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| CIELO - INFIERNO 3Qué es lo que ensefia realmente la Biblia? Este folleto no es para la venta. Es una publicacién de la Iglesia de Dios Unida, una Asociacién Internacional, que se distribuye gratuitamente. Salvo indicacién contraria, las citas biblicas son de Ja versién Reina-Valera, revisién de 1960. El lector notard el uso del término el Eterno en lugar del nombre Jehovd que aparece en algunas ediciones de la Biblia. La palabra Jehovd es una adaptacién inexacta al espafiol del nombre hebreo YHVH, que en opinién de muchos eru- ditos esté relacionado con el verbo ser; En algunas Biblias este nombre aparece traducido como Yahveh, Yavé, Seftor, etc.; en nuestras publicaciones lo hemos sustituido con la expresion el Eterno, por considerar que refleja més claramen- te el carficter imperecedero ¢ inmutable del “Alto y Sublime, el que habita la eternidad” (Isafas 57:15). Introducci6n 1 Introducci6n La mayoria de las religiones y organizaciones eclesidsticas, incluidas casi to- das las iglesias cristianas, ensefian que, al morir, las personas buenas van a cier- ta forma de paraiso celestial. Por lo general, el cielo se considera un lugar de ini- maginable felicidad, el paraiso supremo. Se cree y se ensefia que todos los que van allf vivirén gozosamente para siempre. Sin embargo, teniendo en cuenta el maravilloso lugar que se supone quees, | / tal parece que nadie tiene ninguna prisa por estar allt. De acuerdo con Ietmayorfa de las creencias tradicionales, la muerte es la | puerta al cielo; sin embargo, Ja vemos como algo que debemos evitar a toda cos- ta. Si este viaje al cielo pudiera realizarse por medio de un “expreso celestial”, pronto descubrirfamos que casi nadie esta interesado en comprar un boleto. Ve- riamos que casi todas las personas prefieren continuar su vida actual aqui en la tierra en lugar de estar residiendo en el cielo. Nuestras acciones demuestran que, con muy pocas excepciones, esta es nuestra forma de pensar. Una eternidad .. . zhaciendo qué? Tal vez. una de las razones por las que no nos Ilamala atencién ir al més allé es que nadie nos ha dicho claramente qué es lo que van a hacer Jos justos cuan- do Ileguen al cielo. Si vamos a pasar Ja eternidad alli, es de esperar que Dios nos diga en la Biblia qué es lo que vamos a hacer. ;Estaremos todo el tiempo to- cando arpa o simplemente contemplando a Dios? Estos son conceptos popula- res del cielo, pero la gente no se imagina haciendo esto por toda la eternidad. Al fin y al cabo, jla eternidad es mucho tiempo! Quizd debiéramos preguntarnos si estas ideas tan generalizadas provienen de la Palabra de Dios. Muchas personas que creen que van air al cielo, confie- V san que es muy poco lo que las Escrituras nos dicen acerca de Jo que vamos a << 2 El cielo y el infierno hacer cuando estemos alli. El historiador brit4nico Paul Johnson lo expres6 asi: “Al cielo . . . le falta un incentivo real. De hecho, no tiene ninguna definicién, Es el gran vacfo de la teologfa’” (The Quest for God [“En busca de Dios”], 1996, P. 173). Si el cielo es la meta que Dios les ha fijado a sus siervos, gpor qué ha revelado tan poco acerca de esto en su Palabra, la Biblia? Hay una raz6n muy importante que nos explica por qué cuando buscamos en Ja Biblia lo que van a estar haciendo eternamente en el cielo los “salvos” — aquellos que sean librados de alguna forma de castigo eterno— no encontra- mos respuestas. La explicacién es sencilla: La Biblia no dice en ninguna par- * te que la recompensa de los justos es ir al cielo. Como veremos més adelante, la Biblia nos revela que Dios tiene en mente algo distinto, algo diferente pero muchisimo mejor que los conceptos que Ja mayorfa de las personas tienen acerca del cielo. Preguntas inquietantes acerca del infierno Pero el cielo no es el Gnico problema que tenemos que afrontar cuando con- sideramos Jos conceptos populares acerca de la vida después de la muerte. i La Biblia nos dice que Dios “ha establecido un dfa en el cual juzgaré al ye mundo con justicia” (Hechos 17:31). En esa época, aquellos que se hayan arre- /_ Pentido y se hayan sometido a Jesucristo como su Sefior y Salvador, recibiran a vida eterna. Pero ,qué sucederd con los injustos, aquellos que no den la me- \" dida? ,Ad6nde iran a parar? Muchos de los que profesan el cristianismo creen que los impfos se estarén \- quemando eternamente en las Hamas del infiemo. Dicen que estas son ense- fianzas que se encuentran en la Biblia. Pero conviene hacernos una pregunta muy importante: ;Podrfa un Dios misericordioso someter a los seres humanos aun dolor y tormento inenarrables durante millones de afios, por toda la eternidad? ;Podria el Creador del univer- y soser tan insensible y desalmado? Aunque “la paga del pecado es muerte" (Ro- manos 6:23), el Dios de amor, justicia y misericordia no desea que ninguno, ni siquiera el impfo més incorregible, sufra una agonfa eterna. “No hay otro nombre...” Hay tambign otro aspecto de este tema que les preocupa a muchos. Uno VY de los hechos fundamentales de la Palabra de Dios es el siguiente: “En ningdin 7 otro hay salvacién; porque no hay otro nombre bajo el ciclo, dado a los hom- bres, en que podamos ser salvos” (Hechos 4:12). ,Qué suceder4, entonces, con Le € Introduccién 3 aquellos desventurados que nunca han ofdo el nombre de Jestis? Serdn lanza- ““* dos al fuego junto con aquellos que odian y rechazan a Dios? La verdad es que son muchos millones los que nunca han tenido la opor- tunidad de aprender acerca de Jesucristo o de arrepentirse de sus pecados. Para \, gran ntimero de ellos, esto se debe simplemente al ugar en donde viven. Mu- chos otros que vivieron en otras épocas tampoco tuvieron la oportunidad debi- do precisamente al tiempo en que vivieron. Seria justo que Dios los sometiera ~~ al mismo castigo que les va a dar a aquellos que lo rechazan y se convierten en sus enemigos? Estas preguntas no son hipotéticas —y ciertamente no son triviales— por- | que afectan a la mayorfa de las personas que han vivido en toda la historia del hombre. Cuando examinamos sus tiltimas consecuencias, las respuestas tradi- cionales tienen unas implicaciones muy graves acerca del carécter, la naturale- zay el juicio del ser que los cristianos afirman adorar. Necesitamos afrontar es- tas preguntas de una manera directa y honrada. ,No es hora de que examinemos la verdad biblica acerca del cielo y el infierno? Acompéfienos en un viaje por las paginas de la historia y de la Biblia. ;Es muy posible que encuentre respuestas que le sorprendan! 