos,
vendieran antes de perderlo todo. Se observaba como bien lo manifiesta Stiglitz (2002), la
desigualdad, el paro, la contaminación: en estos campos el Estado debía asumir un papel
LPSRUWDQWH ³ «  ³Reinventar la Administración´: hacer al Estado más eficiente y sensible;
había visto cuándo el Estado no era ninguna de las dos cosas y sabía que las reformas eran
difíciles, pero también que, por modestas que parecieran, eran posibles´(p. 2). 

Más allá, de las precauciones que algunos países en desarrollo tomaron más adelante, como lo
fue el caso de los ocho países del sureste asiático: Japón; los cuatro dragones o tigres: Hong
Kong, Singapur, Taiwán, Corea, denominados así por su rápido desarrollo económico, y tres
países de reciente industrialización: Malasia, Tailandia e Indonesia, quienes basaron su
desarrollo industrial en las inversiones de capital extranjero y en una sobreexplotación de la
mano de obra barata, abundante y poco organizada en sindicatos, los países latinoamericanos
reacomodaron su economía, hicieron ajustes y aprendieron también la lección. Sin embargo, no
se puede olvidar la crisis financiera vivida en Argentina durante el 2001, debido a fallas en el
sistema económico-financiero, provocando lo que hoy conocemos como (++%#-(, llevando a
una inestabilidad no solo económica sino política en toda la nación; y si se observa cada caso
entre los países pobres de África, por ejemplo, es posible darse cuenta que la realidad social y
política es lamentable, en el sentido del abandono de los gobiernos de turno en los territorios
africanos, quienes padecen y han padecido la crisis, como una crisis de humanidad permanente,
tras el socavamiento y explotación de sus recursos sin el control y veeduría ética de las
organizaciones internacionales. Es lo que en los estudios contemporáneos se denomina la neo-
colonización vía globalización, justificada legalmente por la O.N.U., y legitimadas a partir de
las acciones que las ONG´S (Organizaciones No Gubernamentales) nacionales e internacionales
desarrollan en estos países sin regulación política ni administrativa, dada la falta de
gobernabilidad, de la que sufren históricamente.
26

El problema principal al que se quiere llegar, se evidenció en el caso de la primera crisis del
capitalismo. Boughton & Colin (2007), afirman que:

En el tercer trimestre de 2007, millones de estadounidenses vieron cómo empeoraban las
condiciones de sus préstamos hipotecarios y disminuía el valor de mercado de sus
propiedades. Aumentaron rápidamente las ejecuciones hipotecarias, y muchas familias
perdieron su vivienda. En pocas semanas, la turbulencia se propagó a otras economías
avanzadas de sistemas financieros complejos, y el crédito para las empresas y los
individuos se hizo más difícil de obtener e inesperadamente costoso. De pronto, comenzó
a ponerse en duda la solvencia de grandes bancos y otras instituciones financieras. (p. 10)

De igual modo, la representación de la crisis actual, real y visible sobre los más poderosos
gobiernos capitalistas, se empeora dada la toma de decisiones de los gobiernos mundiales y las
entidades financieras que sufren de la escasez del recurso más preciado en la dinámica de la
globalización: el capital, por lo tanto lo que se está viviendo no es una crisis económica
coyuntural, sino una crisis profunda y estructural del capital, que va acompañada por una crisis
de las instituciones internacionales financieras, crisis del Estado-Nación (incluyendo la crisis de
los sindicatos, de los partidos políticos, de los gobiernos de turno, de los sectores económicos
productivos, de las organizaciones no gubernamentales, entre otros), crisis de las entidades
bancarias, crisis de los gobiernos capitalistas, crisis de la propiedad privada, crisis del
capitalismo y de quienes ostentan el capital, y crisis generalizada de los actores representativos
de la denominada globalización capitalista. Zygmunt, muy conocedor de la temática, explica
que:
Como ya sabemos, esta extraterritorialidad sin precedentes de la actividad económica
condujo en su momento a un espectacular avance de la capacidad industrial y al
acrecimiento de la riqueza. También sabemos que, durante casi la totalidad del siglo XIX,
esa misma extraterritorialidad redundó en mucha miseria humana, en pobreza y en una
casi inconcebible polarización de las oportunidades y niveles de vida de la humanidad.
(Bauman. 2001, p. 4)

12!$)-$%-0'!,)7!#)-,%1%,#0)1)1
Es una época de crisis, como ya se ha reafirmado, principalmente, de las Instituciones
Internacionales como la O.N.U, el F.M., el B.M., la O.M.C., la O.M.S. O.P.E.P., quienes se
declaran impotentes ante la crisis del capital, los gobiernos capitalistas de los países
subdesarrollados carecen de poder de decisión frente al estado de iliquidez en el que se
27
encuentran, aumentando impuestos, reduciendo subsidios, subiendo precios en el mercado, y
reduciendo la inversión pública. Las empresas multinacionales de estas mismas zonas del
mundo, sufren las consecuencias de un sistema que se deteriora, llevándolos a tomar drásticas
decisiones de despidos masivos, reducción en las plantas de personal fijo, deteriorando los
salarios y duplicando las jornadas laborales sin pago de cargos nocturnos o contratando a través
de temporales que les brinde mejores garantías para subsistir en el mercado.

La figura del Estado-Nación se deslegitima cada vez más, debido al nivel mínimo de funciones
político-económicas al que se ha visto sometido por más de dos décadas. El Estado-Nación de
los países más pobres del mundo empieza a sufrir las consecuencias del sistema, cuya
naturaleza veló por la acumulación mas no por la distribución, lo que pone en contracción
ideológica y filosófica a aquellos defensores, que asimilan con asombro los impactos de la
crisis del capitalismo. Boughton & &ROLQ  DILUPDQTXH³Hl episodio también demuestra
que, en un mundo de mercados financieros globalizados en el que una falla sistémica en un país
puede afectar a muchos otros, es preciso reconocer que la supervisión y la regulación son una
UHVSRQVDELOLGDGPXQGLDO´(p. 10).

Se suma a ello, la crisis de legitimidad, representatividad, gobernabilidad y legalidad, por


supuesto, la crisis ética, expresa ésta en múltiples problemáticas de índole social, político y
económico que trasciende a niveles altos de pobreza, miseria, desempleo, parálisis de los
sectores económicos internos, desigualdad, marginalidad, injusticia social, y un panorama
amplio de conflicto social permanente, no menos importante. El sistema financiero, por
supuesto, quien sostiene la globalización capitalista, también devela su propia crisis del capital
que se escasea, que no se reproduce, que obstaculiza toda transacción internacional y que no
vislumbra con claridad cómo resolver el problema monetario, entendiendo las alzas de los
precios del Dólar y el Euro en el mercado mundial.

Stiglitz sublimó por varias décadas la idea de que -+( &.'( , )(,#%, sin embargo, las
tensiones en las que se encuentran las organizaciones empresariales y las organizaciones
sociales que exigen respuestas urgentes de regulación, control y protección de los derechos
humanos, hace que el camino hacia la búsqueda de un equilibro entre sociedad y empresa sea
aún incierto. Si bien las empresas nacionales y multinacionales extranjeras, viven su propia
crisis, el panorama administrativo sugiere, como bien lo explica el texto de Casares y Siliceo
(2003  ³GHVDUUROODU SUHSDUDU \ Ddaptar a sus organizaciones a esta era de constante cambio
explosivo y de retos trascendentes, integrando la dimensión persona, grupo, organización,
calidad y responsabilidad social´ (p.38). Un proceso dialéctico, permanente y fenomenológico,
28
en construcción, no definitivo, sino incluyente e inclusivo hacia la búsqueda constante del
reconocimiento de los sujetos y de significados que le den sentido a las nuevas organizaciones.

Es por ello que se hace necesario resaltar, que dadas las emergencias de la vida contemporánea,
las organizaciones también están sujetas a cambios y transformaciones que las lleva a pensarse
y re-pensarse, intentando romper estructuras históricamente consolidadas, y dar un salto de
paradigma que verdaderamente genere cambios significativos en la forma como planean,
organizan, ejecutan, desarrolla, evalúan y actúan las las organizaciones y sus actores.

³/DV organizaciones son consideradas estructuras complejas que actúan como sistemas
LQWHUUHODFLRQDGRV´ Martínez & Téllez, 2012, p. 19). Ahora bien, las organizaciones son de todo
tipo y en cada una de ellas existen objetivos, metas y fines característicos e identitarios, lo que
significa que, dados los cambios vertiginosos de la contemporaneidad, de la globalización
capitalista, las organizaciones también se transforman, impulsadas a reconfigurarse y a
repensarse en su sentido deontológico y teleológico, ya que el fin de ser exitoso
organizacionalmente, se orienta hacia la búsqueda del logro, no solo material sino inmaterial,
que incluya lo axiológico en su sentido más amplio y la consecución de estados fundamentales
de la organización. Lo anteriormente explicado implica un aprendizaje constante y permanente
de los procesos organizacionales, que incluyen lo socio-sicológico, lo comunicacional y
organizacional.

Es este punto de la reflexión es importante argumentar que la exigencia de afrontar los retos del
mundo capitalista, si bien conducen a que las organizaciones sean cada vez más competitivas,
de igual modo exigen que se sostengan y se mantengan en el mercado, aunque éste sea cada vez
más fluctuante y asimétrico. Si bien la globalización capitalista hoy presenta un panorama en
desequilibro, las organizaciones se encuentran no solo en el reto de mantenerse vivas, activas y
productivas, sino también como articuladoras y defensoras de objetivos como la sostenibilidad
ambiental, el cuidado y protección de los recursos hídricos, de la capa de ozono, de la defensa
por un aire puro, por la protección de animales en vía de extinción, por la defensa de la
propiedad indígena y de reserva natural, por la garantía de empleos dignos, por la radical
defensa de todos los valores axiológicos que salvaguarden la vida, punto de quiebre de la actual
situación del sistema capitalista.

Todo ello significa empezar a entender que para repensar las prácticas, políticas y acciones
RUJDQL]DFLRQDOHV GH FDUD D OD FRPXQLGDG HV QHFHVDULR ³YHU ORV SUREOHPDV FRPR JUDQGHV
oportunidades para el cambio, a través de herramientas que hacen frente a las inestabilidades,
29
con proyectos de largo plazo, y ante la incertidumbre, respondiendo con estrategias bien
SHQVDGDV´ 6FKQHLGHU    Implica, por supuesto, fuertes y estructurales
direccionamientos de las organizaciones, que permita, teniendo como premisa los valores y
principios colectivos y sociales. Aunque no está de más decir que, para el logro de estos
cambios, es fundamental que todos los actores o agentes sociales involucrados se empoderen
(Blanchard, 2007) no simplemente en términos de la información, que es necesaria por la
claridad, transparencia y formalidad en los procesos, sino también cognoscitiva y éticamente.

Ahora bien, el capital intelectual, denominado así por los economistas y administradores de
empresas y organizaciones económicas, hoy suscita grandes debates teóricos; no obstante, para
esta reflexión, la idea de Potencial Intelectual (Martínez, 2013), Capacidad (Sen, 2006), o
General Intellect (Marx, 1946) en términos de una atractiva metáfora para referirnos a los
conocimientos que se convierten en el epicentro de la producción social y el reordenamiento de
todas las áreas de la vida en común, permite acercar, entonces, a la posibilidad de entender que
para lograr las grandes transformaciones en las comunidades, los cambios estructurales
deseados en la sociedad, la emancipación de los pueblos, la liberación del sujeto, como sujeto
de cambio, el equilibrio de poder en las instituciones político-públicas y la innovación en las
empresas, resulta categórico reconocer que la política es una edificación de la comunidad y de
identidad común en la toma de decisiones, por lo tanto implica sujetos capaces de ubicarse en
un contexto histórico determinado, bajo el conocimiento y apropiamiento de sujetos que
promueven el colectivismo y no el individualismo, que reafirman los intereses comunes por
encima de los intereses individuales y son capaces de modificar las estructuras y los sistemas
establecidos en miras del bien común.

Finalmente, es importante agregar que las relaciones de poder en toda relación dicotómica ha
llevado, en el largo plazo, a duras batallas y constantes luchas, sobre todo cuando se trata de las
luchas que corresponden a la reivindicación de la dignidad humana; sin embargo, cabe decir
que en relación con las organizaciones económicas, todo el conjunto de teorías gerenciales
modernas y posmodernas como la Resiliencia, el Empowerment, la Reingeniería, la
Administración por procesos, el Benchmarking, son modelos administrativos y
organizacionales que bien podrían generar cambios significativos en las organizaciones. Resulta
irónico que su deber ser hacia el mundo exterior es la productividad, la eficacia y la eficiencia,
no so pena de la responsabilidad ética, política, económica, medio-ambiental, social y moral
con la sociedad a la que pertenecen.

-,#*31)-,%1
30
La globalización es sin lugar a dudas un lugar común, un escenario de aciertos y desaciertos, de
realidades problemáticas y con cambios inesperados que aún desconocemos que pasarán. Sin
embargo, es inevitable no asumir una posición crítica a esta realidad teórica y práctica, que ha
llevado al mundo y a sus ciudadanos a vivir de frente las consecuencias de todo lo que ella trae.
Decir hoy que el dólar sube o baja no es un asunto de los economistas o de los especialistas en
finanzas, es un asunto tan visible que le compete a cada Ser Humano en el planeta, viva aquí o
en las islas griegas, hable inglés o catalán, sea occidental u oriental, sea blanco, indígena, negro
o mestizo, sea del norte o del sur, sea rico o pobre; el punto es que no se puede ignorar el
mundo en que vivimos, creyendo que otros lo resolverán.

Beck (2001) asevera que los representantes de los trabajadores, los protectores del medio
ambiente y los defensores de la democracia abogarán, tarde o temprano, por unas normas de
derecho internacional. Ello debe incluir la responsabilidad de los diversos actores del sistema
internacional y nacional, que permita la visibilización del Estado-Nación, como agente de
cambio, de decisión y transformación.

A fin de cuentas, éstas solo podrán triunfar a nivel económico bajo unas condiciones básicas
que les garanticen a las empresas y a los demás un mínimo de seguridad jurídica, política, social
y, por tanto, también económica, de tal manera que las múltiples crisis que vive el mundo
contemporáneo sean afrontadas con las plenas garantías constitucionales, en defensa de los
valores democráticos, perdidos, utilizados y usufructuados hasta entonces.

El camino para llegar a ello es un camino inseguro y pavimentado a base de desmoronamientos,
con multiplicidad de crisis, con diversidad de actores, así como también, con pluralidad de
alternativas posibles que permite empezar a entrever un nuevo mundo político, económico y
social.

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32
!'*-"!*)7!#):,#!.)2!*)12!%,*!1-0'!,)7!#)-,%1%#-,:+)#!1#-,2%+.-08,%!1
,8*)1)1*-#!*$%*!1 $%1$%*!1 

Capitalist globalization in contemporary economic organizations:


Local analysis of PYMES based in the TICS

“nuestra responsabilidad moral no es para el futuro, sino moldearlo para cambiar nuestro destino en una dirección más
".&'1)+#,&#'.#+%-+auma de la transición” 
 
Katia M. Martínez Heredia
Fredy Álvarez Martínez

,20-$3##):,
La globalización es un proceso histórico de larga duración que da cuenta de sus múltiples
manifestaciones y evoluciones, en términos de las relaciones sociales y de poder que se
desarrollan a partir de los actores y las reglas que surgen en un escenario de totalidad mundial.
Aunque el fenómeno afecte a todas las esferas de la vida en sociedad, incluyendo la cultural, la
familiar, la personal y profesional, la globalización económica lidera el proceso de
transnacionalización e internacionalización a escala planetaria, donde la mayoría de los países
del tercer mundo se alinean y se acoplan al sistema internacional a partir de las políticas y las
normas internacionales para su ejecución. Hugo Fazio alude que:
La globalización, en esta perspectiva, haría referencia a los mecanismos uniformadores a
través de los cuales transcurre la mundialización del proceso en sus diferentes
manifestaciones. Con el capitalismo, como premisa para el desarrollo de las tendencias
globalizadoras, habrían surgido y posteriormente se habrían consolidado los gérmenes de
XQD µHFRQRPtD PXQGR¶ TXH GXUDQWH VX FRQVROLGDFLyQ KDEUtD LGR VXEVXPLHQGR ODV
economías locales, regionales y nacionales, ubicándolas dentro de su propia racionalidad.
(2001, p.7)

Es un sistema global que afecta positiva y negativamente a todos aquellos Estados-Nacionales


que se encuentran vinculados y anexados a las Organizaciones Supranacionales, quienes
asumen el liderazgo en distintas áreas a nivel global, cumpliendo con los compromisos que
hacen parte de los consensos logrados por las potencias mundiales y los aliados después del
encuentro en Bretton Woods, políticas alcanzadas con carácter vinculante al Derecho
Internacional que hoy los gobierna. ³ORVJRELHUQRVPXQGLDOHVGeben ser más democrático que
33
autoritario, más abiertamente político que burocrático PiV LQWHJUDGR TXH HVSHFLDOL]DGR´
(Boughton & Bradford, 2007, p. 11).

Desde 1945, la Organización de las Naciones Unidas acompaña el proceso de liderazgo


cooperativo entre las naciones en defensa de los Derechos Humanos. Tiempo después del
conflicto bipolar después de la Caída del Muro de Berlín, la O.M.C. (Organización Mundial del
Comercio) fue creada en 1995 en la llamada Ronda de Uruguay, y de anteriores negociaciones
en el marco del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (G.A.T.T.), es la
impulsora de la dinámica económica, comercial y de intercambio de bienes y servicios
alrededor del globo, estableciendo las normas jurídicas y los criterios de importación y
exportación, así como las políticas desreguladoras y des-proteccionistas que prescinden de las
barreras arancelarias a las países para tales fines dentro de un economía de libre mercado.

/D2UJDQL]DFLyQ0XQGLDOGHO&RPHUFLRFRQYHUWLGDHQ³VHPL-HVWDGR´ %HFk, 2001, p.139), se


apoya en dicha economía de libre mercado a partir de la política de apertura económica y
liberalización de la economía, en donde los países del primer y tercer mundo compiten
comercialmente con sus productos tangibles e intangibles, en una lógica mercantil capitalista de
base industrial desigual y asimétrica. El intercambio comercial no solo se da bilateralmente o a
partir de las relaciones con su región, sino también con otras regiones del mundo o a partir de
los Tratados de Libre Comercio (T.L.C.) firmado entre gobiernos, quienes toman las decisiones
de involucrar a sus países en tales dinámicas, asumiendo con total conciencia, tanto las ventajas
como los riesgos técnicos, tecnológicos, industriales y de producción a las que se someten.

