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= azulejos ~~ Los doce trabajos de Hercules .éa por el equipo de Angel Estrada y Cia. S.A. bajo ta de Pedro Saccaggio- coordinacién gen recor de coleccion Alejandro Palermo Dirt de riage: Alejandro Palet™0. Corwcioe Mariano STE cn ge verenic CMAN eae by rafica: Maria Alejandra Rossi. del ito de Disefio: Rodrigo R. Carreras. Jefe dl Dona oduct Editorial: Carlos Reariguer. Los doce trabajos d {ico | compilado por Julién Martinez Vézqu Aijandro Polermo "1 ed - Buenos Aires: Estrada, 2006, 9p p. 19 x 14 cm - (Azulejos NiNos: 28) {SBN 950-01-10168 1. Material Ausiliar de Ensefanz comp Il Palermo, Alejandro, dit tt, Titulo (Cbd 371.33 Martinez Vazquez, Julién, © Angel Estrada y Cla. S.A, 2006. Bolivar 462, Buenos Aires, Argentit Internet: wwrcestrada.com.ar E-mail: azulejos@estrada.com.ar (Obra registrada en la Direcci6n Nacional del Derecho de Autor. Hecho el depdsito que marca la Ley 11.723. Ure de edicion argentina. Printed in Uruguay. ISBN 950-01-1014-8 (SON 978-950-01-1014.3 No se permite la reproduction parcial o total, el almacenamiento, el alauile. 1 Yar misono la vansformacion de este libro, en cualquier forma o por cualquier medio $0 ‘ecrénico 0 mecénico, mediante fotocopias, dgitalzacion y otros metodos. sn Fe” miso previo y estito del editor Su infracion esta penaca por ls leyes 11.723 25-446 Los mitos griegos Los mitos son relatos muy antiguos, protagonizados por dioses y por héroes. En todos los lugares del mundo, y en distintos momentos de la historia, los pueblos han con- tado mitos para explicar el origen de las cosas, 0 para ense- ar el modo en que conviene comportarse. Ademis, es fre- cuente que en los mitos aparezcan seres sobrenaturales, co- mo los ciclopes 0 las sirenas. Algunos de estos seres son monstruos invencibles. Solo unos pocos héroes logran en- frentarse a ellos y vencerlos, gracias a su fuerza increible o a su prodigioso ingenio. En la antigua Grecia, los mitos narraban las historias de los dioses y las diosas que vivian en la cima del monte Olimpo, una de las mas elevadas de la regién. Esos dioses y esas diosas eran bastante parecidos a los seres humanos, claro que con algunas diferencias: no morian jamas, se mantenian eternamente jévenes y poseian poderes espe- ciales... Por ejemplo, podian desencadenar una tormenta de rayos en cualquier momento; y también eran capaces de hacer que las personas se enamorasen apasionadamente con solo arrojarles una de sus flechas magicas. Indice Los mitos griegos 4 gQuiénes eran los héroes? 5 El autor de esta version. 6 Los doce trabajos de Hércules 1. El nacimiento de Hércules .. 9 2. De aqui para alla 3. El castigo 4. El leon de Nemea 5. La hidra de Lerna.. 6. Lacierva y el jabali 7. Los establos del rey Augias 8. El toro de Creta y las aves del lago Estinfalo.... 9. Las yeguas de Diomedes 10. El cinturén de Hipdlita. 11. Los tltimos trabajos de Hércules 12. Deyanira .. 13. El final de Hercules. Actividades Para comprender la lectura.. Para escribir .. Para integrar ~Quiénes eran los héroes? Los griegos creian que, en una época remota, habian existido hombres con cualidades sobresalientes: coraje, fuerza, inteligencia, velocidad... Nadie podia compararse con ellos en esas cuestiones. Por eso, los antiguos los consi- deraban verdaderos modelos que valia la pena imitar. Los lamaban hiéroes. En realidad, los héroes eran mas que hombres comunes, porque habian nacido de la unién entre un ser humano y un ser divino. Algunos de esos hé- roes lucharon en la famosa guerra de Troya, que duré diez. ahs. Otros realizaron largos viajes, en los cuales pudieron conocer seres fabulosos y pueblos con costumbres extraor- dinarias. Algunos conquistaron objetos magicos, que los ayudaban a salir triunfantes en sus aventuras. Y otros se en- frentaron a monstruos temibles y lograron vencerlos. De todos los héroes de la mitologia griega, hay uno que se hizo particularmente famoso. Tan famoso, que es casi imposible que no hayan oido su nombre alguna vez: Hér- cules, Este libro cuenta sus aventuras, para que ustedes puedan revivir las pruebas que debi6 atravesar el forzudo