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-Analisis y Modificacion de la Conducta- -Lic. José Dahab- CARRASCO GALAN. - Terapias racionales y de reestructuracion cognitiva - H.11% cir neeminipee 666 _stanuat de téencas do modlicacign y terapia do conducta Para que el entrenamiznto autoinsiruccional sea efectivo no debe combinasse on ninguna otra técnica conductual, puesto que con ella se dfieula el proce 0 de aprendizaje in vr 6. Laautoinstruecin «Tengo las pinturas que necesito?» corresponderia al paso ‘denominado por Meizhenbaum facibtacién de la atencién» = VE 7. Bl entrenamiento autoinstruccional so se utiliza como procedimiento de re- solucién de problemas... mis OE 8. El entrenamicnto autoinstruccional suporie en todos los casos ensefiar auto verbalizaciones 0 auioinsirucciones que no existen en el repertorio natural {el individu eee vr 9. Un cambio fundamental del entrenamienta autoinstruccional es que el peuta como experto es el que decide, diseia y elige oe contenidos de aquellos sutoinstrueciones que el individuo deberd entrenar e interiorizar para guiat ‘mejor su conducta oi von vr 1D, Tanto en nis como en adultos se ha utilizado el entrenamiento sutoinstrc cional para el tratamiento de diversos problemas de ansiedad Vee LECTURAS RECOMENDADAS ‘Meichenbaum, D. (1977): Cognitive Behavior Modification, Nueva York, Plenum Press Libro bisico en el que Meichenbaum describe con detalle en qué consste el entena- siento en autoinstrucciones, principio teéricos en que se basa, reglas de aplcacién y evidencia experimental sobre la eficacia y efectividad de la téenice hasta el aio 1977 Meichenbaum, D. (1987): Manual de inoculacién de estrés, Barcelona, Martinez Roca, Co- leceién prfctca (original inglés, 1985). Copitulo 5: En él se desriben tas tapas y preguntas convenientes para realizar un tratamiento en autoinsircciones. Aunque esti dirigido a problemas de estes, las exepas Dropuestas y las autoverbalizaciones coneretas pueden servir de ejemplo para cualqiier tro problema Santacre, J. (1983): «Tratamiento eon autoinstruceiones de Meichenbaurn para nifioshiper- activor», Psicodeia, Dossier nim, 3, page, 14-22. 5 Terapias racionales y de reestructuracién cognitiva INES CARRASCO GALAN Universidad Complutense de Maid 1. Terapias racionales y de reestructuracién cognitiva Elnombre terapias racionales y de reestructuracién cognitiva que da titulo aeste capitulo fue acufado por Mahoney y Arknoff en 1978 en la claificacién que llevaron 1 cabo de las distintas terapias eognitivas exi clasificacién identificafon wes grandes grapos de racionales y de reestructuraciéa cognitiva, las terapi des para aftontar y manejar situaciones, ¥ las teva Dentro del grupo de las terapiasracionales y de reestructuracién cognitive se incluye- ‘on la terapia racional emotiva de Ellis, Ia terapia cognitiva de Beck el entreve ‘miento en autoinstrucciones de Meichenbaum. \ pesar de las diferencias cxistentes entre estos enfoques y procedimicntos, existen concepciones comunes a todos ellos, tales como que los humanos desarrollan conductas desadaptadas y patrones afectivos negativos a través de procesos cognitivos y que la tarea del terapeuta es le de un dlisgnosticador-edueador que evaluat los procesos cognitives desadapiados y, post, riormente, desarrollaré experiencias que alterarin las cogniciones y los patronesafectives ¥y de conducta relacionados con ellas. Dado que e! cntrenamiento en autoinstruccione capitulo monografico en este manual, nos entrar dos primeras terapias: la tera Beck ls enrlos alos setenta, En esia terapias cognitivas: las terapias as drigidas a entrenar habilida: pias de resolueién de problemas 8 de Meichenbaum es objeto de un femos aqui en la exposicién de las pia racional emotiva'de Elis y Ia terapia cognitiva de 2, Terapia racional emotiva 24. Introduccién teérico-histérica La terapia racional emotiva (TRE), fundada por Ellis ® comienzos de la década do los sesenta es la pionera de las terapias de reestructuracién cognitiva, El propio Ellis (1977a) cuenta cémo, tras formarse en el campo del psicoanilisis, comienzn en los siios cincuenta a darse cuenta de que este metodo terapcutico es poco eficaz pa ‘esolver las dificltades emocionales, La bisqueda de tn tratamiento mas activo y © Ediciones t | ' t 668 Manus do técncas de modifeackin y trapia de conducta potente le Ilev6 a eliminar progresivamente las téenicas psiconnaliticas y a desa-ro- liar con sus pacientes métodos racionales y claramente mis efectivos. Influido par la prictioa clinica y por el pensamicnto filoséfico de los estoicos, que sostenian que la perturbacién emocional no esta directamente provocada por la situaci6n sino pot la | intenpretacién que los sujetos hacen de ella, comienza a elaborat la teoria de la TRE, ‘Como base para el desarrollo de su tearia se encuentra el supuesto de que las personas tienen ideas irracionales y filosofias de la vida que, aunque inventedas por ellas mismas, las mantienen dogmiticamente y les producen perturbaciones emocio- nales, cognitivas y conductuales. Ante la conciencia de este fenémeno, el primer objetivo fue estudiar las distintas ideas irracionales que Jos individuos tenian, bus- cando las posibles categorias generales en las que tales ideas estuviesen basadas, de tal manera que se pudieran agrupar y clasificar. Encontrar esta organizacién ayudar 1 comprender y explicar el trastorno del paciente, ya que se hace posible centra: la terapia especificamente en el origen de la perturbacion y hacer algo para poder ccm- biarla o climinarla. Asi, se origin6 Ia teoria clinica de Ia TRE, que consta, en esque- ma, de cuatro pasos sucesivos: I. La teora A-B-C, donde se explica eémo las perso nas crean y pueden destruir sus perturbaciones. 2. La detecciga de la ideas iraciona es, 3. La discusién de cada ereencia icracional. 4. El conseguir un nuevo efecto o fileso fla que permita al paciente pensar de forma mas sensata en el futuro, ‘Alo largo de su desarrollo, a TRE ha suftido una serie de transformaciones hesta aleanzar sus formulaciones actuales, cercanas a posiciones cognitivo-conductua es. ‘Sin embargo, e1 esquema general en el que se basa se mantiene imperturbable desde sus origenes. 2.2. Bases tedricas La TRE mantiene a idea de que, fundamentalmente en el campo dela alteracio- _ nes psicolgieas, existe una interaceign entre los procssoepscolgicos humanos donde cogniciones, emociones y conductes se superponen. Se parte del supuesto de que Ia forma en que percibimos los hechos infractia con nesta evaluacién cognitiva ‘emociones y conducts (Elis, 1984), Asi la causa de ls perturbaciones emmocionals es la forma do pensar del individuo, es deci, la manera como interpeets su ambieste |¥ sus ciecunstancas,y las ereencis que ha’ desarollado sobre si mismo, sobre ls ‘otras personas y sabre el mundo en general El elemento principal del trastomo psico- logico es la evaluacin, interpretacin o creeneia iracional (ilgiea, poco empiri) .