Segunda Guerra Mundial que
iolencia, la destrucci6n, el exterminio y
producidas por eln
habia vencido al nazifascismo, y
Jos territorios y se reorganizarian
Asi, la paz abria nuevo encii
cayos ejércitos habfan combatido e
la
ganancias del consumo s
as del pr
ayoria de los habi-
tantes del planeta a sobrevivir
apenas pu
Pero la paz tan fi ja fue una si
ple continuacion, mejor
tecnologizada, de la guerra. Los conflictos bélicos mas notables
fueron, al principio, Co:
e habia i
la injusticia y el raci
eso que en Estados Unidos r
a, y para los afios sesenta, Vietnam.
suprimir con
Mucha gente q la opresion,
mo en Europa y en ibi6 a ou
aquel
ipar en
mpos de paz, se organizaron para ponerles finj
moment
las gu
simulténeamente, los discriminados que habian ido a liberar
pacifistas que no deseaban parti
discriminacos mas alla de los océanos, iniciaron un vasto movi-
ento pata aleanzar para toda la poblacién norteamericana el
cese de la discriminacién segregacionista y el ejercicio pleno de
los derechos civiles. Bsa fue la forma que adopt6 ahi un movi-
miento democratizador que se estaba desarrollando en todos los
confines del mundo, aunque en algunas partes de manera menos
espectacular que en Norteamérica y en Europa.
Mis libros Crdnica 1968 Plaza y Valdés, México, 1993) y Relata 2 muchas
ces. Memoria! de 1968 (La Jomada Ediciones, México, 1993) son una
clara de que ast sucede,
del pacif
toda
2. El feminismo
democracia, descubrieron que —contrarian
tecfa cun ellos—, trabajaban jorssadas unclt
ancia). Al
y sin prestigio (la de su trabajo asalaria
las obligaciones
confo
nombre a las experiencias que analizabs aror
los primeros grupos feministas contemp
oréneos, caracterizados
Ia equidad er
por inscribi
mo parte de la construcci
el gjercicio de todos los derechos humanos. Pronto estos grupos
se fueron haciendo visibles en todo el mando.
mujeres comenzaron asi a tomar por asalto todos los
espacios de la sociedad y de la historia en los que su pre
habfa sido anulada, ignorada, suprimida o
a humanidad” cantarfan afios
mente ocultada,
mpl
‘Las mujeres son los negros de |
después Yoko Ono y John Lennon para describir la verdacler
de las relaciones entre hombres y mujeres. Cuando escribieron
su cancién y compusieron su mésica, ya hacia tiempo que estaba
abierto el camino de la democracia genérica, la democracia de la
vida de todos los dias.“Aneo se
todo,
Derechos del Hor
rechios Humianos y asi, inclu
te, el feminismo contemporaneo lente
108 previos come las, afragistas en
| mundo y las reflexiones sobre la al sexual de
Kollontai, las propuestas juric a
00x
‘oujes (guillotinada cu
mediados del sigl cabezadas
por Oly
en Inglaterra, las exi
pe d incorporar
feminismo), la Vine
alarevoluci6n francesa lo que hoy Hlamamo:
también del siglo Xv
n Méx
1 de los derechos de las mm
dicaci
atad
necraft, y
formulada en Inglaterra por Ma
zacatecanas pai
al promulgarse la Constitucién de 182
El segundo sexo, de Si
es el libro precursor de todo lo que vendria de
nuestros dias. En él, por primera vez se
reclamo del
one de Beauvoir (publicado en 1949)?
