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Suma Psicológica

ISSN: 0121-4381
sumapsi@konradlorenz.edu.co
Fundación Universitaria Konrad Lorenz
Colombia

Rey, César
LA TERAPIA DE ACEPTACIÓN Y COMPROMISO (ACT): SUS APLICACIONES Y PRINCIPALES
FUNDAMENTOS CONCEPTUALES, TEÓRICOS Y METODOLÓGICOS
Suma Psicológica, vol. 11, núm. 2, septiembre-octubre, 2004, pp. 267-284
Fundación Universitaria Konrad Lorenz
Bogotá, Colombia

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=134233585008

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La Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) 267

Suma Psicológica, Vol. 11, No 2


Septiembre de 2004, 267-284,
ISSN 0121-4381

LA TERAPIA DE ACEPTACIÓN Y
COMPROMISO (ACT):
SUS APLICACIONES Y PRINCIPALES
FUNDAMENTOS CONCEPTUALES,
TEÓRICOS Y METODOLÓGICOS
César Rey1
Universidad Católica de Colombia

ABSTRACT

In the last ten years the “verbal therapies”, a group of therapeutic alternatives
coming from the radical behaviorism (the philosophical foundation of the ex-
perimental analysis of behavior), have received a wide diffusion. These
therapies are distinguished clearly of the traditional techniques of behavior
modification, which roots are too radical behaviorist, in aspects like the
place in which they are applied and the means through which pursue their
clinical purposes. The objective of this work is to carry out a review of the
conceptual, theoretical and methodological foundations of one of these
therapies: the Acceptance and Commitment Therapy (ACT), as well as the
applications that this therapy has had. For this goal, the main existent
differences between the radical behaviorism and the methodological
behaviorism are presented first, especially differences regarding the clinical
psychology area. Later this paper makes a brief description of conceptual
and empirical advances in the complex human behavior area, which have
allowed the development of the verbal therapies as the ACT, being carried
out a general characterization of these therapies. Finally the conceptual and
methodological foundations of ACT are presented, together with a review of
its applications.

Key words: Acceptance and Commitment Therapy, ACT, radical behaviorism,


behavior modification.

1 Correspondencia: Universidad Católica de Colombia, Facultad de Psicología, Cra.13 # 47-49, Bogotá,


D.C., Colombia. Correo electrónico: crey@ucatolica.edu.co

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RESUMEN

En los últimos diez años han recibido una amplia difusión las llamadas
“terapias verbales”, un conjunto de alternativas terapéuticas de enfoque
conductista radical, la fundamentación filosófica del análisis experimental
del comportamiento. Estas terapias se distinguen claramente de las técnicas
tradicionales de modificación del comportamiento, de raigambre conductista
radical también, en aspectos como el lugar en el cual se aplican y los medios
a través de los cuales persiguen sus propósitos clínicos. El objetivo de este
trabajo es realizar una revisión de los fundamentos conceptuales, teóricos y
metodológicos de una de estas terapias: la Terapia de Aceptación y Compro-
miso (ACT), así como una reseña de las aplicaciones que ha tenido dicha
terapia desde su aparición. Para ello, en primer lugar, se presentan las
principales diferencias existentes entre el conductismo radical y el
conductismo metodológico, especialmente en lo referente al área psicológica
clínica. Posteriormente se realiza una breve descripción de los avances con-
ceptuales y empíricos en el área de la conducta humana compleja, que han
permitido el desarrollo de las terapias verbales como la ACT, así como una
caracterización general de dichas terapias. Finalmente se presentan los fun-
damentos conceptuales y metodológicos de la ACT y una reseña de los
estudios en los cuales se ha implementado.

Palabras clave: Terapia de Aceptación y Compromiso, ACT, conductismo


radical, modificación del comportamiento.

C
on el advenimiento de las te- mido este enfoque metodológico
rapias cognoscitivas hacia co- (Hayes & Hayes, 1992), los últimos
mienzos de los años sesenta diez años han sido testigos del desa-
y setenta del siglo anterior (vg., Ellis, rrollo de una serie de terapias funda-
1962; Beck, 1970; D’Zurilla & mentadas en el enfoque conductista
Goldfried, 1971; Meichenbaum, 1975), radical, la perspectiva filosófica
muchos terapeutas de formación del análisis experimental del compor-
conductual vislumbraron la opor- tamiento cimentado por Skinner
t u n i dad de abordar la conducta (1973). Estas terapias se han conver-
disfuncional tanto en sus aspectos tido en una alternativa para los psi-
puramente “conductuales”, como en cólogos clínicos que no desean utilizar
sus aspectos “cognoscitivos”, asu- un enfoque cognoscitivo conductual
miendo en esta intervención un en- para el tratamiento de las dificulta-
foque conocido como “metodológico”. des comportamentales, sino que
Aunque la mayoría de los psicólogos anhelan conservar un enfoque
clínicos que se han formado desde conductista radical en su compren-
una orientación conductista han asu- sión y modificación.

