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-Analisis y Modificacion de la Conducta- -Lic. José Dahab- WOLPE. CAP. 5: ENTRENAMIENTO ASERTIVO. H.S Este es el primero de varios capftulos que se ocupan de los mé- todos de descondicionamiento de los hibitos de respuesta de an- siedad. Por sccuencia logica, deberfamos empezar con una exposi- ‘ion de la desensibilizaci6n sistemitica, pues este método ¢s clara. mente andlogo al método que se describié en el capitulo 1, el cual se emplea para superar las respuestas de ansiedad inadaptativas con- dicionadas en gatos experimentales; y por ser el mis ampliamente utilizado de todos los métodos para atacar la respuesta de ansiedad. Pero primero se vera el entrenamiento asertivo, porque frecuente- mente se aplica al principio de la terapia, inmediatamente después de que se han puesto en perspectiva los aspectos conceptuales de lat quejas del paciente. A menudo puede iniciarse con base en instruc- ones relativamente sencillas, de modo que el cambio terapéutico se Cfectiia haciendo que el paciente Heve a cabo entre las sesiones una ‘conducta prescrita, El entrenamiento asertivo es aplicable predominantemente al des- condicionamiento:de hibitos de respuesta de ansiedad inadaptativos {que se presentan como respuesta ante la gente con la que el paciente Shteractiia, Hace uso de las emociones inhibidoras de la respuesta de ansiedad que provocan en él Ias situaciones de la vida diaria. Un gran nimero de emociones, principalmente las ‘“agradables”, parecen im- plicar acontecimientos Corporales que compiten con la respuesta de Ensiedad (Wolpe, 1958, pag. 99). Todas las categorias de estimulos *listas, sabores, sonidos, palabras— pueden ser fuente de tales emo~ Gones debido a su armonia perceptual inmediata (efecto estético) o debido aun condicionamienta prexia; por cjemplo, unperfume puede Ser condicionado ante fuertes sentimientos roménticos. De modo se- Inejante, otra persona puede despertar aprobacion, afecto, admiraciOn, aburrimiento 0 ira, u otros sentimientos, cada uno de los cuales pro duce respuestas corporales que son diferentes de la respuesta de ansic 95 ar é& cand, smlanto asertive ( dad y que posiblemente compitan con ella. Parece que cuando esas emociones son exteriorizadas en conducta motora, aumentan su inten. sidad, y cualquier respuesta de ansiedad que es provocada por una situacion dade ene mis probabilidades de ser ihibida, La conduct ertiva se define como la expresién adecuada dirigida hacia ofva per. "sora, de cualquier emocion reaaroigas'ls Pests a e ansie a Desde que Leschke (1914) hizo un primer estudio, ha habido rela- tivamente pocas investigaciones psicofisiol6gicas sobre las interrelacio. nes existentes entre los diversos estados emocionales. Arnold (1945) reunié las evidencias de un antagonismo fisiologico entre la ira y la ansiedad. Ax (1953) expres6 sus dudas al respecto, aunque sus pro- pios datos apoyaban-en cierta medida tal hipétesis. Mas tarde, Amotd (1960) recolecté més datos que lo apoyaban atin més. Investigaciones soviéticas recientes (Simonov, 1967) han producido evidencias Inequi vocas de la existencia de centros diferentes y reciprocamente THEI, torios de la ira y de la ansiedad en el mesencéfalo. Mediante drogas ¢ Vintervenciones quinirgicas es posible suprimir uno de estos patyones [égacucste emocional, lo cual da como resultado la facilitacién del (Son numerosas las situaciones en las que la conducta asertiva es el instrumento terapéutico adecuado. En casi todos ellos encontramos ]que el paciente se inhibe de Ia ejecucién de una conducta “normal” éebido a un miedo neurético, Bl éstainhibido de decir o hacer cosa, las cuales a un obscrvador, le pareceni razonables y correctas, Puede ser incapaz de quejarsé-del mal servicio de un restaurante porque tiene miedo de lastimar los sentimientos del mesero; puede ser inca: paz de expresar diferencias de opinién con sus amigos porque tiene ~ miedo de no caerles bien; del mismo modo, puede sentirse incapaz de levantarse y abandonar una situacién social que se ha vuelto aburrida “Porque teme parecer ingrato; también, incapaz de exigir el pago de lun préstamo o de administrar una reprimenda legitima a un subordi- nado porque teme que se lesione su imagen de “buena gente” e impo- sibilitado de expresar afecto, admiracidn o labanza porque encuentra esas expresiones embarazosas. Aparte de las cosas que no puec debido al miedo, puede haber otras