¥ poco funcional (ya que difcuta la obteneién de metes) que realize el sujeto, y su forma de comportase respect «ella (Elis, 1973) [La TRE ilustra esta premisa basica a través dl esquema 4-8-C (Elis, 1974, 197; Elis y Harper, 1975). Este esquema representa ls reacciones emocionals y las conduct de 1s indviduos, partiondo de la teoria central de que las cosas cue curren no son ls que produces las perturbaciones, sino la opinin que las personas tienen sobre ells. Siguiendo este esquema: A (acontecimiontosactvadors) no cows dbiectamente C (conseauencia emocional o conductua), sino que C es causada por B (Greencias acerca de A). Una experiencie dela vida real ocurve en el punto A y se reaceiona ante ella en cl punto C. Como C sigue casi inmediatamente y de forms 0 Ediciones Piste Terapias acionales y de reesincturacion cognitive 869 directa a A, se tiende @ pensar que A causa C. La TRE considera que esta secuencia no se sigue necesariamente, ya que C no proviene de A, sino de B. La TRE afirma que Jos acontecimientos activadores (A) no generan consecuencias emocionales 0 con- ‘ductuales (C), sino que es el individuo el que produce sus propias consecencias, a través de su sistema de creencias (B). Uno de los aspectos bisicos de la TRE es la distincién entre creencias racionales, c irracionales. Aunque ambos tipos de creencias se describen como cogniciones eva- luativas propias de cada person, muestran diferencias fundamentales entre si. Las creencias racionales son probabilistic, preferenciales o relativas y se ex- presan fundamentalmente en forma de deseos y gusios, en términos de «me gustarfan, «quisiera, «no me gustarian, «preferirian, ete. Cuando las personas no consiguen lo que desean, los sentimientos negativos de displacer o insatisfacei6n que generan (la- les como tristeza, preocupacién o disgusto) no impiden el logro de nuevas objetivos 0 propésitos. Las creencias irracionales son, por su parte, dogmiticas o absolutes y se expresan en forma de obligacién, necesidad imperiosa o exigencia, en términos de tengo quer, adedo den, «deberian, westoy obligado», etc., de tal forma que su no ‘consecucién provoca emociones negetivas inapropiadas (como, por ejemplo, depre- sién, ansiedad, culpabilidad, miedo, célera) que interfieren en la persecucién y ob- tencién de metas, y generan alteraciones de la conducta tales como aislamiento, de- ‘mora, abuso de sustancias téxicas, etc. (Ellis, 1982). Aungue cada individuo puede tener ideas irracionales y filoséficas peculiares, Bilis considera que todas ellas se pueden agrupar en un niimero reducido de catego. ras generales. Son estas ideas irracionales wniicleo» las que estin en la ralz de la mayor parte de los trastornos emocionales. Por tanto, en cada paciente se deberi indagar y hacer explicitas cules son las idens irracionales que estin operando en su forma de sentir y comportarse, y habré que ensefarle la manera de abandonarlas o cambiarlas por otras mis racionales. En una primera formulacién, Ellis agrupé en tomo a 10 todas las ideas irraciona- Jes bésicas de la civilizacién occidental actual (Ellis, 1962, 1975). Estas serian las siguientes: |. Para el ser humano adult es una necesidad extrema el ser amado y aprobado por pricticamente toda persona significativa de su comunidad, 2. Para considerarse a si mismo valioso hay que ser muy competente, suficien- te y capaz de lograr cualquier cosa en todos los aspectos posibles. 3. Es tremendo y catastréfico el hecho de que las cosas no vayan por el camino que a uno le gustaria que fuesen. 4. Cierta clase de persona es vil, malvada e infame; estas personas deben ser seriamente culpabilizadas y castigadas por su maldad. 5. Si algo ¢s o puede ser peligroso o terrible, uno debe sentirse muy inquieto porello y deberd pensar constantemente en la posibilidad de que esto ocurra 6. Invariablemente existe una solucién precisa, conereta y perfecta para los problemas humanos, y si ésta no se encuentra, sobreviene la catistrofe. 7. La desgracia humana se origina por cfusas externas y la.gente tiene muy ppoca capacidad, 0 ninguna, para controlar sus penas y perturbaciones. | | { 570 Mana! de tentcas ce modtticatén y trapia de conduct 8. Es mis facil evitar que afrontar ciertas responsabilidades y dificultades en la vida, 9. La historia pasada de uno es un determinante decisive dela condueta aeteal, algo que ocurrié una vez y le conmocion6; debe seguir afectindole indefini- damente 10. Hay que lograr la felicidad por inercia y sin hacer nada, o «divertirse» solo ¥y pasivamente, Estas ideas irracionales fundamentales quedan mas tarde (Ellis 1977a) englosa- ddas en tres nociones bisicas en las que los individuos hacen peticiones de caricter absoluto a si mismos, a los otros y al mundo’ 1. Tengo que actuar bien y rego que ganar Ia aprobacién por mi forma de actuar. ‘Ta debes actuar de forma agradable, considerada y justa conmigo. Las coniliciones de mi vida deben ser buenas y ficiles para que pueda conse- {guir prcticamente todo lo que quiero sin mucho esfuerzo e incomodidad, Esta filosofia personal de exigencias absolutas y dogméticas genera un conjuato de distorsiones cognitivas que se relacionan, deforma interdependiente, con las crcencias| itracionales. Entre las distorsiones cognitivas se encuentran procesos cognitivos ira- cionales tales como: 1) resaltar en exceso lo negativo de un acontecimiento; 2) exa- zgerar lo insoportable de una situacién, y 3) condenar a las personas, o al mundo en general, si no proporcionan al individud lo que éste cree que merece (Dryden y Elis, 1988). Para Ellis cualquier perturbacién emocional imaginable estard relacionada, con gran probabilidad, con alguna de estas ereencias irracionales. El objetivo de la intervencién sera atacar tanto las inferencias como el pensamiento dagmitico y abso- ltisia que las origina Recientemente Ellis (1990) ha estudiado las relaciones existentes entre las de ‘mandas absolutas y las perturbaciones emocionales encontrando que los individvos que realizan demandas de cardcter absoluto sobre si mismos, los otros y el mundo ‘generan tension emocional. Esta tensién da lugar a dos tipos de perturbaciones psico- logicas fundamentales: la ansiedad del yo y la ansiedad perturbadora. La ansiedad del yo se produce cuando una persona se condena a si misma porno satisfacer las peticiones absolutas que o bien se autoimpone, impone a los otros ol mundo. La ansiedad perturbadora tiene lugar cuando aa se satisfucen peticiores ‘dogmaticas que otean bienestar'y condiciones de vida cémada, demandas que el indi- vviduo sc ha dirigido a si mismo, a los otros o al mundo. Cada tipo de ansiedad va acompaftada de ideas iracionales diferentes, lo que requiere un tratamiento especifi- co para cada una de ellas. Asi, la ansiedad del yo conlleva creencias relacionadas con incompetencia o descalificacién personal, mientras que son propias de la ansiedad perturbadora creencias relacionadas con la no aceptacién del malestar como emociin hhumana 0 con Ia calificacién de las emociones negativas como malas. Ellis hace hincapié en la necesidad de identificar cada tipo de ansiedad, a pesar de que en nure- rosas ocasiones sea dificil debido a su solapamiento. 