El sistema económico capitalista involucra un conjunto de elementos que se encuentran


articulados y concatenados para que éste mismo sistema funcione, sujetos protagónicos como
las Estados-Nacionales, Gobiernos mundiales, empresarios, corporaciones multinacionales y
ciudadanos consumidores o ciudadanos trabajadores alrededor de la economía de libre mercado.
Discursos formalmente institucionalizados que se relacionan con las políticas macro
económicas tales como la privatización, la internacionalización, la desregulación, la
flexibilización laboral, todas asociadas al Consenso de Washington, que han venido afianzando
vocabularios bajo la idea de progreso, desarrollo y crecimiento.

El historiador Fabrizio Dogliotti (2008) afirma que los medios de información nos bombardean
con conceptos como competitividad, crecimiento económico o mercado. Sin embargo, detrás de
estas palabras existen hechos y dinámicas como sociales y políticas, que normalmente
34
permanecen ocultas. Y lugares físicos y virtuales, presenciales y no presenciales que
intensifican la dinámica de compra y venta de bienes y servicios al escala planetaria, bajo
plataformas tecnológicas de alta gama que posibilitan la comunicación entre fronteras, el
traspaso de información de manera veloz y eficaz, y el uso de herramientas técnicas que
permiten la fluidez transaccional y financiera requerida para este tipo de proyectos globales,
donde el capital es esencial.

Es una dinámica de obtención e inversión del capital, explotación, producción y expansión, vía
acumulación de la riqueza que provee la actividad económica y el sistema en el que se sostiene,
la cual es asimétrica, generando desequilibrios socio-políticos (exclusión social) y socio-
económicos (pobreza) a escala global, intensificando la multiplicidad de crisis que vive el
mundo en la contemporaneidad, incluyendo la crisis ética y de valores en los distintos
escenarios de la vida en sociedad, cuya tendencia de maximización de la economía y
minimización del Estado es cada vez mayor.

Es por ello que el objetivo de este artículo es argumentar cómo en la era de la globalización el
sistema económico capitalista ha alcanzado su nivel máximo de expansión, provocando
multiplicidad de crisis, principalmente, la ética y de valores, en términos de la incapacidad para
proporcionar las condiciones políticas, económicas y socialmente equitativas a la población
mundial. Se toma las TICS (Tecnologías de la Información y la Comunicación) como
herramienta fundamental que influye en la toma de decisiones de las organizaciones
gubernamentales y no gubernamentales, públicas y privadas, para afrontar el libre mercado en
contextos complejos, cargados de incertidumbre y competitividad.

*1)12%+!%#-,:+)#-#!.)2!*)12!%,*!%0!$%*!'*-"!*)7!#):,
Inicialmente es importante señalar que el concepto de capital no surge esencialmente en la
modernidad. En los albores del siglo XVI con la explotación de la tierra ya se observaban
respuestas económicas de explotación, intercambio y acumulación, en términos de uso del
recurso más importante de la época.

Con la idea de circulación de todos aquellos productos que devienen de la tierra, la mercancía
adquiere un valor, convirtiéndose en capital. Es entonces cuando del mercantilismo al
capitalismo incipiente del siglo XIX, la Revolución Industrial y los cambios económicos y
políticos significativos del momento como la Independencia de los Estados Unidos y la
Revolución Francesa, provocaron que los países del resto del globo asimilaran las
35
transformaciones venideras y posibilitaran las condiciones estructurales para su
posicionamiento y sostenimiento. Karl Marx en su libro El Capital argumenta que:
La circulación de la mercancía es el punto de arranque del capital. La producción de
mercancías y su circulación desarrollada, o sea el comercio, forman las premisas
históricas en que surge el capital. Si prescindimos del contenido material de la
circulación de mercancías, del intercambio de diversos valores de uso, y nos limitamos a
analizar las formas económicas que este proceso engendra, veremos que su resultado
final es el dinero. El dinero considerado como dinero y el dinero considerado como
capital no se distinguen de momento, más que por sus diversas formas de circulación.
(1946, p. 103)

Es por ello que con la consolidación del Estado-Nacional Westfaliano, más el liberalismo como
corriente de pensamiento política y económica, y la transición a un nuevo sistema económico,
el capital se convierte en el principal recurso para el logro de tres objetivos del capitalismo: la
acumulación, monopolización y explotación de la fuerza productiva.

Se acumula en la medida en que luego de un proceso productivo, la mercancía adquiere un


valor de cambio, es decir, el valor que ese objeto producido tiene en el mercado, y se expresa en
términos cuantitativos, medidos por el dinero y la plusvalía es el beneficio del capitalista. Sin
este beneficio no habría sociedad capitalista, denominado exceso de valor de cambio que no
revierte sobre el trabajador y que da lugar a la ganancia del empresario. La monopolización es
el resultado de la permanente búsqueda de acumulación de un sector importante de la
economía, teniendo la posesión exclusiva de la fabricación o la comercialización de un
producto o servicio. La fuerza de trabajo o fuerza productiva adquiere la misma connotación de
mercancía, ya que ésta se coloca al servicio del empresario quien le da un valor de cambio
llamado salario. En términos de horas-trabajo, quiere decir: de las ocho horas que el trabajador
trabaja, una parte trabaja para él (la que revierte en lo que realmente le paga el empresario) y
otra para el empresario que da lugar a la ganancia, convirtiéndose, en este sentido en sujeto
explotado.

Ahora bien, luego de la primera y segunda guerra mundial territorial, la dinámica económica de
base capitalista contagió otras esferas de la vida social, política y cultural, provocando la
intensificación y acentuación del sistema económico, no solo a escala local, regional sino
también mundial. Con la llegada de la era de la globalización, el capitalismo exacerbó el

36
individualismo y el autogobierno, la lógica de explotación-producción-acumulación llegó a ser
el imperativo categórico de este nuevo estadio en la historia de la humanidad.

Para Joseph Stiglitz (2001), la globalización económica actual tiene múltiples significados, sin
HPEDUJRH[SUHVDTXH³HOSUREOHPDSRUORWDQWRQRUHVLGHHQODJOREDOL]DFLyQHQVtVLQRHQOD
forma de manHMDUOD´ S Stiglitz que trabajó en el Fondo Monetario Internacional (F.M.I.) y
el Banco Mundial (B.M.) como asesor económico y conoce desde adentro las políticas
macroeconómicas que han sido aplicadas, diría que la globalización, a través del modelo
neoliberal o liberalismo contemporáneo de finales del siglo XX y de las políticas para
Latinoamérica, África, Asia, y la Ex ± U.R.S.S. (Unión de las Repúblicas Socialistas
6RYLpWLFDV  OODPDGDV ³:DVKLQJWRQ &RQVHQVXV´ KDQ LQWHQVLILFDGR OD WHQGHQFLD SODQHWDULD GH
dependencia de unos sobre otros, de los Norte-globales sobre los Sur-globales, de los países
ricos sobre los pobres, de las empresas multinacionales sobre las empresas nacionales, pequeñas
y medianas o PYMES.

El Consenso y post-Consenso de Washington firmado en los años 90´s le dejó claro sus
objetivos globales a los países que ratificaron la política internacional incluyendo Colombia,
quienes aceptaron los diez políticas macroeconómicas con soporte jurídico internacional dando
paso a la expansión del capitalismo, a la expansión de los agentes de comercio y mercado, a las
multinacionales o transnacionales y a la intervención de los organismos multilaterales en todos
los continentes, dándole legitimidad al discurso de crecimiento económico, modernización y
progreso por encima del discurso de desarrollo social, bienestar y equidad.

Desde el punto de vista de Manuel Castells (2000), la globalización ha transformado las bases
de la estructura social, diciendo que ³HVWDHQRUPHWUDQVIRUPDFLyQPRGLILFDDEVROXWDPHQWHWRGR
lo que hacemos, desde las maneras como producimos hasta los modos como consumimos,
YLYLPRV PRULPRV \ KDFHPRV HO DPRU´ (p. 43). De igual forma explica que la globalización
DFWXDOHV³XQSURFHVRREMHWLYRQRXQDLGHRORJtD´ , p. 37), entendiendo que no se puede
pensar la globalización sin humanidad y el concepto de democracia sin derechos humanos.
Bauman (2001) alude, entonces, a que la globalización merece ser revisada desde sus desafíos
éticos; ello implica una mirada no reduccionista de un sector o del otro, de tal manera que la
defensa por la dignidad humana sean los valores que se superpongan en la discusión.

La lógica economicista, mercantilista, utilitarista y funcionalista de la globalización es la que


prevalece sobre la lógica humanista, lo que significa que, para entender la dinámica de la nueva
37
era hay que afianzar el análisis en el sistema económico dominante que lo estructura. Se le ha
OODPDGR³FDSLWDOLVPRVDOYDMH´FX\RVLVWHPDVHH[SDnde y se agiganta por casi todo el planeta,
sobre todo por los países con gran diversidad de recursos naturales, hídricos y mineros, que son
materias primas o insumos necesarios para su producción, reproducción y consumo masivo.

La disyuntiva que se coloca ante los ojos de la humanidad responde a la situación presentada,
sobre el valor que adquieren los derechos de los ciudadanos o trabajadores en el escenario
local-nacional y el valor que adquieren los derechos de las multinacionales en la era de la
globalización, donde prima el bien particular sobre el bien público, es decir, donde la autoridad
del mercado se superpone sobre la autoridad del Estado. En síntesis es la maximización de la
economía y la minimización del Estado.

Es por ello que Socorro Ramírez (1996), asevera que la aparición o resurgimiento de dichos
DFWRUHV LPSXOVDQ OD UHGXFFLyQ GHO (VWDGR \ OD UHGHILQLFLyQ GH VXV IXQFLRQHV ³3DUD FDSWDU OD
atención y las inversiones de las multinacionales, los Estados compiten hoy por reducir su
injerencia en la economía, liberar el comercio, suprimir impuestos y aranceles, privatizar
sectores estratégicos de la economía, contener los salarios, flexibilizar las condiciones
laborales´ (p. 4). Sin embargo, como dice Bauman (2001)³QRVHSXHGHGDUPDUFKa atrás a la
JOREDOL]DFLyQ 8QR SXHGH HVWDU D IDYRU R HQ FRQWUD GH HVWD QXHYD LQWHUGHSHQGHQFLD PXQGLDO´
(p.46).

Y es allí donde se ubica el principal problema, cuando se estimula la idea pública de los
Gobiernos de que la Democracia se consolidará en los territorios más pobres del mundo gracias
al sistema económico capitalista. Se infunde la idea de que las pequeñas, medianas y grandes
empresas nacionales soportarán el impacto de las grandes corporaciones multinacionales en la
Globalización y las respuestas del mercado internacional de alta competitividad. Bien lo explica
Immanuel Wallerstein (1999), al referirse a la jerarquización o clasificación socio-económica
GHOHVSDFLRHQHOVLVWHPDPXQGRDOXGLHQGRTXH³HQORV(VWDGRVSHULIpULFRVHO(VWDGRHVGpELl,
en dónde la producción es de bienes de baja categoría (bienes cuya mano de obra está peor
UHPXQHUDGD ´ (p.21). En Latinoamérica no aplica ninguna excepción a estas reglas. Aquí
encontramos un panorama dinámico y acelerado de la expansión multinacional, a partir de la
llegada del capitalismo a territorios periféricos globalizados, cada vez más sometidos a los
intereses del capital internacional.

0'!,)7!#)-,%1#!.)2!*)12!1*-#!*%1 )+.3*1!$!1.-0*!1 
38
El proceso de globalización económica, política y socio-cultural, demanda empresas efectivas,
es decir, que sepan combinar eficiencia y eficacia en la gestión de sus distintos recursos. El
empresario debe tener un pensamiento lo suficientemente profundo, pero a su vez flexible, para
conducir los destinos de su organización. En este sentido, el pensamiento estratégico es el
instrumento natural de análisis y toma de decisiones en el uso de las TICS (Tecnologías de la
Información y la Comunicación) en la producción.

Cuando se habla de tecnología en la producción ésta debe estar basada en la electrónica y la


automatización de los procesos. La implementación, el crecimiento, y desarrollo de este avance
productivo tiene un solo nombre: el Microchip. Su mayor aporte es la reducción de los costos
de producción y el mayor control y coordinación de los procesos productivos en forma
instantánea, repercutiendo en el proceso de competitividad. El uso de las TICS en las
organizaciones ha sufrido cambios drásticos en el final del siglo XX, y comienzos del XXI. Su
estudio ha hecho parte destacada de la agenda de los gobiernos (nacionales, departamentales,
municipales y locales).

Analizar las PYMES (Pequeñas y Medianas Empresas) su competitividad, la importancia en la


generación de empleo y su participación en el producto total de la economía es importante. El
estudio del uso de las TICS en el sistema económico capitalista desde el pensamiento
estratégico, y la forma de concebir la estrategia empresarial, inspirada en aquel, surgen como
una necesidad de supervivencia de las empresas en un modelo de competencia dinámica, feroz,
y llena de incertidumbre, llamado Globalización.

Con la llegada de las corporaciones transnacionales, la economía local está viviendo el impacto
del mercado internacional que absorbe a los pequeños, medianos empresarios y micro-
comerciantes de los diferentes sectores de la pre-industria nacional (PYMES), incluyendo la
explotación mano de obra con salarios paupérrimos. A propósito de esto, Manuel Castells,
quien ha discutido ampliamente el tema aporta que:
También está globalizada la producción de bienes y servicios, en torno a redes
productivas de 53.000 empresas multinacionales y sus 415.000 empresas auxiliares. Estas
redes emplean tan sólo a unos 200 millones de trabajadores (de los casi 3.000 millones de
gentes que trabajan para vivir en todo el planeta), pero en dichas redes se genera el 30%
del producto bruto global y 2/3 del comercio mundial. (2000, p. 46)

39
Hacer una visión del desarrollo de la globalización en América Latina es describir el fracaso del
Neoliberalismo como escuela de pensamiento que ha dominado la vida empresarial. En ambas
esferas (lo público y lo privado), el modelo neoliberal establece la eficiencia y la eficacia como
supuesto prioritario del proceso de competitividad, a través del desarrollo de la innovación y
uso masivo de las TICS. La globalización o internacionalización del capital, tiene implicaciones
en los mercados de bienes y servicios, y del recurso humano más eficiente y más capacitado.
Dicha internacionalización produce movimientos de capitales de manera rápida y eficaz,
basado en la innovación. Al respecto J. Schumpeter expresa que existen cinco tipos de
innovaciones:

Introducción de nuevos bienes o servicios, o de bienes y servicios de mejor calidad;


Introducción, en la producción de x, de un nuevo método de producción, ya utilizado en la
producción de y, y que por lo tanto no es el resultado de un descubrimiento científico o
invención técnica; Apertura de un nuevo mercado; Mejores ofertas de factores de la producción,
sobre todo de materias primas; Establecimiento de una nueva forma organizativa en una
determinada empresa1.

La importancia de esa empresa globalizada fundamentada en los cambios permanentemente


eficiente solo es posible según Schumpeter cuando esta empresa es capaz de entrar en una
³UHDOL]DFLyQ GH QXHYDV FRPELQDFLRQHV \ HPSUHVDULRV \ ORV LQGLYLGXRV HVWiQ HQFDUJDGRV GH
GLULJLU GLFKD UHDOL]DFLyQ´ HVWD H[SUHVLyQ GH QXHYDV FRPELQDFLRQHV HV OR TXH GHWermina el
concepto de innovación, y que conduce inevitablemente según Schumpeter al
posicionamiento en el mercado de la empresa al producir más bienes y servicios con menos
recursos (reducción del costo de producción) y/u ofrecer mejores bienes y servicios en términos
de calidad (sofisticando la percepción en lo subjetivo que conduzca inevitablemente a una
valoración por parte de los consumidores para que estén dispuestos a pagar en términos
objetivos un precio) y, como fin mediato, aumentar las ganancias del empresario que en ultimas
es uno de los objetivo y quizás el único que mueve a los individuos capitalistas.

Según Arturo Damm Arnal, al interpretar el concepto de progreso económico, define este
FRPR ³HQWHQGHPRV OD FDSDFLGDG SDUD SURGXFLU Pis (dimensión cuantitativa) y mejores
(dimensión cualitativa) bienes y servicios, para un mayor número de gente (dimensión social),
LQQRYDQGR\SURYRFDQGRFDPELRVGHVGHDGHQWUR´2.

1
Tomado de http://coparmex.org.mx/upload/bibVirtualDocs/12_entorno_septiembre_09.pdf. Julio 15 de 2014.
2
Tomado de http://coparmex.org.mx/upload/bibVirtualDocs/12_entorno_septiembre_09.pdf. Julio 15 de 2014.
40
Por todo lo anterior, se puede decir que la innovación se fundamenta en el conocimiento y la
creatividad; la oferta productiva de las empresas que no utilizan tecnología difícilmente puede
insertarse en el modelo de competencia global, en este sentido el uso de recursos virtuales y de
las TICS se constituye en el norte del fundamento empresarial competitivo. Esta estrategia (la
innovación y uso de TICS) garantiza un aumento significativo de valor agregado a la
producción, y por ende a la productividad, que significa mayores beneficios combinado con
bajos costos, provocando esencialmente un proceso dinamizado y transformador que afecta a
las empresas positivamente, insertado en el modelo neoliberal.

Cuando se analiza el desarrollo industrial en el pasado, el éxito empresarial solo se basaba en


aumentar los recursos tangibles (maquinarias, edificios, etc.), en la actualidad la intangibilidad
de la actividad empresarial se evidenciaba como un fenómeno clave para el éxito en el
escenario global y el fracaso de la PYMES en el escenario local. La producción no está muy
vinculada con el comercio exterior, ya que no hacen parte del fenómeno de globalización sino
que dicha actividad está mayormente vinculada con el mercado interno por lo que una parte
VLJQL¿FDWLYDGHODSREODFLyQ\GHODHFRQRPtDGHSHQGHQGHVXDFWLYLGDG/DSRFDSDUWLcipación
de las pequeñas empresa en las exportaciones es un tema asociado a la poca competitividad, que
también se expresa en la marcada brecha de productividad respecto de las grandes empresas. Es
el desarrollo tecnológico (intagibilización) como único fenómeno diferenciador y decisivo en el
proceso modernizador de la actividad económica.

