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i ae 5 Abril / Mayo 93 Ella i ultimas tendencias del cine norteamericano Wenders oat (eel) Eastwood CTT ToT TT TT a] o eee | Borges - Bioy me el mere te) Imagen electronica fo ek (1d 47 V ce) | : Peete Los clasicos que siempre se vuelven a ver Grandes del Humor Chapin Hnos Marx El gran dictador Locos de atar Candilejas Una noche en la opera Tiempos modernos Sopa de Ganso Monsieur Verdoux Hnos Manx en el circo Un rey en Nueva York Un dia en las carreras Una noche en Casablanca Animal Crackers Laurel y Hardy Jacques Tati Hermanitos del diablo Mi tio Utopia Pajaros bobos Grandes Westerns Ala hora sefalada La diligencia Shane Rio Grande Mas corazén que odio Untiro en la noche Rio Bravo La legién invencible Orson Welles £1 Ciudadano Mr. Arkadin Sed de mal Elextrano La dama de Shangai Soberbia Hitchcock Rebeca Los péjaros La llamada fatal EI hombre equivocado Pricosis La sombra de una duda Casados y descasados Para atrapar al ladrén Desesperacién Saboteadores Titulos Inolvidables Casablanca Palabras al viento Rebelde sin causa Rif El halcén maltés Amor sin barreras King Kong La patrulla infernal Pacto de sangre Sin aliento {Qué pasé con Baby Shane? Viias de ira Cine Argentino La repiiblica perdida | y 1! Payaso (Demare) Luna de miel en Rio (Romero) Perec Mme (me tlt titulos editados Tucuman 2133 10° Piso Tel: 953 - 7824 film 1 Hacen Film Fernando Martin Peia Sergio Wott Paula Félix Didier ‘Aido Papparella Diego Cabello Diseta Diego Cabello Direccién Comercial ‘Aldo Papparelia Colaboran ceneste nimero Asuncion Hemandez Daniel Lopez Oscar Mainieri Daniel Martina Luciano Monteagudo Rodolfo Otero Roberto Pagés Susana Strugo Eduardo Stupia Alejandro Taverna Humor Calot Mentores Voluntarios Jorge Laferla Salvador Sammaritano Impresion Graticas y Servicios Rio Limay 1681 Distribucion Sinfin / Jaqueline Film espera ansiosamente su trtica, opiniGn o comentario en Cochabamba 868 Tol: 304-1297 Archivo Historico de Revistas Argentinas | www.ahira.com.ar abril / mayo 93 Hal Hartley hard su desembarco oficial en Argentina en el transcurso de esta temporada, con sus tres films. Presentarioes un modo de referir algunos da sus aportes a la tradicion del cine indepenciente norteamericanoy Sergio Wolf avanza unos apuntes sobre el estilo de un nuevo autor a seguir. Eastwood, el western, Los imperdonables, los Oscars, e! Hombre sin nombre. Rodolfo Otero escribe acerca de resurrecciones. En 1943 Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares iniciaron tuna adaptaciOn cinematogratica de la que hoy no quedan rastros, Aparentemente. Daniel Marting invoca al fantasma de un guién secreto Es posible un Dossier Keaton que no antagonice con Chaplin. ‘Alo largo de quince paginas insuficientes, la apuesta tue combinar la historia y el estilo mediante informacion poco difundida, breves andlsis de todos sus largometrajesy un texto abierto sobre un Film criptico de Beckett. Escriten en serio sobre lo cOmico Oscar Mainieri, Roberto Pagés, Eduardo Stupia, Luis Buiuel, Daniel Martino, Sergio Wolf y Fernando Pefa. Hablar sobre Wim Wenders, critica de cine, es hablar de él ‘mismo como cineasta, antes de fimar pelicula alguna. El articulo cde Luciano Monteagudo analiza su lbro de compilacién de resetas Emotion Pictures. Completendo el tema, una traduccién de lo que en Wenders suscité el fim Busco mi destino (Easy Rider). De la abrumadora cordillera de videos que se editan mensualmente en el pais, Film extrae clésicos,e inéditos en salas, comerciales. Murnau y Skolimovsky por Fernando Pefia y Sergio Walt Una revista que se arrime a lo audiovisual no puede desentenderse de la imagen electrénica. En procura de desmontar na serie de lugares comunes sobre el tema, Alejandro Taverna dispara 25 parrafos sobre electroluz. Con el espacio coma personaje, la bésqueda se orienta ala tematizacion -ya que no a la construcci6n- del espacio en el cine. Los westerns y una serie de peliculas de las ditimas dos décadas son, para Sergio Wolf, un pretexto para relacionar. A razén de uno por vez, el critica e historiador Daniel Lépez ccomienzaa reconstruirios procesos de producciOn que envotvieron a distintos Clasicos nativos. Esta vez sale a bailar Donde mueren las palabras, que Hugo Fregonese realize en 1946. 