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EDITORIAL saat Distintas realidades S receta generalizada, Selaolaliaxista —brast Tefio— que me llevaba al aeropuerto en Miami, al enterarse de minaciona- lided peruana —Lo que se necesita enrnuestos pases esos! una dictadura, ‘Vea usted Chile y compare con Brasil Y, por las preguntas, era fécil deducir quetos asistentes al almuerzo del migrco- les pasado ena Cémara Norleamericana de Comercio, aqui, en Lima, pensaban gon la misma simplicidad que el taxista imaiemero —$i a Chile le ha ido tan bien con el largo gobierno de Pinochet, gpor qué no redlegr a Fujimori? AAs! piensa buena parte del electorado peruano, despreocupadisimo de que la hnueva Constitucién sea autocrética y centralista, Lo que no significa admitie {uetan pueril razonamiento sea correcto, Spo, sentiment, conta un hace abjelivo. De esa mayoria, unos doa semejante conclusién —alla neces dad de la dictadura— engafados por el espejismo de Pinochet y, otros, subyuga- ddos por la fuidemagoaia de los regalos y las obras piblieas hechas sin orden ni concierto, sin planificacion alguna y sin control, pérosi, justo, enlugares donde se pueden cosechar votos, No importa si el {ujpopulismo —incluida la zona franca surcoreana sea faro de atraccion para acrecentar la concentracién poblacional en Lima! iNo importa que, mafiana, la ciudad y el pas estallen! Lo que esios Sefiores quieren es un dictador. Lo quie- ten de buena fe y creen que hay buenos dctadores. ¥lo quea Fumorileinteresa 5 la reeleccion, la permanencia en el poder con una Constitucién que sea am- plia cartapoder —como la que recibié Fitler— para gobernar autocraticamente, sin freno alguno. La coincidencia entre el Postulante a perpetuarse enel poder ylos lectores es rdateaporlos recuerdos que evoca. ¥no es que vea parengon entrelas figuras de Fler y Fujimori —va he dicho que lo que en uno es estromecedora tra edlia wagneriana en el otro se vuelve saineteinformaly chicha—, lo que ocurre ‘5 que hay tenebrosa simillud en las pala. bras de uno y otto. Las de Fujimor pare cen calcadas de las de Hitler. Y también esa similtud se produce en ios hechos, ‘como os poderes que elParlamenioledio Hitler y los que el CCD se dispone fentregarie, con la nueva Consitucién, al sefior Fujimori. Esa identifceciin de pala- bras v hechos, que no se da en ofros ca 505, es la que coloca juntos en las ctas a ‘nugatro Shogin con Hitler. Pero asi como hay quienes creen que el Perit necesita una dictadura, no faltan uienes pensamos distinto y estamos Convencidos de que tenemos ideas més -OIGA, 5 de julio de 1993 coherentes, mis razonadas, mejor infor: tmadas, menos céndidas que las de ellos. Por a pronto de buenos reslndos se trata ‘no ponemos de ejemplo a Colombia en lugar de Chile? La demo- racia colombiana, en una realidad tre mendamente complea y violenta, puede exhibit mejores logros econémicos que el Chile de Pinochet: mayor y mas continua do porcentaje de crecimiento, deuda ex tema casi invisible, mayor acumulacién de ahorro, etcétera. No hay en Colombia, es cierto, la tranguilided pablica que se ob- sgerva en Chile, pero ya estd dicho que se trata de realidades sociales y poltticas diferentes: La feadad chien es ora, ‘muy distinta la colombiana yaa perua. tna. Pinochet no es el fundador de Chile. Chile no comienza con Pinochet, ¥ he aqui la gran diferencia con otros paises latinoamericanos, so ‘i demasiado cargado de ivisiones persona les y Patrias Nuevas, todas inconclusas, imo dich ides cones desatosa mente. Pinochet no neg6 ef rise edicé a destruirlainstitucionalded chile 1, Seafrmd en el ayer Se proclamé, con gebriedad y humiidad continuador de Portales, elfundador de la repiblica demo- erdtica ra en Yungay y organiza dora del ejércitoy lamarina vencedores de laguerra del Pacfico. Chile es, quién sabe, alice paslatnoamericano que sult do una querra civil definidora, la provoca da por Balmaceda, de la que surge una nnacién mucho mésintegrada, en compara ‘ién con otros paises del continent, alg nos de las cuales, entre ellos el Pen, no liegan todavia a Ser nacion. Chile