que no puede dejar de haces, Por ejemplo, puede compul dif'lé cuenta de Ia comida una otta ve, para evita el miedo de conus atin ebe notarse que las respuestas de ansiedad interpers i antes ejemplifcado llevan a veces a canalizar is pulrones lense oor caminos inadaptativos. El miedo provocado por compafieros hete- rosexuales puede apartar al paciente de las compaffas sexuales nor- tales, y hacerle caer en desviaciones como el homosexualismo, la pedofilia o cl exhibicionismo, En otros casos, la supresién de la accion 96 enirenamionte aertvo que darfa expresién externa a los sentimientos (emociones) tiene) $omo resultado un trastorno intemo continuo, lo que puede produ-| Gf sintomas psieosomaticos e incluso un cambio patologico en los{ Organos predispuestos. En todos estos casos, la estrategia correcta de tratamiento se ditige no al objetivo manifiesto (como la desviacion sexual per se), sino a las ansiedades interpersonales neuréticas que gencralmente son susceptibles de un entrenamiento asertivo (véanse Tos casos 32 y 33). Una historia clinica muy comin en los pacientes que requieren de) un entrenamiento asertivo es la de que, en sus primeras ensefianzas,| se destacaron excesivamente las obligaciones sociales, lo cual engen- ard en el paciente el sentimiento de que los derechos de los otros son} mds importantes que los propios. Un ejemplo extremo, pero no raro, werd un hombre de 80 ahos cayos padtes hablan instido firme mente en una mansedumbre cortés. Durante la Segunda Guerra Mun dial, a la edad de ocho afios, habia ido a vivir por dos aiiot con un tio que alentaba la autoexpresién. Esa conducta fue castigada severa- mente cuando regres a la casa patemna, lo cual estableci un hébito firme y duradero de timidez hacia los otros, especialmente hacia las figuras de autoridad. ‘Las intervenciones del terapeuta estan dirigidas a aumentar todos Jos impulsos que lleven a la provocacién de las respuestas inhibidas | fen espera de que con cada provocacién habri, rec{procamente, una inhibicion de la respuesta de ansiedad, lo cual dard como resultado algin grado de debilitamiento del habito de la respuesta de ansiedad (Wolpe, 1958, pég, 72). Mientras tanto, la conducta motora es refor- zada por sus consecuencias sociales favorables, como lograr controlar tuna situacién social, la reduecién de la respuesta de ansiedad y'la posterior aprobacién del terapeuta. De modo que el contracondicio- amiento de la respuesta de ansiedad y el condicionamiento operante | del acto motor ocurzen en forma simultinea, facilitindose mutua- mente, (Para un anilisis mas completo, véase a Wolpe, 1958.) El con-| dicionamiento operante de la conducta asertiva se emplea por sf solo fon cierta gente que carece de aquélla, no debido a la respuesta di ansiedad, sino porque simplemente no ha adquirido los habitos mo-| tores adecuados para ciertas situaciones sociales. / ‘Como todos los demés métodos sobre terapia de la conducta, el entrenamiento asertivo se aplica en situaciones especificas en las que hay evidencias de que es necesario. Algunos pacientes no son. ascrti: ‘vos en una gama snuy-smolia de interacciones, y para étos es des- ie adecuada la apelacion de Salter (1949) de ‘‘persona- criptivamient ; lidad inhibitoria”. En estos casos, casi cualquier interaceion social jente para tin éf otros, 97 5 Entrenamlente serve las indicaciones estén. situaciones particulares, En. Zontramos pacientes que pueden manejar competentemente a comer, ciantes y extrafios, pero que son timidos y sumisos con cualquiera que sea importante, como un madre, una esposa o una amante, 0 con s6lo una de estas personas, Por el contrario, hay los que dominan (y ocasionalmente tiranizan) a los socios cercanos, pero son temerosos, torpes ¢ ineficientes en diversos grados, en sus relaciones con los del ‘grupo externo”, : MEDIDAS PRELIMINARES Antes de que pueda iniciarse el entrenamiento asertivo, el paciente debe aceptar su razonabilidad. Algunas veces el sometimiento a las | necesidades de los demés estd vinculado a la filosoffa general de que | & moralmente bueno poner Ios intereses de los demés antes que los | propios. Esto se encuentra con mayor frecuencia en algunos cristia | Bos devotos cuya principal emulacién de Cristo consiste en poner la | otra mejilla. BI autor afirma que este tipo de conducta es una propo: ) sicién prictica s6lo para los raros individuos santos, y que, en el caso de cualquier otro, la biologia impone