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16 _ En busca de los neondertles ‘nc remot revistiéndolo simplemente con los rostros familiares de Tas catorias sociales dona de mcs. tropresentet® El mado neandertal, por to tanto, es en buena me- dida nuestro mundo. Hacemos hincapié en ello al Principio de nuestro relato de forma deliberada, pues la ruea hacia una mejor comprensin de los meanders. tes o toe bor ai er aad de bse tls como vertignososintervlos de tempo, ermmologtas indesifablesy procedimientos entgmiticos para ta ‘pologia de los utensil de peda Despejeron ez tino de estos obstéculos, 0 por lo mene ontenternes Allanarlos penetrenos en ests src con una aberie ram, la oportunidad se nos brinda para acomieter andiss soctoldgico que por lo general se conidera Coto exclusive dela iagiacion, Singer 1 ¢QUIENES FUERON LOS NEANDERTALES? ixTRODUCCION Hasta mediados del sigl® xnx, la biésqueda de los orf genes del hombre empezaba y terminaba (por lo me- rnos en fo que respecta al mundo occidental) en ef Jar- din del Edén. En términos biblicos, Dios cre6 a Adan y Eva como seres plenamente humanos, en realidad como seres perfectos. No existid, pues, fase alguna se- mihumana previa a Adan: gc6mo podria haber exist do cuando la pareja perfecra fue traida al mundo en el momento mismo de su creacién, ocurrida segtin cier~ tos célculos slo en el allo 4004 a.C.? Entonees, hace algo més de siglo y medio, los ge6logos comenzaron a sostener que el mundo era mucho, mucho més antiguo que todo eso, y mas tarde Charles Darwin formuld la teoria de la evolucion. Silos animales habian evolucio- nado a partir de cierto estado «primitivow anterior, gno habia cierta seguridad cle que los seres humanos fhubieran hecho lo propio? El mismo Darwin creia que deberfamos volver nuestra mirada hacia Africa para hallar la cuna ancestral de la humanidad. ‘Las investigaciones de los tiltimos cuarenta afios han demostrado que Darwin estaba en lo cierto. Gracias a 18 _ En busca de os neandertales tna intensa labor de campo, sabemos ahora que las pri- tmeras exiaturas que caminaban erguidas y Guplesben herramientas alas que cabe clailicar como micsiben del enero Tomo habitaron el Attica subsaharina hace mds de dos millones de aos. Junto a su expose Man, Louis Leakey, descubridor piomcre de meee NAP {ros afrcanos, bautiz6.a aquellas criataras como Flonn drabilischomibre habil»). Otras especies que desececlla ban una marcha erguida y que posibleneme artic usilzaran herransientas han sido halladas en el sur yeh cote aficanos (de ahi su nombre generico, Austalop? shecus 0 simio del su, pese a que, en sentido cation os 0n «simios» como los chimpancés). Los Centtfngs ne cuadrana los australopitecinos (A. africans, As ren. sis, A. robustus, para citar las principales especies gue onsticuyen el grupo) janto al enero Homo'en el sees Po Hominidae, o familia de los hominidos, El pepel exacto gue los australopitecinos desemperiaron cake evolucién humana —si es que desempenason alguson es en la actualidad objeto de discusién; sin embargo, no abe duda de que antes de extinguirse alganos de lice coenistieron no sélo con Homo habilis sino tosabicg con Homo erectus, la especie que le sucedis, Homo erectus surgio en Aftica hase alrededor de 1,7 millones de afos,y hace 1 millon de aios era ya a Linica especie de hominido superviviente ev le Tice: Es en este punto donde emprendemos Is narmacion sues Homo erectus (conocido antato como Ptcan- opus, u chombre simion) fue el primero en erienne fuera de Africa. Se han realizado hallargos feces ae esta especie en Georgia, Java y China, al tempo swces hhan deseubierto, diseminados a lo latgo'y poche de frica y Europa, ciertos utensilios de piedra consis {Quince fueron le neandertaest 19 dex cma ura de va il Hr Stee