2 Etcons Pinte T | | ' \ | | | | } Teraplas racionales y de estrucuracn cogntiva 671 Asi pues, los objetivos fundamentales de la TRE son ayudar a los syjetos a que ‘aumenten la autoaceptacién y la tolerancia a la frusteacién, Para ello es necesario. intentar previamente que los individuos consigan eliminar sus ercencias irracionales pensando racionalmente, es decir, de manera clara, cientifica y flexible y, ademés, ue sientan de manera apropiada y actien adecuada y eficazmente para que puedan, en tltima instancia, conseguir Ins metas que se proponen 2.3, Procedimiento basico Ellis desanolla fa TRE coma wn método erptutic para wala as difcultades emevionales, Describe la TRE, en un primer momento, emo un métodode peice, ‘api copntivo-emoivo-condvetual (Elis, L973), posterionnente, con ha tee pia cognitiv-conductal Els y Harper, 195) Hl esilode la TRE c seve, dices the yo gin part dato (Els ¥ Deven 198 atv, somo hemos selaado consiteenalterar el sistema de ercencias del sujet y ayulae a genes una nueva filosofia de la vida. Beene a 2.3.1. Estilo del terapeuta en la TRE Ellis (1981a; 1981b; Dryden y Bllis, 1989) deseribe cuales el estilo que caracte riza a un terapenta racional-emotiva, Fire las earacteristieas que menciona 29 on- cuentran las siguientes: |. Procurari aceptar incondicionalmente a sus clientes como personss falibles, ‘aunque en muchss ocasiones tenga que reaceionar ante las conductas negativas de sus pacientes 2. Intentaré ser genuino en Ia terapia, lo més abierto posible y no dudard en fciltar al cliente las informaciones personales que éste Ie demande 3. Mostrara empatia a sus clientes comunicéndoles que entiende cémo se siente ¥ que comprende cuil es su filosofia de la vida, 4. Tendri que mostrarse activo-directivo. El sistema de la TRE considera que los pacientes nevesitan un estilo vigoroso y directo para ayudarles a darse cuenta de sus creencias irracionales y a corregirlas. Ademés, a la hora del establecimiento de tareas o actividades concrctas que el paciente tiene que realizar personalmente, hay ocasiones en que el terapcuta, que siempre intentard persuadir activemente al cliente para que asuma tales tareas, deberd demandar con toda firmeza el cumplimiento de Jas mismas como una parte necesaria del proceso terapéutico. 5. Debe ser activo verbalmente y, a la vez, debe facilitar que el piciente se exprese, sobre todo en las primeras sesiones terapéuticas. La actividad verbal del ‘erapeuta se centraré en hablar directamente al paciente, interpretar las cosas que dice ‘yen persuadir, discutir e incluso atacar las ideas y acttudes irracionales del paciente ‘como procedimiento para que las abandone, E 6. Ha de ser didlictico, es decir, debe comportarse como un buen profesor que explique a sus clientes, utilizando los acontecimientos de su vida normal, cuales son los mecanismos generales de la perturbacién emocional, cémo surgen y se arraigan 872 Manus de tenicas de mociicatén y trapia de conducta cn la vida de las personas, y qué hay que hacer para combatirlos. Para esta lator utilizaré un lenguaje sencillo y claro y, ademas, el material que erea que puede ser Stil al cliente, tal como libros 0 grabaciones, 7. Seré un modelo racional de sentir y comportarse. Esto posibilitaré que el cliente observe un tipo de comportamiento diferente del que le pueden oftecer ots personas significativas, es decir, correcto, adecuado, sin ansiedad ni hostilidad, Pera ‘cumplir este objetivo el terapenta no respondera con enfado a los sentimientos de cenfado que el paciente pueda sentir durante las sesiones o siel paciente indica que 30 le acepta, el terapeuta no sentiré que eso es horrible ni pensar que no puede vivir feliz sin la aceptacién de su cliente. Ademas, con aquellos pacientes que ansian terer ‘mucho afecto, los terapeutas se negarén a satisfacer esa exigencia ensefiéndoles que realmente no necesitan ser amados profundamente. 8. Uilizara el sentido del humor como un método didéctico para combatir ls exageraciones de las ideas irracionales de los clientes y conseguir que éslos no se omen las cosas tan seriamente y se acepten a si mismos y a la vida con mas alegrie a pesar de sus fallos y dificultades. Adsmis, Ellis también indica los riesgos que los terapeutas racionales pued>a ccorrer si no manifiestan de forma adecuada estas caracteristicas durante el proceso ‘erapéutico. Manifiesta que, si los terapeutas dan raucha aceptacién incondicionsl, confianza, atencién, cuidado y ayuda a sus clientes, pueden correr, sin quererlo, das tipos de riesgos negativos para la terapia: 1) reforzar la fuerte necesidad de amor y aprobacién que tienen los clientes, dos de las ideas irracionales esenciales en muchas de las perturbaciones emocionales, « 2) reforzar la baja tolerancia ala frustracién de sus clientes y, por tanto, no sélo no ayudarle, sino hacerle un dafio importante. Consi- dera que, en terminos gencrales, el terapeuta, en fncién de los trastornos que presenta, cl paciente, deberia evita: 1) un estilo de interaccién demasiado emotivo y amigable ‘con los clientes «histéricos»; 2) un estilo demasiado intelectual con los clientes «ob- sesivo-compulsivos»; 3) un estilo demasiado directivo con los que temen ser autén>- ‘mos, y 4) un estilo demasiado active con los clientes pasivos (Dryden y Ellis, 198°). 2.3.2. El proceso de la terapia racional-emotiva El procedimionto terapéutico de la terapia racional-emativa consta de cuatro grand:s fases: 1) la explicacién del esquema A-B-C al cliente, es decir, cémo las persoms crean y destruyen sus perturbaciones; 2) la deteccién de las ideas irracionales; 3) el debate, distinci6n y discusién de las creencias irracionales, y 4) la consecueién de wn nuevo efecto o filosofia (Ellis, 1974, 1977a; Ellis y Grieger, 1989; Grieger, 1990) 2.3.2.1. Explicacién del esquema A-B-C ‘Como ya hemos mencionado, a través de este esquema se explicaré al cliente euil «8 el proceso de las alteraciones emocionales y conductuales, Asi, A (acontecimien:o activador) sera alguna experiencia de Ia vida real del cliente; B indicara los pensi- ‘micntos irracionales que la experiencia anterior puede suscitar, y C (consecuencia) se (© Bicone Pirkae Teraplas racionales y da reestneturacin cognitia 673 corresponderd con el malestar emocional y/o conductual produeido por la pereepeién del acontecimiento, Antes de explicar el esquema al paciente es necesario conocer ls naturaleza y