un sacrificio a la conducta que 8 contraria a los intereses del organismo (véase Ia exposicidn de los | aspectos morales de la terapia de la conducta). Ademds, mientras | sean socialmente ansiosos, no tienen més alternativa que la de com | portarse como lo hacen, pero que mas tarde, cuando esta ansiedad ; haya sido descondicionada, tendrin la opeién de ser magndnimos A la mayorfa de los pacientes se les puede hi la necesidad dc“una asertvidad adsaadeAlpinos Hegre hen edo eee tes de eso, Sin embargo, el propio hecho de darse cuenta, por claro luc esté, no produce ningiin cambio! (véase Wolpe, Tose big. 2 20; Rathus, 1972). El terapeuta debe ayudar al paciente a transformar el (darse cuenta, en aéciones. A menudo todo fo que se necesita € sin | plemente instar y aguijonear. Esto consiste en parte en hacer hincapié yen las desventajas de la no asertividad —el derrotismo inevitable que iproduce, aus consecuencias emocionals a menudo dertgradables In {imagen desfavorable que da a los demés— y en parte en prometer que ( hecho de afanarae con I ‘crialincionestgiea” del paint, qe is 1058) son la enn de a conducts neuble, eI ees dea pcos toe tafomoue ate Spe cls yur tt ay gO Seteh edna. El no proporcons nga tats sur pce i cons Gaon de sien tenn En pracy ae ean oe tseons eat eters, {Paras qu Es {170 hays se peomen sone 98 abré un ineremento de la facilidad de ejecucién de los actos aser- Sor ono de angedad, EI autor lei dice tivos conforme disminuya Ia _ en eye Sotrenter que el voder de ser asertivo crece con la accién del sunme modo que lo hace una bola de nieve que reds celina abajo. ‘A veces es titil citar el ejemplo de uno 0 dos casos anteriores.” El momento adecuado para iniciar el entrenamiento asertivo surge con frecuencia, de modo muy natural, de la narracién que hace el cette de sign ineddente recente, Puede enconiare un punto de partida alternativo en las respuestas del paciente al Inventario de Per. Ponalidad de Willoughby (apéndice 1), especialmente si hay un gran ASOD Se Fespcstar ane las siguientes preguntas: Es fil lastimar sus sentimientos? Es usted timido? éLo lastiman mucho las crfticas? ZEs usted consciente de sf mismo ante los superiores? a ara tomar como ejemplo la primera de ellas, el terapeuta pedirfa tun ejemplo de una situacién que lastime los sentimientos del pacien te, y seguitia esta misma Ifnea de accién inquiriendo cémo manejaria 4°, situacin, Si el manejo no fue asertivo, el terapeuta propone un sustituto que silo sea. . ‘Una via itil para iniciar la asertividad en “grupos externos” puede partir de preguntar al paciente cémo se comporta en diversas situa Fiones fijas. Durante algunos afios el autor ha formulado estas cinco oo 1. éQué haria usted si después de haber comprado un artfculo en tuna tends al sale descubre que le fala dinero en cambio? 2. Suponga que, al llegar a casa después de comprar un artfculo por aeenge ST ereuenten que tene un ligero defecto. Qué haria? 3. eQué harfa si estando formada en una cola, alguien se le pone dclante (por ejemplo, en el teatro)? 4, Bn una tienda, mientras usted espera que el empleado atienda al cliente que est antes que usted, llega otro y también espera. “Qué haria si el empleado dirigiera después su atencidn a ese cliente antes que a usted? ; 5. Usted ordena Ia care a medio asar y se la traen bien-asada. &Gomo manejaria la situacién? | En todas estas situaciones, la persona debe ser capaz de defenderse. | Mientras no lo haga, debe aplicarse el entrenamicnto asertivo. i 2 5) ema imerenciones produce como resltado la asertvdad, puede considera, con- duende ue Coase dvs awn combinaion entre wa tendenaa de aclén ya presente fluctunments Os clo) youre que proviene dea acid ys palabras del terest. 99 INSTIGACION DE LA CONDUCTA ASERTIVA Rastreemos cémo debe desarrollarse la instigacién asertiva a partir de la tercera de las preguntas anteriores. TERAPEUTA: éQué hace si, estando formado en una cola para comprar entradas para el teatro, alguien se pone adelante? PACIENTE: No hago nada, TERAPEUTA: Bien, pero écémo se siente? PACIENTE: Me siento molesto. Hiervo por dentro, TBRAPEUTA: Entonces, épor qué no hace nada? PACIENTE: Me da miedo hacer tna escena. De modo que es el miedo de hacer una escena lo que le impide [actuar. Pero al mismo tiempo esté enojado. El terapewta debe tratar jde aumentar este enojo, Luego el enojo puede ser lo bastante grande | para inhibir ta respuesta de anoiedad. TERAPEUTA: La