mas famoso de todos los tiempos. El autor de esta version -~" Julién Martinez Vazquez nacié en Buenos Ai- res, el 2 de mayo de 1968, pero vivi6 toda su in- fancia en Necochea, junto al mar, con sus pa- | dresy sus cuatro hermanos. De chico, le gustaba ver cémo los barcos se mo- vian en el horizonte, sobre todo los dias de tormenta. Y, también, andar en bicicleta y leer. Ley6 todo tipo de libros: de aventuras, de viajes, de misterio... Alls veinte afios, volvié a Buenos Aires, donde curs6 lacarrera de Letras, En ella, descubrié a los autores griegos de la Antigitedad. Tanto le gustaron esas viejas historias, que se fue a Espafia y alli continu estudiéndolas durante tres afios. Es profesor de Espajiol en la Universidad del Salvador. Y, ademas, escribe historias sobre los héroes de la mitologia griega 1 EI nacimiento de Hércules L, historia de Hércules, igual que la histo- ria de cualquiera de nosotros, empez6 nueve meses antes de su Ilegada al mundo. Pero, la verdad, el nacimiento de Hércules no fue como el de cualquier hijo de vecino. Porque su padre fue nada mas y nada menos que Zeus, el mas poderoso de todos los dioses. Zeus estaba casado con Hera. Y Hera, ade- més de tener muchos poderes, era la diosa mas celosa del Olimpo'. Para empeorar las cosas, Zeus era bastante enamoradizo. Por ese entonces, en Tebas, una de las ciuda- des mas ricas de Grecia, vivia, feliz y contenta, una mujer muy hermosa llamada Alemena. Un dia Zeus la vio y, en un segundo, se enamor6 perdidamente de ella. 1 Lugar donde vivian los dioses, Estaba en la cima dle una montana, centre las nubes LOS DOCE TRABAJOS Baten Nemgin 0 “FT DE HERCULES 10 Julian Martinez Vizquez Pero habia un problemita: Alcmena estaba casada con el noble Anfitrién, y era una esposa muy fiel. Y, por supuesto, si Zeus queria encon. trarse con Alcmena, tenia que resolver otro pro- blemita: hacerlo sin que Hera se diese cuenta. Una tarde, Zeus aproveché que su esposa es- taba distraida, y bajé a la Tierra. Casualmente, An- fitrién se encontraba lejos de casa, combatiendo en una guerra. Entonces, a Zeus se le ocurrié una idea brillante: con unas palabras magicas, adopté el as- pecto de Anfitrion y asi se fue a visitar a Alcmena. —jEsposo! —exclamé la mujer, muy sorpren- dida—. ;Ya volviste! Te esperaba majiana. “Perfecto”, se dijo Zeus. “Ella no sospecha nada”. Y entonces le dijo una mentira: —Por suerte, la guerra terminé pronto, asi que volvi antes. La mujer le dio un beso al que crefa que era su marido. —Te extrafié mucho —le dijo, con lagrimas en los ojos. —Eh... Ah... Si, yo también —contesté Zeus, que no dejaba de mirarla embelesado’. ? Cautivado por ella, enamorado, Los doce trabajos de Hércules 13 Ella siguié trabajando como si nada. —No exageres, Anfitrion. jSi te fuiste hace diez minutos. ..! —le contest6, lo mas tranquila. El hombre sonri6. Interpret6 que ella queria decir que siempre estaban juntos en el pensa- miento, 0 algo por el estilo. —Termino la guerra, por suerte. jAsi que ahora tenemos vacaciones! (Si, ya me contaste! —lo interrumpis ella, mientras pensaba, un poco fastidiada: “;Otra vez me va a contar la batallita esa!”. La respuesta de Alcmena sorprendié nueva- mente a su esposo. {Si él acababa de llegar! Entonces, empez6 a sospechar que algun dios habia andado por ahi. Y, sin decirle nada a su esposa, consult6 al adivino Tiresias, un vieji- tomuy arrugado y muy sabio, que veia todas las cosas del pasado, del presente y del futuro. El adivino le dio la siguiente noticia: ~Tu mujer vaa tener un hijo de Zeus. Y es« hijo sera el hombre mas fuerte de la Tierra. Todc el mundo admirara sus proezas. Anfitrion quedé muy asombrado. Y, mien: tras pensaba en cémo seria criar a un hijo de Zeus, volvio caminando a su casa. 12. Julian Martinez Vazque Al dia siguiente, Zeus regreso al Olimpo Io més campante, como si nada hubiera ocurrido, Hera le vio la cara de inocente y empezé a Sos- pechar. — De donde vienes a estas horas? Zeus respondié lo primero que se le vino ala cabeza. Por desgracia para él, por mas padre de los dioses que fuera, no sabia mentir. Hera, llena de rabia, murmuré: —Seguro que tuviste