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EI Vaticano y la Iglesia Catélica 140. La Iglesia Catélica y el Estado Ciudad del Vaticano son dos Personas internacionales distintas, aunque relacionadas. La Iglesia Catélica es una sociedad de personas cristianas, que, reconcciendo como méxima autoridad visible al Papa, persiguen el bien comtin eterno. El Estado Ciudad det Vaticano es un Estado, 0 sea una poblacién asentada en un territorio, que tiene un orden juridico y politico propio, que un gobierno para buscar el bien comiin nacional, o sea de los stibditos de ese pequefio Estado. Una y otro son personas histéricas, 0 sea no exigidas necesariamente por la existencia de la Sociedad intemacional, pero la primera, la Iglesia Catdlica, acompaiis histéricamente desde el origen mismo a la Sociedad internacional, razén que ha llevado a una doctrina sostenedora de su necesidad %!. Pero la Iglesia Catélica 0 existi6 siempre, sino que es fundada por Jesucristo en la unién con El, de sus apéstoles y discipulos. Desde ya que el Estado Ciudad del Vari. Cano es de una creacién mucho mds reciente, pues data del tratado de Letrin del afio 1929. Lo que ocurre es que el bien comtin temporal buscado por el Vaticano, se ordena.al bien comtin etemo buseado por la 261 VERDROSS. 0b. citada, cap. LX, A. 1,9: “enue os. sujetos det Dl se destacan aquellos que ciben de él derechos y asumen ante el Jeberes, sino que.ademas poses la facut. tad de Sooperarciectamente a la.creacion del DJ. En pancipo, solo desempeian este papel activo los Estados soberanos, algunas uniones de Estas y,enpart,laIgesa cat Es LA RELACION JURIDICO-SUSTANCIAL Iglesia. Pero ni siquiera como medio a fin, sino como un fin relative temporal, adecuado para que [a otra Sociedad, la Iglesia, pueda trabajar para el fin absoluto de la realizacién etema de los hombres con Dios. Aqui se esclarece el sentido de esa relacién profunda entre ambas enti- dades, con la memorable frase de Santo Tomés %2; gratia non tollat naturam, sed perficiat. La gracia no destruye a Ja naturaleza, sino que la perfecciona. No se puede perfeccionar lo que no existe. La naturaleza debe existir, y existir en su mejor plenitud posible (bien comiin tempo- ral), para que Dios pueda perfeccionarla a un orden supranatural, 0 sea para el bien comin eterno. Dicho en otras palabras, y de una manera sgrifica y sencilla, si el Papa y los Obispos deambularan por el mundo, bajo potestades soberanas distintas, quedarian expuestos a la presién de esas potestades, con riesgo para el cumplimiento de la finalidad de la ‘Ahora bien, la Iglesia ha sido histéricamente reconocida desde un comienz0 como persons internacional, pero ello es asi porque sus fines, si bien no se dirigen al bien comin temporal de todas las naciones, sf se Jirigen al bien comin eterno. Y acabamos de ver, por la relacién entee naturaleza y gracia, que la biisqueda de ese bien comlin eterno, promue- ve necesariamente el bien comiin temporal, De ahi que la sido reconocida como Por eso, ademds de la vivencia religiosa de la asamblea litirgica, rente en la misa; la Iglesia Catélica sea persona juridica y | Derecho nacional argentino, como lo establece EL VATICANO Y LA IGLESIA CATOLICA a ELVATICANOYLAIGLESIAGATOUIGA gt el ar. 33 del Cédigo Civil patrio (comunidad local) y sea también per- sona juridica internacional (comunidad universal). Podria preguntarse si existe otra Iglesia con estas caracteristicas y la respuesta que da Osmaiiczyk es la de que la Iglesia Catslica consti- mayor organizacién religiosa en el mundo que desarrolla su idad internacional desde un centro tinico romano de carécter doble: 0, Vaticano” 254, dad internacional univers Es muy interesante profundizar el Tratado Politico de los Acuer- dos de Letran entre Ia Santa Sede febrero de 1929, el Concordato, Convenio Financiero y fos de Letrin aludidos. Dice el preciso para asegurar a la Santa arle también una so- Para ello se constitu- weda cumplir su misién, Congruen- art. U declara que Italia reconoce la soberania de la Santa Sede en el orden imemacional, pero afiade un pérrafo de profundo signi- ficado: esa soberania es reconocida por Italia “como atributo inherente 41 su naturaleza, en conformidad con su tradicién o con las exigencias de ‘su misién en al mundo”. Esto es lo que deciamos antes: la Iglesia tiene fines que implican movilizar ¢ incitar al bien comin temporal: ademas, Podria decirse que es madre de la Sociedad internacional. ica o Santa Sede, tiene derecho de legacidn, pues embajadores. Los que envia se suelen llamar “nuncios” 0 La Convencisn sobre Agentes diplomaiticos, reconoce pea mand ecions means Nex Romana”, + * legen at Ls gras ol Sa commit mee Pr 98 LA RELACION JURIDICO-SUSTANCIAL so 1, a) alos nuncios y en su ine. ién el derecho de negociar @cuerdos internacionales, habitualmente lamados concordatos, pero que confi- guran verdaderos tratados hechos en igualdad juridica de las partes. propios Acuerdos de Leirén prueban esta potestad de la Iglesia Cat pues tno de dichos Acuerdos es precisamente un Concordato entre Santa Sede y el Reino de No posee, en cambio, el jus belli ac ar la guerra y celebrar la paz. El segun- previamente al primero. Este primero, en tanto re- pugna.alos fines espectficos de la Sociedad llamada Iglesia. Por eso, el art, 24 del Tratado Politico, establece que “la Santa Sede... quiere per- manecer y permaneceré extrafia a los litigios temporales...”, aunque se reserva el derecho (cada vez. mds usado por los Pontifices, en particular por el actual Papa Juan Pablo I) de hacer valer su autoridad moral y espiritual. 