gente se est aprovechando de usted. Aqui esta persona se esta aprovechando de usted. No puede permitirlo. Debe Gecirle: “2No quiere irse por favor al final de la cola?” Al hacer esto, estar expresando su enojo de una manera adecuada a la situacion, y socialmente aceptable, Gada vez, que el paciente, al expresar su enojo, inhibe su respuesta de ansiedad, debilita cn alguna medida el habito de ansiedad. Pero 'a ansiedad no es el nico componente de la conducta instigada. Tam- bién hay conducta verbal nueva. El paciente le dice ahora a otra per- Sona, por primera vez, que vaya al final de la cola. Tendré la aproba- cién de los que se encuentran tris él en la cola y el intruso por lo general cederd. Estas cosas reforzardn la tendencia del paciente a hablar en voz alta, no solamente en esta situacion especifica, sino tam- + bign en otras similares. Ya que el progreso de la asertividad depende 1 del éxito, el terapeuta debe informarse de los detalles de las situacio- [ites en las que es probable que ocurra la acci6n. Por ejemplo, uno tiene que prevenir al paciente contra el insistir en su prioridad en la cola cuando se vean en una situacién peligrosa. En Jos pacientes que sienten una gran ansiedad por la asertividad, [Puede ser necesario graduar las tareas de una manera andloga a la | esensibilizacién. En conjunto, es una buena prictica hacer de esto wna regla general. En las palabras de Salter (1949), pionero de las tEcnicas asertivas, dice: “La terapia debe empezar cn donde el nivel de inhibicion del paciente es menor.” 100 ‘a de empleo general para ) Salter propuso seis modos de conducta de empleo g ser utilizados por los pacientes gue requieren de un entrenamient asertivo (Salter lo llama “‘excitacién”). Estos son: 1, Externar los sentimientos. Con esto Salter se refiere a la verba- lizacién deliberada de las emociones sentidas espontineamente. El mismo da este ejemplo: “Gracias a Dios, hoy es viernes y ha egado el fin de semana”; en contraste con decir secamente “Hoy es viernes.” ; 2. Expresién facial, Esto es, mostrar la emocién en la cara (y con movimientot) cuando tea spropiado, ne 3. Contradiga y atague. Cuando el paciente discrepa con alguien, \ no tiene que ingle que estd de acuerdo, sino contadeci0 con / tanto sentimiento como sea razonable, 4, Bl uso de yo. La palabra “yo” se emplea tanto como sea posi- ble de modo que el paciente se implique en las afirmaciones que hace, 5 5. Exprese ester de acuerdo cuando sea elogiado, Lot elogios no deben cvitarse sino aceptarse honestamente, El autoelogio tam- bign debe hacerse cuando sea razonable. : 6. Improvise. Trate de dar respuestas espontineas ante cstimulos inmediatos. Algunas actividades relacionadas con las anteriores se apartan de las reglas del buen trato: preguntar "“épor qué? "en ver de aceptar afirmaciones ex cathedra; mirar a la gente a los ojos y evitar el justi- ficar las opiniones de uno. a ak oolonaalatae presenta una muestra de afirmaciones ssertivas ‘que expresan hostilidad o encomio. Las primeras son mis numerosas porque es fécil que sean pertinentes més a menudo para las necesi- dades de Ia terapia. Afirmaciones asertivas Hostiles 1. Por favor vudlvame a llamar, No puedo hablarle ahora. or favor no se pare delante de mi. : B Por ten dates dejar de hablar durante la obra (pelicula, missica)? ; 4, Esta es una cola. Por favor vayase al final. 5. eTiene privilegios especiales en esta cola? 6. Me ha hecho esperar 20 minutos. 101 7, éLe importaria reducir la calefaccién? 8, Hace demasiado frfo para que yo salga, = 9. Por favor, ponga estos paquetes pesados en SPERM, Bonge estos paguetes pesados en una bola doble (en 10. Su conducta me molesta. 11. Odio su duplicidad. 12, Desprecio su intolerancia (carencia de razonabilidad). 15, No puedo soportar sus quejas, 14, éLe importarfa recoger mi paquete? 15. Lo siento, pero no es posible, 16.(A a pee, en un vuelo que se ha retrasado para hacer una Gomesion.) éQuiee pedirle al piloto que avise por radio a mi 17. Yo no diria eso. 18, éPor qué se ha retrasado? 19. Si sigue Hegando retrasado, voy a dejar de hi . lear de hacer citas con ust 20 Insato en que venga a wabgjara tiempo. ne 21, Como se atreve a hablarme de esa manera 22. Perdéneme, yo legué primero, 28. Me gusta hablar con usted, pero por favor no me interrumpa mientras leo (escribo, pienso, escucho). De encomio 1. Qué bonito vestido (broche, etc.). 2. Se ve usted encantadora (deslumbrante, linda, etc.), 3. Bsa fue una observacién inteligente. 