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AUTORES, TEXTOS Y TEMAS. Hugo Zemelman. CIENCIAS SOCIALES LOS HORIZONTES 2 DE LA RAZON Uso critico de la teorfa I DIALECTICA Y APROPIACION DEL PRESENTE, Las funciones de la totalidad Versidn preparada por Emma Leén ‘torial anthropos / nar, s. GP ontrRoros Liphertanis deer ig eis de ater Hug eelnan. — gut atgs dal 8 001-S ee Hom | ansresencesss "OY Bley pce 3 peta dans del lad: sents emule Rnb ntl) 30.8 Sp Fs eae Ce Soni eng 28 — seh a 2G Sp La nm [| Pier edie 1987, Mio, Universidad de ns Naionas Unis Cola de eco “Tul ogi Us eta de a orl Bx torn as frlones ‘aalitens de a tofidad ‘mer eicn en Anhropos Raita 1952 Staun oieion on Anopos Peak 2008, ‘Tasraedbrn co Anthopos Eto 2012 ong one g aera comer arte ESE ce Shoes Se neo Se ate tants TS Aw ocho ani he Apso ssp Printed Span Drape ete eons secon enn eee pte cle ai tie sete mete tenn por Lk chasiaemere eae Hay un secreto acuerdo en las gneracones ‘pasadas ya nuestra Heros sido esperadosen la Serra. A posottos, camo x ls generacones que hos precedieron, nos ha sido daa una db fer ‘4 mosaic sobre ual el pasado tiene ss de- ‘ches [por «so articular asericamente el pase do no significa conocer scomo verdaderamente ‘ng sion. Signer sdverame de un recuerdo tal somo éte roumpagues ex un insiante de pe fo. La dowmloracon del elemento onfico al Alespertar es In lara toque del pensar ia 2 De abl que ol pomar diléeteo sen ol Spano ‘i deeper Matric, Toda fen sucha 90 lo cone WS So qr, ets Wares Bexar HI conocmlent clenificoexgeertreparse la vide del objets o tener cnte sy emnciar st nace ‘dad fuera. iso. Fenomenologa del epi [No habia posted de relaborar ma cosa sein el esc sel mundo furs cerado, leno de hochos fos e.inluo, consumdos. En ngar de ll hay simplemente proces, es decir, eacones finzmices, cm ls que le que ha legndo 9 se no se Ta impuesto ttalnente. Lo reales proceso, éte cla mediacion muy rariienda came presen, ‘mado no acabado sobre edo, ataro pe 1g forma del pentamieno mersancin es ll smisina is Inenlficactn de la forma de pense. rmieno allgado a ser fio; este ftom hace tlvidar muy Fcment el fet como el producto ‘ostBcado i prtcerte, como el sparen fon 2 expat do boabre lo arto ated Bess Bicol principio esperonan PREAMBULO- Saber siuavse ante Ia realidacl es hoy una tarea imperativa pero no sbio como un desafio de conacimiento, pes mas ie conformarse con quedar aprisionado en el interior de deterni- rrados consicios # hace necesario traxcenderios, desde cier tas exigencias valéricas, mediante un acto deiberadlo de cao , pero hay que 83° ‘ber Hberame de los limites, como los profetas de suv mismo ‘entendimiento, para arvibar a visiones anticipatorias que exi- ffan de visiones y de sucfos, entre los que se enclerran todos Jos grados de la profectar donarse de una osadia para reencon- trar al hombre heroico de Bruno con el de la superacion de Mack. Recuperar el secular conilicto de trascender Ios linites| que para el hombre son un modo de ‘dentificacién con cl ‘mando y frente a los cuales no podemos sino jugamos en la frontera de sus posibilidadss, aunque inspirados en la necesi+ dad de himanizat lo que se nos ofrenda. Es precisamente esta actitud la que pretendemos desarro- lar a To lango del trabajo que presentamos. Abordar ls posibi- lidades y clficultades para amphar la capacidad de colocarnos ante lo desconocido, Huoo Zana Fl Colegio de México México, DP, 1991 coy INDICE GENERAL DE LA OBRA LOS HORIZONTES DE LA RAZON Towo 1 DIALECTICA Y APROPIACION DEL PRESENTE as finciones de atx Pasawsro fre en EA oma esc som een toners 1. Fx asda scat coun acta ns. esr. El problema ‘dela concinca herica erspectivas del alist social coro ais del presente [Es isola como secencia de exyuntuns:irportancia de optic {Ea concenca hiscrcopolica HT iempe una acti del conosimient> 1, Leora cow tenia oat zovoasso xtc 1a wialidd: panorama de dea bisicas {La wali yl reac del eonocimiento Mecanismes para penser con base ex a wuld 15 I toate ol consi histerca del conccimieraa ‘Cenraliad deb ulkdad calcica e el ands de Marx Flvso dels otlised come categoria del rizonamieno ‘Oto enfoguss sobre problems de la wtldad TI, Leetnes ¥ ta cena emer Atotanninacén aren biberada acionalidad y método uzonamienoy sistema La crea como bgica del pense Novae y upeara Ta realidad: exgencia del razopamiento objetivo 1a ore deletes ‘La logen dela ctica Prnelones gooscoligies del etcn Condusiones Apeiice WV. Epa. oe ta Toni {a teoria come forma de razonambestoy coe sister “tear yo progres cetfco _Brmicur yfneiones del esta ‘Teor y aperara I movimiono de Ia sores Miser» especial el econo Condiciones de bitriidad ‘Tempo y objid idea, worn y seen histértoel LV, La onacact aenCoOL cA EL SCENE Dela aprons ‘Orzaizaccn yfanciones de aprebensin Blobjewy la ipctesis 1s concepts erdadones ‘Los eoncepos ss enncindes "Eo de los conespoa en a decompose dees corpo eos ‘Grterios pra selesions Toe concepts ordenador ‘Coneep yabservable 1a reconstruc atlas “lac algunas consieracones generals Apiailee 