142, El Estado Ciudad del Vaticano es un Estado creado por el Tratado Politico de los Acuerdos de Letrin, el 11 de febrero de 1929, firmado en la propia Ciudad de Roma. Los Acuerdos de Letrén estan integrados por el Tratado Politico a que hacemos referen te necesario la reclamacién de indemnizac dafios sufridos con la pérdida de los antiguos Estados Ponti bienes de las entidades eclesiasticas; y por un Concordato regui las relaciones entre Italia y la Santa Sede, en materia re icado en 1984, “teniendo en cuenta el proceso de transforma- ica y social verificado en Italia en los dltimos decenios y el promovido en la Igiesia en el Concilio Vaticano II” (ver predm- tado son cuatro: a) territorio; b) poblacién; c) organiza- Los cuatro elementos surgen 0 antes indicado. El art. I festablece que “Italia reconoce a la Santa Sede la plena propiedad. el poder exclusive y la soberana jurisdiccién sobre et Vaticano, tal como actualmente esté constituido, con todas sus dependencias y dotaciones, titutivos del in juridico-po! EL VATICANO'Y LA IGLESIA CATOLICA a) creando de este modo la Ciudad del Vaticano por las razones especiales y-con las modalidades que contiene este Tratado. Los limites de dicha Ciudad se indican en el plano que constituye el anexo I del presente tratado, del que forma parte integrante”. Es una superficie de 440 Km?, Para mayor claridad, esta Ciudad del Vaticano se llama. “Estado de la ‘Ciudad del Vaticano” en el art, XXV. El territorio ests, pues, fijado. Es cierto que el art. XIH{ reconoce a la Santa Sede la plena propiedad de las basilicas de San Juan de Letrén, de Santa Maria la Mayor, de San Pablo, ‘con los edificios anejos, del edificio dependiente de San Calixto, junto a Santa Marfa en el Transtevere, del palacio pontificio de Castel-Gandolfo, con sus dependencias y accesorios, los ex-conventuales de Roma perte- necientes a la Basilica de los Doce Santos Apéstoles y a las iglesias de ‘San Andrés “della Valle” y de San Carlos “in Cayinari”, con anejos y dependencias, coms asf también la sede de tribunales de la Santa Sede e, incluso, atin fuera de Roma, las iglesias en que esté presente el Papa, para su participacién en ceremonias réligiosas. Pero no es menos cierto que el art. XV establece que ellos “‘forman parte del territorio italiano”, ‘por més que gocen de las inmunidades reconocidas por el derecho inter- nacional a las residencias de los agentes diplomaticos extranjeros. So- bre el Vaticano la Santa Sede tiene propiedad y soberano imperio. Es, pues, territorio del nuevo Estado. Sobre los otros inmuebles tiene pro- piedad, pero no imperio soberano. En cuanto al segundo elemento que hemos puntualizado, o sea la poblacidn, el propio Tratado Politico, en su articulo noveno establece que “quedan sometidas a la soberania de la Santa Sede todas las perso- nas que tienen domicilio establecido en la Ciudad del Vaticano”. El ctiterio para determinar la nacionalidad de dichas personas es el domi- cilio. No es el jus sanguinis, ni et jus soli. Es el domicilio. La razin se deriva ficilmente: el Estado Ciudad del Vaticano esté absolutamente adscripto a la misién de la Iglesia. Sus pobladores, por asf decirlo, son Personas que trabajan para los fines temporales del Vaticano, pero en tanto esos fines se ordenen a un fin mas alto, que es el propio de la Iglesia Catdlica 26 286 COSTE René. Moral Inernacional. £4, Hesée, Barcelona 1967. Tad Esteban Lator Ros, Pig, 400: "Es pecfectamenteexacto que la razén de ser. et Vancano el hecho de constr la sede de la organizacidn cena de una nstvcin tmtemacioal (0 mejor, supranciona... Pro hay qe notar que la tecnica utlizaca pera su ceacion es lade la estructura esta” Fi Estado Ciudad del Vaticano tiene una autoridad, que es el Papa, bajo cuya soberania Italia le reconoce...Es Secretarios de Estado, quien crea el orden juridie y se exhibe como su gobierno, Se manifesta a fa del Papa (art. XX), quien es, a ca y, por serlo, es que tiene autoridad y soberania sobre el Vaticano (art. IIT y IV). sea que el Vaticano es el ‘nico Estado del mundo, cuya autoridad es otra persona internacional, que, a su vez, no es un Estado. Si el gobierno temporal del Vaticano lo ejerce el Papa y éste es, a la vez, Jefe de Ia Iglesia, pareceria que se opera una unicn personal; pero no es asi. En la unin personal, coincide cen Ja misma persona fisica, la jefatura de dos 0 mds Estados; en cambio, el Vaticano esta sometido a la autoridad no de una persona fisica, sino de una persona moral que es la Iglesia. Por eso, la muerte del Papa, no afecta la situacién del Vaticano. En Jo que respecta al cuarto elemento 0 sea el fin ético-social, los. propios acuerdos de Letran lo hacen ver claramente: “asegurara la San- ta Sede de una manera estable una situacién de hecho y de derecho que absoluta para 2l cumplimiento de su ele- ‘eambulo al Tratado politico). Esaeleva- 143. La personal guido, pues, un desarrol én de | hhasta los acuerdos de Letrin (1929). c) Desde los acuerdos de Letra hasta la actualidad. En la primera época, Ia identidad de Jefatura del LELVATIGANOYLAIGLESIAGATGLIGA Papa de Ia Iglesia Catdlica y Soberano de los Estados Pontificios, no ‘guir adecuadamente la naturaleza diversa de las dos per- pena internacionales. La Iglesia y los Estados Pontificios actuaban por 1 Papa y os representantes de Este, Ninguna duda cabia dela persona- fidad internacional de la Santa Sede, pues enviaba y recibfa embajado- res y celebraba tratados con potencias extranjeras, pero estaba, ademas, sentado en un verdadero Estado que, como tal, no podfa