4, Qué sonrisa tan radiante, 5. Me gustas, 6. Te amo. 7. Admiro tu tenacidad. 8. Lo has hecho de un modo brillante, Con una cantidad razonable de presién is sion y de aliento, la mayors span aac ceria tens ee {ign de dias o nuns o dos semanas. En cada entrevista, los patentes forman sobre lo que han hecho mientras tanto, y el terapeuta alaba us Exitos y corrige sus errores. Se les debe avisar que no se descui> 9 fen, sino que estén alertas para afirmarse adecuadamente en cada " oportunidad. Siempre de una regla: NV igar_un ortunid arse_una regla: Nunca inst 2 etertog que Rene probabhdcler We Pee ee 102 Instigneién de 1a conducts ssertiva tivas, Conforme disminuye la ansiedad interpersonal del paciente gomo consecuencia de sus esfuerzos, va siendo més fécil ejecutar los actos de asertividad. ‘La siguiente es una conversacién t{pica instigadora de asertividad. ‘TERAPEUTA: Hablemos acerca de su suegra. SENORA A.: Es una fanfarrona, me hace y me dice miles de cosas {que yo soporto sin responder. Verdaderamente deberfa abrir la boca y no tomarlo tan a pecho. Personalinente, no me importa si no le gusto a esa mujer. Lo siento més por el tipo de la cola que por ella, porque ha hecho miles de cosas que no me parecen correctas. Siem- pre me molesta y yo hiervo por dentro. TERAPEUTA: Ahora bien, éque pasarfa si lo sacara todo y lo lanzara sobre su suegra, que es realmente lo que quiere hacer, no es cierto? Tomemos un ejemplo real, qué le dice, SENORA A.: Pues, por ejemplo siempre me estd diciendo que mi madre no me crié adecuadamente. ‘TERAPEUTA: Esa es una observacién insultante, SENORA A.: Si lo es, y nunca digo nada. ‘TERAPEUTA: Bueno, éle molesta la observacién? SENORA A.: Me lastima, como si me apuftalara. ‘TERAPEUTA: Y le permite salirse con la suya, ¢Qué deberfa hacer? SENORA A.: Deberfa decirle: “Es mi madre, Por favor, no hable de ella.” TERAPEUTA: Correcto. ¥ el efecto serfa que aumentarfa el res- peto por usted. 'SENORA A.: A propésito, a mis suegros no les gusta el modo cémo me comporto; verdaderamente no les gusta. TERAPEUTA: No es sorprendente. Perm{tame mostrarle un con: traste. Suponga que esté visitando la casa de alguien y ve que hay dos hombres ahi. Son los dos yernos de su anfitrién, Uno de ellos es décil ¢ insinuante todo el tiempo, mientras que el otro les habla fuerte a sus'suegros. ¢Cual le produce mejor impresion? SENORA A.: El que habla fuerte, No tiene que poner un ejemplo. El nuevo prometido de mi cufiada esté viviendo ahora en casa de mis suegros y habla fuerte. Lo aman, Un poco mis tarde, durante Ia entrevista, la sefiora A. expres6 su preocupacién porque su marido objetara su nueva conducta ante la madre, SENORA A.: Suponga que mi esposo se voltea contra mf, dicien- do: “No deberias hablarle asi 2 mi madre. No estés estrechando su relacions la estés dafiando,”” Cémo manejo la situacién? ad 103 | i | | TERAFEUTA: Tiene que decir: “Si tu madre me hace observacio. nes injustas tengo que decirselo y voy a decirselo. Si tu madre hace exiticas razonables, me interesaré mucho en lo que tiene que decir, Pero siempre esti encima de mi, ha hecho de eso un hébito porque le he estado permitiendo que me diga todo lo que ha querido. No voy 2 permititlo més.” {( Algunos pacientes tienen grandes dificultades para realizar cual quier acto asertivo, El terapeuta debe averiguar por qué, Puede que descubra una reaccién “fébica” ante algiin aspecto o implicacién de la asertividad. Por ejemplo, el paciente puede tener una intensa res- : puesta de ansiedad condicionada al percibirse a si mismo comportén. dose agresivamiente 0 ante la idea de haberse comportado agresiva- mente (por ejemplo, culpa por la agresin). En este caso se necesita lun programa preliminar de desensibilizacion sistematica ante las con: figuraciones estimulo pertinentes (capitulo 6). Igualmente, un miedo notable a la agresién de los demas (que es sicmpre una posible res- (puesta a la ascrtividad) requiere de una desensibilizacion, Cuando el paciente encuentra diffcil la conducta asertiva, aunque es0s miedos no sean evidentes, se hacen esfuerzos directos mas vigo- Toso para. provocar la asertividad. Puede que baste simplemente in- crementar la motivacién del paciente haciendo un fuerte contraste entre los efectos negativos y poco atractivos de la timidez y los bene- ficios que ha de producir la asercién; o el terapcuta puede negarse a ver al paciente