6 Bins Roclonaldad y prac: su arculacén enol ands del presse Bascom, {cm amos face mares ‘irc na ow T Towo I [HISTORIA Y NECESIDAD DE UTOPIA Aaadecilentos ‘howe cosa ne 14 coma aon 1, Somer contosanu Corokimiento y eaciencia intra y Wg a consacién de lo pile -contoroohisterico y la experiencia gosengica:cueston de potecialdat Le diletea ens ampincin raconal HT ponsaminto pararictal Conchisones Apéndice 1 Fi rsa camcon EL movimient: herzonte del adn {is madlidades de historia La reabad deurinable Posbaldy contenido El snetmento lic dela aperaa rcional Unidad, dlvesidad y contadiecén 1] Geno dal futuro: un dvalio ala estructura 7 { necesarlo coo raided Lobe virtual Apache TM, Lacerta MEL 1 enc {as condiciones de bjetvidad enh enganiacin del szonariento ‘Apertura: pr def rn en ovine La ign inter de movimiento historical com recline conoeiiento Ie eretclin de pert (a bertad racial) El berizate histrko El conocinienta come concionia de opciones poder dl fuse ‘peace IV, Ex ergo cou scr NTE LA RELI {as conteios Cases de contends Regilaréad yeonstrcsion Tipos de enunciades as eonsirucin de obo {Ee fanlén metodo dele dinamismos constttivos [Ti defines metpdligica dela coyunnra Hlenfrentarsento con la eli EL corte imple de os concepos esl genera de a discus meodoldgca Naturalora del objeto Rez cop ans gros , Ammons nonusers 0 coos BX EME Capacidad de ssombro avin 1a dod ceativa Fl hombrehistceo ye hombre en Ie hist mans fhe be Nonna ¥ nares ‘hes ve. 00 18 r ACLARACION SOBRE ESTA VERSION Como toda nueva versiin de cualquier trabajo publicado, Ia presente requiee de tna breve explicacién sobre las mzones de haber iotervenide nuevamente un texto que en su momento fue consilerado como tun prodhictorelativamente acahado. En este caso la version elaborada por la Mira. Emma Len, con el titulo Diaécica y apropiacin del presente, repre senta el esfuerzo por reordenar el trabajo de andisis que fue faitado en 1987." Si bien desde el comienzo de la rellexion| hasta nuestros dias, uno de los eles centmles ha sido recupe rar la linea del pensamiento daléctico en el plano epistémico, cen esta primera publicacion ol énfasis fue puesto en el proble- sma de la teorta. A pesar del eater abstracto a que obliga la diseusion epistemolégica, el letmoriv que dio sentido a ta rea- Tizacion de ese primer texto fue ol problema de los aciesos y devaceis de las Ciencias Soils en Latinoam, basa li década de los ochenta, pars generar constucciones dleginn que dcran cucria 8 realldadeshltricr sociales ‘coneretas, Pero como pesa en muchos casos, la profundizae on sa Un rc de etme fe a aoe nes sealed htc al ec in "a a. 19 én de Ia ternitica, y ln incoeporacion de diversas experien- tas de discusion, TevS a tascender el limite inicial para re- ‘ubjcar ol andlisis en el horizonte mis vasto de la racionalitad y de sus formas. En este sentido surgis un nuevo texto (que actualmente ccoraprende el tomo ID) que definié um marco renovado de dis eusién, el cual obligS a regresar sobre los pasos de! primer fnvento,enlrentindose «la necosided de ubicarlo en el core sas amplio de la rucionalidad fundante, pertinente no sélo en terreno del conocimlento eientifico sine en cde la potencia cin de la conciencia histérca ‘Con esta nueva éptica se procedié a elaborar una mejor definicidn de los ejes centrales que sizven de fundamentacién fal tome 1, fos cuales no aparecian en la argumentacién con sfiienteclaridad, dando Ingar a interpretaciones equivocadas del misroo, Es as que se establei6 como eje no ya la totaidad y dl uso de ia worl, sino la critica, como farma de razona rmiento de manera de explicitar con mayor fuerza que el mot vo fundamental es Ia problemstica de cémo organizar un r+ ‘zonaeniento en cuyo marco la totaldad constitaye una exigen ia gnoseolégica que se traduce, entre otras demandas que ‘quodan abiertas, en un determinado uso de la teoria. Por eso, © tata de prevenir cualquler sesgo ontologizante en su lecta- 1a, de modo que se privilegie una interpretacin epistémica ‘ie refueree [a funcicn que cumple la categoria de totaled ‘come exiterio organizador del razanamion, lin efecto, Ia primera edicin estaba organizada partiendo de Ia totalidad hasta Hegar a problemas més operatives. Sin embargo en este esquema la argumentacién impedia destacar ‘muchas cuestiones relevamtes para el planteamiento: ya sea ‘porque quedaban dispersas a lo largo del texto, o bien, eu caso textremo, porque estaban incluidas en les apéndices al final el ‘mismo. Por ejemplo, cl problema de las exigencias gnoseolgi- cas do la historicdad aparesia como marginal en la argumen- tacién y bajo subtitulos que oscurecfan su cametido, por 10 que se presentaban diffeultades en la Ieetura por el coatinue enfrentamiento con distintos planos de andlisi (v. gr teri, metodolégien,psicocognitivo, et). ‘También el problema de is cateperias quedaba subsumido Ey ‘ena lecture de la totslidad con frecuencia sespada hacia lo ‘Gatoligico, lo que contradecta la propuesta epistemoldgics, ique co ese formato era difell de romper, opacaado