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EL ESTADO ~ Esefiael Maestro que "hay divers concepts de as Es- l Estado es una asociacién permanente y consi rire deer sonas 0 familias, que Viven en un ferritorio que le pertenece, y que tie- olifica con un gobierno propio, capaz ‘gin este concepto, para que el Estado exista es indispensable la concu- ees a Si nosotros indagamos sobre las cuatro causas cldsicas del Esta~ ‘iente y final, las veremos en la concepcién de dias, yes caus rial porque esas relaciones pueden ser organizadas ppor otto principio formal y resultar asf, por ejemplo, una comunidad LA RELACION JURIDICO-SUSTANCIAL wz nst acon pingo sustain cea o rtistica, Esto hace ver que la relacién interhumana deviene én sf misma indeterminada y, por tanto, es la causalidad material del Estado. Grave error es considerara las personas bumanas como materia del Estado, pues la persona jamds puede ser materia, por ser siempre tuna totalidad. Latmateria es siempre una disponibilidad para ser com- ppletada por la forma, La totalidad no admite algo mds que si, para constituirse en lo que es. De lo contrario, dejaria de ser una totalidad ero como las telaciones interhumanas son accidentes de las personas tas, por su condicién espiritual - corporal, necesitan un la materia se integra propiamente con las relaciones interpersonales posibles en un drabito espacial limitado y éste émbito es elterritorio, Asociacién, rerrtorio, dice Blantschli A.su vez, lo que hace que esas relaciones interpersonales se cons- por eso, decimos "Ley justa”, ya que este igido por la nauraleza misma del hombre, para cuyo servicio se dictan las leyes. Asi, pues, ya sabemos que el Estado es la relacién interpersonal normativamente regulada en justicia. El no haber distinguido entre la del Estado, que estd dada por una realidad eonere- 4, viva, operativa y cambiante; y la causalidad formal, que esté constituida por la norma expresidn de la razén y de la justicia, lev a Kelsen al ertor de identificar al Estado con el Derecho, El Derecho es la forma, pero el Estado es la unidn del Derecho y de la realidad de las velaciones entre los hombres. Bien dice Radbroch *!5 que, para Kelsen (en una concepcién ce- ‘ada en el Derecho)" la identidad de Estado y Derecho es indiscutible i del Derecho edi, Bd, Revista del Derecho Paiva "Madd, 1959. 8 36 og 399 ggtap@ _____________ Para ella, en efecto, es el Estado la figura que se manifiesta en el Dere- cho politico mismo. Pero junto a ese concepto juridico, hay todavia un concepto real del Estado. Desde luego, este concepto real hist6rico- sociolégico del Estado logrado sin el concepto juridico, pueses un concepto de realidad juridica con la misma estructura que los ‘conceptos de realidades referidas a valores". Nohay que olvidar la: kantiana de Kelsen, quien pretende incluso superar a su maestro: nocién de imputacién tiene el mismo carécter l6gico que la de causalidad. Kant ha demostrado que la causalidad no es una idea trascendente, por Jo tanto metafisica, sino una categoria de la légica trascendental, un principio gnoseolégico que permite comprender la realidad material... La nocién de imputaci6n tiene el mismo cardcter lgico que la de causalidad... La Teoria Pura del derecho, que es una teoria del derecho positivo... ve en el deber ser, en el “sollen”, una categorfa légica de las Ciencias sociales normativas en general y de la ciencia del derecho en particular” ®!6, Como buen kantiano, no hay acceso de la razén pura ala cosa en sf; solamente se perciben las apariencias de las cosas, las sensa- ciones. La mente humana las organiza segtin variados principios y asi surge la naturaleza, si se organizan segtin el principio de causalidad; y el Derecho, si se organizan segtin el principio de imputacisn. La esencia misma del Estado no es ni la forma juridica ni la rea- lidad fetica de las relaciones interhumanas. Una teorfa pura de! Dere- cho, que lo absorbe en identidad, al Estado, es tan faisa como una teoria empirica que, en el Estado, solamente ve una realidad sociolégica. La esencia del Estado es simplemente la unién de la materia y la forma, 0 sea de las relaciones interhumanas as y de la ley justa que lc organiza, Pansy ore wes Pero las esencias se realizan histéricamente por accién de la causalidad eficiente, la cual, como ya diji ie Ja cual, como ya dijimos, se mue' casa ef ij ve atraida por la ico gee paitlidad efciente del Estado es el Pueblo, concepto mis Teo gue el de poblacién, pero muy prdximo a éste. Por eso aceptamos "t Bluntschli la mencién del elemento humano Hamado poblacién. 216 KELSEN HANS. Teoria Pura del Derecho, Ed. Eudeba. Bs. Aires 1960 pig. 68. LA AELAGION JURIDICO-SUSTANCIAL finisima obra "El hombre y el politica; el Pueblo son los relacionados en la relacién p relacionados son sustancias humanas; su relacién es un accidente que, en dichas sustancias reside. Por cierto que la sociedad politica es un accidents necesario, o sea que nunca puede faltaral ser humano, preci- samente por la condicién perfectible del hombre que busca surge lo que lamamos Es de la sociedad politica. Tanto si hablamos de la sociedad politica, cuan- to si hablamos del Estado, como momento evolncionado de la sociedad , tenemos que reconocer qué no son sustancias; por tanto, son que es, 0 sea una Se advierte ahora claramente que la persona necesaria. En cambio, el Estado, como manera tardia de organizarse la sociedad politica, ya que no siempre hubo Estado, al menos en su con~ {207 MARITAIN Jacques-E1 Hombre ye! Endo Ed. Kraft, Bs. Are 1952, Cap. 1, Ap, Vi pee 40. ESTADO 35 notacién actual, es producto histérico, no de la necesidad. Es una per- universal concreto en que el espiritu del mundo se realizaria, como po- drfa pretender lainterpretacién hegeliana ™8, Pero tampocoes una mera ido y como podria enten- 0 es unaficcin. Pero es pone en peligro su propia personalidad internacional. reconocimiento de personalidad intemacional a gobiernos en el exilio 0, (Quien obra eso! Pueblo; el Estado pasticipa(de su acc por atraccién de bien comtin. E1 bien cot individuos, ni de familias, ni de sociedades intermedias. Es bien para la totalidad de los integrantes del Pueblo, Pero ademas de ser universal, €s comtin, 0 sea que es producido por la accién concertada de todos los integrantes del Pueblo, De su aspecto universal y de su significado esa finalidad éticamente valiosa) Por asociacién delictiva, como la mafia, compra una isla, establece una po- c LA RELACION JURIOICO-SUSTANCIAL, biacién, organiza un gobierno, pero persigue una finalidad éticamente lisvaliosa, como puede ser el robo, el erimen, el narcotrfico, ete. no puede ser considerado un Estado. Sigue siendo una banda. La onganizacién estatal de la sociedad politica estructura sus po- eres, sus Srganos de expresién de volunta, tanto en el rden interno, cuanto en el érden internacional idad, se e ha lamado sociedad perfecra, ‘medios, en sf mismo, para alcanzar sus I no se configura para deprimir derechos 9, el Estado tiene capacidad internacio~ incipio. Es necesario un acto expreso que limite esa |juridica. De lo contrario, su capacidad juridica Internacional seri plena, Se ha sefalado que hay "una limitacién inicial en los Estados independientes a consecuencia de su integracién en la comunidad intmacion Entendemos que no es asi. En el 6rden privado, una persona individual no limita su capacidad juridica por ce lebrar un contrato. Mas atin, el respeto a ese contrato, es prueba del Por ser universal sufi vale decir que posce todos plenicud de cap: 221 MORENO QUINTANA: Ob cna. pt 12,98 126 ON LIS2Y- Ob Lib DA. ESTADO de Estado, no por negarla ciertamente, sino porque consideramos que Silaes un derecho del Estado y los derechos suponen la constituciSn del Es claro que, si la causa efi- el Pueblo y la finalidad es el bien universal, por la propia naru- de los hombres que constituyen al Pueblo, ése tiene imperium dependen. Este imperium, es la Soberania, de la cual hablaremos posteriommente, al precisar los dere- hos y deberes de los Estados. Autores conternpordneos, como Tunkin“= distincién que acabamos de apuntar, el Estado AMMAR OAM OOAE: te24, dice que “Ia sober je Surge, vencié en el curso de su periodo formativo obstéculos que tadicaban a la par de las contradicciones internas de la clase dominante cencada formacin estatal..y as contradicciones entre las clases domi- nantes de los diferentes Estados”. O sea que la soberanfa aparece pri- rmeramente como cualidad distintiva del Estado en el Derecho Interna ional, pero luego se aclara decididamente que que no es sino un dere- cho “inherente al Estado desde el momento en que surge”. El Estado existe cuando retine los elementos que antes hemos configurado. En cuanto existe tiene derechos. El més espectacular, por asi deciro, es el derecho de soberania. Y ciertamente que esto le da un significado sin- gular entre las personas intemacionales, a tal punto que, desde el punto de vista de la extensién de la capacidad juridica, es la categoria de persona histérica de capacidad plena, 121.