oecamente mednoes Dicho de of tS a aetna » ‘Como veremos, hoy existen dos principales corrien- cite arcs arian afios («Dispersién desde Africa 1»,* como vamos a Co ee Te 0.008 Sev goat corm ye se conesponde + Onto Africa fen ma formuacion ingles, spond ingles en pea basada ein eee de al ‘Bingen y steno cn mess pais como Moore de Ace (nedele} 20_Esr busca dels noondertales blaciones del mundo, neandertales incluidos. Frente a este modelo de sustiticién de poblaciones, el grupo r- val postula un modelo de continuidad regional. Para los defensores de esta idea no existi6 ninguna segunda ‘migracién africana de importancia. En Iugar de ello, Jos humanos modernos habrian evolucionado de for. ‘ma parcialmente independiente en distintas regiones del mundo a partir de poblaciones dispersas de huma- nos arcaicos (neandertales en Eurasia, Homo erectus en China y Java), con un flujo génico, o hibridacién, constante entre grupos geograficamente contiguos, de tal modo que la resultante fue una especie Gnica de hu- manos modernos con una manifiesta diversidad racial Resulta claro que los neandertales —sobre los « les poseemos una riqueza de prucbas superior a la de cualquier otro de nuestros parientes fésiles— constita- yen un punto central en este debate. ¢Evolucionaron hasta engendrar a gentes como nosotros, tal como pre- tenden los multisregionalistas, o bien fueron un calle- jon sin salida evolutivo, como proclaman los partida- rios de la sustituci6n de poblaciones? El primer paso para dar con una respuesta es pregun- tarse por qué, casi 150 afios después de ser identifica dos por vez primera, los nesindertales ocupan todavia tanto espacio en los debates cientificos entre paleoan- tropélogos. Y por qué han perdurado en el imaginario popular como los cavernicolas arquetipicos, rodeados siempre de bestias prehistoricas de autenticidad varia- ble. Resulea obvio que en los neandertales hay algo mas que sus restos fosiles y las evidencias arqueologicas asociadas a ellos, como piedras talladas o huesos rotos de animal. Empezaremos, por consiguiente, relatando Ja historia de su descubrimiento tal como se conoce. Quins fueron tos neandertales? 24 7 riGuRA2. El_primer erdnco neandertal que se identificb,ex- Inamado en el valle del Newider, Alemaria,en 1856. La tlus- fractin que mostranios fue publicada en la famosa obva de ‘Thomas Hwzley Man's Place in Nature (1863) en la que el autor exponia cu teria sobre la epolucion buena EL DESCUBRIMIENTO DE LOS NEANDERTALES Los neandertales ocupan un lugar especial en la er6ni- cca de las exhumaciones de nuestros ancestros fésiles. Eldescubrimiento, en 1856, de un esqueleto parcial en Ja cueva de Feldhofer, situada en el valle del Neander (Neanderthal en alemin), cerca de Dusseldorf, sefiala al inicio real de la paleoantropologia como un campo independiente de estudio." Pese a que anteriormente se habian producido hallazgos relacionados con el ante- dicho en Engis, Bélgica (un crdneo de nifio en 1830), ¥ cen la cantera de Forbes, Gibraltar (un erdneo de mujer 32 En busca dels neanderales en 1848), su plena significacién no fue advertida hasta ‘mucho después de que el descubrimiento del valle del Neander hubiera sido descrito y discutido por varias autoridades en la materia. Mientras que numerosos expertos habian considerado el esqueleto de neander, tal como representante de una raza europea arcaica, fae un anatomista irlandés, William King, quien en 1864 dio el gran paso de identificar aquel hallazgo como el tipo de una nueva especie de hombre, Homo neanderthalensis. Ulteriores descubrimientos, todos ellos previos a la primera guerra mundial, efectuados en yacimientos de Bélgica, Croacia y Francia (véase el euadro 1), fueron reconocidos de inmediato como re- Presentantes de aquel mismo grupo