la [aacion entre cateporias,construccion de conceptas y aprehen- fon dela realidad a pari de las demandas de historicidad, ‘De ahi que la nueva version estéorlentada a apayar al tex- to cn el problema de la organizacién del razonamiento con bse en Ie critica como forma legico epistemolégica, con Io ‘eal se pretend facilitar un mejor entendimiento del método ‘desde una lépice constituiva de la realidad y no pursmente Jnsirumental: esto es, a coustrucei6n de la relacién de eanoci- ‘miento a través de la cual se recupera Ia exigencia de historii- dad de la realidad, y en cuyo marco tienen lugar todos los recanistnos operatives ¢ instrumentales. Tn esta neva formulacién, ademas, se intenta establecer, de manera mas explicita, un puente con el problema de las ‘categories, que seré el tema del tomo TI, y, congrientemente ‘con el planteamienta sabre el metodo que se desarrolla, la re- laciin entre racionalidad y conciencia; incluso mas, entre Fun- ‘cin cogaitiva y gnoseolégica en cuanto ésta eure recares de realidad més amplios que los lenguajes estricamente analit- "En uma palabra, se procara destacar la dialética dela ar- sgamentacién obligada por la problemdtica de la historicidad, faalo al nivel de su logica como al de su traduecién en el plano de la construccién de la relacin de conocimiento. Lo amerior en el plano mas concreto Hev6 a la vearticulacién del texto, o gue Implied un trabajo de organizacicn en varios 6 ddenes de problemas, entre los que es importante sefalar: la seleccldn y ordenamiento de algunas temiticas afines que e5- ‘aban cispersas con el propésito de resatar si funcion en el planteamiento general. Aunado a esto Ia formacién de bloques concoptuales y de algunas relaciones entre ellos, cue permite- ran dejar ms abiertas las linas de reflexion 2 debates poste- “Ademés, se cambis cl estatus de los apSndices etablecides cen el ariginal al ser incorporadas en el cuerpo general de la argumentacién, de manera que facltara establecerrelaciones mas expresas con los ojos problematicos del tomo Il. Una Fr conde fron pro no mano prints eben a Sesto de aes sare Son eee eters desu mins deo ete Sao hit se deo prions epirloge es gi ‘otra parte, la nueva version busca responder a la nece- sn) dial eh den oo Du orn Seen ite anne ar nl Fore epee complain er Tadao pet io conn focal peta waar en ore prop dorado a SSchar pe eaten iain de Top, ee weet fe eee ios dl peso Huco Zena 2 INTRODUCCION Pensa Ie realidad en movimiento constituye, por una par- ve, uns afirmacion de la necesidad de apropiarse de sus des mmismos, peto también representa una de las mayores dificul- tudes pata organizar wn Tazonamiento con pretensiones de ‘Gentilicidad, en la medida en que significa enfrentarse con los modes establecides de razonar Ia realidad que son expresién de cdinones metodologicos establecidos desde hace mucho tiempo. Fs aquf donde cobra sentico la erica de E. Bloch a la ‘estructura del método centfico cuando reclama la incoxpora ‘lon de otras categoria diferentes les cliscas, quo son las {que siren de fundamento a la cientificidad. Entre estas mue- vas categorias destacamas la de potencalidad que implica en- tender cualquier determinacién como inacabada, abieria a rmuevas realldades suscepubles de enriquecer las determinacio- res estableeidas, En consecyencia, enendemos la apropiacion de los dinamismos de In realidad como el desatio ablerso lo vigente y aceptado, no con base en una opcién teérica 0 Mdeo- glea, sino, més bien, como expresion de un movimiento que s esta transformando en direcciones inédtas. Fs lo que cons- faye la base para problematiza los contenidos organizados, por cuazlo ninguno puede ser concepmualizado dentro de limi tes concebidos como inamovibles. a La exigencia del movimiento, ademas de consttair un ilo diferente desde ol cual organizar el pensamiento, tambien Se tradice en un reto de lectura de la realidad en Ia medida eu ‘que expresa ceria particularidad en lazelacién que se consira- ye oom ella. As, In potencialidad se refiere a los elementos por ‘evens, pero Ja vez es concomnitante a om esos elementos ‘pueden ser acthvados. En consecuenca, estariamos en presea- ‘Ga de una forma de movimiento que no es simplemente et resultado de determinados dinamismos (sometidos 0 no a re- frlaridades), sino a un movimiento posible de construrse. FI fspacio de esta consmuccin elo que entendemas por presen te: De ahi gue cusndo hablames de realidad potencial estamos pensando en el presente como una realidad que es construible. ‘La idea de constraceia planta la cvestion relatva ala po- sibiided de esa misma construceidn, la cual no es susceptible de ser copstatada en {éeminos de un rzonamiento general ya ‘abe, por una parc, est siempre roferida al espacto conforma do por el presente pero ademas porque la posibilidad es fun- ‘eign de opciones de consiruceiin que, como tals, resultan de tua particular visgn del futuro. La incorporacisn de la exigen- cia de futuro tne implicaciones sobre el concepto que se eng e reaided, pues implica