- Los Estados poseen personalidad juridica intemacional por pesonalidades distintas. Ahora bien, si la personalidad del Estado es por participaci6n y, la del Pueblo, por naturaleza propia, es claro que, BS TUNKcande ech emacs: Mah 980-Cap. Vi. ‘224 TUNKIN /bidem- Cap. VI. pig. 149. ce 98 LARELACION JURIDICO-SUSTANCIAL, ‘cuando este iltime actia por si, prevalece sobre la del Estado. Y cuan- do este titimo contraria a 1a voluntad del Pueblo, pierde legitimidad. En el primer caso, nosotros vemos aparecer més de una vez, en los tex- ‘os intemacionales, ala expresién “pueblo”, cuando el convenio ha sido celebrado por representantes estatales. Asi, por ejemplo, la Carta de Naciones Unidas, que comienza revelando quiénes son sus autores: “nosostros los pueblos de las Naciones Unidas,...”. Era distinto en el Pacto que instituye 1a sociedad de las Naciones, es efectuado por “las Altas Partes contratantes”, 0 sea los Estados signatarios. En realidad, cuando el Pueblo actia por st, los Estados devienen meros Sreanos de expresion de voluntad de aguél. Esto lo dice iimpecablemente la Carta de la Organizacién de Estados Americanos, cuando comienza diciendo “en nombre de sus pueblos los Estados representados en la IX Confe- rencia Intemacional Americana...”. Desde luego esto no impide que los Pueblos integren a la Organizacién que crean, con sus respectivos Esta- dos como miembros. Por eso, por ejemplo, la Carta de Naciones Uni- das, hecha por “nosotros los pueblos de las Naciones Unidas”, establece ue “son miembros originarios de las Naciones Unidas los Estados...” (art 3%), Esta distincién, que fluye de los propios instrumentos internacio- nales, no aparece marcada atin, al menos en forma explicita, por la doc- tina intemacional, pero es, como antes dijimos, la tinica explicacién Posible a la personalidad intemacional que se ha reconocido a gobier- nos en el exilio. Dice Moreno Quintana que son “igualmente personas intema- cionales los gobiemos en exilio, Estos suelen establecerse en territorio de un pais amigo que le presta anuencia y los reconoce”. Como enten- demos que el principio de razonabilidad gobiema al orden juridico, todo extremo propio del Derecho, necesita un fundamento racional. El fun- damento en ese caso no es otro que el divorcio entre Pueblo y Estad la representatividad del Pueblo por ese supuesto gobierno en el exilio, que, por cierto, es ajeno a la estructura estatal del caso. 225 MORENO QUINTANA, v6. cada, punto 138. ig. 134 Tomo I. Ver ia 220, estano 2 i ett” ~ + 122. Ensefia el Maestro:"la existencia de los Estados puede te- ner origenes diversos: el estudio del proceso de formacién de los Evta- dos pertenece mas a la sociologia y al derecho politico que al derecho internacional piblico que se li los procesos mediante el aporte que le suri fa a considerar aque- ran para ello otras dis- ciplinas cienstficas o culturales”. “Algunos Estados se han formado por la'yosesin inmemorial'de un territorio: tal es el caso de la Repit- blica China o de la Republica Francesa. A través de mucho tiempo de estar en posesiGn de su territorio, se fueron organizando aquellos pue- blos,jurdica y pglticamente constituyéndove en Estados. Otros Esta °_ dos se formaron por emancipacién' de un pueblo respecto de otro, que era su metrépolis de ta cual se independicaron: ast se originaron la mayor parte de los Estados americanos. Otros Estados se forman por “ fecegiOn* una provincia que forma parte de un Estado se separa de é! y Bolivia y Paraguay, que @Fan parte de las provincias Unidas del Rio de 1a Plata, se constituyeron en nuevos Estados independientes de éstas en virnud de un proceso de secesién; en este caso el Estado que sufre la desmembracin no pierde su personalidad internacional. Es distinto el caso de'Separacién de dos o mas Estados que formaban uno solo como ‘ocurrié cuando se separaron Suecia y Noruega, que habian formado ‘antes un solo Estado. En este caso el Esiado anterior se extingue y cada uno de los Estados que lo formaban y que se separan constinuye tuna nueva persona internacional. Un nuevo Estado puede ser el resul- tado de Id\fusidr'de Suecia y Noruega en un nuevo Estado; en este caso la fusién da origen a la formacién de un nuevo Estado, mientras que los Estados que se fusionan pueden conservar 0 no su personeria interna- cional, segiin la estructura politica y juridica de la fusidn que realizan. Por ejemplo, conservarén su personeria internacional sitconstituyen una confederacidh, pero la perderén si forman un Estado federal o uni- ‘ario al fusionarse. También puede ocurrir que el Estado encuentre su origen en un’congreso internacional*como el Estado independiente del Congo en el congreso de Berlin de(TB8S}0 los Estados que surgieron_ convencionalmente, como Yugoeslavia, 0 Checoeslovaguia, después de a guerra de 1914. También suelen citar los autores el caso del origen de la repiblica de Liberia, igracics , negre a repuiblica de Liberia, formada por emigracién, En efecto, negros 40 LA RELAGION JURIDICO-SUSTANCIAL libertos de los Estados Unidos emigraron de aguel patsy se establecie- ron en Africa, en regiones de la Guinea, tierras de sus antepasados Y, organiziindose juridica y politicamente constituyeron alli un nuevo Es- tado.” ‘Cuando se constituye el Estado, o sea que tn Pueblo asentado en un territorio sobre el que ejerce imperium, se organiza juridica y pol camente, para prover aun fin ético social, el Estado comienca su exis- tencia como tal +. 123. Cuando el Bstado se constiquye, no hace falta el reconoci- ‘miento internacional para su condiciOn de tal, pues el reconocimiento ‘mismo implica conocer y aceptar lo que previamente existe. Por eso el al reconocimiento como “la declaracién efectuada por realidad aquello que se reconoce. En el reconocimiento, segiin la mis- ‘ma palabra reconocer lo esta indicando, es admitido por quien realiza el reconocimiento que existe en los hechos la situacidn, Estado, gobier- no, beligerancia, tirulo, adguisicin territorial, etc, que es objeto del reconocimiento. Este concepto anticipa ya la solucién a la cuestién planteada sobre la naturaleca del reconocimiento. En cuanto a la natu. raleza del reconocimiento, se ha dividido la opinién de los internacionalistas, sosteniedo unos que es de naturaleza declarativa y otros que es de naturaleca constinusiva. Esto ultimo significa sostener quel reconocimiento-es lo que da origen alo reconocido, constinuyén- ejemplo, que es el reco- ocimiento el que constituye al Estado reconocido. En cambio, soste- ner que es un acto puramente declarativo importa afirmar que el reco- nocimiento no constituye ni da origen a lo reconocido, que le es pre- existente, sino que se limita a expresar que efectivamente existe aquello jeto del reconocimiento. Entre ambas opiniones, estimo que ‘2 la aceptable y sostenemos, por lo tanto, que el reconoci- 2s un acto puramente declarativo no de naturaleca const 41 ESTADO. sieneel derecho de defender su integridad e independencia, proveerse a Su eonservacion y prosperidad y, porconsiguiente, de organizarse como tpejor To entendiere, legisla sobre sus intereses, administrar sus servi {ios y determinar la jurisdiccién y competencia de sus tribunales Una institucién de la jerarquia del Instituto de Derecho Intems- ional declard en Roma 1920, que el reconocimiento es un acto juridico y obligatorio cuando estén reunidos los equsitos exigides por el Dere- cho Internacional. + El reconocimiento puede ser expreso, cuando se admite y acepta lnexistencia de lo reconocido, por manifestacién inequivoca de votun- 0, tad, efectuada mediante signos conceptuales. Es, en cambio, t Cuando se realiza un acto que necesariamente lo presupone, Una ts una nota diplomatica expresando que se reconoce la existencia del nuevo Estado y otra cosa es, sin decir nada al respecto, pedir al nuevo Estado el placet para la persona que se piensa designar embajador en el mismo. + Otra distincién es el reconoci nal, segiin se imponga como requisito para su validez el cump! de determinada