encontrar ne- zgada su Personalidad juridica, El problema se plantea en la segunda época, cuando desaparecen los Estados Por jor extincién del elemento territorial en dichos Estados. La Igiesia continus ejerciendo tl derecho de legacién activo y pasivo como asi también el derecho de negociar tratados intemnacior nn particular, desde luego, los con- cordatos. Un autor anterior a los Acuerdos de Letran, Von Lisat ha dicho que, en este periodo, la situacién del Papado se basa “en cin internacional, que prolonga la situacién juridica del Papa de ten que existian los Estados pontificios”. Es cierto que Von Liszt no considera tratados internacionales a los concordatos, pero no lo es me- nos que reconoce que el Papado continus ejerciendo el derecho de lega- cidn, raz6n por la cual va de suyo, entendemos nosotros, que poseia personalidad juridica intemacional. Por otra parte, algunos Estados re- conocieron alos concordatos cardcter de tratado internacional, como es el caso de Baviera respecto del concordato det veintinueve de marzo de mil novecientos veinticuatro. Esta época permitié ver con nitidez que los Estados pontificios y la Iglesia Catdlica son entidades distintas, con personalidad juridica in- aunque habitualmente sean ejercidos sus derechos y cumplidas sus obligaciones bajo una misma y tinica autoridad que es el Papa. Si no fueren distintas, la Iglesia no habria podido ejercer actos Juridicos intemacionales, como enviar y recibir embajadores. Y si los (© sea que se demostré empiricamente la diversidad apunta- 267 Lallamada Ley de Garaniasditada portal personalidad juraicg ntemacio se mayo de 1871 noes la fuente dela ‘e la Santa Sede, pero in wacimiento de as pues ademas de establcer la invilab eee ee eo eecceccd: Seeeecugtecest 12 LARELACION JURIDICO-SUSTANCIAL FiOC Meee Reb eee me eEEIUARELACION AURDICO-SUST NCE) Cienamente que, cuando por los acuerdos de Letrén, en 1929, weve a aparecer el Estado por a situacién ya estaba esclarecida ¥ por eso ahora podemos afirm: dar, que son dos personas juridi- ‘cas internacionales distintas. Si el Estado Ciudad del Vaticano se extin- i seguiria existiendo como persona intemacional. Y si tuna misién favorable a la constirucion y desarrollo de la sociedad inter- ‘congmiente con su concepcién de un Dios tni- a.a todos los hombres de todos los pueblos. ido en la necesidad de la existen- acional, como puede leerse en la Alocucién de Navidad de 1944 de Pio XII, o en Is enciclica Pacem in terris **, Pero han insistido iguaimente en la absoluca necesidad de que Ios pueblos reconozcan y observen en sus mutuas relaciones los principios de dere- cho natural ®, Progresivamente ha ido avanzando Uo de los pueblos, hombre denunciando las carencias materiales de los ‘minimum vital, las estructuras opresoras, la explotacién de los trabaja- does y la injusticia de las transacciones ?7! La vigorosa personalidad del Papa Juan Pablo II ha penetrado hasta los problemas mas concretos, dentro de ese espiritu general a que acabamos de hacer referencia. Ha sido particularmente profundo en su andlisis de la angustiosa deuda internacional de los paises en desarro- ico formula y para el cual se elabors por la et Pax, el documento “al servicio de la co- rica de la deuda internacional” Ilo, cuyo enjuiciamiento ELVATICANOYLAIGLESIACATOUGA 09 rin participar en las tareas de los Estados y organizaciones intemacio- pales para solucionar el grave problema o cuestién del endeudamiento, a cuyo fin se propicia la reestructuracién de la deuda, la revisién de las és, el impulso inversor en los paises en desarrollo, todo lo ‘alos bancos a superar los meros criterios de rentabil ‘orden a la promocién del desarrollo solidario de todos los pueblos, de- sarrollo que, en el pensamiento pontificio aparece necesario para la paz intemacional misma. Las propias empresas multinacionales, cuyo. in- menso poder econémico, financiero y tecnolégico les permite, segtin Juan Pablo Il, y la Comisién lustitia et Pax, penetrar, desbordar y atra- ‘vesar a las naciones, deben someter sus intereses a las exigencias de la solidaridad internacional. El desinterés de tales empresas por las sabias exhortaciones del Pontifice, han ido marcando un cuestionamiento cada vez mis severo de éste. Y asi, el 13 de mayo de 1990, luego del demrum- be soviético, ha prevenido al mundo que un nuevo materialismo, funda- doen el consumo y el hedonismo, avanzaba hacia su dominio. cual inv 145. Mucho se ba debatido sobre la relacién entre la Santa Sede y os nuevos Estados hispanoamericanos al emanciparse, diciéndose que llacondené 0 desaprobs, al menos, alos movimientos revoluciona- ss. El Padre Furlong 272 ha estudiado rica y ha concluido que “ningin Po ue la Corte espatiola asi lo deseara ingiin pontifice habl6 con desdén de hispanoamericanos, ni se expres6 mal de las Juntas politicas 0 congre- 0s constituyentes, que habian existido o tenido lugar, entre 1810 y 1825”. Por eso no hubo excomuniones de los préceres americanos, lo cual ha- brfa sido la consecuencia I6gica de una condena pontificia a la emanci- pacién americana. Lo cierto es que, a pesar de las presiones devenidas {tas la caida de Napoleén (1814-1815) y la restauracién del equilibrio de las casas reales europeas (Viena 1816), los Pontifices romanos, tanto Be. Aves 1957, pig. (28 73 Furlong Guilerme $4. 