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ido de manera adecuada ue introdujo Mannheim el concepto de ideologta tee importante compa- suhace esta comparacién blemas asociados con srins de realizacién, se ngia mas restringida de En esta descripcién, las ade irrealizables en ia 1 mas extremas: ideas untarse si, de aplicarse que se pudiese lamar plo que cita Mannheirn un amor fraternal cris- aplia gama de doctrinas I conservaderismo al el punto que quiero deologia de Mannhein: Itérmiinio, enfocandose Uizabilidad: Jo que esta vacién. Bn los escritos de on la nocién de domi- cones constitativas de va sea al expresarias, dominacién de clase. acién se pierde en Ja specto tiene mas en co- cepciones de ideotogta ciones siguientes del enize el concepto de srollaré de tal manera para el andlisis de Ia REPENSANDO LA IDEOLOGIA: UNA CONCEPCION CRITICA En las seceiones anteriores he analizado algunas de las etapas principales de Ia historia del concepto de ideolagia. He puesto de relieve algunas de las concepciones especificas que han emergido en el curso de dicha historia, desde Is ciencia de tas ideas de Destutt de Tracy hasta las diversas concepciones discernibles en Ios escritos de Marx y Mannheim Ahora quicra ir mas alld de esta investigacién histérica y desarrollar una formulacién alternativa det concepto de ideologia que se base en algunas de las contribuciones antes examinadas. Al hacerlo asi no intentaré rehabilitar ninguna concepcin particular de ideologia, ai propondiré sintesis grandiosa o contundente alguna. Mis objetivos son a la vez mas constructivos y mas modestos. Son més constructivos en el sentido de que intentaré desarvollar una nueva formulacién del concepto, de ideotogfa mas que rehabilitar alguna concepcién previa, Fsta oueva formulacién captard el espiritu: de algunas concepciones anteriores pero no se adherird al pie de Ta letra de alguna descripcidn particular. Mis objetivos son mas mocestos ex el sentido de que no haré ningun intento por sintetizar las diversas convepciones puestas de relieve antes, conto sila compleja historia del concepto de ideotogfa se pudiese Hevar ahora a una cuiminacion nstu-al; la formulacién que intentaré ofrecer es una contribucion a esta historia, no una propuesta para ponerle fin. Mis objetivos son también modestos en el sentido de que dejaré de lado muchas de las suposiciones y alegatos —a veces muy ambiciosos— que se asocian con el concepto de ideologia. No hay necesidad de intentor defender y justificar las saposiciones y los alegatos de las concepciones de ideologia que se abordan mejor conio los primeros episodics de una historia larga y confusa. Por supuesto, la formulacién, alternativa que propondré implica sus propias suposiciones y en este capitulo y en otra paste intentaré explicar y justificar tales suposiciones, Permitaseme empezar por establecer una distincién entre dos Fipos gencraies de la concepeisn de idvotogta. Semejante distincion » 4 lasificar las diversas conceperones de ideologia en dos cate gortas BL bisicas y serviré come trampolin para desarrollar un punto de vista altemmativo. Un tipo generat es lo que Hamaré «concepciones neutrales de ideologia». Las concepciones neutrales son aquellas que intentan caracterizar los fenémenos como ideologia 0 ideo!égicos sin implicar que sean necesariamente engahosos o ilusorios, 0 que se alineen con los intereses de algtin grupo particular. De acuerdo con las concepciones neutrales, la ideolagia es, entre otros, un aspecte de la vida social (0 forma de investigacién social), yne es ni mas ni menos atractivo o pro- blemitico que cualquier otro. La ideologia puede estar presente, por ejemplo, en toda programa politico, sin considerar si se orienta hacia la revoluci6n, la restauraci6n o la reforma, sin considecar si aspira a la trans- formacién o la preservacién del orden social. La ideologia puede ser tan necesaria para los grupos stubordinados en su lucha contra el orden social como lo es para los grupos dominantes en su defensa del statu quo. Al igual que el armamento militar 0 los conocimientos tActicos, 's idealogia puede ser un arma que se oriente hacia la victoria, aunque no hacia a algiin vencedor en particular, puesto que en principio esté 2 disposicion de cualquier combatiente que tenge Jos recursos y Las he bilidades para adquirirla y utilizarla. Podemos distinguir las concepciones neutrales de ideologia de un segundo tipo general que describiré como «concepciones criticas de ideologia». Las concepciones criticas son aquelias que transmiten un sentido negativo, critico 0 peyorativo. A diferencia de las concepciones nwutrales, las concepciones criticas implican que los fenizenas carac- terizados como idealogia 0 como ideol6gicos son engahasos, ilusories 0 bilaterales; y ia varacterizacién misma de los fendmenos como ideologia lleva consigo wna critica implicita o una condena de ellos, Las concepciones criticas de Ja ideologia difieven en términos de las bases sobre las que implican un sentida negative. Podemos escribir tales bases discrepan- tes como los criterios de negatividad que se ascxian con las concepciones particulares de ideologta. La distincién entre los concepciones neutrales y criticas de ideologia, y la diferenciacién de los criterios de negatividad, nos permite clasificar las diversas concepciones de ideologia antes examinadas en términos del esquema que se presenta en la tabla 1.1 El esquema indica que las concepc Lenin, Lukics y Man total) comparten uni diferencias que separ ideologia son concep: necesaciamente un s asificacne neutrales Diegtut de Fee {ite Cuave Marx 1 -concepeién poten Marx 2- concepeisin epife: Manx3-concepciée latent Mann ‘Mannbeim 2- eoncepeién A. abstracto 0 ives B- erréneo 0 Musotio © express los intereses d m1 Formac (D- mantiene las r lar un punto de vista ‘oncepciones neutrales uellas que intentan 2ol6gicos sin implicar © que se alineen con los © con las concepciones cto de la vida social (o menos atractivo 0 pro- ade estar presente, por var si se orienta hacia la Jerar si aspira a la trans. ideologta puede ser tan fucha contra el orden 4 defensa del statu gao, imientos técticos, la Ja victoria, aunque + que en principio esta # los recursos y las ha- ales de ideologia de un eepciones criticas de que transmiten un ia de tas concepciones Jos fenémenos carac- engafosos, ilusorios 0 menos como ideologia ellos. Las