es un pals lustraco, con alto nivel deeducacién, ta de las reformas realizadas por al Zatido Radical ene siglo pasado. Su cu- tura civica también viene de lejos, de la ‘época del mismo Portales, ya ia police Partidaria esta solidamente institucional- zada. En Chile sobran los dedos de una tmano pars coptar aus eecaramuzas de ipesde Est ez es pli Sniecesor de Pinochet. En muy poco, casi en nada, se pueden comparar, social y politicamente, Chile y Pera, Por o pronto, el golpe de Pinochet, que concluye en una dictadura inacepta ble, no fue un pronunciamiento sin motivo ni justifieacién. Chile sf se encontraba, entonces en una encrucijada fatal: con. Allende, el pas iba directamente al comu- nismo, a una dictadura castrista. De alll aaue el actual presidente Avlwin y otros muchos demécratas chilenos no fueron ajenos al levantamiento militar, que tam- Bién se ustiicaba en el incumplimento, poate de Ande, de lg acuerdos a femnesy pibicos alos que éste se obl antes de recibir los votos de la DC en el Pariamento, para asf poder legar ala pre- sidencia Nada hay parecido entre elinjustiicado 4 caprichoso autogolpe del sefior Fujimori el pronuncinmiento militar Gel general Binoche. Nadie poni en riesgo la pres dencia de Fuimor y tenia éte en sus ma- nos hacer mayoria en el Congreso cada Sez queo require Eleamingelsrelor mae lberales estaba abierto y el erreno fbi se Hen abonao gor pris electoral de Vargas Llosa. El autogo} Fujimor resultaba totalmente intl no hubjera tendo la intencion, que ahora es axidente, de transformarse en una especie de Shogintrasladado a esas tras. ‘Constientemente, Fuimori los mit res que fueron gestando el goipe militar Octubre de 1969 —tengo las prog. bas en mi poder y el pblico las conocer lnpréxima semaita—han queridocoloear al pals en manos de una dictadura, Ni Flori osaines colpsiscreen en Ja democraci.Estan convencidos de que sélo una autocracia salvard al Pers. Este fee! punto de coincidencia en las trata vas de los miltares anpisas y el candida Tosorpresivamente vlegido en as elecco. nes del 80: Fue un golpe que quedé en la Congeladora, ya incorporado 2 41 Fumo. Hi Rasta que se presentara la oportuni dad: Una oportunidad que habia que ir trabajando por medio de una campaia Soldgica Conta as instituiones demo- raticas, comenzando por las que peor imagen tenfan ant la opti publica, De allique delando aténitoal eudtorio, en su ‘mensaje ala Naci, el mismo dla on que tl Congreso le pone fa banda presiden- lal, Fulmori hace tosca referencia al ‘Palacio dola justia, Luogoles comer: zaron a llegar los éardos abs ‘comecha- doe’ dal Parlamento.- E15 de abril fue la ‘portunidad, un tanto apresurada por las jppes cis que acd in he sehora ero éste es tema para el préximo ni- mero. Hy me toca insistr en que es un enam io, un espeiso, eso de que seria buena tna defadura enol Perd porque la dicta dra de Pinochet ue buena para Chile. Primero, porque falta probar si fue nece: gatcel atortrsmo de Pnochet para lograr el despegue econdmico de Chie Coloma es ejemplo de lo contrario— 4, segundo, porque nunca los calcos re ron buenos muchs mence en Teale dades ror completo denis Aa ene Peri, el autogolpe de Fuimori es la peor lin qs pind peta 30 principal problema es la falta de educa Gi deca cis, de enteraento democrétco, Una pésima leccion que se ieee acest oa Aiea, contra la moral pid, si eve pue bHoshveducacionencuantra que esbueno premlar con el poder absoluto a quien iol a Constituelon. Por qué, entonces, seré deito violar ala vecina? ll FIGARTUA Ww j somos CA MUERTE ¢ Sullet En julio di jan ofensiva mi ‘empleando todo el poderio de sus ejércitos. La ravesada por cent de tanques de fi ‘In ciudad de Arica que después de ser bombar Scupadn por ‘ropas de infanteria y fuereae agrotraneporta enfrentara “ore tad chileno Augusto Pinoc! publicada por la revista chilena ‘Qui Gers geen prommcte oot tatexeannte: dibujo dela MA liscenario de una guerra : Ahenta Vitor lante-una accion de. L 11 de setiembre se ample en Chie el vig simo aniversario del golpe de Estado contra el presidente socialista Salvador Allende per. petrado