You are on page 1of 14

See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.

net/publication/275671708

Family factors associated to Eating Disorders: a review

Article in Revista Mexicana de Trastornos Alimentarios/Mexican Journal of Eating Disorders · December 2013
DOI: 10.1016/S2007-1523(13)71992-X

CITATIONS READS
2 144

5 authors, including:

Rosalia Vazquez Arévalo Juan Manuel Mancilla Díaz


Universidad Nacional Autónoma de México Universidad Nacional Autónoma de México
87 PUBLICATIONS 1,022 CITATIONS 160 PUBLICATIONS 1,466 CITATIONS

SEE PROFILE SEE PROFILE

Carme Viladrich
Autonomous University of Barcelona
113 PUBLICATIONS 2,823 CITATIONS

SEE PROFILE

All content following this page was uploaded by Rosalia Vazquez Arévalo on 07 July 2016.

The user has requested enhancement of the downloaded file.


Revista Mexicana de Trastornos Alimentarios/Mexican Journal of Eating Disorders 4 (2013) 45-57 ISSN: 2007 - 1523

Revista Mexicana de Trastornos Alimentarios

Mexican Journal of Eating Disorders


Journal homepage: http://journals.iztacala.unam.mx/

Family factors associated to Eating Disorders: a review


Factores familiares asociados a los Trastornos Alimentarios: una revisión
Ana Olivia Ruíz Martínez1, Rosalía Vázquez Arévalo2, Juan Manuel Mancilla Díaz2, Carme Viladrich i Segués3, María Elizabeth
Halley Castillo4.
1 Universidad Autónoma del Estado de México CU Zumpango. México.
2 Universidad Nacional Autónoma de México, FES Iztacala. México.
3 Universitat Autónoma de Barcelona. España.
4 Centro Médico Lic. Adolfo López Mateos, ISEM. México.

Abstract
From a multifactorial perspective this study present a review about the family factors associated to eating disorders, considering theoretical and empirical contribu-
vkqpu"kp"pcvkqpcn"cpf"kpvgtpcvkqpcn"lqwtpcnu"ctvkengu"0"Vjg"Ýpf"qh"vjg"tgugctej"cdqwv"vjg"Eating Disorders and Family, indicate that the principal topics investigated
are: family functioning, daughters and fathers relationships, stressful experiences, family psychopathology, attitudes and behaviors about weigh, eating and body
image in the affected families. We conclude recognizing the heterogeneity of the families with Eating Disorders and the complex combination of family factors
associated to eating psychopathology. More research is suggested about: family functioning in EDNOS patients, the father´s role, protective factors, coping stress,
body image and family food.

Resumen
Desde una perspectiva multifactorial el presente trabajo es una revisión sobre los factores familiares asociados a los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA),
considerando las aportaciones teóricas y empíricas propuestas en artículos nacionales e internacionales. Los resultados de la búsqueda sobre TCA y familia, indican
que los principales tópicos investigados son: funcionamiento familiar, relaciones hija-padres, experiencias estresantes, psicopatología familiar, actitudes y conductas
hacia el peso, alimentación e imagen corporal en las familias afectadas. Se concluye reconociendo la heterogeneidad de las familias con TCA y la compleja combi-
nación de factores familiares asociados a la psicopatología alimentaria. Se sugiere mayor investigación sobre: funcionamiento familiar de las personas con TCANE,
el papel del padre, factores de protección, afrontamiento al estrés, imagen corporal y alimentación familiar.

INFORMACIÓN ARTÍCULO Key words: Eating disorders, family, functioning, psychopathology.

Recibido: 30/01/2013 Palabras clave: Trastornos alimentario, familia, funcionamiento, psicopatología.


Revisado: 18/04/2013
Aceptado: 03/06/2013

Introducción mentaria y la familia, la presente revisión aborda los


factores familiares asociados a los TCA, retomando
Nc"kpÞwgpekc"hcoknkct"fgpvtq"fgn"ecorq"fg"nc"rukeq- las aportaciones teóricas y empíricas propuestas en la
patología reviste singular importancia dado el papel literatura internacional. Dado que estos trastornos se
que juega tanto en la etiología como en la recupera- presentan mayoritariamente en mujeres, los factores
ción de los trastornos mentales. Desde la perspectiva analizados se centran en dicha población, se incluyen
multifactorial se reconoce la contribución familiar en aquellos tópicos que han mostrado relevancia en las
cualquier psicopatología y los Trastornos del Com- recientes investigaciones especializadas, ofreciendo
portamiento Alimentario (TCA) no son la excepción así, una aproximación que va desde el funcionamien-
(Dare, 1993; le Grange, Binford & Loeb, 2005; Van- to familiar hasta las actitudes y conductas asociadas
dereycken, Kog & Vanderlinden, 1989). a la alimentación, imagen corporal y peso en las fa-
Ante la inquietud de ofrecer un marco de referen- milias afectadas.
cia amplio que permita comprender de mejor mane- La relación entre la familia y los TCA se ha abor-
ra la compleja relación entre la psicopatología ali- dado desde antaño. Se señala que desde el siglo XVII
Correspondencia: Dra. Ana Olivia Ruíz Martínez. E-mail. ana_olivia@yahoo.com.mx. se recomendaba alejar a la hija con AN (Anorexia
Camino viejo a Jilotzingo continuación calle Rayón, Valle Hermoso, Zumpango, Estado
de México, C.P. 55600. Tel. 01 (591) 917 27 02, Tel. 01 (591) 917 41 39. Nerviosa) de su familia como parte del tratamiento
46
Revista Mexicana de Trastornos Alimentarios/Mexican Journal of Eating Disorders 4 (2013) 45-57 ISSN: 2007 - 1523

(Toro, 2004). Posteriormente resaltan los trabajos los familiares de las personas con TCA. Por lo que
de Minuchin y sus colaboradores (Minuchin, 1974; los autores concluyen que las tendencias transgene-
Minuchin & Fishman, 1981; Minuchin, Rosman & racionales tienen un poder limitado y no es posible
Baker, 1978) quienes propusieron el modelo de la atribuirles una causalidad directa en la presencia de
familia psicosomática, donde incluyeron a las fami- los TCA.
lias de personas con AN, al presentar una estructura De igual manera, Leung, Schwartzman y Steiger
con elevada implicación interpersonal, sobreprotec- *3;;8+."rtqrqpgp"wp"oqfgnq"swg"gzrnkec"nc"kpÞwgp-
vqtc." t ikfc" {" gxkvcfqtc" fg" eqpÞkevqu0" Gp" fqpfg" nqu" cia familiar a través de 2 vías sobre la sintomatología
síntomas de las hijas desempeñaban el papel central de TCA:
rctc"fguxkct"nc"cvgpek„p"fg"nqu"xgtfcfgtqu"eqpÞkevqu." c+"nc"rtgqewrcek„p"fg"rguq"{"Ýiwtc"gp"nc"hcoknkc"
manteniendo un aparente equilibrio familiar (Bruch, puede contribuir a la insatisfacción corporal de las
1973; Madanes, 1982; Selvini-Palazzoli, 1978). hijas y ésta a su vez en los síntomas de TCA y
Las primeras posturas señalaron a la dinámica b) la disfunción familiar puede seguir una vía
familiar como responsable de que sus integrantes indirecta donde sus efectos se suman a la baja au-
fueran candidatas a padecer TCA. No obstante, a tra- toestima y la insatisfacción corporal generando la
vés de los años, se ha mostrado que no existe un pa- presencia de síntomas de TCA; o bien puede actuar
trón único para estas familias (Kog & Vadereycken, directamente sobre dichos síntomas de TCA, de
1989; Steiger, Stotland, Trottier & Ghadirian,1996), acuerdo con el análisis de regresión efectuado.
que las características disfuncionales y patológicas Sus resultados muestran que cuando la disfunción
no son exclusivas de las familias que padecen estos hcoknkct"{"nc"cwvqguvkoc"ug"eqodkpcp"gurge Ýecogp-
trastornos, sino que pueden acompañar a otras psi- te con preocupaciones familiares hacia el peso y la
copatologías (Kaslow, 1996); además no todas las apariencia, y con la insatisfacción corporal de las
familias con TCA presentan elementos patológicos hijas, entonces aumenta la posibilidad de que se pre-
(North, Gowers & Byram, 1997) y aun cuando és- sente un TCA; porque cuando las variables de peso
tos existieran no es posible establecer una relación {"Ýiwtc"pq"ug"gpewgpvtcp"kpxqnwetcfcu."gn"tguwnvcfq"
determinante entre ellos. Estos resultados impulsa- son los síntomas de otras psicopatologías.
ron al desarrollo de modelos más amplios, como la Nqu"oqfgnqu"gzrwguvqu"fgowguvtcp"swg"nc"kpÞwgp-
perspectiva multifactoral (Cervera, 1996; Toro & cia familiar en los síntomas de TCA, incluye diver-
Vilardell, 1987; Williamson, 1990) donde la familia sos factores como el funcionamiento, las actitudes
aparece como un factor común que contribuye a la alimentarias y la psicopatología paternas, las cuales
compresión de dichos trastornos mediante la explica- se combinan directa e indirectamente con otras va-
ek„p"fg"fkhgtgpvgu"x cu"fg"kpÞwgpekc"hcoknkct0 riables propiciando la aparición de un TCA; sin em-
Al respecto, Steiger et al. (1996) diseñaron un bargo, también advierten señalando que se está lejos
modelo para evaluar las tendencias familiares en fg"guvcdngegt"wpc"tgncek„p"ecwucn"gpvtg"nc"kpÞwgpekc"
los TCA y otras psicopatologías. Su estudio fue de familiar y los TCA, dejando la invitación abierta para
corte transversal con población clínica de TCA, in- seguir explorando factores relevantes en la materia.
cluyendo a hijas, madres, padres y hermanas, con Dada la relevancia de la relación entre los TCA y
sus respectivos controles sanos y psiquiátricos. Sus la familia, es pertinente hacer una revisión de los fac-
hallazgos muestran que la preocupación alimenta- tores familiares abordados recientemente que oriente
ria de la madre tiene una correlación baja (r = .22) sobre el alcance y limitaciones de los estudios reali-
con la misma preocupación en las hijas; pero el nivel zados y que a la vez sirva de referente para generar
de preocupación de los padres no se relaciona con investigaciones que subsanen las limitaciones y en-
dichas actitudes de las hijas. Sin embargo, ninguno tkswg|ecp"ncu"crqtvcekqpgu"fcfcu."c"Ýp"fg"cornkct"nc"
de los factores encontrados en las hijas distingue a explicación del papel de la familia en los TCA.
47
Revista Mexicana de Trastornos Alimentarios/Mexican Journal of Eating Disorders 4 (2013) 45-57 ISSN: 2007 - 1523