concepciones 1s bases sobre las que {sles bases discrepan- 1 con Jas concepciones acepciones neutrales y wade negatividad, nos ogia antes examinadas abla 1.1. El esquema | | indica que las concepciones de ideologia desarrolladas por Destutt de Tracy, Lenin, Lukécs y Mannheim (en su formulacién general de la concepcién total) comparten una caracteristica importante, a pesar de las muchas diferencias que separan a estos pensadores. Todas estas concepciones de ideologia son concepciones neutrales, en e? sentido de que no transmiten necesariamente un sentido peyorativo y negativo, y de que tampoco Table 3.1 Clasificacién de algunas concepciones de ideologia Concepciones eriticas Concepeioies— Concepeion de Crores de newirales vologia negative Destun de Tricy Napoledn 4B Mane AB Marx 2 BC | Mars 3 BD i senin aa Mannheim 1 Mannheim 2 orn Marx 1 -coneepeién polémica ‘Marx 2 concepeién epifenaménica Marx 3- concepcisn Iatente | Manntielin 1 - formutlaciin general de Ta concepeisn total -Mannitelm 2 cancepeisn testringida de Mannheim As abstracte a real Berréneo o ihusorio Co expresa les inter [D- inantione las relaciones de dominacion 2s dominantes 83 implican necesariamente que la ideologia sea un fenémeno que deba combatirse y, de ser posible, climinarse. Fn contraste, las concepciones de ideologia postuladas por Napoleén, Marcy Mannheim (en lo que he des- ccrito como la concepcién restringida de Manheim) son todas concepciones criticas. Todas transmiiten un sentido negativo e implican que los fené- ‘nenos caracterizados como ideologia son susceptibles a fa critica Los criterios de negatividad, en virtud de los cuales las diferentes concepeianes eriticas transmiten un sentido negativo, varian de una con- cepcién a otra. En el uso dado por Napoleon al término, la «ideologian transmitia un sentido negativo al sugerir que las ideas tratadas eran errénease impracticas, y que eran engafosas y estaban dlivorciadas de las sealidades pricticas de la vida politica. La concepcisn polémica de ideo- logia de Marx retuvo estos dos criterios de negatividad, al tiempo que cambié e] blanco de ataque de la ciencia de las ideas de De Tracy a la especulaci6n fitosética de los jévenes hegelicnos. Con la transicién a la concepcién epifenoménica de Marx, cambian los criterios de negativi- dad: las ieleas que constituyen la ideologia son focavia ilusorias, pero se consideran también como ideas que expresan los intereses de la clase dominante. Itimo criterio es rentplazado por otro en lo que des- cribi como la concepeisn lntente de ideologis en Marx. De acuerdo con Ja concepcién latente, la idcologia es un sistema de representaciones qute ocultan y engafian, y que, al hacerlo, sitven para mantener las relaciones de dominacién. Con Ia formulacién posterior de la concepcién restrin- gide de Mannheim, tos criterios de negatividad retroceden hacia aquellos caracteristicos del uso dado por Napoledn al término y de la concepcién potémica de Marx. Este esquema podria extenderse para incluir las contribuciones ms recientes a La tearia y al analisis de la ideologia. Sin embargo, 20 intentaré extenderlo aqui. Consideraré algunas contribuciones recientes enel capitulo siguiente, pero lo haré teniendo en cuenta un objetivo Ievemente distinto: me preocuparé menos por las concepciones espe- citicas de ideoloyia empleadas por los autores contemporsneos, y eas por generates sobre la naturaleza y el papel de la ideotogia en las sociedaties modernas. Empenn, como lo he ndicado en otro sus descripeiones ge contexto,” la mayo sobre ideologia —de a Louis Aithusser— concepcién neutral ¢ smo sistemas de cree oa805 estos autores distanciarse explicit lrictiva» o cevalual alternative al analis Intentaré contradec concepto de idealogt: ideologia con base ¢ anteriores, en tanto tal concepcidin puec fero y digno de ser c se orienta hacia el a pero que, al mismo Jegado ta historia del De acuercin cor login seasocia pri:icip se intersectan cn fas movi snificac reforzar a los inivi Permitascme definire es estudiar Jas sestener hos re Fenomenos simbsticos tancias soctohists relaciones ce dominz los fenémenos simmb6lic en si, sino que son ides tancias particulares, | ¥ n fenémeno que deba aste, las concepciones heim (en Jo que he des- son todas concepciones implican que los fené- lesa la critica. ss cuales las diferentes Vo, varian de una con- imino, la «ideologian ts ideas tratadas eran ban divorciacias de las “46 polémiica de ideo- ividad, al tiempo que deas de De Tracy ala 8. Con la transicion a scriterios de negativi- avia ihisorias, pero se 5 infereses de la clase of otto en lo que des- starx. De acuerdo con representaciones que antener las relaciones 4 concepcién restrin- ‘oveden hacia aquellos no y de ja concepeién ir las contribuciones gia. Sin embargo, no sibuciones recientes uienta wn objetivo ‘oncepcicnes espe- sordineos, y mas por apel de la ideologia © indicade en otro contexto,” la mayor parte de los autores contemporéneos que escriben sobre ideologia —de Martin Seliger a Clifford Geertz, y de Alvin Gouldner a Louis Aithusser— emplean alguna versién de lo que he descrito como concepcién neutral de la ideologia. En general, la ideologia se concibe co- mo sistemas de creencias 0 formas y practicas simbélicas; y en algunos casos estos autores —como Mannheim varias décadas atras— buscan distanciarse explicitamente de To que consideran una concepeisn «res- trictivan 0 «evaluativen de la ideologia. Al desarroliar un enfogue alternativo al anélisis de Ja ideologia, mi objetivo sera muy diferente. Intentaré contradecir 1o que he descrito como Ia neutralizacion det concepto de idcatogta. Intentaré formular una concepcidn critica de Ja ideologia con base cn algunos de los temas implcitos en concepciones anteriores, en tanto que abandono otros; ¢ intentaré demostrar que tal concepci6n puede proporcionar una base para un enfoque fruct{- foro y digno de ser defendido para analizar la ideologia, enfoque que se orienta hacia e) analisis concreto de los feaémenos sociohistéricos pero que, al mismo tiernpo, mantiene ef cardcter critico que nos ha tegado la historia del concepto. De acuerdo won ts concepcién que propondré, el analisis de la ideo- logia se asocia principalmente con las maneras donde las formas simbélicas se intersvetan con Jas retaciones de poder. Trata de las maneras donde se moviliza el significado en ef mundo social y