tlindmica de sus problemas. Para ello, a través de enlrevistas de evaluacién, el tera- peuta podra determinar, en primer lugar, el tipo de problemas que presenta el eliente, ya continuacién, sus creencias irracionales. Ellis clasifica los problemas en dos grandes eategorias; externos ¢ internos. Se consideran problemas externos aquellos que dependen de situaciones ambientales. Se incluyen dentro de ellos: a) las preocupaciones profesionales que pueda padecer el cliente (por ejemplo, decidir si acepta un cambio de o en el trabajo); b) los problemas especificos de la vida (por ejemplo, problemas econémicos) y ¢) las dificultades de relacién con personas concretas (por ejemplo, un esposo «adioso»). Todos ellos se consideran en el esquema A-B-C como wacontecimientos activadores», es decit, A. Segin Ia TRE, aunque estos problemas son a menudo preocupaciones importantes que merecen atencién, sin embargo, dificilmente se pueden considerar psicopatalégi- 0s, a no ser que se acompaiien de problemas emocionales, y, por tanto, no son objeto de tratamiento en el campo de la psicoterapia, Por otzo lado, se incluyen dentro de los problemas internos los sintomas que presente el cliente, es decir, las perturbaciones emocionales y Iss conductas desadaptacxs que manifiesten, tales como depresién, ‘ansiedad, ia, culpa, adicciones, ete, Estos son a menudo generados por los waconte. cimientos activadores» o problemas extemos, y en el esquema A-R-C c= lex denomi- ne «consecuencias» 0 C. Estos son los problemas objeto de atencidn para la TRE, En cl proceso de evaluacién no es raro encontrar que los clientes manifiesten problemas secundarios que se solapan con tos problemas primarios, es decit, que los pacientes desarrollen sintomas secundarios ante la percepeién de sus sintomas pri Fios. Esto ocurte, por ejemplo, cuando el paciente experimenta vergiienza, depresion o culpabilidad por sentirse ansioso, deprimido o por una adiccién, Un objetivo impor- tante es que el terapeuta distinga los problemas primarios de los secundarios. A la hora de evalua, los terapeutas analizardn en primer lugar los problemas secundarios ppara posteriormente centrarse en los primarios. La forma de realizar la evaluacié, de acuerdo con el modelo A-B-C, sera la misma para los dos tipas de problemas, Al escuchar al cliente, el terapeuta no sélo conocer sus problemas y podré clasi- ficarlos en internos o extcmos, primarios 0 secundarios, sino que, ademés, detectard indicios que le facliturén, posteriormente, el hacer preguntas coneretas pata conocer qué creencias irracionales, 0 B, en el esquema A-B-C, les acompafian y causan los problemas emocionales que el paciente padece, Una vez que el terapeuta categoriza los problemas en términos del esquema con- uctual A-B-C, se lo explicari al cliente comentindole, ademas, el método que se va a seguir en la terapia para resolverlos. Deberd exponer con claridad que, en primer lugar, se trabajara sobre las creencias irracionales (B), que generan los problemas emocionales y de conducta que presenta (C), hasta que vaya adquiriendo creencias ‘més racionales y se vayan reduciendo sus problemas emocionales y conduetusles. En el caso de que existan problemas secundarios, en primer lugar se trabajard sobre las creeneias irracionales que mantienen los sintomas secundarios, para, a continuacién, hacer frente a las que sostienen los sintomas primarios. Posteriormente, cvando los © Edcans Pinte 674 stanva de denieas do moditacisny erapia do conducta problemas emotivo-conductusles estén resueltos, la terapia se dicigir a ls probe ‘mas ambientales 0 externos (A), Es importante que el cliente asumna esta explicacién Para que aumente su eapacidad de control y poder pasar a la fase siguiente, El tera- outa consideraré que un paciente ha aceptado como propios los principios tedricos de la TRE cuando comprenda y asuma: 1) que sus ideas y ereencias tienen un pepel fundamental en sus problemas emocionales y de conducta; 2) que, aunque sus ideas inracionales hayan sido aprendidas en experiencias tempranas desagradables, la causa de sus problemas actuales no es la experiencia anteriormente vivida como negat va, sino que ahora sigue utilizando esas mismas ideas irracionales a la hora de interpretar los acontecimientos de su entomo; 3) que para superar sus problemas no existe otro ‘método que el observar, cuestionar y rebatir persistentemente las ereencias irraciona- les, ya que el mero conocimiento de las mistas y desu influencia en In conducta no basta para producir cambios duraderos en los sintomas, y 4) que puede aceptarse a si ‘mismo aunque se haya creado y siga manteniendo todos sus problemas emocioncles (Grieger, 1990). 2.3.2.2. Deteccidn de las ideas inracionales Entiende li poriacionslidad cualquier pensamicito, movin ocomportanisn- to que conduce a consecuencnscontaproducentesyanfodestwctivas y ue inter £2 de forma importante, en la supecvivenciayfeliidad del organism (Elis, 197i. ara dsceri is ideas imaconales que ubyaccn a la pertubacion emocionl de un individuo, es necesario buscar las afinmacioneslmpetaivasy exigentes que el Paciente se hace asi mismo (exgencias e imperativos, por tanto, inlets) cardo fuiere, debe, necesita desea deforma absoluia e mprescinlble conseguit alo. Para encontrar estos imperative interno el cliente deber evisat sis debera on 0 que. ls afrmaciones no emplicae iste. Tambitn las ereenia iracions- {es nacen del tenlencn del sete er mundo algo deforma hacer ras. cionesantiemplias aereade aqua ocudooprobablementeceuikafiomaciones que apenas tienen validez porque costitayen sobregenealizacionesentades de os datos que se observany que dstorsionan ia realidad Una vez encontradas as exigancia intemas, 2 esti en condiones de poder buscar ns formas de pensamienoimacional. ara poder deseubies se debetn eve sar lap que Elis (19773) denomina cuatro formas principles de ieactonalided 1) penser que alguien o algo debera seria necsavioo tiene gue Se dstnt de lo que €s;2) ealifcar de harrenda, tril, horroroa eta sitactn; 3) pensar que no es posible suf, soportaroolerar x xu persona o cosa afrmar que ho deberfa habe Sucedido as, 4) ante los erores cometidos,afimar que el que los Comets merece reprobactin'y poole ealifikrscle de canal, podride} desprocable. 