fosil. Algunos es. ecialistas estaban dispuestos a considerar aquellos estos como pertenecientes a antepasados potenciales de los europeos modernos, pero la mayor parte los juz gaba demasiado primitivos o demasiado especialsea. dos como para guardar una gelacién estrecha con loo humanos actuales, y en especial con la supuestamente muy avanzada raza blanca europea. Otvos, como Rus dolE Virchow, incluso atribuyeron a los neandertales |i condicién de enfermos 0 degenerados, percepciGn gue ha sido ocasionalmence resucitada con posterior, dad, aunque con escaso éxito. Como se observa en el cuadso, entre las dos guerras mundiales tuvieron lugar otros varios descubrimientos de neandereales. Los mas importantes fueron los de las cuevas del Monte Carmelo, cerca de Haifa, efectuados por Dorothy Garrod y su equipo: los de Crimea, por G- A. Bonch-Osmolovsky: y los del Asia central, por A. P. Okladnikov. Estos hallazgos establecieron los lim tes de lo que todavia permanece como el area de distr). Quine fusron le neanderale? 23 Primeros descubrimientos importantes de restos conono sooner Fine fs ep fer Cie , te so Karte ons ha lent Glercienebs 188 MeCamcn dan 908 ie taeaah 19291935 Wiretiene ——16 Spe os . Comey 186 Aiacal vo ta cca es se ea hap on Fens Uae vs Chee bo Ute an dae ha kent Bi Enos! te bucingeogrien de os ies meanders icon figura 1) pese a clertas pretensiones anteriores, los neal propiaentedchos sca han ier. contrados en Africa, la India o parte alguna del este asc al sur da grandes cadena montana. Vex tent ns han asia vain decubriminto importancia en Europa, Ia e Irae, ai como Ta cro- nologia de tales descubrimientos con mayor detale. 24__En busca de los nendertales Desde el hllasgo de Feldhofer en 1856, los arqued- logos han desenterrado numerosos esqueleton hean. dertaleses, de ellon unos pocosrazonablemente com: plewo y la mayor parte reducids a pequcRos Testor’ ‘Ademés,tambign Se han hallado macho otros fog. mentosdeeraneo, mandiblasydintes, Delos eoques Ietos eonocidos, ceren de Ia mitad pertnecieron sai ios: Hay varios yacimientos-~La Feerassey La Quina (Francia), Shanidar (leak) y Krapina (Croacal que han suministado muestra bastante ezonables canto de eaqueletos como de fragmentos caneales 7 dent vos En su conju, Tos esto wienen a tepresentar Probablemente algo ihenox de $00 individuos, en apa. Fencia demasiado poco, para ilustar hasta uted 200,000 aon deevolucin humana, Varios eewtea de miles de ies Itcos del mismo period parccen con tie ya una eifa bastante mejor, aun la mayors de eas ls nose encuentenasoclado dcramen- teat los restos sles, Sin embargo, en una mateta que 2 menudo depende de pruebas fajmentarase neon. pletas, un tol de 300 indivduos constiuye tna Inwesta mds que respetabley hace de los neanceraea tha mata atractvn para el esta geogric de sun Poblacione files, onto nivel local como regional {como para las comparaciones bioldgiesy caleura? les por edad y sexo. Se) Hay un neandertl que, por razones hisércas, pox see mis importancia gue el resco, Se rata del lama “Viejor de La Chapelleaur Sint, deseubierto en 1908 en el suroeat de Francia, De la historia de ee espécimen aprendemos que los neandertlesresulean serlo que nosotros hacemos de ellos Para comprendet su ple significado, debemos examina brevement a Quins fueron los neandertaloe? 2 carrera de uno de fos grandes arqucdlogos del siglo x1x, Gabriel de Mortillet (1821-1898). Durante su ju ventud, este erudito francés arremetié en numerosas ocasiones contra la Iglesia, el Estado y la burguesia, lo gue le Hlevé a autoexiliarse de Francia entre 1849 y 1864 para cvitar el cumplimiento de una sentencia de circel. Defensor de la evolucién gobernada por leyes de accién progresiva, De Mortilier postuld. que los neandertales ocupaban un Ingar en nuestro abolengo. Fue uno de los primeros en demostrar que era posible disponer los files y el utillaje litico asociado con ellos en una secuencia cronolégica coherente, desde el mas antiguo al més reciente.’ ‘A medida que iban realizandose nds descubritmien- 105, result6 posible argumentar que los neandertales de Gibraltar, del valle del Neander y de Spy caian con toda nitidez en una posicién cronolégica intermedia entre la béveda eraneana de Java, hallada por Eugene Dubois en 1891 y reconocida hoy como Homo erec- ts, y los craneos de aspecto totalmente moderno que, en 1868, habian sido exhumados en el refugio rocoso de Cro-Magnon, al suroeste de Francia. La muerte de De Montille, justo antes de la avalancha de descubri- mientos con la que iba a iniciarse este siglo (véase el ‘euadro 1) pareci6 brindar la ocasion de enterrar sus ideas con él. En 1908, tres clérigos franceses (los abates Jean y Amédée Bouyssonie y el abad Bardon) descubrieron el ‘esqueleto casi completo de un neandertal en la peque- 26 En busca de Ins noandertales ‘ha cueva de La Chapelle-aux-Saints, en el distrito fran- és de Corréze. A instancias de otro sacerdote, el abad Breuil (que muy pronto iba a convertirse en el decano de la prehistoria francesa), el esquelera no fue enviado, ara su estudio a los sucesores de De Mortillet en la Ecole d’Anthropologie ifirmes defensores de la exis. tencia de una ctapa neandertal en nuestra gencalogia), sino a Marcellin Boule, a la saz6n en el Museo de His. toria Natural de Paris. Boule y sus colaboradores no reconocian la existencia de una fase neandertal en el linaje humano. Fl escenario, pues, estaba dispuesto ara una reinterpretacion de gran envergadura. Y Boule no decepcions, ‘Tras un informe preliminar, entregado apenas unos meses despues del descubrimiento de los abates, el ex- haustivo estudio del craneo y del esqueleto realizado por Boule aparccié con puntualidad bajo la forma de tes miimeros monograficos de los Annales de Paléon- tologie, publicados entre octpbre de 1911 y marzo de 1913.* La obra establecié nuevos estindares para la descripcién y clasificacion de los fésiles humanos, y sus conclusiones iban a déminar la escena de los esta dios evolutivos humanos justo hasta después de la muerte de Boule, en 1942. Trataremos sus conchisio- nes con mayor detalle en capitulos ulteriores, pero me- rece la pena reseiiar aqui sus puntos principales. En primer lugar, y al igual que William King, Boule no ros prejucios. Lo que nos liga # él son nuestros insin- 'El clam del oso cavernavio (1980), perteneciente a la ‘saga de los Hijos de la Tierra de Jean Auel,lleg6 en el ‘momento justo para que una heroina moderna exper ‘mentata el estilo de vida neandertalense, El tema que Ia duitora quiere explorar es la forma en que el intelecto se fas arregla frente a un mundo en el que los cambios en cel orden social despiertan suspicacias, un mundo en el ‘que la fuerza es poder. Este problema feminista no se plantea en el marco de nuestra propia sociedad, sino en ‘ua contexto en el que tanto Ia Naturaleza coma los hu ‘manos conspiran para sofocar, mediante la rigidez de las tadiciones, la expresion ereativa de talento nat tal. En su novela, los machos neandectales suelen vivir | pe spores nce dl vo deh caer ee | homie reunite pape | svaiaaban eo ta cha, ens eo com honda, ea ela teat de tenor ena fran eno ees ce | Somptcades deed esos arena | za,en la narracién de historias yen la combinacién de las | Sith mediante omactsccnsee een as Estos autémicos juegos escooeses para los cabeza plan aslo soma os lame afore Ah {slo sieven pats poner de manifesto el papel acpi de los machos tan pronto somo'son deapopd de co fuerza Lo que seevidencia dette modo sa injustions tos machos se comportan como tales eppeislnentc oa el