Las TICS son el paradigma tecnológico en el que se fundamenta la actual dinámica de


revolución industrial. Este proceso interactivo e interrelacionado de cambio económico y de
transformación social, nos conduce hacia un nuevo tipo de economía y de sociedad: la
economía y la sociedad del conocimiento. (Pérez, 2002; Stehr, 2002; Rodríguez, 2003; Torrent,
2004; Vilaseca y Torrent, 2005b, Pág. 41)

Este cambio en el fenómeno productivo convierte a las TICS en el motor dinamizador del
crecimiento económico y de transformación de la sociedad. Ahora bien, las políticas públicas
para el mejoramiento de la competitividad de la empresa en Colombia específicamente han
buscado esencialmente eficiencia. En este sentido Zuleta expresa:
Las políticas de acceso al financiamiento en Colombia han buscado crecientemente lograr
mayor eficiencia en la asignación de los recursos públicos involucrados. Con ese

41
objetivo, el enfoque de la política ha cambiado desde la asignación del crédito
subsidiado, en las décadas de los ochentas y noventas, hacia el desarrollo de instrumentos
que garanticen el acceso en condiciones de eficiencia, incorporado también al sector
privado.es así como en las dos décadas la asignación de crédito a las PYMES se ha
venido realizando sin tasa subsidiadas, pero haciendo énfasis en los plazos y en las
garantías. (2011, Pág. 9)

Pero es la falta de competitividad la que estimula al Estado a involucrarse en direccionar el


posicionamiento de las empresas colombianas en el contexto internacional a través de
LQFHQWLYRV R SURGXFWRV ILQDQFLHURV 6REUH HVWH WySLFR  =XOHWD  3iJ   FRPHQWD TXH ³OD
literatura económica sobre acceso de las PYMES a financiamiento justifica la intervención del
Estado en el desarrollo de estas empresas por su potencial de crecimiento, ante la presencia de
IDOODV GH PHUFDGR H LQVWLWXFLRQDOHV TXH ODV DIHFWD´ Sin embargo, Vilaseca y Torrent (2003)
FRPHQWDQTXH³XQSULPHUPRPHQWRHVQHFHVDULR invertir en TICS, en un segundo momento hay
que invertir en saber utilizar de forma eficaz y eficiente estas tecnologías y, finalmente, hay que
DGDSWDUODHVWUXFWXUDRUJDQL]DWLYDGHODHPSUHVDDODQXHYDUHDOLGDGSURGXFWLYD´ (2003, Pág. 52)

Ese uso DGHFXDGR\HILFLHQWHGHODV7,&6SHUPLWHFRQFOXLUTXH³ODFRQYHUJHQFLDHLQWHUDFFLyQ


entre un nuevo paradigma tecnológico y una nueva lógica organizativa es la que constituye el
FLPLHQWR KLVWyULFR GH OD HFRQRPtD RUJDQL]DFLRQDO´ &DVWHOOV  &LWDGR SRU Juan J. Lugo
Marín, Pág. 33) Todo el aporte de cada una estas empresas al producido total provocan un
posicionamiento creativo en la cadena productiva se le llama común mente innovación.

La intangibilidad de la globalización consiste en ir adelante en los procesos tecnológicos que la


empresa necesita para su inserción en los mercados competitivos. En todo esto el concepto
TICS es clave en la materialización de los postulados que desarrolla la ciencia a favor de la
economía. Las exigencias cada vez mayor de los mercados y la turbulencia permanente de las
economías exigen que las organizaciones hagan ajustes así como también los Estados-
Nacionales que participan de la globalización.

-,#*31)-,%1
Finalmente, se hace necesario argumentar que dadas las actuales condiciones de
internacionalización y transnacionalización de la economía, el modelo de administración cuya
tendencia es la globalización, pone en el escenario de negocios al fenómeno mismo, teniendo

42
como base estructural el fundamentalismo ideológico del mercado, institución dominante de
nuestra era.

Desde el punto de vista empresarial, el mercado cambiante provoca mucha incertidumbre


causadas por la globalización. Se recomiendan la creación de redes a partir de la unión
consensual o tácita de varias empresas, o agentes, (PYMES), donde la suma del conjunto supera
los aportes individuales de cada una de ellas; un valor agregado global mayor que el de cada
una de las empresas participantes; y que las empresas aporten al conjunto elementos de
especialidad que les son propios; y desarrollo, con base en lo anterior, de una estrategia
competitiva, provocando un posicionamiento creativo en la cadena productiva que llama
comúnmente innovación. En este sentido, la innovación, se convierte en un proceso de
aprendizaje, basado en la aplicación productiva del conocimiento y las TICS permite mejorar
las tareas de coordinación, la eficiencia de la empresa y del sistema económico en general.

Sin embargo, la globalización ahonda cada vez más en la llamada ciencia de la explotación, y la
esclavitad corporativista, donde la industria no tiene fibra moral que valore lo público sobre lo
privado. Desde el punto de vista humano, se supone que debe haber un principio superior al de
ganar dinero. Los individuos deberían ser tratados como seres humanos y no como mercancías
a quienes se les paga un salario. Las oportunidades reales de los individuos deberían estar
LQWHJUDGDVDOD³H[SDQVLyQGHODVOLEHUWDGHVIXQGDPHQWDOHVUHODFLRQDGDVHQWUHVt´ 6HQS
25), no a la supremacía de los derechos individuales y económicos de acumulación, sobre los
colectivos en defensa de los bienes comunes.

Desde el punto de vista ético global, la humanidad, de igual forma, atraviesa por una de sus
peores crisis, es decir, un poli-crisis, en términos de las graves problemáticas socio-políticas,
socio-económicas y socio-culturales, provocadas por la crisis paradigmática del sistema
económico vigente y del modelo neoliberal que ha llevado al mundo al inevitable deterioro del
medio-ambiente, al quebranto de la capa de ozono, a la contaminación abrumadora de zonas
hídricas, al abuso de los recursos naturales, a la explotación desmedida de la Tierra y a la
inoperancia y minimización del Estado en la garantía de derechos, todo ello a escala planetaria.
6RQ³FXHVWLRQHVHVHQFLDOHVSDUDODKXPDQLGDGODGHVWUXFFLyQGHOPHGLRDPELHQWHORVSHOLJURV
económicos a nivel mundial, los Derechos Humanos, los derechos de los ciudadanos y la
pobreza global que no son asuntos internos de los Estados-Nacionales o de los consorcios
LQWHUQDFLRQDOHV´(Beck 2001, p. 143).

43
Por esa razón, es legítimo entender que la lucha constante entre los consorcios frente a los
movimientos sociales y las reclamaciones de la sociedad civil, se visibilizan cada vez más y con
mayor fuerza a través de las redes sociales y las TICS, también herramientas globalizadoras
para este tipo causas (Martínez, 2008); éstos son los dos grandes bloques que se enfrentan a
nivel internacional.

%&%0%,#)!1 )"*)-'08&)#!1

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45
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Environmental crises:
Challenges of a finite planet in the Globalization context

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nuestra manera de pensar…

Katia M. Martínez Heredia
Dalia Plata de Plata

,20-$3##):,
Cada vez más cobra atención la crisis del medio ambiente materializado en la desertización, la
deforestación, la muerte de millones de especies, la contaminación de mares, ríos, cuencas y
océanos, la destrucción acelerada de los ecosistemas naturales, el detrimento de la
biodiversidad, la escasez de agua potable, entre otras alteraciones que están agotando el capital
natural, mineral e hídrico, junto a las posibilidades de subsistencia de lo viviente a escala
planetaria.

Sin embargo, el deterioro del medio ambiente no es una discusión reciente, pero si es un debate
que ha tomado auge en la actualidad dadas las transformaciones que está viviendo el mundo,
debido a los cambios acelerados de uso y abuso del sistema natural del planeta. La
globalización ha logrado afectar todas las esferas de la vida humana, incluyendo la de todos los
VHUHVYLYRV(QSDODEUDVGH0RULQ  ³ODJOREDOL]DFLyQODRFFLGHQWDOL]DFLyQ\HOGHVDUUROOR
HFRQyPLFR VRQODDPHQD]DJOREDOGHODELyVIHUDWDQWRORFDOFRPRJOREDOPHQWH´ S 

Desde la década de los 70 se viene hablando a escala internacional del cuidado ambiental, de la
importancia que implica su protección, la responsabilidad de todos los actores sociales en el
proceso de conservación, así como las causas y consecuencias estructurales de no hacerlo. En
palabras de Morín, (2011) la re-significación de las ideas implica un cambio en las estructuras
de pensamiento y en la educación que se recibe, de lo contrario, los seres humanos, iremos
hacia una auto-destrucción, aun cuando suena apocalíptico.

46
Tal como lo contempla, la Declaración de Estocolmo sobre el medio ambiente humano,
adoptada en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano, (1972)
el mundo entró en una primera etapa de socialización de la problemática real de sensibilización
y toma de decisión global que empezaría a llamar la atención sobre el ambiente global. Ahora
bien, desde la Ecología como ciencia transdisciplinaria, se busca atacar la idea del auge
racionalista, técnico-occidental, alrededor de la nueva concepción del mundo, donde el nuevo
sujeto es capaz de establecer el repertorio de nociones, conceptos, categorías y diálogo de
saberes como agenciamientos de verdad, en relación a los grades dilemas eco-sociales y eco-
económicos que afectan a la humanidad. Para ello se proponen un conjunto de políticas
reformadoras sobre el uso de todos los recursos que provee la naturaleza, que incluyen la acción
conjunta del Estado, de las asociaciones privadas y de la Sociedad Civil.

Las políticas de sensibilización y concientización medio ambiental, educativas y ciudadanas son


factores necesarios y fundamentales en este proceso. No cabe duda que sobre la base del respeto
de los procesos medio ambientales en el orden jurídico-legal, educativos y éticos será posible
gozar de un ambiente sano y una vida sana.

Se hace urgente que la conciencia ecológica se expanda y que los movimientos ecologistas, más
las políticas educativas en la sociedad coadyuven en el mismo propósito. El comportamiento
ciudadano es posible modelarlo a partir de experiencias significativas que tengan sentido en la
vida cotidiana, en sus acciones sociales cercanas y de relaciones comunitarias, así como en
escenarios de interacción social más amplios. Ello incluye el sentido crítico que debe asumir el
individuo en su diario vivir, el trabajador al interior de la empresa y la fábrica, y el ciudadano
en general para poder generar los cambios y las transformaciones que la sociedad y el medio
ambiente merecen.

La crisis que está viviendo el medio ambiente es compleja e incluye a todos los actores sociales,
políticos y económicos, ciudadanos, instituciones públicas, Estado, empresas y corporaciones
multinacionales, quienes son responsables tanto de la crisis como de las posibles soluciones, en
medio de los retos y los desafíos que se imponen, como parte de los objetivos de progreso,
desarrollo y bien-estar de la humanidad.

,!+)0!$!!*)12%+!,2%0,!#)-,!*
En la década de los 90, el conjunto de países denominados hasta entonces subdesarrollados, que
incluían a América Latina, África, Asia, la Ex - Unión Soviética o Europa Oriental, se alinearon
47
al Sistema Internacional, o al Nuevo Orden Mundial, constituido por los países desarrollados o
industrializados, quienes impusieron y exigieron, luego de la finalización de la guerra fría, la
restructuración económica política y social de los Estados miembros, pasando por la adopción
del sistema económico capitalista y con ello del modelo Neoliberal, en primer lugar, la
transición de los Estados-Nacionales a la Democracia y con ello los cambios Constitucionales,
en segundo lugar, y la aceptación consensuada, como sociedad, de los retos y los desafíos
implícitos y explícitos de la globalización.

Dicho proceso de globalización logró expandirse y hacerse visible en la mayoría de las naciones
del mundo, a través de un proceso de intensificación de las políticas macro-económicas de
apertura de mercado, liberalización de la economía, inversión extranjera, privatización de los
bienes públicos y desregulación de los mercados, cuyo código moral es la máxima
productividad, la eficiencia en el uso de los recursos y la eficacia en el mercado, ahora a escala
global, de manera que la competitividad llevó al hombre de negocios a reinventarse en un
nuevo mundo, lleno de nuevos retos comerciales, nuevas lógicas de mercado y nuevas metas
que alcanzar frente a sus propios intereses.

Sin embargo, es claro que la globalización económica de la que se habla prima sobre las
dimensiones del desarrollo cultural, político, social y medio ambiental, situación que resulta
paradójica y contradictoria. De manera que, la globalización, como proceso complejo y
problemático, se impone sobre las realidades locales, a través de las políticas denominadas
Consenso de Washington que tomaron mayor importancia por encima de las políticas internas
de los Estados-Nacionales. Es decir que, el mercado y los agentes de la economía se empiezan a
constituir como los actores protagónicos del Sistema Internacional, no representativos de los
intereses colectivos, sino sujetos de poder económico, que figuran por encima de los poderes
públicos.

La Organización de las Naciones Unidas (O.N.U.) acompaña el proceso de liderazgo


cooperativo entre las naciones en defensa de los Derechos Humanos. Al mismo tiempo, la
postura de la Organización Mundial del Comercio (O.M.C.), permite que en 1995 en la llamada
Ronda de Uruguay y de anteriores negociaciones en el marco del Acuerdo General sobre
Aranceles Aduaneros y Comercio, (G.A.T.T.), se impulsora la dinámica económica, comercial
y de intercambio de bienes y servicios alrededor del globo, estableciendo las normas jurídicas y
los criterios de importación y exportación, así como las políticas desreguladoras que prescinden
de las barreras arancelarias a los países para tales fines dentro de un economía de mercado.
48
Ello ha implicado que las políticas macro económicas de los Organismos Internacionales
coadyuven misionalmente con este propósito. En este sentido, según Beck (2001), ³los países
del primer y tercer mundo compitan comercialmente de igual a igual con sus productos
tangibles e intangibles, en una lógica mercantil capitalista de base industrial desigual´ S .
El intercambio comercial no solo es bilateralmente o a partir de las relaciones con su región,
sino también con otras regiones del mundo o a partir de los Tratados de Libre Comercio
(T.L.C.) firmados entre gobiernos, quienes toman las decisiones de involucrar a sus países en
tales dinámicas, asumiendo con total conciencia, tanto las ventajas como los riesgos técnicos,
tecnológicos, industriales, ambientales y de producción a las que se someten.

En los países industrializados, los problemas ambientales están generalmente relacionados con
la industrialización y el desarrollo tecnológico. Pensar en el cuidado del ambiente en un mundo
globalizado implica analizar las dimensiones y sus componentes que lo vuelven problemático y
lo llevan a su crisis. Ante este escenario, es necesario preguntar, ¿La sostenibilidad ambiental
es sostenible en el tiempo, aun cuando la base epistemológica sobre la que está parado el sujeto
(antropocéntrico-positivista) ha llevado a que dicho modelo de desarrollo, satisfaga las
necesidades de unos pocos (empresas, corporaciones multinacionales, inversores) poniendo en
peligro la capacidad de las generaciones futuras para atender sus propias necesidades?

Es significativo resaltar que en la Declaración de Estocolmo (1972, Art.2) se reconoce la


protección y mejoramiento del medio ambiente humano como una cuestión fundamental que
afecta al bienestar de los pueblos y al desarrollo económico del mundo entero, un deseo urgente
de los pueblos de todo el mundo y un deber de todos los gobiernos. Sin embargo, en el mismo
informe (Art. 4), se explica que la mayoría de los problemas ambientales están motivados por el
tercer mundo, donde, millones de personas siguen viviendo por debajo de los niveles mínimos
necesarios para una existencia humana decorosa, privada de alimentación, vestido, vivienda y
educación, de sanidad e higiene adecuadas. Por ello, los países en desarrollo deben dirigir sus
esfuerzos, teniendo presente sus prioridades y la necesidad de salvaguardar y mejorar el entorno
local. Con el mismo fin, los países industrializados deben esforzarse por reducir la distancia que
los separa de los países en desarrollo.

Para la década, de los 80 los Estados miembros de las Naciones Unidas, mantuvieron
negociaciones históricas sobre cuestiones ambientales como las relativas a los tratados para la
protección de la capa de ozono y el control de los tratados de desechos tóxicos. La labor de la
49
Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo en 1983, por la Asamblea General
de las Naciones Unidas, comprendió que era necesario lograr urgentemente un nuevo tipo de
desarrollo que asegurara el bienestar económico de las generaciones actuales y futuras
protegiendo el capital natural de los que depende todo desarrollo.

En congruencia con lo anterior, la Organización de las Naciones Unidas presentó en la


Comisión Mundial del Medio Ambiente el concepto de Sustentabilidad o Sostenibilidad
ambiental, definido como "un desarrollo que satisfaga las necesidades del presente sin poner en
peligro la capacidad de las generaciones futuras para atender sus propias necesidades" (Informe
Brundtland, 1987). De modo que, la Sustentabilidad como componente existencial se convierte
HQ XQ ³GHEHU VHU´ SDUD ODV generaciones presentes y futuras, así como un reto y una vía
categóricamente irremplazable. En este sentido, las Naciones Unidas han sido pioneras al tratar
el tema, enfocándose inicialmente en el estudio y la utilización del capital natural y en la lucha
porque los países -en especial aquellos en desarrollo- ejercieran control de su propia riqueza
natural.

Es entonces cuando se introduce el concepto de Desarrollo Sostenible como enfoque alternativo


al desarrollo basado en un Crecimiento Económico. Así, el desarrollo sostenible se convirtió en
el paradigma global de las Naciones Unidas, alrededor de cuatro dimensiones: la sociedad, el
medio ambiente, la cultura y la economía, las cuales están interconectadas y operan
dinámicamente.

En el 2012, la O.N.U., promovió el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente
(PNUMA), estudiando tópicos ambientales como la desertificación, el desarrollo sostenible y
los bosques, la protección de la capa de ozono, al cambio climático, el calentamiento de la
atmósfera, el agua, la energía y el capital natural, la biodiversidad y la pesca excesiva, el
desarrollo sostenible de los pequeños Estados Insulares (islas), el medio marino, la seguridad
nuclear y el medio ambiente, las poblaciones de peces altamente migratorias y trans-zonales,
entre otros temas.

Por su parte, la Conferencia de desarrollo sostenible de Naciones Unidas o Conferencia de


desarrollo sustentable de Naciones Unidas, también conocida como Río (2012), fue un
encuentro internacional organizado por el Departamento de Economía y Asuntos Sociales de
Naciones, coincidiendo con el 20º Aniversario de la Cumbre de la Tierra, de Rio de Janeiro
1992. Su celebración fue acordada por la Asamblea General de Naciones Unidas, cuyos
50
objetivos fueron asegurar un renovado acuerdo político en desarrollo sostenible, evaluar los
progresos, brechas en la implementación de los acuerdos ya realizados y abordar los retos
nuevos y emergentes.

En el 2015, en la Cumbre de París, la Asamblea General de las Naciones Unidas, titulada


³7UDQVIRUPDUQXHVWURPXQGROD$JHQGDSDUDHO'HVDUUROOR6RVWHQLEOH´HQSDUWLFXODUVX
objetivo 13, así como la aprobación de la Agenda de Acción de Addis Abeba de la
Tercera Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo y la aprobación del
Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres, determina que el cambio climático
representa una amenaza apremiante y con efectos potencialmente irreversibles para las
sociedades humanas y el planeta, exige la cooperación más amplia posible de todos los países y
su participación en una respuesta internacional efectiva y apropiada, con miras a acelerar la
reducción de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Reconoce que se
requerirán fuertes reducciones de las emisiones mundiales para alcanzar el objetivo último de la
Convención, y poniendo de relieve la necesidad de hacer frente al cambio climático con
urgencia y destaca la urgencia de acelerar la aplicación de la Convención y su Protocolo
de Kyoto a fin de aumentar la ambición en el período anterior a 2020.