hasta que pueda relatar alguna accién, Otra posi dad es el ensayo de la conducta (véase mis adelante). La quintaesencia de la conducta asertiva es hacer con los dems lo jue €s razonable y correcto. Esto se pone de manifiesto claraiente ‘en Tos siguientes extractos de una declaracién escrita por un paciente (Wolpe, 1958, pag. 118): ""Se me ha adjudicado la tarea de obtener victorias emocionales en la vida di tia... He hecho este descubrimiento importante, y es muy setisfactorio emacic nelmente. Las opiniones y los sentimiantos de fe demés gente cuentan pero ‘también los mios. Esto no significa que me haya vuelto agresvo, desagradable 0 desconsiderado con las demés... Este nuevo método de hacer frente las situa Ciones interpersonales se reduce simplemente @ hacer les coses que, si uno fuera ‘un espectador que mira la situacién, parecerian ser justas y convenient.” En la figura 4 ge ilustran las interrelaciones éxistentes entre la con- duicia asertiva y otras categorias de conducta, La conducta asertiva, definida como laexpresién de emocioncs diferentes de la respuesta de “ansiedad de un modo socialme ceptable, implica muchas catego- fas de conducia emoi a nde estas categoria Conducta de oposicién (por ejemplo, defender derechos razonables). 104 i 6 yentran fuera de la Los tipos de conducta de oposicién que se encuent Conducts asertiva son los siguientes; a saber: provocador, agresivo, J violento y, con frecuencia, el sarcéstico. Shtachos de los problemas referents ala conductaasertiva se expli ‘can amplia y claramente en un pequefto libro de Alberti y Emmons (1970) que también contiene mumerossilustraciones¢instrucciones para el entrenamiento asertivo. Es un libro que pueden emplear con provecho los practicantes y también algunos de sus pacientes Gtras areas de expresion ‘adecuada {por sjemplo admiracién, Conducta de ponicien Exprsion de ecto SS eritc on cert por tansacl| Sec rece Stprewee emote, i a fanfarronear, 1 ome wotenses taask i i. 3. Intrlacionas ene Ix eneorfas de conducts wer oveitign yalestves [Corts de Grapie Communleaton, Esern Pennsylvania Psychiatrie Institute, Filadelfia.) VIDA COTIDIANA cércunstancias en las que la asertividad directa es inadecuada, pees las que, no obstante, es aconsejable que el paciente logre algin tipo de control; por ejemplo, a menudo no es azonseable que tun empleado diga a su patron “algo de lo que piensa”, Sis asertivi dad es necesara, exige una tctica aut, El eonocimiento especial las debildades de ln otra persona indica a veces Ia téctica; pero hay gambitos que pueden aplicarse a casi todo mundo, declaraciones qu 105 Cee Jautomaticamente ponen al receptor en desventaja, sin revelar un j tento agresivo por parte del que habla, Un cfemple muy aplicable on "Te pasa algo? No pareces tenerlas todas contigo hoy.” ae ah Mivetsidad de ejemplos interesantes de conducts intligente de eate tipo se describe en una serie de pequenios libros del difunte tephen Potter, quien les dio el nombre de “autoelevacién”. Aunque cl objetivo de Potter era humoristico y no psicotergpico, hay muche material que puede usar el psicoterapeuta, Por ejemplo, Potter (1971 pig. 18) describe cémo un dia él y el profesor Joad jugaban tenis contra dos estudiantes de la Universidad de Oxford, dos jévenes refi, nados y honrados, Smith y Brown, El primer servicio de Smith, e viado a Joad, fue un solo tanto al que Joad no pudo acercarse. Lace le sivié a Potter con el mismo resultado. Al siguiente servicio, Joad sc ls areglé para que su raqueta aleanzava a In pelota, que pat vo- lando sobre la red y golpeé el fondo del alambrado teasero eh el lado le los estudiantes. Luego, cuando Smith iba cruzando para servir el coup de grace, Joad los interpeld con tono firme: “Por favor, sftvanse Acts caramente sla plotacay6 afuern 0 adeno i SMITH: Lo siento mucho, pensé que era fuera. (La pelota habia selpeado el alambrado trasero 4 m detrés de ellos antes de tocar el piso.) Pero, équé ereiste t6, Brown? ec BROWN: Cref que era fuera, pero tengémosla otra vez. JOAD: No, no quiero tenerla otra vez. S6lo quiero que digan cla- amente, si quieren, sila pelota cayé adentro o afuera, Esta ligera sugerencia de que habia una conducta poco deporti fue lo bastante trastomante para mina la jecueon dec losescadion, tes y hacerlos perder el juego. at ENSAYO DE LA CONDUCTA {Beta técnica fue lamada orig i lamada originalmente “psicodrama conductual” | Wolpe, 1958). Conste enn aetaacion de