sirve en consecuencia para reforzar a los individuos y grupos que ocupan posiciones de poder. Permitasemie definir este enfoque con més claridad: estudiar la ideologia esestudiar las maneras en las que el significado sirve para establecer y sostener las relaciones de dominacién. Los fenémenos ideolégicos son fendmenos simbélicos significativos en /a medida en quesitven, en circuns- tancias sociohistoricas particulares, para establecer y sostener las relaciones de dominacién. En fa medida en que sea crucial acentuar que 10s fendinenos simbolicos, 0 ciertos fendmenos simbiélicos, ne san ideologicos en si, sino que son ivooldgics sélo en la medida en que sirven, en circuns- lancias particulares, para mantener Jas relaciones de dominacién. No 37 Jahn B Thompson, Stuies in the Theory of lfevingr (Cansbridge: Poisty Press, 1984) podemos interpretar por separado el cardcter icteolégico de los fendme- nos simbélicos de los fendmenos simbilicos tismos. Podemos captar los fenémenos simbélicos como ideolégicos, y podemos anelizar la ideologia, s6lo af situar los fendmenos simbélicos en los contextos sociohistéricos donde tales fenémenos pueden servir, 0 no, para establecer y sostener las relaciones de dominacién. $i los fenémenos simbélicos sirven 0 no para establecer y sostener las relaciones de dominacidn es una pregunta que se puede responder sélo al examinar la inte: entre significado y poder en circunstancias particutlares, s6lo al examinar las maneras en que Jos individuos situados en contextos sociales estructurados emplean, hacen circular y comprenden las formas simbélicas. Al formislar esta concepci6n de icleclogia, parto de lo que he descrito como la concepcién latente de Marx. Sin embargo, retengo, de una manera modificada, un solo criterio de negatividad como rasgo definidor de la ideologia: es decir, el criterio de sostener las relaciones de dominaci6n. No es esencial que las formas simbélicas sean errdneas o ilusorias para ser ideolégieas. Pueden ser errdneas o ilusorias; de hecho, en algunos casos la ideologia puede operar al ocultar o al enmasvarar las relaciones socia- les, al oscurecer o falsear las situaciones; pero éstas son posibilidades contingentes, no caracieristicas necesarias de la ideclogia como tal. Al tvatar el error y 1a ilusién mas como una posibilidad contingente que como una caracteristica necesaria de a ideologia, podemos librar el andlisis de 1a ideologia de parte de la carga epistemolégica que io ha agobiado desde los tiempos de Napoledn. Dedicarée al analisis de la ideotogia no presupone necesariamente que se haya demostrado, o que se pueda demostrar, que tos fenémenos caracterizados como ideolégicos sean err6neos 0 ilusorios. Caracterizar los fendmenos simbélicos como ideologicos no impone necesariamente al analista la carga de demostrar que los fenémenos asi caracterizados sean «lalsos» en algtin sentido. Lo que nos interesa aqui no es fundamental ni inicialmente la verdad o Ja falsedad de las formas simbéheas, sino més bien las maneras en que estas formas sirven, en cireunstancias particulares, para establecer y sostener las relaciones de dominacion; y no es de ninguna manera et caso die que las formas simbéitcas sirvan para establecer y sostener retaciones: accid 86 de domtinacién soto « lisis de la idectogia sus dle justificacion, ya el. a fin de abordar tale: que la caracterizacién implica directa y neces. Hay dos aspect: estoy proponiende d) Marx. En el trabajo ds nacién se entiende po de las relaciones de cle subordinacion de clase gialdad y lo explotaci sociedades capitalista ciones de dominacio: entre las diversas fac oprimido y el campes nen por la persistertcia de mediados def siglo » clase san s6lo una de ta: sélo uneje de desigua deninguna manera la al beneficio de la rets Marx por las relacior tanto que Marx tivor de clase como base dk por alto oa restarle énf xos, entre los grupos é stados-nacién y los las relaciones de clase modernas y que sit tre dominacién Tales éni amoevidentes en la ac ctominacidn de clase y oldgico de los fendme- 10s, Podemos captar los as analizar la ideologia, textos sociohist6ricos stablecer y sostener las Slicos sirven 0 no para 21s una pregunta que Sn entre significado y nar las maneras cn ‘structurados emplean, to de lo que he descrito etongo, de una manera > rasgo definidor de la nes de dominacién. No 8 0 ilusorias para ser acho, én algunos casos ar las relaciones « stas son posibilidades deologia como tal, Al idad contingente que fa, podemos librar el temoldgica que to ha sarse ai andtisis de Ja ya demostrado, 0 que dos como ideolégices anos simbélicos como Ja carga de demostrar > enalgiin sentido, Lo Imente la verdad o ja yas maneras en que #8, para establecer y nguina manera e! easo y sosiener relaciones de dominacién sélo en virtud de ser errdneas, ilusorias o falsas. El and- lisis de la ideologia suscita, por supuesto, importantes y complejas cuestiones de justificacién, y a ellas me dedicaré en un capitulo posterior. No obstante, a fin de abordar tales cuestiones de una manera fructifera, es vital ver que la caracterizacin de los fenémenos simbélicos como idealdgicos no implica directa y socesariamente que sean epistemoldgicamente defectuases. Hay dos espectos ulteriores donde la concepcién de ideologia que estoy proponiendo difiere de manera significativa de la descripcién de Marx. En el trabajo de Marx, el criterio de sostener relaciones de domi- nacion se entiende por fo general, explicita o implicitamente, en términos de las relaciones de clase. Para Marx son las relaciones de dominacién y de subordinacién de clases las que constituyen los principales ejes de ia desi- gualdad y la explotaci6n en las sociedades humanas en general, y en las sociedades capitalistas modernas en particular. Para Marx, son las rela~ ciones de dominacién de clases y de subordinacién —principalmente entre las diverses facciones del capital, por un lado, y el proletariaco oprimico y el campesinado fragmentado, por el otro— las que se sostie- ‘nen por la persistencia de la imagen y la leyenda ce Napoledn, en la Francia de mediacios del siglo 22x. Pero ¢s importante enfatizar que las relaciones de clase son sélo uma de las formas de dominacién y stibordinacién, constituyen solo uneje de desigualdad y explotacién; las relaciones de clase no son de ninguna manera la ini forma de dominacién y subordinacién. Gracias al