Psicologia
del desarrollo:
un enfoque sistémicoEatorlal UOC. a Capitulo 1. Desarrollo prenatal
Capitulo IV
Desarrollo prenatal
1. Del zigoto al organismo humano
La persona humana tiene unos inicios biolégicos comunes con la mayorfa de
las especies animales. El instante primordial es la fecundaci6n del 6vulo materno
por el espermatozoide paterno. De ah resulta la célula huevo o zigoto. Inmedia-
tamente arranca un proceso de multiplicaci6n celular en que el organismo va a it
adquiriendo la forma y la constituci6n propia de la especie humana. Brevemente
expuesto, el calendario del desarrollo organico prenatal es como sigue.
La primera fase es la germinal. El zigoto multiplica activamente sus células,
adopta forma esférica con una cavidad interna y al final de la segunda semana de
vida se implanta en el titero de la madre, Gracias a una capa de células especiali-
ada, inicia alli sus intercambios alimenticios. Comienza ahora la fase deembrién
que se alargaré, aproximadamente, hasta el final del segundo mes. Una acelerada
‘multiplicaci6n celular lleva ala formaci6n de tres capas diferenciadas: ectodermo,
‘mesodermo y endodermo, La primera da origen al sistema nervioso y a la piel;
la segunda al esqueleto, misculos, y aparatos circulatorio y excretor; la tercera al
aparato digestivo y respiratorio y también al sistema glandular. El embri6n crea
en toro suyo un envoltorio o saco que se llena del liquido amni6tico. Su funcién,
es amottiguar los eventuales golpes y regular la temperatura. Se diferencia tam-
bién ahora elcondén umbilical: una extension del feto hacia una zona de la pared
uterina que se conoce como ia placenta, A través de este acoplamiento placenta-
cordén umbilical se realizard todo el intercambio nutritivo entre la madre y la
criatura el resto del periodo prenatal. La placenta s6lo es permeable a sustancias
quimicas (no a la sangre, ni tampoco a prologaciones nerviosas). La evolucion la
ha construido delicadamente, durante millones de afios, para permitir el paso de{atonal UOC. ee Pcologia del desarolo
aquellas necesarias a la buena formaci6n de la criatura; sin embargo, la traspasan
los virus y tampoco est preparada para servir de barrera incondicional a la mul-
tiplicidad de sustancias, naturales o fabricadas, que hoy en dfa pueden ingerir las
‘madres (hormonas, farmacos, drogas). Algunas de las que atraviesan la placenta
Incidirén draméticamente en la salud del futuro nifo. Otras funciones de la pla-
centa son: servir de via de eliminaci6n a los desechos del metabolismo del em-
bri6n y producit hormonas* necesarias a la buena marcha del embarazo.
La “forma” —Io que primero llama la atenci6n de los bi6logos que estudian el
desarrollo- va perfilandose espectacularmente en esta fase de embri6n. Al final de
primer mes de gestaci6n, antes incluso de que se forme el cord6n umbilical, ya se
distinguen en él la cabeza, el cuello, el tronco; apuntan los grandes sistemas: el
nervioso, el 6seo, el muscular; también se aprecian algunas visceras: el coraz6n y
el higado. Todo ello cuando el tamafio del embrién es de 2,5 mm. La tercera fase
del desarrollo prenatal es la de feto. Transcurre desde finales del segundo mes,
‘cuando el embri6n (detamafo aproximado 3 cm) queda unido ala placenta por
el cordén umbilical, hasta el noveno mes en que se da el nacimiento. En este pe-
rfodo se corona todo el proceso de la configuraci6n de érganos corporales, de la
“puesta a punto” y primer funcionamiento de sus diversos sistemas: el muscular,
el nervioso, el respiratorio, etc.; surge la diferenciaci6n sexual; el feto se muestra
capaz de reaccionar a algunos estimulos externos; sus sistemas de percepci6n gus-
tativo y auditivo entran ya en accion. Por encima de la descripcién de los fen6-
‘menos que caracterizan estas fases, hay que considerar el proceso de organizacién
‘que acompana toda la morfogénesis*; estaorganizacion progresa de la fase de 6vu-
Jo ala de feto ya viable en un tiempo “record”.