4 Capitulo} La verdad biblica acerca del alma inmortal Lis creencias més comunes acerca de lo que sucede después de la muerte es- tan basadas en la ensefianza de que cada ser humano tiene un alma inmortal que debe ir a algtin sitio después de que termina la vida fisica. Esta creencia no es exclusiva del cristianismo tradicional. “Todas las re- ligiones afirman que hay un aspecto del ser humano que sigue existiendo des- pués de que la vida fisica ha terminado” (World. Scripture: A Comparative An- thology of Sacred Texts {“Escrituras del mundo: Una antologia comparada de textos sagrados”], Andrew Wilson, director, 1995, p. 225). En otras palabras, todas las religiones creen en alguna clase de esencia inmortal, un espfritu que sigue viviendo después de que muere el cuerpo fisico. En el cristianismo tra- dicional, a esto se le llama “alma inmortal”. Una de las razones por las que prevalecen ciertas creencias acerca del ci lo y del infierno es la falta de un entendimiento adecuado de este tema. Si ex’ te un elemento inmorial en el ser humano, debe liberarse del cuerpo cuando éste muere. Este concepto tiene su fundamento en la creencia del alma inmorial que sale del cuerpo en el momento de la muerte. Pero {qué dice la Palabra de Dios acerca de la existencia de un alma in- mortal? ¢Tiene esta creencia un fundamento biblico? Muchos se sorprenden al enterarse de que las palabras inmortal y alma no aparecen juntas en ninguna parte de la Biblia. “. . . Los telogos confiesan abiertamente que la expresién ‘alma inmortal’ no estd en la Biblia, pero afir- man confiadamente que la Escritura presupone la inmortalidad de cada alma” (The Fire That Consumes [El fuego que consume], Edward William Fudge, 1994, p. 22). La verdad biblica acerca del alma inmortal 5 El hecho de que semejante suposicion tan importante no se enuncie expli- citamente en la Biblia es algo sorprendente, y mds cuando nos damos cuenta de cuanto defienden los tedlogos esta doctrina. Pero si no se encuentra en la Biblia, {dOnde se originé esta idea? El New Bible Dictionary nos dice lo siguiente acerca de los origenes de la doctrina del alma inmortal: “Los griegos pensaban que el cuerpo era un estor- bo para la verdadera vida y ellos esperaban el momento en que el alma fuera li- berada de sus ataduras. Su concepto de Ja vida después de la muerte era la in- mortalidad del alma . . .” (“Nuevo diccionario biblico”, 1996, p. 1010). Segtin esta idea, en el momento de Ja muerte el cuerpo va a la tumba yel alma contimia existiendo como una entidad independiente y consciente. La creencia en la separaci6n entre el cuerpo y el alma estaba muy difundi- daen la sociedad griega, y la ensefid uno de sus fildsofos mas famosos. “La in- Le mortalidad del alma era una de las doctrinas principales del filésofo griego Pla- ton. . . En el pensamiento de Platén, el alma... . tenfa vida inherente y era indi- visible . . . Existfa antes que el cuerpo en el cual habitaba, y también Jo sobrevivia” (Fudge, op. cit,, p. 32). Cémo entré en el cristianismo la idea del alma inmortal ~ El Antiguo Testamento no ensefia el concepto de la inmortalidad del alma. La International Standard Bible Encyclopaedia dice lo siguiente: “. .. En ma- yor o menor grado, siempre ha influido en nosotros la idea griega, plat6nica, de que el cuerpo muere pero el alma es inmortal. Esta idea es totalmente contraria al pensamiento israelita y no se encuentra en ninguna parte del Antiguo Testa- mento” (“Enciclopedia internacional general de la Biblia”, 1960, 2:812). La iglesia del primer siglo tampoco tuvo esta creencia. “Se considera que esta doctrina es una innovacién posapostdlica, y no s6lo no es innecesaria sino.” que es algo que impide directamente la interpretacién y el entendimiento co- rrectos de la Biblia” (Fudge, op. cit., p. 24). mejante idea no tenfa cabida en Ja iglesia durante el tiempo de los c6mo Ileg6 a ser tan importante en la doctrina cristiana? Varios eruditos han reconocido que las ensefianzas de Platén y de otros fi- J6sofos griegos han ejercido una profunda influencia en el cristianismo. Jeffrey Burton Russell dice: “. . . Los tedlogos son los responsables de que la idea no biblica de la inmortalidad, en lugar de morir, floreciera . . . Estos admiraban la filosoffa griega [y] en ella encontraban respaldo para la idea del alma inmor- tal...” (A History of Heaven [“Historia del cielo”), 1997, p. 79). 6 Elcielo y el infierno ElUnterpreter's Dictionary of the Bible nos dice que “la ‘partida’ del nefesh [voz hebrea que a veces se traduce por “alma”] debe ser considerada como una figura literaria, porque éste no contintia existiendo independientemente del Cuerpo, sino que muere con él... . Ningtin texto biblico respalda la afirmacién de que el ‘alma’ se separa del cuerpo en e] momento de la muerte” (“Dicciona- * tio biblico del intérprete”, 1962, 1:802). ~~ (Debemos aceptar una ensefianza que no proviene de las Sagradas Escri- turas? Muchas personas dan por sentado que sus creencias estan basadas en la vida y ensefianzas de Jesucristo o que en alguna forma estan fundamentadas en Ja Palabra de Dios. Sin embargo, en su oracin al Padre, Jesiis dijo: “Tu pa- | labra es verdad” (Juan 17:17). ¢Le ha dado Dios al hombre la libertad de to- mar conceptos de los fil6sofos del mundo y de incorporarlos dentro de las en- | sefianzas biblicas? \ __ Dios inspiré al apéstol Pedro a escribir: “Entendiendo primero esto, que ninguna profecfa de la Escritura es de interpretacién privada, porque nunca la profecfa fue trafda por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espiritu Santo” (2 Pedro 1:20-21). Debemos analizar las palabras de Jestis, de los profetas y de los apdstoles, tal como es- tén consignadas en las Sagradas Escrituras, si es que queremos entender la ver- dad acerca de la doctrina de la inmortalidad del alma o de cualquier otra ense- fianza religiosa. Investiguemos en las Escrituras para ver realmente lo que la Biblia nos dice acerca del alma. El alma en las Escrituras hebreas \ __ ElAntiguo Testamento nos ensefia que el alma muere. En Génesis 2:7 lee- mos acerca de Ja creacién de Adan, Cuando Dios le dio vida a Adan, éste fue “un ser viviente”. En otros pasajes de la Escritura se utiliza la misma expresiGn, “ser viviente”, aun cuando se hace referencia exclusivamente a los animales y k no a los seres humanos (Génesis 9:12; Levitico 11:46). Dios le dijo a Adin y a Eva que si le desobedecian, ciertamente morirfan (Génesis 2:17; 3:2-3). Dios también le dijo a Adan que él habia sido tomado del polvo de la tierra y que volveria a ella (Génesis 3:19). w Enel Antiguo Testamento, la voz hebrea nefesh se utiliza para referirse al hombre en mds de 130 ocasiones. También se usa para referirse a las criaturas del mar (Génesis 1:20-21), a las aves (v. 30) y a los animales en general, inclui- do el ganado y los que se arrastran, como los reptiles (v, 24). aK Se los seres humanos puedan heredar la vida eterna, la vi La verdad biblica acerca del alma inmortal 7 Por lo tanto, si decimos que el hombre es un alma inmortal que habita tem- poralmente un cuerpo fisico, tendremos que decir lo mismo acerca de los ani- males, porque en la Biblia se utiliza el mismo término para referirse tanto al uno como a los otros. Sin embargo, ningtin erudito serio harfa semejante pronuncia- miento acerca de los animales. La verdad es que el