2.32.3. Debate, distincién y discusién de las ideas irracionales ‘Una vez puestas de manifesto las crecncias irracionaes, se procederé a su climi- naci6n. El modo de lograrlo es a través de la discusién, principal enfoque terapéuti de la TRE. El método seguido para debatir es el logico-empitico, esto es, cuestionar, © Bones Pamide Terapas raconales y de reesircturacén cognitva 675 poner en tela de juicio y debatir cientificamente Ia cuestin. Para diseutir y deshiacer las ereencias erréneas se utilizan preguntas retérieas que suseiten el debate. Esto implica una discusién interna entre las creencias racionales e irracionales Uno de los objetivos del debate es el de distinguir y hallar diferencias claras entre: lo quo se quiere y lo que se necesita; ls deseos y las exigencias (imperatives), {as ideas racionales y las iracionales; los resultados indeseabls de los insoportables, 4os inconvenientes de los horrores, y las conclusiones logicas de las ildgicas, Realiza, das esias distinciones, se debera concluir el debate con la redefinicién semantica de las ereencias iracionales, lo cual evitaré las sobregeneralizaciones y ayvdard a man. tener al individuo mas cerca de la realidad. Con este procedimiento se pretende que el elienteaprenda una base de conocimiento racional que le permitirdebatir consigo ‘mismo ereencias iracionales y clegir otras mas racionales, Estas iltimas podrin ser ratificadas y adoptadas en e] futuro de tal manera que se produzcan y mantengan en el tiempo cambios significativos en sus problemas emocionales y conductuales, ‘Sin embargo, hay que hacer notar que, en ocasiones, las personas manifiestan tmiedos y resistencias para dejar de pensar de Ia manera que lo hacen habitualmente Grieger (1990) enumere los miedos mas frecuentes entre los elicntes, como son. el ‘miedo a perder Ia identidad propia por asumir nuevas ideas quc surgen de otros; el miedo a volverse frio desde el punto de vista emocional por pensar tan racionalmren, te; el miedo a Mlegar a ser mediocre por abandonar las ideas dle perfeccionismno: o ell ‘miedo a perder las gratifieaciones que se estin obteniendo por sn pataldgica forma de Pensar y actuar. Es importante detectar si el cliente manifiesta algunos de estos mie. ‘dos y, silos presenta, centrar la atenciéa terapéutica en ellos considerindalos impor. tantes distorsiones cognitivas. 2.8.2.4. Consecucién de un nuevo efecio 0 filosotla EI cesultado final de la TRE cs el conseguir un nuevo efecto o Filosofia que per- ‘ita a Jos individuos pensar de un modo easiautomitico de forma mis lice extre ‘no mismo, los demas y el mundo. Esta fase serd la iltima del process, posque, debido a la conseoucibn de nuevas ideas o filosofias racionales y obvar te revswte con ellas automiticamente, el syjeto llega a desarrollar un efecto cmotiv.s conus, tual mucvo Para conseguir este objetivo, es decir, que se arriguen de manera permanente y sable les nuevas creenias racionales que ae han ido aprendiendo en la fue antercn, elerapeutaanimatéal cliente que encuentre por si mismo formas para convencesee de Ia valdee y del valor pragmatico de lo que ha aprendido. En ecta fase oe trabaje con lo que la TRE denomina el fortalecimiento del hdbto. Para conseguir est for lecimiento el cliente debe trabajar permanentemente en interorzat las nuevas cicens Cias con ls procedimientos conductiales, cognitivos o emocionales utileados durante «1 proceso terapéutico, asi como realizar tareas de enftentamionto a eacontecinicntos activadoresy. A través de estas tareas, se pretende que el cliente tenga el mayer numero posible de eontactos con wacontecimientos sctivadores» (A) que suseiten ‘eas inacionales(B) para que las pueda detectary darse cuentas las Contevenciae éemocionales (C) que les acompaian, Esto permit al cliente debut esas seencias y © fasones Pini 676 anual do téenicas ao moditescisn y teapia we conducta fomentar las idcas racionales aprendidas durante las sesiones, asi como observar las onsceuencias emocionales que estas nuevas ideas racionales traen consigo. 2.3.3. Técnicas de tratamiento La TRE utiliza una gran diversidad de técnicas cognitivas, emotivas y conductua les en el curso de su terapia. Considera que se pueden utilizar técnicas proveniertes de otros sistemas terapéuticos, ya que las hacen consistentes con su teoria y que, en este aspecto, representan un tipo de eclecticismo al que denominan «eclecticismo tedricamente consistente» (Dryden, 1987; Dryden y Ellis, 1989). 2.3.3.1. Técnicas cognitivas Dirigidas a la modificacién de las crcencias irracionales del paciente. A continia- ccién describiremos, brevemente, las tScnicas cognitivas mas frecuentemente uti das por la TRE. 1. Entrenamiento en deteceién de ereencias irracionales Consise on ayudar al cliente a buscar las creencias iracionales, sobre todo ‘os «debom, «tengo quen,«deberian, ces mi obligecion», que le conducen a conducts emociones perturbadoras Para lla el terspenta ensedard al elienter 1) a diforenciet los comporiamientos y sentimientos ingpropiados (C) de los apropiades: 2) a dare cuenta de los aconteeimients (A) que oeuren justo antes de experimentar lox seni micntos y conductas desadaptadas, y 3) a detectar los pensamientos 0 creencias irta- cionales (B) que acompatan a los eacontecimientos ativadoresn y que les conducen 4 las wconsecuencias»(sentimientes y conductas)inadcevadas. Adem, ct terapevta Je pedi al paciente que reaice, como taea para casa, el registro de Ios waconteci- inientos activadoresy, «ereencis iracioales» (B) y «consecuencias» que aconte2 can ene les sesiones. Esta actvided permite al cliente comprobar el papel que jue gan ls eogniiones yejrctar su habilidad para detectarles. Este entronamieato ean equi previo impescinible aaa are cogntva dereftacion de eas aio 2. Téenieas de persuasién verbal Las téenicas de persuasién verbal o de refutacién de ereencias irracionales pre tenden, a través del debate entre paciente y terapeuta, determinar la validez de has ‘ereeneias irracionales que presenta el paciente adaptando el método cientifico a la vida cotidiana. Son las téenieas bésicas y las preferentemente utilizadas por los ters peutas racional-emotivos. Entre las més utilizadas en una TRE, segin la revisién realizada por Harrel, Beimen y La Pointe (1990), se encuentran las siguientes 8) Explicacién de los fundamentos teéricos de la terapia. Se explica al cliene en términos claros el A-B-C de la TRE. El valor persuasivo de esta explicacién per mite acontuar la responsabilidad del cliente en el proceso de cambio al darse cuensa Terapiagracionales y do reostuciviacén cogntiva 677 de que cs cl responsable de sus cogniciones y, por tanto, puede ejercer control sobre tas ereencias errOneas. Ademas, al nceptr el paradigmatedrico de Ie TRE, el cliente esté esencialmente de acuerdo con el plan terapéutico a seguir, inerementando la posibilidad de un cambio cognitivo mas extenso ) Andliss y evaluacién légica. Se aplican los principios de la logiea para mo- difcar tas ideas iracionsles, La discusibn puede centrase en dos aspectos: a validez logiea de la ereencia iracional del cliente o premisa basic, y a incongruencia que puede manifestar el cliente entre una conducta adaptada y une creencia iracional Para la discusién logica de premises bésicas 0 creencias se ullizaré un razona- rmiento deductive de tal manera que se muestre que, aungue el razonamiento formal Ge haga el cliente sea correcto, dado que parte de-una