Sin embargo, surge nuevamente la pregunta, ¿Es sostenible el tipo de desarrollo que se pretende
impulsar a nivel global, aun cuando los Estados-Nacionales y sus actores reconocen que las
convenciones internacionales de las Naciones Unidad no son de carácter vinculantes, si sus
Estados miembros no lo ratifican, así como pasó en la Cumbre que dio lugar al Acuerdo de
Copenhague en el 2009?

Para ello, es importante rescatar el papel del Estado como el primer actor representativo de la
sociedad e interlocutor designado del Sistema Internacional, quien, por deber de la constitución
nacional de los Estados miembros y del Derecho Internacional del carácter vinculante, por lo
que quienes lo suscriben tienen la obligación legal de cumplirlo, y está forzado a procurar los
mecanismos necesarios, a través de las normas y las leyes, que garanticen los Derechos
Humanos colectivos y del medio ambiente. Por tanto, la sostenibilidad es un paradigma para
pensar en un futuro en donde las consideraciones ambientales, sociales y económicas estén
equilibradas en la búsqueda de una gozar de la vida en su sentido más amplio.

También es necesario ubicar a la sociedad en general como co -responsable de la situación de


crisis que vive el medio ambiente dado la postura de considerar al hombre como centro del
51
ambiente. Con la integración y articulación de los eslabones del sistema vital: la sociedad, la
economía, el medio ambiente y la política, será posible volver sostenible en el tiempo el modelo
de desarrollo, en donde cada uno de los componentes adquieran relevancia teórico-práctica.

0)1)1!+")%,2!*6$%1!&9-1.!0!3,!+")%,2%*)+.)-64)4)"*%
Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (P.N.U.D.- 2010) América Latina
y el Caribe es una superpotencia de biodiversidad. La región cuenta con uno de los mayores
acervos de capital natural en el mundo. La región de América Latina y el Caribe comprende a
seis de los países biológicamente más diversos del mundo (Brasil, Colombia, Ecuador, México,
Venezuela y Perú), considerada como el área más rica de biodiversidad del planeta. Esta
verdadera fuente de crecimiento económico podría posicionar a la región como líder mundial en
el ofrecimiento de servicios generados por sus ecosistemas y su biodiversidad, recibiendo a
cambio beneficios derivados de la conservación y el manejo sostenible. Las nuevas políticas
recomendadas como marcos normativos que estimulen la inversión y la conservación, la
inversiones en capacidad de vigilancia y aplicación de la ley, los incentivos, subsidios y
exenciones fiscales, permiten creer que es posible un nuevo modelo que reconozca el valor de
los servicios proporcionados por los ecosistemas sanos y plenamente funcionales.

Sin embargo, el apetito de los seres humanos por ganar y acumular dinero en la actualidad es
eminentemente excesivo. Por consiguiente, las reglas de juego en el cuidado y sostenimiento
del medio ambiente deben ser radicalmente modificados. Esta modificación radical debe
hacerse tanto a nivel de las estructuras económicas como de las estructuras ideológicas y
culturales. A nivel ideológico, el cambio principal consiste en apreciar más la calidad de la vida
que el goce de los bienes materiales. Las personas que acepten estos principios tienen la
obligación de contribuir, directa o indirectamente en la realización de los cambios
fundamentales que aquellos implican, ya que sigue siendo insuficiente, cuando las empresas y
corporaciones multinacionales que operan a escala mundial usufructúan de los recursos
naturales, sin un riguroso control gubernamental, exponiendo a la comunidad, a sufrir la
contaminación ambiental específicamente en los cuerpos de agua, como ríos, lagos, mares y
cuencas, entre otros, reduciendo la capacidad de acceso al agua potable y disminuyendo calidad
de vida de sus habitantes.

Actualmente, se han dinamizado fuertes campañas y proyectos de concientización social y


ecológica por parte de instituciones internacionales como WWF (World Wildlife Fund), Earth
Action, Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, (PNUMA). Organizaciones
52
No Gubernamentales como el Movimiento de Jóvenes por el Agua, A.C. (MOJA), Green Peace,
organizaciones indígenas, movimientos sociales, así como también se ha incorporado el eje
transversal sobre educación ambiental en el currículo de escuelas y universidades. En este
sentido, la dimensión ambiental no solo es una obligación del currículo, es un deber ético como
seres humanos y más si la labor de educar, la de impulsar cada vez más iniciativas que
promuevan, cultiven y reactiven el amor por la Madre Tierra, por la Naturaleza y por los demás
Seres Vivos con los que se convive.

Ello exige un replanteamiento de los sistemas educativos, tal cual como lo reafirma Wilches.
Paradójicamente, el punto común es la crisis ambiental global, que exige poner de plano
objetivos éticos para el bienestar de la Tierra y los Seres Vivos. Es una crisis que involucra a
los más obsesivos hombres de la industria, a los humanistas, a los movimientos sociales
ecologistas que impulsan proyectos y las futuras generaciones, por una mejora en el potencial
humano junto a una política de la cooperación y solidaridad global.

Por tanto, lo que se afronta en la contemporaneidad es un mundo global con un acelerado afán
de expansión y explotación del capital natural, dando como resultado una crisis ambiental total,
una crisis generalizada, que permea multidimensionalmente a los Seres Vivos que viven en la
Naturaleza. Tal como expresa Wilches (2011), dicha crisis está provocando la muerte de
millones de especies de plantas y animales y cientos de ecosistemas y la amenaza a la seguridad
de la civilización humana.

El hombre se ha considerado el centro del universo, postura antropocentrista, que prevalece en


como ver, percibir y valorar al mundo. De modo que, desde esta óptica el sujeto, teniendo en
cuenta sus propias necesidades e intereses se está avocando a una crisis profunda, vulnerando
los ecosistemas, soportes de la vida. En tiempos de globalización, el hombre se impone sobre
el uso de la naturaleza (visión antropocéntrica) en abuso a ella y sobrexplotándola sobre fines
explícitamente economicistas. La idea de una nueva ciencia sistémica y transdisciplinaria que
incluye integralmente el concepto de autonomía viva: la ecología, resulta interesante, ya que
permite comprender que la naturaleza, el cosmos o la vida en su sentido más amplio
comprenden un conjunto de sistemas, antagónicos y opuestos, pero también complementarios
que se sirven recíprocamente para la conservación, auto-regulación y sostenimiento del ciclo
vital, inspirando las bases sobre las cuales se invita a replantear la manera de vivir entre el
hombre y la naturaleza.

53
Se asiste a una crisis paradigmática que aboga por el reduccionismo, el binarismo y la
causalidad lineal, donde la política, la economía, y lo socio-cultural se analiza, se estudia y se
interpreta desde una racionalidad científica, meramente cuantitativa, cuyos elementos se
observan separadamente y de manera unidimensLRQDO³/RVDQDOIDEHWRVGHOVLJOR;;,QRVHUiQ
ORVTXH QR VHSDQOHHU \ HVFULELU VLQRORVTXH QRSXHGDQ DSUHQGHUGHVDSUHQGHU \ UHDSUHQGHU´
(Morin, 2011, p.37). Es perentorio, la transformación de las instituciones, de la mente, de la
visión de educación, la universidad, la escuela y la enseñanza. Según Potter (1971) hay dos
culturas: Ciencias y Humanidades, apuntando hacia el futuro incierto de la humanidad, entonces
se debe construir un "puente hacia el futuro" edificando la disciplina de la Bioética como el
puente entre las dos culturas. Los valores éticos no pueden ser separados de los hechos
biológicos. Tanto los científicos y tecnólogos, como los humanistas y cientistas sociales son
responsables del cuidado, protección, preservación y renovación del ambiente.

Desde sus orígenes la bioética o ética ambiental se dinamiza paralelamente por el


acompañamiento de los movimientos ecologistas. Arme Naess en un artículo publicado por la
UHYLVWD,QTXLU\\WLWXODGR³7KH6KDOORZDQGWKH'HHS/RQJ5DQJH(FRORJ\0RYHPHQW´GHYHOD
los principios que proponía este movimiento social: La vida de los seres no humanos es un
valor en sí. La riqueza y la diversidad de estas formas de vida son también valores en sí. Los
seres humanos no pueden intervenir de manera destructiva en la vida. En palabras de León,
 ODSUD[RORJtDDPELHQWDO³6LJQLILFDFUHDUVtPERORV\YDORUHVDORVFXDOHVVHGHEHDGDSWDU
ODFRPXQLGDGSHURGHQWURGHORVSURSyVLWRVWHOHRQyPLFRVGHORVHFRVLVWHPDV´ S /DLGHD
principal consiste en la sensibilidad ambiental colectiva frente a su entorno local que pueda
alcanzar la integración de los distintos componentes físicos, bióticos, éticos y socioculturales
para adecuarse a las acciones humanas pertinentes.

De esta manera, se debe incentivar la valoración de la vida, comprender y entender que los
componentes ambientales son finitos y se necesita asumir un comportamiento positivo para
conservar el medio físico, direccionado hacia la búsqueda de nuevos modelos que favorezcan y
protejan el ambiente. DHHVWDPDQHUD4XLQWDQDV  ([SUHVD³/DELRpWLFDHVFODYHSDUD
trabajar por un cambio de paradigma que transforme las bases de la cultura y la educación
SUHGRPLQDQWHVHQHOPXQGRJOREDOHQHOTXHYLYLPRV´

Es una ética en sí misma, que sugiere re-pensarnos como sujetos en sociedad, desde nuestras
actuaciones, decisiones y modos de vida. Todo ello es una crítica a la racionalidad epistémica
positivista, al sistema de representaciones cognitivas de las disciplinas, taxonomías delimitadas,
54
objetivas, metódicas, legitimadas históricamente. La multi o poli-crisis que vive el mundo
moderno globalizado se concibe como una crisis cognitiva, es decir, una crisis del pensamiento
y del conjunto de ideas, nociones, informaciones y conocimientos, sobre el cual está cimentado
epistemológicamente el sistema actual.

En este sentido, es necesario y perentoria la toma de conciencia de la civilización humana y


direccionar la ética que permita re-orientar las prácticas de uso del capital natural del planeta, a
través de canales de comunicación educacionales que lo fortalezcan, de tal suerte que la
bipolaridad existente entre antropo centristas, positivistas y humanistas encuentre escenarios de
diálogo, comprensión y respeto junto al equilibrio teórico-práctico, que permitan la renovación,
equilibrio y sustentabilidad en beneficio de todos.

Al mismo tiempo, la labor de la educación es extraordinaria porque es transformadora en sí


misma y permite generar procesos de cambio y transformación en las nuevas generaciones, ya
que la nuestra ha fracasado en el intento. El paradigma de la educación de la escuela tradicional
a la escuela activa ha permitido a los educadores articular a la enseñanza nuevos enfoques,
nuevas teorías, nuevos conocimientos y saberes. Es por ello que, desde cualquier campo de
acción, que es la educación se necesita solidaridad con el propósito común de velar por un
ambiente sano y limpio en beneficio de todos. La apuesta entonces es ética, epistemológica y
educativa, sobre la búsqueda y apropiación de una esfera de vida que permita reconsiderarnos
como actores de un solo y único proceso denominado Vida.

-,#*31):,
Históricamente ha habido una maximización y una superposición de la economía capitalista
frente a un sistema social opacado. No obstante, desde la bolsa de basura hasta el cumplimiento
de las normas sobre los sistemas de administración ambiental hacen posible el sueño de tener
un entorno sano y sostenible en el tiempo. Nos falta más concienciación de los problemas y de
las dificultades de no hacerlo. Falta más información y divulgación. Falta que los medios de
comunicación se adhieran a dicho propósito. Falta más educación, más Estado y más políticas
medio ambientales, que articuladas con las políticas educativas sirvan de motor y de impulsor
de una nueva sociedad.

Uno de los problemas estructurales es que América Latina no sólo es observada y ubicada como
una región de oportunidades comerciales, sino en sí misma, como un mercado de explotación
macro-industrial y de explotación extractiva del capital natural, que no sólo genera un impacto
55
medio ambiental sobre el medio físico, sino también sobre el medio social. Los llamados
mercados ecológicos, se han convertido no solo en una iniciativa o tendencia innovadora, sino
en la urgente necesidad de los agentes del mercado y del comercio, que requieren direccionar
políticas y prácticas acordes a la realidad sobre el actual estado del medio ambiente, que
propendan por su mejoramiento.

Ello ha permitido que en medio de las condiciones de incertidumbre por el deterioro y maltrato
del medio ambiente, se generen algunas alternativas ecológicas posibles de acceso a los
consumidores, en aras de generar condiciones saludables de consumo, transparencia en la
información y en la publicidad de los mismos, conciencia sobre el uso de productos y servicios
con categorías ecológicas, entre otros objetivos.

La invitación es articular y materializar el objetivo de poder re-articular las posibilidades,


oportunidades y metas con el propósito de emprender un proyecto común en el que el Estado, la
Empresa y la Sociedad converjan en un diálogo social que no da espera. Es necesario un
cambio paradigmático, epistemológico, educativo y ético de los actores representativos de la
Sociedad Civil, del Estado y del Mercado, que reubique a los actores y las formas de
comprender e interpretar la crisis. Es urgente el reconocimiento del Ambiente como contexto
natural y vital en el que emergen los seres vivos como condición para el sostenimiento y
coexistencia de las especies. Es un asunto de co-rresponsabilidad que implica la salvaguardia,
defensa y protección radical e inaplazable del bien común significativo que es la vida.

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58
*1%,2)$-$%*! 3*230!%,%*$%1!00-**-$%*-1.3%"*-1%,*!%0!'*-"!*

The meaning of Culture in the development of peoples
In the global age

.%-.+,.',#,-&+%#(',,'-#(
3 ;
Katia M. Martínez Heredia
Emilia Bermúdez Hernández
David J. Luquetta Cediel
Claudia Beltrán Romero

,20-$3##):,
En los últimos años se han sentado las bases de un debate sobre la importancia de la cultura en
el desarrollo social y económico de una sociedad. Sin embargo, la esfera política, la cultura es
uno de los elementos en el último renglón, por lo que las políticas públicas son desarticuladas,
desenfocadas y sectorizadas. Desarticuladas porque pretenden abordar problemas o necesidades
de las comunidades de manera parcializada no de forma integral y holística. Desenfocadas
porque los hacedores de las políticas públicas deberían tener una visión o enfoque de lo público
que abarque todas las dimensiones, tanto la social como la económica. Y sectorizadas porque
solo atienden a un área, ámbito, región o dimensión del asunto, beneficiando a grupos de interés
o solo satisfaciendo algunas necesidades de manera temporal. Los debates sobre la relación que
ha adquirido la dupla cultura-desarrollo resultan muy interesantes; dependiendo del enfoque
epistemológico que tengan las naciones, así son afianzadas las políticas públicas y perspectivas
de desarrollo.

Las ciencias sociales han dado cabida a esta discusión, resaltando la diversidad de significados
frente al concepto de cultura. De esta manera en la actualidad se puede adecuar, sin trastocar lo
esencial, utilizar la cultura a los distintos contextos, ya sea en la vida social, laboral, económica,
familiar, política, comercial, institucional, comunitaria, individual y colectiva, reafirmando así
la idea que ya ha expuesto hace algún tiempo Néstor García Canclini (2005) sobre la relación
existente entre los diferentes elementos que impulsan los procesos culturales. Utilizando sus
propias palabras, el mismo concepto es un concepto híbrido, dado que se plantea como la
articulación de diversos elementos contextualizados a partir de la necesidad que suscita su
utilización además de su situación geográfica.
59
A partir de identificar unos usos específicos para el concepto de cultura y al ser ésta una
construcción social que satisface necesidades tanto económicas, políticas y sociales, cabe
preguntarse ¿cuál es el sentido de la cultura en el desarrollo de los pueblos? visto este fenómeno
desde una óptica crítica de los procesos sociales que se ha iniciado al interior de la
globalización, provocando transformaciones culturales de nuestra cotidianidad.

Desde la Posguerra Fría, en concordancia con la desintegración de la U.R.S.S. (Unión de las


Repúblicas Socialistas Soviéticas), la caída del Muro de Berlín, y la bipolarización económica y
política mundial (socialismo-capitalismo) se restructuraron las relaciones jerárquicas del orden
mundial ubicando en la base de la pirámide global a los países mal llamados subdesarrollados y
a la cabeza los organismos trasnacionales y las naciones capitalistas. En esta época, según
Macionis & Plummer (1999) fuimos testigos del distanciamiento y el crecimiento de la brecha
entre ricos y pobres, asistimos a la estratificación del mundo.

To begin the exploration of the role of culture in development, it is worthwhile to review brieÀy
the rise of the modern economy in the Western world. Two facts stand out from an examination
of the history of modern capitalist development. First, capitalism has succeeded in producing
quantities of goods and services unprecedented in history; second, it has done so in a temporally
and spatially uneven manner. The economies of some nations take o൵into a self-sustaining
growth, with other natioQVHYHQWXDOO\FDWFKLQJXS6WLOORWKHUVWKH ORRVHO\FDOOHGµGHYHORSLQJ
FRXQWULHV¶ VHHP WR EH OHIW KRSHOHVVO\ EHKLQG 7KLV SDWWHUQ RFFXUV DFURVV QDWLRQV DV ZHOO DV
across regions within nations. Hoksbergen, Roland and Wilber, Charles K. 2008, Pág. 407)

Dados los acontecimientos recientes, las dinámicas de internacionalización y


transnacionalización de la economía, el intercambio cultural se ha masificado y las sociedades
cada vez más se ven obligadas a transformarse en su interior. Así se evidencia que las fronteras
territoriales y culturales son más difusas con la imposición de dinámicas culturales impuestas
desde los países ricos. Luego de más de dos décadas, la mayor atención ha estado concentrada
en la expansión del comercio, de la economía y del mercado internacional, en apoyo con los
diversos Estados-Nacionales que colaboran en el proceso, sin contemplar el aumento en la
asimetría política y económica.

Ahora bien, la cultura como pilar del desarrollo ha provocado fuertes debates epistemológicos
entre los diferentes actores que participan en la construcción de los modelos de desarrollo de las
60
naciones (Sen, 2004). Es así como desde los Naciones Unidas, la U.N.E.S.C.O. (United
Nations Educational, Scientific and Cultural Organization), a través de los diversos programas
para el desarrollo a nivel mundial, ha mostrado un interés mayor por comprender que la cultura
es uno de los pivotes del desarrollo de los pueblos, teniendo en cuenta que fortalece las
libertades fundamentales, mejora la infraestructura cultural, económica y reafirma las actitudes,
aptitudes y el comportamiento social; robustece la participación política y ciudadana, vigoriza
la solidaridad social y cooperación; y refina la formación en valores y fortalece la re-
memorización de la herencia histórica.

Lo importante es reconocer que a partir de los esfuerzos que los organismos internacionales han
hecho, se ha logrado considerar e incluir la cultura como dimensión del desarrollo, de tal forma
que sería necesario profundizar este debate desde la academia, teniendo en cuenta las
dimensiones del concepto del desarrollo contempladas por las ciencias sociales. Abordar la
reflexión sobre el lugar de la cultura en el desarrollo económico de una sociedad, implica
establecer relaciones entre dos grandes conceptos que a su vez refieren a dos de las dimensiones
más complejas de cualquier sociedad contemporánea, la cultura y el desarrollo.