Suele darse la fecha de las 28 semanas de gestaci6n como la frontera que ha de
traspasar el feto para poder sobrevivir (ser viable) extrauterinamente. Si el naci-
miento sobreviene entre las 28 y las 36 semanas de gestacion, el nifto es clasifica-
do como prematuro. Los nifios prematuros son “sujetos de riesgo”. Globalmente
su adaptaci6n es més problemética: pueden tener déficits respiratorios, dificultad
en autorregular su temperatura y otros. Los inconvenientes de orden biol6gico-
adaptativo que sufre el prematuro se prolongan imperceptiblemente en otros de
orden psicol6gico. Los culdados neonatales obligan a aislarle de la madre, se lo
coloca en una incubadora sometido a vibraciones, se le administra alimento por
vias no naturales, ete. Todo ello, aunque necesario para su supervivencia, retarda
yy afecta al ajuste de la criatura con su madre a cual es un entorno peculiar de tran-Eatorlal UOC.
Capitulo 1. Desarrollo prenatal
sici6n en la fase neonatal. Por otra parte, la evaluaci6n de la edad gestacional no
es mateméticamente exacta y nifios nacidos en la franja de las 36-37 semanas co-
rren el riesgo de no ser considerados prematuros y carecer de los culdados adicio-
nales (no exclusivamente médicos) necesarios a un buen comienzo del “caminar
por la vida”.
Hemos aludido a la organizacién que se despliega progresivamente a lo largo de
la fase prenatal. A la técnica actual no le serfa complicado “visualizar” como en el
zigoto, un corpiisculo de apariencia uniforme, se diferencian capas celulares;
1 6vulo adopta una forma alargada, se esbozan las grandes partes del cuerpo, apa-
recen los muflones de lo que luego seran extremidades, una disecci6n imagi-
naria nos mostraria la columna vertebral, el coraz6n, etc. El desarrollo uterino
nos plantea el enigma de una sucesién de niveles de complejidad organizativa
que abocan decisivamente al estado de recién nacido viable y que luego se pro-
sigue a lo largo de la nifez. La definici6n de desarrollo de Werner (cap. II) nos,
hace caer en la cuenta de que los aspectos que acabamos de describir constituyen
la faceta de la diferenciacién, Pero, al mismo tiempo, el investigador del desarrollo
embrionario y fetal tiene la conviccién (y puede demostrarlo experimentalmente
en animales) de que allf hay, en cada instante, un organismo o sea un sistema in-
fegrado. El desartollo procede por diferenciaci6n de estados globales y tiende a
nuevos estados globales; en todos ellos hay equilibrio, hay organizaci6n viviente.
Cualquiera que sea el nivel de complejidad de su desarrollo, en el organismo
~un sistema abierto- se dan continuos intercambios con el exterior. Hay en él una
asimilaci6n de los elementos que incorpora (nutritivos, respiratorios, energéticos)
Y una expulsion de sus productos de desecho, Este proceso global se conoce pot
‘metabolismo*. Cuando el organismo consta de unos pocos miles de células, como
ocurre en la fase embrionaria, no s6lo es la condici6n de “estar en vida” sino que,
ademés, ‘el metabolismo contribuye a su configuracién morfol6gica .
2. Las primeras conductas. La emergencia de la “psique”
La idea de “psique” (dnima) proviene de la filosofia griega y se contrapone a
la de “soma” (cuerpo). Descartes apuntal6 esta dualidad alma/cuerpo elevando-{atonal UOC. Pcologia del desarolo
Jaa la categoria de principio existencial. Para el psicélogo actual esta dicotomia
que contrapone los fendmenos con asiento en el cuerpo a los fenémenos de la
‘mente es una reliquia historica, Un autor francés, Coste (1977), lo expresa muy
acertadamente con un juego de palabras intraducible: frente a la obsoleta idea
de “homme et son corps” asumimos hoy que “homme est son corps”. Los fend-
‘menos psiquicos son inherentes ala corporeidad; reciprocamente, el cuerpo con-
lleva una actividad psiquica. La manifestacién por antonomasia de la misma es,
Jo que se denomina la conducta (0 comportamiento). La conducta es algo que se
observa siempre desde fuera del organisma. El criterio primordial de que “existe
conducta” es el movimiento, Pero éste nace de la necesidad del organismo de re-
ajustar sus estados de equilibrio internos en relaci6n al medio vital que le circun-
da, Explayaremos este tema,
Hemos definido los organismos como sistemas abiertos, es decir, en constante
Intercambio (en los dos sentidos fuera-adentro y dentro-afuera) con el entorno.