premisafals, la conclusién a ta que legue puede ser flsa, Por ejemplo: «La buena madre es aquela que es eapaz de satisfacer todas las necesidades de sus hijos (premisa bésiea errénea). Ayer no pude dara mi ija toda la stencién que queria No Soy una buena madren (conclusién fque puede ser fila, ya que parte de una premisa falsa) Para la discusion sobre la incongruencia enire conctas adaptadas y ereenciasiracionales se uilzaré un razo- namiento inductivo, pr ejemplo: «Me has estado contando todas Ins actividades que realizase ayer y la ultima pelicula que viste, emo es posible que me digas que nunca te acuerdas de nada? ©) Reduccién al absurdo, Para demostrar que una ereencia es iracional uti zando la técnica de reduccién al absurdo, el terapeuta asumiré la ereencia en cuestiGn Come correcta y la Ilevaré hasta su extreme légico, de tal manera que el absurdo se muestre patente y el cliente vea la necesidad de reformularla ‘d) Andlisisy evaluacién empirica. ara poner en prctica la técnica de andlisis y evaluacion empirica, se comparari el contenido de la cognicién con evidencias mpiticas u observaciones de la vida cotdiana de tal manera que se eval el grado de reaismo de la cognicién. Por ejemplo: aM estas diciendo que eres un fiacasado y {que todo Toque has intentado en Ia vida te ha sald mal. Examinaremos les hechos de tu vida a ver si objetivamente es cierto» @) Contradiceién con el valor apreciado. En su puesta en prictic (C). La segunda, propuesta por Mavltsby (1981), se recomienda que se utilice en etapas-posteriores para practicare inculcar habitos de pensammiento racional (Grieger en la introdvecién al capitulo de Maulsby de 1981). A continuacién se expone brevemente cada una de La puesta en prctica del procedimiento propuesto por Ellis eonsta de varios pa- s08: 1) se pide al sujeto que se celaje; 2) una vez relajado, se le pide que imagine vividemente y con el mayor nimero de detalles posible una situacién especifica de alto contenido emocional negative para él; 3) cuando el cliente ha indicado que lo puede imaginer con clardad, se le pregunta por las emociones uegativas inapropiadas ‘que esté experimentando (depresién, angustia, ete.) y se le pide que trate de carbiar- las por ots aks adaptativas (Qdsteua, destoutento, malestar, ec.), y 4) cvando cl cliente manifiesta que ha conseguide cambiar sus emociones negativas inapropiadas por otras mas adaptativis se le pide que las indique y que deseviba el tipo de pensa- rmientos que utliz6 para poder cambiarlas. La variante propuesta per Maultsby esti compuesta de los siguientes pasos: 1) siguiendo ol esquema A-B-C, terapeuta y cliente realizan un estudio detallado de Ja situacion especifica de alto contenido emocional, debaten las ereeneiss irracions- Jes (B) que la situacion suseita y buscan ereencias eacionales alterntivas; 2) cuando el cliente posee ereenciasracionalesalleroativas para esa situaién, se le pide que se telaje profundamente; 2) una vez relajado, se Ie indica que imagine con claidad y la més vividamente posible la sitacin elegida de alto contenido emocional; 4) una vez conseguide esto, se pide al paciente que aplique lo que ha enirenado previamente, es decir, ques imagine a i mismo debatindo hs eas icionaes que se vayan sis citande y que aplique las ideas racionales altemativas entrenadas, y $) cuando mani- fest que a conseguido cambiar las ideas iacinales por otras adecada, ee pide que intete sentir de acuerdo con esos nuevos pensamientos. Después del entrenamiento en li consulta, se pide al sujeto que practique la téoni- ca en casa, en cualquiera de ls versiones, todos los dias al menos durante diez minu~ tos, intentando cambiar las emociones negativas inapropindas por otras mais adecuadas, 2, Técnicas humoristicas Tienen como objetivo disminuir las exageraciones del cliente sobre Ia importan- cia o seriedad que concede a las casas, el dramatismo de los acontecimientos de la vida y las exigencias absolutas que se demanda a si mismo y a los demas. El método © BconesPknide Torapiesracionates ye reestucturaciin cogniiva6B1 de terapia humoristica que utiliza la TRE consiste en utilizar chistes y frases inzenio- sas, ser jrénico, usar un lenguaje exagerado, llevar las cosas al extremo, hacer juegos de palabras 0 retruécanos, usar bromas chistosas, hablar en argot, inventar letras para canciones conocidas y cantarlas con sus clientes, ete Ellis (1981b) deseribe las ventajas de la utilizacién del humor y la broma en Ia terapia, y entre Ins razones que aporta se encuentran las siguientes: 1) e] humor puede ayudar al clicnte a reirse de si mismo y a aceptarse con sus puntos vulnerables y sus fallos; 2) clarifica muchos de los comportamientos inadecuados del cliente de forma agradable y sugestiva; 3) hace desaparecer la excesiva seriedad y la monotonia de la terapia; 4) ayuda al cliente a distanciarse de sus problemas y le posibilita ser mis ob- jetivo; 5) sirve como método de distraccién que temporelmente interrumpira sus peasa- ‘mientos inadecuados, y 6) le demuestra lo importante que es pasirselo bien en la vida. 3. Escuchar y debatir grabaciones Elescuchar y debatir grabaciones se considera en la TRE como un provedimiento ‘erapéutico educativo complementario que entra a formar parte del programa de rees- 'ructuracién cognitiva, £1 método consiste en oir cintas grabadas o ver peliculas d las propias sesiones ferapéuticas def sujeto o de otras personas, que ayudardn a com render y a asumir los principios tedricos de la TRE y a conocer mejor y poner en prictica los métodos de discusién y debate de las ideas irsacionales. 4. Biblioterapia La lectura de libros que ayuden al sujeto a hacer frente a sus probtomas es uno de los procedimientos terapéuticos més utilizados en la TRE. Su objetivo es educativo y se centrard en sugerir al clicnte la lectura de libros sobre la filosofia de Ia TRE y los fundamentos teéricos en los que ésta se basa, asi como en su aplicacién a problemas especifices. 2.4, Variaciones. Reestructuracién racionai sistematica El procedimiento de reestructuracién racional sistemitica propuesto por Goldfiied (Goldfried et al., 1974; Goldftied y Goldfried, 1975; Goldfried, 1979, 1988) se desa- rola partir de la TRE de Ellis. Este métoda terapéutico tiene como objetivo ense- fara los clientes habilidades de enfrentamiento y manejo de situaciones probleméti- cas que les permitan adoptar perspectivas mas razonables sobre los acontevimnientos Perturbadores. Surge del intento de conseguir una mayor especificacién del procedi- miento de Ia TRE y adecuarla # un procedimiento de autocontrol. El fundamento te6rico en el que se sustenta es el mismo que el de Ia TRE, aunque la reestructuracién ‘acional sistematica pone mas énfasis en el papel funcional de las ereencias que en el racional, y hace més hincapié en la consciencia de los pensamientos especificos 0 automanifestaciones que tiene el cliente que en la biisqueda de las creencias irracio- nales «nicleo». Sin embargo, a pesar de estas diferencias, las distinciones fundamen tales entre ambos enfoques no se siiian en su base conceptual, sino que se encuentean en el procedimiento de intervencién. 