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Cartrutod La ESCUELA DE FRANKFURT Y LA-THORIA DE LA CULTURA DE MASAS El sol negro de la modernidad “Todos vivimos, por lo menos en algunos momentos, con a idea de que los medios nos engafian, nos adormecen, thos ocultan la naturaleza de una realidad que llama a la fceién y no a la summisiin, Esta idea casi nunca se consti- tuye en una teoria que se asuma realmente, mas allé de la ospecha de efectos hipnéticos. Desde este punto de vista, linterés de la Teoria Critica aplicada a los medios por ‘Adorno y Horkheimer, en el Ambito de la Escuela de Frankfurt, no radica en su exactitud sino en el hecho de {que permite sstematizar y radicalizar las criticasdirigidas To que muchas veces se percibe como una cultura degra- ‘dada y degradante: hace explicito aquello que Fundamenta fd rechazo a los medios, suministrando un modelo muy ‘coherente de la dominacién ideolbgica que impondrian ‘estos ltimos. fe Mavoner La Teorts Crftica es totalmente vigente porque ofrece el provotipo de razonamiento segin of cual cada quien es llevado a suponer que los dems se engafian por algo que 4 uno mismo no lo engafa. Desde el punto de vista de las Ciencias soca, sv interés ese de suministrar un primer fndamisje para un métode de la dominacin cultural que Se expresa a tavés de Tos medios masivos. A pesar de que su formulacin sigue siendo rudimentaria y contaminada de prejuciosclitistas, permite deimitar el problema deta relacion entre el mundo de los medios y el juego de las desigualdades sociales, et decis, el problema del efecto ideologico. Dé LA CULTURA DE MASAS A LA INDUSTRIA CULTURAL Creado en 1923, el Frankfort Institut fv Sosiaiforschug estaba integrado por filésofos judios alemanes formados ‘durante fa Repaiblica de Weimar, en su mayoria abligados ‘a emigrar a Gincbra en 1933, luego a New York en 1934, tdebido a las persecuciones y al cierce del Centro decretado por los Nazis, Theodor Adorno es lider indiscutible del {grupo quien junto con Max Horkheioer, define las gran- ‘des lineas de una vision critica de la cultura de masasen los afios euarenta, El adjetivo “eritico” entonces, remite aqui, una corriente de investigacién muy precisa, lo mistno {que la expresion “cultura de masas” que lego se velvi6 tan comiin, mis que todo en suacepeién peyorativa®. Esta se origina en los violentos debates que rodean el descu- [A pouiiwcmOnigh Me sine eine at \etnm cole wane hb pln 8 ela penn brimiento intelectual de las sociedades modernas a finales ddl siglo XIX, la nociéin de masa va acompafiada de la de ‘moltitud en los escritos de Freud, Le Bon, Spengler, Ortega y Gasset y T. S. Eliot. Autores progresistas y con- servadores se retinen en una perspectiva, casi siempre nostilgica, que demuneia una desviaciOn patoldgica basada ‘en una hextilidad hacia Tos fertémenos de democratizacion cultural y econémica, que se integra de manera original con una reflexion marxista en la Teoria Critica aca Adorno y Horkheimer, la modernidad se caracte- riza por la omnipresencia de la técnica y por la mercantili zacién de las relaciones hummanas. Las grandes institucio- nes sociales como la familia, que protegian a los individuos dando sentido a su vida, se desintegraron bajo la presién del mundo de trabajo y del espiritu de competencis. Esas instituciones no los pueden proteger del universo piblico {que invade con sus exigencias todas las esferas de la exis- tenela, incluso las de Ia nifiezy la del tiempo libre (la finiea manera de susteaerse a lo que ocurre en la Fabrica y cen Ia oficina es adaptarse a ello durante las horas de ovio”, ‘La Dialectique de la raizon, 1947). Los miembros de las sociedades industrializadas estin expuecstes al suftimiento psicelégiea y son particularmente yulnerables desde un ppunto dle vista ideolOgicn. Esta supuesta fragilidad fue descrita de manera impactante a comienzos de los afos tiacuenta por la filésofa Hannah Arendt, otra emigrada flemana, que mantenia elaciones tanto de afinidad intelectual como de desprecio con la Fscucla ce Frankfurt. En su teoria del totalitarismo expone una visiin del ascenso del nazismo que rechava cualquier interpretacién fen términos de clases sociales: si se puede desarrollar el espotismo absoluto es porque aprovecha el desurraigo so- cial y la ausencia de normas colectivas. La principal carac- teristica del “hombre de masa” es, segiin sus terminos, el ne acne aislamiento la carencia de relaciones sociales. Ast