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El objetivo de este trabajo es reali- pecialmente los delineados por


zar una revisión de los fundamentos, Edward Tolman (1938), el
principales características y aplicacio- conductismo radical se cimenta en
nes de una de estas terapias: la Tera- los planteamientos analítico funcio-
pia de Aceptación y Compromiso, más nales de B.F. Skinner (1973; 1979).
conocida como ACT por su nombre ori- Para comprender el comportamiento,
ginario en inglés: Acceptance and las posiciones neoconductistas como
Commitment Therapy (Hayes & Wilson, la de Tolman claman por la conside-
1994; Hayes, Strosahl & Wilson, 1999). ración de variables que se ubican al
Para ello en primer lugar se presen- interior del organismo y que intervie-
tan las características y diferencias nen en la relación entre estímulo y
del conductismo metodológico y del respuesta, especialmente variables de
conductismo radical; en segundo lu- tipo cognoscitivo. Por el contrario, la
gar se realiza una breve descripción perspectiva funcional analítica prefie-
de los avances conceptuales y empíri- re el análisis del comportamiento en
cos en el área de la conducta humana relación con el ambiente, de cara a
compleja, que han permitido el desa- desentrañar la funcionalidad que tie-
rrollo de estas terapias; posteriormen- ne la conducta para el individuo. Por
te se lleva a cabo una caracterización consiguiente, para el enfoque
de dichas terapias y se describe la te- conductista metodológico, la modifi-
rapia en mención a nivel conceptual, cación del comportamiento pasa por
teórico y metodológico; finalmente se la alteración de las variables
realiza una reseña de las aplicacio- intervinientes en mención, mientras
nes que ha tenido dicha terapia con que para el enfoque conductista radi-
base en varios estudios publicados en cal dicha modificación implica la al-
revistas internacionales. teración de la funcionalidad que tiene
la conducta para el individuo (Arias,
DIFERENCIAS ENTRE EL Fernández & Perona, 2000; Hayes &
CONDUCTISMO METODOLÓGICO Hayes, 1992; Gómez, García, Pérez,
Y EL CONDUCTISMO RADICAL
Bohórquez & Gutiérrez, 2002).
El conductismo metodológico y el En el terreno de la psicología clíni-
conductismo radical son dos perspec- ca, para el enfoque conductista
tivas filosóficas sobre el estudio del metodológico es posible inferir la in-
comportamiento, que reflejan dos for- cidencia de una variable interviniente
mas distintas de explicarlo y de modi- sobre la conducta disfuncional, si su
ficarlo con propósitos aplicados y que alteración se manifiesta en una mo-
difieren en sus orígenes y metodolo- dificación sobre dicha conducta. Para
gía de investigación. ello propende por el diseño de protoco-
Mientras que el conductismo los de tratamiento replicables experi-
metodológico tiene sustento en los mentalmente que en teoría alteren
planteamientos neo conductistas, es- dichas variables, evaluando la efec-

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tividad de los mismos por medio de también es posible analizar estos


definiciones operacionales de las con- eventos internos de manera funcio-
ductas que pretenden modificar, ba- nal (Gómez et al., 2002).
sadas en la frecuencia, la intensidad Los tratamientos terapéuticos de-
y otras características topográficas sarrollados bajo un enfoque
que podrían dar cuenta del efecto de metodológico, por otro lado, tienden a
la intervención sobre las variables implementar técnicas que van dirigi-
intervinientes en cuestión. Por el dos a los “tres canales de respuesta”,
contrario, al enfoque radical le inte- motor, fisiológico y cognoscitivo, para
resa las intervenciones que explíci- lo cual disponen del armamentarium de
tamente busquen una modificación técnicas psicoterapéuticas cobijadas
de la funcionalidad de la conducta bajo los rótulos de “modificación del
para el individuo, que altere comportamiento” (por ejemplo, las téc-
concomitantemente dicha conducta nicas operantes), “terapia de conduc-
(Carrascoso, 1999). ta” (por ejemplo, la inundación, el
En el ámbito de la investigación, entrenamiento en relajación y la
desde el enfoque conductista desensibilización sistemática) y “te-
metodológico se ha mostrado tradicio- rapia cognoscitiva” (por ejemplo, la
nalmente una preferencia por los di- reestructuración cognoscitiva), res-
seños de investigación de comparación pectivamente. Todos los tratamientos
de grupos y por el uso de pruebas esta- combinados que utilizan, bajo un en-
dísticas, mientras que desde la pers- foque metodológico, los tres tipos de
pectiva conductista radical se ha técnicas mencionados, se conocen
preferido consuetudinariamente el uso comúnmente como “cognoscitivo
de diseños de investigación de caso conductuales”.
único o en los que participen pocos
sujetos, tales como los diseños LOS AVANCES EN LA
reversibles y los de línea de base COMPRENSIÓN DE LA CONDUCTA
HUMANA COMPLEJA
múltiple.
Y LA PRÁCTICA CLÍNICA
Una diferencia crucial entre los
dos enfoques radica en la considera- Es probable que la gran acogida que
ción de los eventos internos: mientras tuvieron las terapias cognoscitivas
que para el conductismo metodológico entre los psicoterapeutas formados
los eventos internos causan la con- desde un enfoque conductista,
ducta visible, para el conductismo ra- agregándose dentro del armamentarium
dical, estos eventos no difieren en su propio de los tratamientos cognoscitivo
naturaleza a los eventos que ocurren conductuales, se debió a que los plan-
fuera de la piel del individuo y consti- teamientos teóricos que respaldaban
tuyen otras respuestas que emite el dichas terapias permitieron suplir los
individuo en relación con su ambien- vacíos de ese tipo que existían hasta
te. Por ello, para este último enfoque, hace dos décadas sobre el tema de la