48 Derechos reservados, prohibiasu eproduccin total o parcial sin avtorzacén. Registro dela propiedad intelectual entrée. Las nots frmadas representa a opndn de os autores y no necesariamente la dela revista. ‘ARTE Los films de los senderos que no se bifurcan ‘El sentimiento més hondo se muestra siempre en el silencio; 1no en el silencio sino en ta sobriedad” Marianne Moore, Silencio por Sergio Wolf Hacer peliculasen Estados Unidos es proponer, indefectiblemente, un vinculo con la tradicién, en la medida en que es la lengua clisica de cine. Vineulo indefectible ‘que no es univoco sino mitiple y diverso: capaz de la fidelidad respetuosa, de la banalidad standarizada, de la infidelidad est6li- ‘dao de la lucidez irrespetuosa. La clave, entonces, es €l modo de relacionarse con esa tradiciGn La generacién de cincastas norteamericanos decisivos que aparece hacia finalesde los‘60y hasta mediados delos"70, surgida, encl independentismo, permite advertirel peso deese vinculo.con In tradicién. Elaboraron pactos estéticos con las tres 0 cuatro grandes tendencias filmicas de su puis, incluso pugnando por sincretizarlas Asfes que Peter Bogdanovich busc6reproducirlos topicos fundantes de la sophisticated comedy en {Qué pasa, doctor? o Nickelodeon, Brian De Palma tens6 en la oscilacion entre exceso y parodia los ejes bsicos de la modemnidad de Hitchcock en obras como Doble de cuerpo o Demente, John Carpenter abrev6 en la construccién espacial hawksiana y en la ciencia-ficcidn clase “B” de los '50 y. a su tumo, Coppola ¥ Scorsese procuraron eeditar aspectos del “cine de género” tanto del policial de gangsters como del musical, en Cotton Club y Buenas muchachos 0 en Golpe al corazén y New York, New York. respectivamente-alterndndolos,cuandono mixturndolos, con la busqueda de un hiato que oficiara de puente con los films, sociales de Kazan y Nicholas Ray en los fifties, la impronta del bajo presupuesto del Corman de fos °60 0 con lo mejor del New ‘American Cinema -Cassavetes- ya en el despuntar de los sites. film 5 hal hartley Archivo Historico de Revistas Argentinas | www.ahira.com.ar Modis, en suma, de vincularse con la tradicin gramatical clisica yon kas rupturas, que {erminaron por conformar nuevas tadicio- nes. ‘A su vez, los nombres que el espiritu independiente hace circular en este dltimo decenio permiten inferir una otra manera de pensar dicho vineulo con la tradicién, © las tradiciones. El ‘amino se orienta a proponer nexos, ya con la“linea neoyorkina” Cassavetes y Scorsese-, ya con el cinema d'auteur modemo, tratandode que losreferentes san aquellos que lograron una obra cinematogrifica con la menor incidencia posible de los mecanis- mosde produccisn y dstribuciGn, Noresultaantojadizo explicitar que en ciertas peliculas de Spike Lee, como She's Gotta Havelt y Haz lo correcto, pueden detectase afinidades electivas y ‘eenvfos que conducen al Cassavetes de Sombras y Faces, a Godard yal Fellini de La Strada, Oqueen los primerosarmusch, ¢s sabido, coexisten tanto los films “B” -narrados por el Benigni de Bajo el peso de ta ley, o enunciados por el plano sonoro de Extraftos en el paraiso- como Antonioni, Ozu o los iniciales ‘Wenders, mientras pntualesresoluciones flmicasdeloriundode Portland, Gus Van Sant, traban enlace con momentos 0 “temas” ‘de Pasolini y Fassbinder, por no mencionar las mas que visibles, cortelaciones que John Me Naughton propone, en su Henry, retrato de un asesino, con e1"tempo” 0 la marcacin actoral del Bresson de Elcarterista o Un condenado a muerte se escapa, Y ahora debe sumarse a Hal Hartley que, como los antes enume- rados,eligerodarfisica, moral y por tanto estéticamente fuera de «se rifle arepetcion identificado como Hollywood. Légica de la sobriedad Con apenas tres obras en su haber, Hartley Hama la atencién Por ostentar, ya, un fono. Y ese tono comienza a expandirse con Jos fotogramas iniciales, tanto de La verdad inerefble (1990), ‘como de Confia en mi (1991) y Hombres simples (1992). Este triptico tee un mismo sistema de estructuracién narrativa:histo- rias que discuren paralelamente hasta convergir, encontrase ¥ royectarse, otra vez, hacia unadireccién tan inciertacomo laque abrid el relato. Para propiciar este tifico de azares, esta practicamente tenue trama de afectos cruzados y desplazados alo Rohmer, ciie sus historias a una estrcta unidad de lugar: Long Island, “patria” del realizador. Asfcumplen su deriva el puritano YY supuesto mass-muurderer Josh (Robert Burke), la Tuchadora ‘generacional Audry (Adricnne Shelly),supadre, hermano y novio despechado Emmet, en La verdad... 