por el general Augusto Pinochet, comandante general del Ejécito de esa nacién, Desde al 11 de setiembre de 1973, Pinochet goberné ‘Chile con mano de hierro hasta 1990, ‘cuando se réinstauré la democracia con Iaascensién del presidente Patricio Avi: win; sin embargo, Pinochet sigue mante- niendo una fuerza gravitante en la politi- cade ese pais, desde su poderoso cargo de comandante general de las Fuerzas, ‘Armadas, El golpe de Estado que acabé con el experimento socialista de Allen- de, ocurné siete meses después de que ‘ene! Perti el general Juan Velasco Alva tado, jele del movimiento revoluciona tio que asumié el poder el 3 de octubre de 1968, tras derrocar al presidente constituicional Fernando Belaunde Terry, suftiera un aneurisma adrtico que le costs la amputacion de una pier na (19 de febrero de 1975); la enferme- dad marcé su declinacién fsica y la de su poder, desatando pugnas internas que s2 resolvieron ol 29 de agosto del mismo afio con el pronunciamiento de Tacna encabezado por el general Fran- cisco Morales Bermiidez ‘A propésito de estas dos décadas de Ia historia politica de Chile, la revista ‘Qué pasa, de Santiago, ha iniciado, el 3.de julio, una serie de reportajes bajo el titulo'Losafios que remecieron a Chile. El primero, publicado en tres ediciones sucesivas, ioca un tema que va.a causar asombro entre los peruianos porque, como lo dicen los editores de esa revis. ta: “Aborda un suceso sobre el cual Jamas ha aparecido ni siquiera un articu- ‘que, al menos, dé una idea de lo que tealmente ocurrié: la crisis que puso a Chile v a Perd al, borde de una guerra entre 1973 1975” Este temas tratado, en dos ntimeros de‘Qué pasa, el segun- do capitulo, titulado “El acoso en tres, Realmente sucedieron los episodios que narra la revista jena ‘Qué Pasa’? La spuesta la tienen los militares que qobernaron el Peri en la década de los aiios setenta. eer frentes’, también esté vinculado a otro supuesio intento de agresiOn peruano a Chile ocurrido bajo el gobierno de Mo: rales Bermuidez, esta vez con la compli cidad de Argentina y Bolivia. Indudablemente, el tema es apasio nante, sobre todo porque abre entre ‘nosotros una gran interrogante: ¢real- mente sucedieron los episodios que narra Qué pasa? Por is pésinas del semanario chileno desfilan militares de ese pais que dan su propia version v también figuran los nombres de milita- res peruanios que, segiin los cronistas chilenos, tuvieron participacién en esa parte oscura de la historia entre los dos paises. OIGA publica en esta edicin las partes mas importantes del capitulo que Se publicé ena edicin del 3 de julio via etain completa del que aparece 10 bajo el titulo ‘Esperando la invasién’. La préxima semana lo haremos con el ter- cer capital Eltema no séloapasionaré anuestros lectores; también dara pie a que los ‘militares peruanos mencionados por Qué pasa den su propia versin y nos permitan tener una vision més cabal de lo que realmente sucedié entre el Chile de Pinochet y el Perti de Velasco y Mo: rales Bermiidez, OIGA, 9 de agosto de 1983 iltimas décadas. Al otro lado del limite las tropas pertianas se levantan en na sigantesca movilizacién sobre la fronte ra con Chile, Desde Lima, el gobierno de Juan Velasco Alvarado vuelve a alis- far su poderosa maquinaria militar. Ne es la primera noche y tampoco sserd la dltima en que los soldados ocu- pen trincheras y arenales, yen la que se tema que, finalmenie, Chile y Perit se enfrenten en una sangrienta guerra. Durante meses de larga tensién, una y otra vez se repetiran los hechos, Unay otra vez Arica se aprontard a defender. Se en esa larga espera que, desde hace més de un aiio y medio, vive el norte Chileno. Elcomapdante delregimiento de A 2, coronel Jorge Dowling teme lo que pueda suceder ese inyierno de 1975. Si GENERAL Arte | Garcia, “comandante ‘sus homélogos cf os. En un momento estuvo a punto de ser } hay guerra, dosallernativas se conjugan } casumente “OPetd vou reastenon 1 tan feroz que no insiste en la agresién, o | Vivimos la historia de ‘La Concepcign™ } en grande”. Come hace casi un siglo.en | la Sierra