Ill DEPORTES
* El boxeo
ascenso al
‘profesionalismo.
et
Sm om mam sa
* Francisco Boza ratified eu calidad
ofimpica al obtener ocho medalias de
oro en las pruebas de tro.
—
prostate eaeseom Be
2
IV Juegos
Odesur:
13s y mucho entusiasmo
deportistas en cada competent ie Aa el gesto y la
fuerza en la prueba de salto largo,
S2IGENTEoe oo
Suuimens Guzmén, de Peri obtuvo medalla de plata en salto alto, pasando la varila en 7
‘Surinam gané medalla de oro en los 800 metros planes demas.
la presea de oro en ol bE
Deportive de Sani Luis. Hubo bronea entre
Argenti
* Clorinda
Camayo demostrs
{a garra huonca y
4 ‘queds tercera en
ree. ta maraton
8 ce femenina. Un
BY “| auto ta atropells
BB | poco antes de ta
A i meta. Se
16 recuperé y siguid
en la broga. En
‘octubre ya habia
‘Ganado la dura
y Arequipa feron las sedes dc las com- Chile destacé en atletiémo, Argentina
‘on algunos contratiempos, y supe- petencias. ‘en gimmasia, Brasil lo hizo en béisbol y es-
Jo una serie de obstécules,1,112 | Ratificando su superioridad en estas i- grima: Pent destacG comoaliinee oe to
ee meee pases confratemizaron en des contnentales, Argentina tivo elma- X60, tio) también on pesen,
Jos 1V Juegos Sudamericanos que culmi- yor nimero de medallas (186 en total),
decades es fitino, Fucron nueve dias. seguido de Peri (179 medallas), Chile La clausura de los IV Juegos se ealiz6
2 ardua competcncia donde los atletas in- (134) y Brasil (76). Elequipo nacional su- en cl colisoo “Eduardo Hikes Mae
{grzavon gucbrar marcas anteriores. Si bien peré las expectaivas previstas pues mejoro Juegos. Odesur se desert ea eee
la calidad técnica de los juegos nd fue la eh tercer puesto que consign ene ‘ie ena ca 1954. Muchos lceionee dejan es-
Tepe pais Y desada, elenmsiasnodelos sur de Chile en 1986, Eliboxeoy el tiro'tos TV Juegos, eapecainenre sea ie
qevorttasy el expe de los organiza: fueron tas discipinas done obuivimos ferente als calidad y proc ieee as
Heres eg Ge ests TV Tusgos cumplic- mis medallas 6 oro y 2de plata en el de- de mueattos depontsier shanna
‘an su objevo imtegrador, Lima, Tryjllo ports de.los guances y 8 de oro en tito. infaestructte, que deve serra ay
GENTERSIlllhzt Veco y su gente
Por: Emilio Lafferranderie
Ss ‘embré vientos que él mismo soplé
y ahora recoge tempestades con
fuerza de Muracn, No vo la actinnd me-
surada que correspondia, se vanaglorié
‘de sucondicién econtmica y sea enros-
{16 al mundo, quizas sin proponérsclo.
Por qué? Porque surgié de tna socie-
‘muy competitiva, diferente a otras,
donde el villero de ua barriada margi-
nna Ilegaba al centro como quien aplasta
Ja nariz sobre el vidrio de los asombros,
Abriendo Jos ojos para observar a los
emis medir sus propias carencias. Vi-
yimos veinte afios en, Buenos Aires,
rucsiraesposa es argentina y nuestros NE
jos también. Seguimos teniendo alld f
Imiliares y afecios, pero ello no impide
‘puntualizar algunas cosas que se nos Geu-
tren fundamentales para tratar de expli-
cat el caso Maradona, tal cual nos lo
solicita Ia direccién de “GENTE”
Cuando Hlegamos a Buenos Aires el 23
de septiembre de 1960, nos estaba es-
perando “‘Borocot6", el gestor de nues-|
{ta cruzada desde la vecina Montevideo,
eon una frase que agendamos: “Esta
‘ciudad se conquista con la camisa lim
pia y los zapatos bien lustrados. Aqui|
fe miran Ia ropa que levas en primer|
térming y después pasan a mirarte a|
la cara’, Todo es competencia en la
apasionante urbe que tan bien defini6 En-
rique Chirinos Soto: a Nueva York de|
Ta América Latina’, Sobra gente y fal
tan oportunidades y entonces fa lucta por
‘momentos se convierte en algo fer0z,
casi despiadada, Diego Armando Mara.