0 el Matthew (Martin Donovan) de moral férrea para negarse a seguir componiendo {elevisores. y “saltar” hacia la embarazada Maria (de nuevo, Shelly), sin que importen los ardides de su rencorosa made, los, aurepentimientos vacuos de su ex-amant y el omnimodo afén de posesion del padre de Matthew, en Confia.: por no hablar del hhampén yelestudiante que surcan ls distancias kanzadosabuscat ‘aun padre tan ligado al beisbol como al anarquismo, ode esas dos féminas -las recurrentes “apariciones” que pueblan el cine de Hartley- que catalizan y producen esfumaturas en la accion de Hombres simples, Mis que una construccién Iaberintica -como hablaba el «ritico Danigle Parra- To que subyace es una tensién implotada hacia los encuentros, enfendida como un orden que avanza, sin, estallidos, de lacomplicaciéna la sencillez. Es una misma viaque se bifurca en dos rieles, en realidad: en tanto el discurso filmico como globalidad evoluciona en esta direccién, los personajes - tanto Josh como Audry y su padre en La verdad..., como las criaturas centrales de Confia... y Hombres... por su parte, acceden al conocimiento a través del aprendizaje, let-motiv tematico que recorre la triada de Hartley. ‘Si bien To narrado es siempre un estado de malestar, la ¢’jecucién es expuestacon una sobriedad (més que una economia) ‘que trtura todo énfasis por la fuerza de su convicciGn. En este tuniverso ficcional en que proliferan las lagas y hacer el amor es ‘un planeta a descubrir, abundan las parejas sin sitio y los hijos boyando -el ejemplar epilogo de Confia en mi termina por cconfirmar las reminiscencias de Ray, las urgencias monetarias ¥ 1a diffcultad de adaptacion social -a veces invertida, como ie ‘ocurre al progenitor de Hombres simples a desesperada ansie- dad de huida por mediar circulos familiares opresivos -ver, para ello, a apertura de Conf... 0 el timo tramo de La verdad increible-, la opacidad del cotidiano laboral y ese fuego que ‘mpulsa a hallar alguna fe ~"no confio en nadie”, le dice Josh a ‘Audry en La verdad... y el propio director parece contestar con elltitulo del film que le sucedi6: Conf... alguna verdad, alguna pureza Cine de la interioridad, el de Hartley no trabaja sobre sentimientoso emociones que e expulsan, sino que son asumidos por la organizacion estética que los cobija, de al Ia idea de la implosidn y la precision. Los personajes que pueblan sus histo- rias,aum proctives a la queja continua oa 1a repulsiGn por To que les rodea, no exteriorizan lo que sienten mediante sus comporta- tmientos, sino, mds bien, sus comportamientos son atravesados pporesa sensacién visceral, dejando en off lo que importa -Matten Confia... Josh en La verdad... el estudiante en Hombres... y permitiendo que respre lo no dicho. El sentido no viene dado de inmediato, requiere de un espectador que colabore y complete las, detiberadas omisiones. Por lo tanto, mas que hablar de razones habria que hablar de elecciones. Harley materiatiza su método, pugna -parafraseando a Godard, uno de sus referentes ins notorios- por “la imagen y el sonido justos”. Es por eso que destaca el proemio en Conf... un plano fijo extensisimo, casi un mazazo visual, en que la chica su embarazo y desencadena una trifulca, primero, y el decesodel padre, después,en unaestilizacién de laclipsis, inusual por Io exacta. Es por eso que emociona el modo en que hace uso de la “distorsin sOnica” en La verdad... las peleas familiares de Marfa, con su rostro igual que en Confia... en plano fijo. Es por eso que los carteles estilo cine mudo de La verdad... -" Mientras, tanto”, “Mas tarde el mismo dia”. “Un mes 0 quizs dos meses, después”- no persiguen una mecanicista ritmica matemtica sino que responden a un requerimiento ocasional de la puesta en escena, Es por eso que Ia modética elaboracin espacial de La verdad... -los encuentros y desencuentros vodevilescos de todos Jos personajes en la morada del mecéinico Josh, en la ms pura Tinea de un Lubitsch o el mejor Blake Edwards- remiten al film ‘como pensamiento, como un acto del pensar mas que del hacer. Asflas cosas, noson extempordneas las palabras de HH, diciendo ‘que nunca filma una escena desde diferentes ngulos 0 que film 8 eastwood Archivo Historico de Revistas Argentinas | www.ahira.com.ar film 9 eastwood ra a N a Vv i 5 i Q co