término nefesh, que en algu- nos pasajes se traduce por “alma”, se aplica a cualquier ser viviente (ya sea hom- bre o animal), y no a alguna esencia viva e independiente que habita el cuerpo. Una de las afirmaciones categéricas que hace la Biblia acerca del “alma” es que ésta puede morir: En Ezequiel 18:4 y 18:20 podemos leer claramente que “el alma que pecare, esa moriré”. El contexto de estos versfculos nos muestra que el alma se identifica con el ser humano mismo, no con una entidad separa- da que existe independientemente del huésped fisico. Las Escrituras nos dicen que los muertos no tienen conciencia: “Los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben . . .” (Eclesiastés 9:5). No siguen conscientes en otro estado u otro lugar. La ensefanza del Nuevo Testamento \ El Nuevo Testamento contiene varias afirmaciones que confirman que los impos incorregibles van a morir en forma definitiva y permanente, En Mateo 7:13-14 Jestis exhorta a sus discfpulos para que escojan el cami- “ no que conduce a la vida: “Entren por la puerta estrecha. Porque es ancha la puerta y espacioso el camino que conduce ala destruccién, y muchos entran por ella” (Nueva Versi6n Internacional). Luego, hablando del camino de la justi dice: “Pero estrecha es la puerta y angosto el camino que conduce a Ja vida, y son pocos los que la encuentran”, En estos versiculos se establece un contraste directo entre dos conceptos opuestos: la destruccién y la vida. Jestis dejé muy claro cuiil era el propésito de su vida: “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10). Aunque la obediencia a Jestis y a Dios ciertamente trae bendiciones ahora, es innegable que el aspecto principal de la misién de Jestis era preparur el camino para que inmortal en el Reino de Dios. Jestis se identificé a sf mismo como “el pan que desciende del ciclo, para que el que de él come, no mwera” (Juan 6:50). Si el hombre ya tuviera in- herente la vida etema por el hecho de poseer un “alma inmortal”, :qué sentido tendria que Jess se ofreciera para que el hombre no muriera? El apéstol Pablo también declaré que los inicuos morirdn: “;No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de a, vw \v Vw Vv Elcielo y el infierno aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, 0 sea de la obediencia para justicia? . . . Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de la justicia. Pero qué fruto tenfais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzais? Porque el fin de ellas es muerte” (Romanos 6:16, 20-21). Aque- los que sean esclavos del pecado, aquellos que se nieguen a arrepentirse de su desobediencia a Dios, perecerdn. Romanos 6:23 es uno de los versiculos que més claramente destaca la rea- lidad del tema que nos ocupa. Sin embargo, muchas personas o hacen caso Aigures cen aue hay varios pases de la Escritura que respaldan la creencia en un alma inmortal. Analicernos tres de estos pasajes y entendamos lo que dicen realmente. Mateo 10:28 “No teméis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed mas bien a aquei que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno” (Mateo 10:28). ¢Acaso Jestis estaba afirmando aqui que el alma es inmortal? Si analizamos detenidamente este versiculo veremos que lo que Jestis realmente ensené era que el aima, lejos de ser inmortal, es sus- ceptible de ser destruida por fuego. El estaba advirtiendo acerca del juicio de Dios. Dijo que no hay que temer a aquellos que pueden destruir Unicamen- te el cuerpo fisico (del griego soma), sino que debemos temer a Dios porque él es capaz de destruir también el alma (osyjé en griego). En palabras sencillas, Jestis es- taba mostrando que cuando un hombre mata a otro, esta muerte es algo ternpo- ral. Dios puede resucitarlo, bien sea en esta vida (Mateo 9:23-25; 27:52; Juan 11:43-44; Hechos 9:40-41; 20:9-11) 0 éEnsefia la Biblia que tenemos un alma inmortal? en el futuro Juan 5:25-29). Debemos re- verenciar a Dios, quien es el tinico que puede eliminar toda posibilidad de una Tesurreccion posterior. Cuando Dios des- truya a alguien en el “infierno”, esa des- trucci6n sera definitiva y permanente. éDe qué “infierno” se esta hablando en este versiculo? La palabra griega que se utiliza aqui es gehenna, que proviene de la combinacién de dos palabras he- breas: ge e hinnom, que quieren decir “valle de Hinom’. Este término se referia originalmente al valle que esté al sur de Jerusalén, donde se adoraban deidades paganas, Por la reputacién que tenia este valle de ser un lugar aborninable, mas adelante se / convirtié en un botadero de basura en e! WY C8 \ > cual se quemaba todo tipo de basuray desechos. Gehenna se convirtié en sinoni- mode “quemadero”, un sitio en el cual se tiraban y se quemaban los despercicios. Sdlo Dios puede destruir completa- mente la existencia humana y ademds \ quitar toda esperanza de resurreccion. Las Escrituras nos ensefian que Dios va a quemar alos impios incorregibles y redu- cirlos a cenizas (Malaquias 4:3; Apocalip- sis 21:8). Vv La verdad biblica acerca del alma inmortal 9 omiso de lo que dice o lo interpretan de una manera que le cambia totalmente \. el sentido. Pablo escribi “La paga del pecado es muerte, mas la dddiva de Dios es vida eterna en Cristo Jestis Sefior nuestro” En este versiculo encontramos dos verdades fundamentales pero no siem- pre comprendidas. Primero, que el castigo de los impfos es la muerte —la ce- \_, sacién de la vida—no una vida eterna de sufrimiento en algiin otro lugar. Y s gundo, que nosotros no poseemos vida inmortal, pues ésta es algo que Dios tie- ne que darnos. De este versiculo aprendemos que no poseemos nada de 1 Tesalonicenses 5:23 Muchos se sienten confundidos por la expresion que el apdstol Pablo utilizé en su primera carta a los tesalonicenses: "Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espiritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensi- ble para la venida de nuestro Sefior Jesu- cristo” (1 Tesalonicenses 5:23). Qué quiso decir el apdstol con la fra- se: “todo vuestro ser, espiritu, alma y cuerpo"? ‘A\ decir espiritu (oneuma en griego), Pablo se estaba refiriendo a la mente hu- mana, la que nos da la capacidad de ra- zonar, crear y analizar nuestra existencia. Por “alma” (osyjé) Pablo estaba hablan- do de la vida fisica y su conciencia. Al ha- blar de “cuerpo” (soma) se referia al or- ganismo humano. Pablo deseaba que la totalidad de la persona —su mente, ener- gia vital y cuerpo fisico— estuviera santi- ficada e irreprensible. 