En primer lugar, cuando se aborda el estudio de la cultura es necesario partir de reconocer la


naturaleza polisémica del concepto. En este sentido, es útil la categorización que propone Ariño
(1997), quien plantea una mirada histórica a dos grandes perspectivas desde las cuales abordar
la comprensión de la cultura. La primera es la perspectiva humanista del siglo XVIII, cuya
implicación es la jerarquización de la sociedad en cultos e incultos, colocando en la cúspide
social a las personas y naciones que hubiesen cultivado su espíritu a través de la razón, la
educación y las bellas artes. Esta perspectiva cobra sentido en el contexto de la ilustración
donde cultura es equivalente a civilización y desde este marco se justifica la desigualdad en las
relaciones sociales.

La segunda es la concepción que emerge en el contexto de las ciencias sociales, que iniciando
en la Antropología, define la cultura como un todo complejo que vincula a la totalidad de
manifestaciones que expresan la vida de un grupo humano, tal como lo definió Edward Taylor
en el siglo XIX. En este punto, la diversidad, es la respuesta a la desigualdad de la perspectiva
humanista anteriormente explicada. En posteriores desarrollos de esta disciplina, la cultura ya
no solo describe el modo de vida humano, sino que se la interpreta como una dimensión
simbólica, en la que la cultura, al decir de Clifford Geertz (2005) es una urdimbre de
significados en las que se entrelazan toda clase de relaciones semánticas y sintagmáticas, pero
61
también sociales y de intercambio de contenidos culturales a través del que podemos hacer el
ejercicio exegético de la ontología del ser.

A partir de estos desarrollos, la sociología reconoce en la cultura un concepto multidimensional,


en la que se destacan sus dimensiones ontológica y fenomenológica, pero que al analizarlas es
necesario atender las relaciones sociales estructuradas en las que se insertan. Por tanto, desde
esta perspectiva, el estudio de los fenómenos culturales puede comprenderse como el estudio
del mundo socio-histórico como campo significativo, en el que los individuos producen,
construyen y reciben expresiones significativas (Thompson, 1990).

En este sentido es que (Williams, 1928) considera la cultura como un sistema significante
realizado, al que se puede acceder a través de una doble llave, en tanto que sistema significante
manifiesto y sistema significante latente. En sentido manifiesto, se refiere a las prácticas
directas de producción de sentidos y significados (dimensión simbólica), tal como en las artes,
la educación y la comunicación. En sentido latente, las prácticas de producción de sentidos y
significados se encuentran ocultas en otras prácticas humanas, como la política, la economía o
la reproducción social.

Desde esta perspectiva, hacer un análisis de la relación entre la cultura y desarrollo económico,
implicaría partir, tal como lo proponen García Canclini y Bonfil Batalla (1987), de entender las
SROtWLFDV FXOWXUDOHV FRPR ³HO FRQMXQWR GH LQWHUYHQFLRQHV UHDOL]DGDV SRU HO (VWDGR ODV
instituciones civiles y los grupos comunitarios organizados a fin de orientar el desarrollo
simbólico, satisfacer las necesidades culturales de la población y obtener consenso para un tipo
GHRUGHQRWUDQVIRUPDFLyQVRFLDO´

En esta dirección, se abren dos posibles caminos de análisis de tal relación: Los productos
manifiestamente simbólicos como mercancías que coadyuven la economía y las prácticas
simbólicas presentes de manera latente en las prácticas económicas. En otras palabras, el
análisis de la .%-.+ ('7&# que caracteriza diferencialmente a las sociedades
contemporáneas y que tiene un efecto directo sobre el desarrollo social de las mismas, ya sea de
PDQHUDSRVLWLYDRQR³7DOFRPRORVRVWLHQH6KDOLQVODHFRQRPtDHVWiFRQVWLWXLGDSRUODFXOWXUD
y la cultuUDQRHVHOUHLQRGHOLQWHUpVGHVLQWHUHVDGR´ (Ariño, La concepción de la cultura., 2005).
Ahora bien, el concepto de desarrollo hace parte de la realidad, de manera que se hace necesario
discutir de qué forma se utiliza en este texto. La antropología ha dedicado literatura de
considerable magnitud con el objetivo de adquirir un panorama suficientemente amplio para no
62
caer en reduccionismos innecesarios. Desde el post-estructuralismo antropológico se ha
extendido un ejercicio de análisis de discurso que se denomina antropología del desarrollo,
dentro del cual el desarrollo adquiere una connotación negativa, dada, sobre todo por la
imposición del discurso los países considerados potencias económicas y políticas. Se ha visto
como un elemento que modifica las realidades. Hasta tal punto se entiende como algo
satanizado, que como concepto ni se piensa, se percibe como inherente a la realidad y al
contexto, como una enfermedad innata de la sociedad.

Desde el ámbito académico se ha debatido en gran medida, sin embargo ha sido criticada puesto
que solo se quedó en el análisis del discurso, crítico más no propositivo (Escobar, 1999). En
síntesis, epistemológica y paradigmáticamente, el desarrollo y la cultura se enmarcan en una
relación de explotación económica y de mano de obra en países periféricos, favorables solo
para las grandes compañías y corporaciones multinacionales que se sirven de las pequeñas
economías y de su riqueza cultural. Hoksbergen, Roland and Wilber, Charles K consideran que:
³7KH QHRFODVVLFDO WHQGHQF\ WR FRQVLGHU VRFLDO FDSLWDO DV D UHVRXUFH IRU GHYHORSPHQW KDV
JHQHUDWHG VRPH VWURQJ FULWLFLVP 8VLQJ WKH WHUP µFDSLWDO¶ LV VHHQ DV PLVOHDGLQJ DQG HYHQ
ideological, and the empirical support is also seen as weak and circular´(2008, Pág. 415)

Desde la otra orilla del debate, desde la antropología para el desarrollo, se ha construido una
posición menos radical, no tan rigurosa en su calidad de académica, más bien se trata de un
ejercicio empírico orientado a utilizar el desarrollo como un medio para rescatar elementos
culturales e identitarios propios de entornos locales. Se permite pensar el desarrollo no en
sentido contrario al análisis pos-estructuralista. No se ve como algo sagrado ni totalmente
benéfico, pero si se aprovechan sus ventajas para negociar desde las periferias, dada la calidad
de exótico y único. A partir de este último contexto se puede entender la cultura como un medio
de cambio y transformación social. (Escobar, 1999)

El planteamiento resulta más enriquecedor cuando la visión epistemológica nos lleva a pensar
el desarrollo desde un enfoque humanista, que incluya la participación de los Estados-
Nacionales, de las comunidades locales y de los diferentes actores sociales en la toma de
decisiones y en la formulación e implementación de las políticas culturales. In these
SHUVSHFWLYHVFXOWXUHLVVHHQDVDYLWDODQGVRPHWLPHVUHYHUHGDVSHFWRIDSHRSOH¶VLGHQWLW\DQG
as representing the integral and holistic nature of a society that changes in response to internal
and external pressures. Culture is not apart from or outside of economic life, but is instead
integral to and interactive with it. (Hoksbergen, Roland and Wilber, Charles K, 2008, Pág. 417)
63
Como producto de estas relaciones se llega a una mirada más incluyente y democrática,
respetuosa de la diversidad, la heterogeneidad y la pluralidad histórica de las sociedades.

El objetivo de este artículo es poder explicar el debate teórico y epistemológico que surge sobre
la dupla cultura y desarrollo, desde la visión humanista y la visión económica, al interior del
fenómeno de la globalización. El abordaje implica entender los paradigmas en discusión y su
incidencia o impacto en el escenario local, nacional y mundial, los actores representativos y las
reglas de juego que inciden en la toma de decisiones y en las relaciones de poder que emergen
dadas las condiciones, las jerarquizaciones y las estratificaciones en las prioridades de los
Estados-Nacionales. La metodología de investigación es la perspectiva hermenéutica, que pone
en consideración los elementos problemáticos de orden político, económico y socio-cultural que
se someten al análisis con el fin de comprender e interpretar sus visiones, a fin de re-significar y
re-crear las divergencias, encontrando la complementariedad de las mismas que hacen posible
una toma de postura para el futuro lector.

En este contexto, la invitación teórica que se sugiere es re-pensar la cultura como un pilar del
desarrollo de los pueblos y el sentido que ésta adquiere para los diversos actores que allí
interactúan. ³&XOWXUHLVDIXOO-fledged economic sector that ± as any other ± generates impacts
on the urban environment, ranging from direct and indirect expenditure to employment
JHQHUDWLRQ´(Van Der Borg & Russo, 2005, pág. 7).

!#3*230!#-+-!13,2-4)2!*$%*$%1!00-**-
La cultura debe definirse como un sistema complejo y problemático. Complejo, porque permite
crear y re-crear tejidos de significación y prácticas simbólicas tangible e intangibles en
escenarios de diversidad y pluralidad. Problemático, porque se produce entre los individuos y
en su interacción social, reproduciéndose y socializándose de generación en generación,
provocando sus múltiples transformaciones, de acuerdo a dinámicas sociales, económicas y
políticas, tanto individuales como colectivas que lo permean. Así mismo permite asegurar que
dicha estructura social da cuenta de procesos de construcción múltiples, diversos y plurales en
el que los individuos son los actores más importantes de la acción cultural. Gracias a los
sujetos, la cultura se expresa como creación artística, referente, identidad, educación, patrón de
conducta, modelo de vida, representación social, símbolo, valor y práctica, así como un
elemento de poder.

64
El individuo como parte medular del fenómeno de la comunicación, por estar inmerso en
procesos culturales tiene la capacidad de re-crear el significado del mundo y de su propia
existencia. Es así que la cultura, su libre y autónomo desarrollo, permite que la creación de
tejido social se maximice. De lo contrario, fenómenos económicos, políticos y sociales
impuestos desde afuera, reducen la participación comunitaria y exaltan el individualismo, por lo
que no se piensa en un bienestar común, sino que prima el interés personal. De esta forma se
debilita el tejido social y las relaciones interpersonales se modifican, así como los escenarios de
interacción, dando como resultado procesos de transformación cultural permeados por
elementos ajenos y externos.

Acerca del rol que el sector cultural puede jugar en el proceso del desarrollo económico
comenzó entre los años 50 y 60, cuando no se pensaba en el desarrollo solo como el aumento
del PIB per cápita sino en una noción más amplia que incluía bienes como educación, estado de
la salud, etc. A partir de la década de 1980 se incorpora el desarrollo humano, dando cuenta que
el desarrollo va más allá del desarrollo económico. En los 90 comenzó a funcionar una
comisión mundial de la cultura y el desarrollo, que se estableció en la Unesco para analizar el
rol de la cultura en el desarrollo sustentable. Y en la actualidad existe un gran interés en ver
cómo el sector de la cultura puede contribuir al desarrollo económico, especialmente en los
países en desarrollo. (David Throsby, 2012, Pág. 55)

Los planteamientos de Sen (2004) nos permiten sustentar que la cultura influye sobre el
desarrollo en el fortalecimiento de los derechos humanos, en el fortalecimiento de los valores
sociales y como instrumento o motor de crecimiento económico, de tal forma que se entiende
que el entrecruzamiento de factores sociales influye en el desarrollo cultural y económico de
una sociedad. García Canclini (2005) afirma que la cultura es un sistema de relaciones de
sentido que debe entender al sujeto en su complejidad histórica para la construcción de
alternativas de inclusión que se traduzcan en políticas de la diversidad. A este postulado se
añade que no basta con establecer un paradigma que permita visualizar el panorama histórico
del ser humano como especie, hace falta también comprender la historia de las instituciones ±en
términos funcionalistas- para comprender cómo el ser humano crea y recrea su mundo y su
realidad, tanto que interviene en el devenir histórico y cultural de su entorno.

Si tomamos la cultura como un recurso del ser, podemos afirmar que es el insumo principal
para la construcción y consumo de riquezas materiales e inmateriales, así como el espacio de
participación ciudadana y de construcción de tejido (Yúdice, Ventureira, & Navarro, 2002).
65
Dado que es per se un espacio que condiciona, no determina, el desarrollo social y económico.
La definición de Clifford Geertz (2005) sustenta que la cultura es una urdimbre de significados
en las que se entrelazan toda clase de relaciones semánticas y sintagmáticas, pero también
sociales y de intercambio de contenidos culturales a través de lo que podemos hacer el ejercicio
exegético de la ontología del ser. De esta manera, todos estos elementos son claves para el
desarrollo social y el crecimiento económico de las naciones, sobre todo de aquellas naciones
que viven problemáticas internas de pobreza, desempleo, desigualdad, inequidad, exclusión,
violencia generalizada, marginalidad y opresión. Se convierte la cultura en sí en el medio y el
espacio propicio para el reforzamiento del ejercicio democrático.

Desde una óptica institucional transnacional, la cultura se sitúa como el fenómeno catalizador
para la permanente construcción subjetiva e inter-VXEMHWLYD 6HJ~Q OD 81(6&2 ³«HQ VX
sentido más amplio, la cultura puede considerarse actualmente como el conjunto de los rasgos
distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o
un grupo social. Ella engloba, además de las artes y las letras, los modos de vida, los derechos
fundamentales al ser humano, los sistemas GHYDORUHVODVWUDGLFLRQHV\ODVFUHHQFLDV«´  
A pesar de este consenso, y de ser una acepción considerada como general, hay diferencias que
deben ser tenidas en cuenta dependiendo del contexto.

Así mismo, la UNESCO cuando hace referencia a la identidad cultural, especifica que cada vez
que se trate de establecer un dominio jerárquico sobre una cultura se atenta contra la libertar y
el desarrollo de esta. La UNESCO (2000) la ha catalogado como una dimensión fundamental
del proceso de desarrollo de los pueblos, ya que es un derecho en el que deben participar
activamente los sujetos en sociedad, convirtiéndose en un instrumento para el mejoramiento
socio-político y socio-económico. En síntesis, la cultura como proceso se constituye en
articulador y cohesionador social. El concepto de Desarrollo Humano, promovido a nivel
internacional por parte del PNUD (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo) y Amartya
Sen en el 2010, incluyó la educación o la sanidad como factores clave en el desarrollo humano,
que se define como la ampliación de las capacidades de cada persona y sitúa, de este modo, a la
persona en el centro de la propia acción del desarrollo. Actualmente UNESCO promueve a su
vez la comprensión de la cultura como un proceso continuo, maleable y evolutivo y señala a la
diversidad cultural como condición esencial para la paz y el desarrollo sostenible.

Ahora bien, para generar los cambios y las transformaciones que la sociedad requiere, es
necesario provocar vínculos entre la cultura y las políticas culturales públicas, al interior de
66
SURFHVRV GH JHVWLyQ FXOWXUDO (QWHQGLHQGR SROtWLFDV FXOWXUDOHV S~EOLFDV FRPR ³HO FRQMXQWR GH
intervenciones realizadas por el Estado, las instituciones civiles y los grupos comunitarios
organizados a fin de orientar el desarrollo simbólico, satisfacer las necesidades culturales de la
SREODFLyQ\REWHQHUFRQVHQVRSDUDXQWLSRGHRUGHQRWUDQVIRUPDFLyQVRFLDO´ *DUFtD&DQFOLQL
& Bonfil Batalla, 1987). Por lo que desde el ámbito político, es perentoria una política cultural
pública. Tanto a los Estados como a las instituciones públicas les compete la responsabilidad
moral, legal y constitucional de garantizar a los ciudadanos el derecho a la vida cultural, como
un bien público; diseñar las políticas públicas que permitan el acceso a la cultura sin distinción
o discriminación; y velar por la promoción e impulso de los valores culturales tradicionales y
modernos en escenarios de inclusión, participación y diversidad. Por esta razón se hace
necesario la creación de políticas públicas en cultura desde el ámbito económico que dinamicen
el desarrollo económico de los pueblos, generen y posibiliten la vinculación de la sociedad civil
a actividades económicas altamente productivas tendientes a mejorar la calidad de vida de los
individuos, de la familia y de la sociedad en general; desde el ámbito social permite que la
cultura sirva de integrador, articulador y cohesionador social, como catalizador de valores, los
principios axiológicos de la sociedad en el ejercicio de la sana convivencia, la tolerancia,
respeto mutuo y la comunicación recíproca a partir de la diversidad. Asimismo permite
visibilizarse como motor de referentes simbólicos positivos, transmisibles de generación en
generación.

El interés en la política cultural ha aumentado en los últimos diez años. Tradicionalmente la


política cultural se ha referido esencialmente a una política de arte que tiene que ver con
educación y patrimonio. Pero ahora este concepto se está ampliando a medida que
comprendemos que la cultura contribuye a todo el proceso de desarrollo, y con ello se ha
ampliado el rango de ministerios que tienen algún interés en la cultura. Las artes siguen siendo
claves, pero también se incluye la educación, la industria y, en particular, el desarrollo urbano y
regional, además de las relaciones internacionales, entre otros. Si pensamos en el amplio rango
de las políticas culturales tenemos que pensar sobre el amplio rango de los ministerios
involucrados. (David Throsby, 2012, Pág. 59)

Dichas políticas culturales se piensan, reflexionan y diseñan en el marco de un proceso de


construcción en equipo en el que participan diversidad de actores (Estado, instituciones
educativas, empresarios, gestores y actores culturales, líderes barriales y representantes de la
sociedad civil en general). Cada uno con diferentes formas de actuación en la toma de
decisiones, roles, actitudes, comportamientos, influencias, valores y puntos de vista, con
67
distintos intereses, objetivos y propósitos sociales o económicos, con posiciones semejantes,
contrarias o complementarias, a la luz de dinámicas de diálogo que se visibilizan y se denotan
permanentemente.

Debido a esta multiplicidad de relaciones de poder y de escenarios de comunicación que


emergen, bien sea entre las Instituciones del Estado, los empresarios y los gestores culturales
deben dar como resultado espacios y procesos que fortalezcan y amplíen la diversidad de
expresiones, representaciones e interpretaciones simbólicas que den sustento al sueño del
desarrollo integral y al mejoramiento de la calidad de vida, así como lo manifiesta el profesor
Licona Calpe (1997) al hacer alusión a la gestión cultural como una postura de acción en
RULJLQDOLGDG PRWLYDFLyQ SODQLILFDFLyQ \ OXFLGH] 7DPELpQ  ³QHFHVLWDPRV LQYHVWLJDFLyQ \
comprensión de la voluntad de pagar y de la manera en que la comunidad valora el arte y la
cultura en un sentido más amplio. Cuando se hace este tipo de trabajo uno frecuentemente se
sorprende hasta qué punto la comunidad reconoce el valor para la sociedad del arte y el sector
FXOWXUDO´ 'DYLG7KURVE\3iJ

En dicho orden, el Estado debe por su parte atender, obligatoria y necesariamente, por deber
constitucional, las políticas culturales que garanticen el acceso a los bienes culturales tanto
materiales como inmateriales a las clases menos favorecidas. Es una responsabilidad no solo
jurídica y legal, sino ética y moral a través de sus gobernantes, generar amplios mecanismos de
participación e inclusión ciudadana que apoyen y que favorezcan la potencialización de la
cultura en todas sus manifestaciones, de forma amplia, duradera, integral y orgánica, que se
convierta en parte vital del desarrollo social y económico de los pueblos. El compromiso del
Estado se demostraría a partir de verdaderas políticas educativas, sociales, económicas y
laborales que generen cambios significativos y sustanciales en las condiciones de vida de las
personas. Por su parte la sociedad civil, de igual manera, le atañe el liderazgo en la co-
construcción de proyectos colectivos en la consecución de escenarios que apalanquen la cultura
por ende el crecimiento del sector.