Funcionamiento familiar los trastornos, por ejemplo el estudio de Okon et al.


(2003) quienes evaluaron las interacciones familia-
El funcionamiento familiar es el factor más estudiado res como predictores de BN, al estudiar a 20 muje-
en relación con los TCA. Los estudios muestran que res adolescentes diagnosticadas con BN, que estaban
las familias con TCA generalmente presentan mayor en tratamiento y que contestaron el Cuestionario de
deterioro que las familias controles, caracterizado problemas familiares y síntomas de TCA, la Esca-
por menor cohesión, adaptabilidad, expresividad, in- nc" fg" Enkoc" Hcoknkct" *HGU+" {" gn" EqpÞkev" Dgjcxkqt"
dependencia, respuesta afectiva, control conductual Questionnaire (CBQ), encontrando mediante el aná-
y escasez de actividades que fomenten el desarrollo lisis de regresión, que las discusiones y eventos es-
fg"uwu"kpvgitcpvgu="cu "eqoq"oc{qt"eqpÞkevq"*Fcp- tresantes en la familia actuaban como predictoras de
cyger, Fornari, Scionti, Wisotsky & Sunday, 2005; los síntomas bulímicos en aquellas familias con un
Sánchez, Serna, Seoana & Páramo, 2003; Vázquez, codkgpvg"eqpÞkevkxq"{"eqp"rqec"gzrtguk„p"goqekq-
Raich, Viladrich, Alvarez & Mancilla, 2001; Vido- nal. Desafortunadamente este estudio no contempla
vic, Juresa, Begovaci, Mahnik & Tocilj, 2005). la participación de los padres y carece de un grupo
Asimismo se encuentran diferencias entre las fa- control para dimensionar sus resultados.
milias con AN (Anorexia Nerviosa) y BN (Bulimia En tanto que otros estudios abordan los diferentes
Nerviosa). Las personas con AN consideran que sus tipos de TCA, al respecto Ruíz, Vázquez, Mancilla,
familias tienden a ser rígidas (Coo-Darzens et al., López, Alvarez y Tena (2010) analizaron los efectos
4227+." rtgugpvcp" fkÝewnvcfgu" gp" nc" eqowpkecek„p" {" de riesgo y protección del funcionamiento familiar
en la solución de problemas; en cuanto a la cohe- sobre los Trastornos del Comportamiento Alimenta-
sión algunos autores han encontrado que estas fami- rio (TCA) en una muestra de mujeres con TCA: 16
lias son sobreprotectoras (Dare, 1993; Tachi, 1999; con AN, 24 con BN y 30 con TCANE (Trastorno del
X |swg|"gv"cn0."4223+."cwpswg"qvtqu"cwvqtgu"tgÝgtgp" Eqorqtvcokgpvq"Cnkogpvctkq"Pq"GurgekÝecfq+{"52"
menores puntuaciones en cohesión con respecto al mujeres sin TCA (grupo de comparación); utilizan-
grupo control (Cook-Darzens, Doyen, Falissard & do: EAT-40 (EatingAttitudes Test), BULIT (Cuestio-
Mouren, 2005), indicando que no hay un acuerdo ge- nario de Bulimia) y FES. Encontrando como factores
neral en cuanto a la presencia de sobreprotección en de riesgo y protección comunes a todos los TCA: la
estas familias. baja expresión y el fomento de actividades intelec-
Por otra parte, las personas con BN perciben que tuales-culturales respectivamente; y otros factores
sus familias son menos cohesivas, menos adaptables swg" u„nq" uqp" crnkecdngu" c" nqu" vtcuvqtpqu" gurge Ýequ"
y tienen menor comunicación, enfatizando carencias (AN y BN): baja organización como factor de ries-
en expresividad, apoyo emocional y social (Quiles, go, así como, las actividades escolares y laborales
Terol & Quiles, 2003; Shisslak, Mckeon & Crago, orientadas competitivamente como factor protector.
1990; Vidovic et al., 2005) y con un nivel elevado De esta manera, se agregan elementos de protección
fg" eqpÞkevq" *Jworjtg{" (" Uvgtp." 3;::+0" Gp" guvg" familiar que han sido poco contemplados en la lite-
sentido, Tachi (1999) indica que de acuerdo con los ratura, pero falta incluir a los padres en este tipo de
elementos del funcionamiento familiar percibido por análisis.
ncu"rcekgpvgu"eqp"DP."gu"rqukdng"kfgpvkÝect"c"cniwpcu" Recientemente se incluye la división de las mues-
familias como rígidas (autoritarismo, reglas impues- tras con AN de acuerdo al subtipo que presentan
tas, roles estrictos) y otras como caóticas (autoridad (restrictivo o purgativo) encontrando que las perso-
ogpiwcfc." fkuekrnkpc" kpeqpukuvgpvg." tqngu" kpfgÝpk- nas con AN purgativa y sus madres perciben menor
dos). comunicación, menor adaptabilidad en comparación
Algunas investigaciones se han centrado en ana- con las personas con AN-R (Casper & Troiani, 2001;
lizar las características familiares de sólo uno de Vidovic et al., 2005), aunque habrá que continuar las
48
Revista Mexicana de Trastornos Alimentarios/Mexican Journal of Eating Disorders 4 (2013) 45-57 ISSN: 2007 - 1523