06. citada, pg. 131 sot A RELACION JURIOICO SUSTANGIAL la difusion de logias cuya toda lo cual llevs a imo error fruto de la confusion rafiaba un manda- la de Ayacucho del mismo Leén XII, que no supo ver Ia grandeza providen- acién americana, y por eso se lamentaba de las gue~ ras en América del Sur, aunque sin efectuar condena alguna, el mismo Leén XII -deciamos- dict6 un Breve el 10 de enero de 1825, al Cabildo 0 de Bogotd, en el que mostraba entusiasmo por la flamante independencia de los nuevos Estados, con los cuales la Santa Sede se apresuré a establecer relaciones. CAPITULO IV BIBLIOGRAFIA ‘Tratados generates: Accioly: libro 3°, seccién III del cap. 1 y seceién Ill del cap. 2°. Diez de Velasco: IL, cap. XVIL,3,4y 5. Fauchille cap. I, seccién C. Fiore: parte general, libro Hl, sec- ci6n 1a., cap. VI, punto 350. Linares: Cap. VI. Lisat: libro 2°, 1, IL ‘Moreno Quintana: 2a. parte, cap. 1°, I. Oppenheim: puntos 94/94o. Podesta Costa: cap. II, IV puntos 34 a y 35. Rizzo Romano: cap. V. Rossanigo: cap. V. Rousseau: parte 3a, libro 1°, cap. 1°, seccién 3a, Strupp: libro I, cap. Il, 3a/3d. Verdross: parte 2a, cap. IX, I V, VIL VI, VIIL IX y X. ‘Obras citadas: Coste René: Moral Internacional, Barcelona 1967. Paredes Angel Modesto: La Carta de las Naciones Unidas, Buenos Aires 1946, Renouvin Pierre: Hi vol. Il, Madrid 1964, ia de las relaciones internaciona- Obras consultada ja deta Muela A. La emancipacién de los pueblos coioniales y el derecho internacional, Madrid 1968. Cocca |A. Fines institucionales de la Soberana Orden de Malta, Buenos Aires 5. Cortina: La guerra ¢ Madrid 1940, oe Otras personas internacionales 146. Hay situaciones intemacionales que han perdido actuali- dad, como la de los Estados bajo mandato y la de los Estados (fideicometidos, simplemente porque ya no los hay, habiéndonos ocupa- do de ellos, al efectuar el tratamiento de los Estados pues los Uamados “territorios bajo mandato” siempre han sido verdaderos Estados 0, al menos, sociedades politicas, por lo que no corresponde asignarles categoria propia y especifica de personeria internacional, sino la que sigue las consecuencias de la existencia como Estado, aunque fuere en niveles muy bajos de capacidad intemacional; -aunque su capacidad estuviere no en acto, sino en potencia-. 147. En cambio, constituye un caso digno de profundizacién ef de los gobiernos en el exilio. Para Moreno Quintana ™"* “son igualmen- te personas internacionales los gobiernos en exilio. Estos sueien esta- n territorio de un pais amigo que les presta anuencia y los ". En realidad, ef gobierno en el exilio no constituye una per- sona internacional, pues la tinica que existe es el Estado cuyo gobierno seatribuye. Si otros Estados le prestan reconocimiento y, como conse- cuencia de ello, le otorgan el tratamiento internacional debido entre Es- 214 MORENO QUINTANA. 0b, citada, pig, 138 (TL), pun 108, LARELACION JURIOICO-SUSTANCIAL tados para con sus 6rganos de representacién, no es que haya surgido una nueva persona intemacional. Simplemente esos terceros Estados declaran que el gobierno legitimo que representa al Estado en cuesti6n, es aquél que transitoriamente se encuentra imposibilitado de residir en su propio pais. La persona internacional es el Estado; el gobierno en el reconocido, no es persona internacional; el reconoci limita a declarar a quien se considera gobierno de ese Estade 148, Respecto a las Minorias, ha dicho el Maes rias son pueblos pertenecientes a un Esta “Las mino- pero que se diferencian del que, por eilo, suelen ser objero en aquel Estado de tratamiento juridico 0 diferencial, no igualitarto, a veces persecutorio o de opre- Es un pueblo dentro de ta poblacién de un Estado. Y como en lacién hay otro pueblo, que es numéricamente mayor, al prime- ‘lama “minoria”. Esa extraiia tendencia de los seres humanos a segregar a lo distinto, aunque existan esencias idénticas, ha levado y lleva atin hoy -ia guerra de Ia antigua Yugoeslavia es un claro ejemplo en ia actualidad- a aislar, oprimir, relegar a las minorfas. El genocidio Imperio turco contra fos armenios 0 de la Alemania nazi contra los , han quedado en la historia como monumentas a la perversidad 10s gobiemnos. En general, estas cuestiones surgen por la alqui- 1 que, para asegurar el equilibrio de las grandes po- tencias, se crean Estados artificiales fusionando en unidades politicas, a diversidades nacionales. Los tratados de paz impuestos por cias vencedoras en la pnmera guerra mundial, fueron creando muevos 5 que en esta década de 1990 se han pulvenzado siguiendo I rica. Asi Yugoeslavia y Checoeslovaquia. Al const ales, sus creadores les impusieron la condi- OTAAS PERSONAS INTERNACIONALES, a ha hecho progresar el reconocimiento y proteccién de los derechos esen- ciales de humanidad. Las minorias deben ser protegidas en sus dere- ‘chos colectivamente, como grupos humanos, yno solo individualmense ‘en los derechos de los individuos que las integran”” Los derechos de las minorias que se procuraba garantizar gene- ralmente eran aquéllos vinculados fesar la religién que fuere de su eleccién, cuanto para la practica de culto: pero también se inchuian garantias para la libre expresién de ideas, yeel uso del propio idioma. Garantes de esos derechos pueden consti- tuirse Estados o bien Organizaciones internacionales. En aquellos tra- tados de paz posteriores a la primera guerra mundial, inclusive se les revonocié a Jas Minorias el derecho de dirigirse en forma directa y da- ddas ciertas circunstancias, a la propia Sociedad de las Naciones, 1o que implicaba el reconocimiento de un derecho internacional y, por lo tanto, tuna menguada pero real personalidad juridico- internacional. Lappolitica de Naciones Unidas, como luego veremos al hablar de los derechos humanos, a partir de la Declaracién de 1948 sobre los