Y sin embargo, como los viejos héroes que enfrentaban solos luna oposicién desigual en calles polvorientas o Hanuras infinitas, clwesternseresistea morir. En 1985 E1 jinete pélido Silverado, sin ser éxitos rotundos, probaron que habia un pablico dispuesto rcencontrarse con el viejo mito. Mas adelante, la miniserie La paloma solitaria y Danza con lobos reiteraron que atin quedaba terreno para cabalgar. Danza con lobos vulners todos los requisits de los estudios parauna produccién “bancable"’ filmacin en condiciones dificiles enDakotadel Sur, parcialmente en invierno; un directorprimerizo ‘que exigia “final cut”; un presupuesto que podia irse a las nubes; tun elenco en el que predominaban indios auténticos; mucho iflogo en su idioma original; tres horas de duraci6n. Y, por sobre (odo, un western, No era el proyecto ideal para figurar entre las Peliculas més taquilleras del aio y arrasar con los Oscars. Hubo quienes se apresuraron. atribuirel éxito comercial del film al carisma de Kevin Costner, echando en saco roto que su pelicula previa (Revenge) fue un rotundo fracaso. En cuanto al aspecto artistico, los comentarios variaron antes y después del Oscar, un juego al que el establishment critico nos tiene bastante acostumbrados. Los que la vieron antes de los premios quedaron destumbrados por el despliegue visual y la postura ideol6aica con relacién a los Sioux. Después de los siete Oscars se volvi6 obvia, ‘maniquea. La patriada de Kevin Costner (que renuncié a varios royectos mucho més seguros para concretarla) se transformé en lun producto comercial caracterfstico del sistema holly woodense ¢ Y el western recibi6 un nuevo certificado de defunciGn, El fenémeno de Danza con labos habia sido el resultado exclusivo de apopularidad de un superstar. La golondrina no haria verano, Y sin embargo. Esta vez el rescate legs como un argumento surgido de la imaginacién de los més fervorosos aficionados, aquellos que todavia se extasian (nos extasiamos) cuando sus video-caseteras Jes devuelven a John Wayne, Gary Cooper o James Stewart, enfrentando los obstaculos que ponfan en escena John Ford, Howard Hawks o Anthony Mann, De acuerdo con los mis rigurosos cfinones del Lejano Oeste, el héroe salvador es un hombre que vienc a pagar una deuda de grattud cone género que fundé su carrera, el solitario que se presenta a desfacer entvertos ‘cuando todo parece perdido. ¥ lohace. también de acuerdoconla ‘mejor radici6n, en circunstancias complicadas para él mismo,en tun momento en que se cuestionan su talento como director y sa ‘entabilidad como estrella. Se trata claro, del iim héroe (omds precisamente, antihéroe) del western, Clint Eastwood. El proyecto que lo volvi6 a poner delante y det de la cdmara es Unforgiven, un guidn de David Webb Peoples, coadaptador de Blade Runner y autor de Héroe Accidental, la Aika reatizacion de Stephen Fras, Es una historia oscura, pesimista, en la linea cruda y “revisionista” de ls itimos westerns csicos de los '60, como la nitica Pandilla Salvaje de Peckinpah. El guién habia. sido aigutido por Francis Coppola hace casi dos décadas, cuando todavia se producian westems con cierta frecuencia. Una vez «extinguides los derechos, Eastwood lo dejé esta para dar mejor In edad del protagonist, El romance entre el actor-director y el género es largo y prolifio, Clint Eastwood se dio a conocer con Cuero Crudo, una serie de TV inspirada en Rio Rojo, que en Estados Unidos goz6 ‘de una popularidad cercana a la de Bonanza o La ley del Rev6lver. Entre nosotros, un doblaje flojo (uno de los primezos {ntentados aqui la privé de mayor difusion, Luego Hegaron los westerns spaghetti de Sergio Leone. Eastwood se convirtié en superestrellainteraconal en el papel det Hombresin Nombre, ese pistolero de poncho y lacoscigaros ‘que matabacon la misma falta de escripulos desu contemporsinea en popularidad, James Bond. La historia subsiguiente es archiconocida: regreso de Italia (ode Almeria) a Estados Unidos ara acrecentar su satus estelar con nuevos westems y policiales, Jos mejores bajo la direecién de Don Siegel. El personaje por excelencia de este periodo en la carrera de Eastwood es Harry el Sucio, prototipo del policfa que esta siempre en el imite de lo Permitido por Ia ley. Esapersonalidad cinematogrifica delhéroe cinicoy violento {ermin6 por conquistarle en su pafs una popularidad que s6lo John ‘Wayne ha superado en