kpxguvkicekqpgu" cn" tgurgevq" rctc" eqpÝtoct" ncu" vgp- 17 y 26 años; así como a sus respectivas madres y
dencias correspondientes. padres, mediante la aplicación del EAT-40 y el FES
En cuanto a los TCANE, a pesar de ser los TCA encontrando que la percepción del funcionamiento
con mayor prevalencia, se cuenta con menor informa- familiar de hijas y padres estuvo en un rango medio,
ción sobre sus características familiares. Al respecto, aunque las hijas perciben menor cohesión y expre-
Vidovic et al. (2005) encontraron que las familias uk„p" swg" uwu" ocftgu" {" oc{qt" eqpÞkevq" swg" codqu"
TCANE, presentaban menor cohesión y comunica- padres. En este estudio se aprecia que al considerar
ción que el grupo control, pero no encontraron dife- la percepción de varios miembros de la familia el
rencias en la adaptación familiar. Por su parte, Váz- funcionamiento familiar puede aparecer en un ran-
quez, Ruíz, Álvarez, Mancilla y Tena (2010) señalan go promedio, aunque, la percepción de la hija vuel-
que las familias con TCANE se muestran orientadas ve a aparecer como la visión más deteriorada. Sin
al logro, cohesivas y organizadas pero con la expre- embargo, al carecer de un grupo de comparación, no
sión emocional disminuida; convirtiéndose este úl- es posible distinguir si esta percepción del deterioro
timo elemento en un factor de riesgo para presentar familiar también ocurre en población sin afectación
TCA (Ruíz et al., 2010). Sin embargo, se requiere alimentaria.
de mayor investigación para obtener conocimientos Asimismo, se han realizado estudios más estruc-
sólidos. turados sobre funcionamiento familiar en personas
Dada la naturaleza relacional de los procesos fa- con TCA que han incluido grupos controles (sanos
miliares es necesario ir más allá de la percepción de y psiquiátricos), así como a las hijas y los padres
las hijas y considerar la percepción que tienen otros (especialmente la madre), algunos trabajan de ma-
integrantes de la familia acerca de su dinámica fa- nera conjunta con pacientes de TCA sin distinguir de
miliar. Por tal motivo, algunos estudios incorporan a cewgtfq"cn"fkcip„uvkeq"gurge Ýeq."okgpvtcu"swg"qvtqu"
hijas y padres, tal es el caso de Sánchez et al. (2003) muestran la importancia de trabajar con AN, BN y
quienes evaluaron el funcionamiento de 57 mujeres TCANE de manera separada (tabla 1).
con TCA (19 con AN y 38 con BN), con edades entre Los estudios con controles adecuados arrojan re-

Tabla 1.
Estudios sobre funcionamiento familiar en personas con TCA.
Autor Objetivo Hijas Padres Técnica Resultados

Joyce (2011) Explorar cómo el TCA de una hija 33 TCA 18 SCL-90 El bienestar de los padres se ve afectado, las madres
en la familia, puede afectar el madres DAS presentan mayor ansiedad y depresión que los padres,
bienestar, calidad de la vida 15 FAD funcionamiento menos satisfactorio en
marital y funcionamiento familiar padres involucramiento y respuesta afectiva y roles desde la
aparición del TCA. La vida marital no se ve afectada.
Ruiz, Vázquez, Analizar los elementos del 16 AN, No EAT Menor expresión como factor de riesgo y actividades
Mancilla, López, funcionamiento familiar que 24 BN BULIT intelectuales-culturales como factor de protección de
Álvarez & Tena expliquen el riesgo y la protección 30 TCANE IDED TCA en general. Diferencias entre el funcionamiento
(2010) de los TCA. 30 Control FES familiar de TCA específicos (AN y BN) y TCA no
específicos.
Vázquez, Ruíz, Comparar la percepción del 70 TCA No IDED Las personas con TCA reportan menor cohesión y
Rayón, Mancilla & funcionamiento familiar en 30 Control EAT expresividad en sus familias. Los grupos de AN y
Tena (2010) mujeres con TCA. BULIT TCA no específico presentan un funcionamiento
FES familiar similar, el grupo de BN presenta mayor
deterioro.
Benninghoven, Investigar la imagen corporal de 29 AN Madres Programa Hijas y madres presentaron distorsión e insatisfacción
Tetsch, las pacientes con TCA y sus 20 BN computarizado. con su imagen corporal, lo que se relaciona con el
Kunzendorf&Jantsch madres y la relación entre la Medidas funcionamiento familiar
ek (2007) imagen corporal y el antropométricas
funcionamiento familiar FAD
Erol, Yazici&Toprak Comparar el funcionamiento 15 AN No FAD Las pacientes con TCA y TOC perciben un
(2007) familiar de pacientes con AN, BNy 13 BN EAT funcionamiento familiar similar, por lo tanto el
TOC. 17 TOC funcionamiento familiar no es específico de alguno de
los trastornos
Hoste, Hewell& le Examinar la adaptación, cohesión 78 TCA 69 FACES III No hay diferencias entre grupos étnicos. Las pacientes
Grange (2007) y satisfacción familiar en familias Madres manifiestan menos cohesión que sus madres y padres
con BN, de etnias minoritarias 34
Padres
49
Revista Mexicana de Trastornos Alimentarios/Mexican Journal of Eating Disorders 4 (2013) 45-57 ISSN: 2007 - 1523

sultados heterogéneos sobre el funcionamiento fami- 2) FAD (Family Assessment Device) y


liar de las personas con TCA, en comparación con 3) FACES (Family Adaptability and Cohesion Eva-
personas no afectadas por la psicopatología alimen- luation Scale).
taria. Nuevamente se encuentra la tendencia de un Todos ellos auto-informes; presentándose un re-
funcionamiento deteriorado en las familias con TCA, zago en estudios con enfoque cualitativo. Se apre-
aunque existen algunas excepciones en las que las cia que hay diferente grado de estructuración de las
madres perciben un funcionamiento sano (Dancyger investigaciones, algunos estudios sólo trabajan con
et al., 2005) o en donde no se encontraron diferencias población con TCA y únicamente evalúan la per-
en algunos elementos del funcionamiento familiar en cepción de las hijas pero carecen de los controles
el grupo con AN-R y el grupo control (Vidovic et al., adecuados, mientras que otros estudios cuentan con
2005). grupo control y la participación de padres, hijas e
Las investigaciones que incluyen la participación inclusive hermanas. Un acierto más es la subdivisión
de hijas y padres contribuyen a romper la visión de acuerdo al tipo de TCA que se padezca, lo cual
unilateral que había predominado en el estudio del ha evidenciado diferencias en el funcionamiento de
funcionamiento familiar en la psicopatología alimen- personas con AN o BN y empieza caracterizar el fun-
taria. Sus resultados corroboran que existen discre- cionamiento de los TCANE.
pancias importantes en la manera de percibir dicho
funcionamiento dependiendo del rol que cada miem- Relaciones Madre-hija y Padre-hija
bro desempeñe. En este sentido, Cook-Darzens et al.
(2005) encontraron escasas diferencias entre hijas y Desde el campo del desarrollo humano también se
padres; en cambio la mayoría de los autores indican han elaborado investigaciones sobre las relaciones
que las hijas consideran que su ambiente familiar madre-hija y padre -hija asociados a la psicopatolo-
está más deteriorado que sus padres (Dancyger et gía alimentaria. De manera particular, se ha atendido
al., 2005; Emmanuelli et al., 2004; Sánchez, et al., la relación madre-hija, al respecto García y De Simo-
2003; Vázquez et al., 2001; Vidovic et al., 2005). Las ne (2003) evaluaron a las madres de hijas con TCA,
discrepancias son amplias, en algunos estudios se encontrando que reportan peores relaciones con sus
encuentran similitudes entre hijas y madres y discre- hijas, y que también tuvieron mala relación con sus
pancias con el padre y en algunos más las diferencias propias madres, lo cual las distingue del grupo con-
ocurren entre padre y madre. En este sentido, Dan- trol. En este sentido, se ha evaluado el tipo de apego
cynger, Fornari y Sunday (2006) indican que la des- predominante en las personas que sufren TCA, por
eqpÝcp|c"kpvgtrgtuqpcn"rqft c"c{wfct"c"gpvgpfgt"ncu" ejemplo Ward, Rasmay y Turnbull (2001) mostraron
discrepancias en comunicación, respuesta afectiva y que de 20 pacientes con AN y 12 de sus madres en-
funcionamiento familiar entre hija y madre. Lo cual trevistadas, la mayoría mostraban un vínculo afecti-
muestra la necesidad de seguir explorando esta línea vo inseguro, y más aún que las propias madres ha-
fg" eqpqekokgpvq" eqp" nc" Ýpcnkfcf" fg" eqortgpfgt" nq" bían vivido este tipo de unión con su propia madre;
que cada integrante de la familia está percibiendo de nq"ewcn"gu"tgcÝtocfq"rqt"Ncv|gt."Jqejfqt."Dcejct"{"
sus relaciones familiares para guiar la intervención Canetti (2002) quienes evaluaron mediante autorre-
psicológica. portes a pacientes con AN y BN y un grupo control
En cuanto a los aspectos metodológicos, la revi- encontrando que presentan más vínculos evitativos y
sión del funcionamiento familiar señala que la ma- ansiosos que aquellas personas sin TCA.
yoría de las investigaciones son transversales y los En cuanto a la relación padre-hija, se reconoce
instrumentos más utilizados para evaluar el funcio- al perfeccionismo y las altas expectativas como in-
namiento son: Þwgpekcu"gp"nc"rukeqrcvqnqi c"cnkogpvctkc"*Hkv|igtcnf"
1) FES (Escala de Clima Familiar), & Lane, 2000). Al evaluar a personas con TCA, pa-
50
Revista Mexicana de Trastornos Alimentarios/Mexican Journal of Eating Disorders 4 (2013) 45-57 ISSN: 2007 - 1523