dere- chos universales del hombre, ha sido la de ir concretando esos derechos cn las distintas situaciones o condiciones humanas. como la condicién de nifio o de mujer, o la sinuacién de refugiado, etc. También parece haber seguido el camino de proteger internacionalmente a los derechos de las minorias, por medio del desarrollo de los derechos y garantias del tumano. La Convencién internacional sobre la eliminacién de todas formas de discriminacién racial, surgida en Asamblea General de Naciones Unidas, el 21 de diciembre de 1965, ratificada por Argentina 8 y que se encue in 9 preferencia ba- je u origen nacional 0 10 LA RELACION JURIOICO-SUSTANCIAL comprometen a seguit, por todos los medios apropiados y sin dilacio- nes, una politica encaminada a eliminar la diseriminaci6n racial en to- das sus formas...” Hemos resaltado intencionalmente la expresién de la Convencién “u origen nacional o ético”, pues generalmente asi se ha dado el probiema de las minorfas, aunque el elemento racial y étnico ha aparecido frecuentemente vinculado a la condiciGn nacional. Es claro {que si el orden juridico intemacional prohibe discriminar contra perso- nas por razén de aacién, emia o raza, estd prohibiendo el trato depresivo pparallas minorias. Por vias del desarrollo dela politica de afirmacién de los derechos humanos, las Naciones Unidas ha ido intentando superar el antiguo problema de las minorias. La garantia de grandes potencias abria, por el contrario, la posibilidad o bien de enfrentamiento bélicos con otras potencias de similar magnitud, 0 bien intervenciones disfraza- das de propdsitos de garantia 76, La disposicién antes transcripta es expresién de la contenida en ia Declaracién universal de los Derechos humanos (Reso- l- de Asamblea General de Naciones Unidas, 10 de di- 2.200 (XI) de Asamblea General, el 16 de diciembre de 1966, vigemte desde e] 23 de marzo de 1976, art. 2, inc. 1°) y, de modo particular el art. 27: “en los Estados en que existan minorias éticas, religiosas 0 linguisticas, no se negard a las ponde, en comiin con los demas vida cultural, a profesar y pract aparece afirmado a que habia sefialado derechos, no solamente en cuant tado el grupo. En conformidad, la Convencién Europea para la protec- 276 PAREDES Angel Modesto: La Cars de lr Naciones Unida 4. Kf, Buenos Ae, Tob. "el prtezio de bumaniano aus pars for desheedados, oculindo propénios imervenesonstas.” (p88. 74. OTRAS PERSONAS INTERNACIONALES. m CERES PERSONAS INTERNACIONALES it ccién de los derechos humanos y de las libertades fundamentales, Roma 4 de noviembre de 1950, y en vigor desde el 13 de setiembre de 1953, opinién politica ode otra nans~ raleza, origen nacional 0 social, pertenencia a una minorfa nacional, fortuna, nacimiento w otra condicién’”. La proteccién de los derechos humanos, respecto a las minorias aparece también equi como derecho “en comiin”, pues se prohibe la discriminacién por el hecho, evidente- ‘mente grupal, social, de pertenecer a una minoria. La Conveniién ame- ricana sobre los derechos humanos, San José de Costa Rica 1969, en vigor desde el 18 de julio de 1978, expresamente sefala en su art. 12 que el derecho a la libertad de conciencia y de religin, de profesar y divulgar su religién o sus creencias se da tanto para el ejercicio indivi- dual, cuanto colectivo, expresion esta sitima, “ tro entender, atrapa también al caso de las minorias nacionales. Porque jjustamente la minoria profesa una celigién y lz practica colectivamente, y esta practica colectivaes la que puede molestar a las mayoris intole- rantes. 149, Las Comunidades beligérantes tienen personalidad juridica intemacional. Debemos distinguir tes situaciones: a) la insurreccién, cuando un sector de la poblacién de un Estado se levanta en armas con- tra el gobiemo constituido en dicho Estado. ) La Beligerancia nacio- nal, cuando el grupo insurrecto domina algin sector del teritorio del Estado y ba impuesto algin tipo de organizacién, y el Gobierno del Estado en cuestién reconoce a los insurrectos como grupo beligerante, ‘como comunidad beligerante. El Derecho Internacional clésico asigna- tba aeste reconocimiento un efecto fundamental: cesaba la responsabil- dad del Estado conflictuado, frente a terceros, por lo que ocurriere en ia zona que habia escapado a su control, Pero hoy en dia, ala luz de los ingumerables conflictos armados internos, que se han producido en todo el mundo, después de la segunda guerra mundial, el Derecho Internacio- nal por medio de las Convenciones de Ginebra del 12 de agosto de 1949, en vigor a partir del 21 de octubre de 1950, 0 sea 1) para mejorar la suerte de los heridos y enfermos de las fuerzas armadas en campafia; I) 482 LA RELACION JURIOICO-SUSTANCIAL para mejorar la suerte de heridos, enfermos y naufragos de Jas fuerzas ‘armadas en ef mar; III sobre prisioneros de guerra; IV) para proteccién todas estas Convenciones han introducido cambios profun- van a la personeria internacional de los beligerantes?”