tiempo y constancia del pablico. Sus admiradores, como los de John Wayne, pertenecen més al medio ‘este mural y conservador, a ese “heartland” tan alejado de ta sofisticacién de Nueva York como del brillo exterior de California ‘Unanlisis de semejanzasydiferenciasentre Iaimagen proyectada ‘de ambos actores daria para un estudio sociolégico revelador. Con su popularidad firmementeestablecida, Clint Eastwood comenzé a dirigir, seguramente aquellos proyectos con los que ims se idenificaba. Para sompresa de quiones no vefan en él mas que un actor Timitado, sus peliculas como director han sido Drogresivamente interesantes. En un par de ellas exploré la ‘sia popular de su pais: country en Honkytonk Man y jazz en I, dos films en los que el estilo est dictado por cl tema central ¥ en los que los protagonistas (un cantor fracasado y el gran (Charie Parker) terminan autodestruidos. En esos personajes hay ‘mucho de cierto tipo humano que parece fascinar alactor-director: el “maverick” individuatista, iconoclasta y contradictorio. Un tipo humano que encarné a la perfeccién John Huston, sujeto de tun homenaje agridulce en Cazador blanco, corazén negro. (Que, dicho sea de paso, demostré que Harry el Sucio también sabiaactuar).Esaes también laesencia de su BroncoBilly tal vez el personaje més parecido a su creador. Noes sorprendente, entonces, que el westem figure entre los ‘amores de Clint Eastwood. En una entrevista conel ritco francés Eric Leguéle, reconocié su pasin por el “estilo y el espiritu dl ‘western. Siempre me han gustado el modo de vida, el cédigo...” Loconfismé en su segundo film como director-protagonista, La venganza del muerto (1973; traducci6n ridicula si las hay, revela Jo que debié ser una sorpresa en el final). Fue un cjercicio interesante en el que mezc\6 el estilo de sus dos memtores, Siegel ‘y Leone (cuyos nombres aparecen en dos kipidas en el cementerio 4e un pueblo que ha ejado morir a su sheriff), a quienes dedics Unforgiven. En esta pelicula Eastwood encama a un pistolero misterioso, el Hombre sin Nombre de sus films italianos, esta vez con un ingrediente sobrenatural: resulta ser un fantasma que venga su propia muerte, Hay referencias biblicas que serin una constante en sus dos westems siguientes, pero, como en los “spaghetti”, uno siente que la historia tiene poco que ver con su ‘marco de referencia historico social. El protagonista lleva a cabo un ajuste de cuentas personal, sin proyecci6n a la comunidad ‘com el héroe clisico intemporal, que lo es también del género (como Alan Ladd en Shane 0 John Wayne en Mas corazén que odio). Ambos elementosestarian presentes,en cambio,en susdos realizaciones posteriores, donde vuelven a aparecer motivos religosos y fantisticos. film 10 eastwood . . Archivo Historico de Revistas Argentinas | www.ahira.com.ar En El fugitivo Josey Wales (1976) el tema de la venganza regresa, pero con una variante esencial: la pelicula avanza desde ‘una violencia extrema, excesiva, hasta la necesidad plenamente justficada por el argumento, de cumplir con el més arduo de los postulados del cistianismo: el amor a los enemigos. Josey Wales 5 un personaje que, a diferencia det Hombre sin Nombre, crece, st modifica, gana en humanidad. ¥ termina encontrando razones paral perd6n a partir de la formacién de una familia sui-generis, compuesta por descastados y marginales que se le unen en una peregrinacién que en cierto modo recuerda a la de El sépti sello. Elestreno de Josey Wales coincidié con el de Kl ocaso de tun pistolero . dirigida por su amigo Don Siegel. la titima protagonizada por John Wayne. Casualmente (0 no). fueron los tiltimos westemsde consideracidnen nueve afos, hasta Silverado y Bl jinete palido. JustamenteesEastwoodquien dirige y protagonizalasegunda Basicamente una remake de Shane, se agrega como en Josey Wales, una aleoria religiosa: el Jinete Pélido del titulo esta relacionadocon una cita del Apocalipsis. Otra vez es un fantasma ue venga su propia muerte, pero no lo hace para sf mismo sino dentro del contexto de su misi6n, a del héroe clisico: salvar ala comunidad a la que no puede pertenecer. Hoy, el pistolero soltario vuelve al rescate del agonizamte wwestemn. Esta vez dentro de un panorama moral mucho menos claro, en elcual no hay blancos y negros, sino sombrias variantes de grises. Curiosamente, e titulo original coincide con el de una peliculadel este de