pués y hasta
pais del mun
las mujeres son tratad,
e Beau
Tomo t: Los hechos y los mitos. Tomo I: La experiencia vivida
weir, 1994)
Lo que aos més tarde comprobe el Programa de Naclones Unidas para
1 Desarsolo en su Informe de 1995 (Harla, México), en lo que se refiete, entre
otras cosas, al acceso a la sa
trabajo, al tiempo de sus labores cotidianas, a la violencia, la paticipacion en
ud y ala escolarizacién, a la remuneracion por su
las decisiones, en a direccién empresarial, en la cepresentacidn legsltiva, en
is gabinetes ministeriales, en los reconacimientos pablicos asus contibuciones
yen a ONU misma, Lo mismo habla venido delinéandos
, cada vez con mayor
- precisién, en los Informes de la Segunda Conferencia Mundial de Derechos
Humanos (Viena, 1993), de la Conferencia Internacional sobre Poblacié
la distancia que hay ¢ jad
sexo) ¥ lo construido en las relaciones human:
una elal
ibertz
del
que el feminis:
el primer discurso f
el que todo esta pree » por la naturalez
y la anatomia; de la misma manera
10 clasista que no reconocié a las mujeres ¢
icoandlis
storia, y exhibe las limitaciones de
ado de que lo masc
ente tinico de Io humano, mientras que lo femeni
expresion de la carencia de to mascul
Muchas otras obras fueron escritas después de El seg
mujeres de
mientras I mundo emprendian las mas di-
versas.a asa construir
pia humanidad, su
autonomia, su libertai pacidades y
4, el desarrollo pler
su cludadania, imitadas, restringidias 0 de plano ne
te milenios de dominacién masculina. Asi comenzaron a escribir
su propia historia: una historia de la humanidad
nfemenino, en
la que las mujeres son protagonistas de la
las culturas y en la
las guerreras y las maniobras politicas y diplomaticas de p
dianidad de todas
hay cosas mas importantes que las g;
Desarrollo
(Copenhague, 1995), que culminaron con el de la Cust
sobre la Mujer (Pekin, 1995).
Cairo, 1994) y de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Socialcostumbr t
ina en Ia diferencia sexual: relaciones de poder cuya ca 1
(0 ‘cio nos humanos de esencial ni
derechos hasta ahora Jos como si scritos ujeres, ¢ xvi
ata del enunciado de un programa polit as contribuciones de algunos hombres. Poulain de
as proporciones, cuya meta es construir la equidad, la ig francés, se refiri6 uupuesta inferioridad de las
a justicia en las relaciones entre mujeres y hombres res como el eficaz inante para analiza
: ne propone y esta llevando a cabo cambios sociales (destinades a tes, cirfa ta
4 ransformarse en marcos juridicos) que no tienen como mira
3 lusiva a las mujeres, sino una profunda transformacién de las Stuart Mill con su esposa Harriett
: Taylor’a mediados d IX, marcan otro hito en la reflexién
ira conti portant la Los cautiverios de las mujeres democracia (198
jeproductves,desaeallo familia y pancipacién poltica, or, 1973)e tales, Principalmente a las que pueden ree al compar F
a de ello son grupos de hombres, y hombres en lo individual, : mujeres y que ademas encarnamos atriarcado y a la opre-
srofundidad los esfuerzos intelectuales y politicos, afectivos y
Publicado en francés en 1982 y en castellano en 1986 (Godelier, 1996) acionales, de cada vez maskiese ha demostrado la falsedad,
coincidencias de muchos de
sivas
llegado a la
ora he
ones de muchos
nero y con lag
xcon las contribu
han ido construyendo tambi
tra condicion
y dispu
més alla de las declaraciones de propés
Hoy, por vias paralelas y equivalentes que se a
nombres incomo
situaciones de vida que ella ge
dia mas y en muchos aspectos, las contribuciones confluyen en
y la justicia
tuna sola: con el feminismo se construyen t
crialistas, de
Jas pensadoras y los pensadores que ademas de comprender alas
sociedades se propusieron transformarlas. Las acciones afirma-
tivas, con las que se hacen aqui y ahora cambios concretos, son
en gran meditla resullaites de un feminismo ineansable del que
parten muchas mujeres y algunos hombres,
Tal vez éste sea uno de los signos que desde ahora hayan
de caracterizar al siglo XXI, inicio de lo que se llama ya el mile-
nio feminista. No es corto el sendero recorrido desde los afios
sesenta,
u
1. Algunos conceptos cientificos de lo humano
En el Museo del Hombre de Paris, el recorrido introductorio es
un viaje por la evolucién humana como la conciben en la actua-
proceso
lidad la biologia humana y las ciencias de la cultura. E
ia con los australopitecus afarensis, especie prehumana cuyo
can cada |
gjemplar mas conocic
fabilis, Homo ne
al pasillo del que
por los primeros seres hut
ciones e interglaciares, donde los prime
ronporel mundo
y vida cavernaria con figuras hu
de fosiles; los en
anos instrumentos qui
caractorizan ala
piedra, la mas antigua, la medi
edentaria, el nacimient
0 de la propiedad, Ia
y las guerras de pillaje y expansion,
evidencias més antiguas del neolit
doce mil aos, Es probable que
se fechan hace unos
ra entonces, siglos antes 0
ss, cuando las diferen
sexuales humanas comenzaron
a convertirse en fundamento de desigualdades y
specializacio:
nes que justificaron dominios y privilegios, y cuando la
organ
aciente
aciGn social requiri6 de la construccién del género para
iniciar la edificacion del patriarcado y sus jerarquias. Esto ultimo
no es una interpretacién corriente entre los antrop
ella nada se dice en el Mi
gos, y de
eo del Hombre,
" Uhtimos descubrimientos permitenafiemar fa existencia de una hominida
rior incluso
an ucy por una diferencia de un millén de aos aproximadamente,
rombradla como “Artihist6rica y terminaba con una proyeccién hacia el futuro en rela
del medio ambiente, lo que, ih
ticas, servia pai
ella se podia acceder a la mas amplia informacién sobre
planeta,
tiplicacién de los seres humanos, su distribucion e:
las caracteristicas de su vida en diferentes regiones, su
dade
tativas de supervivencia y longevid:
tualidad, las posibilidades
peligrosas en la ac
los registr
enel itimo siglo.