. ¢) La Comunidad beligerante internacionalmente reconocida, 0 Sea que, cuan- do el grupo insurrecto domina y controla un sector del territorio del Estado conflictuado y ademas impone a ese sector algiin tipo de organi- zacién juridico-politica, el reconocimiento de otro Estado a dicho grupo convierte en Comunidad dos que beligerante de reconocimiento internacional La simple Insurteccién no tiene implicancia intemacional y e! grupo insurrecto carece de personalidad juridica urando una asociacién sediciosa, reprimida por el Derecho Penal inter no. Adviértase que, en cambio, el grupo insurrecto convertido en Co- pues puede celebrar tratados, y ejercer el derecho de legacién voy pasivo. La situacién mis dudosa es la de la Comunidad beligerante poseia personalidad juridica intemacional. Hoy en dia, en cambio, y conforme a las antes citadas Convenciones de Ginebra, debemos afir 1a internacional, aunque con la En efecto, los Convenios de inebra, en sus arts, 3° han configurado la hipétesis del “conficto ar mado sin cardeter intemacional y que surja en el territori de una de las If Se establece para las Partes contendien- temnacionales de claro sentido humanitario y, se insta a que dichas Partes contendientes pongan en vigor, de acuerdos especiales todas o partes de las demas disposicio- *. Bs cierto que al mismo art, 3° aclara que juridico de las Partes contendientes, pero no tanto eno caso de, rconocimiento por et Gobeno forse auto“ sed se comideracntoees Sabie as rel de derecho dea gra OTRAS PERSONAS INTERNACIONALES Fa es menos cierto que, sise imponen obligaciones desde el Derecho Inter- necesario para cumplirlas, también son internacionales, dad se le atribuyen derechos y obligaciones intemacionales, dicha ent dad es sujeto juridico imemnacional, 150. La Soberana Orden de Malta ha pasado por cuatro situacio- nes juridicas: @) fue fundada como Orden religiosa para atender a los “heridos y enfermios de las Cruzadas, llaméndose inicialmente Orden de "jos Hospitalarios de San Juan. Se establecieron en el Hospital de San Juan en Jerusalén a partir del afio 1042. p) Un segundo perfodo se da cuando por necesidades de defensa, ance la agresion armada de los mu- sulmanes, la Orden religiosa se convierte en una Orden religioso-mili- tar, gue llega a organizar una escuadra de reducidas proporciones y participar en los combates de las Cruzadas. ¢) Un tercex period es el de Estado, a partir del ao 1310, cuando ocupa la isla de Rodas; pues ya habia capitulado el mundo cristiano en Jerusalén en el afo 1187. La Orden deambuld sin asiento fijo, legs a establecerse en Chipre, pero almente pas6 a Ia isla de Rodas. Teniendo terrtorio, ponfa su organi- 1198 y, finalmente, por el a queda para Inglaterra. {© El cuarto periodo es la vuelta al origen, o sea nada mas que una orden religiosa, tal cual 10 ha dejado bien asentado la sentencia de la Caria romana del 24 de enero de 1953. Pero como es una Orden religio- sa que arrastra una historia secular, esta historia ha dejado altos grados de autonomia en su organizacién, por mis que su dependencia de. Papa queda fuera de toda duda, y ademnis{ha acumulado costumbres intema- Cionales que le reconocen derechos y deberes intemacionales. Ejerceé] derecho de legacién, activo y pasivo, con varios Estados, Espafa y Ar- gentina incluidos; celebra tratados con Estados. Es una verdadera per- sons internacional. No lo era originalmente, en el periodo de orden religiosa inicial. en el periodo de orden religiosa final. Silo fue como Estado en el tercer momento. Empez6 a serlo por i LARELACION JURIDICO-SUSTANCIAL recibe honores, privilegios ¢ inmunidades de Jefe de Estado, Su constitucién data de 1961 y fue establecida por ePapa Juan XXII, lo que demuestra acabadamente que se trata de una Orden religiosa. Los fines humanitarios de la Orden de Malta, hoy en dia, nos mente que no pueden colisionar con el bien comin intemacional que lo favorecen y ayudan. Son fines de utilidad comin, de servicio pubblico. No son fines de interés particular. Su dependencia de la Santa Sede no enerva esa aptitud internacional, pues la autonomia de su orga- nizacién es suficientemente amplia y su historia, suficientemente enri- quecida de hébitos y costumbres internacionales, que le permiten ejer- cer perfectamente la aptitud juridico intemacional. 151, El Commonwealth no es una persona juridica intemacional, simplemente porque es una comunidad y no una sociedad en el sentido que hemos puntualizado anteS?7*. Designa esta expresién al conjunto de naciones originadas en el Viejo Imperio Britanico 9, -que reconocen Dentro del Commonwealth hay intenso tréfico, pero no por mediacién de una entidad distinta de los Estados reunidos en la Comunidad britd- nica de naciones, o simplemente Commonwealth para no susceptibilizar a paises de origen no briténico, particularmente a la India. Es enorme la cantidad de paises que integran esta Comunidad: Reino Unido, Canadé, Australia, Nueva Zelandia, India, Sri Lanka, Ghana, Nigeria, Uganda, Malasia, Kenia, Tanzania, Malawi, Malta, Zambia, Gambia, Singapur, Guyana, Botswana, Lesotho, Barbados, Nauru, Isla Mauricio, Swazilandia, Tonga, Samoa Occidental, Isla Fidji, Bangladesh, Bahamas, Granada, Papua-Nueva Guinea, Sychelles, Islas. Salomén, Tuvalu, Dominica, Santa Lucia, Kiribati, San Vicente, Grana- dinas, Zimbadwe, Vanuatu, Belice, y como asociados Antigua, San Cris- t6bal-Nieves Naguilla, Cook y Nive; como territorios dependientes de 278 Yer supra punto 3. 279 Yesse COSTE René, ernaciona. ob, coda, pg. 6S, OTRAS PERSONAS INTERNACIONALES. {a Corona, islas normandas e isla de Man, y los territocios robados porel Gobiemo del. Reino Unido, 0 sea Borneo septentcional, Gibraltar y Malvinas, ademés.de Hong Kong (arrendado por 99 aiios por tratado con China 1898). para transitar de comunidad a sociedad, y ¢s la creacién de la Secretaria del Commonwealth pero de ninguna ma- nera puede identificarse con la elaboracién de fines, érganos e insitu- ciones que configuran a una organizacién internacional En realidad el Commonwealth es una creacién politica de la dirigencia brit munidad esté integrada por pueblos que, en su gran mayoria, tienen poco que agradecer y mucho que reclamar al viejo Imperio. 