9-11 “Cuando abrié el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habian sido. muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenfan. Y clama- ban a gran voz, diciendo: ; Hasta cuando, Sefior, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran ena tierra?” (Apocalipsis 6:9-10). Apocalipsis Para entender este pasaje debemos tener en cuenta el contexto. E| apéstol Juan estaba recibiendo una visién mien- tras estaba “en el espiritu" (Apocalipsis 4:2). Por inspiraci6n estaba viendo, por medio de simbolos, ciertos eventos que van a ocurrir en el futuro. El quinto sello representa la gran tribulaci6n, un tiempo de conflicto mundial que precede al re- greso de Cristo. En esta vision, Juan ve bajo el altar a los creyentes que han sido martirizados por su fe en Dios. Estos sim- bdlicamente claman: ”|Venga nuestra sangre!” Esto puede ser comparado a “la voz de la sangre” de Abel que cla- maba a Dios desde la tierra (Génesis 4:10). Ni las almas ni la sangre pueden hablar literalmente; estas frases demues- tran, en lenguaje figurado, que el Dios de justicia no va a olvidar las malas obras que la humanidad ha realizado en contra de sus fieles siervos. Este versiculo no describe almas in- mortales que han ido a vivir al cielo. La Biblia confirma que “nadie subié al cie- lo, sino el que descendié del cie del Hombre, que esté en el cielo” 3:13). Aun el rey David, un hombre con- forme al corazon de Dios (Hechos 13:22), fue descrito por e! apéstol Pedro como alguien que “murié y fue sepulta- do” (Hechos 2:29), no alguien que siga vivo en el cielo 0 en algtin otro estado o lugar. a Le LY a he lv TOS OS 10 Elcieloy el infierno inmortalidad; antes bien, tenemos que recibirla como don de Dios por medio de nuestro Salvador Jesucristo. El apéstol Pablo dice algo parecido en Gdlatas su came, de la came segaré corrupcién; mas el que siembra para el Espfritu, del “B] que siembra para @ expresion alma inmortal no se en- cuentra en ninguna parte de la Bi- blia. En dénde se origind, entonces, la idea de un alma que no puede morir? E! concepio de la supuesta inmortali- dad del alma se ensefié por primera vez en el antiquo Egipto y en Babilonia. “La creencia de que el alma continua exis- tiendo después de que el cuerpo se de- sintegra es... . una especulacion... que no se ensefia explicitamente en ninguna Parte de las Sagradas Escrituras ... La creencia en la inmortalidad del alma lle- 96 a los judios por medio del contacto con el pensamiento griego y primordial- mente por medio de! fildsofo Plat6n, su principal expositor, quien a su vez fue lle- vado a creerio por los misterios orficos y eleusinos, los cuales mezclaban en for- ma extratia creencias babildnicas y egin-~ das" Vewish Encyclopedia {" Enciclope- dia judia”], 1941, 6:564, 566. Platon (428-348 a.C.), fildsofo grie- go y discipulo de Sécrates, ensefiaba que el cuerpo y el alma inmnortal se se- paraban en el momento de fa muerte. | En The international Standard Bible Encyclopaedia se hace el siguiente co- mentario acerca del concept que se | tenia del alma en el antiquo Israel: Nosotros siempre recibimos en ma- | yor o menor grado ja influencia de la | idea griega platénica de que el cuerpo muere, pero el aima es inmortal. Esta idea es totalmente contraria al conoci- La historia de la ensehanza del alma inmortal miento israelita y no se encuentra en ninguna parte del Antiguo Testamen- to” ("Enciclopedia internacional gene- ral de la Biblia”, 1960, 2:812). Aun cuando el evangelio de Cristo estaba siendo predicado en el mundo griego y en el romano, las filosofias grie- gas influian en el cristianismo primitive, Por el afio 200 la doctrina de la inmorta- lidad del alma originé una controversia entre los que se consideraban cristianos, En The Evangelical Dictionary of The- ology se hace notar ei hecho de que Origenes, tedlogo antiguo y muy respe- ‘tado, tuvo la influencia de los pensado- Tes griegos: “Después de la muerte de los apéstoles, la filosofia griega tuvo una influencia profunda en las especu- laciones de la iglesia acerca del alma. Esto es evidente en el hecho de que Ori- genes acepts la doctrina de Platon se- gun la cual el alma, originalmente, pre- existia corno mente pura (nous), la cual, a consecuentcia de su caida de Dios, se enfrié y se convirtié en el . cuando perdié fuego divino al volver la tierra” (" Diccionario evangélico de teo- logia”, 1992, p. 1037). La historia secular nos revela que el concepto de la inmortalidad del alma 5 una creencia muy antigua aceptada por muchas religiones paga- Nas. Pero no es una ensefianza biblica ni apostdlica. La verdad biblica acerca del alma inmortal ul Espiritu segard vida eterna”. Esto nos muestra que la vida eterna es algo que podemos recibir en el futuro, pero no es algo que ya poseemos. Y en Filipenses 3:18 Pablo habla acerca de aquellos que son “enemigos de Ja cruz de Cristo”. El versiculo 19 nos dice que su fin es la perdici6n, no el tor- mento eterno en otra vida después de la muerte. La verdad acerca de la mortalidad del hombre esta implicita en estas pa- Jabras de Jestis: “El que venciere, no sufrird dafio de la segunda muerte” (Apo- calipsis 2:11). La segunda muerte es la que sobrevendra como resultado de ser lanzado “en el lago que arde con fuego y azufre” (Apocalipsis 21:8; ver tam- bién 20:6, 11-15). La segunda muerte es definitiva e irrevocable, pues de ella no habrd resurrecci6n. {Tiene entonces el hombre un alma inmortal, 0 es el hombre un alma in- mortal? La Biblia afirma categ6ricamente que el hombre es temporal, del pol- vo de la tierra. Los seres humanos no tenemos inmortalidad inherente. En las Escrituras se nos revela que los que se salven se vestirén de inmor- talidad (1 Corintios 15:53-54); recibirén la vida eterna como dadiva de Dios por medio de la resurrecci6n. Esto ocurriré en el momento del retorno de Je- sucristo, al sonar la ultima trompeta (vv. 50-52), y no en el momento en que fi- naliza la vida fisica. Hasta ese momento, la vida del hombre no es mas perma- nente que la de los animales. v 12 Capitulo I! {Podra un Dios amoroso atormentar a las personas en el fuego para siempre? Hhecames una prueba. O quiz sea mejor solamente imaginérnosla, ya que la prueba en sf misma serfa muy dolorosa. Si usted enciende un fésforo y sostiene un dedo en esta pequefia llama por espacio de cinco segundos, ;qué sucedera? De inmediato usted gritard, y en los dias siguientes se sentiré muy angustiado con el dolor de la quemadura. Tal vez usted ha visto a una persona quemada que ha quedado desfigura- da después de tan terrible experiencia. Imaginese caminando en medio de Ila~ mas que le quemen y le carbonicen la piel. Qué clase de agonfa cree que sen- tirfa si esto durara unos segundos, o un minuto 0 toda la vida? jLa idea es horripilante! E] solo hecho de imaginar que alguien quisiera torturar a otro por este medio es devastador. Entonces gpor qué hay tantas personas que estn dispuestas a aceptar la idea de que el Dios que adoran y al cual tienen en tan alta estima, ser capaz de infli- gir semejante castigo no s6lo a unos pocos, sino a una gran multitud de perso- nas que muere diariamente? {Cémo puede encajar esto con la descripcién que encontramos en la Biblia de un Dios infinitamente amoroso y misericordioso? El concepto tradicional Por siglos se ha ensefiado el punto de vista tradicional de que el infierno es un caldero hirviente de castigo interminable. Tal vez.el primero que expuso esta teorfa entre los cristianos fue Tertuliano, quien vivi6 entre los afios 160 y 225 ¢Podrd un Dios amoroso atormentar a las personas en el fuego para siempre? 