condicién 0 no se imponga condicién alguna. Asi, por ejemplo el reconocimiento del artificial Estado de Yugoelsavia, creado después de la guerra quedaba supeditado al reconocimiento y garanifa. de los derechos de las minorias. jento condicional 0 incondicio- jento o¢Pero la mas importante distincidn es la del reconocimiento de jure 6 de facto, el cual no dice relaci6n con el origen del nuevo Estado, sino con el futuré del mismo, pues el reconocimiento de jure procede cuando el nuevo Estado exhiba caracteres de estabilidad permanente, ‘que aseguren su responsabilidad internacional. Si laestabilidad es pre- caria, corresponde el reconocimiento de facto. Este tiltimo admite su retiro ulterior, pues el juicio del Estado que reconoce, puede advertir que ha desaparecido la precaria estabilidad en el nuevo Estado. En cam- bio, no procede retirar el reconocimiento si ha sido efectuado “de jure”, pues violentarfa el derecho del Estado auevo, a participar de la vida internacional. Sefiala con acierto Podesta Costa 26 que “Ia existencia de un mue- LA RELACION JURIDICO-SUSTANCIAL vo Estado es de por sf misma un hecho desde el momento en que ba nacido y provee a su conservacién; pero su vida de relacién intemacio- nal depende, como es natural de laactitud de los demas". Si nos atene- ‘mos anuestra disrincion entre sujeto y persona internacional, la obser- vacién de Podesté Costa es muy clara. En efecto, el Estado, en cuanto tal, por su propia naruraleza, como antes dijimos, es persona interna ional, 0 sea que tiene la aptitud juridica intemacional. En cambio el Estado actia internacionalmente después de su reconocimiento, pues el Derecho regula relaciones intersubjetivas. Para que éstas se configuren ‘es necesario que exista pluralidad de sujetos. © sea que no hay relacién Juridica de uno; se necesitan por lo menos dos. Ast , pues, por via del persona juridica internacional del Estado, pasa a de las relaciones internacionales. ser sujeto efe Aunque es distinta la cuesti6n, a doctrina acostumbra analizar conjuntamente con el reconocimiento del Estado, el reconocimiento de gobiemo. EI Ministro de Relaciones Esteriores del Ecuador Carlos R. Tobar, se dirigié por nota al Cénsul de Bolivia en Bruselas, el 15 de roarzo de 1907, en la queda enunciada la llamada Doctrina Tobar en materia de reconocimiento de Gobiemos de facto. El pérrafo que resume dicha doctrina es el siguiente: “la manera més eficaz de poner término a los cambios violentos de Gobiernos inspirados por la ambicién, que con harta frecuencia perturban el progreso y el desarrollo de Jas naciones americanas, ocasionando sangrientas guerras civiles, consiste en que los Estados se nieguen a reconocer a los Gobiernos transitorios nacidos de las revoluciones, hasta que demuestren que gozan del apoyo de sus pueblos”. Esta doctrina se apoya, ciertamente, en la distincion que nosotros hemos hecho entre Estado y Pueblo. En tanto el Estado acredi- ta el apoyo del Pueblo, no a una determinada politica u orientacién del Gobiemo, sino a la estructura Estatal misma, el Derecho Internacional ve satisfecha su exigencias de sabditos estatales definidos y estables. Pero cuando un cambio violento desplaza a un Gobierno, necesariamen- te estd desplazando a una metodologia de representacién que aguraba 226 PODESTA COSTA-RUDA: Derecho Internacional Piblic, T. | Ed THA. Bs, Aire 197, punt 28, pag. 5. ESTADO 2 aquella estabilidad en el orden internacional, ¢ incluso a veces altera los Grganos mismos del Estado, cerrando el Congreso, creando gobiernos colegiados en sustitucién del Ejecutivo unipersonal o subordinado a éste alas decisiones de Juntas militares, etc. El riesgo de la Doctrina Tobar ‘estden la ingerencia de los Estados extranjeros en la politica interna de otro Estado, colocdndose al borde mismo de la intervencién. El propio ‘Tobar afronta el riesgo pero no se perturba por el mismo, sosteniendo que “las Repiblicas americanas, por el buen nombre y crédito de todas cllas, sino por otras consideraciones huménitarias y altruistas, deben mediata e indirectamente, en las disensiones inter- nas de las Republicas del continente, tervencién pudiera ser, al ‘menos, negandose el reconocimiento de los Gobiernos de hecho, surgi- dos de revoluciones contra la Constituci6n’ E127 de setiembre de 1930, el Secretario de Relaciones Exterio- res de México, Genaro Estrada expuso la doctrina que lleva su nombre y que ha sido piedra angular de la politica exterior de su pafs. La parte ‘central de su declaracién dice: “...e1 Gobierno de México ha transmitido asus ministros 0 encargados de negocios en los paises afectados por las, recientes crisis politicas, haciéndoles conocer que México no se:pro- rnuncia en el sentido de otorgar reconocimientos, porque considera que ésta es una préctica denigrante que, sobre herir la soberania de otras, naciones, coloca a ésta en el caso de que sus asuntos interiores puedan set calificados en cualquier sentido por otros Gobiernos quienes de hecho asumen una actitud de critica al decidir favorable 0 desfavorable- mente sobre a capacidad legal de regimenes extranjeros. En conse- cuencia, el Gobiemo de México se limita a mantener 0 retirar cuando lo crea procedente a sus agentes diplométicos y a continuar aceptando, cuando también lo considere procedente, los similares agentes diplo- titicos que las naciones respectivas tengan acreditados en México sin calificar, ni precipitadamente ni a posteriori, al derecho que tengan las naciones extranjeras, para aceptar, mantener o substituir a sus Gobier- nos 0 autoridades. Naturalmente, en cuanto a las formulas habituales para acreditar y recibir agentes y canjear cartas aut6grafas de Jefes de Estado y Cancillerias, continuard usando las mismas que hasta ahora, aceptadas por el Derecho Internacional y el Derecho diplomatico”. a LA RELACION JURIDICO-SUSTANCIAL El 10 de febrero de 1920 e1 Presidente argentino Hi ladoctrina del “status consts ", que cons sefia el Maestro, “en sustentar que no deben ser reconocidos los gobier- nos de facto hasta que no se pongan en conjormidad para la Constitu- cin de su Estado". Esta doctrina la aplicé ante el surgimiento de un gobierno de facto en Bolivia. Una de las doctrinas mas interesantes y visionarias fue la enun- Giada por el Maestro Dr. E: juero Lazcano en la 31* Conferencia de la International Law Association sosteniendo que “para proceder al reconocimiento de un gobiemo de hecho, es esencial que en el pais so- 10 a este gobierno estén asegurados para nacionales y extranjeros tesidentes, los derechos fundamentales de la especie humana” El Presidente de Venezuela Rémulo Betancourt enuncié el 20 de febrero de 1963, la doctrina que lleva su nombre, ante el Consejo de la Organizacién de Estados Americanos, EI Presidente Betancourt sefial6, en tal oportunidad, que “debe negarse reconocimiento diplomitico a las Juntas 0 Jefes de Estado ‘electos, después de ser abatido por la fuerza un érden de cosas polf- de origen comicial. Esta regla no es atin hoy de general acatamien- 0 y debe pensarse en mejorar lo que ya exist gobiemos americanos después del Acuerdo de Rio, dimiento en ese Acuerdo establecido para el recon ina del Presidente argentino Hipélito Yrigoyen del “status consti- ional” y la doctrina Baquero Lazeano de garantia a los derechos hu manos. El departamento de Estado de Estados Unidos, dié instrucciones se efectuard o no, ' de Estados Unidos. en 1971 seguin lo que mejor sirva a los intereses nacio stab 1) Si se efectia el reconocimiento, no implica eilo aprobar su politica diuema, ni el modo como accedi al mando. c) Tres crteris tradiciona- ia decisién norteamericana estén dados por el con- trol efectivo del territorio y aparato administrativo estatal del nuevo Gobiemo; el consenso de la sociedad; la disposici6n a, cumplir las obli- zgaciones intemacionales con los Estados Unidos Penetrando al fondo de todas estas doctrinas, incluida la bien prag- taria de los Estados Unidos, advertimos que se procura ‘orrelacién entre Estado, Gobierno y Pueblo. Es que la ad juridica de los Estados, como antes lo dijimos, no les vie~ ‘ya que los accidentes no tienen derechos, sino derechos del Pueblo, que, por ser una pluralidad fento mismo del Estado, y posee la personalidad juridica por propio derecho, En cuanto alos Gobiemos, que no son otra cosarque uno de los Poderes 0 funciones del Estado, el poder ejecutivo, foperan como meros representantes de los Estados en la relacién inter~ racional. Ciertamente que ello conlleva al severo riesgo de invadir el de los Estados, pero, al menos en América, la Carta de 1a os Estados Americanos, en su art. 3° inc. d, hae: solidaridad de los Estados Americanos persiguen, requieren la organizacién p base del ejercicio efectivo de la democracia representativa”, La doctri- na Estrada de México, procura evitar esa irrupeién intemacional en el foro doméstico. Si entendemos que el reconocimiento no otorga personalidad ju- to no juega mas papel ‘vez, hemos destacado que el recono- cimiento le permite ser sujeto in acrum, debemos ft 227 TUNKIN, obra ctada, cap. VI ap. I 2. pi. 158. A MMM AMAMO MTD 46 LA RELACION JURIDICO-SUSTANCIAL sujetos de efectivas relaciones, en todo lo que no sea esencial a la con- diciGn de Estado mismo 0 sea los derechos esenciales a que luego alu- diremos. 