/DSURSXHVWDGHOSURIHVRU/LFRQD&DOSHVHVXVWHQWDHQODLGHDGHTXH³ODJHVWLyQFXOWXUDOHVHO
conjunto de acciones que potencializan, viabilizan, despiertan, germinan y complejizan los
procesos culturales, dentro de su particularidad y universalidad. Es un trabajo organizado, es
GHFLU FRQ VHQWLGR´  S   6LJQLILFD TXH OD JHVWLyQ FXOWXUDO LPSOLFD XQ HMHUFLFLR
reflexionado de manera multidimensional, abordando las complejidades de la cultura, no es un
mero ejercicio práctico, ni pragmático, ni estadístico de las realidades sociales, al contrario, es
68
una praxis que requiere establecer puntos de diálogo y comunicación entre las dinámicas socio-
económicas, socio-políticas y socio-culturales, tanto cualitativas como cuantitativas,
considerando las características, los enfoques y los modelos de gestión que han sido
consensuados históricamente, así como a los sujetos implicados.

De igual forma desde el Informe sobre nuestra diversidad creativa de la UNESCO se lee que la
cultura no es un instrumento del progreso material, sino el fin y el objetivo del desarrollo como
manifestación de reafirmación de la misma existencia humana en todas sus formas plenamente
(Kliksberg & Tomassini, 2000). Es así como la cultura sirve como eje articulador para que las
generaciones presentes y las futuras en el fortalecimiento de los valores individuales y
colectivos, la generación del sentido de pertenencia, del trabajo en equipo, en la reafirmación de
la solidaridad y la comunicación dentro del respeto mutuo, entre sujetos diferentes y diversos.

La cultura se ha convertido en las últimas décadas en una dimensión que toma cada vez más
importancia desde las experiencias locales y populares, sirviendo como potencializadora del
cambio social y emancipadora de sujetos en lo social, económico y político. Quedando
demostrado una vez más la importancia de la cultura en el desarrollo económico.

)1):,%#-,:+)#!6(3+!,)12!$%*!#3*230!
Con la finalización de la Guerra fría en los años noventa y el posicionamiento del capitalismo
como sistema económico global, las naciones occidentales más poderosas económica,
tecnológica e industrialmente como Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Alemania, Italia, Japón
y Canadá, también conocidos como los G-7, sentaron las bases estructurales en lo económico,
político y socio-cultural, dando paso a la era de la globalización.

La globalización es un proceso histórico de larga duración que da cuenta de sus múltiples


manifestaciones y evoluciones, en términos de las relaciones sociales y de poder que se
desarrollan a partir de los actores y las reglas que surgen en un escenario de totalidad mundial.
Aunque el fenómeno afecte a todas las esferas de la vida en sociedad, incluyendo la cultural, la
familiar, la personal y profesional, la globalización económica lidera el proceso de
transnacionalización e internacionalización a escala planetaria, donde la mayoría de los países
del tercer mundo se alinean y se acoplan al sistema internacional a partir de las políticas y las
normas internacionales para su ejecución. Fazio alude que:
La globalización, en esta perspectiva, haría referencia a los mecanismos uniformadores a
través de los cuales transcurre la mundialización del proceso en sus diferentes
69
manifestaciones. Con el capitalismo, como premisa para el desarrollo de las tendencias
globalizadoras, habrían surgido y posteriormente se habrían consolidado los gérmenes de
XQD µHFRQRPtD PXQGR¶ TXH GXUDQWH VX FRQVROLGDción habría ido subsumiendo las
economías locales, regionales y nacionales, ubicándolas dentro de su propia racionalidad.
(2001, Pág.7)

   que cuando se habla de la globalización hay que aludir a un fenómeno complejo,
abierto, plural, una época relativamente nueva que da paso y se desarrolla gracias a las
potencialidades de cada uno de los elementos que participan. De este modo, me acojo a la
perspectiva histórica, que permite develar las particularidades del proceso, sin desconocer que
en él hacen parte elementos constitutivos como lo político, lo social, lo cultural, lo tecno-
comunicacional y no solamente lo económico, como se ha intentado decir en círculos
académicos donde solo se valora el nivel económico financiero de la globalización por encima
o superior a los demás factores. Aunque si es importante decir que la globalización se moviliza
y se expande a nivel global y casi planetariamente, por el impulso y fuerza del sistema
capitalista que lo potencia y es determinante, la realidad de la globalización es gracias a sistema
que defiende el modo de producción y reproducción del capital vía acumulación e inversión de
la propiedad privada, los demás ámbitos de la vida en sociedad quedan inmediatamente
afectados y permeados por una ola de dinámicas económicas propias de su paradigma. De este
modo Fazio explica que:

Este proceder ha permitido que la globalización se haya convertido en un concepto con


capacidad para analizar, interpretar y explicar varios fenómenos comunes al mundo en
los finales del Siglo XX. Se puede sostener que en tanto que categoría social, la
globalización ha llegado a asumir los criterios que la convierten en un concepto de la
teoría social: tiene un significado preciso, es dable su utilización en investigaciones
empíricas y es lo suficientemente abstracto como para poder ser generalizado en las
distintas experiencias históricas. (2001, Pág. 2)

Si bien la globalización ha acelerado el proceso de incorporación de la dimensión cultural a las


nuevas dinámicas mundiales, es relevante decir que la cultura como estructura social compleja
se manifiesta de diversas formas, teniendo en cuenta las transformaciones que se han dado en
los intercambios que se suscitan en el proceso. La primera transformación se relaciona con el
proceso de homogeneización cultural que deviene del proceso mismo de la globalización, como
fenómeno en expansión a escala mundial, donde las dimensiones económicas, políticas y socio-

70
culturales se ven permeadas positiva y/o negativamente. La era global nos presenta un
acelerado proceso de dinamización de la economía de mercado y de la expansión del sistema
económico capitalista que ponen en relevancia lo privado sobre lo público, lo cuantitativo sobre
lo cualitativo, ahondando el problema de la brecha entre países ricos y pobres. En esta primera
transformación, la cultura del consumo, del individualismo, de la competencia, de la
acumulación, de lo importado, etc., se profundiza y se acrecienta al interior de las sociedades
que acogen el modelo, interiorizando valores, o si se quiere, antivalores propios de la
globalización económica.

La triada Mercado ± Estado ± Sociedad son factores fundamentales en la consolidación del


modelo de desarrollo global que se ha construido o que se pretende construir, a partir del
enfoque epistémico imperante. Cuando el mercado es el elemento más importante y el Estado
junto a la sociedad se encuentran en el segundo y tercer lugar de importancia, el paradigma que
prima es el economicista, entendida como la doctrina que concede a los factores económicos
primacía sobre los de cualquier otra índole. En otras palabras, se trata de un término que alude a
un sesgo o abuso en la concepción del comportamiento de una sociedad, más precisamente de la
reducción de todos los hechos sociales a su aspecto económico (también llamada reduccionismo
económico), en una relación vertical de poder. El mercado a través de sus diversos agentes
(empresarios, inversores, instituciones financiadoras) controla la toma de decisiones políticas de
los Estados, sobre todo de aquellos en crecimiento, dando paso al orden de prioridades que
deben complacer las expectativas de inversión desde afuera hacia adentro (Sen, 2004; Rausell
Köster, 1999). Sin embargo, hoy se puede decir que, en este escenario de interrelaciones
cambiantes, de transnacionalización e internacionalización de la economía, es imperativo
analizar muy bien a los sujetos y a los actores locales como globales que intervienen. Las
distintas maneras en que se ha enfocado la relación entre cultura y desarrollo permiten tener un
espectro más complejo y amplio en consideración.

Esto da paso a pensar en una segunda transformación, en torno a la defensa del bien común en
un mundo global. Se trata de un proceso a partir del cual, los ciudadano, independientemente
del sistema político imperante, al sentir y comprender que alguien, llámese gobierno, líder
político o empresario, o quizás miembros del mismo grupo cultual, social, religioso o étnico,
intenta oprimir a otro grupo social, antes que establecer un dominio total, lo que se generan son
nuevas formas de manifestaciones, es decir, surgen nuevos procesos culturales, que hacen
crecer y maximizar la producción de bienes culturales, lo que a futuro ha redundado en mayor
oferta cultural, incremento de las industrias creativas, en concreto, ciudades con espacios de
71
apropiación y producción. Estos fenómenos no ocurren porque hayan sido estandartes de estos
gobiernos, todo lo contrario, al querer borrar huellas de democracia, se crean espacios
marginales de explosión social y cultural, espacios donde la sociedad se une para expresarse e
interactuar, local o globalmente.

Ello incluye las actividades de los artistas y artesanos, consumidores e instituciones como las
compañías de teatro, productoras teatrales, orquestas y otro tipo de instituciones artísticas
permanentes. Adicionalmente, incluye actividades transitorias o temporales como exposiciones,
festivales y ferias. Además, en la cultura de masas es innegable incluir la música popular, los
elementos artísticos de algunos medios de comunicación como cierto tipo de películas, radio,
televisión y publicidad. David Throsby (2012) incluye las artes creativas centrales como:
Literatura, Música, Artes escénicas, Artes visuales; Otras industrias culturales centrales: Cine
Museos, galerías y bibliotecas, Fotografía; Industrias relacionadas: Publicidad, Arquitectura,
Diseño, Moda; Industrias culturales más amplias; Servicios del patrimonio: Edición y medios
impresos, Televisión y radio, Grabaciones de audio Videojuegos. (Pág. 57)

Una concepción amplia del término, incluye también aquellas instituciones que, aunque no
producen cultura para su consumo, hacen que ésta sea posible, tal como las instituciones
educativas básicas y las actividades de bienes y servicios complementarios a algunas
actividades artísticas. Esto extiende el interés hacia las tiendas de fotos, las librerías, los teatros,
las academias públicas y privadas, el personal dedicado a la formación, los estudios de sonido,
la industria de la edición y aquellas tiendas que se dedican a elementos relacionados con las
artes. Finalmente, la arquitectura, como elemento cultural que obliga a su preservación, y como
input de otras actividades culturales, el arte en los sitios públicos, el desarrollo arquitectónico
actual (como expresión artística) y la rehabilitación de edificios estéticamente e históricamente
significativos. Una de las acepciones más valoradas del concepto de cultura para las
humanidades, es el que se remite al objetivo y el fin del desarrollo, entendido en el sentido de
realización de la existencia humana en todas sus formas y en toda su plenitud, reafianzando el
argumento de que la cultura es en sí misma una estructura de poder social, que permite el
disfrute a plenitud de la dignidad humana. Según el mismo Kliksberg y Tomassini (2000) es
viable y da resultados efectivos. Hay referencias significativas en las cuales apoyarse. Para
llevar a cabo esa movilización en escala considerable ²un gran desafío hacia el futuro² se
necesitará de políticas orgánicas y amplias concertaciones entre el Estado y la sociedad civil.

72
Como dice el mismo Canclini (2004), los procesos culturales y de desarrollo son actividades
complementarias, que implican la participación de la sociedad civil, la intervención del Estado
y la cooperación de los empresarios, que permitan impulsarla. Tanto los bienes tangibles como
intangibles de la cultura son el sustento de la cultura y al mismo tiempo factores intervinientes
del desarrollo social, económico y político de las sociedades.

Ello implica el reconocimiento tanto de la multiculturalidad como de la interculturalidad, dados


los fenómenos de internacionalización y mundialización vigentes, así como la identificación de
los valores, las costumbres, las tradiciones, las creencias, la historia, los modos de vida, las
prácticas sociales y ciudadanas, las orientaciones éticas y morales, y todo el conjunto de
dinámicas entre los sujetos que hacen posible la participación y la intercomunicación
dialogante.

La expresión de García Canclini (2005), todos tienen cultura: ¿quiénes pueden desarrollarla? se
refiere a que todos los individuos de una sociedad por diversa que sea tenemos el derecho
natural de la cultura, nacemos con ella, nos desarrollamos, la producimos y la reproducimos, y
morimos con ella. Esta tesis del autor implica pensar:
‡ Desarrollar la cultura a partir de la riqueza de las diferencias, ayudando a corregir las
desigualdades y ponderando la cultura sobre el mercado.
‡ Lograr que la cultura sea sustentable a partir de políticas que garanticen la diversidad
cultural, por medio del control de los mercados y los intercambios, colocando el aprendizaje
intercultural, la innovación y el pensamiento crítico en el centro de las acciones de
democratización cultural.

‡ Repensar las relaciones de la cultura como negocio, industria y servicio, reconociendo la


diferencia, impulsando políticas de protección del patrimonio cultural y controlando los
oligopolios.
‡ Abrir un mapa de comunicación que permita la construcción de ciudadanías con acceso a
la cultura, a la diversidad, a la integración y a la equidad.

-,#*31):,
Para concluir es válido argumentar que la cultura y el desarrollo pueden ser vista desde
cualquiera de sus aristas; ello permite pensarse como el escenario o estructura donde el ser
humano se manifiesta, verbaliza su mundo y su realidad. Se trata de la capacidad de la sociedad
de materializar sus construcciones mentales, al mismo tiempo es el espacio físico donde se
73
permite exponer toda la serie de creaciones artísticas o manifestaciones culturales que hacen
parte de un proceso histórico y biológico de interiorización del entorno natural y social.
Además permite el empoderamiento de los espacios públicos por parte de la sociedad, así como
la participación política y democrática.

En la era global la diversidad cultural debe ser vista como un recurso para el mejoramiento
socio-político y socio-económico (Yúdice , Ventureira, & Navarro, 2002), ya que incluye
dinámicas de participación de los sujetos sociales y políticos, y de afianzamiento reivindicativo
de los derechos culturales, a través de la construcción de prácticas culturales y de políticas de la
diversidad, desde el plano local hacia el global, en el marco de las relaciones de poder entre las
instituciones públicas, los movimientos sociales y los gobiernos, en la búsqueda de procesos de
inclusión y participación, que aboguen por la heterogeneidad, la pluralidad y la democracia de
los pueblos en la permanente construcción de su historia.

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75
!#)!3,!,)4%01)$!$,4%12)'!$-0! $3#!$-0!6 $+),)120!$-0!$%*-
.;"*)#-%,%*#-,2%52-$%*!'*-"!*)7!#):,

Towards a University Researcher, Educator and Administrator
of the public in the context of globalization

“La educación es la disciplina de la libertad…”


  
Katia M. Martínez Heredia
Teresita de Jesús Álvarez

,20-$3##):,
El fenómeno de la globalización económica y de internacionalización de la economía a escala
planetaria ha permeado las distintas esferas de la sociedad. Las condiciones de desigualdad,
pobreza y marginalidad en lo social, la corrupción, el clientelismo y la violencia política al
interior de los Estados Latinoamericanos, más la realidad de una creciente brecha macro-
económica entre países industrializados y países agrícolas, exige con suma urgencia una re-
definición de la visión de desarrollo que se quiere posicionar. Surge la pregunta epistemológica
por descubrir en cuál de los dos enfoques de desarrollo, si sobre la visión de crecimiento
económico o sobre la visión social del desarrollo sería posible articular la educación como
componente necesario para la consecución de tales objetivos. No cabe duda que la educación
es, desde las Ciencias Sociales, un eslabón de cambio social, y si se quiere, un ámbito
emancipador y transformador del sistema económico y político de los Estados-Nacionales.

Así como el comercio, la educación también se vio volcada hacia procesos de
transnacionalización, internacionalización, privatización e inversión extranjera dentro de las
economías anexas al libre mercado. Los indicadores educativos se convirtieron en una
condición impositiva para medir y evaluar los procesos en colegios, en universidades y en todas
aquellas instituciones prestadoras del servicio en términos cuantitativos. Ello ha significado una
política impositiva de control de calidad, sobre indicadores medibles, observables y
cuantificables, ajustado a estándares internacionales y homogeneizadores desde los países del
Norte (G- VREUHORVSDtVHVGHO6XUHQWRGRJORER³/DJOREDOL]DFLyQHQHVWDSHUVSHFWLYDKDUtD

3
Publicado por primera vez como: Martínez H. Katia & Álvarez T. (2014). Hacia una Universidad Investigadora,
Educadora y Administradora de lo público en el contexto de la globalización. Revista Encuentros, Universidad Autónoma
del Caribe, 12 (1), 61-74.
76
referencia a los mecanismos uniformizadores a través de los cuales transcurre la mundialización
GHOSURFHVRHQVXVGLIHUHQWHVPDQLIHVWDFLRQHV´ )D]LRS 8QDPXQGLDOL]DFLyQWHFQR-
económica que ha permeado las estructuras pedagógicas, académicas y administrativas de los
centro de enseñanza, donde importa más el número de referencia y la cantidad dejando en un
segundo plano las condiciones cualitativamente importantes de calidad en la educación. Hugo
Fazio Vengo plantea que:
En el plano económico, los principales agentes son las empresas transnacionales, los
grandes inversionistas privados, los bancos y las agencias financieras multilaterales, entre
las que se destacan el FMI y el Banco Mundial. El resultado de esta globalización en lo
económico consistiría en la consolidación de circuitos trasfronterizos autónomos que
actúan al margen de los espacios nacionales. (2001, p.10)

Dicho fenómeno ha sido diseñado, concebido epistemológicamente y ejecutado macro-


políticamente desde el punto de vista positivista, visión que clasifica, estandariza, especializa y
estratifica. Ello se demuestra en los rankings mundiales que ubica a los países industrializados
desarrollados en los primeros lugares y a los países agrícolas subdesarrollados en los últimos
lugares, teniendo como fundamento la escala de indicadores de medición internacional
obtenidos. No es casualidad encontrar en Instituciones como la Harvard Business School que
aún en estos tiempos de pluralidad ideológica y autonomía de cátedra de las democracias
avanzadas se siga enseñando Economía Neoclásica, como la única perspectiva para leer y
aprender la realidad.