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cognición. Sin embargo, los avances claves contextuales” (Domjan, 1998,


que se han dado en ese terreno tanto p. 242).
a nivel conceptual como empírico, han El control contextual fue descrito
permitido la formulación de alterna- inicialmente por Sidman (1986), al
tivas terapéuticas que, sin abandonar plantear la posibilidad de que un estí-
una posición conductista radical, han mulo adicional (“estímulo contextual”)
podido abordar el tema de la cognición pudiese controlar una discriminación
dentro de la evaluación y terapia psi- condicional, en la cual un individuo
cológica. Dentro de estos avances te- aprende a elegir un estímulo de dos o
nemos el control mediante claves más estímulos de comparación, si se
contextuales, las relaciones condicio- le refuerza positivamente por selec-
nales, la conducta gobernada por re- cionar aquel estímulo que correspon-
glas, la conducta verbal y la de a un estímulo muestra presentado
equivalencia de estímulos, los cuales inicialmente. Según Sidman, si se
se reseñarán a continuación. enseña otro estímulo junto con el es-
1. Control contextual y relaciones tímulo muestra, dicho estímulo cons-
condicionales. Aunque la investi- tituye un contexto que le brinda
gación sobre el comportamiento a información al individuo sobre la via-
nivel básico ha utilizado tradicional- bilidad de recibir refuerzo por la res-
mente estímulos discretos para exa- puesta en cuestión, no ejecutándose
minar el control de los estímulos dicha respuesta en su ausencia. Este
sobre la conducta, tales como una luz, planteamiento ha recibido soporte
un estímulo visual, entre otros, la empírico fruto de varias investigacio-
evidencia experimental que se ha nes (Pérez-González, 1998).
recolectado al respecto en los últimos El control mediante claves
quince años muestra que los anima- contextuales es un ejemplo de una
les, además del estímulo discreto al relación condicional. Una relación
cual deben responder, aprenden cuá- condicional ocurre cuando la relación
les son los otros estímulos que pro- entre dos sucesos (respuesta y estí-
porcionan el contexto en el cual se mulo reforzante, en el caso del
presentará la consecuencia genera- condicionamiento operante y estímu-
da por la respuesta, tales como los lo condicionado y estímulo incondicio-
estímulos visuales y olfativos pre- nado, en el caso del condicionamiento
sentes durante la exposición del es- clásico), está determinada por la pre-
tímulo discriminativo. El control sencia de otro suceso (vg., estímulo)
sobre la conducta ejercido por estos (Domjan, 1998). Un ejemplo de una
estímulos que proporcionan la pauta relación condicional es el mismo
para que el individuo muestre la aprendizaje discriminativo simple en
r e s puesta ante un estímulo el condicionamiento instrumental: el
discriminativo, se conoce como con- estímulo discriminativo informa al
trol contextual o “control mediante organismo que puede llevar a cabo la

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respuesta que permite acceder a la (Pierce & Epling, 1995). Sin embargo,
consecuencia deseada, es decir, el varios experimentos que han utiliza-
estímulo discriminativo condiciona la do programas de reforzamiento inter-
relación que el organismo establece mitente, han encontrado que las
entre la respuesta y el estímulo reglas pueden hacer insensible a una
reforzante (vg., consecuente). persona a las contingencias reales, si
2. Conducta gobernada por reglas y ésta recibe una regla que le indica que
conducta verbal. Una regla es un enun- responda de manera contraria a la dis-
ciado verbal que hace referencia a una ponibilidad de reforzamiento estable-
conducta y que especifica las conse- cida previamente por el programa de
cuencias que resultarán de la misma reforzamiento (Pierce & Epling, 1995;
y las condiciones en las que debe eje- Pérez, 1996).
cutarse dicha conducta para obtener El concepto de conducta gobernada
tales consecuencias. En otras palabras, por reglas ha permitido el análisis fun-
una regla es cualquier enunciado en cional del pensamiento, en términos del
el que se hace referencia a una rela- concepto de “control autoinstruccional”.
ción de contingencia (Pierce & Epling, Este término hace referencia al hecho
1995; Powell, Symbaluk & Macdonald, de que las personas pueden dirigir su
2002). Las reglas pueden surgir de dos comportamiento por medio de las ins-
fuentes fundamentales: a) de las mis- trucciones que adquiere de su comuni-
mas personas, a través de las contin- dad verbal, las cuales hacen las veces
gencias a las que han estado de reglas que gobiernan su propia con-
expuestas, y b) de la comunidad verbal ducta (Pérez, 1996).
que rodea al individuo. De acuerdo con Skinner pudo desarrollar el con-
Skinner (1979), quien desarrolló el cepto de regla ya que había realizado
concepto de conducta gobernada por una aproximación materialista al len-
reglas, el entorno ofrece una gran can- guaje en su libro de 1957 titulado Ver-
tidad de reglas para el individuo, inclu- bal behavior (“Conducta verbal”). Los
yendo proverbios, máximas y códigos planteamientos formulados por
éticos y legales. Skinner en ese libro claman, a grosso
Se ha hecho la distinción entre la modo, por un análisis contingencial de
‘conducta moldeada por las contingen- lo que la gente dice, en términos de
cias’, cuya probabilidad de ocurrencia los estímulos antecedentes y conse-
depende de las contingencias reales cuentes de una respuesta, con el fin
a las que está expuesto el individuo, y de analizar las condiciones ambien-
la ‘conducta gobernada por reglas’, tales que le brindan funcionalidad a
cuando la regla hace las veces del es- la conducta verbal del individuo.
tímulo discriminativo de dicha con- 3. Equivalencia de estímulos y rela-
ducta, ya sea porque la misma persona ciones derivadas de estímulos. Varios
emite la regla o porque ésta ha sido experimentos realizados con seres
extraída de su comunidad verbal humanos con capacidad verbal (por