Al inicio del recorrido, los visitantes registraban sus datos
s en las caracteristicas de las poblaciones
1ra Optica en cada sala. Ahi,
en una tarjeta para some!
tras responder a algunas preguntas sobre temas especificos, una
pantalla mostraba cl pe na inter
elementos tales como el nimero
(eegéin su sexo, su edad, su pais de residencia, eteétera), lo que
Te quedaba de vida, y otras previsiones por el estilo.
Las dos exposiciones presentaban algunas diferencias que
definfan lo que les era cor re del museo esté la
primera pista: cualquier universitario de alto nivel aseguraré que
Ta vocacién de la institucion es la humanidad, y que la palabra
mo la castellana hombre se refiere a todos los
o existiran. Esto,
habla,
hijos que atin podia tener
ntin, ya en el nom!
francesa homme,
hombres y todas las mujeres que han existido
dirdn, es evidente en la muestra permanente, donde s
con el término francés 0 con el latino Honro, de los fésiles men-
cionados. Nadie se asombraré de que, sin embargo, en ninguno
a
femenino, ni siquiera entre los australopitecos prehumanos, cuyo
fosil mas completo, hallado hace dos décadas, fue restaurado
no el de una hembra,
los dioramas aparezca la reconstruccién de ningiin ser de sexo
por especialistas en palecantropologia
ke
es
2
oe
oe
=
ee
el recorrido eran las mujeres, En ella s
eral como salud
pectiva funda
del funy
reproducci6n. Pero, no obstante que ba en informaciés
sobre la i
itervencién de los hombres en la fecundacié:
prevencion del sida y las llamadas enfermedades de transi
principales
las apar
menos ft
fagonistas y destinatarias a las a
-omo las sujetas y responsables tinicas 0 al
ndamentales de procesos sociales actuales cu
miento no esté sui \dido, y en los quees posible
ermitan enfrentarlos mejor.
proporcionarles recursos
Nada sugerfa ni los ai de esos pr
e808, ni la de
igualdad de las condiciones en que os viven mujeres y hombres
No era s6lo el nombre del muss
artian esos
dos recorridos tan diferentes: lo era t ho de que en
ninguno de los dos espacios se concibié como necesario incluir
ninguna critica de la cultura y de los enfoques cientificos que
sustentan presentaciones como las descritas. En otras palabras, de
la antropologia, de los estudios de poblacién y de sociologia de
lareproduccién que ofrece el Museo del Hombre, esta ausente la
perspectiva de género. Lo que al finalizar el siglo Xxy en un lugarcomo ése pi
parecer muy g
sobre todo, de invenc eptuales y politicas
.a interpretacion cientifica Je los origenes de
aydela
yalgunas de las ramas ma
ea las mujeres,
adas de las ciencias sociales
a reproduccién y por ello como
las despliega como sujetas
mografia
protagonistas principales
tas elaborac
didas y reinte:
percepcion de
macién incuestionable y orientaci6n erudita pai
rela
de la cotidianidad,
2, “Estudios de hombres" y teoria de género
la dia,
En ambas perspectivas, la docta y la de las rutinas de ca
se ubican lo que desde hace dos décadas se ha dado en llamar
‘asculinidad o de masculinidades. Es
pertinente subrayar que estos estudios no comenzaron hace tan
tables investigadores del
estudios de hombres, di
poco tiempo, pues los trabajos de inc
pasado” se ocupan de los hombres, dela hombria, de la virilidad
cada de 1860, John Stuart Mill publ
"gn fa segunda mitad de la
ensayos en los que expresé su preocupac
entre hombres y mujeres. En Laigualdad de los sexos (1973),
La discriminacin de la mujer” (pp. 82-215) en cuyas primera
el principio regulador de las actualesrelaciones sociales entre los dos sexos —la
subordinacion legal del une al otro— es intrinsecamente erroneo y ahora consituye
tno de los obstéclos mas importantes paca el progreso human; y deberia ser sue
ftuido por un principio de perfectaigualdad que no admitiera poder ni privilegio rs
incapacidad para otros. Este volumen reine otro escrito suyo sobre el dvorcio que
os paalelos desu esposa Harriet Taylor Mill,
sobre la problematic