beneficio de la retrospeccidn, parece claro que la preocupacién de Marx por las relaciones de clase cra confusa en ciertos aspectos. &n lanto que Marx tu orazén al subrayar lo significativo de las relaciones de clase como base de ta designaldad y la explotacién, tendié a pasar por alto oa restarle énfasis a la intportancia de las relaciones entre los se- x05, entre los grapos étnivos, entre los individuos y el Estado, entre los Estados-nacién y los bloques de Ustados-nacién; tendid a creer que Jas relaciones de clase (orman el miicleo estructural de las sociedades modicraas ¥ que su transformacion era la clave para un futuro libre de dominacidn. Tales énfasis y suposiciones no pueden aceptarse como Les en la actualidad, Hoy vivimos en un mundo donde la on de clase y la subordinacién contindan desempenando un autoevidi domina, 87 papel importante, pero en el que prevalecen otras formas de conflicto y, en algunos contexts, con igual o hasta mayor significacién. Si debemos calificar la preocupacién de Marx por las relaciones de clase, también debemos cortar el vinculo entre el concepto de ideologia y la dominacién de clase. Dicho vinculo debe considerarse coro contingente mis que necesario. Al estudiar la ideologta, podemos interesarnas en las maneras en que el significado sosticne: las relaciones cie dominaci6n de clase, pero también podemos preocuparnos por otros tipos de dominacién, tales como las rclaciones sociales estructuradas entre hombres y mujeres, entre un grupo etnico y otro, o entre tos Estaclos-nacién hegernénicos y aquellos ubicados en los margenes de un sistema global. Un aspecto adicional donde la concepeién de ideologia que pro- pongo difiere de la deseripeién de Marx es menos preciso pero no por ello menos importante. Puesto que Marx nunca formulé de manera explicita la concepcidn latente de ideolonia es dificil atribuirle un sentido clara e inequivoco. Sin embargo, si mi formuts-ian de la concepeian latente es una caracterizacuin exacta de la descripeisn de Marx, entonces existe otro énfasis que es, desde mi punto de vista, falaz. Cuando Marx dirige su atencién hacia el papel de la tradicién napolednica, de la leyenda de Na- poleén que se realiza en las «ideas fijas» del eampesinado, lo que le interesa principalmente son las maneras en que esta tradicién sirve para sustener tn conjunto de retaciones sociales que se establecieron antes, ¢ indepen- muvilizacién del significado en las formas simbélicas. Las dientes, det clases evisten wen si mismass, determinadas por relaciones objetivas de produccién y por circunstoncias que poseen ante todo un carécter econémico; aunque las clases ao pueden existit «por si mismasm sin una forma apropiada de representaci6n simnbolica en la que, y mediante la cual, puedan representar sus intereses y sus objetivos pare sf mismas La ddificultad que entrana esta deseripcisn es que tiende a hacer de menos el grado en que las formas simbolicas, v el significado movilizado en ese respecto, sean constitutivas de la malicad soctaly participen activamente en crear y en sustener has relaciones entre los individuos y fos grupos. Las. formas simbolicas no son nada mas *epresentaciones que sirvan para expresar ti oscurecer relaciones o mivreses sociales que se constittyan se | principal y esencialn simbélicas participas relaciones sociales co en términos de las ma simbélicas sirve para establecer, en el sent manera activa relaci el significade puede dominacitin mediant de formas simbsticas A fin de desarr ideologia, Inay tres a de significado, el cone pucde servir para es Discutiré la nocion nyedida en of capitul lineas de analisis qu neras donde el signif de dominacién, ei si formas simbolicas q enc! nusndo social. Pc do acciones y lengua sujetos y reconecidos vos. Los estursciaclos y n cruciales ext este también una natural tina imagen visual o Podemos analizar el términos de cuatro a cintencionals, «o simbélicas. Existe un ¢ el aspecto ccuntextua siempre ex contextos contextos y process s formas de conflicto y, jnificaci6n. Si debemos ones de clase, también sologta y ke dominacién > contingente mas que resarnos en las maneras minaci6n de clase, pero le dominacién, tales ombres y mujeres, entre sugemnicas y aquellos de ideologia que pro- 95 preciso pero no por a formuls de manera “ilatribuirle un sentido de la conceprids latente Jar, enlorices existe & Cuando Marx dirige a, de la loyenela de No inado, lo que le interesa ln sirve pare sostener eron antes, e indepen ‘onmas simbdlicas. Las aciones objetivas de nte todo un cardcter dor si misnaas» sin ana la que, y mechante le stivos para sf mismas onde a hacer de menos ado movilizado en ese vasticipen activamente duos y los grupos. Las ches que Sirvan para ss que se constitayan principal y esencialmente en un nivel presimbélico: més bien, las formas simbélicas participan continua y creativamente en la constitucién de las relaciones sociales como tsles. Por ello propongo conceptuar la ideologia en términos de las maneras en que el significado movilizado por las formas simbélicas sirve para estoblecer y sostener las relaciones de dominacién: establecer, en el sentido de que el significado puede crear e instituir de manera activa relaciones de dominacion; sostener, en el sentido de que cl significacio puede servir para mantener y reproduciy las relactones de dominacién mediante el proceso permanente de produccisn y recepeién de formas simboicas. A fin de desartollar la reformulacién que propongo del concepto de ideologia. hay tres aspectos que requieren una elaboraaén: la necién de significado, el concepte de dominacién y las formas en que el significado puede servir para establecer y sostener las relaciones de dominacisn. Discutiré la nocién de significado y el concepto de dominaci6n en cierta medida en el capitulo 3, de manera que aqui simplemente indicaré las lineas de anélisis que se dessrroUaran mas tarde. Al estudiar las ma- neras donde el significado sirve para estabtecer y vostener las relaciones Jgnificado que nos intercsa es el significado de las ormas simbslicas que se insertan en contextos sociales y que circulan exe mando social. Por «formas simbiilicas nie refiero a una amptia gana Ge acciones y lenguajes, imagenes y textos, que son producidos por los sujetos y reconocicios por ellos y por otros como constructos significatt- vos. Los enunciados y expresiones lingtiisticas, ya