13 d.C. Luego, en el tercer siglo Cipriano de Cartago escribié: “Los condenados se quemarén para siempre en el infierno, Las llamas devoradoras serin su destino eterno. Sus tormentos no disminuiran ni tendrén fin” (Peter Toon, Heaven and Hell: A Biblical and Theological Overview [Cielo e infierno: Un resumen bi- blico y teolégico”], 1986, p. 163). Este punto de vista ha sido reconfirmado oficialmente en muchas ocasiones. Un edicto del concilio de Constantinopla (el moderno Estambul), del afio 543, afirma lo siguiente: “. .. Cualquiera que diga que el castigo de los demonios y de “~~ Jos impfos no ser4 eterno . . . sea anatema” (D.P. Walker, The Decline of Hell: Se- venteenth-Century Discussions of Eternal Torment (“La decadencia del infiemo: Discusiones acerca del tormento eterno en el siglo xvu”], 1964, p. 21). En 1215, el concilio de Letran reafirm6 su creencia en el castigo eterno con ~~ estas palabras: “Los condenados irdn al castigo eterno con el diablo . . .” (Toon, op. cit., p. 164). La confesién de Augsburgo, de 1530, dice lo siguiente: “Cris- to regresaré . . . para dar vida eterna y gozo imperecedero a los creyentes y alos ~ elegidos, y a condenar a los hombres impfos y a los demonios al infiemno y al castigo eterno” (Toon, op. cit, p. 131). Las ensefianzas acerca de este tema han variado inmensamente, depen- diendo del tedlogo o de Jas ideas del historiador eclesiastico que uno lea. Pero hablando en términos generales, la creencia mas comtinmente aceptada es que 1“ el infierno es un lugar en el que Jas personas son torturadas, pero nunca consu- midas, por Hamas que nunca se extinguen. Et lugar del infierno ha sido ampliamente discutido. Algunos tienen la idea \-~ de que es en el Sol. Por siglos, la idea més aceptada ha sido que el infierno est dentro de la Tierra en una gran edmara subterrinea. La descripcién més clara y ._- detallada del infierno como un lugar, tal como el hombre Jo ha proclamado, no se encuentra en la Biblia sino en un libro del siglo xtv, Divina Comedia, obra del poeta italiano Dante Alighieri. Dante describié un viaje imaginario a través del infierno, repleto de personas sometidas a suftimientos indescriptibles. El concepto popular del infierno es una mezcla de pequefias porciones de la verdad biblica combinadas con ideas paganas e imaginaciones humanas. Como veremos, esto ha producido una imagen totalmente errénea de lo que ocurre con los impfos después de la muerte. Conceptos modernos acerca del infierno Una interpretacién mas modema rechaza la idea del tormento fisico y ale-v” ga que la tortura del infierno es la angustia mental causada por la separacion de VY 14 Elcielo y el infierno Dios, Cada vez es mayor el nimero de personas que acepta esta versién de la ensefianza acerca del infierno. El papa Juan Pablo II “declaré que ‘el infierno no es un castigo externo im- puesto por Dios’, sino que es la consecuencia natural de la decisién que toman los pecadores no arrepentidos de vivir separados de Dios” (revista U.S. News & World Report, 31 de enero de 2000, p. 48). Otros han rechazado por completo Ja doctrina del castigo del infiemo y creen que todos serfn salvos. {Por qué hay tantas diferencias en las ensefianzas acerca del infierno? La raz6n es que, al igual que sucede con la creencia en Ja inmortalidad del alma, los conceptos erréneos del infierno estén basados en las ideas del hombre, en las ensefianzas de la Biblia. EE ° Un Dios furioso Una de Jas descripciones més grdficas de los tormentos del infierno, tal como ha sido concebido por el hombre, fue dada por el te6logo puritano Jonathan Ed- wards en un serm6n en 1741 titulado “Pecadores en las manos de un Dios furio- so”. El dijo: “EI arco de la ira de Dios est tenso y sus flechas han sido prepara- das . . . [por] un Dios furioso . .. ;Nada, excepto su sola voluntad, impide que en este momento usted sea sumido en Ja destruccién permanente! El Dios que lo mantiene a usted suspendido sobre el abismo del infierno, como quien mantiene una arafia o algtin insecto odioso sobre el fuego, lo aborrece a usted y ha sido pro- vocado espantosamente; la ira que siente por usted arde como el fuego; él consi- dera que usted no merece nada distinto, excepto ser lanzado al fuego . . . ” Asus ojos, usted es diez mil veces mas abominable que la mds odiosa ser- piente venenosa lo es a los nuestros. Usted lo ha ofendido . . . y nada, excepto su mano, lo sostiene para que no caiga en el fuego en cualquier momento .. . ”;Oh pecador! Considere el espantoso peligro en el que esta: usted esta sus- pendido por la mano de Dios sobre un homo gigantesco de ira, un foso ancho y sin fondo, lleno del fuego de la i . Usted esta pendiendo de un hilo delgado, rodeado por las !lamas de la ira divina que se alzan amenazadoras, listas en cual- quier momento para quemar este hilo para que se rompa”. Este concepto falso de Dios y del infierno es tan terrible que la perspecti- va de semejante destino caus6 una gran angustia, miedo y ansiedad en muchos puritanos. “El énfasis desmedido en el infierno y en Ja condenacidn, unido a una excesiva auto-critica, condujo a muchos a la depresién clinica; el suicidio parece haber sido muy comin” (Karen Armstrong, A History of God (““Histo- ria de Dios”], 1993, p. 284). ¢Podrd un Dios amoroso atormentar a las personas en el fuego para siempre? 15 Los puritanos no han sido los tinicos en sentirse atormentados por el te- mor al fuego del infierno. Desde que este concepto no biblico ha sido incor- porado en las ensefianzas religiosas, son muchas las personas que se han vi to aterrorizadas por él. Al igual que Jonathan Edwards, muchos otros predi dores y maestros se han valido de métodos parecidos para intimidar a las personas y hacer que crean y obedezcan. Una de las razones por las que ha sobrevivido este concepto del infierno es porque los tedlogos creyeron que tal ensefianza detenfa a las personas de hacer el mal. “Se crefa que si el temor del castigo eterno fuera removido, mu- chas personas se comportarfan sin ninguna restricci6n moral y la sociedad cae- rfa en una orgfa de anarqufa” (Walker, op. cit., p. 4). éPuede un Dios compasivo torturar para siempre? 