una de tus aventuritas otra vez... Zeus se preocup6. Los enojos de su esposa no eran precisamente de los que se pasan rapido. Esa misma tarde, el verdadero Anfitrion en- tr6 en la casa, dej6 el escudo y la lanza en un rin- c6n y corrié a ver a su esposa. Alcmena estaba tejiendo en el telar. ~ Te extraié mucho, mi amor! —le dijo el noble, en cuanto la vio. 14 Julian Martinez Vazquez Pasaron los meses... Nueve meses, para ser mis precisos. La hermosa Alcmena estaba Ilegando al final de su embarazo y parecia un globo. jEse chico iba a pesar mucho al nacer! El marido, Anfitrion, en vez de enojarse por- que él no era el padre, se sentfa honrado. Nunca viene mal tener a un hijo de Zeus cerca, por si las. moscas. Ademéas, no se olvidaba de lo que habia dicho Tiresias: ese hijo iba a ser famoso por sus hazafias. El dia en que iba a nacer el bebé, sobre la ca- sa de Alcmena empezaron a caer rayos furiosos, uno tras otro. Por suerte, esos rayos no le hacian dafioa nadie, aunque asustaron a toda la ciudad. Los perros se escondian debajo de las mesas, ate- rrorizados.,Era Zeus, que estaba nervioso por el nacimiento de su hijo. Cuando Zeus est nervio- so, le da por lanzar rayos a diestra y siniestra. Hera escuché semejante batifondo y paré la oreja. “Zeus anda en algo raro”, se dijo. Llena de rabia, decidié investigar. Siempre que su marido — Los doce trabajos de Hercules 15, la engafaba en la Tierra con alguna mujer, ella perseguia ala desdichada y le hacia alguna mal- dad: a una la habia transformado en vaca, por ejemplo. No era conveniente tener problemas con esta diosa. Ya era bastante curioso el nacimiento de nuestro héroe, en medio de una tormenta de ra- yos. A eso se agregaba el suspenso creado por una profecia: los adivinos habian dicho que el primer descendiente de Perseo” que naciese en esos dias iba a ser el futuro rey de Tebas, y que todos los que llegaran al mundo después que él tendrian que obedecerlo. Cuando se enteré de esta profecia, Zeus se puso contento, porque Alcmena era una de las nietas de Perseo. —;Que nazca mi hijo pronto, asi llega a ser el rey! —se ilusionaba. Pero Hera, que también conocia la profecia, decidié vengarse de la infidelidad de su marido. ~Cémo? jMuy simple! Resulta que en la ciudad de Micenas, habia 3 Heroe griego que maté a la Medusa, un monstrue que convertia a os hombres en piedra cuando los miraba. 2 De aqui para alla E nombre griego de Hércules es “Hera- cles”. Esa palabra quiere decir “gloria de Hera”. Asi decidié Ilamarlo su madre, en honor de la diosa. Ustedes creen que Hera estaba agradeci- da por ese gesto? ;Para nada! Cuando Alemena se dio cuenta de que Hér- cules era hijo de Zeus y de que Hera iba a hacer todo lo posible para vengarse, tomé una deci- sion bastante extrema. Llamé a un sirviente y, con todo el dolor del mundo, le ordené que abandonara al nifio en un monte inhéspito’. Si verdaderamente era hijo de Zeus, como su marido le habia asegurado, nada Je iba a faltar. Asi se hizo. El sirviente dejé al pobrecito en- tre los arbustos, solo, lejos de la ciudad y de cualquier aldea. Y se retir6. 4 Inseguro, sin abrigo. | 16 Julian Martinez. Vazquez una prima de Alcmena que también estaba em. barazada, aunque le faltaban dos meses para dar a luz. Sin embargo, la diosa Hera adelanté su parto al mismo tiempo que atrasaba unos minu- tos el nacimiento del bebé de Alcmena. Entonces ocurrié lo que la vengativa diosa habia planeado: unos segundos antes que Hér- cules, nacié su primo Euristeo, que no lleg6 a pe- sar ni tres kilos. Y un rato después nacié el bebé Hércules, que pesé alrededor de ocho kilos. Asi vino al mundo el que llegaria a convertir- se en uno de los héroes mas famosos. Llorando como cualquier recién nacido. Y sin saber todo el revuelo que habia causado. | 18 Julian Martine: Va7qNe” Al ratito, paso por ahi Hermes’, el dios men- sajero. Escucho el llanto del nifio y sintié compa- sién por él. —jEste bebé es! Ws 5 2 —se pregunto. es le a una idea brillante. Su- bid al Olimpo con el nifio y se acercé a Hera, que no lo reconoci6, por suerte. — Qué lindo bebé, Hermes! ZEs hijo tuyo? _—Mmmmhhh... Si, pero la madre se