El intercambio implica cambios de estado del sistema y éstos van acompaniados
de cambios en la forma. Acabamos de aludir al papel que juega aqui el metabo-
lismo. También la ingesti6n de nutrientes produce alteraciones en la configura-
ci6n de los organismos. Cuando éstos constan de pocas células serdn, entre otros,
cambios de forma de las membranas celulares; en organismos més complejos,
(metazoos*) en que hay 6rganos especializados en captar alimentos y en asimi-
larlos, los cambios de forma son drésticos: locomocién, aprehensién, ingestion,
degluci6n... Estamos refiriéndonos al movimienta, El movimiento es la manifes-
taci6n externa de los cambios de estado de los sistemas orgénicos. El movimiento
es la seftal de que el organismo finciona o “se conduce” (conducta). Se ha hecho
una clasificaci6n de los diferentes mbitos en que el organismo “se pone en fun-
cionamiento”; son como los grandes ees de orientaci6n del organismo hacia el
mundo externo: alimenticio, reproductor, protecci6n, relacién con otros orga-
nismos, etc. La manera de funcionar 0 de conducitse en esos émbitos recibe el
nombre global de funci6n (funci6n alimenticia, reproductora, de auto-proteccion,
social, ete). La conducta es el ejercicio de las funciones vitales.
Volviendo ahora al embri6n y al feto humanos, podemos decir que emerge la
conducta cuando observamos en él los primeros movimientos. Hay que afadir
tuna cautela sobre la calidad de la “observaci6n”: no es igual que sea sensorial in-
‘mediata (vista, tacto) que instrumentalizada (ecografia, microscopio...). Por tanto,
situar el punto origen de la conducta en una fase o momento del desarrollo intrau-Eatorlal UOC.
Capitulo 1. Desarrollo prenatal
terino resulta ser objeto de comenio. Aceptaremos, de acuerdo con Amnold Gesell
(1880-1961) que con los primeros movimientos detectables en el feto de 2 meses,
nace la conducta. Gesell, uno de los cientificos pioneros del estudio de la psicomo-
tricidad humana, saluda con entusiasmo la aparicién de los primeros movimien-
tos fetales. Describe con minuciosidad cémo las primeras células que se van a ir
diferenciando en el embrién son las de los masculos que se alinean a lo largo del
eje dorsal (futura columna vertebral) y los que formardn las articulaciones con las,
extremidades (brazos y piernas). “Todo este conjunto, afiade, constituye el anda-
_iaje bésico de las posturas corporales”. Y es que para Gesell a conducta corporal
searticula sobre la postura, una de cuyas funciones primordiales es adaptar la masa
corporal a la gravedad. La otra es organizar la acci6n externa: “Toda acci6n presu-
pone un mecanismo postural y cada instante de un acto puede considerarse como
tuna actitud postural momenténea” (Gesell y Amatruda, 1945).
Este y otros autores hacen una descripcién detallada del despliegue de la con-
ducta del feto (de su “sistema de acci6n’, como él lo llama) entre la 8 y 28. sema-
nas de gestacion. El feto se agita; al principio esta en. postura ventral, poco a poco
se va irguiendo hacia la vertical; a medida que se configura su cabeza, la flexiona,
la hace girar; moveré las plernas (las comentadas “pataditas” sobre la pared uteri-
na); estiraré los brazos, cerraré la mano e incluso hay curiosas fotografias de fetos
““chupandose el dedo”. En opini6n de Prechtl (1986) los cambios de postura son, de
toda la gama ce movimientos del feto, los mas adaptativos. Probablemente contri-
buyen a que no se produzca la adherencia del cuerpo a las paredes del saco amni6-
tico y adquiera al mismo tiempo flexibilidad articulatoria. Se duda, con todo, que
influyan claramente en la posici6n de salida del feto por el canal vaginal como no
sea en las horas que preceden inmediatamente al parto (Carmichael, 1970).