sean hablados 0 escritos, son cruciales en este sentido, pero las formas simbdlicas pueden poseer también una naturaleza no linguifstica 0 cuasilingiiistica (por ejemplo, una imagen visual 0 un consiructo que combine imagenes y palabras) Podemos analizar el caracter significativo de las formas simbélicas en términos de cuatro aspectos tipicos, los cuales denominé fos aspectos rructurale y reforencial» de las formas Formas simbotieas, que lamaré de dominacién, el significativo se man- 25, sin tener en cuenta ido y la dominacién 2s proseguir con Ja ter- uesta del concepto de opara establecer y sos- Dies formas en que el icas particulares, para ssponder esta pregun- encion a la interaccion les de la vida social Ly proporcionaré un awestigacisn empirica. nerales de operaciéa pueden vincular, en cin simbolica. Al dis- Mi objetive no es sen que el significado de dominacion. Mis ‘anera preliminar, un itulos posteriores. Distinguiré cinco modos generales por medio de ios cuales opera Ja ideologia® la «legitimacién», la «simulacién», la eunificaciénm, la «frag- mentacion» y la «cosificaci6n». La tabla 1.2 indica algunas de las maneras en que dichos modos se pueden vincular con diversas estrategias de construccin simbélica. Antes de presentar los elementos de ja tabla, perinitaseme enfatizar tres condiciones. Primero, no deseo sostener que estos cinco modos sean las rinicas maneras en que opera la ideologia, 0 que siempre operen de manera independiente unos de otros; por el ‘Vabla 12 de k ideologia S de operac: Afgeinae estrrteptt tipreas de la Modes generates peracisn: simbéliee egiimacion acsonaleacidn Universalizacin Simvhosn Suatitveasn| Evtemvacién Tropo (pe, singedogue, larizacién Unifiescign Pata Simboliavicns dy cnstied Eragenenscises Prfoewnesseion Iixyess tein eel wt Natalia Feemaliew | | | | Nominalizacion/pasivia on contrario, tales mados se pueden traslapar y reforzar unos a otros, y la ideologia puede, en circunstancias especiales, operar de otras maneras. Segundo, a asociar ciertos modos de operacién con ciertas estrategias de construccién simbélica, no deseo sostener que tales estrategias se asocien dnicamente con dichos mods, 0 que las estrategias que menciono sean las tnicas relevantes. Lo més que se podria decir es que ciertas estrategias se asocian tipicamente con ciertos modos, reconociendo que, en circunstancias particulares, cualquier estrategia dada puede servir a otros propésites y cualquier modo dado puede realizarse de otras maneras; al mencionar diversas estralegias, mi objetivo es ejemplificar, 19 proporcionar una categorizacién exhaustiva y exclusiva Ta torcera condicién €s que, al poner de reliove algunas estrategios Lipicas de la construccién simbslica, no quiero sostener que fales estra- tegias sean ideoldgicas en sf Ninguna de estas estrategias es intrinsecamente ideoldgica. Que una estrategia dada de construccién simbélica sea ideolé- gica depende de come se usa y entiende en circunstancias particulares la forma simb6lica construida por medio de tal estrategia; depende de si a forma simbélica asi constrnida esta sirviendo, en tales circunstancias, para sosiener o subverlix, para afirmar o para socavat, las relaciones de dominacién. Examinar tas est uccién simixitica rategias tipicas de constr nos puede alertar en cuanto a algunas de las formas en que se puede movilizay et significado en el mundo social, en que puede circunscribirse a una variedad de posibilidades para la peracion de la ideologta, pero no puede ocupar el lugar de un anélisis cuidadoso de las maneras en que Jas Formas simbdlicas se intersectan con las relacienes de dominacién en cixcunstancias concretas particulares, Permitaseme empezar por considerar la Jegitimacién.Las relaciones de dominacion se pueden establecer y sostenct, como obsorvé Max Weber, al representarse como legttimas, es decir, como justas y dignas de apo- yo." Ta repraccntacién de las relacrones de dominacién como legitimas puede von Lomo una declaracién de legitimidadque se sustenta Ax Vetse Manx Weber, #2 Roth y-Cinus Witieh nummy. ane Societe: An Oxsie ey: University of Ca Iuserpcetve Sociology; ed. Guens Press, L978), cap. 3. [trad cast. re en ciertas bases, se & determinadas circun: tues tipos de bases soi legitimidad: soncionadas), bases tr diciones inmemoria excepcional de ure p maciones que se suste simbélicas por meio Una estrategia tipica cual el productor de namientos que bus de instituciones socie es digno de apoyo. OF cella, los arregios ins individuos se represe arreglos se consider: capacidad y la i legitimidad tambi narrativizaciOn: Ins ¢ rases r el pasado y que narra y apreciada. De hech sensacin de perten: ciende la experienci: de sus vidas diarias, que sirven para justi detentan y para recor gan. Se construyen di como nasraciones qut secueacias de las acci 1 er Hots University Press, 1953) plos interesantes vn y Tetence R taar unos a otros, y la svar de otras maneras, con ciertas estrategias ‘sie tales esteategias se shiategias que menciono via decir es que ciertas slos, reconaciende que, sia dada puede servira de realizarse de otras \Bjetivo es ejemplificar, yexclusival eve algunas estrategias astener que tales estra- egias es intrinsecamente on simbélica sea ideo! stancias particalares la rategia; depende de si vi tales circunstancias, avar, las relaciones de cnstruccién simbstica mas en que se puede 2 puede circunscribirse € la ideologia, pero no le las maneras en que nes de dominactdin en maci6n. Las relaciones ‘observd Max Weber, sias y dignas de apo- aciéa como legitimes idad que se sustenta Sesiology, cap. 3h Guenther dcast er} en ciertas bases, se expresa en ciertas formas simbélicas y que puede, en. determinadas circunstancias, ser mas 0 menos efectiva. Weber distingui Lres fipos de bases sobre las que se pueden sustentar las declaraciones de legitimidad: bases racionales (que apelan a la legatidad de las reglas sancionadas), bases traiticionales (que apelan a la inviolabilidad de Jas tra- diciones inmemoriales) y bases carismaticas (que apelan al caracter excepcional de una persona particular que ejerce la autoridad). Las recla. maciones que se susteritan sobre dichas bases pueden expresarse en formas simbélicas por medio de ciertas estrategias tipicas de construccidn simbatica Una estrategia sipica es Io que podriamos Hamar racionalizacién, por la cual el productor de una forma simbélica