que ésta deje de sere simple produc to de una génesis parm dovenir en im producente. Lo que signi= fica concebir ln realidad como Ia conjugacin entre dos dimen siones la histérica, que manifesta su calidad como producto, ¥ Ta politics, que raduce sus exigencias como construccién. ‘En palabras mas generales, lo que planteamos significa que la realiiad tenga que ser comprendida como una articalacén entre lo dado ¥ lo potencial, concepcién que ince sobre la ‘propia nociin de la historia en tanto lleva a entenderla como tuna secueneia de coyunturas en las que, al conformar situaio: nes de presente, se insertan las préeticas y proyectos construc tores de realidad, ‘Desde esta perspectiva, el tomo I tiene el propésito de con- tribuir a exclarecer las implicaciones epistemoligicas y meto- doléeicas de la idea de presente y de movimiento, concebidos ‘como mecanismos para coustrur el conocimiento que pueda ‘dar cuenta de la realidad sociohistérica, entendiendo ésta ‘como tna ariculacién eompleja de feusmencs, Py El argumento central del trabajo gira en torno a que la reslidad es una articulaci6n de procesos de diferentes niveles ‘structures escalas de tiempo y de espacio, lo que delimita tar recorte de la realidad may complejo; complejdad que para ¢lcaso del conocimiento histrico-pottico asurme la particule Fidad de que en su marco no povemos hablar de ua objetiv ‘dad aena al sujeto y asus précticas sociales. ‘a pritien es la ewencia del canociaiento social porque el Jmbito de éste debe ser el de aqualla si se quiere mareat una dliferencicién con la histosiograll; pero a la vez la précica, al fncorporar el futuro en el presente, enfatia la potenciacém de lo posible antes que la prediccida ya que, mientras la potencia- Iided slude a la préctica, lo posible se vineula con ln capaci de la realidad. sia exigencia temporal del presente y el planteamiento acerca de Ia significaciin del fotiro como potenciaciin de To posible constitayen el mareo particular de la propuesta episte- ‘moldgica, Ia cual enffenta problemas en la eonstruccin del {conocimiento que no se limitan a los de la eontrastacien de tuna estructura te6rica con una realidad particular; por el con- trario, la cuestion do fondo es ol problema de la vabilidad de las diferentes opciones de construccién planteadas por los ac tores sociales. El contro del debate es la Interrogapte de ui y real sla transformacion de la politi en historia. 2 1 EL ANALISIS SOCIAL COMO ANALISIS DEL PRESENTE El problema de la conciencia hist6rica 1a idea de praxis relaciona el conocimiento con el proble- sma de la viabilidad historica. Bn el mareo de esta relacién, la ‘coyuntura consttuye un corte en el tiempo que sirve de refe- fencia para construir el conocimiento desde ef shacerse» de Ia bjetvidad; de ah que la coyunra represente una medicién fentre el conocimiento seumulado en estrcturas teoricas yk sltemativa de praxis adccuada al quehacer de una opcide defi- ‘ida como posible. Desde esta perspectiva, lus conexiones conceptuales con lo fempiico tienen que tomar en cuenta esta compljiad y esta ambigtedad, ya que de no hacedo tenderfan a cristalizar lo real mediante el procedimiento, a veces encubicrto, de reducir- lo a factoes explicativos. Enfrentadas a las exigencias de la praxis, las conexiones deben ser expresiin de la capacidad de reeonstruir Jo objetivo desde la coyunturs, la que, en vez de reducir lo posible a lo dado, abre lo dado a lo posible. De lo {que resulta que lo posible sea considecado como una conjuga- ‘on entre la abjetivdad que se concreta en mementos scesi- vos ¥ un proyecto que se manifiesta en praxis determinadss Esta tension es lo que matca la exigencia particular del cono- lmiente de vincularse con la novesidad de influ sobne la rea- lidad a corto piazo, ‘ a En lo que respecta al largo plazo, a discusién anterior ca rece de sentido # se desvincula del proceso histrico, entendi- fo como secueneia de coyunturas en cada una de las cuales ‘operan Tas praxis sociales, El hombre, al estar siempre en un presente, se apropia del largo tiempo de Ia historia mediante Su actuar en furci6n de un sproyecto»; por eso la influencia sobre lo real objetivo se desdobla en dos planos: el de ls praxis ‘2ctuante en Jos sucesivos momentos de tm proceso que tras- tienda a cada upomento particular, y el proyecto que conforma {a direcconalidad de la praxis propia del procese transcoyun- tural Por esta razin Iss conexiones de lo conceptual con el Inomento tienen que expresat Ja relacin contradctora entre al corie del presente, que ¢¢ parte de} proceso como secten- ‘de de coyunturas, y el proyecto como direccionalidad « largo plazo. ‘La direccionalidad complica la elaboracion de los nexos en- tre lo conceptual lo empirio, ya que éstos no pueden red {Gree a un corte estructural como tampoco derivarse de un fin rnormativo, pues en ninguna de las dos situackones se capa la objervided real: primero, porque kx objetividad es un proces so y no el simple refljo dean corte, por sesructural» que éste see: segundo, porgte el