124.- La organizacién juridica-polltica de los Estados tiene relevancia er la esfera internacional, para determinar cual es la perso- na intemacional que emana de dicho Estado. ‘Tres son las maneras tipicas de organizacién estatal en esta mate- ria: &) Estados unitarios, en que el Poder soberano del Pueblo, se con- nico centro, de tal suerte que no cabe ninguna duda de que itario mismo es la persona internacional. b)¥éstados fede- rales, en que el Poder soberano del Pueblo, se dstribuye ene un centro ‘comin y una pluralidad de cenrros auténomos, atribuyéndose a dicho ‘centro comin la responsabilidad de las relaciones internacionales“) Estados confederados: en que el Poder soberano del Pueblo, se distri- Baye enire un centro comin y una pluralidad de centros soberanos, Gelegéadose en el centro comin ciertas atribuciones, pero conservando los centros soberanos la rsponsabilidad intemacional, en todo lo no de- legado. Es claro que ninguna duda se plantea en los Estados unitarios, como es el caso de Uruguay, pues no existiendo en su Pueblo, mas que un solo Estado, ef Estado central es la dnica persona juridica interna- cional, Tampoco cabe dudar en las Confederaciones de Estados, como fue el caso de Alemania entre 1815 y 1866, 0 de Suiza entre 1815 y 1848, pues los Estados confederados mantienen su personalidad inter- nacional, pero la propia Confederacién tiene la suya. En una Confede- raci6n de cuatro Estados, habré, pues, cinco personas intemacionales. Elcaso més complicado-es, ciertamente, el de los Estados federa- les, aunque la repuesta precisa y concluyente es que, en dichos Estados, no hay mas que una persona internacional, la del Estado central o co- ‘miin o general. Siasi no fuera, ya no habria Estado federal, sino Confe- deracién de Estados, por la sencilla razn que los Estados miembros de la Confederacién, mantendrian reservadas funciones internacionales. Argentina es un t{pico Estado federal y de la Constitucién Nacional de acuerdo a los arts. 86, msc. 1,9, 12, 14, 15, 16, 17, 18, la conduccién de ESTADO : a7 las relaciones intemacionales es competencia del Poder Bjecutiv ral o nacional, con intervencin del Con; 19 12, 14, 15, 19, 21, 22, 23, 24 y 25 de la Carta Magna. A veces se con- funde la debida inteligencia del art. 107, pues los tratados a que dicho dispositivo de la Constitucién Nacional, alude, son los tratados interprovinciales. En efecto, cada Provincia argentina es un Estado y, por eso, entre sf as Provincias pueden. celebrar tratados. No pueden celebrarlos con potencias extranjeras, pues violentarfan las disposicio- nes antes transcriptas, en particular la entinciada en el art. 86, inc. 14 de Ja Constitucién Nacional de 1853. La reforma constitucional Argentina de 1994 cambia la situacién por nte art, 124 que faculta a jes permite adguirir personalidad juridica internacional y col {ado Federal al borde dela Confederacién, con riesgo ciero para la per- 125.- Desde el punto de vista de su mayor o menor amplitud en el derecho de soberanfa, o sea desde el puntode vista de su capaci t fica internacional, los Estados se pueden clasificar en soberanos Semisoberanos, entendiendo por aquéllos @ los que tienen capacidad Juridica internacional amplia y, por éstos, a los que tienen capacidad jurfdica intemacional restringida. El Maestro ha definido a los Estados soberanos e independien como las personas internacionales por excelencia, gozan de la pleni- Sides dercior y tienen los deberes establecidos por el derecho de ‘entes, en situacién de Wgualdad Juridica internacional con los otros Estados soberanos independientes”. Verdross * advierte que “los Estados con subjetividad juridico- internacional parcial no deben confundirse con los Estados soberanos ‘cuya capacidad de obrar esta limitada en lo internacional, aunque sea frecuente ofr hablar en este ultimo caso, de “Estados semisoberanos”. Aquéllos, en efecto, estin, en principio, sometidos al Estado central y solo excepcionalmente se celacionan con terceros Estados bajo la regu- 28 VERDROSS- vbra citada, 2 pane, cap. IX, ap. C, pig. 94.95 8 LA RELACION JURIDICO-SUSTANCIAL lacién inmediata del DI; éstos, en cambio, son Estados soberanos, cuyo Sin comportamiento ha de enjuiciarse exclusivamente seg embargo, ya hemos dicho que el criterio es la amplitud i Ja capacidad o sea de la potencia para adquirir derechos 0 contraer ot lacapacidad cuando, por el efercicio: por tanto, restringe voluntariamente igualmente en el derecho privado. Una situa- “epte esa situacién, pues si la repele, el seiiorio del do- fe legitimidad, Por la fuerza de la costumbre intemacional, jones de Asamblea General de jesin de pueblos a una subyugac’ explotacién extranjeras constiaye una denegacién de los derechos hu- manos furidamentales, es contraria a la Carta de las Naciones Unidas y compromete la causa de la paz y de la cooperacidn mundiales' y el Estado asociado, al Protectorado, De 's debemos precisar el concepto de cada uno. 0 ha caracterizado estos distintos tipos de Estados se caracterizan por reconocer la supre b extranjero, que ejerce respecto de ellos und es- gesapg_ pecie de tutelaje internacional, que se manifiesta en la obligacién de Sagar un tributo periédico al Estado superior. en la participacién con tropas y auailio econémico en las guerras de este Estado, en poder de ser obligados por tratados celebrados a su respecto por el Estado sobe- rano, en ser parte del Estado dominante, en que s6lo por excepcién se itada capacidad para actuar exteriormente en sreicio de la soberania, y en que el Estado soberano es responsable remacionalmente por los actos del Estado vasallo en determinados casos, La personalidad internacional del Estado vasallo existe, pero es imitada su capacidad para el ejercicio de la soberania en el Grden exterior”. Ejemplo clsico de vasallaje fue el Bulgaria (1878 a 1908), Serbia y Rumania (1856 a 1878) y Egipto (1840 a 1882) respecto del Estado de Turquia. Moreno Quintana ° sefiala que “dependientes son aquellos estados que reconocen a favor de otros alguna limitacién en su soberania interna o independencia externa. Situaci6n ésta casi siem- pre transitoria que, hasta 1914, tuvo una evolucién distinta en las insti- sje y del protectorado”. En efecto, al menos hasta stre Profesor argentino, los estados vasallos amplia- ron su capacidad y tendieron a la independencia, mientra: protectorados asumieron una progresiva, n dirigida a su ane: La raz6n esté en el origen de una y otra instituci6n. La causalidad material del vasallaje es Ia relacién de dominacién enireel Estado superior yel vasallo. La causalidad formal es el imperium del Estado superior, de tal modo que es la ley del wltimo la que impera en el sometido. La causalidad eficiente es unilateralmente el Estado superior y la causalidad final es satistacer el interés de este ultimo Esta- do. Por eso, la capacidad de accién del Estado vasallo es extremada- ‘mente li mitada, excepcional, en la medida permitida por su dominador: ») Respecto al Estado protegido 0 Protectorada, ensefia el Maes- tro que “son situaciones juridicas y politicas, de base generalmente convencional, aunque a veces son establecidos por disposicién unilate- ral, en cuya virtud el Estado protegido es colocado, mas 0 menos am- pliamente, en dependencia, tutelaje y proteccién respecto de uno 0 va- 229 MORENO QUINTANA, 0b citada, punto 138, pig. 134, 72 La nem mm annmanee 50 LA RELACION JURIOICO-SUSTANCIAL coe ee ee rios Estados extranjeros, mas fuertes y poderosos, que ejercen su pro= imitando mds 0 menos ampliamente su independencia y sobe- rania. Los Estados bajo protectorado tienen personerta internacional, pero es limitada su capacidad juridica y polisica para actuar en la vida internacional." La causalidad material es ahora