682 Manual de técnicas da modicacién y terapia de conducta El procedimiento trapéutico de reestructuracién racionalsistemética ests divi doen cuatro fases: 1) In explicacin del supuesto teérieo de los pensamientos come mediadores del malestar emocional; 2) el reconocimiento de In iracionalidad de cir tas ereencias; 3) la identifieaciOn de los supuestos no realistas que mediatizan la ansiedad del cliente, y 4) la ayuda a ls elientes para reevaluar creencias no realists 1. Bn a primera fe Se poporeonarl al inte informacién general sobre Tre ance He cee eben co pein aka gs pega te secs pellonel vane ep usa fost mises Wont, ook seaploocorios pr eee Frm nance ferauler pseu ElDpapni eer eH a Fr sencilla ¥ objetiva, cémo las reacciones emocionales pueden estar directamente in- This pa es xpoenve,ujeaanes,alracones pnsemicatos qe ls Pe tons ienen analiza let steniocrs Iu se snes go orl ‘ehcones en tian, Tambien sehr sabe a chest us cas stoma tes o penance gesardos ka o cour, cu ts cals 7 Sloe Pia tay Gia cote a das al wasn ese es os mane dered, ans o freely stuclones gue fe peautban ewer: mente. Sin embargo, estas aulomanifestaciones 0 pensamientos mutomaticas medi Ping unlega ecu crane nnoomonse ponies eee pe to atime 2 En el reconocimint de to iacionlied de cles crencias se pretends ques lente ed anna y sta mates ao elt otra as creencie que geneamente tienen ls indvdues gue, adem, gener azocs ex pecs paca argumenas i inacionaldad de ess puntos de vista. Se esomienda plc elfen minimarenteencuestions personales de tl manera qe at tems fil generar contaargientes realists. Para conseguir estos objeivos, terapeta presenta le cesneasracionalspropuestas por Els de na fra exe geradnoenrema, de al manera qe par leis ean i 0 estar de acuerdo Cones y descr olasotnible delat mists Se considera que erapeut sett ts efecttvo en promiover un cambio de aiden el lentes en ugar de iter convencerle yertalmente dela iraioaldad de eas cena pensamintn, le anna sq basque agents para eft su iraionldad Prk ell, se sgiere aue el terapeut,sdoptndo el pape de abogado del diablo, pds al pacene que le Proporeonerazones qu le convenzan de que su punto de Vases insostenbe, Se Protnde que el let dtinga con clanidad ente los dessos (ame gstarin, «ds ten te) los imperativs oexigencis fntenas(odeberiancengo dt», e) ‘demise considera que proablemente noes neces ovina dass eas ine Gioalspropesas por Elsen ods los pacientes y queen fa maori de x caah ts sii on el nds de as dos prea (Todo el mind me ene ie qo recy sDabeds pectic oe hago Sin emba, daloque ne xi orn epetfiess sobre exe punto, andi recaerd sobre ua de i tot en funi6n del ucio slo del terapentay de as problemas expelicos qu presente ol paciente onales ij Terapias racionaes y de oostuctuacién cogitiva’ 683 3. La tercora fase se centraré en la identificaciém de las aulomanifesiectones no realistas que estin determinando las emociones desadaprativas del cliente. En oca. siones, después de la fase anterior, los clientes se dan cuenta espontincamente de que Giertos pensamientos irracionales son relevantes en sus seacciones emocionales. Otras veces, en cambio, puede ser necesario que terapeuta y cliente exploren detenidamen, (c situaciones especificas de la vida cotidiana del cliente que se han asociado con problemas emocionales o conduetuales. En este andlisis el terapeuta ayudard al pu Ciente a darse cuenta y a reconoeer el tipo de ereencias o expectativas no realistas que estén influyendo en sus trastornos cmocionales. Para realizar esta explocacidn, se Pediré al paciente que elabore una lista con aquellas situaciones que le generan ansie. dad y que, a continuacién, escriba los pensamientos que cada situacién le desencade. ‘a, Posteriormiente, terapeuta y cliente discutirn la irionelidad de los pensamien. {os de este tltimo incluyendo en el debate: a) qué probabilidad tienen de ser eorrectas {as interpretaciones hechas por el cliente, y 6) qué implicaciones tiene para el cliente esa determinada forma de interpretar los acontecimientos. El desarrollo de esta terce. 12 fase llevari al cliente a la conclusion de que es necesario aprender eéme dejar de pensar de forma irracional en determinadas situaciones. 4. Aytdar a los clientes a modificar sus creencias no realists. En esta etapa se pretende que el cliente ponga en préctica lo aprendido tedricamente en las fases ante Flores, es decir, que sea capaz de reevaluar lac sitiaciones de forma més racronal (pensar de forma realist), tanto antes como en presencia dela situacign quelle genera ansiedad, utiizando Ia experiencia de ansiedad como una seal para nieiar el proce. s0 de reanalisis cognitivo. Antes de poner en prictica el procedimiento en la vida Cotidiana, se entrena al clicnte a través de ensayos de conducta en imaginacion o role-playing en vivo. En estos ensayos el cliente practica cémo modificar sus pense. ‘mientos no realistas en situaciones relevantes que le generan ansiedad y que estén ordenadas jerérquicamente en funci6n del grado de malestar que le generan, Cuando 82 considere necesario, el terapeuta puede actuar como modelo para mostrat al clien. te cémo una forma de pensar més realista (pensando en voz alla) puede competir conta las reacciones emocionales negativas. Una vez que el cliente ha ensayadoren la consulta este procedimiento, se le pide que lo aplique en situaciones de la vida real, Aunque teéricamente el procedimicnto de Goldftied que acabamos de exponet se diseRé para ser aplicado en distintos trastornos emocionales, en Ia prictica, y sobre {odo en Ia tltima década, se ha utilizado como un método para hacer frente 4 trastor~ nos de ansiedad tales como ansiedad interpersonal, miedo a hablar en piiblieo, miedo 4 los eximenes o a las evaluaciones, problemas de asercién, ete 2.5. Criterios de aplicacién Al revisar las aplicaciones de la TRE, se observa que esia terapia se ha utilizado con una gran variedad de trastornos psicolégicos y se ha aplicado tanto individual. ‘mente como en grupo, Entre los trastornos abordados se eneuentran: problemas sexuales ¥ de pareja, terapia de familie, control de la ira, problemas de asercién, fobia social, © Eaiiones Picmie 684 Manual de técicas do moaicacén y trapia de canducta ansiedad al hablar en pablico, tartamudez, ansiedad a los eximenes, problemas de adiecién al alcohol y a las drogas, agorafobia, obsesiones, etc. (DiGiuseppe y Miller, 1981; Rachman y Wilson, 1980; Wessler y Wessler, 1980; Bernard y Ellis, 1990; Bas Ramallo, 1992; Ruiz Femindez, 1992): Sin embargo, el intentar determinar qué pro- bblemas son