Dever intreanlics te | GLSTIpEs yl pacene en ambientes del vida de ete timo, El baciente se representa a s{ mismo y el terapeuta a alguien ante quien ia Recients se encachits inadsptavamenteanioso oes inibid, | terapeuta empieza con tina observacion, generalin : Jcién, que la otra persona my oe ae dene jG cits te otra persona podria hacer, y a la que el paciente rex _ sia 1 fuera “real”. Por lo comin, su pri Yespuesta serd miso menos titubeante, defensiva y mica. Entonces {2h ferapeuts supere una respuesta més apropiad, el intercambio pite de nuevo, revisado, La secuencia puede repetirse una y otra 106 vex hasta que el terapeuta considere que las frases del paciente han sido remoldeadas satisfactoriamente. Es necesario tener en cuenta Ao sélo las palabras que emplea el paciente, sino también la fucrza,| Ia firmeza y la expresividad emocional de su voz, y lo apropiado de} los movimientos corporales que lo acompafian. (Con el propésito| mencionado en tiltimo término, la Unidad de Terapia de la Conducta } recientemente ha empleado el modelamiento de la conducta, mode- Iamiento que lleva a cabo una actriz. bien entrenada.) El objetivo de este modelamiento, moldeamiento y ensayo es a menudo el de lograr que el paciente tenga una preparacién efectiva para hacer frente a su “adversario" real, de modo que pueda inhibirse la ansicdad que evoca este iltimo, y pueda establecerse el hibito asertivo motor. J El caso 4 es un ejemplo tipico del moldeamiento que se leva a cabo durante el ensayo de la conducta, que se ha extraido de un est- dio de caso (Wolpe, 1970). El paciente habfa estado cavilando que habia sido criticado injustamente por su padre y queria rectificar el asunto. TERAPEUTA: Bueno, hagamos un experimento. Representemos tuna especie de actuacién, Suponga que usted simplemente prosigue y finge que yo soy su padre, y me dice lo que cree que le gustaria decirle a él. PACIENTE: Sobre lo de la otra noche, me gustarfa decir que creo que fuiste excepcionalmente injusto al suponer que yo no queria venir y que yo era el que estaba siendo injusto o villano porque no venfa a alegrar a la familia. Realmente la familia no ha sido una ver- dadera familia en muchos afios, y e60, sélo cuando tiene que serlo; Ja familia no significa tanto para mi. Serfa mucho més feliz si pasara la navidad solo. ¥ luego, él diria probablemente: “Bueno, pues sigue adelante y hazlo.” TERAPEUTA: Espere un minuto. No importa. No se preocupe por él. Yo soy él, de modo que no ponga palabras en mi boca. Aparte de esto, quisicra corregir su enfoque en general. Se estd portando de luna manera que lo deja demasiado vulnerable, Antes que nada, es muy insatisfactorio para usted el quejarse ante alguien diciendo que es injusto, porque si hace eso realmente esté poniendose a su merced en cierto sentido. Serfa una mejor linea de accién decir: “Quiero de- cirte que cometiste un error al suponer la otra noche que no tenia la intencién de venir en navidad. Sabes muy bien que siempre he venido, Me acusaste de falta de sentimientos. Tengo mucho sentimiento y quizé demasiado. Tu ataque fue totalmente infundado.” Diciendo esto, no est pidiendo justicia o equidad, simplemente estd afirmando Jo que usted cree que habia de erréneo en la conducta de su padre Ahora bien, écree que podria volver a hacerlo de algin modo? 107 PACIENTE: Bien. Me gustarfa . Me gustaria poner en claro algunas cosas sobre ta vex que me lamaste la ota noche. Cuando lo iste no pose pn jen en esto. Me tomd de sorpresa, pero he estado pensando en exo alo me gustan decir unas cuiantu cone oe PEUTA: Tengo que interrumpit 2 ¢ interrumpirlo otra vez. Empezé bien, la primers oracion estuvo muy bien, pero cuando mien sxolicar por qué no lo dijo la otra noche, debilita su posicion. Py z sjemplo, eso podria invitarlo a decir: “Si, asi es como eres, 2no es cierto? Nunca contestas en el momento oportuno, Siempre tienes aus ci, es dis antes de poder dei alo Poe deci go como eto erode calguer mode, es como una dedaratén de dem nat MENTE: Bien. Sobre la vex que me lmatte Is otra noche, no habfa abandonado totalmente la idea de venir a pasar la navidad con- {igo y con mamé, Estaba haciendo lo que yo crea mejor de acuerdo on To que of dela conversaci6n que tuve eon mamé. Pensé que ela gern que patra la navidad con mie abuelitos, J cena de navidad ¥ gue ambos lugares, pero pensé que podia ser demasiada ua TERAFEUTA: Lo siento, pero debo interrumpitto de nuevo, Ve