dres y madres mediante autorreportes (FACES III), Morse (1993) en su revisión de investigaciones sobre
se han encontrado diferencias notorias entre la insa- abuso sexual en los TCA concluyen que estas pa-
tisfacción familiar que sienten las hijas con AN y la cientes presentan con mayor frecuencia historia de
satisfacción familiar de sus padres, quizá porque los abuso sexual al compararlas con grupos controles; en
varones sean menos perceptivos a las necesidades de esta misma línea Fonseca, Ireland y Resnik, (2002)
cercanía emocional, lo que podría ocasionar que es- señalan que en varones de población comunitaria el
tén menos dispuestos a reconocer las necesidades de abuso sexual se asocia con conductas de control no-
apoyo y alivio (Cook-Darzens et al., 2005). Por su civas como, dieta, ayuno y vómito. Al respecto, exis-
parte, Ratti, Humphrey & Lyons (1996) han señala- ten diferencias culturales en las conductas de abuso
do que las hijas con BN perciben a su padre como dirigidas a las personas con TCA, por ejemplo, en
distante y molesto; coincidiendo con Jones, Leung Japón y USA participaron personas con diferentes
y Harris (2006) quienes al evaluar a 67 mujeres con TCA contestando algunos cuestionarios en lo que se
TCA y 50 mujeres controles que contestaron cues- muestra que en Japón, el exhibicionismo o ser acari-
tionarios de autorreporte, encontraron que el rechazo ciado por un extraño fueron más frecuentes, mientras
paterno, aunado a las creencias de abandono y daño que la violación y el incesto estuvieron más presen-
se asocian con los síntomas de TCA. No obstante, tes en una muestra de USA (Nagata et al., 2001). Si
la investigación aún es incipiente y no alcanza a dar bien las conductas abusivas pueden presentar dife-
cuenta de esta compleja relación, por lo que se re- rencias culturales, las repercusiones traspasan fron-
quiere investigar con mayor profundidad el papel del teras y afectan la integridad del individuo, pudiendo
padre. trastocar elementos como autoconcepto, autoimagen
y autoestima lo cual representaría mayor vulnerabili-
Experiencias estresantes dad para los TCA.
En cuanto a las experiencias estresantes, se con-
La revisión muestra que existen algunos estudios so- sidera que el estrés no se circunscribe únicamente
bre los llamados eventos vitales estresantes, que se a experiencias de gran impacto sino que puede ser
tgÝgtgp"c"cswgnncu"gzrgtkgpekcu"vtcwo vkecu"uwhtkfcu" tal la susceptibilidad de la persona con TCA que el
dentro del ámbito familiar. Se indica que las pacien- mismo estrés cotidiano desencadene las conductas
tes con AN señalan que han enfrentado un mayor propias del trastorno, como sucede con las personas
número de sucesos como el fallecimiento de algún con Trastorno por Atracón, quienes a través de au-
familiar (Rastam & Gillberg, 1991), separación de torreportes y autorregistro indican mayor frecuencia
nqu"rcftgu."ecodkqu"gp"nc"Ýiwtc"rcvgtpc"q"vgpgt"swg" de atracones en aquellos días en que perciben mayor
convivir con una nueva pareja de sus padres, cam- carga de estrés y estado de ánimo deprimido (Free-
bios de domicilio y problemas de salud (Fairburn, man & Gil, 2004). Por su parte, Koo-Loeb, Costello,
Cooper, Doll, & Welch, 1999). De igual manera, se Ligth & Girdler (2000) presentan un estudio intere-
ha encontrado que las personas con TCA (14 AN, 18 sante en el que evalúan a personas con sintomatolo-
BN, 18 TCANE) presentan mayores niveles de estrés gía de BN a través de cuestionarios, entrevista, mo-
acumulado y más eventos estresantes, entre los que nitoreo de presión arterial y frecuencia cardiaca, así
destacan las discusiones familiares frecuentes y los como, la exposición a una tarea de reactividad ante
cambios de hábitos como la dieta o dejar de fumar la cual las mujeres con sintomatología de BN aumen-
(Behar & Valdés, 2009), datos obtenidos a través de taron su presión arterial y la frecuencia cardiaca; así
autoreportes y entrevista y en contraste con un grupo mismo se encontró mayor impacto de situaciones es-
de control. tresantes, por lo cual advierten que los estresores dia-
Una de las experiencias traumáticas citadas con rios pueden ser los mismos, sin embargo la diferen-
mayor frecuencia es el abuso sexual. Connors y ekc"guvct c"cuqekcfc"eqp"nqu"rgtÝngu"pgwtqgpfqetkpqu"
51
Revista Mexicana de Trastornos Alimentarios/Mexican Journal of Eating Disorders 4 (2013) 45-57 ISSN: 2007 - 1523

y psicosociales (impacto emocional, afrontamiento, kfgpvkÝe„"swg"nc"ocftg"rtgugpvcdc"u pvqocu"dwn ok-