2Es posible reconciliar el concepto de un Dios que aterroriza a las perso- nas con el miedo del tormento eterno en el infierno, con el compasivo y mise- ricordioso Dios que encontramos en Ja Biblia? El Dios verdadero es un Dios de amor que no quiere que ninguno perezca (2 Pedro 3:9). Nos dice que debemos amar incluso a nuestros enemigos (Mateo 5:44). El “hace salir su sol sobre ma- los y buenos, y . . . hace Hover sobre justos € injustos” (v. 45). Sin embargo, el concepto tradicional del infierno nos harfa creer que Dios castiga de una ma- nera cruel y vengativa a sus enemigos por toda la eternidad. La idea de que Dios sentencie a las personas al castigo eterno es algo tan repulsivo que ha hecho que algunos dejen de creer en Dios y que le den la es- palda al cristianismo. Tenemos, por ejemplo, el caso de Carlos Darwin, quien en su autobiogra- fia privada escribi6: “‘Asf, la incredulidad me envolvié lentamente, pero por fin se hizo completa . . . No puedo entender cémo alguno quisiera que el cristianis- mo fuera verdad; si esto es asf. el lenguaje del texto parece indicar que los hom- bres que no crean . . . serdin castigados eternamente, Esta es una doctrina abomi~ nable” (Paul Martin, The Healing Mind: The Vital Links Between Brain and Be- havior, Immunity and Disease ("La mente que sana: Las correlaciones esenciales entre el cerebro y la conducta, Ja inmunidad y Ja enfermedad}, 1997. p. 327). 7 Pero el problema no es que la Biblia ensefie esta “doctrina abominable”, \. sino que ;]os hombres han propagado una interpretacién errénea de lo que la Biblia realmente dice! Otros aspectos de la doctrina tradicional del infierno simplemente son una ofensa para los sentidos. Uno de ellos es que las personas justas, las que 16 Elcieloy el infierno se salven, podrdn observar el tormento de los impfos. “. . . Parte de la felicidad de los justos consiste en contemplar los tormentos de los condenados. Esta vi- si6n les produce goz0 porque es una manifestacién de la justicia de Dios y su odio por el pecado, pero mas que nada porque marca el contraste y les permi- te reconocer su propia felicidad” (Walker, op. cit., p. 29). Segtin este razonamiento perverso, los padres tendrfan que presenciar el su- frimiento de sus propios hijos, y viceversa. Los esposos y esposas verfan la tor- tura interminable de sus cényuges. Lo peor de todo es que esta doctrina hace ver a Dios como un monstruo sadico y cruel. Distintas palabras, distintos conceptos \” __Enel hebreo y el griego, idiomas en que originalmente fue escrita Ja ma- yor parte la Biblia, hay diferentes palabras que designan distintos aspectos de Jo que les sucede a los muertos, y s6lo una tiene que ver con el fuego. Veamos por qué hay tanta confusi6n acerca de este tema. B idea de que el infierno es un lugar de tormento que arde perpetuamente, proviene en parte de un malentendido acerca de lo que dice Apocalipsis 14:9- 10: "Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca . . . sera ator- mentado con fuego y azufre delante de los santos angeles y el Cordero” Tengamos en cuenta que el versiculo 8 sefiala el tiempo en que se cumplira este versiculo. Esta hablando de la des- trucci6n de la moderna “Babilonia”, lo que sucedera cuando regrese Jesuctisto. Mateo 25:31 nos dice que a su regre- 0, Cristo estara acompariado por todos los santos angeles. En ese tiempo él des- truird el sistema idolatrico que se llama Babilonia, y aquellos que hayan llegado a set parte de él sentiran la ira de Dios. Este pasaje no dice que esas personas van a ser atormentadas continuamente en el infierno. Lo que dice es que el Pasajes malentendidos humo de su tormento ascenderé para siempre (Apocalipsis 14:11). A medida que el humo asciende, se va combinan- do con el aire circundante y se va dilu- yendo més y més. El rey David escribié en Salmos 37:20: "Los impios pereceran [no seran torturados para siempre en el in- fierno] . . . seran consumidos; se disipa- ran como el humo". Este pasaje del Apocalipsis no esta di- ciendo nada acerca de que la gente va a ser torturada para siempre en el infierno. La ensefianza clara de la Biblia acerca del castigo de los impios es muy diferente, y Ja hemos explicado en este folieto Aquellos que insisten en que la Biblia ensefia que haba un castigo eterno en el fuego deberian preguntarse si esta creencia concuerda con lo que la Biblia Nos ensefia acerca de Dios. Por ejemplo, écomo puede Dios tratar de una mane- ra justa con aquellos que han vivido y ¢Podrd un Dios amoroso atormentar a las personas en el fuego para siempre? \T La palabra hebrea seol que se usa en el Antiguo Testamento tiene el mis- mo significado que la palabra griega hades que aparece en el Nuevo Testa- mento. De hecho, en la versién Reina-Valera de la Biblia (revisién de 1960) y en otras versiones, estas dos palabras no son traducidas al espaiiol sino sim- plemente transliteradas. (Una excepcién la encontramos en 1 Corintios 15:55, en donde hades se traduce por “sepulcro”.) El Anchor Bible Dictionary (“Diccionario bfblico Anchor [ancla]’”) nos explica el significado de ambas palabras: “La palabra griega Hades .. . se re- fiere al lugar de los muertos . . . El antiguo concepto hebreo del lugar de los muertos, més comiinmente Ilamado Seol . . . generalmente es traducido por Hades, un término que los judios usaban con frecuencia cuando escribfan en griego” (1992, 3:14). Tanto seol como hades se refieren a la tumba. Esto lo podemos confirmar al comparar un versiculo del Antiguo Testamento con uno del Nuevo. En Sal- mos 16:10 leemos: “Porque no dejaras mi alma en el Seol, ni permitirds que tu wv y Kc ¢ S han muerto sin recibir la oportunidad de ser salvos? Entre éstos estan incluidos los millones de bebés que han muerto y los miles de millones de incrédulos 0 iddla- tras que han vivido y han muerto sin co- nocer nunca a Dios nia su Hijo. Desgra- ciadamente, la inmensa mayoria de las personas que han existido estan dentro de esta categoria. Ante esta dificil pregunta algunos te6- logos suponen que todos aquellos que nunca han tenido la oportunidad de co- nocer a Dios o de oir el nombre de Cristo recibiran una especie de ” pase de favor” Argumentan que debido a que la igno- rancia de tales personas obedece a cir- cunstancias fuera de su control, Dios les permit ir al elo a pesar de su falta de arrepentimiento. Si esto fuera cierto, en- tonces se abriria la inquietante posibili- dad de que los esfuerzos misioneros en algunos lugares serfan la causa de que la gente que por alguna razon no aceptara sus ensefianzas, jtuviera que agonizar eternamente en las liamas del infierno! Dilemas como éste han dejado a mu- chos tedlogos y otros cristianos en un ca llej6n sin salida. Por consiguiente, algunos se han atrevido a desafiar el concepto tra- dicional. "... En cada generacién hay per- sonas que ponen en tela de juicio la creen- ia ortodoxa de un tormento consciente que dura para siempre” (Four Views on Hell {Cuatro perspectivas del infierno", William Crockett, director, 1996, p. 140). Sin embargo, como ya hemos visto, los concilios eclesiasticos han mantenido la doctrina alo largo de los sigios. Es muy dificil que desaparezca esta idea tan fir- memente arraigada en la creencia tradi- clonal cristiana Como lo informé una revista de noti- cias: "Sin lugar a dudas, las poderosas imagenes del infierno continuaran ame- nazando a la humanidad, que por més de 2.000 afios las ha tenido que sobrellevar como un macabro y siniestro recordatorio de la realidad del mal y sus consecuen- cias” (U.S. News & World Report, 31 de enero de 2000, p. 46). Q s S < 18 El cielo y el infierno