construye una cadena de r70- namientos que buscan defender o justificar un conjunto de relaciones 0 de instituciones sociales, y por medio de ello persuadir a un piblico que es digno de apoyo, Otra estrategia tipica os la universalizacién. Por medio de ella, los arregtos institucionales que sirven a los intereses de algunos indivicusos se representan como si sirvieran a los intereses de todos, y tales arreglos se consideran en principio absertos a cualguiera que tenga la capacidad y la inclinacién para triunfar en ellos. Las reclamaciones de legitimidad también se pueden expresar por medio de la estrategia de ta rarrativizacion: las reclamaciones se insertan en historias que recuentan el pasado y que narsanel presente como parte de una tradicion inmemorial y apreciada, De hecho, a veces se doventan tradiciones a fin de crear una sensacién de pertenencia a una comunidad y a una historia que tras- ciende fa experiencia de conflicto, diferencia y division." En el curso fes y Ios individuos cuentan historias de sus vidas diarias, los cronistas ofc que sirven para justificar el ejercicio del poder por parte de los que fo detentan y para reconciliar a los otros con el hecho de que ellos no lo ha- gan. Se constmayen discursos y documentales, historias, novelas y peliculas somo narraciones que retratan relaciones sociales y que revelan las con- secuencias de las aeviones, en formas que pueden establecer y sostener las 59 Fiemplos interesantes de la inyoneion de In ieadicndn se pueden encantear en Eric Hobshawn ¥ Terence anger (ed), The Intention of Trarlition (Cambridge: Cambridge University Press, 1993). 93 relaciones de poder. Fi las historias y los chistes mundanos que tanto Nenan nuestras vidas diarias, nos entregamos continuamente a narrar la manera en que aparece el mundo y a reforzar, mediante la risa que se genera a expensas de otrn, el orden aparente de las cosas. Al contar historias y al recibir (ya sea escuchando, leyendo o viendo) las historias contadas por otros, podemos ser atraidos hacia un proceso simbélico que puede servir, en algunas circunstancias, para crear y sostener las relaciones de dominacisn. Un segundo modus operandi de la ideologia es la simulacién. Las relaciones de dominacin se pueden establecer y sostener al ocultarse, negarse 0 disimularse, o al representarse de una manera que desvie la atencidn o que oculte las relaciones o procesos existentes. La ideologia como simaulacién se puede expresar en formas simbélicas por medio de una variedad de estrategias diferentes. Una de ellas es la sustitucién: un término que comGnmente se usa para relerirse a un objeto o individuo se emplea para referirse a otro, y en consecuencia las connotaciones posifivas o negatives del término se transfivren al otro objeto o individuo. al fue Ja estrategia de construccién simbélica empleada por Luis Bona- parte quien, como agudamente observé Marx, logré reactivar una traciici6n de respeto reverente por c! hGroe imperial al presentarse como rereriero legitimo det gran Napolesn. Fue veste venerable distraz y este lenguaje prestador el que veld la nueva escena de la historia mundial, voieé al campesinado hacia 2 pasado mas que hacia el faturo y le impidi6, segtin la descripeién de Marx, comprender sus condiciones reales de vida, Otra estrategia que facilita la simulacién de las relacio- nes sociales es la eufemizacidm: las acciones, instituciones 6 relaciones sociales se describen o redescriben en ténminos cre generan ana valoracién positiva. Exister: muchos ejemplos conocidos ce tal proceso: Ia supresién ta de le protesta se describe como la «testauracién del orden; tina prision o un campe de concentracién se describe como un «centro de rehabilitacién; las desi: ualdades institucionalizadas que se basan en divisiones étnicas se describen como «desarrollo separadon; los traba- jadorcs extranieros privados de sus derechos ciudadanos se describen viole: como «trabajadores invitados. Sin embargo, con frecuencia el proceso de eufemizacién es1 ejemplos. Asi, en 198: de tropas y cientos ds acuerdo con la defin: cuando quiere cong de ella. No aspiram las palabras que usa nada, de manera que e imperceptible camt La ideologia ce estrategia, o conjuntc general de ¢ropos" P més en general, de la por lo regular al amb. esté mucho mas exter zacion disciplinayia. Ja sinéedoque, le m para disimalar | combinacién semént representa una parte términa que represen nica puede disimula: relaciones entre las ce y formas politicas ys en que términos ger 40 Monat Begin, en The Guszdian, jai 22 comparat oon fa gue ait tuna invasion host!” 41.Una deseripcisn yun ar passlen encontra dean Costello (Londres: Kout Olivier Reba, es mundanos que tanto vontinuamente a narrar mediante la risa que se de las cosas. Al contar 00 viendo) las historias 2 un proceso simbético ura creat y sostener lag sia es la simulacion. Las y sostener al ocultarse, manera que desvie la xistentes. La ideologia abélicas por medio de Ses la sustitucton: un un objeto o individuo iia las connotaciones x0 objeto o individu. pleada por Luis Bona- logré reactivar una alal presentarse como te venerable disfraz y de la historia mundial, ® hacia el futuro y le nder sus condiciones clacién de las relacio- ituciones o relaciones yeneran una valoracién Proceso: Ia supresién auracién del orden»; ibe como un «centro vas que se basan en, eparadon; los traba- clanos se deseriben frecuencia ef proceso de eufemizacion es mas sutil de lo que podrian sugerir estos conocidos ejemplos. Asf, en! 1982 Menahem Begin dijo que el desplazamicnto de miles de tropas y cientos de tanques a L.foano no era una «invasién» porque, de acuerdo con la definicién dada al término por él, «uno invade una tierra cuando quiere conguistarla 0 anexarla, o conquistar cuando menos parte de ella. No aspiramos siquiera a una pulgada de ella». Muchas de Jas palabras que usamas poseen una amplitud, una vaguedad indetermi nada, de manera que la eufernizacién puede darse por medio de un leve ¢ imperceptible cambio de sentido. La ideologia como simulacién puede expresarse por medio de otra estrategia, o conjunito de estrategias, que puede incluirse bajo la cliqueta general de trope" Por tropo me refiero al uso figurado del lenguase 0, més en general, de las formas simbélicas. Bl estudio del tropo se confina por lo regular al ambito de la literatura, pero el uso figurado del lenguaje