peruana, los soldados de Arica | se aprestan a mori sitiados. ; Durante 1974 y 1975 la tensién prebé- ' fica Patiala baat a ieee } un tobogén. que el general Juan. i Velasco Alvarado iniciara en el Peri el i mayor rearme de su historia, el gobierno i del general Pinochet se prepara para { enirentar un posible ataque peruano. Y | aunque pocas declaraciones Bélcas se i han cruzado, en Chile persiste la certe- i 3 a de que, si puede, Velasco va inten- t CORONEL Jorge Dow. SEGUN los estrategas. a tar recuperar la zona de Arica, perdida [realtone oa guements para gue faimacy Pera ea "p> Guetta del Pactico. | free enaban convontdpe de aus Perdon superban arma: 07/9 mismo. en los puertog chlenos | ier mete, sepetmodero Yours acclons staves.” Se. naolan redesysbtemas de detec: i fae ae pehers, Wares en ge ates querme tran. dra ha tenido gcuenios con submar una fa de eens con las guila, sin saber lo que esta pasando. Gre qascmico gpcuentros con submar I eet pagadacse des Boro en medio delatnoche.algunanta POS C2520 separa piano bean i za fuera del regimiento. ces revelan que hay cules trabajando. de los barcos: radares y armas ante i Silenciosamente, miles _Elalcalde de la ciudad revisa los altimos aéreassemantionen slenmwemiende al t de hombres toman sen- detalles; es éI quien dirigira la batalla en cielo, por el peligro de los ataques. To: t deros y huellas para _las calles. Ya su plan esté listo, y todos, das las Fuerzas Armadas chilenas se | Pees sus osicones. Enlestrincheras incluyendo los universitarios, van au” fanvokadtaiane untiaginr Sagi | (es.ceperan armas y municiones. Y gat un papel ena defensadela ciudad. Go nade de in ose ee mientras a enorme masa camutlada Es julio de 1975, YAriea, con una _ fp Tate Se lo ten e ‘ocupa los desérticos terrenos que ro- _poblacién de 90.000 Personas, esté en “Nuestra orientacion en 1974 y 1975 i Sees calles ela ciudad pie de guerta, El Boge chileno se ha era de preparacién para el conflicto”, algunos contingents se ubican en pun- plegado,—‘isio para el enfrentamien. $12 4° prgparacion para el conflicto", | tee -estratégicos. fo~ en la mas grave crisis militar delas 7, ese entonces jefe del Estado Mayor dela escuadtra, “Estimzbamos en un 60 70's las posibiidades de que nos viera ‘os envueltos en una guerra”, ¥ como Comandante del Unice reaimiento de Arica —el Rancagua— el general (t) ‘Adlanier Mena, también recuerda: "No uina, sino muchas veces pensé que por uina'impredecible cireunstanciafbamnos al enfrentamientot En el Estado Mayor de la Defensa, corazin dela estrategachilena, se esta diay planiicaa todo vapor. Pero junto al acelerado rearme nacional, otro tema ‘ocupala mente de los militares. Una fina A estate global ha do cobrando cue DICE “Qué Pace’ po. Los generals chilenos estiman que eer Estados Unides a unica forma de detener a Velasco do por Chile, Velasco le ofrocié @ Allende mbaraoe chi ©. O1GA, 9 de agosto de 1993 27 ia pagina siguiente) > ee D> rivarado.es demostrarle que no le sers posible lanzar una ofensiva apiastante y xépida que le permita quedarse con los territorios reivindicados. Para esto, Chile se vuelea a construir un escenario ‘ue le hard saber a Peri que siva a la siustayésta serd larga yrevelar da debs idad estratégica vecina. Si bien Pera tiene una gran fuerza ofensiva, no po- see, sega los generals chilenos, la Capacidad logistica —o de organiza- cién— como para sostener un conflicio. prolongado. "En términos graficos, el poderio peruano era como tn gran pur fio, pero con un brazo delgado", sostie- ne el cientista politico Emilio Meneses. En los escasos 20 kilémetros que se tana Arica de la frontera, los soldados trabajan dia y noche, Con retroexcava- doras, y todo tipo de maquinaria, los regimientos pasan los dias y los meses eno que el general (r) Jorge Dowling llamaria “nuestra agricultura’. Se exca: van trinchera en etenos kilometros, se levantan cameliones y se instala una {Sbrica de tetrépodos, enormes de cemento destinadass a formar para la-contencidn de tanques. eDeigs de esa primera ling. ge sim. ran 20 mil minas, que en rian ser 60 mil En