vratamicuto que dapensan a Ayla [t heroina fue say ota ver ve desc com iden billanten au fa ‘orecen a supervvencis del grupo pero qu sblovcalbe 2 cambio mitadasreceloas por haber invade tert | fesomasctino as hambrs son pesetadas conn Patia'y respeto por su condicion de fueras aun primi) evilzadora. Ayla, tna cromaten que quae iierfana tras un dena nivrsh ev adoptad por Te, apenas aleanzaba el metro y medio de estatura; era de |huesosrecios, robusta y patizamba, pero eaminaba erg ds sobre sus Tuertespicrnas musculosasy soe us pies | planos descalzos ena natie ancha en form de pico, su rmancibuls salient que se proyectaba como un hocico, y areca de mentin. Su Free ajay hua dab pase 3 tna eabeza larga y grande que descansaba sobee su cuello corto ygraeso =. Sus oscurs ojos pardos, grandes, re tos, inteligentes,estaben profundamente sumidor bajo Hemos recorrido un largo camino desde los «ojos sanguinarios» de Aghoo y los «pomulos cavernosose de Lok hasta Ia mieada llena de cutiosidad de Tea, La Teecion a extraer de El ela del os0 cavernario es la de que las beneficiosas cualidades femeninas deberian set potenciadas, pucsto que al desatiar el orden social exta- blecido contribuyen al progreso. Si hay algo que me- rezca la expulsion del linaje humano, ello es sin duda las cualidades del macho. —_ ci6n cientifica y el imaginario colectivo. Las feraves Uescripciones de los neandertales efectuadas en la pri- mera mitad de siglo, por ejemplo, reflejan sin duda el exilio del linaje humano que sufrieron los neandertales amanos de cientificas como Boulle. A nuestro entender, la contundencia de dicho exilio, tanto de palabra como de imagen, resulta excesiva, pero sin embargo ejercié tuna influencia determinante en la opinién publica. In- cluso sir Arthur Keith cambio de parecer sobre la re- construcciGn que habfa autorizado en 1911, ¥ expuls6 alos neandertales de nuestro abolengo. Los neanderta: les de William Golding, por su parte, aparecieron tras la muerte de Boule, cuando nuevos exémenes del es- gueleto de La Chapelle-aux-Saints estaban flevando a tuna importante revisiGn de aquellos primeros plantea mientos (capitulo 4). Ocasionalmente, como es el caso 46 Bm busca de los neanertles dle Bjorn Kurtén con su obra Dance of the Tiger (1980), los cieniicos han intentado drive al year publice Por otro Indo, parte del éxito de Ff clan del oso corer, nario puede avribuirse ala cuidadosa labor de went: sacidn sobre la que Jean Auel edifice su relate Sin on, Bato, y por nora general, el mando ccm y Ta imaginaci6n colectiva parecen eaminar por sendoroe independientes ven gran medida aislados etre or ‘TEORIAS RIVALES ri So ma te ean pe la sustitucion de poblaciones, que niega este punto, Modelos de continuidad regional 1a fase neandertal de Weidenrich y Coon, Apar De Mone, cabeza vise de os primeron deletes de una ea nenderal on erin de los hess, hos modernos, encontramos ene dchos defense a dos estidiosos del siglo XX: un alert, Cast Sclea bes ae asign ls restos de Neanderthaly de Spy ones especie ancestral Hamada Homo primigenine ¥ cn rosin, raguin Goreanovie Kramborge cee stadia slingnte material fos procedente des cocns de Kee pina" Durant la primers mitad del silosoe I a perenne entre 2Quiines fueron tos neandertalest 47 de que los neandertales hubieran sido antepasados de fos humanos modernos constituia una opinion minorie taria, defendida sobre todo por el antropétogo fisico Ales Hedlika y por ef anatomista Franz Weidenreich. El primero basaba sus argumentos fandamencalmente en las evidencias eucopeas."