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ejemplo, Cowley, Green & Braunling- simetría, que consiste en que, por
McMorrow, 1992; de Rose, de Souza & ejemplo, dado un entrenamiento de
Hanna, 1996; Hayes, Kohlenberg & discriminación condicional entre el
Hayes, 1991; Green, Sigurdardottir & estímulo A (muestra) y el estímulo B
Saunders, 1991; Lynch & Cuvo, 1995; (de comparación), si al individuo se le
Sidman, Kirk & Willson-Morris, 1985), enseña B como el estímulo de mues-
han mostrado que, tras haber apren- tra es capaz de seleccionar A si éste
dido a llevar a cabo una respuesta ante se le presenta como estímulo de com-
un estímulo determinado con el fin de paración y c) la transitividad, en la
acceder a un reforzador, un individuo cual, dado el entrenamiento de igua-
puede aprender a llevar a cabo la mis- lación entre un estímulo de muestra
ma respuesta ante un estímulo físi- A y un estímulo de comparación B, y
camente distinto, sin que se le haya dado el entrenamiento de igualación
reforzado previamente por ello. Se entre el mismo estímulo B ofrecido
dice, entonces, que este último estí- como estímulo de muestra y un estí-
mulo se volvió funcionalmente equi- mulo C de comparación, el individuo
valente al inicial, pues generó la es capaz de seleccionar a C si se le
misma respuesta que se ofrecía al pri- presenta A como muestra. Para que
mer estímulo (Pérez-González, 1998). se considere que existe equivalencia
El concepto de equivalencia de es- se exige, finalmente, que el individuo
tímulos fue propuesto inicialmente pueda seleccionar A si se le presenta
por Sidman (1971) al hallar relaciones C como estímulo muestra.
entre estímulos auditivos y visuales La equivalencia de estímulo se
no entrenados previamente, en dos considera una relación derivada de
procedimientos de discriminación estímulos, ya que implica una relación
condicionada utilizando el paradigma que ha surgido entre dos estímulos si
de igualación a la muestra (véase que haya habido un entrenamiento
Pérez-González, 1998, para una des- previo de apareamiento entre dichos
cripción detallada de este paradigma). estímulos. Esta derivación arbitraria
De acuerdo con Sidman y Tailby entre estímulos explicaría porqué las
(982) el fenómeno de equivalencia personas asocian diferentes eventos
exige que el individuo exhiba tres pro- entre sí sin que hayan mediado expe-
piedades en el marco de dos entre- riencias que les permitiera relacio-
namientos de discriminación narlos previamente (Hayes, Gifford &
condicional relacionados (AB y luego Hayes, 1999).
BC) : a) la reflexibidad, que consiste Todos estos avances empíricos y
fundamentalmente que ante cual- conceptuales señalan que es posible
quier pareja de estímulos de compa- analizar funcionalmente la conducta
ración nuevos, el individuo seleccione compleja de un consultante en el mis-
sistemáticamente aquel que es físi- mo consultorio psicológico. Por un
camente idéntico a la muestra, b) la lado, permiten comprender que el con-

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sultorio constituye un contexto que “clases” de respuestas (y no sólo res-


puede inhibir o facilitar determinadas puestas específicas) ante “clases” de
conductas del consultante, de acuer- estímulos (no solamente ante un es-
do con las claves contextuales que se tímulo particular), estos aprendizajes
generen a lo largo de la relación tera- positivos fomentados en el mismo con-
péutica. Por otro lado, facilitan el aná- sultorio, podrían generalizarse al en-
lisis de las conductas verbales del torno natural del consultante. Ello
consultante, de cara a dilucidar tanto marca una gran diferencia con las
las reglas que inciden negativamen- técnicas clásicas de modificación del
te sobre su conducta en la vida coti- comportamiento basadas en la triple
diana, como las contingencias a las relación de contingencias, ya que en
que ha estado expuesto a lo largo de estas técnicas se promueve dicha
su vida. El concepto de relaciones de- modificación en el mismo ambiente
rivadas de estímulos permite com- natural. (En la tabla 1 pág. 255, se in-
prender, asimismo, que desde el dican algunas otras diferencias entre
motivo de consulta hasta lo que el estas técnicas y las terapias que han
consultante siente y recuerda duran- surgido recientemente con base en los
te la sesión, son el resultado de las avances empíricos y conceptuales re-
relaciones funcionales que el cliente señados previamente).
ha establecido entre diversos estímu- Debido a que el principal vehículo
los y las conductas por las cuales ha de cambio de las terapias que se han
solicitado ayuda terapéutica. desarrollado con este trasfondo empí-
Dado que, a la luz del concepto an- rico y conceptual, es la conducta ver-
terior, el individuo puede aprender “in- bal, a este tipo de terapias se les ha
directamente”, es posible que el designado con el nombre de “terapias
consultorio se constituya en un en- verbales”. Las dos terapias de este cor-
torno facilitador de aprendizajes posi- te más reconocidas son la Psicotera-
tivos para el individuo, que éste pia Funcional Analítica, desarrollada
transfiera a su entorno natural sin por Kohlenberg y Tsai (1991) y la Te-
tener que influir directamente sobre rapia de Aceptación y Compromiso,
el mismo, como ocurre con la mayo- desarrollada por el equipo de investi-
ría de las técnicas de modificación del gadores de la Universidad de Nevada
comportamiento. El terapeuta, ade- liderado por Steven Hayes (Hayes &
más, puede favorecer (especialmente Wilson, 1994; Hayes, Strosahl &
con su propia conducta verbal) que el Wilson, 1999).
consultante modifique reglas que han A continuación se realizará una
estado afectando negativamente su caracterización de dichas terapias,
vida y moldear su conducta en una con el fin de profundizar en las bases
dirección terapéuticamente deseada. conceptuales, teóricas y metodológicas
Ya que el conductismo radical asume de la Terapia de Aceptación y Compro-
que los individuos aprenden a emitir miso y sus aplicaciones.