Cusdriculadas areas, ésias son instaladas con un registro —del cual so existen tres copias— que revela dénde se encuentran las mortiie- tas cargas. Pequerios senderos, llama: dos brechas, permiten que los guias, circulen sin riesgo, Pero si el conilicto belico estalla, répidamente se rellenarén las brechas con minas, y toda el rea Auda niansitabe laquera lata no so significa ee ee gee is ques tre la ciudad y la frontera. También hay dhe bola ol terrano de bt S Punanearircic agian ret roar es Sener que pe eee a ore eens” Ca eens one Aare es quiente, nace él regimiento “Garra y Filo” en Alto Pacoyo, y asi se continua- 4, hasta que en la década del '80 habra ‘seis regimientos en Arica, quedando en. Iquique sélo cuatro, los de apoyo de He ine eae ee BeBe aes hay un desplieque de los regimientos frente a la frontera, de tal forma que tanto en Arica como en alta montafia --Iéase Putre— se encuentran fuerzas de infanteria y artileria, Elcrecimiento se nicia en 1974 en las més precarias condiciones. Los hom: bres inicialmente van a acampar a los desiertos y areas cercanas. La enorme ‘marea humana convierte ala zona.en un solo y gigantesco cuartel. “Vivimos EI objetivo: Arica A ainica zona donde Pert po- Sa ees res de tanques eraen la fron- tera de 30 kilmetros con Chile. En sus otros lnites, a geografia no per smitia la utilizacién de blindados. La inteligencia militar chilena también iba analizando otros hechos: Perd nunca habia tenido interés en modificar sus fronteras con ninaiin otro vecino; se acercaba el centenario de la Guerra del Pacifico, y todo el armamento que adquirla era de tipo ofensivo, Es decir, Lima compraba armas que se utilizen mas para atacar que para proteger un Territorio. Todo llevaba a pensar en la agresion, reese es ip phi aoa desde ima se,jug6 un doble juego: rearme acelerado y estrechas relaciones con Chile, Mientras Velasco se preparaba para ia guerra, “subordind sus senti- 28 mientos de reivindicacién nacional ala solidaridad ideol6gica o antiimperials- ta”, sean un analista peruano. El dictador peruano se enorgullecia es- pecialmente de su amistad con Salva- dor Allende, e incluso a uno de sus mas cercanos colaboradores —el ge- neral Meza Cuadra— le decia ‘Allen. de’ por su parecido fisico con el man- datario. El propio Presidente chileno ‘ida de quo Pera trate tia de reconquistar este ‘enclave perdido tras | ‘Guerra del Pacifico, OIGA, 9 de agosto de 1993 enormes dificulfades de alojamiento, alimentacién y recreacién para miles de hombres”, recuerda un alto militar del norte. Similar proceso vive también en 05 afios la Fuerza Aérea yla Armada. Apresuradamente, ante el peligro de guerra, crea un teatro de acuerdo a la amenaza, Enel caso dela Fuerza Aérea, después dela construccion dela base dé Chucumata, nuevas pistas de redesplie- gue surgen en medio del desierto. La adquisicién de armamento tam- bien se orienta a demostrarle a Perd la larga guerra que viene. Se triplica la Cantidad de armas antiblindajes, que enirentaré alos tanques desde el cuelo, con hombres escondidos en los came llones. ¥ se adquirieron aviones F-5, ast como los norteamericanos A 31: éstos volarén delante de las fuerzas de terra, destruyendo tanques. La Ginica ventaia ‘de Chile en ese entonces —que vive una profunda crisis econdmica agudizada Por la baja del precio del eobre y el shock petrolero mundial— es quc las armas defensivas son sustanciaimente inde barat que as ofensivas, que re ‘igre y compra Pert. En la acelerada proparaci6n, todo yale. ¥ desde 1974 en adelante les uni- ‘ormados chilenos haran uso, también, del ingenio militar. En Arica se crean variad/simos elementos defensivos “ma- de in Chile”, como los tetrépodos, que iran a obstaculizar el paso de los tan- ques. Se estudian las posibles zonas de llegada de paracaidistas, para diseminar all sigantescas pas de acero, Y mien- tras en el dia se trabaja en trincheras y camellones, por las noches el coman. dante Odlanier Mena, del Regimiento (Pasa aa pai estuvo de visita en Lima, y cuando Estados Unidos amenazé a Chile con el smbetpo. del cobre nacionalizado, Velasco