desenvolvimiento en eel empo» tam- [poco se restielve en el logro de un fin normativo, sino en et arco de una direccionaliéad que se vineula con la voluntad ‘Social condicion indispensable para Ia concrecién de Jo real. ‘Por consiguiente, el émbito de las conexiones con lo empt- rio es aquel que ¢sid delimitado por la potenciacién de lo objetivo de acierdo con una voluntad social orientaca por Ie ‘exigencin de imprimir una drecclonalidad a ls procesos. ‘a teorta deberd, por consiguiente, rellejar esta potencia- con de lo dado, lo que no es susceptible de alcanzarse por medio de modelos tetris. Al contraro, bey que supeditar el ‘modelo teéricv ala cuestin de la viabilldad de lo potencal, lo teérco al desarrollo de una eapacidad de determinacion de lo viable. All enfrentarnos con una mutabilidad real imprevisible y ‘con una praxis que la moldea, no tiene sentido limitarse a trabajar con estructuras tericas eacabadese (con las compli faciones adicionales que plantea su aplicacion en lo que se Ey | i ‘a su adecuaciin, desajuste y falaca); sino que, a lain Tera parlir de esta consideracién se fortalece un cambio en Jrdacion con las esiructurastedricas, Los components con- Rinunls de estas estrocturas deben desprenderse pars con- Srrirse en instrumentos mediante los cuales se puedan delimi- WeNgmpos de To real, omitiendo Ia supeditacién a cualquier fancion explicative, cuyo papel consste en predeterminar ba elinitacién de Jos campos de observacién en términos de Sr propia exigencia de jerarquizacion de las determinaciones reales. ‘Esta modaldad en el uso de las teorias es inherente a la ‘pernpectiva del conocimiento coyuntural o del presente, Io que Paige asumir ka objtividad real en funcién de wna direcci6n; Girecconalided que obliga, a la vez, a subordinar las exigen- ‘Gas tedricas a la aprehensin del presente, considerando éste ‘como el dmbito de ls praxis constructoras de la historia ‘De confortaidad con To anterior, esto es, de lo dado-poten- Gal 6 covumtura-perieda, los niveles consttutives de la total Sad social deben ser onganizadas para vislumbrar la funcén ‘que cada uno cumple en el movimiento de la realidad. Organi- tacién que es importante para aclarar Jos pardipetros dentro Ge os cuales se pueden definir las alternativas viabes, Ast, puede ser que en la dimensién coyurmural se sitien los proce fs 0 fendmenos que curnplen la funcién de «activare (como Jo poltcos y los psicosocales) los procesos que se desplicgan en dl «petiodon, En cambio, en el marco del periodo pueden ‘Stuarse claramente los procesos econdmicos y culturaes que ‘& despliagan a largo plazo; aunque siempre mediand 8. y mediados por, les procesos o fenémenos coyuntursles que i fiuyen, por medio de los sucesivos momentos, sobre la dire: cionalldad de los procesos extructurales seg la naturaleza de Js sujetos sociales y de sus pricticas. En esta perspectiva, cada una de estas dimensiones, desde la exigencia de conscruccién del conocimiento, constiuyen da los exploratorins del carder espectico que adquieren la je- frarqula de las determinacioois, esto es, dol carieter de lo con- ‘reo, En algunas sitiaciones la determinacida, por ejemplo, ‘eté dada por la preeminencia de lo cultural 0 de lo psicoso- Gal sobre lo ocondimico, send el producto faneién de war 2» zonamiento cuya pola es la bisqueda de lo espectfioo, que re- Sula de I reconstruccidn articulada de lx realidad. 'S aceptamos que Je articulacién de lo real esta en movi= imiento,el problema es bacer posble su reconstrucciin diné- mica. Fn este sentido el movimiento de la articulaciin puede ‘descomponerse en dos ejes: el vertical-coyuaturaly el periodo- Yongitadinal, La conjugacioa entre ellos es lo que permite re- ceanstruir movimiento de la articulacion, ste doble movimiento permite distingulr dos clases de fe- menos que reconccen diferentes escalas de temporalidad y ‘que, por consigulente, cumplen funciones distntas para It ptacidn objeiva de la realidad. Se puede habla, a este res ecto, de procesos que corresponden a dinamismos estructura les y de procesos de dinamismo coyuntural ‘Asi, pode verse que «lo politicos en comparacion com eo ceonénicos reconoce un tiempo de desenvolvimiento deren te, ya que mientras of proceso de produccion (la divisibn del ‘trabajo, por ejemplo) pede determinarve en el tiempo de un Ciclo, Ja naturaleza del poder politico se determina en. movi- Imientos intraciclicos. En la produceion material cristalizan Condiciones de posibilidad de innovaciones tecnokigicasylo de Confictos sociles, conformando un sistema de referencias ‘bligado para Ja accion politic, que irumpe como activadora dde una u otra. allemativa. Los primeros procesos son de un ddinamismo estructura, en tanto que los segundos son de uno fcoyuntural, los cuales, en st relacim inffayen sobre la direo- Conalidad de los procesos de largo tiempo. ‘Cada uno de Ios fendmenos de la realidad puede, cn conse- ccuencia, caracterizas, desde este carscier dual, la base prime- ria de la reconstraceién. Distinein que es «il para