Clases de narrador El narrador es la figura creada por el autor que narra o refiere los hechos que se cuentan. Lo puede hacer en primera persona gramatical (“Yo habia sido amigo de un sastre en Huamanga, y con él nos habiamos reido a carcajadas de los antiguos sacos de algunos sefiorones avaros que mandaban a hacer zurci- dos.” José Maria Arguedas, Los rios profundos) o en tercera persona gramati- cal (Seis robustos hombres, vestidos con prendas de piel de foca y apostados en la proa, se ocupaban de apartar, con largos palos de puntas de hierro, los hielos que amenazaban chocar con ef barco.” Emi Salgari, Los cazadores de focas de la bahia de Baffin), segin participe o no de la historia que cuenta. Ademas, para clasificar al narrador se puede considerar su grado de conocimientos, es decir, cudnto sabe sobre aquello que refiere. Segtin este criterio, los narradores pueden ser: f Primera persona Protagonista: el narrador es también el per- sonaje protagonista de la historia. Durante algunos meses mi ocupacién consistié en tocar el piano en un comedor oscuro. Me ofa una sola persona. (Felisberto Hernandez, “El comedor j@scuro”.. Testigo: el narrador participa de los hechos parrados, pero no es el personaje principal cel relato, Se limita a contar lo que sabe o ve. Sesidiendo en Paris durante la primavera y parte del verano de! afio 18..., conocia un tal monsieur © Auguste Dupin, Este joven caballero pertenecia @ una excelente e jlustre familia... (Edgar Allan Poe, “Los crimenes de la calle Morgue”.) Tercera persona Testigo: el narrador cuenta acciones en las que no participd, pero parece haberlas pre- senciado 0 escuchado. Por lo tanto sabe menos que los personajes. Cuentan: En Viena ef emperador proclamé un edicto... (Martin Buber, “El acusado”.) Omnisciente: el narrador no participa de la accion ni la presencia, pero sabe mas que los personajes: conoce lo que dicen, piensan, sienten o ven. Fl caminante era lo que su aspec- to indicaba: un joven de Londres, [...] Iba recor- dando [...] que tres afios enteros y acho meses habian transcurrido desde Ia altima vez que visité su padre... (Thomas Hardy, La bien amada.)