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Tabla 1. Diferencias entre las terapias verbales y las técnicas tradicionales de


modificación del comportamiento

Terapias verbales Modificación del comportamiento

Objetivo Modificar directa e indirectamente la funcionalidad Modificar directamente la funcionalidad de la


de la conducta problemática. conducta problemática.

Medio y lugar 1. Manejo de contingencias en el mismo Manejo de contingencias en el ambiente


consultorio. natural.

2. Modificación de reglas que gobiernan


maladaptativamente la conducta y de los
contextos sociales verbales que mantienen
la conducta problemática, a través del
intercambio social-verbal entre el consultante
y el terapeuta.

CARACTERÍSTICAS DE LAS 3. No trazan una distinción entre


TERAPIAS VERBALES la conducta observable y la privada.
Al fundamentarse en el conductismo Los eventos privados, como las emo-
radical, estas terapias comparten los ciones, los sentimientos y los pensa-
siguientes rasgos (Hayes & Hayes, mientos del individuo, se analizan
1992; Pérez, 1996; Rey, 2002): también a la luz de su funcionalidad,
1. Analizan el comportamiento a la así como las conductas que constitu-
luz del contexto en el que se ocurre, yen los problemas psicológicos por los
ya que parten de la base de que un cuales se consulta.
análisis descontextualizado y aislado 4. Parten de la base de que los “pro-
de la conducta no permite descubrir blemas” psicológicos tienen su origen
su funcionalidad. Por ejemplo, “Ir al en el contexto social verbal en el que
supermercado a comprar víveres” y se desenvuelve el consultante, el cual
“Caminar de la casa al supermerca- dictamina lo que es “normal” o “anor-
do”, si bien son dos conductas que po- mal”. Este contexto social verbal tam-
seen los mimos componentes bién tiende a considerar que los
motrices, son distintas en cuanto a su pensamientos, las emociones y otros
funcionalidad y el contexto en el que eventos internos, son la causa de di-
se presentan (Hayes & Hayes, 1992). chos problemas, por lo que es común
2. No examinan el comportamien- que las personas tiendan a tratar de
to de manera ahistórica, sino como un controlar sus conductas problemáticas
continuo. Por ello, la historia del indi- controlando dichos eventos internos
viduo junto con su entorno de desa- (como cuando alguien trata de contro-
rrollo, se consideran aspectos lar la ansiedad para no sentir temor
fundamentales en la interpretación de hacia algo). Como se dijo previamen-
dicho comportamiento. te, estos eventos internos se analizan

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de igual manera que la conducta ob- a pesar de que le acarrea efectos ad-
servable, ya que para estas terapias versos.
no se consideran la causa de dichos 2. Análisis del contexto social ver-
problemas psicológicos. bal. Al partir de la premisa de que el
5. Se centran en la interacción que contexto social verbal favorece el
se da entre el terapeuta y el usuario mantenimiento de los problemas psi-
dentro de la propia consulta, entendi- cológicos, en la ACT se analiza el pa-
da como interacción social, y por lo pel del mismo en las conductas
tanto, contexto social-verbal. A través problemáticas que presenta el
del intercambio verbal y no verbal en- consultante.
tre ellos dos, el terapeuta busca cam- En el marco del concepto de rela-
biar la funcionalidad de las conductas ciones derivadas de estímulos, Hayes
que constituyen los problemas moti- y Hayes (1992) han identificado cua-
vos de consulta. tro contextos verbales que pueden fa-
vorecer los problemas psicológicos:
CARACTERÍSTICAS DE LA El contexto del significado literal.
TERAPIA DE ACEPTACIÓN Y Debido a las relaciones derivadas de
COMPROMISO
estímulos, las palabras adquieren
La Terapia de Aceptación y Compro- funciones de estímulo para muchas
miso o ACT, en particular, posee las respuestas no entrenadas original-
siguientes características (Pérez, mente. Por ejemplo, las actitudes que
1996): una persona tiene hacia una pala-
1. Análisis de los problemas psico- bra como “humillación” pueden
lógicos. En esta terapia se examina los trasmitirse hacia una palabra nue-
problemas psicológicos a la luz de las va, como, por ejemplo, “degradación”,
prácticas sociales, específicamente, si alguien le dice a esta persona
de las reglas que circulan en la comu- que degradación es un sinónimo de
nidad verbal y que gobiernan humillación. Las funciones psicoló-
maladaptativamente la conducta de gicas que tenía la palabra “humilla-
los individuos. Como ya se mencio- ción”, como su capacidad de evocar
nó, experimentalmente se ha encon- determinadas imágenes y experien-
trado que las reglas pueden hacer cias, también se pueden trasmitir a
insensible a las personas a las con- esta palabra nueva, debido a que esta
tingencias reales, sobre todo cuando última adquiere equivalencia fun-
dichas reglas provienen de otras per- cional en relación con la primera.
sonas (Pierce & Epling, 1995). Esto Gracias a esto, la gente puede com-
tiene una gran importancia de cara prender el significado convencional
al análisis que se hace en la ACT de de las frases o términos que escu-
las conductas problemáticas, ya que cha en su comunidad verbal. Sin
un individuo puede seguir una regla embargo, esto también genera que
proveniente del entorno sociocultural las personas no dimensionen las pa-