santo vea corrupcién”. ¥ en Hechos 2:27 el apéstol Pedro cita este versiculo al referirse a Jesucristo; aqui la voz griega hades sustituye la palabra hebrea seol, i Adénde fue Jestis cuando muri6? Fue a la tumba; fue puesto en el sepul- cro de José de Arimatea. Los dos pasajes, el de los Salmos y el de los Hechos, dicen que el cuerpo de Jesisno se descompuso en la tumba porque Dios lo re- sucit6, nl Tos pasajes en que se utilizan estas dos palabras simplemente estén ha- blando acerca de la tumba, el lugar adonde van todos, buenos y malos, cuan= do mueren, Otras dos palabras griegas Hay dos palabras griegas que son traducidas por “infierno” en el Nuevo ‘Testamento. Una de ellas es tartaroo, que aparece una sola vez en el texto bf- blico (2 Pedro 2:4) y tiene que ver con el lugar donde los Angeles cafdos o de- monios estén guardados en espera del juicio, Bl verbo tartarco significa “con- finar en el Tértaro . . . el T4rtaro era el nombre utilizado en la mitologfa griega para designar el ugar en el que los dioses rebeldes estaban confinados” (Law- tence Richards, Expository Dictionary of Bible Words [Diccionario expositi- vo de palabras de la Biblia”], 1985). E] apéstol Pedro aludié a la mitologia contemporénea para mostrar que a los angeles pecadores, Dios “los entregé a prisiones de oscuridad, para ser re- servados al juicio”. Los angeles que pecaron estén en un lugar o condicién de restriccién, en espera del juicio final por su rebelién contra Dios y su influencia destructiva en la humanidad. Tartaroo se aplica tinicamente a los demonios: en ninguna parte se usa para referirse a un fuego infernal en el que los seres hu- manos son castigados después de la muerte. La otra palabra griega que es traducida en la Biblia por “infierno” es ge henna, Este vocablo tiene que ver con un castigo con fuego, pero no en Ja fo: ma en que la mayorfa de las personas se imaginan el infierno. Gehenna se refiere a un valle justo afuera de Jerusalén. La palabra se deri- va del hebreo Ge-Hinnom, el valle de Hinom (Josué 18:16). En la época de Je- stis este valle era lo que hoy Hamarfamos el basurero municipal, el lugar en el que se quemaban todos los desperdicios, desechos y basura, y que constantemente estaba ardiendo. Los cadaveres de los animales y de los criminales despreciables también eran arrojados a la Gehenna para ser quemados allt. Jestis hablo de este lugar especifico y lo que ocurria allf para ayudarnos a entender el castigo que en el futuro tendriin aquellos pecadores que no quieran arrepentirse. Me ¢Podrd un Dios amoroso atormentar a las personas en el fuego para siempre? 19 éHay gusanos inmortales en el infierno? En Marcos 9:47-48 Jestis se refirié especificamente ala Gehenna y alo que ,/ ocurria allf. Pero sin un entendimiento hist6rico adecuado, es facil sacar con- clusiones erréneas. Veamos lo que dijo: “Si tu ojo te fuere ocasién de caer, sécalo; mejor te es entrar en el reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser echado al in fiemo [gehenna, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apa- ga”, Cualquier habitante de Jerusalén hubiera entendido inmediatamente lo que Jestis estaba diciendo, porque la Gehenna —el valle de Hinom— estaba al sur de la ciudad, justo fuera de los muros. Sin este conocimiento, no es dificil formar conceptos erréneos acerca de este versiculo. Algunos creen que el “gusano” es el remordimiento de concien-\_~ cia que la gente sufre en el infiemno. “El gusano de ellos no muere’ siempre se ha interpretado figurativamente, como la angustia de la envidia y el remordi- miento” (Walker, op. cit., p. 61). Muchos creen, ademas, que Ia frase “el fuego , nunca se apaga” se refiere a las llamas que siempre arden y torturan a los con- denados. Este pasaje frecuentemente ha sido interpretado sin tener en cuenta el con- texto. Al decir “donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga”, Jestis estaba citando de Isafas 66:24. Para entender adecuadamente las palabras de Jestis es necesario examinar este pasaje. El contexto de Isafas 66 se refiere ala época en la cual Dios dice que “ven- drain todos a adorar delante de mi” (v. 23), un tiempo en el que ya no habra mis impios. {Qué les ocurriré a ellos? En el versiculo 24 leemos que las personas “saldrén, y ver’in los cadaveres de los hombres que se rebelaron contra mf; por: que su gusano nunca moriré, ni su fuego se apagar4, y serdn abominables a todo hombre”. ‘ Tengamos en cuenta que los cuerpos que van a ser afectados por los gusa- nos estarén muertos; no se trata de personas vivas que agonicen en las llamas \ del fuego. Cuando Jesiis regrese, él va a luchar contra todos aquellos que se le opongan (Apocalipsis 19:11-15). Los que caigan en la batalla no van a ser en- terrados; sus cadaveres quedarén en la tierra, y las aves de rapifia y los gusanos , (cresas) se van a comer su carne. Y Segiin el Theological Wordbook of the Old Testament (“Léxico teolégico dal Antiguo Testamento”), la palabra hebrea original que fue traducida por “gu- sano” en Isafas 66:24 significa “gusano, cresa, larva”, Ni Isafas ni Jestis estaba Elcielo y el infierno La parabola del rico y Lazaro Je, dio una parabola: “Habia un hombre rico, que se vestia de purpura y de lino fino, y hacia cada dia banquete Con esplendidez, Habia tambien un men- digo llamado Lazaro, que estaba echado alla puerta de aquél, leno de llagas, y an- siaba saciarse de las migajas que caian de fa mesa del rico; y aun los perros venian y Je lamian las llagas. “Acontecié que murié el mendigo, y fue llevado por los angeles al seno de Abraham; y murié también el rico, y fue sepultado. Y en el Hades alz6 sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lazaro en su seno. Enton- ces él, dando voces, dijo: Padre Abra- ham, ten misericordia de mt, y enviaa La- Zaro para que moje la punta de su dedo €n agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta lama. “Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérda~ te que recibiste tus bienes en tu vida, y Lazaro también males; pero ahora éste €s consolado aqui, y tt atormentado. Ademas de todo esto, una gran sima esta puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aqui a vosotros, no pueden, ni de alla pasar acé. “Entonces le dijo: Te ruego, pues, pa- dre, que le envies a ia casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que ne vengan ellos también a este lugar de tormento. “Y Abraham le dijo: A Moisés y a ios profetas tienen; diganios. “El entonces dijo: No, padre Abra- ham; pero si alguno fuere a ellos de en- tre los muertos, se arrepentiran, “Mas Abraham ie dijo: Sino oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se per- suadiran aunque alguno se levantare de los muertos” (Lucas 16:19-31), * ‘Cuando analizamos este relato a la luz de otros pasajes y su contexto historico, resulta evidente que es una alegoria, una historia familiar de esa época. Jestis se va- lis de ella para ensefiar un lecci6n espiri- tual a aquellos que