Así lo reveló el Star Viewer Team International en el 2011, titulando 40#&#'#!'#7''


+/+ (,%.&'(,%4-+'-+(.#7'% ('(&6%'#/+,# +/+
0#!' './, )+,)-#/, 5&#, El motivo de la protesta es por lo que consideran el
vacío intelectual y la corrupción moral y económica de gran parte del mundo académico,
cómplices por acción u omisión en la actual crisis económica, que prepara a los profesionales
economía más influyentes del mundo con visiones reduccionistas, dejando de lado el abanico de
posibilidades teórico-conceptuales vigentes, con apertura ideológica, con autonomía para el
aprendizaje y flexibilidad hacia la generación del conocimiento. El artículo alude a que ya hace
casi 200 años, John Stuart Mill al asumir como Rector de la Universidad de Saint Andrew,
recordaba al claustro de profesores de dicha universidad, que la función de las universidades no
es hacer que los estudiantes aprendan a repetir lo que se les enseña como verdadero sino que su
función es formar personas con capacidad de pensar por sí mismas. Y es obvio que la
incapacidad de las universidades actuales de formar economistas críticos y sensatos no
77
responde únicamente a posturas personales e ideológicas de docentes y/o autoridades
universitarias, sino más bien responde a factores relacionados con el rol que las universidades
cumplen en la reproducción de las relaciones de poder dentro del sistema capitalista en su fase
neoliberal.

Entonces surge la pregunta, ¿De qué manera debe la Universidad, como institución educadora,
responder a sus objetivos misionales, a los intereses de la sociedad y a las necesidades del
contexto?

Es por ello que, el objetivo de este manuscrito es hacer una reflexión crítica del panorama
mundial y del contexto de la globalización, tomando como referencia los efectos,
transformaciones, crisis, carencias y perspectivas de la Universidad, como institución que debe
ir de la mano con las realidades sociales, políticas y económicas de la sociedad. Se intenta
construir un discurso propositivo de la Universidad alrededor de tres dimensiones que son lo
investigativo, lo pedagógico-educativo, y lo administrativo, desde una perspectiva humanista de
la planificación que abogue por la defensa del bien público que es la educación.

*#!08#2%0,4%12)'!2)4-$%*!,)4%01)$!$
El proceso de mundialización económica se convirtió en una expresión del proceso de la
globalización después de 1989, con la expansión de la economía Neoliberal Británica y Norte-
americana. La idea de crecimiento a escala global surge a partir de entonces con la expansión
del capitalismo, como sistema único, uniformador y homogéneo, que impulsa y promueve el
dominio y control del capital financiero más la suma del PIB (Producto Interno Bruto) de los
países del planeta. Todo ello se convierte en la fuerza hegemónica de la economía globalizada
que afianza la idea de crecimiento económico vista desde occidente, direccionado intelectual y
moralmente al poder político.

Dicha tensión se sustenta en la idea sólida y justificada de los asesores económicos de las
principales organizaciones mundiales y países decisores frente a una idea fragmentada y
obsoleta para los humanistas y defensores de derechos humanos que observan las
intensificaciones y afectaciones de los procesos globalizadores y globalizantes cada vez más
afincados en las estructuras sociales de los países. Según la profesora Socorro Ramírez:
Los actores sociales que hoy en día poseen un mayor grado de incidencia en el ámbito
internacional son, tal vez, las empresas o corporaciones multinacionales y
transnacionales. Ellas impulsan la reducción del Estado y la redefinición de sus
78
funciones. Para captar la atención y las inversiones de las multinacionales, los Estados
compiten hoy por reducir su injerencia en la economía, liberar el comercio, suprimir
impuestos y aranceles, privatizar sectores estratégicos de la economía, contener los
salarios, flexibilizar las condiciones laborales, etc. En este desfase entre el carácter
transnacional de las grandes empresas y el carácter meramente nacional de las
instituciones políticas, habría que buscar, tal vez, una de las razones de la creciente crisis
de legitimidad de las democracias. (p. 4)

Es por esto que desde esta perspectiva asistimos no solo a una crisis coyuntural, sino a una
multi o poli-crisis estructural compleja que vive el mundo moderno globalizado con visiones
epistemológicas e ideológicas coincidentes. Ello se entiende como una crisis cognitiva, diría
Morin (2010) es decir una crisis del pensamiento sobre el cual está cimentado
epistemológicamente el sistema actual. Se sufre de una crisis paradigmática que aboga por el
economicismo, el reduccionismo, el binarismo y la causalidad línea, donde la política, la
economía, y lo socio-cultural se analiza, se estudia y se interpreta desde una racionalidad
científica, meramente cuantitativa, cuyos elementos se observan separadamente y de manera
unidimensional. Morin (2010) argumenta que:
Un pensamiento complejo cuyos principios hemos definido, permite desarrollar la aptitud
para reaccionar de forma pertinente en una situación nueva como ya hemos dicho, los
analfabetos del siglo XXI no serán los que no sepan leer y escribir, sino los que no
puedan aprender, GHVDSUHQGHU\UHDSUHQGHU´ S 

Ello apunta hacia un conocimiento contextual, global, multidimensional y complejo, que sea
capaz de captar y leer la complejidad de la vida, relacionando la trinidad individuo-sociedad-
especie. Es el llamado a revolucionar las ciencias de la vida, a revolucionar
epistemológicamente las ciencias que transversalizan el &.'(  % /# Reformar la
educación fundamentalmente debe conducirnos, afirma Morin, a entender que el conocimiento
es interpretable e interpelable de manera integral y relacionada, siendo capaces de conocer el
tejido común de las cosas desde lo concreto y abstracto y de manera interrelacionada,
practicando la reflexividad sobre las condiciones históricas, culturales y sociales de la propia
existencia.

Es desde la transformación de las instituciones, pero también de las mentes y de la visión de


educación y de universidad, de la escuela, de la enseñanza, y de todas aquellas prácticas que
como la internet abren la puerta de acceso y accesibilidad a los ciudadanos del mundo, sobre la
79
base de la libertad de información, democráticamente abierta para el uso y socialización,
gozando de bienes culturales antes restringidos por una élite, pero que ahora se instalan a través
de dispositivos en red que contribuyen a la constitución de bienes cognitivos y culturales
comunes para una futura sociedad mundo. América Latina carece desafortunadamente de la
capacidad de ver los problemas de manera compleja, el paradigma positivista, economicista,
reduccionista y binarista al que nos acogimos históricamente estuvo imbricado en el modelo de
desarrollo marcadamente dependiente del modelo Español-Europeo y Norteamericano, lo que
produjo lentas y retrasadas políticas económicas, sociales y culturales.

El caso Colombiano es crítico ya que evidencia altos niveles de analfabetismo en una época
donde la educación es un derecho fundamental, con condiciones difíciles de acceso a la
educación básica primaria, básica secundaria y media vocacional, técnica, tecnológica y
superior. Sin embargo, para cada caso particular de cada país en todo el continente
Latinoamericano las condiciones de acceso a la educación formal son diversas, y dependen del
modelo de desarrollo al que se han acogido, no so pena de ello, hay que decir que el problema
educativo del continente no es un problema de la exclusividad de algunos países, el problema
de la educación es generalizado, es decir planetario o global, es un problema de método: de la
manera, la forma y el modo en que el ciudadano ha aprendido y ha aprehendido a entender su
realidad, a tomar decisiones, a solucionarlos problemas y a dirimir conflictos.

En la Conferencia Mundial sobre la Educación Superior (1998) sobre la Declaración mundial


sobre la Educación Superior en el siglo XXI: visión y acción, (Art. 1) sobre la misión de educar,
formar y realizar investigaciones, se argumenta la importancia de:
A) formar diplomados altamente cualificados y ciudadanos responsables, capaces de atender a
las necesidades de todos los aspectos de la actividad humana, ofreciéndoles cualificaciones que
estén a la altura de los tiempos modernos, comprendida la capacitación profesional, en las que
se combinen los conocimientos teóricos y prácticos de alto nivel mediante cursos y programas
que estén constantemente adaptados a las necesidades presentes y futuras de la sociedad;
B) constituir un espacio abierto para la formación superior que propicie el aprendizaje
permanente, brindando una óptima gama de opciones y la posibilidad de entrar y salir
fácilmente del sistema, así como oportunidades de realización individual y movilidad social con
el fin de formar ciudadanos que participen activamente en la sociedad y estén abiertos al
mundo, y para promover el fortalecimiento de las capacidades endógenas y la consolidación en
un marco de justicia de los derechos humanos, el desarrollo sostenible la democracia y la paz;

80
C) promover, generar y difundir conocimientos por medio de la investigación y, como parte de
los servicios que ha de prestar a la comunidad, proporcionar las competencias técnicas
adecuadas para contribuir al desarrollo cultural, social y económico de las sociedades,
fomentando y desarrollando la investigación científica y tecnológica a la par que la
investigación en el campo de las ciencias sociales, las humanidades y las artes creativas;
D) contribuir a comprender, interpretar, preservar, reforzar, fomentar y difundir las culturas
nacionales y regionales, internacionales e históricas, en un contexto de pluralismo y diversidad
cultural;
E) contribuir a proteger y consolidar los valores de la sociedad, velando por inculcar en los
jóvenes los valores en que reposa la ciudadanía democrática y proporcionando perspectivas
críticas y objetivas a fin de propiciar el debate sobre las opciones estratégicas y el
fortalecimiento de enfoques humanistas;
F) contribuir al desarrollo y la mejora de la educación en todos los niveles, en particular
mediante la capacitación del personal docente.

Sin embargo, a lo largo de estas dos décadas posteriores se empezaron a generar discusiones
permanentes alrededor de los objetivos, y aún la discusión sobre el tipo de universidad que se
quiere consolidar sigue en pie. Inicialmente se planteaba que era urgente preservar, reforzar y
fomentar aún más las misiones de educación superior, es decir, la investigación, el desarrollo
sostenible y el mejoramiento del conjunto de la sociedad, cuyos retos abogan por la pertinencia,
la internacionalización y la calidad de la educación, sobre un nuevo paradigma que privilegie el
aprendizaje continuo y la universidad abierta a la sociedad. El profesor Luis Enrique Orozco
Silva (1992)4 SODQWHDTXH³HQODXQLYHUVLGDGKD\TXHEXVFDUXQHTXLOLEULRSDUDORFXDOQRKD\
una fórmula a priori, entre docencia, investigación y formación, proyecto institucional lo
llamamos nosotros, es decir, apoyo a OR TXH VLJQLILFD OD H[SUHVLyQ KDFHU XQLYHUVLGDG´ 1R
obstante, esta premisa generó serios debates no solo teóricos sino también prácticos, ya que
GLPHQVLRQHV FRPR ³SHUWLQHQFLD´ VLQ LGHQWLGDG R ³FRPSHWHQFLDV´ VLQ HO IRUWDOHFLPLHQWR GH ORV
procesos de desarrollo del pensamiento, prevalecieron en todos los niveles de la educación
desde pre-escolar hasta el nivel profesional, debilitando las dimensiones humanísticas de la
formación integral del discente. Orozco Silva insiste en que:
Al decir que la Formación Integral compromete al quehacer universitario en su conjunto
se está señalando que todos los niveles de la institución están involucrados en ella y
permeados por sus fines: el profesor, el estudiante y el directivo de la universidad. En la

4
Conferencia "La calidad de la educación superior pública y los retos con la reforma de la ley 30 de 1992", dictada el 24
de mayo en el Paraninfo de la Universidad de Antioquia.
81
interacción diaria se define el clima formativo, el "éthos universitario". Tal interacción
define prácticas administrativas, docentes, investigativas, de relación humana en el
LQWHULRU GH ODV FXDOHV WRGRV GDQ WHVWLPRQLR GH VX YLVLyQ GHO ³PXQGR GH OD YLGD´ GH OD
sociedad en que se vive, de las producciones del espíritu humano en general. En ellas, el
estudiante y el profesor resultan esencialmente modificados; es decir, con cambios -
positivos o negativos- en su "forma". En la medida en que de tales interacciones salgan
fortalecidos, "crecidos", con una "forma superior", se dice que se trata de una
"experiencia formativa", o que se recibe una "educación superior" y para lo superior.
(p.18)

No obstante, continúa una muy fuerte preocupación sobre la investigación en la universidad y


lo que implica hacer ciencia, teniendo en cuenta que para ello es necesario generar unas
condiciones físicas, financieras, académicas, que coadyuven en este propósito institucional. G.
Bachelard (Tomado de Orozco Silva, 1999) afirma que la discusión en torno a los intereses en
la ciencia tiene especial significación en los medios académicos por dos razones a- Una cierta
esquizofrenia reinante en quienes aceptan en el debate ideológico la no neutralidad de la ciencia
y de modo paralelo realizan prácticas positivistas de investigación y un cierto abandono de
toda discusión teórica sobre los supuestos de la investigación que realizan bajo el prurito de
considerar estas aproximaciones inútiles dado el afán de eficacia que los agobia. b- La sobre
determinación de cosmovisiones o ideologías de corte positivista en boga en los programas
académicos; visible en la negación de hecho de asumir la tematización de toda vinculación
intrínseca entre los intereses y valores del investigador con las exigencias del método; y el
escaso margen que los programas dejan para la formación teórica de los estudiantes, cayendo de
hecho en un cientificismo que excluye de la formación toda recurrencia a la intuición en
nombre de las exigencias de una racionalidad recortada. (p. 549)

Es por ello que pensar la investigación implica reconocer e identificar qué se investiga, cómo se
investiga, por qué se investiga, para qué se investiga, con quién se investiga y a la luz de qué
disciplinas, campos, o ciencias se investiga. Por lo anterior es importante hacer énfasis en que la
inter-disciplinariedad, la trans-disciplinariedad y la multi-disciplinariedad, son necesarias, por
no decir obligatorias, para la investigación universitaria en aras de transversalizar el
conocimiento desde multiplicidad de enfoques y diversidad de perspectivas. Ello sería un ideal
de la investigación universitaria, lo que llevaría a los académicos de la investigación a avanzar
en este complejo camino, que si se hace seriamente y con rigor, puede llevar a las universidad a
la generación de nuevo conocimiento, no solo científico-cuantitativo, sino también dialéctico-
82
WHyULFR \R FXDOLWDWLYR  +XPEROGW GLUtD TXH ³OD SDUWLFXODULGDG GH ODV LQVWLWXFLRQHV FLHQWtILFDV
superiores debe ser el tratamiento de la ciencia como un problema aún no resuelto del todo que
GHEH VHU REMHWR GH FRQVWDQWH LQYHVWLJDFLyQ´ *6 ; SiJ   /D LQYLWDFLyQ HV HQWRQFHV D
ubicar la investigación como ³ODJHQHUDFLyQGHVDUUROORLQWHJUDFLyQ\FRPXQLFDFLyQGHOVDEHU
en todas las áreas del conociPLHQWR \ GRPLQLRV GH OD FXOWXUD´ FRPR OR H[SUHVD OD GRFHQWH
Chilena PhD. Rosa Devés Alessandri, a través de su conferencia ³El rol de investigación en la
(GXFDFLyQ 6XSHULRU´ TXLHQ VXJLHUH Xn cuerpo académico cuya formación, oficio y vocación
estén sustentados en la investigación, planteamientos a lo que cabría incluirles políticas
públicas de investigación más democráticas y descentralizadas que permitan la inclusión y la
participación de sectores o regiones excluidas y con escasas oportunidades, que atiendan o que
redunden en la atención a problemáticas o realidades sociales, culturales o económicas,
sobretodo en estos tiempos de contradictorias condiciones globalizadoras.

*#!08#2%0 $3#!$-0$%*!,)4%01)$!$
El proceso tridimensional globalización-desarrollo y occidentalización, al producir grandes
riquezas, genera de igual forma grandes guetos de miseria, exclusión y marginalidad en los
países del sur y en los países periféricos. La idea de desarrollo desde occidente promueve a toda
costa la híper-competitividad internacional, la liberalización de los mercados, la desregulación
de la economía, la transnacionalización de bienes y servicios, y un conjunto de políticas macro-
económicas lideradas por el F.M.I. y el B.M., entre las que se puede mencionar la privatización
de los bienes públicos (uno de ellos la educación), que promueven la minimización del Estado y
la maximización de la economía. Zygmunt Bauman (2007) expresa que:
No se puede dar marcha a tras a la globalización. Uno puede estar a favor o en contra de
esta nueva interdependencia mundial. Pero si hay muchas cosas que dependen de nuestro
consentimiento o resistencia a la equívoca forma que hasta la fecha ha adoptado la
globalización. (p. 46)

La posibilidad por una sociedad más justa, más humana, de mayores oportunidades, más
equitativa, menos individualista y más colectivista, donde los niños y jóvenes puedan acceder a
sus derechos a toda plenitud, es todavía una tarea a cumplir. La tarea es asumir la globalización
de manera +6-# )+( )+()(,#-#/. El acceso a la educación en el mundo aún es uno de los
objetivos planteados por la ONU como objetivos del milenio que incluye la erradicación de la
pobreza, como una tarea de todos los países del mundo, lo que supone desde ya un fracaso de
todas las organizaciones mundiales, que descaradamente han sido permisivas y tolerantes frente
a la aplicación de las políticas macroeconómicas, a escala planetaria, sin controles ni
83
regulaciones de fondo que le den equilibrio al fenómeno, más la minimización del Estado, que
otorga las complacencias legales al conjunto de los agentes del sistema internacional que cada
vez es menos democrático, más autónomo, más cerrado, más perverso y más autoritario,
generando decadentes condiciones de vida en la sociedad, quien espera respuestas.

Según las Organización de las Naciones Unidas la actual crisis financiera y económica mundial
se ha convertido en una crisis mundial de empleos que ha llevado las tasas de desempleo a
niveles significativamente más elevados. Esto ha perjudicado en particular a los pobres y a los
más vulnerables. En 2008 había alrededor de 633 millones de trabajadores, el 21,2% de los
trabajadores del mundo, que vivían con sus familias con menos de1,25 dólares por día, y en
2009 ese número aumentó en 215 millones, incluidos100 millones en el Asia meridional y 28
millones en África al sur del Sáhara1. Esto sugiere que había hasta un 7% más de trabajadores
que corrían peligro de caer en la pobreza entre 2008 y 2009. Aunque es posible que haya
algunas señales de recuperación en unas pocas de las grandes economías emergentes, para los
más vulnerables las crisis mundiales están muy lejos de haber terminado. El desempleo y el
trabajo precario siguen siendo altos. Los ingresos de los hogares pobres en las zonas urbanas y
rurales sufren a raíz de reducciones en sus salarios y sus ganancias, aumentos de la
informalidad, migraciones inversas y precios volátiles de los alimentos y los combustibles. Se
prevé un período prolongado de desempleo, dado las lecciones de las crisis financieras
anteriores.5

Precisamente, ello ha traído como consecuencia que la tendencia globalizadora haya permeado
y afectado de igual manera la educación, si bien existen instituciones de educación superior
estatales, la mayoría de instituciones que intentan cubrir el déficit de cobertura, particularmente,
son las de corte privado, situación que deja por fuera a muchos estudiantes con interés de
estudiar en lo técnico, tecnológico o profesional. De hecho entre lo técnico, tecnológico y
profesional también existe una discusión profunda, ya que es la dinámica del mercado la que va
marcando la pauta sobre el tipo de estudiante que se quiere formar y sobre qué conocimientos y
saberes debe ser su formación, a solicitud de las empresas y corporaciones multinacionales que
así lo requieren. Menos profesionales, más técnicos, menos saberes integrales, más -'5 al
servicio de la industria y la manufactura, y adicional a ello mano de obra más barata y
explotada.