los tratados can éxito por este enfoque terapéutico y qué tipo de clientes son Jos que mas se beneficiarian de una TRE, presenta serios problemas. La considcracion de la cficacia clinica de la TRE lleva inexorablemente a revisar los datos procedentes de investigaciones controladas que se hayan Ilevado 2 cabo con ‘muestras clinicas. Sorprendentemente, 2 pesar de la gran cantidad de informacién aacumulada sobre la eficacia de la TRE, la mayoria de los datos provienen de estudios ide casos asisteméticos (en los que se proporcionan descripciones muy generales del proceso y del resultado de Is terapia Ilevada a cabo con un paciente) y estudios expe- rimentales con anélogos (en los que se utilizan muestras de estudiantes como su 10s). Casi no aparecen en la literatura informes sobre estudios sistemiticos de casos clinicos y apenas existen estudios experimentales llevados a cabo con muestras clini cas (Rachman y Wilson, 1980; Zettle y Hayes, 1980; Heaga y Davison, 1989), Por un lado, a partir de los datos proporcionados por estucdios de casos asistemd- ticos no es posible determinar Ia eficacia cliniea de un procedimiento terapéutico, ya que estos trabajos prescntan problemas de validez interna, esto es, no especifican claramente cules son las variables efectivas de la terapia, Por otro lado, las investi zgaciones con muestras andlogas estén limitadas en su validez externa, ya que es dificil {generalizar los resultados a otras poblaciones y a otros tipos de problemas. Ademés, Ia investigacién andloga llevada a cabo, en concreto, por la TRE presenta serias limi- taciones a la hora de generalizar sus resultados a poblaciones elinicas, ya que se reduce basicamente a los tipos de ansiedad mis frecuentes en estudiantes universita- rigs: ansiedad a los exémenes, ansiedad a hablar en piblico y ansiedad interpersonal (Zettle y Hayes, 1980; Rachman y Wilson, 1980; Haga y Davison, 1989). Centrindonos en Ios escasos datos obtenidos a partir de estudios experimentales ‘con muesttas clinicas, la TRE se muesira superior 2 los grupos de contral sin trata- miento, a los grupos de lista de espera y a los de atencién placebo al final del trata- ‘miento, en el caso de pacientes diagnosticados con «neurosis» (Lipsky etal, 1980), y también es superior al final del tratamiento y a los tres y seis meses de seguimiento, ‘en el tratamiento de fébicos sociales (Mattick etal. 1989; Heimberg et al., 1990), La comparacién de la eficacia diferencial de Ia TRE con respecto a otras métodos de intervencién psicologica pone de manifiesto que la TRE es significativamente més cficaz que la desensibilizacién sistematica para reducir la tartanmudez, la ansiedad y Is actitudes negativas generadas pore] hecho de tartamudear (Moleski y Tosi, 1976), igual de eficaz que el entrenamiento asertivo en el tratamiento de mujeres con proble- mas de asercién (Wolfe y Foder, 1977), menos eficaz que la exposicién en vivo en el tratamiento de pacientes agorafébicos (Emmelkamp et al., 1978; Emmelkamp et al. 1986) y més eficaz que 12 autoexposicién para produeir mejoras en los sintomas depresivos de los sujetos obsesivo-compulsivos a los seis meses de seguimiento (Em- rmelkamp et al., 1988) En el drea de la fobia social existe un mayér nlimero de investigaciones. Los resultados sobre la eficacia de la TRE en comparacion con procedimientos conduc- i Terapias acionalesy de restrucuraciéncogoliva 685 tuales muestran que Ia TRE es igual de eficaz que la exposicién en vivo y que ef entrenamiento en habilidades sociales (Emmelkamp et al., 1985; Mattick y Peters, 1988; Mersch et al., 1989; Merch, Emmelkamp y Lips, 1991). Dado que la TRE incluye en su puesta en prictica técnicas conductuales, se ha intentado determinar Ia cficacia diferencial de cada uno de los procedimientos eomparando: TRE combinada ‘con exposicidn, exposicién sola y TRE sin exposicién, Los datos muestran que, aun- que los tres procedimientos fueron significativamente superiores al grupo control de lista de espera, I eficacia diferencial entre los tres grupos de tratemiento puede va- rar en funcién del método utilizado en Ia evaluacién, Se observa que la TRE mas exposicién y la exposicién sola se muestran significativamente superiores a la TRE sin exposici6n, si se utilizan pruebas de evitacién conduetual, mientras que ambas formas de terepia aparccen significativamente menos éficaces si se utilizan medidas de autoinforme. Al comparar los resultados de la TRE combinada con exposicién y de la exposicién sola, sc observé que, aunque no aparecian diferencias significativas al final del tratamiento, éstas surgian en Ia evaluacién de seguimiento, a los tres ‘meses. Se observé que el grupo de la TRE combinada con exposicin habia continua- do mejorando durante los tres meses de seguimiento a través de las pruebas de evita cién conductual y de una medida de autoinforme, mientras que el grupo de exposi- cidn sola permanecia igual (Mattick et al, 1989), De los datos revisedos podemos concluir que la eficacia clinica de la TRE no ha sido todavia adecuadamente demostrada debido a los pocos estudios llevados & cabo ‘con muestras clinica la falta de validez interna de los estudios de casos asistemiti- 0s y los problemas de validez extemna de los estudios Hevados a cabo con muestras anilogas (Rechman y Wilson, 1980; Zettle y Hayes, 1980; Haaga y Davison, 1989; Kendall, Vitousck y Kane, 1991). Ademés, aunque la combinaciéa de la TRE con procedimientos condactuales se muestra eficaz en las comparaciones con grupos pla- ccebo y de control, de las comparaciones de la TRE con intervenciones conductuales nno queda claro el incremento de eficacia que la TRE aporta a los procedimientos tradicionales de la terapia de conducta (Sweet y Loizeaux, 1991; Turner, Beidel y Townsley, 1992). ‘Atendiendo a las caracteristicas de los pacientes, se indica, aunque ao hay datos tempiricos que lo confirmen, que responderin mejor a una TRE sujetos altos en inte- ligencia, que valoren los procedimientos del método cientfico tales como la logica y la evidencia (Ellis, 1983) y que sean cognitivamente complejos (Lane y Schwartz, 1987). Ademis, se considera que no se beneficiaran de este tipo de terapia los sujetos ‘quc muestren grandiosidad, ira frecuente y grave, que tengan una muy baja tolerancia ala frustracin y que sean aversivos para las otras personas (Elis, 1983), y aquellos {que presenten trastornos de personalidad (Haaga y Davison, 1989). 2.6. Evaluacién eritica ‘Uno de los primeros estudios encaminados a Ia contrastacién empirica de las proposiciones conceptuales de la TRE fue llevado a cabo por Elis (1977). Para este trabajo, Elis realiz una revision bibliografica de las investigaciones efectuadas so- bre procesos y estructuras cognitivas, y sus conclusiones le Hevaron a considerar © Bacon Phumide

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