soporte social) de las personas con TCA; mostrando cos y problemas sexuales en su relación marital que
así la necesidad de profundizar en este aspecto. requerían tratamiento. En contraste otros estudios
no han encontrado altas tasas de trastorno afectivo
Psicopatología Familiar (Whelan & Cooper, 2000).
Las investigaciones al respecto muestran que los
Otro aspecto ampliamente citado es la pscicopatolo- TCA de la madre no repercuten en el ajuste psicoló-
gía familiar. Algunas investigaciones señalan que al gico general de los hijos pero si se relacionan con la
evaluar a las madres de personas con TCA presentan presencia de problemas alimentarios (Barbin et al.,
más síntomas de TCA y depresión que las familias 2002). Dicha relación está mediada por la desorga-
controles por lo que recomiendan aplicarles la en- nización a la hora de comer, fuerte control materno
trevista diagnóstica (García & De Simone, 2003); lo y falta de armonía entre los miembros de la fami-
que parece oportuno al vislumbrar que la depresión lia (Cooper, Whelan, Woolgar, Morrell & Murray,
materna aparece como predictora de pobres resulta- 2004). La concordancia es tal que inclusive Honjo
dos en el tratamiento de la hija con BN (Arikian et gv"cn0"*4227+"gpeqpvtctqp"swg"cn"kfgpvkÝect"pk‚qu"eqp"
al., 2008). Por su parte, Fairburn et al. (1999) al en- problemas alimentarios era posible detectar indirec-
trevistar a 67 mujeres con AN encontraron que tienen tamente a madres con TCA.
mayores antecedentes de depresión paterna con res-
pecto a los grupos de comparación (BN, otros tras- Cnkogpvcek„p."rguq"{"Ýiwtc"eqtrqtcngu"gp"nc"hcoknkc
tornos mentales, sin trastornos). Asimismo, Lilen-
feld et al.(1998) al estudiar a personas con diferentes Dado que los factores mencionados con anterioridad
TCA mediante entrevista diagnóstica aplicada a hijas suelen ser comunes a distintas psicopatologías, a ex-
{"rcftgu."kfgpvkÝectqp"nc"rtgugpekc"fg"fgrtguk„p"gp" cepción de los antecedentes familiares de psicopa-
padres de personas con AN y BN, y de manera es- tología de TCA; actualmente se propone que quizá
rge Ýec"nc"rgtuqpcnkfcf"qdugukxq"eqorwnukxc"gp"nqu" gn"curgevq"hcoknkct"o u"kpÞw{gpvg"ugc"nc"vtcpuokuk„p"
progenitores de personas con AN; en tanto que los de conductas y actitudes de riesgo para los TCA, por
padres de pacientes con BN presentan antecedentes ello cada vez hay más datos en torno a las preocupa-
de abuso y dependencia de drogas. Asimismo los re- ciones y conductas asociadas a la alimentación, peso
sultados apoyan la tendencia de que algunos de los {"Ýiwtc"eqtrqtcngu0
padres presentan psicopatología alimentaria (Vande- Las investigaciones muestran que la valoración
reycken, Castro & Vanderlinden, 1995). Moorhead que la familia le otorga a la apariencia física puede
et al. (2002) amplían indicando que esta tendencia rtqrkekct"nc"rtgqewrcek„p"gp"gn"rguq"{"Ýiwtc"fg"ncu"
incluye a padres y hermanos. hijas (Davis, Shuster, Blackmore & Fox, 2004). Se
En este sentido, resultan relevantes los estudios señala consistentemente que las burlas o críticas que
realizados con hijos de madres que han padecido al- recibe el individuo sobre su peso y apariencia física
gún TCA. Las madres con historia de TCA a través korcevcp"gp"uw"kocigp"eqtrqtcn"{"rwgfgp"tgÞglctug"
de inventarios de autorreporte indican mayor estrés, gp" u pvqocu" fg" VEC." gurge Ýecogpvg" fg" DP=" cfg-
mayores complicaciones perinatales y mayor depre- o u"guvg"crtgekq"rqt"wpc"Ýiwtc"eqtrqtcn"gudgnvc"uw-
sión que las madres controles (Barbin, et al., 2002), giere que existe acuerdo en los valores estéticos de
las complicaciones de las madres se ilustran en el es- nc"hcoknkc."gurge Ýecogpvg"gpvtg"ocftg"g"jklc"*Oce-
tudio de caso presentado por Honjo, Sasaki, Murase, Brayer, Smith, McCarthy, Demos & Simmon, 2001);
Kaneko & Normura (2005) quienes muestran el caso aunque Wade y Lowes (2002) señalan que esta in-
de un menor de 5 años con alteraciones alimentarias Þwgpekc"pq"gu"fktgevc"ukpq"swg"tgswkgtg"fg"qvtqu"hce-
transitorias (incapacidad de tomar alimentos y líqui- tores cognitivos y afectivos que medien la relación.
dos) en donde no sólo se atendió al menor sino que se De igual manera, la percepción que tiene la madre
52
Revista Mexicana de Trastornos Alimentarios/Mexican Journal of Eating Disorders 4 (2013) 45-57 ISSN: 2007 - 1523

sobre el peso y la apariencia de sus hijas puede ejer- estudio tuvo como propósito realizar una revisión de
cer presión sobre la imagen corporal y hábitos ali- los factores familiares asociados los TCA que se han
mentarios de estas últimas (Byely, Baistiani, Graber estudiado recientemente. Esta revisión da luz sobre
("Dtqqmu/Iwp."4222+0"Fkejc"kpÞwgpekc"ug"eqpetgvc" la heterogeneidad de los factores familiares, mues-
en conductas de supervisión y control de apariencia tras y métodos que se emplean en los estudios que
y peso corporales como sucede en las hijas con so- abordan dicha relación.
brepeso; mientras que en las hijas de bajo peso lo El estudio del funcionamiento familiar es el fac-
característico es la comunicación estresante a la hora tor familiar que se ha estudiado más ampliamente
de comer (Worobey, 2002). y cuyo estado se encuentra más avanzado. En este
La preocupación por la alimentación familiar ad- sentido, se aprecia que las personas con TCA pre-
quiere matices importantes al considerar que la fami- sentan ambientes familiares desfavorecidos, y la sub-
lia es el primer grupo donde el individuo aprende a división de las muestras de acuerdo al tipo de TCA
comer, siendo la base para la formación de los hábi- que padecen permite tener una visión más detallada.
vqu"cnkogpvctkqu."swg"ug"xgp"kpÞwkfqu"rqt"nc"rgtuqpc" Ncu"rgtuqpcu"eqp"DP"uqp"swkgpgu"tgÝgtgp"wp"hwpekq-
que prepara el alimento, la disponibilidad de alimen- namiento familiar más deteriorado caracterizado por
to, preferencias, usos y costumbres que rodean la bajos niveles de cohesión, expresión y adaptabilidad;
conducta alimentaria, sobretodo en los primeros años cu "eqoq"cnvq"eqpÞkevq0"Rqt"uw"rctvg."ncu"rgtuqpcu"eqp"
(Birch, 2002;Hannon, Bowen, Moinpour & McLe- CP"kfgpvkÝecp"c"uw"hcoknkc"eqoq"t ikfc"{"eqp"rtq-
rran, 2003). blemas de comunicación, particularmente en quienes
En cuanto a la manera de alimentarse, se ha seña- presentan AN-purgativa. Ahora bien, en la presen-
lado a la dieta materna como predictora de dieta en te revisión se encontraron pocos estudios sobre los
las hijas (Ricciardelli & McCabe, 2001); aunque esta TCANE, a pesar de ser los TCA más frecuentes, indi-
forma de controlar el peso se haya tan difundida en cando que existe un vacío importante en cuanto a su
nuestros días que otros estudios se oponen al seña- estudio; consideramos que la falta de estudios puede
lar que tanto las madres de hijas con TCA como las fgdgtug"c"uw"tgekgpvg"fgÝpkek„p."cfgo u"fg"swg"fgdk-
controles se someten a dieta frecuentemente (García do a sus características atenuadas pueden presentarse
& De Simone, 2003) y que al realizar análisis infe- oc{qtgu"fkÝewnvcfgu"rctc"uw"fgvgeek„p0"Nqu"guvwfkqu"
renciales la dieta e imagen corporal de las madres encontrados señalan que las personas con TCANE
no predicen la dieta y la satisfacción corporal de las presentan menores puntuaciones en adaptabilidad
hijas (Byely et al, 2000). (Vidovic et al., 2005) y expresión emocional (Váz-
La mayoría de los estudios sobre factores asocia- quez et al., 2010), pero los resultados aún son inci-
fqu" c" nc" cnkogpvcek„p." Ýiwtc" {" rguq" eqtrqtcngu" gp" rkgpvgu0" Guvcu" kpxguvkicekqpgu" kpxkvcp" c" tgÞgzkqpct"
la familia son de corte transversal, suele trabajarse sobre la manera en que se han descuidado algunas de
con muestras de hijas sin TCA provenientes de la las funciones psicológicas propiciando mayor vulne-
población general, quienes mediante auto-informes rabilidad; así mismo, las diferencias entre subgrupos
tgÝgtgp"uw"rgtegrek„p"uqdtg"nqu"hcevqtgu"hcoknkctgu=" de TCA son relevantes porque permiten comprender
atinadamente algunos estudios dan cuenta de la per- el ambiente familiar en que se desenvuelven las per-
cepción de la madre (Byely et al, 2000; Hahn-Smith, sonas afectadas por diferentes TCA lo cual podrían
& Smith, 2001). Sin embargo, la percepción del pa- ser útil en la prevención y la elección de las estrate-
dre es escasa dentro de los estudios. gias de intervención.
A dichos elementos familiares habrá que agregar-
Discusión y conclusión les algunas experiencias estresantes, porque como
señalan los estudios, las personas con TCA se ven
Reconociendo la importancia de la familia dentro estresadas tanto por situaciones traumáticas (abuso
de una postura multifactorial de los TCA, el presente sexual, fallecimientos), como por situaciones coti-
53
Revista Mexicana de Trastornos Alimentarios/Mexican Journal of Eating Disorders 4 (2013) 45-57 ISSN: 2007 - 1523

dianas (actividades escolares/laborales, problemas sometidas a mayor estrés y presentan antecedentes