la relacién jerérquica entre el Estado protector y el Estado protegido. No es una relacién de domina- ci6n, en la cual el dominado es siempre medio al servicio del superior. Protectorado, porque uno no de manera medio a emnacionales, cada una relacién es expresién de Derecho. La causalidad formal, por , xo es el mero Imperium del superior, sino el tratado o convencién que fija por consenso de ambas partes, fa nueva realacién juridica. La causalidad eficiente es la voluntad concordanté de ambas partes, expre- sada en el tratado o convencién. La causalidad final se orienta princi- palmente al interés del Estado protegido, antes que al del Estado protec tor. El Maestro sefialé que, a veces, la proteccién viene por unilateralidad grandes potencias ban cubierto de aparencias formal- , imposiciones violentas. Pero esto ya no es, en sentido naturaleza de protectorado y vasallaje es lo que lle v6 a Moreno Quintana, como apuntabamos antes, a observar que las sinuaciones de vasallajetienden ala independencia y las de protectorado, ala anexin, al menos hasta 1914, pues después de la primera guerra mundial, y mucho més, después de la segunda guerra mundial, la vida internacional experiment6 profundos cambios, al menos en sus aspec- tos estructurales, ya que posiblemente no en su espiritu. Es congruente que el Estado vasallo, dominado y sometido, pro- cure su independencia, sea subitamente 0 progresivamente. Es con- ‘gruente que un Estado protegido pueda tender a una unién cada vez mayor con el Protector. ESTADO st ‘Adviértase finalmente que el vasallaje coloca a.un s6lo Estado en la funci6n superior; en tanto, el protectorado admite pluralidad de Esta- dos protectores, lo que garantiza atin més lasatisfaccién de la causalidad final orientada principalmente al interés del Estado protegido. Un cjem- plo de Protectorado fue el establecido para el Principado de Ménaco, por Francia, en el tratado del 17 de julio de 1918 por el cual Francia quedaba autorizada a tener ejército en Ménaco y a aceptat o rechazar ‘cualquier acuerdo internacional de Ménaco. La presencia autorizada de fuerzas armadas francesas operaba como garantia para la independen- ciade Ménaco. La contrapartida era la seguridad para Francia de qué la responsabilidad internacional de Ménaco quedaria supervisada por ella. Ejemplo de protectorado colectivo, fué el de Rusia, Prusia y Austria, para la ciudad libre de Cracovia, entre 1815 y 1846. ©) Los Estados tributarios se caracterizan por la obligaci6n de pagar cierta cantidad de dinero al Estado supérior periédicamente. Sise observan sus causas material, formal, eficiente y final, se advertiré que se trata de una forma de vasallaje, més suave ciertamente, pero que Te- ine la misma relacién de dominacién impuesta por el Estado superior, para provecho de éste y que obliga al pago de una cantidad de dinero periddicamente, Es més suave, porque no trasciende a otras formas de dominacién. Un ejemplo histérico fué el de Andorra tributaria de Fran- 6) ELEstado asociado se caracteriza por ser independiente, libre y soberano, pero delega ciertas facultades de su soberania ¢ independencia,en.el Estado socio. Es una cierta manera modema de Protectorado, aunque esto deba entenderse de ua manera muy amplia, pues el protectorado difiere en aspectos importantes con la asociacién. \ materia?es la sociedad de dos o més Estados. La dé La causalidad eficiente es la voluntad concordante de los so- Cios y la causalidad final es el interés comtin de ambos Estados, con lo cual se advierte ya una. fuerte diferencia con la proteccién, dirigida, ‘como vimos, a una finalidad de amparo al interés del protegido. Ejem- lo clisico de Estado asociado es el'de Puerto Rico con los Estados Es LA RELACION JURIOICO-SUSTANCIAL Unidos. El tratado que originé esta situacién es anterior a la libertad de Puerto Rico, pues es al acuerdo de paz entre Estados Unidos y Espaia del 10 de diciembre de 1898. El 25 de julio de 1952 Estados Unidsos ‘torgé una soberania limitada a Puerto Rico, lo cual fue aceptado por la ‘mayoria relativa del pueblo de este ttimo Estado. Norteamérica con- serva las relaciones exteriores, aduanas, transporte maritimo y aéreo, comercio exterior, radio y televisién. A pesar de todo, la Asamblea General de Naciones Unidas consideré que Puerto Rico seguia en de pendencia colonial de Estados Unidos (aiio 1972), con posterioridad a ue el mantenimiento de la situacién de asociados fuera ratificada por Puerto Rico en votacién (aito 1967), ©) Los Estados bajo mandato en 2] sistema del Pacto de las Na- ciones y en fideicomiso en el sistema dé Tas Naciones Unidas, presentan una earacteristica que no siempre se ha diferenciado. En ningin mo- ‘mento puede imaginarse que ‘mndato perdiesen su so- berania. La nuda soberania seguiaen la trado. El ejercicio de esa soberania. n0 la ‘Conyiene, pues, transeribirlo, a pesar de su ext “]- Los principios siguientes se aplicardn a las colonias y territo- jenestar y el desenvolvimiento de estos pueblos constituye una misiGn sagrada de civilizacion, y conviene incorporar al presente Pacto garan- tas para el cumplimiento de dicha misién". El fundamento invocado 5, ples, que esos Estados no estin capacitados para el autogobiemo. mas ni menos, que una atrevida violacién de la igual- ados, y una disimulada distribucién del poder colonial centre los vencedores de la primera guerra mundial, tan colonialistas como los vencidos. Si la guerra hubiese tenido el final de inverso resultado, aunque redactado pot potencias centrales. esto mejor método para realizar précticamente este serd el de Confiar la tutela de dichos pueblos a las naciones mds adelan = Gus, por razOn de Sus fecursos, de su experiencia o de su posicién ografica, s halen efi mejores condicianss abi- gee eran acepara, is nacionescjercerin la ela en calidad de mandatarias y en nombre de la Sociedad”. Aqui se ve con claridad que el Estado 0 Potericia administrador, no ejerce un derecho propio, sino que es si ente un mandatario de la Organizacién In- Esta caracteristica entrafia un progreso con respecto ala colonial porque permite que todas las naciones puedan debatir el sentido y alcance de la administracién que se efectie. En cambio, en la anterior situacién cé ial, se tataba de una relacién bilateral, para la cual los terceros Estados eran extrafios. jobnes econémicas y déma mas “circunstancias andlogas”, parecen reterirse al grado de evolucién caltural, mientras el “grado de desenvolvimiento del pueblo”, més bien -a de autogobierno. Tener 0 no Ta aptitud para el autogobierno es para otorgar el mandato. Asi, pues, cuando se habla de ““desenvolvi- miento”, debe entenderse directamente al desenvolvimiento politico, © sea la aptitud para el autogobierno. En tanto, las demds circunstancias anilogas no pueden ser sino condiciones que favorecen o no esa aptiud. Estando citadas las mas correspondientes a la corporalidad humana, como lo son las econémicas, es claro que quedaba vacio el émbito espiritual. Por eso afirmamos que esas “circunstancias andlogas” se refieren al grado de desarrollo cultural ‘“d- Ciertas comunidades que pertenecieron en otro tiempo al im- ‘ulen si; administracion hasta el momento en que Sean capaces de sf Para la eleccién de mandatario se tendrén en cuenta, en primer término, los deseos de dichas comunidades” s4 LA RELACION JURIDICO-SUSTANCIAL El Maestro ensefia que “al mandato de Categoria A fueron some- tidos pueblos cuya cultura permifira indatario colocarlos ‘corto plazo en situaclon de poder gobernarse como Esiados sobera- | bajo elmandato de Francia; y del Irak, bajo el mandato de Inglaterra. | Tmandato de Francis pajo el mandato de Inglaterra SET grado de desarrollo en que se hallan otros pueblos, espe cialmente el Africa central, exige que el mandatario asuma en ellos la administracién del territorio en condiciones que, juntamente con la pro- 10 del 6rden piblico in de‘colocar fortificaciones o bbases militares 0 navales y de dar alos indigenas instruccién militar salvo para policia y defensa del teritorio, y que aseguren igualmente a Jos demés Miembros de la Sociedad condiciones de i intercambio y el comercio”. Aqui aparece més el oculto propésito de algunos Estados, de mantener bajo el manto de la Sociedad de Nacio- nes, un verdadero colonialismo. Y por eso se exhibe como fundamen tal, pues se incluye en la Carta constitucional misma del Pacto de las Naciones, una garantia de comercio para las potencias vencedor Maestro ensefia que, en mandato de Categoria B, “se dieron a Bélgica sobre