* El segundo, en cambio, estudi los restos de Homo erectus descubiertos du. zante los afios veinte y trinta en la caverna china de Zhoukoudian. La familiaridad de Weidenceich con otros muchos fésiles le permiti6 elaborar en 1943 un modelo que explicaba el origen de Ins razas modernas en el mundo entero, modelo que iba a senta las bases de las ideas posteriores de Carleton Coon, Loring Bra- cz y Milford Wolpoff.?” Los neandertales europeos y asiticos, asi como sus supuestos equivalentes evoluti- vos en regiones como Africa («Hombre de Rodesia») 0 Java (Hombre de Solo»), eran considerados ancestros directos, en sus respectivas regiones, de los pueblos ‘modemnos que habitan las mencionadas regiones en la actualidad. De abi, pues, l titulo de continuidad vegio- nal El desarrollo que hizo Coon de las ideas de Weiden- reich fue presentado en su libro The Origin of Races (1962). Coon euvo que enfrentarse a acusaciones de zacismo por su concepto de la evolucién desde Homo erectus hasta Homo sapiens, pues basindose en el re- gistro fosil disponible por entonces, mas derallado que €i de épocas anteriores, sostenia que las poblaciones africanas y australianas habian realizado la «transi- Cidar a Homo sapiens mucho més tarde que las de Eu ropa y las del continente asitico.”? Elnacimiento dela teoria de la continuidad regional cen su formulacién actual puede atribuirse a Ia apari En busca de fos neondertaler cidn, en 1964, de un articulo de Loring Brace ticalado «The fate of the “Classic” Neanderthals: a considera- tion of hominid catastrophism».® Brace, junto con otros seguidores de Weidenreich, no veia razén alguna para abandonar ciertos fésiles a la marea del diluvio mientras el Area de Noé zarpaba llevando a borde tni- camente a los humanos modemos. Marcellin Boule, ‘que decretara la expulsion de los neandertales de nues” «ro linaje, recibia ahora el papel de villano en la erénica de la evolucién humana, mientras el péndulo oscilaba de nuevo en la direcci6n de pensadores anteriores como De Mortillet y Hrdlicka, ademas de Weidenreich, El modelo multirregional de Thorne y Walpoff. En la versin mas reciente del esquema de Weidenreich, co- nocida ahora como «evolucién multirregionals, la cuestién del racismo ha sido soslayada. La incorpora- cién del modelo del «centro y In periferia», de Alan ‘Thorne y Milford Wolpoft, ha permitido sostener que el mestizaje, o flujo génico, entre poblaciones huma- nas de amplia difusion en Ia Era Glaciar results siem- pre suficiente para contrarrestar a tendencia de los ‘grupos periféricos (los de Europa, Java y el sur de Afri- ca) a diverger significativamente de los demas (véase el recuadro en pp. 49-52). Asi pues, la evolucién de la variabilidad «racial», aunque muy antigua, siempre ha estado inscrita en el Contexto de una sola especie poli- tipica (es decir, una especie que puede manifestarse bajo diversas variantes de distinta apariencia fisiea}, lo cual lleva a la radical aseveraci6n de que, desde las pri- meras glaciaciones, tan s6lo ha existido una especie conocida (Homo sapiens). _ Quins fueron los neandertoles? 4 ‘TEORIAS DE LA EVOLUCION HUMANA A través de los afios, las dos escuelas que defienden res- pectivamente la continuidad regional o la susticucién fe poblaciones se han etiquetado a sf mismas y ente si ‘con una amplis variedad de titulos. Relacionamos continuacién algunos de ellos: SustituciGn de poblaciones Continuidad regional Area de Nog Fase neandertal Jardin del Eden Bvolucion multicregional Jardineros + Hijos de Noe ‘Teoria del candelabro Gentto y periteria Flujo génieo Dispersion desde Africa 2 Centro y dispersion Eva» mitocondeial Conform a In tradicin que se ha cemostrado més taquillera, vamos s emplear el término geograficamen tecorrecto de »Dispersion desde Aiea 2» para referir- tos al modelo de rustitucion de poblaciones. Disper- Sién desde Afri T hace seferencia un fenémeno anterior Ia difusin, bace aproximadamente I millOn de afios, del hominido Homo erectus desde Attica ha- sin osras