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realidad el país no conoció la reactivación económica ni la paz política sino hasta 1895.

Esta
etapa es también conocida como la del Segundo Militarismo, pues los caudillos militares
volvieron al ruedo político, aunque esta vez no como vencedores, sino como vencidos.

El gobierno de Iglesias, firmante de la paz con Chile, era enormemente impopular. Quien gozaba
de renombre era el general Cáceres, el héroe de la resistencia. El país quedó dividido en dos
bandos: los "azules", que seguían a Iglesias, y los "rojos", a Cáceres. Estalló la guerra civil de
1884-1885. Cáceres logró «huaripampear» o poner fuera de juego al ejército principal de Iglesias
en la sierra central, en una brillante estrategia militar, luego de lo cual atacó Lima, donde puso
sitio al Palacio de Gobierno, en noviembre de 1885. Iglesias se vio obligado a renunciar a la
presidencia y el poder quedó provisoriamente en manos del Consejo de Ministros presidido por
Antonio Arenas. Este convocó a elecciones en las que ganó abrumadoramente Cáceres.

El primer gobierno de Andrés A. Cáceres (1886-1890) afrontó la reconstrucción del país,


especialmente en el campo económico. Puso fuera de curso el devaluado billete fiscal o papel
moneda; creó impuestos nuevos; intentó la descentralización tributaria; y para solucionar el
problema de la enorme deuda externa firmó el Contrato Grace por el cual entregó los
ferrocarriles a los acreedores.

Nicolás de Piérola y sus montoneros entran a Lima por la Puerta de Cocharcas (17 de marzo de
1895).
A Cáceres le sucedió uno de sus partidarios, el coronel Remigio Morales Bermúdez (1890-1894).
Este llevó a cabo un discreto gobierno y debió enfrentar la negativa de Chile a convocar el
plebiscito de Tacna y Arica. Víctima de una enfermedad, Morales Bermúdez murió el 1 de abril
de 1894, antes de concluir su mandato. Lo sucedió el segundo vicepresidente Justiniano
Borgoño, quien allanó el camino para la vuelta al poder del general Cáceres y convocó a unas
elecciones que fueron muy cuestionadas. Cáceres triunfó en dichos comicios y por segunda vez
asumió la presidencia en 1894. Sin embargo su gobierno carecía de legitimidad.

El anticacerismo formó la Coalición Nacional, integrada por los demócratas y civilistas, que
eligieron como líder a Nicolás de Piérola (jefe de los demócratas), entonces desterrado en Chile.
En todo el Perú surgieron partidas de montoneros que se sumaron a la causa de la Coalición.
Piérola retornó al Perú, y en Chincha dio un Manifiesto a la Nación, tomando el título de
Delegado Nacional. De inmediato se puso en campaña sobre Lima, al frente de los montoneros.
Estos atacaron la capital del 17 a 19 de marzo de 1895, desatando una lucha muy sangrienta. Al
verse desprovisto del apoyo del pueblo, Cáceres renunció y partió al exilio. La guerra civil costó
unas 4000 vidas.128 Se instaló una Junta de Gobierno presidida por Manuel Candamo, que
convocó a elecciones en las que triunfó abrumadoramente Piérola.

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