persona emprende el camino trabajando su autoestima, creatividad, visión, equilibrio y capacidad de aprender.” David Fischman Este libro basado en historias ancestrales y vivencias personales, nos indica el camino hacia un buen liderazgo tanto profesional como personal. Autoestima, es ser conscientes de nuestros actos, conocerse a sí mismo y así darnos un tiempo para reflexionar. La vida siempre nos presenta problemas y situaciones en las que debemos tomar decisiones, si somos conscientes y conocemos nuestras fortalezas y debilidades tendremos la capacidad de llegar al destino que escojamos. Si una persona no tiene autoestima, será muy difícil que tome el camino del liderazgo. Hay conductas que no conocemos en nosotros mismos, por ello es importante dar cabida a lo que las personas que se encuentran a nuestro alrededor nos dicen acerca de nuestras conductas, aceptar críticas, sugerencias, esto muchas veces nos ayudará a darnos cuenta, a ser más conscientes y a conocernos mejor influyendo así en nuestras relaciones con los demás. Es importante quitarnos las vendas para competir y desactivar algunos botones de la mente ya que muchas veces actuamos por impulso, no dejamos que la otra persona termine de expresarse, pero ya le estamos respondiendo de forma inadecuada y muchas veces terminamos diciendo cosas que no queríamos decir. La perseverancia implica confiar en nosotros mismos, pero esto requiere de esfuerzo, no es fácil. Dejemos de lado las excusas y empecemos a trazarnos metas pequeñas que nos generen satisfacciones pequeñas, esto tendrá un gran efecto en nuestra autoestima y nos impulsará a seguir luchando por lo que queremos. Con pequeñas metas podemos obtener grandes logros. Es importante crear hábitos para cambiar hábitos, el verdadero líder debe ser capaz de romper sus esquemas, de arriesgarse a pesar de que su percepción lo limite buscando que se quede en lo ya conocido. Para aprovechar al máximo las oportunidades es necesario romper nuestros esquemas. La preocupación es algo natural en el ser humano y esto nos ha ayudado como especie, pero que éste se apodere de nosotros genera desgastes ocasionando grandes daños ya que nos impide ver las cosas de forma objetiva. Una de las mejores formas de represar los conocimientos es estudiando, aplicando y enseñando. ¡La mejor forma de aprender el liderazgo es con el ejemplo! El autor también menciona sobre la comunicación efectiva, sabemos que la comunicación es un arma de doble filo, así como puede construir puede destruir. Un buen líder debe saber comunicarse de forma óptima y muy importante sobre todo dejar de escucharnos solo a nosotros mismos para poder escuchar a los demás. En nuestra sociedad trabajar en equipo significa un signo de debilidad, pero estos pensamientos deben cambiar y si no lo hacemos por voluntad propia lar circunstancias nos harán cambiar. Trabajar en equipo implica muchas veces un choque cultural, puesto que, no todas las personas trabajan como uno mismo, pero ahí está la riqueza en la variedad, esto mejorará el desempeño en gran medida. Así mismo, también procuremos realizar reuniones efectivas porque el hecho de que mas reuniones se tenga no quiere decir que mayores logros se obtendrán, al contrario, las reuniones bien dirigidas son mas productivas Concluyendo, un buen líder no es cualquier persona, que por más buenas intenciones que tenga si no posee las cualidades que se requieren no llega a ningún lado. Ser un buen líder implica desarrollar una serie de conocimientos, habilidades, destrezas y actitudes. Practicar el liderazgo y no solo “aprenderlo”. Asumiendo una actitud servicial dejando el ego de lado o ir más allá de este, enfrentando los propios temores. Todos tenemos la capacidad de ser líderes, pero ser buenos líderes o los mejores depende de nosotros.