compren= Ger que la construceién de la historia, desde In dptica de cone {dn entre fines y proyectos, se basa en procesos de los cuales flguos cumplen el papel de definir las condiciones que fijen fltemativas, mientras que otros determinan fa alternativa Via- ‘be entre las muchas que puedan darse. erspectivas del andlisis social como andlisis del presente BI punto de partida de Ja reflesién debe ser a pregunta adic orpinaria en todos los intntoshechos por diferencia ‘Teopocimmto socal de ota rams del conocer. Cul e el hago auc le confiore sx paticlirdad? La respucsas que se fin dado estan pritcipalmente fundadas en ln identiacin { obelos cua expeseldad estructural exige de discplinas {re puedan conBigurar su conorimiento adecuado. ‘Ts objcios (por elem, los de ls socologt © la econo- ania) han si definides segtn crerios que pretenden reijar Ihafnidad ene los fonémenos, lo que Im Hevado a reconocer compartimenton en Ia realidad cada ver mas cifusosy proble Initicos. No obstane que os erteris por afiidad ationden des ton de segulriades a que estén sujetos los fenémens, también se pueden tomar en cuenta las clferentes clises de fentmence seg se zrten on el todo de la realidad: eo e8 2 que llamaremosnivees problematic. ‘Desde nesta perspetva cualquier corte que no reeonoz- ca ser parte de la totalidad real aparece como aprorstico Sando no simplemeate abivario. Tal afiroacién la centa- thos en el presupuesto de que la calidad de las amps disc pMinarios solamente puede resolverse desde la Optica desu ati flacion en la realidad, ya que ésta cla que determina st ‘epecicidad, A este respecto surge un problema adeional de terinado por Is crcunstancia de que en las dtimas dcadss hn tendo lugar na acumalacién Teiea que, reconociendo ‘como punto de part un corte dscphnato-conveneiona, n0 justifies, ha terminado por wansformars ev contents te ‘cos con un alto grado de cobesién interna. Tas etronterass entre dsciplinas no s6lo han contigurade especilidades y curiculos patculaes, generacores de corm ‘alades de etudiown que han dessvolado =su> cleacia en tomo a reglas muy preci, tanto groscolgicas com ideal em; sno, ademas, sins fronteras nitablements haa tem fuado por converse en condiconantes dal propio razons- rier frente ala realidad soc, de tl suerte que la realidad fo puede obeermie mas que por medio dela maison de estos comipartimlentos dscpinaios. 3 i] I i Esta compartimentacion limita las posibiidades de influir sobre la realidad en lx medida en que no tiene en cuenta ta ‘omplejdad de relacianes sobre todos los niveles que la consti- fuyen. Aungue la scaptacién del todo» no es metodologica- mente posible, se debe corregir el sesgo que lleva la compart fmentaciin mediante us razonamiento que, en vez de buscar tin contenido al todo, se apoye en el todo pero visto como una fexigencia de construcelén abierta del conocimiento, En este sentido, la totalidad cumple una fancién gnoseologica inpor- fante, no solamente como critica ala dvisién en campos disel- ‘plinatios, sino como funcaroento para infu sobre la realidad, pues no se trata de conocer para determinar posibildades Sino de plantearse las exigencis de shacer» las posbilidades del ‘conocimiento ex las cuales apoyarse; conocimiento que pueda, fa mi vez, enriquecer 0 modkficar el propio contenido de ese hacer». Por lo mismo, si lo que nos preocupe es infuir y no Slo conocer, es decir, si de lo gue se tata es de una relacién Ccompleja de conacimiento en. funcién de influis, y de sue ‘Son base en la posibilided determinada por el conocimiento, Centonces nos enfrentamas a un tipo de constraccin gnoseolo- fpca que atiende, mas que a ls diferencias sstantivas de los Contenidos disciplinazis y teérens, alos modos como los ais- ‘iatos planos de la reafdad se articulan con la totalidad social {cémo ellos contebuyen a dfinir peicticas mediante ls cua~ les se pueda ini Todicho significa que antes que pretender absorber la rea- Fidad mediante mecanismos tecnolégicos susceptibles de deri= varse de teortes previamente construidas o de definir metas Sestin marcos idcoldgicos o axiol6gieos, se rata de destacar ‘como aspecto dominante la necesidad de construir una divec- ‘Gn historicamente viable. De lo que se desprenden dos pro- ‘Slemas: ol de la construceién y el de historia posible, que im- plica una determinada presencia dal «futuro» en la producsion {el conoclaniento, Cuando nos referimos a la constuccién pensainos en et proceso de moldear una realidad potencal. Como dirfa Althus- Keren La revolucign teérica de Mars, ese trata de actuar sobre |p historia, desde el seno de la tnica historia presente de To cxpectfico de la contradiccién, de esas diferencias espectficas 2 | de In covtradiccién que permiten no demostrar 0 explicar a sino hacer ea nuestro dinico presentes.’ Es lo que fein dcpomina «€] momento actuals, a cuya-determinaciin Teticé mucho esfuerzo para poder entender la situacién pot secur la «contingencla en la que se realiza fa necesidads Es evidente que a partir de ese momento queda aclaraca et ‘espacio de tipo de aniliss clentifico, como es el andlss pot ere de ln sitancién oonereta, asta entonces considensdo SS propio de la intuiciéa, pero cuando pensamos que fa ‘Ratigat! se constnuye, estamos considerando un espacio social por conquitarse, un indeterminado susceplble de aprehen- Jotve por medio de précticas sociales que contibuyen a que s¢ materialize ese «aGn-no» blochiano, que no es otro que css Tugerencias de futuro» de las que hablaba Hermann Broch. ‘Cuando nos referimos ala historia posible estamos pensan- do en un engarce de pasado con futuro: esto es, el present ‘edal, escenario propio exigido por la construcci6n, TEI futuro como proyecto se incorpora al preseate y deter nina el modo y contenido de su apropiacin. Althusser sostie= tne que «la imagen que se hace del communism no es inocente: puede alimentar ikisiones mesiénicas que garanticen la forma {yal porvenir de las acciones presents, desviarias del materi lismo de la acciém conereta en la skuacién concretsy es decir, aque una antieipacié de Io posible (el comunistno) cumple ta Funcién de conformar el presente en tanto momento de la pra nis, en forma de hacer viable la anticipacién. ‘Sipensamos en una prictica social que se incorpara a unst realidad estructural, surge la cuestion de como éta es poten ada por aquélla. La realidad en este caso no esté delimitada ‘como tuna estructura con determinadas propiedades, sino como tun campo de posibilidades. «La préctica pottica, que produce transformaciones, puede existir y desarallase sin experimen tar Ja necesidad de hacer la teorfa de uns propia préctica LJ hasta of momento en que su objeto (él mundo existente dela sociedad) le opane una resistncia suficiente como parn obli- garis.allenar ese hueco.» Por lo tanto, la politica deviene en el 1 tal hae tara id Mar, a Siglo XL STK 2 na 3 lemento constructor de la posibilidad como historia concrea, Conatitugend la apropiacién de lo real en una apropiacion de todo lo histético que se snttiza en un proyecto de futuro. ‘Ningin sueto social puede imponer su futuro sino €s apo yéndaae en tora la historia que ha ecistalizado en su misma ‘Exisiencia, pero sich presente es el producto cristalizado de tardeter histérico-gendtico y la apertura potencial (por cuanto fx im resultado de procesos anteriores que, junto con recono- er une logica objliva, también es ua consiruccn por eons ‘itu un objeta moldeado por proyectos que iuchan por impei- imide una direceionalidad a los procesos concretos), entonees| Clearcter de su apropiacion debe ser examinavo desde el én glo de estas misipas complejidades. El planteamiento del presente como momento dinsmicn, ‘ado por tn pasado pero gue a In vex se construye, candace hecesavlanente a pensar la historia como una secuencis de oyun, cada una de las cual es un espacio para la inser- {ida en la Lge cbjetva de los clstintos sujtos sociales: per, ‘Sderafs, a idea de un preseate mutable obliga a pensar Ia feorfa como una estructura racional cuya funcidn es poner ¢l ‘sujeto pensunte en funién del movimiento de la realidad, el tal, et la modida en que se desconoce, slo es una exigencia Se ebjetividad y no un contenido. Recordemos la idea de la tworfa como salgo fnitor, es decir, ome teotiaabierta«y, por Io tamo,atenta:capaz. de asumir a tiempo la incorregible ima- sinacign dela historian "En consecuencia, Jo anterior también se vincula con la de- terminaci’n histien de la teorfa, la cual al ser aplicada al ‘caso de fensimenos que son improvsibles en cuanto a su per~ Soanencia, leva a afimar que la esiructura categoria en que fe apoyan los cucrpos conceptuales puede tener una vigencis tdfercute a la de #1 contenido sustantivo. Esta separacién es fil en condiciones de gran muabilidad de la realidad, pues ln raver estabilidad de las esiructuras categorisles en relacién fn ls proposiciones tedricas que de elas pueden derivarse, emai onganizar la captacién racional do esa realidad. «més fll de Ja verdad ofalsedad de las proposiciones. 3. ao Clemson y HM, Gro 37 or lotanto, la determinacin histrica es diferente segin ‘gerdamos a las teorias 0 nos preocuperos par si mtileo de cores, aungue este plano tambien reconozca Kigcamente caeMcmmporalidad © fnitud determinada. De esta distincién amicluimos que hay que dar preeminencia a la légia de cons: ‘Seis uso de caregorias sobre of manejo de conceptos te feos en sentido estricto. La historia como secuencia de coyunturas: {mportancia de fo politico ‘i consideramos la historia como una socuencia de coyun- furs, estamos constuyendo un concepto que cansta de dos (dimensiones: la secuencia que es una dimensién temporal, y el ‘posible de regularse en una Secuencia. Lo que signif Er que el concepta de historia revista dos acepciones: a) la historia como desenvalvimiento de lo shistérico-naturals 0 his- foria de lo determinante aungue mo siempre necestriamerite texplicativo, y b) Ia historia como desarrollo de lo politico en- fendido como el momento de la prictica actvadora de todos tos nivels de Ia totalidad. Estas dos acepeiones