argumentodiferente.dirigida porsuadmirado John Huston, que recorri6 una y otra vez el camino del fracaso y de la relatividad moral La premisa tiene que ver con ese oeste del que no se hablo hastalos sesenta las prostitutasdeun pueblo de fronteracontataban ‘res pistoleros (el protazonista, un viejo amigo y un novato) para matar a los agresores de una compafiera, ante la inactividad del corrupto sheriff local. Esta vez el héroe de Clint es un antiguo asesino “retirado” que se dedica sin éxito ala cria de cerdos, y a quien esta nueva misién encuentra vencido y desilusionado. A ‘medida que la historia crece en violencia se hace mas patente el sinsentido de matar: hasta que una circunstancia lleva al protagonista a jugar nuevamente el papel de vengador. Pese al necesario climax con tiroteo y ms muertes, la postura de la pelicula dista de ser cinica o simplista; antes bien, expone claramente toda una gama de hipocresfas; la ética inherente al agénero sigue viva en dos personajes: uno de ellos, 1a mujer del Drotagonista, mucria antes de iniciarselatrama, yque sinaparecer condiciona toda su conducta, A pesar de la amoralidad de su vieja “ profesion’’ el pistolero conserva dos lealtades indestructibles, y es en mérito aellas que establece una suerte de justicia al cabo de una cadena de iniquidades. El elencose redondea con otros veteranos de jerarqufa: Gene Hackman es el comisario, Richard Harris oto pistolero que intenta terciar en el asunto, y Morgan Freeman el antiguo compaiiero de aventuras. Los tres han testimoniado su buena relacién con el directorfestrella durante ta filmacién, algo infrecuente para Harris pero no para Clint Eastwood. Cuando se Te observ6 que su elenco no tenia nombres atractives para el pablico joven, respondié: “Hago el elenco segiin quién dé el papel. O uno lo hace lo mejor posible, ono fo hace. Me importan ‘un comino la demograffay toda esa basura” El resultado: Unforgiven recibié los mejores comentarios crtticas en Estados Unidos desde Buenos Muchachos. Sedestaca cen especial la fotografia, un aspecto que Eastwood director siempre ha cuidado (y que en algunas salas de estreno locales no ‘pudo apreciarse porculpade los deficientesequipos de proyeccin).. De yapa, se colocé entre las diez. peliculas més taquilleras del ccompetitivo verano norteamericano y obtuvo una cantidad de nominaciones al Oscar. ‘Aunque la critica cambie su opinién, Unforgiven permite anticipar que, aunque sea por un rato, el western seguird siendo un formato adecuado para decir cosas relevantes para el espectador ccontemporineo. Y para todos los que algunas vez nos dejamos ‘impresionar por la visin romdntica de un Oeste que nunca habré sidoasf. O que, como John Ford a través del editor de Un tiroen lanoche, preferimos laleyenda sin dejar de aceptarla verdad, por ‘oscura y amarga que sea. Mientras tenga espacios abiertos, caballos, Colis y Stetson: I Rodolfo Otero esescritor y ha publicado novelas y guiones para cine y televisiGn. Es profesor de su especialidad en diversas insttuciones oficiales y privadas film 77] eastwood Archivo Historico de Revistas Argentinas | www.ahira.com.ar Borges, Bioy, Peyrou, Mallea Abarca: Magias parciales de Pago Chico por Daniel Martino Daniel Martino ha publicado ABC de Adolfo Bioy Casares (Emecé, 1989 y Ediciones de la Univ. de Aloalé de Henares, 1991) y una edicién critica de La invencién de Morel (Emecé, 1981), ademés de articulos en La Nacién (Bs. As.), Diario 16 (Madrid) y O Estado de Sao Paulo (Brasil) Desde 1986 estudia la obra de Adotto Bioy Casares, "[-.] medej6 pastoso conel noticiénde que laS.O.P.A. tenfa programada para su ejercicio del43 una cadena de pelfculas que ‘aspiraban a copar el mercado fino, dando calce al hombre de pluma, para que despachara una produccién de alto vuelo, sin la ‘concesiOn de rigor al factor boleterta.