esta mucho muis extendido de lo que podria sugerir semejante especiali- vaci6n disciplinaria. Entre las formas de tropo ms comtunes se cuentan la sinécdogue, la metonimia y la metéfora, todas las ctiales pueden usarse pata disimular las relaciones de dominacién. La sinéceloque implica la combinacién seméntica de la parte y del todo: se usa un término que representa una parte de algo a fin de referirse a la totalitad, ose usa un término que representa la totalidad a fin de referirse a una parte. Esta tc nica puede disimular las relaciones sociales al confundir o invertir las relaciones entre las colectividades y sus partes, entre grupos particulares y formas politicas y sociales mas amplias en la manera, por ejemplo, en que términos genéricos como «los briténicos», «los americanos» y 40 Menahem Begin, en una entrevista tlevisada en Estados Unidos sobre Ia que infore The Guardinn, sie 22 de 19RD, La delinicion de “invasion” que dio Begin se pute camparar cot In que ofvece el diecionario: “una enteada w incursiin cor fuerza armads) sina invasién hos 1 Una deseripeion y !nanaliis explicativos sobre el trop, y la metifora en especial, se pueden he uke of Motasior: Malrdiseyphnary Studies ofthe Crnstion of Steaning in Langage, trad, Robert Caeeny con Kathleen McLanghlin y fokn Costetly (Londres: Routledge & Kegan Paul, 1978) [trad.cast. Ediciones Europa) Pars conocer ni interesante on.lisis sobre algunos vinculos entre tropo ¢ ideologia, véase Olivies Rebout, Langsyen of ateologie (acs Presses Universitaires de France, 198, cap. 4 20 Paul Riccar % «los rusos» se usan para referirse a gobiernos o grupos particulares dentro de un Estedo-nacidn. La metonimia implica el uso de un término que representa un atributo, una caracteristica adjunta o afin a algo para relerirse a la cosa misma, aunque no cxista una relacién necesaria entre el término y aquello a lo que se pueda estar cefiriendo uno. Por medio de la metonimia puede quedar implicito el referente, sin ser expresado de manera explicita, o se puede valorar positiva o negativamente por aso- ciaci6n con otra cosa; ésta es una préctica comin, por ejemplo, en los Anuncios publicitarios, donde con frecuencia el significado se desplaza de manera sutil y subrepticia, sin explicitar las relaciones entre los objetos a los que se altide o que estén implicitos en el anuncio. La metafora entraita la aplicacisn de un término 0 una frase a-un objeto 0 una aceién al cual no se aplica literalmente. Las expresiones metaféricas establecen tuna tensidn en ma oracién al combinar té-minos extraidos de diferentes campos senvi ,, genera un sentido nuevo y duradero. La metéfora puede disimutar las relaciones sociales al repre- sentarlas, 0 los individues y geupos insertos en ellas, como si detentaran caracteristicas que no paseen literalmente, acentuando en consecuencia Giertos rasgos a expensas de otros y cargandalos cots «in sentido positive o negative. Asi, primera ministra briténica se ha descrito con frecuencia como «la Dama de Hierro, metifura que le otorga una determinacion y una firmeza de cardcter sobrehuumanas. O bien, consideérese este co- mentario, hecho por Ja misma Margaret Thatcher durante una entrevista con ia Prensa Asociada en 1988 y publicado en el periddico britsnico The Guardian: al reflexionar sobre sus primeros ocho altos en el cargo y sobre su percepcién de la cambiante posicion de Gran Bretana entre las naciones industriatizadas de Occidente, elta observa que: «Cuando recién Megué, solian hablar de nosotros en términos de 1a enfermedad briténic Ahora hablan de nosotros y dicen ‘miren, Gran Bretana tiene el re- medio». La metitfora de Ja enfermedad y el resnedio, combinados con dios», otorga a este comentario un carscter cos, tensidn que, si fiene és el longuaje de «nosotres® 5 uy Assutation Press sabre fa que sot Thatcher, en una entreviste conduct mnero 4 de 188, p.3. 42 Mai infors 6 | vivido y evocativo; ¢ ena imagen dela e falsea las circunstanc al amar la atenciér sagerir que el uso si minantemente ideal lenguaje es un rasgo nera efectiva de movi en ciertos contextos, confundir con el poc laciones de dominaci Untercer mot ciones de dominacié: el plano simbélico, enuna identidad cole que puedan separark este modo en las fonx Las tormas simbdlic que se promueve ce simbolico. Esta es la e estatales que tratan d _Sttpes diversos y ling idioma nacional puer Jos grupos y una jera limites de un Estado- mediante la cual se pu como la siimholizacisr de sinibolos de unide difunden en un grupo truccidn de simbolos himnos nacionaies, Jos ejemplos evidentes. E. entretejerse con el proc bolos de unidad puc © grupos particulares sae] uso de un té ming unta o afin a algo para elacién necesaria entre siendo uno. Por medio te, sin ser expresado de egativamente por aso- 19, por ejemplo, en los nificado se desplaza de iones entre los objetos anuncio. La metétora tun objeto 0 una accién metaféricas establecen extraidos de diferentes era un sentide nuevo iones sociales al repre las, como si detentaran ando en consecuencs ‘on un sentido positive descrito con frecuencia ga una determinacién \ considérese este co- durante una entrevista el periédico briténico cho afios en el cargo y Gran Bretafia entre Ins ‘a que: «Cuando recién anfermedad britinica 1 Bretaiia tiene el re edio, combinade omentario un ¢: bociation Prose sabre la que vivido y evocativo; envuelve al proceso del desarrollo econdmico-social en la imagen de la enfermedad y la salud, en tanto que pasa por alto 0 falsea las circunstancias reales subyacentes que lo afectan. Por supuesto, al llamar fa atencién hacia estos diferentes tipos de tropos, no quiero sugerir que el uso simulado del lenguaje sea siempre o siquiera predo- minantemente ideolégica. Sélo deseo sostener que el uso figurativo del lenguaje es un rasgo muy comin del discurso cotidiano, que es wna ma- nova efectiva de movilizar el significado en el mundo sociohistérico y que, en cierios contextos, el significado movilizado de este modo se puede confundir con el poder y servir para crear, sostener y reproducir las re- laciones de dominacién. Un tercer mootus operandi de la ideologia es la unificacién. Las rela- ciones de dominsicidit se pueden establecer y sostener si se constraye, en ef plano simbélico, una forma de unidad que abarque a Jos individuos en uns identidad colectiva, sin tomar en cuionts las diferencias y