mismo, ‘Adorno y Horkheimer ubican, en lo que ellos consideran ‘como un ferndmeno de stomizacién social, el origen de los males de las soviedades modemas: los hombres estén abandonados a si mismos pero al perder sus rafces y sus comunidades de origen, se vuelven extraios asf mismos, “alienados”. Son entonces susceptibles de ser manipulados por las nuevas fserzas que gobiernan a la sociedad, parti- cularmente por los medios a los cuales estén confrontados directamente. Esta manipulaci6n sigue dos. grandes caminos,el de la alabanaa y el dela seducci6n, El atractivo del lider carismatico que sigue el ejemplo hitleriano, dpende de la potencia de la hecramienta que utiliza la repeticin obsesiva de sus discursos difundidos por radio~ y de la adulacién de los instintos autoritarios que sabe cnacerbar. De esta manera Adorno se dedicé a establecer tuna escala que permite medie concretamente el grado de autoritarismo de los individuos, segin la. metodologia expuesta en The Authoritarian Personatity (1950), La cultura de masas, rehautizada “industria cultural” para enfatizar su aspecto mecinico, auromatizado, no se reduce sin embargo al uso que hizo de ella el dietador sino que es un bombardeo permanente de entretenimientos que afectan el juicio y adormecen la razén. Desde su apa- icin reciente en el siglo XIX, lleg6 a destruir la auténtica cultura popuilar del pasado, fade las tadiciones orales © culinarias que se fundamentaban sobre un “arte inferior” y las tradiciones del "arte superior” que buseaban la dif cultad, Ia distancia en la expresion formal, ast como la critica de las jerarquias. El poder de lo que se impone en todas partes y que ya no es una cultura real sino una simple dominacién, proviene de su potencia técnica y de su capa- cidad para producir en cadena programas radifénicos, peliculas o novelas que se basan en morales ficiles de en- tender ysatisfactorias para el espiritu ‘Los medios masivos, administados como industrias, «jercen una permanente eduecién porque avian, relajzn, permiten sofiar y tener esperanza. Los estercatipos que &tos teansmiten reducen la complejidad del mundo y ustan por su monotonfa tranquilizadora. Los modelos de identifcacién que proponen son solamente derivativos itsisorios © medios de quedar encerrado en un estado infinito de pasividad: los juegos de azar permiten asi Jmaginar na solucin ripida y feliz al desamparo perso- nal, Es as como el western se fundamenta por completo en ‘un individualism que puede parecer triunfante al final el roe es el nico vencedor) pero que resulta ilusorio: el nero hace pensar que los problemas sociales se resuelven ‘on soluciones fisicas individuales pero s6lo sirve para ‘ocaltar Is realidad de la explocacion capitalista que es co- lectiva, al servicio de una clase que controls tanto los te- dios como los dems sectores de la economia junto con el poder politico. Nunca se recupeta el tiempo pasado en placeres dulzones, en suefios de desquite con el destino, en admiracién por ljanas estrellas. Los medios forrman una Cortina de humo, sn vapoe que embrutece: la comunica- cin de masa conduce al silencio de las masas. Son el anti- Auftlirung, el sol negro de la modernidad: genetalizan la seen Se cide sce y de espee porta vedere cultura, “engaiando” alos seres humanos, Cae anotar que la Teorfe Critica no se fundarmenta en la idea vulgar del estimulo, Su gran aporte esque introtace una relexién sobre Ia ideologia en el eampo de la invest- in sobre los medios (se hablars aqui de efecto ideold- co cn lugar de reflejo condicionado)y establece el vinca- Toentre historia y comunicacién, De esta manera prolonga Tas ideas de Marx sobre la explotacién econémica al pro- fare Matonts yectar en el mundo de Ia cultura la idea de dominacién econémica y socal (retoma la maxima marxista -bastante imprecisa~ segiin la cual “Ios pensamientos dominantes son los pensamientos de la clase domminante”). La cultura tam- bien es un espacio de relaciones de fuerza, no solamente un entretenimiento inocente 0 un atte desinteresado, Pero el vinculo que se establece entre cultura y domminacién econé- mica © politica sigue siendo un vinewlo efgida, Ia infracs- ‘tructuca (la econémica) determina la superestructura (la cultura). En la Teoria Critica, el hombre de masa sélo tiene Ia alternativa entre la excitaciém (la crispacién reaccionacia de la multicud histériea denunciada por los pensadores conser adores) o la apatia (“el suspiro de la criatura opri- imida” que