[..] Me hubiera visto, con labrachaados manos, dando curso aun libreto gran suceso[..). Una cinejoyacon graninterés para eldacente; porque usted pasa ‘echando chispas del pericén ala pampa J" Et hijo de su amigo colaboraciones de Adolfo Bioy Casares que concluidasosiquiera esboradas, nohan legado hasta nosotros. Uno de suscapitulos, no el menos importante, deberfarecuperarlos vestigios de lapelicula Pago Chico, escrito, tal vezaochomanos,en 1943, con orgeLuis Borges, Manuel Peyrou y Enrique Mallea Abarca. Quiz‘ definitivamente perdido, conocemossuexistencia por noticias dispersas en publicaciones de la época y por los detalles con que el propio Bioy Casares, en una de sus catas,responde a la curiosidad de algunos de sus corresponsales. Aun cuando es cbvio que el argumento ha de hallarse en las piginas de Payr6, ignoramosqué escenas fueron escogidas y con que criterio fueron adaptadas, sobre todo ignoramos porqué fue ese y no otro el asunto elegido, aunque en esto sospechamos -cémo evitalo- mposiciones inconsullas. Los primeros aos de la década del 40 -en particular 1942- son especialmente fecundos para el cine argentino: en ellos comicnzan a afianzarse, gracias al desarrollo de guionstas profesionales, sus retaciones con a literatura, Como consttuyen también uno de los momentos més fecundos de Ta colaboraciGn lteraria entre Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares, no es extra descubrir que aspiraran precisamente por entonces a escribir, segtin uno de sus projectos compartidos, guiones cincmatogrificos. Sabemos (y el inteligente Borges y el cine de Edgardo ‘Corarinsky nos exime de demostrarlo) del permanente interés de film 12 borges - bioy Archivo Historico de Revistas Argentinas | www.ahira.com.ar Borges por el cinemat6grafo, al que consagra las agudas criticas publicadas en La Prensa', Sur y Seleccién*, y cuyos recursos incorpora en sus ficciones, encubiertas todavia como biografias infames. Ese interés no se agota en Ta especulacisn critica 0 en la mera contemplacién hedénica sino que lo leva, desde fines de 1a década del 30. a intentar repetidamente Ia cescritura de guiones. La noticia sobre “Jorge Luis Borges” - probablemente de su mano- que antecede el cuento Tin, Ugbar, Orbis Tertius en la primera edicién de la Antologia de Ia Literatura Fantastica’,nosdice que “escribeen vanoargumentos para cinemat6grafo”* y, de hecho, hacia 19406 1941. realiza, en colaboracién con Ulyses Petit de Murat, el gui6n -nunca filmado- de Suburbio’. Como explica en una carta? de 1940, dirigida a Eduardo Bedoya, de los Estudios Baires, “la invencién -y claboracién- de argumentos parael cinemat6grafome interesa por diversas razones, que no s6lo son econdmicas.” Borges, Bioy y Peyrou fotografiados por Silvina Ocampo No menor -aun mas precoz: es el interés de Bioy Casares “desde muy chico recuerdo haber sido espectador de cine”?. No ‘menosactivor en sunifez, “we tied with the Menditeguy brothers and with Drago Mitre to make a film [con una méquina Pathé Baby), but when we developed the film it was blank and wenever found out why"*; en su adolescencia, ademés de enamorarse de actrices?, publica en larevista E1 Espectador una serie de resefias cinematogréficas firmadas con el seudénimo de “Aristébulo Talasz”", Expresidn de tales afinidades compartidas, a lo largo de la écada del 40 Borges y Bioy Casares escriben 0 procuran escribir cuatro libretos: Pago Chico (1943), El hombre de la esquina rosada (1948) Losorilleros(1949) y El paraisode losereyentes (1950), de los cuales s6lo se conservan -editados en 1955- ios dos iltimos. Afortunadamente, 1a prensa de ta época nos permite recontruir -cum grano salis-las cifeunstancias del primero. Lareferencia mas temprana.al proyecto de Pago Chicoesun pequefio articulo aparecido en La Nacién a fines de agosto de 1943: “Bajo la vigilancia de Hugo Mac Dougall, informa Artisias Argentinos Asociados, trabaja en la adaptacién de Pago Chico, a novela [sic] de Roberto I. Payré, un equipo de escritores constituido por Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares, Manuel Peyrou y Enrique Mallea. Se anuncia, ademds, que la labor se verifica mediante consultas a Julio Payr6, hijo del autor, para ta ‘mayor fidelidad de la versién cinematogréfica. Dirigirélapeltcula Antonio Momplet, a quien asistird el doctor Leén Klimovsky.” Notas 1, El einematégrafo ol blografo, en La Prensa (Bs. As), 248729, 2, Véase Selec: Cuadernos Mensuates de Culura Rosario, 1933, ‘Los textos fueron pulieadosposteriommenteen La Nad (Bs. As). 