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labras con los tintes que, por las re- mal sea explicada, dentro de la co-
laciones derivadas de estímulo, ha munidad verbal, como el resultado de
asociado a las mismas. Este contex- eventos internos tales como las
to del significado convencional per- emociones o los pensamientos. Ello
mite entender los otros tres conlleva a que la gente piense que,
contextos favorecedores de proble- para controlar su conducta problemá-
mas psicológicos. tica, se debe controlar los eventos
El contexto de la evaluación. La co- internos que la causan. Así, por
munidad verbal acuerda lo que es ejemplo, si una persona aprende de
“malo” y lo que es “bueno” y valora su comunidad verbal que la causa
como “normal” o “anormal” la conduc- del temor a hablar en público es la
ta. De ahí que un “problema psicoló- ansiedad o los pensamientos nega-
gico” pueda originarse por la tivos, trataría de controlar dicha
valoración social que tiene la con- emoción y dichos pensamientos con
ducta en cuestión. Por ejemplo, una el fin de controlar ese temor.
pareja de esposos podría consultar 3. La responsabilidad sobre la pro-
por sus prácticas sexuales, a pesar pia conducta. En la ACT se hace ver
de que éstas son muy satisfactorias al consultante que es capaz de res-
para ellos, ya que su grupo social las ponsabilizarse tanto de su conducta
califica como “aberrantes”. manifiesta, como de los eventos in-
El contexto de la explicación. La co- ternos (emociones, pensamientos,
munidad verbal también ofrece expli- etc.) que, por efecto de los contextos
caciones para los eventos del mundo mencionados anteriormente, cree
real, incluyendo la conducta de la gen- que causan dicha conducta. Fiel a su
te. Es común que dicha comunidad visión conductista radical, en esta
explique la conducta anormal con base terapia no se considera que las emo-
en explicaciones mentalistas. Por ciones o los pensamientos ocasionan
ejemplo, los accesos de tristeza repe- la conducta (tal como se vería en un
tidos se explican porque la persona “es modelo mediacional), sino que estos
depresiva” y la conducta sexual no tra- eventos son también reacciones del
dicional porque la persona tiene una individuo que el consultante puede
“aberración sexual”. Aunque las pala- ver con “cabeza fría”, mediante el dis-
bras “depresiva” y “aberración sexual” tanciamiento comprensivo de su pro-
son solamente rótulos verbales que la blemática. De esta manera se busca
comunidad brinda a unas experiencias que el consultante gane control so-
privadas, la misma comunidad da a bre sus reacciones, en vez de verlas
entender de esa manera que estas ex- como lo que “ocasiona” su problema.
periencias son provocadas por estados 4. Aceptación y cambio. El proce-
subjetivos subyacentes. so de cambio conductual es entendi-
El contexto del control emocional. do en esta terapia como un balance
Es frecuente que la conducta anor- de aceptación y cambio. Así, por ejem-

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278 César Rey

plo, el cambio pasaría no por elimi- De acuerdo con esta teoría, la


nar la ansiedad o la tristeza, o pen- equivalencia de estímulos es un ejem-
sar en positivo, sino en encarar o plo de las posibles relaciones deriva-
aceptar la ansiedad y la tristeza tal das de estímulos que los seres
y como son, estableciendo un com- humanos verbales pueden establecer,
promiso para actuar pese a ellas. El entendiendo dicha equivalencia como
caso abordado por Velasco y Quiroga un marco de relación basado en la re-
(2001) permite ejemplificar este pro- lación “Igual que”. Otros marcos de
ceso. Estos autores ayudaron por relación entre estímulos pueden in-
medio de la ACT a que una persona volucrar relaciones distintas, tales
que abusaba del consumo de bebidas como “Mayor que”, “Menor que”,
alcohólicas, aceptara que sus proble- “Opuesto a”, etc. En sí, un marco de
mas radicaban en que dicho consu- relación no hace referencia a una
mo le generaba tantos beneficios entidad mental, sino a una operante
como los que le generaría la absti- generalizada llamada “Responder
nencia. Tras ello, estos autores pro- relacional” (Relational responding) que
movieron en el cliente la elección de por su carácter de operante es apren-
abandonar dicho consumo, a pesar dida y por su rasgo de generalizada
de los problemas que le acarrearía puede aplicarse arbitrariamente en-
dicho abandono. tre dos o más estímulos (Hayes, Gifford
Como se puede dilucidar, este & Hayes, 1998).
proceso de aceptación y cambio no Se puede hablar de un marco de
implica resignarse a lo negativo, sino relación si se cumplen los siguientes
actuar de acuerdo con una dirección requisitos (Hayes, Gifford & Hayes,
elegida por el mismo usuario, cohe- 1998):
rente con sus metas y valores. 1. Implicación mutua entre los dos
A continuación ahondaremos en estímulos relacionados (si A entonces
los aspectos teóricos que dan base a B y si B entonces A). La ya descrita
esta terapia y en sus aspectos pura- simetría es una forma de implicación
mente metodológicos. mutua basada en la relación “Igual
Fundamentación teórica de la Tera- que”. Sin embargo, se pueden dar re-
pia de aceptación y compromiso. El fun- laciones mutuamente implicatorias
damento teórico de la ACT recae en que no involucran simetría, como en
la “Teoría de los marcos relacionales” la relación A es mayor que B (pues B
(Relational Frame Theory), una aproxi- no es mayor que A).
mación explicativa de la equivalencia 2. La implicación combinatoria, la
de estímulos y de las relaciones de es- cual describe la facultad de las res-
tímulos en general, planteada por puestas relacionales de combinarse.
Hayes y su equipo (véanse Hayes, Sus exponentes presentan el siguien-
Barnes-Holmes & Roche, 2001). te ejemplo, en ese sentido:

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La Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) 279

Si A está relacionado con B de una directamente por la experiencia. En el


forma particular en un contexto es- caso de los desordenes psicológicos,
pecífico y si B está también relacio- dicha teoría permite vislumbrar porqué
nado con C en una forma particular muchas reacciones emocionales y
en ese contexto específico, entonces afectivas disfuncionales son controla-
hay una relación implicada entre A y das por estímulos aparentemente no
C y entre C y A. Por ejemplo, si a uno relacionados, pero que se encuentran
le dicen que un trabajo A paga más en un marco de relación aplicable ar-
que un trabajo B, y que ese trabajo B bitrariamente con los estímulos origi-
paga más [sic] que un trabajo C, la re- nalmente asociados con dichas
lación derivada está implicada reacciones (véanse en ese sentido,
combinatoriamente. El trabajo A paga Friman, Hayes & Wilson, 1998). La teo-
más que el trabajo C y el trabajo C ría también permite entender porqué
paga menos que el trabajo A (Hayes, los contextos del significado literal, de
Gifford & Hayes, 1998, p. 508). la evaluación, de la explicación y del
3. La transferencia o trasforma- control emocional, descritos previa-
ción de funciones. Una vez que se ha mente, involucran marcos de relación
establecido algún tipo de relación en- que originan problemas psicológicos.
tre dos estímulos, ante las claves Es importante resaltar que el aná-
contextuales indicadas, las funciones lisis de las relaciones derivadas en-
psicológicas que tenía el primer es- tre estímulos, la amplían los autores
tímulo no sólo se transfieren al segun- de esa teoría a eventos internos que
do, sino que se pueden transformar en pueden analizarse en términos de
virtud del marco de relación en cues- estímulos o de respuestas, tales como
tión. Por ejemplo, si a un persona que pensamientos, imágenes y las reac-
sufre de fobia a las tarántulas se le ciones mencionadas.
dice que las arañas X son más vene- Fundamentación metodológica de la
nosas que las tarántulas, probable- Terapia de Aceptación y Compromiso. La
mente no sólo transferirá el temor que ACT se desarrolla por medio de cinco
le ocasionan las primeras a las se- metas sucesivas, cuyo cumplimiento
gundas, sino que además exhibirá un abarca alrededor de dieciséis sesiones
temor mucho mayor al segundo tipo terapéuticas. Tal como se enunció pre-
de arañas en razón del tipo de rela- viamente, estas metas buscan primor-
ción establecido entre los estímulos dialmente generar un estado de
(“Mayor que”) y los indicios contex- distanciamiento comprensivo de los
tuales presentados (en este caso, problemas, con el fin de ayudar al usua-
“venenosas”). rio a aceptarlos y a comprometerse a
La teoría permite entender porqué elegir una opción de vida, a pesar de
los seres humanos continuamente los mismos (Pérez, 1996). Para ello es
exhiben las mismas respuestas ante común el uso de metáforas por parte
estímulos distintos a aquéllos ligados del terapeuta (Velasco & Quiroga, 2001).

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280 César Rey

A continuación se reseña cada 3. Diferenciar entre el yo y la con-


una de estas metas (Pérez, 1996): ducta. En esta meta se busca que el
1. Establecer un estado de deses- consultante aprenda que sus pensa-
peranza creadora. Debido al contexto mientos, emociones, sentimientos,
de la explicación, los consultantes co- imágenes y los demás eventos internos
múnmente consideran que la solución que considera gobiernan su conducta
de sus problemas psicológicos, pasa problema, no son acontecimientos con
por la supresión de los eventos inter- autonomía propia desligados de su yo.
nos (vg., ansiedad, pensamientos ob- De esta manera se busca que el
sesivos, etc.), que cree causan dichas consultante se haga “responsable” tan-
dificultades. En esta meta inicial, se to de dicha conducta como de estos
le hace ver al consultante que no es eventos internos. En el caso del temor
posible eliminar estos eventos inter- a hablar en público, por ejemplo, se po-
nos, buscándose así generar un esta- dría hacer ver al consultante que una
do de desesperanza que motive al cosa es verse como víctima de la ansie-
consultante a cambiar de enfoque con dad y otra distinta asumir que la mis-
respecto a sus dificultades. ma es una reacción suya, no algo
2. Hacer ver el control como pro- desligado de sí mismo.
blema. El contexto del control emocio- 4. Abandono de la lucha contra los
nal conlleva a que las personas síntomas. Luchar contra los eventos
piensen que el control de sus proble- internos es prácticamente igual que
mas radica en la intervención de los luchar contra sí mismo. Se ayuda al
eventos internos que los “causan”. En consultante a asumir definitivamen-
esta meta, se intenta hacer ver al te sus síntomas como otras respues-
consultante que estos eventos inter- tas con una funcionalidad, que radica
nos no son la causa de su problema en las contingencias a las cuales ha
sino parte del mismo. Por consiguien- estado expuesto y no como la causa
te, su regulación (por ejemplo, no pen- de sus problemas. Los usos
sar negativamente, controlar la lingüísticos son importantes en ese
ansiedad, etc.) no soluciona el proble- sentido. Por ejemplo, se puede ense-
ma sino que de hecho ayuda a que se ñar que una cosa es decir “Saldría pero
mantenga. En ese sentido es impor- tengo miedo” y otra “Saldría y tengo
tante detectar las reglas que buscan miedo”.
el control emocional y que el Para el logro de esta meta se invi-
consultante ha adquirido primordial- ta al consultante a sentir sus sínto-
mente por medio de su comunidad ver- mas, sin evitarlos o luchar contra su
bal (por ejemplo, “No pienses en eso”, presencia, pudiéndose en ese sentido
“Piensa positivo”, etc.), que en la ACT utilizar técnicas propias de la confron-
se consideran autodestructivas ya que tación con el estímulo, como la expo-
buscan suprimir reacciones del mis- sición en vivo y la inundación, u otras
mo individuo. actividades experienciales.