económicos); las cuales se asocian con la presencia de diversas psicopatologías. Esta combinación de
de conductas alimentarias inadecuadas (Connors & factores hace que las personas con TCA se desen-
Morse, 1993; Fonseca et al., 2002). De esta mane- vuelvan cotidianamente en un ambiente familiar
ra, podría pensarse que algunas de las personas con perturbado en distintas áreas de su interrelación. No
TCA se han visto envueltas en situaciones difíciles a obstante, es común encontrar familias que cohabi-
lo largo de su vida, en las cuales ha experimentado ten bajos condiciones similares y a pesar de ello no
emociones y pensamientos negativos sobre un en- presenten ningún TCA, por lo que se considera que
torno que escapa de su control e impacta de manera estos podrían actuar como factores de riesgo gene-
profunda en su integridad y valía. Sería posible que ral para distintas psicopatologías, corroborado en los
personas expuestas ante estas situaciones desarrolla- modelos empíricos (Leung et al, 1996; Steiger et al.,
ran menores habilidades de afrontamiento y por ello 1996), a excepción de los antecedentes de psicopato-
se estresaran ante situaciones cotidianas que otras logía alimentaria.
personas manejan sin mayor problema. De esta ma- En consecuencia, las investigaciones buscan fac-
nera, al trabajar con personas con TCA estaríamos tores que se asocien de manera particular con los
cpvg"rgtuqpcu"eqp"fkÝewnvcfgu"gp"gn"ocpglq"fg"guvtfiu" TCA y que en conjunción con los factores de riesgo
que al contar con escasos recursos de afrontamiento general ayuden a entender la presencia de la psico-
individual y familiar recurren a conductas alimenta- patología alimentaria y no la de cualquier otro tras-
rias nocivas como una forma de calmar o evadir la torno. De esta manera, se investigan las actitudes y
ansiedad. eqpfwevcu"cuqekcfcu"c"nc"cnkogpvcek„p."rguq"{"Ýiwtc."
Las investigaciones revisadas indican que las encontrando que las familias con TCA y su sintoma-
familias con TCA presentan mayor psicopatología: tología ponen mayor atención a la apariencia física
depresión, personalidad obsesivo-compulsivo, adic- reproduciendo el estereotipo de la delgadez (Toro,
ciones (Fairburn, et al., 1999; Lilenfeld et al., 1998) 4226+."c"vtcxfiu"fg"et vkecu"htgewgpvgu"uqdtg"rguq"{"Ý-
lo que no resulta raro, dado que en el área de la salud gura que impactan en la imagen corporal de sus hijas,
mental es común encontrar rasgos de ansiedad y de- repercutiendo así en síntomas de TCA (MacBrayer et
presión en distintas psicopatologías. A pesar de las al., 2001). Estas relaciones no ocurren necesariamen-
diversas alteraciones psicopatológicas de los padres te de manera directa dado que estos factores fami-
sólo en el caso de la psicopatología alimentaria se liares se entretejen con otras variables personales y
habla de un antecedente familiar delimitado para los sociales,cuya conjunción contribuye a la aparición de
TCA. No obstante, la psicopatología familiar en los los TCA (Davis et al., 2004; Wade & Lowes, 2002).
VEC" c¿p" ug" gphtgpvc" cpvg" nc" fkÝewnvcf" fg" fkuegtpkt" A pesar de lo valioso de la literatura especializa-
si está determinada biológica o socialmente, o bien da, es notoria la ausencia de factores o mecanismos
explicar los mecanismos de interacción biopsicoso- fg" rtqvgeek„p" tgncekqpcfqu" eqp" nqu" VEC." fgÝpkfqu"
cial implicados. En este sentido, las investigaciones como aquellos atributos y condiciones que contribu-
genéticas trabajan arduamente para tratar de identi- yen a la resistencia para la psicopatología (Buendía,
Ýect"nqu"igpgu"kpxqnwetcfqu"gp"nc"vtcpuokuk„p"fg"nc" 1998), entendida la resistencia como el proceso o la
psicopatología alimentaria en las familias con TCA capacidad de lograr una adaptación exitosa a pesar
(Cavallini, Bertelli, Chiapparino, Riboldi & Bellodi, fg" ektewpuvcpekcu" codkgpvcngu" fgucÝcpvgu" q" cogpc-
2000; Gorwood, Kipman & Foulon, 2003). zantes (Masten, Best & Garmezy, 1990). Al respecto,
De esta manera, parece vislumbrarse que las fa- las investigaciones señalan como un factor protector
milias con TCA muestran deterioro en diversos ele- al vínculo familiar fuerte (Croll, Neumark-Sztainer,
mentos de su funcionamiento familiar, presentan re- Story & Ireland, 2002), el fomento de actividades
laciones hija-padres más distantes y alteradas, están intelectuales-culturales, la orientación al logro en ac-
54
Revista Mexicana de Trastornos Alimentarios/Mexican Journal of Eating Disorders 4 (2013) 45-57 ISSN: 2007 - 1523

tividades escolares y laborales (Ruíz et al., 2010); sin cas caracterizadas por la gravedad del trastorno y la
embargo la investigación aún es escasa por lo que re- disfuncionalidad que les acompaña. Asimismo, aún
sulta imperante dar cuenta de ¿cuáles serían los fac- resultan escasos los estudios que incluyen la pers-
tores con los que contarían las familias para prevenir pectiva de los padres (Hahn-Smith & Smith, 2001;
a sus hijas de padecer un TCA? Es necesario orientar Byely et al., 2000).
a las familias no sólo sobre aquello que les pone en En cuanto a los aspectos metodológicos de las
riesgo, señalar no sólo lo que no deberían hacer, sino investigaciones expuestas, la mayoría son estudios
alertarlas y guiarlas sobre lo que sí podrían hacer, lo correlacionales que no alcanzan a establecer una re-
que les ayudaría a cuidarse en una sociedad impreg- lación causal, además gran parte de ellos trabaja cada
nada de estilos de vida contradictorios en donde se factor familiar por separado; motivo por el cual se
idolatra la delgadez al mismo tiempo que se favore- requiere desarrollar modelos integrales, buen ejem-
ce el sedentarismo y el exceso de comida atractiva plo de ello son los modelos de Steiger et al. (1996)
y poco saludable; una sociedad donde, además, las y Leung et al. (1996) que habrán de enriquecerse al
familias cada día se ven sometidas a mayores exigen- incluir nuevos factores — personales, familiares, so-
cias económicas y sociales. ciales— y evaluar nuevas relaciones que expliquen
Con esta revisión se muestra que es oportuno in- el papel de la familia en los TCA.
cluir la evaluación de la imagen corporal y la preocu- Existen algunos estudios con mejor estructura-
pación por la alimentación, no sólo de las hijas afec- ción que otros, los cuales incluyen la participación
tadas sino también de sus padres al momento de la de padres e hijas, así como de grupos controles (sano
intervención clínica. Por supuesto, sin descuidar y psiquiátrico). Se reconoce que sería deseable po-
otros aspectos terapéuticos que se han trabajando der realizar estudios longitudinales y cualitativos, lo
como la disminución de la culpa y el estrés, la in- cual ayudaría a esclarecer si algunos factores como
formación oportuna sobre el trastorno y el fomento el funcionamiento familiar, el deterioro en las rela-
de relaciones positivas, las cuales han dado buenos ciones entre la paciente y sus padres y la preocupa-
resultados en la terapia, consejería y grupos de apoyo ción por la alimentación y la apariencia física son
para padres (le Gange, Binford & Loeb, 2005; Ueha- un antecedente o una consecuencia de los TCA (le
ra, Kawashima, Goto, Tasaki, & Someya, 2001). Grange, 2005). Asimismo se reconoce que la citada
Esta revisión muestra, que en el campo de los disfuncionalidad de la familia quizá no sea un ante-
TCA y la familia, imperan las investigaciones de cedente que propicie el trastorno sino el resultado de
corte transversal que utilizan como instrumentos sentirse amenazados y culpables de los síntomas que
de medición distintos auto-informes. Los estudios presenta su hija (o), por lo que se cuestiona si la dis-
de funcionamiento familiar incluyen hijas con TCA funcionalidad es un antecedente o una consecuencia
pertenecientes a poblaciones clínicas e hijas con sin- (le Grange, 2005, Toro & Vilardell, 1987); o si la fa-
tomatología extraídas de la población general, cada milia en un proceso dialéctico ha encontrado en estas
vez más se evalúa la percepción de los padres; mien- discrepancias y carencias una forma de funcionar y
tras que aquéllos que abordan la estructura familiar, convivir ante una problemática que los rebasa.
los estresores y los antecedentes psicopatológicos se
han realizado con población clínica con TCA. Por Referencias
su parte, los estudios de actitudes y conductas re-
lacionadas con la alimentación, el peso y la imagen Arikian, A., Keel, P., Miller, K., Thuras, P., Mitchell, J.
corporal suelen realizarse con población comunita- & Crow, S. J. (2008).Parental psychopathology as a
tkc."gp"swkgpgu"pq"ug"jc"xgtkÝecfq"gn"fkcip„uvkeq"swg" predictor of long-term outcome in Bulimia Nervosa
señale si tienen o no un TCA, por lo que resulta atre- patients. Eating Disorders, 16(1), 30-39.
Barbin, J. M., Williamson, D. A., Steward, T. M., Reas,
vido generalizar sus resultados a poblaciones clíni-
D. L., Thaw, J. M., & Guarda, A. S. (2002). Psycho-
55
Revista Mexicana de Trastornos Alimentarios/Mexican Journal of Eating Disorders 4 (2013) 45-57 ISSN: 2007 - 1523