divisiones que puedan separarlos. Uno estrategia tipica mediante la cual se expresa este modo en las Formas simbélicas es la esttategia de la estandarizacion. Las formas simbdlicas se adaptan a wn marco de referencia estindar que se promueve como la base aeptable y comin del intercambio simbulico. sta es la esivategia que utilizan., por ejemplo, las atitoridlades estatales que tratan de desarrollar un idioma nacional en el contexte de grupos diversos y lingilfsticamente diferenciados. Fb establecimiento de un idioma nacional puede servir para crear una identidad colectiva entre los grupos y una jerarquia legitima entre las lenguas y dialectos en los limites de un Estado-nacién. Otra estrategia de construecién simbslica mediante la cual se puede lograr la unificacién es la que podemos describir come la siimbolizacion de unidad. Esta estrategia implica la construccién de simbolos de unidad, de identidad colectiva e identificacién, que se difunden en un grupo o una pluratidad de grupos. Lina vez mas, la cons- trucci6n de simbolos de unidad nacional, tales como las banderas, tos himnos nacionales, Jos emblemas y las inscripciones de diversos tipos, sot cjemplos evidentes, En Ja prictica, la simbolizacién de ta unidad puede entretejerse con cl proceso de narrativizacion, en la medida en que los sim- bolos de unidad pueden ser parte integral de una narracién de ” origenes que cuenta une historia comiin y proyecta un destino colecti- vo. Lo anterior es comtin no sélo en el caso de las grandes organizaciones, sociales como el Estado-nacién moderno, sino también en el caso de organizaciones y grupos sociales mas pequefios que se mantienen unidos, en parte, por un proceso permanente de unificacién simbélica por el cual se crea y se reafirma continuamente una identidad co- lectiva. Al unir a los individuos en una forma que hace caso omiso de jas diferencias y divisiones, lo simbolizacién de la unidad puede servir, en circunstancias parliculares, para establecer y sostener las relaciones de dominacién. Un cuarto modo mediante el cual puede operar la ideologia es ta sragmentacion, Las relaciones de dominacién se pueden mantener, no al unificar a Tos individuos en una colectividad, sino al fragmentar a aquellos individuos y grupos que podrian ser capaces de organizar un desafio efectivo a los grupos dominantes, 0 al orientar las fuietzas de una oposicién potencial hacia un objetivo que se proyects como maligno, dafino o amenazador. Aqui, la estrategia tipica de construccién simbélica es la diferenciacion, es decir, e) hecho de enfatizar las distinciones, diferencias y divisiones que hay entre los grupos e individuos, las caracteristicas que Jos desunen e impiden que se constituyan en un desaffo efectivo pare las relaciones existentes 0 en un participante efectivo en el ejercicio del poder. Otra estrategia pertinente se puede describir como la expurgacidn de} otro. 1.0 anterior implica la consiruccién, dentro o fuera, de un enemigo que se retrata como maligno, daiiino o amenazador, y ante el cual se convoca a los individuios para que se opongan a él o lo expurguen. sta estrategia se traslapa a menudo con estrategias orientadas hacia la unificacién, puesto que se trata al enemigo como un desafio o una amenaza frente a la cual se deben unir los individuos, La descripcion de los judios y de los comunistas en la literatura nazi de las décadas de 1920 y 1930, ola caracterizacién de los disidentes politicos en la era estalinista como «enemigos del pueblo», son casos ejemplares de expurgacidn del otro, aunque esta esttategia es mas comtin de lo que podrian sugerir tales wemplos. Considérese una observacisn editorial en el periddico de det sindicato Grevlactén masiva The Sun: al camentar una posible his 98. de conductores de { sus lectores que et pero «nunca nos re: claramente la batalla nacién».*’ Semejante se construye al ASLEF: sicion se suiperpone a de tal manera que e! amenaza a un pueb voluntad para resist Un quinto mo relaciones de domin un estado de cosas natural e intemporal po casi natural. histérico. Asf, la ide ofusracion del cardct ©, dicho con una sus cimiento de ola dimer de la sociedad histér bolicas por medio de que sea una creacié! natural 0 como rest manera que, por ej mujeres instituida s caracteristicas fisiol trategia similar es lo fenémenos sociohist retratados come per costumbres, tradici¢ ont finidamente hacia 13. Comentario editorial d Left, The Poi Fn un destino colecti- sandes organizaciones ambién en el caso de 0s que se mantienen unificacién simbélica te una identidad co- te hace caso omiso de unidad puede servir, ostener las relaciones erar la ideologia es la teden mantener, no al fragmentar a aquellos organizar un desafio vraas de una oposicién © maligno, dafino o n simbélica es ta inciones, diferencias y as caracteristicas que saffo efectivo para las vo en el ejercicio del como la expurgacién intro o fuera, de un menazador, y ante el na élolo expurguen s orientadas hacia la esaffo o.una amenaza sripcién de los juctios adas de 1920 y 1930, era estalinista como xpurgaciin del otro, odrfan sugerir tales 5 el peridedico de inuelge del sindicato de conductores de trenes AstEF en verano de 1982, el Sun recuerda sus lectores que el 4steF bien puede hacer ahicos su propia industria pero «nunca nos resquebrajaré», puesto que, «como lo demostré tan claromente la batalla por tas Falklands, NADIE puede resquebrajar esta naci6n».? Semejante comentario emplea una compleja estrategia donde se construye al ssi. como al otro que desafia a ta nacién entera, y tal opo- sicién se superpone a las fuerzas en conflicto de la guerra de las Falklands, de tal manera que el ASLRF es equiparado con un poder extranjero que amenaza a un pueblo que se debe unir frente a la adversidad y cuya voluntad para resistir el mal es enféticamente indomable. Un quinto modus operandi de la ideologia es la cosificaciér: las relaciones de dominacién se pueden establecer y sostener al representar tun estado de cosas hist6rico y transitorio como si fuese permanente, natural e intemporal. Los procesos se retratan como cosas 0 sucesos de wo tipo casi natural, de tal manera que se eclipsa su cardicter social ¢ hustorico. Asi, Ja ideologie como cosificacién implica Ia eliminacién o la ofuscaci6n del cargcter social e histérico de los fenémenos sociohist6ricos 0.

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