fue y ahora no sé como alimentarlo... —;Pobrecito! —exclamo Hera, y le arrebaté al pequefio de los brazos. La diosa madre, que por algo era la diosa ma- dre, le dio de mamar. Esto era algo realmente bueno porque, ademés de otros nutrientes, la le- che materna de Hera poseia uno que convertia a los nifios en inmortales. Pero Hércules era un bebé demasiado golo- so. Y mordié de tal forma a Hera, que la diosa se enojé y Io tiré al suelo. t4 muerto de hambre! Y aho- 5 Uno de los hijos de Zeus. Tenia sandalias con alas, que le permitian volar para llevar mas velozmente los mensajes de los dioses. Era el Protector de los viajeros y acompajiaba a las almas de los muertos €7 su camino al otro mundo. Los doce Hercules 19 —jEste chico es un monstruo! —grito. En ese momento, un chorro de leche sal despedido de su pecho. Y asi se formé en el cie- lo la Via Lactea®. Hermes no se quedé mucho tiempo junto a Hera, porque ella podia darse cuenta de todo. Asi que levant6 vuelo, volvié a Tebas con Hércu- les y se lo lev de vuelta a la hermosa Alcmena. —Disculpe, ja usted se le perdié este nene? —le pregunts. «1 (St, gracias! La verdad es que la madre se puso muy feliz al recuperar a su bebé. Lo habia extrafiado mu- cho. Y de algo estaba segura: ya nunca més lo iba a dejar abandonado por ahi. cUstedes se imaginaban que Hera iba a per- mitir que el chico creciese sano, feliz y contento? jPor supuesto que no! Como primer regalito, le mand6 un par de serpientes venenosas. Las espantosas viboras ° Galaxia de la que forma parte el sistema solar. [yo fuleany Martinez Caan ontraron en Ia habitacion cuando ef nino esta ba durmienda, Se treparon a lacuna y se teen roscaron alrededor del cucllo para dejarlo sin ona se hubiese horro aire, Cualquier otra pe rizado, pero Hercules no era cualquier perso na. Se desperto sin entender muy bien que pa Saba, agarré a las temibles viboras con sus ma- nitos v las retorcié hasta matarlas, como si fue- son dos pulgas. Cuando Alemena entré en la habitacién para vera su lindo retono, descubrié esas espantosas alimanas destartaladas a los costados de la cuna y se asusto, jNo era para menos! Corrié a contarle a su marido. — Algo me dice que la diosa Hera esta enoja- da con este chico. Qué hacemos? —No te preocupes, mujer, que nuestro hijo es fuerte —le respondié Anfitrién, muy orgulloso. Asi pasaron los primeros afios de Hércules, que crecla muy rapido por dos motivos: 1") porque era hijo de Zeus, >» 2") porque comia c ) porque comia como dos personas adultas. 39 Jjulisn Martinez Vazquez Anfitrion IHev6 a Tebas a los mejores maes. para que le ensefiaran al nifio a luchar cuer- a manejar el arco y otras armas, a to- tros, po a cuerpo, car la lira, a leer, a escribir y a hacer las cuentas, “Con el tiempo, el pequefio Hércules se con- virtio en un fornido muchacho en edad de casar- se. Las chicas morian de amor por él. jEra tan fuerte y tan valiente! De hecho, se dedicaba a ca- zar leones en sus ratos libres. Eso las impresio- naba bastante. “Cierto dia, en el cielo hubo una revolucién: los gigantes, unas divinidades inmensas y horri- bles, se rebelaron contra Zeus y los demas dioses, bajaron a la Tierra y empezaron a hacer desastre tras desastre. Arrancaban montafias enteras y se las tiraban a los dioses. Y usaban los Arboles co- mo si fuesen jabalinas. A Zeus no le result nada facil derrotar a es- tos revoltosos y encerrarlos en el infierno. Una profecfa’ anuncié que, para vencer en este com- bate, Jos dioses necesitaban la ayuda de un mor tal. No bien se enter6 de esto, Zeus fue a buscar a Hercules, que todavia era bastante jovencito. 7 Antuipu del futuro, realizado yeneralmente por un adivino. cl Hos doce trabajos de Hercules 28 Con la ayuda de Hercules, los dioses log: ron derotar alos gigantes, uno por tmo. Etna roe maté a varios con sus flechas. Ese fue ol . mienzo de su fama. Sus hazafias empez; ron a comentarse en toda Grecia. pean 3 dan traany Sontanes VaZanes Haba demasiada felicidad en la vida del he peo \ Hera considero que ya era el momento de adicha termunar com tant edo hacerle a este hom

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