usted, est dando expliaciones. Bsté dando una epeci de excus, Relate, Js parte importante de esta conversation es plantear al de que él cometié el error de lanzarse a hacer una criti suponfa que usted se habia hecho laideade novenit, ta TAGIENTE: Qué hay de... Creo que no tuvisterazén al laarme stra noche y decrme lo que me dijste, porque exeo que no com. Brobaste los hechos con mamé. Creo que debiste haber hablado con lla primero y deberis haberteaseguado de que comprendias las iugaion, Yo habia hablado antes con cls crea que esto era lo que laneado y creo que debiste haber hal hablamos planeedo y ceo que debise haber halago con ela para TERAPEUTA: Basta con eso. El hecho de que siga adelante indica que no tiene mucha confianza; asi a jé apa 1a confianza; asi que deténgase. Ahora, dejémoslo En realidad, durante el propio enseyo de la con 2 For Gemplo, una mujer ineligente de 42 afos tenia tats at : a de incomodar a la gente, que no poda ser persus- ida de hacer a nadie ni a més mindsela Sige ereepe 1 gos mis cercanos, Enel ensayo de I condtarelizado con ell yo desempené el papel de uno de sus compaferos de la oficina que vive cerca de su casa, y diciéndole que me pidiera levarla a casa (que 108 = Pe solo me desviaria una cuadra de mi camino). Tuvo dificultades in Cluso para formular esta peticion. Por tanto, le di la siguiente frase para que Ia empleara: “Si vas a casa después del trabajo, éno te impor~ farfa llevarme contigo?” La primera vez. que lo dijo lo hizo muy torpe- mente, y declaré que le hab/a provocado una buena cantidad de res: puesta de ansiedad (70 usas). Mi répliea fue: “La levaré con gusto." Gon las repeticiones, llegé a articular la oracién con mayor facilidad y expresion, mientras que la intensidad de su respuesta de ansiedad disminuyé progresivamente. Después de un total de ocho repeticio- nes en dos sesiones, pudo pedir sin ansicdad manifiesta, que la lleva- yan. Durante las sesiones ulteriores, se fue incrementando progresiva- mente la distancia que me desviaba de mi camino. Estos “ensayos” ‘apacitaron cémodamente al paciente para hacer peticiones més ra zonables en la realidad. ‘Ta capacidad de “representar" la conducta para producir un cart- bio terapéutico real concuerda con ciertas observaciones de los acto; res que Feseid Simonov (1967), Especialmente (pero no Gnicamente) ‘cuando el actor ha sido entrenado mediante el método de Stanislavsky {que le exige que trate de vivir cada parte), el actor revela respuestas qutonomas que se dan en la direccion de las emociones que esté simur Tando. Simonov dice: "A los actores se les pidié que pronunciaran cier- tas palabras con diversas condiciones reproducibles mentalmente.. Los‘cambios enel ritmo cardiaco, registrados en el actor mientras rea- Ieaba la tarea, confirman que estaba reproduciendo verdaderamente tuna situacién coloreada emocionalmente y que no estaba copiando entonaciones que habfa notado anteriormente en otras gentes. Esta Conclusion fue confirmada mediante una comparacién de los resul- fados obtenidos al analizar el habla en situaciones naturales.”" Sin embargo, también hay diferencias, porque si el autor est desempe- Sando bien su papel, obtiene un sentimiento agradable entremezclado Con la ansiedad o el miedo que implica la actuacion en si. Desgraciae damente, la relacion detallada de este trabajo sélo existe en forma manuscrita (Simonov, 1962). ‘Mis que cualquier otro método que se clasifique bajo el rubro de terapia de la conducta, la ensesianza del entrenamiento asertivo tiene mucho qué aprovechar de las demostraciones pricticas, Estas trasmi- ten los detalles técnicos con més facilidad que las relaciones escrits Tas peliculas y las cintas grabadas desempefian un papel muy dh Flay una cinta que el autor grabé quien, entre otras cosas, hace una demostracion del entrenamiento asertivos se trata de The case of Mrs, Schmidt (1964). + Publicada por Counsellor Recordings, Nashville, Ten, 109 Hay dos peliculas sobre terapia de la conducta que tienen seccio- hes que muestran el entrenamiento asertivo, se trata de Behavior Therepy Demonstration, ** y Behavior Therapy In A Case of Over ~ dependency. 2 Se puede obtener a trvés de Paychologial Cinema Register, Pean State University, University Bark, Penna, 4 Se puede obtener a través de Behavior Therapy Presentations, Eastern Pennsylvania Payehiateie Institute, Mindelin, Penna 110

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