152. La hoy desaparecida Unin Soviética, fue un caso de Confe- deracidn de 15 Estados, desde el 1° de febrero de 1944, aunque la Unién se reservara la centralizacién de las politicas intemacionales, y a pesar de que tan sélo fueron admitidas a ONU, originalmente, Bielorusia y Ucrania. Ya vimos que la Confederacién es una clase de Estado y que, nella, hay tantas personas intemacionales como Estados la componen, ‘més una, que es la propia Confederacién. 153. Se pretende; en Ia actualidad, bajo el entusiasmo capitalista de economias supuestamente desreguladas, 0 intemacional a Empresas econémicas, particularmente mi nnales. Asi,en el Estatuto de Estrasburgo aparece reconocida una limita da capacidad juridica intemacional. Se trata, adviértase bien, de otorgar personalidad de Derecho Internacional publico, pues la personeria juri- dica de Derecho privado no esti en discusién, lo, torgarles personeria error y una violencia para el Derecho Internacional Piblico, ain positive. Es errdneo, pues, ‘sas Empresas, como le es propio a su actividad econémica, persiguen CTO, que es ciertamente particular. E} Io- trafia un conflicto habitualmente en acto y siempre latente, en potencia, con el bien comiin internacional, que Privilegia el interés general sobre el interés particular. Por eso, hay una LA RELACION JURIDICO-SUSTANCIAL diferencia cualitativa entre la Iglesia o la Orden de Malta, cuyas finali- dades no pueden colisionar con el bien comiin internacional, y estas Empresas multinacionales ordenadas al lucro. Las personas juridicas de Derecho Internacional puiblico se distinguen de las personas privadas tamente por poseer autoridad paiblica para servir al bien comin ‘onal. No puede otorgarse semejante poder a una entidad cuya lidad principal priviiegia el lucro particular. Pero ademds de ser erréneo y contra 1a naturaleza de las cosas, violenta al Derecho Internacional Pablico Positivo, tanto en sus bases constitucionales actuales, cuanto en ‘expresas normativas convencionales. La base de la Sociedad interna- cional son los Pueblos (sujetos necesarios) que, como lo sefala expre- resmbulo de la Carta de Naciones Unidas, verdadera Cons- de la Sociedad intemacional, son los que establecen la Organi- in Intemacional. Ninguna entidad particular, 0 sea que persiga fines de interés particular, puede asumir la autoridad publica que los Pueblos invisten para perseguir el bien comtin internacional. Porque poder hacerlo, sin sin dit para cultad que unos y otros exigen entidades ordenadas al bien comin y 00 lucro particular. La Carta de Derechos y Deberes Econémicos de Estados, aprobada por Resolucién 3981 (XXIX) de Asamblea General aciones Unidas, en junio de 1974, en su art. 2° inciso 2°, apartado b, prevé como derecho de todo Estado “reglamentar y supervisar las idades de Empresas transnacionales que operen dentro de su juri far medidas para asegurarse de que esas a¢ Es evidente que la rencia cualitativa frente configura por la rio a la supuesta personal tuvieran no tendria razdn de estar sometidas a la autoridad de los dos. OTRAS PERSONAS INTERNACIONALES a 154:'Con finalidades muy distintas, la Cruz Roja exhibe wn cua dro ambiguo sobre su personalidad juridico-intemnacional. El inolvida- ble Verdross 28 le reconoce esa personalidad por dos razones: a) porque “el convenio de Ginebra de 12 de agosto de 1949 para la proteccién de Jas victimas de la guerra confiere también al Comité Internacional de la o-internacional, al confiarle en determina- das circunstancias las tareas de las potencias protectoras"; y b) porgue al estar representados en las Conferencias internacionales de la Cruz Roja no sdlo las sociedades nacionales, el Comité Internacional y. la Liga de Sociedades de la Cruz Roja, sino también los Estados adheridos a la Convencién de Ginebra, ello implica reconocer “que la Cruz Roja Intemacional cumple un cometido de la comunidad de los Estados y es, por ende, un sujeto de DI de indole peculiar, que puede directamente con los Estados en el marco de su actividad” ‘Cia Cruz Ro} privada para cumpl de las guerras. Cons tres Srganos internacionales:.el Comité Internacional de la Cruz Roja, sla Ligade las Sociedades (nacionales) de la Cruz Roja yla Conferencia Internacional, Tales 6¢ganos no!son cre fe a nal Publico, sino del Derechoyprivada. Ello no obstante, los convenios intemacionales sobre victimas de la guerra, aluden frecuentemente ala Cruz Roja oa su Comité Internacional. Asi, la Convencién Ide Ginebra sobre heridos en su art. 38 establece “como homenaje a Suiza, el signo herdldico de la Cruz Roja en fondo blanco” para signo servicio sanitario de los ejércitos. El art. 44 reglamenta el uso del em- blema, y el art. 53 prohibe el empleo particular o comercial del emble- mao de la denominacién “Cruz roja” o “Cruz de Ginebra”. El Anexo 1 del Convenio establece que la marcacién de las zonas sanitarias se hard n el simbolo de la Cruz Roja. A su vez, el Il Convenio de Ginebra, ‘elativo a heridos, enfermos y ndufragos de las Fuerzas armadas del mar, extiende tales extremos a esas Fuerzas. ‘También el IV Convenio fue fundada en 1863, en Suiza, como una entidad servicios humsnitarios en la atencién de victimas 280 VEROROSS. ob 381 VERDROSS. 