deploran los revalucionarios), los dos efectos ddominantes de las drogas sobre la mente, Los medios jue= gan el mismo papel que la religiGn en Marx, son el nuevo opio del pueblo: “el placer favorece la resignacign que supuestamente ayuda a olvidar” (La Dialética de la vas6n), rconsciente de los ‘amo los hombres Eniste una contribueién consciente © individuos a su propia perdicin: “as tomaron siempre mas en serio que sus sefiores la moral ‘que les venia de ellos, las masas engaiadas de hoy padecen, ings fuertemente que quienes han tenido éxito, el mito del éxito” (EL fanesto apego del pueblo por el mal que le hi een supera incluso la astucia de las autoridades", La Dialéctea de a raz6n). EL PESO DR LA REEERENCIA A LA GUERRA ¥ DEL ELITISMO CULTURAL Se pueden hacer muchas objeciones una visién de este tipo. Adorno opera una fusién entre la teoria dela raciona- lizacion y del desencanto de Weber (en su versién mis pesimista, ala cual Weber no siempre adheria) y Ia teoria det fetichismo de la mercancfa de Marx! Se inscribe en la perspectiva del flésofo marxista htngaro Georg Lukics, quien en su Teora de la Novela (1916), fue el primero en tcalizar un anilisis de los contenidos dela novela burguesa en términos de reftejo del mundo econémico. Los héroes novelescos de Flaubert o Balzac habitan un universo de- gradade, dislocado, carente de valores, que no hace sino remitir al vacfo del mundo meccantil desertado por el are. El problema de esta teora es que se fundamenta en prest= puestos muy roménticos, abusivamente melancélicas. Ha- bria como un mundo autéatico, leno de sentido, ontolégi- 0, y luego todo se convertiria xélo en decadencia, en pérdida de valores. EI llamado a una revolucién que tibra- ria el mundo del capitalism vaca entre wn utopismo in- ‘genuo (construir un mundo nuevo) y un existencialismo reaccionario (hay que volver atti) Es obviamente dificil no observar la relacién entre el pesimismo extremo de estos filsofos racionalistas y el contexto histSrieo en el cual vivieron. Los miembros dela Escuela de Frankfurt fueron ieremediablemente marea- ddos por la Segunda guerra mundial, Iuego por la Shosh cuya experiencia generalizaron en la idea misma de mo- demnidad (ano ve puede dar cuenta de esto leyendo fa iltima obra importante de Adorno, Dialécrica negatca, en la que evoca el imperativo de siempre “pensar y actuar de tal manera que no se repita Auschwitz"). Antes que ellos, Lkécs confesaba que el punto de partida de su teoria de la novela fe la inicacin de la Primera Guerea mundial y cf “desespero permanente” «que lo habitaba. Fl especticulo io Maroney de los medios alemanes de entretenimiento del periodo entre las dos guerras, consideradas como engatifas que ocultaban el ascenso del nazismo, y el exilio newyorkino ue los oblig6 a estrellarse contra una cultura norteameri- cana perturbadora para los intelectuales, dieron igualmente forma a un juicio hostil respecto a esta Gltima, Adorno sentia una verdadera aversion contra la radio, el cine y los séneros considerados entonees como “populares” o incluso ns nobles (el jazz). Reserv sus estdios mis interesantesa la misica que le interesaba (“elisica” 0 “contemporénca") y amalgamaba las demas producciones que despreciaba. St concepcidn del arte, como lo observa Hans Robert Jauss, es muy claramente eltista porque rechaza toda expericncia ligada con el goce, con el placer inmediato, El placer es un ‘olvido de si mismo y de su stuacin socal, es eonformarse con cf statu quo, El arte debe ser acusador, “negativo"s consiste en un distanciamiento, un aseetismo moral y ‘stétic (que por ejermplo ilutran a pintura abstractao le nouveau roman). Quien habla de placer, por ejemplo del ‘ido, “se traiciona cuando habla", revela su hostilidad bburguesa contra una inteleeualizacin del arte: “el burgués desea la opulenciaen el arte y el ascetismo en la vida: seeia mejor que desease lo conteario” (Teorka ettica, 1970), Sin embargo, Adorno reconoce los limites de cualquier ‘experiencia ascética del arte: "si se eliminarael goee asta su Altimo vestigio, no se podrfa contestar a la pregunta de saber para qué sirve que haya obras de arte” (Teoria etétiea). Su rechazo al placer taduce, ate todo, una desconfianza respeetoa la emocida ya lo que ne puede ser controlade por los intelectusles, Se acerca a Platén quien deseaha imponer ‘una cutela.a las artes y expulsar a los poetas de la ciudad,

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