el pueblo de Rubonda, en Africa Oriental y a Francia e Inglaterra ESTADO 55 Lo que se establece, y ésta es la parte que puede suscitar alguna confu- sidn, es que quede bajo las leyes del administrador como parte integran- su territorio. Esta expresidn “como parte integrante de su territo- leyendo “como si fuese parte integrante se su territorio”. el Maestro: “Pueblos de infima cultura, bérbaros 0 semi barbaros, por gjemplo pueblos de ciertas islas de Oceania que fueron colonias alema- nas antes de la guerra de 1914, quedaron sometidos a la categoria C de ‘mandato internacional, caracterizado por el derecho del mandatario de administrarlos y gobernarlos como si fueran parte integrante de su tervitorio”. los Estados bajo mandato consecvan su soberanfa, aunque ¢l par su nacionalidad a los pueblos que los integran y no los ‘Estados administradores, ni ain en clase "C”. En 1923 Bélgica lev6 la ‘cyestidn al seno de la pueblos colocados bajo su mandato, se les recon belga. Pero la Liga de las Naciones rechazs esa solicitud y dej6 sentado un valioso precedente para afirmar la ticularidad de soberanfa del Esta- do bajo mandato. f- Enel sistema de Naciones Unidas, el mandato fué reemplazado miembros de las Naciones Unidas que tengan 0 asuman la responsabilidad de administrar territorios cuyos pueblos no hayan alcanzado todavia la plenitu principio de que los intereses de los habitantes de estos territorios estén Por encima de todo, aceptan como un encargo sagrado la obligacién de promover en todo lo posible, dentro del sistema de paz y seguridad in- temacionales establecido por esta Carta, el bienestar de los habitantes de esos territorios...” En realidad, la relacién entre fideicomisario, ¥ OrganizaciGn internacional es similar a la de los man- datos, pero el progreso de la conciencia jurfdica de los pueblos, sobre todo después de la segunda guerra mundial, exigia intensificar la nocién 56 LARELACION JURIDICO-SUSTANCIAL, de servicio asignada a la administracién extranjera. Es siempre la orga- es siémpre el Est presentante de la Organizacién, pues como lo dice to antes expuesto, ha recibido “el encargo”, un “encargo sagrado”, que, no por sagrado deja de ser encargo. El encargo lo hace la Organiza- ci6n. Luego el fideicomisario la representa. Pero la expresiGn fideico- miso alude directamente a la necesaria buena fe del fideicomisario, que hha recibido el honor de la Organizaci6n internacional de la confianza para el propésito de Nevar en él menor tiempo posible al autogobiemo. Hoy en dia han desaparecido los Estados fideicometidos, lo que no ocurri6 tan aceleradamente con los paises bajo mandato, Ello hace ver que la naturaleza de la gestién, en tanto es definida y precisada por el Derecho de manera inequivoca contribuye a una pronta realizacién, 126.- Hay dos situaciones internacionales que suelen estudiarse vinculadas a las clases de Estado, pero, en realidad, constituyen situa- ciones distintas, Una es la Unién personal; otra es la Unién real. Res- pecto a la Unidn personal el Maestro enseiia que “la unidn personal se realica cuando dos 0 mas Estados soberanos e independientes llegan a tener, generalmente por razén de las leyes dindsticas un mismo Jefe de Esiado, lo que indica que esta situacién no se ha preseniado sino en los Estados de gobierno mondrquico; en esos Estados, en efecto, puede ocurrir que, como consecuencia de las disposiciones que rigen la suce- sidn dindstica para ocupar el trono, un mismo rey 0 emperador llegue a ser jefe de dos o més Estados't. Es bien claro que aqui no hay fusién de Estados, ni limitacién alguna a la capacidad juridica internacional de ninguno de ellos. Se da una situacién ciertamente temporal viva el monarca comin}, y que pasard necesariamente, Pero cada Estado permanece con su soberania e independe oes menos cierto que. en los hechos, la convergenci ras de Estados en una misma persona humana, ha de influir armonizan- do las politicas internacionales. Incluso puede nombrarse un mismo sentaci6n Gnica de la Unién le de los Estados que integran la Unin. Asi, se di¢ le unidn personal de Holanda y Luxemburgo en la persona de Guillermo Ii de Holanda, que, al fallecer, dej6 en el trono de Holanda a su hija Guillermina y, en el Gran Ducado de Luxemburgo, al Duque Adolfo de Massau Respecto a la Unidn real, debemos'puntualizar que es de base ‘convencional, que hace perder la personalidad juridica internacional a {os Estados unidos, que hace surgir una nueva persona intemacional, la Unién real, pero que no es propiamente una fusin de Estados, pues la personalidad de cada Estado unido, sigue en potencia, dado que, extin- Unién, reaparecen los Estados antériores con st: propia perso- nalida jriea. Ta i el caso de Suceizy Norueyatnidos realmente 1918; de Dinamarca e Islandia, desde 1918 a 1954. 127..Asfcomo hemos seflatado que, reunidos los elementos esen- oe ciales del Estado, éste existe y en tanto que existe lene Capac dia ntemacional; asf también, ahora sealamos que, ua Pierde uno de sus elementos esenci puede ocurrir la extincidn de los Estados. El Estado puede desapare- cer por desintegracién, al perder alguno de los elementos esenciales para su existencia: territorio, gobierno propio, etc. Por ejemplo, en 1870 concluyé la existencia de los Estados Por Aparte del caso de pérdida de alguno de sus elementos, general- mente el territorio, los casos mas imaginables de extincién de los Esta~ dos son tres: anexién roral de un Estado a otto; fusidn de dos 0 mas Estados para co in nuevo Estado; y div Estado en dos o.mds Estados que lo susticuyen, Pero estas formas estén intimamente ‘Tacionadas con las transformaciones de los Estados, tema del cual pa- samos a ocuparnos. 128.- Para Moreno Quintana 229 “hay sucesi6n de estados cuan- doun estado transmite a otro derechos y Obligaciones sobre la totalidad eT rechos y Obligaciones sobre la totalidad 229 MORENO QUINTANA, ob. citada, punto 190, ig. 172 se LA RELAGION JURIDICO-SUSTANCIAL aciones(f) anexidn, en que todo el tritorio de parte integrante del terior de oto Estado. @)Anexi6n paral oce- sin, en que una pare de un Estado pasa a ser parte integrante del tert- torio de otro Estado. €))Fusidn; cuande una pluralidad de Estados des- ado pasa a constituc el teritorio de un nue- vo'y naciente Estado. -¢) Desmembracién, cuando el territorio de un Estado se divide en una pluralidad de nuevos Estados, con extincion del » anterior Estado, ‘Como consecuencia de estas transformaciones se plantean cues- tiones juridicas severas, relat piiblicas, bienes del dominio de la pot acciones vigencia en el rratado que se extingue 0 que se transforma: tratados obligaban u obligan al Estado como a un todo prio, contintian en vigencia.y izarias. porque las cosas $e raven 0 afectan. Ejemplo de estas clases de tratados son los que establecen limites, neutralizacion, servidumbre, libertad fluvial, 0 reglan comunice etc. en ese territorio. Se les aplica, pues onere suo”. GP Lo: torio, porque a este territorio Se ext ESTADO 59 adguiere, yest extensin de la soberanta se opera con todos los dere- “Gas de esa soberania y con todas las obligaciones que las gravan. Jodo es a condicién de que en dichos tratados no se haya convenido lo contrario.”| 129.- La Convencién de Viena sobre la sucesién de Estados en -macionales de un territorio.” Y decimos que es un criterio des- ;que “la responsabilidad de las relaciones intemacionales”, zjercicio del derecho de soberanfa, pero de ninguna mane- ralasoberanfa misma. Y la soberania pot importante que sea, no ¢s sino tuno de los derechos del Estado. De tal suerte que se hace depender del ejercicio de uno de los varios derechos del Est de éste y la aparicién de un nuevo Estado. Para ser ejercido un derecho, previamente debe tenerse su titularidad y, para tener la titularidad de un ‘De donde fécilmente se deriva que la existencia y otro, de ninguna manera pueden depender de la responsabilidad de las relaciones intemacionales, que no es, en todo caso, sino un ejercicio de la soberanfa del Estado al que la Convencién va a llamar “predecesor”, Es en cambio, particularmente v 6 enel sentido de que la Convencién “se aplicaré vinicamente alos efec~ tos de una sucesién de Estados que se produzca de conformidad con el derecho intemacional, y, en particular, con los principios de derecho intemacional incorporados en la Carta de las Naciones Unidas”. En efecto, no podria una Convencién surgida dentro del sistema de Naciones Unidas, prohijar una situacién violatoria de principios im- mnal, porque vulnerarfa a la