08. s@ LA RELACION JURIDICO-SUSTANCIAL wa ARELACION URIS de Ginebra relativo a la proteccién de personas civiles, establece en el art. 6 del Anexo primero, la marcacién con el emblema de la Cruz Roja de las zonas reservadas a heridos y enfermos. E] Comité Internacional de la Cruz Rojas citado con frecuencia. | art 3° del [ Convenio de Ginebra, permitiéndole ofrecer sus ser- ‘os humanitarios en caso de conflicto armado sin cardcter intenacio- in que. por el art. 9, puedan entenderse las disposiciones:del.Con- ‘como obstaculo a su labor. También el art. 1 autoriza al Comité a delegar en una personalidad para destrabar situaciones vinculadas ala aplicacion o interpretacién del Convenio. El art. 23 invita al Comité a prestar sus buenos oficios para facilitar el establecimiento y reconoci- miento de zonas y localidades sanitarias. E] I Convenio contiene nor- ‘mas similares, en el art. 3, 9, 11, lo mismo que el I Convenio. Este Gitumo, a su vez, sefiala en el art. 56 la obligaci6n del comandante del campo de prisioneros de guerra, de comunicar al Comité Intemacional de la Cruz Roja una lista de los destacamentos de trabajo dependientes de dicho carapo. El art. 73 del HI Convenio limita la amplitud de los acuerdos entre las Potencias interesadas acerca de las modalidades rela- recepei6n y distribucién de Ios envios de socorros colectivos, s acuerdes tampoco podran restringir el derecho que tengan resentantes de la Potencia protectora, del Comité Intemacional de la Cruz Roja 0 de cualquier otro organismo que acuda en ayuda de los prisioneros, al que se haya encargedo la transmisi6n de dichos en- én a sus destinatarios”. En ransporte de los en- OTRAS PERSONAS INTERNACIONALES. 9 los ottos dos por el Comité Intemacional de la Cruz Roja, de acuerdo con la Potencia protectora. El art. 10 del IV Convenio, relativo a la proteccién de personas civiles, aclara que las disposiciones en él conte- idas no pueden entenderse como obsticulo para las actividades huma- rias del Comité Intemacional de la Cruz Roja. Por el art. 14 del IV jento de zonas y loc ce un derecho ds "in entre las personas protegidas y los delegados de las Potencias pro- tectoras 0 del Comité Internacional confirmado por el art.76 y art. 104. ‘cuando la poblacién del tersitorio ocupado esté insuti tuallada, a permitir al Co- ‘mité Internacional de la Cruz Roja al envio principalmente de viveres, productos medicinales y vestuario. Las personas protegidas podriin ser visitadas por los delegados del Comité, especialmente en los lugares de intemamiento, detencion o trabajo (art. 143) EI Protocolo adicional a los convenios de Ginebra del 12 de agos- to de 1949 sobre proteccién de victimas de conflictos annados interna- cionales, que entré en vigencia el 7 de diciembre de 1978. y Argentina ratific por ley promulgada el 9 de octubre de 1986, en su art. 5 prevé la actuacién de este Comité para que se concrete la designacién por las Partes en conflicto, de las Potencias protectoras, previendo el inc. 3° la obligacién de remitir la lista de por lo menos cinco Estados aceptables, \ien designado la Potencia protectora, que acepten y sin demorael offe- cimiento del Comité Internacional de la Cruz Roja para actuar en cali- dad de sustituto, o sea “una organizac rot. 4), El art, 33 del Protocolo I adicional establece como fuente informati- va sobre personas desaparecidas, ala Agencia Central de Busqueda dé! ' Comité Internacional de la Cruz Roja o de las Sociedades nacionales de 'a Cruz Roja (Media Luna Roja, Leén y Sol Rojos). El art. 78, respecto a la evacuacion de nifos, obliga a las partes que dispongan la evacua- ©i6n y a las auroridades del pais acogedor, a que envien a dicha Agencia la ficha y fotografia del nifio, Por el art. 81 las Partes en conflicto estin bligadas a dar el Comité dades posibles para el cumplimiento de su misién. Inclusive, por el at. 98 puede convocar a conferencia de los signatarios del Protocolo I, para Después de este largo repaso de las facultades reconocidas al Comité Intemacional de la Criz Roja (Media Luna Roja, Lesn y Sol Rojos), queda para nosotros claro que es una verdadera persona juridica internacional, aungue con capacidad limitada a sus fines hurmanitarios en caso En efecto, puede llegar a actuar como Potencia protec- tora por Ginebi in los derechos y ob nes juridieo internacionales propios de las Potencias protectoras, Per0 ademais se advierten numerosos derechos del Comité Internacional, como erecho intemacional de visita, abastecimiento de poblacién, informa evacuados, derecho de integracién de los miembros de las Comisiones médicas, derecho de comunicacién. Estos derechos imponen la contra- partida de la obligaciGn de los Estados contendientes, Por Jo tanto, es un sujeto de derechos imernaci ‘A.su vez, funda- mentalmente como Potencia protectora sustituta, queda obligada intemacionalmente a cumplir ias exigencias que la norma internacional las. Es, pues, sujeto de obligaciones juridico intemacio- tiva, de derechos y obligaciones internacionales, idico interna- para lo cual es imprescindible que tenga personalidad j ial. Pero adviérase bien que quiei cionales: ai siqui se le atribuye ag nacional del movimiento humanitario de las secciones nacionales de la Cruz Roya. clase de te por asociaciones de I internacionales y com ellas constituyen mod: ngs internacionales, pero para nosotros tods res de organizaci6n de la socie- OTRAS PERSONAS INTERNACIONALES. a diferencia de otros autores, las estudiare- dad internacional y, por €s0, ‘emacionales, mos en el capitulo correspondiente a Organizaciones Ciertamente que la posibilidad de nuevas personas internaciona- les contingentes 0 histricas queda siempre abierta. En cuanto a la personalidad internacional del ser humano, lo ve- remos luego al tratar de sus derechos y de sus deberes internacionales.

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