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La Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) 281

5. Establecer el compromiso de ac- Bajo el anterior presupuesto, Ca-


tuar. La meta final de la terapia es que rrascoso (1999) implementó la ACT con
el consultante asuma sus reacciones una persona que presentaba trastor-
problemáticas, es decir, las acepte y no de angustia con agorafobia y
se responsabilice de las mismas y es- Luciano y Gutiérrez (2001) la utiliza-
tablezca un compromiso en relación ron para el tratamiento de una perso-
con su vida, a pesar de las mismas. na con problemas de ansiedad. López
Como ya se indicó, esto no implica la (1999), por su parte, la utilizó para el
resignación ante aquello que preocu- tratamiento de una persona con des-
pa, sino el compromiso de actuar en orden de pánico con agorafobia, mien-
una dirección elegida por el mismo tras que Zaldívar y Hernández la
consultante, de acuerdo con sus me- utilizaron en un caso de agorafobia.
tas y valores personales. Huerta, Gómez, Molina y Luciano
Para el logro de esta última meta (1998), finalmente, la implementaron
es conveniente que el terapeuta en un caso de ansiedad generalizada.
incentive repertorios de conducta no Zettle (2003), en la misma línea,
evitativos, coherentes con el compro- trató individualmente a 24 estudian-
miso que el mismo consultante ha tes universitarios que presentaban an-
establecido. siedad ante las matemáticas, con ACT
en unos casos y con desensibilización
APLICACIONES DE LA TERAPIA sistemática, en otros. Los dos trata-
DE ACEPTACIÓN Y COMPROMISO mientos mostraron reducciones en
La revisión de las aplicaciones que una prueba de ansiedad y en medicio-
ha tenido esta terapia, publicadas en nes de autoinforme, ganancias que se
artículos de revistas científicas in- mantuvieron a los dos meses, según
ternacionales, revela que ha sido las medidas de seguimiento realizadas.
implementada con un amplio núme- Bach y Hayes (2002), por otra par-
ro de problemas psicológicos y con te, asignaron aleatoriamente a 80 pa-
adultos y adolescentes que muestran cientes hospitalizados con rasgos
una capacidad verbal normal, dado su psicóticos positivos, a un tratamiento
carácter de terapia verbal. Sin embar- con ACT, a un tratamiento estándar o
go, la ACT se ha considerado especial- a una combinación de estas dos in-
mente apropiada para el tratamiento tervenciones, mostrando los pacien-
de las dificultades psicológicas donde tes tratados con ACT una tasa de
es visible la evitación emocional rehospitalización equivalente a la
(como, por ejemplo, los trastornos por mitad de la alcanzada por los pacien-
ansiedad), ya que ayuda a los clientes tes que recibieron el tratamiento
a vivenciar, aceptar y comprometer- estándar, a los cuatro meses de ha-
se con las reacciones emocionales berse realizado el tratamiento.
que siempre han evitado y rechazado Paul, Marx y Orsillo (1999), mien-
(Pérez, 1996). tras tanto, trataron durante 12 con re-

Suma Psicológica, Vol. 11, No 2, 267-284, septiembre 2004, Bogotá (Col.)


282 César Rey

sultados positivos meses a un apropiada para intervenir sobre con-


exhibicionista remitido por la Corte, ductas que ponen en riesgo la salud,
tanto con ACT como con la Psicotera- como las conductas sexuales de ries-
pia Funcional Analítica, mientras que go y el consumo de bebidas alcohóli-
Bond y Bunce (2000) compararon la cas, probablemente por el componente
ACT con un tratamiento conductual de compromiso personal inherente a
estándar para reducir el estrés y la la misma.
ansiedad en el lugar de trabajo, mos- Tal efectividad tal vez radica en que
trando la primera opción mayores re- cuenta con sólidas bases conceptua-
sultados que la segunda. les y empíricas provenientes de la in-
Otras problemáticas tratadas con vestigación sobre la conducta
ACT o con sus componentes principa- compleja humana. Su fundamento
les son: abuso de bebidas alcohólicas teórico en la teoría de los marcos
(Velasco & Quiroga, 2001; Luciano, relacionales, constituye una invita-
Gómez, Hernández & Cabello, 2001), ción a fortalecer la investigación re-
duelo complicado (Luciano & Cabello, lacionada con los procesos de cambio
2001), depresión (Dougher & terapéutico implicados en la misma.
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