Al profundizar en el desarrollo del movimiento fetal surgen dos aspectos enig-
miticos. EI primero se refiere a la causa que los origina, el segundo se pregunta
cudl es su funcién, Los movimientos fetales no son una “respuesta” a estimulos
que provienen del entomno fetal o extrauterino (lo cual no excluye que el feto re-
accione con un sobresalto a un sonido estentéreo o que cambie de posicién sila
‘madre hace un movimiento brusco, etc.). Nacen més bien de los procesos de re-
ajuste a los desequilibrios internos de todo organismo que es un sistema abierto.
“La espontaneidad de los patrones de movimiento de un feto no tiene nada de
“esponténea’: son reacciones a cambios internos o a perturbaciones que afectan a
los pardmetros que definen un estado de comportamiento” (Wolff 1986). En cuan-{atonal UOC. 86 Pcologia del desarolo
toa su imcién, las opiniones convergen en que tales movimientos no tienen nin-
‘guna, de inmediato;su utilidad para el organismo es més bien de indole prospectiva.
En dos aspectos: son preparatorios de actividades que se desplegardn plenamente
en la vida extrauterina (ensayos 0 “rodajes” de la maquinaria corporal). Por ejem-
plo, los fetos efectéan movimientos de t6rax y pecho anélogosa los respiratorios;
puesto que no se trata de la respiraci6n aérea se supone que su funci6n sea “poner
4 punto” el sistema muscular-respiratorio tal que su automatismo se desencadene
con todas garantias en el parto. La vida embrionaria oftece otros muchos ejemplos
de este-aparentemente-funcionamiento “en vacio”, tantos que ha dado pie a una
ley de funcién anticipatoric
‘ecolégico es crucial ~incluso antes de tener acceso a ese entorno- poseer estructu-
ras ya dispuestas (adaptadas) a entrar en accién (Carmichael, 1970).
La teoria de sistemas da cuenta de todos estos aspectos de una manera con-
para la supervivencia de un organismo en su entorno
cisa y elegante. La finalidad de todo sistema viviente (organismo) es vivir, o sea,
mantener su nivel de organizacion. Todos los fen6menos que tienen asiento en
€1nacen de sus propios desequilibrios y éstos provienen de que su estado, en un,
instante dado, esté caracterizado por un metabolismo esencialmente dindmico.
La arribada de una “perturbaci6n” exterior (estimulo, alimento, etc.) es s6lo una
forma de inducirle a cambiar de estado y su reacci6n a esa perturbacion -que es
Jo que llamamos comportamiento-no ¢s, en realidad, una reaccién a algo que viene
de fuera sino una acci6n para restablecer su equilibria. (S6lo el observador externo,
que liga el estimulo a la respuesta, habla de reaccién... Por eso se dijo antes que
el comportamiento es algo que “construye” el observador). En el caso del feto no
serfa necesario para “explicar” sus movimientos que hablemos de funciones an-
ticipatorias o de dinamicas de misculos asociados; basta que aceptemos que a lo
largo de su paso progresivo por estados de equilibrio (los que constituyen su pro-
cceso de vida prenatal) el feto tiene que estar incesantemente reajusténdolos. De
ah emerge el comportamiento. El observador que lo construye sabe, ademas, que
ese organismo fetal tiene Iuego una existencia en otras condiciones y cree ver (y
seguramente acierta) en ese comportamiento un anticipo o un “entrenamiento”
para la nueva vida. La moraleja final es que, al abordar la psicologia desde el angu-
lode la teoria de sistemas, el estudiante tiene que tener muy presente losdos puntos
de vista simultdneos: el del propio organismo humano y el del observador externo,
(que es el psic6logo, el médico, el bidlogo, etc.) y queambos tienen razén. AdemasEatorlal UOC. a Capitulo 1. Desarrollo prenatal
std invitado desde ahora a situarse en una y otra de ambas posiciones; s6lo as al-
canzaré la comprensién cientifica del comportamiento humano.
3. La sensorialidad del feto
Hasta hace muy poco se tenta el prejuicio de que el recién nacido no percibia;
en todo caso, “sentia” sus propios estados internos (hambre, molestias viscera~
les, etc.). Estaba, pues, fuera de lugar plantearse la cuestion de si el feto percibe
a través de su sistema sensorial. Ademés, ¢qué funciones podian adscribirse a
esta percepci6n intrauterina? El panorama ha cambiado hoy radicalmente. Ac-
‘tualmente tenemos la certeza, confirmada por experiencias in utero y extraute-
rinas (con abortos de menos de 28 semanas que han sobrevivido unas horas),
que los fetos tienen, ya a las 16 semanas de gestaci6n, un nivel de recepci6n téc-
til, olfativa y gustativa notables. Sin embargo, las experiencias y descubrimien-
tos mAs llamativos son los que conciernen a sus capacidades auditivas.