5
Organización Internacional del Trabajo, %(% &)%(1&'-+',, enero de 2010. En: Informe del Secretario General
Sexagésimo quinto período de sesiones. Tema del programa provisional: Erradicación de la pobreza y otras cuestiones de
desarrollo. Actividades del Segundo Decenio de las Naciones Unidas para la Erradicación de la Pobreza (2008-2017).
84
Es por eso que llama la atención las actuales condiciones y necesidades de la Educación
Superior en el mundo. Me refiero a la relación de oferta y demanda que ha surgido debido a las
múltiples exigencias y a las múltiples necesidades del mercado. ¿Es acaso la educación una
mercancía más del mercado en donde unos compran y otros venden a satisfacción de unos y
otros? ¿Es la educación un bien público o privado? ¿Es la Universidad un proveedor y los
estudiantes clientes?

Desde la Universidad de Bolognia en 1088, la Universidad es en el sentido más amplio una


institución por excelencia, centro de saberes, productora de nuevos conocimientos, lugar para la
reflexión, el debate y la crítica. Sin embargo, más adelante, con el modelo de Humboldt, desde
1811, se pHQVyTXH³ODXQLYHUVLGDGGHEHVHUWDPELpQXQHVWDEOHFLPLHQWRGHFXOWXUDJHQHUDOXQD
alma máter que reúna todas las disciplinas sin tratar de impartir una apariencia de formación
SURIHVLRQDO´/RVGRVPRGHORVEiVLFRVGHXQLYHUVLGDGODGHO0HGLRHYR\ODGH inicios del siglo
XIX, tienen, a su vez, dos propósitos con la investigación: en la una es un ser y en la otra un
KDFHU'LFH+XPEROGW³HOEXHQLQYHVWLJDGRUHVHOEXHQGRFHQWH<XQEXHQGRFHQWHTXHWLHQH
infarto intelectual 'mortuus est', o sea, un docente que no lee, que no está al día ni siquiera
GHELHUD HVWDU HQ OD XQLYHUVLGDG´ (VR VLJQLILFD TXH OD XQLYHUVLGDG QR VROR QHFHVLWD
investigadores sino también docentes y pedagogos al servicio de la educación, con vocación,
con disciplina de estudio, lectores, y sobre todo docentes comprometidos ética y moralmente
FRQ OD HQVHxDQ]D 'HFtD +XPEROGW ³QXHVWUR ~OWLPR GHEHU HQ OD H[LVWHQFLD HV KDFHU
TXH«PHGLDQWH QXHVWUD DFFLyQ YLWDO HO FRQFHSWR GH KXPDQLGDG DGTXLHUD HQ QRVRWURV XQ
contenido tan rico como sea poVLEOH3DUDHOORKD\TXHYLQFXODUQXHVWUR\RFRQHOPXQGR´ *6
, SiJ   6HxDOy TXH ³OD IRUPDFLyQ SHUVRQDO VyOR SXHGH SURFHGHU GH OD RUJDQL]DFLyQ GHO
PXQGR´ *69,,SiJ 

Al parecer hoy la prioridad y la pertinencia de la educación superior es atender las necesidades


del contexto, ya sea a través de la educación virtual, la educación emprendedora, la universidad
corporativa, la educación transnacional, entre otras versiones, aun cuando se sigue poniendo en
riesgo la calidad de la misma, colocándola al servicio del mercado y no a la inversa, el mercado
al servicio de la educación, o en términos recíprocos. Ello nos lleva inmediatamente a pensar
reflexivamente sobre el carácter educador de la universidad, cuando ya se ha trasegado en el
tiempo y se ha dado pausa para re-pensarse y auto-cuestionarse. Sin embargo William Ospina
(2001) opina que la educación, a diferencia de otros campos no ha evolucionado de la misma
manera y se ha quedado anclada en el tiempo, dejando abandonados sus principios axiológicos
85
fundadores. No obstante, pedagogos como Dewey, Neill, Montessori, Skinner, Freire, Freinet,
Giroux que a lo largo de la historia le han aportado a la educación hoy vuelven a tener sentido
dado los grandes cambios y las transformaciones o deformaciones que está viviendo la
humanidad.

La educación en general y la universitaria en particular esta hoy atravesando por una múltiples
crisis, pero una de ellas es la crisis de identidad, que permea su calidad. Ello quiere decir que al
hablar de calidad de la educación es necesario hablar de las dimensiones que ella promueve,
involucrando las dimensiones sociales, humanísticas, profesionales, disciplinares,
administrativas, gerenciales, investigativas, pedagógicas y académicas. Superponer una de estas
dimensiones o darle más importancia a una sobre otras conlleva a la perdida de la identidad a
que hago referencia. No es posible seguir hablando de la%#%.#7' sino de .'
.#7'%#. En este sentido el orden si altera el producto. El sustantivo no puede ser
el valor esencial, debe ser el nombre .#7'la que nos lleve a pensar la calidad en sus
múltiples perspectivas. Sobre eso hay muchos debates en progreso, pero lo interesante de ello es
poder entender que la pertinencia académica, es un propósito de la educación y una búsqueda
permanente, una construcción colectiva de los discentes, docentes, padres de familia y de la
comunidad en general, incluyendo a las instituciones públicas como privadas, quienes le dan
sentido al proceso de reconocimiento de la calidad. ³/DXQLYHUVLGDGODGHFXDOTXLHUVLWLR\FRQ
ella, la nuestra, está como el ser humano, frente a una crisis de identidad. No la van a salvar los
encolerizados, o los habilidosos y trepadores que la usen para otros fines. Si se salva, será por
los que al dotarla de un ideal de servicio social, le respeten la dignidad de su pensamiento que,
al fin y al cabo, ha sido su verdadera esencia, por lo menos, en las sociedades imperfectas de las
imperfectas democracias que están muy lejRV GH KDEHU WHUPLQDGR VX PLVLyQ HQ OD KLVWRULD´
(Orozco, 2002)

Se requiere más cualificación y menos cuantificación de la educación. Educar significa ayudar a


pensar, a reflexionar y por ende a transformar la realidad circundante, en el que deben participar
todos los actores en un esfuerzo mancomunado que apunte a materializar los objetivos
misionales de la educación, a partir de un proyecto educativo común que le dé sentido a la luz
de sus tres funciones sustantivas: docencia, investigación y extensión social. Pablo Múnera
(2010) alude que una de las funciones generales de la educación debe ser:
Enseñar para la comprensión de la condición humana y para la vida misma; en segundo
término, le educación en cualquier tiempo y lugar debe ser para la libertad, liberadora, en
la medida en que al ofrecer nuevos conocimientos debe ampliar las posibilidades de
86
elección y la visión del mundo de sus educandos; y finalmente debe ser propio de toda
educación y más si es superior el estímulo del pensamiento crítico, pero no como sistema
cerrado, como la crítica por la crítica, o la crítica como principio y fin a la vez, sino como
el espíritu que subyace a toda transformación, que tendrá mejor asidero y legitimidad si
se promueve ante la reflexión y la autocrítica (p. 113-114)

Es decir que la Universidad debe preguntarse permanentemente por los ¿qué?, ¿por qué?,
¿cómo?, ¿dónde?, ¿con quién o quiénes? y ¿para qué? de los procesos y de los resultados
educativos que impulsen no solo lo cuantitativo sino también las dimensiones cualitativas de
manera recíproca y dialogada. Es importante considerar en este punto del análisis que no se
puede caer nuevamente en determinismos egoístas de un lado y del otro; la realidad concreta de
las universidades de los países subdesarrollados, como Colombia, invita hoy a pensar la
universidad, sus funciones, sus prácticas, sus actores, sus objetivos, su misión y visión frente a
los procesos de cambio y de transformación que exige y merece la sociedad.

Ahora bien, estos propósitos no se logran unidireccionalmente, ello implica la participación


activa y comprometida de todos actores representativos de la comunidad educativo: docentes,
discentes, padres de familia, directivos, Estado y sector productivo, quienes, en el marco de sus
funciones y tareas, deben entender y comprender colectivamente las líneas a seguir, a la luz de
un proyecto educativo transformador y de cara a las realidad globalizadora que está en juego.

!.*!,)&)#!#):,,)4%01)2!0)!3,!.0-.3%12!,-3,!0%#%2!
Después de la caída del Muro de Berlín, de la desintegración de la U.R.S.S. y de la finalización
de la Guerra Fría con el posicionamiento del sistema económico capitalista los Estados-
Nacionales entraron en un proceso de ajuste y re-acomodamiento político, económico y socio-
cultural. Esos mismos cambios estarían articulados a las nuevas tendencias globalizadoras y al
emergente modelo Neoliberal de cara a los procesos de internacionalización y
transnacionalización mercantil, de mano de las súper potencias globales, organismos
internacionales como la O.N.U., el F.M.I., el B.M. y el F.M.I., quienes coadyuvaron en la
consolidación e intensificación del nuevo paradigma del desarrollo. Los Estados-Nacionales
subdesarrollados por su parte se alienan y se adaptan a los nuevos cambios, dejando de lado sus
prioridades o mejor, entregando sus responsabilidades públicas al mercado.

Es así como Estados Latinoamericanos han cedido parte de su soberanía, de su independencia y


de su autonomía territorial y política a las llamadas naciones del primer mundo. Asegurar el
87
bien público de la educación, protegerlo y garantizarlo al conjunto de la sociedad es una de las
funciones constitucionales y de las responsabilidades más importantes del Estado de Derecho.
Ahora bien, dentro del escenario global en el que nos encontramos el Estado ha minimizado sus
funciones sustantivas y a maximizado las del mercado (entendiendo por mercado al conjunto de
individuos o asociaciones de individuos involucrados en la dinámica comercial, económica y
mercantil, como las empresas, las corporaciones u organizaciones que intercambian o que se
someten a un proceso transaccional), quien hoy permea las decisiones de la vida económica,
política y social, incluyendo las del sector de la educación.

En tal sentido, el Estado ha abandonado sus prioridades, dejando de destinar los recursos y los
rubros suficientes en materia educativa, ha dejado de invertir en infraestructura, en cualificación
profesoral, en cobertura, ha abandonado a sectores vulnerables de la sociedad, dejado en
últimas, de asegurar el patrimonio nacional educativo. Todo ello ha generado el detrimento y el
deterioro de la educación en todas sus dimensiones, afectando lo académico, lo administrativo,
lo pedagógico, lo físico, lo investigativo, lo social y en general todos los procesos que la
enriquecen. Por todas las situaciones de multi-crisis del contexto global y del escenario de
problemáticas en el plano local, el Estado-Nación aún se encuentra en el deber de asumir los
retos y los desafíos tanto económicos y sociales de la educación, incluyendo la educación
universitaria, promover procesos de construcción colectiva y de empoderamiento, en el que
participen COMUNIDAD UNIVESITARIA (estudiantes, docentes, padres de familia,
egresados) - ESTADO (Funcionarios públicos, asesores de políticas públicas, gobierno
nacional) ± MERCADO (empresas locales y extranjeras, organizaciones de la sociedad civil), y
diseñar e implementar las políticas públicas universitarias de cara a la comunidad educativa y a
la sociedad, sobre paradigmas holísticos e integrales, más humanistas menos economicistas.

Sin embargo, resulta interesante entender que planificar, es más que una de las etapas del
proceso de la administración, puede ésta definirse como un proceso en sí mismo, en el que
deberían estar involucrados, no solo los administradores, gerentes o directores de las
organizaciones. En la planificación, y más en el caso de la planificación universitaria, a la que
se está haciendo referencia, debe surgir el interrogante sobre quiénes participan en la planeación
institucional, a la luz de qué metodologías de trabajo aportan en el enriquecimiento de la
planeación institucional y en qué medida la planeación universitaria puesta en práctica es un
resultado de los intereses, motivaciones, querellas, de los miembros de las comunidad
educativa. El profesor William Rojas Rojas, profesor de la Universidad del Valle-Colombia, en
su libro: Modernidad y Humanidad: lo inhumano en la organización y en el trabajo (2003),
88
DUJXPHQWDTXH³QRHVSRVLEOHSUHWHQGHULQYLWDUDOHPSOHDGRDOLEHUDUVHDH[SUHVDUVHDDGKHULUVH
a valoUHVFRPSDUWLGRVVLQRVHGHVPLWLILFDODLGHDGHORVDGPLQLVWUDGRUHVVRQORV³DFWRUHV´FDVL
~QLFRV TXH FRQFLEHQ \ GLULJHQ ORV SURJUDPDV WHQGLHQWHV D OD ³QXHYD FXOWXUD´ GHVHDGD
GLIXQGLGD´ S

Así mismo, ni el Estado podría estar de espaladas a la sociedad, ni las Instituciones de


educación superior invisibilizar a sus actores representativos, ni las empresas lograrían una
planificación con sentido, si no comprenden el valor del sujeto y de la importancia de la
participación activa de los miembros de las organizaciones en el construcción de propuestas
conducentes al mejoramiento de ellas mismas y por ende de la sociedad, y de su
transformación. Es por ello que cuando se solicitan investigadores idóneos en distintos campos,
cuando se solicitan docentes de las distintas disciplinas, o bien sea profesionales capaces y
competentes para coordinar proyectos al interior de las universidades, se supone que no se están
buscando máquinas, sino sujetos pensantes, críticos, reflexivos, propositivos, siempre y cuando
lDV³UHJODVGH MXHJR´VHVRVWHQJDQHQODSDUWLFLSDFLyQFRPRHV HOVHUGHWRGRHVFHQDULRGHOD
democracia.

Es por ello que los nuevos escenarios a los que se enfrenta la planificación universitaria en el
contexto institucional implican un reconocimiento de las cambiantes relaciones del contexto
local, regional y mundial, la visión del Estado y el mercado, las múltiples problemáticas de la
producción del conocimiento, la preparación permanente del )(-'#% humano y la radical
importancia de la investigación y la docencia, como funciones sustantivas de la vida
universitaria. Lo fundamental, de la planificación universitaria, es que pueda definir muy bien
el paradigma sobre el que sustentará sus acciones. Un paradigma basado en el conocimiento, en
los procesos como modelo de gestión, en el buen gobierno y la gestión por resultados, en los
procesos académico-pedagógicos, en la visión de la calidad educativa, a partir de decisiones
compartidas y la complementariedad de esfuerzos, o la articulación de todos ellos, serían
entonces, motores que movilizarían la gerencia del conocimiento en el contexto institucional.

Lo anterior lleva a pensar en un modelo integrador, contextual, histórico y pertinente a las


realidades sociales, políticas, culturales y económicas, que sugiere un trabajo con carácter
igualmente integrador, contextual, histórico y pertinente a la realidad educativa y pedagógica,
que permita consensuar los debates, a fin de revisar y re-evaluar los modelos tradicionales y co-

6
En: Martínez, Katia, y Téllez, Sandra. (2013). La comunicación en las instituciones de carácter público: de lo
institucional a lo participativo. Revista Anagramas. Universidad de Medellín. Enero julio.
89
construir proyectos alternativos que apunten a cumplir con las funciones sustantivas y el deber
ser de la educación. Todo ello supone un escenario de planificación que debe procurar por:
x La identificación diagnóstica de problemas educativos, administrativos, docentes,
investigativos y de contexto.

x La definición del Proyecto Educativo Institucional. (PEI)

x La definición de la filosofía de gestión que se pretende impulsar.

x La articulación de los Planes de Desarrollo Nacional, Regional y Local, con los proyectos
institucionales.

x El fortalecimiento del Gobierno Escolar.

x El apoyo constante del Estado.

x La potenciación del Recurso Humano.

x La administración de los recursos económicos de cara a la sociedad.

x Políticas de democratización para los educandos y educadores.

x La evaluación permanente.

x La investigación, la pedagogía, la extensión y la proyección social, sobre la base de


valores y principios institucionales como la ética, la democracia, la responsabilidad, la
igualdad, la dignidad humana y la crítica, pilares fundamentales de un co-gobierno.


-,#*31)-,%1
No obstante, el papel de la educación en los procesos de cambio y de transformación en
diversas partes del mundo como el Este-asiático, Brasil, México, Venezuela o Estados Unidos,
dan ejemplo del carácter transformador y emancipador que adquiere la educación superior al
interior de la sociedad, entendiendo que para cada caso es distinto, teniendo en cuenta las
particularidades culturales, de los sistemas políticos y de las realidades económicas, más el
contexto histórico de los países mencionados. El sentido social que la educación superior logra
repercute en toda y cada una de las esferas y de la vida en comunidad, así como también en la
economía, dado que los objetivos comunes por los que la educación superior debe propender
son la generación y producción de nuevo conocimiento, la generación de comunidades
académicas de reflexión y permanente aprendizaje de las problemáticas sociales, culturales,
90
políticas y económicas, lo que significa finalmente una búsqueda incesante de alternativas
posibles para la resolución de estas mismas.

Morin (2001) propone ver el mundo de problemas del devenir histórico. Plantea que el
problema de la educación debe reformar antes que a las instituciones a las mentes, es decir,
desde una concepción complejizada de los términos, de racionalidad, de cientificidad, de
complejidad, de modernidad occidentalizada y de desarrollo en términos del crecimiento
económico. América Latina requiere una dosis de complejidad y menos linealidad, requiere más
conocimiento de lo humano, de la historia, de la ética, del contexto Latinoamericano, y de la
autocrítica o reflexividad muy necesaria entre nuestras Naciones.

No existe un marco institucional perfecto ni una universidad perfecta ni una planificación


universitaria perfecta. Lo importante es imaginar las tantas posibilidades de construir un mundo
más humano, en medio de un mundo globalizado. Las múltiples opciones políticas, sociales,
humanas, y de vida que aún existen por explorar son innumerables, ya que no basta con solo
denunciar o criticar. Desde un sentido humanístico, pero también heurístico, se hace urgente
pensar nuestras incertidumbres, nuestras vicisitudes y nuestras múltiples problemáticas
Latinoamericanas, siendo complejos como sujetos y con la máxima posibilidad y libertad de
pensarnos y reflexionarnos desde una mirada crítica, a fin de escudriñar las reales
oportunidades con las que contamos para empezar a generar cambios significativos y procesos
revolucionarios de emancipación. El mundo lo necesita y muy a pesar de los grandes problemas
y conflictos sociales que padece el mundo es relevante retornar a lo cualitativo, a partir de
nuevos referentes y nuevos discursos éticos, estéticos y poéticos.

No hay una receta exacta, este análisis es solo un acercamiento más al deber ser de la
Universidad, en la búsqueda por un modelo de transformador que propenda por la protección, la
defensa y la garantía del acceso al bien público de la educación, a través de procesos
democráticos, participativos e incluyentes para cada uno de los actores y agentes
representativos del Estado y de la sociedad en general.

%&%0%,#)!1 )"*)-'08&)#!1
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