partes del Viejo Mundo. La segunda gran mi- pracion se habriaproducido en agin momento hace frre 130.000 y 50.000 afos. El termino «Jardin del Elen» hace hineapi en la importancta que tene para ¢sta tcora la exntencia de un lugar de origen para los hhumanos modemoso, ise prefiee a existendia de un ‘Arca de Nog provista de una variedad genética conere: ‘a de hombres que mis tarde ibaa colonizarel mundo. ‘\ jazgar por e gran ndmero de cuns dstntas que se han propuesto en fs tltims 200 aos (cuales pune to situado entre el Polo Nome y Austalis, ene la SB busca de fos neandertaes evidenciasen favor de ete modo. Veremos en eeap cida tambien como la «madre afortunada». * partidarios de la continuidad hacen especial hineapi os cambios en poblaciones periféricas seran mis acu ubicaciones eéntrcas. La dificultad estriba en que estos tentros y periferias e hallan siempre en movimiento. Parece imposible peedecilos o encontrarlos. De ali el recurso al flujo génico, que puede servir para explicar {de forma convincente hechos que no encajan con una teoria segin la cual poblaciones geograficamente aisle ddas presentan, sin embargo, muchos rasgos en comin. “sDejemos que los genes se desplacen, ya que los huesos rng estén por la labor» seria tal vez un Tema aprapiad, Una teorla con métodos tan flexibles resulta, obvia- ‘mente, muy dificil de poner a prueba o de refutar. Todo este bale de nombres simplemente revela que sn alld del estudio de las piedras y los huesos relacio- hados con la evalucién hamana laten preocupaciones contemporéneas de gean trascendencia.™ Los defenso- res de la contingidad acusan a la otra parte de justiicar In extineién, mientras que los partidarios dela susttu- cidn eritcan a sus oponentes por acepear que las dife- renclas raciales son originales y tienen raices historias. Gon frecuencia Iae cosas llegan a extremos indeseables. Los eneuentros de la American Association for the Ad= vancemient of Science de 1990 fueron testigos de wna de tales batallas entre los dos bandos paleontoldgicos en- frentados, «Lazos de sangre coa los neandertales», tro rnaba tn titular de la prensa inglesa (Guardian, 19 de febrero de 1980}, mientras otro proclamaba que «Los tedricos se baten sobre el origen humano» (Indepen- dont) Batise,ciertament, es lo que hicieron, con tem ppestuosas sesiones en las que pudieron escucharse las, ‘opiniones de dos campos en apariencia irreconcilia= bes. La ponencia del dactor Stinger sobre la apariion de los humanos moderos Fue contestada por los centficos norreamericanos tradicionalistss, que replicaron descr S2_En buses de tos neandertales biendo un escenario (es evidencias files sobre fs orige- | nes humancs) de cual habia dessparecd toa texea de la hereia modernisea. El grupo nortamericano techazd de Plano las ideas de su rival aduciendo Ie inexiseenca de pruebas favorabes sls opiniones del doctor Stenger ttt ‘orem el registro fel como en lor estos sobre amin des y disctepancis del ADN, estudios que pretcadida ‘ete sugiren un ovigen comida avicano pars toon lov hombres modernos El profesor Milf Walpatt.. air md que nadie que comprenda fos files podtia cep algo as (Independent, 19 de febrero de 1990). A veces, como veremos, resulta demasiado fic pee- der de vista los datos reales bajo el fuego crusade, de teorias y modelos que prestan soporte a las espectivas opiniones, Seutin Thorne y Wolpoff, los neandertales fueron de hecho ancestros de los europeos modernos, pero el lus jo génico pudo haber importado del exterior algunas de las caracteristicas de estos europeos modernos. En- tre las variaciones sobre el tema de la ascendencia neandertal habia una hipétesis que explicaba la apati- cciéa y desaparicion de las especializaciones faciales y

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