1/87 bajo! taal Borges yun King Kong. que legs de Rosso, 3. Lanoticia de Borges pdo sr esr fines de 1940 y prinipoe de 1941. Aunqueel colon feehe ln edcn el 24/1240, a Anolon Iioraturafantéstica (Bs. A, Sodamereana) tems de impinirseon ‘marzo de 194 y se paso ala venta a mediadoe de abi 4, Involumariamente (2) perdicos, Silviea Ocampo y Adolfo Bioy (Casares bacen que el Joctor Huburman, praponist de Lo queaman, ‘oan a quien Ia Gaucho Film, In ha encargado “la adapacn cescena argentina” del Satiredm de Petronioy digs desi mismo que csr co vatads fortuna argamentor para el eioamatprafo” [Loe ‘queaman, ian, Bs. As, Emecs (1 Séptimo Cireulo), 1946, p10), 5. Vea JorgoLvis Borges, arguments, en Qué (Bs As) 281146 6. Ligada amiemanoe gical tabs de FemandoPeia. Auge noest fecha, debe sede 1940, Sean Peta, slendiend al epistlatio el que fornaba pane, no puode ser anterior a juniode 1940 Asa vex, ‘dado el domico dsl miter -Anchorena 1670-tampoco puede set pasteroral 31 de dicimbre de 1940, fecha en ue Borge su mae ‘nudan 3 Quintana 263.“El 31 nor midamor ya estamos en Quon 263, segundo piso” (Cana de J 1. Borges a Adolfo Bioy Casares, de nips de eaeo de 1941), 7. La Navn (Bs. As), 2472/80, con Martin Miler, Para ae primers ciperencas como espectsdor,en Mar del Plt, wea si conversa ‘on M. Pichon Rivire en M-P.R, La maripasaylaméseara Bs. A. Sudamericana, 1983, pp 69.71 8. Conversacién con R. Galvez aR. G., From the Ashen Land a he Virgin, Onario, Mosaic Pres, 1989p 25 "Flargumento, completamente 40, 10 gue tenia que ver con Dick Turpin’. [La Nacin (Bs. As), 45786, cn Alberto Tabb. 9. LaNlacin (Bs. As.)4/I86,con Alberto Tabbia "Louise Brooks fae ‘uno demis amores mas vives ydessporads.[.] No pois creer qe m0 fuese a encontala [-] Cuando aparecié el cine sonore hubo une sisceotmsdad, perms a muchisinosactores que eran amigos .1y tna camidad de cosas quedaron ats, nto ellas Louse Brooks [La [Nacion Bs. As). 20220, con Martin Maller). Sobre Bioy Curses y Louise Brooks. véase (a) Muri Lootse Brooks estrela de cine mud, ena Nacion (Bs. As.) 1ORBS, que reoge pi (© cenversacin con M Pichon Rivitreen MP. R, Op. itp. 19) ParaTi (Bs. As.) 31/10/83, donde Bioy recomienda su atcbigrico ld en Fotiywood. 10. EL Bspeciador (Bs. As), 1932-3, Para el seu6aimo, véase M.. Vinquex. Nombres,sobrenombres, seudénimos y equivalencia, ea LaNacidn(Bs- 8s), 112/80-"undiamirando diaraidamenteloretantes 4 Ia biblioteca, deseubri en el lomo de imo de los tomor dela > film 13 borges - bioy Archivo Historico de Revistas Argentinas | www.ahira.com.ar Una suerte de incémoda confusién -fortelecida por la ausencia de rmenciones a Payr6 en la obra de Borges 0 en ta de Bioy Casares! acompatia la lectura de este curioso repertorio de escritores, asuntos y uionistas, sometido aa super visin del experimentado y prolifico Hugo Mac Dougall. Anotamos, entre otras vacilaciones, la presencia de Julio Payr6,ladireccién de Antonio Momplety laasistencia de Leén Klimovsky. Igualmente nos preguntamos por la naturaleza de la colaboracién del ensayista Enrique Mallea (Abarcal (lor. 1930-40 cea), cuyos articulos Y resefas -poco 0 nada vinculados con el cinematSgrafo- recozen las péiginas de Martin Fierro, de Megifono y de Capitulo". Y lo ignoramos (odo acerca de las actividades de Manuel Peyrou como guionista, fuera delaevocacion de Bioy Casares que, siquiera para probarlas, sobrevive, ‘casionaly elusiva, en una entrevista de 1955: Isaac Wolberg: Usted s6lo ha colaborado con Borges? A.B.C. :No, hace algunos afios escribf un cuento con Mastronardi, una novela, Los que aman, odian, con Silvina Ocampo y con Manuel Peyrou trabajé en argumentos para cl cinematégrafo.!* Estas ignorancias,naturalmente, no excluyen otras, procedentes del resto de los articulos. Lemos, con algiin asombro, que el guidn esté concluido © casi concluido”, 1o que contradiia los recuerdos de Bioy Casares y, sobre todo, el oscuro desto=ino del guidn supuestamente ‘erminado. Estrellas sostiene que “Olinda Bozdn y Luis Arata encabezarian el reparto de este film"; Vosotras, que el argumento se apoyaen el episodio “El diablo en Pago Chico”; Imparcial Film, que“el mismo grupo de escrtores se dispone a escribir un argumento sobre la cxaltacién poética del tango”. Ene tantasincertdumbres s6lopermanece Ja melancética conviccién del extravio, Irénica aunque no fortuitamente, sabemos del final del proyecto ‘mucho més que de cualquier otro de sus momentos. Sobre él contamos con el testimonio de Bioy Casares, ecogidoen una de sus cartas de 1969 Yen un reportaje reciente. Lacartaencuestin propone, para multiplicar uestrosinterrogantes, tun misterioso argumento previo, sin consecuencias apreciables; luego 10 ‘esecha y nos explica, hasta cierto punto, las noticias sobre laexistencia,

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