le ofrecié hacer pasar como. peruanos los embarques chilenos, Con la caida de Allende, no. queda: ba ningin tipo de afinidad ideoléaica capaz de contener los impetus belicis- tas de Velasco Alvarado. A parti de entonces, la amistad peruano-soviéti- ca tomé un siniestro perfil, en el senti- do de quea Moscti ahorall interesaria ggpecalmentearmara an pate que deseaba enfrentarse con Chile. ‘Segin todas las fuentes chilenas, Velasco Alvarado perdié su oportunidad en ‘setiembre de 1973. “Si Velasco hut ra agredico tras el golpe, con todas las fuerzas chilenas volcadas hacia el inte- ior, el Ejército peruano habria llegado. mucho mas alld de Arica”, admite un ‘GENERAL Mercado Jarrin, autor de ‘modernizacién del Ejeroito peruano, QUE QUERIA Velasco: frente SCI Nosus manos, que ahora temblaban por la enferme- dad, se habia acumulado todo él pode? con que an hombre udiera sofar. En su voluntad, que yailagueaba, se concentraba el desis nno de un gigantesco poder militar reclén consituido, Yen su corazon, atin anidaba aquel viejo deseo de re Cuperar los territorios perdidos por Cee sre acne ue habia llegado a Presidente, conti. ‘nuaba siendo para muchos, ya pesar mee Torriios y el boliviano “Torres, junta con Velnses ‘Alvarado ropresentaban af wi ‘general (r) chileno . i OIGA, 9 de agosto de 1993 de eu malograda salud, el hombre que queria la querra con Chile. Frente a él la historia pondria a ‘otro hombre, otro militar. La fuerte voluntad de Velasco se veria enfren- tada con la de un uniformado de de- recha, que también dirigfa con mano férrea los destinos de la nacién veci- na. Su retrato —de anteojos oscuros y larga capa militar— habia dado la ‘uelta al mundo pocos meses atras al derrocar al gobierno de Salvador All ‘aunque dentro de las prio- ridades del general Augusto Pinochet no figuraba un enfrentamiento bé| co, desde el amanecer del 11 de se- tiembre de ae: SUS Ojos estuvieron. puesios en la frontera peruana ex remand la viglancia Es propia ex eriencia militar de Pinochet, que abfa hecho la mayor parte de su Carrera profesional en el nore: sera vital para los dificiles primeros afios de su gobierno, cuando el fantacma dela guerra esiatia siempre presente Ue eieha totes de 30kome tsos que separa a ambos paises yo converte en una de las zones inde tnltarizadas del continent, y Chile —en forma absolutamente secreta— ‘Se prepararia para la guerra, La larga y extenuante crisis seria la mds grave en astra deambs pats, desde siiea fines desig tetninara Io Guerra del Peciico, Si vtira una \irtual situacién preblica, y, mien: tras la prensa internacional denun- ciaba el inminente peligro de guerra fn Sudamarica, ambas naciones ee envoliero# en ina monumental e& ‘era armamentsta™ la “e NSERTO dentro de un fend- ‘meno continental de ilitais- ‘mo progresista —que en esos. ‘afios inclufa a Omar Torrijos, en Pa- amd, y Juan José Torres, en Boli via, Velasco fue la cabeza visible de lun movimiento que ya levaba varias décadas incubindose en los regi Iientos peruanos. Inspirados por tn aiciente nocionaimo'y ane inden cia socialista, fue en el Cen tro de Altos Estudios Militares— donde desde los afios 50 se comenzé a formar aquella elite progresista que ‘se tomaria el poder, y que durante siete afios gobernaria. Inspirados en fa teologia de fa liberacién yen auto. {es sociaistas, nacionalata ynostal gicos del imperia ineaico, este grupo estaba convencido que solo un go. bjezng de las Fuerzas Arpad de larga duracién era capaz de realizar los enormes cambios estructurales ‘que necesitaba la nacin, ‘Juan Velasco Alvarado, entonces Comandante en Jete del Ejército,. seriael paladin del nuevo movimiento que alardeaba etradicar la injusticia (Pase ala paai 29 D>| cnet Peri, Pero también era et hom: bre que queria reconstruir la integr- dad nacional, con un pals fuerte y seguro, Para esto tltimo se apo; fen un nacionalismo en el pa triotismo militar, Desde el primer momento, se mez- lg la ambicion de cambiar Ia estruc- {ura social del pats con lade construir un poder militar tan enorme, que

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