conocian la ley de Dios pero no la guardaban. Nunca pre- tendié que se tomara literalmente. El comentarista Lawrence Richards ex- plica que Jestis utiiz6 el pensamiento ju- dio acerca de lo que ocurria después de la muerte, para hacer hincapié en un im- portante principio espiritual: “Seguin la creencia popular, el Hades No s6lo estaba dividido en dos comparti- mientos, sino que también las personas en el Gan Edén [la morada de los justos) yel Gehinnom [la morada de los injustos} podian tener conversaciones. Los escritos judios también describen al primero como una tierra verde con aguas dulces que brotan de numerosas fuentes, mien- tras que el Gehinnom es unatierra no so- lamente reseca sino que las aguas del rio que lo separan del Gan Edén se devuel- ven cada vez que los sedientos clesespe- rados se arrodillan y tratan de beber. - En la historia que relaté Jestis, Dios era ia tinica fuente de ayuda con que contaba el mendigo, porque jel rico ‘no iba ¢ hacer absolutamente nad por él! .. Es importante reconocer que esta parabola de Jestis era una continuacion de su debate con los fariseos sobre e tema de /as riquezas. Jestis les habia i- cho: ‘No podeis servir a Dios y a as ri- quezas’ (Lucas 16:13). Cuando ios fari- 8e0s se burlaron de él, Jestis les respon- di6: ‘Lo que los hombres tienen por ¢Podré un Dios amoroso atormentar a las personas en el fuego para siempre? 21 sublime, delante de Dios es abomina- ci6n’ (Lucas 16:15). “No hay ninguna duda de que los fa- riseos no quedaron convencidos . .. Y Je- stis les relaté esta historia para subrayar- les la importancia de lo que acababa de decir. "El mendigo agonizaba abando- nado y despreciado en las afueras de la mansion. .. Seguramente . . . esta perso- na riquisima nunca se digné mirar a este hombre que afuera se estaba muriendo de hambre, aunque L4zaro se hubiera contentado con las migajas que cafan de las mesas rebosantes de comida . . . "Pero luego, segtin lo que dijo Jesus, ambos hombres murieron y subitamente sus situaciones cambiaron. Lazaro estaba ‘en el seno’ de Abraham, lo que quiere decir que estaba ocupando un lugar de honor en un banquete que simboliza "Asi, el primer punto que queria dejar claro Jestis era obvio. Ustedes fariseos simplemente no pueden amar a Dios y amar el dinero. El amor por el dinero es algo detestable a los ojos de Dios, porque seguramente los llevard a tomar decisio- nes que son odiosas a los ojos de Dios . . “Pero Jestis no paré ahi, El mostré al hombre rico apelando ante Abraham para que mandara a Lazaro a advertir a sus hermanos, quienes vivian tan egols- tamente como él. Abraham se negé nuevamente. Ellos tenian ‘a Moisés y 2 los profetas’ (Lucas 16:31), esto es, las Es- crituras. Sino les hacian caso a las Escri- turas, tampoco oirfan a alguien que hu- biera regresado de la muerte “En esencia, Jestis los estaba repren- diendo en forma muy grave: La dureza y falta de arrepentimiento de los fariseos y de los maestros de la ley ante las palabras Cuando analizamos este relato a la luz de otros pasajes y su contexto histérico, resulta evidente que es una ale- goria, una historia familiar de esa época. Jestis se vali6 de ella para ensenar un leccion espiritual a aquellos que conocian la ley de Dios pero no la guardaban. Nunca pretendié que se tomara literalmente. bendicion eterna. Pero el rico estaba en el tormento, separado del lugar de bendi- cin por ‘una gran sima’ (Lucas 16:26). Aunque él suplicaba por tan sélo una gota de agua, Abraham se la negaba iNingan alivio era posible ni apropiado! "El ico ya habia recibido las cosas ‘buenas y las habia usado exclusivamente para su propio beneficio ... La indiferen- cia del rico hacia Lazero demostraba Cun lejos estaba su coraz6n de Dios y cuanto se habian alejado sus caminos de los de Dios. Las riquezas eran suyas, pero 61 s6io queria usarlas para si mismo de Jesis reflejaban su dureza ante la Pa- labra misma de Dios, la cual ellos decian honrary respetar . . “Jodo este capitulo nos hace enten- der que si realmente tomamos en serio esta verdad, nuestro concepto acerca del dinero y la forma en que jo manejamos va a cambiar, lo mismo que nuestra res- puesta ante las necesidades de los po- bres y los oprimidos” (Victor Bible Bac ground Commentary, New Testament {Comentario de antecedentes biblicos, de Victor, Nuevo Testamento”], 1992- 1998). 3 \ ¥ 22 Elcielo y el infierno hablando acerca de gusanos inmortales, Los gusanos o larvas que menciona- ron nunca morfan porque se convertfan en moscas. Estas moscas a su vez de- Positaban huevos que se transformaban en mis larvas de moscas y asf se per- petuaba el ciclo. Esta informaci6n nos puede servir para entender mejor las palabras de Je- stis. En esa época, cuando los cadaveres de animales o de criminales ejecutados sanos, por las lamas que siempre ardfan, o por una combinaci6n de ambos, En y. eran lanzados al basurero ardiendo de la Gehenna, eran consumidos por los gu- N los tiempos antiguos, un cuerpo que no era enterrado sino lanzado al fuego para ser quemado, era considerado como maldito (Josué 6:18; 7:11, 25). Qué quiso decir Jestis en Marcos 9:48 cuando dijo: “. . . el fuego nunca se apaga”? Con lo que hemos explicado, no es dificil entenderlo. El simple- consumidos. Esta expresi6n, utilizada varias veces en las Escrituras, se refiere ¥ mente dijo que el fuego iba a arder hasta que los cuerpos de los impfos fueran v Y W \ | v al fuego que consume totalmente (Ezequiel 20:47). Tal fuego no podrd ser apa- gado, pero se extinguiré cuando lo haya consumido todo y ya no tenga nada que lo alimente para seguir ardiendo. éCuando seran castigados los impios? Pero podemos preguntamos: ; Cudndo va.a ocurrir este castigo? Como he- mos visto anteriormente, Jestis cité al profeta Isafas, quien estaba escribiendo acerca de una época después de que Jesucristo establezca su teino aqui en la tie~ ra, Sélo entonces “vendrén todos a adorar” delante de él (Isafas 66:23). Sélo entonces se podra cumplir esta profecfa. , 7 Jestis se vali6 de un basurero muy conocido en aquella época, el que ardia enel valle de Hinom, en las afueras de Jerusalén, para ilustrar el destino final de Jos impfos en Jo que las Escrituras Jaman el lago de fuego. Asf como los dese- \ chos de Ja ciudad eran consumidos por los gusanos y el fuego, los impfos tam- bign serdin quemados —consumidos— por ese futuro lago de fuego mas de mil afios después del regreso de Cristo (Apocalipsis 20:11-15). 55 _ El apéstol Pedro explica que en esa época “Jos cielos pasarin con grande estruendo, y los elementos ardiendo seréin desechos, y la tierra y las obras que en ella hay serén quemadas” (2 Pedro 3:10). Lo que esto implica es que Ja su- perficie de la tierra se volverd una masa derretida, borrando todo vestigio de la maldad humana. {Qué sucederd después de esto? El apéstol Juan escribe: “Vi un cielo nue- vo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el 0

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