logical adjustment in the children of mothers with a Adolescent Health, 31, 166-175.
history of eating disorders. Eating and Weight Disor- Dancyger, I., Fornari, V., Scionti, L. Wisotsky, W. & Sun-
ders, 7(1), 32-38. day, S. (2005). Do daughters with eating disorders
Behar, R. & Valdés, W.C. (2009). Estrés y trastornos de agree with their parents´ perception of family functio-
la conducta alimentaria. Revista Chilena de Neuropsi- ning? Comprehensive Psychiatry, 46, 135-139.
quiatría, 47(3), 178-189. Dancyger, I., Fornari, V., & Sunday, S. (2006).What may
Birch, L. L. (2002). Acquisition of food preferences and underline differing perceptions of family functioning
eating patters in children. En: C. G. Faiburn, & K. D. between mothers and their adolescent daughters with
Brownell (Ed.) Eating disorders and obesity. A com- eating disorders? International Journal of Adolescent
prehensive hand book (pp.326-348). N.Y.: Guilford Medicine and Health, 18(2), 281-286.
Press. Dare, C. (1993). Aetiological models and the psychothe-
Bruch, H. (1973). Eating Disorders: obesity, anorexia rapy of psychosomatic disorders. En M. Hodes & S.
nervosa and the person within. New Cork: Basic Morey (Eds.), Psychological treatments in disease
Books. and illness. London: Gaskell.
Buendía, J. (1998).Psicopatología en niños y adolescen- Davis, C., Shuster, B., Blackmore, E., & Fox, J. (2004).
tes. España: Pirámide. Looking good- focus family on appearance and the
Byely, L., Baistiani A. A., Graber J., & Brooks-Gunn, risk for eating disorders. International Journal of Ea-
J. (2000).A prospective Study of familial and social ting Disorder, 35, 136-144.
kpÞwgpegu" qp" iktnuŁ" dqf{" kocig" cpf" fkgvkpi0" Eating Emmanuelli, F., Ostuzzi, R., Cuzzolaro, M., Baggio, F.,
Disorder, 28, 155-164. Lask, B. & Waller, G. (2004).Family functioning in
Casper, R. C. & Troiani, M. (2001) Family functioning adolescent anorexia nervosa: A comparison of family
in anorexia nervosa differs by subtype. International member’s perceptions. Eating and Weight Disorders,
Journal of Eating Disorders, 30, 338-342. 9(1), 1-6.
Cavallini, M. C., Bertelli, S., Chiapparino, D., Riboldi, S., Fairburn, C. G., Cooper, Z., Doll, H. A., & Welch, S. L.
& Bellodi, L. (2000). Complex segregation analysis (1999).Risk factors for anorexia nervosa, three inte-
of obsessive-compulsive disorder in 141 families of grated case-control comparisons. Archives of General
eating disorder probands, with and without obsessive- Psychiatry, 56, 468-476.
compulsive disorder. American Journal of Medical Fitzgerald, J. F. & Lane, R. C. (2000).The role of the father
Genetics, 96(3), 384-391. in anorexia. Journal of Contemporary Psychotherapy,
Cervera, M. (1996). Riesgo y prevención de la anorexia y 30(1), 71-84.
la bulimia. Barcelona: Martínez Roca. Fonseca, H., Ireland, M., & Resnik, M. D. (2002).Fami-
Connors, M., & Morse, W. (1993). Sexual abuse and ea- lial correlates of extreme weight control behaviors
ting disorders: A review. International Journal of Ea- among adolescents. International Journal of Eating
ting Disorders, 13, 1-11. Disorders, 32, 441-448.
Cook-Darzens, S., Doyen, C., Falissard, B., & Mouren, Freeman, L. M. Y., & Gil, K. M. (2004).Daily stress, co-
M. (2005).Self-perceived family functioning in 40 ping, and dietary restraint in binge eating. Internatio-
french families of anorexia adolescents: Implications nal Journal of Eating Disorders, 36, 204-212.
for therapy. European Eating Disorders Review, 13, García, A, A. M., & De Simone, C. J. (2003).Some featu-
223-236. res of mothers of patients with eating disorders. Ea-
Cooper, P., Whelan, E., Woolgar, M., Morrell, J., & Mu- ting and Weigh Disorders, 8, 225-230.
rray, L. (2004). Association between childhood fee- Gorwood, P., Kipman, A., & Foulong, C. (2003).The hu-
ding problems and maternal eating disorder: Role of man genetics of anorexia nervosa. European Journal
the family environment. British Journal of Psychia- of Pharmacology, 480(1-3), 163-170.
try, 184, 210-215. Hahn-Smith, A., & Smith, J. E. (2001).The positive in-
Croll J., Neumark-Sztainer, D., Story, M., & Ireland, M. Þwgpeg"qh"ocvgtpcn"kfgpvkÝecvkqp"qp"dqf{"kocig."gc-
(2002).Prevalence and risk and protective factors re- ting attitudes and self-esteem of Hispanic and Anglo
lated to disordered eating behaviors among adoles- girls. International Journal of Eating Disorders, 29,
cents: relationship to gender and ethnicity. Journal of 429-440.
56
Revista Mexicana de Trastornos Alimentarios/Mexican Journal of Eating Disorders 4 (2013) 45-57 ISSN: 2007 - 1523

Hannon, P. A., Bowen, D. J., Moinpour, C. M., & McLe- 610.