ydela masculi :
almenos desde
a esos temas que p uedas |
temente es la intervencion de algun: nbs
ligados a int del femin
n sobre la condicién mase:
s principales las debemos atin al
Los estudios de género, emprendidos en su gran mayorfa por
mujeres, han quedado asociados al con
femenina y de las siluaciviws
vida de
parecer que ahora se hai
an Ia
to punto de vista, podria
porque en ¢
masculina y las situaciones de vida de los homb1
los se inchy basquedas sobre la condicién
Pero si examinamos los estudios fandamentales hechos du-
rante el dltimo medio
lo por las feminist
s, advertiremos que
luo tambin sobre el divorcio y otro sobre la emancipacion de la mujer. Harriet
no alcanz6 la fama de john y su nombre
¥ SU nombre ni siquiera aparece en la Encyclopa
Britannica que dedica a su marido mas de dos paginas y media, peo los eseritos
de ella son tan agucos y brillantes como lo de é,y en algunos puntos adn mde,
Estas ineas no solo muesran que la genealogia de as flexion masculinas oy
fl género tienen una historia cuando menos centenaria, sin también que ya dest
entonces la preocupacién masculina por la problematica del wénero provenia de
tuna necesidad y de un requerimienta femeninos; también, desde luego, evoc
una prolongada invisibilidad del
bajo, en este caso intelectual, de una mujer de
alento apacada por la fama pablica de su cényuge, hombre avanzado en sa
tiempo, que apoys los movimientosfeminstas de entonces,:
|
que |
pacios sociales, polftcos, cultural |
Guranter 4 me :
sf estamos en el cat pnes profurndas en las
Taciones entre los eres husmanos, cuyo planteamiento original 4
forma parte del feminismo, de ‘ar
cenea para avanzar hacia la convergencia més adecuada, ale
de la opresion y de la enajenacion :
Nuestras percepciones provierten de la reflexign razc
: tambien dea inatisfacelon en vidas personales en Ins que
sigualdad, los desequilibrios y las mas diversas expresion
opresién genérica se imponen a la satisfaccién y los
E eres de la convivencia y de la solidaridad. Ya no sta
apoyar las reivindicaciones y las acciones que genera ese trabajo
j intelectual, ahora buscamos el entendimiento profundo |
masculina desde las perspectivas reales de nue |
. vidas de hombres que deseamos participar en la con |
; de la democracia generica, cotidiana, vita, iniciada |considere baruyal todos los asp
aos
definir priorid, 7 ec iee
y también de acciones pablicas y civiles a eee eee
La primera aportacién de la teoria de género y In suordinaci y la apresi "
primer cimiento de su desarrollo, demuestra a hombres no estén stuados de vi
nes entre los seres humanos nada es nat
genes, el sexo es la referencia binaria a la anatom{a sobre la que
Jos que se fabrican los mensajes, los discursas que intepretan y justifican todas la
se construyen lo 08, desigualdades entre hombres y mujeres. Parece como sila sexualidad estuiese
anstantemente Hamada a ocup lugares de la sociedad, a serie de len
uaje para expresarse, de razén para lgitimar las realidades cuyos fundamentos
Aunque el debate a este respecto ap
ro, frecuente que incluso en algunos de ellos ain se expresen
studios
icciones que al menos en parte contradicen este principio baruya de Nueva Guinea (Godelier, 1986; a version original ances ue publica
ludibe Para abundaren la reexin al espec, en 1982), Hay que seal que el ator viia otra, las mujeres, y gobemmaba no sin las mujeres, sino contra enie , :
las. Asi, el caso de [esta] socie se aftade a todos fog 94e = dominio bres ejercen sobre ot
testimonian claramente que la dad entre los sexo la ser identificado y iferen nte de
subordinacién, a eine i6n delas mujeres son aa licidades entre que crean
realidades sociales que no nacis a emergencia delas clases @mm operaciOnestructuras conjunt
3 ino que son anteriores {.] Fae; cesigualdad. Aqui c ogico
J organizacién social nose reduce ala instituciona- 44" = gspacios y las formas ero, dela de
lizacion dela igualdad entre