se corresponden con planos de reali dad distintos que revonocen tiempos diferentes en la medida ‘en gue su relacién con la praxis no es semejante, Parece evi- dente decir que el momenta de la préctica corresponde al mo- ‘mento en que los sujtos sociales se insertan en una realidad bjetva para infiuir en su direccionalidad. De este modo, se fenriguece el concepto de experiencia histrica como el recone de realide en que se conjuga lo objetivo, sometido a regular- dad, con la capacidad de consruir lo objetivamenie posible que to necesariamente fo etd. Capacdad que se apoya en la capta- {ion de a nocesidad histrica que es tansformada en e] objeto ‘specfico de tn tipo de anslsis cuya funcién es, a su vez, ‘captar el mode de concrecion, en un presente, de fenéunenos de larga duracin. Por lo tanto, es en el marco propio de la praxis en donde tiene lugar una transformacién cualitativa del ccmcepto de ex poriencia histories. La incorporacicn del presente como recor 8 te temporal contiene una necesidad de desserollo abierta a va~ ‘as direcclonalidades, lo que constituye el comotide del andli- ‘Sis police. En otros términos, plantcamos una recuperacion {dal contcimiento desde al éngulo de su dimension politica. El anilisis politico es un saber que consste en determinar Io vi~ bi, por lo que es pertinente aclarar que también hay en ello tun eno saber» come contenido que se acompafa, en cl andlsis politico, con un desarrollo de una cenciencia de lo histGricor lo able potencial. El marxistoo, con su concepckin de la historia como preduc- to de la lucha de clases (con Tas espeiicaciones que puedan y deban hacerse partendo del conjunto de las tess sobre Feusr= ‘ach), 20s ba ealocalo en el umbal de To palitco como dominio real, con sus propiss exgencias gnascolipieas y préctcas, Entre las primeras est la que se moire a la historia como secuencia de coyunturas, que permite alma que lo politico es la historia real: lx posblidad concretada basada en proyectos que se disp tan por imprimice una orienacién. Si en la coyuitira se coma: tg lr necesidad de ls procetes y sv direcionalidad petencial, eb fandlisis politico de a realidad no pecsigue tanto destacar que es lo determinate en el plano ée las estructura, sino énno lo sete vador conforma Ia dieccién precisa del desarolo, aunque no Sea lo determinante a largo plazo. ‘En consecuencia, lo politico no constituye un conocimicnto en s{ mismo, sino rags bien una perspectiva de canocimien- _{to que te furkament en Ia idea de que toda la realidad social fs tna construcein viable, Se puede retomar la afirmacién tgamsclana de que «todo es politicos, pero cuidandose de no fconfundir Jo politico» con sus esiructaras particulares (por tgemplo: Estado, partidos, sindiatos, aparatos ideologicos, ‘ec, pues lo politico como plano de anilss, reconoce como ‘su nacleo bésico Ia conjugacién entre sujet y proyecto, lo que se expresa materlamente en el juego de tciicas y estrategias| ‘que encuadran la dindmica de los sujetos en el interior de las esructuras palticas. 4, Say mar ni fo pe en ee ae tons a ai tn an deo pao [Fo ‘Roan gut coy or one soe dela pe 36 Qué raionalidad cientfca supone lo politico del conoci- wpiento, esto 6, la determinscion de la vablidad posbe? Se puode ensayer na respucsa desde dos pics css, sun ue complementaras. ‘ie presente cs un éngulo para rescuar lo politico en la consiciccin de cualquier conocimiento social, podemos ex rninar sus implcaciones ligico-epstemoogicasy confrontarlas Can la racionalidad contenida en la obra de Marx con el fin de ‘slumbrar la raconalidad que se contene, en estado prt Eo, en as andlisis concrete del propio Marx y de urs cls Gi, para establecer lx contnuidad o discontinidad de la es {ructira racial del dicurso cuando se desplaza desde obj tos macrotericos a objets coyunturales, para Jo cual plants ‘nos a siguiente lien derefledcn. ‘La conclencla historiee politica En un trabajo a que hacemos referencia* Sacrstéa ha sin- tetizado may clarsmente el problema. Asumiendo el punto de vista de que la epistemelogla materiaisa dialéctica busca res- pusstas dese lx premisa hegeliana de que slo verdadero es 10 ‘completo, no se puede distinguir en la obra de Marx lo que es nace teGrica de lo que es viskin de la realidad, Si lo tesrico- formal ests inmerso en un horizonte social, visi © paradig- ‘mx, constituido por uns actitud nacional frente a la realidad (actitud que, sin agotarse on lo estictamente teérco, determi ‘a una organizacion del dicurso racional), entonces el mar sismo en esta linea de argumentacién es una construcelén que al sinteizar steorias y evisiine concibe la conciencia histdrica ‘como la concincia teGtioo-politicn de los sujetos sociales lo ‘eur conduce a afirmar que In esencia de esta conciencia histé- rica cs Ja critica en tanto apertura hacia lo objetivo real en ‘constante movimiento, {To anterior leva a la conclusién del predominio de lo his- 5. Mem San, leap craic Ma ncn de rin a Som tans Ri is rere pa 7

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