Desde siempre se sabe que ante sonidos intensos los fetos reaccionan mo-
vigndose bruscamente. Aunque anecd6ticos, los testimonios de madres emba-
razadas son concluyentes al respecto. A partir de los afios 30, investigadores,
pertrechados de un instrumental cada vez més sofisticado, han tratado de estu-
diar este fen6meno e indagar las consecuencias que pueden acartear para el sis-
tema auditivo del nio los ruidos y, en general, el entorno sonoro de la madre
embarazada. Primero se introdujeron micréfonos en miniatura dentro de las pa-
redes ventrales de madres que se prestaron a ello, luego se han reproducido en
‘cAmaras artificiales las condiciones sonoras de un saco amniético; se han obser-
vado mediante ecografia las reacciones de los fetos, se han registrado en electro-
encefalograma sus percepciones auditivas; se ha conseguido en un despliegue
espectacular de técnica depurar los sonidos de manera que se filtraran, a través
del cuerpo que porta la criatura, aquellos que mejor parece percibir, Etcétera,
Los resultados nos dicen que los fetos oyen ya a partir de los 6 meses de gesta-
ci6n y que su audicién progresa imparablemente hasta el momento de nacer. Es
més, la ausencia de reacciones ante estimulos sonoros es sefial de que el feto sufre
perturbaciones severas. Los fetos perciben, ante todo, los ruidos internos del cuer-{atonal UOC. mo Pcologia del desarolo
po de la madre (digestivos, respiratorios, latidos del coraz6n...) y perciben asimis-
‘mo sonidos externos. Los investigadores se han aplicado a estudiar cudles de éstos
llegan mejor a los ofdos prematuros de los nifios en gestacién. Lo que han descu-
bierto es fascinante: de todos los sonidos percibibles, aquellos que captan més fiel-
‘mente (o sea, que llegan menos distorsionados por el paso a través de las paredes,
ventrales y el liquido amni6tico, y que sobresalen sobre el fondo sonoro del habi-
‘éculo matemno) son las voces humanas (Fifer, 1987). |De Casper'y Fifer lo han
confirmado de manera espectacular: los recién nacidos reconocen la voz de su
madre y prefieren escucharla, frente a otras voces femeninas en competencia (De
Casper y Fifer, 1980). De esta voz, el nifio que viene de camino no capta otto men-
saje que el de su tonalidad afectiva que le impregnaré puede que decisivamente.
Claude Rakowska-Jaillard (1982) escribe: “El entomno auditivo-sonoro de feto
‘no puede por menos de ejercer una profunda influencia sobre el desarrollo de
sus sentidos, por un lado, y de su afectividad, por otro”. No hay que olvidar, se-
fala este autor, que el ofdo es también el rgano del equilibrio y (conjugando
el sentido material y metaférico de este concepto) quea través de los sonidos se
contribuye a echar los fundamentos de una psique infantil equilibrada, La Psi-
cologia del Desarrollo otorga escasa importancia a la calidad del entorno sonora
que rodea al nifto, antes y después de nacer. Las investigaciones sobre el impac-
to del ruido de los aviones en la cercania de aeropuertos son en esto concluyen-
tes: hay un riesgo de sordera parcial. Aunque no se legue a esos extremos, el
grado de “polucién sonora” en nuestro entorno ciudadano actual es alarmante
yello va a repercutir en el sistema psiquico del nino a través de su ofdo. La accion
de los padtes no s6lo ha de ser preservadora sino estimulante,
4. El entorno materno. El embarazo
E] feto es un sistema abierto hacia un entorno muy especial: la madre, En-
vuelto materialmente por ella, de ella recibe, a través de la placenta, las sustan-
clas nutritivas y energéticas con que se construye su pequefio organismo. Las
carencias nutritivas fetales, segtin Barrett (1982), pueden afectar al desarrollo
del sistema nervioso del feto; también a su crecimiento por cuanto influyen en