norma cons- titucional expresada en el ar. 2°, pérrafo introductorio y en su inciso 6° de la Carta de Naciones Unidas, como asf también vulneraria al art. 53 de la Convencién de Viena sobre los derechos de los Tratados. S LARELACION JURIDICO-SUSTANCIAL 2 AR ELACION RO La Convencién sobre sucesién de Estados fija pocos principios, pocas normas, aunque abiertas en un abanico de numerosos articulos. Si seguimos las tres situaciones expuestas anteriormente por el Maes- tro, veremos que, en definitiva, la Convencién las confirma. Lo expues- to por aquél en el apartado 1°, es confirmado por lo dispuesto por el art. 15 inciso a de la Convencién: “los tratadas del Estado predecesor deja- rin de estar en vigor respecto del terrtorio al que se refiera la sucesién de Estados...” Asi tambien, con respecto al apartado 2° de esta Doctri- 1a, el art. ‘de al establecer que la sucesién de Estados no afecta- ri ni ala frontera ni a los derechos nia las obligaciones referidos al régimen de la misma. Por tiltimo, el mismo art. 15 inciso b coincide con nuestra posi- cién_expuesta en el tercer punto de la ensefianza del Maestro, al decir gue “los trarados del Estado sucesor estarin en vigor respecto del teri- ‘orio al que se refiera la sucesién de Estados...” Hay una aparente excepcién en la Convencién y es el art. 34 inc. I? apartado a, cuando establece que “todo tratado que estuviera en vigor en la fecha de la sucesién de Estados respecto de la totalidad del territo- ma. Pero agui es que estamos en hipétesis de nuestra doctrina, y ‘que es la que armonizacon el art. 11 de la Convencién que comentamos Esta es la raz6n profunda de la disposicién del art. 34 inc. 1° apartado 3, pues si bien se refiere a primero apartado b prevé igual sol regulara solamente una parte del para el caso en el que el tratado tado predecesor, justamente la que se transfiere. Adviérase que ambas soluciones no son sino una: los tratados referidos al terntono, perduran tras la sucesién de Estados. Pero ‘esto es congnuente con lo dispuesto por el art. 11 de la Convencién y ‘coincide con nuestra Doctrina al respecto. CNrERPE mare Nae Fiap eae ESHOO + et Ciertamente que la Convencin remarca con frecuencia que las normas de la misma no afectarsn las disposiciones juridico-intemacio- tales independientes; que las partes podran convenix particularidades; y (que, sila aplicacién del tratado al teritorio transferido, desmavuratiza al acuerdo mismo, no se aplicard. Esto vitimo es clara derivacién de lo dispuesto por el art. 18 de la Convencién de Viena sobre el derecho de jos tratados: “Un Estado deberd abstenerse de actos en virtud de los cuales se frustren el objeto y el fin de un tratado”. 130- Con respecto a {a deuda ensefia el Maestro: 1°) Cuando un Estado adquiere todo el territorio del Estado que se extin- jie, la deuda publica de ste pasa totalmente a cargo del Estado adguiriente o sucesor. Hay una razén econdmica y de justicia: que este Estado se incorpora a-aquel territorio con todas sus riquezas naturales zo apropiadas por particulares y entonces es justo que el sucesor car- ‘que con la deuda piblica del Estado cuyo territorio se incorpora. Y hay también una razon financiera: que la deuda piiblica se presume con- an del la cual debe cio. ¥siesa poblaci6n entré a formar parte de sucesor, éste debe responder por esa deuda piiblica, desde que es deuda piiblica de la que responde aquella parte de su poblacién. Milita ade mds, una razén juridica: las cosas se transfieren con las cargas u obli- gaciones que las afectan es decir, por el principio” res transit cum onere suo". 2") Recae sobre el Estado anexante 0 adguiriente toda la deuda piiblica que el Estado desmembrado hubiere contraido e1 recto 0 exclusive del territorio adguirido, Para esto milita una razon de justicia desde que si aquella deuda piiblica fue para beneficiar al territorio adquirido es de evidente justicia que dicha deuda recaiga sobre el Estado que se incorpora dicho territorio”. 3°) “Cuando la de ese Estado extranjero. Para fijar esa parte proporcional han sido Seguidos est0s distintos criterios :fijarla en proporcin a la extensién del territorio incorporado; o en proporcién a la poblacidn de ese terri- re 62 LARELACION JURIDICO-SUSTANCIAL, 62 LA RELACION JURIDICO-SUSTANCIAL torio; o en proporcién al promedio det producido de los impuestos du- rrante varios ais, inmediatamente anteriores a la incorporacién en aquel territorio. Este iltimo criterio nos parece el mds aceptable, porque ese promedio es el indice de la riqueza publica y.privada en aquel territo- ‘ro, que es la garantia de la deuda publica, la que no siempre ocurre con la extensién territorial ni con el mimero de ios habitantes de la porcién incorporada'! extremos han legado a sostener que las deudas piblicas del Estado incorporado o dessmembrado no pueden recaer nunca sobre el Estado anexante por estas razones: 1°) porque el Estado no puede estar obliga~ do, arguyen,, sino por las deudas piiblicas q 2°) Porque el Estado no puede tener otras obligaciones juridicas que ‘aqueilas que sean consecuencia de su propia voluntad. Pero esta tesis es facilmente objetable con sélo observar que seria de gran injusticia que el Estado desmembrado sobre haber perdido parte de su territorio que pasa a poder de otro Estado continiie como deudor de la totalidad de su deuda piblica, sin tener en cuenta que'esa deuda fue contratda considerando también el aporte de la economia de aquel territorio para el pago de dicha deuda piiblica y sin considerar tampoco que es injusto que el Estado desmembrado siga como deudor de la totalidad de esa deuda cuando precisamente a consecuencia de la pérdida de aquel te- rritorio ha de encontrar mayores dificultades para realizar su pago, por haber perdido los valores econémicos existentes en él territorio desmembrado. Lo justo es que el Estado que se ha incorporado los valores econémicos de aquel territorio al anexarlo, cargue correlativa- ‘mente con alguna parte de la deuda piblica del Estado que perdi aquel territorio”. A diferencia de las deudas piblicas del Estado, las deudas con- tractuales de aquél o sea las emergentes de contratos con particulares, 0 con personas de existencia ideal pasan al Estado sucesor, si hay extin« cin del Estado predecesor y todo su territorio se integra a aquél. Pero si la transferencia es solamente parcial, 0 sea que es un caso de cesién o de separaracién, sélamente pasan al Estado sucesor las deudas contrac- ESTADO 3 males que benefician o gravan directamente al territorio transferido. En todo otro caso, las deudas contractuales del Estado predecesor per- duran a su cargo, sie! mismo subsiste. 1. La Convencién de Viena del 8 de abril de 1983, relativaa la sucesi6n de Estados, en materia de bienes, archivos y deudas. establece organizacién internacional o para con cualquier otro sujeto de derecho intemacional, nacida de conformidad con el Derecho intemacion® Fuera del caso de extinci6n del Estado y su sucesién por otro, en ‘que la deuda pasa al sucesor (ver art. 39), la regla central que fija la Convencién esté en varias disposiciones, como el art. 37, inc. 2°, 38, 40, inciso 1° y art. 41 0 sea que, sila sucesién es parcial, la deuda del Estado pasar “en una proporci6n equitativa, habida cuenta en particular de los bienes, derechos e intereses que pasan al Estado sucesor en relacién con esa deuda de Estado”. Es precisamente lo que hémos sostenido y las razones que fundamentan nuestra doctrina, igualmente sirven de abono alas normas que fija la Convencién. 132.