rran, D. F. (2003).Correlantions in perceived food use MacBrayer, E., Smith, G. T., McCarthy, D. M., Demos,
between the family food preparer and their spouses S., & Simmon, J. (2001).The role of family of origin
and children. Appetite, 77-83. Doi:10.1016/S0195- food-related experiences in bulimic symptomatology.
6663(02)001140-X International Journal of Eating Disorders, 30, 149-
Honjo, S., Sasaki, Y., Murase, S., Kaneko, H., & Normu- 160.
ra, K. (2005). Transient eating disorder in early chil- Madanes, C. (1982). Terapia familiar estratégica. Bue-
dhood: A case report. European Child & Adolescent nos Aires: Amorrotú.
Psychiatry, 14(1), 52-54. Masten, A. S., Best, K., & Garmezy, N. (1990). Resilien-
Humphrey, L. L., & Stern, S. (1988). Object relation and ce and development: contributions from the study
the family system in bulimia. Journal of Consulting of children who overcome adversity. Developmental
and Clinical Psychology, 14, 337-350. Psychopathology, 2, 425-444.
Jones, C., Leung, N. & Harris G. (2006). Father-daughter Minuchin, S. (1974). Familias y terapia familiar. España:
relationship and eating psychopatology: the media- Gédisa.
ting role of core beliefs. British Journal of Clinical Minuchin, S., & Fishman, H. C. (1981). Técnicas de tera-
Psychopatology, 45(3), 319-330. pia familiar. México: Paidós.
Kaslow, F. W. (1996). Handbookof relational diagnosis Minuchin, S., Rosman, B., & Baker, L. (1978). Psycho-
and dysfunctional family patterns. USA: John Wily somatic families: Anorexia nervosa en context. Cam-
& Sons Inc. bridge: Harvard University Press.
Kog, E. & Vadereycken, W. (1989). Family interaction in Moorhead, D. J., Stashwick, C. K., & Reinherz, H. Z.,
eating disorders patients and normal controls. Inter- Giaconia, R. M., Streigel-Moore, R. M. & Paradis, A.
national Journal of Eating Disorders, 8(1), 11-23. D. (2002).Child and adolescent predictors for eating
Koo-Loeb, J., Costello, N., Light, K., Girdler., S. (2000). disorders in a community population of young adult
Women with eating disorders tendencies display alte- women. International Journal of Eating Disorders,
red cardiovascular, neuroendocrine and psychosocial 33(1), 1-9.
rtqÝngu0"Psychosomatic Medicine, 62, 539-548. Nagata, T., Kaye, W., Kiriike, N., Rao, R., McConaha,
Latzer, Y., Hochdor, F. Z., Bachar, E., & Canetti, C. & Plotnicov, K. (2001).Physical and sexual abuse
L. (2002).Attachment style and family functio- histories in patients with eating disorders: A compari-
ning as discriminating factors in eating disorders. son of Japanese and American patients. Psychiatry &
Contemporany Family Therapy, 24(4), 581-599. Clinical Neurosciences, 55(4), 333-340.
doi:10.1023/1021273129664 North, C., Gowers, S., & Byram, V. (1997).Family
le Grange, D. (2005). Family issues and eating disorders. functioning and life events in the outcome of adoles-
En S. Wonderlinch, M. M. De Zwaan & H. Steiger cent anorexia nervosa. British Journal of Psychiatry,
(Eds.), Eating Disorders Review. Academy Eating Di- 171(12), 545-549.
sorders, Radcliffe Publishing LTD. Okon, D., Greene, A., & Smith, J. E. (2003).Family in-
le Grange, D., Binford, R., & Loeb, K. (2005). Manua- teraction predictintraindividualsymptom variation for
lized family-based treatment for anorexia nervosa: adolescents with bulimia. International Journal Ea-
A case series. Journal of the American Academy of ting Disorders, 34, 450-457.
Child and Adolescent Psychiatry, 44(1), 41-46. Quiles, Y., Terol, M., & Quiles, M. (2003).Evaluación del
Leung, F., Schwartzman, A., & Steiger, H. (1996).Testing apoyo social en pacientes con trastornos de la conduc-
a dual-process family model in understanding the de- ta alimentaria: un estudio de revisión. Revista Inter-
velopment of eating pathology: A structural equation nacional de Psicología Clínica y de la Salud/ Inter-
modeling analysis. International Journal of Eating national Journal of Clinical and Health Psychology,
Disorders,20(4), 367-375. 3(2), 313-333.
Lilenfeld, L. R., Kaye, W. H., Greeno, C. G., Merikangas, Rastam M. & Gillberg, C. (1991). The family background
K. R., Plotnicov, K.,Pollice, C. …Nagy, L. (1998). A in anorexia nervosa: A population-based study. Jour-
controlled family study of anorexia nervosa and bu- nal of the American Academy of Child and Adolescent
limia nervosa. Archive General Psychiatry, 55, 603- Psychiatry, 30, 238-289.
57
Revista Mexicana de Trastornos Alimentarios/Mexican Journal of Eating Disorders 4 (2013) 45-57 ISSN: 2007 - 1523

Ratti, L. A., Humphrey, L. L., & Lyons, J. S. (1996).Struc- patients with eating disorders and changes in expres-
tural analysis of families with a polydrug-dependent, sed emotion: A preliminary study. Comprehensive
bulimic, or normal adolescentdaughter. Journal of Psychiatry, 42(2), 132-138.
Consulting and Clinical Psychology, 64, 1255-1262. Vandereycken W., Castro, J., & Vanderlinden, J. (1995).
Ricciardelli, L. A., & McCabe, M. P. (2001).Children’s Anorexia y bulimia: La familia en su génesis y trata-
body image concerns and eating disturbance: a review miento. Barcelona: Martínez Roca.
of the literature. Clinical PsychologyReview, 21(3), Vandereycken, W., Kog, E. & Vanderlinden, J. (1989).
325-334. The family approach to eating disorders: assessment
Ruíz, A., Vázquez, R., Mancilla, J., López, X., Álvarez, and treatment of anorexia nervosa and bulimia. New
G. & Tena, A. (2010). Funcionamiento familiar en York, London: PMA Publishing Corporation.
el riesgo y la protección de trastornos del compor- Vázquez, A. R., Raich, E, R. M., Viladrich, S. M. C.,
tamiento alimentario. UniversitasPsychologica, 9(2) Alvarez, R. G., & Mancilla, D. J. M. (2001). Tres
447-455. aspectos de la vida familiar asociados a los trastornos
Sánchez, C. E., Serna, R. C., Seoana, P. G., & Páramo, F. alimentarios. Revista Mexicana de Psicología, 18(3),
F. (2003). Percepción del funcionamiento familiar en 325-335.
familias con un miembro con trastornos del compor- Vázquez, A. R., Ruíz, M. A. O., Álvarez, R. G. L., Man-
tamiento alimentario. Revista Thomson Psicología, cilla, D. J. M., & Tena S. A.(2010). Percepción del
1(2), 177-188. funcionamiento familiar de mujeres con trastorno del
Selvini-Palazzoli, M. (1978). Self-starvation: From the comportamiento alimentario. Psicología Conductual,
intraphysique to the transpersonal approach. Lon- 18(1), 105-117.
dres : Chaucer. Vidovic, V., Juresa, V., Begovac, I.,Mahnik, M. & Tocilj,
Shisslak, C. M., Mckeon, R. T., & Crago, M. (1990).Fa- G. (2005).Perceived family cohesion, adaptability and
mily dysfunction in normal weight bulimic anorexic communication in eating disorders. European Eating
families. Journal and Clinical Psychology, 46, 2,185- Disorders Review, 13(1), 19-28. Doi 10.1002/erv.615
189. Wade, T. D., & Lowes, J. (2002).Variables associated with
Steiger, H., Stotland, S., Trottier, J., & Ghadirian, A. M. disturbed eating habits and overvalued ideas about the
(1996). Familial eating concerns and psychopatholo- personal implications of body shape and weight in fe-
gical traits: Causal implications of transgenerational male adolescent population. International Journal of
effects. International Journal of Eating Disorders, 19 Eating Disorders, 32, 39-45.
(2), 147-157. Ward, A., Rasmay, R., & Turnbull, S. (2001). Attachment
Strober, M. & Humphrey, L. L. (1987). Familial contribu- in anorexia nervosa: a transgenerational perspective.
tions to the etiology and course of anorexia nervosa Journal Psychosomatic Review, 34, 377-391.
and bulimia . Journal of Consulting and Clinical Psy- Whelan, E., & Cooper, P. (2000).The association between
chology, 55(5), 654-659. childhood feeding problems and maternal eating di-
Tachi, T. (1999). Family environment in eating disorders: sorder: Acomunital studio. Psychological Medicine,
c" uvwf{" qh" vjg" hcoknkcn" hcevqtu" kpÞwgpekpi" vjg" qpugv" 30(1), 69-77.
and curse of eating disorders. Psichiatria et Neurolo- Williamson, D. A. (1990). Assessment of eatingdisorders:
giaJaponica, 101(5), 427-445. obesity, anorexia and bulimia nervosa. New York:
Toro, J. (2004). Riesgos y causas de la anorexia nerviosa. Pergamon Press.
España: Ariel. Worobey, J. (2002).Early family mealtime experiences
Toro, J., & Vilardell, E. (1987). Anorexia nerviosa. Barce- and eating attitude in normal weight underweight and
lona: Martínez Roca. overweight females. Eating and Weight Disorders,
Uehara, T., Kawashima, Y., Goto, M., Tasaki, S. I., & So- 7(1), 39-44.
meya, T. (2001). Psychoeducation for the families of

View publication stats

You might also like