‘dona vino tocado por Ia varita magica del
Fitbol, y se subié a lomo de pelota para]
todas aquellas apetencias insatisfe-
cchas de su infancia marginal —surgi6 do|
Tos aqui lamados “*hartios altos"*— se|
‘rastocaran en bienestar. Y cuando lleg6|
a tener todo lo que queria, el mundo casi
asus pies encantados, no pudo eludir
algo que en muchos séctores de la vida]
del Rio dela Plata es cast ley para quic-|
nes de la nada llegan a] cielo econdmico:
In ostentaci6n, abrir su inmensa bille-
tera ante el mundo y mostrarla con el
gesto suficiente, sobrador.
Alli, a partir de aquel instante, em-
1pez6 a ser menos en el concepto de los
demas. La cuenta en rojo de la acepta-
ciGn popular comenzaba a registrar last
primeras cifras. Llegé el desborde det
casamiento alienante, con un jet 747 con-
trarado para traer y devolver sus amis
tades europeas, con el meni de la bota
impreso en colores y detallando cada una
de las calidades de.los manjares y las
edades de fos vinos a servir. Todo pro-
mocionado, gritado en medio de una si-
tuacién econdmica argentina que estaba
para el pan duro, y no para cl caviar y
el Pommery ‘Bandera Americana’
Quizis no fue su culpa total, cuota
fortante debe haber puesto un apoderado
‘gue encontr6 en ‘la noche” cuando los,
‘buenos consejeros cn todos~ sc hallan
siempre a la Inz del sol. ¥ la cnenta en
rojo de la aceptaci6n popular siguié am-
plisndose con otros digitos.
El coro de brutos
Quins fo plain en us despan-
tes? Los que. piensan exactamente 10
‘mismo cuando Hegan al billete grande,
El coro de brutos que mide todo cn
“plata, plata y lata”, los que creen que
‘inicamiente se puede vivir bien si el ve-
tino, el bodeguero, el farmacéutico, sa-
ben que cada dia tienen los bolsillos mas
abultados. Estén en Buenos Aires, y
también los hay en cualquier pais que los
recibe: viven para los demds, no para
ellos, Y son los mismos que pretendian
_justificar la ostentacién absurda con una
frase que los sintetiza: “Después de todo
es su plata, y est en el derecho de
hhacer lo que qulera con ella”, todo
‘acompanado con gesticulaciones! y a+
briendo la boca hasta la ultima muela.
Hlay cosas que se aprenden en la mesa
de los padres, desde la infancia. Hay
verdad que den es rls dl de
Sayuno, almuerzo y comida, para que
toda la familia aprenda a vivir valorando
1a verdad de los afectos, creyendo en la
superacién, pero también en los buenos
Iibros y en ids ejemplos que nos oftecen
los mayores.
‘Le debe haber faltado mucho de ello,
por carencias culturales de carifio)
‘que le hicieran ver con claridad e! futuro.
Todo para él fue un ‘chan-
fle" bien puesto, un zurdazo. casi
migico-propio. del’ mejor jugador del
mundo que es-para tener otro carro mas
‘grande, mis exclusivo, con la promocién
Cambio Ia droga por la pelota y no
juega ni en la cancha ni en la vida
correspondiente a fal inversién.
Aparece la droga
LQué més puedo hacer, qué me
falta por lograr? Si querfa una parillada
argentina completa, con todo, pedi que
se la despacharan en el avidn mds ur-
gente, estuviera en Barcelona o en Né-
es’ {Cémo andaré Argentinos
Juniors? Un llamado teltonico a Bue-
hos Aires para que su padre le pusiera
Ta radio y dejara que transcurrieran los
‘90'minuios, ms las entrevisias y la sin-
tesis de todos los otros partidos de la fe
cha, {Canta Valeria Lynch en San
Remo? Contratamos un avi6n taxt que
nos lleve y nos traiga. Y asf en todas,
confirmando que se trata también de “la
dquina de gastar més completa que se
haya inventado”. ¥ entonces en medio
de ese trigafo de ansiedades, aparece la
‘droga. Desde hace casi unafo nadie du-
‘aba que ya estaba atrapado por la co-
‘eaina, preso por una lacra que flagela al
mundo y que abate robles, derrumba
montarias.
Todo se hace contradictorio
Tras a gloria de México 86, en Ia ac-
tuacién personal més deslumbrante
que recordemos, no tuvo otros techos.
Gand con el Népoles su segundo
“seudetto™, triunf en cuanto torneo se
propuso —excepto la Copa de Campeo-
‘nes— y entonces la falta de metas ayud6
4 agravar la situaci6n. 2Se sinti6 solo
Maradona pese a estar rodeado por
una legiGn de gente que vive a sus ex-
‘Alli también puede estar otro de
Jos motivos que lo empujaron al despe-
fadero del consumo, con desplantes ci-
Clotimicos acordes con los momentos de
efor 0 de depresion, pcos perfect:
mente establecidos en el cuadro de un