- En'cuanto a los bienes det dominio publico y atin a los det dominio privado del Estado predecesor, podemos fijar nuestra posicién siguientes puntos: pasan al Estado sucesor todos estos bienes istentes en el territorio trasnferido, sea acompanado o no de la extin- in del Estado predecesor. Y la transferencia de bienes incluye todos los accesorios de'los mismos, no exige él pago de indemnizacién y la regla es que deben encontrarse en la misma circunstancia que tenjan en elterritorio transferido, antes de la transferencia, La razén es'mmuy sim- ple, pues dichos bienes son parte integrante del territorio incorporado, 0 sea del territorio que pasa a estar bajo el imperium del Estado sucesor. No solamente comprende este traspaso, a los bienes de dominio publi- Co, como mares territorial ¢ interiores, bahias, ensenadas, puertos y an- claderos, rios, playas del mar, ribera interna de los rios, lagos navega- bles, islas, calles, plazas, caminos, canales, puentes, etc, etc, (ver para Argentina art, 2340 C. Civil), sino también los que son del dominio Privado como tierras fiscales, minas, etc. Ss LA RELACION JURIDICO-SUSTANCIAL La Convencicn de Viena antes aludida y relativa a sucesin de Estados con respecto a los bienes, establece dos reglas centrales en el art. 14: 1°) los inmuebles situados en el territorio transferido pasan al sucesor; 2°) pero también los muebles vinculados a la actividad del pre- decesor en relaciGn con el territorio transferido, pasan al sucesor. En el primer caso la razén profunda es clara, pues el imperium del Estado arrae todos los bienes inmovilicados en el territorio transferido. No es ‘an claro en el caso de los bienes muebles, que, por su propia naturaleza, admiten desvincularse del territorio transferido. En este segundo caso, {a fijacion de los bienes al territorio transferido, viene de la actividad objetiva del Estado predecesor,o sea que dicha actividad cuenta necesa- a 0 convenientemeate, con esos bienes muebles para realizarse. Es la vinculacién de actividad y territorio transferido, 1o que hace que los muebles afectados a agi vidad, queden afectados a este territo- Respecto a los bienes inmuebles situados fuera del territoric Jerido 0 a ovros bienes muebles vinculados por la actividad esta rervitorio trasferido, la soluci6n de la Convenci6n es la equidad. Logi- camente se da en la hi de que subsista el Estado predecesor, 0 bien sea sucedido por una pluralidad de Estados, pues si solamente se prevé la desparicién de los Estados predecesores por su unificaci tun Estado sucesor, ninguna duda cabe que todos los bienes de aquéllos ppasan al sucesor (art. 16) al ‘Ambas convenciones prevén cierta normativa particular para los Estados de reciente independencia, o sea “un Estado sucesor cuyo terr- Corio, inmediatsmente antes de la fecha de la sucesidn de Estados, era lun territorio dependiente de cuyas relaciones intemacionales era res- Ponsable el Estado predecesor’(ver art. 2 inc. 1°, ap. f. de ambas Con- venciones). En el caso de los bienes si siguen las regias generales antes apuntadas (ver art 15 inc. 1° aps. ay d), pero para el caso de los bienes que, durante el periodo de dependencia, se hubieren convertido en bie- nes de Estado del Estado predecesor, sean inmuebles o muebles, pasa- fp al sucesor, Pero si se trata de bienes, inmuebles 0 muebies, a cuya creacién solamente ha conuibuido al io dependiente, pasarin al Estado sucesor “en proporcién a la aportacién d dependiente"fart. 14, inc. 1°, aps. cy f de la Convenci ESTADO 8s Eavang 133.- “Respecto de la legislacién y de los derechos adquiridos rigen las siguientes normas: 1°) en el territorio transferido rigen Tas leyes del Estado sucesor, lo que es légico desde que ese territorio ha pasado a la soberania de é: . EV Para evitar los dafios que podrian resultar para la poblacién del territorio incorporado, si sé pa- sara bruscamente dela vigencia de la sahetanfa y de la legislacidn del Estado a que anteriormente pertenecta ese territorio, a la vigencia de a soberania y de la legislacidn del Estado anexante, suele obligacién del Estado sucesor respetar los derechos adguiridos por los particulares y las personas juridicas, en virrud de las leyes, actos admi- nistrativos, actos judiciales 0 contratos ya efectuados en el momento de 1a incorporacién del nuevo territorio y siempre que no se pruebe simu lacién 0 connivencia dolosa entre las partes, 4") Las concesiones de Facultades propias del poder piiblico del Estado que se extingié 0 que ‘fué desmembrado, hechas a favor de personas del derecho privado y que afecten el brden piiblico del Estado sucesor, pueden ser dejadas sin efecto por dicho Estado sucesor”. Talla ensefianza de] Maestro, quien también ilustra sobre las acciones: “En cuanto q las acciones civiles, comerciales y laborales, en continiian segiin su estado y de conformidad con Ta respectiva islaciOn vigente en el territorio trangferido, ante Tos Jueces rocedimientos ordenados por dichas leyes; es decir, por las del Estado predrecesor, si alin estdn en vigencia en el periodo de transicién o por las leyes del Estado sucesor, una vez terminado el tiempo de transicién. TH cuanto a las sentencias que ya tenian ai el momento de ocurrir la anexién del tervitorio, es obligacidn de la correspondiente jurisdiccién del Estatio sucesor darles cabal ejecucién en todo aquello en que no lesionen el drden piiblico del Estado sucesor Respecto de las acciones penales rigen las mismas normas internacio. nales que acabamos de enunciar para las acciones civiles, comerciales ¥ laborales, pero si existen discrepancias entre las leyes de la anterior soberania y las del nuevo Estado que tenga alli soberania, por ejemplo en cuanto a la configuracién legal del delito y la naturaleza y duracién de las penas establecidas para su represin, prescripcién de la accién 0 RR PAO OOOO AOO HD 86 LARELACION JURIDICO-SUSTANCIAL CLA RELACION URIDICO'SISTE prescripcién de la pena ya impuesta, en estos casos opinamos que debe aplicarse el universal principio det derecho penal, de que si hay varia- cidn en la ley penal, debe aplicarse al acusado la ley que le sea mas favorable. Todo lo expuesio es aplicable a falia de tratado que esta~ ‘lecca lo contrario y siempre que la aplicacin de las normas mencio- nadas no afecte el orden piblico del Estado sucesor”. 134. La parte III ge la Convencién de Viena sobre sucesién de el ejercicio de sus funciones, que, en la fecha de sucesiGn de Estados, pertenecian al Estado predecesor de conformidad con su derecho intemo y eran conservados por él directa- ‘mente 0 bajo su control en calidad de archivo 6 con cualquier fin (art. 20)". El archivo es la memoria de la Nacién; y el Estado, que es la organizacién juridica y politica de la Nacién, no puede prescindir de la ‘memoria para definir los objetivos generales de un Pueblo. De ahi la srascendencia histdrica de los archivos oficiales y la noble raz6n de la Tnanera exclusiva 0 principal al ternitorio al que se refiera Ta sucesiOn de Estados. Desde luego que ambos Estados se proporcionaran la mejor prueba disponible de sus archivos que guarde relacién con los titulos territoriales o intereses del ambito espacial transferido, no puidiendo menoscabarse nunca el derecho de los pueblos de predecesor y sucesor, al desarrollo, a la informacién hist6rica y al patrimonio cultural. En cuanto a la nacionalidad de los silbditos del Estado predece- sor que Se encuentran radicados en eT termitorio wansTendo, €m prMei- ‘opera el cambio de nacionalidad, por la sencilla raz6n de que 230 PODESTA COSTA-RUDA. Derecho Internacional Public, T. 1, Tpoaifica Eaitoria ‘Agen, Buenos Aices 1979, punto 39. pg. 150 ha cambiado el titular del imperium del. Gién de subdito del individuo en el &mmbito espacial en el que estén radi- ‘cados los mismos. Pero como el art. 15, inc. 2° versal de los Derechos Humanos expresamente establece que “a Se privard arbitrariamente de su nacionalidad ni del derecho a cambiar la nacionalidad”, receptando asi un: ESTADO 7 deriva justamente la condi- ia Declaracién Uni- que, por la doctrina y por la tumbre se iba afirmando, desde el siglo XVIII se fue adoptando el ema de (a opcién, acordéndose un plazo para mantenet la gnterior nacionalidad o adquirir la nueva, Cuando el predecesor desaparece, se extingue, a Unica opcién posible es aceptar la nueva nacionalidad simplemente no aceptarla. 135.- Los Estados, desde su constitucién, son personas interna~ cionales y, por tanto, aptos para adquirir derechos y contraer obligacio- nes de alcance intemacional. Cuando esa potencia se actualiza en la relacién juridica internacional, los Estados son sujetos , cor s les corresponden derechos y deberes internacionales. Laescuelacl ca alemana, que tuvo en Von Liszt 2! auna de'sus cumbres, sin abrir la entado el carcter fundamental, pre- la igualdad juridica surgen inmediatamente’ina serie de nor- mas jurfdicas, que determinan entre los Estados derechos y deberes ‘mutuos, cuya fuerza obligatoria no requiere ningtin reconocimiento con- tractual especial. Ellos son el fondo inconmovible del Derech« cional no escrito... no se trata de un fantasma de derecho natural, ‘ormas juridicas, que surgen del concepto de la comunidad internacio- nal y no necesitan la forma de estatuto juridico expreso, porque sin ellas seria sencillamente contradictorio e inconcebible un Derecho interna- ional”. Compartimos este razonariento con una sola y fuerte observa- 21 VONLISZT, Obra citada, punto 13,1, pig, 109.

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